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Academia de Argumentación y Derecho

40
ARGUMENTOS
Fundamentales
en el debate jurídico

Prof. Luis A. Malavé Naime


ÍNDICE
ÍNDICE 1

¿Qué es un esquema argumentativo? 4

ESQUEMAS GENERALES FRECUENTES EN EL DERECHO 6

1. Modus ponens 6

2. Silogismo jurídico 8

ESQUEMAS DEDUCTIVOS — MÁS ALLÁ DEL MODUS


PONENS Y EL SILOGISMO JURÍDICO 9

3. Modus tollens 9

4. Silogismo disyuntivo 10

5. Silogismo hipotético 10

6. Dilema constructivo 11

7. Eliminación de la disyunción 12

ESQUEMAS DE ARGUMENTOS NO DEDUCTIVOS


FUNDAMENTALES 13

8. Argumentos por las consecuencias 13

9. Abductivos o de la mejor explicación 14

10. Argumentos por los signos 15

11. Analogía (razonamiento general) 15

12. Refutación por analogía 16

13. Argumentos inductivos 18

ESQUEMAS DE ARGUMENTOS FRECUENTES EN EL


RAZONAMIENTO PROBATORIO 19

14. Argumentos a partir de una posición privilegiada de conocer algo


19

15. Argumentos a partir de Testigos 19

1
16. Argumento a partir de instrumentos públicos 20

17. Argumentos a partir de lo que dice un experto 21

18. Argumento ad hominem 22

19. Argumentos a partir de grabaciones y otras pruebas 23

20. Esquema a partir de muestras físicas 24

Programa práctico de Argumentación Jurídica. 25

ARGUMENTOS RELACIONADOS CON EL LENGUAJE 25

21. Argumento de interpretación gramatical 25

22. Argumento a contrario sensu 27

ARGUMENTOS SISTEMÁTICOS 28

23. Sedes materiae 29

24. A rubrica 29

25. A cohaerentia 31

26. Coherencia lingüística 31

27. Coherencia material 32

28. Coherencia lógica 33

29. Argumento sistemático en sentido estricto 34

30. Argumento económico o del legislador no redundante 35

ARGUMENTOS TELEOLÓGICOS Y DE VOLUNTAD DEL


LEGISLADOR 36

31. Argumento por la voluntad de legislador 36

32. Interpretación teleológica en sentido estricto 38

33. Interpretación teleológica evolutiva 39

RAZONAMIENTOS POR ANALOGÍA 41

34. Analogía legis 41

35. Argumentación a partir de los precedentes 43

2
36. Argumentos a fortiori 44

36.1 Argumentación a fortiori a minore ad maius 44

36.2. Argumento a fortiori a maiori ad minus 44

OTROS ESQUEMAS DE INTERPRETACIÓN 46

37. Argumentos de interpretación histórica 46

Argumentación histórica estática 46

Argumentación histórica dinámica 47

Interpretación histórica evolutiva 48

38. Argumento a partir de la doctrina 49

39. Reducción al absurdo 50

40. Argumentos por los principios generales del Derecho 52

Uso interpretativo 52

Uso integrativo 53

Academia de Argumentación y Derecho 54

Bibliografía 54

3
PARTE I

Argumentos frecuentes... que no


son de interpretación
normativa

¿Qué es un esquema
argumentativo?
Cuando argumentamos, sobre todo en discusiones más o menos
reguladas como las jurídicas, es usual que sigamos ciertos
patrones de razonamiento que son aceptables y suficientemente
fuertes en el contexto de la discusión.

Esos patrones, abstraídos de todo contenido específico, son


llamados esquemas argumentativos.

Expliquemos esto con un ejemplo sencillo:

Imagina que en una discusión sobre si Pedro puede votar, María


argumenta:

Pedro, tú no puedes votar, porque eres menor de edad.

El argumento de María sigue un patrón común y aceptable que


puede reconstruirse así:

4
Premisa mayor: los menores de edad no pueden votar

Premisa menor: Pedro es menor de edad

Conclusión: Pedro no puede votar

Probablemente, María argumenta intuitivamente de esa forma. Y


parece que le resulta tan evidente que Pedro entenderá sus
razones que ni siquiera tiene que hacer explícito todo su
argumento. Porque, si te fijas bien, la premisa mayor, «los
menores de edad no pueden votar» está implícita en el
argumento expresado por María. Aun así, podemos suponer que
María, como ser que forma parte de una comunidad racional y
discursiva, ha tenido en mente esa otra premisa; de manera que,
siguiendo el patrón en cuestión, es correcto añadir dicha premisa
al reconstruir el argumento.

El patrón usado por María puede abstraerse de contenido. Sin


entrar en detalles, la abstracción es la siguiente:

Premisa mayor: todos los M son P

Premisa menor: S es M

Conclusión: S es P

En nuestro ejemplo, M = (individuo) menor de edad; P = los


(individuos) que no pueden votar; S = Pedro.

El patrón sin contenido específico, tal cual lo hemos puesto


arriba, es a lo que llamamos un esquema argumentativo.

Puedes ver los esquemas argumentativos como plantillas


o formatos de argumentos.

Lo único que tienes que hacer para usar esas plantillas es


llenarlos de contenido. Claro, teniendo cuidado de que en el caso
específico realmente se adapte ese contenido a la plantilla.

Mientras más conozcas esquemas y tipos de argumentos, más


fácil te será argumentar y analizar los argumentos que te
consigues.

5
En el Derecho hay muchísimos esquemas argumentativos
frecuentes. Normalmente, en los textos de Argumentación
Jurídica solo se hace énfasis en los esquemas relacionados con la
interpretación de las normas, pero existen muchos argumentos
que se relacionan con otras actividades jurídicas, como el
razonamiento probatorio, las refutaciones de otros argumentos y
objetivos persuasivos más amplios.

En la primera parte conseguirás veinte argumentos de este


último grupo. En la segunda parte estudiaremos los veinte más
frecuentes en la interpretación normativa.

Si quieres estudiar en profundidad Argumentación Jurídica,


poner en práctica todos los esquemas argumentativos que verás
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ESQUEMAS GENERALES
FRECUENTES EN EL
DERECHO
1. ​Modus ponens
En las discusiones se pueden plantear muchos tipos de
argumentos, de manera que también existen muchos esquemas
argumentativos distintos. Y en el caso de la argumentación
jurídica hay esquemas que son más frecuentes y útiles; a esos son
a los que dedicaremos este módulo.

6
Sin embargo, hay un tipo de esquema más abstracto y simple en
el que prácticamente cualquier otro argumento puede
convertirse. Este esquema es llamado ​modus ponens.​

Esquema

Premisa 1: si A, entonces B

Premisa 2: es el caso que A

Premisa 3: (por lo tanto) B

El ​modus ponens​ puede ser de conclusión necesaria (o ​modus


​ eductivo) y de conclusión plausible (o ​modus ponens
ponens d
presuntivo).

Ejemplo

​ resuntivo.
Modus ponens p

En un famoso caso (el caso de Lydia), el acusador afirmó que


Lydia no es la madre de los niños, porque la prueba de ADN
resultó negativa. Dicho argumento puede interpretarse según el
esquema del ​modus ponens:​

Premisa 1 (regla): si la prueba de comparación del ADN


resulta negativa, entonces no hay parentesco entre los
comparados

Premisa 2: la prueba de ADN de comparación de Lydia y


los niños resultó negativa

Conclusión: no hay parentesco entre Lydia y los niños

Nota que cuando reconstruimos el argumento siguiendo un


esquema, buscamos adecuarlo al esquema, sin hacer caso a
elementos estilísticos de la escritura. Tampoco se expresan los
marcadores argumentativos usuales; no hace falta, porque cada
uno de los elementos del argumento está identificado como
premisa o conclusión.

Cuando vayamos a reconstruir los argumentos mediante los


esquemas pondremos palabras como «plausiblemente» o
«mientras nada diga lo contrario» (abreviado mndc) para

7
identificar los argumentos de conclusión plausible, a menos que
sea evidente que lo es. Por su parte, agregaremos la palabra
«necesariamente» para identificar los de conclusión necesaria, a
menos que sea evidente que es de conclusión necesaria.

Veamos un argumentos ​modus ponens​ deductivo​:

Premisa 1: Si alguien está en un sitio en un momento


específico, entonces no puede estar en otro lugar en ese
mismo momento.

Premisa 2: Juan estaba en México cuando ocurrió el


asesinato.

Conclusión: Juan no estaba en Argentina cuando ocurrió


el asesinato.

Este es un argumento deductivo porque, siempre que sus


premisas sean verdaderas, su conclusión ha de serlo también
(necesariamente).

2. Silogismo jurídico
El silogismo jurídico es una especie de silogismo categórico.
Aunque hay varios esquemas que se han propuesto como
representación del silogismo jurídico, uno de los más famosos es
el siguiente:

Premisa mayor: todo el que haga Y debe hacer Z

Premisa menor: el individuo x ha hecho Y

Conclusión: (por lo tanto) el individuo x debe hacer Z

Ejemplo

Premisa mayor: todo menor de ocho años es incapaz.

Premisa menor: Juan es menor de ocho años.

Conclusión: Juan es incapaz.

8
ESQUEMAS DEDUCTIVOS
— MÁS ALLÁ DEL MODUS
PONENS Y EL SILOGISMO
JURÍDICO
3. ​Modus tollens
El esquema del argumento ​modus tollens​ suele confundirse con
el ​modus ponens.​ Ambos parten de una premisa condicional
necesaria (si A, entonces necesariamente B), pero la segunda
premisa, la llamada premisa fáctica, en el ​modus ponens​ afirma
el antecedente del condicional, esto es, A; ​en cambio en el
modus tollens n ​ iega el consecuente del condicional​, esto
es, «no B» o «es falso que se da B». La conclusión del ​modus
tollens e​ s la negación del antecedente.

Esquema

Premisa 1: si A, entonces (necesariamente) B

Premisa 2: no B (tiene lugar la negación de B, es falso B)

Conclusión: no A (tiene lugar la negación de A, es falso A)

Ejemplo

Si María firmó el contrato de compra-venta ante el


notario, tiene que existir un registro de dicho acto.

Pero no existe registro de la firma del mencionado


contrato.

Por lo tanto, es falso que María haya firmado el contrato


de compra-venta ante el notario.

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4. Silogismo disyuntivo
El llamado silogismo disyuntivo parte de una disyunción, es
decir, de una premisa que afirma que A o B. Por ejemplo, una
proposición disyuntiva es «el acusado estaba en Monterrey o en
Bogotá». Si uno de los componentes de la disyunción no tiene
lugar, entonces el otro componente ha de ser verdadero. Por
ejemplo, si se prueba que el acusado no estaba en Monterrey,
podemos concluir que estaba en Bogotá.

Esquema

Premisa 1: A o B

Premisa 2: es falso (tiene lugar la negación de A)

Conclusión: B

Ejemplo

Pedro estaba en Monterrey o en Bogotá el día 3 de


diciembre, no hay otra posibilidad.

Ahora bien, se ha demostrado que Pedro no estuvo en


México ese día.

De manera que, sin lugar a dudas, Pedro estaba en


Bogotá el 3 de diciembre.

5. Silogismo hipotético
El silogismo hipotético es llamado así porque está construido por
proposiciones condicionales.

Esquema

Premisa 1: si A, entonces B

Premisa 2: si B, entonces C

Conclusión: si A, entonces C

Ejemplo

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Si se permite la reelección indefinida del cargo de
Presidente de la República, entonces muchos grupos
políticos y sociales se sentirán amenazados.

Y si muchos grupos políticos y sociales se sienten


amenazados, entonces manifestarán su descontento en
las calles y los medios de comunicación.

Por lo tanto, si se permite la reelección indefinida del


cargo de Presidente de la República, entonces muchos
grupos políticos y sociales manifestarán su descontento
en las calles y los medios de comunicación.

6. Dilema constructivo
En el dilema constructivo nuevamente se parte de una
disyunción, A o B. Si se puede demostrar que si A es verdadero,
entonces tendrá lugar C; y se puede demostrar que si fuera
verdadero B, tendrá lugar o será verdadera una proposición D;
puedes concluir con otra disyunción: C o D.

Esquema

P1: A o B

P2: si A, entonces C

P3: si B, entonces D

Conclusión: C o D

Ejemplo

O Juan está en la Antártida o en Dubái.

Si Juan está en la Antártida, entonces está en un sitio


muy frío.

Si Juan está en Dubái, entonces está en un sitio muy


caluroso.

Por lo tanto, Juan está en un sitio muy frío o está en un


sitio muy caluroso.

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7. Eliminación de la disyunción
Hay casos en los que los dos condicionales tienen el mismo
consecuente. Por ejemplo, imagina que Juan está en la Antártida
o en Alaska (no hay otra posibilidad). Sabemos que si está en la
Antártida, está en un sitio frío. Y si está en Alaska, también está
en un sitio frío. De allí podemos concluir una sola cosa: Juan está
en un sitio frío.

Este argumento, emparentado con el dilema constructivo, es


llamado esquema de eliminación de la disyunción.

Esquema

P1: A o B

P2: si A, entonces C

P3: si B, entonces C

Conclusión: C

Ejemplo

O Juan está en la Antártida o en Alaska.

Si Juan está en la Antártida, entonces está en un sitio


frío.

Si Juan está en Alaska, entonces también está en un sitio


frío.

Por lo tanto, Juan está en un sitio frío.

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ESQUEMAS DE
ARGUMENTOS NO
DEDUCTIVOS
FUNDAMENTALES
8. Argumentos por las consecuencias
Los argumentos por las consecuencias son una de las formas
fundamentales de razonar ante la toma de decisiones.

En líneas generales, los argumentos por las consecuencias


consisten en aceptar (o rechazar) una decisión sobre realizar
cierta acción porque dicha acción tendría buenas (o malas)
consecuencias, según sea el caso.

De allí que podamos distinguir dos tipos de esquemas de


argumentación a partir por las consecuencias, argumento a partir
de consecuencias positivas y a partir de consecuencias negativas.

Esquemas

Argumento a partir de consecuencias positivas:

Premisa: llevar a cabo la acción A tiene consecuencias


positivas

Conclusión: debemos hacer A

Ejemplo

Aprobar la ley que permite la producción y


comercialización de marihuana por parte del Estado
contribuirá a reducir los riesgos y daños potenciales en
los que incurren aquellas personas que usan marihuana
con fines recreativos o medicinales (consecuencia
positiva). Por lo tanto, debemos aprobar dicha ley.

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Argumento a partir de consecuencias negativas:

Premisa: llevar a cabo la acción A tiene consecuencias


negativas

Conclusión: no debemos hacer A

Ejemplo

La legalización el uso y comercialización de la


marihuana estará acompañada de una disminución de la
percepción del riesgo que tiene el consumo de la sustancia
(consecuencia negativa). Por lo tanto, no debe legalizarse
el uso y comercialización de la marihuana.

9. Abductivos o de la mejor
explicación
Los argumentos abductivos o argumentos a partir de la mejor
explicación son muy comunes en las discusiones en las que se
pretende explicar algún fenómeno. Idealmente, el contexto de los
argumentos abductivos es una discusión con diferentes hipótesis
explicativas de uno o varios sucesos; en ese contexto, el
argumentante defiende una de las hipótesis por considerar que es
la mejor posible.

Esquema

P1: S es un suceso o un conjunto de hechos;

P2: E es una explicación satisfactoria (o plausible) de S;

P3: ninguna otra explicación conocida de S es tan


satisfactoria (o plausible) como E.

C: (mientras nada diga lo contrario) E es la explicación de


S.

Ejemplo

Supongamos que sabemos que Pedro fue encontrado muerto, en


la cama de su habitación, a las ocho de la mañana; que murió a
causa de la hemorragia causada por varias heridas

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punzo-penetrantes en el pecho; que dos horas antes se escuchó
un forcejeo en la habitación de Pedro; que María entró a la
habitación usando una llave a las cinco de la mañana y salió
corriendo de la habitación de Pedro poco después de los ruidos
de forcejeo. Pongamos que esos hechos conforman el conjunto S.

A partir de S, el fiscal señala que la explicación más razonable es


que María entró a la habitación de Pedro con el claro propósito
de asesinarlo. Entró sigilosa y se encontró a Pedro en la cama.
Pedro se dio cuenta y forcejeó, pero María estaba en una posición
de ventaja y pudo herirlo mortalmente. Luego salió corriendo de
la habitación. Esta hipótesis es la explicación de los hechos E.

El fiscal considera que su hipótesis es la más satisfactoria, así que


concluye que E es lo que realmente sucedió, es lo que explica las
circunstancias del asesinato de Pedro.

10. Argumentos por los signos


El argumento por los signos se usa frecuentemente en casos en
los que no podemos comprobar de manera directa si cierto
suceso ha tenido (tiene o tendrá) lugar. En esas situaciones es
normal buscar las señales o signos que se asocian con el suceso y,
de estar presentes, concluir que es verdad su acaecimiento.

Esquema

Premisa: X es un signo del suceso S

Conclusión: S ha tenido (tiene o tendrá) lugar.

Ejemplo

Hay largas marcas de frenazo en el pavimento, en el sitio


donde ocurrió el accidente. Por lo tanto, el vehículo iba a
exceso de velocidad.

11. Analogía (razonamiento general)


En el argumento por analogía comparamos dos casos, A y B.
Sobre A desconocemos si tiene una característica o propiedad X,
que si conocemos que se manifiesta en B. Sin embargo, en la

15
comparación de otras características nos damos cuenta de que A
y B son semejantes. De allí concluimos que es plausible que A
tenga la característica X.

Nota que cuando hablamos de propiedad o característica


tratamos de ser lo más generales posibles. Podemos entrar en
una reflexión filosófica sobre qué es una propiedad, pero en la
práctica podemos hacer funcionar el argumento sin entrar en
esos detalles.

Nota también que las otras características que sabemos que


comparten A y B deben ser relevantes. Es decir, la característica
X debe tener algún tipo de vínculo con las otras características 1,
2,…,n, por separado o en conjunto.

Esquema

P1: el caso A es semejante al caso B en las características


1,2,…,n;

P2: B también tiene una característica X;

Conclusión: A (plausiblemente) tiene la característica X.

Ejemplo

Los otros humanos y yo tenemos características


similares: poseemos cuerpos similares, tenemos actitudes
similares ante estímulos semejantes. Sé que yo tengo
estados mentales. Por lo tanto, es plausible que los otros
humanos también tengan estados mentales.

12. Refutación por analogía


Veamos los puntos principales de la refutación por analogía:

El objetivo de esta refutación es mostrar que el argumento


principal es ridículo o absurdo, porque es relevantemente similar
al analógico, que también es ridículo.

Una refutación por analogía es un tipo de argumentación


compleja. Es un argumento sobre otros dos argumentos.

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Para que la refutación por analogía sea exitosa es importante
identificar correctamente las similitudes relevantes y que
comparamos la estructura compartida por los dos argumentos.
La técnica de refutación por analogía lógica tiene por objeto
poner de relieve la estructura esencial del argumento principal
para mostrar sus defectos.

Señala Govier que también en este caso se trata de similitudes


importantes: el tema analógico y el tema principal deben ser muy
similares y las diferencias entre ellos no deben socavar la
conclusión.

Esquema

P1: el argumento A, de la forma «X por lo tanto Y», es


similar al argumento B de la forma «Z por lo tanto W»;

P2: el argumento B es ridículo (incorrecto, absurdo);

Conclusión: también es ridículo (incorrecto, absurdo) el


argumento A.

Ejemplo

El argumento «no debemos tomar medicamentos


recetados, ya que contienen sustancias no naturales que
pueden ser dañinas para el cuerpo» es similar al
argumento «no debemos consumir helado, ya que el
helado es una sustancia no natural que puede ser
perjudicial para el cuerpo».

El argumento de que no debemos consumir helado por


ser una sustancia no natural es ridículo.

De manera que también es ridículo el argumento «no


debemos tomar medicamentos recetados, ya que
contienen sustancias no naturales que pueden ser
dañinas para el cuerpo».

17
13. Argumentos inductivos
Lo mínimo que puede decirse de los argumentos inductivos,
desde nuestro punto de vista, es que son argumentos en los que
se concluye algo general a partir de casos particulares.

Precisando un poco más, los argumentos inductivos (de


generalización inductiva) presentan las siguientes características:

1. las premisas son afirmaciones sobre casos empíricos y que


presentan algún tipo de regularidad;

2. la conclusión es una afirmación que extiende y generaliza a


toda una población de casos no examinados la regularidad que se
presenta en los casos particulares examinados en las premisas.

3. –Siguiendo a Trudy Govier (2010: 256)– el razonamiento


usado para inferir la conclusión se basa en la presunción de que
las regularidades descritas en las premisas se mantendrá (en el
tiempo o en una población mayor).

Esquema

Premisa: En los casos 1, 2, …, n la situación (individuo,


objeto) A tiene la propiedad (o característica) X

Conclusión: todos (o la mayoría de) los A tienen la


propiedad X.

Ejemplo

El cisne 1 es blanco, el cisne 2 es blanco, el cisne n es


blanco.

Por tanto, todos los cisnes son blancos.

18
ESQUEMAS DE
ARGUMENTOS
FRECUENTES EN EL
RAZONAMIENTO
PROBATORIO
14. Argumentos a partir de una
posición privilegiada de conocer algo
Este tipo de esquema argumentativo ocurre en situaciones en las
que alguna persona tiene acceso a información o conocimiento
que no puede verificarse directamente. Cuando esa persona
brinda su opinión, se presume la verdad de lo señalado.

Esquema

En general, el esquema es el siguiente:

P1: un sujeto x está en posición de conocer si P es


verdadero (o falso);

P2: x afirma que P es verdadero (o falso);

Conclusión: (plausiblemente) P es verdadero (o falso).

Algunos argumentos que se basan en este tipo de esquemas son


los argumentos a partir de testigos, los argumentos basados en
documentos y los argumentos a partir de instrumentos públicos
en los que un funcionario da fe de algo.

15. Argumentos a partir de Testigos


Probablemente es el tipo de argumento más usado en el Derecho
para el establecimiento de los hechos. El testigo ha estado en una

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posición privilegiada para constatar, por medio de alguno de sus
sentidos, si ciertos hechos realmente sucedieron.

Esquema

P1: un individuo x ha estado en posición de conocer si un


hecho específico H sucedió;

P2: x dice que H sucedió (o que no sucedió);

Conclusión: (plausiblemente) es verdad (falso) que H


sucedió.

Ejemplo

En uno de los juicios más famosos, el de Michael Jackson, por


supuesto abuso sexual a un niño, el fiscal presentó un conjunto
de testigos cuyos testimonios eran fundamentales para la
decisión del jurado. Uno de ellos, el hermano de la víctima,
afirmaba haber visto a Michael Jackson tocando las partes
íntimas de su hermano. El argumento, que puede reconstruirse
según el esquema de testigos, pretende concluir que,
efectivamente, Jackson tocó la partes íntimas del niño.

16. Argumento a partir de


instrumentos públicos
Se caracterizan porque, por una parte, existe un tercero, el
funcionario, que da fe de que en un momento determinado
acaeció cierto evento (una venta, un matrimonio, la presentación
de un niño), y desde tal punto de vista se equipara al testigo.
Pero, por otra parte, lo que le da más peso al instrumento público
es que quien suscribe o da fe es una persona que se encuentra en
un cargo público al cual la ley le otorga la expresa competencia de
dar fe sobre el acaecimiento de cierta categoría de eventos.

Esquema

P1: un individuo x ha estado en posición de conocer si un


hecho específico H sucedió;

20
P2: x es un funcionario con competencia para dar fe de la
categoría de hechos A;

P3: H es un hecho que entra en la categoría A;

P4: x dice (da fe de) que H sucedió;

Conclusión: (plausiblemente) es verdad que H sucedió.

* Difícilmente conseguiremos un caso en el que todos los


elementos del argumento estén explícitos. Pero al reconstruirlos
podemos hacerlos explícitos para sea mucho más fácil su análisis.

Ejemplo

El señor Juan González está en una posición que le


permite determinar si los números de la lotería que han
sido seleccionados al azar corresponden con los que
menciona el locutor;

Juan González es notario público;

Certificar la correspondencia entre los números que salen


al azar en el juego de lotería y los que menciona el locutor
forma parte de las competencias del notario;

Juan González certifica tal correspondencia;

Por lo tanto, (plausiblemente) es verdad que los números


que han sido seleccionados al azar corresponden con los
mencionados por el locutor.

17. Argumentos a partir de lo que


dice un experto
El experto en una materia se supone que está en una posición
especial para conocer de aquellos datos que forman parte de la
materia que domina, lo que le da peso a sus afirmaciones
relativas al contenido de esa materia.

Esquema

P1: E es un experto en el área del conocimiento A;

21
P2: E afirma que P es verdadero (falso);

P3: P forma parte del área de conocimiento A;

Conclusión: (plausiblemente) P es verdadero (falso).

Ejemplo

Juan es un médico experto en genética. El experto, a


partir de los exámenes de ADN, afirma que Lydia es una
quimera. De manera que es verdad que Lydia es una
quimera.

18. Argumento​ ad hominem


Los argumentos ​ad hominem​ o argumentos de ataque a la
persona son aquellos en los que se objeta la opinión, afirmación o
posición de un hablante sobre la base de alguna característica
personal o del contexto de ese hablante.

Es importante hacer énfasis en que no todo argumento ​ad


hominem​ es falaz. Si un hablante afirma u opina algo que se
sostiene en la confiabilidad o alguna característica personal
propia, entonces puede ser legítimo atacar esa característica del
hablante como estrategia de ataque a su afirmación u opinión.

Eso es lo que sucede con los argumentos, en general, con los


argumentos que se basan en la posición que tiene alguien de
conocer algo, especialmente con testigos y expertos: en parte, lo
que señalen depende de la confianza que generen. Si no son
confiables, sus afirmaciones pierden credibilidad, incluso
pudieran ser desechados.

De allí que los abogados usen argumentos ​ad hominem​ no falaces


todo el tiempo: cuando ponen en tela de juicio a un testigo o a un
experto por no ser confiables. Por ejemplo, se puede argumentar
legítimamente que el testigo es un mentiroso compulsivo o que el
experto ha sido descalificado en otras ocasiones.

Esquema

22
P1: el hablante H señala, afirma, opina que, mantiene la
posición X;

P2: H tiene una característica personal o de contexto que


hace dudar de que X sea verdadero o aceptable;

Conclusión: es preferible no aceptar (o desechar) X.

Ejemplo

El testigo señala que vio cuando Juan le entregó una


panela de droga a Pedro; no obstante, se ha probado que
el testigo tiene una larga enemistad con Juan y en otras
ocasiones lo ha acusado falsamente. Por lo tanto,
debemos desechar su testimonio.

19. Argumentos a partir de


grabaciones y otras pruebas
En este apartado quiero considerar otros tipos de argumentos
que son construidos mediante pruebas que son frecuentes en los
juicios. Por un lado, está un esquema que podemos llamar a
partir de grabaciones, y por otro lado tenemos el esquema a
partir de pruebas de muestras físicos.

En el esquema a partir de grabaciones, incluimos videos,


grabaciones de sonido, mensajes de correo o de texto, etc.

Esquema

Premisa: hay una grabación (video, texto, etc.) que


muestra el suceso (o conjunto de hechos) S.

Conclusión: (plausiblemente) es verdad S.

Ejemplo

Hay una grabación que muestra que María salió


corriendo a las seis de la mañana del apartamento de
Pedro con dirección a la calle; así que es verdad que
María salió corriendo a las seis de la mañana del
apartamento de Pedro con dirección a la calle.

23
20. Esquema a partir de muestras
físicas
Incluimos pruebas de ADN, de sangre, de huellas, etc.

Esquemas

El esquema pudiera ser (simplificando):

Premisa: la prueba señala S;

Conclusión: (plausiblemente) es verdad S.

Por supuesto, esta es una simplificación de lo que señalan las


pruebas de este tipo. En realidad es la interpretación de lo que
arroja la prueba, de sus resultados, lo que se usa para llegar a
ciertas conclusiones. Así que siendo un poco más precisos, el
esquema puede ser:

P1: la prueba señala X;

P2: X debe interpretarse como afirmando (o negando) S.

Conclusión: (plausiblemente) es verdad (o falso) S.

Ejemplo

La prueba señala que no hay coincidencia entre el ADN


de Lydia y la de los niños. Que no hay coincidencia entre
el ADN de Lydia y la de los niños quiere decir que no hay
relación de parentesco entre Lydia y los niños. Así que es
falso que Lydia sea la madre de los niños.

Recuerda: si quieres estudiar en profundidad Argumentación


Jurídica, poner en práctica todos los esquemas argumentativos
que verás aquí y otros veinte más que tienen que ver con la
interpretación normativa, además de aprender a evaluarlos y
criticarlos en casos específicos, inscríbete en nuestro curso:

24
Programa práctico de Argumentación Jurídica.
Más información en:
https://argumentacionyderecho.teachable.com/p/programa-arg
umentacion-juridica

PARTE II

Argumentos frecuentes en la
interpretación normativa

ARGUMENTOS
RELACIONADOS CON EL
LENGUAJE
21. Argumento de interpretación
gramatical
Se basan en la máxima de que las normas deben interpretarse,
siempre que sea posible, según el sentido común que
normalmente tienen las palabras con las que son expresadas.

Por eso, muchas veces los ordenamientos jurídicos indican que el


primer paso de las interpretaciones normativas debe ser
interpretar literal o gramaticalmente la norma.

25
Esquema básico del argumento por interpretación
gramatical

Premisa 1: el conjunto de palabras que compone la norma


(discurso, expresión) N tiene el sentido S;

Premisa 2: según el sentido S, a la norma N debe dársele


la interpretación I;

Conclusión: la norma N debe entenderse según la


interpretación I.

Es frecuente que el argumento por interpretación gramatical


apele a lo señalado en diccionarios u otras fuentes lexicográficas
para determinar el significado de las palabras clave de las
normas que son objeto de interpretación. En estos casos, el
argumento gramatical es más complejo. Veamos.

Premisa 1: según el diccionario o fuente lexicográfica D, al


conjunto de palabras A debe dársele el sentido S;

Premisa 2: si al conjunto de palabras A se le da el sentido


S, entonces a la norma N debe dársele la interpretación I;

Conclusión: la norma N debe entenderse según la


interpretación I.

Ejemplo

Supongamos la siguiente norma:

​ dición o
Art. 1000. La enmienda tiene por objeto la a
modificación​ de uno o más artículos de esta
Constitución. La enmienda debe ser aprobada por la
mayoría del Congreso.

Preguntas: ¿qué implica la modificación de la que habla el


artículo?, ¿cuál es su alcance?

Se puede alegar que, según el Diccionario de la Real Academia


Española (DRAE), «modificar» significa, entre otras acepciones,
«transformar o cambiar algo en sus accidentes», es decir, sin
cambiar su esencia.

26
Por lo tanto, aunque la modificación del artículo implique una
modificación de la norma que contiene el artículo, lo que se
quiere decir –en el caso de la enmienda– es que los cambios
solamente pueden ser hechos sobre elementos que no afecten la
esencia de la norma.

Reconstruyendo el argumento gramatical, tenemos:

Premisa 1: según el DRAE, «modificar» debe entenderse


como «transformar o cambiar algo en sus accidentes»;

Premisa 2: si entendemos «modificar» de esa manera,


entonces el sentido de la norma del artículo 1000 es que
con la enmienda solo se puede transformar un artículo
constitucional en sus accidentes, es decir, sin cambiar su
esencia;

Conclusión: la norma del artículo 1000 señala que con la


enmienda solo se puede transformar un artículo
constitucional sin cambiar su esencia.

22. Argumento ​a contrario sensu


En este tipo de argumento se presupone que la norma forma
parte de un sistema cerrado, es decir, que lo que no es aceptado o
permitido expresamente por la norma, es prohibido por ésta –y
viceversa–. En estos casos se dice que la norma es de
interpretación estricta.

Por ejemplo, la Constitución venezolana señala que sólo los


venezolanos por nacimiento pueden optar al cargo de Presidente
de la República. Esto implica, ​a contrario sensu​, que los
venezolanos naturalizados no pueden optar a tal cargo.

De igual manera, usualmente las disposiciones sancionatorias del


ordenamiento jurídico penal son de interpretación estricta: si
una conducta no está expresamente sancionada por una norma,
debe entenderse que está permitida.

Esquema

27
Premisa 1: la norma N es una norma de interpretación
estricta;

Premisa 2: N no incluye la situación A entre lo que


permite (o prohíbe);

Conclusión: A está prohibido (o permitido).

Ejemplo

En el caso de quiénes pueden ser presidentes en Venezuela, el


esquema se aplica de la siguiente manera.

Premisa 1: la norma constitucional sobre quiénes pueden


optar al cargo de presidente de la república es una
norma de interpretación estricta;

Premisa 2: la norma constitucional no incluye el caso de


los venezolanos por naturalización entre los que pueden
optar al cargo de presidente de la república;

Conclusión: los venezolanos por naturalización no


pueden optar al cargo de presidente de la república.

ARGUMENTOS
SISTEMÁTICOS
La interpretación sistemática, en general, intenta darle un
significado a la norma que se adapte al contenido y sentido del
ordenamiento jurídico.

La idea subyacente a las interpretaciones sistemáticas es que los


ordenamientos jurídicos son (o deben ser) coherentes,
lógicamente organizados y no contradictorios, es decir, que no
contienen (o, al menos, no deben contener) antinomias.

Como señala García Amado (p. 190), la idea es que:

… Lo que resulta dudoso, si miramos aisladamente la


norma que hemos de aplicar, adquiere mayor claridad si

28
vemos tal norma en el marco o en el conjunto de otras
normas que regulan los mismos asuntos o que emplean
los mismos términos o expresiones que en esta se
interpretan.

Hay cuatro tipos básicos de argumentos de interpretación


sistemática:​ a cohaerentia​, ​a rubrica,​ ​sedes materiae,​ la
interpretación sistemática en sentido estricto y también el
argumento económico o del legislador no redundante.

Veamos de qué se trata cada uno de estos argumentos, cuál es su


esquema argumentativo y un ejemplo de uso.

23. ​Sedes materiae


En este tipo de argumento la interpretación de una norma
depende de su ubicación en el contexto del ordenamiento
jurídico.

Esquema

Premisa 1: la norma (o disposición normativa) N se


encuentra ubicada en la posición o contexto normativo P;

Premisa 2: el sentido que deben tener las normas en la


posición o contexto P es S;

Conclusión: la norma N debe interpretarse (o ser


coherente) con el sentido S.

24. ​A rubrica
En este tipo de argumento el sentido que se le debe dar a una
norma está sugerido por el nombre o rúbrica del artículo o del
grupo de artículos (por ejemplo, la sección o el capítulo) en el
que se encuentra.

Esquema

Premisa 1: la norma N se encuentra entre las normas bajo


el título o rúbrica X;

29
Premisa 2: a las normas que se encuentran bajo el título o
rúbrica X debe dárseles el sentido S;

Conclusión: N debe interpretarse con el sentido S (o de


manera coherente con ese sentido).

Ejemplos de argumentos ​sedes materiae ​y​ a rubrica

El siguiente ejemplo es de García Amado (191), pero le haré una


pequeña modificación:

Supongamos una norma que dice lo siguiente:

Los mamíferos solo podrán tenerse en las viviendas con


una autorización especial de la autoridad competente y
previa constatación de su no peligrosidad.

Desde un punto de vista literal, pudiéramos preguntarnos si los


gatos o los perros también necesitan una autorización.

Sin embargo, supongamos que la norma se encuentra en la ley


sobre las condiciones de la tenencia de animales salvajes. O está
ubicado en una ley más amplia pero las normas en las que está
situada se refieren únicamente a los animales salvajes. De allí
podemos construir un argumento ​sedes materiae​:

Dado que la norma en cuestión está en la ley (o entre


normas que tienen que ver con) la tenencia de animales
salvajes, concluyo que dicha norma en cuestión solo trata
de animales salvajes, así que no es necesario pedir
autorización para tener perros o gatos (u otro animal
doméstico) en una vivienda.

Ahora, supongamos que la ley es más amplia y hay dos capítulos


o apartados, el primero «condiciones de la tenencia de animales
domésticos» y el segundo «condiciones de la tenencia de
animales salvajes», y que la norma en cuestión está dentro de
este último apartado. De allí podemos concluir, por un
argumento ​a rubrica,​ que los perros y los gatos no necesitan
autorización, porque la norma en cuestión debe tener el sentido
de que la autorización es solo para el caso de tenencia de

30
animales salvajes, dado que se encuentra en bajo el título o
rúbrica sobre la tenencia de animales salvajes.

25. ​A cohaerentia
Este argumento tiene doble función, por una parte, desechar
aquellas interpretaciones no coherentes con el sistema jurídico;
por otra parte, apoyar aquellas interpretaciones que son más
coherentes con el sistema jurídico.

Esquemas

Como veremos más adelante, el argumento en rechazo de una


interpretación normativa está fuertemente relacionado con la
reducción al absurdo. El esquema en este caso es:

Premisa 1: la interpretación I de la norma N choca con lo


dispuesto en otras normas o con el sentido general del
ordenamiento jurídico;

Conclusión: no debe dársele la interpretación I a la norma


N.

Por su parte, el esquema del argumento de coherencia en apoyo a


cierta interpretación puede reconstruirse así:

Premisa 1: la interpretación I de la norma N es coherente


con lo dispuesto en otras normas o con el sentido general
del ordenamiento jurídico;

Conclusión: debe dársele la interpretación I a la norma N.

Se pueden distinguir al menos tres tipos de argumentos por


coherencia, tanto de rechazo como de apoyo. Estos tres tipos son:
coherencia lingüística, coherencia material y coherencia lógica.

Los dos primeros los propone García Amado (191-192).

26. Coherencia lingüística


Según García Amado, la ​coherencia lingüística​, que él llama
«sistemático-lingüístico», se presupone que, en virtud de una
presunción de consistencia lingüística del legislador, habrá que

31
darle al término o expresión «x» en N el mismo significado que
posee en N´, salvo que concurran y se acrediten razones de peso
para mostrar que «x» en N´significa algo distinto de lo que
puede significar en N.

Es decir, se supone, salvo argumento en contrario, que los


términos y expresiones de las normas del ordenamiento jurídico
tienen el mismo significado.

Esquemas

Los esquemas, en este caso, son:

De rechazo​:

Premisa 1: el significado del término o expresión «x» de la


norma N no concuerda o es incoherente con el significado
de «x» dispuesto en otras normas;

Conclusión: no debe dársele ese significado a «x» en la


norma N.

De apoyo​:

Premisa 1: el significado del término o expresión «x» de la


norma N es coherente con el significado de «x» dispuesto
en otras normas;

Conclusión: debe dársele ese significado a «x» en la


norma N.

27. Coherencia material


En el caso del argumento de ​coherencia material
(sistemático-material), señala García Amado que al interpretar la
norma N que regula la materia M se ha de ver también lo que
sobre la misma materia M se diga en otras normas que la
regulen.

Esquemas

Esquema en rechazo​:

32
Premisa 1: la interpretación I, sobre la materia M, de la
norma N choca con lo dispuesto en otras normas que
regulan M;

Conclusión: no debe dársele la interpretación I a la norma


N con respecto a la materia M.

Esquema en apoyo​:

Premisa 1: la interpretación I, sobre la materia M, de la


norma N es consistente (o coherente) con lo dispuesto en
otras normas que regulan M;

Conclusión: debe dársele la interpretación I a la norma N


con respecto a la materia M.

28. Coherencia lógica


Por último, se puede plantear un​ argumento de coherencia
lógica​. En este caso, la coherencia planteada es mucho más
amplia que en los dos casos anteriores. Consiste en que las
consecuencias lógicamente derivables de una interpretación
normativa deben ser coherentes (no contradictorias) con
respecto a lo dispuesto en otras normas o principios.

El argumento por reducción al absurdo, en sentido estricto, es un


argumento de coherencia lógica de rechazo (aunque el esquema
que plantearemos en su momento es más amplio).

Esquemas

Esquema en rechazo​:

Premisa 1: las consecuencias lógicas de la interpretación I


de la norma N contradicen lo dispuesto en la(s) norma(s)
o principio(s) P;

Conclusión: no debe dársele la interpretación I a la norma


N.

Esquema en apoyo​:

33
Premisa 1: las consecuencias lógicas de la interpretación I
de la norma N son coherentes con lo dispuesto en otras
normas que regulan M;

Conclusión: debe dársele la interpretación I a la norma N.

29. Argumento sistemático en


sentido estricto
Señala Ezquiaga (269) que en el argumento sistemático en
sentido estricto la atribución de significado a una disposición
normativa tiene en cuenta el contenido de otras normas y de su
contexto.

A diferencia del contexto estático del argumento ​sedes materiae,​


el contexto normativo al que se hace referencia en el argumento
sistemático en sentido estricto es un contexto dinámico, que
interrelaciona conjuntos de normas del ordenamiento jurídico de
manera que cada una de ellas debe ser entendida en función de
las otras.

Esquema

Una posible reconstrucción del esquema del argumento


sistemático en sentido estricto es el siguiente:

Premisa 1: la norma (o disposición normativa) N está


relacionada con el contexto de normas C;

Premisa 2: N debe interpretarse en función del contexto


normativo C;

Premisa 3: el sentido que deben tener las normas del


contexto normativo C es S;

Conclusión: la norma N debe interpretarse (o ser


coherente) con el sentido S.

34
30. Argumento económico o del
legislador no redundante
Si el ordenamiento jurídico es un sistema y el legislador es un ser
racional, no solo no debe existir contradicción entre sus normas,
sino que es deseable que tampoco haya dos normas que regulen
exactamente lo mismo, no puede haber redundancia.

De allí que debe rechazarse la interpretación de un enunciado


normativo que lo haga redundante o superfluo.

Esquema

Podemos reconstruir su esquema argumentativo a partir de lo


antes citado:

Premisa 1: M es una norma preexistente (o


jerárquicamente superior) a N;

Premisa 2: la interpretación, I, de la norma N haría que su


significado fuese el mismo que se atribuye a M;

Conclusión: debe rechazarse la interpretación I de la


norma N.

35
ARGUMENTOS
TELEOLÓGICOS Y DE
VOLUNTAD DEL
LEGISLADOR
31. Argumento por la voluntad de
legislador
Una de las formas de interpretar las normas más comunes es
acudir a lo que quiso decir el legislador, a cuál fue su propósito al
redactar la ley. Incluso algunos ordenamientos jurídicos
disponen expresamente que, en caso de duda, se debe apelar a
este tipo de interpretación.

En estos argumentos se parte de una investigación que permita


precisar cuál fue la razón de la ley o de ciertas normas,
reconstruyéndose la voluntad del legislador y el tipo de
problemas que intentaba resolver. Muchas veces se usan las
exposiciones de motivos y los debates parlamentarios sobre la ley
para indagar cuál era la voluntad del legislador.

Esquema

El esquema básico es el siguiente:

Premisa 1: el legislador, al redactar la ley, le dio el sentido


S a la norma N;

Conclusión: (mndc) N debe interpretarse con el sentido S.

Nota que el esquema en cuestión es más amplio que el del


argumento teleológico, porque cuando hablamos del sentido de
la norma no necesariamente nos referimos al propósito o fin que

36
tuvo en mente el legislador. Por ejemplo, puede ser que se apele a
lo que quiso decir el legislador con una palabra o frase específica,
o tal vez el legislador benefició una cierta interpretación
normativa. En esos casos no estamos hablando, en principio, de
un argumento teleológico.

No obstante, como puedes verificar en las sentencias judiciales,


el uso más frecuente del argumento por la voluntad del legislador
es el de la determinación de propósitos y fines que tuvo en mente
el legislador. En ese sentido, podemos encontrarnos con el
esquema de una manera un poco más compleja y que ​apela
directamente a los fines​:

Premisa 1: el legislador, al redactar la ley, tenía en mente


el fin F;

Premisa 2: la interpretación de la norma N con el sentido


S cumple con el fin F;

Conclusión: N debe interpretarse con el sentido S.

Ejemplo

N1 sanciona con dos años de prisión el delito de posesión de


marihuana hasta los 20 gramos;

N2 sanciona con veinte años de prisión el delito de narcotráfico.

Pregunta: cuando la posesión de marihuana sobrepasa por poco


los 20 gramos, ¿debe aplicarse el artículo N2?

Un argumento a partir de la voluntad del legislador pudiera ser:

Según la exposición de motivos de la ley, el legislador


expresamente se propuso obstaculizar el tráfico de
drogas.

Si entendemos que el artículo N2 incluye los supuestos de


posesión de cualquier cantidad mayor a los 20 gramos
de marihuana (por poco que la supere), entonces damos
cumplimiento con el propósito del legislador.

Por lo tanto, el artículo N2 debe interpretarse de esa


manera: quien posea más de 20 gramos de marihuana,

37
aunque supere esa cantidad por poco, será penado con
veinte años de prisión.

Advertencia​: en el ejemplo anterior, como en muchos otros


casos de interpretaciones normativas, no basta con solo señalar
que darle cierta interpretación a la ley cumple con el sentido o
propósito del legislador (o, en general, que se adapta de alguna
manera a lo que es una buena interpretación). Esas afirmaciones
también deben ser justificadas (lo que implica un argumento
complejo subordinado). De lo contrario, se corre el riesgo de caer
en interpretaciones arbitrarias, cada quien con una
interpretación que dice que es la mejor o la que más se adapta a
los propósitos del legislador.

32. Interpretación teleológica en


sentido estricto
Giovanni Tarello (​L’interpretazione della legge​, 1980) deja
claramente establecido qué es un argumento de interpretación
teleológica, cito:

El argumento teleológico (o «hipótesis del legislador


provisto de fines») es aquel por el cual a un enunciado
normativo debe atribuirse el significado que corresponde
al fin propio de la ley del que el enunciado es un
documento.​

Este argumento no debe confundirse con el psicológico,


que impone el recurso a la voluntad del legislador
concreto: quien usa el argumento teleológico reconstruye
los fines «de la ley» (o «del legislador»): pero en este
caso se trata de una entidad abstracta), a partir del texto
de la ley o de una clasificación de los fines o intereses que
el Derecho protege, en lugar de documentos diversos
(como los trabajos preparatorios) concebidos en tanto
indicios de la voluntad de un individuo o de una
asamblea entendida concretamente.

38
Notemos, en primer lugar, la dificultad práctica de distinguir
entre teleológicos y de voluntad del legislador cuando este último
se refiere a los fines de la ley.

Esquema

El esquema general del argumento teleológico será entonces el


siguiente:

Premisa 1: a partir del texto de la ley (o estudiando los


fines o intereses del Derecho) indica que el legislador
tendría en mente el fin F;

Premisa 2: al interpretar la norma N con el sentido S se


cumple con el fin F;

Conclusión: N debe interpretarse con el sentido S.

Y también podemos hablar de un argumento teleológico de


rechazo a una interpretación:

Premisa 1: el texto de la ley (o el estudio de los fines o


intereses del Derecho) indica que el legislador tendría en
mente el fin F;

Premisa 2: la interpretación de la norma N con el sentido


S contradice o entra en conflicto con el fin F;

Conclusión: la norma N no debe interpretarse con el


sentido S.

33. Interpretación teleológica


evolutiva
Un tipo de interpretación teleológica muy interesante es la que
pudiéramos llamar «evolutiva». Bajo este nombre me refiero a la
interpretación teleológica en la que se apela a los fines actuales, a
los propósitos que la ley puede resolver en estos momentos.

En este caso se parte de la pregunta ¿si hiciéramos la ley


actualmente, qué problemas debería resolver, qué objetivos
debería tener?

39
Esquema

El esquema básico de los argumentos de interpretación


teleológica evolutiva es:

Premisa 1: si redactáramos en este momento la ley, el


legislador tendría en mente el fin F;

Premisa 2: al interpretar la norma N con el sentido S se


cumple con el fin F;

Conclusión: N debe interpretarse con el sentido S.

Ejemplo

En la argumentación relacionada al caso del robo con un arma de


juguete, el juez pudiera considerar la aplicación de la norma del
robo agravado (con una pena mayor que la del robo genérico)
tomando en consideración que actualmente la criminalidad es el
problema que más perjudica a la ciudadanía. En ese caso, el
argumento, según el esquema, sería:

Premisa 1: si redactáramos en este momento la ley, el


legislador tendría en mente penas más duras para
disminuir la criminalidad;

Premisa 2: para cumplir ese fin se debe interpretar que


(la norma del artículo 400 (sobre el robo agravado)
incluye el robo con un arma de juguete como un robo a
mano armada;

Conclusión: la norma del artículo 400 (sobre el robo


agravado) incluye el robo con un arma de juguete como
un robo a mano armada.

40
RAZONAMIENTOS POR
ANALOGÍA
La argumentación por analogía es una de las más frecuentes, no
solo en el Derecho, sino en muchos campos del saber y de las
discusiones cotidianas. Es más, la analogía es una de las formas
de razonar fundamentales de los seres humanos.

Aquí estudiaremos cuatro tipos de argumentos relacionados con


esta forma de razonar: analogía ​legis,​ argumentación por los
precedentes (o antecedentes) y dos tipos de argumentos ​a
fortiori.​

34. Analogía ​legis


Tiene como objetivo llenar lagunas del ordenamiento jurídico, es
decir, dar soluciones jurídicas en aquellas situaciones relevantes
en las que no haya una regulación expresa. En tales casos la
analogía se usa para trasladar la solución jurídica de un caso
regulado a otro caso semejante pero no regulado.

Esquema

Premisa 1: hay una norma N que regula la situación A;

Premisa 2: A tiene los elementos 1, 2,...n, y esas son


razones (o están relacionadas a las razones) para que A
esté regulada por la norma N;

Premisa 3: la situación B es semejante a la situación A


(tiene elementos constitutivos semejantes a los de A);

Conclusión: la situación B está regulada con la misma


solución jurídica que N aplica en el caso de A.

El uso del razonamiento por analogía para llenar lagunas (uso


integrativo) se fundamenta en la suposición de que el derecho es

41
un sistema completo y que, por tanto, ha de regular todas las
situaciones jurídicamente relevantes. Por eso, es frecuente que
en el Derecho Civil existan normas que indiquen expresamente el
uso de la analogía para los casos no regulados. Por ejemplo, en el
Derecho Español, el art. 4.1 del Código Civil señala:

Procederá la aplicación analógica de las normas cuando


éstas no contemplen un supuesto específico, pero regulen
otro semejante entre los que se aprecie identidad de
razón​.

Ejemplo

Gran parte de los códigos civiles recogen o han recogido la


prohibición de venta de bienes entre cónyuges. Esta prohibición
tiene sus orígenes en el derecho francés (aunque ya en el derecho
romano había una prohibición de donaciones), pese a que
actualmente se permite con total libertad.

Pues bien, supongamos que la norma en cuestión dice


expresamente «entre marido y mujer no puede haber venta de
bienes». ¿Qué debe decidirse si uno de los cónyuges compra en
subasta pública un bien que era del otro?

Una interpretación por analogía señalaría que ambos casos, la


venta de bienes y la subasta pública, son semejantes y que las
razones que aplican para uno aplican para el otro.

Desarrollando más el argumento, pudiéramos decir:

Premisa 1: hay una norma que prohíbe la venta entre


cónyuges;

Premisa 2: la venta entre cónyuges implica la


transferencia patrimonial de uno de los cónyuges al otro,
lo cual puede poner en peligro a posibles acreedores y
herederos, por eso está prohibida tal acción;

Premisa 3: que uno de los cónyuges adquiera en subasta


pública los bienes del otro cónyuge también implica una
transferencia patrimonial y puede poner en peligro a
posibles acreedores y herederos;

42
Conclusión: que uno de los cónyuges adquiera en subasta
pública los bienes del otro cónyuge también está
prohibida.

35. Argumentación a partir de los


precedentes
Un uso distinto de la argumentación por analogía se encuentra
en ​la argumentación a partir de los precedentes​. En tales
casos se parte de lo que señalan las sentencias judiciales de casos
anteriores para solucionar casos actuales.

En la argumentación a partir de los precedentes se apela a la


coherencia en la toma de decisiones a lo largo del tiempo, de
manera que casos semejantes deben tener soluciones semejantes.

En este tipo de argumento se comparan dos casos, uno regulado


expresamente y otro que no lo está, y, si ambos son semejantes,
se decide aplicarle las mismas consecuencias o soluciones
jurídicas al no regulado.

Esquema

Premisa 1: el caso actual A es semejante al caso histórico B


(comparte las características 1,2,…,n).

Premisa 2: en el caso B se decidió de la forma D.

Conclusión: A debe decidirse de la forma D.

Es intencional que hablemos de manera ambigua sobre «la forma


D». Esa forma D puede ser una decisión concreta, la
interpretación de una norma o una nueva regulación del caso.

Cuando los precedentes se usan específicamente para justificar


una interpretación normativa el esquema se puede ajustar de la
siguiente manera:

Premisa 1: el caso actual A es semejante al caso histórico B


(comparte las características 1,2,…,n).

43
Premisa 2: en el caso B se interpretó la norma N con el
sentido S.

Conclusión: en el presente caso, A, también debe


interpretarse la norma N con el sentido S.

36. Argumentos ​a fortiori


36.1 Argumentación ​a fortiori a minore ad
maius
Quiere decir que si lo menor es prohibido, lo mayor lo será con
mucha más razón.

Ejemplo

Si pisar la grama está prohibido, con mayor razón


llevársela.

Esquema

Premisa 1: la situación A tiene los elementos constitutivos


1, 2,...,n;

Premisa 2: los elementos 1,2,...,n son las razones por los


que A está prohibida;

Premisa 3: la situación B es más grave que A (tiene


elementos constitutivos semejantes a los de A, pero, de
alguna manera, en mayor escala);

Conclusión: la situación B también está prohibida.

36.2. Argumento ​a fortiori a maiori ad minus


Quiere decir que si se puede lo más, se puede lo menos.

Ejemplo

Si está permitida la presentación de instrumentos


públicos mediante copia simple, entonces con mayor
razón está permitido presentarlos con copa certificada.

Esquema

44
Premisa 1: la situación A tiene los elementos constitutivos
1,2,...,n;

Premisa 2: pese a los elementos 1,2,...,n, A está permitida;

Premisa 3: la situación B es menos grave que A (tiene


elementos constitutivos semejantes a los de A, pero, de
alguna manera, en menor escala);

Conclusión: la situación B también está permitida.

Nota dos cosas:

1- Hay casos en los que el sentido común o alguna disposición


expresa no nos permite sacar inferencias ​a fortiori.​ Por ejemplo,
aunque en un lugar se pueda construir un edificio, eso no quiere
decir que se pueda construir una casa. También puede ser que el
parque está diseñado especialmente para que llevemos a los osos,
y esa sea la razón por la que no se permiten perros –los osos se
los pueden comer–.

2- ¿Qué significan menor y mayor? Es mejor dejar ambiguo en el


esquema a lo que nos referimos por mayor escala o menor escala,
o mayor y menor gravedad, porque pueden ser distintas cosas,
según la norma y el caso. Tal vez, lo más común sea una
comparación entre las consecuencias de cada situación. Por
ejemplo, la razón por la que no se permite pisar la grama es
–probablemente- porque deteriora la zona, daña las áreas
verdes, etc. Evidentemente, arrancar la grama es una acción más
grave, sus consecuencias son de mayores que los de pisarla.

Ahora, en el caso de los instrumentos, con las copias simples (sin


certificar) no se puede dar fe de que no han sido forjadas u
omitido algún folio, y, pese a ello, son admitidas. En cambio, con
las copias certificadas sí se da fe de lo anterior, así que la
posibilidad de que las copias estén forjadas es menor que con
copias simples.

Todo esto hace que los argumentos a fortiori sean muy


interesantes. Pero hay más: si te das cuenta, el argumento a
fortiori está emparentado con los argumentos por analogía y los
argumentos teleológicos. Con los primeros, porque las

45
situaciones deben ser hasta cierto punto semejantes, solo que
una tiene una gravedad mayor que la otra; con los segundos,
porque para hacer la comparación se necesita determinar cuáles
fueron las razones por las que se reguló la situación en cuestión.

OTROS ESQUEMAS DE
INTERPRETACIÓN
37. Argumentos de interpretación
histórica
Hay varias modalidades de argumentación histórica para la
interpretación normativa. Una excelente y fina distinción puede
conseguirse en el libro de Ezquiaga (​La argumentación e
interpretación​, pp. 286-294).

La argumentación histórica parte del supuesto de que el


legislador trasciende a los órganos legislativos reales y
específicos de un momento determinado. Esto lo diferencia del
argumento por la voluntad del legislador, que apela al propósito
del legislador real.

Hay dos tipos de argumentación histórica: estática y dinámica.


Veamos cada una.

Argumentación histórica estática


Esta es la modalidad más común del argumento histórico. En
líneas generales, el objetivo es hacer una interpretación
conservadora de las normas. En este tipo de argumento el
sentido de la norma debe adecuarse al que históricamente el
legislador le ha otorgado a esa norma en leyes pasadas.

Esquema

46
Premisa 1: las leyes anteriores han incluido la norma N
con el sentido S;

Premisa 2: la ley actual también incluye la norma N;

Conclusión: en la ley actual se debe entender la norma N


con el sentido S.

En algunos casos, no es una norma a la que se pretende dar un


significado mediante interpretación histórica. Es posible que una
palabra o frase, que puede estar en más de una norma de una ley
actual, sea objeto de interpretación buscando el significado que
se le daba en leyes anteriores. Por ejemplo, en el caso de qué
significa «alternativo», una palabra que aparece varias veces en
la Constitución x, podemos buscar apoyo en lo que significaba en
las Constituciones anteriores.

En este caso, el esquema puede reconstruirse de la siguiente


manera:

Premisa 1: las leyes anteriores han incluido la palabra,


frase, expresión P con el significado S;

Premisa 2: la ley actual también incluye P;

Conclusión: en la ley actual se debe entender P con el


significado S.

Argumentación histórica dinámica


Señala Ezquiaga (291) que esta invocación de la historia:

Consiste en tomarla como una tendencia hacia el futuro,


como un proceso de cambio continuo, o como un proceso
irregular, con rupturas y cambios en las circunstancias
que impiden entender las reglas actuales con los criterios
proporcionados por regulaciones ya derogadas.

Es decir, este uso de la interpretación histórica no puede


llamarse conservadora, sino, tal vez, disruptiva o evolutiva.

Es disruptiva cuando hay una circunstancia que ha cambiado


respecto a la regulación anterior. Imaginemos, por ejemplo, que
en leyes anteriores se suponía (​iuris tantum​) que el niño nacido

47
dentro de los nueve meses posteriores al divorcio es hijo del
hombre. Actualmente, una norma que pretenda suponer algo
parecido no puede ser conservadora, porque existen diversas
técnicas de reproducción artificial que contrastan fuertemente
con la situación anterior. El intérprete debe entonces apoyarse en
ese contraste para interpretar la nueva norma de forma novedosa
o, al menos, para rechazar la interpretación anterior.

Esquema

El esquema, en tales casos, puede ser:

De rechazo:

Premisa 1: las leyes anteriores han incluido la norma,


palabra, frase, expresión N con el sentido S;

Premisa 2: la ley actual también incluye N;

Premisa 3: entre las leyes anteriores y la actual ha habido


un cambio que impide darle el sentido S a N;

Conclusión: debemos rechazar que en la ley actual N se


interprete según el sentido S.

De apoyo a una interpretación novedosa:

Premisa 1: las leyes anteriores han incluido la norma,


palabra, frase, expresión N con el sentido S;

Premisa 2: la ley actual también incluye N;

Premisa 3: entre las leyes anteriores y la actual ha habido


un cambio que conduce a darle un sentido novedoso
S´(distinta de S) a N;

Conclusión: debemos darle un sentido novedoso


S´(distinta de S) a N en la ley actual.

Interpretación histórica evolutiva


Por su parte, se puede hablar de una interpretación histórica
evolutiva cuando las normas o enunciados de una ley actual

48
deben interpretarse tomando en cuenta el progreso o evolución
que ha tenido tal norma o enunciado históricamente.

Como señala Ezquiaga (292):

Habitualmente, este uso del argumento histórico sirve


para la interpretación de enunciados relativos a
materias muy concretas, como los derechos y libertades o
las mejoras en las condiciones laborales, que son aquellas
materias en las que se puede observar claramente a lo
largo de la historia una tendencia hacia la mejora.

Esquema

Premisa 1: el sentido que se la da a la norma la norma,


palabra, frase, expresión N muestra una tendencia a
mejorar o evolucionar hacia la dirección (objetivo, fin) D;

Premisa 2: debemos continuar la tendencia en dirección


D;

Premisa 3: si en la ley actual interpretamos N con el


sentido novedoso S´, continuamos con la tendencia en
dirección D;

Conclusión: debemos darle el sentido novedoso S´a N en


la ley actual.

38. Argumento a partir de la doctrina


En las discusiones jurídicas (especialmente, las sentencias
judiciales) es frecuente el uso de lo que dice la doctrina. En tal
caso, se apela a la autoridad de los expertos en la materia que, se
supone, le han dedicado muchas horas de reflexión a los
problemas jurídicos.

Como puedes observar, en los argumentos a partir de la doctrina


estamos ante un esquema de argumentación a partir de la
opinión de un experto.

Esquema

Premisa 1: E es un experto en el área del derecho A;

49
Premisa 2: E afirma que I es la interpretación correcta (o
incorrecta) de la norma N;

Premisa 3: lo concerniente a la norma N forma parte de A;

Conclusión: I es la interpretación correcta (o incorrecta)


de la norma N.

Puede ser que el autor citado no señale directamente cuál es la


interpretación correcta de la norma, tal vez solo habla de cuáles
fines tiene la norma o el ordenamiento del que es parte. En esos
casos, el esquema es un poco más complejo, parecido al de la
voluntad del legislador:

Premisa 1: E es un experto en el área del Derecho A;

Premisa 2: E afirma que F es un fin de la ley L;

Premisa 3: lo concerniente a L forma parte de A;

Premisa 4: para cumplir F se debe interpretar la norma N


con el sentido S;

Conclusión: N debe interpretarse con el sentido S.

39. Reducción al absurdo


La reducción al absurdo (​reductio ad absurdum)​ es una forma de
argumentación compleja que se usa para negar, desechar o
cuestionar proposiciones o afirmaciones. Los argumentos por
reducción al absurdo tienen por objeto demostrar que si
suponemos la verdad o aceptabilidad de una afirmación,
llegaremos a una conclusión contradictoria (o absurda, en
sentido amplio), de manera que no es aceptable dicha
afirmación.

Aunque la estrategia de reducción al absurdo más conocida es


deductiva (de conclusiones necesarias) –y es usual en pruebas
matemáticas y lógicas–, en el derecho son más comunes los
argumentos de reducción al absurdo cuyas conclusiones son
meramente plausibles (es decir, que se mantienen mientras no se
pruebe lo contrario).

50
En el Derecho es muy popular argumentar mediante una
estrategia de reducción al absurdo con las particularidades
propias de ese tipo de discurso. En ese caso el objetivo es
cuestionar o rechazar una interpretación normativa demostrando
que sus consecuencias están en conflicto con alguna norma o
algún principio aceptado.

Esquema

El esquema básico es el siguiente:

Premisa 1: existe una norma o principio P que debemos


aplicar;

Premisa hipotética: si interpretamos la norma N con el


sentido S, obtendremos las consecuencias C;

Premisa 2: C viola o contradice (o está en conflicto con) P;

Conclusión: no es aceptable interpretar N según el sentido


S.

Ejemplo

Un principio básico del Derecho Penal es la proporcionalidad de


las penas con respecto al delito cometido. Imaginemos las dos
normas que ya hemos visto:

N1 sanciona con dos años de prisión el delito de posesión


de marihuana hasta los 20 gramos;

N2 sanciona con veinte años de prisión el delito de


narcotráfico.

Un argumentante considera que cuando la posesión de


marihuana sobrepasa los 20 gramos, debe aplicarse el artículo
N2.

Un contra-argumento pudiera seguir el ​esquema de


reducción al absurdo​:

Supongamos que aceptamos la interpretación (S) de que


la posesión de marihuana que sobrepasa los 20 gramos
debe ser sancionada según la norma N2. Entonces, si una

51
persona posee 21 gramos de marihuana, debe
equipararse al narcotraficante y ser condenado a 20
años de prisión (C). Esta consecuencia es absurda por
desproporcionada (viola el principio de
proporcionalidad de las penas). Por lo tanto, no podemos
aceptar esa interpretación con respecto a las cantidades
que sobrepasan los 20 gramos de marihuana.

Es decir:

Premisa 1: debemos aceptar el principio de


proporcionalidad de las penas;

Premisa hipotética: si aceptamos que quien posea poco


más de 20 gramos de marihuana debe ser condenado a
20 años, se condenaría con penas semejantes a quien
posea poco más de 20 gramos y al gran narcotraficante;

Premisa 2: condenar con penas semejantes a quien posea


poco más de 20 gramos y al gran narcotraficante viola el
principio de proporcionalidad;

Conclusión: no debe aceptarse la interpretación de que


quien posea poco más de 20 gramos de marihuana debe
ser condenado a 20 años.

40. Argumentos por los principios


generales del Derecho
Hay dos maneras de usar los principios del Derecho en la
resolución de los problemas jurídico-normativos. Por un lado, se
pueden usar para darle un sentido a una norma, en este caso el
principio se usa de manera interpretativa; por otro lado, el
principio puede usarse para llenar una laguna, tal como se usa la
analogía ​legis (​ de hecho, en este caso se habla de analogía ​juris​).

Uso interpretativo
En este caso los principios se usan para apoyar o rechazar una o
más interpretaciones de una norma.

52
El ​esquema​ de apoyo es el siguiente:

Premisa 1: el principio P señala X;

Premisa 2: la norma N estará en consonancia con X si se


interpreta con el sentido S;

Conclusión: N debe interpretarse según el sentido S.

El esquema de rechazo tiene muchos puntos en común con el


argumento de reducción al absurdo. Una forma de
esquematizarlo es:

Premisa 1: el principio P señala X;

Premisa 2: la interpretación I de la norma N está en


conflicto con X;

Conclusión: no debemos darle la interpretación I a la


norma N.

Uso integrativo
En este caso, los principios se usan para solucionar lagunas
legales. Este tipo de uso de los principios es también llamado
analogía iuris, por su semejanza con el argumento por analogía
legis​.

Al igual que en la analogía ​legis,​ los casos no regulados deben


pasar por una comparación, pero, a diferencia de aquélla, no se
compara con otros casos regulados, sino con los posibles casos
que están cubiertos por el principio en cuestión.

Premisa 1: el caso C no es regulado por ninguna norma


expresa;

Premisa 2: el principio P señala X;

Premisa 3: C es parte de (o guarda semejanza con) los


casos que deben ser regulados por P;

Premisa 4: según el contenido X de P, a los casos


regulados por P debe dárseles la solución jurídica S;

53
Conclusión: a C debe dársele la solución jurídica S.

Realizado por: Prof.​ ​Luis Alfonso Malavé Naime​,


investigador y profesor universitario de Teoría de la
Argumentación y Argumentación Jurídica. Fundador e
instructor en la ​Academia de Argumentación y
Derecho​.

Academia de Argumentación y Derecho

https://argumentacionyderecho.teachable.com/

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