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Ernesto Laclau. Hacia una teoría del populismo.

En
política e ideología marxista, no se qué, no se qué.
(1978)

 El texto empieza con la mención del populismo, como concepto, que


hace parte de la esfera del sentido común mucho más que de la
esfera de las ciencias sociales. Sin embargo, vuelve sobre tres
perspectivas (que no interesan aquí) que reflexionan sobre el
populismo. Más le interesa una cuarta (funcionalista) que define el
populismo.
 Populismo en Germani: la temprana incursión de las masas en la vida
política latinoamericana ha superado la capacidad político
institucional para absorverlas. De modo que la integración se da
diferente al modelo decimonónico europeo, y se ve más bien la
manipulación de las élites, influidas del clima político del siglo XX, a las
masas que se movilizan en un principio por sus propios objetivos. La
mentalidad de las masas se caracteriza por la coexistencia de rasgos
tradicionales y modernos, de modo que el populismo se caracteriza
por una heteróclita acumulación de fragmentos de los paradigamas
más dispares.
 Populismo en Torcuato Di Tella: “un movimiento político que disfruta
del apoyo de las masas de la clase obrera urbana y/o del
campesinado, pero que no resulta del poder organizativo autónomo
de ninguno de estos dos sectores. También es apoyado por sectores
ajenos a la clase obrera que mantienen una ideología anti statu quo”.
 Tres rasgos esenciales del populismo: 1) una élite impregnada de
ideología anti statu quo, 2) en unas masas movilizadas como
resultado de una “revolución de las expectativas crecientes”, 3) una
ideología de amplio sentido emocional.
 Objeciones al análisis Germani-Di Tella. 1) cuestiona que el populismo
sea visto como una etapa en un desarrollo teleológico de una
“sociedad tradicional” a una sociedad “industrial”, 2) de allí, también
cuestiona que abunden las explicaciones en términos de manipulación
de las masas (demagogia, engaño), pues confieren un carácter
puramente moral al análisis. Conclusión: el populismo no es definido
en sí mismo, sino en contraposición a un paradigma.
 Por otro lado, critica que se haga el análisis político con el marco de
un paradigma teleológico, pues el análisis de ideologías busca mostrar
cómo se transforman las ideas, no su validez de acuerdo con cierta
construcción teórica que establece una pertenencia esencial
paradigmática.
 Tilda, por último, de reduccionista a esos análisis que identifican los
elementos ideológicos y políticos como pertenecientes a una clase y
por ende como expresiones de clase. Propone entonces, analizar de
otra manera.
 Dos supuestos cobijan los postulados de Laclau: 1) entiende las clases
como “los polos de relaciones de producción antagónicas que, en
cuanto tales, no tienen ninguna forma de existencia necesaria a los
niveles ideológico y político” p. 185 y 2) afirma la determinación de los
procesos históricos por las relaciones de producción (vale pues decir,
las clases). De allí se derivan tres consecuencias fundamentales:
 1) “el carácter de clase de una ideología está dado por su forma y no
por su contenido”. Es decir, por el principio de articulación del
discurso, no por el contenido (hay nacionalismos feudales, burgueses,
comunistas, etc.) y es en ese principio donde existe la clase a nivel
político-ideológico; 2) la articulación requiere la existencia de
contenidos no clasistas (interpelaciones y contradicciones), que son la
materia prima de la práctica ideológico-política de clase. La ideología
de la clase dominante no interpela sólo a los miembros de la clase
dominante, sino también a los de las dominadas, justamente por ser
la dominante. La clase dominante ejerce entonces su hegemonía de
dos formas: a través de la articulación de discurso de clase de las
contradicciones e interpelaciones no clasistas y a través de la
absorción de contenidos del discurso político e ideológico de las
clases dominadas; 3) las clases y los grupos empíricamente

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observables no coinciden necesariamente, de ello ser deriva que: las
interpelaciones y contradicciones no clasistas (los contenidos
ideológicos) de las que el individuo participa pueden llegar a estar
sometidas a un principio articulatorio de una clase a la que el
individuo no pertenece; las clases que no participan en relaciones de
producción fundamentales para la sociedad (clases medias) carecen
de un principio articulatorio propio y la unificación de su ideología
dependerá de las otras clases; una clase sólo existe en los niveles
político-ideológicos como principios articulatorios, sólo en la medida
en que lucha por una hegemonía.
 Laclau cree que el elemento estrictamente populista se encuentra en
una contradicción no clasista específica articulada a dicho discurso. Se
propone, pues, determinar si en efecto esa contradicción existe.
 Si bien el populismo es un término usado en muchos contextos, lo
cierto es que hace una referencia al pueblo. El pueblo, sin embargo, es
un concepto muy abstracto.
 Las “tradiciones populares (de lucha…)”, constituyen un bloque de
interpelaciones que expresan la contradicción pueblo/bloque de
poder como distinta de una contradicción de clase. Dos consecuencias
de esto: 1) las “tradiciones populares” representan la cristalización
ideológica de la resistencia a la opresión en general (a la forma misma
del Estado), y tienen mayor perduración que las ideologías de clase,
de hecho, son en buena medida su marco de referencia, pero 2) las
tradiciones populares no constituyen discursos coherentes y
organizados, sino sólo elementos que existen en tanto articulados a
luchas de clase. (a esto llama la doble articulación del discurso
político).
 Retoma un texto de Badiou y Balmès, del que rescata el haber aislado
al pueblo como polo de una contradicción que no es de clase y haber
planteado dicha contradicción como la oposición entre las masas y el
Estado.
 “lo que transforma a un discurso ideológico en populista es una
peculiar forma de articulación de las interpelaciones popular-
democráticas al mismo” p. 201.

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 “Nuestra tesis es que el populismo consiste en la presentación de
interpelaciones popular-democráticas como conjunto sintético-
antagónico respecto a la ideología dominante” p. 201.
 Se puede señalar entonces un populismo de clase dominante y un
populismo de clases dominadas. El primero sería cuando una nueva
fracción intenta hacerse con la hegemonía, pero los canales
dispuestos por el bloque de poder no le son suficientes que tiene que
alebrestar a las masas para que desarrollen su antagonismo frente al
Estado, (cita el ejemplo del nazismo). El segundo se presenta cuando
la lucha ideológica “consiste en expandir el antagonismo implícito en
las interpelaciones democráticas y en articularlo al propio discurso de
clase” p. 203.
 En todo discurso populista las interpelaciones populares aparecen
presentadas bajo la forma de antagonismos y no sólo de diferencias.
 Si todo lo dicho es correcto, Laclau afirma que el populismo nace
históricamente asociado a una crisis del sistema ideológico
dominante, que es, dice, parte de una crisis social más general; estas
tienen que ver con una fractura en el bloque de poder, que necesita
del pueblo para apelar el discurso ideológico dominante, o una
pérdida en la capacidad del sistema de neutralizar a los dominados.
 Se propone analizar al peronismo, por su cualidad de ser una
ideología formada de la articulación de las interpelaciones más
dispares; porque ninguna tuvo tanto éxito para transformarse en el
común denominador del discurso popular democrático de las masas;
porque ninguna otra ideología estaba articulada a tan diversos
discursos de clase.
 Populismo alude a un tipo de contradicción que sólo existe como
momento abstracto de un discurso ideológico, no al principio
articulatorio de una ideología (como sería la “liberal”, “conservadora”,
“socialista”).
 Dos hechos, que vale la pena recordar: por un lado el principio de
unidad de un discurso ideológico está dado por su capacidad de
condensarse en una campo connotativo específico, no en la
implicación lógica de una de sus interpelaciones específicas. Por otro

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lado, la hegemonía de una clase no consiste sólo en imponer su
concepción del mundo a las demás clases, sino fundamentalmente su
capacidad de articular las diferentes concepciones del mundo de
manera tal que se neutralice su potencial antagonismo.
 Argentina antes de la crisis del 30: clase terrateniente era el bloque de
poder, que articulaba el liberalismo (económico) a su discurso
ideológico, en buena medida para el incremento de su producción
para el mercado internacional. Entonces, creación de Estado Central
no aparece como contradictoria con la existencia de clases
terratenientes, sino que es un proceso complementario. Poder
parlamentario muy fuerte (casi federación de oligarquías locales) y
hegemonía terrateniente eran sinónimos en América Latina.
 Campo connotativo específico al que estuvo articulada la ideología
liberal argentina: 1) liberalismo fue poco efectivo en articular la
ideología democrática de masas a su discurso, democracia y
liberalismo contradictorios; 2) hacia los sesentas liberalismo estaba
articulado al progreso económico y progreso material como valores
ideológicos positivos; 3) articulado a cierto europeísmo, a una defensa
de las formas de vida típicamente modernas-civilizadas, lo que
causaba fuertes contradicciones entre las clases populares; 4) fue una
ideología consecuentemente antipersonalista.
 Ideologías populares con contenidos ideológicos antiliberales.
Nacionalista y antieuropeísta; defensora de los intereses de las
tradiciones populares que el desarrollo capitalista corroía;
consecuentemente personalista y a favor de líderes únicos anti statu
quo.
 Resistencia anti-liberal se alimentó de las tradiciones montoneras del
siglo XIX, de los elementos ideológicos del federalismo opuesto al
unitarismo europeizante de Buenos Aires.
 Son cuatro las formas ideológicas a través de las cuales el liberalismo
se impuso: A) LA IDEOLOGÍA OLIGÁRQUICA COMO TAL (capacidad de
absorción de las interpelaciones popular-democráticas, que en un
principio había excluido, articulación con las masas a partir del
caudillo local) ; B) LA IDEOLOGÍA DEL PARTIDO RADICAL (Irigoyen,

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síntesis entre liberalismo y democracia, interpelaciones popular-
democráticas dejan de ser una subcultura mediatizada por las redes
clientelistas y se incorporan a la gran política, se trata de partidos
populares, no de populismo propiamente dicho); C) LAS IDEOLOGÍAS
OLIGÁRQUICAS NO LIBERALES (nacionalismo de derecha de Maurras,
antiliberal, pero en las antípodas del populismo carácter militarista,
articulaba las tradiciones populares a las ideologías dominantes antes
la expansión capitalista, como el autoritarismo, clericalismo, valores
coloniales, hispanismo, etc); D) LAS IDEOLOGÍAS OBRERAS (no hubo
intentos por articular las interpelaciones popular-democráticas a su
discurso político, esto por tres razones: 1) carácter eminentemente
agrario de Argentina; 2) clase obrera compuesta por migrantes
europeos cuyos intereses se articulaban a los del liberalismo
oligárquico (europeísmo, liberalismo y progreso material); 3)
reduccionismo clasista de las ideologías socialistas, que esperaba el
pleno desarrollo capitalista, para el pleno desarrollo de la clase
obrera).
 El párrafo anterior muestra las alternativas ideológicas en la Argentina
preperonista, las tres últimas tomadas en conjunto expresan la
hegemonía oligárquica.
 Crisis de los 30, revuelve un poco la cristalización ideológica: el bloque
de poder representado por la oligarquía liberal se fractura debido a
los nuevos intereses de la clase que desarrolla la industria con la
sustitución de importaciones. Las demandas democráticas son cada
vez menos absorbidas por el régimen, de modo que no ´solo se
escinden democracia y liberalismo, sino que la oligarquía pierde el
potencial neutralizador de las interpelaciones popular-democráticas.
 Nacionalismo de derecha vira ideológicamente a un antiimperialismo
e industrialismo argentino. Asimismo, surge la posibilidad de
plantearse un autoritarismo democrático.
 El reduccionismo clasista y la ideología obrera quedan también
desarticulados pues el bloque de poder perdió la capacidad de
neutralizar sus contradicciones con el pueblo; populismo expresa la
oposición al bloque de poder oligárquico (democracia, industrialismo,

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nacionalismo, antiimperialismo) condensando en un nuevo sujeto
histórico y desarrollando su potencial antagónico contra el principio
de articulación del discurso hegemónico: el liberalismo.
 CONCLUSIONES. “si, por consiguiente, una clase dominada debe
imponer su hegemonía a través de un enfrentamiento con el bloque
de poder, y si para este enfrentamiento necesita desarrollar el
antagonismo implícito en las interpelaciones populares, se deduce
que, cuanto más radical sea su enfrentamiento con el sistema, menos
posible le será a esa clase afirmar su hegemonía sin populismo”. p.
230.

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