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Las necesidades son infinitas y los recursos limitados, en este caso provistos por
todos los contribuyentes y es obvio que cuando estos deben repartirse entre más
personas, las asignaciones serán menores. Éste sería el primer problema
ocasionado por la llegada de los de los inmigrantes.
Ahora, para que esto no sea así, la inmigración debe ser paradójicamente ilegal
pues los indocumentados no pueden aplicar a los beneficios estatales, pero sigue
siendo un problema pues son personas y por el solo hecho de convivir, de todas
maneras utilizan los servicios disponibles para la población documentada, que para
efectos de la construcción de políticas públicas o según lo paternalista que sea el
estado, “ingeniería social”, son personas invisibles, aunque las podamos ver, al no
existir en el papel, no se planifica para ellos.
Contra-argumento 4:
No es lo mismo migrar para vivir del Estado que buscar oportunidades por mérito
propio. Por todo lo anterior, invitamos a los inmigrantes a no venir a este país,
porque las condiciones no mejorarán radicalmente o como ellos sueñan, por eso
hace pocos meses aviones con haitianos fueron llevados a su tierra, porque no se
encontraron con las expectativas que ellos pretendían.
Según el INE, sólo 17% de los extranjeros que llegan indocumentados a nuestro
país logran encontrar un trabajo estable, del resto de esa cifra el 54% termina
cometiendo algún tipo de delito para poder sobrevivir. Las autoridades, por
consiguiente, deben ser responsables en sus discursos, sobre todo cuando se va a
otros países, pues muchas veces se vende una imagen idealizada del país, lo cual
estamos lejos de ser. Aún en este país se discute sobre un sueldo ético para los
trabajadores y mejor ni hablar de lo que corresponde a las pensiones cuando
nuestros compatriotas jubilan.
¿Se imaginan ustedes que pasará cuando la gran cantidad de inmigrantes alcancen
en este país la edad de jubilación? Seguramente todos aquellos compatriotas que
reciben una pensión básica solidaria, que está debajo de los $100.000 pesos, no
podrá aumentar más allá porque también deberá ser solidaria con los inmigrantes,
precarizando y empobreciendo aún más a nuestra tercera edad y cuarta edad.