Sei sulla pagina 1di 215

Título de 1 ~α obra o rig inal :

Han d book of Seventh-day Adven tist Theology

Copyright © 2005 R eview and Herald Pub lishing Associatio n .


55 West Oa k Rid ge Dr ive. Hager stown, Mary land 21740, EE.UU.

Copyright © 2005 de 1α~ traducción en es p año l de


γ Gema Editores.
Asociación Publi cador a Intera m er icana ~
Conte,Dido
I SBN 1-57554-418-0 PÁ G.
Α1 lector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
~ 6

A SOCIAC I Ó N PUBLICAD ORA INTERAMERI C ANA Presentación de 1α~ e dic i ón en español . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7


2905 NW 87 Avenue, D oral , Fl orida, 33172, EE.UU.
Pr es ide nte: Dr. Pablo P e rla
Vice presid en te de Finanzas: Modesto V á zquez Pr efacio .................................................. 11
Vicepres id en te de Producció n : D ani e l Medina
Α.
Vicepresiden te Ed itoria l: Dr. F él ix Cor tés ~
Ed itor de Lib ros: L ic. Se rgio V Coll ins Pr ó logo d e 1α~ e dición en esp añol . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . 17

G EMA EDITORE S
Yácatas 398, Col . Narv arte, 03020, México D .F. L ista de ab reviat uras....................................... 21
Presidente: Dr. Tomás Torres de D ios
Vicepresi dente de Finanzas: C P Ir á n Molina
Μ.
Vicepresi dente Edito rial: Mag íster César May a ~ Alf abetos heb reo y gr iego .................................. 25

G l osario .................................................. 27
Tradu ctor: Dr. Tulio N. Peverini

Α.
Edito res: F é lix Co rtés ~
Se r gio V. Co lli ns La doctrin a de Dios......... . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . 41

Fran cesc ~ Χ . Ge labert


Ferna ndo Zabal a
C ri sto: Su pe r sona y su obra ................................ 145
Diagram ación : Idey o Alo mía L.
La doctrina de l hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
Está prohibid a ~γ pena da p or 1α~ ley 1α~ re produ cción total ~ο parcial de
esta obr a (texto, d iagramació n), su tratamiento informático y su
Ε~ 1 texto bí b lico d e referencia usad o en esta obra es el de 1 ~α Vers i ón Rein a-Vale ra
tran smisión, ya sea e lectróni ca, mecánica, po r fotocop ia ~ο po r cual-
1960 que pu blican las Soc iedades Bíb licas Un idas, y que es la v ersión de base
quier ot r o medio, sin pe rmiso p revio ~γ p or escri to d e los editores.
que se u ti li z a en e l Co m entario b ~τib li co a dvent ista de l sépt imo día. Cuan do ha sid o
Impresió n ~γ encuadernación : necesario usar otras tra duccio nes se indica en cada caso con e l nombre comple-
ΟΡ~ G ráficas S. ~
~ Α ., Bogotá, Col ombia to de 1α~ versi ón ~ο mediante las siglas usuales:
BJ Bib lia de Jerusalén, Editoria l D esc l ée de Bro uwer
Impreso e n Co lombia DHH Dios habla hoy, Sociedades B íblicas Unidas
Printed i n Colo m b ia
ΝΒΕ
~~~ Nueva Biblia esp añola, Ediciones C ristiand a d
1 ~α e dición : octub re 2005 NRV Nueva Reina-Va lera 2000, Sociedad Bíblica Emanuel
NVI Nueva, Ve rsión Internacio nal , Sociedad Bíblica In ternacional
Al lecto r PresentodOn d e la
Moon en espanoi
~~ LA P RE SENC IA de represe ntantes de l mundo entero reu-
ΟΝ
nid os en el Centr o Kenyatta d e N air obi, co n m otivo de 1α~ reu-
C nión d el Concil io Anual d e 1988 de la junta Ej ecuti va de 1α~
A sociac i ón Gener a l, los dirigentes de la Iglesia Adventista d el Séptim o
Día trabaj a ron con afá n, con e l fin de encontr ar l os m edios más e fica-
ces pa ra for ta lecer 1α~ uni da d de una fe ligresía esp arcida p or m ás de
UNCA A N TES habí a n so pl ado ta n fuer tes " vientos d e doc-
220 p aíses, con entornos soci ales y cult ura les muy diver sos. Recono-
Ε1 auge d e 1α~ comunicació n di-
trina" en toda la c ristianda d. ~
c ieron que 1α~ fe y práctica comun es ~α todos, d e importancia vita l pa ra
N gital p one ~α cada creye nte en contacto con to do tipo d e s uti-
1~α i gles ia a postó lica en expans i ón, sig uen sie ndo ese ncial es pa ra l os
les influen cias que d ebe afronta r con segurida d y determinación. La
c reyentes en Cristo que v i ven e n el tiemp o del fin.
única fue rz a capaz de fortalecerlo pa ra hace r frente ~α esta ava lancha
En vista d e 1α~ necesida d expresa da en e l pá rrafo a nterio r, e l Con -
informativa y d e diver sidad de opiniones es una co mprensi ó n c lar a y
cilio recom e ndó la pr e pa ración de una obr a que expusie r a c ui da dosa-
bien funda da de su fe.
m e nte las enseñanz as b íblicas que s uste ntan ~α1 d i námico movimiento
E s p or ell o que e mprendimos, con gra ndes es per anz as, la publica-
a dventista. ~ Υ a quí está aquella obr a. Se re quiri e ron más de d ie z años
ción en español del tomo 12 d e 1α~ Commentary Reference Series, tit ula do
p ara ll evar ~α cabo este pr oyecto, dir igi d o p o r el Instituto de Investiga-
Ha ndboo k of Seventh-da y Adventist Theology. D eseam os que los nobles
Ε1 e dito r decl a ra en s u prefacio que el pr opós ito d e esta
c ión Bí bli ca. ~
objetivos que los dirigentes de 1~α Asociación Genera l se propusieron ~α1
obra es proporcionar, tanto ~α los c re yentes co mo ~α l os estudiosos, una
publi ca r esta magna ob ra e n inglés, se cumpl an ta mbié n e n l os l ecto-
exposició n raz ona da y cent ra da en la fe de estas verda des ta l como l os
res adventistas de le ngua es pañol a.
adventistas d el séptimo día las enti e nde n.
L a difícil ta rea d e pr e par a r el Ha ndbook of Se ve nth-da y Adve nt i st
E sta ocasión ofrece ~α1 In stit uto la opor tunida d de ex presa r su sin-
Theology se le enco m endó ~α1 In stituto d e Investigación Bíblica d e 1α~
cero aprecio ~α Raoul De de re n, quien, co n su si ngula r co mbi nació n de
Asociación Gener al , e l cual tie ne, ent r e ot ros fines s umamente im-
compromiso c ristia no, habilida d teo lógica, equilibrio, tacto y tenaci-
por tan tes, 1α~ responsabi lida d de co labo ra r con 1α~ adm inistr ació n de
da d, t rabaj ó a rduamente p ar a llevar esta obra ~α bue n té rmin o.
1α~ Asoci ación Gene ra l "e n asuntos d e interpretación b íb li ca, d octri-
Dr. George W Reid Ε1 propósito d e 1 ~α obra es ana l iz ar
nas y te ndenc i as d e 1α~ iglesia". ~
Ex director del Insti tuto de Investigación cuid a d osam en te las e nseñanz as ~ο d octr i nas b íb li cas e n que se apoya
Bíblica de 1~α Asociación Ge nera l e l g ran m ovimi ento a dventi sta. Se e li gieron 27 erud itos a dventistas
de todo el mund o, quienes de di car on m ás de di ez a ños ~α la prepa ra-
ción de 28 profundos estudi os con el propósito d e ofrece r, tan to ~α l os
c reyentes como ~α los b usca dores sinceros, un aná l isis y una exposi- La uni da d de 1α~ I gl esi a es d e s uprem a importa nc ia, p orque ti e ne
ción c la ra d e 1 ~α v erda d tal com o 1α~ consi de ran l os adventistas de l sé p- s us orígenes e n la uni cid ad del Dios tr iunο~ que nos ha adopta do co m o
tim o día. s us hij os. Nuestro Se ñor 1ο~ d ej ó b ien c laro en su o ración sace rdotal
(Juan 17) y la I glesia la ha establ ecido como una de s us creencias fun-
Nuestr a iglesia es genui name nte mundia l. Hoy 1α~ feligr es í a está
dam ental es. L a conservac i ón de 1α~ uni da d es res ponsabi lid a d de cada
compu esta p o r unos cato rce mill o nes de m iembros co n una gran d i-
uno de los fieles.
ve rsi dad cultur al y con infinita v ari edad de sensibilida des y costum
L a unidad se manifiesta e n el a m o r que nos vincula con C risto y
bres. En 1α~ Divisió n Inte ra me rica na esta consideración tiene una espe-
unos con otros, así como e n e l conocim iento y 1α~ práctica de 1 ~α doctri-
cia l va l idez, ya que esta realidad so mete ~α 1α~ I gl esia ~α una fuerte pre-
na d e ve rd a d que n os l ib ra d e n oc i ones e quivoca das, pa ra que n adie
sión que podría llevarla h acia e l plur alismo e n 1α~ doctr ina y 1α~ praxis;
nos alej e d e nuestro Señor. Por eso e l objetivo primordi al de esta obr a
es d eci r, la fr agmentación ~ γ 1~α p érdida d e 1α~ unid ad. Los n ue ve tomos
DE NUES TRA FE tienen e l es co nt ribuir ~α 1α~ pr eservació n de 1 ~α uni da d, e n 1 ~α d octri na y e n 1 ~α prác-
previstos de ~~~ ΟGΊΑ:
ΤΕΟ L ~ ~~ F UNDAME N T OS BíBLτCOS
~
tica, en 1α~ comuni da d adventista.
propósito d e evi ta r esa tr age di a espiritual.
L a tr aducción ~α1 español de l o riginal inglés se ha lleva do ~α cabo e n
Por to do e llo, esta Se rie, que esper amos res ulte de uti lid ad pa ra l os
un m om e nto muy oportuno, c uando los re dactores de 1α~ obra or igina l
er uditos e i ntelectua les, no se propone ser únicam e nte una ob ra d e
e n ingl és hab í an detecta do algunos fallos y c i ertas carenc ias en la pri
Ε1 obj etiv o es que los l ecto res en gene ra l , y l os
re fe r enc ia p ar a e llos. ~
mer a edición, y los autores ya hab ían hecho las revisiones pe rti nentes
a dve nt istas en pa rti cula r, que busca n una exp osición y una compren-
e n prepar ación pa ra una nue va edic ión. En consecuencia, la ve r sión en
s ión m ás amplias y profundas de los princi pios fu nd am e ntal es d e 1α~
español , traduci da d e la ingl esa revisada y no impresa to da vía, es 1α ~
teología adventista, v ean satisfechas s us ex pectativas.
más actualizad a en ci rc ul ació n.
N os asaltó, si n e mb ar go, e l temor de que 1α ~ publicación de una Es pe ramos que 1α~ publicación en nueve tomos de esta va liosa ob ra
obr a tan importa nte como el Hand boo of Se k v e n t h - day A dven t ist Theο~ logy, 1α~ haga m ás accesib l e, e n to dos l os sentid os, pa ra l os lecto res de h ab la
p a r a inc lu irl o, solam e n te como to m o 9 d e 1α~ v aliosa y útil serie de l h ispana. C ree mos que así 1α~ p onemos ~α1 alcance de todos los creyen-
Co men ta rio bίb ~ l~τco a dven tista en español, hubie ra podido imp e dir que tes y facilitam os s u a dquisición y su lect ura.
se c umplier a e l propósito que tuvo el Concilio Anual d e 1α~ Asociació n A gra dece mos ~α Se r gio V Co llíns, editor de l os d os pr ime ros to mos,
Genera l de 1988, c ua ndo ord e nó su prep ar ación y publicació n, de que p or s u excelente trabaj o de prepa ración y atención e ditor ial .
alca nz ar a la máxi ma difusión. Qu e Dios bendiga ~α TEOLOGÍ A : FUNDAME NTOS BÍBLI COS DE NUES TRA FE,
ΑΡΙΑ
L o que ~ ~~~ ( A sociación Publi cadora In te r america na) y Gema Edi- p ara que oc up e un luga r de preferencia en 1α~ bib l ioteca de to dos l os
tores se han pr opu esto es que esta inestimabl e ob ra, que está lla m ad a a dventistas hi spanos ~γ los fortale zca es pir itual mente p a ra enco ntra r -
~α s uplir una importante necesidad es piri tua l, ll eg ue ~α cada hogar, ~α se con s u Señor.
cada fa mili a y ~α cada uno d e los miembros d e 1α~ I glesia. Desea mos que Dr. Pab l o Pe rla
sea un mate ria l de lectur a y me ditación, m ás que de referencia. D eben ΑΡΙΑ
Pres ide n te de ~~~~
l eerl o to dos y ca da uno de l os fie les, no únicamente l os pre dica dores Dr. Tomás To rres d e Dios
y los inte l ectuales. L a temp e ratur a mor al y el caos espiritual que car ac- Pres ide n te de GEMA
teriza n ~α esta época babilónica están a fectando negativa m e nte ~α mu-
chos cre ye ntes. E sta obr a está destina da ~α arraigarl os en 1α~ "sana d oc-
tri na" p ar a que mantengan intacta 1α~ "fe una vez da da ~α los santos" ~α
fin de que se prepar e n para 1~α eternidad.
Pr efacio

IV IMOS EN UNA ÉPOCA de rápidos y sorprend en tes cam-


bi os, en to d os los á mbi tos de las id eas y las pr ácticas huma-
n as. Los crey entes adventistas del sé ptim o día tie nen que
enfrentar ~α1 resto de l mundo con una comprensi ón bien fund ad a de su
fe. Por eso l os dir igentes de la Iglesia Adven tista decid ieron p oner ~α
d is posic ión d e la feligresía y d el públi co en gener al un manual b ás ico
co n l as doctr inas y prácti cas fundam entales de los a dven tistas d el sép-
ti mo dí a. Co n 1α~ ráp i d a expansión d el movimiento a dv e ntista prácti-
camen te ~α to dos los p aíses y cul t uras del mu nd o, una obr a de esta
índ o le robustecerí a 1α~ unidad re qu eri da en el ma nd ato de C risto ~α su s
seguidores. Hace más de veinte años se reconoció 1α~ necesida d d e este
proyecto, 1ο~ que co nduj o ~α una te mpra na planificación y ~α al gun os
esfu e rz os p ara lleva rla ~α cabo.
Sin embargo, la e lab oración definitiva d e esta obr a se ~ίηίιίό~~~~~ p o r un
acuerdo d el Conci lio Anual de la junta Ej ecu tiv a d e 1α~ Asociaci ón Ge-
ne ra l, reunida en Nairobi, Kenya. La junta hiz o responsab l e ~ α1 Ins
titu to d e I nvestigación Bí blica (ΙΙΒ
~~ ~ ) d e su prepa ración y contenido ge-
ner al. Rao ul D e de re n fue des i gna d o pa r a servir, baj o los auspicios del
ΙΙΒ , como d i rector del proyecto y ed itor de la ob ra.
~~~
Despu és de una cons ide ración cuid adosa de 1α~ n atur aleza d el ob-
j etiv o y las l im itaciones d e l proy ectad o manua l, se eligie ron a utores
de to do el mundo, no só lo en raz ón de s u er ud ic ión y conoci miento
p asto ra l sin o ta mbién p or s u cap ac i da d pa ra tra duci r su erudición ~α
un lenguaj e y concep tos accesibles p ar a beneficio de lectores no es pe- cada a rtículo está firma do, des de e l principio se aco rd ó que todas l as
cializa dos. Se envió ~α ca da uno d e e llos un conjunto de pa utas, re fe- contrib u ciones estarían s uj etas ~α 1α~ revisión y l as sugerencias de 1α~
rid as ese ncia l m ente ~α1 contenido, e l formato, 1α~ extensión y e l estilo Junta d el Institu to d e Inv estigación B íb lica (JIIB), compuesta p or

e n que d ebí a n escrib ir. cua ren ta mi emb ros pr e domi na ntemente erud itos y que inc luye unos
Ε1 lib r o tiene una tr a m a que trata de h acer justicia ~α tres formas ge-
~ p ocos a dministra dores. P or s u comp os i c i ón i nternacio nal la J1113 fue
ner a les de hab lar sobre Dios y el mundo, ~α saber, las Escrituras, la his- ll ama da ~α actuar co m o portavoz de l c riter io ge nera l .
tori a y e l testim onio de Elena G. d e White. Se p idió ~α los autor es que En ot ras p al ab r as, muchos compa rtie ron 1α~ ta rea d e pl ani fica r y
de dica r an el grueso de s us a rtí culos ~α 1α~ informac i ón bí bl ica, abste- esc ribir este libro, desde l as cons ultas e n e l bosquej o inic ia l, ~α t r avés
niéndose en 1α~ medi da d e 1ο ~ p osible de referir se ~α fuentes no bíb l icas. d e la re dacció n, hasta 1α~ revisión de los sucesivos borra dor es. De a hí
Er a pues una ocasión par a p ermitir que las E sc rit uras hab lasen. D eb ía que este libro no sea si mple mente una co l ecc ión de ensayos esc ritos
seguir un b reve vistazo histó rico de 1α~ doctri na en consi de r ación, y se paradamente p or col abor adores i ndivi dua l es. En rea l ida d, ninguna
después una co mpilación de dec l aracio nes re presentativas d e Elena G. Α m e did a que el texto
secc i ón es fruto de l tr abaj o d e un so lo autor. ~
de White de l modo que e n ca da caso se consi der ase m ás útil. Ve ndría avanz aba ~α tr a vés d el proceso editorial y l as co ns ul tas, to das l as p ar-
por últi m o una b ibliografí a, ~α sabe r, una corta lista d e ob ras usa das tes d e la ob r a, y ésta como un todo, se beneficiaron de este enfoque
por el autor y cons id era das útiles pa ra una investigación ul terio r de l coope r ativo.
tema. La p arte escriturístíca de cada artíc ul o co nc lu i ría co n unas p ocas Cabe decir qu e el e quipo de tr abaj o co mpleto, es d ecir, a utores y
observaci ones re ferentes ~α implicaciones prácticas p a ra la vid a cristia- mie mbros d e 1α~ JIIB -muchos d e l os c ua les e ra n autores también-
na cotid iana, exce pto c ua ndo el tema en sí se refiriese ~α e lla, como en e ra ge nuinam ente internacional, con r e prese ntan tes d e muy diversos
el caso de 1~α condu cta y e l estil o de v i da cristi anos. p a í ses: Al e ma nia, Argentina, Australia, Au stria, Ba rba dos, B élgica,
D eb ía usa rse [en 1α~ e dición o riginal en i nglés] el texto de 1α~ Revised Brasil, Canadá, C h i le, Colombia, Corea, Dinama rca, E sta dos Unidos,
Sta nda rd Vers ion en l as citas d e l os p asaj es b íb licos. Todos l os térmi nos Fr ancia, G ha na, Holanda, India, J am aica, Noruega, Pue rto Rico,
hebreos y griegos serían tr ansliter ados en caracteres l ati nos. ~ Υ no lle- R ei no Unido, Sudáfrica y Urugua y. As í qu e l os au tores esc ribi eron
va ría notas ~α pie de página ni ~α1 final d e los artículos. esta obr a p ar a lectores de tod o el mundo.
A unque en a l gunas pa íses 1α~ te ndencia actual es la de usar un l en- Ε1 obj etiv o co ncr eto del e quipo e dito ria l y l os a utores fu e elabo r ar
~
guaj e que abarque a mbos sexos, e l hecho de que más d el nove nta p or una obr a de re ferencia esc rita con un espíritu de l ealta d incondicio-
ciento de l os adventistas viv an donde no se habla ingl és, ~ ο ésta no sea nal ~α l as Esc rituras co m o 1α~ Pa lab ra escr ita de D ios. L a es pe ra nz a
m ás que su segunda lengua, nos induj o ~α seguir las p autas tra dicio- ex pr esa e r a que estas p ágin as resulta ran fru ctífe ras p ara 1α~ reflexió n
na les y no se r dem asiado exigentes en eso. pe rsonal e n 1 ~α fe y e n 1α~ pr áctica. No tení a n el propósito d e que fue-
Por otr a par te las referenci as cruz ad as, un glosa rio y los es quemas r an un ej e r cicio en teo logía es peculat iva. Aquí no se expone e l punto
inicia les de cada est udio d octrin al aumentarían 1 ~α uti li da d de esta ob ra. de vista p ar ticula r de n inguna tendencia d e l pensam iento a dven tis-
Los 28 artículos que forman e l Ha ndboo k se h an ido e labora ndo ~α ta. Lo que se prese nta en estas págin as es a mpliam ente representati-
~ la rgo de unos diez a ños. Cua lqu ier a que haya tenido que coordi-
1ο vo d e 1~α co rriente principa l de 1α~ teologí a y 1α~ e rud ición bíb lica
nar 1α~ l abo r de d os docenas d e teó logos espa rcidos por todo e l a dventista e n 1α~ Igl esia Adv enti sta mundial . É sta es una obr a d e teo-
mundo inm e rsos en s us ob ligac iones académicas, sus tareas d e l ogía const ru ctiva, basada en 1α~ Bib li a y centra da e n C risto, que t rata
investigación y sus años sabáticos, comprende rá que una ob ra d e d e presenta r e l to do en términos de 1α~ ínterrel ación de cada una de
esta natur ale za no pue de produci rse de un día p ar a otr o. Aunque s us pa rtes, y las pa rtes sie mpre e n té rm inos de s u rel ació n mutua y
d e esta magnitud ha requ erido mu c ho trabajo meca nogr áfico y otras
con el to do. E sta obr a no se prepa ró teniendo en cuenta ún icamente
ta reas auxi l iares. Cada artículo hubo que red actarlo y corregirl o
α1 erudi to y ~α1 es pecialista -aunque se esp era que l es resulte úti l-,
~
muc has veces antes de que fuer a enviado ~α la imprenta. En re l ación
sino más bie n ~α1 l ecto r m ed io que busca una exp osic i ón asequible de
con esto corresp ond e agra decer e n forma esp ecial ~α nuestro e q uip o de
l os datos pe rtinentes rel aciona dos con l os princ ipios fu nda mental es
fieles secretarias y en particular ~α 1α~ especialista en ed ició n electrónica
d e la teol og ía adven ti sta. Pr oporci ona 1α~ información que este lector
y diseña dor a, M a rtha Lunt. Merecen también es pecia l gratitud Rober t
p o dría esp er ar : ra z onab leme nte ab arca nte y profund a.
J. Kί~nney y Te d ~ Ν. C. Wilson, presiden tes de la R e v iew a nd Herald
Puesto que 1α~ fe cristia na es tan rica y con sid er a nd o qu e el público
Publ~ίsh ~ί ng Assoc iation, por su interés constan te en 1α~ ob ra. Estamos
~α1 que se dirige es tan div e rso, algu nos l ectores quizá desearía n en-
asimismo en d eu da con N ancy W de Vyhmeiste r y e l e quipo edito ria l
co ntrar una presentación m ás co mpleta ~ ο con otro en fo que de cual-
de la Review and Her ald, y en es p eci al con Richard W. Coffen, vi ce-
quiera de los te mas; y es razonab le qu e así sea. Algunos lame ntará n
presidente, y J a mes Cανί1
~ ~~ y s us asoci ad os, qu ienes dirigieron con habi-
que a lgo se excluyó, qu e ~α una parte se l e con ce di ó d e mas i ad a aten-
lid ad y profesionalismo e l la rgo y laborioso proceso de revisión y
ción, ~ ο que ~α otra se le d io un énfasis inadecuado. Más de una vez qui-
correcció n d e los origina les.
simos qu e se an a liz a ran más en deta lle a lg unas imp o rtantes d ec la ra-
ci ones escriturísticas, hi stóricas ~ο de Elena G. d e White. P ero resultó
imp osibl e d ar un tr atam ien to compl eme ntari o ~α a lgunos asp ectos con- Dr. Rao ul De deren
cretos ya que hubiéramos tenido qu e hacer amp liaciones d es prop o r- Profesor em éri to
cion adas de esp acio. Una obra de referen cia, aun d e este tamaño, tiene Un ive rsidad A ndrews
su s limitac iones.
[ E stos nueve tom os] no se publican con 1α~ idea de que sean al go
d efinitivo, sino, m ás b ien, con 1α ~ esp eranz a d e que se usen en los hoga-
res adven tistas y no adventistas, en l as aul as y las bibliotecas, y asi
mismo en l as oficin as pastora l es, com o un ma nu al d e referencia acce-
sible y práctico p ar a obte ner información sob re diversos as p ectos del
p e nsamiento y 1α~ práctica a dv entistas.
Nos resta 1α~ gr ata tarea d e agradecer ~α1 amplio e quipo que de
div e rsas maneras ha contribuido ~α 1α~ creación de esta obra. E s posib le
mencionar por n ombre só lo ~α unos p ocos d e ellos. Primeramente, mis
asociad os inmediatos: Na ncy W. de Vyhmeister y el e quipo del ~ΙΙΒ ~~
b ajo 1α~ dirección d e George W Reid. También d ebier a ser ob via 1α ~
deud a con los 27 au tores qu e di eron tan generosamen te de su tie mp o
y de s u saber. Debie ra asimismo de dica r unas pa l abras de especial
reconocimiento ~α los mi e mbr os de la junta Ej ec utiva de la Asociación
Gener al que originaron este pro yecto. Sin su insp ir ación y constante
a poyo no habría existid o e l Ha ndbook of Seven th-day Adven t ist Theology.
Fi n almente, corresp ond e expresa r una p al abra de gratitud por una
ayud a de otro tip o. D e más está decir qu e la pr oducción d e una ob ra
Prologo d e la edirion
e n español

Α
~ IGLESIA TIENE 1α~ constante neces id ad de profundiz a r su
co mpr e nsió n de las enseñan zas bíb licas y de h acerlas re leva n-
L tes en e l contexto en e l cual procura llevar ~α cabo su misión.
Nu estro Señor J esuc risto f ue un as iduo est udiante de las Esc ritur as y
su exposito r más a uto riz ado. Su co nocimiento de ell as, al igual que la
autor idad con que develaba s u contenid o, asombrar on ~α l os maestros
j udíos en e l Templo y restaura ron la fe de dos de sus discípulos en e l

camino ~α Emaús. Su ministerio se caracterizó de principio a fin por


una a dhesi ón constante ~α 1α~ v ol untad de Dios revela da e n s u Pal abr a.
Esa m is ma actitud hacia la Pal abr a de Di os definió e l ministerio d e los
apósto les dura nte el d esa rrollo de la iglesia cristia na. Sus escritos
bíb licos se halla n repl etos d e re ferencias directas ~α1 lenguaj e de l
Antig uo Testamento. S u criterio d e 1ο~ que es 1α~ verda d se fu ndaba en
1α~ re vel ació n de Dios en s u Pa lab r a y en la interpretación que d e e lla
hicier a el Señ or.
La Igl esia Adventista se ha caracterizado ~α 1ο ~ largo de s u historia
p or e l mis m o interés que Jesús y sus disc ípulos m anifestaron en 1α~
doctrina bíbli ca. Sin nega r el valor de la contribuc i ón que h acen ~α1
conocimiento humano los dife rentes campos d e l saber, 1α~ I gles i a ha
reconoci do 1α~ Biblia -siguiendo 1~α tradición bí blica y protestante-,
com o 1α~ norm a infalible de fe y pr áctica. Na da d ebería al arma r m ás ~α
los líderes d e 1α~ igl esia, ~α los ministros d el evange lio, que observar e n
1α~ vid a d e los miembros un posible des interés en el estud io de 1α~
Biblia.
TE OLOGÍA : FUNDAMENTOS BfBLICOS DE NUES TRA FE, procura man tene r
nido de ca da capítulo, hace que esta obra teo lógica sea más v aliosa y
vivo el in terés a dventista en l as Escritur as como norma d e fe y prácti-
digna d e confianza que otras que no ha n sido sometidas ~α ese proceso
Α cad a uno d e los que contrib uyeron en 1α~ preparación de esta ob ra
ca. ~
de análisis riguroso.
se le solicitó que examinara y d esarrollara e l tem a que se le asignó ~α 1α~
Reco mendam os esta ob ra d e teología ~α los lectores adventistas d e
p enetrante luz de 1α~ Biblia. De ahí que cada capítulo contenga un lengua española con 1α~ esperanza d e que contribuya ~α1 d esarrollo
número elevado de referencias b íb licas utilizadas p ara sustanciar los
bíb lico y teológico de la Iglesia e n los p aíses hispanos. Oramos p ara
argumentos que emplearon y las conclusiones ~α las cuales arribaron.
que D ios bendiga este proyecto, que encienda un reno vado interés e n
E sta obra establece más allá de toda duda 1ο~ que 1α~ Iglesia siempre ha el estudio de 1α~ Biblia en 1 ~α v ida de 1α~ Iglesia m ientras aguarda el retor-
soste nido: que sus d octrinas se basa n excl usivamente en 1α~ Pa labra d e
no en gloria de su Señor.
Dios.
Los nueve tomos d e esta obra se ponen ~α disposición de 1α~ iglesia Dr. Ángel Ma nuel Rodríguez,
hispanohablante, no sólo ~α fin de reafirmar el fundamento bí blico d e Director del Insti tu to de Investigación B ib lca
nuestro m ensaj e, si no también para contrib uir ~α la mad urez teológica de 1α~ Asociac i ó n Gen eral
de los creyentes. Tradicionalmente los a dv entistas han compartido su
mensaj e por medio d e estudios bíblicos. Aquí se preserva ese interés
en el estudio bíb lico, pero se 1ο~ acompaña d e una seria reflexión teo-
lógica en un esfuerzo por profundizar 1α~ comprensión del mensaje y
1α~ misión de 1α~ Iglesia.
L a traducción del Ha ndbook of Seve n th -day Adventist Theology ~α1 ~ί dίο-
~~
ma español, y con el tiempo ~α otros idiomas, contribuirá ~α 1α~ preser-
vación de la unidad doctrinal y mίsionológica
~ de 1α~ Iglesia alrededor
del mund o. E ste volumen fue intencionalm ente preparado p ara refle-
j ar el pensamiento doctrinal de 1α~ Iglesia Adventista mundial, y por 1ο~
tanto no se a linea co n posiciones p a rticularístas que pueden encon-
trarse ~α1 margen del pensamiento adventista.
D ebe ac lararse que d ebido ~α que el manual de teologí a e n inglés no
fue sometido ~α votación en un congreso de 1 ~α Asociación General, no
se 1ο~ debe co nsiderar como una exposición oficial de la doctrina, el
pensamiento y el estilo de vida adventistas. Aunque su contenido no
es infalible, ni ta mp oco intenta establece r una uniform id ad de pensa-
miento en l os detalles de las exposiciones; esta obra teológica repre-
senta en form a equilibrada y apropi a da 1α~ d octrina y 1α~ teología
adventistas.
El h echo de que el Comité d el Instituto d e Investigació n Bíb lica d e
1α~ Asociación General h aya invertido incontables horas dura nte un
período d e alr ede dor de diez años, examinand o y eva luando el conte-
[isla de firevialuras
OBR AS DE ELEN A G. D E WH ITE

AF C Afin de conocerle
ATO Alza tus ojos
CC Ε1 ca mino ~α Cri sto
~
CD Ca da día co n Dios
CE Ε1 co lp or to r e va ngé lico
~
cm maestros, padres y alumn os
Co nsejos pa ra
CM C Consejos sobre mayordomía c rist ia na
CN Co ndu cció n de l niño
COE S Consejos sobre 1α~ obra de la esc u e la sabát ica
CRA Co nsejos sobre el régi men alimen tici o
CS El co nflicto de l os s ig los
CSS Co nsejos sobre la sa lud
DMf El d iscurso maestro de Jes uc r isto
D TG Ε1 Deseado de todas l as gen tes
~
Ed La edu cac ió n
EUD Even tos de los úl tim os días
~Εν~ Ε1 eva ngeli s mo
~
FO Fe y obras
FV La fe por 1 ~α cua l vivo
HC El hogar cri st ia no
ΗΑρ
~~~ Los hechos de l os apóstol es
ΗΗ
~~ Hijos e hijas de Di os
HR La historia de 1α~ reden ción
LC En l os luga res celestia les
ΜΒ
~~ Ε1 ministerio de la bondad
~
MC Ε1 ministe rio de curació n
~
1, 2M CP Men te, ca rácter y p e rsona lida d, t. 1, 2
1-3 M S Men sajes sel ectos, t. 1-3
MG D La ma ra villosa gracia de D ios O B RAS CITADAS Υ
~ D E REFEREN CIA
mi Mensajes p a ra los jó venes L as obr as d e 1α~ Bibliografía de cad a artícu lo se citan en el texto con e l no mbre del
autor en letra redond a seguido de 1α ~ página. En camb i o l as referencias d e obras clá-
MVH Mi vida hoy ~ P atrístíca (Agu stín, Ireneo, Justino, Orí genes, Tomás d e Aquino, etc.) y d e
sicas de 1α
ΝΒ
~~ Notas biog ráficas de Elena G. de White los Reform ad ores (Lute ro, Calvín o, Armíní o) se d an p o r l ibr o ~ο sección, p árr afo,
ap a rtado y subaparta do ~ υ otr os tipos de divisiones y subdiv isiones con sagr ad as p o r
NE V Nuestra elevada vocac ión
el uso; de modo que el l ector pued a acce der ~α l as fuentes fácilm ente consultando
ΟΣ
~~ Obre ros eva ngélicos ο
c ualquie r edición ~ο tra ducción . En algu nos casos se adj un ta 1α~ página d e 1α~ edició n ~
ΟΡ
~~ Σ1 ot ro poder
~ recop ilación, como en el caso d e ~ ΑΝΕΤ,
~~ ~ AN F γ
~ N P NF.

PE Prim e ros escritos


ΡΡ
~~ Patria rcas y profetas ΑΝΕΤ
~ ~~ ~ A nc ien t Near E astern Texts Rel ating to the O ld Testa m en t.
James ~ Β. Pritchard, e d .
PR Profetas y reyes
Princeton : Pr inceton U niversity Press, 1969
P VGM Palabras de vida del gran Maest ro
ANF Th e A n ti-Nicen e Fathers
SC Servi cio cristiano
Alexand er Rober ts γ
~ J ames D ona ld son, eds.
SV ¡Mara nata: e l Se ño r viene!
Nuev a York : Christia n Literat ure Co., 1885-1887
TCS Testim onios acerca de conducta sex ua l, a dul te r io y divorcio
AR Adven tist Review
Te La tempera ncia Au stralas ia n Unio n Confe ren ce R ecord
AUCR
TM Test i mo n ios pa ra los m in ist ros BE Bib le Echo
Τ
1-9 ~ Testim onios p ara 1α~ iglesia B TS Bib le Tra ining Sch ool
VC Vida e n e l ca mp o 1-7C BA Comen tario bíblico adven t ista d e l sép tim o día, 7 to m os
Fra ncis D. Nic h ol, ed .
O B RAS D E ELEN A G. D E WH IT E EN I N G LÉ S Mountain View, Californi a: Pacific Press, 1981-1990
E stos lib ros qu e se citan ~ο se han usa do en 1α~ pr e pa ración de ~~~
ΤεοLοG1Α:
~ ~ F UN DAMENTOS CF OF The Co nditiona l ist Fa i th of Our Fathers
BíBLτ~ cοs
~ DE NUESTRA FE tod aví a no se ha n publ icad o en espa ñol .
Ε. Froom
LeRoy ~
Washington , D.C.: Review and He r ald, 1965, 1966
1888 Material s Ellen G. Whi te 1888 General Co nfe ren ce Material s
GC B Genera l Conference Bulletin
MR Ma nu scrip t Releases
GH Gospel He ra ld
HL Hea l thful L iv ing NPNF-1 Th e Nicen e a nd Post-Nicene Fathers, 1' serie
SAT Serm on s a nd Ta lks Philip Schaff, ed.
1-4SG S pir it ua l G ifts, t. 1-4 Nuev a Yo rk: Christian Literature Co., 1886-1889
SL The Sa nctified Life NPNF-2 Th e Nicen e a nd Post-Nicene Fat hers, 2' serie
S LP Sketches Fro m the Life of Paul Philip Schaff y Henry Wace, eds.
1-4S P Th e S pirit of Prophecy, t. 1-4 Nuev a York : Christia n Literature Co., 1890-1899
SW Th e So u thern Work PFO F The Prophet ic Faith of O ur Fathers
LeRoy ~Ε. Froom
Tod as l as obras Elena G. de White se citan con estas sigl as en l r
et a c ursiva, p ara evi- Washington, D.C.: Review and Herald, 1946-1954
ta r p osib les confu siones con otras refe ren cias ~
ο siglas. Las siglas de los lib ros de PUR Pacific Union R ecorder
Ele na G. de Whi te van precedidas de l número de l tomo -cu ando se trata d
e una QOD Seven t h -day Adven tists An swer Qu esti ons on D oct rin e.
ob ra en varios to m os- y segui das d e 1α~ p ágina d e 1α
~ edici ón más común , que en 1α~
mayoría d e los casos co rres pond e ~α 1α
~ Biblioteca de l Hogar Cristia no (BHC). Washingto n , D.C.: Review and H e r a ld, 1957
RH Review a nd Herald
ST Signs of t he Tim es
TDNT Theologica l Dictionary of t h e New Testa men t.
G. K íttel y G.Frie dr ich, eds. Altabelos h e br eo y gr iego
G rand Ra p ids: Eerdmans,1964-1976
ΥΙ
~~ You th 's In structor Alfabeto h ebreo
11 ____
= η~
~ r
*T -- = d
Υ A BREVIAT U RAS
SIG LAS ~
A gen cia d e Desarrollo y Rec ur sos Asistenciales
= ~ή .τ
~ = h -- k ν =
~ tv
=s
Τg_
ADRA .k οWap
~ - W~

AG A sociación Genera l (Gen e ra l Co nferen ce) d e los AS D =- b 1


ASD Adventista del sé p timo día ~Τ = ~
Ζ `ι~ =! ρ
9 °~ Tt =t
3 =g
ΑΤ
~~ Antiguo Testa mento
= m
c. α
(cir ca) en torno ~ g
cf. (confe r) véase γ cómp a rese con
~ η p =q
`t = d tι~ t 3 =~
DIA Div is i ón Inte ra m e r icana d e los ASD
DNA Div isión Norteamericana de los ASD
DS A Div isión S ud ame r icana d e los ASD
g r. gr iego
heb. hebreo
Acentuació n d e l as voca l es m aso r éticas
lat. latín
. ρ
=~
LXX α1
Sep tuagin ta (traducció n ~ g riego de l ~~
ΑΤ hebreo) χ ~~
~ Σχ _ ~0Cιά~~ l sbcwa) = °
.. (Υ
m. muri ó
σ
=~ .. .,
n. nació
ΝΤ
~~ Nuev o Testamento
=e
, = ~ϊ = ~
υ
. ti
Refere n cias cruzad as inter nas 1=Ú
= ο
,; = ~
Las remi siones (referencias cruz a d as) in ternas d e ~Τεο οcí ~~Ει : FUNDAMENT OS ~Β í ~~~
~ ~ L~ Βιιcο
~ s DE
NUESTRA FE, fund amen ta l es pa r a 1~α mejor compren sió n en el ma rco teo lógico a decu a-
do de cad a tema, y que ap ar ecen en t re pa ré ntesis, se da n básica m ente as í:
J Con núm eros ro m a n os, que pu e den i r seg ui dos d e letras mayú sculas, y en al g un os
casos d e cifras a rábigas y let r as minúsculas (por ej e mplo: V, 111. A, VII. B, VIL C. 2, Alfabeto g r iego
V II. C. 5. d), remiten ~α otro a p arta do y / ~ο su bap artad os d el m ismo a rtíc ul o, con-
fo rme ~α1 es quema que fi g ur a sob re fondo gris ~α1 pr incipio de ca d a uno d e los a r- ζ
~
τ λ1
~ 1
η
a =a ~
tí c ul os (capítulos). ~ Ρ =r
~ Χ _ ch
~
./ Con a l gún tít ulo a b re viado (p o r ej empl o: Sa lvación ~Ι. ~
Ε ., Pecad o V), e n c uyo caso se 13 b 45 µ
rem ite ~α1 a pa rta do ind ica do del ar t ículo corres p o nd ien te. Ca da artíc ul o se cita co n
el nombre ab re v ia do con la p a lab ra más r e presen tativ a d el tí tul o corresp o ndien te. Υ
~ 8=th ν = ~
~ η al, Ψ =~
~ ρ$
αg
-~ ~τ =t
.1 Con indicación de l tomo (p or ej empl o: Ver Re v el ació n / In sp iración, tomo 1), c ua n-
ι
~
=i
~ξ = ~Χ ω = ~ό
~
do se r emite ~α un tomo d e los nuev e de 1 ~α se rie ya publicad o. __~ e
En los casos e n que la re misión va precedida d e "ve r" s ign ifi ca qu e es necesar io ac ud i r 0=
ξ
~ κ =k
~
~α 1 lu gar ind ica d o pa ra ac la ra r ~ο completar 1 ~α ex posic ión del te ma en c uestión .
Glosa r io

STE GLOSARIO no tiene el propósito de prop o rcio na r i nfor-


m ación nove dosa ~ ο una mayor prec is ió n. Puesto que el signifi-
cado de 1α~ may oría de los té rmi nos se d a en el texto mism o,
pub lica mos e l glosari o princip alme nte p ar a be neficio d el lecto r y co-
mo un instr umento p ar a refresca r r ápidamente la memori a. Las d efi-
nicion es refleja n el sign ifica do de estos térmi nos según se usan en las
páginas de TEOLOG ÍA: FUNDA MENTOS BÍBLICOS DE NUESTRA FE.

Alta crítica Es el término que se aplica ~α 1α~ crítica h istórica


y liter aria de 1α~ Biblia. Esta crítica está básica-
m e nte interesad a en las fuen tes liter ari as y los
estilos de l as Escrituras, así co mo en la paterni-
dad de cada libro.

Antro pología De l gr. a n throp os, "h ombre", y l ogos, " d isc urso".
En teo log ía es e l est udio d el origen, la n atura le-
za y el d estino de l ho mbr e, en con tr aste con el
estud io d e Dios ~ο d e los ánge les.

Colemión de lib r os y secciones de libros no in-


c l uidos en el Canon j udío n i e n e l protestante
pero admitidos por la Iglesia Católica Romana
bajo el nombre de libros d eutee rocanónicos.
Arameo Lenguaj e semítico usado extensamente en el Método d e estudio bíl~iko empleado ,-para
Cercano Oriente d esde l os inicios del dominio ión revelar el que se supone que es el último, nivel
asirio y babilónico. Hablado por los j udíos du- de tradición usada por el redactor en la compo-
rante y después del exilio babilónico, el a rameo sición, por ejemplo, de las evangelios.
era el idioma v ernáculo en Palestina en los días
de Cristo.
Crítica M étodo de estudio empleado para revelar las
de las fuentes supuestas fuentes implícitas en el texto de 1α~
Uja crítica Se llama así ~α la crítica textual de la Bib1í~ε~
α es E scritura.
decir, el estudio del texto de las Escrituras para
determinar, hasta donde sea posible, qué escri- Critíca histórica Método que intenta verificar la veracidad de las
bieron realmente los autores inspirados. Escrituras y comprender su significado sobre la
base de los principios y procedimientos de la
B initaríanismo Creencia de que hay sólo dos p ersonas en 1α~ ciencia hístórica-secular.
Deidad, ~α saber, el Padre y el Hij o.
Deismo Sistema de pensamiento que defiende 1α~ reli-
gión natural y 1α~ existencia de Dios sobre 1α~
Canon αηση
Del gr. k~~ ~~, "vara para medir". Listón que
base de 1α~ r azón humana y las leyes de 1α~ natu-
sirve como una regla ~ ο vara de medir. En el len-
raleza antes que mediante 1α~ revelación y las
guaje cristiano el término se refiere ~α la lista de
enseñanzas d e una iglesia.
los libros aceptados como inspirados que c ~οm-
ροηeη
~~~ ~ las Escrituras del Antiguo Testamento y
del Nuevo Testamento. es mitolo- Método de interpretaciό ~n del Nuevo Testamen-
gizacián to creado por Rudoif ~~ Βι l tmann (1884-1976).
Insiste en la necesidad de despojar al Nuevo
Catolicismo F e, adoración y práctica de los cristianos en Testamento, especialmente ~α los evangelios, de
romano comunión con el obispo de Roma. ο que considera aspectos y relatos mitológicos,
1~
como la creencia en el poder divino de Jesús, su
Crítica bíblica E studio y análisis científico de los elementos p~stencίa ~ y nacimiento virginal, sus ¡das y
humanos que han entrado en 1α~ formación de γ la tierra, y su resurrec-
venidas entre el cielo ~
ción de los muertos como algo "totalmente
las Escrituras.
í,neanc€bíble" dentro de lo que se conoce corno
fe histórica. Ese supuesto lenguaje mitológico
Crítica M étodo de estudio bí blico empleado para reve- debe entonces reinterpretarse en categorías
de 1α~ forma lar el supuesto desarrollo preliterario (oral) antropológicas (orientadas hacía lo humano); ~ο,
subyacente en las diversas formas literarias d e mejor aun, en categorías existen~ (per~
los escritos bíb licos. les).
Edad M edia Período de 1α~ historia europea que se extiende
Determinismo Teoría según 1 ~α cual los actos humanos de 1α
~ aproximadamente del 500 d.C. ~α1 1500 d.C. Es-
v oluntad, l os hechos históricos, ο
~ los aconteci- critores más recientes consideran que comienza
mientos en 1α~ naturaleza están determinados, es alrededor del año 1100.
d ecir, decididos, por causas y a ntecedentes
externos, tales como el ambiente, 1α ~ composi- Sίktem*
~ ό ~ι de pensamiento que
fil ~ιs~
ción genética humana, ~ ο Dios. D e este modo, -que,4 τΥττicα,Α
rWnda es 14 ~~~~ ~ ~*~αε~te ~τtα~
por ej emplo, nada ocurre en 1α~ conducta huma- cβηα
~~~ mtέ~ t
na como resultado del libre albedrío.
Endogamia Casamiento d entro d el propio grupo étnico ~ο
S bien difieren en sus opiniones en cuanto al social.
número de dispensaciones, los teólogos d ispen-
Del ~ ~~~~~~ ~~ ~ ~ y logos, "dís-
ω, epist~, "cοηοιίτrιίeηtο",
saciο~as
~ sοstίeτnen
~ ~ ~ que Dios ha desplegado curso'. Investigacíón de los principios que
su plan de salvación .o pacto de gracia en d is- constituyen la.b~ de la naturaleza y la fuente
~ciones sucesivas ~ ν períodos de ti~ ~ v alidez de sus
del conocimiento, sus ~es y }α
tra vés de la histmía hum
afirmaciones.
D ocetismo (gr. d okeδ,
~ "yo parezco"). Sistema d e pensa- E scatología Del gr. eschatos, "último", y logos, "discurso".
miento que sostiene que Cristo sólo "parecía" Doctrina concerniente ~α los eventos fínales en 1α~
tener un cuerpo h umano, haber s ufrido en 1α~ historia del mundo.
cruz y haber resucitado d e los muertos.
Escolasticismo Sistema filosófico y teológico desarrollado pri-
Del..at. ~ís, de duo, 'doe`, P=to de:~ meramente en las escuelas medievales de la
"tie m que W ~α ~α re idÁd cuá comp~: de Europa católica romana. Tenía el propósito de
dos prί~hdvios Nodamentales ~~~ αταe Son d s ~~~
ώττttι~s, definir y sistematizar el dogma religioso con la
~αττ ηΊΟ05 y, ~
~~t~αg6~~~ Μ alea: De e8té mvdo~λ e} b~ί ~τ~ε~ yuda: de conceptos filosóficos y de la trad ~ίcióη
~
y e1 ~τ~ ~Σ, ' esp átu y i±z ~
π teria, la v t3αε
~~ y ~ teología patrística, especialmente d e Agus-
de 1α
error, el cuerpo' el alma son expresiones tí : Ηίροηα y más tarde d el aristotelismo.
tín de ~~~~~~
~ d el dualism
cαs
É tica Parte de la filosofía que estudia 1α~ valoración de
E bionitas Grupo de judeocristianos d e los primeros siglos los actos humanos determinando de ese modo
que consideraban ~ α J esús como el hi j o humano 1α~ conducta y e l estilo de vida.
de José y María, que fue hecho el Ungido en el
Lo que concuerda con las no
bautismo. También insistían en el carácter obli-
conducta.
gatorio de toda 1α~ l ey mosaica.
Del gr. a it io l og ia, "declaración de causas". Cien-
Economía divina Plan de salvación de Dios revelado ~α trav de ο r azones de las cosas.
cia que indaga l as causas ~
la redención en jesuctiste:
Μου
~~~ ~~ ηtο=ρr~tante
~~ moderno que ~,-,n- Historicismo Sistema hermenéutico que ve un desa rrollo
áé las fronteras der om nacion ~~αΙes y promueve
consecutivo, un co ntinuo h istórico en las visio-
Ιάs intereses del cristianismo biblicο.
~~ ~ 'La dcictri-
nes apocalípticas bíblicas, en contraste con un
ηα fundamental del ~~~
~~ τηο~ηt ~~σ es la auto ridad cumplimiento que se hallaría enteramente e n el
e las ~turas, 1α~ palabra de Dios escrita y
pasa do ~ο totalmente en el futuro.
por lo tanto infalible en sus autógrafos origina-

H o listico Del gr. holos, "entero" ~ ο „to do". Denota algo


E xpiación Del lat. expia re, "expiar por". Reparación de una completo, como por ejemplo la compre n sión
falta, satisfacción de las demandas de la j usticia ho líst ica (global y completa) de la nat ura leza
~α través d el pago de una penali dad. En el plan h ~υηαηα,
~~~~ pues el ser humano es un to do singu-
d e salvación de D ios, 1α~ muerte expiatoria d e lar, y debe ser tratado como tal.
Cristo liber a ~α sus beneficiarios de l as conse-
cuenc ias penales que conll eva el quebranta- H omoousios Literalmente " de 1α~ mi sma sustancia". Térm ino
miento de 1α~ l ey de Dios. u sado en los primeros concilios cristianos, espe-
cialmente Nicea (325), para afirmar que el
F ilioque En lat. "y del hijo". Término inserta do en el Padre y el Hij o son de 1α~ misma sustancia ~ ο
C redo de N icea (325 d.C) por el catolicismo natur ale za divina.
occidental p ar a declarar que el Espíritu Santo
procede del Padre y del Hijo.
Ideali smo Teoría que sostiene que 1α ~ natural e za esencial
ο perteneciente ~ de la realidad yace en un ámbito fenomenológi-
Foren se Relativo ~ α los tribunales d e j us-
ο ~α 1 ~ο lega l.
ticia ~ ιο trascendente, como, por ejemplo, en la con-
~~
ciencia ~ο 1α~ razón. Las cosas visibles de este
mundo son meramente copia de l as reali dades
Del gr. tesis, "εοηοcίτηί
~~~~ ~~~~ eηtει".
~ ~~ Sistema que des-
taca el du alismo, sosteniendo que la materia es perfectas de otro mundo, suprasensible.
mala y que la liberación. ---en la salvación del
cristianismo-- viene ~α través del conocimiento. Ilustr ación M ovimiento filosófico de l siglo XVIII que soste-
nía que 1α~ verdad puede obtenerse sólo ~α t ravés
He l enismo Cuerpo de ideales humanísticos y clásicos aso- γ el experimento.
de la r azón, 1α~ obser vación ~
ciados con la cultura, el lenguaje y 1α
~ filosofía Desde en ton ces ha infl ui do profundamente en
de vida generalizad os en el mundo grecorro- el mundo occidental.
mano duran te el tiempo de Cristo.

Imago DO En lat. "ímagen de Dios", ~α semejanza de 1α~


cual, como se decla ra en Génesis 3:26, 27, fue-
ron creados el hombre y la mujer.
Imputación Del l at. impu ta re, "co mpu tar ", "carga r ~α 1α~ c ue n- Del lat. mille, "mil", y a nnum, "año". Tér mino
M ile n io
ta d e uno". En la teología cristi an a, 1α~ atribu- teol ógico usa d o pa ra describi r los m i l años de
ción, p or s ustituc ión , de 1α~ j u sticia de Di os ~α1 Ap ocalips is 20:1-10.
cre yen te en Cristo. En e l senti do opuesto, e l tér-
mino tambié n se a pli ca ~α Cristo qu ien, au nque Mishn ah Compilaci ón de las tradiciones orales que los
e ra in ocente, p ermitió se r "co ntad o" com o cul- j udíos habían desarrollado respecto ~α las Escri-
p ab l e y pecad o r ~α1 exp erimentar una mu er te turas lle va da ~α cabo ~α fines del si glo ~
ΙΙ d.C:
s u stit utoria e n 1 ~α cruz, tomand o el lu gar d el
p eca dor. M isterio Del gr. mystério n, "algo cerra do", "secreto". En
el Nuev o Testam ento 1α~ pa lab ra se refier e ~α un
Intertesta- Referen te ~α1 perío d o transcurrido plan divin o ~ο ~α una v erd a d previam en te escon -
me ntario gυα γ el Nuevo Testamento.
~~ ~ did a per o en el prese nte re vela da, 1α~ esencia
ínti ma de 1ο
~ que no pu e d e co mprend er se ple-
Kenoticis m o Siste ma de p e nsamie nto qu e sostiene que ~α fin n amente median te 1α~ m e nte fini ta.
d e llegar ~α se r h o mbre, el Hij o de Dios se v ac ió
~α sí mis m o por algún tiempo de algun os d e s us Mona rq uia- En un in tento por sal v aguard a r el monote ísmo
n i smo y !α~ unid ad ("mona rqu ía") 'de Dios, algunos
atrib utos divinos, e n es pecial, de s u omnip ote n-
teólogos de los s iglos 11 ~γ !1Ι~ de nuestra era
cia, s u omniscien cia y s u omn i presencia.
mantuvieron qu e Jesús fue si mp lemen te un
hombre ele va d o ~α la Deidad. Otros v ieron ~α
L iberal ismo Aunque usada con di ver sos m atices en esp e-
Jesús y el Espíri tu como meras expresiones ~ ο
cial, el térmi no describe un m ovi miento en la
an í festaciones del Dios único.
teol ogía protestan te moderna, que enfati za 1α~
liberta d intelectu al y un humanismo sec u lar
Monis m o D e l g r. mo nos, "so l o", " ún ico". Sistema filosó fi-
incongruentes con !α~ o rtodoxia bíblica. co que apel a α~ una su stanc ia ~ ο principio unifi-
cador único, p ara ex plicar 1α~ d iver sida d d e todo
M ar cioni smo Si stema d octr inal que se difu ndió dur an te l os
~ qu e existe.
1ο
ΙΙ y ~~~
sig l os ~~ ΙΙΙ d.C. y que atr aj o much os seguid o-
res. R echa zaba e l Antigu o Testamento y ~α s u M ontanismo ΙΙ q ue recal-
Movimi e nto apocalíptico del siglo ~~
Dios-Cr eador, co mo también p arte d el Nu evo có la continuidad de los dones p roféticos de l
Testamen to, nega nd o 1α~ corp o reida d y la plena Espíritu y practicaba una disciplina ascética
humanida d de Cristo. estricta.

Masoretas Escribas jud íos que trabajaron en la conserva- Neoortod oxia Mov i mie nto pr otestante d e l si g l o XX car acteri-
ción y transm i sión del texto heb reo del An tiguo za do p o r una reacción contra el libe ra l is m o teo-
Testamento durante el primer m i lenio de nues- lógico que pretende retorn ar ~α los pri ncip ios
tra e ra:. básicos de 1α~ teo logía de 1α~ Refo rm a.
Ontología Etimológicamente "cie ncia d el ser". Es la que Períco pa D el gr. perikopé, "sección ". Fr agm ento ~ο p asaj e
estud ia 1α~ naturaleza y la esencia del se r. de las Esc rituras.

O rde na nz a Se usa el término en las E scrituras co n r eferen- Pietismo Movimiento religioso que se originó en 1α~ Ale-
cia ~α dec retos ~ο d isp osic io nes ordena dos p o r αηi ~α del siglo XVII como reacc ión ~α1 form alis-
~~
Dios ~ο por un gobierno. En esp año l se usa mo ~γ al r acionalismo. Recal caba e l estudio de 1α~
comúnmente con re fe ren cia ~α insti tuc i o nes d e Biblia y la experienc ia re ligiosa personal.
o rige n div ino como el r ito de hu mild a d y 1α~
ce na d e l Señ o r. Plur ali smo P ostur a que consi de ra qu e pue de h aber quienes
m an ten gan p osi ci ones co ntra dictori as en fe y
Ortodoxia Del gr. o rthos, "correcta", ~γ doxa, "alabanz a", m o ral, s in que esas p e rso nas d ej en d e estar en
"opinión", Describe un pat rón de creen c i a com- regl a con 1α~ iglesia. E stas p osici ones usua lm e n-
patible con l as enseñanz as funda m ental es d e te va ría n de ac u e rd o co n las pr e misas ~ο post u-
una i glesia según se las compara co n la hete ro- la dos usa dos ~α1 reflexio na r sob re 1α~ fu en te de 1α~
doxia ~ο 1~α herejía. ~
Ε1 términ o Ortodoxa, con m a- reve lación, según 1α~ m eto dol ogía e mpl ea da, ~ο
yúscul a, se usa p a ra id entifica r ~α las i glesias in- de acu e rd o co n el con texto cultur al dent ro de l
depen die n tes, situ a d as prin cipalmente e n cual o pe ra 1α~ teo l ogía.
Eu rop a Oriental, que reconocen la primac ía ho-
norífica de l patriarca de Co nstantino pla. P o li teís m o Creenc ia y adoración d e much os dioses.

Pa n e n te ~ϊsmo D e l gr. pan, "tod o", en, "en", y theos, "Dios". P ositi vis mo Filosofía qu e co nfina la ind agación in te lectu al y
C reencia d e qu e mientr as e l Ser d e Dios penetra el co noc imi e n to ~α l os hechos obse rvab l es
todo el univer so, s u Ser es m ás qu e el u niv e rso. (" p ositivos") y exp erimentales, rehuyend o por
1~ο tan to tod a es pec ulació n fil osófica y metafísi-
P ante í smo Del gr. pan, "tod o", y theos, "Dios". Sistema q ue ca.
i d entifica ~α Di os con el mund o y al mund o co n
Dios, d e modo que tod as las cosas son d ivinas P ostcanánico α una persona, un eve nto ~ο un escrito
Referente ~
γ las fu er-
y no existe distinción real ent re Dios ~ poste rior ~α la formación d e l ca n on d e 1α~
zas y las leyes del universo. Escritura.

Paru sϊa
~ Del gr. paro usia, " presencia" ~ο "llegad a". Térm ino Preteri smo Si stema de in terp retación pr o fética qu e sit ú a el
usad o en el Nuevo Testam ento p ara d enota r 1~α cumplimiento d e las profecías ap ocalípticas
segunda venid a de Cristo en glo ria y majesta d . bíb licas, especi almen te las qu e se encu entr an en
l os libros de Daniel y en e l Ap ocal i p sis, e nte-
Penal ριπem, "castigo". Relacionado con castigo,
Del lat. ~~~ ra mente e n e l p asa do.
ο que incluye castigo. En lenguaje cristológico,
~
término usado para. afirmar que Cristo ca rgó con Inclinación inteL γ ~α menudo urgente,
~
el castigo que merecemos los pecadores. tendencia fuerte ~γ arraigada.
Pr op iciació n Del l at. propitiare, "emitir un vere dicto favora- Sinópticos L os primeros tres evangelios, según Mateo,
ble". La pr opίciac
~ ió n inc luye 1 ~α i dea d e apl aca r Ma rcos y Lu cas. Son llama dos as í porqu e cuan-
~α 1α~ pe rsona ofendida, de recupe rar el fa vor d e do se l os lee con el texto en colum nas (sinópti-
un pe rso naje e ncumbra do. Sin emba rgo, con- camente) presentan ci er tos p a ra le li smos e n
trariamente ~α 1α~ n oció n griega de aplacar ~ α una γ conte ni do.
estructur a ~
deidad airada, los escritores de l Nuevo Testa-
Soter íol ogia De l gr. sótéria, "liber aci ón", y logos, " discurso".
mento no ven e n Dios un co n traste irreconcilia-
P a rte de la teología c ri stia na que trata del plan
bl e e ntre el amor y 1~α ir a, una ira libre d e toda
divino de redención, más p articularm ente, de 1α~
mez c la d e limitación humana y de espíritu v en -
obra d e salvación de Cr isto.
gativo pecaminoso. Aquí el miste ri o divino del
a mor es p ercibido en medio de la realidad de la Ta lmud Co mpil ación qu e aba rca 1α~ Mishnah, ~ ο enseñan-
ira. z as ora les j udías, y 1α~ Guemara, una col ecc ión de
d iscusio nes sobr e 1α~ Mis hnah.
Quias m o Con la forma de la letra gr.: 'ji' ~ο 'chi' ( ~
Χ), equiva-
lente ~α 'c'/'qú . En la l i teratu ra hebrea, parale- Teo dicea D e l g r. th eos, "Di os", y diké, " j usticia". Estudio y
lismo cruzado. ~ Ε1 pa ral eli smo clásico si gue el es- de fensa d e la bond a d y omnipotencia de Dios
quem a d e ~ Α, ~Β, ~
Α', ~Β'. El quíasmo relaciona el en vista de la existencia d el ma l .
primer elemento con el cuarto ~ γ el segu ndo con Teo l ogí a D e l gr. theos, " Dios", y logos, "pa l abr a", "trata-
Α, ~
el tercero, así: ~ Β, ~
Β', ~
Α'. do". Estudio sistemático de Dios y s u re lació n
co n el m undo, especia lm e nte me di ante e l análi-
Rac i ona lis m o De l l at. ratio, "ra zón". Siste m a de p ensa miento
sis de l as e nseñanzas d e las E sc rit ur as d e l Anti-
que sost i ene que 1α~ raz ón huma na es a utos ufi-
guo Testame nto y el Nuevo.
ci ente en 1~α b ús que da de 1α~ ve rd ad, incluso la
v erd a d re ligiosa. Tr adición D e l lat. traditio, "al go entrega d o". Aque llo que
es entrega do, partic ularmente ense ñanzas d e
R eenca rnacián Teoría de 1α~ transmigración de las al mas d e un un m aestro ~α un disc ípulo. En 1α~ teología cris-
cuerpo ~α otro, ya sea humano ~ο animal . ti ana es el cue rpo d e doctrinas, prácticas ~ γ
ex pe rie nc ias reve l ad as p or Dios y e ntregadas
Sac ram ento R i to re lig ioso instituido p or Jesucristo, co mo e l
p or é l ~α s u pueb l o por boca ~
ο me dia nte los escri-
bautis mo, e l lava mie nto d e los p ies y 1α~ Ce na
tos de s us p rofetas y apóstoles, ident i ficad as
de l Señor. ~ Ε1 a lcance de 1 ~ο que el té rm i no aba r-
con l as Esc rituras. La d escr ipción cató l ica roma-
ca va rí a amplia me nte. Algunos protesta ntes
na d e 1α~ tradición sosti ene qu e l as tr a dicio nes
favorecen el térm ino "o rde nanz a".
escritas y no escr itas, que se origin aron co n

Pse udoe pi- C risto y l os a pósto les, constituyen una fuente


Escritos j udíos anónimos o con seudónimos que
datan de los siglos inmediatamente anteriores ~ d e doctrina origi n al ~γ au ténti ca ~α 1α~ p a r de 1α~
gráfí cos γ
posteriores al tiempo d e Cristo. E scr itu r a.
Universalismo D octrina que afirma que todos los seres huma-
nos serán finalmente salvos p orque por natura-
leza todos son hij os d e Dios.

la d oct ina r
d e Dios

F erna n d o L. Canale

I ntro d ucció n

D~ΟC~ ΤRΙΝΑ
~~ ~ DE DIOS sirve d e fundamento para la teo-
logía cristiana, puesto que Dios se relaciona con todo y
todo se relaciona con é l. L a d octrina determina 1α~ m anera
como los teólogos entienden ~γ formulan e l conjunto de creencias
cristianas. Las ideas filosóficas comúnmente han configurado el
concepto cristiano de Dios. L as declaraciones bí b licas han afec-
tado sólo levemente tales formulaciones.

Por consiguiente, l as interpretaciones clásicas, m odernas ~γ


p ostmodernas d e la doctrina cristiana de Dios se han concebido
bajo la influencia d e conceptos filosóficos humanos.

Los estudiosos d iligentes d e l as E scrituras, conscientes d e


esta situación, prosiguen su b úsqueda de una me j or compren-
sión, decididos ~α s upeditar ~α la Biblia todas l as formas d e razo
namiento humano. Puesto que la f ilosofía humana d ebe suje-
tarse ~α 1α~ Biblia y que la filosofía divina ya es asequible en las E s-
crituras, nuestra comprensión de Dios d ebe estar exenta d e espe-
culaciones humanas. Lo que es p osible conocer acerca de Dios
d ebe estar revelado en las E scrituras.
1. FUEN TES PARA EL CONOCIMIENTO DE DIOS 3. N acid o del Pad re
Α. La B iblia
~ 4. !α~ naturaleza d e la subordinación de¡ Hijo
~Β . R evelació n general Β. Dios el Pa d re
~
ΑΤ
1. !α~ paternida d d e Dios en el ~~
. REAL IDAD D E DIOS 2. El Dios d e J es u cristo
Α. La existencia de Dios
~ 3. El e nvío del H ijo
Β. D ios como misterio
~ 4. La d elegación al H ijo
5. La acción salvífica
111. ATRIBUTOS DIVINOS 6. F órm u las binitarias
Α. Eterni d a d
~ C. Dios el E sp íritu Santo
Β. Inm utab ilídad
~ 1. A n un cio de Cristo
C. Amor e i ra 2. Venida p entecostal
ΕΙ amor d e Dios
1. ~~ 3. Divi n id ad
2. La i ra d e Dios 4. P ersonalidad
D. Trascendencia 5. La acción salvífica
6. Dones escatológicos
IV. ACTOS DIVINOS ΝΤ
D. M o d elos trinita rios en el ~~
Α. P resciencia
~
~Β . P re d estinació n VIII. I MPACTO DE LA DOCT RI NA DE LA D E IDAD
C. Creación
D. Presencia h istórica ΙΧ. RESEÑ A HISTÓRICA
~~
~Ε. P rovidencia Α. A ntecedentes filosóficos
~
1. Activi d a d p rovi dencial in d i recta 1. N eoplato nismo
2. Activi d a d p rovidencial d i recta 2. Aristotelismo
Β. P eríod o patrístico
~
V. UN ICIDAD D E DIOS 1. J ustino M árti r
Α. Evi d encia d el ~~
~ ΑΤ 2. I reneo
Β. E vi d encia d el ~~
~ ΝΤ 3. Orígenes
4. Herej ías t rinitarias
VI. L A D EIDAD EN EL AT
5. Co ncilio de N icea
Α. El p l ural d e plen itu d y la Deidad
~ 6. Ag ustín
~Β. El Ángel de Ya h we h 7. E l C redo atanasiano
C. !α~ revelació n d u al de Yahwe h C. El período me dieval
D. La R eforma
VII. L A D E I DAD EN EL ~~ ΝΤ 1. Lu tero
Α. Dios el H ij o
~
2. Calvino
1. Divini d a d
3. Los anaba ptistas
2. L a con d i ción d e H ijo 4. A rmi n io
1. FUENT ES PARA EL CO N OCI M I EN TO D E DIOS
~Ε. La Ed ad Contemporá n ea Α. La Bi b lia
~
1. Friedr i ch Sc h l eie r macher
X I S TEN DISTINTAS inte rpretaciones d e 1α~ d octr ina cristia-
2. Ka r l Barth na. L a diver s ida d de fue ntes que se ha n cons ulta do p a r a e l
3. Alfred W h ite h ea d E conoc i miento de Dios co nstituye una raz ón que ex plica 1α~
4. Wolf h art P an n e n be rg discrepa ncia de enfoque y co nte nido. D e acue rd o con la Bibl ia, s in
5. La "pers pectiva abierta" de Dios e mba rgo, 1α~ auténtica fue nte de inform ac i ón p a ra 1α~ d oct rina de
F. Los a dventistas del séptimo día D ios es 1~α rev e l ac ión que é l mis m o ha e fect uado ace r ca d e s u pe r-
1. Subo rd i na ~ι i onismo tempo ral sona ( H eb. 1:1-3), como se ha registr a do fie lmente en l as Escrituras
2. Rec hazo de la doctri na clásica ( R om. 16:26).
3. Afi rmación de la Trini dad bíblica La nat ur al ez a, en s us d i ve r sas m a ni festaciones, ta mbi én se ha
4. Te n de n cias co n tem po ráneas con si der a do fuente d e co noci m iento p a ra 1α~ d oct r ina d e Dios. La
teol ogí a ha ident ifica do tr adicio nalme nte la enseñanza bíbl ica con -
Χ. CO MENTA RI OS D E ELENA G. DE WHITE
~ cerniente ~α 1α~ revelación de Dios ~α tr avés d e 1α~ n atur alez a (Sal . 19:1-6;
Α. Estu di o es pec ulativo de Dios
~ Rom . 1:19, 20) con 1α~ interpretación filosó fica humana d e Dios cons-
Β. R evelación general
~ t ruid a exclus ivame nte sob re la base d e 1α~ inf orm ac ión nat ur al. Las
C. La realida d de Dios d octr inas de D i os que resultan de l est udio d e 1~α n atur al e z a so n inter -
1. E xiste n cia de Dios pretaci ones filosó fi cas d e D ios, conocidas en los círculos teol ógicos
co m o teo logía natura l.
2. Dios como misterio
Un estudi o d e 1α~ ense ñanz a b íb lica sob r e 1α~ re vel ación gener al
D. Atri bu tos divinos
s ugie re que e l hecho d e 1α~ reve l aci ón ge ner al de Dios no d ebier a usar -
1. r nidad de Dios
Ete
se pa ra construir una teologí a nat ur a l. No obsta nte, l os resultados, de
2. Inm u ta bili dad d e Dios
poca i mpor tancia segú n se a l ega, producidos p or l as especulacio nes
3. Amor e i ra d e Dios
f i losó ficas sobre el ser de D ios, se uti l i zan como pres uposiciones p ar a
4. Trascendencia
1α~ comprensi ón, no sól o de 1α~ d octr ina cr istia na de Dios, sin o además
~Ε. La acción d i vina
d e 1α~ empresa teol ógica total . Sin e mbargo, una comprensión co rrec-
1. P re d estinació n
ta d e 1α~ n atur a lez a re quie re co mo su pr esuposició n necesa ria el cono-
2. C r eació n
cimiento de Dios provi sto p or reve lación y no vi cever sa. En síntesis,
3. Provi dencia el ve rd adero conoci mie nto ace rca de Dios pue de obtener se única-
F. L a Tr i nidad me nte sobre 1α~ base de 1α~ reve lació n bí bli ca. Puesto que 1α~ d oct rina
G. El Pa d re eterno c ristiana de D ios gene ra lm ente se ha desarroll a do me di ante la adop-
Η. El Hijo eterno y su o br a
~ ció n de l as con clusiones especulativas d e 1α~ teología nat ura l como
~Ι. El E s p íritu Santo etern o y su o bra una presuposición o pe rativa, e l inte nto de estab l ecer una compr e n-
sión de D ios sobre la base d e 1α~ Bib lia sol a, inevitab le mente tendr á
ΧΙ.
~ ~ BI BLIOGRAFIA que competir con i deas tra dicio nales y gene ra r un concepto diferente
d e Di os.
Β.
~ Revelació n ge neral vo final. Resp ecto ~α1 p apel de D ios en 1α~ revelación genera l , P ablo
Segú n la Escritura, la cr eaci ón de Dios, aun después de la entra da s ubraya que 1ο ~ que pu ede conocerse acerca d e Dios es c laro p ar a l os
d el peca do en e l mundo, era un i nstrumento obj etivo que él uti liz ó seres hum anos " pues Dios se 1 ~ο manifestó" ( ver s.19). En 1α~ revelació n
p ar a reve lar se ~α los seres humanos. Pa ra establ ece r una d iferenc ia gener al , com o ta mbién e n 1α~ revelaci ón especial , Dios i nterviene p er-
entre este me dio y la " reve laci ón especia l " d e 1α~ E scri tura, se utiliz a so na l mente e n el pr oceso mism o d e la reve l ación. En 1α~ i ntroducció n
exte nsa mente 1α~ designaci ón "re velación ge ner al ". Pablo, cuando ha- ~α s u Evangelio, Juan explica que 1α~ segunda Persona de la Tri nida d,
bló ~α los hombres d e A tenas en el Areópago, se refi ri ó cla ra mente ~α el Ve rbo, es 1α~ "luz verda de ra, que a lumbra ~α to do h ombre" (1:9). L a
esto cua nd o explicó que Dios " da ~α to dos v ida, al iento y to das l as reve lació n genera l son las b ue nas nue vas que Dios logr a hacer llega r,
cosas... p ar a que busquen ~α Dios, si ta l ve z, p alp ando 1 ~ο puedan no sól o ~α los que tienen acceso ~α 1α~ E scr itura, si no ta mbi én ~α to da 1α~
hall ar" (Hech. 17:25, 27 NRV). ~ Ε1 p asaj e no dice explí cita me nte cóm o hum ani dad. Pab l o ide ntifica el conteni do d e 1α~ re vel ación gen e ra l
ocurre esto p ero p ar ece s uge rir qu e 1~α reve lación genera l tiene inten- co mo " las cosas h echas (tois poiémas in]" (R om. 1:20). E sta expresión
ciones salvíficas. pa rece seña la r el hecho de que los contenidos d e 1α~ re velación gene-
~Ε1 Sa l mo 19 presenta 1α~ creac ión de Dios co m o un instrum ento ob- ra l in c luyen no sólo la c reació n (nuestro mundo físico) si no también
j etivo que él empl ea para r e velarse ~α to dos (cf. Sal . 65:6-13). Este p asa- 1α~ providencia d e Dios, que aba rca to do el espectro de l os h ec hos his-
j e expresa cl a ramente que " los cie los cuentan la glori a de D ios, y el tóri cos (cf. H ech. 14:17).
fi rm amento anuncia 1α~ obr a de sus m anos (Sa l . 19:1), p a rticula r iz an- L as c ual i da des invisibl es de Dios, su pode r p er sona l y nat ur ale za
do d e este m odo los dife rentes aspectos d el mundo físico creado, ~α divina, aña de Pab lo, so n evid entes (R om. 1:19, 20). E ste conocimien-
tr a vés de los cuales 1α~ gloria d e Dios pue de r e vel arse u nive rsal me nte to a dquir ido, aunque i mp erfecto d ebido ~α los e fectos oscurece dores
~α to dos los se res humanos ~α 1~ ο lar go d e 1α~ h isto ria (cf. ~~~
Έχο. 33:18, 19; del peca do, no es insignificante. S in e mb argo, l os ser es humanos
34:6, 7). Los v er sícul os siguientes ex pli can e l modo cognitivo d e estos p eca d ores co nsta ntemente 1~ο r e pudia n y pervie rten (ve rs. 18, 21-23).
instrumentos de re velac ión. Co mpa rten conocimie nto (Sa l . 19:2) sin Por tanto, en su mise ricordia Dios irrump ió e n 1α~ existencia del hom-
pal ab ras ni voz a udibl e (vers. 3). De esta m ane ra se tra za explíc i ta- br e oscureci da p or el peca do p or m edio de una reve l ación es pecial,
m ente una diferencia funda m enta l ent re 1α~ revelación especial so brenat ura l, que culm ina e n Cristo J esús (Heb. 1:2). (Ver Reve l a-
( Esc ritura) y 1α~ rev e lació n genera l en 1α~ c reaci ón. En 1α~ rev elac i ón ción/ Inspir ació n, to m o 1.)
es pecial el co ntenido cogni tiv o se d a ~α tr avés de p a l abr as huma nas,
mie ntras que en la reve lació n ge ne r al el conte nido cognitívo se d a 11. RE ALI DAD D E DIOS
me dia nte las ob ras divinas ~ο acontec im ientos histór icos accesibles ~α Α. La existe n cia de Dios
~
todos. En 1α~ reve l ación es pecial Dios h ab la m e diante p al abr as hum a- Ε1 análi sis d e l as pr uebas rac ionales d e 1α~ existencia d e Dios h a ll e-
~
n as; en 1α~ revelaci ón ge ner al el mismo Dios hab la p o r me dio de ga do ~α ser un pun to c lásico en 1α~ d octri na cri stiana d e Dios. Puesto
h echos físicos e histó ricos. Finalmente, D avi d enunc ia e l al cance uni- que Dios no se reve la continua m ente en form a d i recta y visible, s urge
versal de estos me di os d e r e vel ación divin a cuando recalca que "por l ógica m ente 1α~ pregunta d e s i en rea lida d existe un Ser que co rres-
to da 1~α tierra salió su voz, y hasta el extre mo de l mundo s us p a l ab r as" ponda ~α nuestr a p al abr a " Dios". ~ Ε1 r egistro bíb lico no trata e l asunto
(vers. 4). de 1~α existencia d e Dios m edi ante e l recurso d e crear ~ο s ugerir pru e-
En Romanos 1:18-21 Pab l o to m a d el ~~ ΑΤ el concep to de revelación bas r aci onal es. En cambio 1α~ E scr it ur a sostiene que "e l que se ace rca
gene ra l , lo acl a ra y lo amplía. Con esto amplía el concepto en tres sec- ~α Dios, necesita cree r que existe" (Heb. 11:6 NRV). Es necesari o tener
tores muy i mp ortantes: 1α~ fu nción de Dios, s u conte nido y s u objeti- conoc imiento d e Dios p a r a que se desarro lle 1 ~α fe en 1α~ mente y l os
afectos de los se res hum a nos (Rom. 10:17). Mediante la recepción z ar una compr e nsión perfecta d e Dios tiende ~α corr es ponder, en últi-
combinada d e 1α~ a uto rr e vel ación de Dios en 1α~ histor ia -com o apa- ma instancia, no ~α1 Dios v i viente e infinito sino más bien ~α un dios
rece en 1α~ Biblia-, y de 1α~ acción inspira dora del Espíritu Sa nto en 1α~ c reado por nuest ra propia imaginación. L a revelación b íblica ace rca
m ente, es co mo 1α~ fe, expresada co mo convicción de 1~α existencia d e d e Dios cae d entro d e 1α~ catego ría de miste rio, co mprendi do no e n su
Dios, se convier te en un h echo conc reto en la exp e rie ncia del cristia- significa do tr adi c ional sin o más bien en su sent id o bíbl ico.
no. L as pruebas r acionales d e 1α~ ex i stencia d e Dios que se nos dan en En su senti do t ra dicional un mi sterio es a lgo que, por su m is ma
1α~ n atura l eza no producen tal convicción ra dica l . L a convicción de 1α~ natura leza, no puede conoce rse ni expresar se en pa l abras. P or e l co n-
existenc i a d e Dios no se produce p or argum entos raciona les sino por tr ario, 1α~ B ib lia asoci a estrechamente m isterio con reve lación (Dan.
una relac i ón per sona l con Dios. Esta r e lación 1α~ inicia Dios, quie n, ~α 2:30,47; Rom. 16:25; 1 Co r. 15:51; Efe. 1:9; Col . 2:2). Un m iste rio es al-
t r av és d e 1α~ acción per sonal de l E s pírit u Sa nto, usa 1α~ E scritur a, 1α~ go qu e, aun cuando oc ulto ~α1 co noci mie nto hum ano, pue de co noce r-
natur aleza y 1α~ histo ria p ar a r e vel ar se ~α 1α~ men te y l os a fectos de los se ~α través d e 1α~ re vel ación. Ad emás, aun cuando el mi ste r io implique
se r es hum a nos. So m os con scie ntes de 1α~ existencia d e D ios, entonces, una re velac ión dir ecta y accesible ~α1 co nocimiento humano, excede
en base ~α s u reve lación pe rsonal en 1α~ E scr itura antes que en base ~α sus propios aspectos re v ela dos com o pa ra evitar cualquie r identifica-
a rgum e ntos racional es (cf. Mat. 16:15-17). De ntro de este contexto 1α ~ ción posible de 1α~ rea lid ad revela da co n el misterio en sí. As í es como
existencia d e Dios se p ercibe, ge ne ra l me nte, como misterio. P abl o pue de p edir que l os e fesios sean capaces d e "co n oce r e l amo r
de C risto, que exce de ~α tod o conocimiento" (Ef e. 3:19). Este amor qu e
Β.
~ Dios como misterio excede ~α1 conocimiento, pe rte nece ~ α 1α~ catego rí a de mister io ma nifies-
Otro as pecto básico de 1α~ d octrina de Dios se r e lac i ona con su na- to en las form as múltiples en l as que Dios ha escogido reve la r se ~α s í
turaleza. En este r es pecto e l registro bí bl ico o frece una cantid a d d e m ismo según está registra do en 1α~ B ib lia. Deben toma rse precauc io-
inform ación casi abrum ador a. Sin e mba rgo, a ntes de consid er ar a l gu nes p ar a evita r cruza r el lím ite en tre l as facetas revel a das y ocultas
nos aspectos básicos de 1α~ re vel ación múlti pl e de Dios que se prese n- de l mi steri o ( De ut. 29:29), p artic ul armente ~α1 d iscutir cuestio nes co-
ta en 1α~ Bibl ia, d ebem os reco nocer que ~α1 aborda r e l estudio d e Dios mo 1 ~α Trinidad, la presciencia y 1α~ etern id ad.
entra m os e n un "te rreno sag rado", e n e l c ua l e l silenc io es or o. En
otras pa labras, d ebiéra m os reconocer l as lim itaciones de l os procesos ~ΙΙΙ.
~ ~ AT R I BU TOS DI V I N OS
del pe nsamiento humano ~α1 trata r de comprende r 1α~ auto rrev elació n Α. E ter n i da d
~
de D ios. La d e ficienci a d e nuestro proceso d e pe nsamiento en 1ο~ que Ε1 c ristianismo siempre ha ente ndido ~α Dios co mo eterno (Rom.
~
co ncierne ~α Dios co m o obj eto d e est udio, se manifiesta, no só lo c ua n- 16:26). La eterni da d, como una car acte rísti ca d el se r de Dios, tr ata d e
do descubrimos que es imposib le conocer ~α Dios p or n osot ros mis- 1α~ relación de Dios con e l tie mp o. Hay un profu ndo e i rre vocabl e
mos apa r te de s u auto rrevelac i ón (Job 11:7), sino también cuando nos γ 1α~ co mprensión tra di c i ona l de
d esacuerd o en tre e l concepto b íb l ico ~
per catam os d e las limitaciones que afectan nuest r a co mpre nsión de 1ο~ eternid a d. L a co mpr e nsión tr adic ional sostenida p or l os cr istia nos se
que se re v ela. Tal es li mitac ion es se d eben, no sól o ~α nuestr a n atur ale- ha lla, en ge neral, a fecta da n egativamente p or 1 ~α infl uenc ia d e 1α~ filo-
z a pecaminosa si no principalmente ~α la mis m a n at ur ale za d e D ios, so fía griega. É sta concibe que ent re eternidad y ti e mp o existe una d i-
c uy a "gra ndez a es in escrutab l e" (Sa l . 145:3). fe renc i a cua l itativ a i nsalv able. L a eternid ad es 1α~ ausencia abso lu ta
No podemos comprende r plenam ente 1 ~α rea lida d de Dios dentro de tie mp o y de cualquie r cosa rel acionada con e l tie mp o. Por 1ο~ tanto
de los alca nces d e nuestr a raz ón hum ana, fini ta ~
γ lim itad a. Aun cuan- se c ree que 1α~ eterni da d de Dios significa que el se r de Dios es com -
do se base e n id eas bíb licas, c ua lquier pretensión hum ana de a l can- pleta m e nte ajeno y está total me nte desvin c ul ad o d e cualquie r cosa
qu e sea tempor al e histór ica. L as co nsecu encias de tal i d ea compene- Sin embar go, hemos co mpre ndid o a lgo importan te, ~α saber, qu e de
tr an y condicion an toda la con ce pción cl ás ica d e 1α~ natur aleza y los ΙΙΙ~ . ~
ac ue rdo co n 1 ~α Biblia, el D ios eterno e inmutable (v e r ~~ Β) puede
actos d e D ios. relacionarse di recta y pe rso na lmen te con to d a 1α~ ge nte d entro del
Sin embargo, cuando se investiga la i d ea d e eternidad en el regis- plano de 1α~ histo ria hum a na en una manera tal que, ta nto D ios co mo
t ro b íbli co, 1α~ primera i dea que se advierte es qu e las pa lab ras tra- l os ser es humanos, comp arten 1~α mi sm a h istoria. L a eternida d de
ducid as us ua lmente co m o "eternida d" tie nen un c lar o significado Dios se re fie r e ~α la vida e historia de Dios, dinámica y sin fin, la c u al
te mp o ra l. L os vocab l os 'ό1ύm ΑΤ y a i5n en el ~
~ ~ e n e l ~~ ΝΤ~ significan bási- ~α1 mismo tie mp o incluye y totalmente sob repasa e l á mbito de nu estr a
camente "un ti empo ~ ο dur ación l argos", refiriéndose ~α un p e ríodo de historia cr ead a. D e ac ue rdo con 1α~ Biblia, la dista ncia entre Dios y su
tiemp o limitad o ~ ο ¡li mitado. ~Ε1 hecho d e qu e 1α~ eternid a d se conciba creación que actualme nte obstruye una com unión di recta e histórica
en un mod o temporal no significa que 1α~ Biblia id en tifica eternida d co n él, no es 1α
~ con sec uencia d e 1α~ dife ren cia e ntre un Dios atempor al,
con el tie mp o crea do qu e nosotros exp erimentam os como límite d e inmutable, y un h o mb re histó rico, sino m ás b ien 1α~ di fe ren c ia entre
nu estros seres finitos, sino s implemente qu e la eternidad de Dios no un D ios santo y una huma nidad peca dora (Gén. 3:22-24; Isa. 59:2).
está aj ena ~α nuestro tiempo. ~ Ε1 tie mpo d e Dios es, sin embargo, ~ευα~~ 1ί-
~
tativ a m e nte d iferen te d e l nuestro, no e n el se ntid o d e que niega el Β.
~ I n muta b ili d a d
tiemp o sino en que 1~ ο integra y lo s up er a (ver ~~ΙΙ. ~
Β). Por ej empl o, La inmutabilidad es otra ca racte rística del se r de Di os que ha sido
nosot ros exp eri mentam os el tie mp o co m o una me di da d e nu estr a un co mpone nte importante d e 1α~ doctrina c ri st iana d e Dios ~α 1~ο lar go
tr an sitori e d ad , mi entras qu e 1 ~α eterni dad d e Dios experimenta el d e l os sig los. La inmutabilidad se refier e ~α 1~α ausencia de ca mbi o en
tiemp o sin d icha tr an sitoried ad (Sa l. 103:15-17; Job 36:26). Dios. La Bibl ia decl ar a d irectame nte qu e Dios no cambi a (Mal. 3:6;
Α di fe rencia d e 1α~ tradición cristia na clásica ~ίn flui da p o r 1α~ filoso-
~ San t. 1:17). Desafo r t una da mente, sin embargo, la teo logía tradicional
fía griega, 1α~ Bib lia concibe e l m o d o te mp or al, h istórico d e 1α~ etern i - id en tificó inmutabilidad co n imp asibil i d ad . Tal i denti ficac ión obed e-
d ad de Dios co mo co mpatib le co n s u inmutabilidad (Sa l. 102:24-27; ce ~α la compr ens ión atempor al de eternida d (ve r ~ΙΙΙ.~~ ~Α).
H eb. 1:10-12). Pablo n os dice que e l plan de salv ación fue decidi do Cuando 1α~ inmutabilidad se e ntie nd e co m o impasibilida d, se dice
"antes d e 1α~ fund ación del mundo" (Efe. 1:4). "A ntes" sup o ne c lar a- que Dios posee una vida estát ica en 1α~ que están tota lm en te excluid os
men te un tiempo pre vio ~α 1α~ creación . L a dec l ar ación d e P abl o d e qu e relacion es, e m ociones, exp e rie ncias nuevas y cambios en su vi da inte-
el plan de salv ación " des de los tie mpos eternos se m an t uvo oc ul to en rior, pa ra que no se m an che 1α~ p erfección de Dios.
Dios, cread or de tod as l as cosas" (Efe. 3:9 ~ Ν V~Ι) apu nta ~α una eterni - En otras p alabr as, 1 ~α inmutabilidad describiría 1α~ vi da d e Di os
d ad p asad a que involucra ~α1 tiemp o co m o característica d e la eterni- como d esvin cula da d e l as ex pe rienc ias y 1α~ historia humana. Tal con-
dad de Dios. Nuestr o tiempo tuvo un comie nz o (cf. 1 Cor. 2:7) c ua n- cepción difícilmen te ten ga a lgún lugar p ar a una comprens ión histó-
do nu est ro univer so finito y su s h abitantes fu eron c rea dos. ~ Ε1 rica de l gr a n con flicto entr e Di os y Sata nás (ve r G r an Conflicto II-V),
Crea d o r tr asciende tales limitaciones e n su ser y en s u exp eri encia d e ο para una v e rd ad era encarnació n histó rica d e jes ucr ~ί sto (ver Cristo
~
tiempo e hi sto ria. Nu estr o tiemp o es una p ar ticip ación muy limitad a, ~Ι. ~
Α. 2). ~
Α1 enseñ ar esto la teo logía c lási ca ha seguido 1α~ filoso fía g rie-
α pl ena posesión d e D ios en m a ne ras que
finita, en 1α~ vid a, la cu al es 1~ ga en un olvido tota l d el con ce p to bíbl ico de inmutabilidad.
sobre pasa n co mpleta mente aun nuest ros mej o res esfu erz os raciona- Por ot ra p arte, au nque 1α~ Bibl ia no tenga una pa lab ra espec ífi ca
les e imaginativos. Pr ocura r definir e l tiemp o de D ios sería c la ramen- p ara expresar el co ncep to d e "inmutabilidad", afirma clar amente qu e
te un intento esp ecul ativo en el que estaría mos p enetr ando e l miste- en Dios "no ha y mud an za, ni so mbra d e va riación" (Sant. 1:17). L a
rio de su se r. Aquí el sil e nci o es e loc u encia. compren sión bíb l ica d e 1α~ eternida d d e Dios (ve r ~~~ΙΙΙ . ~
Α) adm ite una
comp atibili da d definida e ntre 1α~ p erfección de Dios y una concepció n hum anas. La fid elida d histórica, p or 1ο~ tanto, es una car acterística di-
de su vi da que incluy e ca mbios dinámicos como, p or ej empl o, una vina que distingue ~α Dios d e l os se res hum a nos ( Núm. 23:19; 1 Sa m .
novedad r eal ( I sa. 43:19; Je r. 31:31; Ap oc. 21:5), em ociones ( ~Έχο.
~~ 34:14; 15:29). L a i nmutabil id ad de Dios --entendida, no co m o una impasi-
Núm. 11:33; De u t. 4:24; 6:15), relac i ones (Lev. 26:12; Zac. 13:9; ~ Αροι.
~~~ bilidad si no co m o 1α~ eterna i dentida d del ser de Dios consigo mismo
Έχο . 32:14; Jer. 18:8; 42:10).
21:3), e i nclu so el a rrepe ntimi ento de Dios ( ~~~ γ 1α~ fi de l idad, consta ncia y cohere ncia históricas de su relac ión, pro-
~
P arece c la ro que 1~α inmutabilidad de l Dios bíb lico, que es capaz de pósi tos y acciones h acia nosotros- es 1α~ presuposici ón necesa ria p ar a
cambiar s u dec i sió n de dest ru i r ~α N ínίve
~ (J on. 3:4) ~α causa de la res- ideas teol ógicas co m o tipologí a, encarnación, cruz y el g ran conflicto
puesta p ositiva de los ninivitas ~α 1α~ predicación de J onás (ve rs. 10), no entre Dios y Sata nás según se prese ntan e n to d a 1α~ Bib lia.
puede entender se com o i mp asibi l idad. Sin e mba rgo, el cambio d e
opi nión de Dios, descri to como su arr e pe nti mie nto, no i mplica un C. Amor e ira
camb io e n su propósito d ivino h acia los seres hum a n os, sin o m ás bie n La predestinación (IV ~ Β), 1 ~α creaci ón (IV C), 1α~ revelación genera l
una adaptación ~α1 cambio de ~ορίηίόη
~~~~~~ y de propósi to d e l os seres ( ~Ι. ~
Β), l a presencia histórica (IV D) y 1α~ pr ovi de ncia (IV ~ Ε) revela n de
huma nos. Ade más, 1~α Bibli a no concibe e l cambio di vino e n 1α~ v i da dive rsas maner as ~α Dios como un ser relacio na l cuya ese ncia es e l
dinámica d e Dios, en rel ación co n 1α~ constituc i ón de su se r . En otr as a m or (1 Ju an 4:8). Pr ecisamen te ~ α ca usa de esto, su ira es aj ena ~α s u
palabras, la reali dad de Dios no va ría, ni cambia des de un ser menos natur al ez a (I sa. 28:21). P ar a entende r debi dam e nte los conce ptos bí -
p erfecto ~α uno más p e rfecto. Dios s iempre es e l mism o (Sal . 102:26,27; bl icos de a mor e i ra divinos, es n ecesari o r econocer que a mbos p er te-
Heb. 13:8). necen ~α Dios sin contr adicció n. C uado Dios reveló s u glori a ~α M oisés,
De acuerdo con 1α~ doctrina bíblica d e Dios, el m ovi miento y cam- explicó que é l es un " D ios c lemente y comp asivo, l e nto p ar a 1α~ ira y
bio en 1α~ vida d i vina, que d e ac ue rd o con 1α~ teo logía clásica son imp o- grande en am or y f i de lid ad, que mantie ne s u a m or hasta mi l gene ra-
s ibles, d ese mp eñan un pa pel muy imp orta nte e n 1α~ n atur alez a p e rfec- ciones después, y qu e perdona 1α~ iniquidad, 1α~ rebe l ió n y e l peca do;
ta de 1α~ vida y actividad divinas. Además, la encarnaci ón supone que p er o que no dej a sin casti go ~α1 culp abl e, sino que castiga 1α~ ma ld ad de
Dios tie ne 1α~ facultad no sólo de rel acionarse y vi vir dentro d e los lími- l os p adres e n l os hij os y en los nietos, h asta 1α~ tercer a y 1α~ cua rta gene-
tes de l tiemp o crea do, sino también de expe rim e ntar p er son a lm ente ración" (Έχο.
~ ~ ~ 34:6, 7 NVI).
hechos histór icos nu e v os y reales. L a encarnación implica un movi-
miento histó rico real dentro d e 1α~ mis ma vida divina d e Dios sin 1. ~Ε1 a m or d e Dios
r e que ri r cambio ~ο desa rrollo en la estructur a de l ser divino (Fil. 2:6-8). L as E scrituras dec l ar an que "Dios es a mor " (1 Ju an 4:8, 16). R e-
L a inmutabilidad d e Dios, de nt ro d e este contexto, se mu estr a con- v el a n ~α un " Dios de amor " (2 Cor. 13:11) ~γ e l "amor de Dios" (2 Cor.
sistentemente ~α tr avés d e la Biblia como s u "fid elida d", ~ο co nsta ncia, Ε1 Pa dre (1 Juan 3:1), el H ij o (Efe.
13:14; cf. Efe. 2:4) hacia su cr eació n. ~
en s u s actos históricos. Di os es ca paz de hacer cosas e n 1α~ histo ria y 3:19) y el E spíritu San to (Rom. 15:30) se emp e ñan en expresar su
de ca mbi a r su opinión (Je r. 18:8; 42:10; Jon. 3:9, 10) sin violar 1α~ per - amante natura l ez a inte rior no só l o en los actos d e c rea r el universo y
fección de s u ser ~ο si n ex pe rimentar un pr oceso d e d esa rrollo i nter io r tener comunión con él, sino m ás notablemente ~α1 idear e i mple men-
d es de un nivel inferi or de s u ser ~α otro superio r. ~Α1 mismo ti emp o, ta r un plan de salvación aso mbrosamente sab io y co mplej o. La d efi-
su eterna fide l idad (Sa l . 100:5; 117:2) ga rantiz a que nunca camb iar á s u nici ón del am or de Dios no pue de d eriv arse analógicamente de con-
opinión sino m ás b ien cumpli rá siempre s us pla nes (Isa. 25:1), j ur a- cepcio nes ~ο experiencias hu m anas. ~ Ε1 sig nifica do del am or sól o pue-
mentos ( H eb. 7:21), y prom esas de recomp e nsa (I sa. 61:8) y protección de ser de finido por Dios ~α tr avés d e un acto d e revelació n di r ecta. ~Ε1
ο de castigo (Sal . 119:75) en rel aci ón con las decisiones
(Sal . 91:14), ~ ~ n atur a-
amor es una rea lida d r e lacional . Juan descubre c l ar a me nte 1α
l eza rel acio na l del a mor cuando obser va que " he m os conoci do y creí- al canz a r salvación p or me dio d e nuestro Señor J es ucristo" (1 Tes. 5:9).
do e l am or que Dios tiene pa ra con nosotr os. D ios es a m o r; y el que L a respuesta d e Dios ~α1 peca do de l ho mbre es e l o frecimiento d e 1α~
p ermanece e n a mor, perma nece en Dios, y Di os en él" (1 Juan 4:16). salv ación en J esuc risto (Gén. 3:15). Si Dios es am or y su propós ito
ο que p odría suge-
Sin e mbar go, h ay m ás e n e l a m or di vino de 1~ explí cito es salv ar ~α los peca dores, surge 1α~ pregu nta en c uan to ~α qué
rir s u estructura de r e lac ión. ~ Ε1 amor divino se expli ca c l aramente puede ca usar su i ra. De acuerdo con 1α~ Escritura, la ira di vina se pro-
c uando, de acuerdo con 1α~ pre destinació n ete rn a de Dios, "se mani- duce cuando e l peca do p ersiste nte (D e ut. 9:7; 2 C ró n. 36:16; Jer. 7:20-
f esta ron la bo nda d y e l a m or d e Dios nuestr o Sa lva dor " (Ti to 3:4 34; 32:31-33; Ose. 12:14; Rom . 2:5; Col . 3:5, 6) condu ce ~α l os seres
NVI) ~ γ e l P adre y Jesucri sto n os di e ron "conso lac ión ete rna y bue na humanos ~α un rechaz o inalter able d el a m ante ofreci mi e nto de sa lva-
es pe ra nz a por g r acia" (2 Tes. 2:16). ~ Ε1 a mor d e Dios recibe s u m ani- ción de Dios e n J esucr isto (Juan 3:36; Heb. 6:4-6). D ebido a que Dios
festació n m ás asombr osa e inespe ra da en 1α ~ vi da y mue rte de es a m or, no quiere "que nin guno perezca, sino que to dos procedan ~α 1
Jesuc ri sto (Rom. 8:39;1 Ju an 4:10; Rom. 5:8). ~ Ε1 a m or d e Dios no só l o a rre pentimien to" (2 P ed. 3:9; v e r 1 R e y. 8:46-51). L a ira de Dios puede
está en 1α~ b ase d e 1α~ creación (IV C) sino tambié n de la salv aci ón. L a ser evitada por el arrepentimiento (1 Rey. 8:46-51; Joe12:12-14), la con-
encarnación y la c ruz de C risto revel an e n verda d qu e el amor divi- fesión ( Dan. 9:16-19), l a restit ución (L e v. 5:16; Núm. 5:7, 8) y la inter-
no es un acto de ab negaci ón por ca usa y en beneficio de otros, aun Έχο. 32:9-14).
cesión ( ~~~
d e l humi ld e, el despreciado, el indig no. L a E scr itura d esc ribe 1α~ En síntesis, la i ra de Dios pue d e ser desviada si l os hum anos acep-
esen cia d el a m or divino cua ndo el Pa dre d a ~α1 Hij o (Jua n 3:16; Rom . tan 1 ~α volun ta d de Dios (su le y) y e l perdón, ofrecid o grat uitamente ~α
8:32; cf. 2 Cor. 5:21) y, si mul tán eam e nte, e l H ij o se d a ~α sí m is m o to dos en J esucristo. Sin embargo, ~α1 r echaz ar volun ta ria y per siste n-
( Gál . 2:20; Efe. 5:2; H eb. 9:14). P abl o expl ica el ca rácte r ab nega do d el γ s u d on amante d e sa lvación en J e-
tem ente 1α~ v olunta d d e Dios ~
a m or de l Hij o p or el mundo se ña l a ndo qu e C risto Jesús "no esti m ó r l r
s uc isto, os p eca do es se vuelve n p o rfiad os en su o posición ~α1 Señor,
el ser igual ~α D ios como cosa ~α que afe rr a rse, sino que se d es pojó ~α con 1ο~ cual se co nvie rten en enemigos de la De ida d. N ahum explica
s í mi smo, to m a ndo forma de sie rv o, h echo semej a nte ~α l os hombres; que 1α~ ira de Dios es co ns uma da en sus enemigos: "Dios es cel oso y
y esta ndo e n la condición de hombre, se humill ó ~α s í mis mo, h acié n- vengador. E s vengador y Señor de 1α~ ir a. Se venga d e sus a dver sa rios,
dose obe die nte h asta 1α~ mue r te, y mu er te de cruz " (Fil. 2:6-8). Sob re y guarda e l enojo p ar a sus enem igos" ( Nah. 1:2 NRV). Dur ante 1α~ his-
esta base, no sorpr e nde oír ~α Pab lo afirmar que e l a m or de C risto to ria de 1α~ salvación, la ira de Dios se h a cons uma do só lo ocasional y
"exce de ~α to do co noci m iento" (Efe. 3:19). Se desprende de esto que pa rcia lmente (La m. 2:1-3; cf. Hec h. 17:30). L a ira d e Dios tendrá una
e l a mor div i no es 1α~ fue nte (1 Jua n 4:7) y m odel o (1 Co r. 13) de l amor co ns um ación escatol ógica en e l últim o dí a, c uando "to dos l os sober -
huma no. bios y to dos l os que hacen ma ld ad ser án estopa; aquel día que ven-
drá los ab r asa r á, ha dich o Jehová de l os ej é rcitos, y no les d ej ar á ni
2. L a i r a d e Dios ΙΙ. ~
ra íz ni r am a" (Mal. 4:1; cf. Ap oc. 14:10, 19; 19:15-21; v e r juicio ~~ Ε.;
Q ue e l Dios bíb lico expe rimente y exprese s u ira hac i a l os p eca- ~ΙΙΙ Β. 3).
~~ . ~
dores, d estruyé nd ol os media nte el fuego eterno pa rece ser aj e no ~α su
natura l e za (Isa. 28:21). Sin e mbargo, el concepto b íb lico d e 1α~ ir a de D. Trasce n dencia
Dios no es contradictorio ~α, ni incompatible con, su nat ura lez a ama n- Trascendencia es otro co ncepto teológico que aparece e n la Biblia sin
te. Debi do ~α que Dios es am or, su propósito es salv ar ~α to dos los se res una p al abra es pecífica p ar a expresarlo. Trascendencia básicamente sig-
humanos. Pabl o formuló este hecho básico d e 1α~ teol ogía cristiana en nifica "inde pendencia de", ~ γ en el estudio de 1α~ natura l eza d e Dios se
una d eclaración concisa: "No n os ha puesto Di os p a r a i ra, sino p a ra refie re ~α s u independencia respecto ~α s us relaciones con el universo.
Ε1
~ sentido en el cual D ios es d iferente de 1α ~ creación se ha ente ndi- Dios e n dos sitios: primer o, la m ora da de su gl oria per sonal en e l San-
do tra dic i o na lme nte sobre la base de s u etern id a d ate mp or al e in- tuar io-templo terre na l (2 Crón. 5:13-6:2; 6:41; 7:1-3; cf. ~ Έχο.
~~ 40:34-38),
mutabilidad i mp asible. En otras p alab ras, Dios es di ferente de 1α~ crea- y segundo, su morada ce lestial (2 C rón. 6:21, 25, 27, 30, 33, 39; c£ H eb.
ción porqu e es ate mp ora l y no histó rico, mientr as que 1α~ c reació n es 8:1, 2; Apoc. 7:15). La m ora da cel estial de Dios no es to da vía e l ámbito
te mp or al e histó rica. L a teol ogía c lásica, basa da en esta pr e misa, en- d e su t r ascendenc i a, puesta que e l "cie l o" es p ar te de su c reación. La
c uent ra una similitud básica, ~ ο analogí a, ent r e 1α~ rea lida d trascen- mor ada de D ios en el cie lo, e nto nces, d ebe entenderse como p ertene-
de nte de Dios y 1α~ rea lida d c rea da. Tal si militud es e l fundame nto que ciente ~α s u inm ane ncia histó rica, esto es, ~α su rel ac ión con otras c ria-
pe rmite ~α 1α~ raz ón hum ana ha bla r sob re D ios y e labo rar una teología tur as no afectadas p or el peca do. La demanda de d os mor adas se
natura l. Otros h an s uge rido que entre Dios y 1α~ c reac i ón ha y una dife- d ebe, no ~α 1α~ t r ascendencia de D ios sino más bien ~ α 1α~ in tr oducción
r e ncia absoluta y total d es i gna da como "t rascendencia absoluta". L a d el peca do en 1 ~α tierra y ~α 1~
α necesi d a d de 1α~ presenc ia p er sonal de
trascendencia absoluta no reconoce s imilitud ent re e l ser ete rn o d e D ios con s u pueb lo.
D ios y su creació n hi stó rica. La dime nsión de 1α~ tr asce ndencia de Dios nueva m e nte se p one d e
La Biblia conc ib e ~α Dios co mo dife rente d el mundo, ta nto e n té r- re lieve c uando Sal om ón pr egunta: "¿ E s v erda d que D ios hab itar á
m inos d e su rea lid ad (D ios no es e l m undo ni el m undo está incluido con el hombre e n 1α~ ti err a? H e a quí, l os cie los y l os ci e los de los cie-
en su ser) com o e n té rmin os d e s u natur ale za. E s obvio, sin emb ar go, los no te pue den contene r; ¿cuá nto m e nos esta casa que h e edifica-
que c ua ndo 1α~ difere ncia se e ntiende com o "t rascende ncia absoluta", do?" (2 C rón. 6:18; 1 Rey. 8:27). Aquí se per cibe y expresa el m iste r io
Dios llega ~α ser e l g ra ndioso for aste ro desconoci do. L as consecuen- d e 1α~ rea lida d de D ios. D ios v ive en 1α~ ti e rr a, inclu so en un te mplo, y
cias d e los enfoques tra diciona l y moderno de 1α~ interpretac i ón de 1 ~α en el cie lo ( ~ίnmanenc ia), sin e mbar go su se r sob repasa completa-
trasce ndencia d e Dios ha n s id o, en úl tima insta ncia, r esponsab les de l m ente 1α~ c r eaci ón (trasce ndencia). Só lo cuando se reve la e l mi sterio
gi ro hac i a concepcio nes p ane nteí stas de 1~α ~ίnma nencia de D ios e n los d el ser de Dios -como total m ente inde pe ndiente y co mpleta mente
últi m os tres si gl os. De acuerd o con esta concepción, Dios ya no es una p o r enc im a de s us cr iaturas, si n emba rgo ~α1 mism o tiempo capa z y
p er so na independie nte de l m undo sino más bien el mund o mismo, dis puesto ~α e nt ra r e n una rel aci ón íntim a en 1α~ cual m ora con su crea-
con su pr ofu nda causa ontol ógica ~ο p oder pa r a ser. ción- somos ca paces d e reconocer y a dor ar ~α Dios en su m aj estad
L as Santas E sc rit ur as pr ese ntan un c u adro diferente de 1α~ trascen- divina. Ningún esf uerzo de 1α~ ra zón ~ ο de 1α~ imaginación humana
dencia de Dios. Des de e l co mienz o, la d octr i na de 1α~ c reació n a rm a el ~ revelación de Dios hasta s u se r mi smo.
pue de p enet ra r m ás allá de 1α
esce na rio ta n to pa ra 1~α t rascendenci a como p a ra 1α~ si militud e ntre Sin embargo, la Biblia no a dop ta 1α~ id ea de una trascendencia "abso-
Dios y su creación. L a c reació n de Dios estab lece 1α~ ind ependenc ia d e luta" que exc luya similitudes entre Dios y 1~α creación. Por e l contr a rio,
1α~ r eal i da d de D ios con respecto ~α 1α~ rea lidad del unive rso (Gén. 1:1; de acuerd o co n el relato bíb li co d e la creación, e l hombre y 1α~ muj er son
H eb. 11:3) y, consecuente mente, 1α~ d ependencia de l univer so r espec- c reados " ~α imagen de Dios" (Gén. 1:27), l o que afirma cla ramente una
to ~α Dios ( Isa. 42:5). similitud entre Dios y 1~α humanid ad. Con tod o, la existencia de esa se-
De este mo d o 1α~ E scri t ur a hab la cl aram e nte d e 1α~ trascenden ci a d e mej an za no j ustifica el uso es peculativo d e 1α~ sola raz ón pa ra entender
D ios d es de el punto d e p ar ti da d e su inm a nenc ia en el Santuari o. ~ Ε1 ~α D ios. Sólo Dios, que conoce p erfectame nte ambos la dos d e 1~α analo-
rel ato de 1α~ ceremonia d e d e di cación de l templo d e Sa lomón (2 C r ón. gía e ntre él mis mo y 1α~ c reación, pue de extrae r analogías cogn~ί tivas ~ο
5-7) señala 1α~ tr asce ndenci a d el se r d e D ios más allá d el á mbito d e 1α~ comp aracion es sob re s u propio ser en nuestro ord en c reado. L os se res
c reació n. Comenzando con 1α~ afirmación de 1α~ i nm a nencia p ersonal e humanos, que só l o conocen su propio lado de la c reación, no pue den
histó rica de Dios (IV D), e l relato identifica el luga r d e 1α~ mor ad a de formul ar debidam e nte un cuadro analógico de 1~α realid ad d e Dios.
Sob re esta base ninguna a na logía extraída d e 1α~ c reación p ue de
IV. ACTOS DI V I N OS
servir de fundam e nto pa ra atr ib uirle ~α Dios a lguna forma física ~ ο Α. P rescie n cia
~
conceptual . En otr as p al abr as, 1 ~α anal ogí a que existe entr e Dios y 1α~
Ε1 D ios eterno e inmutable de la Bibli a es capa z de conoc imiento
~
creación no fu ndamenta 1α~ posibilidad de d esarrolla r una teo logí a
Ε1 Señor es un Dios que todo 1ο
(l os. 22:22): " ~ ΝVΙ).
~ sabe" (1 Sam. 2:3 ~ ~
natur al . No es d e sorprende rse que el segund o mandamiento n os ins-
Dios no sól o se conoce ~α s í m is mo sino que tambié n con oce el uni
truya ~α no hacer "ningún íd olo, ni n ada qu e guard e sem ej anz a con 1ο~
verso creado. ~ Ε1 co nocimiento que Dios tiene d e sí mis m o se describe
que h ay arr iba en e l c iel o, ni con 1ο~ que hay abaj o en 1α~ tierra, ni con e n cla ros té rm in os trinίtarios.
~ Pabl o d eclara que " nad ie conoce los
~ que h ay en las aguas debaj o d e 1α~ tie rra" (Έχο.
1ο ~ ~~ 20:4 NVI). pensamien tos de D ios s in o el Espírit u d e Dios" (1 Co r. 2:11 NVI).
Dios pue d e usar una a na logía p ar a reve l ar se a sí mismo sin
Só l o Cristo mismo observ ó que "na d ie conoce ~α1 Hij o, sino e l Pa dre, ni ~α1
acudir ~α especulaciones v anas. Al gun as d e las analogí as que D ios usa Pa dre conoce alguno, s ino el Hijo, y aquel ~α quie n el Hij o 1~ο quier a
se ll aman antropom orfis mos, esto es, atribuyen ~α Dios car acte rísticas re vela r " ( Mat. 11:27; cf. Lu c. 10:22). Este conocimiento p ertenece ~α 1α~
propias d e l os se res humanos. En los a ntropomorfism os b íbl icos, D ios n atur ale za de Dios y se encuentr a en 1α~ fuente misma de toda activi-
reve la qu é es é l y qué puede hace r e n términ os d e realidades huma- dad d ivin a, tanto en 1α~ creación co m o e n la redención. ~ Ε1 reconoci-
n as. Por ej empl o, c ua ndo Di os dice que tiene un b raz o ( ~
Έχο.
~~ 15:16; miento d e Isaí as de que el "ente ndimi ento [de l Señor] es in sondab le"
Sal . 89:13), no qui ere decir que él tie ne exacta ~ο unívoca mente lo que (Isa. 40:28 NRV) se aplica ~α este niv el de l conocimiento divino. Puesto
nosotr os lla ma mos un b ra zo. La expresió n significa que 1 ~α rea l i dad de que este conocimie nto per te nece ~α 1α~ ese ncia íntima de la Deidad, los
Dios es ca p a z de rea lizar to do 1ο~ que pue de ser realiza do p or un seres c reados no pue de n obtenerl o ahora, ni los redimidos te ndrán
b raz o huma no, e infinita mente más. No p ode m os conceb ir ~ο i magi- acceso ~α él por toda 1α~ eternid a d.
nar 1α~ estru ctura ve rd ad er a d e 1α~ r ealid a d de Dios que l e permite e j e- De acuerd o con 1α~ E sc ritur a, el conocimiento d e Dios es p erfecto
cuta r estos actos. Con todo, e l le nguaj e anal ógico nos reve l a aspectos (Job 37:16). Si n e mb argo, el conocimiento divino no debe identifica r-
d el se r de Dios y capacidades divinas, mientr as que ~α1 m is mo tiempo se con 1~α om nipote ncia de Dios. Cuando la Esc ritur a h abla d e conoci
resguarda el misterio d e s u natura l ez a divina. miento divino, i nc luy e ndo 1α~ omnisciencia y 1α~ presciencia, 1α~ car ac-
Έ 1 es rea l e n s í mismo y tie ne una form a, s in embar go esa realida d
~ terística p asiva d el conocimiento no es eli mi na da por la sobe ranía de
Dios. Si 1α~ receptividad es e limina da, ta mbi én lo es el conocimiento.
y forma divinas exce d e n co mpl eta m e nte 1α~ realida d ~ γ capaci da d de
C uand o los a utores bí blicos d esc riben ~α Dios co m o al guien que co no-
comprensión de l as más e nc umbra das in te ligencias c rea das. M ás allá
ce el universo crea d o, se infiere que 1α~ capacidad divina es a fecta da
de 1α~ r e v el ació n de su se r, el silencio es y sie mpre se rá elocuencia. Se
d a 1α~ reve l ación c ua ndo Dios mismo se relaciona directam e nte con p or una realida d crea da diferente de é l mismo. Si n e mbar go, e l cono-
ci m iento que Dios p osee d e 1α~ creac ión sobrepasa e l conocim iento hu-
nuestra historia hum a na. Des de e l pun to inicial d e su r eve l ación, e l
ma no, que só lo puede l ogra r un conocimiento p arcia l y li mitado de la
m iste r io de s u se r tr asce ndente apa rece como aquell o que no pue de
r ealid ad, mie nt ras que Dios no ex perim e nta ninguna limitaci ón ~ ο
se r comprendido p or nuestr a inteligencia limitada.
parcialidad. La car acte rísti ca ¡limitada d el conoci mi e nto d e Dios se
L a tr asce ndenc i a de Dios se muest ra en conexión con v ari os de s us presenta en 1α~ Esc ritur a como omnisciencia y presciencia. La omnis-
atributos seg ún están rev e la dos en 1α~ Bib lia: por ej empl o, l os atribu- ciencia se re fie re ~α1 hecho de que Dios abarca to do en s u conocimien-
tos d e presciencia, omnisciencia y om nipote ncia. Sin embargo, la tras
to; 1α~ prescienc i a se refiere ~α 1α~ capacidad de Dios d e incluir en su
cendencia d e D ios se reve la en s u nive l m ás pr ofundo e n la doctrina
omnisciencia no só lo rea lid ades p asadas y presentes sino también
d e 1α~ Trinid ad.
realidades futur as, aun las acciones l ib res d e las pe rsonas.

59
Ε 1 a pósto l Ju an proc l a m a cl ar ame nte 1α~ omniscien c i a d e D ios
~ L a n atur alez a d e D ios como m ister io (v e r ~ΙΙ.~ ~
Β) también está presente
cuando d ecla ra en conc reto que Dios "sabe to das l as cosas" (1 Juan c uando trata mos con s u omnisc i encia y prescie ncia. Por un l ado, ~α
3:20). Pab lo artic ul a el mis m o concepto cuando explica que "na da tr avés d el as pecto reve l ad o de l miste rio, somos capaces de captar el
creado está ocul to d e la vista d e Dios. Todas las cosas está n des nud as hecho d e la omnisciencia y la presc iencia de Dios. P or otra p arte,
α los oj os d e a quel ~α quien tenem os que d ar cuenta" (Heb.
y ab ier tas ~ debido ~α1 as pecto e ncubier to d e la natura lez a divina, es imp osibl e
4:13 NRV). L a omniscie ncia de Dios obviamente incluye el m undo para l os seres humanos co mpr e nder la mane ra en qu e D ios es cap az
(Job 38:33; Gén. 1:31) y l os se res huma nos y s us acc iones lib res (Sal . de realiz ar sus actividades cogni tív as d e ntro del á mbito de 1α~ omnis-
44:21; 139:1-5; Mat. 6:8, 32; Lu c. 16:15; Hech. 15:8). ciencia y 1α~ prescienc ia. Por esta ra zón no es p osib le d esarrolla r una
Pe dr o y Pab l o a firma ron cl ar amen te 1 ~α presci encia d e Dios ( H ech. i nterpr etac i ón teol ógi ca d e la capaci da d cognítiv a de Di os.
2:23; R om. 8:29;11:2). Mucho antes, Dios m is mo, ~α través de l os esc ri- P or 1ο~ tanto, 1α~ r eve l ación de 1α~ omnisciencia y 1α~ pr esc i encia d e
tos d el profeta Isaí as, reve ló explícitamente el significa d o teo lógico d e Dios no provee un punto d e pa rtida p ar a una teo logía del co noci-
1α~ presciencia cuando proc lamó: " ~~ Υο soy Dios, y no hay otr o Dios, y miento di vino. P or el contra ri o, mu estra que ninguna mente humana
na da ha y semej ante ~α mí, que anuncio 1ο~ p or venir d es de e l principio, puede e ntender 1α~ m ane ra en que Dios conoce. C ua lquier intento de
y desde 1α~ antigüedad lo que aún no e ra h echo" (Isa. 46:9,10; cf. 41:21- interpreta r la estructur a de 1α~ cognic i ón divina apar te d e la inform a-
24; 44:6-8). L a prescienc ia, entonces, es 1α~ afirmación de que la omnis- ción re vel a da no sólo es no bíblica sino que es e l producto d e 1α~ ima-
c i en c i a d e Dios incluye no sólo real i da d es p asa das y presentes si no ginación hum ana. Otr o propósito pa ra la revel ación de 1α~ omniscien-
ta mbién futur as. En 1α~ E sc ri tura, p or otra parte, la pr esc i e ncia se re fie- γ presciencia divi nas, co m o se ve en 1α~ B ib lia, es proporcionarnos
ci a ~
r e princip almente ~α e ven tos histó ricos fu turos real i za d os p or Dios e l m arco necesa ri o para una comprensión c l ar a d e acti vida des reden-
(Hech. 15:16-18; Rom. 8:29, 30), p or se res humanos (Sal . 139:16), ~ ο p or toras como 1α~ pr edestinación (R o m. 8:29), la e lección (Rom. 11:28) y 1α~
a mbos (Hech 2:23). cruz (H ech. 2:23).
La E scri tura enseña que Dios sabe y que s u co nocimiento inc luy e
to do, aun decision es libres de seres humanos que todavía no existen. Β . P re d esti n ación
~
L a m ane ra en que él sabe, sin e mbargo, pe rtenece ~α1 nive l oculto de 1α~ La omnisc iencia y 1~α pr escien cia se refie ren α~ la activ idad cognití -
natur a lez a d ivina. L a afi rmaci ón de 1α~ presciencia de Dios no es con- να~ d e Dios respecto ~α1 mund o e n genera l y ~α l as acciones huma nas
~
tr adicto ria ni l ógicamente inco mp atible con e l lib re albe drío hum ano. libres e n parti cula r. Dentr o d e este co ntexto genera l , la pre destin ación
Aquell os que perc ibe n una contr adicció n ínsupe rab l e s uponen i mplí- se refie re ~α 1α~ activida d voli tív a d e Dios (Efe. 1:5, 9, 11) ~ α1 decid ir 1α~
citam e nte que 1α~ m ane ra d e conoce r de Dios funcion a exacta m e nte i r ri r l
est ru ctura y l os co mpone ntes bás cos e que dos p a a ogr ar 1α~ reden-
como 1~ ο hace nuestr a li mita da m ane ra humana de conocer. Si se con- ción de 1α~ humanida d (1 Cor. 2:7). En un sentido gener al cualqu ier
sider a seria mente la prescie ncia divina, co m o la Esc rit ura 1α~ presenta, decisión div ina que determi na la natur al e z a ~ γ 1α~ estr uctura d e 1α~ rea-
resulta ob vio que el co nocimiento d e Dios funciona e n m a ne ras qu e li da d c rea da puede consi dera rse com o pe rteneciente ~α 1α~ predestina-
no p odem os expl icar por analogí a ~ο im aginación. Esto nos ll eva nue- c ión. D e este modo, 1α~ c reac ión del mundo es 1α~ actual iz ación del
va me nte ~α1 misterio de Dios. ante pr oyecto d e Dios pa ra la natura lez a. En sentido bí b lico, 1α ~ pre-
No d ebiera o lvi da rse 1α~ reacción de D avid ~α1 comprende r 1α~ om- destinación se refiere específica m e nte ~α1 plan divino de salvación. As í
ni sciencia d e Dios. Después d e d esc rib ir e l conoci m iento omniaba r- co m o 1α~ c reación fue 1α~ actua l iz ación del anteproyecto de D ios p ar a
cante de D ios, si mple me nte co ncluyó: "Tal conoc i m ien to es d em asia- las realida des creadas, la pre destinación fue su plan p ara 1α~ sa lvación
do ma ra vill oso pa ra mí; a l to es, no lo puedo compr e nder" (Sa l. 139:6). de los p ecadores.
La E sc r itura se refie re ~α 1 anteproyecto divino p a ra la salv ación de C. Creació n
1~α hu m anida d con p alab ras como " prop ósito" (prothesis, un "plan tr a- En el contexto general de 1α~ omn iscie ncia, 1α~ presciencia, 1~α pre-
z ad o co n anticip ación " [Ro m. 8:28; 9:11; Efe. 1:11; 3:11; 2 Tim. 1:9]), destinación y 1α~ e l ección divinas, la creación de Dios se refie re ~α su ac-
"miste rio" ( Efe. 3:9), y "sab iduría escondid a de Dios" (1 Cor. 2:7 tividad conc reta qu e generó 1α~ existe ncia de una nu e va r ealid ad d ife-
NRV). La pa labr a " pr e d estin aci ón", que ap arece en la Bib l ia co m o el r e nte de é l mi smo, ~α saber, el unive rso. La c r eación, e nton ces, p or un
v erbo proórizó (" deci di r de ante m an o"), ta mb ién la utiliza n los esc ri- l ad o hace rea l el anteproyecto teór ico d e Dios pa r a ~ε1 mun do (ver
tores bíb licos pa ra refer i rse ~α la d ecisió n prev ia y eterna de Dios res- Prov. 8:22-31; cf. Jer. 10:12), y p o r el otro, hace p osible 1α~ histori a y
p ecto ~α su plan de salv ación ( Hech. 4:28; Rom. 8:29, 30;1 Cor. 2:7; Efe. necesa ria 1α~ providencia div i na (v er IV ~ Ε).
L5,11). Desde e l comienz o (Gén . 1; 2) hasta el fin ( Apoc. 14:7) la Esc ritura
D ios concibió y d ete rmin ó e l plan d e salvació n "a ntes de 1α~ funda- en seña qu e Dios es e l Cread o r d e los cie los y 1α~ tierra. Se nos di ce que
ción del mund o" ( Efe. 1:4; 1 P ed. 1:20), an tes de 1α~ existen cia de " l os "p o r 1α~ p a labr a d el Señor f ueron cread os l os cie los, y p or el sopl o de
sig l os" (1 Co r. 2:7), " d es de e l prin ci pio" (2 Tes. 2:13; cf. Ju an 1:1). Ésta ΝV ~Ι). ~
su boca, las est r e llas" (Sa l. 33:6 ~ Ε1 u nive rso llegó ~α existir por 1α~
es la ra z ón p ar a e l prefij o pre en "pred estinación". A ntes de 1α~ ca ída ord en directa de l Se ñor (Sa l . 148:5, 6; Heb. 3:4). L a E scr it ur a presen ta
(Gén. 3), antes de 1α~ creac ión d e l m und o (Gén . 1; 2), aun a n tes d e l as es pec íficamente ~α la Dei d ad -P adre, Hij o y Es píritu Santo- unidos
eda des d e l tiemp o crea d o, en 1~α eternid a d, D ios id eó y d ecid ió e n sí en la e mpr esa d e rea liz ar el acto d e 1α~ c reaci ón (1 Cor. 8:6; Heb. 1:2;
m ismo 1α ~ estructur a de l plan p ara 1α~ salv ac ión d e 1α~ humanida d ( Efe. I sa. 37:16; Ju an 1:3; Gén. 1:2; Job 33:4).
Ε1 gr an con flicto ~Ι. ~
1:9; v e r ~ Α. 1-5). L a creac ión de pend e totalmente de 1α~ sab idurí a y 1α~ acti vida d de
L a pred estin ación de Dios no determin a 1α~ sa lvació n ~ ο condena- D ios. En otras p al abr as, de ac u e rd o con la Escri tura, 1α~ c reac ión no
ción eterna de los seres humanos, co m o a lgunos quisier an h acernos re quie re ni s up one la existe ncia de ~~~ ηίηgύη
~~ principio fue ra de Di os,
cr eer. L a ense ñanza b íb lica no identi fica pr e d estin ación con prescien- com o se r 1~α m ate ria ~ο 1α~ energía física. P abl o expli ca qu e Dios "lla ma
ci a, p o r eso se d ice que Dios pr ed estina todo lo que conoce de ante- las cosas que no so n co m o si ya existier a n " (Rom. 4:17 NVI); en una
mano. Es verda d que 1α~ i dea bíb lica de pr escie ncia incluye el con oci- maner a más explícita y téc nica él h ace cla ro el hecho d e "qu e e l uni-
m ien to d e Di os d e nuestro destin o eterno. Sin e mbargo, 1α~ Esc ritur a verso [ha sid o constitu i d o] p o r 1α~ p alab ra de Dios, de mod o que 1ο ~
niega en d os relatos la pretensión de qu e Di os predetermina los d es- que se ve fue hecho de 1ο~ que no se veía" ( Heb. 11:3). No d ebe e nten-
tin os human os. Pr i me ro, Pabl o difere ncia clara mente entre conoci- d er se 1α~ cr eación e n ana logía con 1α~ c reativ i d a d huma na, p orque 1α~
miento previo y pred estinaci ón (R o m. 8:29). Por esto no deb i er a n con- creativi da d humana es el proceso d e ord en ar una r ealid ad m aterial
fundirse las dos nocion es. Segund o, d e acuerdo con 1α~ E sc rit ur a, 1α~ preexistente. L a con ce p ci ón bíb lica, d e que 1α~ c reac ió n de Dios dep en -
salv ación de los se r es humanos implica no sólo el plan de pre desti- de totalmente de su poder (J er. 10:12) y no r e qu iere mater ia indepen-
nación y las obr as de salv ación de Dios sino ta mbié n 1α~ li b re respu es- diente pr eexistente ~ ο una exte n si ón de su prop io se r, se capta d ebida-
ta de fe ~α1 lla ma d o e incitación del E s píritu Sa nto. ~Ε1 pa pe l del l ib re mente en la tr a d icio na l expr esió n latina ex nihílo ( de 1 ~α na da). En con -
albe drío en 1α~ d eterminació n d e nu estr o destino eterno está prese nte secuenc ia, n ocio nes como el dua lis m o pl ató nico, el em an acionis mo
i mplícitamente en 1α~ en se ñanz a d el j u icio final incluido en la pre des- neopl ató ni co, el p ante ís m o, e l p anen teí sm o y el ev o lucion is mo
tin ación divina (Hech . 17:31), 1α ~ c ua l vin cula, entre otr as cosas, 1α~ m o derno no e n cu en tr an ap oy o en el relato bíb l ico d e los o rí gen es de
encarnació n y muerte de Jesucristo, la libr e respuesta hum a na ~α1 ll a- 1α~ r ealid ad.
mado ~α ace pta r tod as las pro vision es del plan d e Dios, y el j uic i o que D ebid o ~α que 1α~ n atur alez a eterna (ver ~ΙΙΙ Α), inmutable (v e r ~ΙΙΙ.
~~. ~ ~~ ~Β)
Di os hace de nuestra res puesta. de Dios no es atemp o ra l sino m ás b ien comp atible con el tiemp o
cr ea do co mo 1ο ~ conoce m os, Gé nesis 1 y 2 d escr iben el pr oceso histó- servación de Dios, 1α~ cual se efect úa consta ntemente por s u poder.
r ico de siete días l ite ra l es d entro de l os cual es Dios, p or una ser ie d e Es dras enunció esta id ea bási ca: "Tú solo eres Jehová; tú hiciste l os
actos c reativos s ucesiv os y complementa rios, trajo nuestro mundo ~α ci e los, y l os cie los de l os ciel os, con to do s u ejército, la ti e rra y todo 1ο
~
Ε1 c lím ax d e 1 ~α obr a de Dios d e crear el mundo ocurri ó
1α~ exi stencia. ~ que está en e lla, los m a res ~ γ todo 1~ ο que hay en e llos; y tú vivificas
en e l séptim o dí a (Gén. 2:2; cf. M ar. 2:27). ~ Ε1 descanso de D ios de 1~α tod as estas cosas, y los ej é rcitos de los cie los te a dora n" (N e h. 9:6).
ta rea d e c rear la r eali da d fí sica de l os ci e l os y 1α~ tierra permite que se Pablo 1~ο expresó b reve mente: "Έ1 ~ [ C ri sto] es antes de todas las cosas,
c umpla el propósito d e 1 ~α creación: 1α~ comunión pe rso na l directa de y to das las cosas en é l subsiste n" (Col . 1:17; cf. Heb. 1:3; ver C reación
Dios con l os seres hum anos (v er IV D). En un senti do muy rea l puede Α, Β;
1. ~ ~ ~Ι1. C).
a firma rse que d icha com unión es constitutiva de l ser de 1α~ huma ni- Des pués d e la e nt rada del pecado, se revel ó ot ra dimensión del
da d. p ode r creativo de Dios e n 1α~ obra d e tr a nsformar ~α los pecadores y
La c reac i ón tr aj o α1
~ m undo ~α 1α~ existenc ia d e 1α~ no existencia. ~ Ε1 restaur arlos ~α 1α~ i magen de Dios e n 1α~ c ual fueron c rea dos (2 Cor. 5:17;
m und o es el "otro" difere nte d e Dios, una realid ad se pa ra da de Dios. Gá l. 6:15; Efe. 4:24). L a ob r a de 1~α redenci ón requie re e l pode r creati-
E sto i mplica que Dios no es 1α~ sum a tota l de 1α~ realid ad. La i dea d e 1~α vo de Di os ~α fin de tr aer 1α~ sa lv ación ~α 1α~ existencia, no sól o ex níhilo
c reació n co mo 1ο~ "ot r o" d i fe rente d e Dios contr adice ex plícita m ente ~ que ex plícita me nte se opone ~α 1α~ v oluntad y e l poder de
si no d e 1ο
e l a rgume nto p ante ísta-panente í sta de que debi do ~α que Dios d e be Dios. ~Ε1 p ode r c reativo de Dios e n 1α~ salv ación no se conduce de 1α~
concebi r se com o "infinito" e ¡limita do, e nto nces no pue de habe r m isma maner a en que ob ró s u poder en la creació n original del mun-
"ot ro" fue ra d e él. En el sentido bíblico, la c reación, co mo 1α ~ mani fes- do físico. Tal identificación exc lui ría d os ideas bí bli cas relaciona das:
taci ón de la sabi duría y el a mor de Dios, mu estr a c la ra mente el a m or 1α~ co ncepción histórica d el gobierno divin o d e l os asuntos hum anos
de D ios p or 1α~ creación ~α1 permi ti r "otro" en co ntraste con é l. En se n- Ε) y el libre albe drío d el indi viduo respecto ~α 1 proceso de sal-
(ve r I V ~
tid o rel aciona l , 1α~ c reació n de Dios 1 ~ο limita ~α fin de co nce de r "espa- vación (ver IV ~ Α). No seguir 1~α comprensió n b íblica de l gobierno d e
cio" p ara 1α~ criat ur a. En su ser ete rn o, si n embar go, D ios no está li mi- Dios y el l ib re albedrío humano causarí a necesaria m ente disto rsió n
ta do por e l espacio y e l tiempo com o 1ο~ están las cri aturas. De este e n 1α~ interpretació n de las doctrinas de 1α~ j ustificación y 1α~ santifica-
modo, la cr eación llega ~α se r 1α~ condic i ón necesa ria p ar a 1α~ rel ación de ción.
Dios con las c riat uras y, p or lo ta nto, 1 ~α co ndi c ión n ecesa r ia p a r a 1α~ La histo ria de l m undo y 1α~ sa lvació n no sól o comienz a y continúa
h istoria. sobre 1~α b ase de 1α~ c reación de Dios, s in o ta mb ién concluye con 1α~
Ε1 a l cance d e la obr a d i vina d e 1α~ creació n es uni versal e inc luye
~ creación de Dios de "nuevos c i elos y nueva tie rr a" (Isa. 65:17; cf.
to do 1ο ~ que está en e l uni ver so fue r a d e D ios (Gén. 1:1; I sa. 40:26; Ju an Apoc. 21:1-5).
1:1-3; Co l . 1:16; Apoc. 4:11; 10:6). La c reac i ó n, co m o una ob ra dise ña
da y ej ecuta da p or D ios, no debe concebir se co m o inhere nte m ente D. P rese n cia h istórica
maligna ~ ο como un p aso que D ios deci dió d a r pa ra alca nz ar un obj e- L a Bibli a concibe la presencia de D ios en e l mundo co m o su mor a-
Ε1 re l ato bíb lico d e 1α~ creación expresa cl ara me nte que
tivo ulte rio r. ~ da hi stór ica con su pueb l o. Isa ías hi zo nota r que el Señor no sólo h abi-
"vio Dios to do lo que h ab ía h echo, y he aquí que er a bueno e n g ran ta "en l a a l t ura y la sa ntid ad" sino tam b ién "con el q uebra ntado y humilde
manera" (Gé n. 1:31). ~ Ε1 p oder divino involu cr ado en 1α~ cr eación con- de es pírit u " (Isa. 57:15). La presenc ia históri ca d e Dios de la c ual hab la
tinuó obrando d espués de 1α~ semana d e 1α~ c reació n. La cr eación de l 1 ~α Bib l ia se convie rte en "inm ane ncia" divina en teol og ía. La p a labra
mundo fí sico quedó terminad a e n sei s días. Sin e mba r go, ~ η¡ si quie ra "inmane nte" significa básica m ente algo que es inhe rente, que resi de
1α~ rea lidad física de l mund o puede exi sti r sin 1α~ incesan te ob ra d e pr e- e n, ~ο que existe dentro de a lgún otro s uj eto ~ ο s usta ncia. Afi rm ar 1α~
inm a nenc ia de Dios, entonces, significa creer que de algún modo
Tim. 3:12; Fil e. 6) ~ο "C r isto en vosotros" (Rom. 8:10; Efe. 3:17; Col .
Dios existe dentro d el mundo. Al gunos h a n in ter pretado 1α~ inmanen-
1:27). En amb os aspectos, 1α~ re l ació n equiva le ~α 1α~ mora d a interior
~ιία
~~ de Dios en el mundo como "panteísmo", lo cual signi fi ca que to do
d e l Espíritu Santo (1 Cor. 6:19; 2 Ti m . 1:14; H eb. 6:4). En otr as pala-
es Dios, ~ο co m o el panente ísmo segú n e l cual todo está "en" D ios.
bras, e l concepto b íb li co de 1ο~ que 1α~ teo logí a t ra d iciona l lla m a
Tanto e l pa nte ís m o como el pan enteísm o p asan por alto 1~α doct rina
i nmanenc i a de D ios no se re f iere ~α su ser y poder sino ~α s u pe rsona
bí blica de 1α~ creación, que estab l ece una di fe rencia total entre el ser d e
y amor. L a co mprensió n b íb li ca d e 1α~ ~ίnm anencia de Dil os com o e l
Dios y 1α~ realid a d de s u creación. Generalmente, la enseñanza cristia-
hecho d e " habitar con" s u pu ebl o es d e supre m a imp ortanci a p a r a
na ace rca de 1α~ ~ίn m anencia de Dios se entie nde como que Dios mis m o
una co mpre nsión co rrecta de los actos d e Dios y s u desa rrollo e n e l
está pr esente d e ntro d e 1α~ nat ura lez a.
gr a n co nfli cto entr e C risto y Satanás, des d e 1α~ rebe lión de Lucife r
De acuerd o con la Bib lia, Dios se relac i ona con el mundo d e dife- co ntr a Dios y s u le y e n e l cie l o (A poc. 12:7, 8) hasta 1α
~ restaur aci ón
re ntes ma ner as. Por ej emplo, p or su sab iduría y poder Dios es e l
escatol ógica ( Apoc. 21:1-4).
C rea dor (Gé n. 1:1-2:25; ~~~~Αροι. 14:7) y sustenta dor (Hech. 17:25; Heb. L a Esc ritur a entie nde 1α~ ~ίnmanenc i a de D ios co m o s u presenci a
1:3) d e 1 ~α n at ur aleza y de los seres huma nos, haciendo as í pos ible 1α~
histó rica con 1α~ natur ale za (Sal . 68:8; 114:7, los cre yentes (Sa l . 16:11),
histo ria huma na. En este contexto, "en é l vivi m os, y nos movemos, y
l os i ncr édulos ( Gén. 4:16; Αροι.
~~ ~ ~ 14:10), l os án ge les en el cielo (Luc.
somos" (Hech. 17:28). P e ro l as ob r as de 1~α c reación y de 1α~ su stenta-
Έχο. 33:13-23) y 1α~ igl esia ( Mat. 28:20). Además, la Biblia
1:19), Israe l ( ~~~
ción de 1α~ creación son obras d el p o der extraordinariamente gra nde
d escribe 1α~ pr ese ncia histórica, p er sonal, d e D ios como omnipresente
d e Dios, e l cual no debe confundirse con s u pr ese ncia p er sonal resi-
y que pe netra to das l as cosas (J er. 23:23, 24; Sal . 139:7-12). ~Ε1 Dios
dente en el mundo, que es el co ncepto b í blico d e ~ίnmanenc ia. La crea-
bíb lico pue de rel acionarse con el es pacio en una m anera que es impo-
ción y 1α~ sustentación constituye n únicamente las condiciones que h a-
sible p ar a los se res huma nos limita dos. La prese ncia histó rica, perso-
cen posible 1α~ ~ίnm anencia d e Dios. L a reside ncia histór ica de D ios
nal, directa de Dios es rea l y simul tánea en to dos los luga res de su
apunta ~α su relació n con e l mundo co mo a l go d iferente ~α é l.
vasto universo. Esta capacid ad de l ser de Dios se conoce en lenguaj e
En tres hechos históricos d e i mp or ta ncia d eci siva registr ados en 1α~
teo lógico co m o omniprese nci a d e Dios.
~ estructura d e 1~α inm ane ncia d e Dios baj o
E sc ritura, se mani fiesta 1α
Tra dicional me nte, 1α~ teol ogía cr istiana se ha ocupado d e 1α~ com-
1 ~α catego ría d e co m unión, e n e l sentido conc reto d e " hab itar con".
pre nsión de 1α~ ~ίnma nencia d e Dios sólo d es pués que el concepto de 1α~
E sos tr es acontecimientos so n: e l prim e r sába do ~ α1 fin d e 1~α sema na tr ascendencia de Dios (v e r ~~ΙΙΙ~ . D) se ha determinado sobre 1α~ base de
de la c reació n (Gén. 2:1-3), e l Santuari o (Έχο.
~ ~ ~ 25:8) y 1α~ encarnación 1α~ interpretación atempor al de su eterni dad (ve r ~ΙΙΙ Α) e inmutabili-
~~ . ~
de l Hij o ete rn o (Juan 1:14). En ca da h echo se m antiene 1α~ mis m a es-
dad (ver ~~ ΙΙΙ~ . ~
Β). E sta p osició n, qu e no tiene es pacio p a ra e l concepto
Ε1 concepto b íb l ico d e Dios 1ο~ mu estr a entra ndo
truct ur a relac i ona l . ~
bíb lico de 1α~ pr ese ncia histó rica de Dios, d ebe presentar más argu-
en rel ación con el mund o p or é l c rea do y que é l sostiene continua-
me ntos p ara evitar que se 1α~ co ns id ere partida r ia d e l pa nteís m o ~ ο el
m en te, no co mo una fue rz a oc ul ta en l as profundida des d e la natu-
pane nte ís mo. La B ib li a s igue el cami no opuesto: dentr o d el contexto
raleza, sino más bie n co m o una Per sona qu e se rel aciona con los
pr ovisto p or una interpretación histó rica d e 1α~ etern id ad y 1α~ inmuta-
se res humanos ~α1 habita r con ell os ~α 1ο~ la rgo y dent ro d el fl uj o de 1α~
ble fi de l idad de las acc i ones de Dios en 1α~ histo r ia, e l Señor se re vel a
histo ria hum an a.
~α s í m ismo pr i m e ra mente ~α través de s u presencia históri ca c ua ndo
Cua ndo 1α~ inm anencia d e Dios se e ntie nde co m o " habitar co n"
" habita con" s u pueb lo. Inc lu so 1α~ id ea de trasce ndenc i a se consid er a
-como se v e en e l sába do, e l Sa ntuario y 1α~ e ncarnac ión-, res ul ta
d esde e l punto de p ar tida provi sto por la comprensión hi stóri ca de 1α~
c la ro e l s ignifica do d e 1α~ r e lación "en C ri sto" (Rom. 8:1; F i l. 4:7; 2
pr ese nci a de Dios.
Ε.
~ P rovi d e n cia
1. Act iv id a d provid encia l indi recta
L a p al ab ra " provi dencia" viene d e l latín providere, que significa
Seg ún 1α~ E scrit ura, el mod o indirecto de acti vidad pr ovid en ci al d e
pr e ver. Aunque la pa labra no es b íb lica, el co ncep to d e provi dencia es
Di os incluy e los sigui entes p atrones: 1. La deci sión divina d e p ermi-
fund amental en la E scr itura y se refiere ~α la re velación co ncerniente
tir que e l pecad o siga s u curso n atur al en el n ivel gene ral de 1α~ histo-
al gobierno d e Di os d el m und o y el univ e rso. As í, 1α~ p alab ra se usa
ria hum ana ( Gén. 3:8-15) y también resp ecto ~α s i t u aciones histór icas
a quí co mo sinónimo pa ra el gobierno d e Dios.
m ás conc retas (Sal . 81:12,13; Mat.19:8; Hech.14:16; Ro m . 1:24, 26,28),
L a providencia inc luye una mul tip licid ad de acciones d i vinas, to das
~ c ua l es fundamental . 2. En c u alquie r s ituació n da da Dios l imita
1ο
relacionad as con el desarroll o d e 1α~ historia human a y universa l. P ablo
co ncr eta m ente e l alcance efectiv o de l mal Qob 1:12; Sa l. 124:1-3;1 Cor.
distingue pr ovidenc ia (Rom. 8:28) d e prescie ncia y pred estinación
10:13; cf. Hech . 17:26). 3. Di os puede usa r situ aciones causad as por los
(ve rs. 29, 30). En e l pensam iento bí bli co, presciencia, predesti nac i ó n y
actos hum an os m al ignos p a r a prod ucir su pro p ósito de salv ación
creación son las condi cio nes necesarias p ar a e l gobierno de Dios de 1~α
Α veces Dios in tervie ne p ara impe di r que
( Gén. 50:20: H ec h . 2:36). (4) ~
h istori a humana y unive rsal . ~Ε1 registro bíbli co se refiere ~α 1α~ prov i-
un ser humano pe que (Gé n . 20:6; Sa l . 19:13; Jud. 24). En lenguaj e teo-
d en cia d e Dios en el con texto de l o ri gen y existenc ia d el p eca do en el
lógico, estos p at ro nes d e 1α~ activid ad pr ov i d e nci al d e Dios se cono-
cielo (Job 1:6-12; 2:1-6; Isa. 14:12-20; Eze. 28:11-19; ~~
Αροι.
~~ 12:4, 7, 8) y su cen, resp ecti vamen te, co m o 1α~ volun ta d d e Dios permi si va, limitati-
exten sión ~α 1α~ tie rra con la caída histór ica d e Adán y Eva (Gén . 3:1-7).
va, directi va y prev e ntiva.
La pro vi denc ia, com o gob i erno d ivino, tien e qu e ver co n 1α~ pr o mul-
D e acu erd o con 1α~ E scritur a, Dios no contr o l a 1α~ histo ria hum a na
gación del eterno plan d e salv ación de Dios en l as continge ncias ~ γ l i- en el se ntid o d e que disp one y ej ecuta todo 1~ ο que ocurre. M ás bie n,
mitacion es propias de 1α~ natura lez a y la histori a humanas. L a provi-
D ios está p er son almen te involucr ado en guia r 1α~ historia huma na
d e ncia, concebid a bí bl icamen te, p er ten ece ~α 1 ~α esencia d e las activi-
h acia su obj etivo d esigna d o p o r él mis mo (pre destinado): " Reu ni r
d a d es sa lvíficas d e Dios. D e acuerdo co n 1α~ Escritura, la salv ación no
to das las cosas e n C risto... así l as qu e están en los ci e l os, co m o las qu e
es el res ulta do de una sola acti vid ad divin a, ~α saber, la muerte ~ γ res u- están en 1α~ tie rra" ( Efe. 1:10). Deb ido ~α que 1α~ naturale za huma na
rrección d e C risto. La mue rte y res urrecció n de Cristo son e l fund a-
co m o fue i dead a p or Dios i mpli ca 1α~ car acte rística esencia l de libe rtad
mento p ar a tod as las d em ás acciones salvíficas div inas, pero ell as
ο auto determi nación, Dios no fue rz a ni con trol a ~α los se r es hum a nos,
~
so las no pueden causar 1α~ cons umación de l plan de salv ación de Di os
much o menos to da 1α~ extensión d e la historia. Pu esto qu e la fu erz a es
( pre destin ac ión). La providenc ia de D ios, con sus múl tiples compl ej i -
in co mp atib l e no sól o con 1α~ libe rtad sino ta mb ién con e l amor, el pro-
d a d es, d esempeñ a un p apel esencia l en la salv ación d e 1α~ h umanida d
p ósi to d e Dios en la hi sto ria, que es atraer hacia s í ~α tod os los se res
y d e l unive rso (cf. Col . 1:20).
humanos que están d ispu estos, no pu e de l ogr arse fo rz ando ~ο p asa n-
Los creye ntes y los teól ogos deben compre nd e r e l p un to de vista bí-
d o por al to 1α~ liber ta d humana. En su p artic ip ación en 1α~ hi stor ia hu-
blico de 1α~ man e ra en que D ios gob ierna 1α~ histor ia. Hab l ando en tér-
m an a Dios está ob r ando la salv ación en v arios niv e l es: individual, so-
minos ge n e ra les, Dios gobierna 1α~ hi storia histór icamente. Esto sign i-
cia l y cósmico. Los resultad os no están pred etermi n ad os. Sin e mba r-
fica q u e D ios no gobierna me dia nte d ec retos eternos qu e dete rmin an
go, no se nos d ej a e n 1α~ i ncer tidumb re en c ua nto ~α1 desen l ace d el futu-
el c ur so de 1α~ histo ria humana. Por el contrar io, el c ua dro bíb lico de
ro fin de la historia.
1α~ pr ov i d e ncia d e Di os prese nta ~α Dios llev an do ~ α cabo sus planes La presciencia de Dios es el fund amento pa ra tener ce rte za en cuan-
dentro d e las limitaciones y compl ej i d a d es de la h istoria hum an a.
to ~α1 fu turo. Sin emb argo, esto no elimina el tr abajo, e l riesgo, la p arti-
Existen d os clases pri nc ip ales de activid ad pro vid enci al div ina: i nd i-
cip ación y aun el sufr im ien to de 1α~ ta rea div ina d e 1α~ pr ov id en cia. ~Ε1
recta y directa.
fut uro no está ya consuma do en 1α~ prescie ncia de D ios; só lo está antí-
c ipa do. Sin 1 ~α e nseñanz a bíb lica sobre la rea lidad de 1α~ presciencia d e ción, co n la intervención directa de 1α~ j usti ficación y la sa ntificación
Dios, ta nto D ios como l os creyentes v i virían en un estado d e incerti- divinas, 1~ α historia hum ana se d esarrolla lib remente d e ac uerdo con
dumbre en cuanto ~α1 futuro. Por otra pa rte, l os contenid os d e 1α~ pres- 1α~ v o lunta d de Dios. No se necesita ningún co nt rol gr aci as ~α 1α~ entre-
ciencia ve rda de ra y cie rta d e Dios llegar án ~α se r una r eal i dad median- ga inte lige nte y vol unta ria del cre yente ~α 1α~ l e y y 1α~ volunta d de Dios.
te 1α~ p articip aci ón y direcció n pe rso na l de Dios en 1α~ histo ria huma na Α me di da que se forma esta comunidad de discípulos ( Is rael en tiem-
~
(cf. Ju an 1:17). D e ac ue rdo con la E sc ritur a, Dios guía p ersona lmente pos de l ~~ ΝΤ),
ΑΤ y 1~α iglesia en tiemp os d e l ~ ~ se convier te en un instr u-

1α~ hi sto ria hum ana ~α p ar tir y dent r o d e l fluj o y co mpleji da des de las m ento en e l mis mo pr oceso que 1ο~ t r aj o ~α 1α~ existencia. La consum a-
rea lida des humanas, y no d es de el cielo me dia nte d ecretos eternos e ción de ese pr opós i to es la mi sión de 1α~ iglesia y la r az ón de su exis-
irr esistibles. tenci a com o una entida d corp or ativa.
Ε1 l ogro de l os propósitos d e Dios impl ica más que esta activid ad
~
2. A ctivi da d provid encial directa directa e indi recta centra l , unive rsa l, p ersuasi va-e ducaciona l . Implica
La d i recc ión provi denc i al di recta de Dios está cl ar am ente ej empli- también una obr a d e j u icio (ve r juicio ~~ ΙΡΙV)
~ y 1α~ manifestación fina l
fica d a en la E sc ritura por la d eci sió n de Dios d e m ora r entr e s u pu e- de la ira div ina. ~ Ε1 j uic i o es una obr a extraña p ar a un Dios de a m or y
bl o, de v i vir con ell os y dir igirl os (Έχο
~ ~ ~ . 3:1-14; 25:8; 40:34-38). La miseri co rd ia ( I sa. 28:21), sin embargo, es una pa rte integral d el go-
encarnac i ón está presentad a c la ra mente co mo una continuación del bierno d e Dios, e fectuado sól o sobre a quell os que co nsc i ente y volun-
m ode lo directo d e Dios de 1α~ di rección providenc i al de 1α~ h i stori a hu- tariamente r echazan e l anteproyecto d e Dios pa ra 1α~ v i da y 1α~ hi sto ria
m ana (Ju an 1:14). D espués d e 1α~ ascensión de Cr isto este m ode lo de humanas. L a consum ación final d el propósito de Dios, entonces,
providencia divina se centr ó e n torno ~α 1~α pr ese ncia y 1 ~α obra de l re- exige "d est rui r ~α los que destruyen 1α~ tie rr a" ( Ap oc. 11:18). É sta no es
pr ese ntante de Cristo, ~α sabe r, el E s píritu Santo. L as intervencio nes una obra d e co ntro l sino só lo de retrib ución por 1α~ dest rucción y s ufri-
directas de Dios en 1~α conducción de 1α~ histor ia humana i nc luye n miento ca usados p o r a que llos que voluntar iamente rechaz an 1α~ l e y de
ta mbié n 1α~ revelaci ón de s u voluntad ~α tra vés de l os pro fetas, d e actos Dios y las provisiones de 1α~ salv ación en J esuc risto. Esta ret ribuc ión,
mil agr osos y de la mi sión de 1α~ iglesia. Finalmente la intervención que ta mbién incluye 1α~ d estrucción del origina d o r de l pecado (Mal.
provi de ncial directa d e Dios incluye s u "extr aña obr a", 1α~ i ra d i vina, 4:1; Ap oc. 20:10), es n ecesaria p ar a 1α~ c reac i ón de "un cielo nuev o ~ γ
tanto ~α lo l argo d e to do e l p erí odo de 1α~ histo ria humana como en 1α~ una tie rr a nueva" (Ap oc. 21:1), y la e rra dicación fina l de l ma l de l uni-
e rra di cación escatol ógi ca d el peca do de l univer so (ve r ~ΙΙΙ.
~~ C). verso ( Na h. 1:9).
La pro vid en cia divina utiliza to das las form as indirectas y di rectas L a E scritura presenta, ~α tr avés de 1α~ histo ria y 1α~ pr ofec ía, una
co nocidas de act ivida d divina, a quellas r e vela das en 1α~ E scr itur a y reflexión detalla da sobre las ma ne ras múl tiples en las que Dios ha
pr obabl e mente mu chas m ás ace rca d e l as cuales no tenemos 1α~ menor esta do, continúa estando y todavía seg uir á esta ndo involucr ado e n 1α~
id ea. La d iná m ica guia dora d e 1α~ providencia de Dios es un pr oceso acción sa lvífica provide ncia l, guiando p er sonalmente ~α ca da ser
de educació n e n el c ua l los contenid os son 1α~ re vel ación d e 1~α volun- hum ano recep t iv o hac ia e l logro d e 1α~ salv ación pr esente y fu tura en
tad de Dios en la E scr itur a, el m aest ro es C risto ~α tr avés de l E spírit u J es ucr isto.
Santo, y l os estudiantes so n to dos los se res humanos. ~ Ε1 propósito d e
este pr oceso es ca mbiar 1α~ mente de los ser es hum anos libr es y pe r- V. UN I CIDAD D E DIOS
mitirl es co mprende r y elegir l ibre me nte 1α~ v ol unta d reve la da d e Dios. No ha y un lugar es pecífico d onde la Bibl ia analice to da la doctri-
A sí es como los c rey e ntes ti e nen "1 ~α mente de Cri sto" (1 Co r. 2:16; cf. na d e Dios. La doct rina b í b lica d e Dios se desarroll a ~α1 seguir e l re l a-
Fi l . 2:5; 1 Ped. 4:1; 2 Ped. 1:4). C ua ndo se pr odu ce esta transforma- to histó rico d e l as in tervenciones p e rso na l es y re vel aciones de Dios
en el texto sagr a d o. La doctrina de la Trinidad, que está en el mism o Is rae l co m o tambi én p a ra
toda 1α~ c reación . Estas dec l aracion es, sin
cen tro d e 1α~ doctrina de Dios e n pa rtic ular y de 1α~ teo l ogía cri stiana e mb ar go, no dice n nad a sobre 1α~ n atur al ez a inte rio r del Di os abso-
en gen era l, no es 1α ~ excep ció n . Sin embargo, cuando Dios se revel ó ~α γ uno.
lu to ~
sí mi smo en jesu c risto,1 ~α igl es ia cristia na tuvo necesidad d e conoce r
1α~ nat uraleza trinitaria de Dios. La encarnación de Jes ucristo impl ica- Β.
~ Evide n cia del ~ ΝΤ~
ba más qu e e l h echo de qu e Dios morase con 1α~ hum anidad; traj o co n- Α p esa r de l hec h o d e que Dios re veló la complej id ad interna de su
~
s igo un conocimiento sob re e l P adre y el E spíritu Santo como un con- ser en fo rm a sorpren dente ~α tr av és de Jesuc risto, la comprens ió n bá-
texto necesario pa ra una debid a compren sión de 1α~ en carnación, 1α~ sica d e 1~α unicid ad de D ios, y a expresad a en t iempos de l Antigu o
cruz, 1α~ res urrección y el ministerio ce lestial de Cristo. ~ Ε1 h ec ho d e Testamen to, se m an tie ne en to do el ~~ΝΤ. ~
Ε1 mismo J es ús, c u ando se le
que 1α~ natura lez a trinitaria d e 1α~ D ei da d llega ra ~α con oce rse p o r 1α~ pregun tó cu ál er a el prime r m andami ento, contestó refiriéndose ~α
encarnación, no significa qu e no existier a antes ~ο qu e no estuv ier a Deu te ro n omio 6:4: " ~Ε1 pri me r m and amiento d e tod os es: Oye, Isr ae l;
d irecta m e nte involucrada en 1α~ obr a d e 1α~ sa lvación. Pu esto que Dios e l Se ñor nuest r o D ios, e l Señ or uno es" (Mar. 12:29). Al examinar la
es eterno e inmutable, s u nat ur ale za trinitaria nu nca ha cambi ad o ni función d e la l e y en su Epí stola ~α l os Gálatas, Pab lo dec lar ó categóri-
tampoco fue crea da. Aho ra n os oc upa remos d e 1α~ enseñ an za bíb lica ca me nte que "Dios es uno" (Gá l. 3:20). Fi nalmente, Sa nt iago tamb ién
sob re la Trinidad. Las teo rí as y doctrinas teo lógicas sob re la Trinidad decl a r ó que " Dios es uno" (San t. 2:19). L a idea d e l ~~ΑΤ d e 1α~ unici d ad
gene ra d as p o r 1α~ combi nación fatídica d e d atos b íb licos e i deas fil o- de Dios pe rm anece inm o dificad a en el ~ ΝΤ.
~ Jehová, el Dios d e Isr ae l,
sóficas se consid era rá n en 1~α secc ión hi stórica. An tes de examinar la es el Dios del c ristianis mo. ~ Έ1 es e l único Dios. No hay otro. ~ Α v eces
información es p ecífica rev ela da me dian te la encarnaci ó n, es n ecesa- "unici da d " pu e de implicar el si gni fica do d e un id a d (v e r Ju a n 10:30;
ri o co nsid e ra r el concepto bíbli co de la unicid ad d e Di os y las insi- 17:21, 23). Sin emba rgo, si la "unicid a d " ex presa d a en estos textos se
nuacio nes d el ~~ ΑΤ resp ecto ~α 1α~ plurali d ad en el se r divino (ver VI). concibe sólo co mo una agrupac ión de "un ~ϊc id ad es" ind ep endie ntes
que se reúnen ~α fin d e fo rma r una unidad, la si ng ularid a d específica
Α.
~ E vi d e n cia ΑΤ
d el ~~ ca racte rística de 1α~ Deid ad úni ca d e 1α~ cu al testi fi ca n se d is ue lve en
L a "unici da d" d e Di os se refie re ~α la sin g ul arid a d d e s u se r. En una plur alid ad de d ioses. L a un icid ad de D ios d ese mp eña un p apel
otr as palabras, la "unici da d" d e Di os es un con ce p to or igi na d o en 1α~ deci siv o, sistem ático, en 1α~ determinación d e l conce pto de refer e ncia
posición b íb l ica que no a dmite 1α~ existe ncia d e m ás d e un so lo Dios. pa ra las re velacio nes b íb licas sobre D ios. En otras p al abr as, puesto
ΑΤ sob re 1α~ unic id a d de D ios, que ta mb ién
La c l ásica d ecl ar ación de l ~~ que el Dios d e la Bibli a es uno y no muc hos, to das l as d i ve rsas rev e-
es segu id a p or a l gunas en el ~~ ΝΤ, pr oc la ma ~α D ios co m o uno: "Oye, l aciones sobre él presen ta das en 1α~ Bib lia se refiere n ~α 1α~ mis m a y
I s rael : Jehov á nuest ro Di os, J eho vá uno es" (Deut. 6:4). Moi sés, sin úni ca real i da d divina y no ~α una plur ali da d de seres divinos.
em ba rgo, y a h abí a explica do qu e "Je hov á es Dios" y que "no h ay
otr o" (Deut. 4:39). C u and o D av id oy ó que se le ren o vaba 1α~ prome- V I. LA D E I DAD EN EL ~~ ΑΤ
sa d el p acto d e D ios, al ab ó ~α1 Señor y reconoci ó que "no... h ay D ios En 1α~ B ib lia la afirmació n r ad ica l d e 1α~ unicida d de Dios no d ete r-
fu er a d e ti" (2 Sam . 7:22; 1 C r ó n. 17:20). ~Α t rav és de l profeta Isa í as, mina e l contenido de su n at ura le za. ~ Α1 asociar 1α~ uni cid a d de D ios
Yah weh /Je hov á mis m o ll amó ~α I sr ae l p ar a que recon ociese qu e "y o ~ interpretación atemp o ra l de su eternida d, 1α~ teol ogía c lásica
con 1α
m ism o soy; an tes d e mí no fue fo rma d o d ios, ni 1ο~ ser á después de concluyó qu e 1α~ natur al e za d e Di os debe se r simpl e; esto es, no se
mí" (Isa. 43:10; cf. 42:8). En b ase ~α estos textos se d es pren d e c la ra- pu ed e consi de r ar ~α Dios como una e nti da d compu esta d e p a rtes ~ο
m e n te que d e acuerdo con el ~~ ΑΤ h ay só lo un Dios abso lu to p a r a co mp on entes. L a simplicid a d exc lu iría cu alquie r forma de plura lid ad
~ο comp osición. Sin embar go, en base ~α s us sólidas afirmac i ones d e 1α~
(Gén. 18:1-5) y ~α J acob (Gén. 32:24-30). ~ Α 1ο~ lar go de toda 1α~ B iblia los
unicidad de Dios, el p ensamie nto bíblico concibe su natura l ez a no en
ánge l es son se res crea dos, que no han de ser a dorados (Col . 2:18;
té rminos de simpl icid ad s ino más bie n e n térm in os d e complej a plu-
Apoc. 19:10). Los seres angél icos tienen 1α~ tarea especí fica de ej ecutar
ralidad. L a complej ida d per sonal de l se r d ivin o único que está cl a ra-
los pr opós itos co ncretos de Dios rel aci onados co n 1α~ histo ria huma na
ΝΤ, ya está expresa da indubitab lemente en e l
me nte a rti c ul a da e n el ~~
( H eb. 1:14).
ΑΤ
~~ aunque en una form a menos explí cita. Consi de rem os al gunas d e
La d esi gnac i ó n "á n gel de l Se ñ o r" ~ο "Án ge l de Dios" se usa fr e-
ΑΤ respecto ~α 1α~ pluralid a d p ersona l de la Deidad
l as alus iones d el ~~ c uentemente e n re l aci ón con seres angél icos (cf. 2 Sa m . 14:17; 24:16;1
ún ica que recibe una expresi ón más amplia y de finiti va e n e l ~~ ΝΤ. Re y. 19:7; 2 Rey. 1:3, 15; 1 Cr ón. 21:12, 15, 16). Sin emba rgo, en algu
nas ocasiones p a rticula res e l Ángel de l Se ñor es identificado con
Α. El plural de plenitu d y la Deida d
~
Yahwe h. En Jueces 2:1-5 el Ánge l de l Se ñor aparece co m o e l Uno que
En el rel ato d e 1α~ creación Dios se refiere ~α sí mis m o e n 1α~ forma sacó ~α I sr ael de E gip to y entr ó e n relación de pacto con sus p ad res,
plur al: " En tonces dij o D ios: H agamos ~α1 hombre ~α nuestr a imagen, m ientr as que otros textos i de ntifican ~α Yahweh como el agente de
conform e ~α nuest r a sem ej anza" (Gén. 1:26). En dive rsos lugares d el esos mism os hechos ( ~ Έχο.
~~ 6:6; 13:3; De ut. 5:12; 7:19; Jos. 2:10; 1 Rey.
libr o d e Gé nes is ocurren otros casos. " He aquí e l h o mbr e es co m o uno
8:9). En la z a rza ard iente D ios a pa reció p erso na lm e nte ~α M oisés. En
de nosot r os" (Gén. 3:22); "Ahor a, pues, d escenda m os, y co nfunda- Έχο.
~~ 3:2-15) el Ánge l del Se ñor se le apa re-
esta imp o rtante teo fanía ( ~
mos allí su l e ngua" (Gén. 11:7). Final mente, el "Señor se ntado sobr e
ció ~α Moisés "en una llam a d e fuego e n me dio d e una za rz a" ( ve r s. 2),
un trono a lto y sublime" (Isa. 6:1) en el templ o ce lestia l (ve rs. 1-4), se p ero inme di atamente Jehová es e l que se re vela ~α Moisés ( ver s. 4, 6).
reveló ~α I sa ías y dio ~α co nocer su misió n preguntando: "¿ ~ Α quién L a mi sma identificació n di recta d el Ángel de l Señor con Yahweh ocu-
envia ré, y quié n ir á p or nosot ros?" (v e rs. 8). Aunque se h an sugerido
rre e n otras p artes (Gé n. 16:7-14; 22:9-18; Ju ec. 6:11-24). Cuando 1α~
otr as i nterpretaciones, cuand o estas r e fe rencias ~α l as acciones d e Dios identi ficaci ón de l Ángel de l Se ñor con Ya hwe h se entie nde sob re 1α~
e n forma plural se en tie nden como "plura l de plenitud", es p osibl e base d e los co nceptos b íbli cos d e eterni da d (ver ~ΙΙΙ Α), in mutabilid ad
~~. ~
v e r que "una d istinc ión en e l Se r di vin o con respecto ~α una plur a li- (ver ~ΙΙΙ Β) y presencia históri ca (ver IV D), se s ubr aya la capacidad
~~. ~
da d de p e rso nas se representa aquí co m o una idea germin al" (Hazl e,
de Dios d e prese ntar se ~α sí mismo y actua r directamente en el ámbi-
65). Ento nces, el uso d e la forma plura l en sí m ismo, e n re laci ó n con to de l o rd e n tempor al de 1 ~α hi stori a hum ana. Aun c uando 1α
~ identifi-
D ios, a punta ~α un co nce pto d e 1~α Divi ni da d en el c ua l la s i mplicida d cación del Ánge l de l Señor con Yahweh no pru eb a 1α~ esencia d e 1α~
a doptada por la teo logía clási ca es ree mpla za da p o r un concepto de
plural i da d de D ios, e n una m ane ra indir ecta monta el esce na rio que
1α~ Dei da d ún ica que implica plura lidad y compl ej i da d.
se necesita p a ra discernir 1α~ reve lación dua l de Yahweh.

Β.
~ ~ΕΙ~ Ángel d e Ya hwe h C. L a revelació n dual de Ya h we h
En v arios pasaj es refer e ntes ~α1 tema d el Án gel d e l Se ñor se e n-
En Gé nesi s 16 el Ángel de l Se ñor no só lo es id entificado por A gar
cuentr a una lín ea d e evi dencia sum am e nte in teresante que tiende ~α
co m o Yahwe h ( ver s. 13) sino que e l mismo Ángel del Señor, que es
ΑΤ
ac l ar ar el concepto d e plur ali da d d el ~ ~ en r e lació n co n 1α~ ese nci a de Yahwe h, es presenta do co m o refiriénd ose ~ α Yahweh en 1α~ tercer a pe r-
D ios. ~Ε1 concepto de ma l 'ak YHWH integ ra el papel de l os á nge l es con so na ( vers. 11), s ugi riendo as í 1α~ ex istencia d e una p osible difere ncia
o rie ntación de misi ón con la capacid a d de Dios de revela rse e n una entre e l Án ge l del Se ñor que es Ya hweh, y Ya hwe h. En Éxod o 23
m ane ra p er sona l, di recta, visible, a doptando una forma c rea da. Por J e hová prom ete ~ α l os is rae litas: "Yo e nví o m i Ánge l de lante d e ti"
ej e mplo, é l tomó 1 ~α forma d e un hom bre c ua ndo se r e vel ó ~α Abraham
(ver s. 20). L a re l ación de Isr ae l con este á nge l es muy es peci al . Se le
requiere ~α Isr ae l que obedez ca ~α1 Án gel d el Señor, ~ α qui en se d escribe de Dios co mo no cont ra dicto ria con una plur a li da d p er sonal dinámi-
no co mo un intermediario e ntre Yah weh y el pueb lo, sino m ás b i e n ca en 1α~ Dei da d, antes bien, como comp atib le con ell a.
como el originad o r d e 1α~ rev elació n y el pe rdón (vers. 21). Fina lmen te, En e l ~ ΑΤ~ 1 ~α natura l ez a trinitari a d e Di os no está re ve l a d a ex pre-
Yahweh decla ra qu e su " nombre está en él" (v ers. 21). ~ Ε1 "n o mbre" se sa m en te con 1α~ es p ecificid a d y pr o fundi da d que está presen te en e l
refie re ~α 1α~ natural e za d e Dios, la que está con ecta d a directam e nte con r egistro d el ~~ΝΤ. Des de e l punto d e vista ve ntaj oso qu e se obtuv o con
s u n o mb re del pacto, Yahweh ( Έχο. ~~~ 3:14, 15). E s p osib le ve r que en ΝΤ de Dios en Cristo, es p osib le interpreta r l os
1α~ re ve l ació n de l ~~
este p asaj e Yah we h h abla de otr o Ya hwe h, que es e l Ángel envia d o conceptos sup erpuestos d e unicida d y plura lid ad co m o suge re ncias
por el Seño r. ΑΤ d e la doctrina t rinitaria d e Dios. En to do caso, las d os lín eas de
d el ~~
H ab land o acerca de l dominio d el Mes ías, en Salm o 110:1 Davi d r e ve l ación , 1α~ que revel a la unici d ad d e D ios y 1α~ qu e d escu b re 1α~
presenta ~α Yahweh co mo d irigiéndose ~α1 Mes ías como "m i Señ or". plur ali d a d co m o rel aci o na d a co n 1α
~ unicid a d d e Di os, no se elimi-
α l os fa riseos ~α la e videncia de l ~~
Jes ú s, e n un inte nto p o r condu cir ~ ΑΤ nan mu tua m e n te s ino qu e, más bie n, n os ofrece n el ma rco aprop ia-
d el or igen divino del M es ías, citó d e este p asaj e, refirié ndose ~α1 Señ o r d o pa ra 1α~ sorp rend e nte reve lación respecto ~α Dios prov ista p or 1α~ en-
qu e se dirige ~α1 M es ías como "mi Se ñor " ( Mat. 22:44). P a rece, e nto n- carnación .
ces, que el Salmo 110 no sólo insinúa 1α~ nat ura l ez a divina d el M es ías,
sino qu e ~α1 h acerlo tamb ién revel a 1α~ exi stencia de una dual id ad de V II. LA D E I DAD EN EL NT
"Seño res". Esta du a lida d se d esarr o lla m ás a mplia m ente añ os más
La a utorr eve l ación d e Dios e n Jesús co mo una rea lid ad histór ica,
ta rd e cu ando Zacarías, en una v is i ó n d el Señ o r, ve " ~α1 sum o sace rd o-
conc reta, ap o r tó nue va luz p ara co mpr e nde r ~α D ios. L a re ve lación
te Jos u é, el cual estaba delante d el ángel de Jehová, ~ γ Sata nás estaba ΑΤ p ar a 1α~
d e D ios en J es uc risto no m o d i ficó e l enfo qu e bási co de l ~~
~α s u m ano derech a pa ra acusarl e" ( Zac. 3:1). Lu ego e l Án gel de l Señ o r
comprens ión d e 1α~ D eida d, que in c lu ye tan to 1α~ idea de unici da d
identi ficad o con el "Seño r", se dir ige ~α Satan ás: "~
Ε1 Se ñor te re pr e n-
(ve r V) como d e d istincion es p er so na les (ve r VI), pe ro simple m e n te
d a, Satanás" (ver s. 2 NRV). De este mo d o e l texto pa rece suger i r 1α~
ΝΤ
1ο~ di o p o r sen ta d o. P o r el co ntr a r io, el ~ ~ pr o fund iz a e l con ce p to
existencia de d os Yahweh p er son ales, uno i dentifica d o con el Á nge l
d inámico d e la plura lida d divina ya prese n te e n el ~~ ΑΤ mi e n tr as que
de l Se ñor qu e llev a a d e lante acti vid a des red en tor as con c retas en re-
~α1 m is m o tie mp o a firm a 1α~ un ici d ad de Di os. ~ Ε1 resul ta d o es 1~α r e ve-
lación con el pueblo (ve r IV D), el otro id en tifica do con el Di os tr as-
l ac i ón de Dios como Trin i d ad. ~ Ε1 ~ ΝΤ~ da p o r senta da 1α~ idea de 1α~
ΙΙΙ . D). L a plura lid a d resp ecto ~α Dios -s u gerida por 1α~
ce nd en te (ver ~~~
uni c id a d de Dios, sin ex pl ay ar se m ás sob re e l tema, mien tras que ~α1
forma plura l de la p al abra de l ~~ ΑΤ p ara refer irse ~α Dios (Elohím), como
mismo tie mpo exp a n de el al cance d e 1α~ plura li da d d e Dios.
también la id ea esp ecífica de una du a lida d p erson al ent re el Án ge l
d el Se ñor qu e es Yah weh, y Ya hwe h- no disue lve el co ncep to d e 1α~ La rev elación conc reta de 1α~ p er son a eterna d e Dios e l H ij o e n Je-
u nicida d de Di os en p o liteís m o. Po r e l contrar io, 1α~ r e vel ación inci- s u cr isto abrió la puer ta pa ra una r e velació n más esp ec ífica de un
p iente de 1α~ prese ncia de plura lid ad en 1α~ i dea b íb lica de Dios debe "Otro" di vi no. L a ascensión d e C risto ~α1 cielo promo vió una explica-
ción d e 1α~ continuación d e la pr esen cia histórica y p e rso nal de D ios,
en tende rse sob re el funda mento provisto p or 1α~ id ea de unicid a d.
ΑΤ y 1α~ encar-
m anifesta da co ntinua mente ~α trav és d e l Santuario d el ~~
Desde el mismo comien zo el p e nsamiento bíbli co no está de acuer -
nación de l ~~ΝΤ.
do con la identificación griega d e un ic id ad con si mplic ida d com o 1ο~
r e qu iere 1α~ in terpretación ate mpor al del ser de Dios. Sob re 1α~ base de La reve lación es pec ífica y el envío de 1α~ p er sona eterna d e Dios el
1α~ interpretación h istór i ca de inmanen cia (ver IV D) co m o co m unió n E spíritu Santo fue necesario ~α fin d e ex pli car 1α~ co ntinuida d históri ca
p ersona l, el p ensamiento de l ~~ ΑΤ es cap az de comprende r 1α~ un icid ad d e 1α~ inma nen cia p er sonal e histó rica d e Dios.
Α.
~ Dios el H i j o omnipotencia (Juan 6:20, 21), eterni dad (Juan 8:58), presciencia (Juan
Α quienes 1ο~
Jesuc risto fue un hombre nacido de Ma ría (M at. 1:16). ~ 13:19), 1α~ manifestac i ón de gl oria y poder divinos (Juan 18:5, 6, 8), y
conocieron co o niño y co m o joven adul to l es res ul tó difíci l aceptar
m ΝΤ afir -
Jes ús como 1α~ fuente de sa lvac i ó n (Juan 8:24). Finalmente, e l ~~
~α J esús siquier a com o un profeta (M ar. 6:3-5): De acuerd o con el ~ΝΤ,
~ ma 1~α divinid ad d e Cri sto ~α identi icarlo con e Yahwe d ~~
1 f l h el ΑΤ. ~Ε1
s in emba rgo, Jesús el hombre fue 1α~ rev elación de Dios más c lar a y canto d e a laba nz a que e l cie l o canta ~α Yahweh por su re de nción (Isa.
directa d ada ~α 1α~ humanida d (Juan 1:18;14:8, 9; Heb. 12,3). Él es Dios 44:23) se aplica ~α 1α~ a doración de C risto en Filipenses 2:10. La d ecla-
e ncarnado. En un sentid o muy real, nuest ra comprensión de 1 ~α Tri- r ación ace rca d e l pode r creativo y 1α~ eternidad de J ehová registrada
nid ad de Dios s urge d e la cr istología. C ua ndo la divinida d de 1α~ p e r- en Salmo 102:25-27 se cita en Heb reos 1:10-12, donde se la aplica a
sona de Cristo se consi de ra dentro d el co ntexto d e la revelación del Cristo. Par a r e forza r esta línea d e argum e ntación, Hebreos 1:8, 9 iden-
ΑΤ sob re 1α~ plurali da d de D ios e n 1α~ unicidad, se m onta e l escenari o
~~ tifica ~α Cristo con Dios ('elohim) ~α1 citar del Salm o 45:6, 7.
p ar a 1α~ revelación más a mplia sobre 1α~ pe rsona de l P adre y 1α~ perso- Pab lo r es um e e l testimonio d el ~ΝΤ~ d e 1α~ divinidad d e Cristo d ecla-
ΑΤ y 1α~ reve lación históri-
na d el E spíritu Sa nto. Si n e l tras fondo del ~~ r ando ll ana m e nte el mi ste rio de 1α~ encarnación de Dios e n Jesucristo:
ca co c eta del Hij o eterno en Jesucri sto com o 1α~ pr esentan los escri -
n r "En é l habita corpor almente toda 1α~ plenit ud de la Dei da d" (Col . 2:9).
tores d el ~~ΝΤ, no habrí a basta do hab la r acerca del Padre y del E spír it u D es de e l punto d e pa rtid a, "Dios con nosotros" ( Mat. 1:23; cf. Isa.
pa r a re ve lar el ser trinitar io íntimo de Dios. Se neces i taban estos dos 7:14) como Jes ús d e N az aret (Ju an 1:14), 1α~ concepc i ón incipiente d e l
p asos si l os se res hum anos i ban ~α ser introducidos a una comprensión ΑΤ d e 1α~ plura lid ad divina c rece en especificidad y complej ida d, ex-
~~
m ás pro funda de l se r de Dios. ponie ndo la natura l ez a trinita ria d el se r de Dios.

1. D i vin i da d 2. La co ndi c i ón de H ij o
Var ios pasaj es del ~ΝΤ~ se refiere n ~α Cristo como Dios (Juan 1:1, 18; Ε1 concepto hi stór ico d e 1α~ inmane ncia d e D ios (v e r IV D) es e l
~
20:28; Heb. 1:8, 9; 2 P e d. 1:1; 1 Jua n 5:20). Jua n no sól o enseña 1α~ pre- t rasfondo necesario pa ra comprender 1α~ aso mbr osa revelación de
existencia d e Cri sto (Juan 17:5), sino ta mbié n 1α~ expresa en una forma ΝΤ.
Dios en Jesús d e N az ar et que se da e n el ~ ~ Una comprensión estri c-
absoluta que per tenece sol am ente ~α Dios (Juan 1:1, 2; 8:58; cf. Co l . ta de 1α~ unicida d de Dios p o dría condu ci r ~α 1α~ conc lusión de que Jeho-
Α Cristo se l e atribuyen ca r acterísticas divinas: etern id a d (Heb.
1:17). ~ vá, e l único Dios, está ahor a en Jesucristo; de ese modo, 1 ~α encarna-
1:11, 12), p osesión en sí mism o d e vid a no de riva da d e otr a (Juan 1:4; ción aba rcarí a todo el se r de Dios. ~ Ε1 ~~ΝΤ, sin emb argo, mu estr a abun-
14:6), y e l poder divino p ar a crear (Juan 1:3; H eb. 1:2,10; Col . 1:16). L a d ante mente que 1 ~α pl eni t ud de 1α~ D i vini da d habi ta e n J esús d e Naz a-
introducci ón ~α 1α~ Epísto la ~α l os Heb reos declara que el Hijo "es e l res- ret, pe ro que esto no debe en tend e rse com o aba rcando to do el se r de
pl a ndor de su glori a [1α~ de Dios], 1α~ mism a image n de su ser real " Dios. L a d ivinida d de Jesús de N az aret tr ae 1 ~α id ea del ΑΤ ~~ d e plur ali-
(Heb. 1:3 NRV). Pabl o describe ~α Cristo como "siendo en form a d e dad e n e l Dios uno ~α una mayor es pecific id ad, condu ciendo ~α 1α~ re ve-
Dios" (Fil. 2:6). laci ón d e la naturalez a trini ta ria de 1α~ rea lidad de Dios.
Las d ecla raci ones "Yo Soy" p a recen se r ot r a m ane ra e n que Cristo L os prólogos ~α1 Evangelio d e Juan y ~α la Epístola ~α los Hebreos pre-
mismo a lud ió ~α su nat ura lez a divina. ~Α1 rec l ama r pa r a s í 1~α d esigna- se ntan ~α Jes ús d e Na za ret como 1α~ encarnación de Dios. Ambos re ve-
ción d e "Yo Soy", Cristo usó el mism o nombre que Ya hweh, reve l án- lan una dualid ad divi na, que 1α~ D eidad incluye ~α1 menos d os pe rsonas
d ose ~α M oisés en una teo faní a, decl aró que e ra s u propi o nombr e per - di vinas, el Padre y e l Hij o. Juan presenta 1α~ n at ura lez a divina de Jes ús
sonal : "YO SOY EL QUE SOY" ('ehyeh 'asée r 'ehyeh) (Έχο. ~ ~ ~ 3:14). E ste uso de Nazaret no só lo co m o e l Ve rbo que "era Dios", sino también como
se apli ca ~α pronuncia mi e ntos que s ubra yan atr ib utos divinos, como el Verbo que "era con Dios" (Juan 1:1). ~ Ε1 "Otro" divino es el " Logos".
La intro du cción ~α 1α~ Epístola ~α l os Hebreos pr esenta ~α1 "Otro" divino re fiere ~α la p er so n a divin a e n carna d a e n J esús de Na z aret (ve r M at.
no com o Logos sino co mo el "Hijo" (Heb. L 2) que "es e l respland or d e 14:33; Ma r. 3:11; Lu c. 4:41; 1 Co r. 1:9; Heb. 4:14).
su gloria [1α~ d e Dios], la mis m a imagen d e s u se r rea l " (v e rs. 3 NRV). L a manera en que e l ~~ ΝΤ expresa la pl ur alid ad en 1α~ Deidad sobre
Ε1 " Hij o" está encarna d o en Jesú s de N az a ret (Heb. 2:9). Puesto que e l
~ 1α~ base d e 1α~ encarnació n suscita pregu ntas sobre 1α~ debida compren-
"Otro" divino, co mo " Logos" ~ο "Hijo", está encarnad o en J es ús de sión y d istinción mutua en tre 1α~ p e rsona del Padre (ver VIII. ~ Β) ~
γ 1α~ pe r-
Nazaret, la "plenitud d e 1α~ Deida d" (Co l . 2:9) que h abita en él no abar- so n a d e l Hijo (v e r Cristo Ι).
~ Su scita pr egu n tas ta m bié n sob r e ~α manera
1
ca to do el se r divin o. en que l as d os p erso nas divinas se re l acion an e ntre s í. L a i dea bíblica
L a enca rn ació n n os co ndu ce ~α una rev e l ación m ás pr o fund a de d e pluralida d en el se r de Di os sup one 1α~ reali da d de re laci ones
1α~ nat ur a l ez a plur a l d e Dios. Jua n testifica: "Vimos su gl o ria, g l o ria mutuas, divi n as. ~ Ε1 si gnificado ana l ógico d e las pa l abr as " Padre" e
com o d e l uni génito d el P adre" (Ju an 1:14). Se escoge 1α~ re l ac i ón "Hijo" pa rece su geri r que hay una preeminencia de l Padre sobr e el Hi-
p a dr e- hij o no só lo p a ra no mb ra r l as d os pe rsonas di v inas involu- jo. La pr ee m inen cia de Dios e l Pa dre sobre Di os el Hijo su gerida p or
cradas sino p a rticul arm en te p a ra car acte riza r 1α~ relación es p ecial ~ relación hum ana p adre-hij o p a rece esta r resp alda da
1α~ analogía d e 1α
e ntre ell os. p o r al gunos p asaj es que pa recen enseña r que el Hijo es ge ner ad o p or
Jua n 1:18 presen ta 1α~ mi s m a re lació n padre-hijo co mo ind ep en- el Pa dre, y qu e el Hij o está subordinado ~α1 Pa dre.
Α Dios na d ie l e vio j a más; e l uni géni to
di e n te de 1α~ en ca rn ación : " ~
H ij o, qu e está e n e l se no de l P a dr e, él le ha d ad o ~α con oce r ". Mateo 3. Nacido d el Pa dr e
ta mbié n n ota una re lación d e p a dr e- hij o qu e es pre via e indepen- D e nt ro d el contexto hu ma no 1~α re l ac ión padre-hijo implica 1α~ gene-
diente de 1α~ rel aci ó n re ve la d o ra de D ios hacia su creación. "Nadie raci ón del hij o ~α p arti r del p a dre y 1α~ madre. Arr~ίo (ver IX. ~
Β. 4) afirmó
co n oce ~α1 Hij o, sino el Pa dre, ni ~α1 Pa dre conoce al g uno, sin o e l 1~α c r eació n d el Hij o p o r el Padr e. A unque esta p osic ión fue recha za da
H ij o, y a que l ~α quien el Hij o 1ο ~ quiera re ve l a r " ( M at. 11:27; cf. Luc. co mo her ética, 1α~ en señ anza cristi ana ortod oxa m antuv o un énfasis
10:22). subord inacion~ίsta constru ido en su con cepto de 1α~ generación eterna
E stas d ecl ar aci on es co loca n la p l ur al id a d re v e la d a p o r 1α
~ desig- d e l Hij o (ver VII ~ Β. 4, 5). La gen e ración del Hijo proce dente de l Padre
nación p a dre-hij o en 1α~ misma nat ur a l e z a d el único Dios. Se mue- no pue de deducirse a nalógica mente del pr oceso de 1α ~ generación hu-
ve n m ás allá d el niv el d e 1α~ inm an en cia de Dios ~α su t rascend en cia. m ana. Tal deducción pr o du c iría una teo rí a espec ulat iva sin ningún
Ade m ás, estos textos re v el an qu e d e n tr o de l ni ve l de 1α~ tr ascen - fund am ento en 1α~ rev elación. Sin embargo, algu nas expresiones bí bli-
d en cia d e Dios, 1α~ pluralidad i mplica dos cen t ros de conocim ien to cas p ar ecen s u ge rir algún tip o de generación; p o r ej empl o, c u and o
qu e son capaces de con oce rse mut u am ente e n una m an er a única. Dios el Hij o es llamad o el "primogénito" ( prótoto kos, Col. 1:15; Rom.
Aun c u and o el l e n gu aj e padre-hij o escog id o p a ra ex presar la plu- 8:29; H eb. 1:6; Apoc. 1:5) y "uni génito" ( m onogenés, Juan 1:14,18; 3:16,
ralidad d e 1α~ Deidad es to m a d o de l nivel huma no d e existencia, el 18; 1 Ju an 4:9). Sin emba rgo, prótotokos también se usa en un sentid o
re f e r e n te es Dios m ismo. Este l enguaj e rev el a la existencia de una ~~ ~ 4:22; Sa l . 89:27) y cu ando se aplica ~α Cristo expresa
m eta fórico (Έχο.
du a l ida d d e l ti p o d e reali d ad qu e ll a ma m os p e r so n al y una rel a- sup eriori dad y preeminen ci a. En una forma si mil a r, m onogenés no con-
c i ó n pr og res iv a e ntr e ell os co mo constitutiva de 1α~ misma nat ura l e- tiene 1α~ idea de engendrar sin o m ás b ien de unicid ad , singula rid ad , y
za d e D ios. L a re lac i ó n entr e el Pa dre y el Hijo existe tan to en el ni- c ua nd o se aplica ~α Cristo, recalca su re lación única con el Pa dre. P or
vel d e tr ascend encia co m o e n el d e ~ί nm ane nci a. ~Α lo la rgo d e to do otra p arte, Hebreos 1:5 no d a 1α~ idea de gene ración física ~ο espiritu al.
ΝΤ
el ~ ~ la condición de Pa dre y 1α~ condición d e Hij o llegan ~α se r de- ο tanto, d entro de 1α~ comprensίo
P o r 1~ ~ n bí blica de 1α~ Dei dad no hay fun-
signaciones d el Dios ún ico. D e ese m o d o, e l t ít ulo " H ij o d e D ios" se d am e nto p ara 1α~ idea d e una generación del Hij o ~α p artir d el Pa dre.
4. La n atural ez a d e 1~α s ubor di n ac i ó n de l Hij o ción e n y ~α tra vés de 1α~ historia del gran conflicto. En 1α~ B iblia, por 1ο~
Va ri os pasaj es mu estra n ~ α1 H ij o en una s ubordinac i ó n exp lícita tanto, no se en cuentra funda m ento p ar a la i dea de que hay una
respecto ~α1 Pa dre. Así , J es ú s mismo d eclar a qu e "no pue d e e l Hij o subordi nación ontol ógica d el Hijo resp ecto ~α1 Pa dre ~ο que 1 ~α realida d
hace r n ada p o r s í mi smo, si no 1ο ~ que ve hace r ~α1 P adre" (Jua n 5:19; div in a d e l Pa dre tien e e n cualqui er sentid o una primacía de origen
cf. v e rs. 36). J es ú s afi rmó que é l no h ací a nada de s u propia a u tori- sobre 1α~ reali d ad div in a d e l H ij o (ve r IX. ~
Β. 6, 7).
da d sino qu e h ablaba sól o 1ο ~ que el P adr e l e hab ía enseña d o (Ju an
8:28; cf. 12:50; 15:15). J esús h ac ía 1ο~ que el P adre l e o rd enab a (Juan Β.
~ Dios el P a d re
14:31; cf. 10:18; 12:49, 50) y oraba ~α él (Jua n 17:1). J es ú s dec la r ó Si "to d a 1α~ pl e nitud de 1α~ Deida d" habitaba "corpor almente" en
a udazme n te que "e l P adre m ay o r es qu e y o" (Juan 14:28). Estas Jes u c risto (Col . 2:9), ¿qué va m os ~α pensa r en cuanto ~α1 Pa dre? ¿ E s é l
d ecl ar aci ones testi fican c la r amente en c u an to ~α 1α~ exi ste nci a d e una D ios? ¿Cuál es su relac ió n con Di os e l H ij o?
relació n de subo rdinación entre Dios el Hij o y Dios el P adre. La subor-
dinación expresad a e n estos textos no d eb e entend e rse en un sentid o ΑΤ
1. La p atern i da d de D ios en el ~~
on tológico, com o si 1α~ realidad d e Dios el Hij o fue ra depe ndiente de 1α~ La idea de Dios co mo Pa dre no es aj e na ~α1 ~~ ΑΤ. C ua ndo Di os es lla-
realida d d e Dios e l Pa dre. La i dea b íb lica de 1α~ subordinación de Dios ΑΤ, se enfatiz a su tierno cu i d ad o h acia su pueblo
m ado Pa dr e e n el ~~
el Hijo ~α Dios e l Pa dre pe r tenece no ~α 1α~ estructura interna de 1α~ rea l i- escogid o. En e l desie rto Dios llev ó ~α I srael "co mo trae el h o mb re ~α s u
d ad divi n a, sino más b ien ~α 1α~ esfe ra d e l cumplim i ento del plan.d e sal - hij o" ( Deut. 1:31). Moisés ll amó 1α~ atención d e Israe l ~α1 tierno c uida-
vación. do pro vid encial de Dios ~α1 pregunta r: "¿No es él tu p adre que te creó?
Ε1 plan d e salvació n requería que D ios el Hij o to m ase 1α~ f orm a
~ Έ1 te hiz o y te estableció" (Deut. 32:6). Co mo P adre, Dios se co mp a-
~
huma na, llegand o ~α se r "obed iente hasta 1α~ mu er te, y muer te d e dece de s us h ij os (Sal. 103:13) y l os di scip lina (Prov. 3:12). Dios mi smo
cruz " (Fil. 2:8). "Aunque er a Hijo, p o r 1ο~ qu e p adeció aprendió 1α~ obe- manifestó su profund o co mpro miso personal ~α1 d i rigirse ~α Is rael co-
d iencia; y hab iend o si d o p e rfeccion ad o, vino ~α se r au tor d e eterna sal- mo "mi hij o" (Ose. 11:1, 8). ~ Ε1 pueb l o, ~α s u vez, reconoció ~α Jehov á
vación" (Heb. 5:8, 9). De este m o do, las d ec l ar acion es que imp lican 1α~ como su Padre (Isa. 63:16; 64:8; Mal. 2:10). Se s ub ra ya que Jehová es
s ubordin ación d e Dios e l Hijo ~α Dios el P adre deb e n e ntend e rse como el Pa dre d el re y (2 Sam. 7:14; Sa l . 2:7); se reca l ca 1~α estrec ha re lación
un res ul ta d o de su en carnaci ón, 1α~ expresión d e s u obed ien cia ~α1 entre Dios -1 ~α fu ente de f uerza, sabiduría y autor id ad- y el re y, su
Pa dr e. Sin esta subordinación, la e n carnación mis m a no hab rí a alca n- representan te. Aun cu ando en el ~~ ΑΤ están presentes vi slumbres d e 1α~
z a do s u prop ósito salvífi co. natur ale za plura l de l Dios único, la presencia de per sonas es pec ífi cas
La subordinación de l Hijo ~α1 Pa dre p a rece ir más allá d e 1α~ enca r- ΑΤ, p or lo tanto, la a p elación de Pa dre no se usa
no es ta n ob v ia. En el ~~
nación . Pabl o ex plica que ~α1 fin C risto "en tregará el reino ~α Dios y p a r a d esigna r ~α una p er son a de la Trinidad divina. Tal uso distintivo
Padre, cuand o h aya quitado to do dominio, tod a auto rid a d y poten- es pro pio de 1α~ rev elació n del NT en Cristo.
cia" (1 Co r. 15:24 NRV). E sta subordinación oc urre d en tro de l nive l d e
1α~ inm ane ncia de Dios, donde ambos, el Padre y el Hij o, adm inist ran Ε1 Di os de J esucristo
2. ~
su gobierno provi denc ia l den tro d e 1α~ histo ria c rea d a. L a subordina- J es ús de N az ar et, en qui en hab i tó "to da 1α
~ plenitud d e 1α~ Deid ad "
ción func ional del Hijo no sup o ne, sin emba rgo, una de penden ci a ~ο (Col . 2:9; ver VII. ~Α. 1; C risto ~Ι), presentó ~α Dios co m o su Pa dr e. En
inferioridad o n tol ógica d el Hijo. En un sentid o amplio, la subordina- sus or aciones, Dios e ra "mi P adre" (Luc. 10:22; v er Mat. 26:39, 42) ~ ο
ción del Hij o resp ecto ~α1 Padre pue de ver se como expresand o 1α~ uni- simplemente " Pa dre" (M a r. 14:36; Luc. 10:21; Juan 11:41). En e l dis-
d a d de 1 ~α vi da trinitar ia interna en tanto que 1α~ Dei d ad ob ra 1α~ salva- Ε1
cur so sob re e l pan de v id a, Jesús lla mó ~α Dios s u P adre (Juan 6:27). ~
ΝΤ
~~ d a testimoni o, más d e lante, d e Dios co mo e l P adre de Jesu cristo. mío, Dios mío, ¿por qué me has desamp ara do?" (Mar. 15:34). Tanto el
P ab lo h ab l ó de Di os com o e l "Pa dr e de nuestro Señ o r J esucristo" Pa dre co m o e l H ijo sufren en la cruz . La doctrina d el ser trinita rio d e
(Col . 1:3; cf. Efe. 1:17). Jes ús, Dios e ncarna d o, usó 1α~ p alab ra "p a dre" Dios es la presupos ición necesa ri a p ara 1α~ debi d a co mpre nsión d e 1α~
pa ra dirigirse ~α Dios; de ese m o do, 1α~ i mage n p adre-hij o re vel a los encarnació n y de la cruz . Por otra p ar te, estas rea lid ad es histór icas
as pectos p er son a les y rel acion ales de 1α~ plural i d a d divina del se r hic ieron posible una reve lación m ás explícita de 1α~ plura lida d de 1α~
único de Dios. ΝΤ.
D eida d en el ~~

Ε1 enví o de l Hi j o
3. ~ 4. La del egación ~α1 Hij o
Jesú s ense ñó que el P adre 1 ~ο h abía e nvi ad o ~α1 mundo (Juan 5:36, α1 Hij o, y to das l as cosas h a entre-
J es ú s re v eló que "el P a dre a ma ~
Ε1 P adre envi ó ~α Cristo ~α1 mundo pa ra c umplir
37; 6:44, 57; 8:16, 18). ~ ga do en su m an o" (Juan 3:35; cf. 13:3), aun e l j uicio (Juan 5:22). A sí
una misión esp ecífi ca e n el tiempo y en el esp acio: sa lva r ~α1 m und o (1 qu e Jesús pudo d ecir que "to d o 1 ~ο que tiene e l P a dr e es mío" (Juan
Jua n 4:14). Con cr etand o más, él vino p a ra llegar ~α ser "fuente de eter- 16:15). La d elegación [ de to do] ~α1 Hij o p or p ar te de l P adre y su con-
na sa lv ación " ( Heb. 5:9 NRV). C risto se desc ribió ~α s í mis m o como traparte, 1α~ s ubordinación de l Hij o ~α1 Padre, muestr a la p ar ticipació n
vin iend o del cie lo (Juan 6:38), reca l cando así el orige n d e 1α~ m isió n de 1α~ D eid ad en el logro de la ob ra de 1α~ salv ación . Cuand o el P adre
de l Salv ad o r en el ni vel de inm an encia histórica. e nvía ~α1 Hij o en su mis i ó n re dento ra, entrega to do en sus m anos, y el
Jesús afirmó que "e l que me envió es ve rd ad ero, ~ α quie n v osotros Hij o, ~α su v ez, e n su esta do e ncarnad o, tie ne que a prende r obe di en -
no co n océ i P r l
s. e o yo e con o zco, p orque d e él proce do, y él me envió" cia y subo rd inación ~α su P adre (Heb. 5:8).
(Jua n 7:28, 29). ~ Ε1 envío d el Hij o es un acto d ivin o que p er ten ece ~α1 Α1 del egar la ta rea de re dención ~
~ α1 Hij o, e l Pa dre recalca 1α~ n atura-
nivel d e 1α~ relación i nm an e nte d e Dios con 1~α creac i ó n; prov ien e del l e za decisiv a de 1α Α1 d elega r to do en el Hij o, e l P a dre
~ ta rea de C risto. ~
ser tr asce nden te de Dios. ~ Ε1 envío del Hij o com o un acto histórico es
se está ligando ~ α los r es ulta dos de 1α~ misión sa lvífica d e Cristo. Aun
un testimonio de un aspecto impor ta nte d e 1α~ vi da di námica de Dios.
cu and o e l P adre está inv o lu c r ado p er son a lm en te en el plan d e salv a-
Nos ayud a ~α e ntend er 1α~ rea l ida d d ivi na d e 1α~ " d ádiva" real y última ción (v er VII. ~Β. 5), no usa s u s p o de res divinos p ara pre dete rmin ar e l
d el Di os único. Pab l o decl ara qu e Dios "no escat imó ni ~α su prop io
resultado de 1α~ misi ón de Cr isto com o pa ra eli minar el riesgo impl i-
Hijo, sino que 1ο~ entregó p o r tod os nosot ros" (Rom. 8:32). Jesú s d ec l a-
cado en una v i d a d e obe diencia p o r fe.
ra qu e " d e tal maner a a m ó Dios [el P ad re] ~α1 mund o, que h a d ado ~α
La asce ns ió n d e C risto ~α1 ciel o no te rminó su subordinació n ~α1
su H ij o unigénito" (Juan 3:16). E sta dá div a divin a es ta nto un acto de l
P adre. La d e legació n co rrelativa y compl e mentari a d el P ad re ~α1 H ijo
Hij o co m o del P adre; es un acto relacional efectu a d o p o r 1~α D i vinid ad
continuó d es pu és d e 1~α asce nsión d e C risto ~α 1 ciel o. D espués d e s u
mis m a. L a deb ida co mprensión d e 1α~ cr uz como un acto re dento r di-
res urrección Cri sto dec lar ó que "to d a potesta d me es da d a en el cielo
vino se sostie ne sob re 1α ~ base de l renunciamiento de Dios (P adre e
y en 1α~ tierr a" (M at. 28:18). Pedro escrib ió que después de 1α~ res u -
Hij o). L a rea l id ad d el ren un ci amiento d ivin o es posible só lo cu and o
rrección Jesu cristo "s ub i ó ~α1 cie l o y tomó su luga r ~α 1α~ derec ha d e
el Dios uno es entendido en s u est ru ct ura bíb lica, trinita ria, que invo-
Dios, y ~α quien están sometid os l os án geles, l as au tor idad es y los
lucra ~α1 P adre, el Hij o y el E spíritu Santo co mo se res divinos, pe rso-
p od eres" (1 Ped . 3:22 ~ Ν V~Ι). ~
Ε1 senta rse d e C risto ~α la derec h a de Dios
na les, co nscientes, in ter actua nd o entre ellos mismos y con el un i ver-
e l Pa dre se d escr ib e co m o un pe ríod o de tr an sición que durar á "hasta
so cr ead o.
que s u s enem igos sean puestos por estra do de s us pies" (H eb. 10:13).
L a exp erien cia divi na de se pa ració n que oc urre en 1α~ encarnac i ó n
Pabl o incluso señal a qu e en este p erío do d e transic ió n en tre 1α~ asce n-
encu en tr a su c lím ax dra mát i co e n 1α~ cruz . Allí Jes ú s exc l ama: " Dios
sión y la segunda venida, Cr i sto no está me ramente es pe rand o en una
84
85
actitud pasiva que el tiempo tra nsc urra. Por e l co ntra rio, en el perío- bre esta base mu ch os han sugeri do que 1α~ Deidad cristia na debe en-
do de tr ansi ci ón Cristo "debe re ina r hasta pone r ~α todos s us ene mi- tender se como binίtaría
~ en vez de trinitaria. De ahí 1α~ necesidad de con-
gos b ajo sus p ies" (1 Cor. 15:25 NRV). "C uand o to das las cosas l e sea n siderar las re ferencias bíblicas ~α1 Pa dre y ~α1 Hij o que no incluyen ex-
suj etas, e nto nces también el mi smo Hij o se s uj etará ~α1 que s uj etó ~α él plícitam e nte ~α1 E spíritu Santo.
todas l as cosas, p a ra que Dios sea el todo e n to dos" (vers. 28 NRV). E s impor tante tener en cuenta que nuestr o conocimiento de Dios
Cuando la tarea d e 1α~ re den ción confiada ~α C risto sea consum ada, la surgió d el hecho d e que Dios habitó e n fo rm a inmanente co n s u pue-
delegació n de to das las cosas ~α1 Hij o por parte del Padre, como 1α~ con- γ ne-
bl o. L a presencia histór ica de l Hij o entre nosotr os hace p osib l e ~
traparte de la total subordinac ión del Hijo ~α1 Pa dre, terminará. Com o cesa ria 1~α reve lació n de Dios el P adre como una p ersona que d ebe dis-
aspectos interre l acio na dos d e 1 ~α vida intratrinίtaria,
~ 1α~ delegac i ón del tinguirse de Dios e l H ij o co m o p er sona. ~ Α tra vés d e to do el ~
ΝΤ~ esta
P adre ~α1 Hij o y 1α~ subordinación del Hij o ~α1 P adre (ve r VII. ~ Α. 4) no ve rd ad se expresa e integr a e n di fe rentes formas; una es la fórmula bi-
constituyen 1 ~α natur a lez a trinitari a de D ios sino más bien 1α~ suponen. γ el Señor J es ucristo".
ni ta ria recurrente: "D ios e l P adre ~
En 1 Corintios 8:6 se le d a ~α 1α~ fórmula biníta r ia su expresión c lásica:
5. L a acción salvífica " Pa ra nosotros ha y un sól o Dios, e l Pa dre, de quien proceden to das las
Α p esar d e que el P adre delegó en el Hij o to da auto rida d p ar a e l
~ cosas, y par a quien nosotr os vivimos; y un Se ñor Jes ucristo, p or medio
l ogro d e 1α~ re dención, e l ~ΝΤ ~ enseña c laramente la p ar ti c ip ación de quien son tod as las cosas, y po r medio de quie n vivimos" (NRV). ~ Α
r
di ecta y per sona l de l Pa dre e n 1α~ obr a d e 1α~ sa lvació n. Se d ecl ar a que prim e ra vi sta 1α~ fórmula pa rece reconocer só l o 1α~ d ivini da d del Padre,
e l Pa dr e p osee presc i en c i a ( Mat. 24:36; Ma r. 13:32) ~γ o mnisciencia que es llam ado Dios, mientras que apar entemente se co loca ~α1 Hij o en
( Mat. 6:32; Luc. 12:30). ~ Ε1 P adr e ama ~α s us hij os y s u amor está en una pos i ción subordinada. Sin embargo, cuando 1α~ enseñanza del ~~ ΝΤ
ell os (1 Jua n 2:15; 3:1). ~ Έ1 revela v e rd ades sa lvífi cas (M at. 11:25; sobre 1α~ d ivi nidad de Jesuc risto (VII. A. 1) se asocia con el hecho de que
16:17), c ui da provide ncialmente ~α s us hij os ( Mat. 6:26; 10:29), diri ge ΝΤ
el título d e "Se ñor " en el ~ ~ es p ar a lelo ~α1 " Jehová" de l ~~
ΑΤ, uno com-
el desenvolv i mie nto d e 1α~ h istor ia ( Mat. 20:23), atr ae ~α 1α~ gente ~α prende que 1α~ fórmula está r ealmente co l ocando la do ~α la do ~α dos p e r-
C r isto (Juan 6:45) p ar a que enc ue ntren salv aci ón, hace a p tos α~ s us sonas igualmente di vinas. La e l ección del títu lo "Se ñor" p ar a nombrar
hij os " par a p ar ticipa r de 1α~ he r encia d e los san tos en luz" (Co l . 1:12), ~α 1α~ p e rsona de D ios el H ijo está concebi da c lar amente p ara destacar 1α~
p erd ona p eca dos (M at. 6:15; Ma r. 11:25), contesta 1α~ or ación (M at. de l egación que el P adre hace d e su a utor ida d ~α1 Hij o en asuntos tocan-
6:6, 18; 7:11; 18:19; Ju a n 15:16; 16:23), y "j uz ga con imp ar cialid ad las tes ~α 1α~ consum ación directa e histó rica del plan de sa lv ación (ver VII.
obr as de cada uno" (1 Pe d. 1:17 NVI; cf. M at. 10:32, 33). Todas estas Β. 4). E ste texto traz a un p ara lelism o efectivo entre 1α~ maner a en que
~
actividades d eben en te nde rse d entr o de l m arco de 1α~ de l egación [ de Α1 Padre se
Dios e l P adre y el Señor Jes ús se rel aci onan co n 1α~ cr eación. ~
to do] que e l P adre hace ~α1 Hij o. 1 ~ο presenta como el o rigen y e l fin último, mie ntras que e l Señor
Jes ucri sto es presentado com o e l ej ecutor de 1α~ c reación y de nuestra
6. Fórmul as binitari as propia existenci a. ~Ε1 pa r alelismo r e vela una mutua co mplementación
L a encarnación de Dios en Jesús de N a za ret aclaró dramáti cam e n- de actividades entre e l Pa dre y e l Hijo que acentúa su posic ión igual y
ΑΤ r especto ~α 1α~ natur a lez a plur a l del Dios
te l as i nsinuac i ones d el ~~ divi na. La fórmul a, entonces, n ombra ~α1 D ios cristia no en una m ane ra
eterno ~ γ uno. L a encarnación reve ló no sólo e l hecho de que Jesús d e b~ίnίtaría,
~ que incluye 1α~ plura lidad pe rsonal y 1α~ re l ación conc reta de
Na za ret e ra Dios habita ndo entre n osotros (Em a nuel), sino ta mbién dos p er so nas igua lmente divi nas.
que 1α~ plura l idad impli cada en 1 ~α D eidad eterna y una incluía es pecí- Esta fórmul a se usa con va riacio nes menores en 1α~ int roducció n ~α
ficam ente la reali da d de dos p ersonas di vinas, e l Hij o y el Pa dre. So- ΝΤ (R om. 1:7; 1 Cor. 1:3; 2 Cor. 12,3; Gál . 1:3; Efe.
v a rias epístolas d el ~~
1:2,3; Fil. 1:2;1 Tes. 1:1, 3; 2 Tes. 1:2;1 ~~Τίm . 1:2; 2 ~~
Τίm . 1:2; File. 3;1 Ped. L a preocupación concreta y pr áctica de los esc rito res de l ~ ΝΤ~ pu ede
1:3). Cuando se usa así, la fórmula pa rece r esum ir el concepto bás i co expl ica r p or qué 1α~ fórmul a trinitar ia se utiliza menos frecuentem en-
d e Dios gener a do p or 1α~ encarnación de Dios en Jesú s d e Nazaret y el te. Un a revelación plena del ser de Dios fue accesibl e sól o d espués
propio testim onio de Jesús ace rca de Dios el Padre en el c i elo. ~ Α veces, qu e Jesu c risto mism o introdujo ~α 1~α p erso na d ivina de l E s píritu Santo.
sin embargo, la fórmul a se integr a dentro de su contexto teológico. Por
ej e mplo, las obser vaciones fi na l es de P ablo ~α los efesios subra yan 1 ~α C. Dios el E s p íritu Sa n to
unidad de acción diciendo que son Dios el Padre y el Señor Jesuc risto L a nat ur al ez a tr i nitar ia d el Dios uno, bíb lico, no es co mpleta sin
qui e nes dan ~α los c reyentes e l a mor y 1α~ fe (Efe. 6:23; cf. 1 Tes. 3:11; 2 Dios el E spíritu Santo. ~Ε1 hecho de que 1α~ revel aci ón de l Es píritu
Tes. 2:16), rea lz ando as í el car ácte r común d e 1α~ acc ión (v e r tamb ién Sa nto co m o 1α~ te rcer a pe rsona di vina de 1~α Deida d vi ene des pués
1 Ju a n 1:3; 2:24; 2 Jua n 9) e n 1 ~α que a mb as p er sonas d ivin as ej ecutan de la revel aci ón de l Hij o y e l Pa dre no s ignifi ca que sea m enos
1α~ obr a d e 1α~ r e de nció n. En otr as ocasiones se usa 1 ~α fórmul a p a ra i mp ortante ~ο que ha ya si do inv olucr ado en actividades salvíficas
expr esar e integr ar l os difer entes p a peles sa lvíf icas d e l Pa dre y el sól o des de el tiempo d e s u revelación. Una debida co mprensión de l
Hij o (F i l. 2:11; Col . 3:17; 1 Tes. 1:3; 3:13; 1 Pe d. 1:3). Dios uno y su plur a l i da d per so nal r e quie re, p or 1ο
~ tanto, una co n-
Uno pue de preguntar se por qué se usó una fórmula bi nita ria en side ración c uidadosa d el testimoni o b íb lico de Dios e l E spíritu
vez de una tr i nitaria, puesto que los esc rito res d e l ~~ ΝΤ eran consc ien- Sa nto.
tes d e 1α~ existencia d e 1α~ te rcer a per sona d e 1 ~α Trinida d. Pa ra emp e za r,
entre 1α~ fórmul a binita ria y 1~α tr i nita r ia hay una d ife rencia cuantitati- 1. Anuncio d e C ri sto
va a ntes que cualitativ a. En otras palabras, la nove dad de 1α~ con cep- Aunque Dios el Es pír it u apa rece des de el Génesis (1:2; 6:3) en
ci ón bíbli ca d e Dios oc urre cuando se d ice que 1~α plura lida d y 1α~ uni- a de l ante, e l concepto ex plícito de que 1α
~ plur al i dad de Dios involu-
cida d coexisten en el se r di vino. Una ve z que dicha coexistencia se ha cra, no sól o ~α l as p e rso nas del Pa dre y el Hij o sino tamb ié n ~α una te r-
d esc ubie r to, 1α~ diferenc ia entre un concepto bίnítari
~ o y uno t rinitario cer a p er so na, e l E spíritu Santo, se o rigina en J es ucristo mis m o. La
se r e duce simplem e nte ~α 1α~ exc lusión ~ο inclu si ón d e una tercer a per - revelación de 1α~ exi stencia y d el p apel salvífico específico de una
so na div in a co m o constitutiva d e la plurali da d per sonal de l Dios tercer a p erso na de l D ios uno fue d ada p or Jesucri sto cuando t rató
único. Además, la fórmul a bi nita ria no ni ega ya sea 1α~ existencia ~ο 1α~ de prepar ar ~α l os disc ípul os p a ra su pa rtid a d e 1α~ tie rra (Jua n 7:33;
activida d de 1α~ ter cera pe rso na d ivina sino m ás bie n enfatiz a el m arco 14:1-3). D e ac ue rd o con Juan, Cristo i nsinuó la p erso na y 1α ~ v enida
específico que se neces ita pa ra captar el s i gnifica do de 1α~ encarnació n. histó ri ca d el E s píritu San to en 1α~ Fiesta de l os Tabernác ul os antes de
ΝΤ trata prim e ro que todo con 1α~ comprensi ón
En ot ras pa lab ras, el ~~ s u mu erte, cuand o prom etió " ríos d e agua viva" fl uyendo de l os
de 1α~ a utorrevelació n de D ios e n Jesús de N a z a ret. cor az ones d e l os cre yentes, pa r a explicar ~α1 "E s píritu qu e h abían de
La f órmula binita ria es 1α~ presup osición necesa ria p a ra 1α~ enca r- recibi r los que creyese n en él" (Ju an 7:38, 39). Sin e mbar go, C risto
nación. Puesto que 1α~ prin cipal ta rea que e mprenden l os esc rito res del anunció cla ra m e nte 1α~ veni da d el E s píritu Santo sólo unas p ocas
ΝΤ es 1α~ c l arificación d e 1~α encarnac i ón de Dios e n C risto y s us impl i-
~~ h oras a ntes d e s u cruci fixió n: " ~Υ y o rogar é ~α1 P a dre, y os d ar á otro
caciones p a r a la total i da d de 1α~ teo l ogía, no sorprende enco ntr a r que Conso l a d or, p ar a que esté con vosotros p a r a sie mpre: el E spíritu de
en to do e l ~ΝΤ~ se use 1α~ fórmul a. binita ria. Por otra p arte, el concepto ve rd a d" (Ju an 14:16, 17; cf. 16:4-7, 13).
y 1α~ fórmula t rίnita
~ rios apa recen como presuposiciones n ecesarias pa- Después de s u resurrección Jesús nuevamente llamó 1α~ atención de
ra capta r debida mente el si gnifica do de 1α~ activid ad de Cristo p oste- los discíp ul os ~α 1α~ veni da del Es píritu Santo (Luc. 24:49; Hech. 1:4,5,8).
rior ~α 1α~ resurr ección ~α tra vés de su repr esentante, e l Es píritu Santo. Εη esta ocasión se reve l ó 1 ~α exi stenc i a del E spíritu Santo como una
~~
p ersona d ivina, porqu e el E spíri t u Santo tení a que ser re vel a do co mo
~ P e ntecostés, apuntaba ~α la estrech a conexión e ntre 1α~ Pasc ua y
ο
una perso na divina p ar a explica r cóm o 1α~ obr a re dento ra de Cristo P entecostés ~α1 hacer una refer e ncia explícita ~α l os 50 d ías que
co nti nua rí a d es pués d e s u ascensi ón, simul táneamente en la tierra ~ γ h abí a ent r e ell as (L e v. 23:15, 16; c f . 6CB A 137, 138). A sí co m o 1α~
en el Santua rio cel estia l ( H e b. 8:1, 2). L a reve lación de 1α~ natura l e za P ascua y 1 ~α l iber ación de E gipto e ran tipos d e 1α~ mi sió n de Jesús
trinita ria d e Dios no se presen ta con e l propósito especul ativo de re- ( Mat. 2:15; cf. Ose. 11:1) y su mue rte en 1α~ cruz (1 Cor. 5:7), es p osi -
vela r 1α~ natur al e za d e Dios sino m ás bi e n para que los se res humanos ble ver ~α la fiesta de Pentecostés y e l pacto e n Sin aí como tip os de
puedan entende r l os actos re dento res de Dios en 1α~ histori a. 1α~ venid a hi stórica de l Es píri tu Santo. L a v e ni da h istó rica d el
E spíritu Santo en Pe ntecostés, e nto nces, se rí a el ant i t ipo de l pacto
2. Veni da p e ntecosta l sínaítico ente ndido como 1α~ b ue na d ádiva d e Dios ~α su pu ebl o.
As í co mo hubo una venid a h istórica del Hij o ~α1 m undo, hubo ta m - A s í como una función distintiva d el p acto si na ítico e ra condu ci r ~α
bié n una venida hi stó rica d e l E s píritu Sa nto ~α 1α~ ig l esia. L a form a d e I srae l ~α 1α~ re dención ~α tr a vés d e una co mpre ns ión conc reta d e 1 ~α
1α~ pr esencia hi stór ica d el E spíritu es diferente de 1 ~α m an e ra en que e l vol untad de Dios p ar a el hombre, 1α~ veni da del Espíri tu Santo
Hij o se hi zo presente. L a v enida d el Es píritu Santo no i mplica que
p arece destin ada ~α llevar ese propós i to ~α niv eles nuevos ~ γ sor -
deb ía to m ar 1α~ n atura lez a hum ana co mo oc urrió con 1α~ encarnación
prende ntes d e especific id ad y cerca nía. ua ndo es s ab ~α l os
C J ú h ló
de Jesús. La mane ra en que Dios el Es píritu San to se hace pr esente es disc ípul os ace rca d e 1α~ v e nid a histór ica d el E spíritu Santo, recalcó
ta l que lo hace acces i bl e ~α todos, mientr as qu e 1 ~α fo rm a encarna da de que "el Consol ador, e l E spíri t u Santo, ~α quien e l P adre e nvia rá e n
Dios el Hijo en J esús li mi tó su prese ncia d i vina ~α unos p ocos ser es mi no mbre, ~έ 1 os enseñará todas l as cosas, y os recorda rá todo 1ο ~
humanos. E sta dife r e ncia notab le pue de haber si do una d e l as r az o-
que y o os he dicho" (Juan 14:26). Ent re la obra r edentor a de Dios
nes p o r l as que Jes ús dij o que l es co nve nía ~α los d iscípulos que é l se
en el Sinaí y 1α~ reve lació n y v e ni da histó ri ca d el E spíritu Sa nto no
fu ese pa ra que el E spíritu pud ier a venir ~α ell os (Juan 16:7).
h a y disco ntinuida d sino m ás bi e n una c la ra cont inuid a d concebi -
La v enida histó r ica del Es píritu Sa nto ~α 1α~ iglesia oc urrió e n
da típ ológica me nte. E sto no signifi ca, sin embar go, re petición de 1ο
~
P entecostés, después d e 1~α resurrección. ~ Ε1 hecho d e que 1α~ venid a d e l m is mo, sino más bien 1~α rev e lació n de nuevos aspectos de verd a d
E spíritu Sa nto ~α 1~α iglesi a oc ur rió en e l día d e Pentecostés podría
no presentes en pasa das revel aciones. E stos ll e van ~α n i vel es más
ver se co m o una mer a coi ncidencia que tiene p oco si gni fica do teoló- profundos nuest ro conoci miento y expe riencia de la vol untad y
gico; sin embar go, esta s incroniz ación e n co ncr eto m erece un est udio
actos salvíficos de Dios.
especia l .

b. Ε1 ΑΤ ~
~ Es píritu de D ios e n e l ~~ Ε 1 hecho de que e l Espíritu Santo no
~α. ΑΤ, la Pasc ua y e l
M ar co ti p ol ógico. En el ~~ Pentecostés er an fiestas esté revela do explí cita mente como una p er sona d ivina en e l ~~ ΑΤ
estrec ha me nte rel acionadas. Ambas e ra n recordati vos y pr e figu-
(Gén. 1:2) no si gnifica que no existie ra ni act ua ra como una perso-
r aciones d e aspectos imp o r tantes d e acciones sa lvífi cas d e Dios.
na antes de s u introducción hi stó rica en Pentecostés. L a reve lac i ón
L a Pascua (L ev. 23:5; Núm. 28:16; De ut. 16:1-8) era un reco rd ati vo
de l E spíritu Santo co m o una pe rsona d e la Deidad ll egó ~α ser posi-
d e Dios com o una fu ente de libe rta d en conexión co n 1~α l ibe r aci ón
ble y necesari a d es pués d e 1α~ revel ación histórica d e J es ucr isto
de Is r ael d e la escla vi tud egi pci a ( D eut. 16:1, 3, 6). P e ntecostés, ~
ο co mo Dios e l Hij o. Consec uentemente, e l ~~ΑΤ no se refie re ~α1 E s pí-
1α~ Fiesta d e l as Semanas (Έχο. ~ ~ ~ 23:16; 34:22; L ev. 23:15-22; Núm. ritu San to como ~α una p e rsona diferente d e l as ot ras p ersonas di-
28:26-31; Deut. 16:9-12), er a un reco rdativo d e Dios como 1α~ fue n-
vi nas. Si n e mbargo, ~α veces es p osib le entende r a l gunas r eferenc ias
te d e toda b uena dá di v a. ~Ε 1 m is m o n ombre, F iesta d e las Se m an as, ΑΤ ~α 1α~ d es i gnac ión más b ien gen e ra l d e "E spíritu de Dios"
d e l ~~
co m o alusiones ~α activida des divinas que con propi edad p er tene- a fecta nuestr a co mprensión de su per sonalidad y no de s u activi-
ce n ~α1 E spíritu Santo. La d á diva de dones espirit ua les ~α indivi duos ΝΤ
da d re dentor a. L a obr a del Espíritu Sa nto en e l ~ ~ p arece abarca r
especia les p ar a 1α~ ej ecuc ión de tareas d efini das es la actividad más las mis mas func iones c ubiertas, y a sea por Dios ~ ο p or el E spíritu
comúnm ente asocia d a en el ~~ ΑΤ co n e l E spíritu de Dios ( ~~~
Έχο. 31:3; ΑΤ. La noveda d del E spíritu Santo en el ~~
d e Dios e n el ~~ ΝΤ tiene que
35:31; Núm. 11:25,29; 24:2; 27:18; Juec. 3:10; 6:34; 11:29; 13:25; 14:6, encont rar se en su nuevo p apel co mo representa nte d e Cristo. D e
19; 15:14; 1 Sam. 10: 6, 10; 16:13; 19:20, 23; 2 C rón. 15:1; 20:14; acuerdo con la interpretaci ón de Jua n de 1α~ re fe re nci a tipol ógica d e
Ε1 Espíritu de Dios no se presenta tan frecuentemen te como
24:20). ~ jesús ~α1 Es píritu (Juan 7:37-39), l a revelación, la venida histó rica y
m orando en el cor az ón del c reyente, no obstante, la id ea está pre- 1α~ tarea redento ra de Dios el Es píritu Sa nto está n esencialmente
ΑΤ. D e acuerd o con el p acto si n aítico,1α~ religión deb ía
se nte en e l ~~ co necta das con 1~α cruz y la ascensi ón de Jesucr isto. Juan interpre-
se r una pr ofu nda ex pe rienc ia d e a m or ~α Dios: "Ahor a, pu es, I sr ae l , ta 1α~ t ipol ogí a de Jesús observa ndo que él hab ló "de l Es píritu que
¿qué p i de J e hová tu Dios d e ti, sino que temas ~α Jeh ová tu D ios, hab ían de r ecibir l os que creyese n en é l; pu es aún no había venid o
que a ndes en todos s us caminos, y qu e 1~ ο ames, y s irvas ~α J ehová el Espíritu Santo, p orqu e Jes ú s no había s ido aún glorificado"
t u Dios con to do tu co raz ón y con to da tu alma?" ( De ut. 10:12). As í (Juan 7:39). De modo que, de ac uerdo co n Juan, la muer te y 1α~ glo-
Pab lo pue de d esc ribir ~α un "ve rd a de ro j udío" como uno que es as í, rificac i ón del Hij o e ran condiciones necesa rias pa ra e l derrama-
no por adhe rir se ~α ritual es externos, si no más bien, d e acue rd o con mi ento histó rico d el Es píritu Sa nto.
De uter o nomio 10:16, ~α1 que ti en e 1 ~α v erd ader a circuncis ión d el Cuando el Es píritu Sa nto vino en el día d e P entecostés, su venid a
co ra zón (R om. 2:28, 29). Da vi d sab ía que el cambi o in te rio r del fue pr esencia da p o r tod os ~α ca usa de 1α~ manifestac i ó n externa de
cor az ón equivale ~α una nueva creació n que sól o pu ede se r reali- d ones sobrenatura les de rra mados sobre l os creye ntes (Hech. 2:2-
z a da p or Dios mismo (Sal . 51:10). Saúl no só l o recibió d ones de l 11). En res puesta ~α preguntas sob re el significado teológico de 1ο
~
E spír itu sino que el E spírit u de l Señor 1 ~ο ca mbió e n otr o hombre que estaba ocurriendo, d ieron una explicación muy supe rficia l e
(1 Sam . 10:6, 9). Is rael en e l exil io antic ip ó un rea vivamie nto es pi- ina decua da: "Lo que p asa es que están bo rrachos" (vers. 13 NVI).
r itual co m o resultado d e que Dios pondría s u E spírit u en ell os En defensa de l os apóstol es, P edro se d irigió ~α la multitud (ve rs.
( Ez e. 36:26, 27; 37:1-14). 14-36). Después d e identifi car e l hecho apa r e ntemente extr año co-
Ε1 Espíritu de Di os, e ntonces, está ta mbié n asoc i ado e n el ~~
~ ΑΤ co n mo una m anifestació n m ilagrosa de l de rr am a miento del Es píritu
1α~ mora d a divina en el ser interi or de l hombre (cf. Isa. 57:15; Eze. Sa nto (vers.15-21), Pedro explicó e l hecho com o un p aso necesa rio
11:19; 18:31). Sobr e esta base, Jes ucr isto pud o hab la r ~α l os discípu- e n el logro histórico de l plan de sa lvación de Dios ( ve rs. 23, 24).
l os co mo si ell os ya conociesen ~α1 Es píritu Santo antes de su veni- Afirmó que " ~α este J es ús res ucitó Dios, de 1ο~ cua l to dos nosotr os
da histór ica y pe rsonal e n Pen tecostés (Juan 14:17). Si e l E spíritu somos testi gos. A sí que, exa ltado por 1α~ diestra d e D ios, y habien-
Sa nto ya estaba actua ndo, dando d ones y m orando en el co ra zón do recibi do del P adre 1α~ promesa de l Es píritu Sa nto, ha d err amado
d e los c reyentes, es necesario exa mina r 1α~ nove dad del m inisterio Υ el a póstol se refirió ~α
esto que vosot ros v eis y oís" (vers. 32, 33). ~
ΝΤ.
d el Es píritu en el ~~ 1α~ entroniz aci ón celestial de Cristo (ve r VII. ~ Β. 4), que siguió ~α su
victoria e n 1α~ cruz y le confi rió ~α Cristo "toda p otestad ... en e l cielo
~ε. L a nove da d de l E s píritu en e l ~~
ΝΖ Un aspecto obviam ente nue vo y e n 1~α tie rra" (M at. 28:18; cf. 1 P ed. 3:22).
ΝΤ sobre e l E spíritu de D ios es que a hor a está
de la reve lación de l ~~ Pu esto que Jes ucristo iba ~α estar per sonalmente involucrado en la
pr esentado clar amente co m o una pe r sona divi na, d istinta d e l ta rea d e inter ceder e n el Sa ntuario cel estia l (H eb. 8:1, 2; ve r
Pa dre y del Hij o (v er VII. C. 4). Este ca mbio, sin e mba rgo, sól o Santua rio II, ~~ΙΙΙ~ ), l a presencia n ecesaria, continua, p er sonal d e Dios
en 1α~ tierra requerí a 1α~ revelac i ó n de 1α~ te rcera p er sona d e 1α~ p er sona l del Espíritu α~ los co raz ones de h ombres y muje res es
D eid a d, Di os el Espíri t u Santo. Entonces, la no vedad concreta ori- Ε1 libro d e los Hechos subraya p ar tic ul armente 1α~
imp or ta nte. ~
ΝΤ no debe
ginada p or 1α~ v e nid a histór ica d el Espíritu Santo en el ~~ venida histó ri ca d el Espíritu ~α 1α~ igl esia en un tiempo conc reto, el
ver se en rel ación con l as tareas salvíficas específicas que el E spíritu día de P e ntecostés. ~ Ε 1 d erra m amie nto d el Es píritu Santo en ese
continúa realizand o co mo 1 ~ο hiz o en los ti e mp os d e l ~~
ΑΤ, si n o m ás día y en ot ros tiemp os d eterminados c uando e l E s píritu vino ~α
bien se re lacio na con e l nuevo estatus del Es píritu como represen- secc iones especiales d e 1α~ iglesia fu e aco mp añado de señal es y
tante de l tr iunfo d e Jesuc risto e n 1α~ cruz y su obra de in te rces ión y mi lagros. Sin embar go, e l E s pírit u Sa n to no neces ita ve nir ~α 1 ~α
s u señorío e n el cie lo. Jesuc risto m ismo recal có 1α~ a rmoní a y uni- iglesia s i empr e en la mis ma forma; Pentecostés fue único. En
dad car acte rística d entro de 1 ~α c ua l 1α~ Trinida d c umple las activi- Pentecostés, se c umpl ió 1α~ promesa d e C risto d e e nvia r e l
dades qu e inc umben ~α 1 ~α salvación ~α1 señal ar que el E spíri tu Sa nto Es pírit u Santo ~α 1α~ i glesia; d esde entones, la terce ra p ersona d e 1α~
no sólo e ra su representa nte (Jua n 16:13, 14) sino también, deb id o divina Trinida d está presente en 1α~ i glesia c ri stiana co m o e l don
~α la delegación [de auto rida d] de l Pa dre ~α1 H ij o (v er VII. ~
Β. 4), el ( Hec h. 2:38) de Dios en C r isto. P or 1 ~ο ta n to, 1 ~α ig lesia no n ecesi ta
representante d e l Padre (Juan 14:16, 17). Por esta ra zón las ex pr e- or ar p or 1α~ ve ni da histó rica del E spíritu corno hicieron los d isc í-
siones técnicas "en Cr isto" (Rom. 6:11, 23; 8:1, 39; 9:1; 1 Co r. 1:4; pul os en e l aposento a lto (Hech. 1:13, 14), sino m ás bien para que
3:1; 2 Co r. 2:17) y "e n el E spíritu Santo" (R o m. 9:1; 14:17; cf. Col . el co r a z ón se entreg ue y ab r a ~α las i mpr esion es d e l Es píri t u de
1:8) son, e n rea lidad, equiva lentes. m odo que s u presencia y poder pr ometi dos (ver VII. C. 6) pue-
dan ma nifestar se en 1 ~α vid a y misión d e 1α~ i glesia.
d. El Espíri tu proce de d el P adre y de l Hij o. L a proce dencia del
Espíritu del Pa dre y el Hijo (Juan 15:26; 14:16, 26; Hech. 2:33) debe 3. Divinid ad
e ntende rse no e n un sentido ontol ógico, sino más bie n e n un sen- La divi nida d del E spírit u Sa nto se atestig ua en varios contextos. Se
tido h i stó rico, co m o 1α~ acti vid a d divina interior involucrada al d escribe ~α1 Es píritu Santo como p oseyendo ca racterísticas d ivi nas; es
e nvi a r ~α1 Espírit u Santo en Pentecostés como e l re presentante d e 1α~ ll ama do "Santo" (Mat. 1:20), "e l Espíritu d e nuestro Dios" (1 Co r.
presencia, el sacr i fi cio y el ministerio d e C ri sto. En otr as p a lab ras, 6:11) y "E spíritu de Jes ús" (Hech. 16:7 NRV). ~Α1 co nfrontar ~α An aní as
1α~ proce dencia d e l E spíritu no se re fi ere ~α un proceso i nteri or en 1α~ y Sa fira, Pedro seña ló 1α~ d i vinida d y p er son ali da d de l E spíri tu.
co mp osición de l ser tr ini ta rio, como la teol ogía c lásica ll egó ~α Ananías h a bía mentido ~α1 Espírit u Santo ( H ech. 5:3) y ~α1 m is m o tiem-
c reer. La pregu nta res p ecto ~α s i el E spíritu Sa nto procede d el Pa- po ~α Dios. J esús pr ese ntó el Espíritu ~α l os discípul os como "otro
dre, d el P adre y el Hij o, ~ ο d el Padre ~α tr avés de l H ij o, llegó ~α ser Conso la dor " (Juan 14:16). Pu esto que 1α~ pa l ab r a g riega a llos significa
re levante c ua nd o el lenguaj e "nac ido-del-P adre" ~ γ " proce de ncia" "otro d e la mi s ma cl ase", se desprende que el E s pír itu San to er a d e 1~α
que enco ntra mos en 1α~ B ibli a fue m a lentendid o como refir iéndose misma c l ase que C risto, ~α sabe r, una pe rsona divina.
~α un proceso interior, div ino, que co nsti tuye e l m is m o se r d e 1 ~α L a d i vinid a d del E spírit u Santo com o terce ra p e rso na d e 1α~
De id ad. Bíb l icamente, sin embargo, 1α~ procedenc ia d e l Es pír itu Trinidad se afirma adicionalmente c ua ndo se 1ο ~ describe co mo p ose-
San to p e rte nece, no ~α 1α~ constitución de 1α~ Trini da d sino, más b i en, yendo otr os atributos divinos: omnisci e ncia (1 Co r. 2:10, 11), v erd ad
~α s u vid a cuando 1~α obra de 1α~ salv ación es ll eva da ~α cabo p or 1α~ ac- (1 Juan 5:6, 7), vida (Rom. 8:2), sabi durí a (1 Cor. 2:11), p o de r (Luc.
tividad h istórica de las tres pe rsonas d i vin as. 1:35; Rom. 15:19) y eternida d ( Heb. 9:14). ~ Ε1 ~
ΝΤ~ subraya 1~α d i vinidad
L a distinción e nt re 1α~ v enid a histórica d el E s píritu en P ente- del E spíritu Sa nto ~α1 re fe rir se ~α é l como quien rea liza accio nes divin as
costés, como el don de l Pa dre y de l Hijo ~α 1α~ ig lesia, y 1α
~ v enid a concretas, como hab la r ~α los pa dres ~α tra vés d e los profetas (Hech.
28:25), in sp i ra r las E sc ritur as (2 Ped. 1:21; c f . VII. C. 5. ~α), ilu mina r Ε1
~ ~~ΝΤ d escubr e la n atura le za p e r so na l de l E s píritu Sa nto e n una
(Juan 15:26; cf . VII. C. 5. b), regene rar (Ju an 3:7, 8; Rom . 8:11; Tito 3:5), v a ri e da d de ma ne ras. Si bien l os escritores d el ~~ ΝΤ no p odí an ca m -
y santi fica r (2 Tes. 2:13; 1 Ped. 1:2). Además, se a firma vigorosamente bia r e l gé ne ro de la p a l a br a g riega que sig ni fica "espíritu", ~α v eces,
1~α d ivinida d del E spíritu Santo cuando se 1ο ~ id e ntifica con e l Jehová c uando hab la ron d e l Es pírit u Sa nto uti liza r on pronombres masc u-
ΑΤ como oc urr e co n C risto. H echos 28:25-27 y H eb reos 3:7-9 atri -
d e l ~~ linos p a ra ree mpl az a r 1 ~α form a ne utr a Espírit u (Juan 14:26; 15:26;
buyen ~α 1α~ directa acti vi da d de l Es píritu Santo decl ar aciones qu e en 16:13), aun ~α ex pe nsas d e una incons istenc i a sintáct i ca. Ad i-
ΑΤ se informan explícitamente como decl a racio nes de Jehová ( I sa.
el ~~ ΝΤ a dj udica ~α1 E spíritu Sa nto una v a r ie da d de ca-
cion a l m ente, e l ~~
Έχο.
6:8-10 y Sa l . 95:7-11; c f . ~ ~ ~ 16:1-8; Deut. 1:34-36). P arece no habe r racterísticas que r e ve la n explí cita m ente su nat ur a l ez a p er so n al . En-
ninguna dud a de qu e los esc ritores d el ~ ΝΤ~ ente ndían qu e e l E spíritu tre e llas pue de n m enc i ona rse l as sig uientes: inte l ige ncia y co noci-
Sa nto es Dios. m iento (Jua n 14:26; 1 Co r . 12:11), emocio nes ( Ef e. 4:30) y j uicio
( Hech. 15:28). Ta mbién pue de m e nti rse ~α1 E s pír it u ( H ech. 5:3, 4),
4. Pe rsonal i da d resisti rl o ( H ech. 7:51) y pecar co ntr a él ( M at. 12:31; M a r. 3:29).
La teol og í a cristia na ~α m e nudo ha d escui da do e l estudio de 1 ~α infor- Ad e más, e l ~ ΝΤ ~ prese nta ~α1 E spíri tu Santo como h acie ndo 1ο~ que
mación bí blica respecto ~α 1α~ natur alez a y activid ades salvíficas del puede hace r un se r pe rsonal : h abl a (H ec h. 8:29), e nse ña (Lu c.
E spíritu Santo. Dentro de este contexto se ha entendido ~α1 E spíritu 12:12), revel a ( Lu c. 2:26), testifica ( Hech. 20:23), escudr i ña (1 Cor.
Santo e n términos de energía y p oder d ivinos per tenecientes propia- 2:10, 11), envía (Hec h. 13:2), g uí a ( Hech. 8:29; 11:12), d ecl a ra cosas
mente ~α 1α~ p ersona del Padre. D e ese modo, se entiende que el E spíritu que v e ndrá n (Juan 16:13) y da testim o nio ~α nuestr o espíritu (Rom.
Sa nto está d espoj a do d e individua lidad y per sona l idad. E sta interpre- 8:15, 16). Por ot ra p ar te, 1α~ expres i ón gr iega "ot ro Conso la dor " que
tación parece e ncontr ar respaldo en al gunos p asajes bíb licos. Por ejem- Jesús usó resp ecto ~α1 E s pírit u Sa nto (Juan 14:16) sugie re, no sól o
plo, mientras los nombres P a dre e Hij o evoca n realidades p ersonal es, que el Espíritu Santo es un se r divin o, sino ta mbién que es un se r
no pasa lo mismo necesariamente con el nombre Espíri tu. ~ Ε1 género de l per sona l en 1α~ m is ma m anera como e l P adre y el Hij o son ser es p e r-
vocablo griego pneuma (espíritu) es n e ut ro, apa re ntemente s ugiriendo son ales. D el mismo m odo, e l papel in te r ceso r (R om. 8:26) que
una reali da d no per so na l . Además, el hecho d e que 1α~ E scritur a h ab la dese mp eña el E spíritu Santo en 1α~ sa lvación de l os creyentes pue de
sobre el E spír it u Santo como que tom ó la "forma" corpor al de una se r dese mp eñado sól o p or un ser pe rsonal . Fina l m e nte, 1α~ g lorifica-
"paloma" ( Luc. 3:22), y 1ο~ compar a ~α1 v iento (Juan 3:8), el agua Guan ció n de l Hij o p or el E spíritu Santo (Jua n 16:14) no p ue de ser rea liz a-
7:37-39) y e l fuego (Hech 2:3) co ntr ib uye ta mbién ~α 1α~ i dea super ficial y d a p o r un p ode r ~ο e ne rgía, sino so la me nte por una p e rsona. Sin 1α~
e rrónea de que e l E spíritu Sa nto no es un ser pe rsonal co mo e l P adre me nor dud a los escr ito res de l ~~ ΝΤ e ntendie ron ~α1 Es píritu Santo
y el Hij o. Finalmente, el excesivo énfasis en la descripción bíblica d e l co m o un ser per sona l divino.
Es pír itu Santo co mo un d on ( H ech. 2:38; 10:45) que concede d ones (1 Só lo cuando captamos c l ar amente la i nte rpretación bíb lica d el E s-
Cor. 12:4-11; Efe. 4:11; cf. VII. C. 5. e) ~α hombres y muj eres pue de tam- píritu Santo com o una p e rso na di vina se v e e n s u plena luz 1α~ es peci-
bién se r responsable p or 1α~ i dea incorrecta de que el E spíritu Sa nto es f icación del ~ ΝΤ ~ sob re e l concepto d e l ~~ ΑΤ d e la plur alida d d e l Dios
una "energía divina" antes que una p erso na divi na. Estos p asajes b íbli- uno. Sobre 1α~ base d e 1α~ evi dencia bí blica presenta da antes, una d oc-
cos no enseñan que el Es píritu Sa nto no es un ser perso nal ; mera men- t r ina d e 1α~ Tri nid ad ll ega ~α ser in e vitab l e y necesaria p ara 1α~ teo l ogía
te d ej a n abie rta 1α~ p os ibilidad de que se considere ~α1 Espíri t u Santo co- c ristiana. Antes d e que se considere el enfoque bí b lico de 1α~ Trinidad,
mo una ene r gía divina no per sona l . Se necesita eviden cia explícita a di- es n ecesar io, sin e mbargo, exa m i nar 1α~ obra de 1~α te rcera p er sona de
cional para decidi r si e l Es pírit u Santo es ~ο no un ser p erso nal . 1α~ Trini dad.
5. L a acc ión salvífica implica revelación-inspir ación (ve r VII. C. 5. ~α), iluminaci ón y mo-
Ε1 ~~
~ ΝΤ presenta una r ica información a di ci o na l res pecto ~α 1α~ terce- r ar en e l inte rior de 1α~ persona (VII. C. 5. c). D ios o riginó 1α ~ E s-
ra pe rsona d e 1 ~α Trinida d eterna. La co mprensión de l Es píritu Santo critura ~α tra vés d e 1~α agencia de l E spírit u Santo ~α fin de que 1α~ luz
como un re presentante de 1α~ pe rsona y la obra de C risto en 1α~ cruz y divi na (conocimiento), necesa ria pa ra 1α~ salv ación de los peca do-
en el Santuario cel estia l, se exal ta e íntegra no como pe r cepciones res y 1α~ re dención del mundo, estuviese ~α d is posición de 1 ~α r az a
especulativas de su natur aleza di vina si no más bien desde 1α~ p er s- huma na (Sa l. 119:105). No obstante, pa ra que la Biblia sea una luz
pect iv a de su tarea sa lvífica. y no mera mente una letra mu er ta, los hombres y las muj e res debe n
e ntende rla (ve rs. 130). Sin emba rgo, la comprensi ón de 1α~ luz pre-
~α. Re ve laci ón-ins pirac i ón. Pu esto que se d ice que 1α~ Bibl ia es 1~α supone 1α~ p osesión de 1α~ luz: "En tu luz v e remos 1α~ l uz " (Sal . 36:9).
"espa da del E spíri tu" ( Efe. 6:17), no es sorprende nte descubrir que Α m en os que Dios sea reconocido como e l a uto r de las pa lab ras, un
~
el E spíri t u Santo está estrechamente rel acionado con los procesos v elo (2 Cor. 3:13, 14; cf. Isa. 6:9, 10; Hech. 28:26, 27) impid e que 1 ~α
α~ tr avés de l os cua l es se originaron las Sag ra das Esc rit uras. ~
Ε1 Es- mente y e l cora zón vea n ~α Dios y comprendan s u Pa lab ra (Luc.
píritu estuvo acti vamente i nvoluc rado en 1α~ rev elación, e l pr oceso 11:34, 35). D es de 1α~ caíd a los homb res y muje res no tienen luz en sí
~α tr avés del cual se o riginar on l as verda des, conceptos e informa-
mi smos (H ech. 26:18; 2 Co r. 4:3, 4; cf. Ju an 1:5). ~Ε1 E spírit u debe
ció n en contr ados en la B iblia (Eze. 8:3; 11:1, 24; 37:1; 43:5; Mar. quita r el velo de osc ur idad (2 Cor. 3:17, 18) de 1α~ mente p ar a que
12:36;1 Cor. 2:11; Apoc. 21:10). También par ticipó e n 1α~ inspiració n, pueda ve r se 1α~ luz. ~ Ε1 E spíritu de co mprensió n y co nocimie nto,
e l proceso ~α tra vés d el c ua l estas comuni cac iones f uer on comp ar- d ado en una form a especia l ~α1 Mesí as (Isa. 11:2), ta mbién conduce
ti das p or l os profetas (2// Sam. 23:2; 2 Cr ón. 24:20; Ez e. 11:5; Z ac.
~α l os se res hum anos e n e l proceso d e l eer y comprender las Es-
7:12; M at. 22:43; 2 Ped . 1:21). Después de P entecostés 1α~ ta rea re ve-
c rituras ( Efe. 1:17-23) y es uno d e "los dones que Dios n os h a da do
l ad ora-inspir acional del Espírit u Sa nto se co ncentr ó en g uiar ~α los
gratuitamente" (1 Cor. 2:12 NRV). La escri tura de la ley e n el cor a-
disc ípul os ~α una d ebida comprensión d e la v e rd a d según está re- zón supone iluminación, pero va m ás allá d e eso; r equiere 1α
~ mor a-
ve la da en la p er sona histó rica y 1α~ obra d e Jes ucristo (Juan 16:12- l
da d el Es píritu Santo en 1α~ mente y co raz ón de os c y
re entes.
15), 1α~ c ua l, c ua ndo se escrib ió, llegó ~α se r e l ~~
ΝΤ. L a r ecepción del
E spíritu San to en el cor az ón del c reye nte c risti ano (ve r VII. C. 5. c)
~ι. Mor ada in terio r. Cuando l as impresio nes del E s pír itu Santo son
no puede concebir se independientemente d e l as ve rd ades re vela- acepta das y los p eca dores se abren ~α Dios e n fe, confesión y arre-
das en las Esc ritur as com o un to do ~ο en contr adicción con e llas
pentimiento, comi enz a una re lación div ino-humana (Ap oc. 3:20).
(ver Revelación / Inspiración ~ΙΙΙ ~~ , IV). Ε1 acto inicia l por el cual Dios es acepta do en 1α~ mente y e l cor a-
~
z ón, convi rt iendo de ese m odo ~α1 creyente en una p e rsona nueva,
b. Ilumin ació n. De acuerd o con Jes ús, el Espíritu Santo no só lo p ar -
es tan dramáti co que J esús se refi rió ~α él co m o un nuevo naci-
ti cipa e n 1~α ta rea de r e vel ar e inspi ra r las E scr ituras, sin o que ta m-
miento proce de nte de l E s píritu Santo (Juan 3:3-8). L a rel ación divi-
bién está involucr ado en convencer " ~α1 mundo d e p eca do, de j us-
no-humana establecid a ~α tra vés de la ex pe riencia de l nue vo naci-
ticia y de j uic i o" (Juan 16:8). No es suficiente que la v e rd ad sea teó-
miento se conoce com o la m orada, la plenitud ( Luc.1:67; Hech. 2:4;
ricamente expresa da e n palabras, ya sea en fo rm a or al ~ ο esc rita; es 4:31; 9:17; 13:52), ~ ο e l ba utis mo d el Es píritu Sa nto (Mat. 3:11; Ma r.
necesar io que sea esc rita en 1α~ m e nte y e l cor azón de l os hombres
1:8; Luc. 3:16; H ech. 1:5; 11:16). Pab lo describe esta íntima relació n
y l as muj e res (Jer. 31:33; Heb. 8:10). L a esc ritura d e 1α~ verda d e n 1α~
div i no-hum ana no sól o com o la circuncisió n de l cor az ón (Rom.
mente hum an a es 1α~ obra d el Espíritu Sa nto (2 Co r. 3:3), 1ο ~ que 2:29) sino más co ncr eta m e nte, como 1α~ prese ncia de l E spíritu de
Dios m orando "en v osotros" (Rom. 8:9; cf. Efe. 2:22). P or consi-
creyente (ve rs. 14), l a co ndici ón de hij os (vers. 15), la seguri dad de
guiente el cuerpo es "te mplo d el E spíritu Santo" (1 Co r. 6:19). ~ Ε1 1α~ aceptación como hij os d e Dios (vers. 16), el s ufr i miento junta-
pun to de vista b íb lico d e 1α~ m ora da divina en los se res h uma nos
mente con C risto ( ver s. 17), y la res urrecció n futura de 1~α muerte.
sól o puede p ercibirse cuando se lo v e dentro del contexto provis-
La obe die ncia ~α 1α~ v ol untad d e D ios es también un resul tado con-
to por 1. 1α~ n atur ale za histór ica (ver IV D y VII. C. 2) y p ersonal
creto de 1α~ mor ada i nter ior de l E spíritu, p or 1α
~ cual los p rinc ipios
(ver VII. C. 4) del E spíritu Santo co mo representante de C ri sto (ve r
eternos de 1α~ le y de Dios son esc ritos en e l cor a zón y la mente de
VII. C. 2. ~ι y VII. C. 5. d); y 2. cuando uno entie nde que 1α~ com-
los creyentes (Jer. 31:33; Ez e. 36:27; Rom. 2:15; Heb. 8:10; 10:16; cf.
prensió n bíb l ica de l hombre y 1α~ muj er no reconoce 1α~ existen cia de
Sa l . 37:31; 40:8; 119:34; Isa. 51:7). Sobre 1~α base de 1~α realid a d rela-
un a l m a eterna atemp oral e n 1α~ per sona hum ana (ver H ombre ~Ι.
cional de 1α~ mor ada i nte rio r de Cristo en l os c reyentes ~ α tr avés del
Ε). D e maner a que el E spíritu San to no pue de se r concebi do como
~
Es píritu, se d ice que e llos p oseen "1α~ mente d e C risto" (1 Cor. 2:16;
una "energía d ivina" que p enetra 1α~ susta ncia eterna del alma y
γ llega n " ~α ser particip antes d e 1α~ nat ura lez a div i na" (2
cf. 12:3) ~
div iniz a 1α~ natur a le za humana. Por el contr a ri o, 1α~ mora d a [divi-
Ped. 1:4). De ahí que en su vida d iaria se produce "el fr uto del
na] en el ser hum ano debe concebir se d entro d el modo de las r e la-
Es píritu" (Gál . 5:22,23).
ciones p e rso na l es, h istóri cas (1 Ju an 4:13). D entro d e 1α~ forma re l a-
Siendo que el E spíri tu Santo no mor a en el c reye nte co mo una
ciona l e l E spíritu Santo m ora "e n" seres humanos. As í, 1α~ n atur a-
e ner gía que penetra e l alma, sino más bien como una p e rsona,
l ez a humana no se divi niz a p or la mor ad a inter ior d e l Es píritu
surge la pregunta sobre có mo resi de en e l interio r de los seres
sino que, más bie n, es tra ns form a da ~α 1~α semej anza de Jes ucr isto
huma nos. P ab lo, en pleno acue rdo con 1α~ estructura relaciona) de
(Rom. 8:29). Puesto que el E spíritu Santo co m o una pe rso na divi-
1α~ m orada interio r de l E sp íritu, explica que "nosotr os to dos, que
na es el represen ta nte d e C r isto, su m or ada en la p erso na tr ae 1α~
con e l rostro descubier to, contempl amos co mo en un espej o 1α~ glo-
presencia de Cristo ~α 1α~ men te ~ γ el co raz ón de l creye nte. Por 1ο~ ria del Señ o r, va mos sie ndo transforma dos de gl oria en gloria, ~α 1α~
tanto, 1α~ mor ada d el E spíritu en e l cre y e nte es 1α~ mor ada inte ri or
mi sma im agen, p o r e l Se ñor que es e l Es pír it u" (2 Co r. 3:17, 18
de C risto.
NRV). P ablo decl a ra que l os seres humanos p eca dores pue den
Debi d o ~α que el Espíritu Santo representa ~α1 C risto victorioso, su
co nte mpla r la g l oria de l Se ñor ~α tr a vés d e 1α~ pre dicaci ón y ense-
presenc ia en e l cor az ón de l creyente ll ega ~α ser un anti cipo d e 1α~
ñanza d el e vangeli o (2 Co r. 4:4, 5), "p orqu e Dios, que mandó que
re d e nción de Dios y 1α~ gar antía de sus prom esas (2 Cor. 1:20-22),
de l as tini ebl as respland eciese la luz, es e l que res pl a ndeció en
n otab l em e nte, de 1α~ gloriosa segund a venid a d e Cri sto (2 Cor. 5:4,
nuestros coraz ones, p ar a ilum inac i ón del conocimie nto de la glo-
5; Efe. 1:13, 14; c f. Rom . 8:11). La mor a da de l Es píritu ocurre "en e l
ria d e Dios en la fa z de Jes ucr isto" (ve rs. 6). La mor ada [ d i vina en
homb re inter io r " (Efe. 3:16), que abarca e l co ra zón (R om. 5:5), 1α~
el hombre], e ntonces, oc urre como un res ul ta do de la obr a especí-
mente (Rom. 8:6, 7) y el espírit u (ver s. 16). La mor ada del E s píritu
fica del E spír itu Santo. ~ Α tr avés de 1α~ i nspir ación d e 1α~ Biblia y 1α~
que co mienz a con 1α~ exp eri encia de l nu e vo naci mi ento trae ~α Cr is-
ilum i nació n de su co ntenid o, e l Es píritu Santo tr ae 1 ~α presen cia d e
to ~α1 h ombre i nterio r, estableci e nd o una re laci ón divino- hum ana
C risto ~α 1α~ conc i encia d e l os cre yen tes que de ese m odo son cap a-
progr esi va que cambia ~α los cr e yen tes ~α la semej anz a d e Jesucristo
ces de conte mplar "1α~ g l oria d e Dios e n 1α~ fa z de J es ucristo".
(ver s. 4-17; c f . v e r s. 29). En Rom anos 8 Pab lo explica deta lla da-
C ua ndo, en res puesta ~α 1α~ inic i ativa d i vina d e D ios en el Es píritu,
m ente 1α~ s umisión del cr e yente ~α la l ey de Dios (v ers. 4-7), l os
el cor azón hum ano se rinde en total aper t ura ~α Cr isto p or primer a
res ul ta dos de la mora da interi or del E spíri tu: victori a sobre actos
ve z, ocurre simultá neamente e l nu e vo nacimiento con el bautismo
peca minosos (ve rs. 13), el cuida do provide ncia l d e Dios ~α favor de l
d el E spíri t u Santo co m o el don de 1α~ presencia pe rsona l de Dios
(Hech. 2:38). S i gue e l proceso continuo del Es píritu mo rand o en el conceden co n el pr o p ósito d e log ra r 1α~ unid a d d e la igles ia (Efe.
cre yente. L a mo ra d a i nteri o r del Espír itu Santo en el c risti ano no 4:13) y " ~α fin d e cap acitar ~α1 pueb lo de D ios p ar a 1α~ obra d e se r-
es una p osesión p erma nente, adqu irid a definitiv amente en el m o- vicio" (v er s. 12 NVI). No se d an co m o señ al es sob re n atura les d e
m ento d el nu e vo nacimie nto. Po r el contra rio, debe se r un proceso 1α~ existen cia de Dios ~ο d el pe rdón d ivino, sin o m ás bi en co m o 1α~
permanen te, renova d o d ia ria m e nte (1 Cor. 9:27) en una entrega cap acitación necesa r ia pa r a el c u mpli miento d e la misió n cr is-
nu ev a y más profunda ~α l as impresion es del Espírit u, no sea qu e tiana d e representa r ~α Cristo y pre d ica r su ev ange li o seg ún está
e l cr e yente caiga en la ap ostasía con el ri esgo de pé rdid a eterna ΑΤ
rev el a do e n l as E sc rituras d e l ~ ΝΤ.
~ y d el ~~
(Heb. 6:4-8).
6. D ones escato l ógicos
Ε1 E spíritu Santo, co m o r epresentan te d e Cristo, de-
d. Intercesió n . ~ ΑΤ presenta l os tiemp os escato l ógicos que prece den ~α1 fin d e 1α~
Ε1 ~~
~
se mpeña fu ncion es in ter cesoras que co mplemen ta n la intercesión hi sto ria de 1α~ rede nción co mo 1α~ exten sión univer sa l d e l con oc imien-
de C risto en el San tu ario ce lestial (Heb. 8:1, 2). ~ Α las cla ras func io- to de 1α~ v o l un ta d d e D ios segú n está rev ela d a en las Escrituras. Tal ex-
nes med ia dor as de reve lació n-i nsp iraci ó n (ver VII. C. 5. ~α), ilum i- p a nsión u nive rsal, escatol ógica, se rá pr o du cida p o r Dios ~α tra vés de
n ación (ve r VII. C. 5. b) y mo ra d a i nteri o r (ve r VII. C. 5. c), c umpli- su pu eblo (Sal . 72:8-11; Isa. 14:1; 45:14; 56:6, 7; 60:5, 11; J er. 3:17; Hag.
d as por el Espírit u Sa nto, P abl o añade espec íficame nte 1 ~α activid a d 2:7; Z ac. 2:11; 8:21-23). La profecí a de Joe l en cu anto ~α1 derram am ien -
interceso ra d el E spíri tu Sa nto en fa vo r d e l as o racio nes d e los sa n- to u niv er sa l del E spíritu sob re to d a carne (2:28,29) conc reta de fo rma
tos (Rom. 8:26, 27). ΑΤ, resp ecto ~α una d ifusió n univer sa l es-
explícita esa con ce p ci ó n d e l ~~
catológica del rei no de Dios.
e. Ε1 E spír it u Sa n to es i n strumento, no sól o p ar a e l estab le-
D o n es. ~ Aunque 1~α pr o fec í a d e Joel comenzó ~α cumplirse con la v enid a his-
ci mien to d e 1α~ nue va c r iatur a ~α tra vés d e s u ob r a d e m o ra r en tórica de l E spíritu en P e ntecostés (Hech. 2:16-21; ver VII. C. 2), es cla-
ell a, sino ta m bién en 1 ~α mis ión de 1α ~ i gl es ia me diante el otor ga- ro que s u cumplimiento univ er sa l completo to davía está en e l futuro
m iento d e d o n es es p ir itu al es (ve r D o nes Es p ir itu al es ~ΙΙ).~ La (ve rs. 19-21). L a id ea de una difusió n u niver sal de l mensaj e ev a ngé li-
noci ón d e qu e el E spíri tu de D ios d ota ~α l os c re yentes p a ra e l co, antes de l fin de la histor ia de 1α~ reden ció n, sig ue presente e n e l
cumplim iento d e ta reas esp ecia les está presen te en el ~~ ΑΤ (Núm. plantea miento escato l ógico d el ~~ ΝΤ ( ~~
Αροι.
~ ~ 14:6, 7; 18:1). La inmutabi-
11:25; 27:18; De u t. 34:9; Juec. 3:10; 1 Sa m . 10:6; Miq. 3:8; ~~ Ζαι~ . 4:6). lid ad d e Dios se expresa en 1α~ co nstan ci a y la congruen cia de sus ac-
Sin embar go, e n el ~~ ΑΤ l os d o n es esp ir itu a l es gene ra lmente p a re- ciones salví ficas histó ricas ( ~~ Β). En consec uenc i a debe es p e ra rse
ΙΙΙ~. ~
cen d ar se ~α p e r sonas especia les a n tes que ~α to d a 1α~ co munid ad qu e ~ α1 llev ar el plan de re de nción ~α su clímax y con sum ación histó-
de 1α~ fe. Esa restri cción se s upri m e e n el ~~ ΝΤ, cua ndo la pr o f ec í a ricos p o r medio d e 1α~ d ise minació n unive rsal escatol óg i ca d el m ensa-
de Joel (2:28, 29) se c umpl e p arcia lmente en P en tecostés con 1α~ j e e vangé lico, D ios utiliz ará l os mis m os m e di os qu e usó en Pe ntecos-
v e ni d a del E spíritu Sa nto y 1α~ concesi ó n d e d on es es p i ri t uales ~α tés, ~α saber, el de rr am amiento ¡limita do de l os d o nes esp iritua l es so-
to d a 1α~ i gl esia (H ec h. 2:15-21, 32, 33; Efe. 4:8). L os d o nes se oto r - bre s u ig lesia. Tal de rra m am ien to escato lógico d el E spíritu Santo, que
ga n ~α l os cr e ye n tes en qu ienes C ri sto habi ta m e d ian te e l está implícitamen te supuesto e n 1α~ ilum inaci ó n de 1α~ tierr a p or e l án-
E spíritu. En otras p a la br as, e l crey e n te recibe d o nes esp iritu al es gel e n Ap ocalip sis 18:1, co mpl etará e l cumplimiento d e la profecía de
sob re 1α~ b ase d e una recep ci ó n d e l E s pírit u Sa n to (e l D o n) por J oel iniciad o en Pen tecostés.

p a rte de 1 ~α pe rso n a e n una entrega total ( H ech. 2:38) y en conti- As í co m o el d err ama mie nto de l E spíritu San to y su s d on es capaci-
nua obe d ie ncia ~α 1α~ v olun tad de Di os ( Hech. 5:32). Los d on es se taro n ~α 1 ~α i g lesia em ergente en una forma es pecia l , d e 1α~ mi sma m a-
n e ra ~α1 fin del tiemp o e l Espíritu Sa nto concede rá s us don es ~α 1α~ igle- l ando algunas d e l as activ ida des co ncretas en l as qu e ca da una ha
sia p ara la terminación d e 1α~ obra. Tanto en e l nivel personal como en
pa r tici pado e n 1α~ histor ia d e 1α~ sa lvación. As í, Pe dr o enfatiz a cl ar a-
el histó rico, D ios co nced e los d ones de l Es pír itu como l as lluvias tem - m e nte que los cr e yentes fue r on "elegid os según 1α~ prescienc i a d e
pr a na y tardía (Joel 2:23; cf. Ose. 6:3). La concesión escato lógica d e
Dios Pa dr e e n san t ificaci ón del E spíritu, pa ra obedece r y ser rocia-
d ones espir ituales por el E spíri tu Santo tiene el m ismo propósito: 1α~
d os con 1α~ sa ngre d e Jesucr isto" (1 P ed. 1:2). De l mi sm o m odo, P ab lo
pre dicación de las ve rda des del evan gelio ( Ap oc. 18:2, 4) prepa rando
cierr a s u segunda car ta ~α los corin tios deseando que "1α~ gr acia d e l
e l camino p a ra la segunda veni da d e Jes ús (M at. 24:14; 2 Ped. 3:9, 12;
Seño r J es ucr isto, e l amor d e Dios, y 1α~ comuni ón de l E s píritu Sa nto
Ap oc. 14:6-12). Sin e mbargo, como 1α~ infusión del Es píritu en el c re-
sea n con todos v osot ros" (2 Cor . 13:14). Con to do, estas d os dec l a-
yente es 1 ~α condi ció n pa ra la recepción de l os d ones (VII. C. 5. e), 1α~ r aciones só lo s upo ne n 1α~ d i vinid ad de l Espíritu y de C r isto, y 1α~ uni-
m a ni festación escatológi ca de l E spíri t u Sa nto oc urrirá sob re 1~α base cidad de los tres. Aquí se presenta, no una fórmula tr inita ria, s ino
de 1α~ entrega tota l y 1 ~α apertura d e 1α~ igl esia ~α la iluminación y ~α 1α~ más bien una re f e rencia ~α 1~α Tr i ni da d.
mora da inter io r del E spíritu.
Ε1 m ar co paulino p a ra el oto r gamie nto d ivin o d e los d ones es p i-
~
r itual es ~α 1α~ i glesia (VII. C. 5. e) e n su pr i m er a car ta ~α l os c re yentes
D. M o d elos trí n ítaríos e n el ~ ΝΤ~ e n Corinto (12:4-6) puede se r que esté r efir iéndose ta mbién ~α 1α~
La re velació n es pecial del Espíritu Santo co mo una p er sona divina
Trin id a d: E spíritu, Se ñor y Dios se r e f iere n ~α1 Es píritu Santo, el Hij o
di stinta de l P a dre y el H ijo completa 1~α expa nsión del ~~ ΝΤ de l c ua dro y e l P a dre, respect iv am ente, expresando así 1α~ uni dad de 1α~ Tr i-
b íblico d e 1α~ plural i da d del Dios uno. Ha y tres p e rso nas d ivinas d i fe
ni dad e n 1α~ acci ón sa lvíf ica de Dios en 1α~ hi sto ri a. Sin e mba rgo, 1α~
r entes e n 1α~ Dei da d cri stiana única. ~ Ε1 ~
ΝΤ~ expresa 1α~ n atural ez a trini- unici da d de la Deida d no pu e de reduc ir se ~α un con cep to d e uni dad
taria de la D eidad no, só lo p or medio d e una cl ara presentación d
e de vid a ~ ο de acció n re de ntor a en la histo ria.
p e rso nas d ivi nas diferentes, s ino también m e dia nte co rtas fórmul as
L a fórmula t rinitaria p arece estar cla ra mente ex pr esada e n 1α~ g ran
trinitarias.
co mi s i ón misione ra d e Jesús: "P or ta nto, id, y hace d discípul os ~α to-
Las fórmul as binitarias (ver VII. ~ Β. 6) y tr initarias son decla- das las nac i ones, bautiz ándo l os en e l nombre [o no ma] del Pa dre, y del
r aciones co ncisas que expresan 1α~ n atur aleza trinita ria de 1α~ D eida d
Hij o, y del Espíritu Sa nto" (M at. 28:19). La directa re fe r e ncia ~α1 P adre,
an tes que extensas indagacio nes d e su significad
o teol ógico. Vamos ~α el Hij o y el Espíritu Sa nto expone c la ramente 1α~ pluralidad tripl e de
v er seguid am ente los principales casos e n los que se hace alus i ón ~α
las Pe rso nas divinas, m ientr as que e l hecho de d esigna r ~α to das e llas
fórmul as trinitarias ~ ο so n presen ta das e n forma d irecta en e l ~~ ΝΤ. como e l " nombre" de D ios (en singula r ) prese nta c lar amente la uni-
Ε1 bautismo de Jes ús o riginó 1α~ m ás cl ara r e velación hi stó rica de 1α~
~
~ tanto se expresa una c l ar a fórmula trini-
cidad d e l Ser divin o. P or 1ο
Tri ni d a d qu e está disponibl e p ar a nosotros. ~ Ε1 H ijo apareció en su taria, d onde e l car ácter trino y 1α~ unic id ad per te necen j untamente ~α1
exi stencia hum ana encarna da, el Espíritu Santo est uvo presen
te en 1α~ Ser divino.
fo rma de una p al oma, y el Padre se r evel ó ~α sí mismo ( M
at. 3:16, 17; En conc lu sión, el ~ ΝΤ~ no ha d ado consi de raci ón extensa ~α 1α~ doc-
Ma r. 1:10, 11; Luc. 3:21, 22; cf. 2 Pe d. 1:17).
tr ina d e 1~α Trini da d com o tem a teológico. No obstante dispon e m os de
Ε1 co ncepto de Trini dad, es decir, la i dea d e que l os t res so n
~
uno, una amplia evi dencia d e que 1α~ rea lid ad de 1α~ nat ur alez a t rinitari a de l
no está dec la ra do ex plícita me nte sino que se d a p or se nta do. P r
o 1ο ~ Dios c ri stiano único es una ense ña nz a bíbl ica. En 1α~ E scri tur a Dios ha
tanto estos p asaj es no pue de n toma rse com o fórmulas tr i
ni tari as reve la do s u nat ur ale za trascendente como Tr ini da d, ~α saber, tres
sino m ás bie n co mo refere ncias ~α 1α ~ d oct rina de 1α~ Trinidad. Ad e- Pe rsonas divin as distintas que actúan directa e h istó rica m e nte en 1α~
más, ~α l as t r es p e rso n as d e 1α~ Di vinida d se l as une e id
entifica seña- histo ri a y const i t uyen el Ser tr initario div i no úni co.
VIII. I MPA CTO D E LA DOCT R I N A D E LA D E I DAD lidad bí b lica pue de oc urrir sólo dentro de los pa rámetros d e las rela-
La doctrin a bíbli ca de Dios afecta por 1ο~ m enos ~α tres aspectos fun- cio nes divinas y hum anas. M ás aún, e l concepto bíbli co de 1α~ presen-
damenta l es del pen sa mie nto cristiano: e l meto dológico, e l soteriológi - c i a histórica de Dios (IV D) coloca 1α~ re lación sa lvífica de la experien-
ιο
~~ y el edes iol ógí co, y aba rca to d o el campo de 1α~ teología cr istiana. c ia cr isti ana, no dent ro de un nive l di vino ultra mundano sino dentr o
Infl uye nuestra i nterpretación de 1α~ Escritur a ~α1 d ete rm ina r la manera d el fluj o d el espacio y e l t iempo histó ricos d onde l os se res humanos
e n que vemos algunos temas bás i cos que d esempeñan un p a pe l d eci- existe n y op er a n.
sivo en nuestro proceso de entendimien to. En tre estos asuntos encon- Debido ~α que 1α~ exper ie ncia c ristia na es relac i ona) e históri ca, es
tramos c iertas c uestiones disciplinarias, m etodol ógicas y d octrinal es. necesa rio que aba ndonemos las concepciones c lásicas y co ntempor á-
Dentr o de l ámbi to disciplinario, la relación filosofía-teología siempre neas según l as c ua les 1α~ expe rienc i a humana de l hecho salvífico ocu-
ha me reci do ate nción especial . Buena p ar te d e 1α~ teo l ogía cristia na se rre e n el eterno "ahor a". C uand o l os c reyentes c ristianos suponen que
ha desa rr ollado baj o la convicción d e que 1α~ fi l osofía desemp e ña una 1α~ experiencia d e 1α~ sa lvación ocurre en el nivel ul tra mundano del ins-
func i ón esenc ia l e n 1α~ conformac i ó n del m arco i ntelectua l requerido tante eterno, llega n ~α co nvencerse de que 1α~ ma yo ría d e los aspectos
p or e l quehacer teol ógico. Des de 1α~ Reform a algunos teólogos han de 1α~ vida cotidi ana son irreleva ntes y por 1ο ~ tanto están exclu idos d e
desa fi a do esta convi cción. L a d octrina bíb lica d e Dios re quie re el tras- 1α~ es piritual i da d c ri stiana. C uando la espiritualidad cristiana se consi-
trocamiento d e este pun to de v ista di sciplina rio tra dicional . Si cons i - dera como un asu nto de interioridad, individu alidad, retr aimie nto d e
der a m os seri a me nte 1α~ doctr ina b íblica d e Dios, no podemos ree mpla- este m undo, y de co nexión con otra r ealidad, ll ega ~α disocia rse d e 1α~
z arla con una enseñanza filosó fica acerca d e D ios. Ad emás, e l hace r v ida coti dia na. ~ Ε1 hecho es que un enc uentro ul tr am undano no impl i-
caso o miso de 1α~ rev elac ión bíb l ica so bre Dios condu ce ~α una com- ca desafíos ni re quie re cambios en 1α~ v ida y la c ul tur a de todos l os
pr e nsió n d isto rs ionada d e 1άj
~ d octrinas c ristianas y ~α una capi tula- dí as. Un resul ta do co ncreto de esta concep ció n es 1α~ sec ula riz ación de
ció n de 1α~ a uto ridad bíb l ica ante 1α~ fil oso fí a y 1 ~α tradición. 1α~ vida c ristia na. La doctrina bí b l ica de Dios requiere una comprensión
D en tro de l aspecto m eto dol ógico,1α~ De id ad trini tar ia d e 1 ~α E scri- dife rente de la experie ncia y 1α~ espiritual i da d cristianas. C ua ndo,
t ur a ocupa el centro de 1α~ teol ogía. L a Deid ad tri nita ria de 1α~ Es- siguiendo 1α~ E scr itura, tratamos de concebir 1α~ experiencia y 1α~ espi ri-
c ritura une los múltipl es aspectos d e 1α~ v ida, las v erda des b íbl icas y tua lid a d cri st i a nas dentr o de 1α~ compre nsión histó rica y relaciona) de
l as e nseña nzas cr istianas. Co mo centr o d e 1α~ v ida, Di os no es el to- Dios y 1α~ natur alez a humana, s urge una noción inclu siv a a ntes que
d o, p er o s í a quel que tr ae el to do ~α 1α~ existencia y 1α~ a rmonía. Ade- exclusiva. ~ Α1 abarcar todos l os as pectos y dimensiones de la vida y
más, 1α~ d oct rin a bí bl ica d e Dios d e m anda una interpr etación y com- acc i ón huma na, 1α~ ex pe r ienci a cristia na llega ~α aba r carlo to do y pro-
prens i ón histó rica d e l as e nseñanz as y doctr i nas cr istianas. D en tr o duce cambios revolucio na rios en to dos los aspectos de 1α~ vid a diar ia.
de l camp o doctrinal, 1α~ nat ur al e z a relac i ona) d e 1α~ Dei da d bíb li ca La espiri t ualid ad ya no es e l contacto co n el otro la do en e l insta nte
p one e l fund a m ento d e 1~α n atura lez a r e laciona) d e l os se res hum a- eterno sino 1α~ re lación histórica progresiva con e l Dios qu e h abita con
ο cual, ~α su vez, infl uye en l os aspectos ec l esiol ógicos y mi sio ló-
nos 1~ su pu eb lo dentro del tiemp o y el es pacio hi stó ricos. Esta per spectiva
gicos. de 1α~ esp iritua lid ad cristiana, fundada sob r e 1α~ d octri na b íb lica de
L a doctrina b íbli ca de Dios también ej erce una fue rte influe ncia en Dios, no dej a lu gar p ara la secul ariz ació n y presenta una alternativa
e l ni vel práctico, donde se produce 1α~ exp eriencia de 1α~ salvació n. L a que tie ne su ori ge n en Dios frente ~α1 secular ismo co nte mp or á neo.
experie ncia ~ο espi ri tu ali da d cristi a na se d a cuando Dios y los se res La d octr i na b íblica d e Dios también a fecta 1α~ m a ne ra en que con-
hum anos se relacio nan mu t ua mente. Tanto Dios co m o l os seres hu- cebimos 1α~ n atura lez a d e 1α~ igl es ia. L a natur al e za r elaciona) d e 1α~
m anos son re l acionales por natur ale za. Por consiguiente, la es pi ritua- D eida d bíb l ica s ugie r e una in te rpretación re lac iona) de 1α~ natur al e-
za de 1α~ i glesia. L as e nseñanz as tra d icion al es qu e sostien en qu e 1α~ ficas y bí bl icas, d ebemos bosquej a r brevemente las princi pa l es ten-
iglesia es una insti tució n ~ ο sac ra m e n to d e 1α
~ prese nci a d e D ios en el d encias fil osóficas que ha n cond ic io na d o la formul ación d e la doctri-
mundo se qu ed a sin fund amento c ua nd o uno acep ta 1α~ natur al ez a na cristian a d e Dios.
re l ac ion al de l D ios b íb l ico. Un desarroll o pl en o d e 1α~ doctri na bíb l i-
ca d e Di os muestr a ~α 1α~ D ei d ad tr i nita ria involucr a da en una mis ión. Α.
~ An tece d e n tes filosóficos
L a misión que 1α~ De id a d se h a a u toasignado (IV ~ Β) apun ta ~α 1α~ sal - Ε1 tr as fo nd o intelectu al p ar a 1α~ d oct r ina c r isti a n a de Dios 1ο
~ ~ pr o-
v aci ó n d e se res hum an os ca íd os y ~α1 estab lecim iento de una armo- p orcio nó ~α oso
1 fi l fí a g ri ega, e n f o rm a notab l e l os s i ste m as platónico y
nía p erm an en te dentro d el un i ve rso c rea d o. D e ac u e rd o con 1 ~α re ve- a ri stotélico, j unto co n al gunas in flu encias estoicas. Pl atón, ~ α trav és de
l ac ión bíb lica, Di os real i za l as div er sas tareas v in c ul a d as con 1α~ mi- reinterpretaciones neoplatónicas d e su pensam ien to, llegó ~α se r una
si ó n d e 1α~ salv aci ó n dentro d el mo do h istó rico d e existe ncia d e s u influencia impor ta nte en el pe nsamiento patrístico. ~ Ε1 a ristote lis m o
c reac ión . Dios, dentro d e s u plan m ision er o maest ro, ha lla m ad o ~α dese mpe ñó un pa pe l decisivo en 1α~ teolog í a me die a l . C i ertamente,
v
1α~ igl esia ~α d esemp eñ ar un p ap e l ind is p e nsab le. ~ Ε1 lla m amie n to hasta el fin d e l sig l o XX, se ace p tó ampliamente 1α~ convicción meto-
mis i oner o qu e 1α~ igl es i a c ri stiana ha recib id o d e Dios no es i ncide n- d o l ógica d e que 1α~ co mprensió n de 1α~ teo l ogía c risti ana requiere el
tal; es un as p ecto esencial que, c ubriénd o l o tod o, d a d irección y pro- fund amen to de filosofías extrab ~ίb licas.
pósito fi na l es ~α 1α~ vi d a y activ id a des de 1α~ igl es ia. (Ver I g lesi a IV)
Jes ús mis m o resumió el i mpacto qu e 1α ~ d oct ri na d e Dios ej e rce 1. N eopl atoni s mo
sobr e e l c rey e n te c ristia n o. En 1α~ or ac i ó n di rigi d a ~α s u P adre, C ri sto Ε1 n eoplato ni s mo, co m o tend encia filosófica, se re fiere ~α un
~
d ecl ar ó qu e 1α~ vi d a eterna p ar a s u s d isc ípul os consist ía e n "qu e te m o vimie n to s inc réti co con fu er tes a lu s iones re ligiosas. R eún e, no
co n o zca n ~α ti, e l úni co Di os v erd ad er o, y ~α J es u c ri sto, ~α qui en has s ie mpre ace rta d amente, e le me ntos d el pl atonismo, p itagoris m o,
env ia d o" (Ju an 17:3). L a d octrin a b í bl ica d e D ios ha s id o lla ma d a ~α a ristotelis m o y esto ici smo. Ej e r cier o n infl u e n cia en e l pe nsa m iento
oc up a r un pa pe l bás ico y cen t ra l en e l pen sa m iento y 1 ~α v id a de los p atrí stico Filón (c. 20 a.C.- c. 50 d.C.), e l g ra n filóso fo j udío al ej an-
d isc ípulos d e Cr isto. dr i n o, y Plu tar co (c. 46-120 d.C.), representan te d e l pl atonis mo
me dio. Pu e d en co nside ra r se co m o prec urso res d el neo pl atoni smo,
qu e recibió f o rmulac ión siste m ática e n Pl ot in o (c. 205-270 d.C.).
I X. RES EÑA H ISTÓ R I CA Estos auto res abra z ar o n la teo rí a de Pl ató n de l os d os mundos; si n
Des d e e l co mienz o 1α~ revel ación d el ~~
ΝΤ acerca d e l P adre, el Hij o y e mba rgo 1α~ modificar o n en fo rm a s u sta n cia l . P a ra ellos e l á mbito
el Es píritu Sa nto insp i ró una amplia gama d e reflexión teo lógica qu e ce lest ia l no e r a úni ca me n te un mund o d e e n ti d a des ate mp o ra les,
to davía sig ue sin disminuir. D e esta abund a ncia d e inform ac ión sól o sino e l d ominio tr ascend ente d e Aqu e l que es atemp or al . F il ó n con-
se co nsid er ará en esta secció n un bos qu ej o muy brev e de c uestion es cibió ~α Dios co m o atemp or a l , uno, t r ascend ente, pe r so na l, autos u -
destacab l es qu e tr atan de 1α~ compr e nsión d e la natura lez a y acti vid a d ficie n te, in abar cabl e, no s uj eto ~α1 esp ac io, y p osee d o r d e toda 1α~
d e Dios. ~ Ε1 exam e n sucinto qu e sig ue está o rgan iz ado siguiend o los pe rf ecció n de l se r d e un m o d o ine fabl e. Consi d er aba ~α Dios tan di-
prin cipa l es perí o dos histó ricos de 1α~ teología cristiana: la patrística, el fe ren te de l mund o que e ra necesa r ia una ser ie d e real ida des inter -
me dioe vo, la Refo rm a y el mod erno. m edias p e r te necientes ~α1 mund o in teli gible. Di os c reó, no só lo el
Desd e el m ismo principio 1α~ interpretación cr istia n a de Dios se vio mund o intel igib le sino tamb i én nu est ro mund o te mp o ra l, e n el
infl uida fu ertem en te p o r fil oso fí as extrab ~ίb licas. Deb id o ~α qu e 1α~ doc- cual, p o r me d io d e 1α~ prescie ncia d ivin a, él actú a pr o vi den c i a lm en-
trina c ristian a d e Dios h a llegado ~α ser una síntesis e ntre ideas fil osó- te, pe rmi tiend o cie rto g r ado d e liber ta d hum ana. ~ Ε 1 platon is m o
me dio, como fue ex presado p or Plu ta rco, se apa r tó d e Filón en el ~α que esto oc urre atemp oral me nte, es inmutable. Como el "obj etivo"
sentido d e que concibió ~α Dios seg ún e l de m iurgo de Platón, que d e la acc ión es el ser p e rfecto que es Dios, s u acc ión es absolutam e n-
ord e na e l mund o só l o de ac ue rdo con l as id eas celestial es. Plotino, te p erfecta.
comp a r tiendo e l m ismo es que m a básico, ar t i c uló 1α~ re lación entre
el Un o, l os seres intermediarios, y nu estro mund o por m e dio de un Β . Período p atrístíco
~
pante ís m o e m anat iv o que abarca to do. Dura nte el pe ríodo p atrístíco la doctrina c ristiana d e Dios se desa-
rroll ó baj o e l s upuesto oper acional de que 1α~ concepc i ón griega neo-
2. Aristote l ismo platónica de Dios era, en un sentido a mplio, comp atib le con 1α~ reve-
La filosofía d e Aristóteles simultáneamen te se basó e n e l siste ma l ación b íb lica. Tuvo luga r una síntesis siempre creciente; aunque no
d e Plató n y 1ο Ε1 si stem a d e Aristóteles no co ntr a dice ~α1 pla-
~ cr it i có. ~ siempre u niform e, e ntre 1α~ filosofía griega y las ideas bíblicas. So-
tonismo ~ο ~α1 neoplato ni s m o, p er o es un res ul ta do crítico d el pl ato brevinieron contr adicciones i nternas en l as constr ucc iones teológicas,
ni smo. Entr e e llos ha y di f e re ncias cl ar as pe ro tambi é n similitudes 1~ο que resultó en una comprensión de D ios formada en e l molde d e 1α~
bási cas. P or esta ra z ón, e n un sentido ge ne ra l, e l aristotelismo ha filosofí a gri ega en ve z d el pensamiento b íbl ico.
sido siempre un facto r co ntribuyente en e l desarroll o d e 1α~ filosofía
griega inc luso e n la te nd e nc i a neoplatónica nota da a n te riorm ente. ~ 100- ~ε. 165)
1. Justino M ártir (ε.
Sin e mba rgo, com o un enfoque sistemáti co gene ra l, e l neopl atonis- Α1 adoptar 1α~ concepc ión platónico-aristotélica de un Dios eterno,
~
m o ej e rció una influencia d omina nte sob re el p eríodo patrístíco y e l me- inmutable, i mpasible, i ncorpór eo (Prim e ra A po l ogía 13, 61; Segund a
di oevo pr i m itivo d e la teol ogí a c ristiana. M ás co ncr etame nte el aris- A po l og ía 6 [ANF 1:166, 183, 190]), Justino y los apologistas fij aron e l
totelismo d ebe su in fluenci a pr ofunda ~α1 d esc ubrimi e n to d e l os es- plan maestro p ar a 1α~ teología cl ásica. Sin e mba rgo Ju stino ta mbién
c ritos d e Aristóteles tr a ducid os en el siglo XII en Tol e do, E s paña, habl ó de Dios en términos bíb l icos, p er sonal es, l os c uales, según 1α~
p or va rios pe nsa dores á rabes y j udíos. Tam bién se desarroll ó cuan- mane r a en que se pr ese ntan en 1α~ Esc ritura, son incompatibles con
do l as obr as de Aristóteles se a nal i za ron y ex plica ron e n Ox ford y l as id eas filosóficas de eternida d, inmutabilidad e i mp as ibili da d de
P arís. Este re descubrimiento de las ideas d e Aristóteles proporcionó Dios que é l hab í a a doptado i mplíc itamente. Esta descripción de Dios
el fund amento pa ra 1α~ síntesis esco l ástica d e 1α~ teologí a cristiana e n el corresponde ~α1 Pa dre de C risto. Puesto que un se r tal no puede
pe ríodo me di eva l. actua r en 1α~ histo ria, se re quiere un media do r. Extra yendo e lementos
Ε1
~ neoplatonismo b ásica m ente concue rd a con Aristóteles en cuan- de l juda ís mo tardío, el esto ici smo y F iló n, Ju stίno
~ h abl a acerca d el
to ~α 1α~ natur ale za de Dios. Ap a recen dife re nc ias en relación con l as ac- Logos divin o. Este Logos preex isti ó en Dios como su r az ón y está
contenido en s u esenc ia ( Diál ogo con Trifó n 128, 129 [ ANF 1:264]). ~ Ε1
tividades d e Dios. ~Ε1 pu nto de vista de Aristóteles no dio cabida a la
actividad divina ad ext ra. Según él, Dios no conoce el m undo; no creó Logos nació d e 1α~ v ol untad de l Padre por emanación-generación, y
el m undo ex nihilo y ni siquie ra organizó e l mundo, e l c ual es eterno llegó ~α ser una pe r sona p oco antes d e 1α~ creación (Diálogo co n Trifón
en s u ámbito espaci al temp ora l . Dios no se re l aciona con 1 ~α histo ria, 61, 62 [ANF 1:227, 228]). Puesto que e ra Verbo y el prim ogénito de
ni pue d e producir milagros. La úni ca activid a d pr opia de 1α ~ perfec- Dios, e l L ogos también e ra divino (Primera A po l ogía 63 [ANF 1:184]).
ción, autos uficie ncia, in mu tab ilida d y ate mpora lί~d ad de D ios se con- Ε1 L ogos, y no e l P a dre, se e ncarnó en J es ucr isto (Prime ra A po l ogía 5;
~
cibe e n a na logía con 1 ~α vi da conte mplativa teórica d el filóso fo. L a Segund a Apo log ía 10 [ANF 1:164,191]). Se fi j a el escenario p a r a la doc-
acción propi a d e Dios es co nocer se ~α sí mi sm o. ~
Α1 no requerir un obj e- trina de 1α~ Trinidad inmanente, j unto con un c ier to s ubordinacionis-
to que no sea él mismo, la actividad de Dios es autosuficiente. Debido m o c la ra mente presente en 1α~ d octr ina d e l Logos.
z. lreneo (ε.
~ 115-ε.
~ 202) Ε1
es ge ner a do ete rn ame nte p or el Pa dre (ibíd. 1. 2. 4, 6 [A NF 4:247]). ~
Ireneo abo rd ó 1~α doct rina de Dios ~α p ar tir d e su preoc upación apo- Espírit u Sa nto, aunque p e rteneciente ~α 1α~ unid d d a e 1α
~ Trinida d,
logética contra l as herej ías gnósticas. Delibe ra damente siguió 1α~ Escri- pe rtenece ~α un estat us onto lóg ico inferior ~α1 de l Hij o. ~ Ε1 P adre,
tura, m ie ntras que las categorías neoplatónicas dese mp eñaron un pa co m o fuente de to do, tiene el r ango ontol ógico super ior, aun sob re
pel insigni fica nte en s u teo l ogía. As í, Ireneo abo rd ó 1 ~α doctrina d e el H ij o (ibíd. 1. 3. 4, 5 [ANF 4:252, 253]). Un cl a ro, d obl e, subordina-
Dios d esde 1α~ perspectiva d e s us ob ras a ntes que d e s u natur al e za. c ionis m o está implí cito en 1α~ inte rpretación de Oríge nes d e 1α~
Dos id eas princi pa les tení a n i mp or tancia básica en el concep to que Trini dad i nm anente. Orígenes co ncibe ~α 1α~ Tr i nida d como ete rna-
Ire neo te nía de Dios: la creación y 1α~ Trinidad. De acuerd o co n Ire neo, m ente activa como Crea dor, ben efactor y pr oviden te (ib íd . 1. 4. 3;
Dios es e l Cr eador del m undo ex n ihil o (Contra las he rejías 2. 1. 1; 2. 10. e dic ión de Butte rwo r th de 1973). ~ Ε1 p ode r bendi to y pr edominante
4 [ANF 1: 359, 370]). L a Tri nid a d se mue ve d entro d el ámbito histó ri- Ε1 p ode r de
d e 1α~ Tr inida d "ej erce co ntrol de todas l as cosas" (i bíd.). ~
co, d onde 1α~ E scr itur a presenta ~α Dios como ob ra ndo 1α~ sa lv ación. A sí Dios no i mpl ica 1α~ existe ncia etern a d e la cr eació n te mp ora l . S in e m-
que la concepción de Ireneo d e 1α~ Tr ini da d resul taba pr áctica, porque bar go, ~α 1 segui r una básica o ntol ogía platónica dual ista, Orígenes
aba rcaba, p or ej e mpl o, tanto la realid a d in terna d e Dios en s í m is mo ense ñó que todas las cosas "h an exi sti do si empre e n sabi duría, p or
como sus actos d e sa lvación en 1α~ histo ria humana. Este punto d e una pre figuración y preformación" (ib íd . 1. 4. 3, 5). E sto const i t uyó
vista, debido ~α s u fa l ta d e es pec ul ación fi l osófica, se consi deró inge- 1α~ base p a ra la d oct rina d e 1α~ pre destinaci ón d i vina. Lo que fue he-
nuo y fue s up era do por 1α~ reflex i ó n teol ógica p oster io r. c ho por Dios e n 1α~ c reac i ón es 1ο~ que y a estaba hec ho, y por 1ο~ tanto
pre destina do, e n 1 ~α eterna activida d d e Dios.
3. Oríge nes (ε.~ 185<. 254)
En el ceni t de 1~α Esc uel a de Alej a ndría, el pensamiento d e Oríge nes 4. H er e j í as trini tari as
re pr esentó e l pr im e r in tento p a ra s uper ar herej ías p o r medio d e un Del segundo ~α1 cuar to siglos d.C. se fo rmul aron a lgunas concep-
ace rcamiento siste m ático ~α 1 ~α teol ogía. Desafortunadamente, Oríge tualizacio nes i nfructuosas de 1α~ enseña nz a b íb lica referente ~α 1α~ D ei-
nes desa rroll ó s u acerca m ie nto ~α 1α~ teologí a no sobre 1α~ b ase de 1α~ da d. ~Ε1 monarqui anis m o d i ná m ico, el mo na rquianismo m oda líst i co y
Esc ritura so l a, co mo había proc ura do Ireneo, sino m ás bien sobre 1 ~α b a- e l arrianismo fueron esfue rzos p ar a compr e nder 1α~ Trinida d des de el
se d e id eas filosóficas neopl atónicas. E stas id eas, en gra n medida, re- tr as fondo inte l ectua l provisto por e l neopl ato nis m o en 1α~ tr adici ón de
gul a ron 1 ~α co ncepc i ón de O rígenes d e 1α~ natural ez a de Dios: Dios es Justino M ár tir y Orígenes.
1α~ reali da d única, simple, atempor al , sin espacio, inmutable, i mp asi - Ε1 mona rquia ni s m o d i ná mico fue ini cia do p or Teo doto (ι~ . 190) y
~
b le, invisible inte l ectua l, p ersonal (D e Prín cip üs [Trata do d e l os pri n- desa rr o ll a do más téc nicamente por P abl o d e Sa mosata (segund a
c ip ios] 1. 1. 6; 1. 2. 4, 6; 1, 3, 4 [A NF 4:245, 247, 252, 253]). mita d del sig l o ~~ ΙΙΙ).
~ E sta p osi ción se basó e n e l ad op cio nis m o, 1α~
O ríge nes in te ntó expresa r 1~α reve l ación bíb li ca sob r e el D ios tr i- h er ej ía cr isto l ógica seg ún la c ua l C r isto fu e un m ero ho mbre sobr e
nita ri o d entro d e las mismas catego rías fil osó ficas neopl atónicas. ~ Α1 e l cual d esce ndi ó e l E s pírit u, ungiéndolo con pode res di vi nos e n e l
h ace rl o p asó d el niv e l económico-histó rico e n el que 1α~ E sc ritur a tiemp o d e s u ba ut i s m o, "a d optá ndol o" d e ese m odo co mo Hij o.
re vel a ~α 1α~
Dei dad, ~α1 niv el inma ne nte, atemp oral , si n espacio, co- ~ tanto, en e l ser del D ios eterno no h ay plur a lid ad d e p e r so-
P or 1ο
rrespondiente ~α 1α~ n atura le za de Dios en s í m is m o. A sí, el P adr e sol o nas. L a idea d e una Tr inid ad ete rn a, inm anente, es ree mpl a za da
γ no origina da d e to do (i bíd. 1. 3. 5 [ANF 4:253]).
es 1α~ ca usa simpl e ~ p or 1α~ id ea d e 1α~ pr esencia " di námica" de Dios en C risto ~α t ra vés
Pa r a expli car 1α~ "mul tiplicidad" d i vina d e 1α~ hipóstasi s, O ríge nes d el E s píritu qu e mora en é l. ~Ε1 mona rqu ia nismo sostie ne que Dios
conc ibi ó 1α~ id ea d e ge ner ació n ete rn a, d e ac ue rd o co n 1α
~ c ual e l Hij o no es una plur alid ad d e Pe rsonas si no más b ie n un se r so be r ano,
eterno; " d i námico" significa que el D ios uno está co necta d o con el el tiemp o. De este mod o, Ar río reempl az ó 1α~ id ea d e O rígenes de una
homb re Jesu c risto ~α t ra vés d e un p oder es pir itu al imp er so n al. generación eterna con 1α~ idea de creació n de la nad a, una c reación
Ε1 monarquianismo mod alístico se inició h acia fines del sig l o II,
~ d escrita co mo "antes" y "fue ra" d el tie mp o; sin embargo, " hubo un
co ncebi d o po r Noetu s de E s mi rna ( ~ε. 200). Co m o con el m o na rqu ia-
Ο'Ca rrol126). ~
tie mpo c ua nd o él [el H ij o] no era" ( ~ Ε1 Hij o, por 1ο
~ ta nto,
nis m o dinámi co, e l m onarquian ismo mod alí stico también sostuvo es 1α~ c riatura más exal ta da, no comp arable con el resto d e la creación ,
que h a y sólo un Di os, e l Padre. Si C risto fue ra Dios, como mantenía y él mi sm o C rea dor de l mund o. ~ Ε1 E spírit u Santo es c rea do por el
1α~ fe cr istia na, entonces d ebe se r idén tico ~α1 Pa dre. ~
Ε1 Pa dre y el Hij o Hij o y está subordinado ~α él. ~ Ε1 arria nism o, e ntonces, es 1α~ disto rsi ó n
no son dos p ersonas divinas dife ren tes, sino más bien no mb res que se m ás sev e ra d e l con ce pto tri nitari o de Dios, porque llev a e l mon ar-
refieren ~α1 m ismo Dios, involu c ra do en activi da des d iferentes en qui anis m o y el s ubordinacionismo ~α su ex pr esió n ext re m a.
Ε1 E spíri t u no dese mp eñ a nin g ún p ap el excep to
tie mp os di ferentes. ~
como otra pal abra p ara designar ~α1 Padre. En el mo na rqu ianis m o 5. Conci li o d e Ni cea (325)
mod alí sti co, "m onarquía" afirma que Dios es uno, ~α sabe r, e l Pa dre, Ε1 prim er concilio ec uménico se re uni ó en Nicea pa ra e nfre nta r 1α~
~
mientr as qu e el "mo d alism o" d ec lar a que Di os el Padre es cap az de
α1 c ual condenó term i n a n te-
a m en aza pla ntead a p o r e l arri anis m o, ~
a d optar un m o do es p ecial de rev e lación histórica en Jesucristo el mente. ~ Ε1 con c ilio a firm ó 1α~ divinida d d el Hij o, procl amó 1α~ doctri
Hij o. ~ Ε1 m onarquian is mo moda lístico es una herej ía p ar a 1α~ pos i ción na de 1α~ ge ne ració n eterna d e l Hij o: el Hij o es " n ac id o del Pa dre,
t rin itaria porqu e rech az a 1α~ id ea de 1α~ Trini da d, tan to e n el niv el esto es, d e la sustan cia d el P adr e" y en un ció la muy d isc u ti d a co n-
in mane nte como en el económ ico. s u stanci al i d ad (homoousios) d el Pa dre y el H ij o. Fina lm ente, a firm ó
Ε1 m od alism o sabel ian o concib ió ~α Di os co mo una món a d a, que se
~ ~α1 E spír itu Sa nto co m o un pe n samiento ta rdío ~α1 d ecir, " ~
Υ [cr eemos]
expresó e n tres op e racio nes histó ricas su cesiv as, ~α sabe r, e l Pa dre, e l e n el E spír itu Santo".
Hij o y el E spírit u San to. ~ Α 1 incluir ~α1 Es píritu San to y co l ocar ~
α1 Padre En el año 381 se r eu nió el segund o con ci lio ecumé nico en Co ns-
~α1 mismo niv e l qu e l as d emás per sonas, el sabel ianismo mej or a 1α~ v er- tantinopla y procla m ó 1ο~ que se conoce com o e l Cred o Niceno-
sión d e Noetus de l mod al is mo. Sin embargo, la Trin i d a d de per sonas Con stantinop o l itano, qu e amplió la d ec lar ación de Nicea ~α1 afirm a r
sól o se recon oce como mo d os de automanifestacio nes divinas y no explícitamente 1α~ divi nida d d el E spíritu Sa nto.
como p e rteneciendo ~α 1 se r de Dios m ismo.
Ε1 a rri a n is mo fue o ri g in a do p o r Arri o (c. 250-336), quie n abo rd ó
~ 6. Agu stín (354-430)
1α~ compr en s i ó n de la Trini d ad inm an en te de n tr o d e una co ncep c ión En las ob ras de Agu stín 1α~ síntesis p atrístíca d el neoplatonismo y 1α~
de D ios m ás cer can a ~α1 a ristote l ism o que ~α1 pl ato nis m o y el neo- E scritura a lcanz an su formulac ión más ar ticula da e influyente. De
pl aton is mo. acue rd o con Agustín, Di os es atemp o ral , simple, inmutable, a utosufi-
Au nque e l a rria nism o comp a rtía 1α~ co ncep c i ón de Orígen es res- ci e nte, imp asib le, omniscie nte y omnip otente (Co nfesiones 7. 11; 12. 15;
p ecto ~α D ios com o inmutab l e, atemp o r al y simpl e, rec ha zó 1α~ id ea de 11.11;11. 13;13.16 [NPNF-1 1:110, 167,180,196]; De 1α~ Sa nta Trinida d 1.
e manac i ón implícita e n su co ncepto d e gener ac ión eterna del Hij o. 1. 3; 5. 2. 3 [ NPNF -1 3:18, 88]; L a c iudad de Dios 11. 10; 22. 1 [NPNF-1
Precisame nte, debi do ~α 1α~ si mplici d a d e inmutabilidad d e Dios e l Pa- 2:210, 479]). Sob re esta base, A gu stín lle vó 1α~ d octri n a de 1α~ Trinid ad ~α
dre, Arrio estaba convenc id o de que 1α~ ese ncia de l Pa dre no es comu- s u expresión teo lógica c l ásica en s u libro De 1α~ Sa n ta Trinida d. ~Α dife-
n icable ~α tr a vés de e m an ación ~ο gene ració n. ren cia de los pa dr es cap ad ocios, A gust ín com enz ó con 1α~ concepción
P o r otra p ar te, 1α~ tr asce nden c ia ate mp o ra l de Dios requer ía un de la u nicida d d e Dios y de allí p asó ~α1 hec ho de que son t res p er so-
m e d ia dor que pudier a ej ecu tar los pro pósitos d e Dios en el esp acio y nas. La uni c ida d d e Dios fu e concebida p o r A gu stín en relación co n 1~α
cons ustancial ida d (identida d de s u sta ncia) d e las pe rsonas. La esencia es D ios, (y) e l Espíri t u Santo es D ios; y no obstante no hay tres dioses,
simpl e y atemporal de D ios es, no só lo el funda m e nto último p ara su sino ha y un Dios" (Denzinger 15). Decl a ra 1α~ divi nidad de pe rsonas no
unicidad ontol ógica, sin o qu e también ree mpl az a ~α1 P a dre como e l sólo p or ll amar ~α cada uno explícita m ente D ios y Señor si no también
manant i al de 1α~ Trinida d, co nvir ti é ndose as í en 1α~ fue nte d e las c ua l es por a dj udicar ~α ca da uno, respect iva m e nte, l as c ua lida des div i nas de
se d educen las per sonas y su uni dad. inc reados, d e inme nsida d, etern id ad y omnip otencia. C la ra mente
Α A g ustín no le satis face 1α~ p al abr a " pe rso nas", probablemente
~ distingue l as tres p e rsonas d i fe rentes, que no deben confundi rse (con-
p orque sugiere 1 ~α i dea d e indi viduos separ ados. Cree que e l té rm ino tra el sabe lianis mo). Desafortu na dam e nte, se preserva una form a
se usa "no ~α fi n de d ar una ex pl icación completa p o r me di o d e é l, sino sutil de monarqu ianis m o y subordi nacionis m o on to lógico cuando las
α~ fin de que no seam os obliga dos ~ α pe rm anece r call ados" (De la Sa nta d i f e rencias de l as pe rsonas se ex plican m etafís ica mente, recurriendo
Trinidad 5. 9 [NPNF-1 3:92]). La teo ría d e A gustín es que l as pe rso nas ~α las ideas d e ge ne ración ~ γ pr ocesión. As í e l P adre no es e nge ndr a-
so n rel aciones inmutables, origi na les, subsistentes. Toma las ideas de do, m ientras que e l Hij o es engendra do d el P adre, y e l E spír it u Santo
gener ación y procesi ón eternas y l as usa p a r a d e fi ni r l as relaciones. proce de de l Padre y e l H ij o (Filioq ue). L a unic ida d de 1α~ Trin idad se
D e este modo, las per sonas son reduci das ~α las re lac i ones de engen- explica sob re 1α~ base d e su sustan cia ~ ο natura lez a di vina: " La natu-
dra r, siendo enge ndra do y procediendo. Dentro d e esta estru ctura y raleza di vina del Pa dr e y de l Hij o y de l E spíritu Santo es una"
~ pr oce dencia del E spíri tu Santo d el P adre y e l
abogando en fa vor d e 1α ( De nzinger 39).
Hij o (Fil ioq ue), Agustín presenta s u i dea d e que e l E spíritu Santo,
co mo per sona subs i stente, es el a m or mutuo d el Pa dre y e l Hij o, e l C. P eríodo me d i eval
vínculo co ns ustancial que l os u ne. Ha y raz o nes p a ra pregunta rse si L a reflexión teol ógica dur ante 1α~ Eda d Me dia articuló en una
este p unto d e vista hace j usticia ~α la reve lac i ón b íb lica sobre tres s uj e- fo rm a sistemática las consecuencias lógicas d e 1α~ síntesis ag usti niana.
Ε1 Deo uno p arece preval ecer sob re el
tos di fe rentes e i ndependientes. ~ Α di fe renc i a de A gustín, si n embargo, Tom ás d e Aqu ino (1225-1274),
~
Deo trino. L a Trini dad es reempla za da por 1α~ monarquía. e l representa nte más promi nente d e 1α~ teo logía escol ástica, desa rroll ó
La atemp ora lid ad de 1α~ esencia si mple d e Dios da ori gen ~α 1α~ inte r- su teo logí a sobr e un fundam e nto filosófico aristoté l ico.
pretac i ón de la prescie ncia-pre destinación-providencia d e Dios com o Tomás de Aqu ino no f ormuló una co ncepció n nuev a d e Dios, si no
1α~ causa sobe r ana, eterna y divina d e 1α~ mul tiplicida d, 1α~ creación más b ien, basándose en A gustín, co nduj o 1α~ doctri na clási ca de Dios
temp ora l y 1α~ histo ria (ver La ciudad de Dios 22.2 [NPNF -1 2:480]). La ~α un nivel de es pecifici dad técnica y coherenc i a interna no a lcanza da
dupl icación platónica d e eternida d en el tiemp o no es producida por p or expositor es prev ios. Su sistema d e p ensa mie nto se basó sobre su
un d emiur go sin o más b ien por Dios quien es co ncebido com o crean- propia interpretación cr istiana d e Aristóteles. Aquin o abo rd ó prime-
do, ta nto el mundo d e l as ideas co mo su duplicaci ón e n e l tiempo ro 1α~ d octr i na d e Dios quien se d esc ribe co m o atemp oral, uno, simpl e,
(ibid.). inmu table, p erfecto y bueno (S um a Teo l ógica 1α.~ 20. 4; 1α.~ 11. 3; 1α.~ 3. 6.
~ 9. 1; 1α.~ 4. 1; 1α.~ 6. 1). Una vez que se compl eta 1α~ d octr ina de
7; 1α.
Ε1 C re do ata n as i a n o (~ε. 430-500)
7. ~ Dios, se int roduce 1α~ d octr i na d e 1α~ Trinidad par a una exte nsa discu-
Ε1 Credo atanasiano, también conocido co m o Quic un que, se consi-
~ si ón (ibid. 1α~ 27-43). La esenci a ~ο s usta ncia única ~
γ simpl e de Dios se
d era co mo 1α~ expresión definitiva d e 1α~ creencia católica en 1α~ Trinidad. comprende en a na l ogía co n e l funci o na miento y las ca racterísti cas d el
Re dactado por un autor desconoci do, este credo mu estr a 1α~ influencia inte lecto humano; m ás precisa mente, ~α sem ej anza de 1α~ interpreta-
d e 1α~ teología d e 1α~ Trini da d de Agustín . Expr esa explícitam ente 1α~ ción ar istoté lica d el inte lecto. Consec uentemente, l as p er sonas en 1α~
Ε1 Pa dre es Dios, el Hij o
pluralid ad y unic id a d simul tá neas de Dios: " ~ D eida d no se refie ren ~α centros i ndependientes d e con ocim iento y
activida d como declara e l r egistro b íb lico. E so impli carí a triteísmo. minos ge n era l es el protestantismo reafirm ó el en foqu e cl ásico de Dios
Las p erson as son, m ás bi e n, disti nciones real es dent ro d e 1~α si mple y mie ntras que ~α1 mismo tie mpo in tensificó ~ ο m o dificó algunos énfasis.
abso luta ese ncia div in a. Las distin ciones, que d ete rmin an ~α las pe r- Ad e m ás, no se abocó es pecíficam ente ~α 1α~ consid eración del fund a-
so nas com o s ubsiste ntes den tro d e 1α~ esencia, son rel acion es dentr o men to fi losófico de 1~α teol ogía. L as teologías de Lutero y Calvino usa-
de 1~α esen cia, y las rel acion es se conc iben com o o riginadas ~α p ar tir de ron exten samente inform ación y lengu aj e b íb licos, dand o as í 1α~
α gener ac i ó n de l Hij o y 1α~ procesión del Es pírit u Santo.
1~ impresión de basa rse só lo en 1α~ E scrit ura. Si n emba rgo, en sus escri-
Tom ás integra 1α~ ense ñanz a clásica sobre 1α~ ge ne rac ión eterna y tos obr an influencias neo pl ató nicas, agustini anas y ockamistas, en
~ proces ión de l E spíritu com o " r es ul ta d os" necesa ri os del inte lecto
1α una ma ner a m ás bien implícita que explícita.
d e Dios (el Padre) que, ~α1 expr esar se ~α s í mismo, produ ce en sí un
Verbo (e l Hij o). Ade m ás, Di os no só lo es in tel igente si no ta mbié n 1. Lu te ro (1483-1546)
simul táneamen te ama nte. ~ Ε 1 a mor s ur ge d e las d os p er so nas divi- La teo logía d e Lutero re ferente ~α D ios tiene co mo base 1α~ rev ela-
nas, e l Pa dre y e l H ij o, en un acto qu e se d esc ribe como m o vimie n- c i ó n d e D ios en J es ucri sto. Des de este p unto de pa rti da básico extr ae
to uniti vo, una especie d e reto rno. E se m o vimiento e mit id o de am- Ε1 Dios rev ela-
una d istinc i ón en tre e l Di os reve l ad o y el Dios oculto. ~
bos, el P adr e y el Hij o, prec ipita una e rupció n d e n tro de ell os mis- d o es 1α~ reve l ación d e D ios en Jesucr isto, en quien el Señor se re vel a
mos, ~α saber, el E s píritu San to, que ll ega ~α ser ta n real co mo e llos. ~
Ε1 como rea lmente es, un Dios d e amor y j ustifi cación . É sta es 1 ~α obr a
E spíritu Santo es e l acto e n el cual es consum ado el amor qu e eme r- pro p ia d e Di os. Hab l and o en términos gener ales, e l Dios r eve l ad o
ge d el P a dre y el H ij o y qu e los un e. De este mo do, una distinción p e rten ece ~α1 nivel históri co d e in manencia. ~ Ε1 D ios oc ul to es e l Dios
tr i ple d e op osi c i ó n ( p aternida d , fi liación, espir aci ó n-proces i ó n ) se d esnud o m ás allá d e la reve l ac i ón (Lu ther 's Works [Obras d e Lutero]
estab l ece d ent r o d e 1α~ ese nci a si mpl e de D ios como id én tica con ell a. 5:44-46). De ac ue rd o con B runner, en este niv e l Lu ter o incluye 1α~ ira,
E stas rel acio n es s ub siste n tes, entendi d as co m o op osició n den t r o de e l misteri o y e l p od e r abso luto d e Dios com o tamb ién nuestro cono-
1α~ ese ncia simple d e Dios, so n co n ocid as co m o hip óstasi s ~ ο p erso- ci mi en to r aciona l y lega l de él . Res p ecto ~α 1α~ Trinida d, Lu te ro afirm ó
n as. L as re lac i ones, si n emba rgo, so n id énti cas ~α 1~α esen cia simpl e. e l dogma tr ad icion a l . En 1α~ cuestión de l as accio nes d e Dios, intensi-
D e este mod o, se rev el a una cie rta rel acio na lida d en la est ruct ur a ficó los con ceptos agusti nianos d e soberanía, pr esciencia y predesti-
inte rna d e 1α~ su sta ncia si mple. n ación de Di os, 1 ~ο que ta mb ién serí a recal cad o p o r Ca lvino. La d oc-
Tomás co nc ibe 1α~ pr escie ncia, pred estinación y pr ovid en cia co mo trina de Lute ro en c u a nto ~α Di os, sin embar go, no llega ~α inc lui r fiel -
fund ad as e n el pro pio se r eterno de Di os (ibíd., 1α.~ 14. 13; 1 ~α. 19. 3, 4; mente tod a 1α~ inform ación bíb lica sobre él .
1α.
~ 22), con tinuand o as í la t ra dici ón agu stin ian a. L as ideas de Aqu i no
sob re Dios son atractiv as ~γ cohere ntes dentr o de l sistema fil osófico 2. Calv ino (1509-1564)
qu e d eci dió seguir. Si n embargo, puesto que e l enfoque de Aquino no Ca lvin o abo rd ó 1α~ teo l og ía en una m ane ra sistemática, si g uiendo
proced e de 1α~ E scri tura, es in cap az de presen tar 1α~ coherencia interna 1α~ t ra di ció n de Agu stín . Para é l, D ios es eterno, s impl e, imp asib le,
de l p un to de vista bíb lico d e Dios. inmutab le y autoexistente ( In st i t u ción 3. 21. 5;1. 2. 2; 1. 13. 2; 1. 17. 13;
1. 18. 3; 3. 2. 6). Ca lvin o r eafirm ó 1α~ posición agu sti nian a c l ásica sobre
D. L a Reforma 1 ~α Trin id ad (i b íd. 1. 13). Resp ecto ~α las accion es d e Dios, Calv in o in ten-
L a preocup ació n teol ógica de 1α~ Re forma protestan te se cent r ó en sificó m ás e l p unto de vista ag u sti nia no. Sobre 1α~ base d e 1α~ eternida d
cu estio nes sote r io lógicas y ec l esio lógicas. E ste énf asis pu ed e explicar e inmutabilidad, la prescien cia y la pre destin ació n divi nas se convir-
p o r qué 1α~ d octrin a de Dios no se co ns id eró p ar a se r revisad a. En tér- tiero n en sin ó nimos. De este modo 1 ~α soberanía de D ios se convir tió
en el des pliegue d e s u eterna volunta d par a 1α~ c reació n y la huma ni- de la predestinación absolu ta, d e acue rd o con 1α~ cual la condenac i ón y
~ doctri na d e Calví no en c ua nto ~α Dios tamp oco ll ega ~α incluir
da d. L_,α 1α~ salvación son determina das por el inmu tab l e y eterno dec reto de
e inte I grar fielmente to da 1α~ i nformació n bí blica sob re é l. Dios "sin ninguna consi deración en abso luto p or 1α~ j usticia ~ ο el peca-
do, p or 1α~ obedienci a ~ο 1α~ desobediencia" (1:212; cf. 1:211-247). En con~
3. L osa a naba pt i stas secuencia, Armin io d eduj o que 1α~ salv ación es el resul ta do del decre-
C ~ο>rnoc ~ίdο~ también como 1α~ Re forma radica l, el a nabaptismo se desa- to absoluto d e Dios, "en el cual él decretó recibir en su fa vor ~α los q u e
rrolló e n el siglo X VI como un movimiento pluralista con una o ri enta- se a rrepien ten y c reen " (247). L a teo logía d e Arminio se mue ve dentro
α1 énfasis a nabaptista sob re 1α~
ció n poietísta, pr áctica y bí blica. Debid o ~ de u nos p ará metros más bien filosóficos que bíb licos.
experiencia cristiana práctica, los asuntos teológicos fueron tratados en
relacieñ n con su aplicación práctica. Con pocas excepci ones, l os anabap- ~Ε. la Ed a d Co n tem p orá n ea
tistas fueron ortod oxos en doctrina, y acep taron el trinitaríanísmo níce- Ε1 s urgimi ento de 1α~ te ndencia antimeta físi ca m oderna se desa rr o-
~
ηο.
~~ ~ Ν4ο~ desarrollaron una comprensión especulativa ~ ο bíblica de 1α~ lló des de que 1α~ Ilust ración influyó significativa mente en 1α~ teologí a
Dei dao d s ino más bien reafirmaron la enseñanz a tra dicional ~α medida cristi ana. Nuevas te ndencias fi l osó ficas ll ega ron ~α ser cada ve z m ás
que "e requerido pa ra e l esclarecimiento de cuestiones prácticas. La críti cas d e la tra dición pl atónica-ari stoté lica en base ~α la c ual se ha bía
doctri^α~ trinitaria d e Dios fu e imp ortante p ara ellos como un armazón forma do 1α~ compr e nsión c lásica d e Di os y de 1α~ teo l ogía. Sob re 1~α base
γ comunal. Ocasi onalm ente, sin e mbargo, s us re fe-
pa r a 1¿;a vida ética ~ d el pensamiento ka ntíano, hege lia no y whiteheadiano, teó l ogos libe-
re ncia- ~α 1α~ doctr ina tradicional pueden leer se como un desvío de ella, rales y de vanguardia produj eron nuevas i nterpretaciones teo lógicas.
~~~~ d ~ο Menno Simons se refiere ~α las p ersonas tri nitarias, no co-
como ~οευαη En Norteam é rica, 1α~ filosofía whiteheadiana d el proceso está a dqui-
mo m odos ~ο relacio nes si no más bien com o "tres v e rda der os seres divi- riendo ca da v e z m ás influencia en el p en sa m ie nto de un núme ro c re-
nos" gn[ue son uno "en deid ad, v oluntad, poder y obr as" (Confesión del ciente de teól ogos libe ra les co mo ta mbié n de a l gunos conser vadores.
Dios ~ύ-íίίυηο).
~~~~~ Dentro d e este contexto pr áctico, no es sorprendente e ncon- Α1
~ mis m o tiempo, 1α~ antigua comprensi ón cl ásica d e Dios to da vía
trar quαe~ el Es píritu Sa nto recibe un mayor énfasis que en 1α
~ teología clá- p erm anece.
sica. U.as inqu ietudes pr ácticas tienden ~α ap oya rse más en el trabaj o de
~ ecornómico que en 1α~ n aturalez a de 1α~ Trini dad inm anente.
1ο 1. F ríedríc h Schl eiermac he r (1768-1834)
Schlciermacher es considerado el padre de 1α~ teo logía liber al porqu e
4. Arn~ηninio (1560-1609) ideó un nuevo fund amento sob re el cua l 1α~ teología cristiana debería
Arrynínio formuló su enfoque de 1α~ teología protestante dentro d e basar s us doctrinas. La teol ogía, según Schleiermacher, no se basa en 1~α
una exl_plícita a rma z ó n fil osófica. Siguiendo e l inte l ectuali smo a ristoté- re velación cognitíva,1α~ raz ón ~ο 1α~ ética, sino en una experienci a religio-
lico-to ~~τιτnísta,
~ Armíní ~ο estuvo v igo rosam ente d e acuerdo con el punto sa i nterior i dentificada com o el senti miento d e absoluta dependencia de
de vistta tradicional de Dios co m o eterno, simple, imp as ible e inmuta- Dios. Pu esto que Dios es eterno, inmu table y simple (The Chrístian Fai t h
Αη
ble ( ~ ύηίο 1:436-442; 2:34, 35). Arm inio afirmó que la presciencia d e
~m-~~~~ §52, §56), no hay lugar p ara hacer disti nc iones d entro de él. De modo
Dios d ile l as futuras acciones humanas co nti ngentes lib res fue causa da que Schl eierm acher descartó 1α~ doctrina de 1α~ Trinid ad como un len-
por 1α~ -N v oluntad y acción futuras d e l os seres humanos (3:66, 67; 3:482, guaj e d e segund o orden que no hab la sobre el se r de Dios en sí mis mo.
483). Conc reta mente, "un [tipo de] conocimiento m edio ~ ο inte rme di o De acue rdo con Schleiermacher,1α~ d octrina d e 1α~ Trinidad es inconcebi-
debe innterveni r en l as cosas que d epe nden de 1α~ l ibertad, elección crea- bl e y contr a dice la simplici da d divin a; es una construcción teórica pro-
ο placer" (2:39). Arminio se se ntía incó modo con la id ea
da (arbbitri) ~ ducida p or la imaginación especulativa de 1α~ fi l osofía (§170-172).
2. Karl Bart h (1886-1968) pletand o la deficienci a de su mer a actualidad concep tua l [su polo pri-
D e acu erdo con B ar th, Dios es una esencia si mple, eterna, cuyo mordial]" (530). Este s i stema p erm ite que el polo atemp o ral de Dios
con te ni do es sobe rano. Su p er son alida d es una e id éntica con su esen- actúe sólo p o r med io d e " p ers uasión" ~ ο "atracción" (522). La natura-
cia. Sin emba rgo, Bar th también se l as a rregla para creer en un Dios leza tempor al consec uente de Dios conoce y exp erimenta el mundo,
tr ~ίni tario. Así él inv ierte el rec ha zo de Schleie rmach e r de 1α~ d octr i na completándose de ese mod o ~α sí mi sm o y a lcanz ando pl ena realidad
cl ásica de 1α~ Tr ini dad, no sólo ad o ptánd ol a y d esarro llánd o l a, sino (actua lid ad ). De ac uerd o con el sistem a d e Whitehea d, Dios no crea e l
ta mbi é n convir tiénd o la en 1α~ estruct ura de toda su D ogm ática. Bar th mundo; lo sa lv a (526). Dios "salva el m undo cu ando éste pasa d e ntro
sigue e l pu nto de vista d e Ag ustín de que " p er son as" es una me ra d e la inme diate z de su prop ia vida". En esto consiste el "juicio divino"
conven ción de lengu aj e qu e esta mos forza dos ~α usa r p ara no g ua rd ar d el mundo (525).
sil encio. L as tres pe rso nas son modos d e existencia d e esta ese ncia " Lo que se hace en el m undo es transformad o en una realidad en el
Α fin de e vitar el tri-
una, re qu e ridas p o r el h echo d e 1α~ re v elació n . ~ cielo, y 1α~ realid a d en el c i elo p asa de vuel ta ~α1 mund o. Debid o ~α esta
teísm o, 1 ~α idea -moderna de p er son alida d inde pend ien te no debe aso- relac ió n recíproca, el amor e n el m undo se incorpora ~α1 am or en el
ciarse co n ellas. En síntesis, la co mpren si ón que Ba rth tiene d e Dios y cielo, y se d err a m a nu evame nte en el mund o. En este sen tido, Dios es
de 1α~ Trinid ad se p arece mu cho ~α 1α~ d e Aqu ino. Las pr incip al es dife- e l gr a n co mp añ ero, el co mpañero d e sufrimiento que entiende" (532).
re ncias e ntr e B arth y Aquino son la equi pa ració n d e Ba rth d e 1α~ sim - Dios y el mu nd o son, por 1ο~ tanto, mutu am e nte ínte rd e pe nd ientes.
plicid a d d e Dios con su sober aní a y el reempl az o d e 1~α concepción Aun cuand o 1α~ c rí tica d e Whiteh ead del p e nsam ien to c lásico está bien
intelect ua lista d e 1α~ Trinid a d por p a r te d e Aquino p o r el análi si s d e 1α~ fund a da, su p er sp ect iva d ip o lar de 1α~ nat ura lez a de Dios tie ne m ás en
lógica d e 1α~ re vel ación de Jesu c risto. comú n co n el pe nsamiento c l ásico qu e co n el bíb lico.

3. Alfre d White h ea d (1861-1947) 4. Wo lfh art P ann en be rg (η.


~ 1928)
Whitehea d d esarro lla un sistem a m etafí sico cuya culm inación es Pannenb erg es un teól ogo neoclásico sobresaliente qu e escribi ó ~α
Dios. Desd e un a rm az ó n pl atóni co Whitehea d co nstruy e su siste m a fines de l s i glo XX. S u Dios es infinito, ate mp o ra l, om nipotente y
baj o la influ encia del empiri smo b ritáni co: J ohn L oc k e (1632-1704) y omnipresente (Pannenberg 1:397-422). L as tr es p er sonas divinas l as
D avid Hume (1711-1776). De acuerd o con Whitehead, Dios es una d esc ribe co m o tres formas ~ ο m o d os de 1α~ existen c i a d e Dios. ~Ε1
en ti d ad que, co mo cu alquier otra, d ebe conformar se ~α los mis m os Espíri tu, como la esenc ia de Dios, no d ebe entend erse como in tel ecto
princip ios metafís icos vál i dos pa r a 1α~ i nterpretación d e l mund o. ~ Α1 (no us) si no co m o una f uerza de vid a imp er son a l, d esc rita a demás en
aplicar los principios m etafí sicos de l as entid ad es te rren as ~α Di os, an al og ía con 1α~ idea de M ic hael Fa ra da y de un camp o uni ver sa l. ~Ε1
Whitehea d arr iba ~α la conc lu sión d e que la natur alez a d e Dios es d ipo- conocim ien to sob re l as tres p er sonas de 1~α Dei da d -s u s n ombres y
Ε1 polo primo rdial en 1α~ natura l ez a de Dios es eterno, ¡ limita do,
l ar. ~ distinciones- se d eriva de l testimonio bí bl ico qu e tien e que v er con
conce ptua l, lib re, completo, p otencial, realmente deficien te, incons- 1α~ Tri nid ad eco nóm ica. L a rel ación entre 1α~ Trinid ad inmanente y 1α ~
ciente (Whitehead 521, 524). ~ Ε1 polo consec uente en 1α~ natur alez a d e económi ca se explica e n co nexión con 1α~ co mprensión d e P annenbe rg
Dios es temp o ral , determin a d o, inco mpleto, plenamen te actual y d e 1α~ acción de Dios, que no pue de impl icar 1α~ fij ación ~ο el logro de
consciente (524). " La n aturalez a co nsec uen te d e Dios es el cumpli- objetivos que interfe rirí an co n la eterna a utos uficien c i a de Dios (384-
mie nto d e su experiencia [co noc imi ento] p or su rece pción d e la múl ti- 396). La acción d e Di os no pued e at ribu irse ~α 1α~ Trini da d inma nente
ple lib erta d d e actu ali da d [el pr oceso d el mund o] dentro de 1α~ armo- sino más bien ~α 1α~ Trinidad inmanente a d ext ra, esto es, e n rel ación
nía d e su pro pia actualización. Es Dios co mo rea lmente actu al, com- co n el mund o. P ann e nbe rg entiend e 1α~ activid a d a d ex tra de Dios

123
co mo 1α
~ autoact u alizació n del D ios eterno e n e l tiemp o ο,
~ en ot ras m arge n p ara 1 ~α prescie ncia div ina de las acciones lib res de los se res
pa l abras, α
~ dupli cac ión temp o ral de 1 ~
1α v i da eterna d e D ios.
Des- hum an os (Pin noc k 124; Haske r 187). E sta convicc i ón vue lve incier ta
viándose d e Ba rth, sin emba rgo, P an nenberg no apli ca la i dea de re- 1α~ profecía bíblica. E s más, la providencia divina no puede conducir-
petición eterna ~α 1α~ duplicac i ón de p er sonas en 1 ~α Trinida d inm anen- nos pa ra que hagam os l as mej ores deci siones ~α la rgo pl az o si mple-
te en s í, sino más b ien ~α 1α~ duplicación de l eterno Dios e l P adre e n e l men te porqu e Dios no sab e el fin d es de e l prin cipio (Basinger 163).
es pacio y e l tiemp o (el Hij o y e l E spíritu).
F.Los a d ve n tistas del sé pti mo día
5. L a "per spectiv a abierta" de D ios L os a dve ntistas del sé ptim o día se h a n limitado ~α emitir decl ar a-
L a d es ignació n "abie rta" pa rece refleja r el hecho de que esta per s- ci ones d ogm áticas ~γ teo l ógicas, y han quedado ~α1 m a rgen de un desa-
pectiva requiere la apertura de l eterno Dios trascende nte d e 1 ~α teol o- rroll o sistem ático de 1α~ d octri na de Dios y 1α~ Tri nidad. La m ayoría d e
gí a cl ás ica ~α l as limitaciones y r iesgos d el mundo temp oral . L a p er s l as dec l a raciones teo l ógicas se han producid o d entro d el contexto d e
pecti v a abierta d e Dios, ta mbién des i gn a da com o "teí smo del libr e estudios sobre c risto l ogía, expiación y r e dención. En un senti do muy
a lb edrío" se ha d esarr olla do com o un r es ulta do d i recto de la infl uen- rea l, e l énfasis adventista en l as Esc ritur as como 1α~ so l a fu e nte de
cia d e Whi te hea d sob re el protestantismo n or team ericano. E sta ten- información pa r a ll evar ~α cabo las ta reas propias de la teo logía, ha
de ncia ha ganad o ace ptación no só l o e ntre teó logos protestantes libe- da do ~α 1α~ reflexión teo lógica sobre Dios un co mienz o nuevo y revo-
Β. Cobb (η.
ral es co m o John ~ ~ 1925), si no también entre teó logos ev an- lucionario.
gé licos conser va dores co m o C la rk Pinnock ( ~η. 1937). L a p erspect iva ~ο Los adv entistas, metódica mente desco nfia dos y críticos de p osi-
v is i ón abier ta usa i deas de Whitehea d par a ree mpla za r e l arm a z ón ciones teo l ógicas tr adicion ales, a doptaron 1α~ d ete rm inación d e e l abo-
platóni co-a ri stotélico de 1α~ teol ogía clásica. En consecuenci a, los pun- r a r d octr inas sob re 1α~ base de 1α~ Escritura so la. L as d ific ulta des implí-
tos de vista d e W hitehea d se incorp ora ron ~α 1α~ teol ogía sól o d espués citas en este nuevo e nfoque pueden consider arse 1α~ causa de 1α~ esca-
d e sufrir diver sos gr ados d e rein terpr etac ión y a daptación ~α 1 p ensa- se z de d eclaracio nes a dventistas sob re 1α~ d octri na d e Dios. Entre l os
m iento cri stia no. L os pr opone ntes m ás conserva dores de 1α~ p e rspec- adventistas, l as declar aciones teo lógi cas emerge ntes sobre 1α~ doctrina
tiv a ab ierta son francos en su crí tica d e a l gunos aspectos d el sistem a de 1α~ Tr ini da d so n principa l m e nte d e tres c l ases: l as que implicaron
de Whitehea d, como 1α~ id ea d e que Dios no es e l C rea dor absoluto y s ubord inacionism o temp oral , las que recha za n 1α~ interpretació n clási-
que 1 ~α manera en que actú a e n el mundo se lim ita ~α un modo p er- ca de la d octrina sobre 1α~ Tr i nida d, l as que a firma n 1α~ Trini dad como
suas ivo, si n dej ar m ar ge n para intervencio nes coe rcitivas ocasio na l es 1α~ con cepción bíb l ica de l Dios cri stiano. Siguiendo una descr ip ció n de
Α pesa r de estas c ríticas, 1~α pe rs pectiva ~ο visión
( Haske r 139, 140). ~ estas p osi ciones, se ha rá una bre ve referencia ~α las tendencias con-
abierta de Dios supone implícitam e nte una ve r sión modifi cada de 1α~ temp orá neas.
natura lez a dipolar de Dios. Dios es, ~α1 mism o ti e mpo, ate mp or al y
Α di fe re ncia d e l D ios atemp ora l de l te ís m o c l ásico, el Dios
te mp ora l. ~ 1. Subordi nacio nis m o te mp o ral
del "te ís m o de l libre a lbedrío" es capaz de entra r en re lacio nes d irec- Tan temprano co m o 1854 J. ~ Μ. Stephenson, escr ibie nd o sobre 1α~
tas co n s us c ri aturas dentro de 1α~ sec uencia p asa da, presente y futur a ex piac i ón, arguyó cl aramente en fav or del subord inacionismo, de
d el tiemp o. Sin embar go, ~α1 a dop tar e l pun to de vista whitehead iano acue rdo con 1 ~ο cua l Cristo habría sid o gene ra do tempora l mente por el
d el conocimie nto divi no, an tes que el bíb l ico, 1α~ pe rs pectiva abier ta Pa dre, esto es, engendr a do p or e l P ad re (Stephenso n 126). Por ser gene-
limita el conoci miento de Dios ~α l as dimensi ones p asa d as y presentes rado, C risto e ra divino, sin embargo no eterno (ibíd. 128); Stephenson
d el tiemp o. En otras p al abr as, 1α~ p er spectiva abie rta d e Dios no dej a aceptó una cristología semi arri a na (cf. "Ch ristology", SDA Encyc lopedia

125
10:352-354). Otros pioneros que apoyaron puntos d e vista simila res na (Canright en RH 18.06.1867; Bates 204, 205). Tal confusi ón de pe r-
sonas fue evaluada correctamente cuando se dij o que implicaba la
fueron Jaim e W hite (1821-1881), José Bates (1792-1872), Uriah Smith
Ε. J. Waggo ne r (1855-1916) y identificación de Cr i sto con el Dios eterno (J. Whi te, en RH 06.06.1871),
Η. Waggoner (1820-1889), ~
(1832-1903), J. ~
disminuyendo as í el estatus divino (J. White, en R H 29.11.1877) del
W W Prescott (1855-1944). Sin embargo, no deb iera d á rsele demasia-
da imp or tancia ~α esta ense ña nza errónea, puesto que ta n to ~ Ε. J. J esucristo histórico y su expiación (Stephenson 151; ~Ηυll,
~ en R H 10,
Η. Waggoner 174). Por otra pa rte, puesto que los prime-
17.11.1859; J. ~
Waggoner co m o Uria h Sm ith 1α~ co nsidera ron comp atible con, y no
ros ad ventistas no dife renciaban entre hechos bíblicos y su interpreta-
detracto ra de, la plena divinidad d e J esús en quie n "habita corpora l-
ción clás i ca condicionada por las id eas filosóficas griegas, surgió una
mente to da 1α~ plenitud de 1α~ D eida d" (Co l. 2:9; ve r también ~Ε. J.
fuerte corriente a ntitrί~nítar ia muy influyente dura nte las primeras
Waggoner 44; Smith 17).
déca das de 1α~ histor ia a dventi sta.
2. R echa zo de la' doctri n a c lásica
3. Afirm ación de 1α~ Tri nid ad b í bl ica
Ε1 rec ha zo de 1α~ interpretación teológica clásica de 1α~ doct rina de
~
Α p esar d e l s ubordίnacionίs
~ ~ ~ m o te mp oral inicial, 1α~ te ndencia ~α
1α~ Trinid ad por p arte de al gunos a uto res adventistas no supo ne n ece-
p e nsar sobre el E spíritu Santo en términos imp e rso na l es (Sm it h 10), y
sariam ente un rech a zo d e 1α~ revel ación bíb lica sob re la Tr i nida d, p or-
una fu erte p osición c rítica contra 1~α doctrina clásica de la Trinidad, la
que ell os rechaz an 1α~ interpretación, no l os hechos e n sí. La d octr i na
cl ásica es frecue ntem e nte rec ha za da sobre 1 ~α base de argumentos ma yoría de los pe nsa dores adventistas han c reído en 1α~ enseñanza
bíb lica m ente reve la da d e que el Dios cristiano no se circunscribe ~α 1α~
muy d ébil es, co mo que la p al abr a "Trinidad" no es bíb lica ~ ο que 1~α
Α v eces per sona d el Pa dre en e l cie l o, sino también incluye ~α1 Jesuc risto his-
doctrina es contr a e l senti do y 1α~ ra zón que Dios nos ha d ado. ~
d tó rico ~γ ~α1 E spíri t u Santo com o pe rsonas divinas. La v erda d de 1α~
1α~ doctr i na d e 1α~ Tr i nida d se r ec a a sob e
h z r 1α
~ base e argumentos
plena divinidad de Cri sto fue puesta de relieve en forma especial por
e rr óneos, como, p or ej empl o, que enseña que e l E spíritu Sa nto es una
Ε. J. Waggone r en 1888. En 1892 la doctrina de 1α~ Trinidad fue expues-
~
p er sona antes que una influencia imp er sonal . Sin emba rgo, se han
ta explí cita mente cuando 1α~ P acific Press rei mpri mió el ar tí cul o d e
somet ido ra zones teológicas más seri as p ara recha za r 1α~ d octri na cl á-
Samue l ~Τ. Spea r sob re 1α~ Trini dad. Puesto que Spear no er a a dventis-
sica sob re 1α~ Trini da d. Así, al gunos p ion eros adventistas entendieron
ta, no sorprende en contrar en su artícul o un fuer te énfasi s en 1α~ tra-
que 1α~ interpretación clás i ca d e 1α~ Tr i ni da d inmanente e ra incompati-
dición de Deo uno y un residuo d e s ubordίnacion
~ is mo ontológico res-
ble con la Trinidad "eco nómica" según está presentada en l as Esc ri-
pecto ~α 1α~ p er sona d el Hij o. L a Igl es i a Advent i sta del Sé ptimo Día,
turas (Frisb i e en R H 12.03.1857).
con nive l es de precisión ca da v ez ma yores, afirm ó la d octr ina de 1α~
Otros p ercibi e ron c lar am ente qu e si dicha interpretación f uera
Trinida d, pri mer o en 1 ~α decl ar ación "extr aofic ia l " d e 1872 redacta d a
acepta da como correcta, l as enseñan zas bíblicas sobre las acciones his-
tóricas d e 1α~ Trinidad necesitarí a n se r r adi calm e nte re ~ίnterpretadas, p or Ur iah Smith, y e n las d ecla raciones oficial es d e l as c ree ncias en
1931 y 1980.
especia lmente la enseñanz a sobre 1α~ realida d divi na de la expiación de
Cr isto en 1α~ cru z . Jai me White encontró que el énfasis coloca do p or 1α~ L a dec l ar ación de Elena G. de White de 1898 d e que "en C risto
doctri na c lásica de la Trinida d sobre 1 ~α u nicidad d e 1α~ Trini da d inma- ha y vi da original, que no proviene ni de riva d e otr a" ( D TG 489)
constit uyó e l p unto d e p art id a par a a firm ar 1α~ Trin i dad co mo una
nente involucraba una fal ta de cla ridad res pecto a las distinciones
enseñ anza b íbli ca a uténtica ( De dere n 5, 12) y par a una forma di stin-
ent re las pe rsonas divinas (Day-Star 24.01.1846). Loughborough llegó
hasta e l punto de d ecir que Dios es una p erso na en vez de t res (RH tiva de compr e nderla com o d oct rina. L a d ecl aración de El e na G. d e

05.11.1861), sugiriendo así que el Padre y el Hij o son 1α~ misma perso- White desca rtó no só lo e l e rror básico incluido e n 1α~ c risto logía y 1α~

126 127
doctrina d e Dios a dventista de los comienz os, ~α sabe r, e l s ubord ~ίna- crip c ión de 1α~ estru ctura interna del se r de Dios. Junto con toda la c re-
cionis m o temp ora l de l C risto preexistente, sino tambié n señal ó el ación, debe mos ace pta r 1α~ unicida d de Dios p or fe (Sant. 2:19). Elen a
necesar io abandono de la d octrin a clásica (D eder e n 13), que involu- G. de Wh ~ίte escribió: "La reve laci ón que de sí mis mo dej ó Dios en su
craba 1α~ subordinación eterna, onto lógica, d el Hij o. En e l se r eterno Pa lab ra es par a nuestro estudio, ~γ p ode mos proc urar ente nderla.
de Dios no h ay ge ne r ación eterna y, co nsecuente m ente, no hay pro- Pe ro m ás allá d e ell a no debemos penetra r. ~ Ε1 hombre más i nteligen-
cesión eterna de l E spíritu. te p odr á d e vanar se los sesos en conj et ur as r especto ~α 1α~ natur aleza d e
Los conceptos bíb licos sob re 1α~ gener ación de l Hij o y 1α~ procesión Dios, p er o se m ej ante es fuerzo será estéri l. No n os incumbe reso lve r
del Es píritu Sa nto d ebe n e ntende rse co m o p e rtenecie ntes ~α l os actos este prob l e m a. No ha y m ente humana ca pa z de compr e nder ~α Dios.
p er sonales histó ricos d e la Trini da d en 1α~ obra d e la c reac ión y 1α~ Na die debe pe rmiti rse entr ar en es peculacio nes respecto ~α 1α~ n atura-
re de nc ión. En e l se r de D ios ha y una coprimordialid a d esencial de Ε1
lez a de Dios. Aquí e l si lencio es e loc uencia. ~ Omn iscie nte tr ascien-
tres pe r sonas coi gua les, coeternas, no o ri gin adas. Ad emás, el a dven- de toda disc usión" (M C 336).
tis m o concibe 1α~ idea d e pe rso n as e n s u senti do bíblico, co mo re fi-
rié ndose ~α tr es ce ntr os individua les d e i nte lige ncia y acció n 4. Te nde nc i as contemp oráneas
(De de ren 15). Habl ando e n términos gener ales, l os adventistas co ntemporá neos
F i nal m ente, h abie ndo aba ndona do la conce pció n fil osófica si guen ce ntr ando s us intereses teológicos e n c uestiones soteriológicas
ate mpor a l de D ios y habie ndo a dopta do 1α~ co nce pción histó rica d e γ escatológicas. Por esa razón el estudi o técnico de 1α~ d oct r ina de Dios
~
Dios co m o está prese nta da e n 1α~ B ibl ia, l os adve ntistas vis ua liza n no ha llega do ~α ser un pr oblema. Si n e mbargo, ~α1 tratar con otr as cues-
γ 1α~ Tri ni dad "económica"
1α~ rel aci ón ent re 1α~ Trini da d inm a ne nte ~ tiones teo l ógi cas rel acio na das, com o 1α~ ex piaci ón, 1α~ j ustificación, 1α~
ο e n acto como una rel ació n de identida d a ntes que d e corres pon-
~ sa ntificac ión y 1~α escatol ogí a, p odría pe rcibi rse en a lgunos autores
dencia. L as obr as d e la salv ac ión so n produci das e n el t ie mp o y 1α~ (p or eje mpl o, Pr ovonsh a 49) una creciente inclinación ~α reca l car dema-
historia p or la Trinid a d i nma ne nte (G uy 13) p or me dio de s us d i fe- siado e l amor, la piedad y 1α~ m iserico rdia de D ios e n det rim ento de su
r e ntes Pe rsonas, conceb id as como ce ntr os d e co noci mi ento y justicia e ir a. Este asunto está s i e ndo obj eto d e un debate que apoya
acció n. Consecuenteme nte, 1α~ indivisibi l i da d de l as ob r as de Dios este p unto d e vista acerca de Dios ( Rice 11-58; v e r IX. ~Ε. 5).
en 1α~ hi sto ria no es co nceb id a p or los a dventistas co m o d ete rmin a-
da p or 1α~ unicida d de la ese ncia -como se enseña e n 1α~ t r adició n Χ. CO MEN TA RI OS D E ELEN A G. D E WH IT E
~
cl ásica ag ustiniana-, sino, más bi e n, p or 1α~ unici dad de 1α~ ta rea Α. E studio es p eculativo d e Dios
~
Ε1 p elig ro de l tri te ísm o i mpli-
histó rica de 1α~ redenc ión ( De de ren 20). ~ "Un o de l os mayores ma les que acomp aña n 1α~ b úsque da de cono-
ca do en esta p osición ll ega ~α ser rea l cuando 1α~ unicida d de D ios se cimientos y l as investigacion es de 1α~ ci encia, es 1α~ di sposición ~α exal-
re duce ~α una me ra uni da d concebida en a na logí a con una soc ieda d tar la r azón huma na más allá d e su verd adero v alor y su esf era apro
hum ana ~ο un co mpa ñe rismo d e acci ón. Más allá d e d ic ha unida d de pia da. Muc hos intenta n juz gar ~α1 C rea dor y s us ob ras con e l escaso
acción, sin embar go, es necesa rio imaginar ~α Dios como 1α~ única r ea- con oci mi e nto que tienen de 1α~ c ienci a. Se esfue rz an por d ete rminar 1α~
lida d que, en los mis m os actos por los c ua les é l se revel a ~α sí mismo n atur ale z a, los atributos y pr e rrogativ as d e Dios, y se entregan ~α teo-
d i rectam en te e n 1 ~α h isto ria, tr asciende los lími tes de nuestr a r az ón rías es pecul ativ as respecto de l Infinito. L os que se e mp eñan e n este
hum ana ( Pr escott 17). modo d e estudiar pisan terreno prohibid o. Su investigación no les
En ninguna maner a p odría 1α~ m ente hum ana l ogra r 1ο ~ que 1α~ d oc- da r á res ul tados provechosos, y si persisten en e lla 1ο~ ha rán con pe li-
tr ina cl ásica ace rca d e 1α~ Tr ini da d pretende p ercib ir, ~α saber, 1α
~ d es- gr o de sus a lmas" (M C 334).
Β
~. R evelación n
ge eral senta n ~α D ios y adoran sus ob r as cr ea das co m o un r econoci m iento
" Las bell e zas de 1α~ nat uralez a constit uyen una expresión d el amor
ο deshonra n en s us co r a z ones" (S T 12.08.1889).
p ar cia l de él, pe ro 1~
de Dios h acia las inteli gen cias humanas. En e l j a rdín de l Edén 1α~ exis-
tencia del E terno quedó d em ostra da en los elementos d e 1α~ n atur ale C. L a reali d a d d e Dios
za que rodeaban ~α nu estros primeros p adres. Ca da árb ol pl anta do en
e l j a rdín l es h ablaba, d iciendo que l as cosas invisib les d e Dios e ran 1. Existe ncia de D ios
cla ra m ente v isibles, siendo entendidas p or l as cosas que fueron "L a ex istenc ia y poder d e Dios, 1α~ v erd a d de s u P al abr a, son
hechas, aun su eterno poder y di vini da d" (ATO 196). hechos que aun Satanás y sus huestes no pue d e n n egar en e l fondo"
"Pero m ientras que es cierto que en e l princi pio se p odía d iscernir (FLB 90).
~α D ios en la natural ez a, no se d es pr e nde d e ell o que después de 1α~ "La fe famil iariz a ~α1 a lma con 1α~ exi stencia y la prese nc ia de Di os, y,
caíd a fue r e vel a do ~α Ad án y s u poste rida d un p erfecto conocim ien to viviendo completamente p ar a la gloría d e Dios, discernimos más y más
de Dios en el mundo natura l. L a n aturale za p odía tr ansmitir sus lec- 1 ~α belle za del car ácter divino, la exce l e ncia d e su gracia" (1M S 393).
ciones ~α1 h ombre e n s u i nocencia. Pero la transgresión traj o una des- "C r isto y los a póstoles enseña ro n clar amente 1α~ verd ad de que
gr acia sob re 1α~ tierra e intervino entre 1α~ n at ur a lez a y el D ios d e 1α~ existe un Dios pe rsona l " (3JT 264).
nat urale z a. S i Adá n y Eva nunca hubier a n desobedecid o ~α s u C rea- "La existenc ia d e un D ios p er sonal, 1α~ unidad de C ri sto con s u
dor, si hubiesen perm anecid o en el camino d e la rect i tud p erfecta, Pa dre se enc uentr a e n e l fundam en to d e toda v e rd ader a cie nci a"
habrían continua do a prendiendo d e D ios ~α tra vés d e s us obras. P ero
(ATO 314). "E s fe que fa mi l ia riz a el a lm a con 1α~ existencia y presencia
cuando esc ucha r on ~α1 tentador y peca ron co ntra Dios, 1α~ luz d e los d e Dios; y cuando vi vim os completamente pa ra su g l oria, di scerni -
mantos d e i nocencia ce lestial se reti ra ro n de e llos. D espoj a dos de 1α~ m os más y más la be llez a de su car ácte r " (RH 24.01.1888).
luz cel estial, no p odí an di scernir m ás el car ácter de Dios en l as obr as
d e s u ma no" (8Τ ~ 255, 256). 2. Dios com o m isterio
" L os ge nti les d eben ser j uz ga dos de acuerd o con 1α~ luz qu e les
"Que los se res hum a nos co nsider e n que co n to da su investi gación
es da da, d e acue rd o con las i mpr esiones que ha n rec ibido d e su j a m ás pued en inte rpretar ~ α Dios. Cuando los re dimid os sean puros y
C r ea dor en 1 ~α n atura le za. Tienen facul ta des d e r a zona m iento y
limpios co mo p ara venir ~α su presenc i a, entend er án que to do 1ο ~ que
pue den dist in gui r ~α Dios e n s us obr as c readas. Di os habl a ~α to dos
se re fi e re ~α1 Dios eterno, el D ios inaccesib l e, no pue de ser representa-
l os h ombr es ~α tr avés d e s u providencia en 1α~ n atur a l e z a. L es h ace do e n figur as. E s seg ur o co ntempl ar ~α D ios, e l g rande y ma ravill oso
sabe r ~α to dos que é l es e l Dios vivie nte. L os gent il es p odría n ra z o-
Dios, y ~α jesuc risto,1 ~α im agen expresa d e Dios. D ios dio ~α s u Hij o uni-
na r que l as cosas que son hechas no p odría n habe r caído e n un
génito ~α nuest ro mundo p ar a que ~α tra vés de su carácte r justo con-
ord en exacto y tener un plan con un propósito, s in un Di os que ori-
temple m os e l carácte r de D ios" (18MR 222).
gínase todo. P odrían ra zon a r d e causa ~α efecto, que d ebe se r que
"Si nos fue ra p osible l ograr una pl e na comprensión de Dios y su
había una causa primera, un agente i nte ligente, que no p odía se r otro
P a labr a, no habría par a nosotros m ás descubrimientos de la verda d,
si no el Dios eterno. L a luz de Dios e n 1 ~α natura l ez a está resplande-
m a yo r conocimiento, ni mayor d esarrollo. Dios dej aría d e ser supremo,
ciendo continuamente en 1α~ osc ur i da d del paganism o, p er o muchos
y el hombre d ej a ría de progresar. G r acias ~α D ios, no es as í. Pu esto que
que ven esta luz no glor i fican ~α1 Se ñor co mo D ios. No pe rmite n que
Dios es infini to, y en él está n to dos l os tesoros d e la sab iduría, podre-
1α~ r az ón l os g uí e ~α reconoce r ~α su C r ea dor. R ec h az an ~α1 Se ñor y
mos durante toda 1 ~α eternidad escudriñar y apre nde r siempre, si n ago-
l e v a ntan íd ol os insen satos p ar a ador ar. Hacen imágenes que repr e-
tar j amás l as riquez as d e su sabi duría, su bonda d ~ο su poder" (Ed 168).
"L a gran condescendencia de parte de Di os es un mister io que está 3. Am or e ira d e D ios
más allá d e nuest r a comprensión. La grande za de l plan no puede ser "En los concil ios de l cielo e l Señor planeó re hace r los ca racte res
captada plenamente, n i podrí a 1α~ Sabi durí a i nfinita i dear un plan que d es hechos, p er ve rtidos d el hombre, y restaura rl os ~α 1 ~α i magen m o ral
ο sob repasarí a" (RH 22.10.1895).
1~ de D ios. E sta ob ra es lla ma da el mi sterio de 1~α pie da d . Cri sto, el ~~
υηί~ -
Α1 hab l ar de s u preexistencia, C ri sto hace retrot rae r la m e nte ~α
"~ génito d el Pa dre, asumió 1α~ natur ale za hum ana, vino en semej anz a de
tr avés d e l as edad es sin un tie mp o seña la do. Nos asegura que nunca carne de p ecado p ar a condenar ~α1 p eca do en 1α~ carne. Vino p ar a tes-
hub o un tiemp o cua nd o él no est uvo e n estrecho comp añe rismo co n ti fica r en cuanto ~α1 car ácte r inmutable de 1α~ ley de Dios que hab ía si do
Έ1 c uya v oz los judíos estaba n entonces escuchando
el Dios eterno. ~ impugnada p or Satanás. Ni una j ota ~ ο tilde d e ella p odía cambia rse
h ab ía esta do con D ios com o uno cri a do con é l" (ST 29.08.1900). p a ra enfrenta r al ho bre e su condició n caída. C r isto vivió 1α~ le y en
m n
1α~ hum anid a d ~α fin de que to da boca fuese silenciada, y pa ra que
D. Atributos d i vi n os pud ier a probar se que Satanás es un acusa dor y un mentiroso. Cri sto
reve l ó ~α1 m undo el car ácter de Dios co mo lle no d e miserico rd ia, co m-
1. E terni dad de Dios pasión e i nexpresable am or" (íb íd. 02.07.1896).
"En 1α~ pa l abra, se hab la de Dios com o 'el Dios sempiterno'. Su "C risto vino p ara reve la r ~α Dios ~α1 mund o en su verda dero ca rác-
nombre aba rca el pasa do, e l presente ~ γ el fut uro. Dios es desde 1α~ ete r- te como un D ios d e a mor, ll eno d e misericordia, te rnura y co mp a-
r,
Έ1 es el E terno" (8 ~
nida d hasta 1α~ ete rnida d. ~ Τ 270; ver más a de l an te sión. La es pesa oscurida d con 1α~ que Satanás h abía tr atado d e rodea r
baj o predestinación). e l trono d e 1α~ De ida d fue d es pej a da, y el Pa dre nue vamente fu e ma ni-
festado ~α l os h ombr es como 1α~ Luz d e Vi da" (S W 28.04.1908).
2. Inmutabilid a d de D ios υηα~
"L a l e y de Dios, p or s u natura l ez a m isma, es inmutab le. E s ~~
"D esde el principio hasta el fin, l os re que rimientos de Dios exp o- r e vel ación de la v oluntad y del carácte r de s u Au tor. D ios es a mor, y
nen s u ve rd a d eterna. Su l ey es 1α~ prueba d e carácter. Su p acto con el su ley es a mor. Sus dos gra ndes princ ipi os so n el am or ~α Dios y ~α1
hombre dec l ara 1α~ inmu tabilid ad de su consej o. Dios es v erda d. ~ Έ1 hombre" (CS 520).
d eclara que no a lter a rá a que llo que h a sa l ido d e su boca" (19MR 182). ~ traspasa ron c lama rán ~α las r ocas y l as
" Ento nces aquell os que 1ο
` Hasta que p erez ca el cielo y 1α~ tie rr a -dij o Jes ús-, ni una jota ni montañas que caiga n sobre ellos y los oculte n del rostr o d e a que l que
un ti ld e pe recer á de la l ey, h asta que todas las cosas sean hech as'. ~Ε1 está senta do en el trono y de la ira del Cord ero, porque el gran dí a d e
sol qu e brill a en los c i e los, la sól i da ti err a sobre la cual mor amos, tes- s u ira h a v e nido, ¿y quién p odrá esta r firme? 'La ira d el Co rde ro'.
tifican par a Dios que su ley es inmutable y eterna. A unque ell os Uno que siempr e se m ost ró lleno d e infinita tern ur a, p acienc ia y l on-
p ase n, los preceptos divinos p e rmanecer á n. ' Más fáci l cosa es p asa r e l ga nimi da d, que h a biéndose d ado com o la víctima d el sacr i ficio, fue
cielo y 1α~ tierra, que frust rarse un ti ld e de 1α~ ley'. ~ Ε1 siste m a típ ico que conduci do como un Co rd e ro ~α1 matadero p ar a salvar ~α l os peca dores
pre figuraba ~α C risto como el Co rd ero de Dios, iba ~α se r abo l i do cuan- d e 1α~ co ndenació n, ahora caer á sob re ellos porque no l e pe rm it i eron
do él muriese; p e ro los preceptos d el Decá logo son tan inmutables quitar sus culpa" (21 MR 350).
como el trono d e D ios" ( D TG 274, 275). " E se Cord ero c uya i ra será ta n terr ib le p ara l os burla dores de s u
"No hay tal como debi litamiento ~ ο for ta l ecimiento d e 1α~ ley de gr acia, ser á gracia y j usti cia y a m or y bendición para todos l os que 1 ~ο
Je hová. Como h a si do sie mpre, as í es. No puede ser repel i da ~ ο cam- h a n recibido. La co lumna de nube, oscura con terror e i ra v e ngati va
bia da e n un principio. Es eterna, inmutable co mo D ios mis m o" (S T p ara l os egip cios, fue p ara e l puebl o d e D ios una columna d e fuego
20.03.1901). resplandecien te. A sí se rá con e l puebl o d e Dios en los últim os días. La

133
luz y glor ia de Dios p ara s u pueb lo qu e gu ard a l os mandamientos es Ε1 Sol de j usticia se levanta rá sobre aquell os que han guardado
"~
oscuri da d par a l os inc r édul os. Ve n que es cosa te rrib le caer e n l as los mandam ientos de Di os. Aquell os que p iensa n que pueden oponer
m anos de l Dios vivo. ~ Ε1 br az o extendido y fuer te pa ra salva r ~α to dos s u volun ta d co ntra la volunta d de Dios están en el mayor de l os p eli-
los que acuden ~α é l, es fue rte pa ra ej ecuta r su juici o sob re to dos los gros. Aquell os que desea n estar c ubie rtos en el día de la ira de Dios
que no acudier on ~α é l p ar a que pudie ran te ner vida" ( ~ ΤΜΚ
~~ 356). d eben se r fieles ~α Dios a hor a" (S T 02.06.1890).
" Las r ique zas, el pode r, el ge nio, la elocue ncia, e l orgullo, la ra zón
perve rti da y 1α~ pasi ón, son enrola dos com o agentes de Satanás e n rea- 4. Trascendencia
l izar su obra d e h acer at ractiv o e l camino ancho, sa lpi cado co n flores `No que alguno haya vi sto ~α1 Padre, sino aquel que vino d e D ios;
tentad o ras. P e ro cada pa lab ra que han habla d o co ntra e l Redentor d e l éste h a vi sto ~α1 P adre. D e cie rto, de cierto os d igo: ~
Ε1 que c ree en mí,
m undo recae rá sobr e ell os, y un día a rd e r á en s us a l m as c ulpab les tiene vida eterna'. E ste es 1α~ D ei da d absolu ta. ~ Ε1 más p ode roso in te-
co mo pl om o d e rretido. Se se ntirá n sob recogidos de terror y vergüe n- lecto cr eado no puede comprende rlo. Pa ra d escribirlo no son sufi-
z a c uando contemplen ~α 1 exaltado viniendo en l as nubes de l cie l o con cientes las pa lab ras de 1α~ l engua más e locu e nte. ~ Ε1 silencio es el o-
pod e r y g ran glor ia. Entonces e l desa fi ad o r audaz, que se leva ntó cuenci a" (7C BA 926).
contr a e l Hij o d e Dios, se v er á en 1α~ verda dera osc ur idad de su car ác- ` L as cosas secr etas pe rte nece n ~α Jehová nuestro Dios: m as las
ter. L a vista de 1α ~ glor ia in expresa ble del Hij o d e Dios será intensa- revela das so n par a nosotr os y p ar a nuestros hij os p or siempre' (Deu t.
mente d olorosa pa ra aquellos cuyos ca racteres están ma nchados de 29:29). La revelació n que d e s í mism o dej ó Di os en s u Pa lab ra es p ar a
p eca do. La luz pura y 1α~ gl oria que e manan de Cristo despertar á n el nuestro estudio, y pode m os proc ur ar entende rla. Pero m ás allá d e
rem ordimiento, la v e rgüenz a y e l terr or. Lanza r án la m e ntos d e a ngus- ell a no d ebem os penet rar. ~ Ε1 h ombre más inteligente p odrá devanar-
tia ~α las rocas y las monta ñas: 'Cae d sobr e nosotr os, y escond e dnos de l se los sesos en conj eturas res pecto ~α 1α~ naturale za d e Dios, p e ro seme-
rostr o d e aquel qu e está sentado sob re el trono, y de 1α~ ir a d e l Cord ero; j ante es fu erz o ser á esté ril . No n os i nc umbe resolv er este problema.
p orqu e el gr a n día de su ir a h a llegad o; ¿y quién p odr á sostene rse en No h a y mente huma na ca paz de co mprende r ~α Dios. Na die debe per-
pie?` (RH 01.04.1875). mitirse entr ar e n especul aciones res pecto ~α 1α~ natur al ez a d e D ios.
"Dios es lento p ar a 1α~ ir a. Dio un tiempo de gr acia ~ α l as naci on es Aquí e l si l encio es elocuenc i a. ~ Ε1 Omnisciente t rasciende toda discu-
impías p a ra que pudier a n llegar ~α familiariz ar se con é l y su carácter. sión. Ni aun l os ángeles pud ier on participa r en los consej os habid os
De acue rd o con la luz d ada fue su co ndenación, p orqu e re husa ron Υ l os ser es
entre e l P adre y e l Hij o ~α1 t ra za rse el plan de 1α~ sa lv ació n. ~
rec ibir 1α~ luz y el igieron s us pr opios camin os antes que los cam inos d e huma nos no d eben inmisc uirse en los sec retos d el Al tís i m o. Som os
Dios. Dios dio la raz ón por 1α~ cual no desposeyó inmediata m e nte ~α l os r especto de D ios tan i gnor antes co m o niños; p ero, co m o ni ños tam-
cananeos. No se hab ía colma do 1α~ iniquidad de l os a morreos. Debido bién, p ode mos a m a rle y obedece rle" (MC 336).
~α s u iniquidad, gra dual mente se estaba n col oca nd o en e l p unto en que
no podrí a actua r m ás la to ler a ncia d e Dios, y serí an exterminados. ~Ε. La acció n d i vi n a
Hasta que no se llega ra ~α este p unto y se co l ma ra s u ini qui da d, se p os-
pondría 1α~ v enganz a d e Dios. Todas l as naciones tuvieron un período 1. Pre desti nac i ón
de tie mp o de g r acia. Los que inv alida ron 1α~ l ey de Di os se hundieron "Se ofrecen pos i bili da des ma r avi llosas pa ra to do a quel que tie ne
más y más e n 1~α impi e dad. Los hij os here da ron e l espíritu r ebelde de fe e n C risto. No se levantan muros pa ra i mp edirl e 1α ~ sa lv ación ~α nin-
sus p a dres y se p ortaron peo r qu e e llos, hasta que l os alcanzó la ira de gún a lma v ivie nte. La predesti nac i ón, ~ο elecció n, d e 1α~ que Dios hab la
D ios. ~Ε1 castigo no fue m enor p or haber si do p osterga do" (2CBA 999). incluye ~α to dos l os qu e aceptar án ~α C risto co m o un Salv a dor p e rso-
ηα1,
~~ que reg resa rá n ~α s u lealtad, ~α 1α~ pe rfecta obe die ncia ~α todos los
abol ido, sino que los sa ntos redi m idos y to da 1α~ hueste a ngél ica 1ο~
m anda mientos de Dios. E sta es 1α~ sa lvación vá l ida de un pueb l o
observa rá n eterna mente e n honr a de l gra n C rea dor " (PE 217).
peculia r, escogid o p or Dios d e entre los hombres. Todos los que están
dis puestos ~α se r salva dos por C risto so n l os electos d e Dios. Es e l obe-
3. Provi d e n c i a
diente quien está predestina do d es de la fundación de l mundo. ' ~ Α "En los anales d e 1α~ histori a humana, e l creci mie nto de las nacio-
to dos los que le recibi e ron, ~α los que cree n en s u nombr e, l es d io
nes, el le vanta miento y 1α~ caída de l os imperios, p arece n depender de
potestad de se r hechos hij os de Dios` (G H 11.06.1902). 1α~ v oluntad y pr oe zas del hombre. L os sucesos p arecen se r deter mi -
" Pe ro todas sus obras so n conoci d as p a ra Dios, y d es de las e da- ο capri cho. Pe ro en 1α~
nados, en g ran parte, p or s u pode r, ambición ~
des ete rn as el pacto d e g r acia (fa vor i nme recid o) existi ó e n la me nte
P al abr a de Dios se descorre el ve lo, y con templa mos d etrás, encima,
d e Dios. E s ll a m a do e l p acto ete rno; p orque e l plan de salv ación no
y en tre la tra ma y urdimbre de los intereses, las pasio nes y e l poder
fu e co ncebid o d es pués de 1α~ ca íd a d el hombre, sino que fu e aque l de l os h ombres, l os agentes d e l Se r miser ico rdioso, que ej ecutan s ilen-
que 'se ha m an te nid o ocul to d esd e tiemp os ete rn os, p ero que h a ciosa y pac i entemente los consej os de 1 ~α volu nta d de Dios. L a Biblia
si do ma nifesta do ahora, y que p or las E sc ritur as de l os profetas, r e vela 1α~ verd ader a filosofía de 1α~ histori a" (Ed 169).
seg ún e l mandami en to d e l Dios eterno, se ha d ado ~α con ocer ~α "Si uste d ve la y espera y ora, la Pr ovi de ncia y 1α~ reve l ació n 1ο~ guia-
to das l as gentes p a ra que obe dez can ~α 1~α f e' (Rom. 16:25, 26)" (S T r án ~α tr avés d e to das l as perplej ida des que enfrente, de modo que no
15.12.1914). Ε1 tie mp o d iseña rá 1α~ b ell ez a y g r an-
fracase ni llegue ~α desa nimarse. ~
dez a d e l plan de l Cie lo. Pa r a las mentes humanas es difíc il captar que
2. Creació n D ios e n su provi denc ia está trabaj ando pa ra e l m undo ~α tr avés de un
"En la ob ra d e 1α~ cr eación Cri sto estuvo con Dios. ~ Έ1 er a uno con instrumento d ébil . Conoce r ~α Dios en la oper ación de su provi denc i a
D ios, igual ~α é l... Só lo él, e l C rea dor de l hombre, pud o se r s u es v erda de ra ciencia. H ay mucho con ocimie nto entre l os h ombr es,
ΤΜΚ 18).
Salv ad o r " ( ~~~ p ero ver l os designios de 1α~ sabi durí a ce lestial en los tiemp os de nece-
" Dios quiere que el sábado dirija 1α~ m e nte d e l os hombres hacia 1α~ sidad, ve r 1α~ simpl icidad del plan d e Dios reve lando su j ust i c ia, bon-
conte mplac i ón de las obr as que él c reó. La n atura lez a hab la ~α s us se n- dad ~ γ a mor, y escudriña ndo los co ra zones d e los hombres, muchos
tidos, decl ar á ndoles que hay un D ios vivi e nte, C rea dor y supre m o fracasan en hacer esto. Su plan [divino] les p a rece d e m asia do mar avi-
Sober an o de l uni ver so" (ΡΡ
~~ 29). ll oso p ara ace ptarlo y así dej an de se r beneficia dos. Per o 1α~ Provi-
"Se me mostró que 1 ~α l e y de Dios pe rma necer á ina lte rab le p or d en cia to davía está en nuestro m undo, tr abaj ando entre aquell os que
s i empre y r egi rá e n 1α~ nue va tie rra p or toda 1α~ eternid a d. C uando
están ca ptando 1 ~α ve rda d. É stos reconoce r á n 1α~ mano d e Dios. Per o s u
e n la creació n se echa ron l os cimie n tos d e 1α~ ti e rra, l os hij os d e Dios P al abr a no se rá revere ncia da por aquellos que co nfían e n s u propia
contempla r on admirados 1α~ obr a d e l Crea d o r, y 1α~ hueste ce lestial sabiduría" (11 MR 348).
prorrump ió en exc la m aciones de j úbilo. En tonces se echa ron ta m -
bién l os ci mientos d e l sába do. D es pués de l os seis días de 1 ~α crea- F. La Tri n i dad
c ión, Dios r ep osó el séptimo, de to da 1α~ obr a que hab ía hecho, y 1ο~ " L a Divinidad se conm ovió de p ieda d po r 1α~ hum anidad, y el
bendij o y sa ntificó, p orque en dicho dí a h ab ía reposa do d e to da su P adre, el Hij o y el E spíri tu Santo se d ieron ~α s í mi smos ~α 1α~ obra d e
obra. ~ Ε1 sába do fu e in stitui do en el Edé n antes de 1α~ ca íd a, y 1ο~ fo rm ar un plan de redenció n. Con e l fin de llevar ~ α cabo pl ena m ente
obse rv a r on Ad á n y Eva y to da 1α~ hu este ce l estia l . D ios r e p osó en el
ese plan, se deci dió qu e C risto, e l Hij o unigénito d e Dios, se entrega-
sépti mo día, 1ο~ be ndij o y 1ο~ sa ntifi có. Vi que el sába d o nun ca ser á
r a ~α s í m ismo co m o ofrenda p or el peca do. ¿Con qué se p odría m edi r
1α~ profundi da d de este a m or? D ios qu e rí a h acer que resultar a i mpo- no pue de comparar se ~α ninguna cosa de ori gen terrenal. Dios no pue de
s ible p ara e l hombre d eci r que hubiera podido h acer más. Con C ri sto, comp ara rse con las cosas que sus m anos h an crea do. Estas no so n m ás
d io tod os l os recur sos de l cielo, p a ra que na da fa l ta ra e n el plan de la que cosas terrenales, que sufren baj o la maldición de Dios ~α causa de
el e vación de l os se res huma nos" (CSS 219). l os pecad os de l hombre. ~Ε1 Pa dre no puede d escribir se mediante l as
"Ha y tres per son as v ivientes en el trío celestial; en e l nombre d e Ε1 Pa dr e es to da la plenitud d e la Divinidad corpo-
cosas d e 1α~ tierra. ~
estos tres gr a ndes p oderes -e1 Padre, el Hij o y el Espíritu Santo- r almente, y es invisible p ar a los oj os morta les" (Εν
~~ 446).
son ba utiz a dos los que reciben ~α C risto mediante 1α~ fe, y esos p ode res
col abo rar án con los súbditos obe di e ntes del cielo en sus esfue rz os por Η. El H i j o etern o ~
~ γ s u o b ra
vi vir 1α~ nueva vi da e n Cri sto" (Σν
~~ 446). "Ha si do hecha una o frenda compl eta; porque ' de tal ma ne r a a mó
" An tes que los discípulos p asen el umbral, d ebe i mpr i mi rse el Dios ~α1 m undo, que ha d ado ~α s u Hij o unigé nito': no un h ij o p or c rea-
sagr a do nombre, ba utiz ando ~α l os cre yentes en el nombre de l os tres ción, co mo fue ron los ángeles, no un hij o p or a d opción, como es el
p oderes de l mund o cel estia l . La m e nte huma na se i mpresiona con peca dor pe rdonado, sino un Hij o enge ndra do en 1α~ ex pr esa image n
esta ce re m onia, que es el co mienz o d e 1α~ vida c ristiana. Signi fica de 1α~ p er sona de l Pa dr e, y en to do e l r espla ndor de s u maj estad y gl o-
muc ho. La obra d e 1α~ salv ación no es un as unto p equeño, sino tan r ia, uno i gua l ~α Dios en autor ida d, digni dad y divi na p erfecci ón. En
vasto que l as más e l eva d as a utor i dades a pr e nden por 1α~ fe expresada é l habitó to da 1α~ plenitud de 1α~ D eid ad co rp or al m ente" (S T
p or el instrumento hum ano. La ete rna Deidad, e l Pa dre, el Hijo y el 30.05.1895).
E spír itu Santo, está involucrada e n 1α ~ acció n requerida p ar a d ar segu- "El Hij o es 1α~ manifestación de toda 1α~ ple nitud de 1α~ Dei da d. L a
ri da d ~α1 instrume nto hum ano... Unie ndo los p oderes ce lestial es con Pal abr a d e Dios 1~ ο d ec l ar a se r '1α~ expresa im agen de su pe rso na`
los humanos, los hombres pue den llegar ~α se r, por m edio d e 1~α efica- (BT S 01.03.1906).
c i a cel estial, p artícip es d e 1α~ nat ura lez a d ivina y ob re ros junta mente "En C risto h ay vi da or iginal , que no proviene ni d er i va de otra"
con Cr isto" (ATO 146). (DTG 489).
"Aquell os que m e diante el bau tism o l e han da do ~α Dios un voto "L a natura lez a d ivin a en 1α~ p ersona d e Cristo no fue t rans forma da
d e s u fe en Cristo y de s u mu erte ~α 1α~ antigua vid a d e pecado, han en natura lez a hum ana y 1α~ natur ale za hum ana d e l Hij o de l hombre
entr ad o en una r e lación de p acto co n Dios. L os tres p ode res de 1α~ no fue cambiada en 1α~ nat ura lez a div ina, sino que fuer on miste riosa-
D e id a d, e l P adre, el Hijo y el Espíritu Santo, se ha n comprom eti do ~α mente fusionadas en e l Sa lv a dor de los hombres. ~ Έ1 no e ra el P adre,
se r s u fu e rz a y su efic ienc i a en su nu e va vida e n C risto J es ús" (Α
~ UCR p ero en él hab i tó to da 1~α plenitud d e 1α~ De id ad corpor almente" (6MR
07.10.1907). 112, 113).
Ε1 rito d el b a utismo es a dministra do en el n ombre d e l P adre, y
"~ `En él habita corp ora lm ente toda 1α~ plenit ud de 1α~ Deida d'. Los
de l Hij o, y del E spíritu Santo. E stos tres grandes p ode r es d e l ciel o se h ombres necesitan comprende r que 1α~ Dei dad s ufrió y se angustió
han comprom etido ~α se r 1α~ eficie ncia de to dos l os que se someten ~α ante las agonías d el Calv ar io. Sin emb ar go, J es ucr isto, ~α quien Dios
esta o rd enanz a, y que guardan fie lm ente el voto que entonces hacen" dio p ar a e l rescate d e l m undo, compró ~α 1α~ iglesia con s u pr opia san-
(6MR 27). gre. L a Majestad de l cie lo tuvo que sufrir ~α m anos de fanáticos r e li-
giosos que prete ndían ser e l pueb lo con mayor co nocimie nto sob re
G. El P a d re etern o to da 1α~ tie rr a" (7C BA 919).
"Todas estas representacion es espiritistas no son abso lutam ente "En Cristo se r e úne to da 1α~ gl o ria del Pa dr e. En él está 1α~ plenitud
nada. Son i mp erfectas y fal sas. Deb i lita n y disminuyen 1α~ M ajestad que de 1α~ D eid ad corpor almente. ~ Έ1 es e l r espla ndor de 1~
α g loria d e l Pa dr e
y 1α~ im agen m isma de su per sona. La glori a de l os atributos d e Dios "Neces itam os co mprender que el E spíritu Sa nto, que es una p e r-
se expresa en e l ca rácter de Cr isto. ~ Ε1 Ev ange l io es glori oso p orque sona as í co mo D ios es pe rso na, anda en estos te rrenos" (ibíd.).
está co nsti tuido p or 1α~ j usticia de Cr isto" (ibíd.). ~ E spíritu Santo es el Conso la dor, en e l nombre de C risto. ~
"Ε1 Έ1 p e r-
"En C risto habitaba 1α~ plenitud de 1α~ De ida d corpor a lmen te. P o r sonifica ~α C risto, sin e mba rgo es una pe r sonal i dad distinta" (20MR
eso, au nque fue tenta do en todo como 1ο~ so mos n osotros, se mantu- 324).
vo ante el mund o, d esde que entr ó por pri me ra v e z en él, incontami "An tes de esto, e l Es píritu hab í a estado en e l mundo; d es de e l
n a d o p or 1α~ corrupció n, au nque estuvo rod eado por ella. ¿No debe- mi smo pri ncipi o d e 1α~ obr a de re dención hab ía esta do m oviendo los
m os tambié n nosotros ll ega r ~α ser p a rtic ip antes d e esa plenitud, y no ~ E spíri tu Santo es e l repr ese n ta n te d e Cri s-
co ra zon es hum a nos ...Ε1
es así y únicam e nte as í como podemos vencer co mo él venció?" to, p er o d espoj a do d e 1α~ pe r sona li da d hum ana e inde pe ndie nte d e
(ib íd.). ell a. E sto rbado por 1α~ huma n ida d, C risto no p odía estar e n to do
"P er o e l So l de justi cia b rill a en 1α~ oscurida d de me dianoche d e 1α~ lu ga r p e r so na l m ente. Por 1ο~ tanto, conve nía ~α sus disc ípulos que
supe r stición y el e rr or, y hace r etr oce de r 1α~ nube, y se presenta como fu ese ~α 1 P adre y e nviase e l Espíritu co mo su sucesor en 1α~ tierr a.
a que l en qu ien hab ita to da 1α~ pl eni t ud d e 1α~ Deidad corpora l me nte, Na die p odría ento n ces tener ve ntaj a p or s u situació n ~ο s u contacto
co m o 1 ~α exacta representac ión del Pa dre. E ste es el mensaje ~α1 mund o: p e r so na l co n C risto. P or el E s pírit u, el Sa lv ador seria accesi bl e ~α
Υ esta es 1α~ v i da eterna: que te con ozca n ~α ti, e l único Dios verda de-
'~ to d os. En este sentido, estaría más cer ca d e e ll os que si no hubiese
ro, y ~α Jes uc risto, ~α quie n h as envia do` (S T 27.06.1892). asce nd i do ~α lo al to" (DTG 622, 623).
Ε1
"Jes ucristo e ra e l fundame nto d e toda 1α~ economí a j udaica. ~ Ε1 E spíritu iba ~α se r da do co mo agente rege ner ador, y sin esto e l
"~
Re de ntor del mund o fu e simboliza d o e n tipos y sombr as ~α tr avés Ε1 p ode r d el ma l se había esta-
sacrific i o de C risto hab ría si do i nútil. ~
d e s us servic ios re l ig i osos. L a g loria d e Dios fu e r e ve la da e n Cr isto do forta l ec iendo durante si glos, y 1α~ sumi sió n de los h o mbres ~α este
d ent ro d el ve lo hasta qu e C risto apa reciese en e l mund o y despl e- cauti verio satánico er a aso mbrosa. ~ Ε1 p eca do p odía se r resisti do y
gase ~α1 mund o toda 1α~ pl enitud de 1α~ D e id a d co rp or al m e nte. En vencido únicam ente p or 1α~ p ode rosa interv ención de 1α~ ter cera perso-
C risto co nte mpl a m os 1α~ image n de l D ios invisib le; en s us atri bu tos na de la Divinid ad, que iba ~α venir no con e ne rgía m odi ficada, sino
ve mos l os atri butos d e l ca rácter de l Infini to. Jesús d ij o: ' ~
Υο~ y el en la plenit ud de l poder divino. ~ Ε1 E spíri tu es e l que hace eficaz 1~ ο
P a dre uno somos'. ' ~Ε1 que m e ha visto ~α mí, ha vi sto ~α 1 P adre` (ibíd. que ha sido realiza do por el Re dentor de l mundo. P or e l E spíri tu es
29.08.1895). pur ifica do el co raz ón. Por e l E spírit u llega ~α ser el cre yente p artícip e
d e 1α~ n atur alez a div ina. Cristo ha dado su E spír itu com o p ode r divi-
~Ι. El E s p írit u Sa n to eter n o ~ γ su obra no pa ra ven ce r todas l as tendencias hac i a el m al, here ditarias ~ γ c ul ti-
Ε1 Consol a dor que C risto prometió enviar d es pués de su ascen-
"~ va das, y p ara grabar su propio car ácte r en s u ig l esia" (ibíd. 625).
sió n ~α1 cie lo es el E spíri t u e n to da 1α~ plenitud d e 1α~ Deida d, p oniendo "~Ε1 Consola dor que C risto prometió e nviar después d e ascende r ~α1
de manifiesto e l pode r d e 1α~ gr acia divina ~α to dos los que rec ib en y cie lo, es el E s pír it u e n to da 1α~ pl enitud de 1α~ Div i ni da d, p oniendo d e
creen en Cri sto co mo un Sa lva d or p e rsona l" (L C 338). manifiesto el pod er d e 1α~ gr aci a div ina ~α todos l os que recibe n ~α Cr isto
Ε1 E spíritu Santo tiene una pe rso na l idad, d e lo co ntra rio no po-
"~ y creen e n é l como un Sa lva dor p e rso na l" (Σν
~~ 446).
dría dar testi monio ~α nuestros espíritus y con nuestros espíritus de que
somos hij os d e D ios. D ebe ser una p e rsona divina, a de m ás, p orqu e
en caso cont ra r io no p odría esc udri ña r los sec retos que está n ocul-
tos en 1α~ mente de Σν 447).
D ios" ( ~~
ΧΙ.
~~ B I BLIOGRAF ÍA Heppenstall, Edward. The Matt Who is God: ~Α Study of the Person and Nat ure ofJesu s, Son of
God a nd So n of Man. Washington, D.C.: Review and Herald, 1977.
Ar mί~ni ~ο (A rmini u s, Jacobus). Writings. 3 t. Grand Rapi d s: Baker, 1956. Hill, J. William. The Three- Personed God: The Trinity as ~α Mystery of Sa lvation. Washington,
Agustín . La Trinidad en Obras completas de San Ag ust ín D.C.: Cath ol ic Univ ersity o f Am erica Press, 1982.
V: Escritos apo logéti cos (2°). Madrid:
B AC (Bibl ioteca d e Au tores Cristianos), 1985. J ewett, Paul ~ Α Neo-Evangel ical Theology. G rand Rap id s:
Κ . God, Creat io n, and Revelation: ~
Eerdmans, 1991.
Bar th,Karl. Church Dogm at ics. 4 t. tra d. G. ~
Τ. Tho mpson. E di mb urgo: Τ Τ. C lark, 1936-
~ &~
1962. J ohnson , Aubrey R. The One a nd the Ma ny in t h e Is raeli te Con cep tion of Go d. Ca rdi ff:
Universi ty of Wa les Press, 1961.
B asinger, Davi d. "Practica l Implications". En The
Α Biblical Challenge to t he
Openness of God: ~
Tra di t io n al Understa ndi ng of Go d. e d. C la rk P innoc k . Dow ners Grov Kelly, J .N.D. E arly Christian D octrines. Londres: Ada m & C harles Bl ac k, 1968.
e, Illi nois:
InterVarsity, 1994, pp. 155-176. Ηαηs.
Küng, ~ ~ ~ ¿ Existe Dios? M a drid: Trotta, 2005.
B ates, José.
The A u tobiog raphy of Elder Joseph Bates. Battl e Creek, Mi c h igan: Steam Pr ess of Α Th eology of the New Testa men t. Gr and Rapi ds: Eerdman s, 1974.
L add, George Eldo n. ~
the Seven th-day Adven tist Publishing Associatio n, 1868. L ewis, Gord on R. ~ γ Bruce ~
Α. De marest. Kn ow ing Ul ti mate Rea li ty: Th e Living Go d . Gr a nd
Bru n n er, Emil. Th e Christ ia n Doct rin e of God, tr ad. Ol ive W~~~ R a p i d s: Z ondervan, 1987.
γοη . Fil a del fia: Westminster,
1949. Μο~1tmαηη,
~ ~~~ Jürgen. Trinida d y re ino de Dios. La doctri na sobre D ios, Sal a man ca: Sígueme, 1983.
C ullmann, Oscar. Cristología del Nu evo Testam en to. Buenos A ires: L a Auro ra, ~ Α Theological En cycloped ia of t he Ho ly Trin ity. Wil min gto n,
Ο' Carr oll, Michae l. Tr initas: ~
1965.
Delawa re: Michael Glazier, 1987.
David son, Ric h ard ~ Μ . Typology i n Script ure: ~
Α St udy of Hermeneu tical 'tupos' St ruct ures.
Berr ien S pri ngs, Michiga n: A ndrews Un i versity Pr P an nenbe rg, Wolfhar t. Theology a nd th e Philosophy of Sc ie nce, trad. Fr a n cis M c Do n agh.
ess, 1981.
Fila delfia: Westminster, 1976.
De d e ren, Raoul. "Reflections on the Doctrine of the Trinity". A ndrews Un iv
e rsity Sem inary
St udies 8 (1970): 1-22. - Systematic Theol ogy. t. 1, tra d. Geoffre y W. Bromile y. Gr and Rap ids: E erdm ans,
1991.
De M a rga r ie, Ber tr a nd. Th e Christ ia n Tr init y in History, tra d. Edm
und J. F or tman. Still Α Hi story of the Development of D octrine. 5 t. Chica-
Pe likan, Jarosl av. The Christian Tradi t io n : ~
Rive r, Massachusetts: St. Bede's, 1982.
go: Ch icago University Press, 1971-1989.
Denz inger, Henry. The So urces of Catho lic Dog ma, trad . Roy J. D
eferrari de Enchir idion Α Bib lical Challen ge
P~ί nn ock, C lark, et. ~α1. "Syste matic Theo log y ". En The Op enness of God: ~
Sym bo lo rum d e H enry Denzin ger. St. Lo u is: H erder, 1957. Existe version
española: to th e Tradi ti ona l Understa nding of God . ed . C l a rk Pinnock. Downe rs G rov e, Illin ois:
Denzinge r, Enrique. ~Ε 1 m agiste rio de la Igles ia, Barcelona: Herder: Barcel o n
a, 1955 (trad . InterVar si ty, 1994. pp. 101-125.
31 ~α e d. Henrice Den z inger En ch iridio n Sym bol orum, Fr ib urgo: H e rd r).
e
Prescott, W. W. The Savio ur of the Wo rld. Tako ma P ark, M aryl a nd : Rev iew and Hera ld,
Eric kso n, Mill ard J. Christ ia n Theology. 3 t. Gr a nd Rapi ds: Baker, 1990.
1929.
Feu e ~έback, Lud w ig. L a esen cia del cr istian is mo. Ma dri d: Trotta, 2000. Prov on sha, J ac k W. You Can Go Home Again . Was h ington, D.C.: R eview and Her ald, 1982.
Fo rtman, Edmund J. Α Histo rica l St udy of th e Doctrin e of the Tri nity .
The Tr iune God: ~ R ahner, Karl. The Trini ty, trad. Joseph Donceel . Nuev a York: He rd er a nd He rder, 1970.
Fi ladelfia: Westminster, 1972.
. Escri tos de teol og ía, 7 t. Madr id: Ta u r us, 1961-1969.
Froom, LeRoy. The Proph etic Fait h of O ur Fath ers. 4 t. Washi n
gton, D.C.: Rev iew a nd Rice, Richard . "Bibl ical Support fo r ~α N ew Perspective". En The Op enness of God: ~ Α Bibli ca l
Hera ld, 1965-1966.
Cha ll enge to the Tra di ti ona l Understa nding of God . ed . Cla rk P innock. Dow ne rs Gr ove,
G renz, Stanley J. y Roger ~ Ε . O lson . Twen t iet h-Cent ury Theo logy: Go d and the Wo rld in ~α Illinois: InterVa rsity, 1994. pp. 11-58.
Tra ns i tiona l Age. Downe rs G rove, Illi nois: InterVa rsity, 1992. Α Biblical Cha ll enge to
Sand ers, Joh n. "Historical Co n si d eration s". En Th e Ope nn ess of Go d: ~
G uy, Fri tz. "Wh at th e Trini ty Mea n s to Me". Adven tist Review, 11 de sep t he Tradit io nal Understan ding of God. e d. C lark Pίnnock.
~ Downe rs G r ove, Ill inois: Inter-
tiembre de 1986.
Harnack, Ado lf. History of Dogm a. 7 t, trad. Neil Bu chanan. Nuev a York: Do v e r, 1961. Varsity, 1994, pp. 59-100.
Sch leiermacher, F rie drich. Th e Chr istian Faith, Edi mb urgo: ~Τ &Τ
~ Clark, 1928.
Ε "The Mea n ing of ' L et Us' in Gn . 1:26". Andrews Un iv ers ity Sem i
H asel, Gerha rd ~
nary
Studies 13 (1975): 58-66. Se ven t h-day Adven tists A nswer Question s on Doctrine: An Expl a nat io n of Certain Major Aspects
of Se venth- da y Adven t i st Belief. Washingto n, D.C.: Review and H erald, 1957.
Hask e r, Willi am. God, Time, a nd Knowl edge. Ithaca, Nu ev a York : Corn e ll Un iversity P
ress.
1989. Smith, Urí ah. Looking Un to Jesu s. B att le C reek, Mi c h iga n : R eview and H e ra ld, 1897.

. "Α~ Philoso phical Persp ecti v e". En The Openn ess of God: ~ Τ. "The Bibl e Doctrine o f the Trinity". New York Independent, 14 d e n oviem-
Spear, Samue l ~
Α Biblical Ch a llenge to the
Tra di tio na l Understa nding of God . ed. C la rk Pί~ nn ock. Downer s Gr ove, Ill in bre d e 1889. Rei mpreso en ~ Μ . L. Andrease n , The Book of Heb rews. Washin gto n, D.C.:
ois: In ter- Review and H e rald, 1948, pp. 115-124.
Va rsity, 1994, pp. 126-154.

143
btephenson, J. Μ.~ The Atonemen t. R ochester, Nu e va York : Advent Review, 1854.
Jeloso, Ma rio. ~Ε1 compromiso c ristia no: un est ud io sob re la act ualidad mis ion era en el Eva ngel io

r
d e San luan. Buenos Ai res: ~ Ζυηίηο,
~ ~~~~ 1975.
Ε. J. C hrist a nd His Righteou sn ess. Oakland, Cal ifornia: P acific Press, 1890.
Cristo: Su p e sona
Naggoner, ~
Naggo ner, J. ~Η. The Ato n e men t. Oakl a nd, California: Pacific Press, 1884.
1Vhitehead , Al fre d N orth . Process and Reality : An E ssay in Cos mology . Nueva Yo rk : Mac-

y su ob ra
Μί1~ ~~~
~ Ιαη, 1929.
.~ Σ1 con cepto de nat ura leza. Ma dri d: G redos, 1968.
. ~Ε 1 devenir de la religión . Buenos A ires: Nova, 1961.

R aoul De d eren

I n t rodu cció n
En e l centro d e la re li gió n c ristian a está J es ucri sto. M ás allá de
1 ~α ace ptación de un co nj unto d e creencias fundamentales, en su
s uprem a esenc i a, nuestra reli gi ón es pr ime r o y ante todo un com-
pronuso con una P e rsona: Jesucristo. L o m is mo es ci erto d el men-
Ε1 evange lio consi ste en un evento en el centro del
saj e cri st iano. ~
cua l está Jes ucr isto. ~ Ε1 cr i sti an is mo no se re m onta me ramente ~α
una pri mi tiva co m unid ad de c r e yentes. Está enrai z a do en Jesús
Ε1 c ristian i smo es C ri sto. ¿ Pero qui é n es é l ?
de N az aret. ~
Ε1
~ propósito d e este ar tí culo es hace r un estudi o reflexi vo y
si ste m ático, aunque bre ve y se l ectiv o, d e 1α~ p er sona y misión ~ υ
ob ra d e Jes ucristo, basado e n las Esc ri t uras, p ar ticula rmente en
ΝΤ. ~
e l ~~ Ε1 punto d e p artid a en este estudio es que l os evange lios
son m ateriales históri ca mente auténticos y fi de dignos que des-
Ε 1 resto d e las E scritur as, tanto e l
c ribe n 1ο~ que Jes ús hiz o y dij o. ~
ΑΤ
~~ co mo el ~ ΝΤ,
~ son igua lm ente reconoci dos co mo fue ntes dig-
nas de confianza ~ γ fidedignas. Después de todo, 1α~ pe rso na y 1α~
obr a d e nuestro Señor, l o mi smo que s us impli caciones, son una
c uestión de reve lación m ás que de pensa miento h umano. E ste
a r tí c ulo cons id er a r á va r ios aspectos d e 1 ~α p ersona y la ob r a de
α saber, s u persona, muer te, resurrección, ascens ión,
J es ucri sto, ~

minister io su mosacerd otal y s u segunda venida de ac uerd o con


el bos quejo s i guiente.
~

Τeοlogίa F un damentos bíblicos de nuest ra fe

1. EL VERSO HECHO CARNE


Α. La encarnación
~
1. Preexistencia de Cristo
2. El Verbo se h izo ca rn e
~ nacimiento vi rginal
3. 5υ
Β. Divino y hu mano
~
1. La hu ma n i da d d e Cristo
2. Un a natu raleza h um ana sin pecado
3. La deidad de Cristo
4. U na Pe rson a: verd a deramente divina,
ve rd a deramente h uma n a

11. SU MI NIST ERI O ~ Υ MUERTE


Α. La obra qu e vino a realizar
~
1. Para confi r ma r las p romesas d e Dios
2. Pa ra esta b lecer el reino d e Dios
3. Para im p artir el conocimiento d e Dios
4. Para ser el Siervo d e Dios
5. P ara da r ej e m plo
6. Pa ra sa n a r ~α los d ébiles ~γ ~α los enfermos
7. Pa ra h ace r q ue el p ecado f u ese sobrema nera
pecaminoso
8. Para ser un fiel Sumo Sacerdote
9. Pa ra salva r ~α los pecadores med iante su muerte
Β . Una o b ra pred ic h a e n el ~~
~ ΑΤ
1. U n hec h o p resente en 1 ~α me n te de Cristo
2. U na convicción comparti d a p or
los escritores de( NT
3. U na muerte d e s upr ema im p ortancia
C. La expiac i ón: los elementos su byacentes
1. El térm ino atonement
2. Una relació n origi n al armoniosa
3. La causa d e la se p aració n
4. La ex p iación ~γ la muerte d e Cristo
S. Una obra divina

146
Cristo: Su perso na ~γ su obra

Μ ~~
D. La o b ra ex pi ato r ia d e Cristo: la enseñanza ~ ΝΤ
1. U na muerte s ~~αεrifiεία
~ ~~ 1
2. Una m uerte v ~ίca ri a
3. La dimensión expiación-propiciación
4. justificación
5. Reconciliación
Ε. El alcance d e la ex p iación
~

111. EL SEÑOR EXALTADO


Α. El Cristo resucita d o
~
1. U n hec h o fu nd amental
2. La t u mba vacía
3. Un a resurrección física
4. El significado d e la resurrecció n d e C r isto
~Ι3. El Se ñor qu e ascen d i ó
1. L a evid encia de la Esc r i tu ra
2. L a relación de la asce n sión con Cristo
3. Su relación con los c r eye n tes
C. El mi n ister io s u mosace rd otal d e C r isto
1. La evide n cia de la Esc r itura
2. Dos mi n iste r i os distintivos
3. Ascendió p ara reinar y c u mpli r todas las cosas
D. La segun d a veni da d e Cristo
1. la evi dencia d e la Escritura
2. Cómo reg r esa rá
3. El triunfo del r ei n o
~ I n vitació n ~α res p onde r
Ε.

I V. RESE ÑA H ISTÓ RICA


Α. La iglesia antigua
~
1. N egación d e la realidad d e las dos natu r alezas
2. N egación d e la i n tegri d ad de las dos naturalezas
3. La respuesta n ~ίcena
4. La relación entre las d os n atu r alezas
S. La definición calcedónica

147
Teología F undamentos bíblicos de n uestra fe

Β. L a Edad M edia
~
1. Máxima atenció n ~α la o b ra d e Cristo
C. La R efor m a
1. La cuestión de la comm u nicatio idio m at u m
2. Estados y funcio n es d e Cristo
D. Tiempos mod er n os
1. U n cambio r a d ical
2. Fried ric h Schleiermac h er
3. Albrec ht R itsc hl
4. K enoticismo
~Ε. Enfoques conte m poráneos
1. Cristología t rinitaria d e K arl B arth
2. El Cristo desmitologiza d o de R u d olf B ultmann
3. C r istología p aradójica d e Donal d ~ Μ . B aillie
4. Oscar C u ll man n
5. Cristología d el p roceso
6. Wolf hart P annenberg
7. Teología d e la li beración
8. El "mito d el Dios enca rnado"
9. El Seminario d e jesús
10. Cristología católica
F. Corrientes de pensamie nto co ntem poráneas o puestas
G. Los adventistas dell sépti mo d ía

V. CO MENTARIOS DE ELENA G. D E WHITE


Α.
~ El Verbo h echo carne
Β. Un a humani d ad caída
~
C. Dos nat uralezas en una pe rsona
D. Cristo nuestro e jemplo
~Ε. U na muerte sac rificial
F. Una d emostración d el amor de Dios
G. Resurrección d e Cristo
Η . Ascensión de Cristo
~
~Ι. S umo Sacerdocio de Cristo

Vi. BIBLIOGRA F

14 8
C risto: Su pe rsona γ su
~ o bra

1. EL VERBO HEC HO CA RNE


Α.
~ La e n car n ació n
L ABORDAR UN EXAMEN de 1α~ en se ña nza b íbl ica refere n-
te ~α Jesuc risto, pa rece que 1 ~ο mej or es, co m o hiz o el apósto l
AJuan en e l prólogo de s u Ev an geli o, atrae r prime ra m e n te 1α~
aten ción ~α una d e las afirm aci ones más aso mb rosas que se enc ue n-
tr an en l as Escritur as: que el Verbo "er a con Dios", "e r a Dios" (v e rs. 1),
Ε1 Ve rbo no só lo se hiz o carne, sino
y que "fue h ec h o carne" ( ver s. 14). ~
qu e "habitó entre n osotros" (v er s. 14). ~ Ε1 término significa liter al-
m en te `tabernac ul ó' ent re nosot ros" ~ ο "plantó su tiend a en tr e n oso-
tr os". Esta expresiv a metá f o ra d e 1α~ encarnación d el Ve rbo es as imis-
m o un cla ro indicio d e s u preexistenc i a.

1. Pr eexistencia de Cristo
Tanto implícita co m o explíc itame nte, el ~ ΝΤ ~ nos dice que Jesús, co-
mo el Verbo, exi stió a ntes d e su nacimie nto en Belén. Su existe ncia no
comenzó cuando n ació en Judea. No sól o e ncontra m os, e m an adas de
l os labios d e J esú s, una con si d e rab le can ti d ad d e refe ren cias ~α1 h ech o
d e que él fu e "e nvi ado" p o r el P a dre (cf. Mat. 5:17; 15:24; M ar. 1:38;
10:45; Luc. 19:10; Juan 5:23), l as c u ales p odrí an cons id er ar se co m o
mer as alusiones ~α su m is ión profética, sino que e n té rminos ex plícitos
d ecla ró su orige n ce lestia l, que él "vino" ~ ο " descendió" d el c ie l o ~α 1α~
tierra: "Sa lí de l Pa dre, ~ γ he venido ~ α1 mund o" (Ju an 16:28; cf. M at.
20:28; Luc. 19:10). " ~ Ε1 qu e d e a rriba viene, es sob re to d os; el qu e es de
1α~ tierr a, es te rre na l, y cosas te rre nales h abl a; el que vi en e d el cie lo, es
sobre to d os. ~ Υ 1ο~ que vio y oy ó, esto testi fi ca" (Juan 3:31, 32). ~ Υ nu e-
v amente: " Na die subió ~α1 cielo, sino el que descendió de l cie lo; e l Hij o
d el Hombre, qu e está en el c i el o" (Juan 3:13), ~ ο "¿ Pues qué, si vier eis
α1 Hij o de l Homb re s ubir adond e estaba pr i m ero?" (Ju an 6:62).
~
Nu estr o Señor no sólo ase ver ó que existía a ntes de v enir ~α este
mu ndo, en g l o ria y en estrech a comunión co n el Pa dre (Juan 17:5),
sino que a fi rmó si n vacilación "antes que Ab raha m fu ese, y o soy "
(Juan 8:58), fr ase qu e ev oca la d ecl ar ación "YO SOY EL QUE SOY" (ÉXO.
ΑΤ, el nombr e p or el cua l Dios se dio ~α conoce r ~α M o isés en
3:14) d e l ~~
e l desierto co mo autoexiste nte y eterno. Esto y a no es m er a preexis-
149
Teología Fu ndamentos b íblicos d e nuestra fe

tencia; es preexiste ncia eterna. " Palabra fiel y digna d e ser recibida
por todos -insiste Pablo-: que Cristo Jesús vino ~α1 mundo para sal-
var ~α los p eca dores" (1 Tim. 1:15; cf. 3:16). ~
Α los co losenses les escribe:
"Porque en él [Cristo] fueron c readas todas las cosas, las que h ay en
los cielos y las que hay en 1α~ tierra..., todo fue creado p or medio de é l
y para él. ~Υ él es antes d e todas las cosas, y todas las cosas en él sub-
sisten" (Col. 1:16, 17: ver Creac ión II. C). ~ Έ1 existía antes d e su naci-
miento en Belén.
Tampoco e l ~~ΑΤ guarda silencio sob re el tema. Miqueas ex pone ~α1
Mes ías que iba ~α venir como alg uien que había existido antes de su
nacimiento e n Be lén E frata cuyos "orígenes son desde el principio,
desde los días de 1α~ eternidad" (Míq. 5:2 NRV). Isaías d esc ribe ~α1
mismo Mesías prometido no só l o como "Admir able", "Co nsej ero",
"Prín cip e de p az", si no como "Dios fuerte" y " P adre eterno" (Isa. 9:6).
La en señanz a d e que el Hij o d e Dios existió antes de que naciera
en Belén y descendiera del c iel o, d onde desde to da 1α~ eternidad h abía
compartid o 1α~ gloria del Padre, es un factor vi tal en nuest ra com
prensión de su persona y ob ra. Se ñala que su nac imiento no fue si m-
plemente el de un gr an hombre, sino más bien el ingreso en 1~α condi-
ción hum ana d e uno que en 1α~ manera m ás íntima estaba identifica-
do con D ios.

2. Ε1
~ Verbo se h iz o carne
El concepto d e 1α~ preexiste ncia de Cristo está d esa rrollado con más
amplitud por los escrito res d el ~~ ΝΤ. A sí Juan, refiriéndose ~α1 Ve rbo
preencarnado, ex plica que el Verbo, que "era en el principio con
Dios", "fue hecho carne, y habitó e ntre nosotros" (Juan 1:2, 14). Juan
a firma inequívocamente que el Verbo "fue hecho carne", no me ra-
mente "se m ostró en" ~ ο "apareció co mo" carne. En un tiempo d e fini-
do, como el tiempo aoristo 1ο ~ subraya en el original, el Verbo se hizo
hum ano. J esús vino de arriba y tuvo lugar una encarnación, un tér-
mino de origen latino que significa "convertirse e n carne".
Que nuestro Señor Jesucristo, el eterno Hij o d e Dios, se haya h ec ho
humano para nuestra sa lvación es probablemente 1α~ d octrina de 1α~ fe
cristiana que es bás ica p ara todas las d emás. P ablo, en un p asaj e céle
bre, habla d e Jesús como el que "siendo en forma de Dios..., se des-

150
Cristo: S u p ersona ~γ su obra

poj o ~α sí mismo" ("se rebaj ó vol untariamente", ~ Ν V~Ι ), tomó 1~


α "form a
de siervo... haciéndose obed iente hasta 1α~ mu er te, y mu er te de cruz ",
antes de su subsecuente exaltac ión (Fil. 2:5-11). La pa lab r a morph é,
"fo rma", den ota las ca racterísticas y cua lida d es esenc ia les en co n-
tr aste con a quell as que son merame nte incidental es y mud ab les. ~ Ε1
a p óstol está afirm and o a quí qu e el Verbo preexistente tuvo las car ac-
terísticas esenciales d e Dios. ~ Έ1 e ra Dios. Luego P ab lo nota que, humi-
ll ánd ose ~α sí mis m o, el Ve rbo to m ó 1α~ " forma" de un s iervo; una vez
más, l as car acterísti cas y c ualida d es ese ncial es que hace n ~α un ser
humano lo que es. Llegó ~α ser plenamente humano. No f ue una meta-
morfos is, tan frec u en te en los mitos griegos, si no una en carnac ión
genu ina. Tampoco f ue m era m en te apa rien c i a de huma ni d ad, sin o
una hum anid ad ge nuina. La hum an id a d de C r isto fu e real y co mpl e-
ta. Un Se r div in o preexi stente se humill ó ~α s í mi smo y to m ó 1α~ natu-
ra lez a hum ana. Se pr o duj o una ge nuina en carnación .
En tod as las epí stolas de Pab lo se en c ue ntr an otr as muchas a lu sio-
nes ~α 1α~ encarnació n , al gu nas basta nte en fáticas (2 Co r. 8:9; Col . 2:9;
1 Tim. 3:16; Heb. 2:14; 5:7). En Gá l atas 4:4, 5 se nos d ice que "c uando
vino e l cumplimie nto d el tiemp o, Dios envió ~α s u H ij o, naci do d e
muj er y nacido baj o 1α~ l ey, p ar a qu e redimiese ~α los que estaba n baj o
1α~ ley, ~α fin de que recib iésemos la ad op ción de hij os". P abl o remite
tod a 1α ~ tr ansacción ~α1 Pa dre, qu ien as í cumple e l plan de re d en ción .
Ε1 Hij o de Dios nació de una muj er. Se subray a e l m is m o propósito
~
cu and o, hacia el fin de su v id a, e l ap óstol a firma qu e "este mensaj e es
digno d e cr éd ito y m er ece ser ace pta d o por to d os: que C risto Jes ús
vino ~α1 m und o ~α sa lva r ~α los peca do res" (1 Tim. 1:15 NVI). Es p os ib l e
qu e h ayamos sentid o 1α~ necesi d ad de un m aestro, un ej emplo, un
rev ela d o r, un intérprete d e 1α~ v o luntad de Dios, un balua rte contr a e l
γ más, pe ro an te tod o es Dios
m al. P o d e mos encon tr ar tod o esto en é l, ~
y Sa lva d o r.

3. S u n aci miento v irg in al


D e l as Esc rituras aprend emos que nu est ro Señor llegó ~α encarna r-
se ~α1 ser concebi d o ~α t ra vés d el p od er de l E spír itu Santo en e l sen o de
Ma ría, que er a vir gen (Luc. 1:26-35; Mat. 1:18:21). No h ay ev id enc ia
aquí d e l tipo de mi to griego común en el prime r siglo d e 1α~ e ra cr is-
Teología Fund ame n tos bí b licos de nu estra fe

tí ana, ni r e ferencia ~α un casamien to d e d ei da d es, ni una v er sió n mito-


lógica de l rel ato d e un n acimie n to, sin o sólo una dec la ración en un
lenguaj e sobr io y simple concernien te ~α un acto sober an o de l E spír itu
Santo.
La e ncarnación y e l nacimiento v irgi n al d e C risto i mpl ican tanto 1α~
deida d como 1α~ humanida d. Jua n no expresa un me ro axioma cuan-
do insiste e n que " J es u cristo ha venido en carne", y hace d e esta co n-
fes ión 1α~ prueba c ru c i al d e 1α~ verd ad (1 Ju an 4:2). M ás bien quiere
deci r que a qu e l que tuvo su ser eternamente e n 1α~ uni dad de 1α~
D eid a d llegó ~α ser humano ~α t rav és de un acto no re p eti d o de D ios,
sin re nu nciar ~α s u u nida d con D ios. P o r 1α~ pa labr a "carne" él no qui e-
re d ecir un cu erp o fís ico sol amente, sino una p er sona humana com-
pl eta. No se pued e p asa r por al to este asp ecto.
Pa ra una m enta lid a d mod erna, secularizada y p ositivista, que ha
p e rd ido 1α~ capac ida d de maravillarse, la preexistencia, en carnación y
n acimiento v irgi na l de C ri sto pa rece n demasiad o ~α me nudo meros
mitos en los que n ingun a p er sona inteligente pue de ya creer. Pa ra los
escrito res de l ~~ΝΤ, si n embargo, es só lo me di an te la encarnación como
D ios pu ed e se r ve rd ade rame nte con oc id o (cf. Juan 1:18). La pr eexis-
tencia, encarnación y nacimiento vir gin al de Cr isto constituye n una
u nida d . No son una d octrin a ais la d a, una p iez a extr aña qu e no enca-
j a en 1α~ fe cristi an a. Co nstituyen una dec la ración sob re 1α~ gracia divi-
na y 1α~ imp otencia humana. Fo rma pa rte d el g ran dra m a de 1α~ re d e n-
ción, y d escartarl os es c rea r un vacío e n 1α~ tr ama d e 1α~ compre nsión
bíb lica d e 1α~ p er sona y m is ión d e Cri sto.

Β. Divi n o y hu mano
~

1. L a hum a nid a d de Cri sto


La a fi rmac ión de qu e J es ú s fue v erd a d er amente huma n o está pre-
sen te en tod as partes e n el ~ ΝΤ.~ Aque l que vino p a ra ser con si d er ad o
exa ltado e n todos los sen ti d os ~α tr av és d e l os t ít ul os qu e l e fuer on
d ados fue, no obstan te, un verda d er o ser huma no. To d o 1ο ~ que se dice
en las epísto l as, los e vange l ios y e l lib ro d e l os Hechos d estaca preci-
samente eso. Q ue é l er a un ser humano ge nu in o es un s upuesto qu e
ο impregna tod o y qu e probab le m en te d a raz ón d e 1α~ m anera cas i
1~

152
C r isto: Su pe rsona γ su obra
~

ΝΤ presentan 1α~ hum anid ad d e


in c id e ntal en que los escri to res d el ~~
Jes ú s. Pabl o estaba ta n sólo resumiend o 1ο ~ qu e to dos reconocía n
r
cu and o esc ibi ó que Cr isto fu e "naci d o de muj er y n acido baj o la le y"
( Gál . 4:4), d e una cie rta familia y l i naj e (R o m. 1:3). No sin t i ó 1α~ nece-
s id ad de ampl ia r.

~α. L a ev id e n cia bíb l ica. Un a co n si d er ac ión más d eteni d a ~α l os


ev angeli os recal ca 1α~ misma s uposic ión común. N aci ó en 1α~ c iu-
d ad d e D av id ( M at. 2:1; Lu c. 2:4-11), vivió e n Palesti n a y fue se n -
te ncia do ~α mue rte e n J eru sa lé n b aj o P o n c io Pi lato ( M at. 27:11-50;
Jua n 18:28-19:37).
Ε 1 nomb re d e s u ma dre e ra M aría (Ma r. 6:3), y aunque no está n
~
regist ra d os l os nomb res de s u s h erm anas, l os n o mb res d e s u s
he rm anos fu eron J acobo, José, Simón y Ju das (Mat. 13:55, 56).
En el cuadr o d e linea d o p o r l os e va nge li stas se pe rciben l os rasgos
d e una humanida d r eal. ~Έ1 comió (Ma r. 2:16), durmi ó ( Mat. 8:24) y
se ca nsó (Juan 4:6) co m o otros seres hum a n os. Fue obediente ~α s u s
p a dres mient ras c recí a (Luc. 2:51), desarroll ándose en sab idurí a y
en estatu ra (Luc. 2:40, 52).
En re p etidas ocasio nes n os es presen tand o co m o al gu ien qu e
b u sca n inf o rmación m edia n te pregun tas ( M at. 7:3, 4; 9:28; Ma r.
7:18, 19; Lu c. 7:24-28; Ju an 11:34; 18:34). Co noció 1α~ triste z a y 1α~
an sied a d ( M at. 26:37; cf. Ju an 11:35; 12:27), co mo también 1 ~α ten -
tac ión ( Mat. 4:1). E stuvo fa milia riz ad o con e l h amb re ( M at. 4:2) y
1α~ se d (Ju an 19:28). D isfrutó 1α~ amista d d e unos (Jua n 11:5) y fue
conscie n te d el odio y l os cel os d e otros (Ju an 7:7; 15:18; Ma r.
15:10). Fu e un homb re d e oración ( M at. 14:23; Mar. 1:35; Lu c.
11:1) que ej e rció fe (Mat. 4:4; Ju an 11:41). Leemos tambié n d e s u
mira d a a ira d a (M a r. 3:5), d e un fu erte g ri to qu e l anz ó en sol ed a d
y el aband on o de 1α~ cruz ( Mat. 27:46), como tambi én de la abier -
ta expresión d e s u goz o (Lu c. 10:21).
No fal ta na d a pa ra tr ansmi ti r 1α~ convicci ó n d e l os a p óstol es de que
a nte nosotros tenemos e n Jes ú s ~α un ge nuino se r hum ano " h ec h o
semejante ~α los homb res" (Fil. 2:7), con 1α~ excep ción d e una so la
cosa. ~ Έ1 "no co noció p eca d o" (2 Co r. 5:21). Fu e el inmac ul a do
"Co rd er o de D ios, qu e qui ta el pecado del mundo" (Juan 1:29).

153
Teología Fu n damentos b íblicos de nuestra fe

b. Un esti lo d e vi da huma no moldead o por p ri n ci pios escri turí stí cos.


La gente cie rtamente tr ataba ~α J es ú s como ~α uno de ellos, mofán-
dose d e él cu and o se n egó ~α reco nocer que 1α~ hij a d e J airo estaba
muer ta ( Luc. 8:53) ~ ο j uzgá ndo l o falsa m en te co mo un "co mi l ón y
bebedor de vino" ( Mat.11:19). Se b url aro n d e é l, y lo az otar o n, pe r-
sonas que ob viam en te no v ieron nin g una ra zón p o r la cual no po-
dían co m eter su infami a impu ne mente ( Luc. 22:63). ~ Ε1 obj eto de
su s m o fas y c rí ticas er a un hombre real . Todo s u estil o de v id a e ra
hum an o, incluy e ndo s u pl en a confian z a en las Escr it ur as d el ~~ ΑΤ
com o 1α~ Palab r a re vel ad a d e D ios.
Co mo mie mb ro d e una co mun i d a d d e fe nutr id a p o r las
Esc rituras de l ~~ ΑΤ, co n sid er ó l os esc ri tos de l ~~
ΑΤ como inspirad os y
con a u to ri da d . Siempre t rató s u s na rr acio nes histór icas co mo
regi str os fi d e d ignos y confiab les de hech os indubitabl es. En e l
cur so de s u e nse ñanza hiz o refe rencia ~α Abe l ( Luc. 11:51), Noé
(M at. 24:37-39), Abr aha m (Juan 8:56), So d o ma y Gomorr a ( M at.
10:15; 11:23, 24), Isaac y Jacob (Luc. 13:28), l a serp iente d el d esie r-
to (Jua n 3:14), Sal om ón ( Lu c. 11:31; 12:27), Elías ( Luc. 4:25, 26),
Jon ás (Mat. 12:39-41), y much os otros i ndi viduos e incidentes de l

ΑΤ. Afirmó co n to d a cl ar id a d que sus pro pios princip ios y ense-


~~
ñanz as estaban basados en los pri nci pi os y enseñ an z as d e 1~ α
Esc ri tura ( M at. 19:16-22; 26:24; Luc. 4:1-13; 18:31-33). Pud o intro-
ducir una cita de 1α~ Escritura con expresiones com o éstas: " M o isés
dij o" (Ma r. 7:10), "bie n pr o feti z ó de v osot ros Isa ías" (v er s. 6), ~ο "e l
mismo Davi d d ij o p o r el E spír itu Santo" (Ma r. 12:36). P er o, co mo
res ulta c l aro p o r el contexto, estas dec la rac iones y amonestacio-
nes d er iv aban su a utor id a d de l h ec h o d e que e ra n ma nda mie ntos
de Dios (cf. M at. 19:4, 5; Gén . 2:24). Ta mbién puso s u sell o de apro-
b ación sob re d ec l ar acio n es en co ntr adas en Génesis 1 y 2 ( Mat.
19:4, 5; Ma r. 10:6-8). No vacil ó en escoge r, más de una v ez , pa r a
sus i lu str acio nes, las mis m as n arr acio nes que parecen menos
ace p tabl es p ar a la m e n te m o d erna.
Es p ar tic ul arm e n te sign i fi cativ o el hec ho d e que despu és de su
r es urrección , cua nd o se les a p areció ~α sus d isc íp ul os an tes de su
ascensió n , C r isto se ocupa r a d e 1 ~α ex p osición de 1α~ Esc ritura ( Luc.
24:25-27, 44, 45). Se pue de afirm ar s in temor ~α equiv ocar se qu e

154
γ su ob ra
Cristo: Su perso n a ~

como hombr e toda su vida estuvo condicionada por s u compren-


ΑΤ
sión de las Escrituras de l ~ ~ como 1α ~ P alabra de Dios. En ca da cri-
ο en cualquier otro m omento importante de su vida, el AT
sis ~
emerge d e un m odo ta l que subraya el hecho d e que él vivía por
su luz y oía 1α~ voz d e Dios en s us p áginas.

2. Una naturaleza hum ana sin pecado


Si h acemos una evaluación d e 1α~ naturaleza humana de Jesús, es
necesario tener en consideraci ón ot ro claro testimonio d el ~~ ΝΤ con cer-
niente ~α su carácter sin p ecado, ~
α1 qu e se hace referencia c laramente
en numerosas declaraciones. L a Epístola ~α los Hebreos afirma que
Jesús "fue tentado en todo segú n nuestr a semej anza, p ero sin peca-
do" (Heb. 4:15). Pedro, que 1ο ~ con oc i ó bien, se refiere ~α Jesús como "el
Santo de Dios" (Juan 6:69 NRV), añadiendo que él "no hizo pecado,
ni se h alló engaño en s u boca" (1 Ped. 2:22). Juan afirma que "no hay
pecado en é l" (1 Juan 3:5), m ientras que el testimonio d e Pablo es que
Cristo "no conoció pecado" (2 Cor. 5:21). Igual mente i mportante es e l
propio testimoni o d e Jesús: "Υο ~~ h e guardado los mandamientos de
mi P adre" (Juan 15:10). " ~~ Υο h ago siempr e 1 ~ο que le ag rada" (Juan
8:29). En el mi smo tenor preguntó ~α sus oyentes: "¿Quién d e vosotros
me redarguye d e pecado?" (vers. 46).
Parte de la misión de Cristo fue se r verdade ra m ente humano. Po-
seyó las características esenciales de 1α~ naturaleza hum ana. Fue
"carne y sangre" (Heb. 2:14), y en todas las cosas sem ej ante ~α sus her-
manos, los se res hum anos (vers. 17). Su hum anidad no correspondió
~α la humanidad d e Adán a ntes d e 1α~ caída, ni ta mpoco e n todo ~α 1α~
humanidad d e Ad án después de 1α~ caída, p orque las E scrituras des-
criben 1α~ humanidad d e Cristo como sin p eca do. Co ncebido por e l
Espíritu Santo, su nacimiento fue sobrenatural (Mat. 1:20; Luc. 1:35),
tanto es as í que el ángel enviado p or el Padre le dij o ~α M aría que "[el
niño] que ha de nacer será llamado Santo" (Lu c. 1:35 NRV).
Vino "en semej anz a d e carne de p ecado" (Rom. 8:3). Tomó 1α~ natu-
raleza hum ana e n s u condición caída con su s debilidades y riesgos y
llevando las consecuencias d el p eca do, pero no su pecamίnosίdad. ~ ~
Fue v erdaderamente hum an o, uno con la raza humana, excepto p or
el peca do. ~ Έ1 pudo d ecir con v erdad: "Έ1 ~ [Satanás] no tiene ningún

155
Teología Fundamen tos bíb licos de nu estra fe

dominio sob re mí" (Juan 14:30 ~ ΝV~Ι; en em oi o uk eche¡ oud en,1ϊt.


~ " n ad a
ti en e en mí"). Jesús to m ó 1α~ nat urale za humana, d ebil itad a y d eter io-
ra da por cu atro mil años d e p eca do, sin emba rgo incontaminada y sin
man cha. "No ha y p eca d o en él", esc ribe Ju an (1 Juan 3:5).
El testim onio un i forme d e 1 ~α Escrit ur a en cua nto ~α 1α~ ~ϊmp ecabil i-
dad de J esú s no significa que é l no pud o haber p ecad o. Si bien es cier-
to que la Escri tur a n os dice que D ios no comete p eca d o y no pue de
se r te nta do (San t. 1:13), es apropiado d ecir que Jesús, como ser huma-
no, pud o haber pecado, aunque no 1~ ο hi zo. Re hu só quebrantar su
íntima rel aci ón con el Pa dre. Hubo luch as y tentaciones ge nuinas, al-
gunas de eno rme intensidad, co mo 1~ ο muestr a s u lu cha e n el Getse-
m aní p ar a hace r 1α~ v o l unta d de l P a dre ( Luc. 22:41-44).
"¡Graci as ~α Dios p o r su don inefable!", escribe P abl o (2 Co r. 9:15).
Ε1 misterio d e C ri sto está más allá de una expres ión v e rbal adecu a d a.
~
P o rqu e ciertamente 1α~ ~ϊmpecabϊ~lid a d d e Cristo no es me ra m en te un
asu nto d e pe rfecció n m o ra l, s ino el fu nda m en to d e s u muer te v ica ri a.
S u ~ϊmp ecab ~ϊli d ad no es s impl em en te una dec la ración sob re C risto-en-
s í-mismo sino ta mbién de Cristo-por-nosotros, de C risto como nues-
tro Salva dor. Porque él es santo y s in pecado, está plena men te ca l ifi-
cado pa ra ser Señ o r, Re dentor y Sum o Sacerdote p ar a l os p eca d o res.
E sta sa ntida d , esta imp ecabilida d d e J es ú s, es la pres up osi ción moral
d e 1α~ expiación qu e se consid er ar á más ade lante (ve r ~ΙΙ.~ C-E ).

3. La d e id a d de Cristo

~α. Títulos de Cristo. J unto con estas declar acion es sobre 1α~ v erda dera
y genuina humanid ad de Cristo, pue de d esc ub rir se al go d el luga r
asignado ~α Jes ú s e n 1α~ creencia c ristiana pri mitiv a me dian te un
estudio d e los n o mb res y tít ulos que Jes ú s mismo usó ~ο que otros
l e dieron . Aunqu e l os títul os m en cio na d os a quí no equiv ale n ~α una
presentación siste m ática d e la p erson a y 1α~ misión d e Jesús, indu-
dab lemente hacen una contribuc ión i mporta nte en ese sentid o.

1.M es í as/Cristo. Pa rece l ógico co m enza r con " Mesí as", puesto
que la iglesia cr isti ana deb e su n o mb re ~α1 e qu i va lente gr iego
Christos, el "Ungido". L a p al abra h ebrea se re fiere ~α 1α~ figura de l

156
Cristo: Su perso n a y s u o bra

l iber ta d o r ~α quien l os j udíos espe raban ~γ que se ría e l agente de


D ios en 1α~ inauguración d e una nuev a e ra p ar a el pu eb l o d e D ios.
Tan to el té rmin o heb reo como e l gri ego se deriv an de raíces que
si gnifican "ungir ". Evid ente men te, ~α1 lla ma rl o "C risto", l os escri -
tores d el ~~ ΝΤ consid eraban ~α Jesú s como apa rtado en forma es p e-
cial pa ra una tarea p a rtic ul ar.
Ε1 títul o Christos ap a rece más d e quin ientas v eces en e l ~
~ ΝΤ.
~ Aun-
que hab ía más de un concep to de mesianis m o entre l os contemp o-
ráneos d e Jesús, se reco noce gene ra lmente que e n el pri me r sigl o
l os j udíos hab ía n ll ega do ~α con sid era r ~α1 M es ías como a l guie n que
estaba en una re l ació n esp ecia l co n D ios. Él int rodu cirí a el fin d e
l os sig los, c u and o se establ ece ría el reino de Dios. Era a que l ~α t ra-
v és de qui en Dios irrumpiría en 1α ~ hi stor ia p a ra 1α~ liber ación d e s u
pu ebl o. Jesús ace p tó el títul o " Mesías", pe ro no est imul ó s u u so
porque el térm in o estaba ca rga d o d e impli caciones políti cas que
hací an difícil su empleo. Aunque renu en te ~ α v al er se d e él en públi-
co p a ra d esc rib i r s u m isión , Jesús no reprend ió ni ~α P edro ( M at.
16:16, 17) ni ~ α 1α~ muj er samaritana (Juan 4:25, 26) p o r usa rlo. Sab ía
que é l er a e l Mes ías, como se v e en el inform e d e Mar cos de las
p al abr as de Jesús en c uan to ~α da r ~α uno d e s u s di scípul os un vaso
d e agu a "p orque son de Cr isto y lle va n su n o mb re" (M ar. 9:41, L a
Biblia d e L ati noamérica). To d o d ep endía d el contenido puesto en
él , como qu ed ó indi cado en 1α~ respu esta d e Jesús ~α P e dro en
Cesa rea de Filipo. Poco después de qu e este úl tim o confesa r a que
J es ú s cier ta m en te er a "el Cristo, el Hij o d el Dios v i vi en te" ( M at.

16:16), Jesús reca lcó e l hecho d e que "era necesari o ~α1 Hij o d el
Hombre pa d ece r much o" (Ma r. 8:31; c f . Mat. 16:21). Rech az and o 1α~
id ea de un mes iani smo p o lítico, Jesús rein te rpretó 1α~ función me-
s i ánico d e una maner a radicalmente difere nte d e las interpretacio-
n es corrientes. S i cons id er aba se r e l M es ías, era e n e l contexto d el
cumplim iento d e l ~~ ΑΤ, es d ecir, sie ndo consciente d e que e ra el
agente de Dios p ar a 1α~ red en ción de l pueb l o d e Di os, una red en-
ción ente ndida en un sentid o esp ir it u a l a n tes que nacional ista.
L a resurrección d e Cristo acl ar ó y cer tificó s u título como Mesías.
Ciertamente, en e l con texto de 1α~ res urrecc i ón y el de rramamien to
d el Espírit u Santo, Pe dr o d eclaró en P en tecostés qu e " ~α este Jes ú s
157
Teología Fun damentos bíblicos de n uest ra fe

α~ qu ien vosotros cruci ficasteis, Di os l e ha h echo Señ o r y Cristo"


(H ech . 2:36). Desd e e l pr incipio, el tema d e 1α~ predicación y ense-
ñanza c rist i ana ha si d o "que Jesús es el Mesí as" (H ec h . 5:42 ~~~ ΝΒΕ ).
Tan profund a e ra 1α~ co nv icción d e la igl esia primitiv a sob re este
punto qu e "C risto" pr o nto se convi rtió prácti ca me nte e n un n o m-
Ε1 ev ange lio que ell os proc l am aban e ra el
b re pr o pio p ar a J esú s. ~
"e va ngelio d e J es u cristo, Hij o d e Dios" (Ma r. 1:1). En tre otr as co-
sas, el t ítulo Mesías ~ ο Cr isto h abía ll egad o ~α significa r p ara l os pri-
m er os discípulos el ungi do Rey d e 1α~ promesa.

2. Cristo co mo Se ñ o r. Si bie n Cristo ~ ο Mesí as er a un títu l o d e sig-


nificación pa r ticula r p ar a l os cr istianos j udí os, el t ítul o "Señ o r " (gr .
kyrios) tenía ma yor significa d o p ar a los gentiles. No fue a d op tad o,
sin embar go, ~α p artir d e fue ntes gen til es sino que fu e tomad o de l
ΑΤ, donde e n s u versió n g riega fue usa d o par a tra ducir Ya hweh
~~
(Gé n . 2:4) y Ad on ai (Jos. 3:11; Sa l . 8:1, 9). En e l gr iego sec ul ar,
"Seño r" p odría ser simpl eme n te una i nd icació n d e respeto
("Señor ", M at. 13:27; Ju an 4:19., ~ο "amo", Mat. 10:24 y Ju an 15:15
ΝV~Ι). P o r to d o e l mund o h e lenístico se usaba también "señ o r "
~
p a ra dir igirse ~α las div inid ad es d e los cul tos de misterio, como
también ~α1 emp e ra d o r. En m ás d e un caso, apli carlo ~ α J es ú s e ra en
e fecto igua l arlo ~α 1α~ Deid ad, como pue de ve rse mej or en 1α~ confe-
sión d e fe de To m ás: "¡Se ño r mío, y Dios mío!" (Juan 20:28).
Α1 re fe rir se ~α Jesú s co m o Señor, la i glesia pr i mitiva quiso manifes-
~
tar qu e 1 ~ο situ ab a enc ima d el n i ve l hum ano y me rece d o r d e ado-
r aci ó n ( Hech. 7:59, 60), digno d e invoca rl o e n or aci ó n ( ve rs. 59, 60)
y confian za ( H ech . 16:31; R o m . 10:9), auto r de nuestr a sa lv ación
(H ec h . 15:11; 1 Tes. 5:9). " ~ Έ 1 es Señor de señores y Rey de reyes"
(Ap oc. 17:14; cf. 19:16), qu e comp a rte con D ios s u nat ura le za, co n-
cedi énd o nos gracia co m o también p az (Fil. 1:2; 2 Tes. 1:2), co nfo r -
tando nuestros co ra zones y estableciénd on os en toda bue na ob r a
(2 Tes. 2:16, 17). En s u u so cristiano el título implica 1α~ sobe ra ní a
absoluta d e J esús sobr e tod os l os asp ectos de 1 ~α vid a y 1α~ fe, y
de nota d ei d ad . Pa ra los cr isti anos, C ri sto es e l " único Sobe ra no y
Se ño r" (Jud. 4 NVI), de quie n to d o c re yente es lla ma do ~α "v estir -
se" (cf. Rom . 13:14), por cuya ca u sa tod o disc ípul o está d is puesto

158
Cristo: γ su ob ra
S u perso na ~

α~ arriesgar s u vi d a (H ech. ~Σ5:26), incluso ~α mo rir (H ec h. 21:13).


Si mple men te es el "Señ o r y Salva dor Jesucristo" (2 Ped. 1:11; 2:20).
Aquí nuevamente, la res urrecció n de C risto hizo comprend er ~ α los
pr im eros cre yentes el v erda d ero significado d el se ñorío de C risto,
porqu e, como Pe dro l e d ij o ~α 1α~ multitud en P en tecostés, fue por
este e vento que Dios 1ο ~ hiz o tanto Kyrios como Chr istos: "Se p a,
pues, cier tí sim amente tod a 1α~ casa _de Is r ael, que ~α este J esú s ~α
quie n vosotros cr uc ificasteis, Dios le ha h ec h o Señ o r y Cristo"
(H ech. 2:36).

3. H ij o d e Di os. " Mesías" y "Se ñor " so n títulos qu e podrían en ten-


de rse en un sen ti d o fun c i on al, como sugir iend o 1α~ acci ó n y e l pro-
pósito de Di os en un hombre p a rtic ula r. " Hij o de Di os", otro títu-
lo atrib uid o ~α Jesús en el ~~ ΝΤ, apun ta más allá d e su m e r a funció n .
Ind ica ~α relación d e esa p er so na con Dios en su ser. Jesucri sto es
1
más que homb re d e Di os, el in strumento de 1α~ acción de Dios. ~ Έ1
es el Hijo d e Dios. Su relación con Dios va m ás allá d e lo funcio-
nal. Es o nto lóg i ca. É sta es 1~α dime nsión rad ica lm en te nuev a que e l
ΝΤ
~ ~ otor ga ~α 1α~ comprens ión d el título " Hij o d e Dios". Más allá d e
1 ~α acc ión divin a en él, es un se r div ino. ~Ε1 H ij o está "e n el seno d e l
Pad re" (Juan 1:18). Algo de l ser d el Pa dre está en el Hij o.
"Hij o de Dios" en el ~~ ΝΤ p o dría significa r mu c ho ~ο poco. S u signi-
fica d o está basado e n e l uso d istintivo d e l término e n el ~~ ΑΤ. Podí a
a plica rse ~α los ánge l es (Job 1:6; 38:7). Ocasio nalmente el re y es ll a-
ma d o hij o d e Di os (2 Sam . 7:14; Sal . 2:7). Se res huma nos j ustos son
ll ama d os hij os de D ios (Gén. 6:2); de 1α~ m is m a m aner a, se habl a d e
Is rael, con si d e ra d o colectiv am e n te, como h ij o de Dios ( ~Έχο.
~ ~ 4:22;
Ose.11:1). Per o cua nd o 1α~ fr ase se usa resp ecto ~α jes ú s,1α~ evide ncia
muestra que no deb e e n tend erse en e l mi smo sentid o de los otros
casos. ~ Έ1 es ll ama d o "mi Hij o amado, en quien tengo co mplace n-
cia" (Mat. 3:17). Ma rcos ab re s u Ev angelio con 1~α frase " J esucr isto,
Hijo de Dios" (Ma r. 1:1). Mateo 2:15 apli ca ine quívoca mente ~α
J esús 1α ~ expresión "mí Hij o" d e Oseas 11:1. L a confesión d e Pe dro
en Cesarea de Filip o, "Tú eres el Cristo, el Hij o del Di os vivie nte"
( M at. 16:16), es acepta d a sin repa ros p o r Jesú s, qui en 1~α atrib uye ~α
una rev elación divina ( vers. 17). Aquellos que 1ο~ acusaro n d e deci r

159
Teología Fundame ntos bíblicos de n uest ra fe

"Soy Hij o de Dios" (Mat. 27:43; cf. Juan 19:7) d eben haberlo oído
u sar el t ítulo. En los evangelios sinópticos es claro que Jesús acep-
tó el título y pensó d e él mismo como H ij o d e Dios (Mat. 11:27;
M ar. 13:34). El título entra en su significado más pleno en el
Evange lio de Juan, d onde en muchos casos se u sa 1α~ expresión "el
Hij o" antes que "el H ij o de Dios", 1 ~ο cual es ot ro m odo de hacer
resa ltar 1α~ condición única d e Jesús. Dios y su Hij o están unidos
entr e sí en fo rma singul ar (Juan 3:35; 5:19, 20). Jesús m ismo recla-
mó te ne r de recho ~α este tí tulo (Juan 10:36), y los j udíos entendie-
ron 1α~ mane ra en que él sostenía que Dios e ra su Padre p ara indi-
car que se estaba h aciendo "ig ual ~α Dios" (Juan 5:18).
Fue ra d e los evangelios, los escritores d el ~~ ΝΤ definen el mensaj e
cristian o como e l "e va nge lio [que] habla de su Hij o [de Dios]"
(Rom. 1:3 NVI). Ya en los comienz os d e s u ministerio, Pab l o pudo
resumir el camino cristiano co mo "1α~ fe en el Hij o de Dios" (Gá l.
2:20 NVI). La Epístola ~α los Hebreos no só lo dec lara sino enfatiza
1α~ d ivina condición de Hij o de J esús e l Cr isto. Cr isto es s upe rio r ~α
los profetas d el ~~ ΑΤ (Heb. 1:1, 2), es e l "Hij o" p o rque "es e l res-
plandor de 1α~ gloria d e Dios, 1α~ fiel i magen de lo que él es" ( vers.
3~ ΝVΙ).~ Su posición es 1α~ de Hij o y sob re esa base es s upe rior ~α los
ángeles ( vers. 4, 5) y may o r que el mi smo Moisés (vers. 5, 6).
En el sentido m ás completo el Hijo p articipa de 1α~ misma natur a-
ieza de l Padre. Posee los mismos atributos (Juan 5:21; 8:58; 21:7),
realiza las mismas ob ras (Mat. 9:2; Juan 5:24-29), y reclama igual
honor que el otorgado ~α1 P adre (Juan 5:23; 14:1). A sí como 1α~ resu-
rrección rea lza el significado de los títulos considerados an te rior-
mente, también maximiza el de "Hij o", p o rque en las p alabras d e
P ablo, J esús "fue d eclarado Hij o d e Dios con poder... por 1α~ resu-
rrección de entre los muertos" (Rom. 1:4). S i 1α~ condición singular
de Cristo como Hij o p odría h aber sido osc ura antes de su muerte,
ciertamente y a no 1ο ~ fue despu és d e su resurrección.

b. J esús como D ios. Por 1ο ~ m enos en tres ocasiones, los escritores


bíblicos hablan muy claramente de Jesús como Dios. En 1α~ prime-
ra d e ellas (Heb. 1:8, 9), se presenta Salmo 45:6, 7 como 1ο ~ que D ios
d ice ~α1 H ij o: " Mas d el Hij o dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del
160
Cristo: 5υ~ pe rso n a ~γ su o b ra

sig l o; cetro de e quid a d es el cetro de tu r eino. Has a mad o 1α~ j u sti-


cia, y aborrecid o 1α~ ma ld ad, por 1ο~ cua l te un g i ó Dios, el Dios tuyo,
con óleo de a leg ría más que ~α tu s comp añer os". En este p asaj e e l
Hij o, qu e es s upe rior ~α los ánge les ( H eb. 1:4-2:9), ~α Moisés (H eb.
3:1-6) y ~α1 s umo sace rd ote levítico (H eb. 4:14-5:10) es t ratad o co mo
Dios. Como e l Padr e, J es ú s p osee 1α~ natur ale za div i n a.
L a segunda decl ar ació n ex plícita se en c ue ntr a e n Ju an 1:1: "En e l
pr in c ipio er a e l Ve rbo, y e l Verbo era con Di os, y el Ve rbo e ra
Dios". Si bien es cierto qu e h ay exce pcio nes ~α 1α~ reg la, e l u so sin
ar tículo de " Dios" en 1:ic ("y el Ve rbo e r a D ios") disti n g ue ~ α1 pr e-
dicad o de l suj eto del ve rbo "se r ", confi rmando así 1α~ t ra ducció n "y
el Ve rbo e ra D ios". En a dición, 1α~ o mi sió n d el a rtíc ulo enfatiz a 1~α
calida d y el car ácter de l Verbo. D espués d e hacer 1α~ di stin ción
entre el Ve rbo y Dios el Pa dre (ver s. lb), Jua n a firm a que el Ve rbo
comp a rte 1α~ m isma naturale za con e l Pa dr e.
En la pri m er a d e l as tr es taj an tes c l áus ul as d el v e r síc ulo 1, Jua n
a firm a 1α ~ existenci a absolu ta, s upr atemp o r al de l Ve rbo. ~ Έ1 exis-
γ de 1α~ creació n . S in e m ba r -
tió en e l pr in cipio, a n tes d e l ti e mp o ~
go, esta s ubsiste n cia ete rna no tuv o lu ga r en a isl a m ie nto, p orque
Ju an aña de qu e "el Verbo er a con Dios". Era d istinguib l e de D ios,
sin e mbar go estaba e n co muni ó n con él , en un v erd ade ro se nti-
d o idé n tico ~α Dios. ~ Ε1 a p ósto l cier tam e n te a fi rm a esto ~α1 d ecl ara r
ine quív oca m ente qu e "el Ver bo er a Dios". ~ Ε1 pre d icad o " D ios"
en 1α~ te rce r a fr ase de esta n otab le d ec la r ación oc up a una p osi-
ción d e é nf asis, pr obabl eme n te p a ra imp e dir inf er e n cias ina d e-
c uad as e n c u anto ~α 1α~ natura lez a d el Verbo. E tername nte preexis-
te nte y en in te rcomu ni cación pe rson al con el Pa dre, el Verbo, i de n-
ti ficad o co m o J es ú s de N az ar et en e l v er sícul o 14, es in trín seca-
m e nte div in o.
En n in gun a otr a p a r te d el ~ ΝΤ ~ se ide n ti fi ca ~α J es ús m ás c la r a-
m e n te co m o Dios que en e l p asaj e fin al, d ond e e n res pu esta ~α 1α~
i nvitació n d e J es ús d e toca r s u s h er id as, To m ás, e l d isc ípul o
escép tico, pronun cia las p a l ab ras: "¡Señor mío, y D ios mío!"
(Jua n 20:28). L a confesió n es m ás signi f icati v a po r el h echo d e
qu e J esú s no la cens ur ó (v ers. 29; cf. Ap oc. 19:10). Así co m o I s rael
h ab í a honr ado ~α Yahweh co m o "Señor y Dios nu estro" (Sal . 99:8
Teología Fund a mentos bíblicos d e n u est ra fe

NVI), ig ualmente los cristianos p odían referirse α~ J esús como


"Señor mío y Dios mío" y honrar "α1 ~ Hij o como h onran ~α1 Pa-
dre" (Juan 5:23).

~ε. J esús e ra consciente d e su divinidad. ~ Ε1 Evangelio d e Juan ha


preservad o una cantid a d conside rable d e aseveraciones h echas
por Jesús mismo que d an testi mon io d e qu e co mprendía clara-
mente que e ra d ivin o. Dij o r ep etidamente que er a d e orige n y
naturaleza m ás alto que 1ο ~ terrenal. Enseñó que había "baj a d o d el
cielo" (Juan 3:13, L a Biblia d e L atinoamérica). Afirm ó: " Vosotr os
sois de abaj o, yo soy de arriba; v osotros sois d e este mund o, yo
no so y de este mund o" (Ju an 8:23). Además, d ec lar ó: "Salí d el
Padre, y he v enido ~α1 mund o" (Juan 16:28). E stas d eclaraciones
son afirmaciones de preexistencia, hechas aun m ás explícitas en
1α~ pregunta: "¿ Pues qué, si viereis ~α1 H ij o d el Hombre subir a don-
de estaba primero?" (Juan 6:62), ~ ο en su o ración: "Padre, glorifí-
came tú ~α1 lado tuyo, con a quella gloria que tuve contigo antes
que el mund o fuese" (Juan 17:5).
Esta conciencia d e ser ontológicamente divino se expresa más
ampliamente en los notables dichos, r epetidos v arias veces: "Υο ~~
~~ soy el pan d e vida" (Juan 6:35), "Υο
soy". "Υο ~~ soy 1α~ luz del
mundo" (Juan 8:12), "Υο ~~ soy la puerta" (Juan 10:7), "Υο ~~ soy el buen
pastor" (vers. 11), "Yo so y 1α~ resurrección y 1α~ v ida" (Juan 11:25),
~~ soy el camino, y la verdad, y 1α~ vida" (Juan 14:6), " ~~
"Υο Υο soy 1α~
vi d verdadera" (Juan 15:1).
J esús no meramente trae ~ο d a pan, vida, luz ~ο resurrección. ~Έ1 es
cada una de esas cosas. ~ Α oídos j udíos esas a fi rmaciones " ~~
Υο soy"
d eben haber despertado asociac iones d e 1ο~ divino, p orque en 1α~
L~ΧΧ,1α
~ ~ tr aducc ión griega del ~ ΑΤ~ h ebreo, Dios mismo usa frecuen-
temente el mismo enfático "Υο ~~ soy" (cf. Deut. 32:39; Isa. 41:4; 43:10;
etcétera).
La misma inferencia se destaca c laramente e n otros p asaj es en
los que el Señor usa la fó rmula "Υο ~~ soy", sin añadir un modifi-
ca or de predicado, p or ej emplo en Juan 8:24,28 y 13:19. ~
d l Ε1 m ás
impres ionan te se e n c u entra en Juan 8:58: "De cie rto, d e cierto os
digo: Antes que Abraham fuese, y o soy". Airados, s us oponen-
162
Cristo: Su p e rson a ~γ su o b ra

tes "toma ron entonces pi edras par a arroj á r se l as" (v e rs. 59),
obvia m en te consi d er ando 1α~ dec l arac ión de J es ú s como una afir-
mació n bl asfe m a de i gu a lda d co n Dios, de inmutabili d a d, 1α~
preten s ión de se r p arte d e 1α~ D ei d a d .

4. Un a Pe rsona: v erd a de ra m ente divina, ve rd a de ra m ente hum ana


Hab iend o llega do ~α 1 ~α con c lu sió n d e que el ~
ΝΤ~ enseña que Jesús
de N az aret fu e ~α1 m ismo tiemp o ve rda deramen te div ino y v erda d e-
ramente humano, toda vía en fr en ta m os uno de los problemas c ri sto-
lógícos más difí ciles y de 1~α mayor i mp o rtancia: ¿Cóm o pu ed e haber
dos natura l ez as y sin embar go so la m en te una pe rsona? A unque
pu e d e resultarn os difíci l contestar 1α~ pregu nta, l as Escrituras nos a ni-
man ~α con si de r ar el mister io d e Dios, i ncluso el de C risto (Co l . 2:2, 3);
y J es ú s mism o n os d ice que es p osib le un v erda d ero conocimi en to de
él ~α través de 1α~ rev el ación ( Mat. 11:25-27; 16:17).
Prime ro d ebe estab l ecerse qu e 1α~ Escritur a mis ma r equ ie re el
punto de vista según el c u al en J esús se uni eron dos n atur a le zas en
una p ersona. He m os nota d o qu e l as Escritur as cie rta me nte re pre-
sen tan ~α Cristo como p oseedor de una n atur al e za divi n a y una na-
turaleza huma n a. Que éstas se un en en una p e r so n a se d a p o r se n -
ta d o consta nte m ente, m ás qu e ex presado fo rm a l m ente, en el ~~ ΝΤ, el
cua l pr ese n ta ~α J esús com o una p e rsona, una pe r so n alida d indivisa
e n la qu e l as d os nat ura lez as está n insep arab l eme n te unid as. A s í
Pabl o h ab la de C risto co m o descendi ente de Da vi d d e ac u erd o con
su natura lez a hum ana (R o m. 1:3) y como " Hij o de D ios... según e l
E s píritu de santid ad " ( vers. 4): d os nat ur al ez as en una sol a pe rson a.
En 1α~ Epí stol a ~α l os Hebreos uno e ncuentra desde e l mis mo co mienz o
un d esarroll o si stem ático d e las d os natur ale z as de Cristo e n una pe r-
sona. ~ Ε1 primer capítulo procl ama 1α~ de id ad d e C ri sto ( ve rs. 2, 3, 6,
8,10-12), mie ntras que e l segund o explica en detalle su huma n id a d
( ve r s. 9, 14, 16, 17). La mis ma unión per so n al se a n al iz a una ve z
más en 1α ~ desc ripc ión que Pabl o h ace de C ri sto como sie nd o en 1α~
misma forma (esto es, n atur a le za) de D ios, y s in emba rgo, r es p ecto
~α s u humanida d , a n on a d ándose ~α s í mimo, tomando 1~α mi s ma na-
turaleza (nueva mente "f o rma") d e un s i erv o, y s iend o h echo ~α 1α~
semej anz a hum ana (Fil. 2:6-8). Ju an, i gualme n te, testifica que el

163
Teología F und ame n tos bíblicos de n u estra fe

Verbo, que es Dios, se h i z o carn e, y que Cr isto, te ni endo una n atu-


ral ez a divina y una hum ana, habi tó e ntre los seres hum anos (Ju an
1:1-18).
E sta convicc i ón fu e ta n fu e rte ent re los primer os c reyentes que, sin
1α~ menor vacil ación, los apósto l es aplicaron las cuali dades tanto de 1α~
hum anidad co m o d e 1α~ Deida d ~α la mis m a p er so na. As í, a quel que
sostiene to d as las cosas m ediante 1α~ p al abr a de s u potencia c reció y
llegó ~α se r fu er te en estat ura y en sabi duría. ~ Ε1 que fue antes de
Abr aha m n ació en un p eseb re. ~Ε1 que muere es e l que llena todo en
to do. En a lgunos casos l as d os natura lez as se ma ntienen en te nsión
e n una frase sencill a, comp acta, como 1α~ que dice que ell os h abí an
"cru ci ficado ~α 1 Se ñor de g lori a" (1 Co r. 2:8). D eclar aciones co mo éstas
no son contra d icciones ni abs urd os cuando se las pe rcibe ~α 1 ~α luz de
1α~ unión per sona l huma no-divi na ex puesta e n las Escr it ur as. Só lo t ie-
nen se ntido si uno s upone qu e estas dos natur ale zas fu er on unid as en
una so l a p e rsona, el Dios-hombre.

Υ MUER TE
11. S U M I N IST ERI O ~
Los prime ros c ristia nos no se opu sieron ~α qu e se l e atribuy e ra
tanto 1α~ natur ale za huma na como 1α~ div ina ~α J es ú s de Na zaret. Sin
emba rgo, si bien estaban in te resa d os en c uanto ~α qui én er a Jesús
( Mat. 16:13-17), mostra ron aún m ayor inter és en s u m isión y e n su
obra. Una comprensión cada vez m ás clara d e quién er a é l les a yud a-
ba ~α entende r m ej or 1ο
~ que su condición de p er sona única p odía h ace r
por ellos.

Α.
~ La obra qu e vi n o ~ α realizar
Un a l ectura cuidadosa del ~~ΝΤ muestra que s us esc ritores estaban
--o nvencidos que 1α~ ve ni da d e Jesús tenía un propós ito. ~ Έ1 no si mpl e-
mente "apa reci ó", ni er a sól o un gal ileo d otado con un conocimie nto
espec ~α1 d e los caminos de Dios. Fue "enviado" p or e l P adre, una
d ecl ar ación que a parece unas c uarenta veces sólo en el Eva nge lio d e
Juan. Nuestro Señor mis mo indicó frec ue ntemente que tenía concien-
cia de estar comisionado p or D ios p ar a su tarea. Se usan dos p al ab r as
p ar a descri bir este envío: la pa lab ra gener al pemp~δ y 1α~ m ás específica
apostellá, que muestr a una conex i ón íntima e ntre e l que e nvía y e l

164
C risto: Su p erso n a y su ob ra

env iado. Como Sierv o u n gido d e Dios, Jesús sintió qu e hab ía un


decr eto que él deb ía ej ecutar. Lu cas hace resa ltar esto muy vigo rosa-
mente usand o 1α~ form a verba l g riega dei (" deb e" ~ ο "es necesa rio")
unas 18 veces (Luc. 2:49; 4:43; 9:22; 24:44; etc.). Antes que conside r ar-
se únicamente co m o uno en tr e otros much os mensaj eros di vinos,
J es ús sabía que él e ra e l M en saj ero-Hij o (M ar. 12:6, 7). Co mo e l P adre

~ hab ía aparta do, e nv ia d o ~α1 mund o (Jua n 10:36), y da d o a u torida d


1ο
(Juan 8:42; Mat. 9:6), no deb ía h acer s u pr opia v o lunta d (Juan 4:34;
5:30; 6:38). Vari os prop ós itos de s u ob ra y misión se r eca l can de mo do
es pecia l en las Escri tur as.

1. P ara co nfirm ar l as pr o m esas d e D ios


Ε1 Verbo se hiz o huma no pa ra confi rma r l as promesas hechas p o r
~
Dios ~α l os p adr es, comenz and o con e l pr otoevange lio e n Gé nes is 3:15
y continu and o ~α 1ο ΑΤ (Isa. 7:14; 9:6; Miq. 5:2). D os líneas de
~ l argo del ~~
predicciones se re fe ría n ~α 1α~ venid a de l H ij o: iba ~α venir como Sa l-
va d o r d el p ecad o, ta l co m o estaba pr efigur ad o en l os sac ri ficios de l
ΑΤ (Gén. 4:3, 4; Lev. 1:3-9; 17:11) y anuncia d o p o r l os pr o fetas ( I sa.
~~
52:13,14; 53:3-6; Da n. 9:26; Z ac. 13:1, 7), y co m o Rey de su reino (Gén.
49:9, 10; Sa l. 2; Je r. 23:5, 6).

2. Para establecer el r ei n o d e D ios


Era impe rativ o par a Jes ús aseg urar e l reconocimiento d e la sobe-
r anía d e Dios y el estab l ecimien to de s u rei no sob re 1α~ tierra ( Mat.
4:17; Luc. 19:11-27). En l os ev an geli os si nóp ticos el te m a centra l de 1α~
pre dicació n d e J es ú s, el rein o de Dios, se anunció com o a lgo que apa-
recería en e l fut ur o ~γ que si n emba rgo ya e ra una rea lida d prese nte,
ma nifesta da e n s u propia p er sona y m i nisterio (Mat. 12:28). ~ Ε1 reino
estaba d onde él estaba. ~ Ε1 sec reto p a ra se r p a rte d e su reino, ya fu ese
presente ~ ο fu tur o, y ací a en p er tenecer ~ α él (Mat. 7:23; 25:41).

3. Pa ra imp artir el co n oci mi e nto d e D ios


Pu esto que e l co nocimien to d e Dios es esencia l p ar a 1α~ v ida eterna,
e r a p ar te d e 1α~ m is ión de C risto imp arti r este conocimie nto (Juan
17:3). D ios se reve ló en el ~~ΑΤ como Crea d o r y gobe rnante (p o r ejem
plo, Sal . 33:6; Isa. 40:12-17; 45:18; Je r. 10:12), y no m en os fr ecu en te-

165
Teología Fundamen tos bíb licos d e nuestra fe

mente como e l P adre de l pu eblo escog ido (com o e n Deut. 32:6; Isa.
22:21; ~δ3:16; Mal. 1:6). Jesús ayud ó ~ α l os p ecado res ~α con si d er ar ~α Dios
con confianza y reverencia, co n a mor como también co n temor, como
un Padre que sabe qué cosas necesitamos antes que le p id am os ~ γ que
no retie ne ninguna cosa b ue na que sea una bend ición para s u s hijos.
Esta rev el ación só lo p odía hacerl a e l Hij o (M at. 11:27; Lu c. 10:22), ~α
tra vés de sus hech os aun más que ~α tra vés de su ense ñ anza, p orqu e
estaba esco ndid o en Dios (Juan 14:7-10), una re ve lació n encarnada
que ap el a ~α1 a m o r de l cor az ó n y d emand a la entr ega d e 1α~ v o lunta d .

4. Pa ra ser el Si ervo d e D ios


La i dea de siervo resul ta de gra n re leva ncia en 1α~ forma como e l ~~~ λΤϊ
concib e la obra y 1α~ misión de Jesús. ~ Έ1 mism o insistía en qu e había veni-
do "no... p ara se r servido, sin o para ser vir" (M at. 20:28). La id ea del
siervo d e Dios viene d irectam ente d e cuatro cantos d e Isaías co nocidos
como los "Cantos de l Siervo" (Isa. 42:1-4; 49:1-6; 50:4-9; 52:13-53:12).
Aunque se ha d ebati d o si en estos ca ntos e l siervo es un individuo ~ο
se re fie re ~α Is rael colectivamente, la ta rea de l sierv o en estos pasajes es
más inteligible si se t iene en mente ~α un individuo. ~ Έ1 es el un gido de
Dios ( I sa. 42:1), lla m ad o ~α estab lecer justic ia en 1α~ tierr a (v e r s. 1, 3, 4),
extend e r un mi ni sterio ~α los gentiles (ver s. 1, 4; I sa. 50:4) co mo tam-
bi é n ~α Is rael ( I sa. 49:5, 6 ~α), se r agente de D ios e n 1α~ salvación de alca n-
ce mundial (v er s. 1-6), y sin emba rgo, cumplir s u ta rea sometiénd ose
vol un ta riamente ~α una mu erte sustitu tiv a (I sa. 53:4-6, 8, 10-12).
En una fórmula de cumpl imi e n to [ d e 1 ~α profec ía], v igo rosa men-
te expresa da, J es ús c itó d ir ecta m en te I saí as 53:12, d and o ev i den c ia
d e qu e estaba consc ie n te de qu e 1α~ figur a d el sier vo d el ~~ ΑΤ se esta
ba c umpliend o en é l (Luc. 22:37). M ateo, d e 1α~ m isma ma n er a, e n el
co n texto d el m inister io d e c ur ació n d e Jesús, cita Isa ías 53:4 como
habiéndose cumpli d o en J esús ( Mat. 8:17). Lo m is mo h ace Lu cas
c u and o ~α1 regi str ar el en c u en t ro d e Fel i p e con e l eunu co etío p e apli-
ca específicamente ~α Jes ú s una c i ta d ir ecta d e Isa ías 53:7, 8 ( Hec h .
8:32, 33). En la prim er a Epístol a de Pedro va rias a lusi o nes directas
~α1 Sierv o s ufrie nte muestr an que e l apóstol de be habe r tenido en
me nte e l pasaje de Isa ías (1 Ped. 2:22 = Isa. 53:9; 1 P ed . 2:24 ~α = Isa.
53:12; 1 P ed . 2:24b = Isa. 53:5; 1 Ped. 2:25 = Isa. 53:6).
Cristo: Su persona y su obra

Com o p arte d e el Verbo, qu e en natur ale za er a el mismo


s u misión

α fin d e
Dios (Fi 12:6), tom ó 1α~ mis ma n atura l eza de un sie rvo ( ve rs. 7) ~
que 1α~ vida divina fuese m anifestada ~α los humanos e n form a de sier-
Έ1 se hiz o obedie nte h asta 1α~ mu erte p ara re vel ar v er-
vo ( ve rs. 5-7). ~
da de ra hum an id ad y p ara prese nta r ~α1 Pa dre 1α~ perfecta obedie ncia
que debe prese nta r 1α ~ human id ad.

5. P ar a d a r ej e mpl o
Jes ús co ncibió su misión co mo d e obedie ncia ~ α 1α~ vol unta d d el
Pa dr e. En un le ng uaje vívi do sostuvo que su comid a era hacer 1α~
v o lu ntad de Dios (Juan 4:34) y a firmó cl ar amente que no había veni-
do del cie l o p ar a hacer su propia vol untad sin o "1 ~α volun tad d el
Pa dre, e l qu e m e e nv ió" (Juan 6:39; cf. 5:30). ~ Α di fe rencia del prim er
Ad án, e l segund o Ad án p erm an eció en el a mo r d e su P adre (Juan
15:10; cf. 14:31), estuv o ansioso de ag ra d arl e (Juan 8:29) y d e cumplir
1 ~α ob ra d e l que 1~ο hab ía e nv ia do (Juan 4:34). E sto implicaba un con-
flicto co n stante co n el ma l, p orque " med ian te el s ufrimie nto aprendió
~α obedece r " y "s u perfección" f ue "consum ada" ( Heb. 5:8, 9 ~ Ν V ~Ι) ~α
tr avés d e l s ufrimie nto ( Heb. 2:10; cf. Mat. 26:39-45; Luc. 22:42-46).
Esta ve rd ad se usa p ara resp aldar una apel ació n constante ~α [ ~ί m ~ί-
ta r] 1~α natur al e z a ej empl ar de la v ida y el ministerio de Cristo.
Ll ama d os ~ α ser "conform es ~α 1α~ imagen d e s u H ij o" (Ro m. 8:29), se
exhorta ~α l os cr isti an os ~α re vestir se "del Señ o r Jesucristo" y no fomen-
ta r " los deseos de 1~α carne" (Rom. 13:14; cf. Col . 3:10), ~α ser i mi tad o-
res de C risto (1 Tes. 1:6), ~α morar en Cristo y caminar co mo él caminó
(1 Ju an 2:6), ~α and ar "en am o r", sig uiend o e l m o delo qu e C ri sto nos
dio (Efe. 5:2; cf. 1 Pe d . 3:8, 9). En un eje mpl o cl ásico de esto, ~α1 diri-
girse ~α los esclavos y exhorta rles ~ α ser sumisos ~α s u s a m os, aun cuan-
d o sufran injustamente, Pe dro ex plica: " Pues p a ra esto fu isteis lla m a-
dos; p o rqu e también C ri sto p a dec i ó po r nosotros, d ejánd onos ejem-
plo, para que si gái s sus p isadas" (1 Pe d. 2:21).

6. Para san a r ~α l os d ébi l es y ~α l os e nfermos


J esú s vino ~α sanar. L ej os de manifestar desprecio haci a l os d ébil es
y enfe rmos, m ostr ó qu e s u misi ón ~ γ s u ob r a estaban estr ec hamente
ligad os con los frágiles y débiles d e c ue rp o y es píritu. San ó ~α mu chos

167
Teología Fu n damentos bíb licos d e nu est ra fe

(M at. 4:23). "Dond equie ra que entraba, en a ld eas, ciud ades ~ο camp os,
ponían en l as ca lles ~α los qu e estaba n e nferm os" ( M ar. 6:56; cf. Lu c.
4:40). "Se re uní a much a gente pa ra o írl e [α~ Jesús], y p ar a qu e les sana-
se de su s enferme d ades" (Luc. 5:15), "y e l po de r del Señor estaba co n
Α los
é l p a ra sana r " (ve rs. 17). E sto c l ara me nte era p ar te de s u misión . ~
doce ~α qu ien es Jesús e nv ió, se l es e ncome ndó proc la m ar e l rei no d e
l os cí elos ~γ ~α qu e "san e n ~α l os en fermos, resuciten ~α l os muertos, l i m -
p ien d e su enferme d ad ~α los que tie ne n l epra, [y] expul se n ~ α l os
de m oni os" ( Mat. 10:5-8 ~ ΝV ~Ι; cf. Lu c. 10:8, 9).
Jes ús con s id er aba 1α~ presencia de 1α~ enferm e d ad como un resulta-
do d e 1α~ caíd a. Puesto qu e s u misió n era d estruir l as obr as d el di ablo,
se es fo rz ó g randemente p a ra sa n ar ~α los enfe rmos y d o lie n tes. Si n
e mbargo sus milagros d e san id a d e ran m ás que ma ra villas esp ecta-
cul ares. Comentand o sob re s u s activid ad es d e curación en Cap er-
na úm, Mateo es pecifica que e l mi nister io d e sanid ad d e Jesús er a el
c umplimi e nto de una pro fec ía h ech a p o r Isa ías co ncerniente ~α 1α~
misión y 1α~ ob ra d el S i er vo divi na m en te d esigna d o: " ~ Έ1 mismo tomó
nu estras enfe rme da d es, y llevó nuestras do l e n ci as" (M at. 8:17; Isa.
53:4). Aunque Mateo no hace refere nci a ~α un e l emento de exp ~ίac ion,
v e en el m ini ste rio de curación de Jesús una conexión c la ra e n tre 1α~
ob ra d el Sierv o y 1α~ enfe rme d ad humana. S u s activi d ades d e cur ació n
eran pa rte de l plan de D ios y de 1α~ obr a de C risto. M ostr aban que
aquel qu e iba ~α ve ni r en su d ebid o tie mp o estaba a h o ra en tre ell os.
Establ ec ie ro n 1α~ base sob ren atura l de 1α~ singula r auto rre ve lació n divi-
na qu e las acompa ñaba.

7. P ara hacer qu e e l p eca d o fuese sobrem an e ra p eca minoso


En 1α~ tarea benev o l en te de C risto estaba inc luida una r e ve lac ión d e
1α~ ve rd a de ra co ndici ón mor al de 1α~ huma nid ad. Pro ducir en los seres
humanos una concien cia d e culp a y un sentimiento d e arrep enti-
mi en to, fe, esp er anza y a m o r era i ndisp ensabl e p ara su obr a. Su con -
ducta y s u enseñ anza h acía n qu e e l p eca d o fu ese sob rema ne ra p eca-
minoso. Su presen ci a y mi nister io pro ducían ve rd ade ra m e n te un sen -
timien to de peca do (Lu c. 5:8; 7:36-50). ~ Έ1 fue 1α~ mis m a encarnació n
de l e vange lio. Mi en tr as qu e e l ev an gel io cond en ab a el p eca d o, invi-
taba ~α 1 p eca d o r ~α reci bir pe rd ó n y ent rar en unión con el Victo ri oso

168
Cristo: S u p e rson a y su ob ra

que des de e l principio h abía vencido ~ α1 mu ndo (M at. 4:1-11; Jua n


16:33). Los pecadores corruptos con e l tie mp o lo recha za ron y m ata-
ro n, r e ve l and o de este modo m ás a mpliam en te 1~α profu ndida d d e 1α~
culp a y 1α~ n ecesida d humanas.

8. P ara se r un fi e l Sum o Sacerdote


C r isto vino ~α f i n d e estar calificado p a ra act u a r co m o un fie l
sum o sacerd ote. Se hi z o ca rne p a ra e n tr a r en 1α~ misma experiencia
huma n a, ap ar te d e l p ecado, p a ra qu e pudiese se r ap to co mo s um o
sacerd ote ( Heb. 2:17, 18). L a obra d e Cristo se rea propi ó d el tr ipl e
ΑΤ: presenta r anual-
mini ste r io d e l s umo sace rd ote de los ti emp os del ~~
mente el sacrificio expiatorio p ar a el San tua rio y p ara to d a 1α~ congre-
gación, in terced er p o r l os fie l es, y bendecir ~α1 pueb lo (Lev. 4:16-21;
16:1-28).

9. P ar a sa lv ar α~ los p eca d o res m edi a nte s u mu erte


L a m isión de C risto e n tr añaba s u mue rte. Vino "p ar a d eshacer
l as obr as de l diab lo" (1 Jua n 3:8) y "p ara qu ita r nuest ros p eca d os"
(v er s. 5), lib ra nd o así ~α to d os a qu ellos que estaba n v iv iend o co m o
esc la vos d el d iab l o ( H eb. 2:14, 15). Co m o Pab l o escribió ~α T~ίmoteo:
" Pa labr a fie l y digna de se r recibida p o r to d os: que C r isto Jes ú s vin o
~α1 mundo ar a salva r ~α los p ecado res" (1 Ti m. 1:15). E sto, s in emba r-
go, só l o p o día c umpl ir se "p or m e dio de 1α~ mu erte", como 1ο~ estipu-
la la d ecla ración d e H ebreos ( Heb. 2:14). P o dría haber ve ni d o p ar a j uz-
gar ~α1 mundo, pe ro 1α~ go z osa exclamaciones qu e vino concreta-
m en te ~α sa lv ar ~α l os p ecado res. L a neces ida d de 1α~ en ca rn ación y el
pro p ósito d e 1α~ misión de C ri sto son 1α~ respuesta de D ios ~ α1 peca do.
Una mue rte v o lunta ria como sacrificio p o r el p eca do fue una pa rte
princip a l d e s u obr a.

Β . Un a obra
~ p redic h a e n ΑΤ
el ~~

1. Un hec h o prese nte en 1α~ m ente d e Cr i sto


L a muerte d e C risto no fue una idea tardía ~ο un acci de nte, sino el
cumplimie nto d e un prop ósito de finido en conexión co n la encarna-
ción. Los e va nge li os r egistr an frases qu e atestigu an que este hecho

169
Teología Fun damentos b íblicos d e n uest ra fe

estaba presente en 1α~ mente d e C ri sto en una eta p a tempra n a d e s u


ministe rio. L a nota t rágica expresa d a d esd e b ien pronto en el c u ar to
Eva ngelio (Juan 3:14,15) e ncu en tr a corr obor ación en los rel atos de l os
sinóp ticos ( Mat. 9:15; M ar. 2:19, 20; Luc. 5:34, 35). Tan pr onto como
s u s disc íp ul os 1ο ~ reconocie ron com o e l C risto d e 1~ α prof ecía (Ma r.
8:29), Jesús dirigió 1α~ atención de ellos ~ α 1ο~ que é l co nsi de raba como
1α~ v erda d e ra car acterísti ca d e su misión , ~α sab er, "que le era necesario
~α1 H ij o de l H o mb re p a dece r mu cho, y ser desecha d o por l os ancian os,
p o r los prin c ip al es sacerd otes y p o r los escribas, y ser mue rto, y res u-
cita r d espu és d e tres días" (M ar. 8:31; cf. Mat. 16:21).
Ε1 pr opósito salva d o r d e esa mue rte fu e ente ndid o c l aram en te.
~
En tre to d as sus d ecl a racio nes esta es la m ás directa: "No vino p ara ser
serv ido, sino para se rvir, y p ar a d ar su vid a en rescate p o r muchos"
( Mat. 20:28; Ma r. 10:45). Mientras qu e l os relatos d e los pr i mer os d os
ev ange l ios sob re la insti tución d e 1~α Cen a d el Se ñor son estrecha-
men te pa ra le l os (Mat. 26:26-29; M ar. 14:22-25), ~α 1α~ fr ase d e M arcos:
" E sto es mi san gre d el nu ev o p acto, que p or mu c hos es d erra ma da"
(Mar. 14:24), Mateo añ ad e las p a lab ras "p a ra re m isión d e l os p eca-
dos" ( M at. 26:28). En 1α~ ad ición d e Mateo, Jes ú s está dand o una in ter -
pretac i ón teo lógica de su muer te veni de ra.
Pa r a J esús, su muerte y los eventos relacionados con ell a f ue ron
pre dichos por l os pro fetas d el ~ ΑΤ~ y fo rma n p ar te de un plan d iv i n o
( Mat. 26:54, 56; Lu c. 22:37 = I sa. 53:12; Lu c. 24:44; Jua n 17:12 = Sa l .
41:9), e l cua l él anticip ó y aceptó. P o r su propia vo l u ntad é l estaba
ent regand o s u vid a; nadi e se 1α~ estaba qu itand o. Hasta el fin tuvo el
poder para entregarl a y e l p o de r p ara v o lve rl a ~α toma r (Ju an 10:17,
18; cf. M at. 26:53).

2. Un a conv icci ón comparti da p or los escritores de l ~ ΝΤ~


ΝΤ sostuvie ron que
D e l mismo modo que J es ú s, l os esc ritor es d el ~~
ΑΤ pre dij o 1α~ histori a del eva nge lio, ~α1 m en os en tip os y símbo los.
el ~~
Α j u icio de e llos, el cua dro de Isa ías de l Siervo d el Señor era una pro-
~
fec ía d e C ri sto (M at. 12:18-21; Hec h . 8:32-35; 1 Pe d . 2:21-25). E ste
pun to d e vista es pa rticula rmente evidente r es p ecto ~α 1α~ p asi ó n de
C risto. Pe dr o insistió en que " Dios ha cumpli do así 1ο ~ que h ab í a antes
anuncia d o por b oca d e to dos s u s profetas, qu e su Cristo hab ía de

170
C risto: Su p e rson a ~γ su obra

pad ecer " ( Hech. 3:18). P abl o record ó ~α los cre yentes corintios que
"C ri sto murió p o r nuestros peca dos, co nforme a las Escrituras" (1
Cor. 15:3), y que hab ía enco ntrad o que e llo era n ecesa rio en l os esc ri-
tos del ~~ ΑΤ ( Hech. 17:2, 3). También pro fesó, esta ve z ante e l rey
Αgr ~~
~ ίρα,~ qu e él no había pr oc la m ad o otr a cosa s in o 1ο~ que M o isés y los
pr o fetas dij eron qu e p asa ría, "que e l Cr isto había de p ad ece r" (H ech .
26:22, 23). "Él mis mo --escribe Pedro-, en s u cuerp o, llevó ~α1 ma de-
ro nuestros p eca d os, p a ra que muram os ~α1 pecado ~ γ viv amos p a ra 1α~
justicia. Por sus heridas uste d es han sido sa na d os" (1 Pe d . 2:24 NVI).
Las últimas p al ab ras so n una cita directa d e 1α~ d esc r i p ción de I saías
de los sufrimientos s ustitu tiv os de l Siervo ve nide ro ( Isa. 53:5) y p ar te
de l pasaj e más amplio de Isaí as 52:13-53:12 mencionado a ntes, en el
cual el Siervo sufriente, habie ndo s id o vindi cad o, e fect iva m en te salva
~α s u s pe rseguid o res e intercede p or l os transgresores.
Los apósto les no vacilaron e n indicar pro fec ías conc retas, co m o 1α~
pro fec ía de 1 ~α tra i c ión de Cr isto (Sal . 41:9-11; H ech. 1:16), l a d e su cru-
cifixión y los ev e n tos qu e 1α~ ro dear on (Sal . 22:1, 7, 8,18; Mat. 27:39-41;
Ma r. 15:34; Jua n 19:23, 24), co mo tambié n 1α~ d e su resurrección (Sa l .
16:8-10; Hec h . 2:22-28). Mateo reco rd ó ~α sus lectores qu e Z acarí as
había predicho 1~α v en ta de C ri sto p o r treinta piezas d e plata (Z ac.
11:12,13), profec í a que se cumpl ió en e l c rimen de Jud as de t raiciona r
~α Jes ú s (M at. 26:15). ~ Ε 1 mi sm o profeta del ~~ΑΤ pre dij o qu e ~α1 ser he ri-
d o el pastor las o vej as se esparcirían (Z ac. 13:7; M at. 26:31).
Su p unto de vista se ex presa en form a concisa en 1 P edro 1:10-12:
" Los pr o fetas que profetiz ar o n d e 1α~ gracia destinada ~α v osotr os,
inquirieron y dil igentemente ind agaron acerca d e esta salvación,
esc udriñ and o qué p er so na y qué tiempo ind icaba el Es pírit u d e
C risto que estaba en ell os, e l cua l anunciaba d e antema n o l os sufri-
mientos d e Cristo, y l as glorias que v endrí an t ras e ll os. ~ Α éstos se l es
re ve l ó que no pa r a s í mismos, s ino p a ra n osotros, a dmin ist rab a n l as
cosas que a h o ra os so n anunciadas p or los que os ha n predicado el
ev angeli o p or el Espíritu Santo enviado d e l c ie l o".
Añ os a ntes, el mismo a p óstol l es hab ía explicado ~α quienes esta-
ba n asomb ra d os ante 1α~ cur ación d e un coj o d e n acimie nto, qu e todos
los pr o fetas, " d es d e Sa mu e l en a d elante... tamb ién han anuncia d o es-
tos dí as" (H ech . 3:24).
Teología Fund ame n tos b íblicos d e nuest ra fe

3. Un a mu erte d e suprema importancia


De 1ο~ que vi m os respecto ~α 1α~ m isió n y la obra d e C risto, no
debi er a sorprende rnos que, co n tr ariame nte ~α 1ο~ que oc urr e en e l
caso d e l os se res hum anos o rdin arios, 1α~ mue r te d e C ri sto, co m o
ta m bi én s u v ida, es de supre ma imp or tan cia. E s e l punto culmin an-
te d e l os c uatro evan ge lios. Jua n, po r ej e mplo, de d ica d oce d e s u s
capítul os ~α1 ministe rio púb lico de C r isto, y nue ve ~α l os ev entos que
r odean ~α s u p asión: los s ufrimien tos de C ri sto e ntr e la noche de 1α~
última Ce n a y s u mu er te y res urrecci ó n . M ateo d e d ica un cu a rto d e
su Ev ange lio ~α 1α ~ úl ti m a sema n a de l min ister io d e C risto, Marcos
a proxim ada mente un te rcio, y Lucas m ás d e un qui nto. L a cruz
ocup a un lu ga r centr al e n los eva n gel ios; es 1α~ culm in ac ión d e libe-
r ada d e s u s na rraciones.
Un a mue rte p o r crucifixión era san g rie nta y crue l, un h o rr o r ate-
rr ador, p ar ticul arme nte pa ra los j udí os de l prim e r sig lo. L es reco rd a-
b a que a lg uie n co lgado en un á rbol era m aldito p o r D ios ( D eut. 21:22,
23). Sin e mba rgo esa odiosa cruz está e n el ce ntro mis m o de 1α~ misi ón
de J esús y de l plan d e Dios. Juan 1α~ ve co m o un ev en to d e sa lv ac i ón
mund ial (cf. Ju an 3:13,14; 12:32).
D ebido ~α que ocurrió ~α1 térmi no de una vida de co n sagr ac i ón ~α1
Pa dre, Jes ús fue ~α su mu er te inocente, v olun tariame nte, ~
γ en armonía
con 1α~ voluntad de su P adre. L a muer te d e J es ú s tie ne infinita pro-
p iedad expiato ria.

C. L a ex p i ació n :
l os eleme n tos su b yace n tes
En e l mis m o cor az ón de la reli gión c ristiana está una c ruz, y fue e n
esa cruz dond e el Hij o de Dios e fectuó 1α~ salvació n de l peca dor. L a
exp iac ión si gnifica qu e en su mue rte J es u c r isto reso lv ió pl en amente
el probl ema que e l peca d o hab ía cr ea do. Tod o 1ο ~ qu e neces itaba
hacer se, él 1ο~ hi zo.
Antes de repasar 1α~ enseñ an za del ~~ ΝΤ sob re 1α~ v id a y muerte
ex pi ator ia de Cr isto, d efin amos nuestr a te rminol ogía y consider e mos
b rev emente algunos factor es s ub yacen tes cla ve pu estos en esce na por
ΝΤ, que m erecen atención p ar tic ul ar.
e l ~~
172
C risto: Su persona γ su o b ra
~

1. ~Ε1 térmi n o ~
αtαηeme
~~ ~ηt*
Los términos ingl eses to ato n e (expia r) y atonemen t (expiación) no
corresp o nd en etim o lógicamente, y no se tr a ducen, de nin gun a pala-
bra h ebrea ~ ο gri ega. Se de riv an d e 1α~ expresión at one, y etimo lógica
men te significan a rmon ía de re lación . Estar at one co n a lguien signifi-
ca estar en r e lación arm oni osa con esa p ersona. D e modo simil ar, ato-
ne me n t signi fica at on e-m en t, ~ο " r econ ci liación ". En 1α~ te rminolog ía
teo lógica, sin emba rgo, l os térm inos h an ido asumie ndo progr esi va-
mente un s ignifica d o m ás restringi do, no expresando ya su inte nci ón
o rigina l si no el proceso p or el cual son r e movi d os los obstácul os p ara
1α~ reconciliación. A s í, to ato n e fo r ("expia r p or") un e rr o r, es hacer a lgo
que e limina l os e fectos p erjudici ales de 1α~ desa venencia y c rea re l a-
ciones a rmon iosas.

2. Un a rel ac i ó n ori gin al arm o ni osa


Un fu nda m en to suby acente cla ve de 1α~ d octr in a bí b lica d e 1α~
ex p iaci ó n es el s upuesto de que D ios ~ γ los seres hum an os so n id ea l-
me nte uno en v i d a e intereses. Des de el Gé nesi s hasta e l Ap oca lip s is
se sup o ne e n todo lugar que Dios y los se res huma n os debier an estar
en una rel ación arm o niosa. Tal es el cua dro de A dán y Eva en el Ed én
(Gén . 1; 2; 3). Ta nto en el ~~ΑΤ como en el ~~ ΝΤ esta sup osición se sostie-
ne ~α pesar de l hecho d e que ha y una b recha ra di cal en esta unida d
(Gé n . 3:22-24; Isa. 59:1, 2; Rom . 5:12; Efe. 2:1). La vi d a hum ana en s u
esta do no regen e rado está sepa ra d a, alienad a, d e Di os. L os se res
humanos " h abita n e n tinieb las" (Luc. 1:79; cf. Jua n 12:46), "están a le-
j ad os de 1α~ v id a que pr o vie ne de Dios" ( Efe. 4:18 NVI), so n "ext raños
y enemi gos en ... [su ] m en te, hac iend o ma las ob r as" (Col . 1:21), y se
encuentran "sin Dios en el mund o" (Efe. 2:12). So n hostil es ~α D ios
(R o m. 8:7) y "enemi gos" d e D ios (Ro m. 5:10). No sól o es cie rto esto
de l os gentiles (R o m. 1:23, 25, 26) sin o tambié n de los judíos, quie nes
se enorgullecían de su posesi ó n d e 1α~ l ey (R o m. 3:9, 23). "No h ay
h o mb re que no p e que", dec lara el ~~ ΑΤ (1 Re y. 8:46); "no hay quie n
h aga 1ο ~ bueno, no hay ni si quier a uno" (Sa l . 14:3).

* Nota de los editores: Esté análisis d e 1~α palab ra atonement es necesario para la comprensión de
este tema en el original in gl és y también resul ta rele vante p ara 1α~ edi ción en español .

173
Teología F un d amentos bíblicos d e nuest ra fe

3. L a ca usa de 1α~ separación


La causa de esta se paración de Dios se expresa e n forma igual-
mente clara. Es nuestro p ecado, nuestr a persistente desobediencia a
1α~ v oluntad de Dios. Como razón fundamental d e l p eca d o está 1α~
idea de le y y de un legis lador, porque "el pecado es infracción de 1 ~α
ley" (1 Juan 3:4). ~ Ε1 legislador es Dios. La p ecaminosidad del peca-
d o yace en e l h echo d e que si bien es transgresión de 1α~ ley, el peca-
d o es prim era m ente y sobre todo rebelión contra una p ersona, con-
tr a Di os, incluso cuando el mal que cometemos es contra otros ~ ο
contra n osotros m is mos (cf. Gén. 39:9; Sa l. 51:4). Lejos d e ser algo
i mpersonal y aj eno ~α Dios, 1α~ ley es un trasunto d e su carácter y
v o lun tad. Obedecer ~ο desobe dece r es un asunto se rio, no p orque
n os estamos rel acionando con un doc umento impersonal, sino p or-
que 1α~ ley se co n c ibe co m o una ma ner a d e relac ionarnos con un D ios
p ersonal. Tampoco debi er a uno p erder de vista e l hecho de que 1α~
v iolación de 1α~ ley produ ce serias co nsec uen cias: el riesgo [ de r eci-
bir una] r etrib u ció n, espec ialme n te 1α~ muer te, 1~α c ual es 1α~ sec uela
d el pecado. Por s u m isma naturale z a, como afirma n l as E scrituras,
D ios no es ni complacie n te, indul gentemente ~ο indiferente h acia 1α~
transgresión. "Na d ie pued e burlar se de Dios -ex plica P ablo- Lo
que se siembra se cosec h a" (Gá l . 6:7 DHH). L a ley de retribución
para el pecador i mp enitente e n cuen tra expresió n en la so lemne ad-
v e r te n c ia: "La p aga d el pecado es muerte" (Rom. 6:23). Ciertamen-
te, explica el a pósto l, los p eca dores ya está n " muertos ~α causa d e las
maldades y pecados" (Efe. 2:1, DHH).
E sto no significa que D ios se m antiene lej os, en frío d esprecio hacia
los p ecadores ~ο que se aparta de e llos con resentimiento. L as mismas
E scrituras que declaran sin a mbages el incesante a ntagoni smo d e
Dios contra el pecado (Isa. 59:1, 2; H ab. 1:13; cf. Juan 1:29) y las duras
consecuencias que le siguen, d escriben ~ α un Dios aman te, misericor-
dioso y lento para 1α~ ir a ( ~~Έχο
~ . 34:6; Deut. 7:6-8;1 Juan 4:8,16). Se ace r-
ca v ez tras vez, tr atando de lib r ar ~α los p ecadores d el mal que los está
destruyend o y manten iéndolos separados de Dios (Gén. 3:9; J er. 3:11-
14; Ose. 6:1; Luc. 13:34). En un gesto final de amor y misericordia él
ha v enido en s u Hij o Jesús, qu ien "vino ~α busca r y ~α salvar 1 ~ ο que se
h abía p erdido" (Luc. 19:10) y murió ~α man os de seres hum anos peca-
174
Cristo: Su perso na y su obra

mínosos, por nu est ra ca u sa, po r aque llos qu e er an aún pecadores.


"Siend o aún pecad ores, C risto murió p o r nosotros" (Ro m. 5:8; v er
Α, ~
Ley; P eca do IV ~ Β).

4. La exp iació n y 1α~ mu erte d e Cristo


La obra exp iato ria de C risto está est rec h amente asociad a co n s u
mu erte en 1α~ c ruz. Aunqu e no ignor an 1α~ imp or ta ncia d e 1α~ vida de
C ri sto, e n este punto los esc ritor es d e l ~~ ΝΤ hab l an un ánim eme n te.
" Fu imos reco n cil ia d os co n D ios p o r 1α~ mu e rte d e s u Hij o" (R o m.
5:10). " ~Έ1 mi s mo ll ev ó nu estr os p eca d os e n su cue rpo so br e e l
m a d e ro" (1 P e d . 2:24 NRV). " ~ Έ1 es 1α~ exp iación p o r nu estros peca d os"
(1 Ju an 2:2 NRV). L os peca d o res son tota lmente inca p aces de hacer
al go pa r a salva rse ~ ο p a ra l ibe r ar se de su condic ión peca m in osa. Su
situ ac ión es cie rta m e n te seria. No pue de n limpi ar se e ll os mismos d el
p ecado (Pr o v. 20:9), y n in g una ob r a de 1α~ l ey l os ca p aci tar á j amás
p a ra co mp a rece r a nte Dios j ustifica d os (Rom. 3:20; Gá l . 2:16). De ahí
que 1α~ expiació n , p ar a l ogr ar en fa v o r d e los peca do res 1ο~ que d ebía
h ace r se, er a necesario que 1ο ~ hicier a otr a p er sona ~α fav or d e ell os.
C ri sto es co mpl eta me n te abn ega d o, inclu so en 1α~ mu er te. ~ Έ1 es el
me dio p a r a qu e regr esem os ~α Dios. ~ Α t r a v és d e é l tene m os acceso
~α1 Pa dre ( Efe. 2:18), un acceso de l que h emos d e a propia rnos p o r 1α~
fe e n él ( Ef e. 3:12), ~α qu ien " D ios 1ο~ o fr eció co m o un sac ri fici o d e
ex pi ación qu e se r ecibe p or 1α~ f e e n s u sa ng re" (Rom. 3:25 NVI).
Es indiscutibl e e l h ec h o de que e l ~~ ΝΤ pr oc l am a el me di o de 1α~
p
ex iación co m o el d o n divino p a ra los p eca d o res, proce d en te d el
a m an te cor azón de Dios. En una dec la rac i ó n bíb lica s uma m en te exal-
tad a leemos que " d e ta l m an er a amó Di os ~α1 mundo, que h a d ad o ~α
s u Hijo uni génito, pa ra qu e to d o a quel que e n él cr ee, no se p ie rd a,
m as te nga vi d a eterna" (Jua n 3:16). E sto co n cue rd a con l as p al abr as
d e Pab lo, pa ra qui e n 1α~ cruz no sol amente es 1α~ me di d a de l amor d e
C ri sto sin o d e l a m o r de l m is mo D ios: "Dios estaba e n Cristo reconci-
liando co nsigo ~α1 mu nd o" (2 Cor. 5:19). " Dios muestra su a m o r pa ra
con nosotros, en que sie ndo aún p eca d o res, C risto murió por noso-
tr os" (Rom. 5:8). "Έ1...~ no escatim ó ni ~α s u prop io H ij o, sino que 1~ ο
en tregó p o r to dos nosotros" (Ro m. 8:32). P ar a P abl o, 1α~ pru eba fina l
de l amor de Dios hac ia l os p eca d o res fue 1α ~ cruz . Si n embargo, e l

175
Teología F u n damentos bíblicos d e nuestra fe

a p óstol no hace diferencia entre e l a m o r de Di os y e l am o r d e C risto.


Α a mbos l os ve m os en 1α~ cruz . " L o qu e ahor a vivo en la carne, lo vivo
~
en 1α~ fe del H ij o d e Dios, el cual me amó y se entregó ~α sí mis m o p o r
mí", explica el apóstol (Gá l . 2:20). "Porqu e e l amor de Cr isto n os con s-
t riñe, pensa ndo esto: qu e s i uno murió p o r to d os, luego to d os murie-
ron" (2 Co r. 5:14).

5. Un a obra d i vi n a
Estas dec lar aciones d emuestra n co n cl a ri d a d qu e e n 1α~ obr a d e
salvació n el P a dre y el H ij o está n compl eta m ente uni d os. Esto es
i mp or tante p o rqu e atestigua que nu estr a salvació n n os v iene con
to d a 1α~ m aj estad de D ios e l Pa dre co m o res p ald o. Es una obr a divi-
na en su senti d o m ás pl eno. L a i d ea de qu e la c ruz expr esa e l a m or
d e Cr isto p o r nosot ros mie n tr as que saca ~α 1α~ fu erz a 1α~ ex p iació n ~α
un P a dr e se ve ro y m a ld ispuesto, p erfectame n te j u sto p e r o que
insiste i nfl exib le mente en el castigo, es una ca r icat ura d e l p ensa-
mie n to d e l ~ΝΤ.
~
H asta cierto p u nto, 1α~ n ecesida d de 1α~ reconci liación pu ed e v e rse
en 1α~ ira d e Dios co n tr a e l p eca do (Ro m. 1:18; 2:5; cf. 1 Tes. 1:10), p e ro
1~α ex piació n t i ene lugar p orque Dios e l P adre nos ama y en su Hij o
Ε1 Pa dr e no concibi ó e inic ió
hace pro visión p a r a nu estr a sa lvación . ~
l
so o e l plan de salv aci ó n; é l estaba rea lmente en Cristo lle va ndo e l
plan hacia s u cons um ación .

D. La o b ra expiatoria d e Cristo: la e n se ñ an za del ΝΤ


~ ~
Ade m ás d e estos facto res d e trasfond o, el ~ ΝΤ ~ usa v arios términos,
metá f o ras y símbol os en s u intento de explicar có mo Cr isto es ca p az
de cancel ar l os efectos de l pecado ~ γ reconcil iar ~α1 p eca d o r con D ios.
Α 1ο
~ ~ l argo de dos mil a ños d e histo ri a c rist iana h an surgi d o v arias teo-
rí as, intentando explicar cómo se real iz ó esto. N in guna h a logra do ser
acep tad a unive rsa lm en te.
Es c laro qu e ha y un mi ste rio esencial en torno ~α 1 ~α expiación : los
r
se es hum anos no pue de n compre nder plenam e nte có m o funciona.
P ero las Escritur as acla ra n al gunos puntos, y cua lquie r co mpr e n sió n
satis factoria de 1α~ ex pi ació n debe tenerl os en c u en ta.

176
Cristo: 5υ~ perso na y su obra

1. Una muerte sacrificia l


No es d e extra ña r que la muerte exp iato ria de Cristo se exp on ga
co n fr ecu en cia m edia nte expresiones toma d as de l sistema d e sacri fi-
ΑΤ.
cios d e l ~~
ΑΤ se d ice, p o r 1ο
En e l ~~ ~ ge ne ra l, qu e 1α~ ex piaci ón se obtiene
Έχο. 29:36; L ev. 4:20; Núm. 15:25). A sí, e l sacri fi-
med iante sacr ificios ( ~~~
υ ofre nda conti nua quema d a p arece habe r en carna d o más
cio diari o ~
pe rfectame nte 1 ~α i d ea sac rificia l ~α t rav és de su ca rácter v ica rio. Esta
o frend a no estaba re lacio n ad a con ninguna tr ansgresión par ti c ul ar,
pe ro se conside r aba co m o el m edio aprop ia d o p ar a qu e un pu eblo
pecad or se ace rcase ~α un Di os san to.
L as o fr e ndas p o r la c ulp a y el p eca d o e r an necesa ri as pa ra expiar
el p eca d o qu e inhe rente mente er a una ofen sa cont ra la l ey de Dios, y
por end e con tr a Dios mi smo (v er San tua rio ~Ι. C. 3). Esta o fensa tenía
que correg ir se. Sin e mbargo, se escr ibe lo sig uiente de 1α ~ san gre
expiato ria: " ~~Υο os 1α~ he da d o p a ra h ace r expi ación sob re el altar p or
vuestr as a lmas" (L e v. 17:11).
L os sac ri ficios no e ra n el r e medio oportuno d e l os p eca d o r es p ar a
s u prop ia red ención ; estaban pla nea dos por Dios y ope raban de ntro
de 1α~ esfe ra y d e 1~α g raci a d el p acto. Ta mp oco h ab ía n ing ún v al o r
inherente en 1α~ ví cti ma sacr ificia l que aseg ura ra 1α~ ex piació n .
L a expiación era e fectiva p o rque el sacrificio era e l me dio asigna-
d o d iv i nam en te p ar a obtene rla. L as vícti m as d ebí an ser sin defecto
(L ev. 1:3; D eut. 15:21), 1ο~ c u al de notaba 1α~ neces id a d de p e rfecc ión .
Sin que tenga m os el prop ósito d e co nfin ar 1α~ ex p iac i ó n ~α un solo acto,
no existe 1α~ m e n o r dud a d e que la mue rte de 1α~ ví cti m a er a 1ο~ más
imp orta nte (Lev. 1:5; 3:2; 4:4). Esto se índica nue va m en te en el carác-
ter gen er al de l rito sacri ficia l en s í.
Ε1
~ sacrificio dia ri o se lle vaba ~α cabo en el co ntexto de l ~~ΑΤ qu e reco-
n oce que 1α~ muerte es 1α~ p en al i d ad por el pecado (Gén . 2:16, 17; Eze.
18:4,20); sin emba rgo, el Dios del ~~ ΑΤ l e d ij o misericordiosam en te ~
α su
pu eblo p en ite nte que 1~α mu e rte d e una víctima sacr ificia l se ría un sus-
tituto d e 1α~ mu e rte d el p eca d o r. Tan cla ra es esta co n exión que en el
ΝΤ 1α~ Epí stola ~α l os Heb reos lo resum e d iciend o qu e "si n derra m a-
~~
miento d e sa ngre no se h ace remisión " ( H eb. 9:22).

177
~ΤeΜοgίa
~~ ~ F u ndamentos bí b licos de nuest ra fe

Α1 mismo tiempo, el ~~
~ ΝΤ afirma que los sacrificios d e antaño no
eran, como tales, la raíz de 1α~ remisió n de pecados. De hecho, Hebreos
se preocupa especialmente en señalar su car ácter inadecuado, excep-
to como tipos ~ ο símbolos. No podían limpiar de culpa la conciencia
del a dorador, pues no e ran más que ordenanzas e nunciadas hasta "e l
tie mpo de reformar l as cosas" (Heb. 9:6-10), una referencia clara, en
el contexto, ~α 1α~ encarnación de Cr isto. ~ Ε1 hecho d e que se ofrecían
simpl e mente animales (Heb. 10:4) y que las o frendas tenían que ser
repetidas ( vers. 1, 2) muestra con suficiente c laridad su incapacidad
p ara expiar. La Epístola ~α los Hebreos encu e ntr a en Jesú s el cumpli-
miento y exte nsión de l sistema d e sacrificios d e l ~~ ΑΤ. A sí leemos que
los servicios rituales del Sa ntuario te rrenal eran un "símbo lo par a el
tiempo presente" (Heb. 9:9, pa rabol é), hasta 1 ~α v enida de Cristo (ver s.
10), "hasta que 1α ~ f e se r evelara" (Gál. 3:23 ~ ~ cf. Heb. 13:11, 12).
ΝVΙ;
L a muerte de Cristo, explican los escritores del ~~ ΝΤ, es un sacrific io
p or el peca do. Juan el Bautista, ~α1 comienzo d el ministerio de Jesús, lo
vio en e l papel de un sacrificio: " He aquí el Co rdero d e Dios, que
quita el peca do d el mundo" (Juan 1:29). ~ Υ en forma más co ncreta,
P ablo vio 1α~ muerte d e Cristo como sacrificial : "Cristo, nuestro
Cordero p ascual, ya ha sido sacrificado" (1 Cor. 5:7 NVI). Él no murió
porque fue incapaz de resistir ~α los enemigos que conspiraron para
d estruirlo. "Él fue entrega do ~α 1α~ muerte p or nuestros p eca dos"
(Rom. 4:25 ~ ΝVΙ);
~ vino ~α morir p or nuestros p ecados, una "ofrenda y
sacrificio ~α D ios en olor fraga nte" (Efe. 5:2). Su sangre fue "derrama-
da p ara remisión de los pecados" (Mat. 26:28).
Ε 1 libro de Hebreos, comparando d e nuevo 1α~ obra de Cristo con
~
los servicios d el Santuario d el ~ ΑΤ,
~ lo describe como el S umo Sace rdote
l
que entró en e Santuario celestial para ofrece r un sacrificio, "no...
con sangre d e m achos cab ríos y becerros, sino con su propia sa ngre,
logrando así un rescate eterno" ( Heb. 9:12 NVI).
L as frecuentes referencias ~α 1α~ sangre de Cristo son igualmente
sugestivas d e una muerte sac rificial. P ablo, que habla d e 1α~ sangre de
Cristo casi tan ~α m enudo como se refiere ~α su muerte, esc rib e que
"hemos sido justificados por s u sangre" (Rom. 5:9 NVI); que hay
"expiación qu e se recibe por 1α~ fe en su sangre" (Rom. 3:25 ~ ΝVΙ);
~ que
n
e é l "ten r ng Ef h
emos redención p o su sa re" ( e. 1:7); que emos "sido

178
Cr isto: Su pe rso n a ~γ su obra

hec hos ce rcan os [ ~α D ios] por 1~α san gre de C risto" (Efe. 2:13); que
Cristo ha recon c iliado todas las cosas consigo " h acie ndo 1α~ pa z
m ed ia nte la sangre d e su c ruz" ( Col . 1:20).
Estas dec la raciones, como también l as pro p ias re fe rencias de Jesú s
~α s u sangre co m o 1α~ "sa ng re d el nue vo p acto, qu e p o r muchos es
d err ama d a" (M ar. 14:24), ~ο la de Pe dr o ~ α "1α~ sang re preci osa de
C risto, co m o d e un co rd ero si n mancha y si n co ntaminación " (1 P ed.
1:19), n os recue rd an que 1α ~ sangre significa vid a vio l en tamente arre-
bata da, e n este caso ofrecid a e n sacr ificio. Alg unos han d is pu ta d o
este p unto d e vista en base ~α que en al gu nos p asaj es d el ~~ ΑΤ ( más p a r-
ticularme nte Gén . 9:4-6; De u t. 12:23) e l de rr ama miento de sangr e es
sólo s imbólico d e 1α~ v i d a e ntregada p o r Jesú s y no impl ica qu e s u vida
debe ser d ada co mo sacr ificio. L a evi den cia, si n embargo, no p a rece
res p alda r esta interpretación. Ha y poca dud a de qu e estas d ecla r a-
cio nes b íblicas estab lece n que la sangre estaba id enti fica da con 1α~
v id a.
¿ P ero qué sign i ficado es p ecífico tien e esto en conexión con el sacr i-
ficio? En Levítico 17:11, 1α~ dec la ració n cita d a m ás ~α m enudo, Dios
dice que "y o os 1α~ he d ado pa ra hace r ex piación sob re e l altar p or
vuestr as alm as; y 1α~ misma san gre hará expiación d e 1α~ pe rson a".
Pa ra qu e 1α~ sa n g re fu ese colocad a sobre el a ltar se r equería 1α~ muer te,
e ntend id a como 1α~ entrega de 1 ~α vida. Además, 1α~ Epístola ~α l os
H ebr eos, en su s comentar ios sobre l os ritua l es de sacr ificio en el ~~ ΑΤ,
vincula "1 ~α sangre d e C risto" con 1α~ cl áu sul a d e que "murió p a ra p er-
donar los p eca d os" (Heb. 9:14, 15 NRV), r ecal cand o así qu e la sangre
en un se ntido sacr ificia l si gnifi ca más que vid a, aunqu e 1ο ~ úl tim o está
cl ar amente i nclui d o. ~ Ε1 co ncepto d e sa n g re impresiona como m ás sig-
nificativ o que e l d e mu er te. A tr ae 1α~ aten c ión ~α 1α
~ vi da como también
~α 1α~ mu erte.

2. Un a mu erte v icaría
Jesucristo "murió p o r n osotr os" (1 Tes. 5:10). No murió m er amen-

te ~α manos de sus en emigos ~ ο co m o resulta do de su pr opio peca d o ~ο


culpa. Muri ó es p ec ífica m en te p o r n osotros. "S iend o aún p eca do res,
Cr isto murió por n osotr os" (Rom. 5:8). Se en tr egó ~α sí mism o "por
nosot ros" (Efe. 5:2) y fue hecho "p o r n osotros" ma ldició n (Gál . 3:13).

179
Teología Fu ndame n tos b íblicos de nuestra fe

C risto fue nuestro r epresentan te, como lo expresó s ucintamente


P abl o en 2 Corintios 5:14: "Uno murió p or tod os, luego to dos murie-
ron". L a muerte de l representante cuenta como la muerte d e aquellos
que él representa. P ero " represe ntante" es un término que puede sig-
nifi car mucho ~ N
ο poco. ecesita que se 1ο~ haga más preciso. Si Cristo,
sin pecado como era, vino ciertamente para compartir el horrible
p eso y penalidad del peca do, es d ifícil evitar 1α~ con c lu sió n de que él
murió no sólo "por mí" ("por mi causa" ~ ο "en mi favor") sino tam-
bién "en m í lugar", especialmente p orque ~α ca u sa de su vida ~ γ su
muerte y a no necesito morir.
Por supu esto, no es ningún sec reto que algunos rechazan e l len-
guaj e m ás antiguo d e sustitución sobre 1α~ base d e que está excesiva-
mente cargado con apariencias engañosas, incluso falsas connotacio-
nes. Sin embargo una diversidad d e d eclaraciones d el ~~ ΝΤ indican que
en su muerte Cristo ciertamente tomó nuestro lugar. En dos d e los
evangelios sinópticos uno puede encontrar e l bien conocido dicho de
Jesús sobre el rescate: "El H ijo d el hombre no vino p ara ser servido,
sino p ara servi r, y p ara d ar s u vida en rescate [lytro n] p or muchos
ρο11 ~~
¡an t í ~~ όη]" (Mat. 20:28; ver tambié n Mar. 10:45). "Rescate" es 1ο ~ que
se p aga para libe rar de 1α~ cautividad, una suma d ada en intercambio,
u sualmente p or una persona. ~Ε1 término claramente sugiere una sus-
titución. L o mismo p asa con a n ti (traducido "por"), una preposición
que esencialmente significa "e n cambio de", "en lugar de".
En s u muerte Jesús tomó nuestro lugar, identificándose co n los
p eca dores. No obstante, s u alma se retraj o d e esta identificación
(Mat. 26:36-39, 42-44; Lu c. 22:41-44). E sto le d a significado ~α s u
exclamación de abandono y desamparo: "Dios mío, Dios mío, ¿por
qué m e has d esamparado?" (Mar. 15:34). ¿Por qué J esús entró e n
angustia ~ α1 contemplar 1α~ muerte? ¿Era temor de 1α~ tortura p or 1α~
que estaba p asando? Mu chos que eran i nferiores ~α él han enfrenta-
do 1α~ muerte con calma. ~ Έ1 no se r etraj o d e 1α~ muerte como ta l, sino
d e 1α~ muerte que era 1α~ muerte d e los pecadores, 1α~ muerte en 1α~
cual é l, el Se r sin pecado, experimentaría el horror de se r separado
d el Padre, d e sentirse abandonado p or él. P ablo parece h aberse
referido ~α eso cuando escribió que D ios, "α1 ~ que no conoció p ecado,
p or nosotros [por nu estra causa (hyp e r)] 1ο~ hizo p ecado, p ara que
180
Cristo: S u pe rso n a y su ob ra

n osot ros fu ése m os h ech os d e Dios e n é l" (2 Co r. 5:21).


j u stic ia

α ser al go que no había sido. E sto tiene que significar


Cristo llegó ~
que en una fo rma insondabl e é l tomó e l lu gar de aquellos que d e
otro modo sufrirían la muerte. ~ Ε1 a pósto l no quería d ecir que Jes ús
era un p eca dor, p ero llegó tan ce rca como le fue posible, transmi-
tiendo el pensamiento d e que D ios 1~ ο co nsider ó en 1α~ misma m ane-
ra en que consideró ~α los p ecadores.
"Rescate"(lytron) es p arte d e un grup o d e p alabras que se e ncuen-
ΝΤ, generalme nte tra ducidas "redimir" ~ο
tran en varios p asaj es del ~~
"redención", co mo en Roman os 3:24; Efesios 1:7; Tito 2:14; Hebreos
9:12, 15; 1 Pedro 1:18, 19. "Rescate", a ntes que "libe ración", es el sig-
nificado esencial de estos d ichos. Un "rescate" y una muerte vicaria
(sustitutiva) es una d esc rip ción escogida por l os escrito res d el ~~ ΝΤ
para explicar ~α los primeros creyen tes qué h abía ocurrido en 1α~ c ruz.
Pablo u tiliza el mismo p ensamiento v ez t ras v ez, aunqu e e n much os
casos emplea la preposición hyp er en vez de anti. Hype r gener almente
se u sa en e l sentido representativo d e "por" ~ ο "en favor de", aunque
~α veces linda con anti, "en cambio de", como p or eje mpl o, e n 2 Co-
rintios 5:15 y en 1 Timoteo 2:6. De m odo que Cristo murió e n nuestr o
favor y en nuestro lugar. En realid ad, "r escate" tie ne su sentido ver-
dadero y propio en P ablo cuando el apóstol comenta que Jesús "se
dio ~α sí mismo en rescate [antilytron] p or todos [hyper]" (1 ~~ Τίm. 2:6),
una declaración remíníscente del pasaje de l rescate tanto en Mateo
~ι como en Marcos. Aquí anti e hyper se usan j untos. Ta mbié n es d igno
de notar el hecho d e que en esta d eclaración 1α~ p alabra lytron se com-
bina con a nti. La fuerza de esta palabra combinada que significa "sus-
tituto-rescate" testi fica que el pasaj e señala ~α una interpretación d e 1α~
muerte d e C risto percibi da como un acto realizado por Jesús en lu gar
de otros.
Ε1 concepto sustitutivo es también evidente en 1 Pe dro 2:24:
~
"Llevó él mismo nuestros p ecados en su cuerpo sobre el ma dero".
Asimismo en Hebreos 9:28, que habla de C ri sto como habiendo sido
"ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos". E sto no
debe e ntenderse co mo significando meramente que Jesús soportó las
frustraciones ~ γ dificultades involucradas en vivir e ntre gente p ecado
3 ra. ~Ε1 significa do de "llevar los p eca dos" es hecho claro median te
~ Fun damentos bblícos d e nu est ra fe
7e~ίa

ΑΤ d onde el contexto muestra que llevar los p eca-


v arios p asajes d el ~~
dos significa llevar 1α~ penalidad de ellos. Así se registra ~α Dios como
diciendo: "Ε1 ~ a lma que pecare, esa morirá; e l hij o no llevará el peca-
do d el padre, ni el padre llevará el pecado d el hijo;... 1α~ impiedad del
impío ser á sob re é l" ( Eze. 18:20). De l mismo modo en Números 14:34,
los cuarenta años d e p eregrinaj e de Is rael por el desierto se d esc riben
como el hecho de llevar 1α~ p enalidad de s u pecado d e rebelión contra
Dios. ~Ε1 hecho de que Cristo lle va nuestros pecados es una re ferencia
~α que lleva nuestra p enalidad.
Ante este co nj unto imponente de evidencias p arece difícil negar
que 1α~ s ustitución es un enfoque adoptado por el ~~ ΝΤ p ara explicar 1α~
obra, esto es, la vida y la muerte de nuestro Se ñor Jesucristo.

3. La dimensión expiación-propiciación
La muerte de Cristo tiene también una d imensión expiatoria y, en el
sentido bíb lico, una dimensión propiciatoria. E ste aspecto d e la muer-
te d e C risto está expresado p o r el grupo d e p alab ras h ilaskomai, que
ap arece en una d e las secc iones más cruciales d e 1α~ carta de Pablo ~α los
ro man os: "Por su gr acia son j ustificados gratuita mente mediante 1α~
rede nción que Cristo Jesús efectuó. D ios 1ο~ ofreció como un sac rificio
de expiación [hílasté rio n] que se r ecibe p or 1 ~α fe en su sangr e" (Rom.
3:24,25 NV I).
Si bien los d eriv ad os de l grupo de p alabras hilaskomai han s ido tra-
dicionalmente traducidos "prop iciación", "prop iciar", muchos teólo-
gos m odernos los h an traducido "expiación" ~ο "expiar". E xpiar signi-
fica poner fin ~α, cancelar 1α~ c ulp a en que se incurrió, pagar 1α~ p ena p or
un cri men. Propiciar, por otra p arte, significa aplacar, conciliar, ganar ~ ο
recuperar el favor de alguien. Se refie re ~α desviar 1α~ i ra, ge neralmente
por el ofrecimiento d e un regalo. No h ay duda que éste e ra el uso pre-
dominante en el g riego clásico y helenístico.
La erudición moderna ha reaccionado contra el punto d e vista tra-
dicional de que 1α~ muerte de Cristo apaciguó d e 1α~ ira de Dios contra
el pecado, p or virtud del cual el pecador llega ~α ser el recipiente d el
don bene vole nte de 1α~ gracia d e Dios. Ha mostrado que, en 1α~ mayo-
ría de los casos, c uando se usan derivados del grupo de p alabras hilas-
komaí como té rminos religiosos en la L XX, que muchos consideran

182
Cristo: Su persona ~γ su obra

que prop o rciona el tr asfondo del p en sa miento de Pab lo, no d eben


entende rse que t ra nsmiten el mis m o significa do qu e se en c uentra en
fu e ntes seculares. Estas palab r as no denota n "pr opiciació n ", "apaci-
gua miento", co mo en el u so p agano, sin o m ás bie n la remoción d e 1~α
culp a ~ ο la contaminación . Por 1ο ~ tanto, uno no debe pensar de Dios
como una de ida d capric h osa ~ο v en gativ a, cuya ira ha sido a pl acad a ~ ο
a p acig uad a p or el sac rificio d e C ri sto, quie n de ese modo hiz o que
Dios ca mbia ra de actitud h acia los p eca d o res.
Éstas son co nclusiones impor tan tes, e l resulta d o d e un est udio
v alioso. Con to do, quiz á con el debid o resp eto d ebi éramos pr egun tar
s i se ha d icho 1α~ últim a p al abra. Ha y poca duda de que e l pun to d e
vista paga no de 1α~ ir a ~γ 1α~ prop iciación está a u sente d e 1α~ p er sp ectiv a
bíblica d e D ios. ~ Ε1 Dios de la Bib lia no es un se r que pue de se r ap aci-
gua d o ~ ο aplacado ~α la m anera d e l as an ti g uas dei d ad es p aga nas. En
el contexto del conjunto de p a lab ras hilas komai,1α ~ mue rte de C r isto es
una exp iación por nuestros p eca d os, una re m oción d e la culp a ~ γ 1α~
contamin ació n de l p eca d o. Sin emba rgo, d ecir que to d a idea de ira y
propiciación es aj ena [ ~α 1α~ Esc ritura] p arece ignora r el p e n sa miento de
v arias d ec l ar aci o nes esc riturí stícas.
Ε1 cél eb re p asaj e de Roma n os 3:21-26, po r ej e mpl o, en e l c ua l el
~
a p ósto l expo ne e n fo rm a imp o ne n te 1α ~ re d enció n que Di os ha pr o-
visto en J es uc r isto es, en ve rda d, 1α ~ c ulmin aci ón d e un proceso d e
ra zonamiento que come nzó co n e l pronunciamiento d e la i r a de
Dios co n tr a e l p eca d o: "P orque la i ra d e D ios se rev el a d es d e el
cie l o cont ra to d a i mp ie d a d e injusticia d e los homb res" (R o m. 1:18),
y el c u a l, e n pasos sucesiv os se re fie re ~α 1α~ ir a y el j ui cio d e Dios
( Rom. 2:2, 4, 5, 8, 16; 3:4-6). L a re de nción de l p ecad o r, ex plica P ab l o,
se obt uvo ~α tr av és d e 1α ~ mu e r te de C risto, ~α quien " D ios lo ofreci ó
f d
co m o un sac ri icio e expiació n que se rec ibe p o r 1α~ fe en s u sangr e"
(v ers. 25 NVI).
P ar ece difíci l nega r que en el contexto de los prime ros t res ca pí tu-
l os de 1α~ Epísto la ~α los Roma nos, 1α~ exp iación de C risto con ti en e un
e le me nto de pr o piciación . L a ir a ~ γ el juicio han oc upa d o un lu ga r
de m asia d o imp or ta nte e n esta p o rción d e raz o n a mie nto como pa ra
no induci r ~α1 lector ~α busca r al guna ex presión indicativ a d e su can ce-
l ació n en el proceso qu e tr ae salv ació n ~α1 c reye nte. Cristo es quien

183
Teología F un dame ntos bíb licos de n u estr a fe

ex pía y propic ia, e l medio que se menciona e n la siguiente frase: "en


su sangre" (vers. 25). Aqu ellos que son de la fe (vers. 25α) ~ h an visto
removi da su culpa y puesta ~α un la do 1α~ ira de D ios. Cristo las ha
tomado voluntariamente sobre sí: "Α1 ~ que no conoció p ecado, [Dios]
por nosotros lo hizo pecado" (2 Co r. 5:21), y por nuestra culpa 1ο~
aba ndon ó cu ando mur ió en 1α~ cruz. En C risto Jesús Dios act uó de tal
modo con el pecado que éste ya no es una ba rrera entre é l y los se res
hum anos.
Una clav e p ara el significado de h ilastéri on en este p asaj e está pro-
vista p or Heb reos 9:5, e l único otro lugar donde se u sa e l término en
ΝΤ. Aquí se traduce co m o "propiciatorio", la cubie rta d el a rca e n el
el ~~
Lugar Santís imo d onde 1α~ sangre expiatoria se asperjaba una vez al
año (Lev. 16:11-14; ver Santuario ~Ι. ~Β. 1). Algun os h an sugerido que se
rete nga 1α~ m~ίsma traducción e n R om anos 3:25; y mucho p odría ale-
garse p ara r etenerla, co mo 1ο~ hizo Lu tero.
E s comprensible que algunos h ayan ll egad o ~α rec h a zar tod a idea
de ira divina y de propicίación
~ como indigna d el punto de vista cris-
tia no sobre Dios, p orque Dios es amor, y nada es más cierto en l as
Escrituras. Sin embargo, j ustificar 1α~ ira como una expresión imp er-
sonal ~ γ d ecir que no es más que un proceso d e causa y efecto, no le
h ace plena j usticia ~α1 p ensamiento d e P ablo. ~Ε1 té rmino no expresa 1α~
ira en el sentido en e l cual se atribuy e frecuentemente ~α nuestra pro-
pia experiencia humana, una ira caprichosa ~ο in co ntrolabl e, ~α m enu-
do una explosión irracional d e pasión sino, más b ien, el lado i nv er so
d el incesante a mor de Dios, como ta mbién su severa reacción contra
el mal.
E s e n realidad 1α~ combinación de 1α~ santidad de Dios, d e s u reac-
ción contra el peca do y su inconmovible amor por los pecadores, lo
que forma el contexto e n el cual las E scrituras se r efieren ~α 1α~ expia
ción-ρrορίcίαcίόη.
~ ~~~ ~~ ~~~ Dios es santo. Cristo sufrió en nuestro lugar,
satisfaciendo " las j ustas d emandas d e 1α~ ley" (Rom. 8:4 NVI), qui-
tando as í el obstác ulo p ara el perdón de los culpables. L a santidad
de Dios hizo ineludible 1α~ p enalidad por el pecado. Dios to mó
sob re sí su propia penalidad, 1α~ que él había decretado. Su a mor 1α~
soportó en nuestro lugar, h aciendo p osible el perdón y s uperando
1α~ separación divino-humana. L o que 1α~ santidad de Dios requería,

184
C risto: γ
Su pe rso n a ~ su ob ra

1ο~ proveyó su amor. En 1α~ cruz se revela p ara siempre 1α~ santidad
del amor de Dios y se m anifiesta plenamente el a mor del Dios
santo. Allí se besan 1α~ j usticia y 1α~ m isericordia.
Unos cuarenta años después d e P ablo, e l apósto l Juan escribió,
refiriéndose ~α Cristo, que "él es 1α~ expiación [propiciació n] p or nues-
tros p ecados" (1 Juan 2:2 NRV), resumiéndolo to do en una fo rma
muy conm o vedora: "En esto cons i ste el a m o r: No en que nosotros
hayamos ama d o ~α Dios, sino en que é l nos amó ~α nosotros, y envió ~α
s u Hij o co mo expiac i ón [propiciació n] p or nuestros pecados" (1 Juan
4:10 NRV). Tenemos aquí una de esas dec l araciones resonantes que
significan tanto p ara la comprensión del punto de vista cristiano d e
1~α cruz. Juan a firma claramente que Dios mismo, en su amor, propor-
c ionó e l costoso Don que cancel a nuest ra culpa y aparta la ira d e Dios.
En pa labras d el apósto l , Dios "nos amó ~α nosotros, y envió ~α s u Hij o
como expiación [pr op iciaci ó n] p or nuest ros p ecados".
Gracias ~α 1α~ cruz sabemos, co n una convicció n ina m o vibl e, que
Dios es a mor y eminentemente amor. Nos muestra que el a mor no
enc ubre el pecado sino qu e r es ue lv e efectivamente e l probl ema d e l
peca do. La muerte d e Cristo, co m o una ex piación-pr op iciación pro-
puesta p o r D ios mismo, es una d emost rac ión, una prueba d el a mor y
1α~ j usticia d e Dios (Rom. 3:25, 26).
"Expiació n" y "propiciac ión" pue den no ser las p a lab r as id eales
p ara nuestro propósito, p er o por falta de términ os más aprop iad os,
n osotr os tal v e z tendremos que u sa rl as con c uidado. Ad emás, n os
preocupan más los hechos que las p alabras. Testifican de dos grandes
realidades, ~α saber, 1α~ realidad del pecado y s u g ravedad por una
p arte, y por 1α~ otra 1α~ profundidad del a mor de Dios, que ofrece el
don que aparta 1α~ ira para que no caiga sob re los p eca dores, e l c ual
"se recibe por la fe" (vers. 25 NVI). Eliminar del amor de D ios cual-
quiera de las d os dimensiones es despoj arlo d e mucho d e su s ignifi-
cado apostólico.

4. justificación
Los conceptos que hemos considerado hasta e l momento -sacri-
ficio, r edenció n, sustitución y expiación-propiciación- d esc riben
aspectos importantes d e 1α~ vida y 1α~ muerte d e Cristo. Sin embargo,

185
Teología Fun damentos bí blicos de nuest ra fe

h ay otras metáforas de expiación. Una d e ellas, que domina las ca rtas


de Pablo ~α los Romanos y ~α los Gá latas, es 1α~ d e justificación de los
ΙΙΙ. ~
pecadores p or 1α~ g racia de D ios. (Ver Sa lvación ~~~ Α. 1.) E ste enfoque
define el significado salvador de 1α~ vida y 1α~ muerte d e C risto r ela-
cionándolas con 1α~ ley de Dios (Rom. 3:24-26; 5:16-21). En esencia, el
apósto l a rguye que D ios es j usto ~ α1 condenar y castigar el peca do,
mise rico rd ioso ~α1 perdonar y aceptar ~α los p eca dores, y soberano al
ej e rcer ambos atrib utos armoniosamente j u ntos ~α través d e Cristo
Jesús (Rom. 3:23-26). ~ Ε1 significado bíblico d e "j ustificar" es d eclarar,
aceptar y tratar co mo j usto. E s, básica mente, un térm i no legal, un té r-
mino forense, que de nota un proceso lega l que culmina en un v ere-
di cto de absoluc ión que exc luye toda p osib ilid ad de co ndenació n (cf.
Prov. 17:15; R om. 8:33, 34).
Per o entonces, puesto que todos somos peca d ores (Rom. 3:9, 23),
todos enfrentamos el j uicio (2 Cor. 5:10; R om. 14:10), y todos mere-
cemos la co ndenación, ¿cómo puede Pablo afirmar paradój icamente
que Dios j ustifica ~α1 impío (Rom. 4:5)? Su respuesta es que Cristo ha
provisto el camino. Jesucristo, actuando en favor de los pecadores,
h a cumplido "las j ustas d emandas de 1α~ ley" (Rom. 8:4 NVI). P o r su
sangre, ha alej ado sus pecados (Rom. 3:25; 5:9). Mediante su obe-
diencia ~ α Dios, su pueblo ha sido aceptado como gu ard ador es de 1 ~α
ley (Rom. 5:19), p orque ~α través de su vida d e j ustic ia ~ γ p or morir 1α~
muerte d e los impíos, los h a redimido de 1α~ maldición d e 1 ~α ley,
h abiéndose co nvertido é l mismo en una m aldición p o r causa d e ellos
(Gál. 3:13). Así como 1α~ transgresión de un h ombre conduj o ~α 1α~ co n-
denación, "1α~ j ustic ia d e uno" -s u vida sin peca do y su muerte
trae "α~ todos los h ombres 1α~ j ustificación de v ida" (Rom. 5:18). D ios
hizo ~α Cristo nuestra "j ustificac ión" (1 Cor. 1:30).
Dios no sólo salva ~α los p eca dores, s ino que tambié n los salva j us-
tamente, en una manera que está de acuerdo con 1ο ~ que es correcto.
Lejos de comprometer 1α~ j usticia de D ios, 1α~ v ida y 1α~ muerte sac rifi-
cial d e Cristo en rea lidad 1α~ d emostraron. La le y de Di os no fue alte-
rada ~ ο s uspendida para nuestra j ustificac ión, sino cumplid a p o r
Cristo, e l segundo Adán, actuando en nuestro nombre. En p alabras
de Pablo, 1α~ muerte de Cristo probó que D ios mismo es "j usto, ~γ el
que j ustifica ~α1 que es de la fe d e Jesús" (Rom. 3:26). ~ Α1 exponer ~α

186
Cristo: Su p ersona γ
~ su obra

Cristo, en quien el pecado fue realme nte j uzgado y tratado como j us-
tamente merecía, como una expiación por el pecado, D ios reveló el
fundamento sobre e l cual es capaz de perdonar y aceptar ~ α los peca-
dores p eniten tes como sus hij os, sin comprometer su propia j usticia
~ Se ha hec ho provisión p ara que todos sean salvos.
(vers. 2δ).
Esto, añade Pablo, "se recibe por 1α~ fe" (vers. 25 ~ ΝVΙ).~ La fe no es el
fundamento d e 1α~ j ustificación si no el medio ~ ο instrumento por e l cual
nos apropiamos d e C risto y su j usticia; es 1α~ m ano v acía que se extien-
d e y que r ecibe 1α~ j usticia ~α1 r ecibir ~α Cristo. La j ustificación es esen-
cialmente una cuestión de relación restaurada que es, precisamente, lo
qu e significa la p alabra "expiación".

S. R econcili ació n
Reconciliación es uno más d e los concep tos fundamentales deri-
vados de l in tento de 1α~ iglesia primitiva por explicar 1α~ natural ez a
y el significad o de la cruz. Se p ercibía 1α~ obra d e Cristo estr echa-
mente r elacionad a con 1 ~α reconci liación y 1α~ forma en que se había
efectuado. Aunque sólo P ablo usa esta terminología en el ~~ ΝΤ, y 1 ~ο
hace únicamente en c uatro pasaj es (Rom. 5:10, 11; 2 Co r. 5:18-20;
Efe. 2:11-16; Co l. 1:19-22), e l concepto de reconciliaciones impor-
tante en 1α~ comprensión d e l apósto l de 1α~ obra d e Cristo. (Ver
ΙΙΙ. ~
Salvació n ~~~ Α. 2.)
R econciliación t iene que ve r con 1~α r estauración de una relación
rota. Es una catego ría p ersonal. C uando h a h abido un esta do d e
e n emistad ~ υ h ostilidad entre p ersonas, ~γ nuevam en te se han pues-
to d e acuerdo, uno puede h ablar de reconci liación. Como se ha
nota do antes, todo el énfasis d e la Biblia está dirigido ~α1 hecho d e
qu e el pecado creó una ba rrera entre se res hum anos no regenerados
y Dios, p ara no mencionar 1ο ~ que sucede entre los seres hum anos
mismos. P ablo h abla de los p ecadores como "extraños y e nemigos
en vuestra m e n te" (Col. 1:21), ~ο simplemente como "en emigos" de
Dios ( R o m. 5:10), "por naturaleza hijos d e ira" (Efe. 2:3). H ay nece-
sidad de reconc iliaci ón. Puesto que los cuatro p asaj es dec laran que
los seres hum anos deben reconciliarse con Dios, algunos h an llega-
do ~α 1α~ conclusión de que el estado d e enemistad es sólo de un lado;
se ha argüido que 1α ~ reconc iliación requiere meramente un cambio

187
Τ ~ ~ ~ίa Fund ame n tos b íblicos d e nuestra fe
οΙοg
~e~

en nosotr os, un regr eso ~α Dios. H ay v er dad en esto, sin embargo


d esde 1 ~α p er spectiv a bíb l ica éste no es el c u adro compl eto, el cua l
in siste qu e a quí ta mbié n 1α~ sa n ti d a d d e Dios y 1α~ cruz si gu en ocu-
p and o un lugar centr al .
En R o m an os 5:10, p or ej empl o, P abl o esc ribe qu e "siend o en e mi-
gos, fu i m os reco ncil iados co n Dios p o r 1 ~α mue rte d e s u Hij o". H ab í a
enemistad , p er o tuvo luga r 1~α reconc iliac ión. Como en asu ntos huma-
nos, ésta su cedió ~α1 saca r d el camino la ca usa origina l de 1~α disputa,
que en este caso e ra el p eca d o. Los se res hum anos son inca p aces d e
saca rl a, d e m o d o que Di os la sacó d el camino. P abl o nos d ice, en los
té rminos más cl ar os p osib les, qu e, no imp o rta qué otra cosa involu-
cre 1α~ d octrina bíb lica de 1α~ reco nci liac ión , Dios inició y l ogró 1~α re-
con ci liac ión e n Cristo. Aquí nuev ame nte e l lu ga r d e 1 ~α c ruz d e C ri sto
~Ι ~ϊ es críticame nte imp o rtante, p o rque el ap ósto l n os d ice en términos
in equív ocos qu e " fu i m os reconcil iados con Dios por 1~α muer te d e su
Hij o" (Rom. 5:10; cf. Col . 1:20).
Estrechame nte u nid a ~α esta con si d eración está 1α~ observ ación d e
que esto oc urri ó p o rque D ios nos ama. P abl o asev er a qu e " Dios
mu estra su amor p ara co n nosotros, e n qu e sie ndo aún p ecad o res,
C ri sto murió por n osotr os" (Ro m. 5:8), "p o r l os impíos" ( ve rs. 6). P ar a
el ~ΝΤ,~ el a m o r d e D ios no signi fi ca qu e el p eca d o puede ser pasa do
p o r al to l i vianamente ~ο s impl emente d esca rtado, sino qu e se enfren -
ta tota l y completa mente. Esto no es amnistía indulgen te, sin o ve rd a-
d er o p e rdón ~ γ reconcil iació n, g rac ias ~α 1α~ cr uz d e C risto. ~Ε1 Padre es
el a u to r de 1α~ reco nci liación . " To d o esto provi en e d e Di os -ar g u -
menta P abl o-, quie n n os recon cilió consigo mi smo por Cristo, y n os
dio el min iste rio de 1α~ recon ci liación; que Dios estaba en Cr isto reco n -
cil iand o consigo ~α1 mund o, no tománd oles en cu en ta ~α los h o mb res
su s pecad os, y nos enca rgó ~α n osotros 1α~ p a l ab ra d e 1α~ reconcili ac i ón .
A s í qu e, som os embaj ad or es e n n o mb re d e C r isto, como si Di os roga-
se p o r me di o de nosotros; os roga mos en nombre de C ri sto: Reco n-
cil iaos con Dios" (2 Co r. 5:18-20).
L a reco n ci li ac ión no es a l go en 1ο~ c u a l tene m os 1α~ p a rte d ecisiv a.
En pr ime r lugar, es un acto d e Dios, i niciad o p or s u amo r, p o r vir-
tud d el c u a l D ios no n os imputa más nu estr as tr ansg resiones. No
sól o tie n e qu e v er con nu estr a actitud hac ia Dios, sino ta mbién co n
C risto: S u person a y su o bra

1α~ act itud d e Dios hacia n osotros, co m o resul tad o de 1ο~ c u al y a no


nos m ir a co m o enemigos ~ ο qu e m antene m os una p os ición hostil
an te é l . Ta mp oco es pr ima r ia m ente un cambio en la actitud d e l
peca d o r hacia Di os, sino un e ve nto ob j eti v o efect u a do p o r Dios
p a r a nuest r a salvac i ó n . ~Ε1 ca mbi o d e acti t ud d e p a rte de l p ecado r,
1α~ c u a l i mplica el cese de h ost ili d a d es co n tr a Dios, oc urre co mo un
r es ul tado d e 1α~ obr a reco n cil ia d or a d e Di os, no com o s u ca u sa. Fu e
"siend o ene m igos" qu e Dios n os reco n ci l ió p o r la mu er te de s u
H ij o (R o m. 5:10). No es d e so rprende rse qu e P ab l o se s i enta fo rz a-
d o ~α agregar : " Nos al eg r amos en Dios p o r el Se ñ o r nuestro Jes u -
c risto, p or medio de qu ien he m os r ecibi d o a h o r a 1α~ reconci liación"
(v er s. 11 NRV).
N ote qu e 1α~ reco n cil iació n es a lgo qu e d ebe se r " recibido", al go
que existe obj etiv a m ente a n tes d e que 1ο ~ expe rimente m os. L o que
se e fectuó estaba fue r a d e nuestra respu esta hum a n a y sucedi ó
antes d e e ll a. E sto impl ica que Di os mism o se reco n cilió co n el
h o mb re ~α tr a vés d e 1α~ v ida y 1α~ mu e r te de C r isto. Aquí nuevamen-
te, 1α~ mue r te d e C ri sto hizo p osib le p ar a un Di os san to hace r p o r l os
p ecado res 1ο ~ qu e d e ot ro m o d o no p o drí a h aber h echo.
La reco n ci l iació n co n Di os l e t r ae p az m enta l ~α1 p eca d o r (cf. v e rs.
1). Ta mbi én indu ce ~α 1α~ reco n c il iac ió n de l os p eca d or es con s u s pr o-
j i mos. ~ Ε1 testimonio b íbl ico cl ásico es e l aná l isis que hace P ab lo en
Efesios 2 d e una de l as ene m ista d es m ás a m a rgas del mund o ant i-
guo, 1α~ qu e exist ía entre los j udíos y l os gen ti l es. Aqu ell os qu e en
un tiemp o estuvier o n "al ej a d os... y aj enos ~α l os p actos de 1α~ pro-
m esa, s in es p era nza y sin D ios en el mundo", fu er o n " h echos ce r-
ca n os p o r la sangr e d e C risto. P o rqu e é l es nu estr a p az , que d e
a mbos pu eb los h iz o uno, d err iband o 1α~ p ared in term e di a de se p a-
r ac ión ... pa r a cr ea r e n sí m is mo de l os d os un so lo y nue vo hom-
b re, haciend o 1α~ p a z , y m ediante la c ruz reconci li ar co n Dios ~α
a mbos en un so l o c u e rp o, m ata nd o en e ll a l as ene mista d es" ( Efe.
2:12-16). É ste no es un s ub pro ducto acci denta l de 1~α salvaci ó n d el
p eca d o r. E s una p a rte i n tegra l de ella, p a rte de v i v i r l as implicacio-
nes de nuestr a reconciliación con Dios. Una v ez qu e se efect úa
nuestr a reconciliaci ón co n Dios, l e seguir á nuestr a reco n cil iació n
con l os de m ás.

189
Teología Fund amentos bíblicos de nuestra fe

Ε.
~ El alca n ce de la ex p i ació n
Reforzando su punto de v ista de 1 ~α predestinación m ediante una
apelación ~α los p asajes d e 1α~ E scritura que hablan de 1~α entrega que
C risto hiz o de s u vida p or s us ovej as (Juan 10:1-15,26,27), p or s u igle-
sia ( Hech. 20:28; Efe. 5:25), ~ ο por much os (Mar. 10:45), y recurriendo
~α d eclaraciones que parece n limitar e l obj eto de 1α~ intercesión de
Cristo ~α los d iscípulos y ~α aquellos ~α quienes e llos ganarían (Juan 17:9,
20, 24), algunos han insistido en que 1α~ expiación de Cristo está limi-
tada en s u designio ~α a quellos que son rea lmente salvos, ~α un grupo
selecto escogido p or Dios.
Parece, sin embargo, que los escritores del ~~ ΝΤ sostienen un hecho
expiatorio p ercibido como universal e n s u intención, d isponible p ara
todos los pecadores, pero efectivo sólo cuando es aceptado indiv i-
dualmente. A sí, Juan describe el propósito de 1α~ v enida d e Cristo en
términos universal es (Juan 3:16, 17) ~ γ su muerte en relación con los
pecados "del mund o" (Juan 1:29; 1 Juan 2:1, 2; cf. 4:14). De 1 ~α misma
manera, Pablo h abl a d e Jesús como muriendo "por tod os" (2 Cor.
5:14,15) ~ο d ándose "en rescate por todos" (1 Tim. 2:6). Tan to 2 Pe dro,
que asegura qu e Dios quiere que "to d os proce d an ~ α1 arrepentimien-
to" (2 P ed. 3:9), como 1α~ Epístola ~α los Heb reos, que d ecl ara ll an a-
mente que Cristo g ustó la mu erte "po r to dos" ( Heb. 2:9), vuelven ~ α
reca lcar que la iglesia primitiva en te ndía que el ofrecimiento de 1~α sal-
vación de p arte de Dios no tenía restricciones.
D ecir que Cristo murió por todos no exc luye 1α~ idea de que murió
por los escogidos y que su muerte es incuestionablemente eficaz para
ellos. ~Ε1 c írculo mayor incluye ~α1 menor, como nos d ice P ablo cuando
esc ribe que Dios es "el Sa lvador de todos los h ombres, m ayormente
de los que creen" (1 Tim. 4:10). L a expiación está d eterminada p ara
todos, está dirigida ~α todos y es sufi ciente para to dos, pero beneficia
sól o ~α a quellos que d e su propia v oluntad han respondido ~α ella con
fe. (Ver Sa lvación ~Ι. D.)
Ε1 estudio precedente del propósito d e 1α~ misión de C risto ha mos-
~
trado cuán vasta y profunda es la expiación de C risto. Guiados por el
ΝΤ luchan con la insufi ciencia de l l engua
E spíritu, los esc ritores de l ~~
j e humano mientras tratan de p resentarnos 1ο ~ que ese e vento div ino
significa. L as d iversas figuras de lenguaj e con las que P ablo y los

190
Cr isto: Su per sona ~γ su obr a

d emás lo expli can a rr oj a n lu z sob re mu chas d im en sio nes d e nuest ra


co ndició n p ecam inosa. N os he m os re fe ri do ~α aspectos como: sacr ifi-
c io, redenc ión, su sti tu c ión, expi ación- pro p ic iación, j u stificación y
reconc ili ación . To dos estos pun tos son imp o rtantes, y n in guno d ebe
d esc ui d ar se. Si n embargo, ningun o de ell os es suficie nte p ar a c ub rir
to d os l os div er sos aspectos d el signi ficad o d e 1α~ c ru z. Ella abarca
mu cho más. L a ex piació n r epresenta m ás que al go negativo, ~α sabe r,
el a l ej amie nto de l p ecado y 1α~ remoción de 1α~ enemi sta d . Abre e l ca-
min o ~α una nue va v ida en Cristo. Esa nuev a vid a de g ratitud y creci-
miento en Cr isto, fru to d e 1α~ exp iación, está l ej os d e se r una fase ins ig-
n i fican te de 1α~ exp erienci a c ri stia na. L a d octr in a bí b lica de 1α~ expia-
ción co nduce ~α eso.

111. EL S EÑ O R E XA LTADO

Α.
~ El Cristo resucita d o
Por muy imp o rtante que sea el evento, el m en saj e d el ~~ ΝΤ, incluso
en l os e vange lios, no conc luye en 1α ~ cr uz . Los escr ito res de los evan-
ge l ios p asan d irecta m en te ~α h abl ar d e 1α~ res urrecc ión (M at. 27:51-
28:20; Mar. 16; Luc. 24; Jua n 20; 21). ~ Ε1 ev an gelio que P ab l o r ec ibió ~α
trav és de 1α~ reve lación (Gál . 1:12) com e nzó dec la rando "en prime r
luga r" qu e "C risto murió p o r nu estr os pecad os, co mo d ice n l as
Esc rituras; qu e 1ο ~ se pul taron y que res ucitó ~α1 ter cer día, como tam-
bié n dicen l as E sc ritur as" (1 Co r. 15:3, 4, DHH; cf. ve rs. 1). D e ese
mod o, 1α~ muer te y 1α~ resurrección de J es u c risto se proc la m an j untas,
como pe rtenecientes ~α 1 mi smo co ra z ón de l eva nge li o. L a renuencia d e
Pab l o ~α r e fe ri rse ~α 1α~ una sin 1α~ otr a se r eflej a en Ro m anos 8:34: "C ri sto
es e l qu e murió; m ás aun, el qu e también resuc itó".

1. Un hec h o fund ame n tal


Aun así, e n 1ο ~ qu e concierne ~α su lugar y si gni fi cad o en to d os los
hechos relaciona dos con Cristo, 1α~ resurrección, p or 1ο ~ ge n e ral, se h a
co mpr n d
e id o muy p r m n
ob e e te. Un g r a n núm e o d e cr isti an os h a
r
consi de r ad o 1α~ r es urrecció n de Cristo principa lmente co m o 1α~ e vi-
dencia más fue rte p osib le d e su futura res urrecció n ~α una vid a d e glo-
Teología F undame ntos bíblicos d e nu est ra fe

ria eterna (cf. Fil. 3:20, 21; Ap oc. 21:1-22:5). P o r s í misma 1α~ res urrec-
ció n no pa recí a tener mu cha i mp o rtan cia en 1α~ ob ra d e la re d en c ión .
ΝΤ, si n
Fui m os re dimi d os p o r la cruz, y sólo p o r 1α~ cruz. L a igl es ia d el ~~
e mbargo, en tend ió que 1α~ res urrecció n de Jesús se con sumó e n 1α~
ascensión, como al go centra l ~α, no simpl emente como una co nfi rma-
ció n de, la fe cristia n a. Pa r a los prim er os cre yentes 1α~ resurrección er a
e l origen, no e l fin, de 1α~ historia; en un sentido, la p iedr a an gu l ar de
1α~ fe c ristiana (1 Cor. 15:14, 17). Fue co nsi de ra d a, no co mo un caso
típico d e res urr ección ge ne ra l sino como un e vento único. No fue una
me ra resucitación , qu e tr aj o ~α Jes ús de vue lta ~α esta vida p a ra mor ir
nu eva m en te, como en el caso de L áz ar o ~ο el hijo de 1 ~α viuda d e ~~ Ναίη.
~~
La s uy a fu e 1α~ resurr ección d el Mesías, e l medio escogido p or Di os
pa ra design a r ~α Jesús co m o e l C ri sto, e l Hij o d e Dios (Hec h . 2:36;
Rom. 1:4).
L a fe d e l os primer os discípulos, basada en 1α~ v i d a y el ministerio
de Cr isto, se hi zo p eda zos en 1α~ cruz . Co m o nos dice el libro de l os
Hech os, 1α~ resurr ecc ión vista com o un p o d eroso acto decl ar atorio de
Dios (H ech . 2:24, 32; 1 Ped . 1:21; cf. Efe. 1:19, 20) reinter pr etó y rees-
tab leció 1α~ fe des pe rtada por 1α~ vida de J esús, ~ γ p o r primer a v e z le dio
~α él s u v erda d e ro luga r como Señor y Cri sto ( Hech. 2:36; Rom . 1:4).
Med ian te 1α~ resurr ección Jesús fue procla m a do no sól o Mesí as y
Señor, si no "Auto r d e 1α~ v id a" ( Hech. 3:15), "Salva d o r " (H ech . 5:31) y
'juez d e v iv os y mue rtos" ( Hech . 10:42). Baj o e l i mpacto de 1α~ res u -
rrecció n d esa p areciero n las ambi g ü e d ades que ro d ea ron su vi d a y s u
muer te.

2. L a tum ba vacía
Ap a rte d e los sold a d os que g u ard ab a n la tumb a ( M at. 28:4),
na die rea lme n te vio ~α J esús l ev antá nd ose d e l sepulc ro. P er o v arios
en cont r ar o n una tumb a v ací a y mu chos más vier o n ~α1 Se ñ o r r es u-
ο ce rca
cita d o. Al gun as d e estas ap a ricio nes oc urri e r o n e n J e ru sa l én ~
d e ella, ot ras en Ga l i lea. De acue rd o con el re l ato b íb li co, el Se ñ or
apa reció ~ α las muj eres qu e fue ron ~α 1α ~ t umba prepa r a d as p a ra ungir
su c u e rp o ( ve rs. 9, 10), ~α M arí a M agda le n a (Jua n 20:11-18), ~α Si m ó n
P e dr o ( Lu c. 24:34; 1 Co r. 15:5), ~α d os disc ípulos en s u cam in o ~α
Em aús ( Lu c. 24:13-31; M a r. 16:12, 13), ~α los once y ~ α ot ros di sc ípu-

192
C risto: Su pe rson a y su o br a

los re uni d os en 1α
~ n oc h e d e l día de res urrección ( Lu c. 24:33, 34;
ι.~ Jua n 20:19-23), ~ α Tom ás una semana m ás tard e (v er s. 26-29), ~α siete
~η disc ípul os j un to ~α1 ma r de Ga lilea (Ju an 21:1-19), ~α l os o n ce re uni-
~α dos e n una m o n ta ñ a e n Ga li lea ( M at. 28:16, 17) -una a p ar ici ó n
co nsi d er ada p or mu c h os co mo 1α~ mi s m a qu e J esús hiz o ~α los qu i-
α~ nie n tos he rma n os mencionados p or P ab lo (1 Co r. 15:6)-, ~α los dis-
e cípul os que v ie ron ~α Jes ú s ascende r ~α1 cie lo des d e e l M o n te de las
D Oli v as (Lu c. 24:50, 51; H ech . 1:6-9), ~ α Sa n tiago (1 Cor. 15:7), y ~α
~α P ab l o en el ca m in o ~α Da masco (H ech. 9:1-19).
r Ni los ev an gelios ni P ab lo nos ofrece n una rel ación cronológica de
ι.~ d
to os l os hechos. Va riacion es en d etall e, como la secu en cia, e l núme-
s ro ~γ l os nombr es d e l as muj eres qu e visitaro n la tumba, y el núm er o
d e á nge les, no son d ifícil es d e tab ul ar. Estas dificulta des resp ecto ~α
d etall es no ofrece n obj ecio nes i ns upe rab les cu and o uno recue rd a que
ο~ cada autor se l eccionó l os hechos qu e cons id e r ó más apr opiados p ara
s s u obj etivo. Inter eses div er sos p arecen hab er d etermin ad o 1α~ pe rs-
e pecti va d es d e 1~α c u al se d io énfasis ~α l os di fe ren tes asp ectos d e l os
;_ hechos. Per o ap ar te de deta lles d e desc rip ción, e l testimon io básico es
~ο notab l emente unánime. No h ay evid en cia d e una inve nción ~ο una
historia p oste ri o r sobre la que se pusier o n de acuerdo.
Υ~
~Υ 3. Un a resurrección física
Va ri os r asgos co munes ca r acte riza n to d as estas ap a riciones. Se
~υ l es conce dier o n ~α a qu ellos que ya e r an disc ípulos de C risto. " D ios
-como dec la r ó P e dr o ~α Corn e li o- dis puso qu e se a p ar ecier a, no ~α
todo el pu eb l o, sino ~α nosotr os, testigos pre via me nte escogidos p o r
41 NVI). E stas m anifestaciones fu er o n ce rti-
aque ll os que prev ia m en te 1ο~ hab í an ace p ta d o.
tros bíb licos testifican d e una res urr ecció n fí sica, co r-
va n gel istas h ab lan d e toca r ~α Jesús (Ju an 20:27), d e
η é l (Luc. 24:41-43) y d e conv e r sa r con é l (Jua n 21:9-22). E s-
~
r arresta 1~α tende nci a gr iega ~α hacer d e 1α~ res urrecció n un h e-
abst racto, in co rpó reo. De hecho, h ab ría sid o inconcebib le p a r a
os judí os de l primer siglo p ensar e n una res urr ecció n exce p to en
términ os co rp or al es. Un a resurrección incorp ó r ea les habría p a rec i-
d o un abs urd o.

193
Τe~ίa
~ ~ Fund amentos bíblicos de nu est ra fe

Hay una unidad fundamental entre el Jesús que los discípul os


conocido ~α lo la rgo d e los años y el Señor resucitado. ~
h abían Έ1
mismo d eclaró e nfáticamente: "Un espíritu no tie ne ca rne ni hue-
sos, como v eis que yo tengo" (Lu c. 24:39), agregando: "Mir ad,...
que yo mismo soy" (vers. 39). Sin embargo, todas [las declaracio-
nes] desc riben el mismo fenómeno, ~α saber, el de un cuerpo idénti-
co, no obsta nte cambiado, que trascendía las limitaciones de la
n atura leza hum ana -puertas cerradas no 1ο~ excluyeron (Lu c.
24:31; Juan 20:10, 26)- s in embargo e ra capaz de m anifestarse d en-
tro d e sus p a r ámetros. En le nguaj e paulino, se h abía v estido "de
incorrupción" (1 Cor. 15:53). L os discípulos, p or 1ο ~ menos ~α v eces,
no reconoc ían ~ α J esús inicialm ente cuando él se prese ntaba a n te
e ll os (Juan 20:14; 21:4, 12). P arece significativo que los dos evange-
listas que m ás insisten en el carácter fí sico d e las a p aricio nes de
C risto ( Luc. 24:39-43; Juan 20:20, 27; 21:9-14) so n a quellos que m en-
cionan que p ara el tiempo de las apariciones, él ya había "[e ntra d o]
e n s u gloria" ( Lu c. 24:26) y había sido "glorifi ca do" (Juan 13:31; cf.
20:22 con 7:39). Marcos declara explícitamente que Jesú s "apar eció
e n otra fo rma" (Mar. 16:12).
Α1 desca rtar ~α priori 1ο
~ ~ m ente m oderna ha tendid o
~ m ilagroso, 1α
~α negar 1α~ res urrección de Cristo como un hecho histó ri co de ca rác-
ter sobrenatural. Algunos h an s ugerido que los discípulos me ra-
men te robaron el cue rp o ~ ο escondieron; algunos h an insistido en
γ 1~
que J esús estaba vivo d espués de 1α~ crucifixión ~ γ e l entierro p orque
él nunca rea lmente murió, si no que m eramente se d esmayó. Otros
h an propuesto que, siendo que es muy probable que hubiera
muchas t umbas similares en el zona donde lo sepultaron, las muj e-
res, confun didas p or la oscuridad, fueron ~α 1α~ tumba e quiv ocada,
una que ciertamente estaba vacía p orque siempre lo h abía esta do.
Otros más han insistido en que los d iscípulos no vieron rea lmente
α un Cristo resucitado, s ino más bien como resultado de su fe en é l
~
y de su vivo anhelo de encontrarse con él, imaginaron que 1ο~ vie-
ron ~ ~ oyeron hablándoles. En a ños m ás recientes 1α~ resurrección
γ 1ο
de Cristo ya no se descarta, sino se desmítologiza ~ γ se reinterpreta
N
como una m anera de anunciar que en Jesús de azaret, Dios ha
irrumpido en 1α~ historia humana en una m anera única y ha v enido

194
Cristo: Su persona y su o bra

p ara quedarse. ~Ε1 hec h o d e 1α~ r esurrección, se nos dice, no t iene ve r-


dadera r e l evanci a, puesto que su i mportancia crucial es como un
factor en 1α~ fe y no en 1α~ histo ria.
Ninguna de las teorías que se han expuesto para d ar razón de 1α~
tumba v ac ía y de las apariciones d e Cristo p a rece adec uada, ni 1ο ~
es n inguna combinació n de ellas. Habiéndolo visto, los discípul os
no intentan explicar qué ocurrió. Para ellos, 1α~ resurrección de
Cristo fue un acto de Dios (Hech. 2:24, 32; Rom. 6:4; 1 Ped. 1:21), e l
cumplimiento d e las profecías d el ~~ ΑΤ (Hech. 2:25-36; 1 Co r. 15:4),
una parte del propósito eterno d e Dios p ara 1α ~ salvación de los
peca dores.
Ε1 h echo de que los d iscípulos, derrotad os y desanimados en el
~
momento d e la crucifixión, unas p ocas semanas m ás tarde confronta-
ran audazmente ~ α aquellos que hab ía n co ndenado ~ α Jesús, y procla-
ñ rí
maran su resurrecc ión y se o o, es 1α
~ v erdadera evidencia de 1α~ resu-
rrecc ión como un hecho histór ico (Hech. 2:22-24; 3:14, 15; y especial-
mente 4:10). Desde e l mismo comien zo y con gran poder testificar o n
de 1α~ resurrección de su Se ñor (Hech. 2:24; 4:33), de j ando ~α D ios las
cosas que no podían entender.

Ε1 significado d e 1~
4. ~ α resurrección de Cristo
ΝΤ
P ara los esc ritores d el ~ ~ 1α~ resurrección de Jesucristo es un acto
nuevo de D ios, un e e to que ocurrió en 1α~ historia de este mundo.
v n
Su i mportancia teo lógi ca no puede ser sobreesti mada.
Ε1 significado cristológico de 1α~ resurrección es considerable.
~
P ara los a pósto les, su significado primario y ace e n el hecho d e que
fue 1α~ confirmación divina d e las aseveracion es d e Jesús respecto ~α
su persona y su obra. Todo 1ο ~ que manos malign as habían hecho
hab ía sido trastoca do p or 1α~ acc ión vindicatoria d e Dios: "Α ~ este
Jesús... v osotros le h abéis hecho morir, clavándo e e l n 1α
~ cruz por
mano d e los impíos. P ero Dios le ha r esuc itado" (Hech. 2:23, 24,
Nu eva E dición G uadalupana; 10:39,40). Su constante énfasis e ra no
sólo que Jesús resucitó sino que Dios 1ο ~ hab ía r esucitado, ~ο que
h ab ía sido resucitado (Hech. 2:32, 36; 3:15; 4:10; 5:30; R om. 4:24, 25;
6:4; 8:11; 1 Co r. 15:4,15; 2 Cor. 4:14; Gál. 1:1; Heb. 13:20; 1 Ped. 1:21;
etc.). P o r su resurrección Jesús "fue d eclarado Hij o de Dios con
195
Τeο1οgίa
~ ~~ ~ Fu ndame ntos bíb licos de nu est ra fe

p o d er " (Rom. 1:4; cf. H ech. 13:33). Esto m arcó el co m ienz o de s u


exa ltación co m o Señ o r y Cristo ( Hech . 2:29-36; Fi l . 2:9-11), reflej an -
d o 1α~ pr o pi a d ecl arac ión d e J esús p oster ior ~α 1α~ res urr ecció n d e que
"toda p otestad me es da d a en e l ciel o y en la tierra" ( Mat. 28:18). ~ Α1
resucita rl o de los mue rtos, Dios "gl o rificó ~α su H ij o J esús" ( Hech .
3:13, Ed iciones P aul i n as) y lo designó j u ez d e l mund o ( Hec h . 10:42;
17:31; cf. Jua n 5:22, 27). Co mo "el qu e vive", tie ne "l as ll av es d e 1α~
mu erte y del se p ul c ro" ( Ap oc. 1:18 NVI, NRV).
Ad e más de estas di m ensi ones referid as ~α Cristo, 1α~ res urrección
ta mbién tiene signi ficad o p ar a l os peca dores. E s un acontecimiento
salv ad or p o rque en té rminos d e Pablo, Jes ús "fue entregad o ~α 1α~
mue rte p or nuestros p ecados, y resucitó p a ra nuestra j u stificac ión"
(Rom. 4:25 NVI). No ha y salv ación exce p to pa ra aquellos que confie-
sa n con sus lab ios qu e "Jes ús es el Señor" y creen en su cora z ón "que
Dios l e lev antó d e l os muer tos" (Rom. 10:9). Aqu ell os qu e ha n sido
"bauti z ad os en su mu erte", un id os con él en una muerte co m o 1α~
s uy a, tamb i én estarán "unidos con é l en [una] res urr ección [como 1 ~α
s uya]" (Rom. 6:3-5 NVI; Resurr ecc ión ~Ι. ~ Α. 2. ~α). Es pe rando ese dí a y
h abiend o sid o crucificad os "co n Cr isto" ~α1 p ecad o (Gál . 2:20), h an
sid o sepulta dos co n él p o r e l bautis m o, " ~α fin de que como Cristo
resucitó de l os muer tos p o r 1α~ gl o ria d e l P adre", así tambié n ellos
pu edan a nda r "en vi d a nue va" (Ro m. 6:4; cf. 8:9-11; Efe. 2:4-7; Co l .
2:12; 3:1-3) y ll ev ar "fru to p ar a D ios" (Rom. 7:4; cf. 1 P ed . 1:3).
Segú n P ablo 1ο~ v e, 1α~ res urrección de C risto es de capita l imp o r-
tancia: "S i C risto no res u citó", escribe, "vana es e n tonces nuestra pre-
dicación , vana es tambié n vuestra fe... Si C risto no res u citó, vuestr a
fe es vana; aún estáis e n vu estr os pecad os" (1 Co r. 15:14-17). Nuestr a
~ιvre d icaci ón, nuestr a fe y nuestr a salvac ión no oc urren a p ar te de 1 ~α
res urrección d e C ri sto. En e lla tenemos 1α~ garant í a d e 1α~ co ns um ació n
de l prop ós i to red ento r d e Dios.

Β.
~ EL S EÑOR Q
UE ASC EN DIÓ
D e ac uerd o con las E scri tur as, C risto no se l evan tó me ra m en te d e
l os mu er tos; tamb i én ascendió ~α1 cielo com o el Di os-hombre y nues-
tro Media d o r. La ascensió n de Cr isto es un facto r i mpor tan te e n su
v i d a como también en 1α~ d e los c ristianos. No es posib le una visión

196
Cristo: Su persona y su o bra

completa de Jes ucristo ~α m en os que se incluyan 1~α asce nsión y sus


consecuenc ias. Cie rtamente, el min iste rio ce l est ia l de nu est ro Se ñor y
1α~ segund a venida no se pueden concebi r apa rte de 1~α ascensió n .

1. L a evi d encia de 1α~ Escritura


L a única n arració n detall ada d e 1α~ ascensió n se d a en Hec hos 1:2-
11. ~ Ε1 mis mo ev e nto, info rma d o mucho m ás bre ve me nte, se preserv a
e n Lu cas 24:51 ~ γ en Ma rcos 16:19. Varias d ec la raciones de los ev an -
geli os testi fican que fue ant i cip a da p or nuestro Se ñor d urante su
minister io terrenal (Luc. 9:31, 51; Jua n 6:62; 7:33; 14:12, 28; 16:5, 10,
28). Tambié n se 1α~ m e ncion a ~ο infiere en va rios pasaj es de H ec h os
(2:33-35; 3:21; 7:55, 56; 22:6-8; 26:13-15). Pue d en encontra rse referen -
cias y a lu sio nes a dicion al es ~ α estos textos, como en F ilip en ses 2:9; 1
Timoteo 3:16; Heb reos 1:3; 2:9; 12:2; 1 Pe d . 3:22; Ap oca lip sis 1:13; 5:6.
L as evid en ci as del eve nto son m ás que suficientes.
Α veces se obj eta el registro en el l ibr o d e l os Hechos porqu e pre-
~
n
se ta el cua dro de un cuerp o que asc iend e, co ntra 1α~ ley de g ra ve dad ,
~ο p o rque p a rece s uge rir que e l cielo está ubicado ~α corta distan c ia
e n ci m a d e 1α~ tierra; cua dr o insoste nib le ~α l os oj os de 1α~ cien cia moder-
na. Con to do, los escrito res de l ~~ ΝΤ no ven en 1α~ ascen si ó n una difi-
c ul ta d m ay o r que e n 1α ~ resurrecci ón d e Cr isto ~ ο e n s u encarnación.
P ar a ell os es p a rte in tegra l d el plan d e re d en ció n de Dios y no más
m ar av i lloso que l os ot ros dos ev entos. Ad emás, no h ay ni n g una
ra zón p a ra s upon er qu e Lucas, cuy os esc ritos son los de un histo ri a-
d o r cuida d oso que verificó sus h ec h os en base ~α fue ntes origí na les y
testigos ocul ares (Luc. 1:1, 2; cf. H ech . 1:1, 2), no h abría v erifica d o los
detall es d e su exp eri en cia tamb ié n en este caso p ar tic ul ar.

2. La re l ación d e la asce ns i ó n con Cristo


La ascen si ón se ñaló la exa ltació n y glor ia del Cr isto resucita do una
vez qu e su ob r a e n 1α~ tierra hubo te rmin ado (F il. 2:9). Sign i ficó pa ra
él 1α
~ cl ar a co nfi rm aci ó n d e su victoria (Efe. 4:8) y 1α~ reanud ación de su
comp añer ism o car a ~α ca ra, e n g lori a, con el Pa dre (Ju an 17:5). D ios
ahor a 1ο~ "exaltó hasta 1 ~ο s umo" (hyperypsósen) (Fil. 2:9).
En su emp e ñ o p or d escrib ir la vid a d e nu estr o Seño r t r as s u
ascensió n, los escrito res de l ~ ΝΤ~ usa n re p etid ame n te 1 ~α dec la r ación

197
ΤeΜοgίa
~ ~~ ~ Fu n damentos bíblicos de n u est ra fe

de Salmo 110:1: " Dij o el Se ñor ~α mi Señor: 'Siéntate ~α m i diestra,


hasta que p onga ~α tus enemigos p or estrado d e t us pies`, c itada
directamente en Mateo 22:44; Marcos 12:36; Hec hos 2:34, 35; 1
Corintios 15:25; Hebreos 1:13; 10:12, 13, e i ndirectamente en varios
p asaj es que h ablan de Jesús que está ~α la diestra de Dios (Hech.
2:33; Rom. 8:34), ~ ο sentado ~ α su diestra ( Efe. 1:20; Col. 3:1), ~
ο de p ie
~α 1~α diestr a de Dios (H ech. 7:55, 56 NVI), hasta que todos sus ene-
migos sean someti dos. Una lectura cuidadosa muestra que muchas
de estas dec l araciones no só lo enfati zan el hecho histórico de 1α~
ascensión de Cristo e n un cierto día, sino que d enotan s u ascensión
como una función co n tinua. E ste pun to d e v ista se ve también en
Romanos 8:34 y 1 Pedro 3:22 donde los dos apóstoles dec laran que
Jes ús "está ~α 1α~ d iestr a de D ios". ~
Ε1 simbolismo no impli ca que Cristo
está ocioso. or e con ario, s u significado es inequívoco. Expresa 1 ~α
P l tr
exaltación y gloria d el Dios-h o mbre qu e ha ascendido. La resurr ec-
ción ha comenzado el gran cambio; la ascensión comunica 1α~ impre-
sión definida que Cristo ha ido ~α su P adre y que todo p oder se ha
puesto en sus manos.

3. Su relación con los creyentes


L a ascensión de Cristo es también de particular importancia para
los c reyentes cristianos. Para los cristianos, antes qu e d en otar dista n-
ciamiento físico, implica su cercanía espiritual (Mat. 28:20). E stá "vivo
p or los siglos de siglos" (Αροc.
~~~ 1:18 NRV). En las propias p alabras d e
Dios, su "trono... permanece p or los siglos de los siglos" (Heb. 1:8
NVI). En el ~~ ΝΤ, desde el momento de 1α~ ascensión en adelante, 1α~
seguridad constante es que Cristo está viviendo y que en s u vida los
creyentes viv en. L a ascensión 1ο~ capacitó p ara enviar ~α1 E spíri tu Sa nto
(Juan 16:7; Hechos 2:33) ~α fin d e co nvencer ~α1 mundo de p ecado (Juan
16:8), m orar e n sus discípulos (Juan 14:17), edificarlos e instruirlos
[espiritualmente] (Juan 14:25, 26; 16:14, 15), dándoles p oder para tes-
tificar (Hech. 1:8; 4:8, 31), ~ γ creando un compañerismo nuevo y
radiante ( Hech. 2:41-47; 2 Cor. 13:14; F il. 2:1, 2). Aunque ha ascendido
~α 1~
ο alto, el Señor con tinúa instruyendo ~α los suyos ~α través del don
d el Espíritu, quien iba ~α enseñarles todas las cosas (Juan 14:26) ~ γ
guiarlos ~α toda 1α~ verdad, no hablando p or su propia autoridad, "por-
198
Cristo: S u persona ~γ su o bra

que tomará d e 1ο~ mío, y os 1ο ~ hará saber " (Juan 16:14). Esto queda
ilu strado por el derramamiento del do n de profecía sob re 1α ~ iglesia:
"el testimonio de Jesús es e l espíritu de 1 ~α profecía" (Αροι
~~~~ . 19:10; ver
Dios VII. C; Dones ~Χ. D).

C. El mi n isterio s um osace rd otal de Cristo

1. La evide ncia de la Escritura


Ε1 "que traspasó los cie los" es ahora nuestro gran Sumo Sace r-
~
dote ( Heb. 4:14; cf. 6:20) en el Santuario celestial, el verdadero taber-
náculo -co mo opuesto ~ α1 tab ernáculo simbó lico, terrenal (Heb. 8:1,
2)-, ej erciendo un mini sterio d e intercesión en nuestro f avo r (Heb.
7:24, 25), intercediendo s ie mpre por nosotros (Rom. 8:34).
Ε1 sacerdocio sumosacerdotal de Cristo es uno d e los g randes
~
temas de 1α~ Epísto la ~α los Hebreos (2:17; 3:1-4:14, 15; 5:10; 6:20; etc.).
Έ1 ha entrado "e n e l c ielo mismo p ara presenta r se ah o ra p or noso-
~
tros ante D ios" ( Heb. 9:24). Mientras que su sacrificio p or el pecado
fue hec h o una v ez para todos en 1α~ cruz (Heb. 7:27; 9:28; 10:11-14),
el Cristo asce ndido está p oniendo ~α d isposición de tod os los benefi-
cios d e su sac rificio expiatorio. E s ahora tanto sacerdote como vícti-
ma sace rdota l. Como muestran las Escrituras, e l ministerio de
Cristo en el cielo es tan ese ncial para 1α~ salvac ión de los p eca dores
como su mue rte en 1α ~ cruz.

2. D os m inisterios distintivos
Los d os ministerios d istintivos que los sacerdotes levíticos lleva-
ban ~α cabo en el tabernác ulo terrenal eran una representació n pictóri-
ca del plan de salvación. Tipificaba n, ~ ο ilustraban, el ministerio de
C risto en el cielo. (Ver Santuario ~~~ ΙΙΙ. D.) Este es e l significado d e las
r e ferencias en Hebreos ~α los sace rdotes y sumo sace rdotes que r eali-
zaban sus ministerios en el Santuario te rrenal (Heb. 4:14, 15; 6:20;
7:27; 8:3; 9:7, 12, 24).
Ε 1 ministerio levítico d iario en el Lu gar Santo del Santuario terre-
~
nal e ra esencialmente un m iniste rio de intercesión y reconciliació n,
simbolizando 1α~ v erdad de que ~ α trav és del ministerio d e Cristo como
intercesor el pecador a rrepentido tiene acceso constante y seguro ~α1
199
Teología F u nd amentos bíblicos de n u estra fe

Pa dre ( Heb. 4:14-16; 7:25; 10:19-22; v er San t ua rio). Una ve z al año, en


el Día de Exp iaci ó n, el s umo sace rd ote levítico, é l sol o, realiz aba un
ministerio que gir aba en torno ~α 1α~ purificac i ón de l Santuari o y del
pueb lo de Dios, h acie ndo expiac ión p o r a mbos (Le v. 16:16-20, 30-32).
En ese día, dij o e l Seño r ~α M oisés, "[el s um o sacerdote] h ar á 1α~ exp ia-
ción p or el Santu ar io" y "por los sacerdotes y p or to d o e l pu ebl o de
1α~ congregac i ón " (Le v. 16:33). E se día estaba ín ti m amente rel aciona d o
co n una ob ra d e j ui cio (Lev. 23:29; v er San t uario ~Ι. C. 3. ~α, b) y en sus
funciones típicas pre figurab a el proceso del j u icio fin al que erra d ica
el pecad o.
Las E scrituras cier ta m ente nos dice n qu e h ay un j u icio qu e prece-
d e ~α 1α~ segund a ve ni d a d e Cristo, p o rque él regresa en gl o ri a p ar a d ar
~α to d os d e acu erd o co n sus ob ras (Mat. 16:27; 25:31-46; cf. R om . 2:6).
Ε1 tiemp o cuand o Cr isto iba ~α comenza r este minister io a ntítípico de
~
purificac i ó n y j ui cio h a sido especifica do e n Da niel 7-9, condu ciend o
~α1 año 1844 d.C. (Ver juicio ~~~ ΙΙΙ. ~
Β. 1.)

3. Asce ndió p ar a r ei n ar y c umpl i r tod as l as cosas


Ε1
~ ~ΝΤ ~ a ñad e que Jesús ta mb ién ascendió ~α1 cie l o p ar a que pud ie ra
gobernar y cumplir todas l as cosas (Efe. 4:10; Ap oc. 1:5). E stá se nta d o
muy por encima d e toda au to rida d y p od er y señorío, tanto en esta
era como en 1α~ venide ra (Efe. 1:21). Fue exalta d o p a ra que en s u nom-
br e "se d o bl e toda r o d illa" p o r to d o el un i ve r so (Fi l. 2:10). En pala-
bras de P edr o, "habie nd o s ubido ~α1 cie lo está ~α 1α~ di estra de Dios; y
~α é l está n suj etos á n gel es, autor id a d es ~
γ p otesta d es" (1 Pe d . 3:22). ~
Α
él se le ha d ado to d a au torid a d en el ciel o y en 1α~ tie rra. E s 1α~ "cabe-
z a d e 1α~ igles ia" ( Efe. 1:20-23; 5:23; Co l . 1:18), e l sacerdote- re y, y s u
rein o n os asegur a que el bie n triunfar á sobr e e l ma l.

D. La seg und a ve n i d a de Cristo

1. L a e vi d en c i a de 1α~ E scri tura


E strechamente asociado con 1α~ ascensi ón de Cr isto ~ γ su min iste ri o
s um osacerd ota l está su retorno [α~ esta tie rr a]. Porq ue aunque él había
veni do ~α este mundo pa ra fundar el re in o d e Dios y cumplir e l ver-
d adero significa d o espir it ua l de 1~ α esp eranz a m es i ánica, d ecl ar ó que

200
C risto: Su persona γ su o bra
~

el obj eto d e su misión no se alcanz arí a pl en amente en esa pri m er a


v eni da. Tení a que haber una ruptura e n s u conexió n visib le con los
asun tos te rrena les (Mat. 16:21). P ar ti ría p or un ti emp o (Ju an 14:19;
16:7), p er o pr om etió que v o lv e rí a p ar a con ti nua r con su t rabaj o h asta
su total cumplimie nto (Juan 14:1-3) y p ar a tr aer e l reino de D ios ~α su
tri unfo y glor ia suprem os ( M at. 25:31-46; v er segunda v en id a ~Ι. D. 4).
Ε1 concepto bíblico de 1α
~ ~ segund a venida de nu estro Señor está
d
expresa o p o r té rm i n os co m o pa ro u sia ("prese ncia", "ll ega da", ~ο " v e-
nida), ~α menud o d e un gobe rnante ~ ο re y (como en Mat. 24:27, 37, 39;
1 Co r. 15:23; 1 Tes. 2:19; 3:13; Sa nt. 5:7, 8; 2 Pe d. 1:16; 3:4); apoka lypsis
(" d esc ub rimie n to", "rev elación") e n g lori a (Luc. 17:30; 1 Co r. 1:7; 2
Tes. 1:7,8; 1 Ped.1:13); epiphaneia ("m an ifestación" ~ ο "ap arición"), té r-
min o usa d o res p ecto ~α 1α~ en carnació n de C ri sto (2 Tim. 1:10) y ~α 1α~
segu nda ve ni d a (2 Tes. 2:8; 1 Tim. 6:14; 2 Ti m. 4:1, 8; Tito 2:13). E stos
términos destacan el p en sa m iento de que Cr isto, que a hor a se h a reti-
ra d o ~α 1α~ presencia de l Pa dre y está ded ica d o ~α su m i nisterio sumo-
sace rd otal, volv e rá pronto e n glor ia vi sible, d e ve lando su v erdad er a
n atura l ez a.
Ε1 "día d el Señor " d el ~~
~ ΑΤ, mod ifica d o con refer e n cia ~α Cr isto como
"un día" (Hech. 17:31), "a qu el día" ( M at. 7:22; 2 Tes. 1:10; 2 Tim. 1:18;
4:8), "el día de nu est ro Seño r Jes u c risto" (1 Co r. 1:8), "e l día en qu e el
Hijo d el Hombr e se manifieste" (Luc. 17:30), "el día de J es u c risto"
(Fil. 1:6) ~ ο "de Cr isto" (v er s. 10; 2:16), ~ ο "e l dí a p ostre ro" (Juan 6:39,
40;12:48), recalca cl ar amente qu e la venida d e C risto (M at. 25:31; M ar.
8:38; H ech . 1:11; 1 Co r. 4:5) es pa rte d el progra m a d e Di os ~ α1 fin d el
tie mpo. (Ver segu nda ve ni d a ~Ι. ~ Β.)

2. Cóm o regresará
L a segunda v enida de C ri sto ser á p er sona l ( Mat. 24:36; H ec h . 1:7),
univ e rsa lmente púb l ica y vi sib le (Luc. 17:23,24; Ap oc. 1:7), aud ibl e (1
Tes. 4:16), y en po de r y gl o ria ( Mat. 24:30; 2 Tes. 1:7). ~ Έ1 volver á par a
α l os re d im id os (Mat. 24:31; 25:32-34). L os j u stos mue rtos se rán
jun tar ~
resucitados (1 Cor. 15:23, 52, 53; 1 Tes. 4:16), y los j u stos v i vos e n ese
m o mento ser án tr an sform ados, i ncorruptib l es, p asando ~α 1α~ existen-
cia de l os res ucitad os sin ve r 1~α mue rte (1 Co r. 15:52, 53;1 Tes. 4:17; cf.
Heb. 11:40; ve r segunda ve nid a ~Ι. ~ Ε). Aunque es un hec ho seguro, 1α~

201
Teología Funda m entos bí b licos de n u estra fe

fecha d el regreso del Señ o r es desco noci da. Un núm er o co nsiderab le


de p asajes del ~~ΝΤ representan el aco ntecimi en to como sorprende nte
e inesp er ado. ~Α p esa r d e l as dec laracio nes qu e representan 1α~ segun -
d a v en ida co m o prece d i d a p o r ci ertas señ ales manifiestas, las qu e dan
evid encia d e su ce rcanía ( M at. 24:5, 7, 9, 29), s u acercamiento será
co m o e l de un l adr ó n que en tr a sin adverte nci a ~α r obar en una casa
(Luc. 12:39, 40). Este extraord inario acon tecimiento se va ~α produ c ir
d e fo rma re p en tin a e i nesper ada, " ~α 1α~ hor a que no p ensái s" (M at.
24:44), sin emb a rgo, está cerca no " ~α 1α~ pue rta" (1 P ed . 4:7; Sant. 5:8, 9;
1 Juan 2:18). Pu esto que "d el día y 1α ~ hor a n adie sabe" (Mat. 24:36),
Jesús y l os esc ritores del ~ ΝΤ~ instan ~α l os c rey en tes ~α mantener una
actitud d e pre p ar ación expecta nte, ~α esp era r y estar prep a ra d os en
to do m o m en to p ar a e l reg reso de l Señor (Mat. 24:44; 25:1-12; Sa nt. 5:9)
y ~α bu scar pure za p er sonal (2 Ped . 3:11, 12; 1 Juan 3:2, 3).

3. Ε
~1 t riunfo del r ei n o
No to m and o e n c u e nta el i nterlud io del mileni o (v er Mi l en io ~Ι. C)
el g l orioso retorno de C ri sto señal ar á el triunfo fin al de s u causa y el
establ ecimie nto y cons um aci ón d e l reino d e Di os, que es también el
reino d e C risto; de h ech o, e l rein o de ambos (Mat. 13:41; 16:28; Luc.
22:30; Juan 18:36; Col . 1:13; 2 Pe d . 1:11; Efe. 5:5). Pa ra d ój i camente,
Jesús an unció qu e el reino, qu e vendrá e n glor ia ~ α1 fin d e l tiemp o
(Mat. 25:31-46), e n real i d ad h abía entra d o e n 1α~ historia y ya estaba
presen te en su p er sona y misión: " ~ Ε 1 ti e mp o se h a c umpl i d o, y el
reino de Dios se h a ace rcado; a rrep en tíos, y c ree d en el evangelio"
(Ma r. 1:15; cf. Mat. 12:28).
Au nque 1α~ d estru cc i ó n de Sata nás esp era hasta e l fin d el mileni o
( Apoc. 20:10), Jesús pud o d ecir qu e el r ein o estaba pr esen te en me di o
d e ell os (Lu c. 17:21). El in terva lo antes d e la ce lebración de 1α~ victoria
es de dur ación in c i er ta ~γ de insignificanci a rel ativ a. ~Ε1 hecho decisiv o
fue 1α~ mu er te ~ γ res urrección d e nuestr o Señ o r. Su segunda ve nida,
a unqu e de suma imp o rtan cia, es ese ncia lmente s u consumación . La
obr a de Cr isto cumpli da en su prime ra venid a i n a u guró 1α ~ época
escatol ógica (Heb. 1:2; 1 Jua n 2:18; 1 P ed . 1:20). ~ Ε1 c rey en te cristian o
viv e ah o ra "e ntre l os tiemp os", entre e l " ya" y el "no to d avía", es p e-
ra ndo 1α ~ "a p ar ic ión y v enid a" de Cr isto ( li tera lmente "1α~ m anífesta-

202
Cristo: Su pe rso n a γ
~ su ob ra

ιίόη
~~~~ d e s u presencia", ve r 2 Tes. 2:8), exp erimentand o ya, a h o ra, 1α~
segurida d de s u presencia, su min isterio s umosacerdota l , y s u venida,
co mo "Rey de rey es y Señor de señ o res" (Ap oc. 19:16).
Α1 ingresar ~α esta e ra ma ligna e invadir el dominio de Sata nás,
~
C risto creó un r ein o es p iritual presente e n el cual y a se exp erimentan
l as ben dic ion es d el rein o de Di os (Co l 1:13), in clu so 1α~ vi d a eterna
(Juan 3:16). En su s p a lab ras, "el que cree en e l Hij o tiene vi d a eterna"
(Juan 3:36; cf. 1 Ju an 5:12). E sta vida eterna se 1α~ d ebe mos a la vida,
mue rte y res urrección d e C r isto, las qu e han i ntrodu c id o una fase
nuev a de l rein o de Dios. Es algo que pue de disfru tarse en el presen-
te, au nque todas s us implicacion es agua rd an una con sumación qu e
toda vía está por venir. M ~ίentr as tanto, se exho rta ~α l os seguid o res de
C risto ~α ama r, espe ra r y apres urar 1α~ venida de su Señ o r (Lu c. 12:35-
37; 1 Cor. 1:7, 8; 1 Tes. 1:9, 10; 2 Pe d . 3:11, 12). D eben mir ar ~α 1α~ p a rou-
s ia, no con te m o r sino co n confianza y go zosa ex pectaci ón como s u
"esp eranz a bien av e n tura d a" ( Tito 2:13), d ebi d o ~α 1 ~ο que e l Señ o r que
vuelv e y a h a h ech o p o r ellos en 1α~ c ruz y durante su m in iste rio d e
inter cesión sumosace rdotal (Rom. 8:34; H eb. 4:15, 16).

Ε.
~ I nvitació n ~ α respo n der
Ε1 análisis prece de nte ha mostra d o que el Cristo de 1 ~α B iblia es el
~
eterno Hij o de D ios, que se hiz o carne, se manifestó y se d ecl ar ó ser
el único Hijo de D ios. Se mostró sin peca do y también sobe ra no sobr e
tod a 1α~ cr eación . ~Ε1 Cristo d e 1α~ E sc ritura, espontáneamente y p o r
designi o, se d io ~α s í mismo como un rescate po r los p eca d ores y
murió en 1α~ cr uz p ara que a qu ell os que creen en é l f uese n l ib ra d os de
1α~ culpa y 1α~ p en al i d ad d el pecado. El mismo C ri sto se l ev an tó de l os
muertos con carne y huesos, lle va ndo las evid encias de 1α~ crucifixión.
Ascend ió ~α1 ci elo como nuestro Sum o Sacerdote. ~Ε1 Cri sto d e 1α~ Bib lia
pro nto v endrá nuev amente e n g loria y p o d er, pa r a p on er fin ~α 1α~ era
en que vivimos.
Tod o esto ha si d o obra d e D ios. ~ Α 1ο~ lar go de to d a 1α~ E scritur a ha y
un énfasis constan te en 1α~ iniciativa d e Dios para nu estr a salv ación . ~ Α1
mismo ti empo, h ay una i nvitaci ón igualmente c lara ~α resp onde r ~α 1α~
gracia de Dios. Se exh o rta ~α pecad ores y santos p or igual ~α no confor-
m ar se con conte mpl arlo ~ο admir arlo, sino ~α caminar en s us p asos, ~α

203
Τe ~
~ Μοgίa
~ ~ F u n d amentos bíblicos d e nuest ra fe

ll ega r ~α ser imitad ores de é l , hasta que sean ca mbia dos ~α 1α~ misma
imagen d e Jes ucristo. La invitación d e Dios no es m er amente ~α 1α~ sa l -
vac ión , sino ~α camina r muy ce rca de é l, ~α "pe rmanece r en" Cr isto ~ ο
simpl emen te ~α estar en J es ús (Jua n 15:4, 7). En la a lego ría d e 1~α vi d
J es ús expresó 1α~ id ea de pe rm an ecer en 1~α doble forma d e "p erma ne-
ced en mí, y yo en vosot ros" (Juan 15:4; cf. ver s. 5). Los p ámp anos,
insi ste él , llegan ~α ser inútiles ~α men os que permanez can en 1α~ vi d : una
manera sumamente vívida de ex presar el ca rácter centra l de 1α~ vida de
Cr i sto en 1α~ v id a progresiva d el creyen te. Ig ua lm en te i mpor ta nte, el
que camina en Cr isto cami na como C r isto caminó (1 Ju an 2:6), gu arda
s u s mand amientos (1 Ju an 3:24), y muestr a un amor de 1α~ c lase más
e l evad a (1 Juan 4:12). L a impresi o na nte frecu encia con que Juan se
refie re al conce pto de "p erm an ecer " e n su primer a Epístol a (1 Ju an 2:6,
24, 27, 28; 3:6, 24; 4:12,13,15,16; cf. 2:10,14; 3:9,14,17) señala el fervor
con qu e Jua n recal ca 1α~ fuente de p o d er de 1α~ nu eva vida.
Asimismo Pab lo, con igual fuerz a y cl ar id ad, expone p a ra cada uno
de nosot ros las implicacion es d el plan d e salvació n de Dios en Cristo
J esú s. L o que le ocurrió ~ α C risto a fecta ~α cad a cre yente en él, porqu e
cualquier a que está "en Cristo... es una nue va creación " (2 Cor . 5:17
NRV). L a nuev a c reación implica nuev os p rincip ios d e v ida, nue vos
intereses, nu evos v al o res mora l es, nue vas m aner as de p en sar. Ha ocu-
rrid o una unión, p o rque "l os qu e he mos sido ba u tiz ados en Cristo
Jesú s, hem os si do bautiz ad os en su muerte" (Rom. 6:3). To do nuestro

patrón d e vi d a está co ntr o la do ~α1 mor ar e n Cr isto (cf. 1 Co r. 4:17).


Tan in agotable y po de rosa es 1~α idea b íb lica de 1~α re lación d el c re-
y en te con Cristo que ~α su concep to de "en Cr isto" P ab l o añ ad e 1~ α
noción d e "Cristo en nosotros". Ésta fu e innegablemente 1α~ prop ia
expe rie ncia de Pab lo: "Ya no vivo yo, mas v ive C risto en mí" (Gá l.
2:20). Esta expe rie nci a estab a destina da ~α se r 1α ~ no rma, p o rqu e e l
ap óstol or a p ara que s u s co nv er sos de Éfeso expe rime nten 1 ~ α misma
bendic ión : "Que h abi te Cri sto p o r 1α~ fe en vu est ros corazones" ( Efe.
3:17). Esto es posib le med iante 1 ~α mor ada interio r de l E s píritu Santo.
Ε1 concepto es di fíci l d e desentraña r -Pab lo mism o se refie re ~α é l co-
~
m o ~α un misterio (Co l. 1:27)-, pe ro está profund a me nte conv en c id o
de su ve rd ad, preguntá ndose cuánto d e él pueden h abe r entendido
l os c reyentes corin ti os (2 Cor. 13:5).
204
Cr isto: Su perso na y su obra

Un a procl a m ación genuina de l ev angelio con ce rnie n te a la vida


y 1~α mu er te d e J esucristo no sól o anun c ia r á que C ri sto vivió y fue
crucificado p o r nosotr os. Tamb ié n proc l ama r á que ~α t ra vés d e 1α~
conve r sió n y el bautismo fuimos cru cifica d os con é l ~ γ a h o r a vivi-
m os ~α
1 vid a d e ~α es
1 r urr i
ecc ó n . É sta no es só l o una declaración de
creenci a, s ino, como está expuesto e n las E sc ri tur as, una ex per ien-
cia d ia ria h asta que, en 1α~ pl enitud d e l tie mp o, Cristo v enga nu e-
v ame n te.

IV. RE S EÑA H ISTÓ RICA


El propósito de esta secci ón es exa mina r a l g unas líneas infl u-
y en tes d e p ensa mie n to que ~α t ravés d e d os mi l a ños de histo ria
cristiana se h an pr o pu esto concernientes ~α la p e rsona ~ γ ob ra d e
Jesucristo, co n é nfasis p a r t i c ular en 1α~ p ersona d e J esu c ri sto.
Limitaciones de es p acio impid en una evaluación m ás compl eta de
l os teól ogos. E s p e ro, sin embar go, i de n t ificar las principales ten-
dencias d e mo d o que l os l ecto res d e ho y pue d an ubicar se m ás cla-
ramente e n re lació n co n el p ensa mie nto d e l mundo c rist i a n o en
to rno ~α ell os.

Α. L a iglesia a n tigua
~
Α
~ medida que 1α~ i glesi a cristiana extendía s u l abo r misione ra, 1α~
neces id a d de procla mar el ev angelio ~α tra vés d e líneas cul tura les, p o r
un l ad o, y el i mpulso más b ie n natur almente inquisitiv o d e 1α~ me nte
he lenística, por e l otro, pusie ron ~α pru eba los límites de 1 ~α ortodox i a
cristia n a; e n este caso la conformidad con la confesión cristológica
ΝΤ. Des de l as etap as m ás tempranas
estab lecida po r l os escr ito res d el ~~
d e este desarroll o se expuso qu e el Verbo, ~ο Logos, te ní a un p ap el
úni co e n 1α~ sal vación de los peca dor es, p o rque fu e ~α1 mis mo ti e mp o
div in o y humano. La compr ensión de tal unión es un asu nto d e sig-
nificado tan ilimitado que no tard aron en apa recer exage racion es.
Desa fo rtuna d amente, en muc hos casos, 1α~ e videncia resp ecto ~α l as
diversas escuel as d e pensamiento m ás ta rd e cond ena d as como her é-
ticas es fr agmentar ia, usua lmen te provista p o r sus op onentes, y de
ahí no siempre di gn a de co nfianza.

205
Teología Fu ndame n tos bíb licos de nu estra fe

1. N egac i ó n d e 1α~ realid ad de las d os natur al ezas


Las he rej ías c ristia nas más tempran as que n egaban 1α~ reali d ad de
l as d os natur ale zas en Cristo vinie ron de extre mos opuestos. ~ Ε1 doce-
tismo y el gn osticismo, en 1α~ d erec ha, m in i miz aron, si no negaron, la
humanid a d d e J esú s p or ca u sa de su div inid ad, mientr as que e l ebio-
ni smo, en 1α~ i zquierda, recalcó 1α~ humanida d d e Jesús ~α expensas de
s u div in i d ad.
Los ebion itas entend ieron ~α J es ú s ~α 1α~ luz de un fu e rte mon ote ís m o,
en ai zad o en su trasfond o j udío. Co nside raban ~α Jesús co m o el hij o
r
nat ur al de José y M aría, antes que el eterno H ij o d e Dios, que sobr e-
pasaba ~α otros en j ustic ia y que estaba d otad o p a ra la v ocaci ón de
Mesías p o r e l d escenso d el Espíri tu div ino sob re é l en su ba utismo.
Α 1α~ inve rsa, el docetis mo -d el ve rbo gri ego do keín, " p arecer"-
~
sostenía qu e el Ve rbo div in o no se h iz o rea lmente carne sino que
m e ra mente p arec ía ser humano. Como tal, e l doceti smo er a p a rte de
una tendencia c ul t ur al muy amp lia que traz ó un agud o co ntr aste
entre el mu ndo espir it u al ~ο inm ateria l y el mund o de 1α~ materia. Este
úl tim o e ra consid er ado como m aligno; só lo el pri me ro er a d igno de
al aba nz a y s ub l ime. Como con sec u en cia, 1α~ unión de 1ο~ divino y 1ο~
humano en Jesús er a inconcebib le, una me ra apa rie n ci a. Los doceti s-
tas c ristia nos no ve ían ninguna d ificultad e n acepta r 1α~ ple na d eidad
de Jesús, p er o é l hab ía s ufrid o y muer to sól o en ap a riencia. Era una
he rej ía sumame nte p el igrosa qu e, ~α1 p arece r, ~α comi enzos d el sigl o ~~~
ΙΙΙ
hab ía afecta d o ~α muchas congregac iones c ristianas i nte l ectu ales.

2. N egac i ón d e 1α~ integrid a d d e l as dos n atura l ez as


Algu nos a u tores cristianos de los prime ros sig los, como Ju stino
M ártir (c. 100-165), Teófil o d e Antioquía ( ~α fines de l s igl o ~ΙΙ),
~ M elitón
d e Sa rd is (m. c. 190), Ir en eo (c. 115-202), Tertulia no (c. 160-ε. ~ 220) y
O rí genes (c. 185-c. 254), i ntentaron enfrentar estos d esa fí os regresa n-
d o ~α un p unto de vista más bíblico. Aun as í, s u co ncepció n de C risto
estab a ~α menud o más dete rmin ada p or tend en c ias fi losóficas corrie n-
tes que p o r la revelación h istórica encontr ada en los escritos d el ~~ ΝΤ,
con d uciend o ~α a lgun os de ell os ~α a mbigüedades cr istológicas.
Con e l pr op ósito d e preserv ar 1α~ u nic id ad d e Dios el P adre, los
mon arqu ianos reacc i o na ron vi gor osa m en te contra los puntos de v ista
Cristo: S u persona ~γ su o bra

tr~ίnita rios promovidos ca d a v ez más e ntre l os crist i anos. Pa ra ell os e l


Ve rbo er a esencialmente men os que Di os. E sta e ra 1α~ ese ncia de 1α~
her ejía arriana, la que negaba la integridad d e l as dos n atura l ez as en
Cr isto. Arrio (c. 250-c. 336) forz ó ~α 1~α iglesia cristiana ~α reso lver 1α~
cuestión de 1α~ relación entr e el P adre y el Hijo. Insistiend o e n el ca rác-
te r absoluto d e Dios, ma ntuvo que Dios es uno y único, completa-
m en te trascende nte, que no c reó p o r con tacto directo co n el mund o
sino que lo hizo ~α tr av és d e l Hijo, ~α qui e n precedió como cualqu ie r
p adre humano 1ο ~ hace resp ecto ~α su hij o. ~ Α diferencia del Padre, e l
Hijo tuvo un co mien o.z Fu e t r a íd o α
~ 1α
~ existencia de 1α~ na d a y a ntes
del tiemp o por e l Pa dre mis m o. En consecuencia, aunqu e lla m ado
Dios, no es Dios de 1~α m an era en que lo es el P ad re. Hub o un tiemp o
cuando é l no fue; su n atura lez a no es 1α~ misma que la de l P a dr e.

3. L a respuesta ni cena
Arri o fue co nde na d o en el prime r Concilio de N icea e n 325 d.C. En
su luc h a contr a Arri o, A ta nas io ( ~ι. 296-373) sost uv o la unidad de la
esen cia d el P adre y el Hij o, ya no sob re la base d e una doctrina filo-
sófica d e 1 ~α naturalez a d el Verbo, sino sob re 1α~ base de 1α~ obr a d e
redención log ra d a p o r e l Verbo en carna d o. Sól o Dios, tomando carne
huma na, p o dría habe rla cumplido.
Ε1 c redo niceno reza en parte: "C ree m os... En un Señor Jesucr isto,
~
el H ij o de Dios, engendr ado d el P adre, unigénito, esto es, de 1α~ sus-
tancia del Pa dre, Dios d e Di os, Luz de Luz, Dios ve rd a de ro de l ver-
da d ero Dios, enge ndr ado, no hec h o, d e una sustanc ia (homoous i os)
con el Padre". H ay una ci erta ambigüedad en el términ o "sustan c i a".
L a tradición cristiana ha e ntendido que es a qu ell o que es co mún con
todos los individuos en una cl ase p ar ticul ar, en este caso 1α~ Deid ad .
Aunque d enuncia d o explícitamente, el arrianismo vivió en diver sas
formas dur ante varios siglos.

4. L a relac i ó n ent re l as dos nat urale z as


Un p eríod o crucial en 1α~ comprensi ón cristiana de la p erson a de
Ν hasta
Cristo si gu ió ~α N ~ίcea. Se extendió desde mediados d el si glo ~
mediados de l V, y fue dominado p o r dos esc ue las d e pensamiento
o puestas: una en Al ej andría, Egipto, la otra en A ntioquía, Siria. Ca da

207
Teología Fundamentos bíblicos de n uestra te

una intentó d i lu ci d ar el problema de có m o el Hij o eterno, v e rd a de ra-


m en te Dios, p o dí a ~α1 m ism o tie mp o ser v erda d eramen te hombre. Los
a l ej and rin os estaban princip almente preoc upa d os en preserva r 1α~
divinida d d e J es ús. Se concentr aro n en la unid ad d e la hum ani d ad de
J es ú s con e l Verbo divi no. L os a ntioqueños estaba n inte resa dos espe-

cia lmen te e n 1α~ humanid ad de Cristo. Adoptaron un enfo que más


ampl io resp ecto ~α 1α~ unid ad d e 1ο~ divin o y human o en Jesús. L os pr i-
mer os s ub ray aron qu e el Verbo se h iz o carne; l os últimos, que e l Ve rbo
llegó ~α se r un ser humano. Inmediata m e nte si guieron l as exager aciones.

~α. Ap olinari o. Discípulo de A ta n as io, Ap olina rio (c. 310-390) llevó e l


p unto de vista al ej andrino ~α un extrem o. ~ Α1 enseñ ar que en Jesús
el Verbo div in o tomó e l lu gar de 1α~ mente humana (nous), 1α~ se d e
d el p eca d o, n egó el pleno d esarroll o mor al y 1α~ genu ina humani-
da d en Cr isto. Su p osición fue explícita mente conde n ad a e n e l
Conci lio d e Con stantin o pl a e n 381.

b. N esto ri o. Α 1α~ i nv er sa, en su esfu erz o po r enfatiz ar 1α~ co mpleta


~
hum anid ad de C r isto, N esto rio ( m. c. 451) te nd ió ~α exager a r 1 ~α
distinció n e n t re l as d os n at urale z as. Su co n sta nte obj ec ión ~α1 uso
de l térm in o t heotokos (" por ta d o ra" d e D ios) en re f er en cia ~α Ma rí a
l es dio fund ame n to ~α s u s opone ntes p a r a asegur a r que estaba
negando en reali d a d 1α ~ d i vi ni d a d d e C r isto. Se 1 ~ο p e rcibió como
p e n sa nd o en l as dos natur al ez as, si no com o d os pe rsonas, po r 1ο ~
m en os co m o exi stie nd o se p a radam e n te, 1α~ una j un to ~α 1α~ ot ra,
vincul adas en una uni ó n pura m en te mo ra l .

~ε. Eutiqu es. En oposi ción ~α Nestor io, Eu ti ques (c. 378-454), uno de
los disc ípul os de Ci ril o de Alej andrí a, sostuv o que en e l Cri sto
encarnad o 1α~ divinida d y 1α~ huma ni dad se fusiona ron en una, un
concep to qu e implica 1α~ negación d e las dos n atura l ezas en Cristo.

5. L a de finic ión calcedáni ca


Con e l tie mpo se reunió un co nc ilio en Calce d o nia (451) p ar a
p o ne r términ o ~α la controve rsia. Conde nó tanto el p unto de vista d e
Nestori o como el de Euti qu es, manteniend o 1α~ unid a d d e la pe rson a
208
Crísto: Su person a γ su obra
~

α dua lida d de
co mo ta mbién 1 ~ nat ur al ez as. E ste α l os
concilio enseñ ó ~
α confesar ~
c ristianos ~ α C risto como pl e n amente d iv i no y plena m e nte
humano, p a ra ser reco noci d o en dos n atura l ezas, "sin co nf usión, si n
cambi o, si n div isión, sin sepa rac ión ".
La d e fini ción cal ce d ó ni ca difíci lm en te pue d e ll ama rse una resolu-
ción d el pr ob lema cr istol ógico en respuesta ~α la pregunta sob re cóm o
las d os nat ur ale zas está n unid as en Cr isto J es ú s. No tiene n ada que
o frece r sino cuatr o preposiciones negativas. Ha s id o sometida ~α
mu cha crítica, es p eci almente en tie mpos m o d e rnos. No obsta n te, si,
p ar a expresar 1α~ real id a d de Di os en Cri sto, l os té rminos "p erson a" y
"natur ale za" pueden ya no coincidir en significa d o con su s e quiv a-
lentes de l es p añ o l m o d erno, pa rece n h abe r s id o a d ecu a dos en sus
días. En su emp eño p o r expresar 1ο ~ inexpresab le, l os pa dres con c ilia-
res proc ur ar on, p o r me d io d e p a ra d oj as, llev ar el lengu aj e humano ~α
1α~ prese nci a d el m iste rio d e 1α~ encarnaci ón. Sin e mb a rgo, 1α~ fó rmula
no satis fizo ~α ningún l ad o plenamente. La controve rsia co ntinú a en
a lgunos as pectos co n monofisitas, monoteli tas y a d op cion~ίstas inter-
cambiando ac u sacion es y contr aacusaciones.

Β.
~ La E dad M edía
Los teó l ogos me diev ales añadie ron p oco de imp o rtancia ~α 1α~ doc-
trina d e 1α~ pe rson a d e Cr isto. Acep taro n 1α~ auto rid ad de l as dec l ar a-
ciones de Nicea y de Calce d o nia m ientras qu e m ostr aban m ayor inte
rés e n reflexio nes fuer te m en te es p ec ulativ as, si no abst ractas, respec-
to ~α as untos como la concien cia, el con oci m iento, 1~α l ibertad , l as vir-
tudes, 1α~ cap acid a d par a sufrir de C risto, ~ γ su sujec ión ~α 1 Pa dre.
A gustín (354-430) subr ayó u nos p ocos puntos bien d efin idos respec-
to ~α Jesús, los qu e Tom ás de Aquino (1225-1274) desa rro lló m ás exten -
same nte. Este últ im o dirigió su ate nción más pa rticularmente ~α1
mod o de u ni ó n en Cr isto, i ntentand o d efinir y distinguir entre l os sig-
n ifica dos de "natura le za" y "pe rso na".

1. M áxim a atención ~α 1 ~α ob ra d e Cristo


P o r cierto, l os teól ogos medie va les tend ie ro n ~α co ncentr ar se en 1α~
ob ra más bie n que en 1α~ p erson a d e Jesucristo, m ás pa r ticul arme nte
su obr a de exp iación . H acia fines de l si glo XI el punto de v ista qu e

209
Teología Fun dame n tos bíblicos de nuest ra fe

hab ía domi na do p o r lar go tie mp o d e co nsidera r 1α~ muerte d e C risto


co m o un rescate p agado al diab l o, comenz ó ~α cae r en descr édito.
Sostenía que ~α tra vés de su muerte, Cr isto nuestro represen ta nte p agó
un rescate ~α Satanás quien hab ía adquirido d erec hos sob re l os seres
hum anos p o r 1α~ ca ída d e Adá n y, temi e ndo 1α~ in fluencia de C risto,
estaba fel iz d e acep tar 1α~ tr ansacción. Sin embargo, ví ctim a d e su pro-
pio or g ullo e inconsciente d e 1~α eficacia de 1α~ muerte de Cri sto, se
α sí mismo pensand o qu e podí a vencer y rete ne r ~α Cristo,
e n gañó ~
qu ien se levantó t riunfa nte de 1~α tumba.

~α. An se lm o d e Ca n terb u ry. En s u lib ro Cur Deus ho m o? (¿P o r qué


Dios se h iz o h o mb re?), Anselmo de Ca n terb ury (1033-1109)
desafió e l punto d e vista tra dicio n a l . An se lm o, quien fu e el pr i-
me r teó l ogo en f o rmul ar una teo rí a d e 1α~ necesid a d d e 1α~ en car-
n ac i ón y 1α~ exp iació n de C risto, soste nía qu e el p ecado roba ~α
D ios e l h on o r qu e se l e d ebe. Argüía que e n armonía con las
d e m andas d e su pr o pia n atur a le za sa n ta, e l honor d e Di os n ece-
s ita vi nd icació n , y a sea p o r cast i go ~ο p or sati s f acc ión . La miseri-
cordia de Dios 1ο~ impul só ~α busca rla en 1α~ forma d e una sat is-
Ε1 p eca do, sie nd o una o fensa i nfi ni ta contr a D ios, requ e-
facció n . ~
rí a una satis f acc ión ig u almente infini ta, una que só lo Dios p o día
proveer. S in embar go 1α~ sati sf acc ión te nía qu e se r ~α1 mismo tiem-
po hum ana y di vi n a. Esto co n testaba 1α~ pregunta: ¿P o r qu é Dios
se hi z o se r huma n o? Siend o Di os mis m o, Cristo to mó el lugar
d e l homb re y p or su muer te satis f iz o compl etamente [ las
d e m and as d e] 1α~ j usticia d ivi n a. Su mue rte no fu e un rescate
p aga d o ~α Sata n ás, sino una de ud a p aga d a ~α D ios. En 1ο ~ esenci a l
~ fo rmul ación d e Anse lmo continúa e n cont ra nd o firm es prota-

go ni stas d ond e qu ie r a se acep ta n l as Esc r itur as como 1α~ Pa l ab ra
de Dios.

b. A be l ard o. Unos c uar enta años más ta rde P e dro Abe lar do (1079-
1142) rec h a z ó ta n to el pun to de vista t ra dic iona l com o 1α~ teo ría
de An selm o. En su Epítomes de teolog ía c ristian a y e n su Com e n -
ta ri o sob re Roma n os, ab ogó p o r un punto d e vista di ferente d e l
νο-
p ecado. P a r a él , 1α~ ese ncia de l pecad o era e l d espr ecio de 1α~ ~ ~

21 0
γ su
Cristo: Su persona ~ o bra

m m
lun tad de Di os. R esi de ás e n las a l as in te n ciones d e 1α~ gen te
qu e e n sus accio n es, en estar de ac u erd o con l as ma las in c li n a-
c iones d e 1 ~αm ente.
Puesto que desde 1α~ p er spectiv a de Abe la rd o, no h ay un prin cipi o
e n Dios que re quiere satisfacció n d e p a rte d el pecad or, la vid a y 1α~
muerte de C risto no sirvie ron p a ra satisfacer 1α~ j u stici a d ivina sino
pa ra d es p e rta r en los p eca d o res una res pu esta d e a rrepe ntimien to
y amor, los c uales son s u reconci liac ión y re de nci ón. L a mue rte d e
Cristo es la rev elación s upre m a de l amor d e D ios. P ar a much os,
sin emba rgo, e l evento salva d o r pa rece haberse reducido ~α un m ar-
tirio tr ág ico, dej a ndo p oco espacio p ar a 1α~ in exor abl e necesid ad
que ap u nta la 1α~ cruz . Este pun to de v ista conduj o ~α 1α~ teorí a ej e m-
pla r ista de 1~α expi ació n y ha llegado ~α co nocer se co m o 1α~ teo ría d e
1α~ influencia m o ra l.

C. L a Reforma
Los reform ad ores d el sigl o X VI no pusier on en tel a d e j uici o 1α~
d octrin a de C ri sto formulad a por e l Con c ilio de Ca lcedonia. Te n-
d ier on sin emba rgo ~α ree mpl az ar l os énfasis an terior es con una p os-
tur a más existe ncial , un enf o que que se conce ntró e n el encu en t ro d e
uno co n el Cristo vi viente y e n los "beneficios d e Cristo", una teolo-
gía d e 1α~ cruz antes que de 1α~ gloría.

1. La c u estión d e 1α~ Co mmu ~ηλcat


~ λd~~
~λ0 ~ λΟ m ~
αtυΑ
~~

Un profund o d esacu erdo se pro duj o entre los reforma dores en el


co ntexto de su controve rsia sob re 1α~ Cena del Señor. Lutero, invoca ndo
1α~ anti gua doctrina de la Communicat io id iomat um (1 ~α "comunicación
[intercambio] de propieda d es" entre l as natur alezas div ina y hu m a na
de Jesucristo), e ins istiend o sobre esa base en la " presenci a real" d el
c uerp o y 1α~ sangre de Cristo en e l pan y el vino del servicio de comu-
nión, asev eró igualmente que había una interpe netrac i ón material d e
cualid ades ~ ο atributos en tre las naturalez as div ina y hu m ana en Cristo.
Pa r a Zuin g li o (1484-1531), s u pr inci pal opo ne n te respecto ~α 1α~
c uesti ó n, el pun to de vista de Lutero exhibía una p eli grosa te ndencia
hacia l as ideas de Eutíques, una fu si ó n d e n atura lez as que el Concili o
d e Ca l cedonia hab í a r echa z a do. Calvi n o (1509-1564), qu e ta mbi én
Teología F u nd a me n tos bíblicos d e nu estra fe

en se ñó una comunicación de atri b u tos, negó que los atribu tos div inos
p o dían se r imp ar ti dos ~α 1α~ naturaleza hu mana d e C risto. En su opi-
nión l as prop ie d ad es d e amb as [naturale zas] po dí an atribuirse a la
m is m a p erso n a, d e m o d o qu e p o día d eci rse que Cristo es om niscie n te
m ientr as que ~α1 mi sm o tie mp o tien e con ocim iento li mi ta d o.

2. Esta dos y fun cio n es de Cristo


En otros d os camp os l os re form a dor es hicie ron su co ntrib u ción
m ás origin al ~α 1α~ c risto logí a, contrib u ció n que fue a mpl ia me nte acep -
tada ~ γ desa rro ll ad a entre católicos romanos como tambi én protestan-
tes. L os ref o rmad ores introduje ron 1α~ d octrina d e los d os estad os d e
C risto, humill ació n y exaltación . E sta distinción no tení a e l prop ósito
d e reempl az ar 1α~ d oct rina d e las d os n at ural ez as sin o d e supl emen-
ta rl a d and o un reco nocimien to más pl eno ~α1 asp ecto d inámico d e 1α~
vida y el ministerio de Cr isto, presentánd o los en términos d e una
sec u e n cia de d os estados. Ta mb ié n a l en taba n 1α~ doctrina de l os tres
oficios de C risto co mo profeta, sace rd ote y re y, prime ra men te expu es-
ta por C ~α1νίηο
~~~~ ~γ s ubsecuentemente a d o p ta d a por teól ogos luter anos
y catól icos oma nos.
r

D. Tiempos mo d ern os
Ε1 de b ate respecto ~α 1α~ p erson a y l as nat ur ale z as de C risto se rea-
~
nud ó e n el siglo XVIII baj o e l imp acto d e 1α~ Ilu str ación, cuyos adh e-
rentes desconfiaban d e to d a autori da d y tr adició n en s u bús qu eda d e
1~α ve rd ad. Trastornando ra dicalmente 1 ~α cosm ovisión teol ógica me-
dieval, 1α~ raz ón, antes qu e 1~α rev e lación , fue estableci d a como el árbi-
tro fi n al de verd ad.

1. Un ca mbio ra dica l
Ε1 cambio ra dical d e pe rsp ectiv a que oc urri ó dura nte la Ed a d de 1α~
~
Raz ó n induj o ~α muc hos intel ect u ales ~α reformul ar doctrinas c ristia nas
h istóri cas en té rmi nos incongruentes co n la auto r i d ad bíb lica, p ero
más e n a rmonía co n e l p en samiento mod erno y s u énfasis e n la críti-
ca liter ar ia.
H abiend o ya rechaz ad o 1α~ pos ibili da d de elementos milagrosos ~ο
sobren atur ales en cualquie r medid a, una seri e d e pensad o res, co men-

21 2
C risto: Su p e rsona γ
~ su obra

z and o co n H ermann R eímarus (1694-1768) y con tinuand o hasta e l


tiemp o de 1α~ Prim e ra Guerr a Mundia l, se esforz aron por reconstrui r 1α~
vi da del "Jesú s histórico". ~ Α la b ase de la b ú squed a estaba la s up osi-
ción de que el J es ús rea l , e l " J esús de la historia", resultaría ser ra d ical-
men te difer e nte del "Cr isto de fe", el Jes ús teológico propu gna d o p or
teólogos y concilios d e iglesia. Cr ísto logías " d e arriba", enun ciad as
durante 1α~ er a prec rítíca, cuand o no había ninguna pregunta r especto ~α
1~α confiabilid ad histórica d e 1α~ Bib lia ~ γ 1~
ο que e mpez ó con el Verbo d e
D i os preexiste nte, que d escendió del cie lo p ara salv ar ~α los p eca dores,
fue r on progresiva m ente ree mpla za das por cristo logías " d e abaj o".
En de uda co n 1α~ Ilu str ación, l as c ri stolog ías " de abaj o" produjeron
un Jes ú s qu e, no siend o m ás divino, e ra esen cialm e n te un mor al ista y
re form ador re ligioso, e l hombre id ea l del libe ra lismo m o d erno, cru c i-
fica do p orque sus i d eas se a d ela nta ron ~α s u tiemp o. Au nqu e s u a u tor
co mp artió el métod o histó rico básico de los inv estiga do res libe rales,
el libro de Albe r t Schweit ze r sob r e 1α~ bú sque d a d e l Jes ús histó rico
(pub li cado en a l emán en 1906; 1α~ primera e di c ión e n i ngl és d ata de
1910: The Q uest of t he Histo rical Jes us, en es p añ o l se publ icó en 1955;
ver Bib liog ra fía), sign i fi có el fin de 1α~ búsque da libe ral d el Jesús d e 1α~
histo ria.

2. Fried ri c h Sc hleier m ach e r


En este co n texto Frie drich Sc hl eie rm acher (1768-1834) r eacc i on ó,
tanto cont ra el r aciona lis mo co mo con tr a 1α~ ortodoxia form ali sta. En
su in tento p o r ga na r ~α las cl ases educa d as de vu el ta ~α 1α~ re ligió n, que
é l de fi nió com o basa da sobr e un sen ti mi en to d e absoluta d ep end en-
ci a d e Dios, representó ~α un Cr isto c uya si ng ul ar i d a d con sistía e n el
hech o d e qu e p oseí a una "conciencia d e Di os" inigualad a, de tota l
dependenc ia fi lial r especto ~α1 Pa dre.
Rechaza d a co m o inadec u ada, 1α~ d octrina d e las d os n atura l ez as
simpleme nte se prop onía ex presa r 1α~ verda d de que Dios estaba e n
Cri sto. Jes ús, sin emba rgo, semej ante ~α nosotr os en natur al ez a, se dis-
tinguía de nosotros p o r una con cien c i a d e Dios ta n ab so l uta y conti-
nua co m o par a con stitu ir "1α~ verda d er a existen cia de Dios e n él".
Nadie des de 1α~ R efo rma h a ej e rcido ma yor influencia sobre 1α~ cristo-
log ía actu al qu e Sc hl eie rmacher.

21 3
Teología Fun damentos bíblicos d e nuest ra fe

3. Alb r echt Ritschl


Al brech t Ritschl (1822-1889), r eaccionan do cont ra el desmedido
inte lect ua lismo, tanto d e 1α~ orto d oxia co m o de l liberalismo, abo rd ó
l as doctrinas c r istia n as en términos d e juicios de v alor y por consi-
guiente recal có 1ο ~ que C risto hiz o p o r n osotros antes que lo que é l
es e n sí mismo. Cristo fue un simple homb re, p e ro en vi sta d e s u e n-
se ñanza, s u ej empl o y 1α~ ob ra que cumplió, es d igno d e ser ll amado
Dios. La infl uencia d e Ritsc hl h a sid o 1α~ más fue rte des pu és d e 1α~ d e
Schle ie rmac h er.

4. K enoticism o
En con tr aste, Gottfrie d Tho masius (1802-1875) y otros ke noticίstas ~
sost uv iero n qu e en e l momento de su e ncarnac i ó n el L ogos divino
puso ~ α un l ad o sus atributos div inos d e omnip oten c ia, omnisc ienc ia
y omnipresencia. So bre 1α~ base d e Filipe nses 2:7, procuraron m ante-
ner 1α~ rea lida d e integridad d e la nat urale z a d ual d e Cristo y s ub ra-
yar 1~α m agnitud de s u humill aci ón ~α 1 v o lverse hum an o.

~Ε . Enfo qu es co ntem p orá n eos


Ε1 siglo XX vio una asombrosa profusión d e enfoques ~
~ α las cues-
tiones cr ~ίstológicas. Un examen ad ecua d o está mucho más allá del
alca nce de este a rtículo. Só l o se menciona rá n u nas p ocas de las ten-
dencias m ás signi ficativ as, pa r ticularmente a qu ell as que su gie ren
enfoques no probad os ~ο desco n ocid os, aunque ninguno pa rece ente-
ra mente nu evo.

1. Crí stol ogía trinitaria d e K arl B arth


En una reacción consciente hacia 1ο ~ que él con side raba como 1α~
pe rsp ect iva funda menta lmente err ó nea d e 1α~ teol ogía liberal, con su
actitud conf iada hacia 1α~ ciencia y su énfasis en el sentimiento, K arl
B ar th (1886-1968) r eafirmó con apasionado ferv o r l as declaraciones
o rtodoxas clásicas de los pr im eros c in co s igl os resp ecto ~α la p er sona
d e Cristo. Hubo cambios e n s u pensamiento, y algunos de su s p u ntos
d e v ista no está n en te ramente exentos de l as presuposiciones liber a-
les de l siglo XIX, p er o ~α través de su carrer a l arga e influye nte B ar th
abogó p or un retorno al Cristo d e l as E sc rituras, d el cua l él c reía que

214
C risto: Su pe rson a ~γ su obra

l os re formadores e ra n los exp o ne ntes m ás autén ti cos. É ste fu e, in-


cuest ion abl emente, un vu el co i mp ortante. Pa ra Ba rth to do tení a qu e
v erse ~α 1α~ luz d e Jesuc risto. ~Ε1 J es ú s de 1α~ histo ria y el Cristo de 1α~ fe
e ran uno y el mismo. Sin vacilac ión pr oc la mó ~α J esuc risto como muy
divino y muy hum ano, el nacimie nto vi rginal , 1α~ mue rte expiato ria
su stitu tiva, 1α~ resurrecció n, y otros rasgos d e una c ristolog ía d e arri-
ba. Au nque serí a mu c ho inferir qu e en 1α~ recup er aci ó n de estos énfa-
sis cristo lógicos retornó en todos l os p untos ese ncial es ~α l as c l ar as
enseñan zas de las E scrituras, Ba rth i n cuestionab lemente e le vó e l e n-
foque bí b l ico de 1α~ c ristolog ía, la rga m en te d esc u id a do, ~α una posició n
de imp ortan cia y estud io teo l ógico. Muc ho de esto vino e n fo rma d e
reacción ~α 1α~ c ristología ra d ical de R. Βυ αηη.
~~1tm~~~

Ε1 Cri sto d es mi to logiza d o d e Rudo lf Bul tm ann


2. ~
Ab o rd and o el ~~ ΝΤ d esde un p unto d e vista r adical, Rud o lf Bul t-
mann (1884-1976) a rguyó qu e sus esc ritores no descr ibie ron histo ria
fáctica sino que añadiero n elemen tos mito lógicos ~α 1α~ histo ria original
de Jes ús. Escrib ie ro n en categorías y términos de l mundo a ntiguo,
inace ptab les pa ra 1α~ gente moderna. Invitó ~α su s lectores ~α no re pet ir
el err o r de l os l iber al es anterio res, quienes s impleme nte rec haz ar on
una encarnación l iteral, l os milagros l iterales, una ex p iació n l iter al,
una r es urrección lite ra l y una ascensión lite ra l. Su méto d o, tal como
él 1ο~ veía, no era un rech az o, sino una reinterpretación ant ro p o lógica.
Nuestra tarea actua l es d esc ub rir qué ve rd ades y expe rie nci as re li-
giosas in te ntaro n expresa r l os esc ritores d el ~~ ΝΤ p o r m edio de esos
mitos, desmitol ogί~z arlos, com o tambié n ~α la pe rso na d e J es ú s, y "tra-
ducirlos" ~α categorías humanas ex istenci al es, actu al es y rel evan tes.
E ste en f o qu e e qu iv alió ~α una t ra nsfo rmac ión rad ica l de los mensaj es
bí b licos.

Μ. B a ill ie
3. Cri sto l ogí a pa radó j ica d e D ona ld ~
En s u excel e nte lib ro God Was in Chríst (1948) [ Di os estaba e n
Cristo], Dona ld ~ Μ. B aillie intentó presen tar e l miste rio de 1α~ encarna~
ιίόη, no soluci o n ar e l pr ob lema. Sugirió una cr isto logí a p ar adój ica, es
~~~~
d ecir, que el enfoque m ás útil pa ra el m iste rio de 1α~ unión de l ve rd a-
der o D ios y el ve rd ade ro hombre es acepta rlo como una p ar adoj a,

215
Teología F undamentos bíblicos de nu estra fe

una d e la conste lac ión d e pa ra d oj as caracte rísticas d e 1α~ re vel ación


b íbli ca. I gn o ra r ~
ο e l iminar el e lemento d e p ara doj a d e ese misterio es
perd er 1 ~α encarnació n .

4. Osca r Cullm ann


D onde Bult m ann co locó p oca confianz a en 1α~ h isto ria, Oscar
C ullmann (C risto y e l t iempo, 1951) insistió en qu e 1α~ enca rnac ión d e
Cr isto y el Ca lv ar io ocurrieron e n el ti emp o. Lo qu e el ~ ΝΤ~ exp on e
no es una inte rpretaci ó n m ito logiz a d a existencial d el acontec imie n -
to-Cristo si n o una interpretació n d e la salvac ión-h isto r ia. Un o des-
c ubre quién es J es ú s encontra nd o 1ο~ qu e é l ha hec ho rea lmente p o r
nosotr os en 1α~ histor ia hum ana; de a hí el estud io cui dad oso d e
C ullmann d e l os t ít ul os d e Cristo (Cristo log ía del Nu e vo Testa m en to,
1959).

5. Cristol ogía d el proceso


En un reaviv amie nto d el esfu erzo de Ireneo p or inte rpreta r 1α~
encarnació n co m o la co rona y con sumac i ón d e 1α~ ob ra progresi va d e
Dios en 1α~ creac i ó n y as í logr ar una cl a ra in tegración en tr e 1α~ cr eac i ón
y 1α~ red enci ón, algunos teól ogos d el s i gl o XX vie ron en 1α~ fil oso fí a d el
proceso una fo rma de a n aliza r el prob lema c risto lógico d e una ma ne-
ra nuev a. ~Ε1 nue vo pun to de v ista fu e pode rosamente reforza d o p o r
1α~ creciente aceptació n d e 1α~ teo ría d e 1α~ ev o lución. ~Υ fu e a rti c ula do
convincentemen te en 1α~ fil oso fí a d el proceso de Al fred ~ Ν. Wh í tehea d
(1861-1947).
L a metafísica d e Whítehea d h a sid o gr adu alm en te a doptada y
α 1α~ teo logí a,
aplica d a ~ y p o r exte nsión ~α 1α~ cr isto l ogí a, p o r d efenso res
co mo C ha rles Ha r ts horne ( ~ η. 1897), Norm an Pittenberg ( ~ η. 1905),
John Cobb ( ~ η. 1934) y D avi d Gri ffin (η.~ 1939).
En 1 ~α teo l og ía de l proceso D ios ya no está más estático ~ ο inm óv il.
Sie mpr e está ava nz a nd o, cocrea nd o 1α~ h isto ri a con l os se res hum a-
nos. Si e mpre en un esta d o d e fl uj o ~ ο cambio, ~α t ra vés d e s u in ter -
cambi o con el mund o ca mbia n te, está e n proceso d e ll egar ~α se r ot ro
de quien es ah o ra. Mient ras que p ar ecen pr estar poca, si es qu e
al gun a, ate n c ión ~α as untos como el peca d o, 1α~ preexiste n cia ~ γ e l na-
cimiento vi rgi nal d e Cristo, la c rucifi xión y 1 ~α res urrecció n, l as c ris-

21 6
Cristo: Su pe r so n a γ
~ su obra

to l og í as d el pr oceso mu estra n un co mpromiso fu er te e in c u est iona-


b le con 1α~ human ida d d e J es ú s y su lugar e n la h istoria. ~ Α1 m ismo
tie mp o, s i D ios apa reció e n Jesús en un gr a d o no s up er ado, no p a re-
ce imp ensab le p ar a esta revelació n, p or lo menos en prin cip io, se r
sup era da e n el fu tur o.

6. Wolfhart P anne n berg


En s u li bro Jesus, God and ~~~ Μαη (1968) [Jes ús, Dios y homb re], uno
d e los princip a l es t rata d os c risto l ógicos d el siglo XX, Wol fh ar t ~~
Ραη-
~
nenbe rg ( ~η. 1928) arg umenta que to d a 1α~ histo ria, esta ndo baj o e l con
tro l de Dios, es una re v e lac ión d e la Deida d. Pe ro esta rev el aci ón n e-
cesita se r d esc ifra d a. Un teól ogo puede d esc ifrarl a en 1α ~ histo ria por
i ndici os encon tr ados e n l os escritos escato lógicos y ap oca líp ticos del
ΑΤ, v isión qu e se vu elve c la ra en el Cristo resucita d o.
~~
Hay muchas raz ones p a ra j ustificar el a lto a precio de v a ri os
as p ectos d e 1α~ c ristol og í a d e Pannenbe rg, especia lme nte su vigor o-
sa d efensa d e 1α~ resurrección d e C r isto, 1α~ que él pe rcibe co m o un
h echo completame n te histór ico. Uno to d a ví a exp e ri m e n ta d ificul-
ta d con s u meto d o log ía que ~α veces c i ta el texto b íbl ico, ot ras veces
~α Hege l, y otr as más a rg ume n ta ~α p a rtir de 1α~ cien cia a n trop ol ógica
mode rna.

7. Teo log ía d e 1α~ l ibe ració n


La teolog ía d e 1α~ liberación, j unto con s u co rol ar io cr isto lógico, es
una crítica de l enfo que tra d iciona l res p ecto ~α 1α~ teol ogía, ta n to cató li-
co romana co m o protestan te, qu e se consideran co mo de m asia d o
i ncl i nad as ~α 1α~ fil oso fí a, d e m asi ado cereb ra les, y d emasia do div o rcia-
das d e los sufrimientos d e 1α~ vid a. Surgió en l as p ostrimerías de 1α~
década de 1960 en L atinoamé rica como una reacción ~α1 sufrimien to y
opresión v astamente d ifund id os, condenad os co m o asal tos injusti fi-
cab les contra 1α~ d ignida d hum an a.
Los principa les exp one ntes d e 1α~ teo l ogía de la liber ació n en el
catolicismo ro m an o so n Gustavo Gutiérrez de P e rú (η. ~ 1928), J o n
Ε1 Salv ad or (η.
Sobr i no d e ~ ~ 1938), Leona rd o Boff de Brasil (η.
~ 1938), y
Ju an Luis Segund o d e Urug ua y (η. ~ 1925). Entre los protestantes des-
taca Hugo A ssmann d e Br asil (η. ~ 1933).

21 7
Teología F u n damentos bíblicos de n uest ra fe

Para to d os ellos, la teología es una reflexió n crítica sobre 1α~ praxis,


comenz ando con un compromiso ~α fav o r de los opr i mid os. Esta teo-
logía, co m o una fo rma d e 1α~ pr axis, debe en camina rse hacia e l cam-
bio de l orden existente.
En contraste co n 1α~ cristo l ogí a ca lcedónica, ~α cuyo Cristo p erciben
m
co o apoy and o el act u al ord e n econ ó mi co y p olí tico opresiv o, ven ~α
Cristo prima ria m en te como e l liberta do r, un rebelde polít i co, preocu-
pa d o p o r los p obres y los p ar ias sociales. Es, esen cia lm en te, una cris-
tol ogía de abaj o, co m enza ndo d es d e el h o mb re J es ú s, y reflexi o nand o
luego sob re su d i vinida d. Si bien su uso se lectiv o de la E scritur a plan-
tea pr ob lemas, 1α~ cr isto l ogía de 1α~ l ibe ración también h a ofreci d o un
impor tante co rr ecti vo ~α l as concepciones excesiv amen te esp iritu ali-
z adas d e 1~ α misión d e 1α~ ig lesia.
De l mi sm o m o d o, la teol ogía n egr a está pr eocup a d a i n cuestiona-
bl eme nte p o r 1α~ c u estión d e la l ibe r ació n . M ie n tr as qu e 1α~ teol ogí a
d e 1α~ lib e rac ión s urgi ó prima r ia m en te d ent ro d e 1α~ Igl es i a Cató li ca
R o m ana en Suda m érica, la teo log ía neg ra eme rgió en las d éca d as d e
1960 y 1970 d entro d e las comunida d es pr otestantes neg r as en
No rtea mé rica.
Ε1 movim ie n to tiene muchas facetas y m atices, ca r acteriza d os
~
p o r v ar ios mo de los, como Ma rtin Lu t he r Kin g (1929-1968), Sto ke le y
Carmichael ( ~ η. 1941), Ma lcolm ~ Χ (1925-1965), James Cone ( ~ η. 1938)
y J. Deotis R obe rts ( ~ η. 1927). To d os enfatiz an e l car ácte r único d e 1α~
ex p er ienci a n egr a ~ γ 1α~ n ecesida d de desarrolla r una teo logía y cr is-
to l ogí a s ingul arm en te negr as, pu esto que a m bas reflej an el a rmaz ón
m eto d ológi co occ id enta l ~ο g riego en el cua l teól ogos bl ancos h icie-
ron teo log ía s up on iend o la supe ri o rid a d d e 1α~ c ul tur a occi d ental .
Ésta es otra fo rm a de opresión.
L a c risto log ía n eg ra col oca un fue rte énfasis so br e el Jes ú s histó-
rico, e l J es ú s oprimid o c uy a vid a y ministe ri o estuvi er o n l igados
co n l os opr imid os. Inclu so s u dec l ar ación de que e l r eino de D ios
estaba ce rca significaba que la esc la v it ud y opr esi ó n estaban p o r
te rmi n ar. ~ Α1 m is mo tiempo, 1α~ c ri sto l ogí a negra pr o p o n e un punto
d e vista b ás icame n te bíblico d e 1α~ d iv ini da d , en ca rnac i ó n y resu-
rrecció n d e C ri sto, mi e n tras qu e 1 ~α sa lv ac ión que é l tr aj o está ex pr e-
sa d a us u alm ente en términos d e lo qu e é l h ace ~ ο pu ede h acer p a ra

218
Cr isto: Su persona γ su obra
~

1α~ tra n s f o rmació n d e 1α ~ conci encia n eg ra. L os teól ogos negr os n os


h an record a d o con to d a propiedad 1α~ uni ve r sa lid a d d e C ri sto.
La teol ogía feminista -y su co mpren sió n d e Cr isto- es también
co nsidera d a po r muchos co m o una fo rma de teo l ogía de libe ración ,
co m o 1ο~ sugie re el términ o m ás an tig uo, 'libe ración de la muj er". Sus
esf uerz os están dirigid os hacia el l ogro d e 1α~ j usticia, 1α~ libe rta d y 1α~
iguald ad p ar a l as muj eres.
Pr áctica m ente p a r a to d os l os teó logos fe m in istas el pun to de
p ar tida a propia d o par a h ace r teol og ía fe m in ista no es e l Di os tras-
cend ente y al gun a co municación d e ex p erie n cia d i vi n a, sino huma-
na, co n si d e rada co m o fu ente y cr ite ri o d e ve rdad. Junto con l as teo-
l og ías de liberac ió n l atinoam e r ica n a y negr a, 1α~ teo log ía femi ni sta
es una reflexió n sobre pr obl em as fundame n ta l es ~α la luz d e 1α~ exp e-
r ie n c ia, sobr e todo, d e 1α ~ exper iencia, i nquietud es y necesi d a d es d e
l as muj er es. Úl tim a m ente el mov imiento, qu e co me nzó en la d éca-
da d e 1970, ha ll ega d o ~α se r cada v ez más h eter ogé n eo. As í, e n
cuanto ~α 1α ~ c ri sto log ía se re fie re, a l gunos están l istos p a r a rec h aza r
~α J esús co m o una enca rnación d e Di os c u a litativ a m ente única,
co m o e n M ary D aly (η. ~ 1928). Ot ros, co m o Car ter H eywa rd ( ~ η.
1945) y Rita Br oc k (η. ~ 1950), ge n era lizan e l significa d o de 1α~ enca r-
nación p ara inc lu ir ~α to d as l as p er son as; otr os más expl o ra n in te r-
pretaciones a l tern ativ as d e J esús y sel eccion a n una qu e 1ο ~ v e como
un ca mp eón d e 1α~ ca u sa de las muj er es, com o h ace R osem a ry
Ra df o rd Ru eth er (η. ~ 1936).
La cristologí a tr adi ciona l es recha z a d a ~α ca u sa de s u s s ímbo los
pre d o m inanteme n te masc ulinos p a r a Di os y ~α su fig ura d e un
Sa lv ad or m ascul i n o, l os que se conside r an co m o s u stenta d ores de l
p atr ia rca lism o con s u c reenc ia en la domi n aci ó n d e l os homb res. L a
m asc ul inida d d e J es ús, se a rguy e, se h a usa do pa r a estab l ece r 1α~
n o rma d e 1~α hum anid ad, siendo 1α~ muje r d e a lguna man er a un se r
hum an o d e segunda catego rí a, ~ ο me nos qu e idea l, co n impli cacio-
n es i mpo rtantes p ar a los asun tos d e li de r az go en 1α~ igl esia, p o r
ej e mpl o. Ta mbié n se afirm a que 1α~ mism a pretensión d e qu e Dios
estuvo pl ena y singul a rmente prese nte en un varón humano p erf ec-
to, Jesús, y ~α tr av és d e él tr aj o salv ación ~α to d os, no repr esenta con
justici a 1α ~ re lació n dinámica entre Dios y todas las p erson as.

21 9
Teología Fun damentos bíb licos de nuest ra fe

Debi d o ~α que 1α~ cristolog ía ha sido, y conti nú a siendo, hec ha pre-


domin an te mente por hombres en una cul t ur a pa rticula r, articula ndo
preguntas y anhe los d e h o mb res con cernien tes ~α la re lación divino
humana, los teól ogos f e m i nistas creen que 1α~ exp eriencia de 1α~ muje r
ha sido omitid a, s i es que no desca rtada. A sí la cristol ogía debe se r
desmante l a da y reartícul ad a en form as m ás igu alita rias, en formas
que con trib uyan ~α 1α~ bús qu e d a feminista de l va l o r ~ γ dignida d de 1α~
muje r com o p erson a. En tr e otras cosas, l os teó logos fe m inistas ha n
a yudad o ~ α acla ra r l as d octr inas del hombre y 1α~ sa lvación . Siend o que,
tanto e l hombre co mo 1α~ muje r fue ron crea dos ~α 1α~ imagen d e Dios, la
inhumanid a d de los hombres hacia las muj eres es una mani festaci ón
obvia de 1α~ cond ición pecaminosa d e 1α~ humanida d. Con todo, la ins-
tigació n ~α que los c risti an os aband o nen co nceptos básicos co m o 1α~
div ini da d cua litativamen te única de Jesuc ri sto p arece ser excesiv a.

8. Ε~ 1 " mi to d el Dios e n carnado"


Más reci e n te me nte 1 ~α publicaci ó n de The Myth of God In ca rnate [~ Ε1
mito d el Dios encarnad o] (1977) p or teól ogos b ritá nicos cr eó basta n te
conm oción, probabl e mente ~ α cau sa d e su título prov ocat iv o, p o rque
e n térm nos rea l es no con tení a much o qu e fuese nue vo. S u s a u tores
i
son d e 1α~ opinión de qu e la doctr i na de 1~α en carnación y a no es in te-
li gibl e. Se pr esen ta ~α Jesú s co mo un hombre design a do p or Dios p ara
un pa p e l esp ecial d en t ro de l prop ósito di vino. ~ Ε1 co ncepto d e J esú s
como D ios e ca rn do, vi end o una vid a humana, se co nside ra com o
n a vi
una concepci ó n ta rdía, una manera mitológica ~ο poéti ca de expresar
s u significa d o p ar a los ser es huma nos. Puesto que los co laborad ores
no recon ocen el ~~ ΝΤ co mo a utoritativ o y muestr an un pro fund o escep -
ticismo h aci a su con fiabil id a d , el v o lum en gua rda casi tota l s ilencio
sob re 1α~ significación soteri o lógica de J es ú s, y s u res urr ecc ión prácti -
camente no dese mpeña ningún p ape l en absoluto. El l ibro pr áctica-
me nte re viv e 1α~ anti gu a p osic ión l ibe ra l d el sigl o XIX y no o frece nin-
guna alternativa real ~α 1 ~α d octrina histó ri ca de 1 ~α en carnación .

Ε1 Se mi n ari o d e J esús
9. ~
D es d e 1985, l os m iembr os de l Semina rio de J es ú s han esta d o abo-
gand o en fav o r d e una "r e f o rma ra dical " d el c ri stia nis mo, sostenien-

220
C r isto: Su pe rso n a γ su obra
~

d o que Jesús de Na z aret d ebiera se r libe ra d o de 1~α pris ión bí b lica y de


c redos e n los que los cr istianos 1ο~ ha n encarce la d o. Aplicando m éto-
d os c ríticos convenciona les de anál isis d e texto y otras regl as d e evi-
dencia m ás disputad as, los erud itos d el se min ario controv e rsia l ha n
llegado ~α 1α~ co nclusión d e que no más del 20 por c iento de los dichos
-y aun menos de l os hechos- atrib ui dos ~α J esú s en los evangelios
son autén ticos. Entre l os d esecha dos están e l nacimiento virgin al, el
Padrenuestro, los d ic hos d es d e la cruz, la mayorí a de sus mil agr os, s u
res urrección corp oral, y c ua lquie r pretensión de J es ú s ~α 1α~ d ivinida d.
Ε1 J es ú s que perma nece es básica m en te un c rí tico social y un sabio
~
sec ul ar p arecid o ~α un Sócr ates j udí o.

10. C ristol ogí a catól ica


D esde e l tie mp o d e Tomás d e Aquino h asta m ed ia dos de l sig lo
XX, la cr istol og í a católi ca roman a se co nce n t ró pri nci p a lme n te e n 1α~
c u estión o n to lógica: ¿Q uién es J es ú s en sí mism o? Só lo se co n si d e-
ró en form a sec und ar ia la c u esti ó n sote r iol ógi ca: ¿Q uién es Cri sto
par a nosotros?
Ε1 ca mb i o des d e un est ud io no crítico ~α uno c rítico de l ~
~ ΝΤ,
~ el
paso d e una comprensión estáti ca d e 1α~ existenci a hum ana ~α una
e v o luci o n ista y existe n c i al , co mo ta mbi én el d esarrollo de una co n -
~ libe-
c i encia h istór ica y p olítica com o se refl ej a e n l as teo logías d e 1α
r ac ión, contr ib uye ron ~α 1 cambio des d e e l m éto d o m edie v al ~α1 e nfo-
qu e d e l sigl o XX. Aquí, co mo e n 1α~ c ri sto l og ía pr otesta nte, son dis-
ce rnib l es d os m éto d os pr incip al es: C ri stol ogí as d e arriba, represe n -
ta d as en las ob r as d e Piet Sc h oo n enbe rg ( ~ η. 1911), Ha n s Ur s ~νοη
~~
Bal thasar (1905-1988), y aun Tei lha rd de Cha rdi n (1881-1955), co-
mienz an co n e l Ve rbo d e D ios preexistente, qu e d esci end e d el cie lo
p a r a tom ar ca rne hum ana. C r isto logí as de abaj o pr o pu estas p o r
K arl R ahn er (1904-1984), Ha n s Küng ( ~η. 1928), Wal ter K asp e r ( ~η.
1933) y Edwa rd Sc hill ebeec kx ( ~ η. 1914) comi enz a n co n e l J esús d e
1α~ hi sto ria. P o r ot r a p ar te, teó l ogos l atinoa m e r ica n os co mo
Leon ard o Bo ff (η. ~ 1938) y Jon Sob rin o (~ η. 1938), m ie ntr as recal ca n
el Jes ú s histórico p or en c ima de l Cristo de fe, a rg uy en qu e 1~α o r to-
doxi a s ie mpre debe esta r asoci ada co n 1α~ o rtopr axia y el inte rés d e
D ios p or l os p obres y o primid os.
221
Teología Fundame n tos bíb licos de nu estra fe

F. Corrientes d e pensamie nto


co ntem p orá n eas o pu estas
En 1 ~α actu alid a d el d ebate cr isto lógico es fluid o y es di fí cil pr ed e-
cir su c urso futuro. La de finic ión ca lce d ó ni ca de "una p er so na en d os
n atur alez as" h a teni d o éxito dur ade ro, inc lu so hasta e l siglo XX. Ha y
un c l aro acue rd o gener a l d e que e n su inten to po r p erm anece r fie l ~α1
testimon io bí b lico, 1~α dec la ración c lásica deb ie ra lee rse com o un
comienzo, no co m o un fi n . Fue un c re d o qu e n ació en una c risis, que
c umplió su pro p ósito mucho m ás allá de s u tie mp o. Pu ede haber
pe rdido algo d e s u s uficiencia, no po rque la respu esta que h a d a d o
sea e qu iv oca d a, si n o p orqu e l as preguntas formul a d as presup on en
un ma rco de refe rencia que ahor a ha ca mbia d o. Los prob lem as de
Ca lce d o ni a están, e n g ran me did a, en el ~~ΝΤ mismo. Pe rs iste 1α ~ n ece-
sidad d e continu ar est ud iándolos.

G. L os adve n tistas del séptimo d ía


Los a dv en tistas d el sép ti m o dí a abogan p o r un si stem a teológico
C ri stocéntrico. Ven ~α Cristo como Crea dor, R e d en tor, Señ o r de l sába-
d o, S umo Sacerdote, y Rey próximo ~α venir.
Sin embargo, no sie mpre ace p tar o n 1α~ d octrin a c rist ia n a hi stó ri-
ca d e la Trinidad . En l as prime r as d éca d as 1α~ rech a z ar o n co m o no
b íb lica, Cató lico Roman a, contr aria ~α 1α ~ ra z ón, y consi d e r ab a n que
de m and ar una c r isto l ogí a d e d os natur al ez as equ i v alía ~α nega r una
ex p iació n d ivina. H abiend o sid o a n te riormente m iemb ros de 1α~ Co-
nexió n Cri stiana, Jaim e White (1821-1881) y J osé B ates (1792-1872)
e ntre otr os, sostuv ie ron una fo rm a de a rr ia nis mo res p ecto ~α1 o rige n
de C risto pre vi o ~α 1α~ encarn ac i ón. Al gunos 1ο~ co nsi d er aban como
un se r c rea d o; 1α~ ma yo rí a, como una e m anació n de l P a dre. No n e-
gaban su div i n id a d ~ο s u d erecho ~α se r llama d o D ios y ~α se r a d o r a-
d o co mo tal ; prin cip a lmente a rgüía n que, com o e n gendr a do p or el
P a dre, C risto tuv o un co m ie nzo y fu e hec h o igua l ~α1 Pa dre p o rqu e
el Pa dre as í 1ο~ qu iso.
Su compr en sión d e 1α~ en ca rnac ión conduj o ~α una cr istol og ía de
una natur a l ez a en 1α~ cual el Ver bo d ivino preexisten te, d e riv ado d el
P adr e p e ro no coete rn o con é l, fu e tr ansforma d o en ex istencia
huma n a p a ra mor ir una expi ación d iv i n a y pe rfecta. Sosten er que

222
γ
Cristo: S u persona ~ su ob ra

C
duran te su enca rnació n r isto fu e ta n to huma n o co m o di v i n o se
p er c ibía co mo una decl ar ació n de que su mue rte e r a un m ero sac r i-
ficio hum ano en v ez de una expiación divi n a.
Un ca mbio impor tan te oc urrió c u and o, inmediatamente d espu és
d e 1888, ~Ε. J. Waggo ne r (1855-1916) comenz ó ~α p o ne r énfasis en 1α~
encarnación como una mor ada d el Verbo div in o e n carne pecamino-
sa, p ar a vivir como Verbo d ivi no una vida humana p erfecta. Aquí, en
una fo rma mi ste riosa, la natur ale za div i na se unió con 1 ~α carne caída
con to d as s us te ndencias pecaminosas, co n el definido prop ósito de
triunfa r sob re e l peca do huma no y prop orcio na r un p o de r s imil ar ~ α
los seres hum an os. Aunqu e 1α~ suya er a to d aví a, básicame nte, una
c ri stolog ía d e una natur al ez a, e l pa p e l qu e dese mpeñó 1~α carne huma-
na en 1α~ compren si ó n que Waggoner tení a d e C r isto pre p ar ó el cami-
no pa ra una c ri stolog ía de d os natur ale zas ~ γ una confesió n trini ta ri a,
como fu e señal ad o p o r Norma n ~~~~ Υουηg.
Α1 mis m o tie mp o, aunque comenz and o e n 1α~ d écad a d e 1870,
~
Elena G. d e White dese mpe ñó un p ape l re lev ante en el reconoci-
miento gradu al de l p unto d e vista tr~ί n~ίtario. Desde 1931 en ade la nte,
1α~ co mpren sió n tri ni ta ri a d e Dios, j unto con 1α~ pl en a i g u aldad d e
C risto con el Pa dre y una c ristolog ía d e d oble n atur al ez a, ha n s ido
p ar te esencia l d e l as creen ci as a dventistas fund amental es.
Si bien to d os ha n suste nta d o 1α~ imp ecabilid ad d el Cristo encarna-
d o, h an p er sistido d ifere ncias de opinión entr e l os a dv enti stas res-
pecto ~α 1α ~ naturale za de s u humanidad, si él co mpar tió ~ ο no las te n-
α1 ma l d e la n atura lez a humana caída. ~
d en c i as ~ Α di fe rencia d e 1α~
may o rí a de l os prime ros a dventistas, en tie mp os recien tes mu chos
han adoptado e l pun to de vi sta d e que aunqu e tomó 1α~ natur ale z a
huma na caíd a, C risto no participó de ninguna d e su s propensiones ~ ο
inclinaciones pecaminosas.
En una form a simi l ar, d esde una p osición anteri o r qu e cons ider a-
ba 1~α mu e rte de C risto e n 1α~ cr uz como un sacr ificio supremo pe ro
limitaba 1 ~α p a lab ra "expiación" ~α s u ministe ri o celestial, los a dv enti s-
tas ampli ar on gr a dua lmente s u compre nsión d e 1α ~ exp iac ión p ar a
incluir tanto 1α~ cruz como el ministerio cel esti al de Cr isto. En é l los
beneficios de su sac r i fi cio exp iatorio en la cruz so n pu estos ~α disposi-
ción d e l os cre yentes. Cada p arte se pe rcibe como una obr a termina-

223
Teología Fu ndame ntos bíblicos d e nu est ra fe

da, sin embargo se requiere n ambas p ara h ace r completa la expiación.


Tradicionalmente, los autores adventistas han e ntendid o 1α~ muer te
expiatoria de Cristo como un sacrificio sustitutivo penal. En tiempos
más recientes algunos han aboga do un punto de v ista que tiene re m i-
niscencias de la interpretación de Abe lard o d e 1~α influencia m o ral.
D esde los días d e sus primeros escrito res, los adventistas del sép-
timo día, como su nombre lo recalca, han insisti do en que su Sumo
Sacerdote pronto regresará ~α esta tierra para consumar el propósito
por el cual vino 1α~ primera vez. Unánimemente han enfatizado en que
esta segunda v enida no es una venida "espiritual" ~ο algo que coinci-
de con 1α~ conversió n de uno ~ο que ocurre en 1α~ muerte, sino un even-
to v isible, g lorioso, co n Cristo descendiendo del c ielo como Rey de
reyes y Señor de señores.

V. CO MEN TA R IOS D E ELEN A G. D E WH ITE


Elena G. de VVhite escribió mucho sobre 1α~ persona y obra de Jesu-
cristo. L o que sigue es una muestra represe ntativa d e s us declaracio-
nes sobre el tema. Otros artículos que tratan aspectos concretos del
tema, p or ej emplo, Cristo como Crea dor, su deidad, su ministerio sa-
cerdotal, y su segunda v enida, proveerán ~α1 lector de reflexiones a di-
cionales.

Α.
~ El Ver bo h ec h o car n e
Respecto ~α1 conocimiento de C risto, Elena G. d e White esc ribe:
"En Cristo habita toda plenitud. ~ Έ1 [ Pablo] nos enseña ~α tener
to das las cosas co m o pérd ida po r 1α
~ exce lencia de l co n ocimiento d e
C risto Jesús nuestro Señor. E ste conocimiento es 1α~ ciencia más eleva-
da que ho mb re alguno pueda alcanza r. Es la suma d e to da v erdade-
ra c iencia. ' Esta es 1~α vida eterna -declaró Cristo-: que te conozcan
~α t i, el único Dios verdadero, y ~α J esucristo, ~α quien has enviado`
(7C BA 917).
Ella explica que, en cuanto ~α 1α~ encarnación del eterno Verbo d e
Di os preexisten te, "C risto era esencialmente D ios y en el sentido m ás
elevado. Era con Dios desde toda 1α~ eternidad, Dios sobre tod o, be n-
dito p ara siempre. ~ Ε1 Señor Jesu c risto, el d ivino Hij o de Di os, existió
d es de 1α~ eternidad como una p ersona distinta, ~γ sin embargo e ra uno
224
Cr isto: Su perso na γ su ob ra
~

con el Pa dr e" (1 MS, 290, 291). "En C risto h ay v i d a original, que no


provi en e ni d eriva d e ot r a" (DTG 489). " L a d octr in a d e la en carnació n
de C risto en carne humana es un miste ri o, 'el mister io qu e había esta-
do ocul to des de l os sig los y eda des' (Col . 1:26). Es e l gr ande y pr o-
Υ a qu el Ve rbo fue hec h o carne, y habi-
fund o mi ster io de 1α~ p ieda d . ' ~
t
tó e n re nosotros' (Juan 1:14). C ri sto to m ó sob re s í 1α~ natura le za
huma na, una natura le za infe rior ~α s u natura le za ce lestia l . No hay
n ada qu e demu estr e tan to como esto 1α~ ma r avillosa cond escend en cia
de Dios" (1 ~ Μ5 289, 290).
" D ej and o ~α un la do s u ma nto rea l ~
γ su corona d e rey, C risto c ub rió
s u d ivini d ad co n hum anid a d, p ar a qu e l os ser es hum an os pudier an
ser e l ev ad os d e su d egr adación y col oca dos sob re un terren o v en taj o-
so. C risto no p o dría hab er venido ~α esta tie rr a con 1α~ glor ia qu e tenía
en los atrios cel esti ales. Seres hum an os p eca d o res no p odrí an haber
so p o rtado la vista. ~ Έ1 ve ló su d i vinida d con e l m an to d e 1α~ hum an i-
d ad, p e ro no se despre ndió d e s u divini d ad. Un Salv ador div in o-
huma no, vino p a ra p oner se ~α 1α~ cabez a de 1α~ raz a caíd a, pa ra co m -
p ar tir su exp erien cia des de la infa ncia ~α la adultez. ~ Έ1 vino ~α esta tie-
rr a, y vivió una v i d a d e obediencia p erfecta, p ar a que l os seres huma-
n os pu e d an se r p a r ti c ip antes de 1α~ n atur a le z a div i n a" (RH,
15.06.1905).
"Cr isto, 1 ~α luz d e l mund o, v el ó el d eslumbr ante respl and o r de
s u divini d ad y vino ~α vivi r co m o h omb r e e n t re l os homb res p ara
que ellos pud ie r an, sin se r co n sumi d os, co n oce r ~α su Cr ea d o r " (MC
326).
"C risto no hab í a d ej ad o d e ser Dios cuand o se hiz o hombr e.
A unque se hab ía hum ill ado h asta as umir 1α~ hum an ida d, seg uí a sien-
do div in o" (D TG 618, 619).

Β.
~ Un a hum a n i dad caída
No sólo Jesús d e N az aret es el Ve rbo encarna d o, ple na mente div ino;
también es ple na mente human o. " Pa ra que é l pudi era cumpl ir s u pro-
p ós i to d e a m o r p ara la raz a ca ída, él se hizo hueso d e nuestro hu eso y
carne de nu estra carne... La div inida d y 1~α hu m an i da d se combi nar on
miste riosamente, y ho mb re y D ios ll ega r on ~α ser uno" (FLB, 48).
"Cristo, que no conoc ía en 1~ ο más m ínimo 1~ α m ancha o contaminación

225
Teología Fun damentos bíb icos de n u est ra fe

d el pecado, tomó nuestra naturaleza en su condición deterio rada"


(IMS 296). "Jesús aceptó 1α~ humanidad cuando 1α~ especie se hallaba
debilitada por cuatro mil años de p ecado" (D TG 32). "Έ1~ tomó sobre s u
naturaleza sin peca do nuestra naturaleza p ecaminosa" (MM, 181).
Α1 m ismo tiempo, sin embargo, Elena G. d e White explica que "él
~
tomaría su posición ~α 1α~ cabeza de 1α~ h umanidad ~α1 tomar 1α~ n atura-
leza del hombre p ero no su pecaminosidad" (ST, 29.05.1901).
Además, "él no fue contaminado con corrupción, fue un extraño ~α1
p eca do; sin embargo oraba, y ~α menudo con fuerte clamor y lágrimas.
Oraba p or s us discípul os y p or sí mismo, identificándose así con
nuestras necesidades, nuestras debilidades y nuestros fracasos, que
son tan comunes en 1~α hum anidad. Fue un poderoso suplicante, no
p oseyendo las pasiones d e nuestra naturaleza hum ana, caída, p ero
rodeado d e deb ilida d es se mej antes, tentado en todo punto aun como
ο somos nosotros" (2Τ
1~ ~ 508, 509).
Jesús "tomó sobre s í 1α~ naturale za humana, y fue ten tad o en todo
sentido como es tentada 1 ~α naturaleza humana. P o dría haber pecado;
p odría haber caído, pero en ningún mome nto hubo en él tendencia
alguna ~α1 mal" (5CBA 1102).

C. Dos n at u ralezas e n una perso n a


La d octrina cristiana d e dos naturalezas en la per sona d e Cri sto
está claramente expuesta. "Ahora 1 ~α [natura leza] humana: 'Hec ho
semej ante ~α los hombres; y estando en 1α ~ condición de hombre, se
hum illó ~α sí mismo, h aciéndose obediente h asta 1α~ muerte'.
Voluntariamente tomó 1α~ n aturaleza h umana. Fue un acto s uyo y por
s u propio consentimiento. Revistió su divinidad con humanidad. ~ Έ1
había sido siempre como Dios, p ero no apareció como Dios. Veló las
manifestaciones de 1α~ Deidad que habían producido el homenaje y
originado 1α~ admiración d el universo de Dios. Fue Dios mientras
estuvo en 1α~ tierra, pero se des poj ó d e 1α~ f orma d e D ios y en su lugar
tomó 1α~ forma y 1α~ figura de un h ombre. Anduvo en 1α~ tierra como un
hombre. P or causa d e nosotros se hizo p obre, p ara que p or s u pobre-
za pudiéramos se r enriquecidos. Puso ~α un lado su gloria y su maj es-
tad . Era Dios, p ero p or un tiempo se d espoj ó d e las glorias de la
f orma de Dios" (5CBA 1101).
226
C risto: Su persona ~γ su obra

"¿Fue 1 ~α n atura leza humana de l Hij o d e M α


aría cambiad a en 1 ~

nat ura leza divi na de l H ij o de Dios? No; las dos n atura lezas fuer on
~ n adas misteriosamente e n una p er sona: e l H o mbre Cristo Jesús"
fu sίo
(21 MR, 418). " Presentaba una p erfecta human i d ad, combinada con
deida d;... preserv and o cada natura lez a di stinta" (5C BA 895).

D. Cristo nuestro e j em p l o
Asiéndose de l p o d er de su P adre, Cristo es nuestro ej emplo. " L a
obe diencia d e Cristo ~α su Pa dre fue la mis ma obediencia que se exige
del h o mb re. ~Ε1 h o mb re no pu ed e v en cer las te ntaci ones d e Satanás sin
que se combinen e l poder divino con su agen te humano. Así sucedió
en e l caso de Jes ucr isto: p odía aferra rse ~ α1 p od er divino. No vino a
nuestro mu ndo p a r a obedece r co m o un Di os meno r ~α un Dios mayor,
sino co m o un hombre pa ra obedece r 1α~ sa nta l e y d e Dios, y por eso es
nu estro ej emplo. ~ Ε1 Señor Jesús no vino ~α nuestro mund o pa ra reve l ar
1ο~ que p o dí a hacer un Dios, sino 1ο ~ que p odía h ace r un hombr e por
m e di o de 1α~ fe e n el p o de r d e Dios p ar a fo rtalece r en ca d a emer gen ci a.
Ε1 h omb re debe ser p ar tici p ante de la natura l ez a div ina y vencer p o r
~
med io d e 1α~ fe ca da tentaci ón que 1ο ~ acose" (7CB A 941). "Por 1ο ~ tanto,
J es ús fue 'te nta do en to d o p unto, as í como n osot r os'. So p o r tó toda
p rueba ~α la cua l estemos suj etos. ~ Υ no ej erci ó ~α favor suyo p o d e r algu-
no que no n os sea ofrecid o gene rosamente. Como h omb re, hizo fren te
α 1α~ tentación, y venció en 1α~ fue rz a que Dios le daba" ( D TG 15, 16).
~

Ε.
~ Un a muerte sacrificial
La mu er te de C ri sto, co m o lo vio El e n a G. de White, fue una m uer-
te sac rific ~ίa l, prefigurada e n las ofre nd as sacrifi c ial es de l ~~ ΑΤ.
Describiendo e l significado y las implicaciones de 1α~ cr uz , e lla se refi-
rió ~α catego rías tal es co mo su stit u ción, rescate, expiación, pr o p ic ~ίa-
~~~ reconciliación, tod as re m ~ί n~ίsce ntes del vocabulario bí bli co.
cίόη,
"Sob re Cristo co mo s ustitu to y ga rante nuestro fue puesta 1α~ ini qui-
da d de to d os nosotros. Fue co nta d o por transgreso r, ~α fin d e que
pudiese redimimos de 1 ~α cond en aci ón d e 1α~ le y. La culpabilidad de
cad a descendie nte d e Adá n abru mó su coraz ón . L a ir a d e Dios contra
el pecado, 1α~ terrib le manifestaci ó n d e su d esagra d o p or ca u sa de 1α~
iniquid a d, llenó d e consternació n e l alma de s u Hij o" ( DTG 701).
227
Teología Fund amen tos bíblicos de nuestra fe

"El Se ñ o r de gl o ria estaba murie ndo en rescate por 1α~ familia hu-
mana" (ibíd., 700). "Nu estr o rescate ha si d o p agad o p or nuest ro
Sa lva d o r " (1 M S 364). "[C risto] se rebaj ó hasta [el n ive l de] 1 ~α natur a-
le za huma na. L o h iz o p ar a qu e se pud ieran cumplir las E sc rituras; y
el Hij o d e Dios se amold ó ~α ese plan aunque con oc ía todos l os p asos
qu e hab ía en su hum i llación, los c u a les d ebí a descende r p a r a ex p iar
los pecad os de un mundo qu e, co ndena d o, gemía" (5CBA 1101).
"Cristo llegó ~α ser 1α~ prop ic iación p o r los p eca d os del homb re.
O freció 1α ~ p erfección de su car ácter en lugar d e 1α~ pecaminosida d de l
hombre. Tomó sob re sí mis m o 1α~ maldició n de la desobedie n cia"
(1 MS, 279). " L a Justi cia pu e d e pe rd on ar media n te C risto sin sacr ifica r
una jota de su excel sa san ti d ad ... La Ju sticia se tr as la d ó des de s u e l e-
va d o trono y con tod os l os ej é rcitos d e l ciel o se aproxim ó ~α la c ruz.
Allí vio ~ α Uno igua l ~α Dios lleva ndo el casti go de to d a injusticia y
to do p eca d o. L a justicia se inclinó co n reve ren c ia ante 1α~ cruz con pe r-
fecta satisfacción, diciendo: E s s uficien te" (7CBA 947).

F. Un a d e m ostració n d el a m or d e Dios
" L a mue rte d el ama d o Hij o de Dios en 1α~ c ruz rev e la 1α~ inmutabi-
lid a d d e la ley de Dios... Ev idencia ante el hombr e s u car ácter in mu-
tab le" (1 J T 217, 218). Sin embargo, ~α fin d e evitar cualquie r m al ente n-
di d o, El en a G. de White esc ribe: " E ste g ra n sac ri fi cio no fu e h echo
par a c rea r a mo r en e l co raz ón d el Pa dre hacia e l homb re, ni pa ra
m o verle ~α salv arnos. ¡No! ¡No! 'Porqu e de tal m aner a amó Di os ~α1
m und o, que d io ~α s u Hij o unigénito'. Si e l Pa dre n os ama no es ~ α
causa d e 1~α g ran pro pi ciació n, sino que é l pr o vey ó 1 ~α prop iciación
p o rque nos am a" (CC 13). " La mue rte de C risto demuestr a e l gran
amor d e Dios por el hombre" (ΗΑρ ~~ ~ 170). En a di ción, ella a rgumenta:
"El a m o r insondable qu e se m anifestó en 1 ~α cruz d el Calva r io p or 1~ α
mu erte de C risto p a ra qu e no n os pe rdiése m os mas tuv iése mos vi da
eterna, ¿quién 1 ~ο pu ed e co ntempla r y no h all ar p a lab ras pa ra ensa l-
z ar 1α~ glor ia d e l Señor ?" ( DMJ 39).

G. Resurrecció n d e Cristo
La r es urrección de C risto seña ló e l fin del reino d e Satan ás y 1α
~
segur i d ad que p ar a e l c reyente 1α~ mue rte es sólo un s ue ño:

228
γ
Cristo: S u pe rson a ~ su o bra

"C u ando Jes ús estuvo e n el sepulcro, Satan ás t riunfó. Se atre vió ~α


esp er ar que el Sa lva d o r no resucitase. Exigió e l cuer po de l Se ñ o r, y
puso s u gua rdia e n d erredor d e la tumba procur and o rete ne r a Cristo
preso. Se a ir ó acerb ame nte c uando s u s ángel es huyer o n ~α1 acer carse
el mensaj ero celestia l . Cu and o vio ~α Cristo sa lir triunfante, sup o que
s u reino acabaría y que é l h abría d e mo rir fin alme nte" ( D TG 728).
"Resucitó d e 1α~ tumba circuido d e una nube de ánge les de ad mi-
r ab l e p od er y g l o ria: 1α~ Dei d ad y 1 ~α hum anid ad combinadas. Se apo-
deró de l mu ndo sob re el c ual Satanás pr ete ndía presidir co m o en su
l egítimo territorio. En 1α~ ob ra admirable de da r su vida, Cristo res-
ta uró ~α to da la raz a hum an a ~α1 favor de Dios" (1 MS 402).
"Cristo llegó ~α se r uno con 1α~ huma nid a d, p ar a que la hum an id ad
pud iera llegar ~α ser una en espíri t u y en vida con é l. En virtud de esa
unión, e n obe dienc i a ~α 1α~ P al abr a d e Dios, la vida de Cristo ll ega ~α se r
1α~ vida de 1α~ hum anid ad. ~ Έ 1 dice ~α 1 p eni te nte: 'Υο
~~ soy 1α~ res urrecció n
y 1α~ vid a' (Juan 11:25). La mue rte es co nsi de ra d a p o r Cristo como un
sueño: s ilencioso y oscuro s ue ño. Hab la de ell a co mo si fuer a de p oca
imp o rta ncia. ' To do a qu el que viv e y c ree en mí -d ice él -, no mori rá
eternam en te' (Juan 11:26). '~ Ε1 qu e guard a mi p a l ab ra, nu nca sufrirá
mu er te' (Juan 8:52). 'Nu nca ve rá mue rte' (Juan 8:51). ~ Υ pa ra el c re-
yente 1α~ mu erte reviste p oca imp orta ncia. Pa ra é l mor i r no es si no
dormir" (ibíd., 355, 356).

Η . Asce n sión
~ d e Cristo
Co m e ntand o sobre l os últimos dí as de Cr isto co n los discípulos y
sobre el significado de su ascensión ~α1 c ielo, Elena G. d e Whíte obser-
va: " Hab í a ll ega do e l tiemp o e n que C risto había de ascend er al trono
de su P adre. Co m o conquistador divino, había de volv er con l os trofe-
os d e la victoria ~α l os atrios cel estia les. An tes de su muerte, habí a decl a-
ra do ~α su Padre: ' He acaba do 1α~ ob ra que me diste que hiciese'.
D espués de su resurrección , se demor ó p o r un tiemp o en 1α~ tierr a, ~α fin
d e que s u s discíp ulos pudiesen famili ariza rse con él en su cu erpo resu-
citado y glorioso. Aho ra estaba listo p ar a 1α~ desp edid a. Hab ía d em os-
tra do e l hecho d e que era un Sa lva dor vivo. Sus discípu los no necesi-
taba n ya asocia rle en sus pensamientos con 1α~ tu mba. Podían p en sar en
~ι. é l co m o g lo rificado d elante de l universo ce lesti al" (D TG 769).
229
Teología Fun dame ntos bíb licos de nu estra fe

"C uando Cristo asce ndió ~α los cielos, el sentido d e su prese ncia
p ermaneció con los que le seguían. Era una presencia p ersonal,
impregnada d e amor y luz... [Jesús] h abía ascendido en forma
hum ana, y ellos sab ían que estaba delante del t rono d e D ios como
Amigo ~ γ Sa lvador s uyo, que sus simpatías no habían cambiado y
que seguía identificado con 1α~ humanidad doliente. E staba presen-
tando de lante d e Dios los méritos de su sangre preciosa, estaba
m ost r ándol e s u s m anos y sus pies t raspasados, p ara reco rdar el
precio que h abía p agad o por s us redimidos. Sabían que había as-
cend i do al cielo par a prep ararles luga r y que v olvería p a r a llevar-
l os consigo" (CC 73, 74).

~Ι . S u mo sacerd ocio d e Cristo


En cuanto ~α1 ministeri o sace rd otal de Cristo y s u glorioso retorno
pue den co nsultar se otros artí cul os en este volum e n. Si n embargo, 1α~
siguiente cita merece que se le dé atención aquí: "La i ntercesión de
Cristo por el hombre en e l Sa ntuario celestial es tan esencial para e l
plan d e 1α~ salvación como 1ο~ fue su muerte en 1α~ cruz. Con s u muer-
te d io principio ~α aquella obra p ara cuya conclusión ascendió ~α1 cielo
d espués de su resurrección" (CS 543).
L a persona y 1α~ obra d e C risto inspiraron en El ena G. de White un
profundo espíritu de alabanza ~α D ios. Ella escribe: `No nosotros,
oh Jehová, no ~α nosotros, sino ~α tu nombre da gloria; p or tu miseri-
cordia, p or tu verdad' (Sa l. 115:1). Tal fue el espíritu que saturaba el
canto de liberació n de Israel, y es e l espíritu que debe morar en el co-
razón de los que aman y temen ~α D ios. ~ Α1 libertar nuestras almas d e
1α~ esclavitud del pecado, Dios h a ob rado para nosotros una liberación
todavía mayor que 1α~ de los hebreos ante el mar Roj o. Como 1α~ hues-
te hebrea, nosotros d ebemos alabar al Señor con nuestro corazón,
nuestra alma, y nuestra v oz por 'sus maravillas p ara con los hij os d e
los hombres' (Sal. 107:8). Los que meditan e n las grandes mise ricor-
dias d e Dios, y no o lvidan sus dones menores, se llenan de felicidad
y cantan en sus corazones al Señor. L as bendiciones diarias que reci-
bimos de 1α~ mano de Dios, y sobre todo, 1α~ muerte de Jesús para
p o ner 1 ~α felicida d y el cielo ~α nuestro alcance, debieran ser obj eto d e
constante gratitud.

230
γ
Cristo: S u persona ~ su o bra

"¡Qué co mp asión, qu é a mor sin p a r, n os ha ma n ifestado D ios ~α


n osotros pe rdid os p ecad o res, α1 unirnos ~
~ α é l, par a qu e sea m os s u
teso ro especial ! ¡ Qué sacrifi cio ha hec h o nu est ro Re d e n to r p a r a que
p o d a m os ser ll a m a d os h ij os d e Dios! D eb ié ramos α
a l ab ar ~ D ios p or
1α~ be ndi ta es p er anza que nos ofr ece en el g ra n plan de re den ción;
d eb ié r amos al abarl e p or h e re n c ia cel estial y p or su s ri cas pr o m e-

~
sas; d ebié ra m os a laba rle porque Jes ú s viv e p a r a inte rce d er p o r
n osotr os" (ΡΡ
~~ 293, 294)

V I. B IBL IOGRAFÍA
De 1α~ eno rme canti d ad d e lite ratura sobre 1α~ p e rsona y obr a de Jesuc risto ofrecem os l as
pub li caciones qu e est udian el tema y h a n contr ibuido ~α este ar tícul o. Los libr os básicos
si gu en s iend o l os cuatro eva n gelios, de masiado ~α menud o d escuid a dos. Entre las obr as
más imp o rtantes, escritas desd e diferentes p untos d e vista, están :

Ad am s, Roy, The Nat ure of C hr ist. Hager stown, Mary land : Review a nd H era ld, 1994.
Μ . God Was in Christ: An E ssay on Inca rn at io n and Ato nemen t. Nueva York:
D on ald ~
B ai ll ie,
Charles Scr ib ner 's Sons, 1948.
B ar th, Ka rl. Church Dog matics. 4 t. Ed imbu rgo: Cl ark, 1956.
Berkouwer, G. C. The Perso n of Christ. G ra nd Rap id s: E erdman s, 1954.
Boff, Leonardo. Jes ucristo el li berad or. Ensa yo d e c ristol ogía crít ica pa ra nu est ro t iempo, Buen os
Aires: L atínoamerica Libros SRL, 1974.
Brunner, Emil. The Mediator. Fi la delfia: Westminster, 1947.
Cave, Sy d ne y. The Doctrine of the Person of C hri st. Nuev a York: C harl es Scribner 's Sons, 1925.
Cullmann, Osca r. Cri sto logía del Nuevo Testa men to, Bue n os Air es: La Au ro ra, 1965.
Erickson , Millar d J. Man's Need and God 's Gift: Read ings in C hr istian Theology. Grand
Rap id s: Baker, 1976.
. Th e Word B ecame Flesh. Grand Rapids: B aker, 1991.
Ρ~
Fors y th, ~ Τ. The P erso n a nd Place of Jesus C hrist. B oston: P il gri m, 1909.
Ε.
G renz , Stanley J. y Roger ~ Ol son. Twen ti eth Cen tu ry Theol ogy. Dow ners Gro v e, Illin ois:
In te rVarsity, 1992.
Guthrie, Dona ld. New Testa men t Theology . Dow ner s Grove, Ill inois: InterVar sit y, 1981.
-, " Jesus Christ", Zondervan Pi ctoria l Encyclope dia of t he Bib l e. Ed. M err ill C. Ten ney y
Stev a n B a rabas. G rand Rapids: Zonderv an, 1975, t. 3, pp. 497-583.
H arris, Murray J. Jesus As God : The New Testa men t Use of "Theos" in Referen ce to Jes us. G rand
Rapids: Baker, 1992.
Hendry, Α Diction ary of Chr istia n Theology. Ed. Allan Richardson.
George. "C hristol ogy", ~
L ondres: SC M, 1969. pp. 51-60.
Heppe n stall, Edward. The Man Wh o Is Go d. Washington, D.C.: Rev iew and Herald, 1977.
Hic k, J ohn , ed. Th e Myth of God In carnate. Londres: SC M, 1977.
23 1
Teología Fu ndamentos bíbicos d e nu est ra fe

Holbrook, Frank ~Β . The Aton i ng Pr iesth ood of Jesus Christ. B errien Sprin gs, Michigan:
A d v entist Theological Society, 1996.
Kelly, J.N.D. Early Christ ia n Cree ds, 3' e d. L ond res: L on gman, 1972.
L add, George Eldon. ~Α Theo logy of the New Testa men t. G ran d Rapids: Eerdmans, 1974.
L arson, Ralph. The Word Was Made Flesh: One Hundred Years of Seve nth-day Adve n tist
History, 1852-1952. Cherry Valley, Cal ifornia: Cheτ~rytown Press, 1986.
M ar shall, ~Ι. Howard. ~Ι Believe in th e Histo rica l Jesu s. Grand R api ds: E erdmans, 1977.
M cGr ath , Al ister ~Ε . The Making of Modern Germ a n Christology : F ro m th e Enlightenment to
Pan nen berg. Oxford : Bl ack well, 1986.
Me yend orff, Jo hn. Chr ist in Eastern Christia n Th o ught. Washington, D.C.: Corpus, 1969.
Mol t mann, Jürgen. ~Σ1 Dios cr ucificado. Sala ma nca: Edicio nes Síg uem e, 1975.
Morris, Leo n , Th e Apostolic Preach ing of t he C ross. G rand Rapids: E erdman s, 1980.
"Atone ment", New B ib le Dictionary , 2α~ ed. Ed. J. D. Do ugla s y otros. Down e rs
Grove: In te rVarsi ty, 1982, pp. 104-106.
New Testa me n t Theology. Gr and R a p i d s: Zond er van , 1986.
Ο'Collí ns, Ge rald. Christology: ~
~ Α Bibl ical, Histor ica l , and Systemat ic Study of Jesu s. Ox ford
University Press, 1995.
Oden, Thomas C. The Word of Life. San Fr ancisco: Harpe r and Row, 1989.
Par menberg, Wo l fha rt. Jes u s, God a nd Man, 2' ed . F il adelfia: Westminste r, 1977.
. Fu n da m en tos de cristo logί~a. Sa la man ca. Sígue me, 1974.
. Teolog ía sistemática. Ma d rid: UP CO, 1992.
Pelikan, Jaros lav. Jes u s Through the Cen tur ies: His Place in t h e History of Cul tures. New
H aven, Con n ectic ut: Yale Univ ersity Press, 1985.
Τ. Nelson, 1985.
Ramm, Bern a rd . An Evangel ical Chr isto logy: Ecume nic a nd Histor ic. Nashville: ~
Η . C hrist the Lord: St udies i n C hr isto logy Prese n ted to Do n a ld G u thr ie.
Rowd e n, H aro ld ~
Down er s G ro v e, Illi nois: InterVar sity, 1982.
Runia, Kl ass. Th e Presen t- day C hr istologica l D ebate. Downe rs G rove, Illi n ois: In ter Va rsity,
1984.
Schi ll ebeeckx, Edward . Jes ús, 1α~ histo ria de un viviente, Ma drid: Cri stiand a d, 1981.
Schweitzer, Al be rt. Investigación sob re 1α~ vida de Jes ús, Va l en cia, Es pañ a: Comercial Editora
d e Publ icacio n es, 1990
Sobri no, Jon. Jesu c risto liberador, Ma d ri d : Trotta: 1991.
Vick, Edward W. ~ Η. Jesu s: t he Man. Nashville: So uthern Publ is hing, 1979.
Ε . Harrison y
Wallace, Ro n ald S. "C hristol ogy", B a ker 's Diction ary of Theo logy . Ed. Everett ~
otros. Gr a nd Rap ids: Baker, 1972, pp. 117-123.
Wallenkampξ ~ Arnold V y W. Richard Lesher, eds. Th e Sa nctuary and the Atoneme n t: B ibl ical,
Histo rica l, an d Theol ogical St udies. Washington, D.C.: B ib lica l Research Instit u te, 1981.
Webste r, E ric C. C rossc urre nts in Adve ntist Theo l ogy. Be rrien Sprin gs, Mich igan : Andrews
Uni v e rsity Press, 1992.
Wh ídd en, Woodrow W. IL Ellen White on th e Huma nity of Chr ist. Hagerstown, Maryl and .
Review a nd Her a ld, 1991.
You ng, N orma n ~
Η . "Christo log y and Aton eme n t in Early Adventism". Adventist Heritage
9 (otoño 1984): 30-39.

23 2
la d oct r i n a
de¡ hombre
Ε. Cairus
Aecio ~

I n tro d ucción
UN CUANDO "TEOLOG ÍA" significa literalmente "tra-
tado ~ο estudio de Dios", el hombre es uno de sus te mas
Amás i mportantes. Dios se reveló ~α s í mismo como el
P adre d e 1α~ r aza humana (M at. 6:9), ~α través de un Hij o qu e no
se avergüenza de llama r ~α los seres humanos s us he rm anos y
h e rmanas (Heb. 2:11), ~γ e n e l E spí ritu que toma ~α la humani dad
como su morada (1 Cor. 6:19).
A unque sin sentir la perplej idad y desesperac ión que se e n-
cuentran tan ~α menudo entre los fi lósofos, los escritores bíblicos
toda vía plantean las preguntas: ¿Qué es e l hombre? y ¿Quién soy
yo? L a Biblia f ormula esas preg untas en un contexto de re veren-
cia por las obras de Dios (Sal. 8:4) y por su condescendencia
hacia 1α~ humanidad (J ob 7:17), de gratitud motiv ada p or su gra-
cia (2 Sam. 7:18; Sal. 144:3), ~ γ de humildad ~ α1 enfrentar la vaste-
dad de 1α~ tarea que él ha asignado (Έχο. ~~~ 3:11). N osotros debié ra-
mos hacer 1ο~ mismo.
Generalmente se exa mina 1α~ "antropología teo lógica" (el
estudio del hombre desde un p unto de v ista bíblico) en conexión
con 1α ~ cosmología (que trata del universo creado), 1α~ protología
(el estado original de los asuntos en el mundo), la hamartí olo-
gíα~ (el estado v asta mente difere nte de los problemas i ntroduci-
dos por el p ecado), ~ γ la escatología (1α~ doctrina de las cosas
ú ltimas).
Teología F un d amentos b íblicos de n uest ra fe

Esto es ra z onab le p orq ue las cosas adquie ren significa do e n


s u contexto natural (de a hí 1~α co nexión co n 1α~ cosmología).
A unque esta rel ación está aho ra osc urecida por las consec uen
cias de l p eca d o, e l or igen y el d estino de un ser rev elan su natu-
raleza. D e este modo, la natur aleza de los seres hum anos se reve-
la en s u c reación (protol ogía) y estad o futuro (escatología). En
este en sa yo se u sa 1α~ pa l ab ra " h o mb re" en un se ntido genér ico
según se e n c ue ntr a en Gé n esis 1:27, y se refiere ta nto ~α los h o m-
b res co m o ~α las muje res.

1. ESTADO O RIGI NAL D EL HOMBR E


Α. I nfo rmación bíb l ica
~
Β. I mage n de Dios e n el h ombre
~
1. El lugar d el h ombre en la c reación
2. El contenid o de la imagen
3. La justicia original
C. La sex ualidad e n su estado original
1. La necesi d ad h umana de compañerismo
2. La creación de la m ujer
3. El significa d o del matri mon io
D. La u nidad o riginal d e la humanidad
~Ε . La vi d a inte ri or ~
γ s u soporte orgá n ico
1. La totalida d d e la persona humana
2. M onis mo b íb lico
3. "Alma" ~γ "es p íritu " en la Biblia

11. ESTADO ACT UAL DEL HOMBRE


Α. I nformación b íblica
~
Β . El p ecado, la realidad que todo lo im pregna
~
1. R oman os 5:12
2. U n pasaj e mal com p rendid o
3. Ten d e n cias irresistibles
4. Triunfo sobre las ten d encias
5. De p ravación h umana y efectos sobre la socieda d

234
La doctri na del hom bre

C. L a muerte, el último enemigo


1. La muerte: penalida d p or el pecado
2. la eliminación de !α~ muerte
3. ~Ε1 valor d e una retribución aniq uila d ora

~Ι11. ESTADO FUTURO DEL H OMBRE


Α. Mo rada tem poral de los salvos
~
Β. El hogar permanente de los salvos
~
C. ~Ε1 cuerpo futuro

!V. IMPACTO DE LA D OCTRINA BíBLICA DEL H OMBR E


SOBRE LA VIDA D EL CRISTIANO

V RESEÑA H ISTó RICA


Α. M onis m o y dualismo
~
Β. R echazo a d ventista d e la i nmortalidad i nherente
~
C. U niversalidad d e! p eca d o
D. El p ensamiento adventista

V I. CO MENTAR IOS D E ELENA G. D E WHITE


~ El l uga r d el hombre en la creación
Α.
Β. Creación ~α la imagen d e Dios
~
C. Creación de la mujer
D. El significa do del matrimonio
~Ε. Libre albedrío
F. justicia o riginal
G. La caída
Η. I nmortali d ad con dicional
~
1. Tendencias p ecaminosas
/. Vida sólo e n Cristo
Κ. La resurrección
~
L. L a Tierra Nueva

ΥΙΙ. BIBLIOGRAFÍA
~~~

Apéndice Α:
~ LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN LA B IBLIA
Β: LA RELACIÓN DEL ESPOSO CO N LA ESPOSA
Apéndice ~

235
Teología F u ndamentos bíb licos de nu est ra fe

~Ι . E STADO O RI GI NAL D EL N O MBRE


Α. I n formació n b íb lica
~

UNQUE HAY MUC HA INFORMA C IÓN di se mi n ad a en to-


da la Bibl ia acerca del h o mb re y s u ori gen, los primer os d os
A capít ul os d e Génesis an ali z an el tema d etalla d amente y han
sido una fuente esenc ia l par a la reflexi ó n teol ógica ~α 1ο ~ l argo de l os
sig los. Lamentab lemente, en tiemp os modernos las n arrac ion es con-
tenid as en esos capítul os ~α m enud o ya no se con side r an una so l a uni-
da d sin o d os relatos diver gen tes de 1α~ creaci ó n . C ie rtamente, Génesis
2:4 in icia una nuev a na rrac ión (1α~ histo ria de l pa r aíso), d istin ta de
Génesis 1:1-2:3 (1α~ histo ria d e 1α~ cr eac i ó n), p ero es compleme ntaria de
e lla. (Ve r Creación ~Ι. ~Β. 1-3.)
L a historia de 1α~ creaci ó n ofrece un rel ato d e l origen d e 1α~ v id a y el
gozo ~α t rav és de 1α~ creatividad d e Dios. ~ Ε1 rel ato de l pa ra íso ex pl ica
e l s urgimie n to de 1α~ muerte y 1α~ aflicción en e l mundo ~α trav és de 1α~
desobed iencia d el ho mb re. Reap ar ecen alu si o nes ~α actos creativ os de
Dios, pe ro con una agenda d iferen te. ~Ε1 ord e n d ive rso de s u presen-
tación res pond e ~α necesi d ades in te rnas d e 1α ~ na rr ació n, no ~α una con-
cepci ón d i ferente d e 1α~ c ro n o l ogí a d e l os ev en tos. La histo r ia d el p ar a-
í so tiene continuida d de pensamien to con 1α~ histo ri a d e 1α~ c reación,
como también afinid ad en el l e ng u aj e y 1α~ estructur a. Pue de pe rd er se
completam en te el signi fica do de d ifere ntes pa rtes dentro de 1α~ hi sto-
ria ~α me nos que se reconoz ca esta unid ad.
El as unto d e l as normas par a 1α~ di eta no es sin o un ej empl o d e
esta unidad. En Gé n es is 1:29, 30 se l e o r de n a ~α 1α~ prim er a p arej a
humana qu e com a "to da pl anta que d a semi lla" y "to d o á rbol en
qu e ha y fru to y qu e d a se milla", gr anos y frutos. Los anim a l es, p o r
ot ra pa rte, h an d e co me r "toda pl anta v erde". Por ta n to, el hu erto de
árbol es fru tal es d e Génesi s 2:8, 9 e ra el lu ga r l ógico p a ra Ad án y
Eva. En su prime r co menta rio ~α 1α~ muj er, 1α ~ se rpien te mostr ó que
estab a c la rame n te conscie nte d e las limitaciones de 1α~ dieta d e e lla.
Sus p a lab r as quizás po drí an tr a ducirse así : "¡ ~ Υ qu é si ('αρ
~~ kí] Dios
dij o, 'no d ebes come r d e n in gún árbol en el hue rto'!" (ve r Gén. 3:1).
Algunos pu eden argü i r que l os ca pítul os de Génesis 1 ~ γ 2 no te-
nían la fina l id a d d e d esc ribir cómo fue creado to d o, sino só l o por

236
La doctri na del h ombre

quié n y co n qué prop ós ito. P o r e l contr ario, e l "có m o" de 1α~ c reación
nos muestr a 1α~ naturale za de 1α~ criatur a hum ana. Descr ib ir esto es 1α~
intenció n obvia d el autor bíbli co.

Β
~ . I mage n d e Dios en el h om b re
Ε1 texto cl ave p ar a funda m e nta r la afirm ación d e que l os ser es
~
humanos fueron creados ~ α 1α~ i m age n d e D ios es Gé nesis 1:26, 27:
" En tonces dij o D ios: H aga os ~
m α1 hombre ~α nuestra i m age n, co nform e
~α nu est ra se mej anza; ~ Υ c reó Dios ~α1 h o mbre ~α s u im age n,
γ señ o ree... ~
~α imagen de Dios 1~ ο creó; v ar ón y hembr a l os c reó".

Ε1 luga r d e l h o mb re en 1 ~α creació n
1. ~
P ar a i ndaga r el luga r d e 1α~ p ar ej a humana en 1α~ creació n d e Di os
debe d ár se le consid er aci ón ~α1 propósito d ivino ~α1 crea r ~α l os seres
hum anos, ~α1 significado de l as palab ras "imagen de Dios", ~ γ ~α las
dec la racion es bíbl icas r e lacion adas co n esa frase.

~α. Pr o p ósito d e D ios ~α1 c r ea r ~α1 h omb re. L a Bib li a di fier e d e los
p ensa d o res antiguos ( Plató n , p or ej emplo), l os c u al es a fi rma ron
qu e Di os te ní a que c rear un mund o ~α fin d e expresar se ~α sí
mi s m o. Dios no estaba const reñi do p or su pro p ia nat ura le z a ~α
c rear ni si quie r a una cosa, p er o lib re m ente d ec idió hacerl o e n
una m aner a ta l que s u bo nd a d, sabi duría y p od er -s u "gl o r ia"-
pudier an m anifesta r se, como se sugier e e n Salmo 19:1-4.
E s cie rto que 1α~ humanida d exi ste p ar a la gl o ria de D ios, p er o no
p o rque los quiere como al g ún tip o de coro cós mico que ca nte sus
a laban z as. Antes bien, e ll os con tr ibuyen ~α 1α
~ g loria de D ios porqu e
fu eron i d ea dos en una m aner a s umam en te digna de a laban z a p ar a
tener un comp añe rismo a m ante con él (cf. Sal . 100:1-4).

b. Autorretrato de Dios. De acuerdo con 1α~ histo ria d e la c reación,


Di os primero d el in eó tres pa res de amb i en tes: 1α~ luz fue se p ar ada
d e las tin iebl as (primer dí a, Gé n . 1:3-5), e l agu a f ue separad a de l
ai re (segundo día, v er s. 6-8), y 1α~ tierr a seca y su vegetac i ó n fu eron
sep ar ad as d el m a r (te rcer día, v ers. 9-13). Lu ego procedió ~α ll en ar
esos a mb ientes con habita ntes: cuerp os que e m iten luz aprop ia d os

237
ΤΜοgίa
~~~ ~ Fu ndamentos bí b licos de n u estra fe

p ara el firmamento luminoso y el osc uro (cu ar to día, ve rs. 14-19),


seres volad ores p ar a el aire y seres que n adan par a las aguas (quin-
to día, v ers. 20-23), y se res terrestres p ara 1α~ tie rra cubierta con
vegetac i ón (sexto día, v ers. 24, 25). (Ver Creac ión ~Ι. ~
Α. 1-10.)
Só lo cuando esta tarea estuvo terminada quedó todo listo p ara 1α~
aparición del hombre. "En tonces dij o Dios: H agamos ~α1 h o mbre ~α
nuestra i magen, conforme ~α nuestra semej anza... ~ Υ creó Dios ~α1
h ombre ~α s u imagen, ~α imagen de Dios 1ο~ c reó; varón y hembra los
creó" (vers. 26, 27).
E sta creación ~α la imagen de Dios no deb iera confundir se co n ser
esencialmente 1α~ imagen de D ios. ~ Ε1 sol proyecta una imagen de sí
mismo sobre 1α~ superficie de un lago. Un pintor pinta sobre un
lienzo una imagen del mismo cuerpo ce leste. Las d os no son imá-
genes d el sol en e l mismo sentido. Una se autoproyecta y compar-
te 1α~ naturaleza del sol mismo, siendo una p arte d e su resplandor.
L a ot ra fue h echa intencionalmente ~α 1α~ imagen del sol, pero con-
siste d e pigmentos de colores sobre 1α~ tela y no ha emanado de 1α~
estrella m isma.
Cristo es, en virtud d e su propia naturaleza, imagen eterna de
Dios. ~ Έ1 es "el resplandor de 1α~ g loria de Dios, la fiel imagen de 1ο ~
que él es" (Heb. 1:3 NVI). Ciertamente, "él es 1α~ i magen del Dios
invisib le" (Co l . 1:15). Como tal, él mismo es el Creador y Hacedor
del hombre ~α 1α~ i magen de Dios (vers. 16), aunque sin duda toda
1α~ Deidad estuvo involucrada en 1α~ expresión " Hagam os". Los seres
humanos son i magen de Dios, no como una extensión de su ser,
sino como un retrato rea lizado por s u propósito crea dor.

i1, ~ε. Asociaciones bíblicas d el concepto d e imagen de Dios. L os pen-


sadores p aganos concib ie ron el mundo como una i magen de su
Creador. En contraste, las E scrituras reservan 1α~ creac ión ~α 1α~ i ma
gen de Dios sól o p ar a el hombre (Gén. 1:26, 27; 1 Cor. 15:49). ~ Ε1
contexto que rodea 1α~ expresión en Génesis 1:26, 27, asocia esta
imagen con una p osición en la cumbre de toda creación material.
Esto puede mostrar se en 1α~ prog resión que se encuentra en el tex-
to ~α través d e los días s ucesiv os d e la se m ana d e 1~α creación,
des d e simple en ergía (luz) y mate ri a inorgánica en 1 ~α atmósfe ra,
238
La d octri na del h om bre

el océano, y 1α~ ti erra, h asta la pl anta y 1 ~α vid a anima l, c ulmina n-


d o en el géne ro hum ano. También ha y un ca mb io e n 1α ~ fó rmul a
d e aprobac ión, d e "er a b u eno" a ntes d e 1α~ c reació n d e l homb re
( ve rs. 4, 12, 18, 21, 25), ~α "er a b u eno en g r a n ma ne ra" des pués d e
e ll o (v ers. 31). Ad em ás, 1α~ D ei d a d d e l i be r a só lo antes d e 1α~ c r ea-
ci ó n d el h o mbr e (v e rs. 26).
La p os ición más e lev a da de l h o mb re es e vi dente en 1α~ atención
especial que é l recibe c u and o Dios alie nta vida en él (Gén . 2:7). P o r
tanto, Ad án no puede encont ra r comp añ ía a d ec u ada en tre los ani-
males (v ers. 20). L a digni d ad asociada co n 1α~ p osición d el hombre
co m o imagen d e Dios se destaca en Génesis 9:6, d o nde se d ema n-
d a la pena d e muer te p a ra a qu e ll os que son c ulp abl es d e asesina-
to. C ualquie r cosa que ame n az a 1α~ v ida humana d ebe con sid er ar -
se como un ata que con tr a e l D ios que e ll a re pr esen ta.

2. Ε1
~ co n te ni d o d e 1α~ im age n
No es ob vio en fo rm a in med iata e n qué sen tido preciso lle va mos
1α~ im agen d e Di os. Si se co l oca el acento sobre 1α~ se m ej an za ~α Dios,
¿có mo pueden se res humanos insi gnificantes ase mej ar se ~ α1 Infinito?
To d o en e l cuerpo hum an o res p o nde ~α necesida des ambie nta les.
Nuestra forma, tama ño y configur ació n están ligados ~α cond iciones
sob re el pla neta tierr a. ¿Se asemej a e l ambie nte d e Dios ~α1 nuestr o? ¿ ~Ο
d ebiér amos limitar 1α~ semej anza ~α as pectos espirit ua les? Si es así,
α D ei dad que
¿so n l as ca racte rí sticas es p i rituales menos i ndig nas d e 1~
las fí sicas? Pensa d o res d e to d as las e da d es han a na liz a do estas pre-
guntas. En 1α~ secci ó n histó rica (V) a parece un est udi o de sus res pu es-
tas. Aquí n os concentra m os en l as res puestas b íb licas.
Α fin de esp ecifi car el conte ni d o de la imagen de D ios, necesi ta mos
~
cons id erar 1α~ inte nció n d ivi n a co m o está ex presada e n Gé nesis 1:26:
" H aga mos ~α1 h o mbre ~α nuestr a imagen , confo rme ~α nuestra se mej an-
za". Esta inten c i ón es imp ortante porque mu estra qu e el se r hum ano
no llegó ~α se r s imple m en te ~α 1α~ im agen de Dios, sino que fue d iseñ a-
d o c ui d adosame nte pa ra reflej arl a. L a i m age n de Di os es mucho m ás
que 1α~ a u topr oyección ~α menu do inconsc i en te en c u alquier activi d ad
creativa. Esta d ecl aración de inten ción también nos p erm ite conoce r
mej or el propósito más amplio d e D ios. (Ve r Creación ~Ι. ~ Α. 12.)

239
Teología Fun d amentos bíblicos de n u est ra fe

La i dea de las criatu ras hum anas co m o imagen de D ios pri m ar ia-
mente apunta h acia s u pa p el com o representantes d e Di os sobre 1α~
c reación inferio r ( vers. 26, 27; Sa l . 8:6-8). L a funció n de l ho mb re ib a ~α
ser a ná loga ~α 1α~ de Dios en su esfe ra. É ste es cierta m en te e l sentid o d e
1α~ frase "i m age n d e [un] d ios" aplica d a ~α un ser hum an o e n el anti-
guo Cercano O rie nte; p o r ej empl o, Far aón er a "1α~ i m agen v ivien te"
d e Amón ~ο R a. Ll eva r 1α~ imagen d e Dios, entonces, no impli ca ta nto
asem ej ar se ~α D ios como re presentarl o. ~ Ε1 h omb r e es col abo rad or d e
D ios (Gén . 2:4-6,15) y su lugar tenie nte (Sa l . 8:3-8; 115:16).
Por otra p ar te, 1α~ semej anz a, a unque no es 1α~ i dea focal, no pu ed e
ser exc lu ida. Las funciones figur ativas d e l os se res hum anos no pue-
d en subsistir sin com un icación con su Hacedor. Los tale ntos físi cos,
inte lectu al es, soc i al es y es p ir it ua les, como también 1α~ ca p aci d ad p ar a
comulga r con Dios, son, p o r 1ο~ ta nto, una p ar te in tegra l de l co n ce p to
d e 1α~ imagen de Dios. Pu esto que 1α~ im age n d e Dios en los seres
huma n os se estab l eci ó co n el propósito d e col ocarlos en una posici ón
d e dominio sobre 1α~ nat ur ale za inferi o r, d ebe aba rcar to d o 1ο~ qu e
capacita ~α 1α~ humanida d pa ra goberna r en su esfer a como Dios
gobierna en 1α~ suya.
Ε1 ~~
~ ΝΤ enfatiz a 1α~ semej anz a ~ α Dios e n el ámbito d e l conocimie n to
(Co l . 3:10), l a j usticia y 1α~ sa ntida d (Efe. 4:24). E sto s ub ra ya 1α~ bonda d
or iginal d e l os seres hum anos, d eriv ad a d e un Crea d o r preocup ado
en hacer tod o "b ueno en gr an m anera". L os auto rr etr atos d e un Dios
so lícito ~ γ amante no podí an m en os que se r agr adeci d os y afectuosos.
Co mo tales deberían enco n tr ar 1α~ bo nd ad y el acata mi ento de l as ins-
tru ccion es d e Dios como al go tota lmente natur al . La imagen d e Dios
en el hombre también i n cluye 1α~ natura leza m o r al .
L ej os d e conduci r ~α1 ab u so d e 1~α n atur a l eza, com o ~α v eces ac u -
sa ron los ecol ogi stas hum a ni stas, e l d o mini o sob re 1α~ nat ura le z a
hace ~α l os ser es hum anos res p o n sab les ante Dios po r s u s acciones
e n el mund o natur a l . Es m ás probab le que e l ab u so pro ve nga d e
a que ll os qu e ti e n en acceso ~α una h er e n cia, pe ro no son e n te r ame n -
te du eños d e ell a. ~ Ε1 re lato d el d omi nio compl eto d ado ~α 1 ~α huma-
nidad só l o d estaca que la con serv ació n d e 1α~ natur al ez a es en s u
propio inter és. D ios no l es d io ~α l os ser es human os m er a m ente un
acceso ~α l os recursos natur al es d e la t ie rr a, sino 1α~ pl ena ma y o rdo-

240
L a d octri n a del h ombre

mí a de e ll os (Gén. 1:26). D e acue rdo α


con 1 ~ E sc ri t ura, α
1~ natur al ez a
es la h er e n c i a pr eciosa de l h omb re. (Ver M a yord o mí a ~Ι. ~Β.)

3. L a j ustic i a orig ina l


γ esp i ritu ales están
L as faculta d es fí si cas, inte l ectu ales, socia les ~
estrec h amen te rel aciona d as con 1α~ digni da d d e una pe rsona, un as-
p ecto esencia l d e se r im age n d e Dios (1 Co r. 11:7). Con to da m o d estia
y re verencia nos ma ra villam os ante 1α~ gen e rosida d de Dios qu e nos
d ota con esas facultades; celeb r am os l os l ogros de 1~α huma ni d ad (Sal .
8). ~ Α1 mismo tiempo p odemos trop eza r a nte 1α~ p a ra d oj a d e una im a-
n
ge de Dios ta l co mportánd ose en una fo rma s um amente impía,
como aun nacion es muy civiliza d as 1ο~ h an mostra do en la histo ria
reci en te. ¿Cóm o podem os to d aví a lla m ar ~α esta cri at ur a "imagen de
Di os"?
La p ar adoj a d ep ende de una d e nu est ras fac ultades m ás v aliosas:
1α~ liber ta d . La posesión d e 1α~ image n d e Di os i mplica depend en cia de
é l, porqu e a l go pue de se r una i m age n só lo en aque llos resp ectos en
l os c u ales se co nform a ~α su mo de lo. La l iber ta d , p o r ot ra p arte, ab re
e l camino ~α 1α~ auto nomí a y co n sec uentemente ~α 1α~ no confo rmida d.
Con to do, 1α~ auto n o mía condu ce ~α 1α~ inde pe ndencia só lo c u and o el
agente libre ti en e s u propia agend a p ar a seguir . A gend as d ifer en tes
pres upone n pr in cipi os y obj etivos difere ntes. Po demos acepta r
v o l untaria mente nuestr a con di c ión como imágenes d e Dios y reco no-
cer nu estra humilde de pe ndencia, con si ntiendo libremente ~α l os pr i n-
c ip ios de su reino, ~ο po de m os recha zarl os, convir tie ndo 1α~ libe rta d en
rebe lión .
" D ios hi z o ~α1 h o mb re recto" (Ecl. 7:29). Cie r ta m ente no er a p e r-
fecto en el sentid o de habe r l ogr a d o to do 1ο~ que e r a ca p az d e l ogr ar ;
por ej emplo, re qu ería in strucción (Gén . 2:16, 17), p a rtic ula rmente so
b re 1α~ pru eba d e l á rbo l de l conoci m iento. Mu c h o estaba en juego en
esta pru eba, cuy o pr o p ós ito er a desarrolla r s u ma dure z mora l (Sant.
1:2-4).
La cond ición mor al en 1α~ cu al fue ron c read os nuestros prim er os
p a dr es gener alm e n te se d esc ribe como inocencia, ind icand o que su
vi rt ud (esta r lib res d e una fal ta moral ) to d avía no había si d o proba-
d a. L a virtud presup one 1α~ cap acida d d e elegir, ~ ο lib re a lbe drío.

241
Teología Fund ame n tos b íb licos d e nuestra fe

Au nqu e 1α~ Bib lia dice p oco acerca d e la volun tad humana, v alo ra
al ta m en te la liber ta d de los seres huma nos. L a legis lac ión social d el
ΑΤ sacaba ~α los ca u tiv os y esc l av os d el estatu s mi se rable us u al en 1α~
~~
antigüed a d y hac ía imposib le que se tratase ~α un is raeli ta como un
s impl e esc lav o. ~ Ε1 Dios d e I sr ae l as ume e l pa pel de Redentor ( I sa.
41:14; Jer. 50:34) ~ο Liber tad o r de s u pu ebl o ( I sa. 61:1).
Jesucristo en tend ió su m is i ón bajo 1α ~ misma l uz (Luc. 4:16-21). Esta
libe ac ón , sin embar go, no f e e r mente sociop olí tica. ~
r i u m a Ε1 ~ΝΤ~ enfa-
tiza 1α~ esclavi tud de l hombre ~α1 p eca d o (Ro m. 3 y 7) com o conse-
c u encia de su n atura lez a caída. Lo qu e un simple co noci m iento de 1~ α
vol untad ~ο l e y d e Di os no po día efectu ar, Jesús 1ο~ obt uvo p erm ane-
ciend o sin pecado (Rom. 8:3) y siend o ob ediente h asta el punto de
m o rir en una cruz (Fi l. 2:6-8). D e esta manera llegó ~α ser el Redentor
d e los que está n escl av iz ados ~α1 pecado (Heb. 2:15) y p or e nde ~α 1α ~
mu erte, "porqu e 1α~ p aga d el p ecado es mu erte, m as 1α~ dá d i va de Dios
es vida eterna e n Cri sto Jesús Señ o r nuestr o" (Ro m. 6:23).
Pero ta l lib er ación no es unive rsa l ~ο automática. Ll ega só lo ~α qu ie-
nes vol un tariamente reciben ~ α Cr isto (Juan 1:12) y trae como resulta-
d o la lib ertad, no p ara v olve r ~α una obstinada au to nomía, sino p ar a
am a r ~ α Dios ~ γ ~α1 pr ój i m o baj o 1α~ "ley de la libertad" (Sant. 2:12).
"Po rque v osot ros, he rma n os, ~α libe rta d fuisteis lla m ad os; so l ame n-
te qu e no uséis 1α~ lib e rta d como ocasión p ara la carne, si n o ser víos
p o r amo r l os un os ~α los otros" (Gál . 5:13).
Mu chos términos bí bl icos expresan el pod er d e 1α~ elecció n y 1α~ de-
cisión p er sona l, incluyendo las p al abras heb reas hápés y rdsón, y 1α~
gr iega theléma. Lo qu e es m ás impor tan te, no puede explicar se 1α~ ex-
h o rtació n y la instru cc i ón m o ral que h ay en tod a 1α~ Escrit ur a s in el
s upuesto de 1α ~ l ibertad humana y el p oder p ar a elegir. La v o luntad d e
Dios es libre e ¡limi tad a; ta mbién h a co nce did o lib re albedrío ~α los
seres humanos que creó.
L a v oluntad d e Dios, 1α~ n o rma d e p ieda d , no es al go abstruso ~ο
difícil de e ncont ra r. Aun en el estado presente, un ser h um ano ap r ue-
ba fácilm e nte 1ο ~ que es correcto, conco rd and o en que l as in str uccio-
n es d ivinas son buenas (Rom. 7:15-18). Pero en el act u al estado p eca-
minoso 1α~ volun ta d humana está cautiva al pecad o ~ γ re qu iere gracia
divina par a alcanz ar e l bu en pr opósito d e D ios (v er s. 24, 25). En su

242
La doctrina d el hombre

estado original justo, el hombre e ra cap az de segu ir l as instrucc i o nes


divinas. Dios planeó un un i ve rso libre de mue rte (R o m. 8:21), pres u-
p onie ndo 1α~ capacida d p ar a adher i rse est rictame nte ~α s us pr i nci p ios
(Gén . 2:17). Desafo r t un ad ame nte, las c riatur as de Dios ta mb ién po-
dían (y 1ο ~ hicieron) el egi r 1α~ mu e rte co n igu al l ib er tad . (Para otros
co m en ta ri os sobre " L a imagen d e Dios", v e r Pecad o ~Ι. ~ Α, C; Estil o de
vida ~Ι. ~
Α. 2.)

C. La sex u ali d ad en s u estado origi n al

1. La n ecesi da d hum ana d e co mpa ñ erismo


Mientras que e n base ~α Génesis 2 es c la ro que el h o mbre y 1α ~ muj e r
no fuer on creados simultánea mente, Génesis 1 h ace caso omiso de l
ti emp o tr anscurrido. Dios creó ~α l os se res hum anos ta nto en form a d e
hombre como d e muj er (v e rs. 27). "Ad án" no es en realid a d un nom-
b re p er sona l en heb reo, sino un sustant ivo colect ivo que puede tra-
ducirse "se res hum an os" ~ ο "humanida d" (cf. Gén. 5:2 en d ifere ntes
vers i o nes). El término esp ecífico p ar a un se r humano m asculino, ' í s,
apa rece e n 1α ~ Biblia d espu és de 1α~ mención de 1α~ muj e r, 'i 90h (Gén .
2:23).
La hi sto ria d e la c reación nos info rma de qu e hubo un cor to p e río-
d o du rante el cua l existí a un sol o un ser huma no, p ero p ar a esto no
hubo una fórm u la de aprobaci ón, sin o 1ο ~ opuesto: "No es b ue no qu e
el hombre esté sol o" (v e rs. 18). Sig uie ndo e l mode l o d e relaciones en
1α~ D eida d (luan 17:24), una existencia si gn ificativ a p ar a los se res
humanos n ecesitab a tener una dime nsión soc i al . ~ Ε1 brev e l ap so con
só lo un 'ádúm tenía el prop ósito de most ra rle que é l carecía de un
compleme nto en 1α~ creació n an ima l y as í se ha ll aba e n necesida d d e
una "ay ud a idónea", ~ ο una compa ñe ra adec uad a. ~
Ε1 id ea l expresad o
en 1α~ creación era que el hombre y 1α~ muj er form asen un tod o en el
cual fuesen mu tua m e nte complementar ios e i nterdependientes. Un a
p areja aisl ada no cumpl e to dos los reque rimie ntos p ar a las dimensio-
nes socia les de l h o mb re, pe ro el proce dimien to c reati vo muestra 1 ~α
imp orta ncia de esta dimensión en el plan de Dios.
De este mod o 1α~ Bibli a coloca 1α~ función de 1α~ sexua li dad en el con-
texto del compa ñe rismo, la i ntimid a d y la comp lementaci ón sobre 1α ~

243
Teología Fu nd amentos b íblicos de nu estra fe

cual se basa 1α~ humanidad genuina. Esta concepción es, co n mucho,


m ás av anza d a que las ideas d e me ra procr eacίo~ n, re-c reación, ~ο "ali-
vio de tens ion es" ~α l as que ~α m enudo ha sido re ducid a la sex u ali d ad.

2. La c reación de 1α~ muj er


Mu chos i ntérpretes se h an ref eri d o ~α la imp orta n ci a d e la m an era
en que 1α~ muj er fu e cr ea da (Gén . 2:21, 22). Fue toma d a de l costa d o de l
h omb re -no d e s u cabe z a ~ο su s pies-, l o c ual s u giere igu ald ad inhe-
rente. L a pa lab ra sé lá', tr aduci d a "cost illa" en este p asaje, en otra
p arte se traduce "costa d o", como en 1α~ co ntr ap a rte si métrica de una
hoj a d e una pu er ta dobl e (1 Rey. 6:34), 1 ~α segunda ala de un edificio
que hace j u ego con otra (~~~ Έχο . 26:26, 27), la fa ld a opu esta d e una m o n-
tañ a (2 Sa m . 16:13). ~ Α1 que d arnos con e l sentid o de "costad o" p od e-
m os s ub raya r 1α~ iguald ad y comple m e nta rie d ad de l hombr e y 1 ~α
muj er. J untos, el hombr e y 1α~ muj er, fo rmaron 1α~ humanidad, c reados
~α 1α~ im agen d e D ios, p a ra a yud ar se y apoy ar se mutua mente. ~ Α ambos
en form a conj un ta Dios l es dio dominio sob re 1α~ tie rr a y s u contenid o
(Gén . 1:28).
D e ac u e rd o co n Gén es is 2:20, D ios c reó p a ra Ad án una 'éze r , ~α
m enud o tra du cid o co mo "a yud a" ~ ο "ay ud a idónea". Sin embargo, la
p alabr a hebrea no implica sub or dinación como pue de h ace rlo el tér-
mino en es p añol ; pu ed e significar "ap o yo" ~ο "ben e factor " y se usa
regul armente res p ecto ~α Dios, qu ien a yuda ~α los se res huma n os (Sa l .
33:20; cf. Sal . 54:4). Ad emás, 1α ~ frase ke n egdó, tr aduc id a " id ónea p ar a
él ", viene d e un término qu e significa "e n frente de", sugirie ndo que
1α~ comp añer a qu e Dios creó p a ra el h o mb re iba ~α ser s u contr apa rte,
s u comple m en to. (Ver Creación 1. B. 7.)
Algu nos a utores han l e ído en el relato d e Gén esis 2 una j er arquí a d e
los sexos divinamente o rdenada. La muj er, c read a p o r ca usa del h om-
b re (ver s. 18-20), tuvo una existencia d eriv ad a y fue no mbr ad a p o r el
hombre, quien en esta forma indicó su autorida d sob re ella (ve rs. 23). En
los rel atos bíblicos de 1α~ creación d e 1α~ mujer, sin embargo, la historia no
se mueve des de 1ο ~ s up erior ~α 1ο~ inferior. En Génesis 1 el movimiento es
el o puesto, desd e l as cri aturas inferiores ~α las sup eriores; y en Génesis 2
va d el estado incompleto ~α uno de totali dad . L a derivación física no im-
plica s ubordinación : el homb re no está subordinado ~α 1α~ tierra. M atthew

244
La d octri n a del h omb re

Henry arguye qu e 1α~ muj er er a "polvo doble mente refi nad o, uno di s-
tancia d o más d e 1α~ tierra". En Génesis 2:23 Adán habl a d e 1α~ identifica~
ιίόη genéri ca de su esposa, "muj er" ~ο "esp osa", pero no l e d a un n om-
~~~~
bre prop io hasta después d e 1α~ entrad a d el peca do (Gén. 3:20).
El equ ilib rio d e la e vi de ncia b íblica dista mu cho d e ap oy ar ningún
tip o d e s uperiorid a d de l hombr e. L a su mi sión de l as esp osas fu e una
consec u en cia de 1α~ falta d e armonía en las rel acio nes hum anas intro-
ducida en el mund o p o r e l p eca d o ( ver s. 16; ~ΙΙ.
~ ~Β. 5). P ab lo ord en a 1α~
sumisión de l as esp osas ~α s u s esposos qu e las am an co m o C risto amó
α 1α~ igl esia, como ellos se aman ~α s í mi smos (Efe. 5:21-33; v er M atri-
~
m onio ~Ι. ~Ε . 1).

Ε1 s ig nif icad o d el matri m o ni o


3. ~
L as in stitu cion es de l mat rimonio so n p arte d e la cul tura humana ~γ
v arían a mpl ia me nte e n e l tiemp o y el esp acio. No se or igi na ron en 1 ~α
c ultura, sin emba rgo, sino en el plan de Di os pa ra el m undo. ~ Ε1 esta
b leci mien to de la p arej a huma na se e ncuent ra en tr e los actos c reado-
res de Dios de l sexto día (comp a ra r Gé n . 1:26-31 co n 2:4-25). D es pués
que Dios "con struyó" ~α 1α~ muje r y se la tr aj o ~α1 homb re, "dij o e n ton -
ces Adá n: E sto es a ho ra hueso d e m is hu esos y carne de mi carne; ésta
se rá ll ama d a Varona, p o rqu e d e l v a rón fue to m ada" (Gén. 2:23). L os
términos es pecíficos p a ra "h o mbre" y "muj er" (heb. 'is ~ γ 'íssáh ) c u an-
do se re lacio n an mut u amente, sig nifican "es p oso" y "es posa" r es p ec-
tiv amente. Aquí ti enen precisamente esas connotaciones, pu esto que
se hab la d e la unión de 1α~ prime ra pareja humana.
En tiemp os bíb licos un varón 'ádám ll egaba ~α se r un hombre/es p o-
so (' is) cuando to m aba ~α una muj er /es posa, as í como e lla llegaba ~α
se r una muj er /esposa (' isáh) só lo en el mom e nto e n qu e e ra to m ada.
Esta alusión a p unta ~α 1α~ i mp o rtancia d e 1α~ sexua li da d p ar a 1α~ id enti-
da d huma na.
No se requ iere estar casado par a ser plena mente hombre ~ο muj er; ser
una per son a es algo mu c ho más básico que ser un ho mb re ~ο una muj er.
~ι Sin embargo 1α~ sexualid ad hu m ana m o difica y ayuda ~α defini r aquello
que nos identifica co m o pe rsonas. Adem ás, só lo se logra satisfacción
sexu al cu ando una relació n pe rsonal basa da en un co mpromiso tota l,
como ocurre en el matrimonio, apuntala y sostiene 1α~ i l ación sex ua l .

245
Teología Fun damentos b íblicos de n uest ra fe

En el mat rim o nio "el homb re d ej a ~α su p adre y ~α su m adre, y se


un e ~α s u muj e r, y l os d os se funde n en un solo se r " (v er s. 24 NVI).
En muchas eda d es y lu ga res, l as costum bres han permitido que un
h ombr e y una muj e r, que casi se d esconoc ía n tota lmente, se casara n .
En una m anera misteriosa la vida m atri m o n ia l pronto fu sionó ~α 1α~
p arej a en una unión tan estrec h a com o 1α~ d e la z os de sang re ("carne
y hu esos" en e l idioma heb reo; cf. Juec. 9:2 y 2 Sam. 5:1). L a intimi-
dad h ace que 1α~ p arej a se ma n te n ga unida co m o cont rap artes co rta-
d as d el m is mo bl oque d e m ateri al . Con el tr ansc urso d el tiemp o l os
esp osos llegan ~α p ensa r, h ab la r y actu ar e n fo rm a semej ante; h an lle-
ga d o ~α ser "una ca rne".
Q ue dos lleguen ~α se r uno es un misterio "g ra nd e" ( Efe. 5:32),
prefigurado e n 1α~ m an era e n que Di os instituyó e l matrimonio. Di os
hizo li ter alm en te ~α1 primer esp oso y esposa d e 1α~ misma carne y
hu esos, com o cont ra p artes d el mismo c u e rpo, lu ego l os uni ó p a ra
qu e const i tuye ra n una uni ó n firme ~ γ de to d a la vida. D ebiera consi-
derarse que este pr ocedi mie nto creat iv o ilumin a e l sig nif ica d o d el
matrimonio.

D. La un i d ad origi n al
d e la hu ma n i d a d
Con t ra ri am en te ~α la especulación d e qu e al gu n as raz as desc ien-
de n p ar cia lme nte (p or "amal ga m ación ") d e se res semej antes ~α1
homb re, c rea d os a p arte de Ad á n, H echos 17:26 sost i ene el principio
d e qu e 1~α r az a hum ana no cont ie n e ni nguna ot ra sangr e sino 1α~ de
Adá n y Eva: " D e una sangr e h a hec h o [ D ios] to d o e l linaje d e l os
ho mb res, p a ra qu e h abiten sob re toda 1 ~α fa z de 1 ~α tierr a; y les ha pre-
fijado el ord en de l os tie mp os, y l os límites d e s u habitación". E sta
ve rda d tamb ién conecta la solidaridad de todos l os pueb los con l as
consecuencias de 1 ~α caíd a d e Ad án (R o m. 5:12, 19) y, pa r a to d os, en
1~α p osibili d ad d e sa lv ació n mediante C ri sto (1 Co r. 15:21, 22).
Los animales fu e ron crea d os "seg ún su espec i e" (Gé n . 1:21, 24,
25), l o qu e significa " d e va r ias es p ecies" (cf. Gén . 6:20; 7:14; Le v. 11;
Deu t. 14; Ez e. 47:10). E sto tie n e en cue n ta d i v er sas esp ecies d entro
d e ca d a catego rí a, p o r ej empl o l as dive r sas "best ias de 1 ~α tierr a".
Aunque l os se res hum anos aparecen en 1α~ historia d e la c reac i ón

246
La doct ri n a del h omb re

co m o una catego ría p or s í mi s mos, nada p a reci d o se di ce de ellos.


Vi n ier o n orig ina lmente en una sol a va r ie d ad .
La cienci a co nfirm a esta inf o rm ació n bí bl ica. L as m is m as v ariab les
biológ icas, com o también l os mis m os r asgos psicol ógicos y consta n-
tes c ul tur ales, están presentes en to das l as ra zas hum an as. Las di fe-
ren cias e ntre las raz as hum anas no i nv o lu c ran otra cosa si no reco m-
bi nación, intensificac ión ~ ο supresión pa rcia l de caracte rísticas co mu-
nes ~α toda 1α~ humanidad.
Según el m ej or conocimi ento ci ent ífico d isp onib l e, l as ra z as se
orig ina ron ~α t rav és d e endoga mia y cambios ge n éticos al eato r ios en
tie mp os d e escasez ~ γ dis p er sión de la p o bl ación . Los filó l ogos pu e-
d en ahor a traz a r el or igen d e l os i d io m as ~α un t ronco común; cier -
tamen te la tota lid a d d e 1α~ ev i den c i a l ingüí stica y ge n ética que está
~α nuestra disp osic ión a punta ~α un origen común p a r a to da 1 ~α hu-
m ani d ad.
A unqu e no tr ata el te m a d e las r az as co mo ta les, e l capí tul o 11
de Gé nes is recal ca la unid a d or igin a l de 1α~ hum anid ad, aun des-
pués d e l D iluvio. "Tení a e n to n ces toda 1α~ tie rr a una so la l en gua"
(v er s. 1) e n la pri m er a ge n eración d espués d e la catást r o f e. Se le
o rd enó ~α esa gene ración, así co m o ~α Ad án y Eva, que ll enasen "1 ~α
ti erra" (Gén. 9:1).
S in embar go, baj o un l i d era z go a u tocrático (Gén. 10:8, 9), d eso-
bedeciero n 1α~ orde n divina (Gén . 11:4) y se co n ce n tra ron en e l s ur d e
M esop otamia (v er s. 2). Pa ra el bie n d e a qu éll a y d e to d as l as gene-
r acio n es p osterio res, Dios l os esp a rció, imp onie ndo una di ve rsid ad
c ultur al y ling üística e n tr e los difer en tes g rup os (v er s. 8; co mp ara r
las d ivisiones ent re los se m itas, j a fetitas y ca mitas en Génesis 10).
E sta d isp e rs ión forz osa bie n podría haber pr o vi sto 1α~ prim er a opo r-
tunidad par a l os ca mbios genéticos al eato ri os y 1α~ e ndoga m ia, res-
p o n sabl es de 1α~ d iver si d a d racial obse rv ab le hoy ent re l os ser es
huma n os.
L os autores bí blicos siempre enfatiza ron l as consec uencias teo l ógi-
cas de esa unidad or igin al . As í, Amós 9:7 ex plica que Dios m antiene 1α~
mism a re lación esen ci al con todos los grupos étnicos de 1α~ ti e rr a, ya
sean semi tas (Is rael) ~ο camitas (filisteos). Los p riv ilegios d e Is rael de-
p enden de rel aciones basadas en un pacto, no d e 1α~ he re ncia natural.

247
Teología Fund amentos b íblicos d e n u estra fe

Ε.
~ La vida i n terior
γ
~ s u so p orte orgá n i co

1. L a tota l i da d d e 1 ~α pe rso na hum ana


L a existe ncia huma na ocurr e en d iv er sos niveles: n atura l /sob re-
natura l, interno/externo.
Co m o imagen de D ios, un hombr e ~ο una muj e r actúan sobre e l
mu ndo n atur al mie ntr as con serv an una rel ación singul ar con Dios
(niv el sob ren atura l). En el nive l nat ur al ha y una vida interior (p ensa
mie nto, sentim ientos, ra z ón, me m o ria, volun ta d , a pr eciación estética,
etc.) qu e tr asciend e por mu c ho 1α~ d e l os a nima les, mien tr as qu e 1α~
vida o rgánica externa (nut rición, sueño, reprodu cción, etc.) es m ay o r-
m en te co mún ~α ambas.
Da d a 1α~ prominencia de 1α~ vi d a inter io r, rel aciona l , en 1α~ hu m ani-
d ad, no es d e sorprenderse qu e se h ay an hec ho in tentos p a ra con ce-
bir ~ α1 h o mb re como d e una natur aleza dua l. L a vida i nte rior y rela-
c ~ίοηα1
~ ~ ~ tiene lugar, de ac u erd o con 1α~ con ce p ció n dua l ista, d en tr o de
una entid a d, llama d a "espír it u " ~ο "a lma", inm ater ia l en naturale za,
qu e r esid e d en tr o d e nuestro o rganismo mate ria l, que es ca p az de
fu nci o nar indep endien tem e nte d e él, y de 1 ~α c u al los anima l es están
desprovistos. Al g unos d ivi de n 1α~ n atura lez a hum ana en tres: cuerp o,
a lma y espírit u . P ar a nuest ros propósitos, a mbas p osiciones pue d e n
i nc luir se b aj o e l du al is m o, pu esto qu e e n ambas, sól o una de las p ar-
tes de 1α~ natura l ez a humana (es píritu en un caso, a lm a en el otro) es
realme nte i mp o rtan te, siend o sep ar ab l e y capa z de funciona r i nd e-
p end ien te m e n te. En estas co n cep cion es, e l resto es secu nda rio.
Ε1 du ali smo está gen e ra lmente asocia d o con 1α~ idea d e que, sep a-
~
r ado del organi sm o en 1α~ mu er te, un a lma ~ ο un espír it u con tinúa fu n-
cionand o p a ra siempre ("alm a inmor tal"). Co n todo, l os m is m os té r-
minos (a lma ~ ο espírit u ) se a plican ~α menudo ~α expres ion es d e 1α~ vida
in te ri o r en sí antes que ~α una en ti d ad ind ep end iente en la qu e su-
puesta m en te viv e n .

2. M o n ismo b íb li co
O pu esto ~α1 dua li s m o está el monis m o bíb lico, 1α~ p osició n segú n
1α~ cual todas l as ex presio nes d e 1α~ vida in ter ior d ep end en d e 1α~ tota-

248
La doctrina M hombre

l ida d d e 1α~ nat ura leza hum ana, in c luye ndo e l si ste m a o rgá n ico. Los
co mp on entes d e un se r hum ano fun ciona n como una unid a d. No
ha y un alm a ~ ο es pír itu se p ar ab le que sea ca p az d e existencia co n s-
ciente apar te d el cue rp o. D e ese m o d o l as p al ab ras "alma" ~ο "espí -
ritu" desc riben m anifestaci o nes i nte l ectua les, a fectiv as ~ ο v o l itivas
d e 1α~ pe rsona lid ad .
E stá resultand o ca d a ve z más c la ro p ara teólogos de div ersas
d en o minacion es c rist ianas que la Bib lia con side ra ~α l os se res huma-
nos d esd e un p u nto de vista m o ni sta. ~ Ε1 In terprete r '5 Díct io n ary of the
B ib l e afi rma: "Por 1α~ co m unicación d e Ya hweh d el alie nto vivi ficad or
~α1 hombre d e tierra qu e él hab ía m o de la d o, no d ebe m os co nclui r que
el homb re está co mpuesto de d os e ntid a d es sep a ra d as, cue rp o y
alma: el p unto de vista ca racte rístico d e l orfismo y el pl atonis m o.
P ar a usar 1 ~α frase ah o ra cl ásica, el h eb reo co nceb ía ~α1 h o mb re com o
un c u erpo an i ma do, no com o un alma encarna d a".
En tod os l os casos en qu e l as p al ab r as "alm a" y "es pír itu" apa-
recen en 1α~ B ib lia pue den e n te nd er se, de n tr o d el con texto, co m o re-
fir iénd ose ~α fun c i o nes d e 1α~ p siquis ind iv i du a l ~
ο ~α 1α~ acti vid a d d e
to d a 1α~ p e rson a. E sto es cierto tanto en e l ~~ ΑΤ r es p ecto ~α los té rmi-
n os neρes
~ ~ ο rúah, com o e n el ~ ΝΤ~ sob r e l os té rmi n os co rr esp ondi en-
tes ps y ch é y pn e uma, qu e se tr ad u cen co mo "alm a" ~ο "es pírit u ". En
nin g ún caso leemos qu e exista una e ntid ad inm o r tal de ntr o d el h om-
b re, un alm a ~ο espíri tu hum an o qu e sea cap a z de fun cio n ar
i nd epend iente m en te del c u erpo mate rial .

3. "Alma" y "espí rit u" e n 1α~ Bibli a


Ε1 r elato d e 1α~ c reac ión del h o mb re en Gé nesis 2:7 h a sido ~α veces
~
i nterpretado como 1α~ infu sión d e un "alm a" ~ ο sustan c ia in m aterial
de n tro de un o rgani smo mate rial . P e ro esa infere ncia es contra ri a ~α1
reg istr o [bíbli co]. D eclar a que el homb re fu e m o ld ead o d el "polvo de
1α~ tie rra", as í como los anima les d e s u a mbiente fu e ron "pro ducidos"
d es d e 1α~ tierra (Gén . 1:24; 2:19), sólo con una atención y cuid ad o más
i ndiv idual iz ados. Lu ego Dios "sopl ó en su nariz a lie nto de v i d a", el
cual el h ombr e comp a rte con aves, r e p til es, m amífe ros y otr os ani-
males (Gén . 1:30; 7:22), ~ γ ll egó ~α ser "un ser v ivien te", un n ep es ha yyáh
com o ell os (Gén . 1:20,24).

249
Teología F u ndame n tos b íblicos de n uestra fe

Ε1 a dj etivo hayyÚh significa "vivo". A unque ~


~ ηepes se tr adu ce ~α m e-
nud o como "alma" en nuestr as v er si ones, su uso tanto pa ra e l hom-
b re co m o p a ra las bestias ( ve rs. 20, 24, 30; 2:19; 7:21) muest ra que no
hay n ada inmortal ~ο siqu ier a rel at ivo ~α fu nciones sup erio res con r es-
pecto ~α él. En su senti d o m ás básico 1α~ pa lab r a h ebrea sign ifica "gar -
ganta, ga rguer o", d e 1α~ que de riv a 1α~ idea d e "apetito". "Ap etito", e n
e fecto es com o 1α~ tr adu ce 1α~ RSV [ ve rsión en in g lés] en I sa ías 5:14. L a
mism a tr adu cció n p o dría tambi én emplear se en vez de "alm a" e n Gé-
nesis 34:3. En I saí as 5:14 e l término es pa ra le l o ~α "boca" (cf. tambié n
H ab. 2:5 NVI) y d e ese modo po dría t ra duci r se v en taj osamente e n
Prov erbios 25:25 (el "alma" se d ienta d is fru ta e l agua frí a) y en ot ras
p artes.
En re l ació n con la ra íz v erbal ~~ ηρ9, "r es pi ra r ", ~ηepes figurativa m e n -
te significa "vi da", co mo e n Deute rono mio 24:6 y muchos ot ros lu ga-
res. En Pr overbios 8:35 está en co n tr aste con " muer te" y es pa r ale la ~α
hayyim, otro té rmi n o pa ra "vida" (cf. hayyáh, "arriba"). ~ Ε1 significad o
"vida" pu ede simi larm e nte se r d eterm in ado p or el contexto de p asa-
j es como 1 Samu el 28:9; Sa lmos 30:3; 124:7; Pr o verbios 7:23; 19:18. ~ Ε1
contenido d e l té rmin o, si n emba rgo, es más activ o que m er amente
vida sensible ~ ο v egetativa. En Génesis 2:7, e n ton ces, el sen ti do gene-
ra l de 1α~ co mbin ación ~ηepes hayyáh es "un se r viv iente anima do". ~ Ε1
homb re es un a lm a, en ve z de te ne r, un alma.
De este m o d o ni l os e le m entos qu e constituyen ~α1 ho mb re, ni e l
proce dimie n to a pl icad o ~α 1α~ creaci ó n, según se desc ribe en Gé nes is
2:7, implican 1α~ existenci a d e a lgo co m o un "a lm a" en el se n ti d o
du al ista. Los se res huma nos so n sup e rio res ~α l os ani m al es, no ~α
ca usa d e l núm er o d e sus compone ntes básicos, sino d ebi d o ~α que
d ifie ren cua li tativ a m en te de e llos (Ecl. 3:19). Esto exc luye 1α~ p os i-
ción dua li sta.
Aunque 1 ~α mu e r te no er a una p ar te de l mund o original, la info r-
mación bíb li ca so br e e l proceso d e 1α~ mu er te con t ra d ice igua lm en-
te el p en samiento du a lista. En té rm i n os b íblicos 1~α mu er te se d es-
c r ibe co m o un pr oceso inve r so [ ~α1 de 1α~ vida] e n e l cual e l h omb re,
c riat ura te rrest re, vue lv e ~α 1α~ tie rr a (Gé n . 3:19) y ~α1 exp i ra r d evu e l-
ve ~α D ios el a l ie n to (rúah, l iter a lme n te " v iento", ~α me nud o tr aduci-
do "es pír itu "), e l c u a l es un s ímbo lo d e 1α~ fu e rz a v ita l que se le

25 0
La doctrina d el hombre

h ab ía pr esta d o, α
co m o tambié n ~ l as otr as cr iaturas viv ien tes (Gé n .
6:17; 7:15, 22), e n el pri n cip io (E cl. 12:7).
Ninguna en ti da d p er sona l ~ο consciente sobre viv e el proceso inv er-
so d e 1α~ muerte (Sa l. 6:5; 30:9; 88:10;115:17;146:4; ~ Ει~l . 9:5, 6; I sa. 38:18,
19). La inv er sión p odrá camb i arse en 1α~ res urrecci ón . D e ese m o d o,
toda es pe ra nz a de una v i d a más allá de 1α~ t umba se cen tr a en 1α~ resu -
rrección (1 Co r. 15:16-23; cf. Jua n 6:39, 40). Só l o 1α~ res urrección, no un
estad o d esencarnado, pue de rescata r ~α l os mue r tos de su co ndic ión
care nte d e si gnifi cación (Lu c. 20:37, 38). Co m o Willi am Ty nd ale, el
tr aducto r de 1α~ Bib lia ing l esa y má rtir, lo señal ó h ace si glos, a quell os
qu e co loca n almas desencarnadas e n e l c iel o, e l infierno ~ο el purgato-
rio " destruyen l os a rg umentos con l os cua les Cr isto y P abl o prueban
1α~ res urrecc ión ". (Ver Muer te ~Ι. ~Α. 3, 4; Resurrecc ión ~Ι. ~ Α.)

11. ESTADO ACT UAL D EL N O MBRE


Α. I nformació n b íb lica
~
D e acuerd o con l os ca pí t ulos i ní c ia l es de l Génes is, e l destino de los
primer os ser es hum anos e ra el de una existencia fe l iz co m o co labo ra-
d o res de Dios en e l Ed é n. En ese "j a rd ín de l pa lacio rea l" (que es el
signi fi ca do liter al d e "paraíso") ser virí an ~α Dios (Gén. 2:15) y di sfr u-
ta rí an d e una est recha comu nión con é l (cf. Gén . 3:8). L a prime r a p ar e-
j a p o dría benefici ar se con un pr in cipi o s usten tad o r de 1α~ v i d a, que se
en c ue ntra en la cer canía co n Dios y en co m er el fruto del árbol d e 1α~
vida (Gén. 2:9; 3:22).
D ich a felici d ad no prev al eció p or muc ho tiemp o. Con el p ecad o se
pro duj o el p unto de inflexión : 1α~ t raición de 1α~ co nfianz a y las ó rd e-
nes explícitas de D ios. Esto tuvo que ve r co n otro árb ol, li gado ~α1
"conocimie nto de l bien y d el m al", una expresión i d io mática heb rea
que implica cap acid a d ll en a d e a u toconfianz a p a ra j uz gar y d ecidir
p o r uno mismo, gen er alme nte asociad a con 1α~ ed a d ( Deut.1:39;1 Rey.
3:9; I sa. 7:15, 16).
Aunque los prim er os ser es huma n os fu er o n c rea d os com o a dul-
tos, tod a ví a d e p endí an de Dios par a su s d ecisiones m o ra l es. Com o
se ha indica d o antes, si n emba rgo, escogier o n la a u ton o mí a, si-
gui end o las insinuacio nes de 1α~ serpie n te: "¿ ~ Υ qué i mp or ta si Dios
os d ij o que no co m áis de ni n gún á rbol de l hu e r to?" Esta t r aició n l os

251
ΤeΜοgίa
~ ~~ ~ Fundamentos bíb licos de nu estra fe

in cap acitó p ara una am ista d íntim a con Dios ~γ p a r a d is fru ta r d e l os


bene fi cios vin c ula d os co n ell a.
Si b ien 1α
~ narrativa d el Génesis es bie n di recta, el capít ulo 3 nece-
sita una i n te rpretació n revel ad a. L a natural ez a d e 1~α "se rp iente", un
pe rso naj e ingenioso (ve r s. 1) qu e recomie nd a y exalta el "co n oci-
mien to d el bien y de l ma l" co m o un m edio p ar a ll ega r ~α se r "com o
Dios" (vers. 5) y qu e se duj o ~α 1α~ parej a human a, prom etiend o que
escapa ría n d e 1α~ sentencia d e muerte d etermina d a p or d esobed ecer ~ α
Dios (v er s. 4), es más bien e nigm ática en Génesis. De acuer do con e l
ΝΤ, det rás de l d isfra z se en co ntr aba el diab lo ( Apoc. 12:9), un espíri-
~~
tu opuesto ~α Dios (tan to " di ab l o" co m o "Satanás" significan "adve r-
sa ri o"). En un tiemp o había estad o en 1α~ v erda d (Juan 8:44), y ya
hab ía desvia do ~α 1α~ rebe l ión ~ α much os espír itus ce lestiales (Jud. 6;
Ap oc. 114,8).
Ha y alu siones ~α 1α~ ca íd a de este se r en el ~~
ΑΤ (Isa.14:4-23; Ez e. 28:1-
10); tambi é n se h ace mención de e llo en esc ritos í n tertestamentar ios
(Jubileos 10:8; 11:5; D ocumento de D amasco 3, 4; 2 Enoc 31:3). El ~~ ΝΤ co n
firma esta d escrip c ión , de nunciánd o lo p o r inci ta r ~α1 p eca d o ~α 1α ~
hum nid a Lu c. 22:3, 31; Ju an 13:27; H ec . 5:3;1 Cor. 7:5) y p or opo-
a d ( h
nerse ~α 1~α obr a d e sa lv ación (M ar. 4:15; 1 Tes. 2:18). Ta mbién lle va 1α ~
res p onsabilidad fin al por 1~α muerte (Ju an 8:44; H eb. 2:14).
L a id ea d e se r "co mo Dios" en Gén es is 3:4, 5, 22, se a pl ica, enton-
ces, ~α1 inten to diabó lico d e establ ecer una existe nci a cen tr ada en el yo,
ign o ra nd o 1 ~α le y d e D ios y negand o 1 ~α d ep end e n cia que te ne m os d e
él co m o criat ur as (Isa. 14:13,14; Eze. 28:2; cf. el ma rco edénico en vers.
13-15). En 1α~ tentación de Ad án ~ γ Eva, en tonces, estaba e n juego
mu c más que un acto ais ad o de desconsid er ació n hacia 1 ~α au to ri-
h o l
d ad div in a. Por s u caíd a se uni eron ~α una rebe lión cósmica contra
Dios.
Sin emb argo, Dios t rató miseri cordiosamente ~α los pecadores. No
fueron ejec utad os inmedi atamente si no que se l os exp u l só del pa raíso.
No estand o ya más en el j ardín, Ad án ~ γ Eva se vieron rodea dos p o r un
ambiente hostil y, como Dios 1 ~ο h abía anunc ia do en s u juicio, llegaron ~ α
ser presa de triste za, dolor, trabaj o in gr ato, re laciones e n l as qu e se v eían
explotados, y finalmente 1α~ muerte (Gén. 3:14-19). Así 1α~ Biblia mu estra
~α1 p ecado co m o 1α~ cau sa principa l de l ma l en 1α~ condic i ón hum an a.

252
La doctrina del homb re

Β.
~ El p ecado, la reali d ad qu e todo lo im p reg n a
La gravedad de 1α~ rebelión de Ad án y Eva ~ γ s us extensas conse-
cuencias se analizan en Romanos 5:12-20. Ap arecen ~α fin d e ac larar el
carácter crucial d e su antítesis: 1α~ obe diencia de Cristo en 1α~ c ruz
como 1α~ apertura d e la puerta d e salvación para toda 1α~ raza hum ana.

1. Romanos 5:12
De acuerdo con Romanos 5, el p ecado y 1α~ muerte en la humani-
dad derivan originalmente de Ad án ~ γ no de cada p ersona individual.
Pablo r ecalca repeti damen te que una acción singular afecta ~α toda 1α~
humanidad. En el vers ícul o 12, "el peca do entró en el mund o p o r un
ho m b re"; en el versículo 15 (DHH), "p o r el d el ito de un solo ho m b re,
muchos murieron". En Romanos 5:18, 19, 1α~ transgresió n y desobe-
diencia "de un hom bre" conduj ero n ~α 1 ~α condenación, mientras que 1α~
obe diencia y 1α~ justicia de "un h o m b re" traj eron vida.
En los versículos 12-14, P ablo ofrece evi dencias de cuán abarcantes
son los e fectos del peca do que comenzó con una sola p ersona.
Prim ero, to da p ersona p eca (cf. Rom. 3:9-20). S i cada uno comenzase
su propia línea de p eca dos, indepe nd ientemente de Adán, alguien, en
algún momento, p odría ser capaz de no peca r. P ero como esto no ocu-
rre, se desprende que no comenzamos ~α hace rlo independientemente.
En segundo lugar, había muerte aun cuando no había una revelación
especial de los mandami entos como en el Edén ~ ο en Sinaí. En esos
tiemp os, si bien el peca do existía como una violación d e 1α~ conciencia,
carecía de l carácter agravante de ser 1α~ tran sgresió n de una norma
escrita. Si f uera c ier to que cada uno recibe sólo las consecuencias de s u
propio peca do, 1α~ gente de aquellos tiemp os, que no era tan culpable
como Ad án, no debiera haber sido castiga da con 1~α muerte como 1ο ~ f ue
Ε1 hecho d e que murieron muestra que su muerte fue una conse-
él. ~
cuencia del pecado d e Adán. (Ver Peca do ~~~ ΙΙΙ. ~
Β; Mue rte ~Ι. C. 1.)

2. Un p asaj e m al comprendid o
Ro manos 5:12 contiene un hueso duro d e roer para los traductores
e intérp retes. L a p alabra "porque" en la 1VVΙ~ equivale ~α1 griego eph'
h5, literalmente tr aducido "en 1ο ~ cual". La Vulgata tr aduj o in q u o
o mn es peccav erun t, "en quien todos pecaron". Esta traducción sienta 1α~

253
Teología Fun damentos bíblicos de nuestra fe

base para el concepto de " peca do original", según el cual to do des-


cendiente d e Ad án, habiendo p eca do en Adán, es considerado p erso-
nalmente responsable p or e l primer pecado.
Sin embargo, "e n quien" no es 1α~ idea expresada por el griego
eph' hó, sino e n h5, una frase paulina común (cf. Rom. 2:1; 7:6; 8:3, 15;
14:21, 22; 16:2). Ad e m ás, nada en el contexto requiere una teo ría d e
trans m isión de culpa. L a frase eph' hó s ignifica "sobre la base de 1ο ~
cual", y puede tra ducir se legí tim amente como "α ~ causa de lo cual o
quien". E sto a rm oni zaría bien con el contexto: ~ Ε1 p ecado y 1α~ muer-
te e ntraron e n e l mund r h br α
o p o un om e, causa d e l cual todos p eca-
~
ron (cf. Rom. 5:19). ~ Ε1 u so que hace 1~α NVI de "po rqu e" es engaño-
so: uno es p era que lu ego d e 1α ~ p al ab ra "po rque" se me n cione 1 ~α
cau sa, m ientr as que lo que sigue ~α eph' hd en Romanos 5:12 es e l e fec-
to. "Porque todos p ecar o n", entonces, no d ebiera en tenderse como
1α~ r azón de que "1α~ muerte p asó ~α toda la humanidad". Tal interpre-
tación no armoniza con el contexto. An tes bie n, que todos han peca-
do muestra 1α~ validez del resto d el versículo: el pecado y 1α~ muerte
p asaron ~α todo el mund o, comenzando con Adán. L a comprensión
del versículo se ve confirmada por su analogía con el s iguiente
p unto en la prese ntación de P ablo. En los versículos 13 y 14, él a rgu-
ye que d ebido ~α que 1α~ gente de to dos los tie mpos h a muerto, debe-
mos aceptar que 1α~ muerte d eriva d e Adán y no d el peca do perso-
nal.
Este pasaj e muestra que si el peca do d ependiese só lo del ej ercicio
individual del libre albedrío, no habría r azón por 1α~ que algún héroe
piadoso no podría haber evitado el peca do p or completo. La falta d e
algún ej emplo tal en 1α~ historia humana es una prueba d el hecho de
que no p odemos e vitar el pecado. ~ Ε1 p oder penetrante d el pecado que
mora dentro de nosotros (cf. Rom. 7:17) se traduce fatalmente en pen-
samientos, p al abras ~ο accio nes pecaminosos en algún momento de 1α~
v ida d e todo ser humano. L a extensión del poder del pecado só lo es
igualado por el poder salvador del evangelio.
Mucho antes d e que Pablo esc ribiera sobre el "pecado que m ora en
mí" (vers.17, 20), D ios h abía dec lara d o que el coraz ón d el homb re "es
malo d es d e su j uv entud" (Gén. 8:21), apuntando ~α una inclinació n
ética innata hacia 1α~ iniquidad. ~ Ε1 lib ro d e Job reflexiona abund ante-

25 4
La doctri na del h om bre

mente sob re 1α~ so mb ría condición d e l hombre, quien, comenz and o


d esde su hum ilde nacimiento e n esta tie rr a, es irremediablemente
"impur o" ~α los oj os d e Dios (J ob 14:1-4 NRV). Describiendo 1α~ cond i-
ción p ecamin osa de l hombre, Job excla m ó: "¿Quién hará limpio a lo
in m und o? Na die" (ve rs. 4); y Dios l e a firmó ~α J ere mí as: "Engañoso es
el co ra zón más que to d as las cosas, ~ γ p er ver so" (J er. 17:9).

3.Tend encias irresistib l es


De ac u erd o con e l ~~ΝΤ, 1α~ p er sona irrege ne ra d a, ~α1 enfrentar 1α~
volun ta d rev ela d a d e Dios, es incapaz de cumplirla o siquiera de
apreciarla pl en amente (Efe. 4:18). La mente p eca minosa "es enemiga
de Dios, pues no se somete ~α 1α~ ley de Di os, ni es capa z de h ace rl o.
Los que viven seg ún 1α~ natur ale za p ecamin osa no pueden agr a da r ~α
Dios" (Rom. 8:7, 8 ~ Ν V ~Ι).
Una educación c u id a dosa, e l ej ercicio d e la v o l u ntad, ~ο cua lquie r
otro recurso hu m ano car ece d e poder contra una natur ale z a p er ver sa
con su s prop ension es egocéntricas. Si se excluye la gr acia d e Dios, las
prop en siones de 1 ~α natura lez a humana condu cen inevitablemente a
1α~ ruina m o ra l . De ahí 1α~ necesid ad d e una conversión a ntes d e inten-
tar 1α~ refo rm a d e 1 ~α vid a d e uno. (Ver Salvac i ó n ~Ι. ~
Ε.) Las prop ensio-
nes ma l ignas p erm an ecen aun después d e la conversión, p er o no con
su irresistible p o d e r anteri o r. Me di ante 1α~ regener aci ón es posible una
nu ev a vida, como se m ostrar á en la s iguie nte secció n .
De to d as ma ne ras, el car ácter a me na z ad or d el pecado no reside
tanto en e l nivel sup e rficial de su s fru tos com o en s u s ra íces pro fun-
d a me nte arraiga d as en 1 ~α natur ale za hum an a. ~ Ε1 pecado es "sίsté
~ mi-
~ιο"
~ en nuestr a vida. ~ Ε1 " p eca d o que m o ra e n mí" (Ro m. 7:17,20) es 1α~
ra z ón d e que "el mal que no quie ro, eso hago" (v e rs. 19). La Escritura
llama aquí " p ecad o" ~α 1 ~α ca u sa interior de los hechos perve rsos, 1ο ~
qu e mu estra que e l co ncepto bíblico d e p eca do incluye pr o pe nsiones,
no sol amente h echos malignos.
Α1 hab la r d e 1 ~α vol untad humana d epr av ad a, d ebe h ace rse una
~
l
so a excepc i ó n . Jesucristo fu e exe nto de pecado, aunque e n todo otro
r es pecto fu e "semej ante ~α sus herman os" (H eb. 2:17) en su natur ale-
z a hum ana. En contraste con e l resto d e nosotr os, que por n at uralez a
somos "h ij os de ir a" (Efe. 2:3), él fue d esde s u concepción "el Sa n to

255
Teología Fund amentos bíblicos de nu estra fe

Se r " (Luc. 1:35). Nun ca p ar tici p ó en hec hos p eca minosos (1 Ped . 2:22)
y el m al ign o no tuvo ab so lu tamente "ni n gún d o m i n io" sobre él (Juan
14:30 ~ Ν V~Ι; l ite ra lmente, " n ada e n mí"). Una estudi o más amplia de
este te ma co rresp onde ~α 1α~ d oct rina bíblica de Cr isto (ve r Cristo ~Ι. ~
Β.
2), pe ro es imp o rtante aquí toma r concienc ia d e esta excep c ión ~α 1α~
doct rina de 1α~ d epra vación hum ana.

4. Tri unf o sob r e l as te nd encias


Irres i stibl e como es pa ra 1α~ pe rso na inconver sa, cu alqu ier tende n-
cia ~ο prop e nsión pu ed e y deb ie ra se r co mbatid a y conquista da con
ayud a sob ren atur al . L a de rrota ine vitab l e de nuestros rec ur sos innatos
puede ser ca mbia da totalme nte m ed iante el nue vo nacimiento que
v ien e de a rriba (Juan 3:5-8). C risto mis m o ab ri ó el ca m i no ~α 1α~ v icto ria.
Fue en carnado en el m is mo m und o p ecaminoso que rod ea ~α l os cris-
tianos. ~ Έ1 "condenó ~α1 pecad o e n 1α~ carne" (R om. 8:3) ~α1 hace r 1α~ volun-
tad de Dios. Como 1ο~ mu estr an numerosos pasaj es de l ~~ ΝΤ, se esp era
que tod os los c reyentes 1ο~ s i gan ( Mat. 10:38) y lo imi ten ( Efe. 5:1, 2).
Como 1ο ~ se ñ a ló el ap ósto l en Romanos 7:22-25, a lcanz a r 1α~ obe-
d iencia es un mi l ag ro de l p o de r de 1α~ gr aci a d e Cristo. Mi en tr as 1α~
m e n te d e P ab l o se de l ei taba e n 1α~ l ey de Dios, "otra le y" estaba en
gu err a "contra la ley " de su mente. Su única esp er anz a de liberación
estaba en Jes uc risto. Hasta qu é m e did a pue d e logra rse esta libe ración
e n 1~α vi d a actual de los cristianos es al go que merece una cons id era-
ci ó n más deta llad a y pe rten ece ~α 1α~ doctrina d e 1α~ salv ación . (Ver
Sa lvación ~ΙΙΙ ~ ~ .) En c u anto ~α 1α~ desc ripción de l esta d o presente de 1α~
raz a huma n a, basta señal ar qu e so m os libr a d os de la escl avi tud d el
p eca d o no pa ra cae r e n un desc uido negligente, sino p ar a pe lea r una
guerra contra él , en un confli cto que es difí ci l i ncluso pa ra e l cristia-
no consagrad o.
Aunqu e tenemos ayuda ~α nuestr a d is p osición p a ra v en cer el peca-
do, e l precio de 1α~ v icto ria es una vigi lancia conti nua e n la gue rr a
espiritua l (Ro m. 13:12; 2 Cor. 10:4; Efe. 6:10-13;1 Pe d . 5:8,9). Este co n-
flicto está enraiz ad o e n 1α~ dob le natura le za de l co nver so, nacido d e 1α~
carne y d el Espíritu (Gál . 5:17).
Los cristianos están dolo rosamente con scie ntes d el h echo de qu e ~α
v eces no se co mp o rtan en una form a en te ra m en te cr istiana. Con
La doctrina del h ombre

Υο mi smo... sirv o... ~α 1α~ l e y del pecado"


P abl o pue de n afirma r : " ~~
22)
(Rom. 7:25). Aba ndona dos ~α s í mis mos, fácilmente cae n e n 1α~ tra mpa
~ααη
~~
d e admir ar 1α~ vol untad de Dios y d e t rata r d e cumplirla co nfia ndo en
de
ell os mi smos s in el re quisito de 1 ~α fuerza divina.
:. Β.
~
Pero aun c ua n do se ganen batallas, la presen te condición de l hom-
~α 1α~
b re, con su con tinu a necesidad de lu cha r, es toda vía precaria. Ni
podemos confiar siempre en qu e saldre m os indemnes de 1α~ lucha. Je-
sús instruyó ~α s u s discípulos ~α o ra r di ar iame nte en busca de p erdón
(M at. 6:12) e instituyó 1α~ or de nanz a de l lavamiento de los pi es pa ra
[en-
representar 1 ~α con tinu a necesidad de l cristiano d e ser limpiado de l as
con
ma nchas d el p eca d o (Juan 13:10, 12-17; ve r Ord e nanzas ~~ ΙΙ. ~
Α-D). La
¡tos
misma epístola que procl ama que e l p oder que se enc uentr a en e l
que
nu e vo nac i miento es capa z de vencer el pecado (1 Juan 5:4), también
~ιr~~ία.
a dvie rte que cua lquiera que niega 1α ~ presen cia del pecado e n su vida
:ris-
se en gaña ~α s í mism o (1 Jua n 1:8) y contra di ce ~α Dios en fo rma bl as-
.υ~
~ η-
fema (v er s. 10).
>er a
Debi d o ~α una inclinación innata hacia e l pecado, la libe ració n com-
?).
pleta se cel eb ra rá sól o e n 1α
~ segunda venida. Esta inclinación puede
~ιbe-
ser resisti da con 1α~ ayud a de 1α ~ mor ad a in te rior d el Espíritu Santo,
~s 1α~
p ero no desa p arecerá a ntes de ese momento. No ser á sino hasta enton-
i en
ces cuando desapa recer á toda tendenc ia pecaminosa y toda imperfec-
-ίόη
~~ ~
ción; entonces y sólo entonces "seremos se m ejantes ~α él" (1 Ju an 3:2).
ίόη~
-~~
era-
5. D epr avac i ó n hum an a y e fectos sobre 1α~ socieda d
:Ver
La depravación i nherente es una expresión de nuestr a so lid arida d ,
e 1α~
co m o seres hum anos, con nu estr os primeros p a dres (Efe. 2:3). Co m -
del
p artiendo un orige n común con A dán y Eva (H ec h . 17:26), no fue
una
posib le que pudiéramos he reda r 1~α v o lu nta d originalmente incorrup-
,ti a-
ta que ellos p erdie ron cuando fracasa ro n en 1α~ gr an prueba (Gé n . 3;
6:5). Inver samente, si ell os hubiesen pasado su p r u eba exitosa me nte,
eca-
hab rí amos estado ta n segur amente estab leci d os e n la justicia como
err a
aho ra lo esta m os en e l p ecado.
,on-
Dios a n unció en el Ed én que e l p ecado traería como resulta d o tris-
le 1α~
te za, dolor, tr abaj o ingr ato, relaciones humanas ab u siv as y mue rte
(Gén . 3:14-19). Esta descrip ción correspond e pe rfecta m e nte con 1α~ ex-
ae ~α
pe riencia humana.
Con
25 7
Teología Fun damentos b íblicos d e nuestra fe

Su fr imos p o rque, alej ados de Dios, he mos p erdid o los privilegios


que se e ncuent ran en 1α~ ce rcanía ~α él. P ero tambi én n os infligim os
s u frimientos l os un os ~α los ot ros ~α trav és de nuev os pecados. No sólo
ha s ufr id o nuestra re l ació n vertica l con Dios; tambi é n se ha dañ ado 1α~
r el ación h o riz o nta l con otras c ri aturas. Nu estra ínte rre lac ión con 1α~
nat urale za h a sid o alter a da radicalmente d es d e el Ed én; ahor a a m e-
na za con conve rtir se en una pesadilla eco lóg i ca, con hambre y enfe r-
me d ades e n su estela. ~ Ε1 matri m o nio fu e perve rtido prime ro en una
sit uac i ó n d e vasall aj e y luego en una fa rsa in necesa ria. Otros casos d e
rel aciones h o riz on tales perve rtid as incluyen expl otación d e cl ases,
esc lavitud, d es igua ld a d econó mica, gue rras nac ion ales y étnicas, y
otr os m al es profu nda m en te impreg nados en l as estruct uras socia les.
Cier tamen te, muchos con c ib en estas estructuras co m o 1α~ raíz d e
to dos los ma les, una d iagn osi s que es fr agme nta ria, r e du ci d a p e li-
grosa m en te ~α a lgunos de los comp o nentes horiz o n ta les d e 1α~ ma lda d.
(Ve r Pecad o V )

C. L a muerte, el úl ti mo enemigo

1. L a mu erte: p e n alid ad p or el p ecad o


Deb id o ~α que e l p ecado no es sól o una vio lació n de l os m anda-
mien tos s ino prim aria mente una rebel ión co n tr a e l Crea d o r, un ser
p e rsona l , é l debe tr ata rl o en una ma n er a j u sta. Si bie n es ve rda d,
hasta cie rto gra d o, que e l p ecado e n sí i nc luye castigo y t iene co n se-
c u e n cias nat ura les (Prov. 5:22; Gá l . 6:7), también h ay castigos d irec-
tamente a pli ca d os p o r 1α Έχο
~ j ustici a d iv ina ( ~ ~~ . 32:33; M at. 25:41).
Α v eces, especialm en te en el trato de Dios con su pu ebl o, el casti-
~
go d i vino es co rrectiv o. La Bib lia 1ο ~ comp ara con 1α~ di sc ipl in a va liosa
aplicada e n el h oga r p a ra la e ducac ión d e un niño (Sal . 94:12; H eb.
12:5-12). Algun os quie ren acep tar com o legítima sól o esta cl ase d e
castigo, cuyo prop ósito es re form ar ~α1 ma lhech o r. Sin embargo, 1α~
re form a tiene su propia agenda, que di fiere d e l os propósitos de 1α~
j u sticia. Los castigos m erec id os podrían se r may o res ~ ο meno res qu e
l os que se n eces itan p a ra 1α~ m o d i ficación e ~α co nducta.
d 1
P ar a que exista 1α~ estricta j u stici a, es irreempl az ab l e 1α~ retrib u ción .
E sto no debie ra confund ir se con rencor ~ ο acti tud vengativa. En este

258
La doctrin a del h om bre

último caso, un espíri tu de ve n gan za contro la e l castigo, y 1α~ j u stici a


nu e va mente es forzad a ~α toma r un lu gar secund ario. L a retrib ució n
divi na, p o r ot ra pa rte, es gu ia d a p o r 1α~ j usticia sin venga nz a, a dmi-
nistra d a con infinito amor. (Ve r juicio II. ~ Ε.)
D ios está deci did o ~α extin g uir 1α~ rebel ión cósmica m e diante 1α~ p er -
suasi ó n y el am o r, no p or la f uerza bruta. Sólo p o r esta ra z ón es tole-
ra d a por un tiemp o 1α~ existen c ia d e l os p eca d o res, m ien tr as 1α~ mise-
ricordia d e Di os lla ma ~α ca d a uno ~α1 arrep entim iento (2 P ed . 3:9). Pe ro
1α~ pecamínos ida d de las criatur as y 1α~ santida d de Dios no pu eden
coexi st ir etername nte. Puesto qu e e l L egi sl ador es tambié n el Crea-
d o r, 1α~ rebelión pecami nosa de l as c riatur as me rece 1α~ an iquil ación
total . Esta p en a de mue rte, d e 1α~ cual fue r o n adve rtidos nuestros pri-
mer os p adres (Gé n . 2:17) es, p or 1ο~ tanto, el sa l ario justo de l pecado
(Rom. 6:23).
Α 1ο~ la rgo d e todas las Escrit uras se enfatiz a 1~α mu er te como 1~α
~
Ε1 "al m a" (p er sona) p ecad o r a imp enite nte
p enal id a d d el p eca d o. ~
mor ir á (Ez e. 18:4), se rá " d estru id o" (Sal . 37:9, 34) (kárat) términ o
heb reo (co m o e n jeremías 11:19), p erece r á (Sal . 68:2; cf. Ju an 3:16), ~ο
"no existir á" m ás (Sa l. 37:10; cf. v e rs. 20). Tal p er sona se rá quem ada
co m o " h oj a rasca" (1sa. 40:24; Mal. 4:1; M at. 13:30; 2 Pe d . 3:10; Αροι.~~ ~~
20:15; 21:8) p ar a "eterna destrucción" (2 Tes. 1:9 NRV).

2. La eli m i n aci ó n d e 1α~ muerte


De ac ue rd o con 1α~ in f o rmac i ó n bíb lica ya examina d a, las condicio-
n es origin ales d e 1α ~ exi stencia humana pe rmitía n 1α~ vida continu a e n
comunión con D ios (e l acceso ~α1 árbo l d e 1α~ vid a; inmo rtal i d ad co n-
diciona l ) ~ο 1α~ muer te (sin 1α~ s uperviv encia de 1α~ p ersonalid a d e n nin-
guna fo rma) debid o ~α 1α~ rebelión y 1α~ d esobedien cia. Si 1α ~ ra za huma-
, como Di os 1ο
na ~ quería, hubiese llegado ~α estab lece rse en 1α~ justicia,
s u vi da ve rd a dera me nte habrí a llegado ~α se r eterna.
Ro m anos 5:12-14 mostr ó cóm o Adán y Eva ocasi ona ron d epr a-
v ac i ón y mu er te par a s í mism os y p a ra to d os su s d esce nd ie ntes.
También d ebié r amos nota r e n l os v ers ícul os s ig uientes (15-19) 1α~
obr a s im ét rica y o pu esta d e C risto, prov ey end o expi ación p ara
to d a 1α~ ra z a como un segun do Ad án. De ac u erd o con 1 Co rintios
15:21, 22: "P orque p o r c u anto la mu er te e ntr ó p or un h o mbr e, ta m -

259
Teología Fun dame ntos bíb licos de n uest ra fe

bién por un h ombre la resurrección de los muertos. Porque así


como en Adán todos mueren, también e n Cristo to dos serán vivifi-
cados".
D e ese modo 1α~ sentencia de muerte hereda da in co ndicio nalmente
por todos desde Ad án es tamb ién incondicionalmente compensa da
por una resurrección recuperada p or Cristo p ara todos. Debido ~α 1α~
resurrección de Cristo, el fin de 1α~ vida humana presente, una conse-
cuencia del pecado d e Adán y no de los nuestros, no nos puede sepa-
rar de Dios eternamente. E sta "primera" muerte únicamente termi na
con 1 ~α vid a d e la gente d e todos los tie mpos, qui enes, cuando 1α~ resu-
rrección cancele 1α~ muerte, p odrán recibir juntos las promesas de Dios
(Heb. 11:39, 40).
L a resurrección de Cristo inauguró y garantizó 1α~ misma experien-
cia p ara todos los que "perten ecen" ~α él. Esto ocurrirá "en s u venida".
Después de eso Cr isto destruirá ~α to d os sus enemigos (1 Cor. 15:23-25).
"El p ostrer enemigo que será d estrui d o es 1~α muerte" ( vers. 26).
L a vid a ete rna, entonces, sól o 1α~ recibir án como un r egal o efecti-
vo a quellos que pertenece n ~α Cr isto e n s u seg und a ve ni da. Sin
e mbargo, los cristian os pueden rec la ma rl a, aun ahora, en base ~α 1 ~α
seguridad de 1α~ obra d e Cristo. " Di os nos h a d ad o vid a eterna; y
esta vid a está en su Hij o. ~ Ε1 que tie n e ~α1 H ij o, tie ne 1α~ v ida; el que
no tie ne al Hij o d e Dios no tiene 1α~ vid a" (1 Ju an 5:11, 12; cf. 1 Juan
1:2; 5:20).
Al término d el milenio aquellos que se opusieron ~ α Dios, todos
sus enemigos, serán también resucitados, pero sólo p ara ser j uzga-
dos y destruidos en 1α~ "resurrección de condenación" (Juan 5:28, 29).
E sa destrucción será final. (Ver Milenio ~Ι. C. 3; Mu erte ~Ι. F. 5; Juicio
Β. 3.) Por esta razón 1α~ "segunda muerte" d ebe ser temida (Αροc.
111. ~ ~~~
Βienaventurado y santo el que tiene p arte en 1α~ primera resu-
20:6): " ~
rrecc ión; 1α~ segunda muerte no tiene p otestad sobre éstos". E sta
segunda muerte separa ~α los seres humanos de Dios eternamente.
No es 1α~ consecuencia del pecado d e Adán sino d e 1α ~ decisión d e
cada p ersona d e unirse ~α 1α~ rebelión contra Dios y rechazar las pro-
visiones de su g racia.
L os enemigos de Dios serán, ~α1 final, completamente destruidos ~α1
igual que todos los efectos del pecado ( Heb. 2:14; ~~~ Αροc. 20:14).

260
La doct rin a del homb re

Aquellos que cr een e n C ri sto estar án, desd e el momento de s u segun -


da venid a en a de lante, eterna me nte seguros; no h abrá más p osib ili -
dad de que el pecad o ~ ο que n atur al ez as p eca m i nosas lleg ue n ~
α ser
nu evamente una reali d ad . La mi sma pulsació n d e ar m onía latir á en
todo e l u niv er so.

3. Ε1
~ va lo r d e una retribución an i quil ador a
Α p esa r de l énfasis que p o ne 1α~ Escr itura sobr e 1α~ d est rucción
~
d efinitiv a como 1~α ret rib u ción qu e me recen los peca d o res impe ni-
tentes (2 Tes. 1:9; Ap oc. 20:14; ve r ~ΙΙ.~ C. 1), el cristia nis m o tradicio-
nal sigu e una d octrina d e dol or etern o co m o 1α~ reco mp en sa d e l os
ma lv a d os. E sta doctr ina es e l res ulta d o d i recto d e 1α~ c ree n c ia en un
"a lma" huma na sep a r ab l e, inmortal, lo que y a se m ostró que no tie-
n e funda mento (Ι. Ε. 1-3).
~ ~
Sin emba rgo, una v ez que se rec upera el concepto b íblico de l hom-
bre, es fácil ve r qu e una existe ncia eterna, p er sonal , es imp osible p ara
l os p erdi d os. Dios ha hecho inaccesible ~α1 homb re inc lu so una exis-
tenc ia miserab le, sob re una b ase de dur ación eterna, una ve z que se
ha corta d o 1α ~ co rrecta re lación con él (Gé n . 3:22, 23). E sto es así p or-
que 1α~ vida es un don d e Di os só l o p ara aquellos qu e p er te necen ~α
C risto (Rom. 6:23; Ju an 3:16); cier tamente "el qu e no tie ne ~α1 Hij o d e
Di os no tien e la vid a" (1 Ju an 5:12). Tal pe rsona "no v e r á 1α~ vida"
(Juan 3:36) y só lo puede existi r p or un tiemp o lim itado, p orque no
"tiene vida eterna p erma nente en é l" (1 Juan 3:15).
Α esta al tur a necesitamos consid er ar e l significad o de 1 ~α frase
~
"eterna destrucció n " (2 Tes. 1:9 NRV). L o qu e aquí tenemos no es un
proceso de eterna destr ucción, así co m o "eterna r ed enc ión" ( Heb.
9:12) no es un proceso redento r eterno. C la ram en te en ambos casos e l
significa d o es una destrucción ~ ο una redención que dura por 1α ~ ete r-
n id ad, cuyas consecuencias son eternas.
En 2 Tesal o nice n ses 1:8, 9 l os impíos "sufr irá n p ena de etern a
p e rdición, exc lui d os de 1α~ pr ese n cia d el Seño r ". ~ Ε1 v erbo gr iego
ο castigo", si gnifi ca simple me n te p aga r
tín ó, tra du ci d o "sufrir pe n a ~
una p ena ~ο se r castigado. Ade más, e l con texto mu est r a que e l cas-
ti go es "exc lus i ó n d e 1α~ presencia del Señor ", presen cia qu e es 1α~
reco mp ensa de los j u stos. E sto no niega qu e h ay a sufrimi en to como

261
ΤeοΙοgίa
~ ~~~ ~ Fun dame n tos bí b licos de n uestra fe

α 1α
p arte d el casti go; cie rta me nte hab rá dolor deb id o ~ ~ "ll ama d e fue-
go" de l día de " venganz a" (2 Tes. 1:7, 8 BJ), pe ro este d o lor no ser á
"castigo eterno".
Con si d eraciones si mi l ares se apli can ~α Mateo 25:46, dond e los
impíos "i rá n ... ~α1 castigo eterno, y los j ustos ~α 1 ~α v id a eterna". La pa-
labra kolas is, usada a quí p a ra "castigo", tiene e n su ra íz un signi fi ca-
d o d e "te rminar ~ ο acaba r pre m atura m en te", p or lo tanto de "sufrir
p érdi da". Aquí, co m o en 2 Tesalonicenses, el castigo es 1α~ pé rd i da d e
1α~ reco mpensa de l os j ustos. E sta p érd id a es tan eterna como 1ο ~ es 1α~
vida pa ra los justos. Ta nto la reco mpe nsa de los j ustos co mo 1α~ de los
impíos, son igualmente definitiv as.
L a Bib lia no h ab la de tor tur a ~ ο dolor eternos p ara l os i mpí os, aun-
que l os agentes de d estrucción , como e l fu ego y e l hum o, so n lla m a-
d os eternos (Mat. 25:41; Apoc. 14:11). Los impíos son arroj ad os ~α un
me d io fo rmid ab le me nte implacable que gar antiz a que no que dará
ningún residuo. Frases como " fuego eterno" se apli can en 1α~ E sc rit ur a
~α 1α~ su er te d e ciud ad es co mo So doma (Ju d. 7) ~ ο la Babil onia místi ca
(Ap oc. 19:3), d e las que no sobre viven restos en absoluto, co mo lo di-
ce c l a ra m en te 1 ~α E sc ri tura (2 P ed . 2:6; Apoc. 18:8, 9; ve r Mue r te ~Ι. F. 5;
Mil e ni o ~Ι. C. 3. e).

~ΙΙΙ
~ ~ . E STADO FUT URO D EL H O MBRE
Si bien es tenta d o r entrega r se ~α es p ec ulaciones a ud aces ace rca
d el esta d o fu t uro d e la humanid a d, d icho tema pue d e tr ata r se sól o
cautel osamen te, "po rque conoce m os... de ma ne r a i mperfecta...
Ah o r a ve mos de m aner a indirecta y ve l a d a, como en un esp ej o; p e ro
en tonces v ere mos cara ~ α ca ra. Aho ra co n o z co de m anera imp erfec-
ta, p ero ento n ces conocer é ta l ~ γ co m o soy con oci d o" (1 Co r. 13:9, 12
NVI). Por ot ra p arte, 1α~ rev el ació n bí b lica nos p e rmi te a fi rmar a lgu-
n os hec hos.
Ε1 p e n samiento dua lista h a acostumb ra d o ~α1 c rist i anismo ~α p ensa r
~
d e l esta d o fu turo ~ο "ciel o", e n té rm inos etér eos e in m ater ia les. En tre
otros facto res, esto se debe ~α un én fasis desme di d o en e l v al o r de l
es pírit u y en ignor ar el hec ho bíb lico de que todos los j ustos rec i birán
su recomp ensa ~α1 mismo tiemp o, e n 1α~ segund a v en i d a. Puesto que se
i magina ~α los j ustos mue rtos como e ntid a d es desencarnadas, cons-

262
La doctrina del ho mb re

cientes, y se las re presenta como recibiendo sus recomp ensas cua ndo
mue ren, se los coloca en un "c i el o" d e este tipo. La Bib lia, sin embar-
go, habla de dos lugares reales dond e los salv os viv i r án: uno te mp o-
ra l y otro pe rmanente.

Α.
~ M ora d a tem p oral d e los salvos
Ci ertam e nte h ay un cie lo d onde Dios y los ánge les m o ra n (1 Rey.
8:30, 39; Sa l . 11:4; 53:2; 80:14; 102:19; M at. 5:16, 45, 48; 6:9), desde e l
cu al Cristo vino p a ra s u encarn ación (Juan 3:13, 31; 6:38) y ~ α1 cua l
ascendi ó después de su resurr ecc ión ( Heb. 9:24). Desde allí, tambié n,
descend erá e n s u segund a v eni da, c u and o llev ar á ~α los justos co n si-
go (Juan 14:1-3; 1 Tes. 4:13-18; 1 Pe d. 1:4).
Este cie lo ser á una mora da te mp o ra ria p a ra los justos. Allí com-
partirán l os d eberes de l j uicio, una prerrogativ a real d esc rita en 1α~
Bib lia e n térmi nos regios (Dan. 7:22, 26;1 Co r. 6:2, 3; Ap oc. 3:21; 20:4),
asocia d a con gloria ce lestia l . Per o estos deberes cesar án después d e 1α~
destrucción fi n al de l os impí os; ento nces l os j ustos her e d ar án 1~α
nuev a tierra ( Apoc. 21:1-7; ve r juicio ~~~ ΙΙΙ . ~
Β. 2; Mileni o ~Ι. C. 2).

Β.
~ El h ogar perma n e n te d e los salvos
L a pr o mesa de una tie rr a nu e va ocurr e prime ro en Isaí as (65:17,
21-23; 66:22, 23), e n el contexto de 1α~ puri ficaci ón d e 1α~ tierra san ta d e
1α~ contam inación de la id o latría. Aunqu e algunos aspectos d e esas
pro fec ías del ~~ΑΤ, cond iciona d as p or 1α~ obe diencia d e I sr ael, no están
m ás en vigencia, son reafirm adas com o un to d o en el ~~ ΝΤ ( M at. 5:5; 2
P ed. 3:11-13; Ap oc. 21:1; ve r Ap ocalíptico ~~ ΙΙ. ~
Β. 1).
n fi a rí
Esto co rm 1α~ simet a e t e pr n r oto l og a y escato log ía. Hab rá una
í
" rege ne rac ión' ~ο " renov ació n de todas l as cosas" ( Mat. 19:28 NVI),
una " r estauración" (Ν ~V~Ι) ~ο tie mp o "p ar a que Dios resta ure to d o"
(Hec h. 3:21, tra du cci ó n ~α1 esp a ñol d e 1α~ NIV) de ac ue rd o ~α su plan ori-
ginal, d espués d e 1 ~ο cual todas las cosas p erm an ecer án p ara siempre
en conf o rmida d co n su vo luntad ( Heb. 12:27).
Ε 1 plan d e D ios inc luye un hoga r te rrena l p a ra los se res hu m an os
~
Ε1 hombre, creado e n el sexto dí a co n el resto de las cria-
(Sal. 8:6-8). ~
turas terrestres (Gén. 1:24), fue forma do de l polvo de 1α~ tierra (2:7), y
está esen cia lm ente liga d o ~α ell a (3:19; cf. Sa l. 115:16). L a tierra fue

263
ΤeΜοgίa
~ ~~ ~ F un dame ntos bíb licos de nu est ra fe

si empre un ingre diente importante en las pro mesas del pacto (Gé n .
12:7;13:14,15;15:18;17:8; 26:3, 4), no agota das e n P al esti n a si n o l ega-
d as ~α todo e l mundo, 1α~ fut ur a herencia d el pueblo de Dios (Ro m.
4:13; H eb. 11:13).
Estos "nuev os ciel os y nu ev a tie rra" no d eben conceb ir se com o
un tip o d ife r en te d e cos m os. L os términos que se e mplean en 1α~ pr o-
mesa d e Isaías 65:17 se d er i va n e n última i n stancia d e Gén esis 1,
d o nd e se d efine n c u id a d osame nte. "C ie l os" es el n o mbre d ad o p or
el Señ o r ~α 1α~ expa n sión atmosfé ri ca ( ve rs. 8) en 1 ~α c u al vue la n l as
aves (v er s. 20); "tie rr a" es 1α~ s upe rfic ie terrestr e (v er s. 10). P o r co n -
siguie nte, l os nu e v os cie los y 1~α nu ev a t i err a ser án, no al gún extra-
ño y nue vo es p acio inte restel ar ~ ο un nue vo pl aneta, sino e l a mbien -
te s ustenta do r d e 1α~ vi d a d e nu est ro propio mund o, re n o va d o y li m-
pi a d o p or e l fu ego puri fica d o r (2 Pe d . 3:10-13; Sal . 102:26, 27; H eb.
12:27, 28). P ocos d etall es d e carácter mater ia l se dan e n 1α ~ Bib l ia,
i n d udabl emente p orqu e el plano rel acion al de existencia es mu c h o
m ás i mp o rta n te que el amb iente fís i co.
L as rel aci o nes en 1α~ Tie rr a Nu eva se car acteriza r án p or 1α~ j ustic ia
(2 Pe d . 3:13). A sí como 1α~ rebeli ón co ntra Dios en e l tie mp o de 1α~ ca ída
de Ad án ~ γ Eva incitó ~α formas vivientes i nferiores h acia conductas
ag resiv as ~α t ra vés d e 1α~ m ald ició n d el pecado (Gén . 3:14-19), d e 1α~
mi sma maner a e l pul so unive rsa l d e a rmonía en tre las c riaturas de
Dios l as i mpulsa rá hac ia 1α~ p az ~α tr av és de las be ndiciones de Dios
ΙΙ. C. 2).
(l sa. 11:5-9; v e r ~~
Puesto que e l p eca do está exc luido pa ra s iempre de este hogar, l os
sa lvos están estab leci d os segur amente en justicia y l ibres de to das las
consec uencias d el p eca d o, como 1α~ mu er te ~ ο el dolor, c umpliend o el
propósito origi nal d e Dios (Ap oc. 21:4). To d a la histo ria del pecado, la
m aldad y e l su frim ien to hum anos p arece rán en tonces como un simple
desvío en 1α~ ej ecución de l d es ignio divino. (Ve r Tie rr a Nuev a ~~ ΙΙ.)

C. El cuerp o fu t u ro
Una d esc ripció n de l monismo bíbli co (ο ~ concepción unitaria de l
hombre, v e r arriba ~Ι. ~
Ε. 2) se ría i ncompleta sin ref eri rse ~α1 fu turo cuer-
po de los salv os, au nque sea b revem en te. L a escatología bíb lica colo-
ca 1~α reco mpensa d e los salvos firmeme nte en 1α~ Tierra Nu ev a.

264
La doctrίna
~ del ho mbre

Ya en los dí as de Pablo a l gunos dualistas hab ían reducido las es pe-


r anzas cristianas pa ra el desti no final d e los sa lvos ~α un estado pur a-
mente in corp óreo (2 ~ Τim . 2:18). Gr acias ~α l os esfuerz os de Pab lo pa ra
oponer se ~α este error y ~α1 cl aro testimonio de 1α ~ E sc ritura acer ca d e 1α~
r es urrecció n de C risto y la de los j u stos en el día fina l (Rom. 8:11, 23;
1 Co r. 6:14-20; 15:20, 23, 53; Co l . 1:18; Ap oc. 1:5), aun el c ri stia ni smo
tr adici o na l ha retenido el conce p to de un futuro cuerpo p a ra la eter-
ni da d.
Sin embargo, los duali stas se refu gia ron m ás tard e en las p alab r as
d e Pab lo en 1 Cor intios 15:44-49 p ar a minimiza r el ca rácte r físico de l
cuerpo d e los san tos res u c itados. Pab lo está h aciend o fren te aquí ~α un
a rgum en to, co m ún en tre l os sa duceos y v a rios heréticos de su tiem-
po, empl ead o p ar a negar la res urrecci ó n sob re 1α~ base d e 1α~ idea de
qu e nuestro cuerp o presente es incapa z y / ~ ο i ndigno de preservación
eterna (v ers. 35). ~ Έ1 replica diciendo qu e e l cambio n ecesario no ro mpe
1α~ continuid ad, as í como ha y con tinui d ad entre una semill a de trigo y
1α~ pl an ta eme rgente ( ve rs. 36-41). Luego reco noce ( distanci ánd ose d e
las post uras fa risa icas extre m as que sostienen [que h ab rá] una form a
idéntica después d e 1α~ res urrecc ión [2 B aruc 50:2]) que d eben hace rse
ca mbios e n el cuerp o d e los salv os ( vers. 42, 43): "Así tambié n en 1α~
resurrecció n d e l os mu ertos. Se sie mbr a en cor rupción, res u citar á en
incorrupc i ó n. Se siembra e n d esho nr a, resuc itará e n gl o ria; se siem-
b ra en d ebil id a d, res ucitará en p od er".
P abl o continúa luego: "Lo que se entierr a es un cuerpo material; lo
que res u c i ta es un cuerp o espiritua l" ( ver s. 44 DHH). ~ Ε1 a dj etiv o " ma-
te ria l" ap arece tra ducido como "natura l" en 1α~ ~ ΝV ~Ι y la BJ. ~Α1 op o ne r
"espiritua l" ~α " físico", 1α~ dec l ar ación de Pab lo se percibe como sugi -
rie ndo un cuerp o inmater ia l, mient ras qu e ~α1 o p oner "esp iritua l " ~α
"nat ur a l", al gunos ha n suge rido la i dea de un cuerpo en sí "sobre na-
t ural", por end e ampl iamente di fe ren te d el c rea d o en e l pr i ncipio. ~ Ε1
origina l griego, sin emba rgo, no transmite esas ideas. ~ Ε pa de a
1 r d j et i-
v os co ntr asta ntes "físico /natural" y "esp iri tu al " e n el o rigi na l griego
es psychikos y pneumatikos. Co m o h emos vi sto antes, tanto psychó com o
pneuma se usa n p ar a fun ciones d e 1α~ vid a i nterior. L ite ra lmente, se
en trega ~α 1 ~α tie rr a un cuerp o "ps íquico"; resucita uno "pneum átíco".
P o r 1ο~ tanto a quí no tene m os un contr aste ~ υ oposición entre mate rial

265
Τeο1ο
~ ~ Fun damentos
~ ~ gίa bblícos d e nuestra fe

e inmaterial , ~ ο un cuerpo natural y uno "sobrenatural". Nuestro cuer-


po actua l se describe en este versículo en términos metafísicos como
los que se usa n pa ra e l cuerpo res u cita d o. Puesto que 1α~ co nd ición
"psíquica" d e este cuerpo prese nte no excluye s u con dici ó n física, ¿p o r
qué habría d e exc luirla 1α~ f utur a condición " pneumática" de nuestro
cuerp o?
L os a dj eti vos p sychikos y pn e umat ikos d esigna n ca racte ri z acio n es
y d esc ri p ciones. No son de fin ici o n es co mpletas. ~ Ε1 nuest ro es un
cue rpo "p síquico", no p o rqu e estam os li m ita d os ~α una "p si quis",
si no p orque estam os d ota d os co n ell a, y mucho más, in c luye n do un
si ste m a fí sico. D ebe mos enton ces pregunta r cómo un cu e rp o "p sí-
qu ico" pue d e contr asta r se con uno "espiritua l ". En e l ~ ΝΤ~ 1α~ ps ych é
es un pr incipi o v ita l d e l ser vivien te y ~α m enudo design a to d a 1α~ p er -
son a (p o r ej e mpl o, Mat. 2:20; Jua n 10:11; Hec h . 2:41-43; Rom . 2:9;
16:4; 2 Cor . 12:5; Fil. 2:30). P e ro v arias veces se 1ο ~ co n trasta con
pn eum a. En esos p asaj es, psyc h é es un pr i n c ipi o pur a mente nat ura l
presente en el inconv e r so ( d e a hí 1α~ tr a du cción de ps y c hikos co mo
"n atur a l" e n 1 Co rin ti os 15:44 NVI, BJ). Pn e um a, en co n t r aste, se
i d en t ifi ca ~α v eces con la re n o vaci ó n de l h o m br e inte rio r (1 Co r. 2:14,
15; Jud. 19) pr o du c ida p o r el E s píritu d e Di os, 1α~ qu e ser á compl e-
ta d a en 1 ~α g lori ficación des pués d e 1α ~ res urrección, e ve n to que se
d esc ribe ~α v eces como 1α~ ob r a d e l E s píri tu Sa n to (R o m. 1:4; 8:11).
P o r esta ra zón, e l c ue rp o presen te pu ed e d esc ribir se en 1 Cor i ntios
15 como "p s íquico", puesto que está dota d o de p s ych é, pe ro no es
" pneumático" to d aví a, puesto qu e debe esp er ar h asta 1α~ res urrecció n .
Ε1 co ntr aste ent re un cuer p o "p s íquico" y uno "pn eumático", e nton -
~
ces, es pa ra lel o e n fo rm a exacta ~ α1 contr aste entre " p ereced er o" e "i m -
perece de ro", " d ébi l " y " p o d eroso", ~ο "desh o nra do" y "glo rioso", en -
contra d os en l os v ersículos pr ece de ntes. No añ ade n in gún co nce p to
nu ev o en cua nto ~α 1α~ co n stitució n de di c ho cue rp o.
Ε1 concep to bien p o dría tr aducir se, "se si e mb r a un c ue rp o dotado
~
con v i d a natura l, res u cita un cuerp o d ota d o con vid a/es píritu sob re-
natur al". En el Edé n, ~α tr avés d el árbol d e la vi da, estaba d is ponib l e
una vi da sobr en at ur al p ar a un cuerp o natural . Este v er sí c ul o no im-
plica na d a co ntr a 1α~ m ater ialid a d d e l c ue rp o fut ur o, ni contra un re-
torno ~α las co ndic i o nes prí stinas de nuestra tierra.

266
La doctri na del hom bre

Ciertamen te, puesto que e l c uerp o res u cita d o se rá simil ar ~α1 de


C risto (Ro m. 8:23;1 Co r. 15:23; F i l. 3:21; Col. 3:4) debemos considerar-
lo d otad o de vid a y espíritu, y tambié n d e carne y huesos, 1ο~ que él
d ecla ró explícitame nte que p ose ía en s u estado res ucita d o (Luc. 24:39).
Nuestro c u e rp o fí sico pu ed e co nsider ar se entre nuestr as dotes más
humildes. Aun as í, to d aví a d a e videncia de qu e somos hechos "de
modo form i d ab le y maravilloso" (Sal . 139:14 NRV), y no debie ra ser
excl uid o de 1α~ " restaur ació n d e to das l as cosas", si no, p o r el con tr a-
r io, debie ra servir para ca racte riz a r ese tie mp o como "1 ~α re de nció n d e
nuestro c uerp o" (Rom. 8:23; v er Resurr ección ll).

IV. I MPACTO D E LA DOCT RI N A BÍ BLICA


D EL H O MBRE SO BRE L A V I DA D EL CRISTIAN O
L a creació n de 1α~ prim er a p a rej a hum ana p or un acto sobe r ano
de Di os mu estr a s u p o d er y sab iduría. En este se n tido, fuim os c rea-
Ε1 ho mb re fu e co locado e n 1α~ c umb r e de 1α~ cr ea-
d os p ar a s u g loria. ~
c ión como "im agen d e D ios", re presen tand o ~α 1α~ D e id ad a n te el
resto d e l as c riatur as d e este mundo. P arte d e esta respo n sabilid a d
es re presenta r ~α D ios y, h asta c i e r to punto, par ece rse ~α él. ~
Ε1 estado
o rigin al incluí a depe nd encia d e Di os y conform ida d co n s u volun-
tad. Debido ~α qu e hem os si d o hec hos ~α 1α~ i magen de D ios, " p oco
m enos qu e un d ios" (Sal . 8:5 NVI), debié r am os sent irn os motiva-
d os ~α rea liz ar una b ú s que d a op ti mi sta de l prog reso, al mis mo tiem-
po reco nociendo sob riamente nuest ra resp onsabil id ad hac ia el Crea-
d or, otros seres creados, nosotros mis m os y las form as in feri o res d e
vida.
L a impor tancia d e 1α~ sexual id a d humana r adica en el hec ho de que
p od emos di sfrutar de comp añer is m o e intimid a d con otros. Dios
hiz o, no ~α d os pe rson as de difere nte gén e ro, sino, más bien, ~α una
p a rej a destinada ~α tener una rel aci ón a rmoniosa y co mpl ementar ia.
De ese m o do 1α~ Biblia destaca 1α~ impor tanc i a de la dimens ión social
de 1α~ hum an id a d. ~ Ε1 matrimonio, aunqu e no es un re qu eri miento
para una v id a humana ple na, f ue pla neado d es d e 1α~ creaci ó n p a ra ser
una f uente de satisfacción pe rson al.
D ebid o ~α que Dios hizo ~α 1 ho mb re y ~α 1 ~α muj er i gu alm en te ~α su
imagen , hay i g ualda d entre los sexos. Sin emba rgo, d espués d e 1α~
267
Τe ~~
~ Μοgίa
~ Fu nd ame ntos b íblicos d e nu est ra fe

ca íd a, se les d ij o ~α Ad án y Eva qu e uno d e l os resulta d os del p ecad o


sería, p ara el bien d e 1α~ pa rej a, el gob ierno am ante y solí c ito del v arón
en 1α~ fa m ilia. En tod a 1α~ Bib li a h ay muj e res que oc up an lu gares d e
dignidad y responsabilid a d . Sin embargo, Cristo fue m ás allá d e las
costumb res d e su ép oca y lu gar p ar a mostr ar d e ferencia hacia las
muj eres. Este m o d o d e entende r ~α las muj eres d ebie ra g uiar la form a
e n que un h o mb re cristiano trata ~α las muj eres.
Α 1α~ vista d e Dios to d as las razas son igua lmente h ec has ~α su ima-
~
ge n . Si bien las catego rías de a nim ales en 1~α hi storia d e 1α~ creació n
fu eron multifo rmes, los se res hum an os fue ron só lo de una v ari eda d.
La di ver si dad racia l a fecta asp ectos sec undarios d e l os se res huma-
n os, originados e n va riaciones genéticas ~α medida que l os grup os de-
mográficos se disp ersaban. Un a comprensión d e 1α~ unidad ese ncial
d e 1α~ hum ani da d es vi tal para co mprende r 1α~ doctri na d e la salvación .
Ε1 p u nto de vi sta b íbl ico d e 1α~ p er sona humana es unitar io, no
~
du a l. La vida in te ri o r sie mpre d ep ende de su sosté n exte rn o, e l or-
ganismo b iol ógico. Alma y espírit u son sól o ex presio n es intel ectua-
ο~
l es, a f ectiv as ~ νο1ίt ίναs
~ ~ ~~ ~ d e la p er sona tota l . To d as las interacciones
y rel aciones humanas d eben tener en cue nta el h echo de qu e un ser
hum ano no consiste d e pa r tes sepa r abl es. La tota li d ad d e una p er -
son a v iv e y 1α~ total i d a d d e una p e rsona mu er e. La comprensión
bíblica d e 1α~ n atur al ez a d el h o mbr e nos ayud a ~α i n tegr a r e l asp ecto
físico como también e l as p ecto es pir it u al de nuestr a p er so n al id a d ~α
fin de l ogr ar un e nfo qu e d e 1α~ vida más sano, m ás arm on ioso, más
vi goroso.
Ε1 hec ho de que una p ersona mue rta yace en la tumba, insen sible
~
e inconsciente, hasta 1α~ resurrección hace que el tiemp o pasado en 1α~
tumba sea a pe nas como un abrir y ce rr ar d e oj os. La es pe r anza d e 1α~
res urrección d es pués d el sueño d e 1α~ mue rte es car a ~α1 coraz ón de l os
cristianos y al igera su dol o r.
L os mal es de nuestr a existen cia se remontan ~α1 p eca d o. Nuestros
prim eros pa dres co d iciaron un conocimiento d el bien y el ma l ~ο au to-
nomía ética, y ~α1 comer el fruto prohib i d o se inhabilitaron para ten er
comunión con Dios. Una ve z que queda ron privad os d e esta rel ación,
1α~ gente se vio expuesta ~α1 sufrimie nto, ~α relac i ones d e expl otación y
fin alm en te ~α 1α~ mu erte. A sí e l mal es desenmascarado y expuesto, no

268
La doctrin a d el ho mb re

co m o un residente legítimo en el unive rso, sino como un intruso ~α1


qu e h ay qu e resistir, y que tiene que se r ve ncido y d estruid o.
Disfrazado co m o una serpi en te, Satanás causó 1α~ caí da de Ad án y
Eva. Todaví a continúa sus in tentos d e en gaña r ~α los se res hu m anos.
Satanás, que e n un tiemp o estuv o cerca no ~α Dios, ahor a dirige una
rebelión cósmica contr a él, ~α la qu e Adá n se unió, haciend o que el
pecado se exte ndie ra p or toda la huma ni d ad. Co n si de ra r e l ma l sól o
como un acci de nte soci al es una ilu sión. E stam os en rea lida d co nten-
diendo contra "hu estes es piritua les de ma ld ad en las regiones ce l es-
tes" ( Efe. 6:12). ~Ε1 pecado abarca no sól o h ech os mal os si n o también
su causa resi dente en el yo interio r. Alcan za r la semej anza con Dios
requie re vig ila ncia constante; finalmente, la g racia y la f ue rz a d e Di os
ganarán la victoria.
Puesto qu e el p ecado es rebel ión contr a Dios, merece retrib ución.
La retribución div ina si gni fica tan to co rrección como p e nali dad .
Mientras qu e 1α~ rebelión fina lmente será extinguid a m e d iante 1 ~α p er-
suasi ó n y el amo r, aquellos que pe rsev eren e n 1 ~α i mpenitencia "cose-
cha rán" para s í 1α~ ani quil ació n total p or me d io de 1α~ "segund a muer-
te". Tod os los ser es humanos está n suj etos ~α 1 ~α pr imer a mue rte, p ero
su efecto es m er amente sin c roniz ar l as recompe nsas d e l os que viv en
en di fe rentes e d ades; esto ser á cancelado incondicion alme nte p o r una
res urrección . L a segunda mu erte es 1~ α penalid a d por l os p ecad os pe r-
sonal es, mie ntras que 1 ~α prime ra es el e fecto del p ecad o d e Ad án.
Aquellos qu e acep ta n e l sacr ificio y 1α~ expiaci ón de Cr isto pueden es-
pe ra r con ce rteza 1α~ recomp ensa de 1α~ vida ete rn a, seguros que él ha
p agad o po r e ll os 1α~ p ena li d a d d e 1α~ segund a mu erte.
Aunque sabe mos p oco sobre 1α~ vida futur a, po de mos esta r segu-
ros d e ella. Tamb ié n podem os saber que los re di mid os vivir án una
existencia física. ~ Ε1 cielo se r á el lugar dond e los salv os viv i rán tem-
poralm ente mientr as p articip an en el j uicio de aquellos que no h an
sido sa lv os. ~Ε1 h ogar p ermanen te d e los re di mid os será esta tierra,
restaura d a ~α su condici ón ori ginal. Se asegur ar á justicia eterna. En
sus cuerp os gl ori ficados, es p iritu al es, los re dimid os pasar án la eter-
nid a d co n Cristo en su hogar eterno.
Ε1 con ocimiento d el va lor qu e Dios oto rga ~α 1α~ p ersona humana
~
debiera ll en arnos d e un gozoso ag ra decimiento. ~ Α1 mis m o tie mpo

269
Teología F u ndame ntos bíblicos de n uest ra fe

debiéramos te ner un sentido de responsabilidad, no só lo p ara cui-


darnos ~α nosotros mismos, sino p ara p ensar seriamente en el bienes-
tar de nuestros h ermanos y hermanas que tambi én ha n sido creados
~α 1α~ imagen de Dios.

V.
RE S EÑ A H
ISTÓ R ICA
Α.
~ M
o n ismo y d u alismo
Ε1
~ du al is mo entró en el c ristia nismo p or 1α~ vía del pensamiento
griego. Enrique Dusse l, teó logo católico romano, esc ribe sob re esto
~ sigu iente: " La co mprensi ó n c ri sti ana de l hombr e se formó d en-
1ο
tr o de l horiz onte d el pensamiento h ebreo y se d esa rrolló h omogé-
neamen te en e l cristianismo primitiv o. Sin embargo, 1α~ c ristia ndad
(qu e es una c ultur a que no debe co nfundirse co n el c ristianismo) se
originó como una helenizació n d e la exper ie ncia pri mitiv a, sustit u-
yendo en cambio otr o i diom a y otr os instrume n tos lógi cos d e i n te r-
pretación y expresión, cayendo p or 1ο ~ tanto en un dualismo m iti-
gado" (17).
Incluso antes d e las escuelas f ilosóficas griegas clásicas h abía en
Grecia una tradición dualista (o rfismo, pitagori s m o) que pu so énfasis
en las f acultades internas d el hombre como un elemento divino que
contrasta con el cuerpo inferior (material). ~ Ε1 intelecto d eb ía ser for-
talecido p or el ej ercicio, mientras qu e el cuerpo d ebía man tenerse en
s ujeción ~α través del ascetismo.
Platón, (siglo IV a.C.) enseñó el idealismo: 1α~ rea lidad última es
puramente espiritual, y el c uerpo no es nada sino una tumba p ara el
a lma (un j uego d e p alabras griego: soma, s2ma, "cuerpo, tumba"; Gor
gias 493). ~ Ε1 a lma precedía ~α 1α~ existencia terrenal, era increada e
inmortal, y emigraba d e un cuerpo ~α otro d espués de 1α~ muerte (Fedón
75, 76). Aristóteles propuso un punto d e vista alternativo, según el
cual e l cuerpo y el a lma son dos aspectos d e 1α ~ misma r ealidad bási-
ca: materia y forma d el hombr e. L a tradición platónica, sin embargo,
se afirmó ~α pesa r de Aristóte les. ~
Ε1 gnosticismo y e l neoplatonismo re-
calcaron 1α~ oposición cuerpo-versus-alma, n egando 1α~ d octrina bί~b li-
ca de 1α~ resurrecc ión.
El cristianismo primitivo tuvo que contender con una sociedad
greco-ro mana d ecadente que tenía una moral relaj ada pero gran admi-
270
La doctrin a d el hom bre

ració n p or el pl atonismo. Al gun os escritores cr istia nos primitivos


denu ncia ron ~α1 gnosti cismo y su dual ismo co ncomitante como hostil
~α la doctrina b íblica de 1α~ c reación de l mundo mate ria l p or Dios. Ju s-
~~~ Már tir (c. 100-c.165), co nv e rtid o cuand o se le m ostró qu e e l a lm a
tίηο
no era inmorta l sino que "cesa d e existir ", denu nció co mo heréticos ~α
aquellos que esp er an, no una resu rrecció n, sino "que sus a lmas, cu an-
do mueren, son llev adas ~α1 cie lo" (Diá logo con Tr ifón 5, 6, 80). S i bien el
materia l cristi ano prim iti vo existente es escaso, basta pa ra mostr ar que
l os mártires, cuand o enfrentaban la muerte hac í an que su es pera nz a
depend iese d e 1α~ resurrección, no de ninguna reu nión precedente con
Dios, y ~ α1 mismo tiemp o expresaban co nvi ccio nes mon~ίstas (Cl e men-
te, Ca rta ~α los Corin tios 24-26; Policarp o, Mar tir io 14).
M ás tarde, sin embargo, el neo pl aton is m o in c ur sionó den tro del
cristianismo. Comenz and o en Alej andría, un centro d e estud io d e 1α~
fil osofí a gr iega y 1α~ teo logí a cristi an a, se d esarroll ó entre los padres
de 1 ~α iglesia un prejuicio contra el c u erpo com o e l as iento de d eseos
sexuales y de otr as p asiones, y el ascetismo fue a d o p ta d o como un
mode lo d e piedad .
L os e ruditos d e 1α~ ig l esia toda vía man tenían 1α~ d oct rina bíblica
de 1~α c reaci ó n y 1α~ resurrecc ión d e 1α~ ca rne, pe ro simul tán ea me nte
ace p tar o n en forma g radua l 1α ~ idea de un a lma sep a rabl e. Pensaba n
qu e d espués de 1α~ se p a ración p or 1α~ mue rte, e l a lma esp e raba, con s-
ciente ~ ο no, 1α~ res urr ección . Si bien esta a lma ya no era preexiste nte
(com o en el plato nis mo ~ ο en l os puntos de vista extr emos de Oríge-
nes), sino indiv i du a lmente c reada, e ra, d es de ese mom en to en a de-
l ante, eterna.
En 1α~ Ed a d Media e l esta do intermedio e ntre mue rte y resurrec-
ción vino ~ α ser un esta d o co nscie nte. ~ Ε1 a l m a que hab ía pa rtido e ra
ci ta d a ~α un j ui c io, e l c u al anticipaba los resulta dos d el j uic i o fina l d es-
pués d e 1α~ resurrección, determinand o si di sfr u ta ría ~ ο no de 1~α pre-
sencia de D ios. Este disfrute, sin embar go, podría se r d ifer i d o p o r un
pe río do d e purificación pre vio ~ α 1α~ ent ra d a en 1α~ prese ncia d e D ios.
Dicha de mora podrí a evitarse viviendo una vid a ascét ica destinada ~α
l og r ar pleno pe rd ó n en esta v id a. Esta d oct rin a del pur gator io fue
más tarde d esa rroll ad a en Occid en te, con indulge ncias como una
alternati va ~α 1α~ mortificaci ó n física.

271
~~ ~ίa Fun d amen tos bí blicos de nuest ra fe
ΤeΜοg
~

H acia finales de 1α~ Edad Media, las ideas aristotélicas, m enos dua-
listas, por mucho tiempo suprimidas en el cristianismo p ero ahora
reintroducidas en Europa p or vía de 1α~ c ultura es pañola j udeoarábi-
ga, captaron 1α~ atención de los escolásticos, incluyendo ~α Tomás d e
Aquino. ~ Έ1 trató d e asimilar el concepto aristotélico del alma como
forma y del cuerpo como materia del hombre. La lógica d e tal posi-
ción apuntaba en dirección de un alma inseparable del cuerpo. P ero,
con el propósito de co nci lia r su pensamiento con 1α~ tradición de 1α~
igl es ia, p ostuló una mens (mente) completamente inmaterial y sostu-
vo que el alma sobre vivía "preternatural mente" ~α la descomposición
del h ombre en 1 ~α muerte. D e ese modo se quedó atrás co n respecto
d el pun to de vi sta bíb lico d el hombre.
En 1513 las i deas aristotélicas m ás extremas (averroístas) fueron
condenadas por e l Papa L eó n ~ Χ. Sól o c u atr o años más tarde, exce-
sos en 1α~ predicación de las indul gencias encendiero n la Re forma.
Si bien el énfasis del mensaje d e Lutero (1483-1546) estaba en la j us-
tificación por 1α~ fe, en su respuesta ~α 1α~ b ul a d e L eó n ~ Χ, atacó 1 ~α
d octrina recientemente r ea firmada de 1α~ inmortalidad d el al m a
como otra d e "esas inte rmin ab les ficcion es monstruosas e n el mo n-
tón de basura r omana d e las d ecretales" (Weim arAusgabe 7:131,132,
cf. CS 605). S u soluc ión en ese tiempo: las al mas duermen hasta 1 ~α
resurrecc ión.
La cuestión fue muy debatida e n tre los protestantes; e l mismo
Lu tero vaciló. La I glesia Anglicana nunca rec hazó completamente
el purgatorio; el resto 1ο~ hizo. El s ueño d el alma, defendido p o r
Tyndale, Milton, los primeros ba utistas y muchos otros, fue recha-
zado p or el influyente Calvino (1509-1564). Sin e mbargo, mu chos
eruditos, p astores y grupos cristianos siempre han notado ~ γ acep-
tado el monismo bíblico. En nuestro siglo, teólogos notables como
Ε. Brunner, R. Niebuhr y ~
~ Ο. Cullmann 1ο ~ h an sostenido. Aun m ás
recientemente, perturbados p or el punto de vista t radicional de l
infierno como agonía y tormento eterno, evangélicos d estacados
como J. W. Wenham, J. R. Stott y Clark ~ Η. P innock han respaldado
igualmente 1α~ doctrina bíblica del sueño del a lma. Pero toda vía
n ecesita llegar ~α1 público general: "Veinte años [después d el ensa-
yo clásico de Oscar Cullmann] los laicos todavía depositan s u espe-

272
La d oct rina d el h ombre

ranz a en el a lma inmortal, aun c u ando un cor o c reciente de e rud i-


tos bíb li cos y teól ogos está n dicie nd o, m a yormente ent re ellos, qu e
ésta es una doctrina p aga n a" (My er s 78).

Β. Rec h azo a d ve n tista


~ d e la i n mortali d a d i nh ere n te
L os prime ros a dv en ti stas milleritas adquir ier on gra dua lmente es-
ta v erda d d e 1α~ E scritura. Puesto qu e e l as unto fu e amplia mente d e-
b atido en los siglos XVIII y XIX, mie mb ros ind ividua les d el mo vi-
mien to a dven ti sta sin ninguna dud a sost uvieron esta verda d priva-
damente. Por ej empl o, el a rge nti no Fr anci sco Ramos Mej ía, que er a
obser v ador de l sába d o y "adv en ti sta" primitivo de h erencia presbite-
ria na escocesa, esc ribió alred edor de 1816 un agu do co mentari o sobre
l as pa l ab ras de Hechos 2:34 en el margen d e s u copia pe rson al de l
libr o d e Manu el Lacunz a, La venida del Mesías en gloria y majestad, ~~ ΙΙΙ,
~
293, "Porque D av id no sub ió ~α los cielos". D e este texto ext raj o la infe-
Ε1 hombre, j unto con s u alma ~
ren cia sigui en te: " ~ ο como usted quier a
Α1 polvo volver ás'. ¡ Pe ro caba lle ros, más ta rd e
lla marl a, se disolver á: ' ~
se lev an tará!"
Co mo un principio públi co d e fe, esta v erda d fue primer amente
de fend id a entre los a dventistas mi lle ritas p o r Geo rge Storr s, ex
ministro metod ista. ~ Έ1 se co nv en ció d e 1α~ mo rtali dad d e tod o el se r
hum ano e n 1841 ~α1 leer un foll eto publi cado seis añ os a ntes p o r un ta l
H enry Grew. ~ Α1 año siguiente tambié n acep tó 1α~ enseñ anz a a dv en tis-
ta d el regreso d e C risto ~α trav és de la influencia d e C h arl es Fitch.
Puesto qu e The Signs of the Tímes increpó en 1842 ~α otro ministro
a dventista p or predica r esta ve rd ad bíb lica, Sto rr s 1 ~α de fe ndió en S ix
Serm ons [Seis serm o n es] y comenz ó ~α pub licar el B ible E xaminer [Ε ~1
Investiga d o r de 1α~ Bib lia], un p erió d ico dedica d o ~α 1 te ma.
C h arles Fi tch se le uni ó en este es fue rzo en 1844 ~ α p esa r de 1α~
op osició n d e G uille rm o Mill e r y otros líde res d el mov im iento.
Mille r tamp oco pud o i mped ir que esta d oct rina r ápid amen te ec ha-
se ra íces pro fund as entre los adv entistas mille ritas, como ya quedó
rev el a do p o r las d ie z cr ee ncias fund a m enta l es d e l os m ille ritas
adoptadas e n 1α~ Confe renci a de Albany de 1845. Un a de e ll as decla-
r aba que 1α~ he rencia de l os sa lv os no se rec ibe e n 1α~ mu erte si n o en
e l segund o adv enimi ento.
273
Teología Fu ndamentos bíblicos de nuest ra fe

Aunque los mílleritas se dividiero n más tarde en varios grup os,


to d os ell os conservaron la creencia en la m o rtalid ad d el hombre com-
pleto. Entre los adventistas del sép tim o día R. ~Σ? Cottrell y J aime White
d efendieron este concepto en las págin as d e 1 ~α R eview and Herald,
comenzando desde 1853. L a aniquilación final de los m alvados fue
incluida en 1α~ "Declaración de los principios fundamentales d e los
Adventistas d el Séptimo Día" publicada p or Sig ns of the Times e n 1874.

C. Un iversalidad del p eca d o


Α veces los c ristianos han perdido d e vista 1α~ doctrina bíb lica d e
~
1α~ universalidad del pecado humano. Pelagio (sig lo V), en un es-
fuerzo bien intencionado p ero m al encaminado p ara predica r el d o-
minio propio, e nseñó que el peca do de Adán meramente estableció
un mal ej emplo, p ero no afectó nuestra capacidad para escoger. ~ Α
los oj os d e Dios los niños recié n nacidos está n en 1α~ misma condi-
ción como Ad án antes d e su caída en el p ecado. Por esta razón, en
cada ép oca a lgunas p er sonas h an s id o capaces d e r esi stir 1 ~α tenta-
ción y no peca r; 1α~ mayoría, po r s upuesto, está en necesidad de 1α~
g racia de Dios p ar a 1 ~α sa lv ación (ver Ag u stín, Actas del proceso ~α
Pe lagio 23 [NPNF -1 5:193]).
A gustín (354-430), contemp oráneo d e P elagio, m ostró fácilm e nte
el carácter no b íb lico del pelagianismo. La inexistencia d e seres hu-
manos sin p ecad o es una de las verdades sub rayadas po r la E scri tura
(1 Rey. 8:46; Sal. 143:2; Prov. 20:9; ~ Εc1. 7:20; Rom. 3:10-23; 1 Juan 1:8-
Ε1 p eca do es un p oder que sólo puede ser vencido p o r la p ersona
10). ~
que ha n acido d e nuevo, sostenida p or 1α~ gracia d e Dios y no p or 1α~
simple fuerza de voluntad. ~ Α1 mismo tiempo, sin embargo, Agustín
enseñó que, lej os d e nace r com o Ad án antes d e 1α~ caída, tod os nace-
mos con s u culpa (peca do original) y con una v oluntad tan corrupta
ο d epravada que no somos capaces siquiera de elegir el camino de
~
salvación sin 1α~ ayuda d e 1α~ g racia de Dios. ~ Α p artir de 1α
~ completa
d epravación d el hombre llegó ~α 1α~ conclu sió n de que 1α~ gracia salva-
dora debe se r irresistible, y por 1ο ~ tanto algunas personas (aquellas
que se pierden) no han sido escogidas p or Dios para ser salvas. E sta
d octrina se conoce como d oble predestinació n, puesto que el no ser
elegidos p ara la salvación equivale ~α ser reprobados.
274
L a d octri na del h ombre

La iglesia d e su tie mpo crítica de A gu stín ~α Pelagio, pero


acep tó 1α
~

rechazó 1α~ d oble predestinació n. Un sínodo celebrado en Orange (529


d.C.) aceptó el peca do original, 1α~ necesidad de 1α~ gracia, y 1α~ o pe ra-
ción del Espíritu Santo en nosotros p ara poder e legir 1α~ fe y 1α~ salva-
ción. Por otra parte, recordó ~α los cristianos que 1α~ gracia no es irre-
sistible: aquellos que se oponen ~ α 1α~ v erdad resisten e l Espíritu Santo.
De acuerdo con este sínodo, entonces, nadie está predestinado ~α per-
derse. Tal fue el consenso de la iglesia durante siglos.
Cuando vino la Reforma, un énfasis renovado en 1α~ salvación por
gracia m ediante 1α~ fe y no m ediante las obras (que son un producto
de 1α~ voluntad hum ana) hizo nuevamente at ractivos algunos d e los
p untos de vista d e Agustín que habían sido rechazados. D iferentes
teólogos, si n emb argo, tuvieron convicciones d iversas sob re el tema.
Lu tero (1483-1546) d estacó 1α~ bancarrota de 1α ~ voluntad humana,
mientras que su a migo Me lanchton (1497-1560) le concedió un lugar
importante en 1α~ salvación ~α1 libre a lbedrío en cooperación con 1α~ gra-
~ ~~~~ (1509-1564) abrazó la d oble predestinación, aunque en 1α
cia. Cα1νίηο ~
Holanda calvinista, Armίnio ~ (1560-1609) de fendió un llamado único
y universal ~α 1α~ salvación. E ste punto d e vista implica que 1α~ gracia no
es irresistible, puesto que muchos no se sa lvarán. La gracia puede ser
rechazada, y aunque sea aceptada uno puede cae r de ella más ta rde.
Aquellos que rec h azaron parcialmente el punto de vista d e
A gu stín llegaron ~α ser con ocidos como semipe lagia nos. ~Ε1 semipel a-
gianίsmo
~ católico rechazó 1 ~α d oble pre d estinación. ~Ε1 semipe lagianis-
mo protestante abandonó también 1 ~α idea de l pecad o origin al. L o que
h e redamos d e Ad án no fue 1~α culpa sino 1~α d epra vación. acemos N
con propensiones ~ο tendencias ~α1 mal, las raíces d el peca d o, que en e l
curso de 1α ~ vida fructifican e n pensa mi en tos, palab ras ~ ο acciones
p eca minosos.

D. El p e nsamie nto a dve n tista


En e l desarr o o de s u s creencias los a dventistas d el séptim o día
ll
se han interesa do más en las enseñanzas prácticas d e 1α~ E scritura
que en e l desarrollo de una teología siste mática. Algunos temas
h an recibido m ás atención que otros. De este m odo, los a dventistas
del séptimo día pueden ser clasificados históricamente como ma-
275
Τeο1οgίa
~ ~ ~ ~ Fundamen tos bíb licos de nu est ra fe

yorm ente arminianos e n s u interpretació n ( QOD 402-406), a unqu e,


as í co m o en el protesta n tis m o en gene ral , ha y div ersos énfas is
(H eppe nsta ll 107-128; Gulley).

VI. CO MENTAR I OS D E ELEN A G. D E WH ITE


Α. El l ugar d el h om b re e n l a creació n
~
"El qu e colocó l os mundos estrella d os en la al t ur a y co l o reó con
γ l os cie-
de l ica d a maest ría l as flor es d el ca mp o, el que llenó la tie rr a ~
l os con las m aravi llas de su p otencia, c u an do qui so co ro n ar su gl o-
riosa ob ra, col ocand o ~α al guien p ar a regir la h ermosa tie rr a, s upo
cr ea r un ser d igno d e las man os qu e le dieron vi d a. L a genea l ogía de
nuestro lin aj e, co m o ha si d o re vela da, no hace remon tar s u origen ~α
una seri e d e gérm enes, m o luscos ~ ο cu a drúpedos, si n o ~α 1 gra n Crea-
dor. Aunque Adá n fu e forma d o d el polvo, era e l 'hij o de Dios'.
"Ad án fue co l ocado como represen tante de D ios sob re los órdenes
de l os se res inferiores. E stos no pu ed en co mpr e nde r ni r econocer 1α~
sobe ra ní a d e D ios; sin embargo, fueron creados con cap aci d ad d e
am ar y de servir ~α1 h o mb re" ( ~~ ΡΡ 25).
"El Señ o r c reó ~α1 homb re de l polvo de 1α~ tierra. Hizo d e Ad án un
pa rticip ante de la vi d a y n atura l ez a d e Dios. Fue a lentad o en él el
ali ento d el Tod op od eroso, y se convirtió e n un a lma v ivie nte. Adá n
e ra p erfecto en s u fo rma: fue rte, bien p ar ecid o, puro, ll ev aba 1α~ ima-
gen de s u H ace d o r ...
"Ad án fue co ron ad o re y e n el Edén. Se le dio domi nio sob re to d a
cosa viv iente qu e D ios hab ía cr ea do. ~ Ε1 Señor ben dij o ~
α Adán y ~α Eva
con una inteligen c ia qu e no d i o ~α ningun a otra criatura. Hiz o d e
Adán el leg ítim o sobe ra no d e to d as l as obras de las manos d e Dios.
Ε1 hombre, hecho ~α 1α~ imagen d i vina, podía co n templa r y a preciar e n
~
1α~ nat urale za las ob ras glor iosas de Dios" (I C BA 1096).

Β.
~ Creació n ~ α l a image n d e Dios
"C u ando A dán sa l ió d e las manos de l Crea d or, ll ev aba e n su
natura le z a física, menta l y espi ri tua l , 1α~ se m ej anz a d e s u Hacedo r.
' C reó Dios ~α1 h o mb re ~α s u im agen', co n el pro p ósito de que, c ua nto
m ás v iv ie ra, m ás pl en am en te re ve la r a esa imagen, más plena me nte
reflej ara 1α~ glor ia d el Creador . Todas s us fac ul tades er an suscepti-

276
La doctrina d el h om b re

bles d e d esarroll o; a umen tar cont inua-


s u ca pacidad y vigor d eb ían
m ente. Vasta e ra 1α~ es fera que se ofrec ía ~α s u actividad, glorioso el
campo abier to ~α su inv estigación. Los miste rios de l universo visib le
-'las ob r as d e Aquel que es p e rfecto en saber '- invitaban ~α1 hom-
bre ~α estudiar. Tenía el a l to privilegio d e relaciona rse íntimamente,
cara ~α cara con su Hacedor. Si hubiese permanecido leal ~α Dios, to d o
esto le hubiera p ertenecido para siempre. ~ Α través d e los siglos ete r-
nos, hubiera seguido a dquiriendo nuevos tesoros d e conocimiento,
d esc ubriendo nuevos manantia l es d e fe lic ida d y obteniendo co n-
ceptos cada vez m ás claros de 1α~ sabiduría, d e l po der y del a mor de
Dios. Habrí a cumpl id o cada v ez más cabalmente el ob j eto de s u crea-
ció n; habría reflej ado ca da vez más plenamen te 1α~ g l o ria d el C read or"
(Ed 15).
"Cada ser humano, crea do ~α 1α~ imagen de Dios, está d otado de una
facultad semej ante ~α 1α~ del Creador: 1α~ individualidad, la facultad d e
pensar y hacer. L os hombres en quienes se d esa rrolla esta facultad
son los que llevan responsabilidades, los que d irigen empresas, los
que influyen sobre el carácter. L a obra de la verdadera educación con-
siste en desarrollar esta facultad, en educar ~α los jóve nes p ara que
sean pensadores, y no meros reflecto res d e los pensami entos d e otros
hombres. En vez de restringir su estudio ~α 1ο~ que los h omb res han
dicho ~ ο escrito, los est udiantes deben ser dirigidos ~α las fuentes d e 1α~
v erdad, ~α los v astos ca mpos abiertos ~α 1α~ investigación en 1α~ natura-
leza y en 1α~ revelación. Contemplen las grandes rea lidades d el deber
y del destino, y 1α~ m ente se expandirá y robustecerá. En vez de deb i-
luchos educados, las instituciones d el saber debieran producir hom-
bres fuertes para p ensar y obrar, hombres que sean a mos y no escla-
vos de las circunstancias, hombres que posean ampli tud d e mente,
claridad d e pensami ento, y valor para defender s us conviccio nes"
(ib íd., 17, 18).
"Creados p ara ser 1α~ 'imagen y gloria d e D ios', Ad án y Eva ha-
bían recibi do capacidades d ignas de su elevado d estino. De fo rmas
graciosas y simétricas, d e rasgos regulares y hermosos, d e rostros
que irradiaban los colores d e 1α~ salud, 1α~ luz del gozo y 1α~ esperan-
za, eran en su aspecto exterior, la i magen de su Hacedor. E sta se me-
j anza no se manifestaba solamente en su naturaleza física. Todas las

277
Teología F u n damentos bíblicos de n uestra fe

facultades de 1 ~α mente y el a lma r eflej aban 1α~ gloria d el Creador.


Ad án y Eva, d ota dos de d o nes m ental es y espirit u ales super iores,
fuer on cr ea dos en una condición 'un poco inferior ~α los ángeles', ~α
fin d e que no d isce rn iese n solamente las maravillas d el univ erso
visible, sino que comprendieran las obligacio nes y responsabilida-
des morales" (íbíd., 20).
"El hombre había de llevar 1α~ imagen de Dios tanto en 1α~ semej an-
za exterior, como en el carácter. Sólo Cristo es '1α~ misma imagen' de l
Padre (Heb. 1:3); pero el hombre fue cread o ~α semej anza d e Dios. Su
naturaleza estaba e n armonía con 1α~ v oluntad de Dios. Su mente era
capaz de co mprender las cosas divinas. Sus a fectos e ran puros, sus
apetitos y pasiones estaban baj o el dominio de 1α~ r azón. Era santo y
se sentía feliz de llevar 1α~ imagen de Dios y de mantenerse en perfec-
ta obediencia ~α la voluntad del Padre" (ΡΡ ~~ 25, 26).
"En 1α~ creación del hombre fue manifiesta 1α ~ intervención de un
Dios personal. Cuando Dios hubo hecho ~α1 hombre a su imagen, el
cuerpo hum ano era perfecto en toda s u o rdenació n, p ero no tenía vi-
da. Entonces un Dios personal, existente d e p or s í, sopló en ese cuer-
po el aliento de vida, y el hombre llegó ~ α ser un se r vivo e inteligente
que respiraba. To das las p artes del organismo humano entraron en
acc ión. ~Ε1 corazón, las arterias, las venas, 1α~ lengua, las manos, los
p ies, los sentidos, las p ercepciones de 1α~ mente, todo inició su funcio-
namiento y todo fue puesto bajo ley. ~ Ε1 hombre llegó ~α ser un alma
v iviente. P or Jesucristo, un Dios personal creó ~α1 hombre y le dotó d e
inteligencia y poder" (31Τ, ~ 262, 263).

C. Creació n d e la mu j er
"Dios mismo di o ~α Ad án una compañer a. Le propo rcionó una
'ayuda id ó nea p ara él', alguien que realmente le correspondía, una
pe rsona digna y apropiada p ara ser su comp añera y que p odría ser
una sola cosa con él en a mor y s impatía. Eva fue creada de una costi-
lla to mada del costado de Ad án; este hecho significa que ella no d ebía
dominarle como cabeza, ni tampoco d ebía ser humillada y hollada
baj o sus plantas como un ser inferior, sino que más bien debía estar ~α
su lado como su igual, p ara se r amad a y protegida por é l. Siendo
p arte d el hombre, hueso de sus huesos y carne de s u carne, era ell a s u
278
La d octri na del h ombre

segun do yo; y qu edaba en evid encia 1α~ unión íntima y afect uosa que
d ebía exi stir e n esta re lación . 'Porqu e ningu no aborreció j a m ás ~α s u
propia carne, antes 1α~ s u stenta y rega la'. 'Por ta nto, d ej a rá el hombre
~α s u p a dre y ~α s u ma dre, y a llegarse ha ~α s u muje r, y se rán una so la
carne"' (ΡΡ~~ 26,27).

D. El sig n ifica d od el matrimo n i o


"Dios celeb ró 1 ~α primer a bo da. De m an er a que la i nstitució n de l
matr im o ni o tie ne como s u autor ~α1 Crea d o r d e l univ er so. ' Honroso es
en to d os el m atrim onió ( H eb. 13:4). Fu e una d e l as prim eras d ád iv as
d e Dios ~α1 h o mbre, y es una d e l as dos instit uciones que, des pués de
1α~ caída, ll evó Adá n cons i go ~α1 sa lir d el p a ra íso. Cu ando se recon ocen
y obe decen los pr in cipios divin os en esta mate ria, el matrim o nio es
una bendi ció n : salv agua rd a 1α~ feli cid ad y 1α~ pure z a d e 1 ~α raza, satis-
face las neces id ades soc ial es d el hombre y ele va s u natural ez a fí sica,
in te lect ual y mor a l " (íbíd.).

~Ε. Li b re al b e d río
" D ios puso ~α1 h o mb re baj o una ley, com o cond ición indisp en sable
p ar a s u prop ia existencia. Er a súbdito d el gobierno divino, ~γ no
pue d e existir gobierno sin ley. Dios pudo h abe r c reado ~α1 hombr e
incapa z d e viol ar su le y; pud o h abe r d etenid o 1α~ m ano d e Adán pa ra
qu e no toca ra el fru to prohib id o, p ero e n ese caso el homb re hubiese
sid o, no un ente m o ra l libre, sino un mer o autó m ata. Sin libr e albe-
d rí o, s u obe di en cia no hab ría si do volun taria, sino fo rz ada. No h abría
sid o p osib le e l d esarrollo d e s u ca rácte r. Semej an te proced im iento
h ab ría sido con t ra rio ~α1 plan qu e Dios seguía en s u r e lac ión con los
habitantes de l os otros mundos. Hubiese sido indigno de l hombre
co mo se r inteligente, y hubi ese d ado base ~α l as acu saciones de Sata-
nás, de que e l gob ierno de Di os er a a rbitr ario" (ibíd., 30).

F. Justicia origi n al
"C u and o f uer on crea d os, Ad án y Eva tenían un con oc imiento de
1α~ l ey o rigi n al d e Dios. Estaba i mpresa en sus cor az on es, y co nocí an
las ex igencias de 1α~ ley sobre ell os" (I CBA 1098).
Teología Fundamen tos b íb licos de nu estra fe

G. L a caíd a
"Eva c re yó realmente las pa labras de Satanás, p ero esta creencia
no 1α~ salvó d e 1α~ pena d el pecad o. No cr e yó e n l as p alab r as d e D ios,
y esto 1α~ con duj o ~α s u ca íd a. En e l juici o final , los hombres no se rá n
cond en ados p o rqu e c reye ron concie nzuda mente una me ntir a, si n o
p orque no cre yer on 1α~ ve rd ad, porqu e descuida ron 1α~ o p o rtuni da d de
a prend e r 1α~ v e rd ad" (ΡΡ
~~ 38).
"En 1α~ fru ta no había nad a venenoso y el p eca d o no consistía me ra-
mente en ceder ~α1 apetito. La desco nfianz a en 1α~ bond ad de Di os, 1α~
fa l ta de fe en su p a labra, el rechazo de s u a utorid a d, fue 1ο ~ que con
virtió ~α nu estros primeros p a dres en tr an sg reso res, y eso in tr o duj o en
el mundo el conocimiento del mal. E so fu e 1ο ~ que ab rió la pue rta ~α
tod a clase de m entir as y errores" (Ed 25).
"Ad án se r i ndió ~α 1α~ ten tación, ~ γ como tenemos tan cla ra mente
del ante d e nosot ros el asunto de l pecad o y s u s co nsecuencias, p o d e-
mos leer d e causa ~α e fecto ~ γ ve r qu e no es 1α~ magnitud d el acto 1ο~ que
co stit e e eca do sino ~α d esobe dien c ia ~α 1α~ v o lunta d ex presa d a de
n uy l p 1
Dios, 1 ~ο qu e es una n egación virtua l de Di os, un recha zo d e las ley es
d e su gobiern o...
"La caíd a d e nu estros prime ros p adres romp ió 1α~ ca de na áurea de
1α~ obediencia implícita de 1α~ vol untad human a ~α 1α~ d ivi n a. L a ob e-
diencia ya no ha sido más con si de rad a como una neces id ad abso lu ta.
Los se res hum anos siguen s u s propios pensa mien tos d e l os cu al es
dij o el Señ o r -refiriénd ose ~α l os habi ta ntes de l m und o a ntig u o- que
e ra n de co ntinu o sól o el ma l" (1C BA 1097, 1098).

Η. I n mortalida d co n d icio n al
~
"P ar a que poseye ra una existencia sin f i n, el ho mb re d ebía co nti-
nu ar comiendo d el á rbol d e 1α~ v id a. Priv ado d e este ali m en to, vería
s u vita lid a d d ism inuir g ra dua lmente hasta exti nguir se 1α~ v ida... ~Α
n ing ún miemb ro d e 1α~ fa milia d e Adá n se le p ermitió tr as p asa r esa
ba rrer a p a ra co m er de l fruto d e 1α~ v id a; de ahí que no exi sta pecador
inmo rta l " (ΡΡ
~~ 44).
"En el error fund a m en tal de 1α~ i nm o r tal ida d natura l, descansa 1α~
d octr ina de l esta d o co n sciente de l os mu e r tos, doct rina qu e, com o
1α~ d e los tormentos ete rn os, está e n pu gna co n las enseña nzas d e las
La doctrin a del hombre

Sagradas E scrituras, con los d ictados d e 1α~ razón y con nuestros


sentimientos de hum ani d ad" (CS 600).

Ι.
~ Te nd e n cias pecami n osas
~ hombre estaba dotado originalmente d e facultades nobles y de
"Ε1
un entendimiento bien equilibrado. Era perfecto y estaba en a rmonía
con Dios. S us p ensamientos eran puros, s u s designios santos. P ero
p or 1α~ d esobediencia, sus facultades se p ervirtieron ~γ el ego í sm o
ree mplazó el amor. Su naturale za quedó ta n debilitada por 1 ~α trans-
gresió n que ya no pudo, p or s u propia fuerza, resistir el pod er del
mal. Fue h echo cautivo p or Satan ás, y hubiera p ermanec id o así p ara
siempre si Dios no hubiese intervenido d e una manera especial. ~ Ε1
tentador quería desbaratar e l propósito qu e Dios había tenido cuan-
do creó ~α1 hombre. A sí llenaría 1α~ tierra d e sufrimiento y desolación y
luego señalaría todo ese mal como resultado de 1α~ obra d e Dios ~α1
crea r ~α1 h ombre...
"Es imposible que escapemos p or nosotros mismos d el abismo del
pecado en el que esta mos h undid os. Nuestro corazón es m alo, y no 1ο~
podernos cambiar. '¿Quién de 1α~ inmundicia puede sacar pureza? 'No
hay nadie que pueda hacerlo!"La m entalidad pecaminosa es enemi-
ga de D ios, pues no se somete ~α 1α~ ley de Dios, ni es capaz de hacer-
lo'. La educac ión, 1α~ cultura, 1α~ fuerza d e 1α~ voluntad, el esfuerzo
hum ano, tienen su lugar, pero no tienen poder para salvarnos. Pue-
den producir una corrección externa de 1α~ conducta, pero no pueden
cambia r el coraz ón; no pueden purificar las fuentes d e 1α~ vida. E s
n ecesario que haya un poder que obre desde el interior, una vida
nueva de 1ο~ a lto, antes que el ser humano pueda convertirse d el peca-
do ~α 1α~ santidad. Ese poder es Cristo. Únicamente s u gracia puede
vivificar las a dormecidas facultades d el alma y atrae rla ~α Dios, ~α 1α~
santidad" (CC 27,28).

). Vida sólo e n Cristo


"La Bibli a en seña ~α las cla r as que los muertos no van inmediata-
mente ~α1 cie l o. Se les representa como si estuvi eran durmiendo h asta
el día d e 1α~ resurrección... ~Ε1 m i smo día en que se corta el cordón de
plata y se quiebra el tazón de oro..., perecen los p ensamientos de los
Teología Fundamentos bíblicos de nuest ra fe

hombres. Los N
que baj an ~α 1α~ tumba perma necen en el silencio. ada
saben de 1~ ο que se hace baj o el sol... ¡ Descanso bendito p ar a los
exhaustos justos! Largo ~ ο corto, el tiemp o no les parece rá m ás que un
m om en to. Duermen hasta que 1 ~α trompeta de Dios los d espierte p ara
entrar en una gloriosa inmortalidad. 'Porque sonará la tromp eta, y los
muertos resucita rán incorruptibles... ~ Υ c uando este cuerp o corrupti-
ble se h aya rev estido de ~ίncorrupcίon,
~ y este cuerp o mortal se h aya
revestido de inmortalidad, entonces ser á verificado el dicho que está
escrito: ¡ Tragada ha sido 1α ~ muerte victoriosamente!'... En el momen-
to en que sea n desper tados d e su profundo sueño, reanudarán el
curso d e sus pensamientos interrumpidos p or la muerte. L a última
sensación fue 1α~ angu stia d e 1α~ muerte. ~Ε1 último p ensamiento e ra el
de que caían baj o e l pod er del sepulcro. Cuando se le vanten de 1α ~
tumba, s u primer alegre pensami ento se expresa rá en el hermoso
grito de triunfo: '¿Dón de está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónd e está, oh
sepulcro, tu victoria?` (CS 605, 606).

Κ. L a resurrecció n
~
"Nuestra i dentidad p e rsonal quedará conservada en 1α~ resurrec-
ci ón, aunque no sean las mismas partículas de materia ni 1α~ misma
sustancia m aterial que fue ~α 1 ~α tumba. Las maravillosas obr as d e Dios
son un misterio para el hombre. ~ Ε1 espíritu, el carácter del hombre,
vuelve ~α Dios, p ara ser preservado allí. En 1α~ resurrecc ión cada h om-
bre tendrá su propio carácter. ~ Α s u debido tiempo Dios llamará ~α los
mu ertos d ándoles d e nuevo el aliento de vida y o rdenando ~α los hue-
sos secos qu e vivan. Sa ldrá la misma forma, p ero esta rá liberada de
enfermedades y de todo d efecto. Viv e otra vez con los mismos rasgos
individuales, de modo que el amigo reconocerá al amigo. No hay una
ley d e Di os en 1α~ naturaleza que muestre que Dios d evolverá las mis-
mas idénticas p artículas d e materia que componían el cuerpo antes
d e la muerte. Dios d ará ~α los justos muertos un cuerpo que será d el
agrad o d e él" (6CBA 1092, 1093).

L. La Tierra N ueva
"El temor de hacer a parece r 1α~ futura herencia d e los sa ntos dema-
siado material ha inducido ~α muchos ~α espiritualizar a quellas verda-

282
La doctri n a del hombre

d es que nos hacen con si dera r 1~α tie rr a como nuestra mor ada. Cr isto
α sus discípul os que iba ~
aseg ur ó ~ α pr ep ar ar mansiones pa ra ellos e n
~ casa d e su P adre. Los que ace p ta n las enseñanz as de 1 ~
1α α Pa lab ra d e
Di os no i gn o ra rán p or co mpleto 1ο~ qu e se refie re ~α 1α~ patria cel estial .
Υ
~ sin emba rgo son 'cosas qu e oj o no vi o, ni o íd o oy ó, y que j a más
en tr ar on en p en sa m iento hum ano, las cosas g ra nd es que ha pr ep ara-
d o Di os p ar a los que le a man'... ~Ε1 lenguaj e humano no al can za ~α des-
cribi r la reco mpe nsa d e los j ustos. Só lo 1α~ conocer án qui en es 1α~ co n-
templen. Ninguna inteligencia l imitada puede comprender 1α~ gl o ria
de l p ar aí so de Dios.
"En 1α~ Biblia se lla m a 1α~ he rencia d e los bien aventura d os una
p atr ia. Allí conduce e l divino P astor ~α s u rebaño ~α los m anantial es de
agu as vivas. ~ Ε1 árbol de vida d a su fruto ca da mes, y las hoj as de l
á rbol son p ar a e l servicio d e las nac ion es. Allí hay co rr ien tes que
manan etername nte, cl ar as co m o el c r ista l, ~α1 l ado de l as cua les se
m ecen á rbol es que ec ha n su sombr a sobre los send eros preparad os
p ar a los re dimi d os d el Señor. Allí l as vastas ll anuras a lternan con
bellísimas colinas ~ γ l as m o ntañas de D ios ele va n su s maj estuosas
c umbres. En a qu e ll as p acíficas lla nur as, ~α1 borde de aque llas co rrien-
tes vivas, es d ond e el pu ebl o de Dios que p o r tanto tie mpo a nduvo
pe regrin o y e rr an te, e ncontra rá un h oga r" (CS 733, 734).

283
Τeο1οgίa
~ ~ ~ ~ Fundame n tos bí b licos de nu estra fe

VII. BI BLIOG RA FÍA

Andreason, R. S. On Being Human. Grand Rapi ds: Ee rdmans, 1982.


Κ. Church Dogmatics. 4 t. Edi mburgo: ~
Barth, ~ Τ. & ~
Τ. Clar k, 1936-1962.
Ε . The Divine Imp erati v e. Fila delfia: Westnúnster, 1957.
Brunn er, ~
Cullmann, 0. La inm orta l ida d del alma ~ο 1α~ resurrección de los cu erpos, M a dr id: Stud ium, 1970
(re p roduci d o en Del evangel io ~α la formación de 1α~ teología cristiana, Sala ma nca: Sígue me,
1972).
Ε. ~
Dussel, ~ Ε1 dualismo en 1α~ antropología d e la cristiandad . Buen os A ires: G uadalup e, 1974.
Μ. y ~
Flic k, ~ Ζ. Alszeghy, A n trop o logía teo lógica. Sa laman ca: Sígueme, 1985.
Froom, L. ~Ε. The Conditiona l ist Fai th of O ur Fathe rs, 2 t. Washi ngton, D.C.: Review and
He rald, 1965-1966.
Ν . "In Ev ery Wa y b ut One". Adventist R ev iew, 25 de ener o d e 1990.
G ulley, ~
Hepp enstall, I
Ed ward. Th e Man Who s God . Washington, D.C.: Review and H er a ld, 1977.
Johnsen, C. Man, the Indiv isible. Oslo: Uníversitetsforla zet, 1971.
Η . D. The Christ ia n View of Man. Westchester, Ill inois: C rosswa y
McD on a ld, ~ Book s, 1981.
Myers, D. C. The Human Puzzle. San Francisco: Harpe r and Row, 1978.
Niebuhr, R. The Nature a nd Dest iny of Man. Nueva York : Cha rl es Scr ibner 's Sons, 1943.
η, V Nors k ov. Man, th e Image of God.
Olse~ Hagerstow n, Mar yland: Review a nd Herald, 1988.
R ice, R. Th e Reign of God . Berrien Springs, Michigan : Andrews Uni v ersity Press, 1985.
Seven th- day Adventists Answer Q uest ion s on Doct ri ne. Washin gton, D.C.: Review a nd
H erald, 1957.
Η. "The U n ity of the C reati on Account". O rig ins 5 (1978); 9-38.
Sh ea, W. ~
" Lite rary Structura l Parallels Between Gen esis 1 and 2". O rigins 16 (1989): 49-68.
Β . Sex fo r Christia ns. Grand Ra p i d s: Eerdm ans, 1975.
S med es, L. ~
Α . F. La histo ria d e 1α~ salvación (tr ad .
Va uc her, ~ de José L ópe z Gutiérrez de 1α~ versión defi n i-
ti v a de L 'h istoire du sa lut, Damm aríe-l es- Lys, Fra ncia: Vie et Santé, 1987). Mad rid: Safe-
líz, 1988.
Η . W. Antropología del A n tigu o Testa m ento. Salamanca: Síg u em e, 1974.
Wo l ff, ~
Zurcher, J. Th e Nature and D estiny of Man. Nuev a Yor k : Phi losoph ical Lib rary, 1969.
La d octri na del h om bre

A p é n dice ~
Α

LA SITUACIÓ N D E LA MUJER EN LA B I BL IA

D onde dominaba e l patriarcado, como oc urría en el antiguo


Ce rcano Ori ente, las muje res estaban relegadas ~α una posición muy
desfavor ab l e. P ero aun allí, por lo menos entre los hebreos, las muj e-
res y las niñas a p arecían públicamente en 1~α vida cotidiana y en oca-
siones sagra d as (Gén. 24:13; ~~~Έχο. 2:16; Deut. 12:12; Juec. 21:21), po-
dían hered ar en ausencia d e los hermanos (Núm. 27:8), y eran con-
sultadas a ntes d el matrimonio (Gén. 24:39, 58). Proverbios 31:10-31
muestra 1~α a mpl ia va riedad de campos d e acc ión abiertos ~ α 1α
~ mujer.
Ej emplos positivos como Sara, Rebeca y A bigail , como también
Jezabel y Atalía en el lado negativo, revel an 1~α fuerza d e 1~α in fluenci a
de las mujeres, la que en c iertos casos ( Débor a, Juec. 4; 5) era d e largo
alcance y de un carácter decisivo para s u nación.
P ablo señala que el esposo es cabeza de 1α~ esposa (1 Co r. 11:3) y
que Adán fue creado antes que Eva ( vers. 7-9; 1 Tim. 2:13). Deb ido ~α
esta sit uación, el apóstol sugiere que las mujeres usen cierto estilo d e
tocado p ara su cabeza (1 Co r. 11:5-7) y que se comp orten de cierta
manera en 1α~ congregación (1 Co r. 14:34-36; 1 Tim. 2:11, 12). P o r otra
parte, el apóstol compensa el hecho de que 1α~ muj er procede d el
varón a firmando 1α~ i nterdependencia d e los dos sexos (1 Cor. 11:11,
12). Pablo tamb ién acepta 1α~ p articipación de muj eres debidamente
atav iadas e n 1α~ oració n y 1α~ profecía en público (vers. 5). Como puede
verse en otras p artes en el ~~ ΝΤ, las muj eres fueron altamente influyen-
tes en las congregaciones cristianas ( Hech. 9:36;13:50;17:4; Rom. 16:6,
12), sirvieron como instructoras (Hech. 18:26; R om. 16:3), " diaconi-
sas" (Rom. 16:1) y compañeras d e trabaj o en las labores apostólicas d e
Pablo (Rom. 16:7; Fil. 4:3).
Cristo m ismo fue m ás abierto que los m aestros de su tiempo en su
trato con las muj eres, luchando p ara ga nar s us almas (Juan 14:27), ins-
truyénd olas en asuntos espirituales (Luc. 10:39), sa nándolas en sába-
do (Luc. 13:10-13), defendiéndolas valiente mente (Mar. 12:40; 14:6),
ignorand o su "impureza" (Luc. 8:43-48), rodeándose d e ellas (vers. 2;
M at. 27:55, 56), y generalmente rea lzando e l potencial y el v alor de las
mujeres, co mo también 1ο ~ hicieron s us apósto l es (Gál. 3:28).
285
Teología Fun damen tos bí blicos de nuestra fe

Β
A pé n dice
~
LA RE LACIÓ N D EL E S POSO CO N L A E S POSA

Una cuestión relacionad a con 1ο ~ anterior es 1α~ je ra rquía d entro d el


matrimonio mismo. D espués del peca do, Dios maldijo 1α~ serpiente
(Gén. 3:14) y 1α~ tierra ( ver s. 17), prediciendo las consecuencias sob re
el hombre y 1 ~α muj er (vers. 16-19). Ella s ufriría en el parto: "Con dol or
darás ~α luz l os hijos: y tu deseo será par a tu marido, y él se enseño-
rea rá de ti" ( vers. 16). Ciertamente, puesto que el hombre tendría que
labrar un suelo duro e ingrato, la ca rga m ás p esa da d e criar una fami-
lia sería ll evada p or 1α~ mujer. ~ Α p esar de esas dificultades, que fácil-
mente podrían desanimar ~α 1α~ mujer par a no tener vida íntima con su
esposo, e lla experimentaría el deseo d e estar con él, 1ο~ que de ese
m odo ayudaría ~α ma n tener su unión. En las relaciones p erturbadas
del mundo afectad o p or el peca do, ella p erdería parte d e su a utono-
mía anterior ~ γ llega ría ~α estar suj eta ~α su esposo. ~Ε1 gob ierno de él, sin
embargo, no d ebería se r tiránico. ~ Ε1 término para "enseñorea rse",
mála l , puede implicar un gobierno be néfico, co mpas ivo, como el de
Dios (2 Sam. 23:3), y aun connotar protección y a m o r, como en Isaías
40:10, 11. Estos aspectos d el p apel del esposo so n enfatizados por
Pablo en 1 Corintios 11:3 y Efesios 5:23.
P ablo también instruy ó ~α las esposas ~α respetar la autoridad de sus
esposos, p articularmente en el marco d e 1α~ iglesia (1 Cor. 11:2-16;
14:34-38; 1 Tim. 2:11-14). E s difícil e valuar e l alcance preciso d e esas
instrucciones, puesto que carece m os d e información precisa sobre 1α~
situación que las motivó. Tal vez las muj eres d e algunos catecúmenos
h abían llega do ~α ser piedras de tropiezo ~α1 asumir aires d e superiori-
dad espiritual sobre sus esposos. Si es así, P ablo quería que 1α~ ins-
trucción de l nuevo converso, el "nu evo h ombre en Cristo", siguiese
el mismo modelo que 1α~ creación del primer hombre: el que era 1α~ ca-
beza de 1~ α familia d ebería "ser formado" primero (1 ~~ Τίm. 2:12,13). Al-
gunas esposas pueden haber estad o interfiriendo cuando la asambl ea
d e 1α~ iglesia (ekklés ia) lle vaba ~α cabo sus asuntos. P ablo entonces r eca l-
caba 1α~ necesidad d e respetar las autoridad es legítimas.
D e todas maneras, d entro de l contexto de un m undo p eca minoso,
1α~ sumisión d e las esposas es rea lmen te una bendición p ara el hogar,
La doctri n a d el homb re

así como e l tr abaj o dur o es una be ndici ón dis fra za d a p ara e l h o mb re.
Debié ramos acep tar hu m ild eme nte l os j uicios d e Dios. Los c ristianos
es p e ra n con a nsia un tie mpo cua ndo l as ma ld iciones pronuncia d as
en el Edén d esap a rece rán ( Ap oc. 22:3). No debier a dá rse l e, ento nces,
un car ácter abso lu to ~α1 co nsej o d e Pablo: " E sposas, so m éta nse ~α sus
pro pi os esp osos" ( Efe. 5:22 ~ ΝV~Ι), más que ~α s u ma ndato: " E scl av os,
obed ezcan ~α sus a mos terren al es" (Efe. 6:5 ~ ΝV ~Ι). Ambas admonicio-
nes tienen va l o r p ermanente, p er o debie ra n impleme nta rse d e ac u er-
do co n las i n stit uci o nes, condici ones y costumb res de 1α~ socie dad e n
1 ~α qu e nos desenvo lvemos, ~α me nos qu e dichas condici o nes y cos-
tumb res estén conde na d as p or la Escri tur a.

Potrebbero piacerti anche