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Con
esto se quiere decir, ante todo, que se tratará de los conceptos y del sistema de los mismos
mediante los cuales los juristas del derecho penal aplican éste a los casos que lo requieren. Los
conceptos de la dogmática tienen, por ende, una finalidad práctica. 69. — La dogmática procura
una aplicación altamente objetiva del derecho vigente. Sin embargo, no puede lograr una
objetividad total: la exclusión absoluta de puntos de vista del intérprete no es posible. Toda
aplicación del derecho requiere fijar puntos de partida que condicionan el proceso
interpretativo posterior. Ejemplo de ello es ya la primera cuestión que debe resolver un
dogmático: ¿se debe investigar la voluntad del legislador o la "voluntad" de la ley? ¿debe
preferirse una interpretación amplia o restrictiva?
70. — El interés del conocimiento dogmático se vincula a la tarea de la aplicación del derecho
penal a los casos que juzgan o deben juzgar los tribunales. Por ello, con la ayuda de los
instrumentos conceptuales de la dogmática, el jurista del derecho penal debe poder contestar
de una manera técnicamente aceptable: 1) si el autor de un hecho es punible y, 2) cómo debe
ser punible60 . 71.—Dado que la dogmática penal debe permitir contestar la pregunta referente
a si un hecho es o no delito, es preciso analizar sus relaciones con otros conocimientos que se
ocupan del derecho penal. Así, cabe buscar los límites de la dogmática en dos sentidos: respecto
de la criminología y de la política criminal. Estos límites no han sido constantes en la historia
científica del derecho penal, como se verá a continuación. Pero la cuestión de los límites tiene
importancia, pues determina cuáles son los conocimientos o consideraciones que es legítimo
utilizar en la respuesta a las preguntas sobre el si y el cómo de la punibilidad. Por ejemplo: la
comprobación de que el autor de un hecho reúne características personales que
corresponderían al tipo genérico de "hombre delincuente" tuvo en otra época el carácter de un
conocimiento científico; sin embargo, se trata de un conocimiento que carece de legitimación a
estos fines.
59 . 59 Larenz, Methodenlehre der Rechtswissenschaft, 1960, p. 237 y ss., p. 259 y ss.; Adomeit,
RechtstheoriefürStudenten, 2a ed., 1981, p. 16; Baága\upo,Idogmidella dogmática pénale, en
"Dei delitti e delle pene", t. II 1983.
La dogmática penal se proyecta hacia la política penal por las siguientes vías:
La construcción dogmática exhibe las deficiencias del texto que interpreta y, de este
modo, por efecto tangencial, se proyecta hacia la política penal, facilitándole la decisión
política, obligándola a que exprese sus decisiones con mayor perfecci6n y coherencia.
La dogmática jurídico-penal le ofrece a la política penal posibilidades de soluciones
sistematizadas para la elaboración de los objetivos político-penales, al tiempo que la
política penal m puede omitir la clara consciencia de que sus objetivos Únicamente
pueden realizarse mediante categorías dogmáticas.
El sistema de comprensión elaborado por la ciencia jurídico – penal puede provocar una
crisis de los límites del horizonte de proyección de ésta. De esta manera puede hacer
que lo que antes era una condición de eficacia del derecho penal pase a ser una
condición de existencia del mismo, que la política penal debe reconocer como tal.
La política penal se proyecta, por su parte, hacia la dogmática penal, en los siguientes
momentos principales: