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Josep Javier Prats Marín Lozano Y11D

ADOLFO SUÁREZ. LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA.

INTRODUCCIÓN

La transición es el nombre con el que se designa el proceso de cambio político en España tras
la muerte de Franco, que permite el paso de una dictadura militar a una monarquía
constitucional y parlamentaria. Adolfo Suárez es, junto al Rey Juan Carlos I, el gran
protagonista de este proceso que tiene su punto culminante en la aprobación de la
Constitución Española de 1978 (aún vigente).

Franco muere el 20 de noviembre de 1975. Sin embargo, las bases de la Transición de su


dictadura hacia una democracia en España se habían empezado a asentar unos años antes.

1) En 1969 se aprueba la Ley de Sucesión, en la que las Cortes Generales, a iniciativa de Franco,
designaban como sucesor del General en la Jefatura del Estado a Juan Carlos de Borbón, nieto
del último rey, Alfonso XIII (ya que el padre de Juan Carlos de Borbón, Don Juan no llegó a reinar
al estar Franco al mando). Desde la creación de esta ley, Juan Carlos de Borbón pasa a ser
conocido oficialmente como Juan Carlos, Príncipe de España.

Junto a Franco, y el propio Príncipe, hubo dos personalidades que jugaron un papel clave en la
aprobación de la Ley de Sucesión: uno el almirante Luis Carrero Blanco, mano derecha de Franco
y Vicepresidente del Gobierno; el segundo, Torcuato Fernández Miranda, secretario general del
Movimiento, el partido único en tiempos de Franco de donde procedían además la mayoría de
líderes políticos.

En 1969 el abogado Adolfo Suárez, a sus 37 años, había ido ascendiendo desde puestos políticos
de poca responsabilidad, hasta alcanzar un puesto medio, el de gobernador civil de la provincia
de Segovia. Ese mismo año, entra por primera vez en contacto con el entonces Príncipe de
España (heredero a la jefatura de Estado) Juan Carlos de Borbón.

2) En 1973, por vez primera desde el final de la guerra civil, en 1939, Franco realiza una cesión
simbólica y en el fondo también práctica, de poder. Se mantiene como máxima autoridad,
conservando la Jefatura del Estado, pero deja la presidencia del gobierno al que hasta entonces
había sido vicepresidente, Luis Carrero Blanco, gran valedor de Juan Carlos de Borbón como
futuro sucesor. En diciembre de ese año, sin embargo, ETA asesina poniendo una bomba en su
coche, a Carrero Blanco, y se abren muchas incógnitas sobre el futuro político en España, en un
contexto en el que la salud de Franco está ya muy debilitada.

Suárez, en esos mismos años, desarrolla su actividad política desde un puesto clave para la
influencia en la opinión pública: la dirección de Radio Televisión Española (RTVE), desde la que
da a conocer a los españoles muy favorablemente a Juan Carlos de Borbón.

3) En sustitución de Carrero Blanco, Franco nombra a Carlos Arias Navarro nuevo presidente del
gobierno. Arias Navarro no es una persona especialmente cercana a Juan Carlos de Borbón, y
sus posturas políticas para el futuro sin Franco, cada vez más próximo, son poco proclives a la
evolución hacia un sistema democrático. En 1972 la nieta de Franco, Carmen Martínez Bordiú,
había contraído matrimonio con Alfonso de Borbón, primo hermano de Juan Carlos (y nieto
también de Alfonso XIII), que es más cercano a Arias Navarro y a los planteamientos menos
abiertos a una futura democracia que éste representa. Se desatan rumores sobre la posibilidad
de que la sucesión de Franco por Juan Carlos no esté totalmente asegurada, y que éste pueda
ser sustituido por Alfonso de Borbón.
Josep Javier Prats Marín Lozano Y11D

4) En 1975 fallece Franco, y el hasta entonces Príncipe de España, pasa a ser coronado como
nuevo rey, Juan Carlos I. En un principio, mantiene a Arias Navarro como presidente de
gobierno. Éste nombra un nuevo gobierno, en el que incluye algunos políticos relevantes, entre
los que se encuentra Adolfo Suárez, como ministro Secretario General del Movimiento.

5) En 1976 el rey Juan Carlos, descontento con la poca propensión de Arias Navarro a avanzar
hacia un régimen democrático, le fuerza a dimitir. De acuerdo con las leyes, el nombramiento
de un nuevo presidente debe producirse mediante la elección de un candidato que haya sido
incluido previamente en una terna (tres candidatos) designada por las Cortes Generales. En ese
momento, el Presidente de las Cortes Generales es Torcuato Fernández Miranda, persona de
gran confianza del Rey, que consigue incorporar a la terna a Adolfo Suárez, para sorpresa de
muchos, puesto que no se contaba entre las personalidades políticas de mayor relieve. El Rey
nombra a Suárez Presidente del Gobierno, y rápidamente éste emprende un proceso de
democratización, mediante la Ley de Reforma Política, que será sometida referéndum popular,
y que llevará a la legalización de los partidos políticos y a la convocatoria de elecciones libres.

6) En 1977 se celebran las primeras elecciones libres desde el fin de la II República tras la guerra
civil que se inició en 1936. Cuatro décadas después de las últimas elecciones, los principales
protagonistas de la política del tiempo de la República han fallecido, lo cual ayuda a facilitar el
consenso entre líderes sin rencillas ni odios personales.

Hay dos principales partidos políticos. En el centro-derecha, con jóvenes políticos, por lo general
técnicos y altos funcionarios que han desarrollado su carrera en puestos secundarios en el
régimen de Franco, destaca la UCD, Unión de Centro Democrático, liderada por Adolfo Suárez
(presidente del gobierno). En la izquierda moderada se presenta el PSOE, con unos líderes muy
jóvenes (encabezados por Felipe González, de 35 años), que no han vivido la Guerra Civil. Más
a la derecha de UCD se presenta Alianza Popular, un partido liderado por siete ex ministros de
Franco (conocidos popularmente como los Siete Magníficos), que tiene como líder a Manuel
Fraga. Finalmente, más a la izquierda del PSOE, se presenta el PCE (Partido Comunista de
España), liderado por Santiago Carrillo, que había ocupado posiciones de cierta relevancia en las
Juventudes Comunistas durante la II República.

Las formaciones más centristas, formadas por generaciones que no habían vivido la guerra civil,
la UCD y el PSOE, baten clarísimamente a las más extremas, AP y PCE dirigidas por políticos de
una generación mayor, que sí había vivido la guerra. UCD gana holgadamente las elecciones,
quedándose a las puertas de la mayoría absoluta y Suárez pasa a ser el primer presidente
democrático de España tras la Guerra Civil.

7) En diciembre de 1978, un año y medio después de las primeras elecciones democráticas, los
principales partidos políticos llegan a un consenso (precedido de unos acuerdos conocidos como
“Pactos de la Moncloa”, que contribuyeron a estabilizar la economía española en un contexto
de gran crisis y convulsión social), que permite aprobar la Constitución Española, todavía hoy
vigente.

La Constitución es redactada por siete ponentes que representan a fuerzas políticas todas las
fuerzas políticas relevantes, desde la derecha formada por antiguos ministros de Franco (AP),
hasta la izquierda comunista (PCE), pasando por los nacionalistas catalanes, junto a la dos
fuerzas centrales, que marcan las líneas principales del consenso, UCD y PSOE.

8) En 1979 se convocan nuevas elecciones. UCD vuelve a triunfar, repitiendo los resultados de
1977. El PSOE avanza notablemente y queda configurado como único partido relevante de
Josep Javier Prats Marín Lozano Y11D

oposición. AP y PCE, perdedores de las primeras elecciones, empeoran todavía más su resultado,
pasando a tener una representación casi marginal. En 1980, sin embargo, importantes
discusiones la UCD (formación en la que convivían desde conservadores a socialdemócratas,
incluyendo a liberales y democristianos…), empiezan a cuestionar el liderazgo de Adolfo Suárez.
La brutal actividad criminal de ETA (ver gráfico en presentación), contribuye de forma notable a
crear un clima de inestabilidad política.

9) En 1981 se produce un intento de golpe de Estado, con la irrupción a tiros del Teniente
Coronel Tejero en el Congreso de los Diputados, en el momento en el que se estaba votando la
sustitución, tras su dimisión, de Suárez por Calvo Sotelo como nuevo presidente del gobierno.
Sólo Suárez, su ministro de defensa y Carrillo (PCE) permanecen en pie con gran valentía.

Tras una larga noche sin noticias, el Rey interviene y consigue convencer a los golpistas de que
desistan en su intención. Suárez confirma su dimisión y Calvo Sotelo, uno de sus ministros, es
nombrado por las Cortes nuevo Presidente del Gobierno (como iba a haberlo sido en la votación
que fue interrumpida por el Golpe).

10) En 1982 se convocan nuevas elecciones generales. Suárez abandonado la UCD para formar
un nuevo partido político, el CDS. Los resultados de las elecciones cambian completamente el
panorama político. El PSOE gana, con una amplísima mayoría absoluta las elecciones. La UCD y
el CDS, en el centro, y el PCE en la extrema izquierda, quedan reducidos a posiciones marginales.
Alianza Popular capta la mayoría de votos que han abandonado la UCD tras las luchas internas
que llevaron a la dimisión de Suárez y pasa a convertirse en el gran partido de centro-derecha,
posición que seguirá manteniendo, tras su refundación como PP hasta el momento actual. Felipe
González alcanza la presidencia del gobierno, que mantendría durante 14 años consecutivos.

CONCLUSIONES

El papel de Adolfo Suárez en la transición fue determinante. Tuvo la inteligencia de estar en


lugares clave (como la dirección de RTVE, o la Secretaría General del Movimiento) en los años
previos al momento decisivo, la muerte de Franco. Supo atraer al consenso a fuerzas
frontalmente opuestas (en los pactos de la Moncloa y en la aprobación de la Constitución).
Además, mostró generosidad personal y valentía ante las situaciones de crisis (dimisión a raíz
de las luchas en UCD y defensa de la democracia en el 23-F poniendo en riesgo su vida).

La transición de la dictadura a la democracia en España es un ejemplo que ha sido elogiado


internacionalmente. No era fácil pasar de una dictadura a una monarquía parlamentaria, de
un estado confesional a uno laico, de una organización territorial centralizada a una cercana
a lo federal… Todo ello se hizo en unos años de gravísima crisis económica internacional. Si
bien se le podrán hacer muchas críticas a ella y a la Constitución, la Transición dejó sentado
un sistema que ha permitido un claro progreso, económico, social y cultural de España en las
últimas cuatro décadas en unas circunstancias muy difíciles.

OPINIÓN PERSONAL

La guerra civil, entre 1936 y 1939, es el episodio más dramático de la historia reciente de
España. Nuestros abuelos o bisabuelos la vivieron, y todavía hoy, ochenta años después de
haber terminado, seguimos oyendo hablar de ella y de las heridas que dejó, siendo la llamada
“Memoria Histórica” un tema de relativa actualidad. Hace cuarenta años, con la muerte de
Josep Javier Prats Marín Lozano Y11D

Franco, los recuerdos, tensiones y odios generados por la guerra estaban mucho más vivos.
En 1975 las personas que tenían, alrededor de cincuenta años, habían vivido como
adolescentes la Guerra Civil. La recordaban perfectamente.

La Transición, la reconciliación entre los españoles que estuvieron en los dos bandos de la
guerra, muy pocos quizás queriéndolo, pero todos, queriendo o no, forzados a estar en ella,
era muy difícil. Por ello, creo que una de las principales razones por las cuales se pudo dar la
transición fue ceder el protagonismo a una generación más joven, que no había participado
directamente en la guerra.

El Rey Juan Carlos I, Adolfo Suárez y Felipe González, los tres grandes protagonistas de la
transición, no participaron en la guerra, puesto que eran niños los dos primeros y Gónzalez
aún no había nacido. Pese a que normalmente los puestos de mayor poder han recaído
históricamente sobre gente por lo general mayor dada su mayor experiencia, en España en
1975, afortunadamente no fue así. Esto se confirmó en 1977, con unas elecciones en las que
los jóvenes más moderados quedaron muy por delante que los mayores y más polarizados. Se
intentó crear una España unida, nueva, moderna y parecida a la Europa del momento y se
creó.

El papel de Suárez, actuando de forma pragmática, respetuoso con el franquismo en las


formas y apariencias, pero decidido a favor de la democracia y la reconciliación en el fondo,
fue fundamental para culminar con éxito este proceso que forjó la España que conocemos. Fue
un hombre inteligente, valiente y generoso, que antepuso el bien del país a sus intereses
personales.

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