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23 de marzo de 1994
Por otra parte, el Código Orgánico Tributario de 1994, a través de la disposición prevista
en su Artículo 225, facultó al Ejecutivo para otorgar a la administración tributaria
autonomía funcional y financiera, con el objeto de proseguir en la búsqueda de una
solución racional adecuada a las expectativas tributarias, por lo que se previó la creación
del Servicio Nacional de Administración Tributaria – SENAT, servicio autónomo sin
personalidad jurídica, Gaceta Oficial No 35.427 del 23 de marzo de 1994, señalándose
que cualquier referencia legal administrativa sobre la Dirección General Sectorial de
Rentas del Ministerio de Hacienda, sería reconocida en la figura del SENAT. Este gozaría
de autonomía financiera y presupuestaria, así como de un sistema propio de
administración y organización del personal. Como la meta era modernizar las rentas, el
SENAT debía administrar, recaudar, controlar y fiscalizar todos los tributos de su
competencia.
EL SENIAT
Este paralelismo en el control de los tributos no garantizaba al Estado que hubiese una
eficaz administración tributaria, por lo que se procedió a fusionar Rentas y Aduanas,
reformándose el naciente SENAT para dar paso al SENIAT. Siguiendo la pauta prevista
en el artículo 225 del ya citado Código Orgánico Tributario del 94, “…el Ejecutivo Nacional
creará, y en su caso, reestructurará, fusionará o extinguirá Servicios Autónomos sin
personalidad jurídica, para asegurar la administración eficiente de la tributación interna y
aduanera.” Por ello, considerado la productividad que generarían tanto el incipiente
SENAT como AVSA, se procedió a través del Decreto Presidencial N° 310 de fecha 10
de agosto de 1994 a crear el SENIAT, servicio autónomo sin personalidad jurídica, con
autonomía funcional y financiera, conjunción de la Dirección General Sectorial de Rentas
y de Aduanas de Venezuela. Todo de conformidad con lo dispuesto en los Artículos 225,
226 y 227 del Código Orgánico Tributario, en concordancia con lo previsto en el numeral
5° del Artículo 16 de la Ley Orgánica de Régimen Presupuestario y en el Artículo 1° del
Reglamento de los Servicios Autónomos con Personalidad Jurídica.
El tributo es definido como la prestación pecuniaria que el Estado u otro ente público
exige en ejercicio de su poder de imperio a los contribuyentes con el fin de obtener
recursos para financiar el gasto público. Por ello es una obligación establecida en el
artículo 133 de la Constitución Nacional.
Son los Tributos Vinculados, aquellos en los que existe una contraprestación directa
por parte del Estado a los particulares. El contribuyente paga los tributos porque ha
recibido o va a recibir de la administración tributaria un beneficio concreto a su favor. En
este tipo de Tributos la obligación del sujeto pasivo depende de la ocurrencia de un Hecho
Generador, que se caracteriza por el desempeño de una actuación estatal, referida o
desenvuelta respecto a dicho sujeto. En Venezuela, forman parte de esta categoría de
tributos las tasas y las contribuciones especiales.
En las tasas, como tributo vinculado, el hecho generador está constituido por un servicio
público, el mismo que es divisible y cuantificable respecto al contribuyente. En las tasas
existe una relación entre la prestación del servicio público y el pago de una tarifa, cantidad
de dinero que se entrega como contraprestación por el servicio recibido.
Ejemplos
Tributos Vinculados:
Tasas:
-Timbre fiscal – registro público – servicio consular.
-Aduanas – propiedad horizontal – telecomunicaciones.
-Aviación civil – arancel judicial – navegación.
-Bultos postales, puertos, aeropuertos.
Contribuciones Especiales:
Servicios de telecomunicaciones con fines de lucro.
De mejoras – de seguridad social.
Tributos no Vinculados:
Impuestos:
-Impuesto sobre la renta
-Impuesto al valor agregado (IVA)
-Sucesiones, donaciones y demás ramos conexos.
-De aduanas
-De cigarrillos
-Alcohol y especies alcohólicas
Referencias: