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RITOS INICIALES
MONITOR:
Queridos hermanos: hoy es un día grande para nuestra comunidad parroquial, ya que un grupo de
hermanos nuestros termina hoy, con la ayuda de Dios, su iniciación Cristiana al recibir el
sacramento de la Confirmación, y se comprometen a dar testimonio de Cristo y a cumplir la misión
de ser luz y sal en medio del mundo. El Espíritu Santo viene hoy como en un nuevo Pentecostés y
nuestra Iglesia se alegra en el Señor, presidida, como está hoy, por el Obispo, que es cabeza de este
cuerpo del cual somos miembros por el Bautismo. Acompañemos con alegría a estos hermanos
nuestros y participemos con entusiasmo en esta fiesta eclesial.
Iglesia soy y tu tan bien, en el bautismo renacemos a una vida sin igual y al confirmar hoy nuestra
fe lo proclamamos compartiendo el mismo pan.
No vayas triste en soledad, ven cono nosotros y verás a los hermanos caminado en el amor,
ven con nosotros y serás en la familia un hijo más, iremos juntos caminado en el amor.
Yo volveré a envejecer, pero mi madre aun con arrugas y defectos la querré, la quiero más, pues se
muy bien que ha envejecido sin dejarme querer.
SALUDO INCIAL
OBISPO: El Dios de bondad y misericordia, que nos congrega hoy para escuchar su Palabra, nos
unge con su Espíritu y nos alimenta con la Eucaristía, esté con todos Ustedes.
TODOS: Y con tu espíritu.
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BENDICIÓN DEL AGUA
(Después de una breve oración en silencio, prosigue con las manos juntas)
Dios todopoderoso y eterno, que por medio del agua, fuente de vida y medio de purificación,
quisiste limpiarnos del pecado y darnos el don de la vida eterna, dígnate bendecir (+) esta agua,
para que sea signo de tu protección en este día consagrado a ti, Señor.
Por medio de esta agua renueva también en nosotros la fuente viva de tu gracia, y líbranos de todo
mal de alma y cuerpo, para que nos acerquemos a ti con el corazón limpio y recibamos dignamente
tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TODOS: Amén
(Terminada la bendición, el Obispo toma el hisopo, se rocía así mismo y, luego, rocía a los
ministros, al clero y a los fieles)
MONITOR:
Pidamos al Señor que el agua que nuevamente será derramada sobre nosotros, reavive nuestro
bautismo y los compromisos que implicó.
(Una vez acabado la aspersión y el canto, el Obispo de pie y de cara al pueblo, con las manos
juntas dice)
Obispo: Que Dios todopoderoso nos purifique del pecado y por la celebración de esta Eucaristía,
nos haga dignos de participar del banquete de su reino.
Todos: Amén.
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Canto: GLORIA
Gloria al Señor, que está en cielo; gloria al Señor que está en la tierra, paz a los hombres de buena
voluntad.
Te alabamos Señor, bendecimos tu amor y con tu dulce paz danos tu bendición.
Hijo de Dios eres tu Cristo y estas sentado a su derecha, paz a las almas que suplican perdón.
Te alabamos Señor, bendecimos tu amor, santo espíritu, / tu gracia danos hoy. (Bis). Tu gracia
danos hoy.
ORACIÓN COLECTA
Obispo: Oremos: Te pedimos, Señor, que nos envíes tu Espíritu Santo, como lo prometió tu Hijo
a los Apóstoles, para que haga de nosotros valientes testigos del Evangelio de Jesucristo ante todos
los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo...
Todos: Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Monitor:
(Todos se sientan y se espera que estén en silencio para realizar la monición a la lectura)
El profeta Isaías nos anuncia la venida del Mesías asegurándonos que en él estará el Espíritu de
Yavé. Ese mismo Espíritu es el que hoy vendrá sobre estos jóvenes que se van a confirmar.
En aquel día:
Brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz.
Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de ciencia y discernimiento, espíritu de piedad y
temor del Señor.
Le inspirará el temor del Señor.
No juzgará por apariencias, ni sentenciará de oídas; defenderá con justicia al desamparado, con
equidad dará sentencia al pobre.
Lector: Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
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SALMO RESPONSORIAL
MONITOR:
A las estrofas de salmo contestamos:
Envías tu Espíritu, Señor, y renuevas la faz de la tierra.
Lector: Bendice, alma mía, al Señor, ¡Dios mío, que grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas!
Todos: Envías tu Espíritu, Señor, y renuevas la faz de la tierra.
Lector: Todos ellos aguardan a que les eches comida a su tiempo, se la echas, y la atrapan, abres
tu mano, y se sacian de bienes. Envías tu aliento, y lo creas, y repueblas la faz de la tierra.
Gloria a Dios para siempre, goce el señor con sus obras.
Todos: Envías tu Espíritu, Señor, y renuevas la faz de la tierra.
Lector Cantaré al Señor mientras viva, tocaré para mi Dios mientras exista: que le sea agradable
mi poema, y yo me alegraré con el señor
Todos: Envías tu Espíritu, Señor, y renuevas la faz de la tierra.
SEGUNDA LECTURA
MONITOR:
El Apóstol Pablo nos invita a conducirnos por el Espíritu, así como Jesús se dejó conducir. A esta
invitación urge una respuesta.
Lector: Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas (5, 16-17.22-23ª.24)
Hermanos:
Yo os digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne.
La carne desea contra el Espíritu, y el espíritu contra la carne.
Hay entre ellos un antagonismo tal, que no hacéis lo que quisierais.
En cambio, el fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad,
amabilidad, dominio de sí.
Y los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y sus deseos.
Si vivimos por el Espíritu, marcharemos tras el Espíritu.
Lector: Palabra de Dios
Todos: Te alabamos Señor
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MONITOR:
Nos ponemos en pie y aclamamos al Evangelio con el aleluya.
<<El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí -dice el Señor- y también ustedes deben dar
testimonio. >>
EVANGELIO
Ministro: El Señor esté con ustedes.
Todos: Y con tu Espíritu.
Ministro: Lectura del Santo Evangelio según San Juan (14,15-17)
Todos: Gloria a ti Señor.
MONITOR:
(Se ponen de pie los que se van a CONFIRMAR)
En este momento, los responsables de la preparación para la confirmación, el profesor y catequista
Max Paredes Samanamud, presenta ante el obispo, Antonio Santarsiero a estos jóvenes para la
recepción de este Sacramento.
OBISPO: Hermano ¿le parece que éstos jóvenes están debidamente instruidos y preparados para
recibir este sacramento?
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CATEQUISTA: Estos jóvenes fueron Bautizados con la promesa de que serían "educados en la
Fe"; y de que "un día recibirían, por la Confirmación, la plenitud del Espíritu Santo" este fue el
compromiso de sus padres y padrinos en el Bautizo. Se han ido preparando convenientemente
durante este año en la reflexión, la oración y escuchando la Palabra de Dios. Como responsable de
la preparación a la Confirmación, tengo la satisfacción de decir a la comunidad, y a usted Monseñor,
que estos jóvenes han recibido la Catequesis adecuada para recibir este Sacramento.
OBISPO: De esta manera, por medio de la confirmación, el Espíritu Santo completará en ustedes
la obra que inició en el Bautismo haciéndoles adultos en fe. Con alegría en el nombre del Señor,
les acepto para la recepción de este Sacramento admirable, que les confirma en la vida del
Espíritu Santo que recibieron en el santo Bautismo.
HOMILÍA
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RITO DE LA CONFIRMACIÓN
OBISPO: Y ahora antes de recibir el don del Espíritu Santo, conviene que renueven ante mí,
Obispo de la Iglesia en Huacho, y ante los fieles aquí reunidos, testigos de su compromiso, la fe
que sus padres y padrinos, en unión con toda la Iglesia, profesaron el día que ustedes fueron
bautizados. Queridos jóvenes, ¿Están dispuestos a vivir y a morir como seguidores de Cristo Jesús?
CONFIRMANDOS: Sí estoy dispuesto. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: ¿Están dispuestos a creer, con la luz del Espíritu Santo, todo lo que Dios ha revelado y
nos enseña por medio de la Iglesia?
CONFIRMANDOS: Sí estoy dispuesto. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: ¿Están dispuestos con el fuego del Espíritu Santo, a amar a Dios sobre todas las cosas y
al prójimo como a ustedes mismos?
CONFIRMANDOS: Sí estoy dispuesto. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: ¿Están dispuestos con la fuerza del Espíritu Santo, a dar testimonio de Jesús en todas
partes, aunque tengan que sufrir por ello desprecio y persecución?
CONFIRMANDOS: Sí estoy dispuesto. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: ¿Están realmente dispuestos, con la ayuda del Señor a no preferir nada a la voluntad de
nuestro Padre Dios, y amarlo siempre con todas sus fuerzas, sobre todas las cosas?
CONFIRMANDOS: Con la ayuda de Dios, sí estoy dispuesto. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: Para ser cristianos de verdad tienen que saber perdonar, no ser egoístas; no tener
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vergüenzas ni envidias; no vivir una vida superficial y ser sinceros. ¿Renuncian al pecado y a todo
lo que lleva al pecado?
CONFIRMANDOS: Sí, renuncio. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: Para ser cristianos de verdad tienen que comprometerse: a querer a todos los hombres
como hermanos, a trabajar por la Iglesia, a orar en común y a solas, a celebrar el Día del Señor, ¿se
comprometen de verdad a todo esto?
CONFIRMANDOS: Sí, me comprometo. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: Para ser cristianos de verdad hay que tener fe, en Dios, Creador y Padre de todos los
hombres; en Jesucristo Hijo de Dios y hermano nuestro, que se encarnó de María Virgen; en el
Espíritu Santo que está presente en la Iglesia y que hoy les será comunicado de un modo singular
por el Sacramento de la Confirmación, como fue dado a los Apóstoles el día de Pentecostés, ¿lo
creen de verdad?
CONFIRMANDOS: Sí, creo. (Alzan sus velas, luego la bajan)
OBISPO: Esta es nuestra fe; esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar, en Cristo
Jesús, Señor nuestro.
TODOS: Amén.
OBISPO: Y también a ustedes padrinos y madrinas, la Iglesia los llama a un compromiso: ¿se
comprometen a acompañar a sus ahijados en el camino de la fe, aconsejándolos, dándoles un
buen ejemplo de vida, apoyándolos para que sean cristianos auténticos y comprometidos?
PADRINOS Y MADRINAS: Sí, me comprometo, con la ayuda de Dios y de la Virgen María.
Ven Espíritu Santo, ven a iluminar nuestras inteligencias y a defendernos del mal.
Tú, promesa del Padre, don de Cristo Jesús, ven y danos tu fuerza para llevar nuestra cruz.
IMPOSICIÓN DE LAS MANOS
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MONITOR:
(Pueden apagar sus velas)
El día de Pentecostés, los Apóstoles recibieron la luz y la fuerza del Espíritu Santo. Los Obispos,
sucesores de los Apóstoles, trasmiten desde entonces, por medio de la imposición de las manos y
unción con el Santo Crisma, el don del Espíritu Santo. Es lo que vamos a celebrar ahora, con
mucha fe y disponibilidad.
(Se ponen de rodillas)
OBISPO: Oremos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que derrame el Espíritu
Santo sobre estos hijos de adopción, que renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo, para que
los fortalezca con la abundancia de sus dones, los consagre con su unción espiritual y haga de ellos
imagen perfecta de Jesucristo.
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Confirmado: Y con tu espíritu.
Quédate en mí, Quédate en mi, toca mi mente, mi corazón, llena mi vida de tu amor.
Quédate en mí, Santo Espíritu. Quédate en mí (Bis) – Se repite varias veces.
1) Ven espíritu del Padre, se nuestra luz. Derrama del cielo, tu esplendor de gloria.
3) Eres la alegría, fuego de la Iglesia, pon en nuestros ojos, la mirada del Señor.
4) Fuego que nos quema, hasta las entrañas, por ti resplandece, la luz de amor.
Crismación
PLEGARÍA UNIVERSAL
OBISPO: Hermanos nuestra plegaria debe ser unánime como una es la fe, una la esperanza y uno
el amor que el Espíritu Santo ha infundido en nuestros corazones. Oremos confiadamente a Dios,
nuestro Padre.
CATEQUISTA: Padre Santo, con el don de la SABIDURÍA, guía al Papa FRANCISCO, a nuestro
Obispo Antonio y a todos nuestros sacerdotes, para que sigan enseñando la Buena Nueva en este
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tercer milenio. Roguemos al Señor
Todos: Te lo pedimos Señor
CONFIRMANDO: Padre Santo, con el don del CONSEJO, colma a los líderes mundiales, y en
especial a nuestras autoridades locales, el deseo grande de buscar la paz para todos, estando siempre
atentos a tus consejos, sin ambicionar el poder para sus propios intereses. Roguemos al Señor.
Todos: Te lo pedimos Señor
CONFIRMANDO: Padre Santo, con el don de FORTALEZA, concédenos la serena audacia que
necesitamos para ser auténticos misioneros del mensaje del Evangelio, cuyo mandato lo hemos
recibido hoy por la Unción del Espíritu. Roguemos al Señor.
Todos: Te lo pedimos Señor.
PADRINO: Padre Santo, con el don de CIENCIA ilumine a los padrinos, para que con nuestras
palabras y nuestros ejemplos, seamos siempre modelos de fe para nuestros ahijados. Roguemos al
Señor
Todos: Te lo pedimos Señor.
CONFIRMANDO: Padre Santo, con el don del ENTENDIMIENTO guía a nuestros padres para
que, con su comprensión y amistad, podamos crecer juntos en el aprecio de los valores humanos y
cristianos. Roguemos al Señor
Todos: Te lo pedimos Señor.
CONFIRMANDO: Padre Santo, con el don del SANTO TEMOR DE DIOS, ayuda y consuela
a todos nuestros hermanos y hermanas abandonados, a los que viven en la calle, a los que sufren
de enfermedades terminales. Roguemos al Señor
Todos: Te lo pedimos Señor.
CONFIRMANDO: Padre Santo, con el don de PIEDAD inspira a los jóvenes y adultos en el
camino de la vida religiosa y sacerdotal con gran generosidad de vida, para que nuestra comunidad,
sea semillero de muchas y santas vocaciones. Roguemos al Señor
TODOS: Te lo pedimos Señor.
OBISPO: Señor Dios nuestro, que diste a los Apóstoles el Espíritu Santo, atiende nuestras súplicas
y concédenos lo que tu amor realizó en los comienzos de la Iglesia hoy en el corazón de tus hijos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
TODOS: Amen.
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LITURGÍA DE LA EUCARISTÍA
PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
MONITOR: Manifestando sincero deseo de compromiso y de cambio, nuestros hermanos
presentan al Señor sus ofrendas.
Pan (Hostias) y Vino: El pan y el vino son frutos del trabajo de nuestros campos que luego se
convertirán en el Cuerpo y Sangre del Señor.
Cirio: Ésta luz simboliza la fe que recibieron en su bautismo y que ahora han fortalecido y
ratificado con el Sacramento de la Confirmación.
Flores: Las flores simbolizan la alegría inmensa que hoy sienten los confirmados al confirmar su
fe y participar en la Eucaristía.
Frutos: Los frutos proceden de la tierra y del trabajo de nuestros campos. Ellos son para
nosotros nuestro alimento corporal.
Sobres de los padrinos y madrinas: El óbolo de los padrinos servirá para sostener la formación
de los futuros sacerdotes de nuestra diócesis de Huacho.
Presentamos Padre Nuestro con el vino y con el pan nuestras penas y alegrías el trabajo y
nuestro afán.
*Como el Trigo de los campos bajo el signo de la cruz, se transforman nuestras vidas en el cuerpo
de Jesús.
*Es tu pueblo quien te ofrece con los dones del altar la naturaleza entera anhelando libertad.
* Estos dones son el signo del esfuerzo de unidad que los hombres realizamos en el campo y la
ciudad.
OBISPO: Oren, hermanos para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea agradable a Dios Padre
todopoderoso.
TODOS: El reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para
nuestro bien y de toda su Santa Iglesia.
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OBISPO: Recibe, Padre Santo, las ofrendas de tu familia, para que quienes acaban de recibir el
don del Espíritu Santo, conserven siempre lo que han recibido y alcancen un día los premios
eternos. Por Jesucristo nuestro Señor.
TODOS: Amén.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
V. / El Señor esté con ustedes.
R. /Y con tu Espíritu.
V. /Levantemos el corazón.
R. /Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. /Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. /Es justo y necesario.
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Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu
Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu
pueblo sin cesar, un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso.
Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:
(Epíclesis)
Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos
separado para ti,
Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y el cáliz conjuntamente, diciendo:
De manera que sean Cuerpo y (+) Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
Junta las manos.
Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo
genuflexión.
Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
Tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable
resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta
acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación
quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos
de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.
Concelebrante primero
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus
elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires,
Concelebrante segundo
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo
entero.
Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa N., (a
nuestro Obispo N.,)
(a mí, indigno siervo tuyo,) al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo
redimido por ti.
Ayuda a tus hijos, que hoy has confirmado, marcándolos con el sello del Espíritu Santo; custodia
en ellos en don de tu amor.
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Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia.
Reúne en torno a ti, Padre Misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
Por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Toma la patena, con el pan consagrado, y el cáliz y, sosteniéndolos elevados, dice:
Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor
y toda gloria por los siglos de los siglos.
Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN
Una vez que ha dejado el cáliz y la patena, el Obispo, con las manos juntas, dice:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado;
digamos con fe y esperanza:
El Obispo, con las manos extendidas, prosigue él solo: Líbranos de todos los males, Señor, y
concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres
de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro
Salvador Jesucristo.
(Junta las manos)
El pueblo concluye la oración, aclamando: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por
siempre, Señor.
Después el Obispo, con las manos extendidas, dice en voz alta: Señor Jesucristo, que dijiste a
tus apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy», no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de
tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.
(Junta las manos)
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Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
El pueblo responde: Amén.
El Obispo, extendiendo y juntando las manos, añade: La paz del Señor esté siempre con
ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
Oh Señor, Oh Corderos de Dios, que quitas el pecado del mundo, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Oh Señor, Oh Corderos de Dios, que quitas el pecado del mundo, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.
OBISPO:
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo…ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo...danos la paz.
OBISPO:
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la Cena del
Señor.
Todos: Señor, no soy digno que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para
sanarme.
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Nos pesa nuestro pecado, dolores, hambres y guerras; venga tu paz como llama a morar en
nuestras tiendas.
Que todos son mis hermanos, así reza el testamento; amor a Dios y a los hombres es el culto
verdadero.
Afanes son nuestras horas, que ofrecemos como espigas; florecerán como el alba cual maná
manjar de vida.
Es cada altar en la tierra la mesa del sacramento; Cristo es quien da la vida plena con su
Sangre, con su Cuerpo.
Unamos todas las almas en la Hostia de su Cuerpo; aquí se da el pan de vida, aquí se hace
el hombre nuevo.
TÚ ME LLAMASTE
- Tú me llamaste antes que yo naciera, tú me elegiste no se de que manera, tú te fijaste para que te
siguiera a sembrar una semilla nueva.
Seguirle a Él, es algo más que una historieta, seguirle a Él es aventura que a veces cuesta.
Abandonar casa y familia la cruz acuesta, seguirle a Él es compromiso de vida entera.
- No es tan fácil abandonarlo todo, dejar amigos romper con el pasado, abalanzarme en algo que
era extraño, aunque fuera Jesús quien me pedía dejarlo.
- Tome el camino aquí me tienes intento ser, como tú me quieres, este camino, bastante duro a
veces lo quiero defender, aunque mucho me cueste.
Seguirle a Él es caminar la vista al frente, luchando siempre por lo que pide, por lo que
exige. Aunque tu dejes, más grane es lo que recibes, camino lleno de amor inmenso si tú lo
sigues.
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RITO DE CONCLUSIÓN
Señor, la tarea que ahora nos espera es inmensa, pues con la fuerza del Espíritu, que se nos ha dado,
tenemos que ir en misión a:
Llevar luz a donde muchos están en tinieblas. A plantar banderas de paz y libertad, a donde muchos
viven unidos en la violencia y esclavizados por el pecado que los aprieta,
A anunciar por todos lados, que tú eres el amor y la esperanza, a donde cunda el vacio, la nada y la
vida sin sentido.
Salir al mundo con las lámparas encendidas, proclamando que a pesar de tantas noticias malas, los
cristianos albergamos en nuestro corazón, la Buena noticia que eres Tú.
Señor Jesucristo nuestros esfuerzos no bastan para tamaño fin, por ello te suplicamos, que camines
a nuestro lado, pues tu eres la única fuente, a donde podemos acudir, cuando flaqueen las fuerzas
y se desplome el ánimo.
Mantén siempre nuestro corazón inquieto en un incesante mirar al cielo, para que tu Palabra, y con
la oración, este siempre despierto en nosotros, la fe, el amor y el entusiasmo por Ti
El Obispo, con la mitra puesta, extiende las manos hacia el pueblo y dice: El Señor esté con
ustedes.
El pueblo responde: Y con tu espíritu.
Bendición solemne
Dios Padre Todopoderoso, que los adoptó como hijos, haciéndolos renacer del agua y del Espíritu
Santo, os bendiga y os haga siempre dignos de su amor.
R. Amén.
El Hijo unigénito de Dios, que prometió que el Espíritu de verdad estaría siempre en la Iglesia,
les bendiga y les fortalezca en la confesión de la fe verdadera.
R. Amén.
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El Espíritu Santo, que encendió en el corazón de los discípulos el fuego del amor, les bendiga y,
congregándolos en la unidad, los conduzca a los gozos del reino eterno.
R. Amén.
Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan sencillos como Tú.
Gracias Madre mía por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.
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ORACIÓN POR LA VOCACIONES
Oh Dios, Padre de bondad, que has enriquecido a tu Iglesia con santos sacerdotes y almas
consagradas, agradecidos por este gran don, te pedimos, que por medio de tu Hijo
Jesucristo, suscites abundantes vocaciones que respondan con generosidad a tu llamada
para la extensión de tu Reino y que ninguno de tus hijos se pierda.
Señor Jesús, que diste tu vida por nosotros y sigues llamando como en el Evangelio, danos
cristianos conscientes de su bautismo que se atrevan a seguirte con generosidad a través del
sacerdocio o de la vida consagrada.
Que la respuesta de San Pedro al divino Maestro, "Tú sabes que te quiero", les ayude a
cuantos llames, a decir un total amén al amor.
Amén.
CREDO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió
al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a
vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con
el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
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Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo
Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
AGRADECIMIENTO
I.E.P DIVINO CORAZÓN DE JESÚS
Por permitir educar y orientar en la catequesis del sacramento de Confirmación.
A LOS CATEQUISTAS
Lic. Max A. Paredes Samanamud, Joel Minaya Lindo, Jorge Romero Panana por su dedicación y su
tiempo en la preparación espiritual de cada joven en este proceso espiritual.
A LOS JÓVENES
Por seguir con perseverancia este proceso de Confirmación, para recibir el Espiritu Santo que les otorga los
sagrados dones.
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CATEQUISTAS:
Lic. Max A. Paredes Samanamud
Joel Minaya Lindo
Jorge Romero Panana
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