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ESCUELA NACIONAL DE LA JUDICATURA.

Trabajo de Investigación Final para optar por el título de


Magíster en Derecho Judicial.

Tema:
CUMPLIMIENTO DE LOS ESTÁNDARES DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE
DERECHOS HUMANOS SOBRE DEBIDO PROCESO Y TUTELA JUDICIAL
EFECTIVA EN LA OFICINA JUDICIAL DE SERVICIOS DE ATENCIÓN
PERMANENTE DEL DEPARTAMENTO JUDICIAL DE SAN CRISTÓBAL EN EL
AÑO 2012.

Sustentante:
Mary Ramírez Jiménez.

Directores
Mayra Zuleica Cabral Brea y Samuel Porfirio Castillo Mota

Junio de 2014

ÍNDICE
RESUMEN 5

1
PARTE INTRODUCTORIA 7
Introducción 7
Delimitación Del Tema 13
Objetivo General 13
Objetivos Específicos 14
Justificación 14
Marco Teórico 16
Población Y Muestra 22
FUENTES DE OBTENCIÓN DE LOS DATOS 23
RECOLECCIÓN Y PROCESAMIENTO DE DATOS 23
CAPÍTULO I: GARANTÍAS MÍNIMAS DEL DEBIDO PROCESO Y EL PRINCIPIO
DE TUTELA JUDICIAL EFECTIVA CONFORME LAS DIRECTRICES DEL
SISTEMA INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS Y LA
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO DOMINICANO FRENTE A LAS MISMAS 24
1.1. Contexto Histórico del Debido Proceso 24
1.2. Reconocimiento Constitucional en la República Dominicana de los derechos
y garantías que configuran el debido proceso 29
1.3. Estándar fijado por la por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
sobre debido proceso 34
1.3.1 Principios integrantes del debido proceso 36
1.3.2. Principio de legalidad 36
1.3.3. Principio Ne bis in ídem 37
1.3.4. Principio de publicidad de los procesos 37
1.3..5. Principio Pro Libertatis 38
1.4. Derechos integrantes del debido proceso 40
1.4.1. Acceso A La Justicia 41
1.4.2. Derecho a un Juez natural 42
1.4.3. Plazo razonable 42
1.4.4. Presunción de inocencia 44
1.4.5. Derecho de defensa45

2
1.5. La Responsabilidad Del Estado Dominicano ante la violación de un tratado
internacional 46
CAPÍTULO II. RAZONES DE LA TRANSICIÓN EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
DEL SISTEMA PROCESAL PENAL INQUISITORIO AL SISTEMA ACUSATORIO O
DE CORTE GARANTISTA Y EL ROL QUE DESEMPEÑA LA OFICINA JUDICIAL
DE SERVICIOS DE ATENCIÓN PERMANENTE EN DICHO CONTEXTO, PARA
LA EFICACIA DEL SISTEMA ACTUAL 50
2.1. Justificación de la Reforma Procesal Penal 49
2.2. Generalidades de las medidas de coerción 55
2.3. Principios informadores para la aplicación de medidas de coerción 57
2.3.1. El principio de legalidad 57
2.3.2. El principio de jurisdiccionalidad 57
2.3.3. El principio de Excepcionalidad 57
2.3.4. El principio de provisionalidad 57
2.3.5. Principio de instrumentalidad 57
2.3.6. El principio de proporcionalidad y necesidad 59
2.4. Requisitos legales para la aplicación de medidas de coerción 59
2.5. Análisis de las Resoluciones 58-2010, y 17-31 del 2005 60
CAPITULO III. CUMPLIMIENTO DE LOS ESTÁNDARES DEL SIDH SOBRE
RAZONABILIDAD DEL PLAZO, DERECHO A LA DEFENSA, PRESUNCIÓN DE
INOCENCIA Y ACCESO A LA JUSTICIA EN LA OFICINA JUDICIAL DE
SERVICIOS DE ATENCIÓN PERMANENTE 64
3.1. Análisis estudio de campo 64
3.1.1 Aplazamiento de las audiencias 67
3.1.2 Tutela diferenciada 70
3.1.3. Análisis de protección de derecho en relación a la comparecencia e
información a la víctima 77
3.1. 4. Estándar violación a derechos fundamentales, dignidad e integridad de la
persona 79

3.1.6. Derecho de defensa 82

3
3.1.7. Presunción de Inocencia 84
3.1.8. Derecho al recurso 88
3.1.10. Motivación De Las Decisiones 90
CONCLUSIONES 93
RECOMENDACIONES 96
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 99
FORMULARIO DE CAPTACIÓN DE DATOS UTILIZADO PARA LA MUESTRA
101

RESUMEN

4
La República Dominicana a partir del año dos mil dos (2002), con la promulgación
del Código Procesal Penal experimentó un cambio radical en el modelo de
juzgamiento penal, logrando así abandonar el modelo contenido en el Código De
Procedimiento Criminal denominado mixto clásico o inquisitivo reformado, modelo
que nos había regido desde el año mil ochocientos cuarenta y cinco (1845). La
aprobación de la reforma procesal penal fue reforzada con las garantías
constitucionales establecidas en nuestra carta magna y en los tratados
internacionales, implicando de esta manera el reconocimiento de los derechos y
garantías propias del debido proceso de ley.

Dado que el reconocimiento formal de estos derechos y garantías no son


suficientes para asegurar la vigencia y el respeto, este trabajo se orienta en la
verificación de la aplicación de los estándares de Derechos Humanos en el
tratamiento dado a los(as) usuarios(as) de la Atención Permanente, para lo cual se
hace un análisis de las garantías mínimas del debido proceso, los derechos que
componen esta garantía de Conformidad con la Corte Interamericana De
Derechos Humanos, y la verificación, o no de la misma en la jurisdicción que se
analiza, que en este caso se trata del departamento judicial de San Cristóbal,
mediante la aplicación de un instrumento de recolección de datos que nos permitió
tomar muestras porcentual al azar de los casos entrados en el año dos mil doce,
determinando en cuales casos se verificó el cumplimiento o no y en cuales no
pudo ser observado tal situación.

Se verificó en el trabajo de campo, el cumplimiento de los estándares relativo a la


presunción de inocencia, plazo razonable, tutela judicial diferenciada, en aquellos
puntos que no pudo ser observada se hace la correspondiente observación y
recomendación de lugar.

Palabra Clave: Tutela Judicial, Estándares Sobre debido Proceso, Garantías


Constitucionales.

5
ABSTRACT

The Dominican Republic since the year two thousand and two (2002), with the
promulgation of the Code of Criminal experienced a radical change in the pattern
of criminal prosecution, obtaining abandon the format in the Code of Criminal
Procedure called mixed or inquisitive refurbished classic model that had governed
us since 1845 (1845). The approval of the criminal procedure reform was
strengthened with the constitutional guarantees provided in our Constitution and in
international treaties, thus implying the recognition of the rights and own
guarantees of due process of law.

Since the formal recognition of these rights and guarantees are not sufficient to
ensure the validity and respect, this work focuses on the verification of the
implementation of human rights standards in the treatment of the (A) users (as)
Permanent Care, for which an analysis of the minimum guarantees of due process
is done, the rights that make this guarantee of compliance with the Court of Human
Rights, and verification or not of the same in the jurisdiction that analyzes, which in
this case is the judicial department of San Cristobal through the application of a
data collection instrument that allowed us to take random samples percentage of
cases entered in year two thousand and twelve in determining which cases were
verified compliance or not and which could not be observed such a situation.

Verified in the field, meeting the standards on the presumption of innocence,


reasonable time, differentiated remedy, in those points which could not be
observed corresponding observation and recommendation place is.

Keyword: Judicial Custody, About Standards due process, constitutional


guarantees.

Parte introductoria

6
Introducción

El sistema de justicia dominicano ha incorporado en lo que es el código procesal


penal unas series de garantías y requisitos que persiguen que en la tarea de
persecución penal se tomen en cuenta la protección de derechos debidas,
tornando un sistema vanguardista en cuanto al contenido de la reforma procesal
penal, lo cual se mantiene en armonía con las previsiones constitucionales y la
contenida en los diversos tratados internacionales de los cuales la República
Dominicana es parte.

Para el desarrollo del presente trabajo se toma como punto inicial, las previsiones
relativas a las garantías judiciales que versan sobre debido proceso y acceso a la
justica, partiendo de la constitución y del sistema procesal penal que rige el
ordenamiento dominicano, que son las previsiones a tomar en cuenta por el
juzgador en materia de medida de coerción, centrado este estudio en lo referente
a las medidas de coerción de carácter personal en la Oficina Judicial de Servicios
de Atención Permanente, pues se ha establecido en el objetivo en los casos de
personas privadas de libertad que es el alcance de esta instancia judicial, por su
naturaleza de órgano jurisdiccional que debe decidir los casos de urgencias en
este caso relativo al control de la detención, verificando en qué medida son
aplicable Los Estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, en
esta fase del proceso.

Se realiza un análisis de las garantías judiciales que conforman el debido proceso


concatenándolo con el contenido de los tratados internacionales en relación a los
estándares del debido proceso y tutela judicial establecidos por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.

La importancia de las decisiones e interpretaciones de La Corte Interamericana de


Derechos Humanos en esta materia, radica en que las medidas de coerción llevan

7
implícito la restricción de derechos, sin importar la naturaleza de las mismas, de
ahí, que es preciso tener extremo cuidado al momento de aplicarlas, pues la
norma para evitar arbitrariedades limita su aplicación a requisitos esenciales que
deben ser observados, lo cual será objeto de análisis en el desarrollo de este
trabajo.

Se estructura esta investigación en un desarrollo de tres capítulos donde se


abordan: en un primer capítulo, las garantías mínimas del debido proceso y el
principio de tutela judicial efectiva conforme las directrices del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos y la responsabilidad del Estado dominicano
frente a las mismas, para el segundo, las razones de la transición en la República
Dominicana del sistema procesal penal inquisitorio al sistema acusatorio o de
corte garantista y el rol que desempeña la Oficina Judicial de Servicios de
Atención Permanente en dicho contexto, para la eficacia del sistema actual, y por
último, el cumplimiento de los estándares del SIDH sobre razonabilidad del plazo,
derecho a la defensa, presunción de inocencia y acceso a la justicia en la Oficina
Judicial de Servicios de Atención Permanente.

A partir del capítulo final, se orienta la presente investigación de campo en la


Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Departamento Judicial
de San Cristóbal, esto así, a fin de obtener la muestra a analizar, para lo cual se
verificó si en esta jurisdicción se toma en cuenta al momento de la aplicación de
medida de coerción lo relativo a la protección de los derechos de los sujetos que
intervienen en el mismo, tal y como se desarrollará más adelante.

Planteamientos Del Problema

8
La Constitución dominicana proclamada el 26 de enero de 2010, conforme
disponen sus artículos 8, 26, 68, 69 y 74 numerales 3 y 4, ha consagrado las
garantías procesales establecidas en los tratados internacionales de derechos
humanos como una finalidad esencial del Estado y a este fin, ha dotado dichos
estamentos jurídicos de rango constitucional, de manera que la protección efectiva
de los derechos humanos en el curso de un proceso judicial constituye una
obligación indelegable e ineludible de los tres poderes estatales, y en
consecuencia, todo juzgador o juzgadora como integrante del tren del Poder
Judicial al momento de administrar justicia se convierte en centinela de la
protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de toda
persona envuelta en un proceso judicial, no escapando a esta responsabilidad, la
Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente.

La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente nace con la entrada en


vigencia del Código Procesal Penal que actualmente rige el proceso en esta área
del derecho, la misma, de conformidad con el artículo 76 del citado Código, tiene
por objeto “conocer a cualquier hora del día o de la noche de aquellos casos,
procedimientos y diligencias que no admitan demora”. Es en este tenor que la
Suprema Corte de Justicia al momento de dictar las normas de organización de
esta jurisdicción mediante la Resolución 1733-2005 ha establecido que “nuestra
Ley Sustantiva reconoce como finalidad principal del Estado, la protección efectiva
de los derechos de la persona humana y el mantenimiento de los medios que le
permitan perfeccionarse progresivamente dentro de un orden de libertad individual
y de justicia social, compatible con el orden público, el bienestar general y los
derechos de todos; lo que en nuestro ordenamiento jurídico se reconoce como el
derecho a la tutela judicial efectiva, la cual está contenida en los artículos 8 de la
Constitución y artículos 1.1, 8.1 y 25 de la Convención Americana de los Derechos
Humanos o Pacto de San José de 1969”.
Partiendo de lo antes dicho, esta jurisdicción ha de ser vista como un organismo
del sistema judicial presto a resolver cualquier trámite judicial que requiera la
intervención inmediata de un juez, donde corresponde a dicho funcionario judicial

9
velar por el respeto de los derechos humanos de los/as usuarios/as que ante él
acudan. La Resolución citada ha circunscrito la competencia de este organismo
judicial a los siguientes tópicos: A) Control judicial permanente sobre las
actuaciones del procedimiento preparatorio; B) Resolver cualquier caso,
procedimiento o diligencia que no admita demora, que surja durante la etapa de
juicio y/o las posteriores a ésta, limitando dichas diligencias a las siguientes
solicitudes: medidas de coerción cuando el imputado se encuentre privado o
restringido de su libertad, órdenes de allanamiento, órdenes de arresto,
intervenciones corporales, interceptaciones telefónicas, grabaciones de imágenes
o sonidos, secuestro de correspondencia y objetos; C) resolver solicitudes de
habeas corpus relacionadas con el estatuto de libertad del artículo 15 del Código
Procesal Penal.

En vista de la competencia que le ha sido consagrada a la jurisdicción objeto de


estudio es que la Resolución 1733-2005, en su Art. 13 ha establecido a quiénes
está dirigido el servicio prestado en dicha oficina, indicando que: “Los Servicios de
Atención Permanente estarán destinados a las siguientes personas o entidades:
Ministerio Público; Policía, en los casos dispuestos por ley; Imputado,
directamente, a través de su representante legal o un tercero; y por último
Querellante”.

Cabe destacar, que el principal servicio dado a las y los usuarios de la Oficina
Judicial de Servicios de Atención Permanente se circunscribe a las medidas de
coerción donde en las distintas oficinas establecidas a nivel nacional el número de
medidas conocidas en el año 2012 fue de más de 1000 medidas por tribunal de
esta especie, conforme se puede comprobar en el informe estadístico rendido por
el Consejo del Poder Judicial1.
En consecuencia, la creación de estos tribunales ha representado una medida de
seguridad jurídica para los ciudadanos, consistente en extender los servicios de la
1Suprema Corte de Justicia. [En Línea].consultado el 10-12-2014, Disponible en:
http://www.suprema.gov.do/PDF_2/publicaciones/boletines_estadisticos/2012/enero_junio/04_OJS
AP.pdf

10
justicia, particularmente los relativos a las solicitudes de medidas de coerción y
contra todas aquellas actuaciones del Ministerio Público que puedan afectar
derechos fundamentales en la fase de la investigación.

Con ello se persigue que el Juzgado de la Instrucción se encuentre disponible a


cualquier hora del día y de la noche, con la finalidad de resolver cualquier asunto
que no admita demora y que pueda vulnerar los derechos tutelados por el bloque
de constitucionalidad, sin embargo, según denuncias apoderadas ante la Suprema
Corte de Justicia, existen quejas sobre irregularidades en el Tribunal de Atención
Permanente, en ese orden se acusa a juzgadores encargados de dirigir la Oficina
de Atención Permanente de no laborar los días feriados, que se presentan
inconvenientes por la falta de jueces los fines de semana, y que no obstante tener
la Suprema Corte de Justicia un sistema de turnos con jueces de los juzgados de
paz, quienes actúan como jueces de la instrucción sábados y domingos, para
garantizar una eficaz y verdadera atención permanente, algunos de éstos no
asisten los domingos, mientras que otros jueces prohíben a los secretarios recibir
más casos los fines de semana, lo que crea entonces una situación de inseguridad
jurídica2.

Dada la naturaleza de la jurisdicción indicada es más que evidente el rol que tiene
este órgano judicial en lo concerniente a la protección de los derechos humanos
de los usuarios que ante ella asisten, de manera especial en lo referente a las
garantías establecidas como parte de la tutela judicial efectiva y el debido proceso
sustantivo, las cuales deben ser estrictamente cumplidas en el conocimiento y
aplicación de una medida de coerción determinada. Tanto es así, que en caso de
que no exista un apego irrestricto al cumplimiento de las garantías procesales que
asisten a todos los usuarios o usuarias, se daría al traste con una flagrante
violación a los derechos fundamentales procesales, tales como son acceso a la
justicia, derecho de defensa, respuesta judicial efectiva en un plazo razonable, el

2 Periódico Hoy. publicado por Llennis Jiménez, en fecha 05 febrero, 2011, siendo las 11:20 pm
[en línea] consultado en: Fuente: http://hoy.com.do/scj-recibe-quejas-tribunal-azua/

11
derecho al recurso y de manera especial, esto conllevaría a la vulneración de uno
de los pilares de los derechos fundamentales que es el derecho a la libertad, el
cual dada la naturaleza de las medidas de coerción es un derecho frecuentemente
limitado, donde de no observarse los preceptos legales a fin de su limitación,
constituiría una grave afectación a la dignidad humana. Situación que
probablemente se presenta en nuestras Oficinas de Servicios de Atención
Permanente, habida cuenta, que según entrevistas realizadas a varios usuarios y
usuarias de los tribunales de atención permanente, entienden que en ocasiones
resultan ser vulnerados algunos derechos fundamentales y garantías
constitucionales como el derecho de defensa, la presunción de inocencia y el
acceso a la justicia, dada la celeridad -que al entender de los usuarios- son
celebradas las vistas de medida de coerción lo que no les permite demostrar su
arraigo, resultando ser una obligación del juzgador de proteger los indicados
derechos, pues en caso contrario pueden ser obstáculos al acceso efectivo a esta
instancia judicial3, por tanto, resulta necesario verificar el cumplimiento de los
estándares del sistema interamericano de derechos humanos sobre debido
proceso y tutela judicial efectiva en la Oficina Judicial de Servicios de Atención
Permanente, para determinar en qué medida esta jurisdicción cumple con el voto
de la Ley y ejerce su función con fiel cumplimiento a las garantías constitucionales
como elemento esencial de nuestros derechos fundamentales.
Por todo lo anterior y en virtud de que en la práctica no se cuenta con estudios o
herramientas que permitan determinar el grado de aplicación de los estándares de
derechos humanos en el tratamiento dado a los (as) usuarios (as) de la Atención
Permanente, es que se propone iniciar una investigación a fin de comprobar lo
antes dicho, de ahí que, la interrogante a responder es la siguiente:

3Extracto de las entrevistas realizadas en fecha 04-12-2012, a las y los señores Fátima Román,
Thelmarie Garate Pérez, Rhina Núñez (empleados del Poder Judicial Dominicano), Stanley Gómez
(abogado en ejercicio) Desiree Torres, Anselmo Cuevas, Wilfredo Santana (usuarios de la justicia
que han tenido contacto directo con Atención Permanente).

12
¿Cumple la jurisdicción de atención permanente con los estándares del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos sobre tutela judicial efectiva y debido
proceso?

Delimitación Del Tema

La presente investigación versará sobre la verificación de la aplicación de los


estándares de Derechos Humanos en el tratamiento dado a los(as) usuarios(as)
de la Atención Permanente, teniendo la siguiente delimitación:

 Delimitación geográfica: la investigación delimita el tema a la República


Dominicana, donde será estudiada La Oficina Judicial de Servicio de
Atención Permanente de la jurisdicción de San Cristóbal.
 Delimitación temporal: Este estudio abarca un espacio temporal durante
todo el año 2012.
 Delimitación temática: se limitará la investigación a comprobar de los
estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos en materia
de debido proceso y tutela judicial efectiva.

Objetivo General
Verificar el cumplimiento de los estándares del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos sobre debido proceso y tutela judicial efectiva en la Oficina
Judicial de Servicios de Atención Permanente.

Objetivos Específicos

 Identificar por qué surgen las garantías mínimas del debido proceso y el principio
de tutela judicial efectiva conforme las directrices del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos y la responsabilidad del Estado dominicano frente a las
mismas.

13
 Examinar las razones de la transición en la República Dominicana del sistema
procesal penal inquisitorio al sistema acusatorio o de corte garantista y el rol que
desempeña la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente en dicho
contexto, para la eficacia del sistema actual.
 Comprobar el cumplimiento de los estándares del SIDH sobre razonabilidad del
plazo, derecho a la defensa, presunción de inocencia y acceso a la justicia en la
Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente.

Justificación

El servicio brindado a los usuarios y usuarias que tocan las puertas de los órganos
jurisdiccionales dominicanos constituye el primer eslabón del acceso a la justicia,
por ello deben respetarse y garantizarse todos los derechos constitucionales que
les asisten. Las Oficinas Judiciales de Atención Permanente constituyen el primer
contacto con el Poder Judicial que tienen las personas al iniciar un proceso penal,
al momento en que se solicita contra el imputado investigado alguna de las
medidas de coerción para garantizar su presencia durante todo el proceso 4. De ahí
la importancia de conocer la medida en que se garantizan los estándares del
debido proceso sustantivo y tutela judicial efectiva desde esa primera etapa
procesal, ya que si la puerta de entrada al proceso inicia con la inobservancia de
la responsabilidad de salvaguardar las garantías de los usuarios, no se podría
cumplir con el verdadero fin de la justicia, el cual de manera ineludible debe
responder a los lineamientos de un Estado Social y Democrático de Derecho.

Dado que este órgano que integra el Poder Judicial es el único tribunal creado
para laborar los siete (07) días de la semana, veinticuatro (24) horas al día, con el
interés de que cada usuario que acude ante las Oficinas Judiciales de Atención

4. CUÉLLAR CRUZ, R., en su libro “Las medidas cautelares en el nuevo proceso penal”, en AA.VV., Las
medidas cautelares, Cuadernos de Estudios Judiciales “Rafael Alvarado Manzano”, Tegucigalpa, 2001, p. 5.,
define las Medidas de Coerción como aquellas que pueden adoptarse motivadamente por el órgano
jurisdiccional, u otra autoridad competente en casos excepcionales, contra un presunto responsable de un
hecho delictivo penal. Teniendo como finalidad única y legítima, el garantizar los efectos penales y civiles de
una futura sentencia condenatoria”.

14
Permanente tenga una pronta respuesta a las solicitudes que diariamente allí se
realizan, garantizándose, además, de manera real y efectiva tanto los derechos
fundamentales de los imputados como los de las víctimas; es importante verificar
entonces, si los casos son manejados con la diligencia y la urgencia requerida y al
mismo tiempo cumpliendo con el respeto de las garantías mínimas del debido
proceso, lo cual debe dar al traste con la solución del conflicto mediante una
decisión justa, equitativa y razonable que es lo que persigue todo aquel que toca
las puertas de la justicia.

Esta investigación es fundamental porque con ella el Poder Judicial podrá contar
con una serie de informaciones precisas y confiables sobre el funcionamiento de
las Oficinas Judiciales de Atención Permanente a las que se acudirá para conocer
la realidad de las mismas, así como sus necesidades. A partir de allí, podrían
llevarse a cabo, estrategias a nivel nacional, especialmente en el área de
formación, ya sea a través de la Escuela Nacional de la Judicatura y/o
conjuntamente con otras instituciones, con la finalidad de mejorar el servicio y
atención que allí son prestados.

Por otro lado, los resultados de esta investigación podrían servir como indicador
del nivel de conocimiento que tienen los usuarios que asisten a las oficinas de
atención permanente sobre las mismas, así como el de la ciudadanía en general,
respecto de los servicios que se ofrecen, su finalidad y la obligación de la
ejecución inmediata de las resoluciones que son emitidas en ellas.

En fin, este estudio también podrá servir de base a investigaciones posteriores,


constituyendo una referencia y hasta una comparación de las condiciones en que
se encontraban las oficinas judiciales de atención permanente y los cambios
enfrentados, tras las conclusiones y recomendaciones aportadas por el trabajo.

Tipo de Investigación.

15
Para realizar este estudio se ha planteado una investigación de tipo exploratoria, y
a la vez descriptiva, pues se busca medir el servicio al usuario desde la Oficina
Judicial de Atención Permanente, pudiendo tener de esta forma datos disponible
en cuanto a la perspectiva de los indicados usuarios de esta Jurisdicción.

Se ha recurrido a recurrido en la recolección de datos a fuentes primarias


realizando un análisis documental partiendo de un formulario de recolección de
datos elaborado con los estándar que se pretenden medir en este estudio,
realizando un enfoque tanto cualitativo como cuantitativo.

Marco Teórico.

Para el desarrollo de la presente investigación, se partirá de las siguientes teorías


o fundamentos filosóficos:
El proceso penal dominicano está regido por las reglas del Código Procesal Penal
cuyas líneas de corte garantista implican la concretización de las garantías
constitucionales establecidas en los artículos 68 y 69 de nuestra Carta Magna. A
pesar de que la Ley No. 76-02 que establece el Código Procesal Penal
dominicano conlleva aproximadamente 10 años de implementación 5, aun se hace
necesario verificar la existencias o no de prácticas donde se pretende utilizar, o
más bien contaminar el proceso con los rastros del antiguo sistema que era regido
por el código de procedimiento criminal, que establecía un sistema inquisitivo,
donde el formalismo, procedimientos burocráticos e inobservancia de las
garantías, dificultaba el acceso efectivo a la justicia para los procesados, pero en
línea general, para todos los usuarios del sistema de justicia, dicho esto porque el
modelo procesal penal que nos rige está inspirado en las garantías
constitucionales, de hecho en el artículo 1 del mismo se establece la primacía de
la constitución, y el deber de los tribunales al aplicar la ley.

5. Debido a que entró en vigencia plena el dos (2) de julio del año dos mil cuatro (2004) producto
de una vacation legis de 24 meses que se estableció en su artículo 449 letra i.

16
Por esta razón, es que existe una exigencia en el cumplimento de estas garantías,
la cuales deben ser respetadas en cada una de las fases del proceso que
contempla el Código Procesal Penal, las que por su parte están orientadas a
actividades diferentes del proceso, como son: la fase preparatoria; intermedia; de
juicio; recursiva o de impugnación y la fase de ejecución, estando centrado el
objeto de nuestro estudio, en la medida de coerción de personas privadas de
libertad en la fase preparatoria, a pesar de que la misma puede ser solicitada en
otras fases del proceso.

El Código Procesal Penal ha contemplado los mecanismos idóneos para


garantizar que en cada una de estas fases se lleve a cabo una efectiva actividad
procesal relativa al control inicial por parte de los órganos jurisdiccionales en la
investigación, y de las demás actuaciones que se realizarán como parte de la
misma, resultando una necesidad la puesta en funcionamiento de la indicada
Oficina de Atención Permanente que tiene como fin que los ciudadanos y
ciudadanas en conflicto con la ley penal –aquellos que se encuentran privados de
libertad, producto de la comisión del presunto hecho punible- sean llevados ante
un juez, para que se determine la necesidad o no de la imposición de medida de
coerción en un plazo breve decidiendo así lo relativo a su detención. 6

Pero el alcance de la jurisdicción permanente, no sólo se enfoca en los casos de


detenciones y en las personas señaladas por la presunta comisión del hecho, sino,
que va más allá, al permitir la participación activa de la víctima y los demás
usuarios del sistema.

Señalado lo anterior, es preciso establecer que esta investigación deberá ser


guiada con la irrestricta observancia de las garantías constitucionales, además de
los estándares establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la
cual contempla que el detenido o privado de libertad se encuentra en las manos
del Estado en una relación de sujeción especial, que lo sitúa en una condición de

6.Ver artículo 76 del Código Procesal Penal dominicano.

17
vulnerabilidad que obliga al Estado, otorgándole la responsabilidad ineludible e
indelegable de brindarle protección efectiva de sus derechos y garantías, hasta el
punto de convertirse en su garante.7

Estas prerrogativas, conforme lo prevé la constitución se enmarcan dentro de las


garantías que ha establecido la Corte Interamericana como "el conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales", a fin de que "las
personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto
emanado del Estado que pueda afectar sus derechos", en ese mismo sentido, el
Costarricense Mario Houed, dentro del criterio del Derecho Penal, define al debido
proceso de ley “como el proceso en el cual no se prive a ningún individuo de la
tutela de sus derechos fundamentales, que concluya en el dictado de una
sentencia fundada en el fiel cumplimiento de los principios supremos inherente a
un Estado de Derecho”8. Partiendo de estos postulados, se hace necesario
establecer cuáles serán los estándares a verificarse en las decisiones emanadas
de la jurisdicción permanente objeto de estudio.

Una de las garantías de vital importancia resulta ser el derecho de defensa y los
componentes de esta, pues su ejercicio implica poner a las partes en un plano de
igualdad, pero para esto se le debe reconocer otros elementos que posibilitan y
hacen efectiva esta garantía, como es el hecho del derecho a un intérprete cuando
fuere necesario, el derecho a aportar pruebas, a comunicarse de manera privada
con su abogado, y a tener acceso a todas la pruebas que contiene el expediente,
además del tiempo razonable para preparar los medios adecuados, tal y como lo
ha establecido nuestra Constitución en su artículo 69 numeral 4 y artículos 8.1 y
8.2.d de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José
de 1969 y artículos 14.1, 14.3.b y 14.3.d del Pacto Internacional de los Derechos
Civiles y Políticos o Pacto de New York de 1966.

7. Ver artículo 8 de la Constitución Dominicana 2010

8 MEDRADO, Claudio Anibal; CRUCETA, José Alberto. Garantías Constitucionales. Primera


Edición. Santo Domingo. 2002, p. 170.

18
Otra garantía que debe ser tutelada es la presunción de inocencia, sobre la cual la
Suprema Corte de Justicia se ha pronunciado estableciendo que: “principio de
inocencia” o “derecho a la presunción de inocencia”, se fundamenta, en realidad,
en un “estado jurídico de inocencia”, puesto que al ser un “estado”, va más allá de
la mera presunción, toda vez que es consustancial con el ser humano, y por
consiguiente, no debe ser entendido éste, sólo como una conjetura o sospecha,
sino como hecho que el derecho tiene por cierto sin necesidad de que sea
probado; que ese “estado” no se destruye ni con el procesamiento ni con la
acusación, sino con la decisión definitiva e irrevocablemente juzgada sobre la
responsabilidad penal de quien se acusa y en cuanto a los hechos de la
imputación9; se trata de una garantía que se encuentra contenida en el artículo 14
del Código Procesal Penal, artículo 69.3 de la Constitución Dominicana y artículo
8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José
de 1969 y artículo 14.2 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos
o Pacto de New York de 1966.

Es preciso señalar que todo administrador de justicia, ya sea de la Oficina Judicial


de Servicios de Atención Permanente u otro tribunal que integre el tren del Poder
Judicial, ante el caso en que exista una persona en condiciones de vulnerabilidad,
debe llevar a cabo el cumplimiento de las 100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la
justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad, aprobadas en la XIV
cumbre judicial iberoamericana, lo cual debe ser aplicado sin ninguna
discriminación y con el objetivo de que todos los usuarios puedan disfrutar de los
servicios que son ofrecidos por esta oficina judicial, enmarcándose así dentro de la
tutela judicial diferenciada que todo administrador de justicia debe tener presente.
Todo esto tomando en cuenta que las circunstancias propias de estas personas
conllevan un trato adaptado a su realidad, lo cual podría variar al tratarse de una o
varias causas que le coloquen en situación de mayor vulnerabilidad.

9.SCJ. Sentencia del 7 de septiembre de 2005, B.J. Inédito; Recurrente: Mauro Peralta.

19
La Corte Interamericana de los Derechos Humanos, en el caso Juan Humberto
Sánchez Vs. Honduras, en su sentencia sobre excepciones preliminares, fondo,
reparaciones y costas, de fecha 7 de junio del año 2003 considera que el estado
de vulnerabilidad de una persona puede también nacer con la ilegalidad de su
arresto, al señalar en su considerando 96 que “una persona ilegalmente detenida
se encuentra en una situación agravada de vulnerabilidad”. Esta vulnerabilidad
nace del riesgo de que los demás derechos que a esta le asistan sean
conculcados, entre estos su integridad física y su dignidad, lo que trae la
necesidad de tomar medidas tendentes a procurar la garantía de los derechos
fundamentales ya violados.

Es frecuente que aquellos casos de impacto social, debido a las personas que allí
se ven envueltas o por la gravedad de los hechos imputados, la prensa tenga el
interés de conocer las partes e incluso tomar fotografías o gravar dentro de la sala
de audiencias los acontecimientos que se lleven, aspecto que es necesario
examinar para comprobar el grado de implicación que esto podría tener en la
afectación de la integridad de las personas en el proceso, principalmente, de los
imputados. En base a esto, es necesario comprobar si el papel del Juez, real y
efectivamente, va encaminado a atender los mandatos de nuestra normativa
procesal penal en relación a que las audiencias de medidas de coerción son
públicas solo para las partes, pero la Constitución en su artículo 44 numeral 4 va
más allá, ya que restringe el manejo, uso o tratamiento de datos e informaciones
de carácter oficial que recaben las autoridades encargadas de la prevención,
persecución y castigo del crimen hasta tanto no sea dictado un auto de apertura a
juicio, con la única finalidad de salvaguardar la integridad y el buen nombre de
aquellos que se le imputa un determinado hecho contrario a las leyes penales.

En otro orden de ideas, la Suprema Corte de Justicia en lo que respecta al


conocimiento de las audiencias de medidas de coerción dictó, mediante
Resolución No. 58-2010 de fecha once (11) de febrero del año dos mil diez (2010),
algunos criterios que los jueces deben tomar en consideración para la imposición

20
o variación de medidas de coerción, específicamente de la prisión preventiva.
Todos estos criterios se añaden a los requisitos ya exigidos por el legislador en el
artículo 227 del Código Procesal Penal, así como a los que se examinan para
evaluar el peligro de fuga en el artículo 229 del Código antes indicado, por lo que
es necesario que en el desarrollo de la presente investigación se observe si en sus
resoluciones de medida de coerción los jueces toman en consideración esta
resolución al momento de imponer una medida de coerción y si al hacerlo no se
contradice algún precedente interamericano, esto así, debido a que existen
posiciones doctrinarias contrapuestas, en donde un grupo sostiene que esta
resolución se contrapone al principio Constitucional de presunción de inocencia,
ya que en sus atendidos invita a tomar como presupuesto adicional para evaluar el
peligro de fuga, “el hecho comprobado de que el imputado forma parte de manera
asociada de un grupo criminal…” 10 mientras que otros opinan positivamente sobre
la misma.11

La Constitución, conforme se observa en su artículo 69, ha sido clara al establecer


el derecho que toda persona tiene a ser oída, dentro de un plazo razonable y por
una jurisdicción competente, independiente e imparcial, establecida con
anterioridad por la ley. De aquí podemos observar que se trata de una garantía
que ha sido reconocida por la ley, pudiendo establecerse que la misma constituye
una especie de garantía ampliada, dicho esto ya que de la Corte Interamericana
sostiene el criterio de que debe tomarse en cuenta: la conducta procesal de las
partes, la complejidad del caso y el desinterés de las partes, entre otros factores,
para determinar si ha existido o no violación al plazo razonable. 12.

10. CANAAN, Duarte (2010). Periódico Diario Libre, sección noticias, de fecha 17-02-2010. consultado en
fecha 28-02-2014.

11. GARCIA, Diego (2010). Periódico Diario Libre, sección noticias, de fecha 17-02-2010. consultado en fecha
28-02-2014. Ver también CASTELLANOS, Gregori (2010). Periódico Diario Libre, sección noticias, de fecha
17-02-2010. consultado en fecha 28-02-2014. Revisa el formato de estas citas. Confirma si la fecha de
consulta se coloca dentro de corchetes.

12. Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Canto, 28 de noviembre de 2002.

21
Todas estas garantías tienen como marco la protección efectiva del acceso a la
justicia sin obstáculo indebido, por lo que los jueces en el ejercicio de sus
funciones han de convertirse en garantes del bloque de la constitucionalidad, el
cual ha sido definido por la Suprema Corte de Justicia, como aquel conjunto de
normas con carácter constitucional, integrado por las normas jurídicas siguientes:
a) la nacional, formada por la Constitución y la jurisprudencia constitucional local
tanto la dictada, mediante el control difuso como por el concentrado, y b) la
internacional, compuesta por los pactos y convenciones internacionales, las
opiniones consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos13 siendo pasible el Estado de responsabilidad internacional en
caso de su inobservancia.

Población Y Muestra.

La población de este estudio son los usuarios y usuarias de la Oficina Judicial de


Servicios de Atención Permanente del Poder Judicial Dominicano. La muestra de
personas son las partes del proceso (imputados y víctimas; los operadores de
justicia: fiscales, jueces, defensores públicos y abogados privados), los cuales
serán entrevistados y se estimará quiénes serán entrevistados mediante el uso de
la muestra no probabilística de sujetos-tipo.

Del mismo modo dentro de la población de este estudio se incluirá los expedientes
contentivos de las resoluciones emitidas respecto de las medidas de coerción
conocidas y decididas por la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente
durante el año 2012, estos expedientes se observarán y analizarán. A este fin los y
las sustentantes tomarán de dicha población objeto de estudio, una muestra
probabilística simple, de modo que los expedientes analizados en cada mes del
año 2012, representen una muestra significativa de acuerdo a la totalidad de las
decisiones emitidas en el periodo de tiempo indicado.

13. Suprema Corte de Justicia, Resolución No. 1920-2003 sobre medidas anticipadas a la puesta en vigencia
del Código Procesal Penal.

22
Fuentes De Obtención De Los Datos

Para el desarrollo de la investigación se recurrirá a fuentes primarias y los


instrumentos para la recolección de datos serán la entrevista, el análisis
documental y la grilla de relevamiento de datos.

Recolección Y Procesamiento De Datos

Los datos obtenidos mediante la grilla de relevamiento 14 de datos se introducirán


en softwares de procesamiento de datos de Microsoft Office para ser luego
analizados e interpretados, conjuntamente con los demás datos recopilados por la
aplicación de los métodos y técnicas descritos precedentemente, y de tal forma
alcanzar el objetivo general y los específicos planteados en este proyecto de
investigación.

CAPÍTULO I: Garantías Mínimas Del Debido Proceso Y El Principio De Tutela


Judicial Efectiva Conforme Las Directrices Del Sistema Interamericano De
Derechos Humanos Y La Responsabilidad Del Estado Dominicano Frente A
Las Mismas

1.1. Contexto Histórico del Debido Proceso.-

14 La grilla es una plantilla, es una cuadrícula, compuesta de líneas verticales u horizontales. Esta cuadrícula,
contiene una serie de celdas o cuadrados (pixel), la cual es utilizada como instrumento de recolección de
datos.

23
La facilidad con la cual nos referimos hoy día al concepto de “debido proceso de
ley”, pone en el olvido las luchas indelebles que fueron suscitadas para su
concreción y que aún persisten para su verdadera aplicación fundamental.

El debido proceso en su contexto histórico se consagró para proteger la libertad de


las personas antes de iniciado cualquier proceso judicial, con la Magna Carta
Libertarum o Carta Magna De Inglaterra de mil doscientos quince (1215), mediante
la cual el Rey Juan Sin Tierra, otorga a los nobles entre otras garantías el due
process of law, mediante el cual se establece: Ningún hombre libre podrá ser
detenido o encarcelado o privado de sus derechos o de sus bienes, ni puesto
fuera de la ley ni desterrado o privado de su rango de cualquier otra forma, ni
usaremos de la fuerza contra él ni enviaremos a otros que lo hagan, sino en virtud
de sentencia judicial de sus pares y con arreglo a la ley del reino, constituyéndose
de este modo el primer acto autentico de reconocimiento del debido proceso 15.

Es a partir de este momento que, la justicia social toma un nuevo rumbo, arraigado
en la superioridad de la ley sobre el uso aplicado de la costumbre, la renovación
del contrato social de Roseau y la aparición de textos fundamentales escritos.
Estos mecanismos constituirían las bases sostenibles y sustentables de un Estado
de Derecho, máxime, de un verdadero Estado Democrático de Derecho.

La aplicación de la superioridad de la ley sobre el uso consuetudinario de la


costumbre como norma a aplicar, daría paso a la creación de un ordenamiento
jurídico de carácter supremo, que estando escrito dicho ordenamiento jurídico,
ninguna autoridad puede alegar desconocimiento en el campo de la aplicación de
dichas normas, y en un tercer orden, que este ordenamiento aplicado busca el
mantenimiento y el sostenimiento del orden social y democrático, este paso se
tornó convulso, puesto que el Estado como primera persona jurídica, le era difícil

15.Magna Carta. http://www.ricardocosta.com/textos/magna.htm, Consultado en


línea.

24
ceder ante el reconocimiento de derechos y garantías para con los ciudadanos del
orden común.

Ya para el año 1689 surge el Bill of Rights (Declaración de Derechos) un


documento que es redactado por el Parlamento inglés que constituye un aporte
fundamental al desarrollo histórico del debido proceso.

Más tarde con la revolución francesa que finaliza el absolutismo y los privilegios de
la clase social burguesa, la iglesia católica pierde su poder autoritario y nace una
nueva era, con la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de
1789, de manera especial llaman la atención los artículos siguientes:

Artículo 5.- La ley sólo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la
sociedad. Nada que no esté prohibido por la ley puede ser impedido, y nadie
puede ser constreñido a hacer algo que ésta no ordene.
Artículo 8.- La ley sólo debe establecer penas estricta y evidentemente
necesarias, y nadie puede ser castigado sino en virtud de una ley establecida y
16
promulgada con anterioridad al delito, y aplicado legalmente.

Múltiples acontecimientos siguieron de cerca la corriente imperante de protección


de garantías y derechos ya citados, en la constitución de los Estados Unidos de
Norte América se incorporó el debido proceso mediante las enmiendas V y XIV, la
primera efectuada en 1791, donde se estableció que “ninguna persona será
privada de su vida, libertad o propiedad, sin el debido proceso legal”, y en la
segunda en 1866, se dispuso que “ningún estado privará a persona alguna de la
vida, libertad o propiedad, sin el debido procedimiento legal, ni negará, dentro de
su jurisdiccional persona alguna la igual protección de las leyes”. Mientras la V
enmienda impone la limitación a los poderes del gobierno federal, la XIV
enmienda, establece la misma restricción pero a los poderes del estado local, este

16.Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano 1789, 26 de agosto de 1789, consultada en
línea a través de Fmm Educación.

25
acontecimiento histórico sirvió de inspiración para el resto de constituciones de
América Latina.

Dentro del marco de vías de garantías para el sostenimiento y real tutela de


derechos de los individuos desde el siglo XVIII existía el habeas corpus a los fines
de garantizar la libertad, no menos cierto es, que el constitucionalismo incorpora a
modo de novedad la acción de amparo o acción de cumplimiento, como tutela
garantista de los derechos fundamentales no relacionados con la libertad, así
como también la acción de habeas data, a los fines de garantizar todo lo
relacionado con los datos de las personas.

La tendencia de afianzar las garantías del debido proceso continuó su curso y con
el pacto internacional de derechos civiles y políticos adoptado y abierto a la firma,
ratificación y adhesión por la Asamblea General en su Resolución 2200 A (XXI),
de 16 de diciembre de 1966, se establecen normas de cumplimientos obligatorios
para los Estados partes, el artículo 14 en cuanto al debido proceso y garantías
judiciales prevé: Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de
justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por
la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada
contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter
civil. Además este artículo citado contiene los principios y derechos que posibilitan
la aplicación del debido proceso, el principio de publicidad, la presunción de
inocencia, el derecho de defensa, el plazo razonable, la protección relativa a la
tutela judicial diferenciada, derecho al recurso, a la indemnización en caso de error
judicial, el principio de nen bis in ídem, entre otras garantías.

En este mismo la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, en su


artículo 8 contiene un catálogo de garantías judiciales donde se establece entre
otras cosas: Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e

26
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter, en relación
a estas garantías la Corte Interamericana De Derechos Humanos ha dicho: “El
artículo 8 de la Convención que se refiere a las garantías judiciales establece los
lineamientos del llamado ‘debido proceso legal’, que consiste inter alia en el
derecho de toda persona a ser oída con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada en su contra”17

.2. Reconocimiento constitucional en la República Dominicana de los


derechos y garantías que configuran el debido proceso.

Se hace preciso establecer que en la República Dominicana los independentistas


y congresistas de 1844, realizaron a los fines de la elaboración del texto
constitucional un estudio de las constituciones vigentes, y tomaron como
referencia la Declaración de los Derechos del Hombre en Francia de 1789, la
Constitución de Cádiz de 1812, la Constitución de los Estados Unidos de
Norteamérica de 1778, la Constitución Haitiana de 1804, los Escritos de Derecho
Constitucional de Eugenio María de Hostos, los Escritos a modo de Manifiestos de
los Pueblos del Este, entre otros, es decir, que tal y como podemos ver, la
constitución sostiene una formación hibrida, condición característica llamada
Constitución Derivada, y que a pesar del retraso para que nuestro país adecuase
el texto constitucional y enmarcara en el mismo las garantías del debido proceso,
se tomó en cuenta tal y como se expone en los primeros aportes en cuanto a
contenido del debido proceso se refiere.

La Nación Dominicana, hoy como ayer, a través del texto constitucional, no


obstante haya sufrido reformas, ha mantenido dentro de sus articulados el hecho
17Caso Yvon Neptune vs. Haití. Sentencia del 06 de mayo del 2008, párrafo 79. Sentencia de 6 mayo de
2008 (Fondo, Reparaciones y Costas), Serie C No. 180.

27
de que la nación Dominicana acepta las normas de derecho internacional y
americano en la medida en que los poderes públicos admitan las mismas, claro
está, dicha admisión está prevista por el mismo texto fundamental sobre la base
de que dichos tratados han de ser ratificado y aprobado por el Congreso
Dominicano; esto no solo implica que exista una admisión de dicho tratado, sino,
que el mismo texto constitucional, refiere que dichos convenios una vez agotado
dicho procedimiento forman parte del ordenamiento superior, es decir, tienen
aplicación directa e inmediata.

De lo expresado podemos decir, que la corriente del neoconstitucionalismo


también entra al ordenamiento constitucional, a través de los tratados
internacionales, puesto que los mismos forman parte de las fuentes del derecho
interno, es decir, el derecho constitucional en virtud del bloque de
constitucionalidad, de las decisiones de la Corte Interamericana de los Derechos
Humanos y de las Opiniones Consultivas de este órgano.

Dada esta exigencia indicada, ya para el año 2003, como preliminar para la
ejecución plena de la reforma procesal penal la Suprema Corte de Justicia
mediante la resolución 19-20, del 2003, expuso: Atendido: Que la República
Dominicana, tiene un sistema constitucional integrado por disposiciones de igual
jerarquía que emanan de dos fuentes normativas esenciales: a) la nacional,
formada por la Constitución y la jurisprudencia constitucional local tanto la dictada,
mediante el control difuso como por el concentrado, y b) la internacional,
compuesta por los pactos y convenciones internacionales, las opiniones
consultivas y las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos; fuentes normativas que en su conjunto, conforme a la mejor doctrina,
integran lo que se ha denominado, el bloque de constitucionalidad, al cual está
sujeta la validez formal y material de toda legislación adjetiva o secundaria.

La República Dominicana establece en la constitución aprobada el 26 de febrero


del año 2010, una gama amplia de garantías relativas a la tutela efectiva de los

28
derechos fundamentales y las garantías del debido proceso, esta protección está
consagrada en el artículo 68 que reza: La Constitución garantiza la efectividad de
los derechos fundamentales, a través de los mecanismos de tutela y protección,
que ofrecen a la persona la posibilidad de obtener la satisfacción de sus derechos,
frente a los sujetos obligados o deudores de los mismos. Los derechos
fundamentales vinculan a todos los poderes públicos, los cuales deben garantizar
su efectividad en los términos establecidos por la presente Constitución y por la
ley.

Mientras que el artículo 69 con el título Tutela judicial efectiva y debido proceso,
englobado de una manera generalizada prevé: Toda persona, en el ejercicio de
sus derechos e intereses legítimos, tiene derecho a obtener la tutela judicial
efectiva, con respeto del debido proceso que estará conformado por las garantías
mínimas que se establecen a continuación:
1. El derecho a una justicia accesible, oportuna y gratuita.
2. El derecho a ser oída, dentro de un plazo razonable y por una jurisdicción
competente, independiente e imparcial, establecida con anterioridad por la ley.
3. El derecho a que se presuma su inocencia y a ser tratada como tal, mientras no
se haya declarado su culpabilidad por sentencia irrevocable.
4. El derecho a un juicio público, oral y contradictorio, en plena igualdad y con
respeto al derecho de defensa.
5. Ninguna persona puede ser juzgada dos veces por una misma causa.
6. Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo.
7. Ninguna persona podrá ser juzgada sino conforme a leyes preexistentes al acto
que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud
de las formalidades propias de cada juicio.
8. Es nula toda prueba obtenida en violación a la ley.
9. Toda sentencia puede ser recurrida de conformidad con la ley. El tribunal
superior no podrá agravar la sanción impuesta cuando sólo la persona condenada
recurra la sentencia.

29
10. Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase de actuaciones
judiciales y administrativas.

Tal y como hemos indicado, el reconocimiento de estos derechos ya estaban en


su mayoría contenida en el código procesal penal, así, como en los diversos
tratados de derechos humanos de los cuales el país es signatarios, de ahí, la
necesidad del cumplimiento y ejecución de los mismos por parte de quienes tienen
la responsabilidad de administrar justicia, de igual manera está lo relativo a la
verificación del cumplimiento de los mismo por parte del órgano persecutor, esto
así porque la responsabilidad del Estado no se limita al reconocimiento de los
tratados que contemplan estas garantías como parte del derecho interno o a
contemplar un cuerpo normativo donde se consignen estas garantías, sino, que va
más allá, implica la súper vigilancia en cuanto a su aplicación.

Una perspectiva analítica nos brinda la obra “Constitución Comentada”, la cual al


referir el artículo 69 del texto fundamental nos expresa “el artículo 69 de nuestra
constitución concibe la tutela judicial efectiva como un derecho a la protección (por
parte del Estado) de todo tipo de derechos e intereses legítimos, y al debido
proceso, en cambio, como el escenario jurisdiccional donde han de ser
amparados, salvaguardados o protegidos esos derechos e intereses. Por
consiguiente, a la luz de este texto, la tutela judicial efectiva funciona como un
derecho de salvaguarda judicial de los derechos legítimos, mientras que el debido
proceso es, como garantía procesal de carácter constitucional, el instrumento que
sirve a esos propósitos.

En el texto de la constitución comentada por La Fundación Institucionalidad y


Justicia se expone: El debido proceso comprende como un mínimum, dos tipos de
derechos, los derechos al proceso y los derechos en el proceso. Los primeros son
concebidos como los que tienen que ver con el acceso a la justicia; los segundos,
como los que se ejercen ya iniciado el proceso” 18. De tal manera que el texto
18 Domingo Antonio Gil Septiembre, 2012, Santo Domingo, Rep. Dom, “Segunda Edición de la Constitución
Comentada” págs. 182-183.

30
constitucional prevé la tutela judicial efectiva como un derecho a la protección por
parte del Estado, mientras al debido proceso, en cambio, como el escenario
jurisdiccional donde han de ser amparados, salvaguardados o protegidos esos
derechos e intereses.

El debido proceso se configura como una garantía y un derecho fundamental de


todos los justiciables que les permitirá, una vez ejercitado el derecho de acción
que puedan, efectivamente, acceder a un proceso que reúna los requisitos
mínimos que lleven a la autoridad encargada de resolverlo a pronunciarse de
manera justa, equitativa e imparcial. Es decir, aquellos elementos mínimos que
resultan exigibles por los justiciables para que el proceso que se desarrolle
-cualquiera que este sea- pueda permitirle acceder a la cuota mínima de justicia a
la que este debe llevarle. De esta manera, el proceso se constituirá en el vehículo
que proporciona y asegura a los justiciables el acceso a la justicia, entendida esta
como valor fundamental de la vida en sociedad 19.

Por tal razón debe entenderse el debido proceso con carácter autónomo por el
conjunto básico de garantías las cuales han sido definidas por las constituciones
de los diversos países de manera interna, pero también por las directrices y
contenido general de los tratados internacionales y la jurisprudencia internacional,
de manera muy especial la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos la
cual en múltiples ocasiones ha interpretado lo relativo a esta garantía.

Como puede observarse el debido proceso fue enfocado en sus inicios en una
dimensión penal, pero con el avance de los tiempos las garantías y derechos que
se protegen a través de la aplicación del debido proceso hoy día es aplicada por
diversas vías procesales y estos criterios se han ampliado al ámbito civil y
administrativo y así lo prevé el texto constitucional en su artículo 69 previamente
citado.

19. Espinosa-Saldaña Barrera, Eloy. Jurisdicción Constitucional Importación de Justicia y Debido Proceso.
Ed. ARA Editores 1ra. Edición Lima-Perú, 2003. p. 416).

31
A partir de la concepción y aprobación de estas garantías se precisa que existan
los mecanismos necesarios para el reconocimiento formal y de ahí se materialice
la tutela judicial efectiva en todo su contenido. En torno a este particular es
preciso establecer que la tutela judicial efectiva está compuesta por unos
componentes o garantías que se materializan con la aplicación de los
componentes del debido proceso. Es por esta razón que la tutela judicial, importa
el reconocimiento de un derecho prestacional que recaba del Estado la protección
jurídica debida, proscribiendo la auto tutela, y garantizando una respuesta a la
pretensión de derechos e intereses legítimos con autoridad de cosa juzgada y con
la eficacia coactiva que demanda la satisfacción de derechos fundamentales,
mientras que el debido proceso es justamente aquel que permite distinguir todos
los factores externos al proceso y que lo predeterminan 20.

Los instrumentos internacionales que serán objeto de análisis en este trabajo a fin
de verificar su cumplimiento en cuanto a la aplicación de las garantías
establecidas en los mismos son: La Convención Americana De Derechos
Humanos, la cual establece obligaciones para los estados relativas a respetar y
garantizar la vigencia plena de los derechos humanos, tal y como lo establece el
catálogo de garantías judiciales del artículo 8 de esta convención, y El Pacto
Internacional De Derechos Civiles y Políticos. En cuanto a la Convención
Americana de Derechos Humanos, se firmó la misma el nueve de julio del mil
novecientos setenta y siete y fue ratificada el 21 de enero del año 1978,
mientras que por su parte en cuanto al Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos este fue ratificado el 11 de junio de 1976.

La República Dominicana, no solo ha firmado y ratificado estos acuerdos, sino que


además ha aceptado la competencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, del 19 de febrero del 1999, por lo que el Estado Dominicano acepta y
declara que reconoce como obligatorio de pleno derecho y sin convención

20 “El derecho a la tutela judicial y al debido proceso en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
chileno”Gonzalo García Pino - Pablo Contreras Vásquez.

32
especial, conforme al artículo 62 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, del 22 de noviembre de 1969, la competencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos sobre todos los casos relativos a la
interpretación o aplicación de dicha Convención.
En este sentido la Constitucional del año 2010, en su artículo 74, en su numeral 3,
contempla: Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos,
suscritos y ratificados por el Estado Dominicano, tienen jerarquía constitucional y
son de aplicación directa e inmediata por los tribunales y demás órganos del
Estado, por lo que a pesar de estos instrumentos no estar sometidos al proceso
ordinario para la formación de las leyes, ya ha sido plasmado su valor y
reconocimiento constitucional.

1.3. Estándares fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,


sobre el debido proceso.

Con el objetivo del sostenimiento y mantenimiento progresivo del debido proceso y


de la tutela judicial efectiva, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, vigila
y ha fijado estándares en cuanto a la interpretación de los siguientes principios y
derechos de índole fundamental: principio de legalidad; principio de igualdad ante
la ley y los tribunales, principio de publicidad procesal, derecho de acceso a la
jurisdicción; derecho a un juez competente, independiente e imparcial; derecho a
un juez natural, predeterminado por la ley; derecho a la tutela judicial efectiva;
derecho a un juicio justo; derecho a un trato humano; derecho a la celeridad
judicial, y derecho a un recurso efectivo, también se dispone el reconocimiento del
principio de presunción de inocencia; el principio de irretroactividad de la ley penal;
el principio de la responsabilidad penal individual.

Además, el derecho a la defensa y a la asistencia letrada; el derecho a


comunicarse con su defensor en forma confidencial y sin demora ni censura; el
derecho a disponer del tiempo necesario y de los medios adecuados para su
defensa; el derecho a ser informado de manera inmediata y comprensible acerca

33
de sus derechos, de los motivos de la detención y de la autoridad que la ordena; el
derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable; el derecho a no ser juzgado
dos veces por la misma causa o non bis in idem.

En este sentido, La Corte ha señalado: Que "para que exista “debido proceso
legal” es preciso que un justiciable pueda hacer valer sus derechos y defender sus
intereses en forma efectiva y en condiciones de igualdad procesal con otros
justiciables. Al efecto, es útil recordar que el proceso es un medio para asegurar,
en la mayor medida posible, la solución justa de una controversia. A ese fin
atiende el conjunto de actos de diversas características generalmente reunidos
bajo el concepto de debido proceso legal. El desarrollo histórico del proceso,
consecuente con la protección del individuo y la realización de la justicia, ha traído
consigo la incorporación de nuevos derechos procesales. Son ejemplo de este
carácter evolutivo del proceso los derechos a no auto incriminarse y a declarar en
presencia de abogado, que hoy día figuran en la legislación y en la jurisprudencia
de los sistemas jurídicos más avanzados. Es así como se ha establecido, en
forma progresiva, el aparato de las garantías judiciales que recoge el artículo 14
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al que pueden y deben
agregarse, bajo el mismo concepto, otras garantías aportadas por diversos
instrumentos del Derecho Internacional.21.

También La Corte Interamericana De Derechos Humanos se ha pronunciado


estableciendo que para la Corte Interamericana el Artículo 8º de la Convención
consagra los lineamientos generales del denominado debido proceso legal o
derecho de defensa procesal. 22

También ha dicho la Corte: El debido proceso es una garantía primordial que en


el marco del debido proceso legal se debe garantizar antes que la sentencia

21.Opinión consultiva oc-16/99 de 1 de octubre de 1999, solicitada por los estados mexicanos

22Genie Lacayo Vs. Nicaragua. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de enero de 1997, párrafo
74). Serie C No.3.

34
adquiera calidad de cosa juzgada, en aras de permitir que una sentencia adversa
pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía
orgánica.23, estas decisiones han sido constante en la Corte y ha expuesto: El
proceso «es un medio para asegurar en la mayor medida posible, la solución justa
de una controversia», a lo cual contribuyen «el conjunto de actos de diversas
características generalmente reunidos bajo el concepto de debido proceso legal» 24
En este sentido, dichos actos «sirven para proteger, asegurar o hacer valer la
titularidad o el ejercicio de un derecho» y son «condiciones que deben cumplirse
para asegurar la adecuada defensa de aquéllos cuyos derechos u obligaciones
están bajo consideración judicial 25.

1.3.1. Principios integrantes del debido proceso.

1.3.2. Principio de legalidad


Este principio, que además constituye un derecho subjetivo en sí, se enfoca
desde dos vertientes diferentes por una parte informa y limita la actuación del
Estado al momento de limitar, establecer las conductas prohibidas y las
correspondientes sanciones, ya que está limitado a la razonabilidad y al respeto
del contenido esencial de los derechos fundamentales de los ciudadanos, tal y
como lo prevé la constitución dominicana en su artículo 74.

Por otra parte visto como derecho subjetivo prohíbe la aplicación de una norma
que no se encuentra previamente escrita (lexscripta), la retroactividad de la ley
penal (lexpraevia), que también puede que se manifieste como principio de
irretroactividad de la ley, y que conforme La Constitución Dominicana, solo es
26
aplicable al que este s subjúdice o cumpliendo condena . Es decir, garantiza
que las personas sometidas a procesos sancionatorios hayan realizado conductas

23 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica, párrafo 158. sentencia
de 2 de julio de 2004, Serie C 107.
24 Opinión Consultiva OC- 9/87 del 6 de octubre de 1987, párrafo 117.
25 Opinión Consultiva OC- 9/87 del 6 de octubre de 1987, párrafo 118.
26 Derecho al debido proceso en la jurisprudencia, tribunal constitucional Perú, Cesar Landa Arroyo.

35
prohibidas previstas en una norma previa, estricta y escrita, y que la sanción
impuesta se encuentre contemplada previamente en la ley, de conformidad con la
norma que nos rige, quedando prohibido la analogía, solo pudiendo ser aplicada
cuando es para favorecer al imputado.

Como se describe en el párrafo anterior la aplicación de la norma previamente


establecida y vigente al momento de la comisión del delito constituye una
exigencia del Estado de Derecho, así lo establece la constitución Dominicana en el
artículo 69, ya enunciado al plasmar que ninguna persona podrá ser juzgada sino
conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal
competente y con observancia de la plenitud de las formalidades propias de cada
juicio.

1.3.3. Principio Ne bis in ídem

Pueden identificarse dos contenidos esenciales constitucionalmente protegidos en


este principio: uno material y otro procesal, en primer orden no pueden recaer
sobre un mismo sujeto dos o más sanciones por un mismo delito; y no se pueden
iniciar dos o más procesos con el mismo objeto; es decir, la existencia de procesos
de igual naturaleza con el mismo objeto, 27 en relación a este principio el artículo
69 numeral 5, establece que ninguna persona puede ser juzgada dos veces por
una misma causa.

1.3.4. Principio de publicidad de los procesos.


Exige que los procesos sean públicos, orales y contradictorios a fin de que la
ciudadanía pueda estar en contacto y en cierto modo implica la trasparencia de la
justicia de cara a la sociedad, resultando ser este uno de los principios rectores
que rigen el juicio, de conformidad con el Código Procesal Penal.

1.3.5. Principio Pro Libertatis

27 Derecho al debido proceso en la jurisprudencia, tribunal constitucional Perú, Cesar Landa Arroyo.
Derecho al debido proceso en la jurisprudencia, tribunal constitucional Perú, Cesar Landa Arroyo.

36
En este sentido es preciso establecer que la Constitución Dominicana, consagra
la libertad como un valor superior, y por vía de consecuencia como derecho
fundamental, en tal virtud, la supresión de la libertad ha de ser la última medida a
imponer a un individuo, es decir, cuando no exista otro tipo de disposición que
garantice de forma alterna la solución del conflicto judicial.

En principio, la actividad represiva del Estado debe estar reservada a la protección


del ser humano, se encuentra limitada por el principio pro homine, el cual constriñe
al Estado en torno a que todas las medidas a imponer sobre los ciudadanos tienen
que estar dirigidas a la protección y el respeto de la dignidad. En el ámbito
convencional, tanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su
artículo 9.3, y el artículo 7.5, de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, contienen disposiciones específicas en lo concerniente al principio “Pro
Libertatis”, constituyendo así el fundamento internacional para la implementación
en el derecho interno Dominicano; el cual ha servido de base para su desarrollo
legislativo posterior.
Los artículos a los cuales hemos hecho alusión en el párrafo anterior son los
siguientes:

El Pacto (artículo 9.3) establece: La prisión preventiva de las personas que hayan
de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar
subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto
del juicio o en cualquier momento de las diligencias procesales o para la
ejecución del fallo.

Por su parte la Convención Americana (artículo 7.5) establece que la libertad de la


persona “podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia
en el juicio”.

Las anteriores disposiciones convencionales permiten afirmar que desde la


perspectiva del derecho internacional de los derechos humanos, la libertad

37
personal constituye la regla general, la prisión preventiva o provisional constituye
la excepción. Estas garantías reconocidas lo que buscan es convertirse en límites
infranqueables al momento de la afectación de la libertad de una persona, la cual
debe estar rodeada de los requisitos básicos que establece la ley.

La libertad, de acuerdo con la definición de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos, es la capacidad de hacer y no hacer todo lo que esté lícitamente
permitido. En otras palabras, constituye el derecho de toda persona a organizar,
con arreglo a la ley, su vida individual y social conforme a sus propias opciones y
convicciones. La seguridad, por su parte, sería la ausencia de perturbaciones que
28
restrinjan o limiten la libertad más allá de lo razonable. , Además este estándar
ha sido fijado en varias sentencias convirtiéndose en un precedente a observar
por los Estados Parte de la Convención Americana de Derechos Humanos, y
continúa exponiendo la Corte: El individuo que ha sido privado de su libertad sin
ningún tipo de control judicial debe ser liberado o puesto inmediatamente a
disposición de un juez, pues el contenido esencial del artículo 7 de la Convención
Americana es la protección de la libertad del individuo contra la interferencia del
Estado29. También ha establecido: La protección de la libertad salvaguarda “tanto
la libertad física de los individuos como la seguridad personal, en un contexto en el
que la ausencia de garantías puede resultar en la subversión de la regla de
derecho y en la privación a los detenidos de las formas mínimas de protección
legal30. Además se ha referido en igual términos en varias decisiones más, tal y
como hemos indicado manteniendo el mismo lineamiento en cuanto a la libertad
se refiere. 31.

28 Caso Chaparro Álvarez y Lapo Íniguez contra Ecuador, sentencia del 21 de noviembre de 2007, , fondo y
reparaciones, párrafo 142.

29 Maritza Urrutia Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2003.
Párrafo 64. Serie C 103.

30 Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de junio de 2005.
Serie C No. 129, párr. 56.

38
La Corte Interamericana también expuso: Del artículo 7.3 de la Convención se
desprende la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de
los límites estrictamente necesarios para asegurar que aquél no impedirá el
desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá la acción de la justicia, las
características personales del supuesto autor y la gravedad del delito que se le
imputa no son, por sí mismos, justificación suficiente de la prisión preventiva. La
prisión preventiva es una medida cautelar y no punitiva. Se infringe la Convención,
cuando se priva de libertad durante un período excesivamente prolongado y por lo
tanto desproporcionado a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido
32
establecida. Esto equivale a anticipar la pena.

1.4. Derechos integrantes del debido proceso


1.4.1. Acceso A La Justicia
De conformidad con el artículo 69 el acceso a la justicia es planteado desde el
punto de vista del derecho a ser oído, lo cual implica otros derechos integrantes
del debido proceso, este derecho de igual manera está contenido en: artículos
14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 8.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos.
En cuanto al acceso a la justicia se dispone en: La Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre en su artículo XVIII que toda persona puede
concurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer
de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos
de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos
fundamentales consagrados constitucionalmente.

1.4.2 Derecho a un Juez natural

31 Caso Juan Humberto Sánchez, Caso Bámaca Velásquez. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C
No. 70, párr. 141; y Caso “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros), párr. 135.

32Caso López Álvarez Vs. Honduras, Sentencia de 1 de febrero de 2006. (Fondo, Reparaciones), párrafo
132.

39
Este derecho le permite a las partes acceder a una jurisdicción preconstituida,
independiente e imparcial, los estándares de derechos humanos consideran que
estas garantías implican que todo proceso que deba llevarse a cabo esté
sometido ante un tribunal competente a fin de garantizar lo relativo al juez natural
esta garantía que está contemplado en la Constitución Dominicana, y en el
código procesal penal, así como en los instrumentos internacionales citados.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en torno a esta garantía, ha


establecido que, tomando en cuenta la naturaleza del crimen y el bien jurídico
lesionado, la jurisdicción penal militar no es el fuero competente para investigar y,
en su caso, juzgar y sancionar a los autores de violaciones de derechos humanos,
sino, que el procesamiento de los responsables corresponde siempre a la justicia
ordinaria. De igual modo la Corte en múltiples ocasiones ha indicado que “cuando
la justicia militar asume competencia sobre un asunto que debe conocer la justicia
ordinaria, se ve afectado el derecho al juez natural y, a fortiori, el debido proceso”,
el cual, a su vez, se encuentra íntimamente ligado al propio derecho de acceso a
la justicia.33 Además ha establecido la Corte que: La existencia de los
denominados "jueces sin rostro" afectan la garantía del tribunal competente
prevista en el artículo 8.1 de la Convención, ya que determinan "la imposibilidad
para el procesado de conocer la identidad del juzgador y, por ende, valorar su
competencia" situación que se agrava si se prohíbe la recusación de dichos
jueces.34. También se ha referido la Corte IDH, del modo siguiente: El derecho a
ser juzgado por un juez o tribunal imparcial es una garantía fundamental del
debido proceso. Es decir, se debe garantizar que el juez o tribunal en el ejercicio
de su función como juzgador cuente con la mayor objetividad para enfrentar el

33. Caso Radilla Pacheco Vs. Estados Unidos Mexicanos, Sentencia De 23 De Noviembre De 2009
(Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones Y Costas), Párrafo 273.

34 Caso Castillo Petruzzi, sentencia del 30 de mayo de 1999, párrafo 133.Serie C 52, sentencia de fondo
costas y reparaciones.

40
juicio. Asimismo, la independencia del Poder Judicial frente a los demás poderes
estatales es esencial para el ejercicio de la función judicial 35

1.4.3. Plazo razonable


El plazo razonable se encuentra establecido en los artículos 69.2 de la
Constitución de la República, 8 del Código Procesal Penal, de igual manera en el
artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos, conjunto de
normas, las cuales prescriben que toda persona sometida a un proceso judicial
deba ser juzgada sin dilaciones indebidas, en un plazo razonable.

La Corte Interamericana De Derechos Humanos ha fijado unos parámetros a


tomar en cuenta a fin de verificar si se ha violado o no el plazo razonable y ha
dicho: «Para examinar la razonabilidad del proceso según los términos del artículo
8.1 de la Convención, la Corte toma en cuenta tres elementos: a) la complejidad
del asunto; b) la actividad procesal del interesado y c) la conducta de las
autoridades judiciales.36

De igual manera se ha pronunciado estableciendo: Que en materia penal, el plazo


comienza con la fecha de la aprehensión del individuo. Cuando no es aplicable
esta medida, pero se encuentre en marcha un proceso penal, dicho plazo debiera
contarse a partir del momento en que la autoridad judicial toma conocimiento del
caso, el proceso termina cuando se dicta sentencia definitiva y firme en el asunto y
que, particularmente en materia penal, el plazo razonable debe comprender todo
el procedimiento, incluyendo los recursos de instancia que pudieran
eventualmente presentarse.37. También ha establecido La Corte: Que una demora
prolongada puede llegar a constituir por sí misma, en ciertos casos, una violación

35 Caso Palamara Iribarne Vs. Chile, Sentencia De 22 De Noviembre De 2005, párrafo 145. Fondo costas y
reparaciones, Series c 155.

36Acosta Calderón vs Ecuador, párrafo 105. Sentencia de 24 de junio de 2005, Serie C 129.

37 Tibi vs Ecuador, párrafo 168, Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de
septiembre de 2004. Serie C No. 114.

41
de las garantías judiciales. Corresponde al Estado exponer y probar la razón por lo
que se ha requerido más tiempo que el que sería razonable en principio para
dictar sentencia definitiva en un caso particular. 38.

Resulta preciso señalar que La Corte Interamericana también lo ha enfocado


desde el punto de vista de la duración de la prisión preventiva estableciendo que:
Cuando el plazo de la prisión preventiva sobrepasa lo razonable, el Estado podrá
limitar la libertad del imputado con otras medidas menos lesivas que aseguren su
comparecencia al juicio, distintas de la privación de libertad. Este derecho del
individuo trae consigo, a su vez, una obligación judicial de tramitar con mayor
diligencia y prontitud los procesos penales en los que el imputado se encuentre
privado de libertad.39

Por su parte el artículo 7 de la Convención Americana dispone en su inciso 5 que:


“Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá
derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable, o a ser puesta en libertad, sin
perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a
garantías que aseguren su comparecencia en el juicio. Para el desarrollo de este
trabajo el plazo razonable no se torna en cuanto a la duración del proceso sino al
control de la detención por un órgano jurisdiccional.
1.4.4 Presunción de inocencia
Otro de los derechos que se analizan en este estudio y que es determinante para
verificar el cumplimiento del debido proceso, lo es la presunción de inocencia,
garantía de corte constitucional por aplicación tanto del contenido de la
Constitución, como del Código Procesal Penal, y la Convención Americana de
Derechos Humanos, ya que, que en materia de medida de coerción es

38 Caso Hilaire, Constantine y Benjamín y otros Vs. Trinidad y Tobago Sentencia de 21 de junio de 2002
(Fondo, Reparaciones y Costas), párrafo 145.

39 Caso Barreto Leiva vs. Venezuela. Sentencia del 17 de noviembre del 2009, párrafo 120, fondo costas y
reparaciones. Serie C 139.

42
determinante tomar en cuenta, dada la excepcionalidad de la prisión preventiva
que establece la norma.

La Corte Interamericana en este particular ha dicho y fijado como estándar que:


Se incurriría en violación a la Convención al privar de libertad, por un plazo
desproporcionado, a personas cuya responsabilidad criminal no ha sido
establecida. Equivaldría a anticipar la pena, lo cual contraviene los principios
generales de los derechos universalmente reconocidos. 40. De igual manera, ha
señalado la Corte que este principio constituye un fundamento de las garantías
judiciales que implica que el acusado no debe demostrar que no ha cometido el
delito que se le atribuye, ya que el onus probando corresponde a quien acusa, y
que exige que una persona no pueda ser condenada mientras no exista prueba
plena de su responsabilidad penal. Asimismo, la Corte IDH, ha establecido que
este principio es un elemento esencial para la realización efectiva del derecho a la
defensa y acompaña al acusado durante toda la tramitación del proceso hasta que
una sentencia condenatoria que determine su culpabilidad quede firme. 41 En el
Caso Rosendo Cantú Y Otra Vs. México, La Corte estableció: De acuerdo con lo
establecido por el Tribunal Europeo, el principio de presunción de inocencia
implica que los juzgadores no inicien el proceso con una idea preconcebida de que
el acusado ha cometido el delito que se le imputa, por lo que la carga de la prueba
está a cargo de quien acusa y cualquier duda debe ser usada en beneficio del
acusado. La presunción de inocencia se vulnera si antes de que el acusado sea
encontrado culpable una decisión judicial relacionada con él refleja la opinión de
que es culpable42.

40 Acosta Calderón vs Ecuador, párrafo 111.

41Caso Rosendo Cantú Y Otra Vs. México, Sentencia De 15 De Mayo De 2011, (Interpretación de la
Sentencia de Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas), párrafo 33.

42Caso Cabrera García Y Montiel Flores Vs. México, Sentencia De 26 De Noviembre De 2010, (Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas), párrafo 184.

43
En este orden de ideas es preciso establecer que la presunción de inocencia no
implica que el órgano estatal encargado de la persecución penal no pueda solicitar
en contra de una persona medidas limitativas de derechos cuando le imputa una
conducta antijurídica, lo que implica es una regulación cuidadosa a fin de que no
se busque anticipar la pena cuando aún no ha existido un juzgamiento del
definitivo del asunto.

1.4.5 Derecho de defensa


Como derecho esencial del debido proceso implica el derecho de contradicción
(derecho a contradecir los medios de hecho y de derecho de la parte contraria, en
igualdad de condiciones, el derecho a ser informado en la forma debida y en un
tiempo razonable de los hechos y del derecho relativos al proceso de que se trate,
configurándose de esta forma la formulación precisa de cargos, el derecho a la
asistencia letrada (derecho de defensa), el derecho a aportar pruebas.

Este derecho también contiene otros componentes esenciales como son lo


relativo: El derecho al recurso que implica acceder a una instancia superior a
reclamar sus pretensiones, el derecho a obtener una decisión motivada del órgano
jurisdiccional, el derecho a que no se agrave su sanción ante la instancia superior
cuando las demás partes no han ejercido el derecho al recurso, en virtud del
principio denominado reformatio in peius, entre otros.

Estos estándares de garantías mínimas los cuales constituyen la manifestación


del contenido del consenso pactado por los diversos Estados, y de los cuales
República Dominicana es parte, por aplicación plena del bloque de
constitucionalidad, que por aplicación de la Constitución se convierten pues, en
normas internas con un rango por encima de la ley, debiendo ser observado por
los tribunales de la República Dominicana al momento de decidir un determinado
proceso.

44
1.5. La Responsabilidad Del Estado Dominicano ante la violación de un
tratado internacional

Conforme exponen algunos juristas del derecho internacional público, los tratados
internacionales constituyen un “negocio jurídico con características propias debido
a la categoría de sujetos que en él intervienen y a otras peculiaridades. Según
Jiménez de Aréchaga, un tratado internacional es “toda concordancia de
Voluntades entre dos o más sujetos del Derecho Internacional, destinada a
43
producir efectos jurídicos; es decir, a crear, modificar o extinguir un derecho,
otros autores como es el caso de Max Sorensen establecen que un tratado
internacional es un acuerdo entre estado y obliga en virtud del principio pacta sunt
servanda, el tratado constituye la fuente especifica de una obligación de derecho
internacional contraída voluntariamente por una persona internacional a favor de
otros que origina derechos recíprocos.

La responsabilidad ante la violación de un tratado en materia de derechos


humanos recae en lo que son las reglas del derecho internacional, es así como se
ha establecido en la Convención de Viena ciertos principios y disposiciones
relacionados con la responsabilidad del Estado en materia de derechos humanos.
Según el principio pacta sunt servanda, todo tratado en vigor obliga a los Estados
partes, los cuales deben cumplir de buena fe los compromisos pactados. También
se reconoce el principio de la observancia de los tratados internacionales en el
derecho interno, al establecer que un Estado no podrá invocar las disposiciones
de su derecho interno como justificación para incumplir lo pactado en un tratado
vigente. De igual forma, se establece en la Convención de Viena que los tratados
deben ser interpretados de buena fe conforme al sentido corriente que haya de
atribuírseles, según los términos del tratado y teniendo siempre en cuenta su
objeto y fin.

43 Florentín Meléndez, Octava Edición, 2012, Instrumentos internacionales sobre derechos humanos
aplicables a la administración de justicia.

45
En este aspecto la Carta de la Organización de las Naciones Unidas contiene
importantes principios jurídicos y disposiciones que constituyen una fuente de
obligaciones jurídicas y de responsabilidad de los Estados en materia de derechos
Humanos. Según la Carta, los Estados están obligados a crear condiciones para la
justicia y el respeto de las obligaciones emanadas de los tratados internacionales
y de otras fuentes del derecho internacional, y fundamentalmente están obligados
a cumplir de buena fe las obligaciones contraídas por ellos. Por tal razón todo
Estado tiene el deber de promover el respeto universal de los derechos humanos
y las libertades fundamentales, sin distinciones ni discriminaciones de ninguna
naturaleza, dichas obligaciones se deben asumir mediante la adopción de
diferentes medidas conforme al derecho interno de cada Estado, además de que
tiene la obligación de: Prevenir violaciones de los derechos humanos, deber de
adecuación legislativa, deber de adoptar medidas jurisdiccionales, administrativas
o de otra índole a fin de garantizar los derechos internacionalmente reconocidos;
deber de presentar informes periódicos a determinadas instancias internacionales
sobre la situación de los derechos humanos, incluida la situación sobre la
administración de justicia, deber de investigar las violaciones de derechos
humanos, identificar plenamente a los responsables materiales e intelectuales de
dichas violaciones y aplicar las sanciones respectivas conforme al derecho interno
y el deber de reparar integralmente los daños a las víctimas de violaciones a sus
derechos.

Cabe destacar que la Jurisprudencia de la Corte Interamericana, ha estado


orientada a advertir a los estados que esta instancia internacional no constituye
un grado jurisdiccional, sino, que opera cuando se han agotado los recursos
internos, o que no habiéndolo agotado el Estado no le permita a las personas la
posibilidad procesal de que logre agotarlo, lo que se busca es que cada Estado
sea responsable de asumir la protección de los derechos y garantías reconocidos
en los tratados sobre derechos humanos de los cuales es parte a través de la
prevención y la investigación en caso de violación de los indicados derechos.

46
Conforme a lo externado en el párrafo anterior, implica una sujeción necesaria de
la República Dominicana, en su tarea de administración de justicia a las garantías
citadas, velando por el cumplimiento efectivo de las garantías judiciales, pues de
lo contrario se puede enjuiciar al país a través de los procedimientos disponibles
como manera de protección de los derechos humanos a fin de que el estado
cumpla con lo pactado, e imponiendo las sanciones correspondientes en caso de
que se compruebe violación alguna.

CAPÍTULO II. Razones de la transición en la República Dominicana del


sistema procesal penal inquisitorio al sistema acusatorio o de corte
garantista y el rol que desempeña la Oficina Judicial de Servicios de
Atención Permanente en dicho contexto, para la eficacia del sistema actual

2.1. Justificación de la Reforma Procesal Penal.

47
La aplicación de las normas procesales penales en el ámbito territorial desde sus
inicios hasta nuestros días, han sido objeto de múltiples, derogaciones y en el más
profundo de los casos, cambios de sistemas a modo de ordenamiento legal
procedimental.

Al abarcar en este capítulo las razones que motivaron la reforma procesal que rige
en el país, se hace preciso establecer que el sistema procesal penal es el conjunto
de principios que inspira determinado ordenamiento, refleja diversa ideología
política imperante en las distintas etapas históricas, una distinta concepción del
Estado y del individuo, en la administración de justicia; es decir, refleja un aspecto
del conflicto entre el Estado y el individuo, entre el interés colectivo y el interés
individual, entre el principio de autoridad y la libertad individual. 44. Tal y como se
indica, el proceso tiene como fin que los conflictos surgidos puedan encontrar la
solución a través de los mecanismos estatales existentes, y el ámbito de
aplicación del contenido de la norma procesal penal.

La República Dominicana en el año dos mil dos aprobó el código procesal penal
con el cual derogó el código de procedimiento criminal promulgado por decreto
del 27 de junio de 1884, así como toda ley que le fuera contraria al mismo, este
código entraría en vigencia plena 24 meses después de su aprobación que lo
fue en fecha 19 de julio del año 2002, de manera estratégica se dictó la ley de
implementación45 a fin de ir aplicando su contenido de manera paulatina hasta los
veinticuatro meses donde se debía aplicar de manera plena a todos los casos
pendientes a la fecha.

La necesidad de esta reforma estuvo orientada a posibilitar la aplicación de las


garantías judiciales propias del debido proceso, pues el sistema que nos regía no
lo permitía por tratarse de un sistema que aunque se configuraba como mixto en

44 Maier, Julio B.J., Derecho procesal penal, T. I: Fundamentos, 2da. ed., Editores del Puerto, Buenos Aires
1996.

45Ley 278-04 sobre la Implementación del Proceso Penal, Instituido por la Ley 76-02.

48
su contenido era de corte netamente inquisitivo, dicho esto, porque en la fase
correspondiente a la instrucción, el proceso mantenía los cánones de lo secreto, lo
escrito y no lo contradictorio.

Es preciso establecer que este modelo estaba dominado por la acusación pública
y exenta de la participación del imputado, el cual contaba solo a los fines de ser
interrogado por el juez de la instrucción, sin la posibilidad de ser asistido por un
abogado de su elección durante estos actos puros de investigación, con esto los
procesados pasaban de ser sujetos de derechos a convertirse en objeto de
derecho.

Tal y como se expone, no existía la separación de funciones, pues había una


concentración en la tarea de investigar y juzgar concentrada en la misma persona
que era el juez de la instrucción, predominaba el formalismo extremo, los registros
de las actuaciones de investigación reposaban donde el juez de la instrucción, el
derecho de defensa en esta fase era nulo, el plazo razonable era nulo, eliminando
de esta forma así los pilares del debido proceso de ley y la tutela judicial efectiva,
puesto si estamos en la ausencia de la oralidad, publicidad, contradictoriedad,
concentración e inmediatez, vulnerando de forma directa todo el marco de
garantías aun mínimas que debe permear todo proceso legal.
En la jurisdicción de juicio este sistema logra confundir, pues parece ser un
proceso acusatorio, permeado por el contradictorio, puesto que está revestido de
oralidad y publicidad con la participación del acusador y el defensor, pero
confinado a ser una real escena procesal de la fase de instrucción, donde se ha
levantado la prueba, investigado sin darle oportunidad al imputado de ejercer el
derecho en esta fase, pues el Estado le proveía de un abogado a quienes no
pudieran pagar uno solo para la fase de juicio.

Con la promulgación de la ley 76-02 (código procesal penal), se experimentó en el


país probablemente el acontecimiento más importante en cuanto a la
administración de justicia en el ámbito penal, al adoptar un sistema acusatorio.

49
Cabe resaltar que el sistema acusatorio se caracteriza por exigir una configuración
tripartita del proceso, donde convergen acusador, acusado y tribunales
imparciales. Tal y como expone el Jurista Ferrajoli, se puede llamar acusatorio a
todo proceso penal que concibe el juez como un sujeto pasivo rígidamente
separado de las partes y al juicio como una contienda entre iguales iniciada por la
acusación, a la que le compete la carga de la prueba enfrentada a la defensa en
un juicio contradictorio, oral y público.46.

Los postulados de la reforma procesal penal estuvieron orientados en: La


concretización de los principios constitucionales que rigen el procedimiento
poniendo de relieve la protección de los derechos de los procesados y la víctima y
el fortalecimiento del juicio oral, público y contradictorio como etapa central del
proceso penal, lo cual implica que esta reforma ha fortalecido la función
jurisdiccional de los jueces de cara a la imparcialidad.

Otro punto importantísimo está contenido en el articulado 22 de la normativa


procesal penal, el cual obedece a la separación de funciones, delimitando la
función de los jueces a labores de carácter estrictamente jurisdiccional y
señalando que los Ministerios Públicos tendrán las funciones investigativas y de
acusación, logrando un hito trascendental, pues, deja atrás la parte pro-activa que
era dada por ley al juez a los fines de instruir, investigar, acusar y condenar, y lo
coloca en el lejano plano de un tercero imparcial dentro del proceso penal, puesto
que este ya no forma parte de dicho proceso, motivo por el cual al no ser parte
activa, ya no persigue un interés específico, sino, que está obligado de manera
constitucional al campo de la aplicación única y exclusivamente de las normas
jurídicas.

Se estableció la participación de la víctima otorgándole derechos y facultades para


influir o determinar la solución del conflicto como ocurre con los procesos de

46 Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, 6ª ed., Madrid, Trotta, 2004, p. 564.

50
acción pública a instancia privada, y los de instancia privada, permitiéndole de
esta manera impulsar la acción como acusador privado.

El nuevo modelo contiene varias etapas procesales y cada una tiene unas
actividades definidas, y unos plazos establecidos, identificándose: La fase
preparatoria (fase pura de investigación), la fase intermedia compuesta por los
actos conclusivo y la audiencia preliminar, la fase de juicio considerada la fase
más importantes del proceso por algunos juristas, la fase de impugnación y la fase
de ejecución.

En este trabajo analizamos la primera fase del proceso que es la fase preparatoria
pues la medida de coerción en la jurisdicción permanente surge precisamente en
la fase preparatoria o de la investigación y lo relativo a su conocimiento en la
jurisdicción permanente viene dada por la urgencia, sin embargo, pueden ser
solicitadas en cualquier fase del proceso.

Procede afianzar tal y como se estableció la garantía de un procedimiento oral,


publico, contradictorio, continúo, la inmediación procesal es fundamental, la
excepción y la prueba válida resulta ser aquella que se ha recogido atendiendo a
la legalidad, y sin violación de derechos fundamentales, siendo necesario y
preciso que la prueba a incorporarse al debate sea aquella producida en el mismo
y recogida atendiendo a los criterios enunciados, atendiendo su valoración a
criterios establecidos que dejan de un lado la íntima convicción y debe estar sujeta
a la lógica, los conocimientos científicos y la máxima de experiencia.

Cabe destacar pues, que no se trata de solo un cambio de sistema procesal, sino
de un cambio en la cultura de los operadores del sistema y una enorme
transformación en la administración de justicia penal.

A fin de dar cumplimiento a las previsiones del Código procesal penal relativo al
derecho de defensa desde el primer acto de persecución, se hizo necesario la

51
existencia de la Oficina Nacional de Defensa Pública, la cual tiene la Misión
brindar asistencia legal gratuita a todas las personas en conflicto con la ley penal y
carezcan de abogados, de tal forma que los procesos no se convirtieran en
arbitrarios por la inexistencia de abogados en todos los actos de procedimiento.
Garantía esta de corte constitucional pues ya estaba plasmada tanto en la
Constitución, así como en el pacto de derechos civiles y políticos art. 14.2,d).

Para poder agotar el proceso de manera plena se hizo necesario la creación de la


Oficina Judicial de Atención Permanente, la competencia de esta oficina es para
conocer las siguientes instancias o procedimientos los cuales serán descrito de
conformidad lo establece la resolución número 17-33 del año 2005 del modo
siguiente: Control judicial permanente sobre las actuaciones del procedimiento
preparatorio, resolver cualquier caso procedimiento o diligencia que no admita
demora, como son medidas de coerción cuando el imputado se encuentra privado
de libertad, órdenes de allanamiento, órdenes de arresto, intervenciones
corporales, interceptaciones telefónicas, grabaciones de imágenes o sonidos,
secuestro de correspondencia y objetos, solicitudes de habeas corpus, esta lista
no es limitativa, solo enunciativa, pues si surge otra solicitud de urgencia podría
ser conocida y decidida por esta jurisdicción. El horario de esta oficina de
atención permanente estará habilitado para funcionar durante el día y la noche.
La resolución 17-33, ya indicada establece que los jueces de instrucción
destinados para prestar servicio en esta dependencia judicial deberán organizar
dos turnos con su personal el cual será de: un primer turno de 7:30 A.M. hasta
las 3:30 P.M. y un segundo turno de 3:30 P.M. hasta las 11:30 P.M.
Tal y como se indica en el artículo 13 de la resolución 17-33 los usuarios de los
servicios de atención permanente están destinados a las siguientes personas:
Ministerio Público, Policía, en los casos dispuesto por la ley, imputado,
directamente o a través de su representante legal, y querellante, lo que busca que
los ciudadanos y ciudadanas en conflicto con la ley penal –aquellos que se
encuentran privados de libertad, producto de la comisión del presunto hecho
punible- sean llevados ante un juez, para que se determine la necesidad o no de la

52
imposición de medida de coerción en un plazo breve decidiendo así lo relativo a su
detención.47

Pero el alcance de la jurisdicción permanente, no sólo se enfoca en los casos de


detenciones y en las personas señaladas por la presunta comisión del hecho, sino,
que va más allá, al permitir la participación activa de la víctima y los demás
usuarios del sistema.

En el presente trabajo, a pesar de que tal y como hemos indicado la Oficina


Judicial de Servicios de Atención Permanente conoce todas las medidas de
urgencias que surjan en la etapa preparatoria, o de aquellas que por su naturaleza
no pueden ser conocidas por otra jurisdicción, nos enfocaremos en la medidas de
coerción de carácter personal. Para tal fin, iniciaremos definiendo las medidas de
coerción, y la función de esta oficina relativa al control de la detención , esto así,
ya que la tendencia mayoritaria en cuanto a la persecución penal se refiere, es
que la detención resulta ser un método efectivo para llevar a cabo el proceso
penal, razón por la cual esta injerencia en la esfera individual del derecho de toda
persona debe ser sometida a control judicial a fin de que se determine la
pertinencia o no de la privación de libertad o de la sujeción del ciudadano a
alguna medida.

2.2. Generalidades de las medidas de coerción

De conformidad con el criterio del jurista Andrés Ibáñez las medidas de coerción
han sido calificadas de problema por antomasia del proceso penal, sobre todo en
los países que han adoptado una disciplina constitucional que gira formalmente en
torno al principio de presunción de inocencia 48.

47 Ver artículo 76 del Código Procesal Penal dominicano.

48 BINDER, Alberto; GADEA NIETO, Daniel. Derecho Procesal Penal. Primera Edición. República
Dominicana: Editorial Amigo del Hogar, 2006. ISBN 9945-425-06-4.

53
El procesalista Cuéllar Cruz, las define como aquellas que pueden adoptarse
motivadamente por el órgano jurisdiccional, u otra autoridad competente en casos
excepcionales, contra un presunto responsable de un hecho delictivo al estimarse
dos aspectos esenciales: por una parte, la existencia de una imputación basada
en la constatación objetiva de un hecho típico y en la probabilidad razonable de
quien sea su autor; y, por otra, en la fundada posibilidad de ocultación personal o
patrimonial del imputado en el curso del procedimiento penal 49.

Se distinguen dos tipos de medidas de coerción las personales y las reales.


Enfocando este escrito exclusivamente a las de tipo personal, las cuales están
contenidas en el artículo 226, del código procesal penal donde de manera
expresa se estable que: El juez, a solicitud del Ministerio Público o del querellante,
puede imponer al imputado, después de escuchar sus razones, en la forma, bajo
las condiciones y por el tiempo que se explica en este código las siguientes
medidas de coerción:
 La presentación de una garantía económica suficiente.
 La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual reside o
del ámbito territorial que fije el juez.
 La obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o institución
determinada, que informa regularmente al juez.
 La obligación de presentarse periódicamente ante el juez o ante la autoridad que
él designe.
 La colocación de localizadores electrónicos, sin que pueda mediar violencia o
lesión a la dignidad o integridad física del imputado.
 El arresto domiciliario, en su propio domicilio o en custodia de otra persona, sin
vigilancia alguna o con la que el juez disponga.
 La prisión preventiva.
En las infracciones de acción privada no se puede ordenar la Prisión Preventiva ni
el arresto domiciliario ni la colocación de localizadores electrónicos.

49 BINDER, Alberto; GADEA NIETO, Daniel. Derecho Procesal Penal. Primera Edición. República
Dominicana: Editorial Amigo del Hogar, 2006. ISBN 9945-425-06-4.

54
En cualquier caso, el juez puede prescindir de toda medida de coerción, cuando la
promesa del imputado de someterse al procedimiento sea suficiente para
descartar el peligro de fuga.

La finalidad de la medida de coerción de carácter personal, como hemos indicado


es asegurar la ejecución del resultado del juicio, garantizando de esta forma la
eficacia del Ius puniendi del Estado.

2.3. Principios informadores para la aplicación de medidas de coerción

Partiendo de la tesis de que las medidas de coerción son imposiciones de carácter


judicial las cuales restringen la libertad y por vía de consecuencia el estado
ambulatorio del individuo. A los fines de su aplicación el juzgador, administrando
justicia ha de tener en cuenta los siguientes principios rectores:

2.3.1. El principio de legalidad


Al tratarse de una medida que limita derechos y garantías fundamentales es
preciso la exigencia de este principio, tal y como lo indica el texto
constitucional en su artículo, 40, En idénticos términos el art. 7.2 de la
Convención Americana De Derechos Humanos, dispone que “nadie puede ser
privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones
establecidas en la ley, también el art. 17.1 del pacto internacional de derechos
civiles y políticos, prohíbe las injerencias arbitrarias o ilegales, de ahí, que se
precisa que los hechos o la infracción por la cual se ha señalado a una persona
como posible autor o cómplice este sancionada por la ley penal, y que esta ley
sea previa a la comisión de la supuesta infracción.

2.3.2. El principio de jurisdiccionalidad


Al existir una separación clara de las funciones de investigación y juzgamiento
está claramente determinado que estas medidas solo pueden ser adoptadas por
los jueces en el ejercicio de sus funciones, es por esta razón que se amplía un

55
abanico de posibilidades para que el poder judicial esté a disposición las 24 horas
del día a través de la oficina de atención permanente, así mismo faculta a los
jueces de paz a ejercer tales funciones en caso de urgencia, si no fuere posible
lograr la intervención del juez de la instrucción.

Este principio de jurisdicionalidad, se refiere a la autoridad a quien compete la


aplicación de estas medidas, además de se trata de una institución jurídica que
está limitada al principio de justicia rogada, lo cual mantiene al juez en el rol
asignado por la reforma procesal penal (la de un árbitro imparcial) siendo las
partes no solo quienes impulsan la acción, sino, que a estos corresponde solicitar
la aplicación de una determinada medida de coerción, pero debiendo limitarse a la
establecida de manera especial en el artículo 226, del indicado código, que la
contempla la aplicación de las medidas de coerción personal que son las
analizadas.

2.3.3. El principio de Excepcionalidad


Fundamentado en la protección y garantía de la presunción de inocencia y la
inviolabilidad de la libertad personal, con la adopción de medidas coerción que
hace que éstas se hayan de acordar necesariamente con carácter excepcional de
forma que la libertad del imputado en el proceso sea respetada salvo que se
estime indispensable, por razones de cautela o de prevención especial, la pérdida
de libertad, y ello dentro de los límites legales establecidos al efecto.

2.3.4. El principio de provisionalidad


El cual implica que las mismas están rodeada de una limitación temporal en el
tiempo, puesto que los efectos de estas medidas tienen limitación establecidas en
la norma y están sujeta a eventos sucesivos que deben ocurrir en el desarrollo del
proceso, es decir: la duración máxima de las medidas coincide con la de la
tramitación del proceso al que están supeditadas, aunque si durante la tramitación
del mismo se produce una variación de los presupuestos en que se fundamentan
las medidas, éstas podrán ser modificadas o dejadas sin efecto, de oficio o a

56
instancia de parte. Por ejemplo cuando se trata de prisión preventiva el órgano
acusador tiene tres meses para presentar su requerimiento conclusivo, y la
duración de la misma no puede exceder de 12 meses si el caso no ha sido
decretado complejo.

2.3.5. Principio de instrumentalidad


Lo que implica que estas solo tienen como finalidad asegurar el normal desarrollo
del proceso penal, no buscando que estas se constituyan en penas anticipadas.

2.3.6. El principio de proporcionalidad y necesidad


Pero además es preciso que se tome en cuenta a la hora de aplicar una
determinada medida de coerción verificar y cumplir con el principio de
proporcionalidad y necesidad de la medida como limitación a la libertad individual
o a la disponibilidad de ciertos bienes, las medidas de coerción pueden ser de
intensidad diversa, que el órgano jurisdiccional deberá modular para adecuarlas al
fin que con ellas pretende, y evitar así que se conviertan en penas anticipadas
incompatibles con la presunción de inocencia.

2.4. Requisitos legales para la aplicación de medidas de coerción.


El Código Procesal Penal prevé, que para aplicar algunas de las medidas de
coerción que contempla el artículo 226, el juzgador está en la obligación de
verificar la existencia de:
1.Elementos de pruebas suficientes para determinar que el imputado podría ser
autor o cómplice de la infracción, en este escenario no se requiere de elementos
de pruebas concluyentes, ya que, no se trata de analizar culpabilidad, o no, solo
se verifica la ocurrencia del hecho investigado y la vinculación del imputado con
los elementos de pruebas aportados, es decir el juez en esta fase justiprecia los
elementos vinculantes que relacionan al imputado con las circunstancias que les
rodean el hecho investigado.

57
2.-La existencia de peligro de fuga basado en una presunción razonable por
apreciación de las circunstancias del caso particular, acerca de que el imputado
podría no someterse al procedimiento.
3. La infracción que se le atribuya esté reprimida con pena privativa de libertad.
Para determinar el peligro de fuga se debe partir del arraigo en el país,
determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia, de sus
negocios o trabajo y las facilidades para abandonar el país o permanecer oculto.
La falsedad o falta de información sobre el domicilio del imputado constituye
presunción de fuga.
2. La pena imponible al imputado en caso de condena.
3. La importancia del daño que debe ser resarcido y la actitud que voluntariamente
adopta el imputado ante el mismo.
4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro anterior, en
la medida que indique su voluntad de someterse o no a la persecución penal.

Llama la atención de manera especial el contenido del artículo 234 sobre prisión
preventiva y expone: Además de las circunstancias generales exigibles para la
imposición de las medidas de coerción, la prisión preventiva sólo es aplicable
cuando no pueda evitarse razonablemente la fuga del imputado mediante la
imposición de una o varias de aquellas que resulten menos gravosas para su
persona.

Mientras que por su parte el artículo 232 establece: No puede ordenarse la prisión
preventiva de una persona mayor de setenta años, si se estima que, en caso de
condena, no le es imponible una pena mayor a cinco años de privación de libertad
Tampoco procede ordenarla en perjuicio de mujeres embarazadas, de madres
durante la lactancia o de personas afectadas por una enfermedad grave y
terminal.
2.5. Análisis de las Resoluciones 58-2010, y 17-33 del 2005
En lo relativo a las medidas de coerción la Suprema Corte De Justicia, dictó la
resolución marcada con el número 17-33 del 2005, de fecha 15 de septiembre

58
mediante la cual organiza todo lo relativo al trámite de la celebración de la vista
para el conocimiento de las medidas de coerción y se establecen las pautas
mínimas para el funcionamiento y operatividad de los jueces de la instrucción, a
fin de decidir en el conocimiento de las medidas de coerción. A tal fin se dispone
que la solicitud puede ser requerida mediante escrito depositado en la secretaria
del juzgado, una vez se recibe la petición, el juez debe fijar la audiencia y debe el
secretario convocar a todas las partes que deban asistir, esa citación tiene que
contener de manera clara, la fecha de la celebración de la audiencia y todos los
elementos de pruebas que le permitan preparar adecuadamente sus medios de
defensa o ataque, este contenido de la resolución complementa las previsiones de
la normativa procesal penal que exige la existencia de elementos de pruebas
suficientes para establecer que el autor es con probabilidad autor o cómplice de la
infracción. Los plazos para la fijación de la audiencia de conformidad con la
indicada resolución en su artículo 8, serán del modo siguiente: Si la persona
contra quien se solicita está bajo arresto la audiencia deberá ser celebrada tan
pronto la persona sea presentada ante el juez, en caso de la persona esté libre la
audiencia será celebrada a más tardar a los tres días de la solicitud.
También en este ámbito se dictó la resolución de núm. 58-2010, sobre criterios
que los jueces deben tomar en consideración para la imposición o variación de la
medida de coerción consistente en prisión preventiva, la cual prevé que el juez
que ordenase una o varias de las medidas de coerción establecidas en el Código
Procesal Penal debe hacerlo siempre de manera sopesada, adecuada, racional y
cautelosa, toda vez que este mecanismo de control debe garantizar de manera
rigurosa, tanto la presentación del imputado o de los imputados a todos los actos
de procedimiento así como la efectiva protección a la sociedad en general y a las
víctimas de los crímenes y delitos en particular.
Del análisis de la resolución citada se pretende que los jueces al momento de
decidir en relación a las medidas de coerción, tomen en cuenta en adición a los
elementos establecidos por el Código Procesal Penal que sirven de base para
evaluar el peligro de fuga, exige que los jueces deben tener en consideración el
hecho comprobado de que el imputado forma parte de manera asociada de un

59
grupo criminal, o si en caso de recibir su libertad se pondría en juego la seguridad
de la sociedad o la posible obstrucción a la investigación judicial, o si existe la
presunción de que el imputado se reintegre, una vez puesto en libertad, a la
organización delictiva a la cual se sospecha pertenece y utilice los medios que ella
le brinde para entorpecer la investigación o facilitar la fuga de otros imputados, o
que destruirá, modificará, ocultará o falsificará elementos de prueba, o el hecho
fundado de que el imputado podría atentar o ejecutar actos de represalia en contra
del acusador o el denunciante.
Con esta resolución se introducen elementos nuevos a ser valorados por el juez,
por encima de los ya establecidos en la ley, razón por la cual entiendo se persigue
con la ya indicada resolución que la prisión preventiva salga de la excepción y se
convierta en la regla.
Con la aplicación de esta resolución en los términos planteados se estaría
violentando el artículo 40 de la Constitución Dominicana, que en el numeral 9
establece: Las medidas de coerción, restrictivas de la libertad personal, tienen
carácter excepcional y su aplicación debe ser `proporcional al peligro que tratan
de resguardar. El contenido de la indicada resolución de ninguna manera podría
sustituir las previsiones constitucionales, pues en su contenido rompe con la
presunción de inocencia.
En torno a este particular, de conformidad al artículo 8.2 de la Convención
Americana se establece que "toda persona inculpada de delito tiene derecho a
que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su
culpabilidad". Esto implica la imperiosa necesidad de que el juzgador al
momento de imponer una medida deba verificar lo relativo a la proporcionalidad
de la medida y para tal fin tomará en cuenta la adecuación de la medida y la
proporcionalidad de la medida, puesto que se trata de una afectación de un
derecho fundamental, razón por la que en apego estricto a la normativa que nos
rige la aplicación de la medida de coerción restrictiva de libertad como lo es la
prisión preventiva solo podrá imponerse cuando no pueda evitarse la fuga del
imputado mediante la aplicación de otra o varias de las medidas no privativa de
libertad contenidas en el artículo 226 del Código Procesal Penal, tal y como se

60
indicó. Pues los países que han adoptado y firmado la Convención Americana De
Derechos Humanos tienen un compromiso internacional de cara al respeto de las
previsiones de este documentos o tratado internacional, el cual se constituye en
uno de los tratados más importante en cuanto a garantías judiciales se refiere, de
manera que, con la estructuración de un marco constitucional en el proceso penal
tal y como ha sido aprobado, la limitación de la libertad de una persona debe ser
una decisión excepcional y solo aplicable cuando estén reunidas todas las
circunstancias exigidas por la ley.

CAPÍTULO III. Cumplimiento de los estándares del SIDH sobre razonabilidad


del plazo, derecho a la defensa, presunción de inocencia y acceso a la
justicia en la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente

3.1. Análisis del estudio de campo.

En este capítulo se analizará lo relativo a los resultados del trabajo de campo de


esta investigación, la cual ha sido realizada en la Oficina Judicial de Atención
Permanente de la Jurisdicción de San Cristóbal. Para ello se utilizó un formulario
o grilla de levantamiento de datos, el cual contiene unas series de ítem o estándar
a medir, orientado a identificar lo relativo al cumplimiento de: El acceso a la
justicia, plazo razonable, presunción de inocencia, motivación de las decisiones,
derecho de defensa, información del derecho al recurso, entre otros.

Para el diseño de los Ítem o estándares a medir indicado en el párrafo anterior se


ha partido de los parámetros y garantías esenciales que deben ser observados en
el proceso durante el conocimiento de las medidas de coerción, esto así por los
derechos y garantías a tutelarse en esta fase del proceso.

Antes de establecer la muestra utilizada y el correspondiente análisis, es preciso


indicar que este trabajo debió realizarse partiendo de los expedientes porque nos

61
permiten una mayor información en cuanto al desarrollo del proceso, pero en la
jurisdicción trabajada no conservan expedientes, ni documentación relativa a las
solicitudes de medidas de coerción, pues la regla para ese entonces y que aún no
se ha superado es que las pruebas son presentadas en audiencia y por lo general
se devuelve a los fiscales.

En este capítulo se expondrá el resultado arrojado del trabajo de campo, y su


correspondiente análisis en torno a determinar si se cumplió con los estándares
que se medirán; para esto trabajamos con los casos entrados en el año dos mil
doce (2012), en la indicada jurisdicción que ascendieron a un total de 2,347, luego
de la aplicación de la correspondiente fórmula para obtener la media a analizar
resultaron ser un total de trescientos cuarenta y dos casos, (342). Los cuales
fueron elegidos de la totalidad de manera aleatoria.

Detalle de casos entrante y muestra seleccionada por mes:

Casos entrados.
Mes/2012 Fr %Fr.
Enero 197 8.39%
Febrero 199 8.48%
Marzo 195 8.31%
Abril 135 5.75%
Mayo 219 9.33%
Junio 187 7.97%
Julio 257 10.95%
Agosto 165 7.03%
Septiembr
e 197 8.39%
Octubre 179 7.63%
Noviembre 196 8.35%
Diciembre 221 9.42%
Total 2,347

Description Gráfica.

62
Muestra seleccionada por mes.
Mes/2012 Fr %Fr.
Enero 29 8.48%
Febrero 29 8.48%
Marzo 28 8.19%
Abril 20 5.85%
Mayo 32 9.36%
Junio 27 7.89%
Julio 37 10.82%
Agosto 24 7.02%
Septiembre 29 8.48%
Octubre 26 7.60%
Noviembre 29 8.48%
Diciembre 32 9.36%
Total 342

Descripción del tipo penal.


Tipo penal Fr %Fr. % Fr.
Violencia c. la mujer 148 43.27% 43.27%
Robo 70 20.47% 63.74%
Drogas 45 13.16% 76.90%
Agresión sexual y
estupro 25 7.31% 84.21%
Amenaza 17 4.97% 89.18%
Golpes y heridas 15 4.39% 93.57%

63
Homicidio 13 3.80% 97.37%
Armas ilegales 4 1.17% 98.54%
Ley 125
(Electricidad) 2 0.58% 99.12%
Incendio 1 0.29% 99.42%
Medio Ambiente 1 0.29% 99.71%
Homicidio Involuntario 1 0.29% 100.00%
Total 342

3.1.1. Estándar Acceso a la justicia y plazo razonable


Para trabajar este ítem y conforme el enfoque de este estudio se precisa abordar
lo relativo a la oportunidad y cumplimiento del tribunal en el conocimiento y
posterior decisión de la medida a partir de que el tribunal es apoderado para lo
cual la verificación de este estándar nos permitió obtener los datos siguientes:

Cumplimento del plazo constitucional de las cuarenta y ocho horas


Plazo Fr %Fr
Dentro de las 48
hrs 93 27.19%
Más de 48 hrs 16 4.68%
No observado 233 68.13%

64
Los datos anteriores se reflejan en la siguiente gráfica:

En este punto se pudo verificar que del total de los trescientos cuarenta y dos
casos analizados (342), dieciséis (16) estaban fuera del plazo de las cuarenta y
ocho hora y noventa y tres (93), estaban dentro del plazo de la cuarenta y ocho
hora, no pudiendo observarse el cumplimiento del plazo en un total de doscientas
treinta y tres resoluciones (233).

En relación a este punto el Código Procesal Penal establece lo relativo a la


presentación ante el juez de un detenido a fin de que se decida lo relativo a su
privación de libertad, según el artículo 224 en los siguientes termino: La autoridad
policial que practique el arresto de una persona debe ponerla, sin demora
innecesaria, a la orden del ministerio público, para que éste, si lo estima
pertinente, disponga directamente su puesta en libertad o solicite al juez una
medida de coerción. La solicitud del ministerio público debe formularse luego de
realizar las diligencias indispensables y, en todo caso, dentro de las veinticuatro
horas contadas a partir del arresto.

Mientras que por su parte la Constitución de la República por aplicación del


artículo 40, en torno a la detención dispone que las persones privadas de su

65
libertad deben ser presentadas a la autoridad judicial en un plazo de 48 horas de
su detención. Corresponde al Juez o Jueza notificar al detenido su decisión dentro
del mismo plazo, esto es dentro de las 48 horas de su detención.

Se observó que de las resoluciones analizadas, en esta Oficina Judicial de


Atención Permanente no se cumplen con el requisito de protección de esta
garantía.

3.1.2 Aplazamiento de las audiencias


Para este ítem se revisó de manera cuidadosa un total de 342 resoluciones y se
verificó la posibilidad de obtener este dato por otra fuente o record existente,
obteniendo como resultado el siguiente:

Aplazamiento de las audiencias.


frecuencia
observado 0
no observado 342
342

Aplazamiento de las audiencias

no observado; 342; 100.00%

66
Como se puede observar en la gráfica, tal y como se indicó no pudimos constatar
el cumplimiento de este punto, ya que no consta en la resolución y no hay
constancia de registro en el tribunal para obtener el mismo.

3.1.3 Tutela diferenciada.


A fin de plantear el cumplimiento de este ítem se verificó lo relativo a la existencia
de alguna condición especial tanto por parte del imputado como de la víctima a fin
de determinar si en relación con su condición, ameritaban un trato especial.

En cuanto a la víctima, como ya se ha indicado esta verificación está orientada,


tomando en consideración que el proceso penal ha permitido la injerencia de la
víctima de un modo relevante en el proceso lo que le permite hacer valer sus
pretensiones, en razón del bien jurídico protegido que le ha sido afectado, al igual
que a cualquier tercero que tenga que ver con el proceso o que la decisión que
pueda ser dictada eventualmente pueda afectar sus intereses. Por esta razón se
ha abordado este ítem partiendo de dos vertientes esenciales que son: verificar la
participación de la víctima, si recibió tratamiento adecuado a su condición
especial, y el cumplimiento de la correspondiente cita para su comparecencia al
conocimiento de la vista de medida de coerción, y el segundo supuesto está
relacionado con la tutela desde el punto de vista del imputado, verificándose no
solo lo relativo al cumplimiento de las garantías debidas, sino lo relativo a si el
juzgador durante el desarrollo del proceso tomó en consideración esta situación y
le dio el tratamiento adecuado.

El resultado estadístico tomando como muestra 342 casos, es como se describe a


continuación:

Con relación a la víctima:


Condiciones
especiales Fr %Fr
Relación con la
edad 14 93.33%

67
Discapacidad 1 6.67%
Total 15

Del universo de trescientos cuarenta y dos casos (342) analizados, catorce (14)
en cuanto a las víctimas tenían condiciones especiales en relación con la edad,
mientras solo una tenía esta condición en relación con una discapacidad.

En este punto debemos establecer que el detalle indicado en cuanto a las


condiciones especiales de la víctima se trata en el caso de lo relativo a la edad de
menores que habían sido objeto de violación y agresión sexual, en este caso
conforme se describe en las resoluciones de las medidas, las mismas fueron
representadas por su madre durante el conocimiento de la indicada medida en
contra de los supuestos autores del hecho antijurídico, preservando de esta forma
su derecho a la integridad, intimidad, respeto al pudor, y solo comparecer ante la
justicia especializada, todo esto en consideración del interés superior del niño.

En cuanto al caso señalado de discapacidad se trató de una víctima de agresión


sexual, que tiene la condición de ser sordo muda, a la cual se le dio asistencia
mediante un intérprete de lenguaje de señas, no se refleja otro dato relevante en
la resolución a fin de identificar si se tomaron en cuenta otros mecanismos de
protección en virtud de su condición.

68
En relación a condiciones especiales del imputado, que ameritara que el tribunal
adoptara medidas de protección especial en cuanto al mismo se identifica lo
siguiente:
Con relación al o la imputada.
Condiciones
especiales.
mayor 70 anos 1
menor de edad 1
discapacidad 0
Enfermedad 0
Embarazo 0
No observado 340
Total 342

Descripción gráfica.

mayor 70 anos; 1; menor de edad; 1;


0.29% 0.29%

no observado;
340; 99.42%

En el gráfico anterior se detalla las condiciones especiales del imputado, solo


pudo ser observado un caso relativo a un imputado de 70 años y uno menor de
edad, en ambos casos se cumplió con la garantía debida ya que el juez al
momento del conocimiento de la medida tomo en cuenta esta situación de
conformidad con la normativa que nos rige tal y como detallaremos más adelante.

69
Por aplicación del artículo 234 del Código Procesal Penal no puede ordenarse la
prisión preventiva de una persona mayor de setenta años, si se estima que, en
caso de condena, no le es imponible una pena mayor a cinco años de privación de
libertad. Tampoco procede ordenarla en perjuicio de mujeres embarazadas, de
madres durante la lactancia o de personas afectadas por una enfermedad grave y
terminal, en el caso que se identificó la persona mayor de 70 años por su
condición le fue impuesta una medida no privativa de libertad. Mientras que en el
caso del menor de edad fue remitido a la jurisdicción especializada de menores
para que allí se deicida lo relativo a su proceso bajo las reglas y garantías propias
de esta jurisdicción.
Resulta oportuno también en este apartado referirnos a lo relativo al lenguaje de
perspectiva de género en el cual de un total de 342 resoluciones analizadas se
verificó el cumplimiento de este estándar según se desprende del detalle
siguiente:

Lenguaje de perspectiva de género.


Muestra seleccionada trescientos cuarenta y dos casos (342).

%
Observado 342 100%
No Observado 0 0
Total 342 100%

De los datos señalados se advierte que las resoluciones cumplen con este
estándar de conformidad con las previsiones constitucionales en artículo 39, de la
Constitución.

En torno a esta tutela especial que deben adoptar los estados cabe establecer que
la República Dominicana ya fue sancionada al entenderse que no había dado un
trato igualitario y por tanto había discriminación, en ese sentido la Corte
Interamericana de Derechos Humanos: Ha señalado que “el principio de derecho
imperativo de protección igualitaria y efectiva de la ley y no discriminación

70
determina que los Estados, al regular los mecanismos de otorgamiento de la
nacionalidad, deben abstenerse de producir regulaciones discriminatorias o que
tengan efectos discriminatorios en los diferentes grupos de una población al
momento de ejercer sus derechos […]. Además, los Estados deben combatir las
prácticas discriminatorias en todos sus niveles, en especial en los órganos
públicos, y finalmente debe adoptar las medidas afirmativas necesarias para
asegurar una efectiva igualdad ante la ley de todas las personas” 50.

3.1.4. Análisis de protección de derecho en relación a la comparecencia e


información a la víctima.
Para este aspecto se trabajó con el total de resoluciones del año analizado
arrojando los datos siguientes: Del total de resoluciones (342), no se observó que
alguna de las victimas fuera legalmente citada por las vías establecidas, como
sería mediante acto de alguacil, citas telefónicas entre otras, sin embargo, se
verificó que comparecieron y fueron escuchadas un total de 102 víctimas, lo que
implica que por algún medio aunque no conste esta fue requerida para
comparecer al tribunal. En la práctica lo que opera es que el Ministerio Publico
independientemente de si el tribunal realiza o no la cita ubica a la víctima para que
comparezca al conocimiento de la medida de coerción.
Debiendo también significar en este punto que de la cantidad no observada
también están ubicados los casos donde la victima resulta ser la sociedad, la cual
es representada por el Ministerio Publico, esto así, por la infracción y el tipo penal
de que se trata como son los casos de violación a la ley 36 de porte y tenencia de
armas, la ley 50/88 sobre drogas y sustancias controladas en la República
Dominicana, entre otros. En este punto se observó que fueron escuchadas un total
de 102 victima, mientras que en 240 de los casos no fue observado, tal y como se
ha indicado.

Citación a la víctima.

50 Caso de las Niñas Yean y Bosico vs. República Dominicana. Sentencia del 08 de septiembre del 2005,
fondo costas y reparaciones, párrafo 141.Serie C 130.

71
citación a la victima 0
se escuchó a la victima 102
no observado 240
total 342

Descripción grafica.

se escucho a la victima; 102; 29.82%

no observado; 240; 70.18%

3.1. 5. Estándar sobre violación a derechos fundamentales, dignidad e


integridad de la persona que se le conoció medida de coerción.

Para medir este estándar se revisaron los 342 casos de la muestra y el resultado
estadístico es el siguiente:

Violaciones
DDHH Fr %Fr
No alegada 338 98.83%
Alegada 4 1.17%

Total 342

72
No alegada
Alegada

Tipo de Violación a derechos fundamentales


alegada. Fr
Golpes 0
torturas 0
ilegalidad arresto 3
malos tratos 0
no observado 339
total 342.

400
350 339

300
250
200
150
100
50
3
0
0 0 0
s as sto s do
pe r to
o l
rtu rre tra r va
G to la os se
de al ob
ad m no
id
al
il eg

73
Se Verifico: Que en cuatro de los casos fueron alegadas violaciones de derechos
fundamentales por parte de los imputados, las cuales fueron planteadas por los
abogados de los procesados quienes solicitaron a la hora del conocimiento de
medida de coerción, su libertad pura y simple en el entendido de que el arresto se
había materializado sin orden escrita del funcionario judicial competente y por tal
razón devenían en nulo, en estos casos el juez rechazo el petitorio e impuso
medida aunque no privativa de libertad, y no se refirió a si ocurrió o no la
violación alegada.

Es preciso establecer que el juzgador al momento del conocimiento de una


medida de coerción está en la obligación de verificar lo relativo a las condiciones
que han rodeado el arresto y si el mismo cumplió o no con la ley, por lo que en los
casos en los cuales se planteó violación de derechos fundamentales debió
enunciarse en la resolución y establecerse si a lugar o no, por lo que en cuanto a
los casos que pudieron ser observado no se cumplió con este estándar.

3.1.6. Derecho de defensa


A fin del análisis de este estándar partiendo del universo de la muestra tomada
tenemos que del total de resoluciones analizadas no se identificó si se materializó
este derecho, esto así porque no pudo identificarse si se concedieron los plazos y
las condiciones para proteger tal garantía, por tanto este estándar no pudo ser
verificado en cuanto a su cumplimiento. Esto así partiendo de que no se verificó, si
se concedieron aplazamientos para preparar medios de defensa, o para aportar
pruebas. Tampoco se pudo observar si otros componentes integrantes del derecho
de defensa se cumplieron, como lo es el derecho a un intérprete, a pesar de que
de las calidades de las partes se advierte que todos los imputados eran
dominicanos. Por tal razón en cuanto a este estándar no se cumplió.
En cuanto a este particular la resolución 1733 del 2005, artículo 5 establece:
"Petición. La solicitud para la aplicación de medida de coerción puede ser hecha

74
tanto por el ministerio público como por la víctima constituida en querellante. La
petición debe ser un escrito simple y sin formalidades especiales, que contenga
los datos personales del imputado, un relato sucinto del hecho y su calificación
jurídica con los elementos de prueba que lo sustentan, el tipo de medida que se
requiere y en su caso la solicitud de arresto". Además se establece que: "Artículo
6.Fijación de audiencia y convocatoria. Recibida la petición, el juez de inmediato
procederá a la fijación de audiencia, debiendo el secretario convocar a toda
persona que deba asistir. La convocatoria deberá contener la fecha de celebración
de la audiencia y todos los elementos que permitan al destinatario de la misma
preparar adecuadamente sus medios de defensa o de ataque".
En este aspecto, tratándose de una solicitud de medida de coerción, se debe
agotar aun de manera mínima esta exigencia legal de incluir la enunciación del
hecho antijurídico, las pruebas aportadas, la descripción breve de modo, tiempo y
lugar, y la enunciación de si el imputado está detenido y donde. Tal y como hemos
indicado esta resulta ser una exigencia que el tribunal debe tutelar de manera
efectiva a fin de que el órgano acusador tenga la responsabilidad de ejecutarla.

En este sentido el Articulo 69 de la Constitución Dominicana establece: Artículo


69, Tutela judicial efectiva y debido proceso Toda persona en el ejercicio de sus
derechos e intereses legítimos, tiene derecho a obtener la tutela judicial efectiva,
con respeto del debido proceso.
Además de que esta garantía incluye, como derecho esencial del debido proceso:
el derecho de defensa El derecho de contradicción (derecho a contradecir los
medios de hecho y de derecho de la parte contraria, en igualdad de condiciones,
dando paso al derecho de bilateralidad de la audiencia); el derecho a ser
informado en la forma debida y en un tiempo razonable de los hechos y del
derecho relativos al proceso de que se trate; el derecho a la asistencia letrada; el
derecho a la no alteración de los hechos o del objeto del proceso, lo que implica la
inmutabilidad de proceso en cuanto a los hechos y al objeto de la acción; y el
derecho de prueba, el cual no sólo comprende la oportunidad de todo procesado
de acceder oportunamente a todos los modos de prueba permitidos, en igualdad

75
de condiciones con el adversario, sino, además, el derecho a la exclusión de toda
prueba obtenida en violación a la ley. 51

3.1.7. Presunción de Inocencia.


En lo relativo al derecho del imputado a no auto incriminarse previsto en la
Constitución Dominicana, es preciso establecer se abordará este estándar desde
dos perspectivas diferentes:
Desde el punto de vista de la protección relativa al derecho de no
autoincriminación durante el conocimiento de la vista, lo cual debe ser tutelado
por el Juzgador al realizar las advertencias previstas en la norma a fin de que el
imputado de manera libre y voluntaria decida si ejerce el derecho a declarar o no,
siempre con la indicación de que su silencio no puede jamás ser interpretado
como una admisión de responsabilidad. Y lo relativo a la excepcionalidad de la
prisión preventiva, tomando en cuenta que con su aplicación se afecta a una
persona que todavía se considera inocente. Solo se abordaran estos dos aspectos
a pesar de que esta garantía incluye otra dimensión relacionada a la actividad
probatoria arrojando sobre la parte acusadora la carga de la prueba de la
culpabilidad, lo cual no se abordara en este estudio.

Resoluciones Analizadas: 342.


Imputados que declararon después de habérsele expresado su derecho a guardar
silencio.
Manifestación Fr %Fr
No declararon 191 55.85%
Declararon 145 42.40%
No observado 6 1.75%
Total 342

Descripción grafica de los datos anteriores.

51 Constitución Comentada, Edición Fundación Institucionalidad y Justicia Inc. (FINJUS)Noviembre 2011.

76
No declararon Declararon No observado

1.75%
42.40%

55.85%

El sistema que nos rige en la actualidad tiene la virtud de que las declaraciones
del imputado reciben un tratamiento especial, a fin de preservar la presunción de
inocencia y el derecho a no auto incriminarse, de conformidad con las previsiones,
de la Constitución Dominicana, en tal sentido sus declaraciones operan como un
medio de defensa. En cuanto a este estándar de la presunción de inocencia,
tenemos que de las lecturas de las resoluciones, al imputado se le leyeron sus
derechos y se le hizo la advertencia del derecho de no auto incriminación.
Ha sido fijado por La Corte Interamericana, que el artículo 8.2.g) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos consagra el derecho a no ser
obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, mientras que la
norma del artículo 8.3 del mismo instrumento señala expresamente que su
confesión solo resulta válida en caso de ser obtenida sin coacción de ninguna
naturaleza. Es decir, se establece el principio de la incoercibilidad del imputado
como órgano de prueba.
También es preciso establecer que en los casos en los cuales el imputado decidió
declarar no fueron tomadas en cuenta, ni siquiera enunciadas por el juez en la
fundamentación de la decisión, esto así, porque las decisiones sobre medida de
coerción no se deben fundamentar en estas declaraciones, sino en la
combinación que establece la ley para determinar con lugar o no la existencia de
peligro de fuga y la posibilidad de ponderar otras medidas más idóneas que no
fuera la prisión preventiva. Ha de concluirse estableciendo que se protegió esta
garantía en el total de la muestra analizada.

77
A fin de revisar lo relativo a la excepcionalidad de la prisión y la libertad como
regla, en virtud del derecho a la presunción de inocencia, de acuerdo a la cantidad
de las medidas conocidas en la jurisdicción indicada, pudimos identificar los datos
siguientes: de un total de 342 medidas analizadas solo 69 de estas resultaron ser
de prisión preventiva, tal y como se detalla a continuación:

Medidas de coerción Fr. %Fr.


Garantía-imp. Salida 165 48.25%
Prisión preventiva 69 20.18%
Presentación periódica 68 19.88%
No presentadas 18 5.26%
Garantía económica 15 4.39%
Libertad pura y simple 7 2.05%
Total 342 100.0%

De la información anterior se observa que las medidas de coerción restrictiva de


libertad son mínimas frente a las demás medidas aplicadas.

En torno a este particular la jurista Rosalía Sosa Pérez, en la Constitución


Dominicana comentada, establece de una manera precisa lo siguiente: La
imposición de la medida de coerción tienen una jerarquía específica de menor a
mayor, constituyendo la prisión preventiva el último nivel pendular del conjunto de
medidas la cual tiene un carácter particular porque una vez impuesta la misma
afecta un derecho fundamental que es la libertad personal. La proporcionalidad es
otra característica de la medida de coerción personal, su imposición no puede

78
estar fuera de la esfera del objetivo pretendido, es decir, vinculada a la finalidad
perseguida con la imposición de la medida y el tipo de restricción que se persigue,
observándose el cumplimiento del ítem analizado, en cuanto a la excepcionalidad
de la prisión 52.

3.1.8. Derecho al recurso.

Para medir este estándar se analizó un total de 342 resoluciones y para establecer
el mismo se ha partido de dos vertientes: La primera consiste en determinar lo
relativo a si se hace constar en las resoluciones lo relativo al derecho al recurso y
el plazo para el mismo, y la segunda: Está relacionada con la oportunidad de la
materialización de este derecho por parte del órgano jurisdiccional.

Al revisar lo relativo de la información del derecho al recurso que debe ser


plasmada en la resolución, nos encontramos con que todas contienen esta
previsión, cumpliendo así con este ítem en cuanto al aspecto formal.
Sin embargo, en la búsqueda para verificar no solo la previsión y advertencia, sino
la posibilidad de materialización de la misma resultó que no se cumple de manera
práctica con este estándar, puesto que no se puedo observar que las resoluciones
emitidas en esta fecha y las que conforman la media seleccionada le hayan sido
notificadas a todas las partes en proceso, en un plazo prudente que le permitiera
materializar este derecho.
En cuanto al derecho y acceso al recurso es preciso establecer que corresponde a
la secretaria del órgano jurisdiccional que dictó la decisión hacer las notificaciones
de lugar, pues la notificación de la decisión se formaliza con la entrega física del
documento, lo cual no se ha podido verificar, en tanto no se le ha dado la
oportunidad debida de materializar este derecho, de manera muy especial es
preciso establecer la inexistencia de un protocolo donde se consigne la
notificaciones realizadas, tampoco pudimos comprobar la existencia de copias o
constancia alguna de las indicadas notificaciones, lo cual le causa un agravio a
las partes en el proceso.
52 Constitución Comentada, Fundación Institucionalidad y Justicia Inc. (FINJUS), Santo Domingo, República
Dominicana, Noviembre 2011.

79
3.1.9. Motivación De Las Decisiones

Para verificar este estándar analizamos de manera detallada las resoluciones de


la muestra que son 342, y no pudimos observar una motivación especial o
diferente en relación a los diversos casos conocidos, es por esta razón que en
este punto concluimos estableciendo que no se cumple con este estándar, esto
así, porque, se utilizan formas genéricas para decidir las mismas se fundamentan
en los tres requisitos esenciales que deben tomarse en cuenta para la aplicación
de medida de coerción, sin identificar como se configura en el caso concreto lo
relativo al peligro de fuga requisito básico y esencial a tomar en cuenta para la
imposición de medida de coerción, de igual manera en las resoluciones no se
plasma de manera detallada porque el juez se inclina por imponer una medida o
no. Resulta oportuno señalar que las motivaciones utilizadas en los casos en los
cuales se impone prisión preventiva resultan ser las mismas de las resoluciones
que imponen otras medidas no privativas de libertad, lo cual evidencia una falta en
la coherencia de las motivaciones con la decisión arribada.
En lo relativo a la motivación de las decisiones las medidas anticipadas
contenidas en la resolución 1920-2003, ya enunciada exige este requisito y en tal
sentido se expone lo siguiente: La motivación de la sentencia es la fuente de
legitimación del juez y de su decisión. Permite que la decisión pueda ser
objetivamente valorada y criticada, garantiza contra el prejuicio y la arbitrariedad,
muestra los fundamentos de la decisión judicial, facilita el control jurisdiccional en
ocasión de los recursos; en vista de que la conclusión de una controversia judicial
se logra mediante la sentencia justa, para lo cual se impone a cada juez, incluso
con opinión disidente, la obligación de justificar los medios de convicción en que
la sustenta, constituyendo uno de los postulados del debido proceso.

Así mismo el código procesal penal en su artículo 24 prevé: los jueces están
obligados a motivar en hechos y derechos sus decisiones mediante una clara y
precisa indicación de la fundamentación.

80
Por lo que, a mi entender es fundamental que en estas decisiones se tomen en
cuenta y se pueda identificar los motivos de hecho y de derecho en los cuales se
ha basado la medida, ya que no se trata de repetir los presupuestos legales que
permiten la aplicación de la medida que es lo que ocurre en la actualidad, es decir
se debe expresar las razones y fundamentos de los hechos investigados para
justificar la adopción de la medida, de manera muy especial en lo relativo a la
privación de libertad, pues en este caso se debe especificar por qué entiende el
juez que la única forma de mantener al imputado sujeto al proceso es mediante la
restricción de la libertad.
Conforme el levantamiento de datos no se pudo identificar si los imputados fueron
asistidos por la Defensa pública, o si tenían abogados privados, esto así porque
las resoluciones no contemplaban el dato, en cuanto a clasificación solo
establecen asistencia técnica del o la Lcda. Todas y cada una de las resoluciones
contemplan que las audiencias fueron celebradas a puertas cerradas, por lo que
es este punto se cumplió con la norma en cuanto a la privacidad de las
actuaciones en esta fase, la cual es publica solo para las partes.
Los demás aspectos relativos a la nacionalidad y el derecho a intérprete fueron
abordados en lo relativo al derecho de defensa del cual ya nos referimos.

Conclusiones y Recomendaciones.
En el desarrollo de este trabajo se ha planteado lo relativo a las garantías del
debido proceso y la tutela judicial efectiva enfocada desde el punto de vista de su
protección ante la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del
Departamento Judicial de San Cristóbal durante el año 2012, en lo relativo al
conocimiento de las medidas de coerción, el objetivo general planteado fue la
verificación del cumplimiento de los estándares del sistema interamericano de
derechos humanos, su cumplimiento o no, en la Jurisdicción señalada.
Para concluir estableciendo si se ha alcanzado en la presente investigación el
objetivo general se precisa en primer término desglosar si se han alcanzado con
los objetivos específicos planteados. En el desarrollo del primer capítulo y de la
investigación realizada se concluye que se ha alcanzado con el primer objetivo

81
planteado relativo a identificar porque surgen las garantías mínimas del debido
proceso, y el principio de tutela judicial efectiva conforme las directrices del
Sistema Interamericano de Derechos Humanos y la Responsabilidad del Estado
Dominicano frente a las mismas. En el análisis presentado en el desarrollo relativo
al contexto histórico del debido proceso se ha identificado que el surgimiento de
estas garantías estuvo orientado en generalizar la protección efectiva de los
derechos fundamentales de las personas frente a la ley, en sus inicios existió la
tendencia a una protección meramente en el ámbito penal, pero con la
progresividad de los derechos fueron abarcándose otras áreas tal y como lo
contempla en Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos al establecer en
su artículo 14: Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de
justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por
la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada
contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter
civil. Así como la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, en su artículo
8 que contiene un catálogo de garantías judiciales.
Se ha verificado que en la Republica Dominicana, se ha afianzado la protección y
el reconocimiento de los derechos y garantías integrantes de la tutela judicial
efectiva, lo cual se desprende del contenido de la Constitución Dominicana la cual
establece en su artículo 68: Que la Constitución garantiza la efectividad de los
derechos fundamentales, a través de los mecanismos de tutela y protección, que
ofrecen a la persona la posibilidad de obtener la satisfacción de sus derechos,
frente a los sujetos obligados o deudores de los mismos. Los derechos
fundamentales vinculan a todos los poderes públicos, los cuales deben garantizar
su efectividad en los términos establecidos por la presente Constitución y por la
ley, también el articulo 69 prevé una gama amplia de garantías judiciales, pero
además el artículo 74 de la carta sustantiva que otorga rango constitucional a los
instrumentos internacionales relativos a derechos humanos de los cuales la
Republica Dominicana es parte, y habiendo ratificado aprobado tanto la
Convención Americana Sobre Derechos Humanos, y el Pacto Internacional de

82
Derechos Civiles y Políticos, y otros instrumentos de igual jerarquía orientados a
proteger tales garantías, se ha formado el compromiso de respetar los derechos
humanos, también ha aceptado someterse a la competencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Estos derechos consagrados en la
Constitución plantean lo relativo a la igualdad de todos y toda frente a la ley,
reconociendo dos tipos de derechos, los derechos al proceso y los derechos en el
proceso.
En el segundo aspecto que se analiza en este estudio es lo relativo a examinar las
razones de la transición en la República Dominicana del sistema procesal penal
inquisitorio al sistema acusatorio o de corte garantista, cumpliendo con este
objetivo, pues se analiza de manera precisa este segundo objetivo logrando
extraer del mismo cuestiones básicas y esenciales a fin de entender y afianzar las
razones del cambio de modelo de juzgamiento penal, determinado que las
motivaciones radican en la necesidad de materializar las garantías judiciales
propias del debido proceso, pues el sistema que nos regía violentaba derechos
reconocidos en la Constitución, de manera especial el acceso efectivo a la
justicia, el derecho de defensa y la presunción de inocencia, esto así, por tratarse
de un proceso, secreto, no contradictorio y donde el derecho a la defensa estaba
limitado, este solo encontraba su espacio en la fase de juicio, la problemática era
aún más compleja no existía la separación de funciones, y la tarea de investigar y
juzgar estaba a cargo del juez de la instrucción. Al formar parte la Republica
Dominicana de la gran mayoría de pactos y tratados internacionales de derechos
humanos evidentemente había una violación a las garantías debidas, sobre todo a
las directrices o estándares fijados por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, es por esta razón que para el año dos mil dos se aprueba el Código
Procesal Penal el cual contiene un conjunto de garantías y derechos que deben
respetarse en todo proceso, con la innovación de que la inobservancia de las
garantías prevista en este código acarrea la nulidad de los actos que se realicen
violando derechos y garantías fundamentales.
Se ha comprobado que este sistema protege de manera precisa los derechos de
las partes tanto como el derecho al proceso, como el derecho dentro del proceso,

83
pudiendo las partes accesar a la justicia de manera rápida, efectiva y oportuna,
se identifica la creación Oficina Judicial de Atención Permanente, jurisdicción que
tiene a su cargo a los fines de este estudio lo relativo al control de la detención, a
fin de que los ciudadanos en conflicto con la ley estén en contacto con el juez
natural para determinar si ha lugar que este permanezca privado de su liberad o
no. Esta investigación a través de este análisis ha verificado que la tutela judicial
efectiva no se trata de un derecho en abstracto, sino que es un derecho que logra
garantizar el acceso a un proceso para pedir tutela de derechos e intereses, lo que
permite a las partes ir ante el tribunal a plantear sus pretensiones, y que los
procedimientos y mecanismos establecidos en el código procesal penal hacen
efectiva la materialización de las mismas.
Finalmente con el trabajo de campo que se presenta en esta investigación se
analiza lo relativo al tercer objetivo, orientado a determinar el cumplimiento de los
estándares de derechos humanos en la Oficina Judicial de Atención Permanente
del Departamento Judicial de San Cristóbal en el año 2012, para lo cual se partirá
de verificar si en esta jurisdicción se pudo comprobar que los derechos y garantías
integrantes del debido proceso fueron protegidos de manera plena durante el
conocimiento de las medidas de coerción entradas en el año que se estudia.

El primer estándar que se analiza es lo relativo al Acceso a la justicia y plazo


razonable: En este punto se verificó lo relativo a la oportunidad del conocimiento
de la medida a partir de su solicitud en el tribunal y lo relativo al momento en que
se conoció y decidió la medida. En cuanto a este punto se verificó el
incumplimiento de esta garantía, tal y como se indicó en el trabajo de campo, pues
no se pudo observar que en esta jurisdicción se cumpliera con lo previsto en la
carta sustantiva en el artículo 40, que en torno a la detención, dispone que las
persones privadas de su libertad deben ser presentadas a la autoridad judicial en
un plazo de 48 horas de su detención. Corresponde al Juez o Jueza notificar al
detenido su decisión dentro del mismo plazo, esto es dentro de las 48 horas de su
detención, además de que se violenta lo relativo a los estándares establecidos por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues este estándar ha sido fijado

84
en varias sentencias convirtiéndose en un precedente a observar por los Estados
Parte de la Convención Americana de Derechos Humanos, y ha dicho la Corte
Interamericana: El Individuo que ha sido privado de su libertad sin ningún tipo de
control judicial debe ser liberado o puesto inmediatamente a disposición de un
juez, pues el contenido esencial del artículo 7 de la Convención Americana es la
protección de la libertad del individuo contra la interferencia del Estado 53. También
ha establecido: La protección de la libertad salvaguarda “tanto la libertad física de
los individuos como la seguridad personal, en un contexto en el que la ausencia de
garantías puede resultar en la subversión de la regla de derecho y en la privación
a los detenidos de las formas mínimas de protección legal, aquí se observa una
violación al plazo de las 48 horas establecidas a fin de decidir lo relativo a la
detención. En cuanto al plazo razonable la Corte Interamericana De Derechos
Humanos ha fijado unos parámetros a tomar en cuenta a fin de verificar si se ha
violado o no el plazo razonable y ha dicho: «Para examinar la razonabilidad del
proceso según los términos del artículo 8.1 de la Convención, la Corte toma en
cuenta tres elementos: a) la complejidad del asunto; b) la actividad procesal del
interesado y c) la conducta de las autoridades judiciales. 54, que en este caso no se
observe obstáculo alguno para decidir dentro del plazo de ley.

En lo relativo al estándar de Presunción de Inocencia. Este estándar se midió


Desde el punto de vista de la protección relativa al derecho de No
autoincriminación durante el conocimiento de la vista, lo cual debe ser tutelado por
el Juzgador, además se verificó el cumplimiento del ítem analizado en cuanto a la
excepcionalidad de la prisión preventiva. En cuanto a materialización plena del
derecho a la libertad y la privación de este bien jurídico solo en casos
excepcionales, hicimos un análisis de las decisiones del año dos mil doce tal y
como se indicó y de las conclusiones arribada en cuanto al tipo de medida
impuesta pudimos observar que en esta jurisdicción se toma en consideración la

53 Maritza Urrutia Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2003.
Párrafo 64. Serie C 103.

54Acosta Calderón vs Ecuador, párrafo 105. Sentencia de 24 de junio de 2005, Serie C 129.

85
interpretación extensiva que plantea la necesidad de que la libertad es la regla y
que la prisión preventiva es la excepción, arribamos a esta conclusión partiendo
de los datos estadísticos, ya que de un total de 342 medidas analizadas solo un
total de 69 resulto ser prisión preventiva. Concluyéndose que se protegió de
manera efectiva la presunción de inocencia en la jurisdicción analizada.

Estándar relativo al Derecho al Recurso: Este punto se verificó tomando en cuenta


lo relativo al contenido formal y material de este derecho, es decir la primera
consiste en determinar lo relativo a si se hace constar en las resoluciones lo
relativo al derecho al recurso y el plazo para el mismo, y la segunda: Está
relacionada con la oportunidad de la materialización de este derecho por parte del
órgano jurisdiccional, se concluye este punto estableciendo que el que todas las
resoluciones indican el plazo para la apelación y el derecho que tienen las partes
que no estén conforme a ejercer el correspondiente recurso de apelación,
cumpliendo así con este ítem en cuanto al aspecto formal. Pero no se cumple lo
relativo al aspecto de materialización con le entrega o notificación de la resolución,
por lo que se concluye que no se cumple con el estándar relativo al derecho al
recurso. Violando de esta forma el articulo el artículo 159.1, de la Constitución,
este Estándar ha sido fijado y en múltiples ocasiones por la Corte Interamericana
la cual ha dicho: “Este Tribunal ha establecido que la salvaguarda de la persona
frente al ejercicio arbitrario del poder público es el objetivo primordial de la
protección internacional de los derechos humanos. En este sentido, el artículo
25.1 de la Convención contempla la obligación de los Estados Partes de
garantizar, a todas las personas bajo su jurisdicción, un recurso judicial efectivo
contra actos violatorios de sus derechos fundamentales. A su vez, estos recursos
deben ser sustanciados de conformidad con las reglas del debido proceso legal
(artículo 8.1), todo ello dentro de la obligación general, a cargo de los mismos
Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos por la
Convención a toda persona que se encuentre bajo su jurisdicción (artículo 1.1) La
existencia de esta garantía ‘constituye uno de los pilares básicos, no sólo de la
Convención Americana, sino del propio Estado de Derecho en una sociedad

86
democrática en el sentido de la Convención’. Lo contrario, es decir, la inexistencia
de tales recursos efectivos, coloca a una persona en estado de indefensión,
particularmente al enfrentarse al poder punitivo del Estado” 55

En cuanto al cumplimiento del estándar relativo a la Tutela diferenciada, al analizar


este estándar en el trabajo de campo se verifico que la Oficina Judicial de Atención
Permanente analizada cumplió de manera plena con la aplicación de los derechos
y garantías que protegen y exigen la tutela diferenciada, en sus diversas
manifestaciones pues en esta investigación se comprobó el cumplimiento en
relación con la edad, con la identificación de alguna condición especial relativa a
condiciones especiales tanto de las víctimas como de las o los imputados, y en
todas estas manifestaciones se protegió.

Este punto resulta de relevancia para este estudio en virtud de que la tutela
Judicial diferenciada, origina un trato especial a determinadas pretensiones como
pueden ser los “nuevos derechos” de tercera y cuarta generación, así como
también los ya existentes como aplicar una tutela más acelerada cuando se trate
de personas en desventaja (ancianos, personas con discapacidad, etc.).

De tal manera que la tutela diferenciada permite concebir a la igualdad en el


proceso, por un lado, como un principio general, y, por otro lado, como un derecho
de igualdad de trato cuando una persona se encuentre procesada, en este
sentido la Corte Interamericana ha establecido que: Para alcanzar sus objetivos, el
proceso debe reconocer y resolver los factores de desigualdad real de quienes
son llevados ante la justicia. Es así como se atiende el principio de igualdad ante
la ley y los tribunales y a la correlativa prohibición de discriminación. La presencia
de condiciones de desigualdad real obliga a adoptar medidas de compensación
que contribuyan a reducir o eliminar los obstáculos y deficiencias que impidan o
reduzcan la defensa eficaz de los propios intereses. Si no existieran esos medios
de compensación, ampliamente reconocidos en diversas vertientes del
procedimiento, difícilmente se podría decir que quienes se encuentran en
55 Caso Usón Ramírez vs. Venezuela, fondo y reparaciones, Sentencia del 20 de noviembre del 2009,
párrafo 128. Serie C No. 207.

87
condiciones de desventaja disfrutan de un verdadero acceso a la justicia y se
benefician de un debido proceso legal en condiciones de igualdad con quienes no
afrontan esas desventajas.56

Por su parte las 100 reglas de Brasilia en torno a las personas en condiciones de
vulnerabilidad establece: Se consideran en condición de vulnerabilidad aquellas
personas que, por razón de su edad, género, estado físico o mental, o por
circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, encuentran
especiales dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los
derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico.

Otro de los estándares medidos y que se cumplió con la protección debida fue lo
relativo a la perspectiva de Género en el lenguaje y de tal forma con las
previsiones de la Carta sustantiva que exige: Que todas las personas nacen libres
e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones,
autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y
oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad,
discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o
filosófica, condición social o personal. Además de que se observa que los esfuerzo
del Estado por definir una visión de género está siendo respectada en esta
instancia judicial. Cumpliendo esta estándar Corte Interamericana de derechos
humano ha dicho: A pesar de que los juzgadores deben observar el principio de
igualdad al momento de administrar justicia esto no es un impedimento para que
en determinadas circunstancias se adopten medidas especiales en virtud de la
condición particular de una de las partes, ya sea de la víctima o de los procesados
lo cual se aplicó en los casos observado y conforme la descripción hecha. 57

56Opinión Consultiva N° OC-18/03, del 17 de septiembre de 2003. Condición jurídica y derechos de los
inmigrantesindocumentados,párrafo.121.

57 Caso de las Niñas Yean y Bosico vs. República Dominicana. Sentencia del 08 de septiembre del 2005,
párrafo 141. Serie C 130.

88
Estándar sobre violación a derechos fundamentales, dignidad e integridad de la
persona que se le conoció medida de coerción: En la jurisdicción analizada se ha
comprobado que no se cumplió con este estándar, a pesar de que de las
resoluciones analizadas solo en 4 casos se alegó violación derechos
fundamentales en sus decisiones los jueces no se refirieron a las conclusiones de
los abogados que establecían que los arrestos fueron ilegales, al no dar
respuestas, no haciéndolo constar en la resolución no se cumplió de manera
debida con esta garantía, sobre todo cuando el Código Procesal Penal en su
artículo 224 establece la forma y condiciones que deben rodear el arresto, pero
aún más se trata de una garantía de corte Constitucional al establecerlo el artículo
40 del texto constitucional que nadie podrá ser reducido a prisión o cohibido de su
libertad sin orden motivada y escrita de juez competente, salvo el caso de
flagrante delito.

En torno a las condiciones que deben cumplirse en la detención la Corte


Interamericana ha fijado estándares y analizando las disposiciones del artículo 7
de la Convención Americana De Derechos Humanos y estableció: Esta disposición
contiene como garantías específicas, descritas en sus incisos 2 y 3, la prohibición
de detenciones o arrestos ilegales o arbitrarios, respectivamente. Según el primero
de tales supuestos normativos, nadie puede verse privado de la libertad personal
sino por las causas, casos o circunstancias expresamente tipificadas en la ley
(aspecto material), pero, además, con estricta sujeción a los procedimientos
objetivamente definidos por la misma (aspecto formal). En el segundo supuesto,
se está en presencia de una condición según la cual nadie puede ser sometido a
detención o encarcelamiento por causas y métodos que -aún calificados de
legales- puedan reputarse como incompatibles con el respeto a los derechos
fundamentales del individuo por ser, entre otras cosas, irrazonables, imprevisibles,
o faltos de proporcionalidad. 58.

58 Caso Gangaram Panday Vs. Surinam, Sentencia de 21 de enero de 1994, párrafo 49.(Fondo,
Reparaciones y Costas) Serie C 16.

89
En cuanto al estándar del Derecho de Defensa: Del total de casos analizados se
concluye que en esta jurisdicción no se cumplió con la protección de esta garantía
por los motivos siguientes:

Del análisis de la resolución no se verificó si la asistencia a los imputados fue


dada por defensa publica o defensa privada, a fin de que se pudiera comprobar si
el imputado tuvo acceso a la información de que si no contaba con un abogado el
Estado estaba en la obligación de asignarle un defensor público, no hay registro
de que conjuntamente con las solicitudes se aportaran los elementos de pruebas y
que los mismos le fueron comunicadas a las partes, tampoco se verifica si le
fueron otorgados tiempo y espacio a los abogados para preparse en torno a sus
pretensiones, así como aportar elementos para probar el arraigo de sus
representados o cualquier otra situación. Esta situación resulta contraria al texto
Constitucional pues se dispone en el artículo 69 de la Constitución Dominicana:
Toda persona en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, tiene derecho
a obtener la tutela judicial efectiva, con respeto del debido proceso.
Además de que esta garantía incluye, como derecho esencial del debido proceso:
el derecho de defensa El derecho de contradicción (derecho a contradecir los
medios de hecho y de derecho de la parte contraria, en igualdad de condiciones,
dando paso al derecho de bilateralidad de la audiencia); el derecho a ser
informado en la forma debida y en un tiempo razonable de los hechos y del
derecho relativos al proceso de que se trate; el derecho a la asistencia letrada; el
derecho a la no alteración de los hechos o del objeto del proceso, lo que implica la
inmutabilidad de proceso en cuanto a los hechos y al objeto de la acción; y el
derecho de prueba, el cual no sólo comprende la oportunidad de todo procesado
de acceder oportunamente a todos los modos de prueba permitidos, en igualdad
de condiciones con el adversario, sino, además, el derecho a la exclusión de toda
prueba obtenida en violación a la ley. 59
Finalmente en cuanto a la motivación de las decisiones se determina que no se
cumplió con este estándar, tal y como hemos detallado, lo cual resulta ser
contrario a las garantías y los parámetros fijados por la Corte Interamericana, en

59 Constitución Comentada, Edición Fundación Institucionalidad y Justicia Inc. (FINJUS)Noviembre 2011.

90
múltiples decisiones la cual ha dicho: Las motivación es la exteriorización de la
justificación razonada que permite llegar a una conclusión’. El deber de motivar las
resoluciones es una garantía vinculada con la correcta administración de justicia,
que protege el derecho de los ciudadanos a ser juzgados por las razones que el
Derecho suministra, y otorga credibilidad de las decisiones jurídicas en el marco
de una sociedad democrática […]. [L] las decisiones que adopten los órganos
internos, que puedan afectar derechos humanos, deben estar debidamente
fundamentadas, pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. En este
sentido, la argumentación de un fallo debe mostrar que han sido debidamente
tomados en cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha
sido analizado. Asimismo, la motivación demuestra a las partes que éstas han
sido oídas y, en aquellos casos en que las decisiones son recurribles, les
proporciona la posibilidad de criticar la resolución y lograr un nuevo examen de la
cuestión ante las instancias superiores. Por todo ello, el deber de motivación es
una de las ‘debidas garantías’ incluidas en el artículo 8.1 de la Convención para
salvaguardar el derecho a un debido proceso” 60.
Finalmente se precisa tomar medidas que permitan que en el desarrollo de los
procesos se pueda materializar la aplicación plena de la las garantías estudiada
como integrante del debido proceso, dicho esto porque en esencia se debe evitar
que la costumbre del viejo sistema inquisitivo retorne logrando que los
administradores de justicia se hagan inmune a esta costumbre, debe operar un
cambio real en la materialización y aplicación de la norma, expongo esto por la
falta de fundamentación lógica y real en las decisiones que emanan de esta
jurisdicción, así como procedimientos básicos administrativos que viabilicen y
hagan efectivo derechos fundamentales como: el derecho de defensa y el derecho
al recurso, por las razones ya analizadas e indicadas en el cuerpo de este trabajo.

60 Caso Tristán Donoso vs. Panamá. Sentencia del 27 de enero del 2009, párrafos 152 y 153. (EXCEPCIÓN
PRELIMINAR, FONDO, REPARACIONES Y COSTAS), SERIE C 193.

91
Recomendaciones
A modo de aporte, y de acuerdo a las observaciones en la Oficina judicial de
servicios de atención permanente del departamento judicial de San Cristóbal a fin
de satisfacer las necesidades del usuario, cumplir con las garantías del debido
proceso, y permitir el acceso efectivo a la justicia dentro del marco establecido en
la ley. Entiendo se precisa adoptar medidas que permitan la materialización plena
de los Estándares de Derechos Humanos Fijados por La Corte Interamericana de
Derechos Humanos, a tal fin se precisa:
Crear mecanismos en este Departamento Judicial a fin de que se ejecute de
manera plena la resolución 1733 del año 2005, en lo relativo a la creación de dos
turnos, ya que en la actualidad funciona un solo turno y tratándose de una
jurisdicción grande con una carga de trabajo considerada es preciso adoptar esta
medida, pues en la actualidad todas las solicitudes de medidas de coerción se
reciben solo en horario de mañana y las que entran en otro horario se fija al día
siguiente.
Crear mecanismo que permitan la fijación de la medida tan pronto le ha sido
puesto a disposición el imputado, para lo cual el Juez o Jueza de esta jurisdicción
debe crear condiciones y políticas de trabajo con el personal a fin de que se
cumpla con el plazo de las 48 horas y el plazo razonable de manera efectiva.
Que desde la Escuela Nacional de Judicatura se hagan enlaces con el poder
Judicial a fin de capacitar a todos los jueces de estas instancias en cuanto a la
motivación de las decisiones, pero de manera especial se incluya lo relativo a los
Estándares fijados por la CIDH, y la eventual responsabilidad del Estado ante su
incumplimiento. De igual manera al personal de apoyo que auxilia en las labores
relativa a la redacción de las resoluciones, sobre todo en esta jurisdicción que
existe una abogada ayudante, quien tiene a su cargo auxiliar en las motivaciones
de las decisiones de este tribunal.
Dar Instrucción precisa y efectiva a la secretaria a fin de que para materializar y
proteger el derecho de defensa que las solicitudes de medidas de coerción solo
sean recibidas si están acompañadas de los presupuestos o elementos

92
probatorios que se establecen la sustentan, que inmediatamente se recibe se
convoque a las partes y se le realice la notificación de lugar de las pruebas para
que puedan ejercer el derecho de defensa.
Se debe viabilizar un mecanismo que le permita al tribunal preparar una carpeta o
expediente de cada caso, a fin de conservarlo o remitirlo al tribunal control, dicho
esto porque en la actualidad y conforme el método que se utiliza, tal y como se ha
indicado impide que si eventualmente una de las partes alega que en su proceso
aportó pruebas para demostrar una determinada circunstancia y la misma no se
ponderó o no se hizo mención de ella, o el caso de que las partes aleguen que el
arresto fue irregular y en la resolución se establece que no, o cualquier otra
cuestión relacionada con las pruebas aportadas, este medio no podrá ser
verificado por la corte, ya que la secretaria no conserva registro y el registro que
debe enviarse a la corte debe ser lo que se conserva en el tribunal si la
impugnación viene dada en relación a la prueba aportada.
Crear procedimientos institucionales efectivos a fin de notificar a las partes del
proceso las resoluciones de medidas de coerción, debiendo la Secretaria
conservar constancia por cualquier mecanismo, esto a fin de materializar el
derecho efectivo al recurso.

Incluir en las resoluciones que ordenan prisión preventiva la fecha y lugar donde
ha de realizarse la revisión obligatoria y hacerlo constar en la misma, a fin de que
las partes tengan conocimiento a donde van a comparecer a fin de la revisión
obligatoria o para dar cumplimiento a las previsiones del Art. 239 del código
procesal penal, así, también del derecho que tiene las partes de solicitar cualquier
petición que surja en esta fase.
Finalmente tal y como se analiza los principios y derechos integrantes del debido
proceso en algunos ítem pudieron ser verificados en otros no, las
recomendaciones plasmadas son el resultado de las observaciones de los
estándares que se identificaron no se le dio cumplimiento, se pretende con las
mismas una mayor y mejor efectividad en cuanto a la protección de los derechos y
garantías

93
Referencias bibliográficas
Libros:
 ALMEIDA, Ileana; ANDERSON, Kenneth. Estudios Básicos de Derechos
Humanos, Tomo II. Primera Edición. Costa Rica: Servicio Editorial del IIDH, 1995.
ISBN 9977-962-65-0.
 BARROS LEAL, Cesar; BERRY-KOCH, Ángela. Estudios Básicos de Derechos
Humanos, Tomo III. Primera Edición. Costa Rica: Servicio Editorial del IIDH, 1995.
ISBN 9977-962-72-3.
 BINDER, Alberto; GADEA NIETO, Daniel. Derecho Procesal Penal. Primera
Edición. República Dominicana: Editorial Amigo del Hogar, 2006. ISBN 9945-425-
06-4.
 BREWER-CARIAS, Allan R. Mecanismos Nacionales de Protección de los
Derechos Humanos. Costa Rica: Editorial Mundo Grafico S.A. 2005. ISBN 9968-
917-41-9.
 CASTILLO VIQUEZ, Fernando; RODRIGUEZ LOAIZA, Olman. Convención
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de la Corte IDH. Costa Rica: Editorial Heredia CR, 2013. ISBN 978-9968-757-97-3.
 DIAZ LABRANO, Roberto R; DIAZ DELGADO, Rolando. Tutela Efectiva de los
Derechos Humanos. Santo Domingo: editora Tainos. 2002.
 Espinosa-Saldaña Barrera, Eloy. Jurisdicción Constitucional Importación de
Justicia y Debido Proceso. Ed. ARA Editores 1ra. Edición Lima-Perú, 2003. p. 416.
 Ferrajoli, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal, 6ª ed., Madrid,
Trotta, 2004, p. 564.
 GONZALEZ CASTILLO, F. Derecho Constitucional y Constitucionalismo. Santo
Domingo: editora Corripio. 2010.
 GOLDESTEIN, Mabel. Consultor Magno, Diccionario Jurídico, Buenos Aires:
Editorial Circulo Latino Austral S.A. 2008. ISBN: 978-997-481-13-24.
 MALARINO, Ezequiel; PELLEGRINI, Lizandro. Sistema de Protección de los
Derechos Humanos y Derecho Penal Internacional. Fundación Konrad-Adenauer,
oficina Uruguay. Uruguay: Editorial Gisela Elsner, 2010. ISBN 978-9974-8099-6-3.

94
 MADE, Serrano N. Metodología de la Investigación Científica 2da. Edición. Santo
Domingo: Editorial Santo Castillo. 2009.
 MADE, Serrano N. Diccionario de Metodología de la Investigación Científica.
Santo Domingo: Editorial Santo Castillo. 2009.
 Maier, Julio B.J., Derecho procesal penal, T. I: Fundamentos, 2da. ed., Editores del
Puerto, Buenos Aires 1996.
 MELENDEZ, Florentín. Instrumentos Internacionales sobre Derechos Humanos
aplicables a la Administración de Justicia, Estudio Constitucional Comparado. El
Salvador: Editorial El Salvador S.A. 2009.
Leyes:
 República Dominicana. Constitución Política de la República Dominicana, 26 de
enero del año 2010.
 República Dominicana. Código Procesal Penal. Ley 76-02, 19 de julio del año
2002.
 República Dominicana. Resolución No. 1920-2013, 13 de noviembre del año 2003.
 República Dominicana. Resolución No. 1731-2005, 15 de septiembre del año
2005.
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2005.
Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos:
 Estados Unidos de Norteamérica. Carta de las Naciones Unidas. 26 de junio de
1945.
 Costa Rica. Convención Americana sobre Derechos Humanos. 22 de noviembre
del año 1969.
 Austria. Convención de Viena, sobre derechos de los Tratados. 23 de mayo de
1969.
 Francia. Declaración Universal de los Derechos Humanos. 10 de diciembre del
año 1948.
 Estados Unidos de Norteamérica. Pacto Internacional de los Derechos Civiles y
Políticos. 16 de diciembre del año 1966.
 República Dominicana. Constitución comentada. Tercera edición, Finjus. 2012.

95
 Brasil. Reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en condición
de vulnerabilidad. 04 al 06 de marzo del año 2008.

 Brasil. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer. 9 de junio del año 1994.

Formulario de Captación de datos utilizado para la muestra

GRILLA DE LEVANTAMIENTO DE DATOS

I. DATOS GENERALES DEL TRIBUNAL

Número de Expediente:
Tipo Penal:

96
A) Datos relativos al expediente.
Estándar Acceso a la justicia y plazo razonable.
1. Fecha de entrada al tribunal:
__________________________________________________________________
2. Fecha de fijación de audiencia: ________________________________________
3. Aplazamiento de la audiencia a fin de presentar presupuestos.
Sí________No_________ ¿Cuántos aplazamientos?_______________________
4. Motivos del aplazamiento
__________________________________________________________________
5. Plazo otorgado______________________________________________________
6. Fecha de la Resolución:______________________________________________
7. Fecha de notificación de la resolución: Imputado_________
Victima:___________MP____________
8. Fecha y hora del arresto
_________________________________________________
B) Datos del imputado. (marcar con una x):
Tutela diferenciada.
9. Mayor de edad: Si______ No_____ En caso de ser menor de edad, el expediente
¿fue declinado a la jurisdicción especializada? Sí______ No_______
10. Dominicano_____ Extranjero_______
11. Idioma: español:_______ otro______
12. Estuvo asistido por un intérprete: Si________ No______

97
13. Presenta alguna condición especial de las siguientes: Discapacidad ______
Enfermedad________ Embarazo____ Mayor de 70 años_____ Otra______ No
aplica ______
14. En caso de tener una condición especial ¿al imputado le fue dado un trato
especializado acorde a su condición? Sí_____ No______
15. La víctima presenta alguna condición especial: Sí_______ No_______ En caso
afirmativo, ¿Cuál condición especial presenta? Discapacidad ______
Enfermedad________ Embarazo______ Edad_____ Otra_______
16. En caso de tener una condición especial ¿a la víctima le fue dado un trato
especializado acorde a su condición? Sí_____ No_____
Explique:__________________________________________

Estándar violación a derechos fundamentales, dignidad e integridad de la


persona, derecho de defensa, información a usuarios (marcar con una x)
18. ¿El imputado o su defensa alegó violación a derechos fundamentales? Sí_____
No______
19. En caso afirmativo indicar el tipo de violación alegada de que fue objeto:
Golpes_____ torturas____ malos tratos ____ otros_____________
20. ¿El Juez en su decisión, motivó tal situación? Sí______ No______
21. ¿El imputado fue asistido por un defensor público o privado?
__________________________________
22. ¿Se solicitó aplazamiento para presentar presupuestos? Si_____ No_____. En
caso afirmativo, ¿le fue otorgado? Sí___ No___
En caso negativo, ¿Por qué? _________________________
23. ¿En la resolución se hace constar si las audiencias fueron realizadas a puertas
cerradas? Sí____ No_____
24. ¿fue citada la víctima? Sí______ No______ No aplica_____
25. Estuvo presente la víctima Sí______ No______
26. Si estuvo presente, ¿fue escuchada? Sí______ No______
27. Fue notificada la victima de la resolución de medida de coerción Sí_____ No_____

98
Estándar presunción de inocencia y no autoincriminación, motivación de la
decisión, perspectiva de género en el lenguaje, información del derecho al
recurso.
28. ¿Le fueron leídos lo derechos constitucionales al imputado conforme el artículo
105 del Código Procesal Penal, como es su derecho a declarar, guardar silencio
y no autoincriminarse? Sí_____ No______
En caso negativo, explique:¿El imputado declaró ante el tribunal? Sí____ No____
29. ¿En caso de declarar, sus declaraciones fueron valoradas por el juez para
tomar la decisión?
Sí____ No____
30. Elementos tomados en cuenta para la imposición de la medida:
Existencia de elementos de prueba ______ Peligro de fuga______ La infracción
conlleva pena privativa
de libertad _____ Otra: ______
Especifique________________________________________
31. ¿La Resolución contiene un lenguaje con perspectiva de género? Sí_____
No________
La resolución contiene un lenguaje con términos peyorativos o estereotipados
sobre el imputado?
32. ¿La Resolución indica el plazo de la apelación? Sí_____ No______

99

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