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Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 2
RESEÑA HISTÓRICA DE SÓCRATES....................................................................................................... 4
OBRAS PRINCIPALES ........................................................................................................................ 6
APORTES .......................................................................................................................................... 8
2. EL VALOR DE LAS LEYES. ................................................................................................................ 10
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO .................................................................................... 11
¿QUÉ ES CIRENAICO? ........................................................................................................................ 13
Etimología ..................................................................................................................................... 13
LAS ESCUELAS SOCRATICAS MENORES – LOS CIRENAICOS............................................................... 13
ESCUELA MEGARICA...................................................................................................................... 14
ESCUELA CINICA ............................................................................................................................ 15
ESCUELA CIRENAICA ...................................................................................................................... 15
HISTORIA ................................................................................................................................... 15
ARISTIPO .................................................................................................................................... 16
HEGESIAS ................................................................................................................................... 16
TEODORO, EL ATEO ................................................................................................................... 17
CÍNICOS ............................................................................................................................................. 17
Sobre el cinismo antiguo y el moderno......................................................................................... 17
DESCRIPCIÓN DE UNA PERSONA CÍNICA........................................................................ 25
PERSONAJES IMPORTANTES DEL CINISMO ................................................................................... 25
Antístenes.................................................................................................................................. 25
CRATES DE TEBAS ...................................................................................................................... 27
DIÓGENES DE SINOPE................................................................................................................ 28
METROCLES E HIPARQUÍA ......................................................................................................... 29
MENEDEMO .............................................................................................................................. 30
MENIPO ..................................................................................................................................... 31
ONESÍCRITO DE ASTIPALEA ....................................................................................................... 31
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SÓCRATES Y LOS SOCRÁTICOS MENORES
INTRODUCCIÓN
El pensamiento filosófico en divide en cuatro grandes fases históricas. La primera
de ellas es la etapa griega, la cual abarca desde el siglo VI antes de Cristo (A.C.) ,
hasta el siglo III después de Cristo (D.C.); la etapa Medieval, que empieza en el
siglo IV y termina en el siglo XIV; la etapa moderna que se inicia con el
Renacimiento, siglo XV y se prolonga hasta el siglo XIX, por último está la etapa
contemporánea, que empieza a finales del siglo XIX y perdura hasta nuestros
días. Ahora bien, haciendo énfasis en la etapa griega, y destacando el contexto
histórico de ella, se desarrolla en tres períodos, a saber, la filosofía preática, la
cual integra a los llamados antiguos físicos, entre ellos Tales de
Mileto, Anaximandro de Mileto, Anaxímenes de Mileto yHeráclito de Efeso,
quienes argumentaron sobre la realidad natural, considerando que nada es
definitivo y perfecto, nunca se repiten dos veces la misma cosa y todo es relativo,
además razonan los principios de la dualidad y la funcionalidad de los opuestos
naturales, es decir, la lucha cíclica entre lo caliente y lo frío, lo seco y lo húmedo,
lo positivo y lo negativo. Después de los antiguos físicos vienen los pitagóricos,
cuyo máximo representante será Pitágoras de Samos y sus seguidores Arquitas
de Tarento e Hipócrates, exponiendo el orden cuantificable en todos los
fenómenos y llevan los conocimientos existentes al campo científico, apartándose
de los prejuicios mitológicos o mágicos. Luego vendrán los Eleatas tales como
Jenófanes el teólogo, Parménides de Elea y Zenón de Elea quienes expresaron un
solo Dios espiritual, universal e inmóvil, y la esencia del movimiento, es decir,
nada está quieto.
El segundo período lo abarca la filosofía ática, cuyos exponentes son los sofistas
como Protágoras de Abdara y Georgias de Leontino, el primero sostiene un
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SÓCRATES Y LOS SOCRÁTICOS MENORES
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SÓCRATES Y LOS SOCRÁTICOS MENORES
Según Domínguez (2004), nace en la antigua Atenas en el año 469 A.C., hijo del
escultor Sofronisco y de la comadrona Faenarete, después de
recibireducación ateniense normal en música, geometría y gimnasia, practicó las
artes de su padre, cuando llegó a la adolescencia se distanció del taller de su
padre. Siendo joven fue a la guerra, como todos los atenienses, se acostumbró
desde temprano a una vida sobria, laboriosa y dura. No le gustaba el lujo, ni
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Sócrates pensó que él debía ser el único que reconocía su ignorancia y fue
Querefonte quién le manifestó lo sabio que era en toda la región de Atenas, así
que logró llegar a la conclusión de que solo hay un bien, el cuál es el conocimiento
y solo hay un mal, la cuál era la ignorancia. Sócrates era un hombre tan superior,
que reconoció los dislates y la falsedad de la Mitología y sin revelación
comprendió que no había ni podía haber sino un solo Dios verdadero. Sócrates
fue acusado por Melito ante el Areópago (tribunal), fue condenado por éste a
muerte. Dicha acusación se basaba en que Sócrates no creía en los dioses
oficiales y en corromper a la juventud, basado en sus enseñanzas y discursos,
éste fue condenado a muerte y a beber "La Cicuta", la cuál era una bebida a base
del néctar de esta planta. Sócrates aceptó el veredicto aunque no lo compartió,
pero dijo que es mejor obedecer las leyes aún si uno no está de acuerdo, sus
discípulos planearon la fuga de él, pero no la aceptó. Muere a los 70 años pese
haber demostrado su inocencia en el año 399 A.C.
OBRAS PRINCIPALES
La postura de Sócrates ante el mundo intelectual de su época es la resistencia a la
sabiduría tradicional, él continuamente se retiraba a su casa para recobrar su paz
interior, su entendimiento, su armonía con su "yo individual" y cíclicamente volvía
a enfrentar la "vida pública" en las calles de la polis, las plazas, y cualquier lugar
que encontrara en sus caminatas. Argumentaba sus ideas, enseñaba a quienes no
presentaban egos de grandeza y sin cobrar nada a nadie por sus clases, pero
¿acaso no pudo plasmar sus ideas, dejarlas por escrito?, lamentándolo mucho eso
no fue posible. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2001), una
obra hace referencia a cualquier producto intelectual en ciencias, letras o artes, y
con particularidad el que es de alguna importancia. También es aplicable a alguna
cosa hecha o producida por un agente. Entonces, a partir de este concepto,
podemos dar a conocer las ideas de Sócrates, sus pensamientos y acciones,
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todas ellas escritas por sus cuatro grandes seguidores (Jenofonte, Aristófanes,
Platón y Aristóteles), entre ellas tenemos:
Obras de Sócrates
La Definición y la Dialéctica
Intelectualismo Moral
La Definición y la Dialéctica
Intelectualismo Moral
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APORTES
El Conocimiento de uno mismo
El secreto de la sabiduría era reconocer sus propios errores y los errores de los
demás, cuando Sócrates conocía algún sabio, este creía que lo sabía todo, y
Sócrates le daba a relucir sus errores, partiendo de la premisa de que no hay que
alimentar el ego, pues el ego destruye la sabiduría. Él mismo llegó a decir: "Sólo
sé que no sé nada".
Para Sócrates, era necesario tener dominio de sí mismo, dominar las pasiones,
sus apetitos y tener control sobre sí mismo. Es importante saber quién es cada
uno y el rol que cumple en una sociedad, por ejemplo, para ser un buen zapatero
implica conocer los zapatos, sus formas, los tipos y su función, ahora bien, sí
queremos preguntarnos en qué consiste ser un hombre bueno (o mujer buena), lo
primero que necesitamos saber, es en qué consiste eso de ser bueno y para
saberlo necesariamente tenemos que conocernos, indagar nuestras fortalezas y
nuestras debilidades, una vez que nos conozcamos, podremos aprender a cuidar
de nosotros, pero si no, nunca lo haremos.
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sus bases están asentadas en la verdad. De aquí que Sócrates no hable de una
pluralidad de virtudes, sino de la unidad de la virtud, la cuál es la sabiduría, y el
camino para hallarla parte desde el interior del ser humano, cuando somos
capaces de reconocernos, de saber quién soy, entonces podremos ayudar al
prójimo, alguien podría recordar la reflexión bíblica del Evangelio de Lucas 6, 37-
42 que dice: "¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la
viga que está en el tuyo?". Muchas veces vemos los defectos de los demás y nos
parecen feos y terribles, pero esos mismos defectos o quizás peores en uno
mismo, nos parecen insignificantes y encima se llegan a justificar.
Definición y Dialéctica
La definición expresa el núcleo común de todos los actos virtuosos y sólo ella sirve
de criterio para diferenciarlos de los que no lo son. La universalidad de la moral se
sustenta en la razón, fijando así la esencia inmutable de la realidad investigada a
través de la inducción, es decir, extrayendo a partir de determinadas
observaciones o experiencias particulares y basado en cuatro principios básicos:
la observación y la anotación de todos los hechos; elanálisis y el orden de los
hechos; la obtención inductiva de una generalización a partir de los hechos; y la
contrastación. Esto supone que, tras una primera fase de observación, análisis y
clasificación de los hechos, se deriva una hipótesis que soluciona el problema
planteado. Una manera de llevar a cabo el método inductivo es proponer, a partir
de la observación repetida de objetos o acontecimientos de la misma naturaleza,
una conclusión para todos los objetos o eventos de dicha naturaleza.
3. Reducción al absurdo. Con ella se refutan las tesis contrarias Si nuestra tesis
es por eso que, llegamos a una contradicción con (p (tesis contraria) y deducimos
p. Formalización:
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El primero es que las leyes son como nuestros progenitores, ya que gracias a ellas
hemos sido engendrados, nutridos, educados, y los ciudadanos están respecto a
ellas en una posición de inferioridad, como lo están justamente los hijos ante el
padre y la madre, puesto que el Estado ordena si debe exigirse o, más bien estima
oportuno persuadir, con medios legítimos, el cambio de sus órdenes.
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¿QUÉ ES CIRENAICO?
Se entiende por cirenaico como natural, nativo, perteneciente, relativo y
concerniente a la antigua ciudad griega de Cirene de Cirenaica región histórica en
la actualidad corresponde a Libia. Se dice de una escuela filosófica fundado por
Aristipo, discípulo del griego Sócrates. Alusivo y concerniente a esta academia
filosófica. Este vocablo se puede usar como sustantivo y aplicado a personas.
Etimología
Esta palabra etimológicamente viene del latín “Cyrenaĭcus” con el mismo
significado.
Una de las figuras más importantes del socratismo fue el historiador Jenofonte
(nacido en Atenas aproximadamente en el año 430 a.C., participó en la situación
política creada en ésta durante el denominado como Gobierno de los Treinta
Tiranos), gracias a cuyo trabajo conocemos noticias abundantes que nos han
servido para reconstruir a nuestro personaje, exactamente en sus “Recuerdos de
Sócrates”, “La Apología o el banquete”.
Escuelas:
La escuela megárica
La escuela cínica
La escuela cirenaica
ESCUELA MEGARICA
El principal y más importante representante de esta escuela fue Euclides, natural
de una ciudad muy próxima a Atenas, Megara. Dio una versión “eleática” del bien,
pues lo identificaba con el uno, con lo que siempre es idéntico a sí mismo, no
existiendo más que este bien exclusivo, dado que toda realidad está sujeta al
cambio y a mutación continua.
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Fedón fue el discípulo predilecto de Sócrates que estuvo más próximo a las
teorías de los megáricos, dando nombre a uno de los más importantes diálogos de
Platón.
ESCUELA CINICA
Destacan Aristipo y Antístenes. Probablemente, el nombre de “cínico” le vino
porque defendía la vida natural como la llevan algunos animales amigos del
hombre, o bien por el gimnasio donde enseñaba. Gracias al trabajo conservado de
Diógenes Laercio, conocemos el catálogo de un gran número de obras elaboradas
por éste, y completó el escepticismo de Gorgias, siendo imposible predicar algo de
algo.
ESCUELA CIRENAICA
La escuela cirenaica fue una escuela filosófica fundada por Aristipo de Cirene,
discípulo de Sócrates, Enárica y cínica; su doctrina fue bautizada generalmente
como Hedonismo, aunque esta escuela se descompuso en diversas ramas que
llevaron a algunos a distinguir entre cireneos (seguidores de Aristipo), hegesíacos
(seguidores de Hegesías), anicerios (seguidores de Aníceris) y teodorios
(seguidores de Teodoro, el ateo).
HISTORIA
Los cirenaicos se ocuparon fundamentalmente de cuestiones de ética. En su
opinión, el bien se identifica con el placer, aunque éste debe entenderse también
como placer espiritual. La felicidad humana, según Aristipo, consiste en librarse de
toda inquietud, siendo la vía para lograrlo la autarquía.
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En teoría del conocimiento, los cirenaicos defendieron una posición sensualista (la
única fuente de conocimiento son los sentidos) y subjetivista (no hay más
conocimiento que el conocimiento individual).
ARISTIPO
Nació en Cirene en 435 A.C, fue atraído por la forma de Sócrates, fue a
encontrarle y fue discípulo señalado de Sócrates y predecesor de Epicuro, fue el
fundador de la escuela de Cirene o cirenaica. Para ella, el casi único criterio de
verdad se halla en las emociones internas. Y en cuanto al origen del conocimiento,
debe buscárselo en la sensación.
En lo que concierne al supremo fin del hombre debe ser considerado como la
felicidad, fundamentalmente nucleada en torno del placer. Se le tuvo como hombre
materialmente pudiente, con riquezas y fortuna que le posibilitaban el ejercicio de
una vida acorde con el tenor de su filosofía. No admitiendo criterios diferenciales
que no fueran los del placer, en lo que respecta al bien y al mal, buscaba
únicamente los goces. Los datos biográficos presuntamente conservados estiman
que en su casa arraigó su doctrina hedonista. Su hija, Areta de Cirene, formó al
nieto de Aristipo en el marco de la filosofía hedonista.
HEGESIAS
Hegesias es contado entre los alumnos de la escuela cirenaica. Este pensador no
debió de sentirse muy satisfecho con el hedonismo cirenaico, pues los placeres de
esta vida le parecían pocos y mucho menores que los dolores, y además muy
difíciles de conseguir a causa de la oposición de la fortuna y el azar. Por ello
destacaba las ventajas y beneficios de la muerte y se le tuvo como inductor del
suicidio. Esto último, por algunos casos que se dieron a causa de estas
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TEODORO, EL ATEO
En torno a las divinidades griegas, Teodoro descreyó de ellas, lo que, según
Plutarco, le acarreó bastantes problemas cuando estuvo en Atenas; eso le valió
ser llamado Teodoro, el Ateo. Un discípulo suyo, Evémero, explicaba que los
dioses habían sido en realidad hombres célebres venerados a causa de sus
virtudes y contribuciones al bien general, por lo cual habían sido recordados como
dioses, aun siendo mortales. A esta doctrina que intentaba racionalizar los mitos
se la llamó Evemerismo.
CÍNICOS
Sea como fuere, hay una serie de ideas que resultan esenciales en el cinismo
antiguo; mas no sólo de ideas, sino también de actitudes, puesto que no nos
hallamos únicamente ante una filosofía, sino, asimismo, ante una forma de vivir. Y
si bien es verdad que de todo sistema filosófico (vale decir, en sentido amplio, de
cualquier conjunto de ideas) podría conjeturarse que ha de tener, por fuerza, en
mayor o menor medida, alguna repercusión en el modo de vida del individuo a él
afecto, eso es particularmente cierto en el caso de los cínicos: en ellos, vida y
filosofía remiten, inexorablemente, la una a la otra, o, si se quiere, aún podríamos
decir que su filosofía es, ante todo, su manera de vivir.
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que son causa del desvelo de las más de las gentes: honores, riquezas y poder
son tres de las principales. Así, por ejemplo, refiere Diógenes Laercio de su
homónimo el cínico que: «Viniendo una vez a él Alejandro y diciéndole: "Yo soy
Alejandro, aquel gran rey", le respondió: "Yo soy Diógenes el can». Y también que:
«Habiendo visto una vez que un muchacho bebía con las manos, sacó su colodra
del zurrón y la arrojó diciendo: "Un muchacho me gana en simplicidad y
economía". Arrojó también el plato, habiendo igualmente visto que otro muchacho,
cuyo plato se había quebrado, puso las lentejas que comía en una poza de pan.»
Lo que también es verdad es que nos hallamos ante una propuesta contracultural
de una radicalidad tal que probablemente no ha tenido parangón en toda la cultura
occidental, y cuyos ecos (bien que con modulaciones distintas) llegan hasta
Robinsón Crusoe e incluso hasta Jean-Jacques Rousseau. Una propuesta, por lo
demás, que acaso resulta contradictoria en sí misma, porque el propio cinismo no
es, después de todo, sino un producto cultural, y aun cabría añadir que un
producto cultural refinadísimo, cuya razón de ser, por lo demás, sólo adquiere
algún sentido sobre el telón de fondo sobre el que se destaca: una sociedad
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En todo caso, la corriente cínica, incluso en sus posiciones extremas, prueba que
la sociedad posee una maleabilidad y una capacidad de asimilación tales que sus
normas y convenciones son difícilmente vulnerables por una especie de rabieta
adolescente que, con la impudicia, no busca sino el protagonismo («¡Cuánto fasto
manifiestas [...] queriendo no parecer fastuoso!», se cuenta que le dijo Platón a
Diógenes). Y así, seguramente, lo que comenzó por provocar escándalo pudo
haberse convertido, con toda facilidad, en reclamo turístico para la ciudad: a
Atenas podría haberse ido, entre otras, precisamente a ver a los cínicos.
Y conste que con esto (permítaseme que vuelva a insistir en ello) no pretendo
rebajar la dimensión filosófica del cinismo. De hecho, lo mejor de él fue recogido
posteriormente por los estoicos, quienes, aunque no los siguieron en su modo de
vida, sí hicieron suyo, en cambio, su ideario filosófico. En el estoicismo, la vida
conforme a la naturaleza se entenderá como la vida que se guía por la recta
razón, lo que conduce, por una parte, a la comprensión de que todo se halla ligado
y hermanado por el Logos, y de ahí al cosmopolitismo; y, por otra, al
convencimiento de que el Logos es una ley (llamémosle el Destino) que determina
de manera inefable todas las cosas; y las determina para bien, esto es, para que
el Universo sea un Cosmos, no un Caos. Y si eso es así, la única actitud
razonable es la aceptación, la resignación, la aphateia y la renuncia.
Hemos conjeturado que el término, eso que nosotros entendemos hoy por
«cinismo», y que puede sintetizarse, acaso, en defender con descaro aquello que
moral y socialmente se considera inconveniente o indefendible, e incluso en
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Existe, sin embargo, otra forma de entender el cinismo, o, si se quiere, otra forma
de ser cínico que lejos de resultar viciosa o negativa en sí misma, constituye, en
cambio, una excelente catarsis o terapia tanto moral como social, una suerte de
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aguijoneo mental que nos despierta y nos pone en guardia frente a la hipocresía
que se esconde por igual en la falsa moralina y en aquellas convenciones sociales
que no son sino un mero aparentar, un simple barniz con el que se intenta ocultar
lo inconfesable; un cinismo, en suma, que constituye un maravilloso antídoto
contra el fraude moral o social.
Esta segunda modalidad, cuyo sentido también recoge nuestra lengua, es aquélla
en la que «cínico» es sinónimo de «sarcástico», «satírico» o «sardónico». Desde
esta perspectiva, el cinismo es una actitud que se compone, a partes iguales, de
escepticismo y de ironía, y a la que caracteriza, acaso más que cualquier otra
cosa, la sospecha de que, con frecuencia, la rectitud y la sinceridad de las que
hacemos gala no son más que una cortina de humo tras la que camuflamos las
verdaderas intenciones que nos mueven. Mas sospecha, también, de cuán
endeble resulta, en ocasiones, la base en la que se sustenta aquello que muchas
veces se considera adecuado o conveniente; sospecha, en definitiva, de que muy
poco (o casi nada) de lo que supuestamente gobierna el mundo de las relaciones
humanas es lo que parece ser, y que muy pocos (o casi ninguno) de los motivos
por los que decimos movernos son los que aparentamos que son.
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Estos individuos aspiraban a identificarse con la figura del perro, por la sencillez y
desfachatez de la vida canina. Usaban barba, llevaban alforja y cayado,
practicaban juegos de palabras a manera de metodología: a aquellos que
proponían ideas y teorías incomprensibles, ellos ponían el gesto, el humor y la
ironía.
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Antístenes nació en Atenas, entre los años 450 y 445 A.C., y murió en el año
366 a. C. Su padre fue un ciudadano ateniense y su madre una esclava tracia.
Este mestizaje le impedía conseguir la ciudadanía ateniense, pero no parece que
esto le importunara demasiado.
Su andadura filosófica comenzó como discípulo del famoso sofista Gorgias, que
como todo sofista cobraba por enseñar, por lo cual se podría deducir que
Antístenes gozaba de una buena posición económica. En este mismo tiempo se
inició también en los misterios órficos. Sin embargo, su principal aprendizaje fue
con Sócrates, de quien se hizo discípulo y amigo hasta la muerte de éste.
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dinero, la fama y sobre todo sus antiguos pensamientos. En cierta ocasión afirmó
que la mayor dicha era, sin duda, morir feliz.
Antístenes vivía según su propia ley, la que él mismo eligió para sí. Las leyes
establecidas y las convenciones sociales no eran importantes para este sabio, que
como todos los cínicos despreciaba las normas, las instituciones, las costumbres y
todo lo que representa una atadura para el hombre. Predicaba una vuelta a la
naturaleza como revulsivo a la domesticación social y cultural que se imponía en
las ciudades. Poseía una amplia cultura y escribió numerosos libros, de los cuales
actualmente tan solo se conservan 2 breves fragmentos.
CRATES DE TEBAS
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DIÓGENES DE SINOPE
Nació en Sinope (Asia Menor) entre los años 413 a. C. y 400 a. C. y murió en
Corinto en el año 323 a. C. Fue desterrado de Sinope. Forzado por estas
circunstancias deambuló por Esparta, Corinto y Atenas, y en esta ciudad frecuentó
el cinosarges y se hizo discípulo de Antístenes, optó por llevar una vida austera y
adoptó la indumentaria cínica, como su maestro.
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METROCLES E HIPARQUÍA
Era un niño tímido, y para reforzar su carácter sus padres decidieron confiarlo al
maestro Crates, que haciendo honor a su fama de duro aconsejó a Metrocles
fortificar su cuerpo. Estando Metrocles un día en uno de sus entrenamientos, se le
escapó una ventosidad involuntariamente, lo cual le pareció tan sumamente
humillante que se encerró en su habitación con la intención de dejarse morir de
hambre. Crates entró en el habitáculo e intentó convencer con palabras de que no
había hecho nada absurdo, sino que lo habría sido para la naturaleza no hacerlo;
luego el maestro empezó a soltar flatos para alentarlo con razones, y así fue que
tantas ventosidades escuchó el alumno que acabó acostumbrándose a ello y
rechazó la idea de quitarse la vida. Desde entonces Metrocles fue discípulo de
Crates y fue un célebre filósofo.
Murió a edad tardía estrangulándose con las manos, aunque se cree, dada la
imposibilidad de morir mediante este método, que en su lugar se ahorcó.
Su hermana Hiparquía fue una de las primeras mujeres filósofas, la única cínica.
Cuando tenía quince años sintió un profundo interés por la Escuela Cínica y
decidió seguir los pasos de Crates. Convivió con él y finalmente se casó con éste
a pesar de la oposición de su familia. Tanto deseaba casarse con Crates que
amenazó con suicidarse si no lo hacía. Hiparquía deseaba convertirse en cínica ya
que el modo de vida de una persona cínica era algo inusual.
Con él compartió una forma muy peculiar de vida cínica. Ambos decidieron llevar
este estilo de vida. Tuvieron al menos un hijo educado bajo los valores cínicos.
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Hiparquía siempre acudía a todas y cada una de las reuniones a las que acudía su
marido. Esta era rechazada radicalmente por la sociedad de la antigua Grecia ya
que en esta época las mujeres debían ocuparse sola y exclusivamente de las
labores domésticas y de tejeduría.
MENEDEMO
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MENIPO
De origen fenicio fue filósofo y poeta en la escuela cínica. Se cree que fue el
propulsor de la sátira menipea escrita en verso y prosa. Se conocen muy poca
información sobre su vida en general. Fue esclavo liberto. Algunos filósofos
afirman que los libros donde se encuentra su nombre no son suyos, sino de
Dionisio y de Zopiro que se los entregaron a Menipo para que los pusiese en
orden. Los libros cínicos son trece: Funerarias, Testamentos, Cartas elegantes, En
persona de los dioses, A los físicos, Matemáticos y gramáticos, La generación de
Epicuro, La supersticiosa celebración epicúrea del día vigésimo del mes y otras
obras.
ONESÍCRITO DE ASTIPALEA
Onesícrito al igual que ocurrió con otros autores, escribió sobre la India en muchas
de sus obras.
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