Sei sulla pagina 1di 5

Anclados en el frente

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso


Facultad de Filosofía y Educación
Instituto de Historia

Estudiantes: Helmut Rauch McDonald - Daniela Salazar Lazo


Cátedra Siglo XX y la Configuración del Mundo Contemporáneo
Prof. Claudio Llanos R.
Fecha: 21 de octubre de 2019
Actualmente diversas ideas sobre lo correcto e incorrecto han ido tomando nuevas
direcciones, sin más, la violencia ya no significa lo mismo para nosotros que lo que pudo
significar en 1920 para nuestros abuelos. Actos como el fusilamiento masivo de los “cobardes”
de la Primera Guerra Mundial actualmente serían posiblemente calificados de irreprochables
violaciones a los Derechos Humanos y a la libertades personales. Podía derivar en la ejecución
de un soldado el dudar de una orden de un superior hasta negarse a ir al frente en una guerra .
Los soldados fusilados por su propio bando solo por poner en duda órdenes absurdas se
han convertido en uno de los símbolos de la I Guerra Mundial, quienes fueron calificados de
cobardes y de traidores hoy serían víctimas de traumas, de estrés de la guerra o incluso la lucha
por la autoconservación.
Pierre Renouvin revela el crudo enfrentamiento durante la batalla de Verdún del 18 de
diciembre de 1916, una de las batallas más nefastas de la historia, con cerca de 350.000 muertos
en cada bando y con muy poco avance territorial. Los soldados jamás habían percibido tanta
desgracia: bombardeos implacables, aislación, destrucción de trincheras, artillería rugiente y por
sobretodo, el trauma de ver a sus compañeros dispersos por el campo de batalla, Además, los
soldados día a día ponían a prueba la tenacidad, la abnegación y la resistencia nerviosa1. Es a
partir de ello que nos preguntamos, ¿qué mantuvo a los soldados de la Gran Guerra en sus
puestos en las trincheras? Para responder esta pregunta nos enfocaremos en la distinción de dos
elementos. Por un lado, analizaremos la mentalidad histórica del soldado alemán asociandola a la
violencia simbólica que los llevó a asumir un destino trágico al caminar hacia las trincheras de
Verdún, similar al de Aquiles en su marcha hacia Troya. Por otro, nos enfocaremos en el correo
postal de las líneas británicas como un mecanismo para sobrellevar los horrores que la guerra
trajo para la vida de los soldados y sus familias.
George Mosse analiza los orígenes próximos de la mentalidad alemana y la forma que
ellos tienen para relacionarse en comunidad, previo a la Primera Guerra Mundial. Afirma que
fueron principalmente las guerras de liberación contra Napoleón a inicios del siglo XIX, junto al

1
Renouvin, Pierre, ​La Primera Guerra Mundial​. Oikos.Tau, Barcelona, 1990, pp. 20-21. Disponible en:
https://ens9004-mza.infd.edu.ar/sitio/upload/10-%20RENOUVIN,%20P.%20-%20LIBRO%20-%20La%20
primera%20guerra%20mundial.pdf
2
Pietismo , que amalgamaron a la sociedad alemana, penetrando en las pautas sociales de las
3
personas y en su pensamiento valórico . En efecto, mucho más ilustrativo es el ejemplo del
Pietismo, pues aquella corriente filosófica protestante se enfocaba en la obra misionera, además
de una intensa piedad cristiana; mezclando entonces la obra de difusión y ayuda misionera con
una ferviente fe en Cristo. El Pietismo influyó en un creciente vínculo entre patriotismo y
religión ya que la obra misionera conectaba directamente el territorio con sus fervientes
creencias cristianas, inspiraba una respetabilidad masculina ligada a estereotipos sociales y
sexuales, tales como el guerrero o el dios griego, valores preciados en la sociedad alemana desde
la educación basaba en la disciplina y a la enseñanza forzada brutalmente, que, dicho sea de
paso, era para aquellos que tenían las facultades sociales y económicas para llegar al gobierno,
los “destinados a la grandeza”4 . Esto derivó en que paulatinamente la sociedad fuese
5
santificando las relaciones personales, privándolas de un propósito autónomo . Así, el ​Volk v​ ería
al ​Vaterland c​ omo base de la vida nacional en Alemania. El territorio lo era todo.
Escritores, filósofos y poetas influyeron a que este pensamiento se divulgara durante el
siglo XIX. Es así como empezó a percibirse una necesidad de disciplina, la que culminó con la
6
idea-norma de que “la autoridad no se cuestiona” . Esto es de suma importancia, pues explica por
qué los soldados del ejército alemán no se opusieron a dar su vida en el frente de la Gran Guerra,
incluyendo a generales de alto rango o el mismo Kaiser Guillermo II, no se debía cuestionar a la
autoridad del ​Vaterland.​ Extrapolando más aún, el ​Volk​, entrados los años ‘30, tampoco
cuestionarían a las autoridades emergentes del partido Nacionalsocialista, adhiriendo a sus
discursos e ideas con naturalidad y rapidez. Es en este punto donde podemos conectar estudio
con la tesis de Pierre Bourdeau, quien se refiere al concepto de violencia simbólica para señalar
cómo a la persona, en su individualidad y como colectivo, se le suprime la capacidad de percibir
la dominación que se ejerce indirectamente (de manera no física), pudiendo alimentarse de

2
El Pietismo es una corriente filosófica protestante originada en tiempos de la Reforma. Se basan en una
profunda piedad cristiana, estudios bíblicos y un énfasis en obras misioneras. Para mayor información,
visitar: ​http://escriturayverdad.cl/wp-content/uploads/Historia/ElpietismoalemanAndresSanMartin.pdf
3
Mosse, George, ​Nationalism and Sexuality,​ The University of Wisconsin Press, Wisconsin, 1985, pp.
70-71
4
Ibíd., p. 83
5
Ibíd., p. 73
6
Ídem
expectativas colectivas o creencias sociales que transforman o más bien se ocultan en relaciones
7
de admiración o respeto .
Si nuestro objetivo fuera detallar los motivos de los soldados para mantenerse luchando,
tendríamos tantos motivos como número de soldados. Sin embargo, la obra “Men of War” de
Jessica Meyer, ilumina el panorama desde la perspectiva británica al describir y analizar la
correspondencia que los soldados enviaban a sus hogares y viceversa. Un caso interesante que la
autora expone, es el de Cyril Newmann del 9° batallón del regimiento de Londres, quien le dice a
su prometida que se siente “una persona nueva, como si tuviera 10 años menos, aunque con un
8
gran vacío en el corazón” . Afirma, además, que “todos [los del batallón] se sienten de la misma
forma y el correo es el único medio que les produce felicidad porque los conecta con la ‘vida
9
real’. Un ‘no hay correo’ despierta un profundo malestar” . Decididamente, los soldados sentían
una conexión temporal con sus familiares en sus hogares a través de la correspondencia, siendo
un consuelo real ante las horrorosidades que vivían en el frente. Como ejercicio metodológico
cuantitativo, la autora expone una muestra numerada del British Post Office, afirmando que
solamente en 1917 la oficina despachó 8.926.831 cartas semanalmente, ¡promediando 12,5
10
millones de cartas cada semana en el curso de la guerra! . Era la esperanza de saber de sus
familias la que los mantenía en el frente, la convicción de ser reaccionarios en la guerra11 y estar
luchando por sus propias familias calmaba los ánimos de dejar las trincheras.
Desde una perspectiva comparada, la autora enfatiza la diversidad de los hombres
ingleses que se enrolaban para ir al frente de batalla. Eran comerciantes, estudiantes, obreros,
artesanos, hijos, esposos y padres, su identidad se basaba en las normas de masculinidad vigentes
12
como ser obediente en el trabajo o ser un esposo/padre proveedor . La educación, a diferencia
del caso alemán, no era en base a la disciplina y a la fuerza, sino que estaba enfocada en otorgar

7
Bourdieu, Pierre. ​Lenguaje y poder simbólico. ​Ed. Cambridge, 1994.
8
Meyer, Jessica, ​Men of War.​ Palgrave Macmillan, New York, 2009, pp. 14-15
9
Ídem.
10
Ibíd., p. 14
11
​Stevenson, David. ​1914 - 1918 La Historia de la Primera guerra mundial​. Ed. Debate. Barcelona,
2014. pp. 85 - 86
12
Ibíd., p. 15
un microcosmos de la sociedad y del Estado con el fin de construir personas con carácter fuerte
para gobernar.13
Aquí se hace palpable una respetabilidad diferente a la entendida en Alemania: la
14
educación de los jóvenes era para orientarlos a la grandeza y hacia una masculinidad viril . Por
otro lado, en Gran Bretaña se tenía la imagen ideal del soldado héroe, aquel que lucha por lo
justo, es prudente y no actúa a no ser que sea para la defensa, imagen que incluso fue difundida a
15
través de los discursos de la masculinidad durante el siglo XIX .
Según lo señalado, hemos llegado a la conclusión de que las razones que mantuvieron al frente a
los soldados que participaron en la Primera Guerra Mundial deriva de las construcciones sociales que los
Estados emergentes buscaron implantar en los siglos previos a 1914, el modelo de ciudadano que se buscó
configurar en cada sociedad germinó a finales del siglo XIX y brotó con toda brutalidad durante
principios del XX. Como hemos ejemplificado a lo largo del argumento, tanto la forma de vida alemana
como la configuración que buscó en sus ciudadanos la organización inglesa forjaron una mentalidad que
fue más allá de los horrores de la guerra, pues sus convicciones, forjadas durante siglos, sostuvieron su
convencimiento en la defensa de sus virtudes, propias entre naciones y muy diferentes entre sí.
Finalmente y atendiendo a la contingencia, creemos que la urgencia hoy en día es reevaluar
nuestras creencias sobre la guerra, glorificada a lo largo de la historia como símbolo de valía nacional, de
supremacía e imposición del “más fuerte” frente, en última instancia, a un pueblo castigado, humillado
por sus líderes primero y por los extranjeros después. La sociedad actual ya no espera más ver en la
guerra el símbolo de grandeza de los siglos anteriores, pues quién la gana es finalmente quien amedrenta
más, quienes infunden más terror, aunque este en sí mismo sea destructivo para todos quienes están
involucrados. Creemos que la reflexión en torno a la violencia y su incorporación y aceptación social no
debe detenerse en la teoría, pues la violencia no es teoría, la violencia son experiencias, son traumas, son
represiones y por sobre todo, es un innegable rechazo a las libertades personales motivadas por
ambiciones individuales.

13
Mosse, George, ​Nationalism and Sexuality​, The University of Wisconsin Press, Wisconsin, 1985, p. 82
14
Ibíd., p. 82-83
15
Meyer, Jessica, ​Men of War​. Palgrave Macmillan, New York, 2009, pp. 15-16

Potrebbero piacerti anche