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Los Arcos y Los Arqueros

Décima Obra
José Arnulfo Tarín Ornelas
INDICE
Palabras del Autor……………………………………………………………………….1
Mensaje del Autor……………………………………………………………………….2
Era Buena Oyente……………………………………………………………………….3
No Diría Un No……………………………………………………………………………4
El Hogar De Mi Taza De Café………………………………………………………….5
Sucedió A Primeros De Agosto………………………………………………………..6
Me Abandonó Por Uno De La Paseada…………………………………………….7
En Busca De Algo Que Cuaje…………………………………………………………8
Sin Pegar Ojo……………………………………………………………………………..9
Troné Los Dedos………………………………………………………………………...10
Entretenimiento De Verano………………………………………………………….11
Sin Que Nadie Las Arree………………………………………………………………12
Una Simple Presentación……………………………………………………………...13
Cuando Las Nubes Se Agalopaban………………………………………………..14
Tormenta Veraniega…………………………………………………………………..15
Amarla Me Hizo Crecer………………………………………………………………..16
Me Sentí Mayor………………………………………………………………………….17
Una Fiesta Ruidosa……………………………………………………………………..18
La Jareta Abierta……………………………………………………………………….19
No Quiso Dejar Solo Al Gato………………………………………………………….20
Pueblo Perdido………………………………………………………………………….21
No Se Distinguía Por Sus Curvas………………………………………………………22
Su Curiosidad Mató Al Gato………………………………………………………….23
Me Plantó Su Cara……………………………………………………………………..24
Con La Cabeza Gacha……………………………………………………………….25
Cuando Rajé La Tierra…………………………………………………………………26
Estoy En Una Encrucijada……………………………………………………………..27
No Era Caído De Agujas………………………………………………………………28
Aprendí A Volar Cerros………………………………………………………………..29
Mas Allá De La Sombra……………………………………………………………….30
Estoy En Un Brete………………………………………………………………………..31
Empezó A Garabatear………………………………………………………………..32
Un Compromiso Válido………………………………………………………………..33
Un Hombre Capaz De Ser Tierno…………………………………………………….34
Un Convenio Verbal……………………………………………………………………35
Tomé El Timón……………………………………………………………………………36
Con Los Ojos Como Platos……………………………………………………………37
Con Cocina, Tarima y Silla…………………………………………………………….38
Graduado Con Honores………………………………………………………………39
Una Ilusión………………………………………………………………………………..40
Me Puse En Bandeja a Ella……………………………………………………………41
Estábamos En Vista Del Mar………………………………………………………….42
El Arquero Y La Flecha…………………………………………………………………43
La vida Se Me Escurre…………………………………………………………………45
Los Arcos Y Los Arqueros………………………………………………………………46
Delia Saraí………………………………………………………………………………48
Estrella Que Brilla………………………………………………………………………..49
Lisbeth…………………………………………………………………………………….50
En La Costa Este…………………………………………………………………………53
Estábamos Amachochados…………………………………………………………54
La Estrella De Marte…………………………………………………………………….55
La Vida Me Dio Cuerda……………………………………………………………….56
La Mitad De Un Par……………………………………………………………………..57
Sin Ver Encima De Quién Me Encimo……………………………………………….58
Palabras Del Autor
Los Arcos y Los Arqueros, así se titula su décima obra del
Autor José Arnulfo Tarín Ornelas quien con mucho gusto la
pone a la luz del mundo y nos dice el autor en su primera
parte de su libro que en su juventud era corto de palabras
pero que procuraba que la vida fuera perfecta, le
gustaba su trabajo, tener amigos y tener independencia,
pero haciéndola de enamorado quiso entrar en el
territorio personal de una jovencita pero la puerta de este
territorio tenía el cerrojo echado.
Pero fue necio, y en poco tiempo logró que ella compartiera su desolación,
cuando Arnulfo la invitó a la mesita de centro que era el hogar de su taza
de café, así anduvieron entrados pero después Arnulfo se hallaba en plena
pesadilla porque ella lo abandonó por uno de la paseada, en su segunda
parte nos dice que cuando Arnulfo se sintió mayor, llevaba a una mujer
colgada a su brazo que no era cabeza hueca, pero que tampoco era de
catorce, a quien Arnulfo le dijo que él tenía un don perfecto y que su
comportamiento para con ella, no sería como el de un asno.
En su última parte, el libro dice que a Arnulfo la vida le dio cuerda para
plantar muchos árboles, hacer cinco hijos y escribir diez libros.

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Amigo Lector
Con el gusto de siempre te doy a conocer mi décima obra titulada “Los
arcos y los arqueros” en breve te digo que le di ese nombre a mi nuevo libro
porque en mi juventud me pasé debajo de esos arcos y con el pasar del
tiempo volví y sentí la curiosidad por escribir este libro, el cual pongo a tu
alcance, en él hago mención de mis hermosas correrías y de tantos
recuerdos bonitos de la ciudad de Querétaro porque ahí pasé mis mejores
días y ahí empecé mi carrera y por eso ahora, esa ciudad sale a relucir para
formar parte de mi historia, donde recuerdo que antes de sazonar tuve
amoríos cuando anduve en el cotorreo y que con el pasar del tiempo, la
vida me dio tantos saberes por eso me doy cuenta que soy yo y que atrás
de mí está mi hijo que empuja la flecha, él es el arquero y yo soy la flecha
que va hacia adelante haciendo las labores del varón sin poder volver atrás
y como los arcos, estuvieron firmes a la llegada de mis demás hijos, hubo
más arqueros por eso la obra se titula “Los Arcos y Los Arqueros”

Espero te guste
Atentamente el autor
José Arnulfo Tarín Ornelas

Ejido La Presita Sinaloa, Sinaloa, México

Pág. 2
Era Buena Oyente

Yo era corto de palabras, también corto de edad, pero no decía dos


palabras si con una era suficiente. Por ese entonces me enamoré de una
mujer cuando entramos a una tienda de todo a un dólar y le regalé un short
porque quería verla en short y lo que vi en sus ojos me serenó cuando eran
las doce menos cuatro, y de dicha mi corazón se puso a rebosar.
Cuando empezamos a platicar su sonrisa se amplió cuando le dije que me
gustaba ver películas viejas y como era buena oyente le seguí diciendo que
mi vida era perfecta, que me gustaba mi trabajo, mis nuevos amigos y mi
independencia.
Ella me dijo que no tenía tiempo para los hombres, pero que se inventó uno
para acompañarme a esa tienda sin importarle que hubo voces alzadas
procedentes de la calle diciendo que yo llevaba una a una cita y que sin
embargo quedó orgullosa de que le hubiera plantado cara.

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No Diría Un No

Cuando nos volvimos a ver ella me dijo: -Ah que se debe este raro placer de
que vengas por acá? - le dije: -No alcanzan las gracias para agradecerte
que me hayas recibido, mi sitio no está en ninguna parte porque en cosas
del amor estoy sin suerte, hasta ahora, y quiero entrar en tu territorio personal,
para mi sería el mejor lugar en que quedarme-.
Ella me dijo: -La puerta de mi territorio personal tiene el cerrojo echado, pero
no diría un no por respuesta a alguien seguro y fuerte, porque deseo a
alguien fuerte al mando de mi vida-.
Yo sentí por dentro un amacijo de temores e incertidumbres, pero en el
último minuto, dio marcha atrás, diciéndome: -Me ha alegrado verte-; ella
era menor que yo, estábamos separados en edades, por dos años y le sugerí
que se alojara en mí.

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El Hogar De Mi Taza De Café

Días después tuvimos otra cita, en la que nada más importaba, me decía su
nombre de pila pero yo podía ver que era plato de mi gusto y me dije: -Qué
haré con la tarde- y la invité a la mesita de centro que era el hogar de mi
taza de café.
Supe que esa noche me iba a costar dormir, porque ya tenía su confianza,
todo lo demás se acercaría y yo no la tomaría como un saco de
entrenamiento.
Tomando café ella me miraba como una boba, y dije para si, ya tengo una
voz que puedo alzar, le dije: -Estoy cansado de estar solo, ahora tengo tu
compañía, antes solo tenía la compañía de mis pensamientos-.
Ella me dijo que para ella había cosas más importantes que ser guapa,
como su destreza, ya que últimamente solo médicos la han tocado por sentir
un dolor en el pecho, fue así como me dejé llevar por un par de ojos bonitos
y las chispas saltaron entre nosotros, porque compartió conmigo su
desolación.

Pág. 5
Sucedió A Primeros De Agosto

Y mientras anduvimos entrados, yo desterré mis pensamientos sombríos,


porque ella estaba deseable. Yo no quería que sucediera algo, pero
sucedió a primeros de Agosto, cuando los perros ladraron y los gatos
maullaron escuché unas voces en la calle preguntando, que es lo nuevo
que se mueve aquí, y otras voces contestaban, es que se fue, y yo pregunté:
-¿Quién se fue?- me contestaron: -Tu enamorada se fue-.
Y me oí a mi mismo decir, no me digan eso, delante de mi mismo, yo creía
que mi relación con ella empezaba a volverse seria pero con esto se puso
mas seria, ahora se ventila que doy patadas de ahogado, pero estoy tibio,
no frio, y no estoy achicado ni achicopalado a mi modo de ver esto, dejaré
pasar y mas cosas dejaré pasar, pero creo en los finales felices, ahora
pensaré en mi propia infancia, en los recuerdos tempranos de los besos y
abrazos de mi madre, antes de hacer una pantomima, porque eso sería mi
ruina.

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Me Abandonó Por Uno De La Paseada

Yo seguí en el rancho, haciendo buenas obras mientras mi corazón sanaba,


porque el final de mi relación con ella había terminado antes de tiempo. Yo
no conocía sus chanchuyes y no estaba listo, pero me preparé para
resignarme y media hora mas tarde todo aquello quedó atrás porque ella
pertenecía a su mundo y no a mí.
Pero después tuve ganas de pegarme por ser tan ingenuo, porque si yo
hubiera usado la cabeza, le hubiera pedido que nos tratáramos más, yo
desconocía si las mañanas de ella serían mejores o tuviera un triste
despertar. Quizás su mañana quedó estropeada y pensé que aquella
mañana que se fue algún día solo sería un recuerdo.
Ella se llevó mis quebrantos pero después yo me hallaba en plena pesadilla
al saber que me abandonó por uno de la paseada.

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En Busca De Algo Que Cuaje

Yo sabía que, en los fines de semana, muchas parejas hacían cosas juntos,
pero yo era novato y me pasaba afanando enfrascado pensando que no
era material casadero, sino un hombre duro de campo y ya hacía un chorro
de tiempo que quería superar mi timidez, ya no quería ser un hombre tímido,
se llegó el mañana que encontré un hueco para buscar la oportunidad de
ver más mundo.
Abrí una puerta buscando la carrera de triunfador, quería entenderle al
mundo y una vez en pie me dije para sí: -Esto es un reto abierto, quiero
conocer mas mundo, aquí estoy lleno de duros y tristes recuerdos, me
enamoré de la mujer equivocada, y me siento atrapado como si me hubiera
robado mi personalidad y lo más bonito que tengo aquí son las chivas, que
mirar, pero lo bueno que aquí el trabajo del rancho ha sido mi billete y seré
recurrente, yendo en busca de algo que cuaje y mejore mi fachada- Salí del
rancho llevándome buenos recuerdos de los que tienen raíces ahí.

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Sin Pegar Ojo

Ya sobre la marcha iba pensando que había abandonado todo lo que me


era familiar, y no sabía cuando volver a mi suelo patrio y de ser así, no sabía
con que bueyes iba arar. Recordaba las típicas hazañas de mi infancia
porque hubo un tiempo en que fui batalloso y remilgoso cuando estuve
protegido por mi abuelo, él me navegaba porque yo era un niño, pero con
el correr de los años, los papeles se invirtieron porque yo ya era un adulto y
mi abuelo era un niño.
Y me permití a si mismo decir; - Soy tesonero, no perverso ni enrevesado, no
tengo facha de estar agotado porque le digo adiós al cansancio y como
no me puedo fiar, avanzo sin pegar ojo echando un vistazo por el espejo
retrovisor, y que me basta con decir sí; una vez que traigo mira y fibra
positiva-.

Pág. 9
Troné Los Dedos

Al poco tiempo troné los dedos porque ya no era el muchacho inexperto de


antes, ya me había hecho un cambio de imagen, y ya me había abierto
camino porque fui puntaje y ante la lluvia que enverdece la llanura había
labrado mi forma de vivir.
Ahora puedo empatar y acuerpar quedando tablas con gente sazonada
de la ciudad, sin que se me noten los nervios. El trabajo me dejaba sin horas
libres y ganaba muchos puntos ante los ojos de las mujeres, mi vida era
emocionante y al lugar que llegaba era la novedad.

Pág. 10
Entretenimiento De Verano

Ahora ya puedo palear la experiencia que conseguí con pesos y


contrapesos. Soy un enamorado de la vida porque el mundo llamó a mi
puerta, quizás para ofrecerme una historia sin fin, porque voy por la libre
encajando donde antes no encajaba.
Y con la música por dentro me pongo cariñoso diciendo para sí: -Va de nuez,
buscaré una mujer que no sea forastera, no importa que sea jornalera pero
que nos llevemos como uña y carne para enseñarle a querer con manual
de instrucciones para que su querer sea estiloso-.
Pero haber si no me pasa lo que me pasó con aquella cuando al termino de
aquel verano me dejó por uno de la paseada y me usó como un
entretenimiento de verano.

Pág.11
Sin Que Nadie Las Arree

Erase una vez cuando yo trabajada en un estado del país de México, la


compañía constructora me dio cambio a trabajar a un pueblito del centro
del país, y mis jefes después de instalarme en un hotel me dieron las
siguientes instrucciones: -Preséntate a la estación del ferrocarril a esperar
que llegue la maquinaria para que la bajes de las plataformas del tren, para
empezar a abrir las brechas haciendo los caminos para darle comunicación
a estos pueblos y hacer las obras de irrigación, para darle vida a ésta región.
Ya llevaba varios días haciendo guardia esperando la maquinaria, mientras
tanto yo aprovechaba escribir a mis padres para que supieran donde
estaba y echaba las cartas al tren correo. La estación estaba retirada del
pueblo y me hice amigo del jefe de la estación y de todo su personal, y ahí
m e la pasaba viendo subir y bajar gente del tren, cuando vi que bajó del
tren una jovencita que venía de otro pueblo de ver a sus parientes,
precisamente cuando yo estaba pensando que en un principio yo anduve
de pantominero y pensaba que no nací para servirle a nadie y tampoco
para que me sirvieran y si una mujer me gustaba y me daba el cortón yo le
decía:- Usted necesita un hombre que la haga a la rienda como a las
yeguas broncas, pero yo sé como amansarlas para que después solitas
bajen a el agua sin que nadie las arree.

Pág. 12
Una Simple Presentación

Tuve esos momentos de altanero pero recapacité pensando que el vino, la


mujer y el tabaco ponen al hombre más flaco y busqué mi tranquilidad
mental, ahora estoy asentadito con mi cabeza en su lugar, y ya pensé
sanamente lo que quiero, disfrutar una pasión en vez de evitarla, quizá por
eso el destino me puso frente a aquella jovencita en la estación, cuando
ella bajaba del tren le tendí mi mano, y ella se quedó observando la pálida
palma sin saber que hacer, pero recapacitó y su mano apretó la mía, pero
nos quedamos sin habla y así empezamos con una simple presentación.
Cuando soltó mi mano le dije: -Es una casualidad que nos hayamos
conocido, hacia donde se dirige?;- -A mi casa- me dijo; yo le dije: -
Permítame acompañarla para celebrar este encuentro-. -Encantada-; me
dijo, era tiempo de verano y camino a su casa empezamos a platicar, ella
me dijo que le gusta utilizar tanto su tiempo como su mente, estando siempre
activa, y empezamos a tutearnos; yo le dije: -Eso hace que tú tengas paz y
belleza, y experimentas una libertad maravillosa, en cambio yo soy
simplemente lo que vez- le dije mirándola a la vez.
Y fue algo tan natural lo que le dije, sin que ella dijera una sola palabra, yo
estaba cansado de guardarme todo para mí, necesitaba contarle a alguien
mi vergonzosa historia y que me diera su opinión sin importar el contenido
de ella y quizá eso hiciera sentirme mejor, aunque todo el mundo ha hecho
algo de lo que no está orgulloso.

Pág. 13
Cuando Las Nubes Se Agalopaban

Y por eso con mi voz cargada de pena sin tapujos le conté todo lo mal que
andaba yo poco tiempo antes de conocerla, pero aquello quedó atrás que
ahora soy un hombre formal y conozco la decencia porque ya crucé
aquellos momentos de altanería y ya puedo hablar enserio. Pero algo me
decía que ella también tenía sus propios secretos y que en algún momento
quisiera deshacerse de viejos recuerdos.
Fue entonces cuando me dijo que no aparta de su mente los recuerdos de
cuando vivió en el oasis, aquel lugar tranquilo donde nadie la perturbaba y
me gustaría que tú y yo compartiéramos el amor por la paz, nada más que
cuando el silencio impera ocasiona cierta tristeza.
Con un coqueteo puso un poco de distancia entre ambos, sin perder el
contacto por completo y cuando empecé a engatusarla fue claro el rumbo
que podrían tomar las cosas.
El camino era largo de la estación a su casa, donde llegamos y ya habíamos
platicado bastante, nos despedimos cuando las nubes se agalopaban por
encima de las colinas, eran un mal presagio y a pesar de aquella amenaza
me dirigí hacia la tormenta quedando medio entrados para seguirnos
viendo cuando ella dijo: -No deberías irte, esta muy amenazante el cielo-; le
dije: -No pienses que me voy para librarme de ti-; Me dijo: -Pero va a llover-,
le contesté: -Me gusta la lluvia, me mojo, me seco, he sido hombre de
campo y considero a los árboles paraguas naturales-.

Pág. 14
Tormenta Veraniega

Ella se quedó preocupada, pero yo le hice frente ala tormenta, el baño de


lluvia me sentó bien, el atractivo fue sentir la sensación de haber desafiado
a la naturaleza y vencido por haber cruzado aquella tormenta veraniega,
lo que dio pase a que yo me sintiera un hombre de retos.
Nunca antes había tenido un deseo tan salvaje, pero me di cuenta que
entrarle a las tormentas era fascinante, se que vendrán mas tormentas en
mi vida y trataré de cruzarlas, tal vez eso sea el secreto del éxito.
Tres días después fui a buscarla, quería verla porque lo novedoso de su
comportamiento no era la única razón por la que no podía quitármela de la
cabeza, sino que no se había dejado impresionar por mis palabras y eso la
convertía en una mujer única, y para mi eso se convertía en un reto grande
porque me resultaba fácil dejarme llevar por mi pasión, pero me ordené a si
mismo controlarme para escaparme de la sensación de sentirme rendido y
no permitirme caer bajo su hechizo. Pero ella tenía la llave de lo que la hacía
poderosa y podía elegir entre frenar sus ansias o reforzar su armadura.

Pág. 15
Amarla Me hizo Crecer

Yo iba a su casa porque quería volver a verla, no me había hecho llorar; de


hecho, si pensaba en ella no me ponía triste sino invadido por un sentimiento
muy cálido, pero no debo guiarme por el hecho de que su cuerpo y su
personalidad me persiguen, las emociones no deben afectar mis decisiones
y pienso que debo conocer su mente.
Cuando llegue a su casa, ella me recibió de buena gana y la respuesta que
yo daba a ella era pura, de esa manera pretendía mantenerla y ella
experimentó que yo la pretendía de una forma desconocida para ella. Pero
yo estaba más ansioso por descubrir a la mujer que se ocultaba tras un
precioso cuerpo como el de ella, que en descubrir y gozar el cuerpo en sí.
Pero ella se abrazó de mi atacando todas mis defensas y yo ansioso por
descubrir cada poro de su cuerpo, le acaricié los brazos cuando ella se
derretía ante aquella presión y formé una prisión de la que ella no quería
escapar. Y la consideré como el centro de mi universo porque amarla me
hizo crecer.

Pág. 16
Me Sentí Mayor

Solo que ella ya no tenía catorce y yo no llevaba una mujer de cabeza


hueca colgada a mi brazo. Ella era todo lo que me gustaba de una mujer,
joven, optimista, tenía boca sensual y soltaba todo lo primero que le pasaba
por la cabeza, pero no es la chica que cae ante un beso y termina boca
arriba, más sin embargo no quería apartar su boca de la mía.
Y fue entonces cuando me sentí mayor y entendí que algunos hombres
están destinados a desaparecer porque no harán cola a su puerta.
Yo sabía que ella no era una mujer a la que yo pudiera seducir y luego dejar,
ella estuvo excavando en mi vida personal de hombre, porque había vida
en sus ojos y buscábamos las mismas cosas de la vida, ella buscaba una
relación permanente que tuviera buenos cimientos y yo le lancé mi verdad
como si fuera una bomba, le dije que yo buscaba tener un don perfecto y
que mi comportamiento para con ella no sería como el de un asno.

Pág. 17
Una Fiesta Ruidosa

Su jardín era amplio y pudimos pasear por él, su vestido era sencillo y le
encajaba como un guante, hablaba sin parar y no tenía replica, yo apenas
decía nada y el interés que mostraba hacía ella, le gustaba. Y ante su vida
social yo quería hacerme notar, y dije para sí: -Está tan delgada que no se
le nota ni una curva y en ella no hay nada que no sea pomposo-. Intentaré
cazarla antes de que otro la lleve al altar.
Pero mientras fue mi compañera de mesa, porque había una fiesta ruidosa
en su casa, ella se levantó y giró en redondeo y se escabulló entre las parejas
que bailaban, yo me sentí malhumorado y le hablé como un personaje de
novela pedante, diciéndole: -No me gusta este bullicio-; la tomé del brazo
apartándola del bullicio y supo que soy un hombre dotado de un gran
autodominio y me despedí de ella delante de su casa sintiéndome
inquietante.

Pág. 18
La Jareta Abierta

Con mi proceder la dejé acatarrada, después quise ser explicativo con ella
y encontré un hueco donde descubrí sus gustos, me presenté ante ella y le
regalé una caja de bombones, porque supe que los bombones eran su
debilidad; pero salió su madre y nos vio juntos, su madre era baja y gruesa y
no le parecí hombre notable y me dijo: -Mi hija es insufrible y guapa- y yo le
dije: -Señora, su hija está embriagada de sol y de aire fresco y si llevara una
vida distinta a la que lleva sería una pena-. Su madre se retiró diciéndome: -
Te voy a dejar la jareta abierta pero no le vallas a hacer una treta-.

Pág. 19
No Quiso Dejar Solo Al Gato

Le dije a mi enamorada: -A tu madre no pude darle otra cara porque su


respuesta me pareció muy escueta, pudiera aumentar su ira, si nos
comunicamos por telepatía, mi necesidad de verte en aumento iría-.
Pero luego regresó su madre y mi enamorada le dijo que ya habíamos
hablado en el jardín y su madre le contestó: -Ya lo sé, eres una mina de
información, pero no de información útil-. Se fue enojada y nos dejó solos, y
ante las dudas que iban y venían fingiendo inocencia, ella me dio la
respuesta que iba de mi propuesta aceptando ir a una función teatral a la
que asistimos al siguiente día por la tarde.
Tres días después por la tarde me presenté en su casa y la invité a cenar,
pero no aceptó porque no quiso dejar solo al gato y me dijo: -Podemos
cenar aquí en la casa, así podemos asegurarnos de que el gato está aquí-.
Pensé para mis adentros: -A mí no me gusta comer con gato, pero aceptaré
porque por segunda vez seremos compañeros de mesa, ante las rabietas
de su madre. La cena estuvo deliciosa, le di las gracias y al despedirme ella
me dio un beso en la mejilla y le dije: -Esto ha sido un bonito final para el día-
.

Pág. 20
Pueblo Perdido

Al siguiente día nos volvimos a ver y me contó algo de su pasado, me dijo


que un pueblo lejano al que no quería ir pero su madre le dijo: -Ándale,
vamos, la ropa que llevarás puesta soportará el viaje sin arrugarse, a lo mejor
conoces a un hombre agradable en ese pueblo perdido-.
Me siguió diciendo que los habitantes de ese pueblo se acostaban muy
temprano y se levantaban antes del alba y los pocos veraneantes hacían lo
mismo, no había sitio al que ir. La gente usaba ropa campestre al aire del
verano, pero se podía contemplar el amanecer y el lago donde se iba a
pasear en una lancha de remos, cuidaba el jardín y el huerto, y arrancaba
malas hierbas y se tiraba en la hierba descalza a oír los sonidos que nunca
oía, el zumbido de las abejas, el batir de las alas de las libélulas y mariposas.
Me siguió diciendo: -No encontré ningún hombre que me tratara de forma
especial ni de ninguna otra forma, consideré que haber ido a ese pueblo
fue una tontería-.
Yo le dije:-Yo no seré muy especial por el carácter arisco que tengo, en
cambio tú eres bella y de trato agradable, pareces una estrella de cine, y
no sé si estés desencantada de mí, pero mi último pensamiento es para ti, y
no quiero que los cálidos momentos que hemos pasado juntos, se congelen
porque el creciente interés que siento por ti, no es una fantasía pasajera.

Pág. 21
No se Distinguía Por Sus Curvas

Dos días después era media mañana cuando pasé por una plazuela y me
senté en una banca queriendo aclarar mis dudas porque ella no se
distinguía por sus curvas, sino por otras cosas y yo estaba mayorcito y quería
decidir que hacer con mi vida, pero sentí sueño y en la última cabezada me
sorprendí al mirar de frente a una mujer que me decía: -¿Qué haces?- Le
dije: -Estoy arreglando el corazón que me rompiste-, me dijo: -Estoy segura
de que lo has arreglado, saliendo con esa tipa que traes-.
Le dije: - El golpe que me diste fue tan duro que esta tipa está haciendo lo
que puede, tu y yo nunca estuvimos de acuerdo-. Me dijo: -La vida sería muy
aburrida si todos estuviéramos de acuerdo-.
Yo le dije: -Ella es una mujer maravillosa y no solo es bella, sino también
tenemos en común muchas ideas y cuando estamos juntos no nos aburrimos
nunca, además viste muy bien y es experta en lo relativo a la moda
femenina, es muy guapa y está muy bien dotada, en cambio tu usas un
vestido demasiado llamativo, blanco y negro porque ese es tu estilo, pero
la ropa provocativa siempre se ve mal, y si intentas llamar mi atención te
advierto que otra ya conquistó mi corazón-.

Pág. 22
Su Curiosidad Mató Al Gato

De la plazuela me fui directo a mi habitación porque tuve un momento de


flaqueza a la hora de enfrentar mis sentimientos y al sentir impotencia, tuve
una idea perturbadora que hizo verme en el espejo de cuerpo entero y el
espejo hizo que viera en mi una imagen viva y la imagen viva me ayudó a
concentrarme.
Entrada la noche, sentado frente a una tasa de café, miré el cielo
despejado pero el nuevo día amaneció nuboso y el siguiente amaneció gris,
esperé una bonita mañana para ir a ver a mi enamorada, quien me
contestó el saludo con un buenos días bastante formal, cuando yo le
entregaba bonitas flores y me dijo: -Tengo aire de una persona feliz-; y me
dijo que ella sabe que en mi interior late el corazón de un hombre de verdad
y que también sabe que no puedo mostrar un lado desconocido para ella,
y que podía haber más en mí de lo que ella veía a primera vista; pero que
ella no estaba segura de saber que era, pero que desarrolla el papel de
curiosa y no quiere dar pie a las provocaciones, porque su curiosidad mató
al gato y que parece impensable que tenga esa curiosidad que es obvio
que cuanto más lo piensa más retorcida le parece su lógica de ser curiosa.

Pág. 23
Me Plantó Su Cara

Esa noche después de darme un baño me puse ropa formal para ir al


restaurant del que era cliente habitual y al entrar me di cuenta que
festejaban aniversario del restaurant, bailaba una rubia desnuda de pechos
inmensos que desafiaban las leyes de la naturaleza.
Al siguiente día por la mañana yo me desperecé después de darme un
baño y me puse elegante para asistir a la cita ala que mi enamorada dijo
me dejaría plantado, porque le pareció mal que yo hubiera asistido a la
celebración del restaurant porque di pie a la provocación.
Pero siempre asistió a la cita para decirme que no le convenía arriesgarse a
que el desplante se volviera en su contra, porque no quería rememorar lo
que había sentido, pero que se sintió el hazme reír del pueblo, y que se sintió
reducida al pensar que yo me divertía buscando tentación.
Con aspecto aniñado yo le dije: -No te preocupes, yo me hice de la vista
gorda porque se que un idilio arrollador atraerá la atención nuestra, porque
tu vestir atrae la moda-.
Ella me dijo que se sentía tentada presentarse vestida así ante mí, que se le
había moldeado el carácter porque sabía que me gustaban los desafíos y
me plantó su cara diciéndome: -Quiero serte valiosa-; y le dije con aspecto
adultado: -Desde hoy te conviertes en autoridad sobre mí, contigo me siento
seguro, protegido contra la explotación femenina-

Pág. 24
Con La Cabeza Gacha

Yo me sentía amoroso, porque ella usaba ropa a la moda para mi presencia


y muy contenta me dijo que el paisaje que se abría ante ella en su línea de
visión era para encontrar amor y paz.
Yo le dije: -Me gustaría ir al monte para estar en el silencio contigo, porque
tú entenderías mi necesidad de esa clase de paz-. Me dijo: -Estaría bien,
mientras no haya arañas y que tenga una linterna en la mano-.
Le dije: -No te preocupes, con la cabeza gacha y con linterna en mano,
buscaremos esa clase de paz para ver nuestra victoria final-.
Y en ese momento nos despedimos, porque me llegó el aviso de que llegó
la maquinaría y que fuera a bajarla del tren a la estación.

Pág. 25
Cuando Rajé La Tierra

Mi reacción no fue quejosa, ya que a deshoras trabajé a cabalidad, hasta


terminar de bajar la maquinaria y se dialoga y se acuerda que ponga en su
lugar de trabajo cada máquina y así lo hice.
Tuve que transitar máquina por máquina, cruzando rancherías y poblados
pequeños, la gente se asustaba de ver aquella maquinota, pues nunca
habían visto una máquina; unos corrían y se metían adentro de sus casas y
otros se hincaban y se persignaban, pensaban que era un castigo de Dios,
yo recuerdo que gran parte del país estaba virgen y todo eso costó meter
la comunicación a los pueblos.
Recuerdo que cuando rajé la tierra haciendo el primer canal, muchos
hombres viejos se pasaban el día viéndome trabajar con la draga y se reían
mucho, en la hora de la comida se acercaban a mí y me decían
emocionados: -¡Qué barbaridad, cuanta tierra mueve esa máquina!, antes
nosotros a pico y pala tardábamos un año haciendo una zanja, y usted ya
casi termina en un día ese canal tan grande, que cosa tan bonita es esto-
me decían.
Yo me sentía contento porque tenía un trabajo de ensueño, la región
presentaba grandes necesidades de desarrollo y yo disfrutaba mucho de
ver ala gente contenta y ver cada obra realizada.

Pág. 26
Estoy En Una Encrucijada

Pudieron aceptar mis sugerencias y limar algunas dudas, sintieron una


confianza que se extendía en sí misma cuando les dije: -Me gusta mucho mi
trabajo y esta obra terminará siendo la maravilla que todos esperamos-.
Los campesinos me preguntaban: -¿Usted gana mucho dinero?, les dije: -Si,
pero el dinero no versa con mi manera de pensar, porque hay cosas mas
importantes en la vida, como saber hasta donde me guían mis esperanzas-
y ellos me decían: -Lo guiarán hasta el cielo que es su límite-.
Eran tantas las obras que se construían a su vez en el país que los obreros por
medio de cartas nos comunicábamos y nos dábamos cuenta de lo que
sucedía en cada lugar, y recibí una carta de un amigo mío que trabajaba
en un rincón del país y me decía en su carta que cuando entró la primer
máquina que iba a hacer un camino de terracería llegó a ese poblado y la
gente se asustó tanto que se hacían las mil cruces y sacaban canastadas
de maíz y se lo aventaban a la máquina diciendo que era un puerco que
traía hambre y que era un castigo del cielo para ese poblado.
Le contesté la carta a mi amigo diciéndole como estaban las cosas por acá.
Le dije: -Fíjate que cuando empecé a hacer el segundo canal, toda la gente
de las rancherías se me echó encima con maquete en mano y me dijeron
que parara la máquina, que primero el gobierno tendría que pagar los
terrenos afectados por dichas obras y mientras son peras o son manzanas,
aquí estoy en medio de los campesinos y de los soldados; como la vez, así
están las cosas por acá, siento que estoy en una encrucijada-.

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No Era Caído De Agujas

Pronto se resolvió el problema y dieron la orden de continuar con el segundo


canal, yo simpatizaba mucho con los campesino, me sobraba que platicar,
ellos me decían: -Está usted muy joven-; y yo sentía que tenía mucho
pasado, les conté cuando estuve en el estado de Chihuahua, ellos atentos
escuchaban, yo era casi un niño, pero me gustaba ver el éxito que tenía la
gente en la vida y entré por los pasillos de una casa y olían a frescos arreglos
florales, en esa casa vivía un matrimonio de oficio comerciantes y también
eran destajistas y construían las obras para la vía del tren. Yo les pedí trabajo
porque no era caído de agujas, me dieron trabajo de dependiente en la
tienda, por tener letra clara y por ser bueno para la multiplicada; los
comerciantes eran personas tan inteligentes que a ellos les debo parte de
mi formación.
Por aquel entonces ellos ya habían recorrido todo el mundo, y la enseñanza
que me daban era de conocimientos generales, en ese tiempo se construía
la vía del ferrocarril Chihuahua – Pacífico, y yo surtía la mercancía a toda la
sierra de Chihuahua y a la edad de trece años me consideraban tan
importante por el poder que mis patrones me daban; y tuve la dicha de
abordar el primer tren cuando se inauguró la obra, y por tren distribuía la
mercancía, por la serranía después de surtir en Los Mochis, Sinaloa.
Tuve tanta relación con las compañías constructoras de esa obra, lo que ya
marcaba el rumbo de lo que yo sería después, y luego dije: -Como la ven
amigos campesinos, todo aquello forma parte de mi formación, y aquí me
tienen trabajando para el progreso de México-.

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Aprendí A Volar Cerros

A los campesinos les gustaba saber todo de mí, pero yo no les podía contar
todo, pero sí algo, y me preguntaban: -Antes de ser operador, ¿a que más
te dedicabas? – y yo les decía:- Antes de ser operador yo ya tenía
conocimientos de albañilería y de carpintería, pues desde muy pequeño
ayudé a mi padre a trabajar y de él aprendí algo de eso, pero además; fui
buen arriero cargando mulas de arena del río para las obras del riel en
Chihuahua-.
Y al simpatizar con los obreros hubo hombres que me enseñaron a manejar
la dinamita y en poco tiempo aprendí a volar cerros, a manejar el agua
aprendí solo, en los ríos me tiraba clavados hasta de doce metros de altura
y me gustaba cruzar los ríos cuando iban bien crecidos. Ellos me decían: -
Quiere decir que, ¿te animarías a cruzar este rio Lerma bien crecido? – Y yo
les decía:-No solo el río Lerma, también el río Guallalejo, el río la Soledad, el
río Fuerte o cualquier otro río del país.- porque hasta hoy me considero muy
bueno en natación y yo no les podía mentir, porque ahí se estaban
construyendo grandes obras y de todas partes del país llegaban obreros a
trabajar ahí y todos daban buenas referencias mías afirmando que era
cierto lo que yo decía porque para esas fechas era un mundo de gente la
que me conocía.

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Más Allá De La Sombra

Por otra parte les contaba a los campesinos que yo aprendí a trabajar
estando casi siempre abandonado por la escuela. En aquellos tiempos no
había escuelas y lo poquito que estudié fue porque mi padre pagaba el
maestro y fabricaba mi mesabanco, y en ocasiones construía el aula con la
ayuda de otros padres de familia, más sin embargo en lo poquito que
estudié aprendí algo. Y en el mundo de los obreros he dado que decir
porque muchos jefes de las obras me han citado a sus oficinas solo para
preguntarme de que escuela vengo, que seguramente vengo de una
escuela muy fregona porque soy bueno para los números y que soy buen
matemático y bueno para calcular que por eso soy brazo fuerte para las
obras, y yo les digo a mis jefes que he aprendido en la escuela de la vida, y
que con hechos me he formado en el terreno de los hechos.
También les comentaba a los campesinos que lo que antes yo había sentido
por las mujeres era pasajero y lo que ahora siento no es un romance sin
importancia, sino que es un despertar para no poner en riesgo mi corazón y
mi tranquilidad, y ya no se apoderan de mí los fantasmas del pasado y cada
paso que doy va cargado de interés para encontrar lo que busco.
Ahora ya no siento el enfado que antes sentía porque ya tengo mi hoja de
vida y no es una hoja con tacha, es una hoja de servicio, ya no soy novato,
ahora soy más audaz, más andable, porque anduve mas allá de la sombra
sin haber tenido padrinazo.

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Estoy En Un Brete

Les seguía diciendo a los campesinos: -Anduve por una ruta desconocida,
haciendo valer las reglas del juego, hice mella encontrando el camino libre-
Aunque con esto no todo está dicho y no todo está dado, pero mis ideas y
mi sentir van de la mano y soy bien visto por la sociedad y con eso soy
agradecido.
Les seguí diciendo: -Cuando decidí empezar mi vida, rompí con todo lo
anterior, abandoné aquel estilo de vida, era la única forma de salir del pozo,
yo sabía que la vida podría ofrecerme algo más que desilusiones y que me
convertiría en el dueño de mi propio destino, el trabajo me ofreció una
salida, una vía de escape y en poco tiempo pude ejercer mi autocontrol y
pude ascender en la escuela del éxito-.
Muy atentos los campesinos me escuchaban y el más sobresaliente de ellos
me dijo: -Tú eres un modelo a seguir, porque el trabajo duro y el sufrimiento
hicieron que tengas una coraza muy dura-.
Les dije: -En mi trabajo, mi persona no se arrastra, aunque siempre hay
envidia con mi trabajo mato la grilla, porque mi trabajo está en un brote y
yo por trabajar estoy en un brete-.

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Empezó A Garabatear

Tres días después de platicar con los campesinos me presenté en casa de


mi adorada jovencita y me sorprendió lo sensual que era, aunque había
detenido con sus manos el beso que le había dado en la boca, pero supo
que yo era el hombre ideal para conquistar sus miedos.
Posando mis ojos en ella nos dimos otro beso que logró detener el mundo,
pero luego me dijo: -Tengo celos de ti, eres tan provocativo cuando hablas
con otras mujeres-. Lo dijo con la intención de parecer seca y claramente
me dijo: -Que su amor corresponderá al mío si llegamos a socializar, que
mientras eso sucede se comportaría con decoro.
Centré mi atención en ella cuando me dijo a la cara todo lo que no
esperaba saber, me dijo: -Desde que te conocí no he dejado de pensar en
ti, desde que le hiciste frente a la tormenta, ese día sentí que desaparecías
de mi vida-. Luego me dijo: -Si algún día tú y yo llegamos a hacer vida, yo te
pediría que me construyeras un jardín, pero para eso se necesita tener
imaginación y mucha destreza-. Le dije: -No hay nada de lo que disfrute más
que de un reto, si algo se puede imaginar también puede construirse-. Tomó
un cuaderno y un lápiz y empezó a garabatear como le gustaría su jardín.

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Un Compromiso Válido

Al siguiente día me levanté temprano, era un sábado relajado y tranquilo,


dejé en la mesa mi traza de café a medio beber para ir en busca de ella y
al estar frente a ella mi animosidad personal me orilló a decirle que quería
una relación duradera con ella.
Ella se relajó al decirme: -Tú eres el hombre de costumbres y a mi me gustaría
dejarle claro al mundo que me uno a ti, contigo estaré más cómoda que lo
que me he sentido en años, y ojalá que los años que están por venir sean los
mejores de mi vida-.
Le dije: -Y para que así sea yo cargaré el peso del mundo, el mío y el tuyo-.
Ella me dijo: -Si tuviéramos un hijo en medio, encontraríamos un compromiso
válido y nuestra historia sería inolvidable-. Me dijo en su día.

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Un Hombre Capaz De Ser Tierno

Yo me preciaba de ser un hombre eficiente me presenté soltero y sin


compromisos para terminar unido a ella, deseando que algo nuevo naciera
entre ella y yo.
Yo no podía olvidar aquel pelo que me gustaba tanto acariciar cuando
sentado en la silla descruzaba una pierna y cruzaba la otra. Por eso di paso
necesario para formar parte de su vida e integrarla a la mía, ella me dijo que
esperaba que yo fuera un hombre capaz de ser tierno.

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Un Convenio Verbal

En el Bajío continuaban las obras, por esas fechas ya sonaba el plan maicero
en el valle de Abasolo Tamaulipas, allá por la frontera de Matamoros donde
se abrían muchas obras y como ya estábamos comprometidos le dije que
nos iríamos a Abasolo Tamaulipas, pero antes llegaríamos a la Laguna de
Chapala disfrutando un paseo.
La chorreaba el gusto por los ojos diciéndome que a ella le gustaban tanto
las sorpresas como a mí y eso versa entre nosotros, porque nos parecemos y
dijo: -Nos iremos y estaremos pendientes el uno del otro, pero yo no
soportaría que me hicieras el amor y luego me dejaras, además soy un ser
humano y el ser humano se acerca al árbol que da sombra-. Antes no había
ocurrido nada, todo había sido físico y mi autocontrol empieza a flaquear,
iba acalorada, acongojada y anonadada, me dijo: -Si tú me pidieras que
rompiéramos, nada romperíamos porque nada formal hay entre los dos,
pues hicimos un convenio verbal y nunca vimos a un consejero matrimonial-
me siguió diciendo: -La vida es dura para los débiles, y verme así me ha
hecho ver tu pasado, se que haz dejado muchos corazones rotos por no ser
capaz de resistirte a la tentación, pero también se que no has hecho una
promesa que no puedas cumplir-.
Le dije: -La vida es siempre lo que estamos viviendo, y cuando se ama es
cuando se consigue ser algo de la creación. Pero no te preocupes no te voy
a llevar al cielo para dejarte caer al suelo.

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Tomé El Timón

Y ese mismo día por la tarde dejamos aquel lugar donde nos conocimos,
lleno de recuerdos de todo lo que habíamos hablado y reído. Abordamos
una lancha motora, yo tomé el timón y comenzamos a navegar por el río
Lerma y al llegar a la laguna de Chapala, ella se bajó descalza de la lancha
con ayuda mía y caminamos en la arena, de repente ella frenó y la idea de
no querer seguirme la hizo sentir que perdía algo preciado y se emparejó a
mi y avanzamos hasta llegar a una bonita playa donde compartimos
pensamientos, sueños y ambiciones.
En aquella bonita playa nos pertenecimos y fue entonces cuando le dije: -
Esta relación no es provisional, ya dio pase a una relación permanente-.
vacilante, ella me dijo: -Haces el papel de anfitrión encantador, eres lucido-
le dije: -Yo te desee desde el primer momento en que te vi, cuando pusiste
barreras entre ambos, normalmente yo me hubiera alejado pero tienes algo
que me hizo regresar a ti-, me contestó: -Tu regreso puso fin a mi agonía
porque con el beso aquel que me diste en la boca, me dejaste cautiva-.

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Con Los Ojos Como Platos

Después de disfrutar todo lo bello que es Chapala, partimos rumbo al Valle


de Abasolo, donde conseguí muy buen trabajo y pasado algún tiempo le
dije: -Te propongo lo que tengo ahorita en la cabeza, a ti te hace falta una
casa con un toque personal hogareño donde puedas disfrutar de un cielo
lleno de estrellas y una luna tropical-.
Mi mujer me dijo con los ojos como platos: -Eso sería el paraíso y yo no lo
dejaría para volver al caos de la ciudad-. Le dije: -Es lo que puedo
proponerte, lo demás quedará a un segundo plano-.
Pero después me dijo que se sentiría vacía si no regresaba al lugar donde
nos conocimos y que pediría con todos los rezos para que en ese lugar
tuviera una casa habitual que fuera un hogar ideal-. Y le di ese gusto, al
escuchar su suplica, haciéndole ver que ahí nos anclaríamos que, porque
yo ya no quería andar como las canoas, pa’ allá y pa’ acá.

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Con Cocina, Tarima y Silla

Le pregunté a mi mujer: - ¿qué marchó mal en tu niñez?- me dijo: -Antes de


que yo naciera mi madre quería una muñeca que fuera adorno pero en eso
llegué yo, a mi me gustaba hacer cosas y ella simplemente quería que yo
estuviera presente, pero nunca estuve contenta con ser un adorno-.
Y días después nos instalamos en aquella casa habitual con cocina, tarima
y silla, mi mujer hundida en la silla y yo acostado en la tarima, le dije: -Esto no
rima, aquí falta activilla-.

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Graduado Con Honores

Instalado ya para siempre en un solo lugar me dije: -Aquí la estoy pasando


genial, porque ya no voy a rodar y rodar, ahora puedo tomarme un periodo
sabático, pero no voy a armar alboroto-. Ahora en la mecedora ocupo el
sitio de honor, y digo para sí: - En mi juventud yo me consumía en el fuego
del deseo, un deseo que no podía con él y no sabía romper el hechizo de
un deseo desenfrenado, porque no podía pensar, solo sentir; y me dejaba
afectar por el desdén pero de aquí pal real ya no andaré al garete, y a estas
alturas ninguna lección será dura para mí, porque al transitar de mi vida le
encimé lo que aprendí en el camino real, donde tuve la escuela de los
golpes, fue el mejor lugar para aprender las lesiones de la vida y en la
escuela de los golpes, yo fui graduado con honores, ahora mi persona tiene
vibra y saber y da a la luz una nueva cara.

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Una Ilusión

Sentado en la mecedora a mi mente llegó un bonito recuerdo de cuando


en mis tiempos tuve un bonito momento, una ilusión, estábamos en Marzo y
ella tenía tiempo de pensar y trazar un plan. Tiempo después las cosas se
pusieron feas, en un día que se estiraba sin fin, me dejó una nota cobarde
en lugar de tener un encuentro conmigo cara a cara.
Me decía en su nota que había llorado sin parar y buscaría otro sitio, donde
hubiera mayor número de kilómetros entre ella y yo, porque vivir ahí le
arruinaría la vida, que por eso huyó como una gallina.
Pensé para mis adentros: -La amo como es ahora, no el recuerdo de la niña
que fue, porque si existía una mujer para quien yo estuviera hecho, era ella,
la mujer que tenía grabada en la mente-.
Yo le tuve aprecio porque llegué a saberla mi amiga desde que era niña,
cuando una parte de mí estaba rota porque llevaba una vida solitaria y la
otra parte quería ataduras, a ella le gustaba hablar y yo estaba de humor
para escuchar cuando decía: -Eres muy mono para ser tan mayor-. Yo vestía
pantalón blanco cascara de huevo y a veces andaba vestido con lo que
parecían trapos.

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Me Puse En Bandeja A Ella

Ella se sentía adulta pero era demasiado pequeña para que yo le dijera que
no es quien cree ser, pero el tiempo había pasado y ella se había ido y yo
no quise buscar una mujer que fuera de una sola noche, que me hiciera
olvidarla y pudo bastar esa verdad para ir tras ella, por eso clavé la vista en
las tranquilas aguas tratando de endurecer el corazón sin que apareciera el
drama de levantar viejas heridas ni de hacer pucheros.
Pero en la última hora de la tarde, tuve una complicación que no había visto
venir, la encontré en el hospital porque cayó enferma y cuando la dieron de
alta salió vestida con ropa talla grande diciéndome que era yo el que hacía
que se sintiera más cómoda usando ropa de talla más grande, para ocultar
sus encantos femeninos y que adentro del hospital no quiso hacerme esas
confesiones a pie de cama y me dijo: -He cometido muchos errores, amarte
a ti ha sido uno de ellos-. En sus ojos había fuego, en su voz desesperación y
cuando la besé, me resultó muy fácil dejar de pensar, porque me puse en
bandeja a ella, porque era una mujer, diferente al resto.

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Estábamos En Vista Del Mar

Sentado en la mecedora recordaba que mi vida continuaba y yo seguía en


mis correrías, disfrutando de mi soltería y cierto día conocí a una mujer de
ojos verdes en un lugar donde teníamos seguridad vecinal.
Estábamos en vista del mar y después de ser amigos me dijo: -Es agradable
saber que me invitas a tomar un café decente-. Tomando café me dijo que
no venía de familia adinerada y que tenía muchas cosas en las que pensar.
Le dije: -Cuando te conocí yo deseaba que no tuviera curva en mi desear
porque te amé con solo verte, estás aquí conmigo y te echo de menos,
deberíamos ser compañeros de vida, ser equipo, somos vecinos y amigos,
no rivales-.
No me dijo ni si ni no, solo que se iba a otro pueblo y su decir era que pronto
volvería llamando la atención a lo positivo. Y al irse a otro pueblo se despidió
de mí, lucía unos pantalones con bolsillos y una camiseta de algodón.
Poco tiempo después a su regreso, que conocida se me hacía y que distinta
a la vez, seguía teniendo los mismos ojos verdes y seguía teniendo mas
curvas que antes; al llegar, su salón ya tenía música y olía a café, me dijo: -
Sabes que escribo del mismo modo que hablo, sin saber cuando voy a
parar, llevaré una vida de autora, pero permaneceré en el anonimato-. Ella
sabía que yo miraría con lupa todo lo que ella escribiera porque sabía que
yo prefería sus ojos verdes, su inteligencia y la pasión que había en ellos.

Pág. 42
El Arquero Y La Flecha

En este hoy recuerdo que antes de sazonar tuve amoríos que me dieron
atole con el dedo cuando anduve en el cotorreo, y como no soy hombre
que se aísla, por eso triunfé en mi recorrido y puedo saber quién soy; porque
trabajé en ello aunque caí en un bache que no lo pude medir mientras pasé
por él, porque andaba al tín marín o para donde apuntaba el huarache y
la perdida de tiempo era el mayor de los derroches, contaba los meses
perdidos con los dedos de la mano y no quería crear malestar a mi mujer
pero le causé muchos nervios cuando crucé un puente falso donde en mi
mente me vi en el otro lado donde mi mujer y yo tuvimos un hijo en medio,
que fue el parachoques entre ella y yo, cuando estuve a punto de perder
mi mitad al nacer, mi hijo.
Pero ahora en mis sueños de estar vivo, me imagino que estoy jugando en
el campo de la vida, donde la vida me ha dado tantos saberes cuando al
principio llegué a pensar que mi esperanza era vana y finalmente me cayó
de perlas porque al retornar de tierras lejanas sé que soy yo, y que atrás de
mi está mi hijo que empuja la flecha, él es el arquero y yo soy la flecha que
va hacía delante con paso veloz haciendo las labores del varón. Sin poder
volver atrás.

Pág. 43
En su último recorrido por el país, el autor visita Los Arcos de Querétaro, acompañado de sus amigas,
Tachi, su hija Alondra y su nieta Alondra. El autor recordó sus bellos momentos de su juventud porque
siempre le gustaba estar al pie de los arcos, y porque un buen tiempo vivió en Querétaro al inicio de
su formación.

Pág. 44
La Vida Se Me Escurre

Pero recordé que cuando anduve en tierras lejanas, estuve en un lugar


donde hay muchos arcos y ahora mi mente interna me dice: -Tú has estado
acostumbrado al mando, no estas de membrete, pero tampoco debes ser
oponente, porque esos arcos están firmes, esperando a los arqueros que
vienen en camino para empujar la flecha, y esos arqueros pueden ser tus
hijos-.
Ahora pienso que evitaré la engordadera para no caer al suelo porque
quiero verlos crecer, no quisiera envejecer, pero la única forma de no
envejecer es morirse joven, pero si me recibe la vejez ya no seré más, porque
no miraré hacia adelante, recordando miraré hacía atrás y mientras que la
rápida vida permite que la bola ruede, la vida se me escurre.

Pág. 45
Los Arcos Y Los Arqueros

Seguí recordando que en aquel lugar lejano donde estuve, hay muchas
casas antiguas que fueron construidas en el tiempo de la regencia, ahí pasé
mis mejores años de mi juventud donde mi esperanza nació con la rapidez
de un rayo para formar mi rostro; un rostro que formó parte de mis fantasías
de adolescente y que ahora estas fantasías les cuesta trabajo desaparecer.
Con el pasar de los años volví a ese lugar para ver a mis amigos, Joaquín
Sánchez, Antonio Zepeda y José Trinidad Sánchez, como también a sus
hermanas Carmela, Tachi y Chela y a todo un conjunto familiar que
encabezaron Roberto Sánchez y doña Rafa. Hasta hoy todo este conjunto
me resulta cómodo y familiar como si no hubieran pasado los años.
Y cuando Tachi, su hija Alondra y su nieta Alondra, me llevaron a ver los
arcos, mi mente interna me dijo: -Estos Son los arcos de Querétaro, son los
arcos firmes que esperaron la llegada de tus hijos los arqueros-. Y al instante
pensé: -Escribiré el libro que se llame: Los Arcos y los Arqueros-.

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Izquierda Tachi y su hija Delia Saraí cumpleañera, centro el autor José Arnulfo Tarín
Ornelas, de derecha a izquierda Carmela y su hija Gretel Leticia cumpleañera.

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Delia Saraí

Era una bonita tarde de Septiembre, cuando yo andaba por ahí y Delia Saraí
me invitó a su cumpleaños, al que yo asistí aquella tarde de verano y le ofrecí
la mano de Tarín.
Y Delia Saraí empezó a reír cuando le dije: -Como puedo decir a usted lo
bonita que es, porque usted está destinada a posar para la cámara-; y
volvió a reír, diciendo para mí: -Si deberás soy bonita quiero que me lo diga
el enfoque de la cámara-.
Y cuando la cámara dio a conocer lo bonita que es, todos aplaudimos y
Delia Saraí dijo a los presentes que aparte de ser bonita quería algo más,
pero no sabía el que, y cuando supo el qué, se llevó la mano a la cien y dijo:
-Ya sé, quiero ser actriz, del libro que escribe Tarín.

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Estrella Que Brilla

Recuero que durante años no vi a la distinguida patriota Gretel Leticia, que


nació en el mes patrio, era su día y el ruido del tamborileo de la escolta no
impidió que festejara su cumpleaños al que yo asistí y en aquella tarde de
verano ella disfrutaba del halago, y yo aproveché para decirle: -Gretel
Leticia, en mi haber había ganas de volverte a ver, pero solo te miraba en
el ayer, y ahora que te miro en el presente, quisiera complacerte diciendo
lo siguiente:

Gretel Leticia
El autor te felicita,
lo escribe y lo publica
diciendo que eres bien vista
por tu hermosa cinturita
y que eres buena chica.
Gretel Leticia,
vas por buena vía,
pero si el destino te desvía
hasta la más apartada orilla
donde hay oro que domina,
piensa, que si ese oro domina
tu belleza predomina
porque eres estrella que brilla.

Pág. 49
Lisbeth

En los tiempos de mi juventud corría el año 1973, mil novecientos setenta y


tres y en la ciudad de Querétaro, conocí a una niña de nombre Lisbeth, pero
nos distanciamos y un tiempo pasó sin vernos debido a mi ocupación por
irme a vivir a un lugar que está cerca de un mar cálido con playas, con
arena tan fina como el azúcar, porque yo ya no era el solitario de antes.
Pero siempre compartimos amistad, que fue creada por un lazo visible y
años después cuando la vuelvo a ver con su bonita vestimenta se sabe bella
y está mas cerca de mi en persona que en edad, pero en lo demás vamos
a la par.
Lisbeth, te digo esta vez,
que ya estas convertida en mujer
porque todo bien lo vez,
al derecho y al revés,
por eso me pongo a tus pies
y haré una remembranza
diciendo que llevo una esperanza
porque soy la flecha lanzada
que va con la voz alzada
gritando que te quiere ver
aunque sea de alcanzada.
Lisbeth, entre tú y yo, nada es diferente
porque nunca vamos a contracorriente
tu persona siempre va en mi mente
como una luz floreciente.
Sin salirnos de la tangente,
Lisbeth, quiero decirte que, en ti,
hay mucho mas que una cara bonita,
y que eres estrella que radica
donde tu corazón te indica.

Pág. 50
Lisbeth simpatizó con el autor desde que era niña, y el autor no olvida que su
amistad sigue viva, que con su linda vestimenta, su imagen cautiva y se sabe bella
porque es estrella fija, y radica donde su corazón le indica.

Pág. 51
Señor Gumersindo Pérez y esposa Pina son los padres de Lizbeth, quienes por
muchos años han estado muy de cerca del autor.

Pág. 52
En La Costa Este

Y continuando con mi vida de casado no dejo de recordar que en la costa


este, conocí a una damisela que parecía atrevida y tímida, y yo estaba
confundido tremendamente al pensar que ella quería encender a un
hombre en el dormitorio y hacerlo disfrutar, pero salí de dudas cuando me
dijo que estaba acostumbrada a los modales y a la mera cortesía, no al
champán ni a los diamantes.
Me enamoré de ella, porque su belleza me golpeó con mas fuerza que
cualquier estocada; en un principio anduve de pata de perro tras ella y la
lluvia me abofeteó, era un vendaval en una noche de perros, y yo andaba
en apuros porque esa mujer rezumaba lujo y sensualidad, era una mujer
acostumbrada a la distinción, yo no era un hombre débil, pero era humano,
el destino me había puesto delante a una mujer sensual y bella. Cuando la
encontré le ofrecí mi corazón.
Me dijo con rotundidad que no estaba preparada para casarse y que
quería licenciarse en la facultad con matrícula de honor, era sincera y era
como yo era, por eso hacia ella yo tenía mis cavilaciones porque no me
gustaba que otro hombre invadiera su espacio personal, aunque ella abría
la boca para protestar por ello, pero ella no era capaz de cuidarse sola en
la costa este, y yo cuidaba esa cara bonita siendo el causante de sus
problemas.

Pág. 53
Estábamos Amachochados

Después de tanto seguirla y no dejarla en paz, ella quedó resueta a


corresponderme y empezamos a tratarnos diariamente en su casa, sin que
yo recibiera una lección tocante a pensar para no caer en un lío, si ella se
encariñaba conmigo, de cualquier manera yo hice un pacto consigo
mismo, de portarme bien con ella y así anduvimos entrados, las cosa entre
nos marchaban bien y una vez en su casa estábamos amachochados en
medio de una noche oscura, yo sentí que el corazón le latía en el pecho y
me dijo con frenesís, que hacía tiempo que no se sentía tan viva, porque el
beso carnal que le di, la levantó del suelo, yo saboreé su boca como si fuera
miel y ella me dijo que tenía secretos que yo debería saber, me dijo que no
podía casarse y que tampoco podría hacer el amor porque no estaba
segura de que quisiera dejar de ser virgen, pero no quiso que la soltara, sintió
que podía tener una caída libre sin final, y para que no se callera la apreté
fuerte y la sacudí como si fuera un terremoto.

Pág. 54
La Estrella De Marte

Y cuando supe su secreto le dije: -Vamos camino más allá de un beso-, me


dijo: -Tú eres hombre de honor y eres el hombre con el que yo quisiera correr
una aventura que después recordaría si me casara con otro hombre-.
Y fue así como esa mujer transformó mi mundo en un caos, porque la
confianza que tenía en ella se desinfló como un globo, sintiéndome el muy
fuerte, caminé con un perro ladrando a todo ladrar, cuando la noche era
oscura como la boca de un lobo.
Esa noche hubo una perturbación en el mar, pero también en mí y fui a
contracorriente haciendo gran gesto, que se añadió a mi pesar, porque ella
me dijo: -No puedo amarte porque voy camino a marte-; y yo pensé que
sería la estrella de marte.

Pág. 55
La Vida Me Dio Cuerda

Sería la estrella de Marte, pero ella no supo que los poderes que tengo son:
abrir mi mente y abrir mi corazón a la sabiduría, porque sabiduría es dar a
conocer lo que sé; porque en este universo hay tanto que aprender para
buscar a los que están frente a mí.
Tampoco supo que me quedé nostálgico y que siento una escandalosa
inquietud por vivir como quiero, porque vivo como puedo y no como quiero,
pero soy capaz de empeñar mi reino a la mujer que quiero para vivir como
quiero.
Por eso ahora no puedo dejar del lado la mira que traigo pero tampoco
puedo dejar mis pensamientos, recuerdo que antes de estar en la costa
este, yo era un jovencito que luchaba por vivir y el miedo de no tener miedo
de ganarme la vida, estaba ahí, más sin embargo trataba de educar la
lengua, educar el estómago, refinar la mente y conocerme a si mismo; para
poder conocer a los demás, por eso supe que un hombre es la mitad de la
pieza y que le hace falta su otra mitad que es la mujer para formar la unidad,
También aprendí que los seres humanos debemos hacer tres cosas, plantar
un árbol, hacer un hijo y escribir un libro; yo le doy gracias a la vida porque
la vida me di cuerda para plantar muchos árboles, hacer cinco hijos y
escribir diez libros.

Pág. 56
La Mitad De Un Par

Y hasta ahorita lo que sé, es lo que hay, que hay de mi; pero hay personas
que sueltan risillas cuando digo que tengo cinco hijos, pero solo yo sé lo que
me ha costado tenerlos, todo empezó desde que empecé a pretender a mi
mujer, era mas fácil entrevistarme con la reina que con ella.
Hasta que un día me escuchó cuando le dije: -En mi mundo su vida sería
distinta, podría ser algo más que una princesa-; le dije eso porque su amor
me corría por las venas como la gasolina, pero ella me dijo que no quería
amor, que quería barreras y por eso rompimos la distancia y mi madre me
dijo: -Ya temía que no fueras capas de volver a amar- y me estaba
acostumbrando a ser la mitad de un par.
Poco tiempo después la confianza se instaló entre ella y yo, no dijo que me
amaba, pero yo lo vi en su mirada y me dijo que antes no me escuchó
porque el sonido del mar la había hecho oír mal.
Y yo sabía que cada día era una belleza virginal, un día me dijo que mis ojos
estaban para ella y que se iba a mirar en ellos porque sus viejos sueños
revivieron, que no había sido su intención enamorarse de mí, pero sucedió,
que había sido como una semilla que cae en la tierra que consiguió florecer
y que ahora es algo con vida propia.

Pág. 57
Sin Ver Encima De Quien Me Encimo

Lo que más me gusta de mi es que soy un luchador, que soy de todas armas
y ando a caballo porque soy de acaballo y soy revolucionario. Salí a
corretear suerte porque quiero estar como el tiempo, el tiempo está como
quiere estar, y así quiero estar yo, y no le zacateo a figurar, aunque reciba
un golpe porque se que golpe que no mata fortalece.
La vida me enseñó a quererme más y no soy desoído cuando digo que ya
no soy lo que era, y que me seduce lo bonito y lo bonito es poner imágenes
en mi mente, que yo debo elegir porque quiero estar hecho de recuerdos
para pensar atrás sin ningún sobresalto y no tenerle miedo a mi historia,
porque ya soy mejor persona. Tengo el arte de dar porque cuando doy me
doy a si mismo, siendo asertivo y sin repartir culpas, salí a la cabeza
mejorando lo aprendido, sin ver encima de quien me encimo así he ganado
esta victoria que es una historia, una historia que es mi presente y mi ahora.

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