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Vol. 2 Nº 2 págs. 193-213.

2004

www.pasosonline.org

Patrimonio alimentario y turismo: una relación singular

Elena Espeitx †
Universidad de Zaragoza (España)

Resumen: El patrimonio cultural es considerado, cada vez más, un recurso turístico. Paralelamente a
este uso otorgado al patrimonio cultural se amplían los márgenes de su definición. La “cultura alimenta-
ria” de una determinada sociedad pasa a ser potencialmente patrimonializable, y muy a menudo se con-
vierte en patrimonio, en el marco del desarrollo del turismo. Lo hace por diferentes vías, algunas de las
cuales le son muy propias.

Palabras clave: Turismo; Patrimonio cultural; Alimentos

Abstract: The cultural patrimony is considered, more and more, a tourist resource. Parallelly, the mar-
gins of the patrimony definition become wider. Between the resources used by the tourism, the food
culture quite often becomes also patrimony. And this kind of patrimony is exhibited on different ways,
very specific and exclusive.

Keywords: Tourism; Cultural Heritage; Food


• Antropóloga E-mail: elenaespeitx@telefonica.net

© PASOS. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural. ISSN 1695-7121


194 Patrimonio alimentario y turismo …

“Le goût du terroir” s’internationalise et artístico arqueológico nacional”, que com-


l’on rencontre aujourd’hui un intérêt pour prende “el conjunto de bienes muebles e
les patrimoines gastronomiques locaux inmuebles dignos de ser conservados para
dans l’ensemble des pays occidentaux.(...) la nación por razones de arte y cultura”. En
dans un contexte d’expansion du tourisme la ley de 1933 se utiliza el concepto de “Pa-
international, les traditions gastronomi- trimonio Histórico-Artístico”, y, en general,
ques des zones réceptrices sont désormais se va evolucionando hacia criterios cada
considérées, par les acteurs de l’industrie vez más amplios, imponiéndose progresi-
touristique, comme un patrimoine à valori- vamente la noción de “Patrimonio Cultu-
ser et comme un levier du développement ral”, al que se incorporará el de Patrimonio
local.” (Poulain 2001: 28) Natural. En la ley de Patrimonio Histórico
de 1985 se observa la ampliación del con-
cepto que integra “los inmuebles y objetos
Patrimonio cultural y patrimonialización muebles de interés artístico, histórico, pa-
leontológico, arqueológico, etnográfico, cien-
Puede entenderse el patrimonio cultural tífico o técnico. También forman parte del
como un puente entre el pasado y el presen- mismo el patrimonio documental y biblio-
te de una sociedad, como herencia, como gráfico, los yacimientos y zonas arqueológi-
materialización de las continuidades y al cas, así como los sitios naturales, jardines y
mismo tiempo símbolo de su transmisión. A parques, que tengan valor artístico, históri-
menudo se relaciona el patrimonio cultural co o antropológico”.
con las identidades sociales, en la medida Se observa pues que las definiciones
en que supone reconocimiento intergenera- cambian y se van ampliando los márgenes
cional por parte de los miembros de una de lo que la definición misma abarca, de
sociedad, un sentido del propio colectivo. modo que al patrimonio cultural material
Se ha señalado también que el patrimonio se le han añadido el patrimonio natural y el
es cambiante y que se construye a partir patrimonio intangible o inmaterial. Este
de la selección, por parte de unos agentes, último ha sido definido por la UNESCO
de unos elementos determinados, y no como “el conjunto de formas de cultura tra-
otros, a los que se otorga determinados dicional y popular o folclórica, es decir, las
contenidos (Santana 2003: 5), de modo que obras colectivas que emanan de una cultura
patrimonio cultural puede entenderse como y se basan en la tradición (...). Se incluyen
una construcción, o incluso como una in- en ellas las tradiciones orales, las costum-
vención (Prats 1997: 20). En cualquier caso, bres, las lenguas, la música, los bailes, los
se trata de un concepto cambiante, su sen- rituales, las fiestas, la medicina tradicional
tido –sentidos- se inscriben en el tiempo y y la farmacopea, las artes culinarias y to-
en el espacio, sirve a unos intereses, ad- das las habilidades especiales relacionadas
quiere unos usos y es movilizado por unos con los aspectos materiales de la cultura,
agentes también cambiantes. tales como las herramientas y el hábitat”,
Su carácter cambiante se refleja en par- es decir aquello que hoy se considera “pa-
te en las sucesivas definiciones que se le ha trimonio” se aproxima cada vez más a la
otorgado a lo largo de los años en la legisla- “cultura” tal y como se define desde la an-
ción española (Álvarez: 1992). En los siglos tropología, si se le añade la apostilla de la
XIX y XX prevalecía la valoración del pa- “tradición”. Es patrimonio toda expresión
trimonio por sus valores artísticos, sólo de cultura, siempre que sea “tradicional”.
aquello que mostraba la genialidad creativa El patrimonio alimentario, que la definición
del ser humano merecía ser conservado. de la UNESCO de patrimonio inmaterial
Con el Romanticismo, el gusto por las rui- incorpora bajo la forma de “artes culina-
nas y el paisaje hará que se tenga en cuen- rias”, formará parte de lo que se ha dado en
ta el ambiente natural y el valor de la con- definir como “patrimonio etnológico”, que
servación de las ruinas in situ, algo que según Prats, puede ser, según como se
alimentará la asociación entre patrimonio interprete, la cultura, en el sentido antro-
natural y patrimonio artístico y arqueoló- pológico de la palabra (Prats 1997: 27). Si
gico. En la ley de 1926 se habla de “Tesoro insistimos en estas transformaciones del
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concepto es porque no son anodinas, ya que mutable por que se transforma a lo largo del
resultan de cambios sustantivos del estatus tiempo, de acuerdo con las transformaciones
del patrimonio cultural, de los sentidos que de la sociedad que lo interpreta, si no porque
adquiere, de los usos que se le otorgan, de el “patrimonio” es interiorizado de maneras
las funciones que se le atribuyen. Y, como distintas y con distinta intensidad según los
veremos más adelante, aspectos como el individuos. Como cualquier símbolo, permite
incremento de las actividades de ocio o la una orientación cultural común a los miem-
amplificación del fenómeno turístico juegan bros de una sociedad, sin excluir las diferen-
un papel como mínimo significativo en es- cias de interpretación individuales. Es decir,
tas transformaciones. la evocación nunca está totalmente determi-
Al Patrimonio se le han dado –y se le si- nada, puede crear una comunidad de inter-
guen dando- usos políticos e identitarios, eses pero no de opiniones. Aquello que la
como señala Prats (Prats 1997: 22) y estos noción de patrimonio evoca en cada cual no
no son para nada irrelevantes, pero lo que siempre coincide, y a menudo diverge de las
merece ser destacado desde la perspectiva definiciones formales. La polivalencia del
que nos ocupa –la relación entre patrimonio concepto de patrimonio alimentario, como
y turismo- es que del Patrimonio cultural, veremos, da buena cuenta de ello.
hoy, se espera una rentabilidad económica,
y se inserta por distintas vías y con distin- Cultura alimentaria y patrimonio alimen-
tas formas en todos los discursos sobre de- tario
sarrollo local, sostenible, territorial. Se
En primer lugar es preciso definir que
observa una derivación del concepto de
entendemos por cultura alimentaria, qué
cultura al de entretenimiento, y a la consi-
por patrimonio alimentario. El concepto de
deración del Patrimonio como recurso, ex-
cultura alimentaria hace referencia al com-
plotable, por tanto, económicamente (Sán-
plejo entramado de prácticas y conocimien-
chez-Palencia y Fernández-Posse 2001:
tos, valores y creencias, técnicas y repre-
301). “Patrimonializar” supone activar un
sentaciones sobre qué, cuándo, cómo, con
determinado elemento potencialmente pa-
quién y por qué se come lo que se come en
trimonial, como señala Prats (Prats 1997:
una determinada sociedad. La cultura ali-
27). El proceso de patrimonialización, en
mentaria se desarrolla en el contexto de
términos generales, no es más que la cons-
unas determinadas relaciones socio-
trucción de patrimonio a partir de determi-
técnicas de una sociedad con su entorno y
nados elementos preexistentes, selecciona-
se fundamenta en el establecimiento de
dos entre otros a partir de determinados
categorías, de clasificaciones sobre las que
criterios, por determinadas razones. Patri-
se construye todo un edificio de normas, de
monializar supone perpetuar la transmi-
reglas más o menos rígidas, más o menos
sión de una particularidad, de una especifi-
interiorizadas, pero en cualquier caso ope-
cidad considerada propia, identificadora, y
rativas. Así, la cultura alimentaria inclui-
permite por tanto a un colectivo determi-
ría los productos y sus técnicas de produc-
nado seguir viéndose por un lado idéntico a
ción o elaboración, y también valores,
sí mismo y por el otro diferenciable de
creencias, usos, costumbres y formas de
otros, a pesar de todas las transformaciones
consumo que se le asociaran.
que puedan producirse en esta colectividad.
Todos estos elementos, al formar parte
Así, a través de la patrimonialización se
de la cultura y expresarla, podrían ser per-
representa simbólicamente la identidad
fectamente patrimonializables: tanto rece-
colectiva, y este es sin, duda, uno de los
tas como enseres de cocina, tanto productos
sentidos de construir patrimonio. Pero la
alimentarios como representaciones sobre
patrimonialización sirve también a otros
sus cualidades o efectos sobre el organismo,
fines, que se pueden agrupar en dos gran-
tanto prácticas productivas como técnicas
des bloques: los fines de conocimiento y los
de cocina, tanto la etiqueta en la mesa co-
fines económicos. A estos últimos nos refe-
mo las formas de comensalidad. Pero aun-
riremos más adelante, cuando tratemos la
que todo sea potencialmente patrimoniali-
relación entre patrimonio y turismo.
zable, no todo acaba convirtiéndose en pa-
Por otro lado, aquello considerado patri-
trimonio en la misma medida ni con la
monio o patrimonializable no sólo no es in-
misma eficacia. El patrimonio alimentario
196 Patrimonio alimentario y turismo …

de un determinado colectivo es una selec- El patrimonio alimentario en la “moderni-


ción de parte de su “cultura alimentaria”, a dad alimentaria”
la que se le atribuye carta de “tradicionali-
dad”. Los elementos convertidos en patri- Por otro lado, es preciso insertar las re-
monio no agotan todo lo que esa cultura interpretaciones de las culturas alimenta-
alimentaria es, a menudo ni tan sólo pre- rias y la conversión de algunos de sus ele-
sentan de manera fidedigna una parte de mentos en patrimonio en otro contexto en
ella. En primer lugar, porque en el proceso el que también se integran, que es el de lo
de patrimonialización se fragmenta y se que se ha dado en llamar modernidad ali-
descontextualiza determinados componen- mentaria. Por una razón fundamental, el
tes de una “cultura alimentaria” por lo que patrimonio alimentario es un bien de con-
cambian los sentidos y las funciones de sumo como cualquier otro, pero también se
éstos, que se insertan en una nueva reali- consume en el sentido más estricto, es de-
dad. En segundo lugar, por que la selección cir, se ingiere. Por lo tanto, debe analizar-
responde más a la cultura alimentaria de la se desde la perspectiva de los comporta-
sociedad que patrimonializa - a sus gustos, mientos alimentarios, de las representacio-
preferencias, valores...- que a la sociedad nes y los valores que los modulan. Convie-
donde se “originan “ –y a la que se atribu- ne pues definir brevemente esta moderni-
yen- platos y productos patrimonializados. dad alimentaria. Consideramos que los
Y en tercer lugar, porque a menudo la pa- aspectos centrales, básicos de ésta –en el
trimonialización de fragmentos selecciona- sentido de estar en su misma base son la
dos de una cultura alimentaria se parece abundancia y la diversidad de la oferta.
más a una “reinterpretación” que a una Abundancia y diversidad que se deriva de
“recuperación”, aunque este último término un determinado modelo tecno-económico de
se emplee con profusión al hablar de pro- producción alimentaria, en un determinado
ductos y recetas “tradicionales”. Y todo este contexto sociopolítico. La necesidad biológi-
proceso de selección, fragmentación, des- ca de nutrirse se convierte, en el ser huma-
contextualización, modificación de usos y no, en exigencia social de seleccionar (qué,
funciones, adaptación y reinterpretación se cómo, con quién, cuándo, porqué se come).
explica por el papel que se va a atribuir a Y, en nuestras sociedades, la exigencia de
ese patrimonio, por el espacio que va a ocu- seleccionar, como consecuencia de impor-
par, por los intereses a que va a servir. tantes transformaciones en la producción y
No es casual que, de todo aquello que la distribución, se puede satisfacer de muy
constituye las culturas alimentarias, lo que diversas maneras. La diversidad no se re-
más se haya patrimonializado sean los fiere exclusivamente a los productos sino
llamados productos de la tierra y la cocina también a la diversidad de “estilos”
regional o local. Entre otras cosas porque alimentarios.
productos de la tierra y platos locales se La oferta actual hace posible que se
integran claramente en unas determinadas manifiesten formas de comer cada vez más
dinámicas, tanto en el ámbito de la produc- diferenciadas entre individuos y más cam-
ción alimentaria como del turismo. Con- biantes en un mismo individuo a lo largo
viene destacar que la categoría productos del tiempo. Y esto no contradice aquellos
de la tierra no incluye todos los productos autores que afirman que una de las carac-
locales, ni la de cocina regional o local todas terísticas centrales de la alimentación es
las recetas o platos que se han hecho en un precisamente la creciente homogenización
determinado lugar, a lo largo de un tiempo. de los comportamientos alimentarios se
Solo formaran parte de éstas productos y habla de “hiperhomogeneidad” (Fischler
platos que se adecuen bien a las dinámicas 1979) o de “mundialización de la dieta”
antes citadas. Parafraseando la muy para- (Goody 1989). Esta homogeneización
fraseada expresión de Lévi-Strauss, se con- resultaría de la industrialización de las
vertirán en patrimonio sólo aquellos platos nuevas formas de producción agroalimenta-
y productos que sean buenos para comer, ria, mientras que la universalización de
buenos para pensar y, añadiremos, buenos platos y cocinas a través de la restauración
para patrimonializar. y el turismo sería una contribución de pri-
mer orden. Y si también es cierto, como
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destaca Gracia (1997), que en los estable- cia y diversidad no explican por si solas la
cimientos de distribución de los países in- heterogeneidad de los modelos ni las for-
dustrializados encontramos una diversidad mas que estos adoptan. La diferenciación
extraordinaria de productos, y una diversi- creciente de los “estilos de vida” –entre
ficación extraordinaria de un mismo pro- diferentes individuos, entre diferentes mo-
ducto –como yogures o pasta, por ejemplo- mentos de la vida de un mismo individuo,
no es menos cierto, como indica Contreras en los diferentes contextos en los que éste
(1993) que la industria alimentaria invierte se mueve- se manifiesta en la diversidad de
en publicidad y promoción cantidades muy estilos alimentarios. Esto es posible porque
destacables, que se traducen en estrategias los alimentos son una mercancía más en un
de promoción y lanzamiento muy parecidas contexto en el que los individuos se expre-
en todas partes. Sin embargo, paralelamen- san -solo en parte y en cierta medida- a
te se observan tendencias a la diferencia- través de sus formas de consumo. Así pues,
ción. Diferenciación no sólo en las eleccio- alimentos, platos, formas de comer han
nes, combinaciones e inventarios de pro- entrado de lleno en el mercado, y también,
ductos alimentarios, también en las formas como no, en el mercado del ocio y de la
de consumirlos. diversión.
También se ha destacado que tras esta En las ciudades y centros de ocio prolife-
aparente diversidad de productos se detecta ran los establecimientos con una oferta
una creciente homologación (Millán 2000), cada vez más variada: restaurante de coci-
fruto de las cada vez más estrictas norma- na de mercado, restaurantes de comida
tivas higiénico-sanitarias, de la búsqueda tradicional, restaurantes de “nueva cocina”,
de una productividad cada vez mayor y de sofisticados y caros, o restaurantes infor-
los intereses comerciales. Esta tendencia a males y “juveniles”, establecimientos espe-
la homologación es absolutamente cierta, cializados en comida vegetariana o diferen-
tanto por lo que respecta a los productos tes versiones de comida “étnica”, de comi-
transformados de la industria alimentaria, da rápida o de menú, de “montaditos” o de
como a los agroganaderos, con una clara tapas... Una oferta orientada no sólo a ali-
especialización en las razas y variedades mentar, a satisfacer el hambre, sino a di-
comerciales más productivas. La única vertir, a entretener. La comida siempre ha
tendencia contraria a esta homologación sido factor de sociabilidad, la comensalidad
podría ser, precisamente, la de la valora- siempre ha creado vínculos y expresado
ción de los “productos de la tierra”, de las relaciones sociales, aspecto del comer que
razas y variedades locales. La homologa- se amplifica cuando se produce en un con-
ción, sin embargo, no contradice la existen- texto de ocio, de esparcimiento. En este
cia de una gran variedad de productos – marco se despliega la construcción del pa-
aunque homologados- y de estilos alimenta- trimonio alimentario, como una faceta más,
rios diferentes. Esta abundancia y esta entre otras, de la oferta de la “comida di-
diversidad hacen posible –sólo posible, no versión”, aunque no responda a esta única
obligatoria- la diversidad de modelos, y si función.
esta diversidad se llega a manifestar y a En la modernidad alimentaria conviven
concretar es por la acción y la intervención un gran número de representaciones sobre
de otros factores relevantes en nuestra so- la alimentación, asociadas a distintos valo-
ciedad. Estos factores  transformaciones res, a diferentes formas de ver el mundo. A
en el mundo laboral, en las formas de con- partir de unos ejes básicos, que giran alre-
sumo, en los roles de género, en duración y dedor de la salud, la imagen corporal y el
la intensidad de la escolarización, en las placer, se sobreponen valores de naturali-
actividades de ocio, en el papel del turis- dad o de progreso, de modernidad o de au-
mo... más o menos centrales en las for- tenticidad..., y se elaboran discursos sobre
mas de organización social en nuestra so- la gastronomía como arte, la alimentación
ciedad, y que no inciden sólo en los compor- como forma de expresar autodominio, con-
tamientos alimentarios, ya han sido recogi- trol del propio cuerpo, la cultura alimen-
dos y analizados ampliamente en relación a taria como forma de acercarse al “otro” o
la alimentación (entre otros, Contreras de marcar la pertenencia a un colectivo... El
1997, Gracia 1997). Sin embargo, abundan- patrimonio alimentario está inmerso en
198 Patrimonio alimentario y turismo …

esta cacofonía de voces que hablan sobre el trimonio material, complejidad que se ma-
comer y sus significados. Por eso será in- nifiesta con particular acuidad en el caso
terpretado de distintas maneras, tendrá del patrimonio alimentario. No resulta fácil
sentidos diversos para aquellos que lo van a establecer unos criterios –o ceñirse a
“consumir”, como bien de consumo y como ellos a partir de los cuales establecer de
alimento. manera tajante que es y que no puede ser
considerado patrimonio alimentario.
El “patrimonio alimentario”: un concepto La vinculación estrecha de un producto
polivalente o un plato a un territorio concreto y a una
sociedad determinada, a lo largo del tiem-
Se ha afirmado que la cultura no se po, aparecen, en primera instancia, como
puede conservar, puesto que se usa para condiciones necesarias, pero no suficientes.
vivir, y en el uso se transforma, pero que sí Las técnicas de producción de ese producto,
es posible conservar su conocimiento, y que las formas de elaboración del plato, deben
éste es el verdadero patrimonio cultural formar parte de saberes técnicos, de cono-
que la humanidad puede conservar y cimientos, de prácticas y valores propios de
transmitir, no sólo el conocimiento de los esa sociedad. Las complicaciones aparecen
logros científicos y artísticos, si no el de la a la hora de determinar cual debe ser la
soluciones culturales que han servido al ser profundidad histórica de ese vínculo, cuan
humano para adaptarse al entorno ecológi- lejos debe remontarse, o hasta que punto
co y social. Pero no es posible conservar el conocimientos y prácticas deben ser exclu-
conocimiento de todos los elementos de una sivas o específicas, o que peso debe tener la
cultura, sino “únicamente, parte de este relación con el territorio. Los mayores es-
conocimiento que, lo queramos o no, vendrá fuerzos se han destinado a definir los lla-
determinado por criterios e intereses utili- mados productos de la tierra, y a este inte-
tarios y presentistas” (Prats 1997: 62-63) rés no ha sido en absoluto ajeno el desarro-
Criterios e intereses que se evidencian con llo de la legislación que protege determina-
claridad cuando se habla de lo que, de todo das protecciones jurídicas (Denominaciones
lo que constituye una cultura alimentaria, de Origen, Indicaciones Geográficas Prote-
se acaba instituyendo como patrimonio gidas, Certificaciones de Tradicionalidad...)
etnológico o cultural. Cada uno de estos Además de es esta definición más o me-
criterios e intereses irá configurando las nos precisa, se le atribuyen otros significa-
distintas caras de un concepto que se perci- dos y se relaciona con otros términos, que
be polifacético y polivalente. se asimilan aunque no sean sinónimos.
Uno de estos criterios o intereses es el Estos significados dependerán de quienes
que podemos denominar “científico” o “ex- sean los agentes que los definan, los crite-
perto” y desde esta perspectiva se genera- rios que utilicen y los intereses que los ex-
ran las definiciones más precisas sobre pliquen. Para unos –elaboradores artesa-
patrimonio alimentario –dentro de unos nos-, el patrimonio alimentario estará cons-
límites- y más formales. El patrimonio cul- tituido básicamente por la artesanía ali-
tural, en particular el patrimonio histórico, mentaria. Puesto que la producción artesa-
arqueológico y artístico, y también el natu- na se ha integrado en las definiciones de
ral, han tenido a la largo del tiempo una patrimonio inmaterial o etnológico, tam-
función científica, de generación de conoci- bién lo serán los productos alimentarios de
miento. Inventariar, clasificar, interpretar, factura artesana. En este caso ya no se
definir, han sido las vías por las cuales ha enfatiza la profundidad histórica de la
transitado el estudio científico del patrimo- vinculación fuerte con un medio –natural y
nio, y que lo han convertido en fuente de social- sino que se pone de relieve unas
conocimiento. También el patrimonio etno- formas de hacer “tradicionales”, no indus-
lógico –y por ende el alimentario se cons- triales. Es decir, se pone el énfasis en las
truye sobre inventarios y clasificaciones, formas de producción. También se habla,
que determinan qué va a ser patrimonio y desde esta perspectiva, de productos de
qué no. Pero inventariar y catalogar el pa- granja, caseros, “de la abuela”... En otros
trimonio etnológico tiene una complejidad casos, el núcleo de la patrimonialización
mayor que hacerlo con elementos del pa- consiste en una evocación eficaz de un de-
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terminado territorio, y se habla de produc- ductos, pero que se presenta exclusiva de


tos o platos de montaña, locales, regionales, cada territorio:
del país, autóctonos... “Quiero subrayar también una cualidad
Estas definiciones corresponden tanto a diferenciadora de nuestras Denominaciones
agentes turísticos como a cocineros o co- de Origen respecto a las de otras Comuni-
merciantes locales. Es cierto que el término dades Autónomas: el hecho de que tanto
autóctono puede ser mucho más preciso, las materias primas como el proceso de
describir una relación mucho más real y transformación de los productos que se
documentada con un ecosistema, cuando el comercializan bajo estos sellos, sean exclu-
que habla es un biólogo o un ecólogo. Un sivos de nuestra región. En efecto, todas las
individuo preocupado por la conservación uvas y todas las bodegas que hacen posible
de la biodiversidad puede dar un sentido el vino “Ribera del Guadiana” son extreme-
muy concreto y restrictivo al término “au- ñas; y extremeños son los cerdos, los mata-
tóctono”, al hablar de una variedad vegetal deros y los secaderos de donde salen los
o una raza animal, mientras que cuando en jamones y paletas “Dehesa de Extremadu-
un restaurante se anuncia que se sirven ra”, las ovejas y cabras con que se hacen los
productos autóctonos, se le está dando un quesos del Casar, la serena y los Ibores; los
sentido muy distinto. Cuando se quiere corderos de “Corderez”; los cerezos del Jer-
enfatizar la vertiente identitaria –desde la te; los olivos de Monterrubio, Gata y las
administración o como recurso turístico- se Hurdes; el pimentón de la vera y las flores
habla de productos “típicos”, “nuestros”, de las que procede la miel de las Villuer-
“propios”, “tradicionales”...También se pue- cas.” (Introducción del catálogo “Extrema-
de patrimonializar un plato porque expresa dura. El sabor de lo nuestro”. Junta de Ex-
genialidad colectiva, capacidad creativa de tremadura. Consejería de economía, Indus-
una determinada sociedad, se ensalza en- tria y Comercio. 2002)
tonces globalmente una cocina –nacional, Se pretende dar carta de autenticidad y
regional o local-, por su carácter gastronó- exclusividad a los productos presentados,
mico, por sus cualidades organolépticas. que van a encarnar los “auténticos” produc-
Administración, agentes turísticos, cocine- tos patrimoniales, seleccionados a menudo
ros, contribuirán a la valoración de este por criterios espurios, avalados, eso si, por
patrimonio. los expertos –historiadores, etnólogos- a los
que se apela para definir y certificar. Este
La institucionalización del patrimonio ali- recurso a los expertos se generaliza, y no
mentario está exento de inconvenientes, sobre todo
porque aquello que interesa a diferentes
A pesar de las ambigüedades de la defi- agentes patrimonializar no siempre coinci-
nición, se multiplica la aparición de catálo- de con lo que los expertos pueden “autenti-
gos de productos de la tierra, en diversas ficar”:
comunidades autónomas, financiados por la “Queda claro: el etnólogo y el historiador
administración, donde se presentan los están sumamente solicitados. Sindicatos de
“productos de la tierra” protegidos con De- productores, organismos certificadores,
nominaciones de Origen, Indicaciones Geo- servicios especializados del Ministerio de
gráficas Protegidas u otras etiquetas de agricultura, todos esperan del historiador
“calidad”, que también la administración que encuentre la prueba (anterioridad de
establece. Se patentiza así el criterio e inte- un producto, datación) y del etnólogo que
rés de los poderes públicos, que pretenden, identifique una característica relativa a las
mediante la promoción del patrimonio ali- prácticas y los conocimientos, en concreto,
mentario, estimular la producción local. los técnicos. Los resultados no correspon-
Estos catálogos enfatizan no sólo la calidad den necesariamente a las expectativas del
superior de estos productos, su especifici- solicitante.” (Berard y Marchenay, 1996:
dad- su carácter diferenciado- sino tam- 51)
bién- y quizás sobretodo, su profunda “loca- Como observan los autores, los resulta-
lidad”, su estrecha vinculación con un te- dos no corresponden necesariamente –a
rritorio y sus habitantes. Característica que menudo no corresponden- a las expectati-
identifica genéricamente este tipo de pro- vas de los que están interesados en la ins-
200 Patrimonio alimentario y turismo …

titucionalización del “auténtico” patrimonio alguna, su gastronomía”. Esta capacidad


alimentario, es decir, productores del diferenciadora de la cultura alimentaria
territorio, administración y agentes patrimonilizada puede ser –y a menudo lo
turísticos. En cualquier caso, el es un instrumento efectivo para el desa-
investigador propone una clave de rrollo del turismo en un determinado terri-
interpretación del patrimonio alimentario, torio. En efecto, el patrimonio alimentario
puesto que esto es lo que se le pide que aparece en todos los folletos, guías, trípticos
haga. A partir de ahí, una vez certificados, o anuncios televisivos que promocionan el
los elementos patrimoniales serán atractivo turístico de un lugar. Las mues-
retomados por las agentes interesados, tras de activaciones turístico patrimoniales
dándoles usos y sentidos que pueden centradas en alimentos son abundantes y
alejarse más o menos, o no alejarse en abso- no hay propuesta de activación turística
luto en algunos casos de la lectura científi- que no contemple, de manera más o menos
ca. central, más o menos complementaria, los
Las múltiples imbricaciones entre patrimo- productos y platos locales. Cuando se habla
nio alimentario y turismo de turismo cultural, se integran en el elen-
co de “factores relevantes de atracción”.
El turismo proporciona terreno abonado Esta integración se produce por diversas
para la valoración de los “patrimonios gas- vías, algunas que comparten con la mayor
tronómicos locales”. Que el turismo es hoy parte elementos patrimoniales, como los
una actividad económica relevante es sabi- museos, los centros de interpretación y las
do, también que el patrimonio se ha visto exposiciones, otros que comparten con el
como un recurso para atraer visitantes. Se resto de artesanías, como son las ferias de
ha afirmado que el recurso turístico del productos artesanos, otras les son mucho
patrimonio cultural destaca por la facilidad más exclusivas, como los mercados, los es-
para seleccionar elementos de un amplio tablecimientos comerciales, los restauran-
stock para lograr un producto fácilmente tes, las campañas gastronómicas o las jor-
aceptable por el mercado (Santana 2003: 6). nadas dedicadas a un producto o un plato.
En el caso del patrimonio alimentario la
tarea puede resultar más fácil, por la alta En los museos, exposiciones y centros de
adaptabilidad de este patrimonio a las interpretación
preferencias del visitante. Esta adaptabili-
dad se explica porque el patrimonio alimen- Los museos son uno de los espacios pri-
tario desaparece al ser consumido, y por la vilegiados para la valoración del patrimonio
tanto debe producirse constantemente, y en cultural, y en estos últimos tiempos el “uso”
este reproducción se modifica, pudiéndose de este patrimonio como recurso turístico
adecuar a nuevas circunstancias, a diferen- parece haber entrado de pleno en los objeti-
tes expectativas. vos de las instituciones museísticas, como
Pero aunque se modifique –más ligero, muestra la Propuesta del ICOM para una
con mejor apariencia, con menor contenido “Carta de Principios sobre Museos y Tu-
en sal o con un sabor menos intenso...-, rismo Cultural”, en la que se afirma, en el
puede conservar los rasgos fuertes, centra- Principio 1, que “los museos, dada su pro-
les, que lo hacen identificable, igual a si piedad como mediadores culturales y su
mismo –dentro de unos límites-, y esto le diversidad tipológica en cuanto a colección,
confiere una gran plasticidad al tiempo naturaleza pública o privada, nacional,
que capacidad de pervivencia. Por otro regional o local, sus condiciones de plurali-
lado, se ha destacado anteriormente como dad, singularidad, libertad, flexibilidad y
se suele relacionar la calidad de los pro- potencialidad creativa, constituyen un im-
ductos locales con su vinculación profunda portante recurso para el Turismo Cultural”.
con un determinado territorio. El territorio El patrimonio alimentario, en tanto que
es así calificado, valorado, por la vía de los patrimonio intangible o englobado en el
productos. En el catálogo de productos ex- paquete del patrimonio etnológico, también
tremeños antes citado se afirma con rotun- ha entrado en los museos, y por tanto, en
didad: “Una de las características diferen- esta dinámica de participación en el desa-
ciales de una zona o una región es, sin duda rrollo del turismo cultural.
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Hay que destacar que aunque el concep- va” de patrimonio etnológico. El discurso
to de patrimonio etnológico ha entrado con expositivo va más allá de mostrar, de esce-
fuerza en los museos, bajo el mismo térmi- nificar las formas de vida tradicionales y se
no se encuentran diferentes concepciones complejiza, otorgando centralidad a cues-
de lo “etnológico”, que pueden agruparse en tiones consideradas hoy de interés social
tres grandes grupos (Boya 1995 :37): la (medio ambiente, diversidad cultural...), y
“tradicionalista”, la “revisionista” y la “al- poniendo un gran énfasis en la función
ternativa” : desde la perspectiva “tradicio- didáctica. Aunque también encontramos
nalista el patrimonio etnológico estaría exposiciones relacionadas con la alimenta-
constituido por elementos vinculados o ción con un tratamiento más tradicional,
representativos de los temas de estudio centrado en la presentación de objetos,
preferidos por los folcloristas y etnógrafos utensilios y técnicas. Vamos a ver una
des de finales del siglo XIX, como cancio- pequeña muestra de exposiciones dedicadas
nes, bailes, utensilios y técnicas asociadas a a la alimentación como “patrimonio cultu-
los oficios artesanales industriales o cons- ral”, como construcción que interpreta la
trucciones arquitectónicas rurales, califi- cultura, y que, al tiempo, la refleja.
cadas como “tradicionales y populares”. Las formas de abordar la alimentación
Para los revisionistas, la noción de patri- en el marco expositivo son diversas. En
monio etnológico debería incluir cualquier algunos casos, los museos etnográficos o de
elemento o testimonio de la cultura y de las antropología utilizan sus fondos para cons-
formas de vida popular desarrolladas tanto truir un discurso expositivo sobre alimen-
en el pasado como en el presente. Así, ele- tación: platos y tazas, hoces y arados, em-
mentos de la cultura y de las formas de budos y garrafas, colmenas y sifones, que-
vida urbanas contemporáneas, como ele- seras y carteles de “La Lechera”...todo vale
mentos o testimonios de actividades indus- para argumentar la dimensión patrimonial
triales, se incluirían en el concepto. Desde cultural de todo aquello relacionado con el
la perspectiva “alternativa” el patrimonio hecho de comer. El Museo de Antropología
se construiría socialmente, estaría sometido de Tenerife y el Museo Nacional de Antro-
al cambio, por tanto, y podría estar formado pología han organizado sendas exposiciones
por todos aquellos elementos culturales sobre “Alimentación y Cultura” donde se
que “desde la perspectiva y con la metodo- proclama con rotundidad la capacidad del
logía propias de la antropología, y como una patrimonio alimentario de expresar una
consecuencia de este mismo estudio, se les cultura: “Desde una perspectiva antropoló-
otorga un valor y un interés “etnológico”, gica podemos decir que la alimentación
independientemente de su naturaleza” (Bo- constituye todo un lenguaje, mediante el
ya :39). cual se puede explicar una determinada
¿Que tratamiento se da a la alimenta- estructura cultural” (Catálogo de la Exposi-
ción patrimonializada, como se incorpora en ción “¡A comer! Alimentación y cultura”,
el discurso museístico? En las colecciones Museo Nacional de Antropología) o “Es por
permanentes de los museos etnológicos tanto la cultura la que estructura el acto de
predominan las dos primeras visiones, con comer, al que reviste de muy diversas for-
muestras de utensilios relacionados con la mas, contenidos y significados.
producción alimentaria y los oficios arte- Los alimentos desempeñan muchas y
sanales en el pasado, o con “escenificacio- muy diferentes funciones, tanto biológicas
nes” de la cocina –como espacio doméstico- como culturales” (Catálogo de la exposición
y la mesa –física-, como testimonio de la “Alimentación y Cultura”, en el Museo de
cultura y de las formas de vida popular. Antropología de Tenerife). El Museo etno-
Ahora bien, en las exposiciones temporales lógico de Barcelona organiza una exposición
-algunas de larga duración- la alimenta- en la que, también a través de objetos rela-
ción, como patrimonio y expresión cultural, cionados con la alimentación, se intenta
recibe un tratamiento distinto, que se nutre sintetizar y escenificar “otra cultura”, en
de las tendencias desarrolladas en el ámbi- este caso la japonesa. Se completan estas
to de la nueva museología internacional, a presentaciones con la elaboración de mate-
lo largo de las últimas décadas, y puede riales didácticos, visitas guiadas y talleres.
decirse que predomina la visión “alternati- La perspectiva histórica también se intro-
202 Patrimonio alimentario y turismo …

duce con fuerza en la presentación de la monial de objetos y conocimientos, la sensi-


cultura alimentaria: la etiqueta en la mesa, bilización de la población respecto al medio
es decir, los códigos y rituales del comer, es ambiente, la información sobre temas de
el objeto de una prestigiosa exposición pre- salud y calidad de vida o la reflexión sobre
sentada en Versailles (1993-1994) con el el desarrollo sostenible del territorio.” (Pa-
título de “Mesas reales de Catalina II a lomar 1995). Debe destacarse que, desde el
Maria Antonieta”, que recibe 200 055 visi- año 2000, Reus, la ciudad donde se lleva a
tas. (Patin 1997: 44) El “Museu d’Història cabo la exposición, participa en un progra-
de la Ciutat”, de Barcelona (Museo de His- ma europeo –Oleo Life- sobre el desarrollo
toria de la Ciudad) aborda la historia a sostenible del sector agrícola, y es en el
través de la alimentación, en la exposición marco de las actuaciones de este programa
“Del rebost a la taula. Cocina y alimenta- que se plantea la realización de una exposi-
ción en la Barcelona gótica.” (septiembre ción dedicada al mundo del aceite. La expo-
1994-enero 1995). En la exposición se sición se realiza como resultado de una
muestran platos, escudillas, aguamaniles, colaboración entre el Museo y el “Centre de
saleros... de los siglos XIV-XV, que van a Desenvolupament de l’Oli” (Centro de De-
ser la representación material, la concre- sarrollo del Aceite), entidad municipal
ción física, de la alimentación entendida creada el año 1997. Del discurso expositivo
como manifestación cultural de primer conviene destacar que la muestra, después
orden y como vehículo para explicar la his- de hacer referencia a la trayectoria históri-
toria, los cambios y las permanencias. ca del cultivo del olivo en la zona, incide en
Así, en la introducción del catálogo de la los métodos de cultivo, no sólo el tradicio-
exposición se afirma: “tanto la comida como nal, sino también el ecológico, el integrado
la cocina en general, son elementos esencia- y el intensivo, al tiempo que destaca los
les para comprender la organización, la beneficios para la salud y a los diferentes
ideología y las costumbres de las sociedades usos del aceite. Acaba con una reflexión
históricas. Por medio de esta exposición, el sobre el cultivo del olivo como factor de
Museu d’Historia de la Ciutat le invita a desarrollo sostenible para el territorio, por
conocer las formas de vida de nuestros an- su adaptación al entorno, la conservación
tepasados de la Barcelona gótica, de la del territorio y su importancia económica.
Barchinona del Consell de Cent, de la ex- El discurso de la exposición –complejo-
pansión marítima, de mercaderes y nobles, incluye elementos que van desde la histo-
de la Busca y la Biga, de esclavos y menes- ria, el folclore y las manifestaciones de cul-
trales, de cristianos, judíos y conversos, de tura popular, hasta otros como la sosteni-
artesanos y marineros, de los hombres y las bilidad, el medio ambiente o la salud –a
mujeres que se abastecían de alimentos, los través de la alimentación. Éstos últimos
conservaban, los cocinaban y los comían son expresiones de valores y discursos muy
siguiendo unos rituales (...) siendo éste el “de nuestro tiempo”. Se ha comentado an-
valor que hemos querido otorgar a las pie- teriormente la importancia otorgada a la
zas, evocadoras de una manera de vivir y función didáctica en este tipo de exposicio-
de hacer que forma parte de nuestro pasado nes. A partir del año 2000 se inicia un pro-
y, por tanto, también de nuestro presente.” grama de visitas comentadas para grupos
Otra fórmula es la que se basa no en las de adultos, con un discurso flexible que
colecciones de objetos “alimentarios”, sino permite integrar los diferentes elementos
en un producto, a partir del cual se cons- “que motivan la implicación de los visitan-
truye todo el discurso expositivo. La exposi- tes: desde el recuerdo de un pasado vivido
ción “L’elixir daurat. Cultura de l’oli i sos- hasta la divulgación científica alrededor de
tenibilitat” -dedicada al aceite, ejemplifica conceptos de actualidad como colesterol,
este modelo. Se trata de una muestra inau- sostenibilidad o reciclaje; de los refranes o
gurada el mes de noviembre del 2001, en el de las técnicas tradicionales de fabricación
Museo de Arte e Historia de Reus. Según del jabón a los nombres populares de los
los artífices de la exposición, “esta exposi- utensilios. También se elabora material
ción temporal de larga duración articula didáctico, materiales de divulgación y se
también un proyecto de investigación y crea un juego del aceite. Vemos pues que,
difusión que incluye el tratamiento patri- en esta exposición, un producto alimenta-
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rio, el aceite, se convierte en el hilo conduc- tivos. El mercado es un lugar altamente


tor de un discurso complejo y comprensivo- socializado, síntesis de unos códigos cultu-
incluye diferentes discursos- que refleja a la rales específicos. Nos sumerge en la cultura
perfección el tratamiento que se da hoy –es mediterránea y en sus emblemas, siendo
perfectamente actual- a los productos “de uno de ellos precisamente la diversidad
la tierra”: historia y saberes técnicos, cono- cultural y religiosa.” Nos encontramos de
cimientos y expresiones culturales de una nuevo con un discurso complejo y plena-
determinada sociedad, vinculación al terri- mente actual, que toma como hilo conduc-
torio, “calidad” –se pone un énfasis particu- tor los alimentos, esta vez no desde la pers-
lar en la caracterización del aceite de oliva pectiva de la producción y el consumo, si
virgen-, salud a través de la alimentación, no destacando su relevancia en el inter-
desarrollo local, sostenibilidad y preocupa- cambio –económico y social-, en el comercio
ción por el medio ambiente. y la ordenación misma del espacio urbano.
Son también ilustrativas algunas de las El catálogo de la exposición, de excelente
exposiciones que giran alrededor del hecho factura y con una notable selección de tex-
alimentario, organizadas en el Palau Ro- tos, se sustenta visualmente en fotografías
bert, en Barcelona. El Palau Robert, es el en las que los alimentos –junto con los in-
Centro de Información de Cataluña, que dividuos, encarnando sociedades- ocupan
“tiene como misión facilitar al ciudadano un lugar central. En este caso, como en el
las informaciones precisas para conocer el anterior, se presta una particular atención
territorio”. Cuenta con una Oficina de Tu- a la función pedagógica de la exposición. Se
rismo, un Punto de Información Juvenil, elabora un tipo de dossier para el profeso-
una sección dedicada a exposiciones, una rado de Educación infantil y ciclo inicial,
tienda y otras propuestas temporales. En otro para profesorado de primaria y secun-
este marco se han realizado diferentes ex- daria y otro para alumnos de primaria y
posiciones centradas en la alimentación secundaria. En el dossier destinado a
como patrimonio –una, reciente, sobre el alumnos de ESO, se propone “la visita
vino-, como expresión cultural. De febrero a guiada, conducida por un educador, permi-
agosto del 2004 se presenta “Mercats de la tirá a los chicos/as asimilar y comprender
Mediterrània” (Mercados del Mediterrá- todos los contenidos propios de la exposi-
neo). El discurso expositivo gira alrededor ción a través de un discurso abierto que
del mercado como reflejo de la cultura “me- invitará a la reflexión y al diálogo. El ori-
diterránea”, del patrimonio cultural de los gen de los mercados, sus características
pueblos que integran este territorio, desta- formales y funcionales, las diferentes tipo-
cando a un tiempo los elementos comunes y logías, los productos que se pueden encon-
la diversidad, las particularidades y los trar, las relaciones de intercambio, las
mestizajes resultantes de los continuados normas, los valores propios del mercado, y
contactos a lo largo del tiempo: “Los merca- también los valores añadidos del mercado
dos del Mediterráneo son la imagen de las como la diversidad y el mestizaje, las per-
especificidades de sus paisajes, pueblos y sonas que confluyen en él, los procesos de
culturas, y de los intercambios que ahí se transformación y las nuevas necesidades de
desarrollan..(...) Los encantos de los merca- gestión, así como los nuevos hábitos de con-
dos del Mediterráneo nos ofrecen una vi- sumo...” De nuevo aparece un discurso
sión de rasgos universales al tiempo que complejo, que aborda temas sociales ple-
una serie de manifestaciones de su plurali- namente actuales: la importancia de unos
dad, de sus particulares y de sus mestiza- hábitos alimentarios saludables, la diversi-
jes” . Bajo el epígrafe “Identidades propias, dad cultural, el mercado como espacio de
identidades diversas” se insiste en la capa- mestizaje y de paz entre los pueblos...En los
cidad de los mercados de sintetizar elemen- diferentes discursos que giran hoy alrede-
tos culturales que identificarían la “cultura dor de la alimentación, la relación de lo
mediterránea”, al tiempo que se destaca la que se come con la salud aparece siempre,
diversidad de las culturas que la constitu- con mayor o menor centralidad. El dossier
yen en última instancia. didáctico elaborado para esta exposición
“Los mercados son “foros de la tribu”, refleja esta “preocupación” con claridad:
generan y manifiestan sentimientos colec- “los catalanes cada vez nos alimentamos
204 Patrimonio alimentario y turismo …

peor, a pesar de ser conscientes de la im- trimonio alimentario la situación se invier-


portancia de una buena alimentación. La te. El patrimonio alimentario “auténtico”
propuesta de trabajo debería analizar el tiene que ver con técnicas y conocimientos,
porqué de éste hecho y evidenciar los peli- con recursos y con territorios, con valores y
gros que comporta para la salud, y concien- con creencias, sin duda, pero su concreción
ciar a los jóvenes de un problema del cual material son platos y productos. Platos y
son los principales protagonistas.” productos que tienen un uso muy definido:
En la página web del Palau Robert, don- ser comidos. Y no se come en un museo o en
de se presenta esta exposición, encontra- una exposición, ni se exponen platos o pro-
mos un enlace que nos conduce a los pro- ductos “auténticos”. Se utilizan numerosos
ductos alimentarios de Cataluña con De- recursos, distintas técnicas interpretativas
nominación de Origen, es decir, a los “pro- (fotografías, vídeos, paneles explicativos,
ductos de la tierra” institucionalizados y reproducciones en plástico u otros materia-
erigidos en emblema del patrimonio ali- les de alimentos, objetos que, por contacto,
mentario. No deja de ser significativo que los evocan, como platos o latas de conser-
otra de las exposiciones que se presentan va....) para escenificar el patrimonio, para
en el Palau Robert, simultáneamente a la representar lo que no se presenta. El pa-
de los mercados, sea un ciclo dedicado a trimonio alimentario “auténtico” transita
“Los genios del fuego”, que se presenta de por otras vías -restaurantes, mercados,
la siguiente manera: “Esta nueva propues- ferias artesanas...- donde adquiere sus
ta nace con la voluntad de presentar al usos más significativos y dónde participa de
gran público el trabajo de los cocineros de lleno en las actividades turísticas.
prestigio de nuestro país. Esta iniciativa,
además de presentar el trabajo de los que Centros de interpretación
han convertido la necesidad de alimentar-
nos en un arte, también quiere dar a cono- A medio camino entre el patrimonio ali-
cer el punto de vista personal de cada uno mentario musealizado y el mercado del
de estos cocineros y la filosofía subyacente patrimonio alimentario “auténtico”, están
en cada receta...” De modo que los objetos los Centros de Interpretación, que utilizan
que se exponen al público –en una formato las técnicas interpretativas propias de la
plenamente museístico- van a encarnar la presentación del patrimonio cultural, es
cocina como arte y como cultura “Este plan- decir, ofrecen conocimiento de ese patrimo-
teamiento conceptual se concreta en una nio, pero acostumbran a proponer, al mis-
vitrina, formalmente parecida a una cocina, mo tiempo, la adquisición de los productos
realizada con materiales tan característicos para su consumo.
de este espacio como son el acero inoxida- Pondremos el ejemplo del Centro de In-
ble y el mármol. Este receptáculo acoge los terpretación del Porcino, que en 1999 fue
objetos que cada cocinero considera ade- inaugurado en Peñarroya de Tastavins
cuados para presentar su trabajo: libros, (Teruel). Las salas que integran este centro
fotografías, dibujos de platos, utensilios de ofrecen un repaso de todas las actividades
cocina, productos gastronómicos...” . En tradicionales relacionadas con la crianza,
este caso los objetos toman relevancia matanza y elaboración de productos deri-
mientras que la pierde el discurso expositi- vados del cerdo, todo ello apoyado en la
vo. Y la comida como “arte”, como expresión exposición de los utensilios que se utilizaba
de la genialidad del ser humano, adquiere y en figurines de tamaño natural que re-
carácter de patrimonio de pleno derecho. presentan escenas descritas y paneles in-
La alimentación musealizada, el formativos que explican todo el proceso.
patrimonio alimentario en una exposición, Además de las salas dedicadas al sector del
tiene una característica que lo diferencia porcino, también en el Centro se promueve
netamente de otras formas de patrimonio el territorio, con referencias al patrimonio
cultural, como el artístico o el arqueológico. cultural y natural de la comarca. El reco-
En un museo esperamos ver el objeto rrido concluye en unas viejas caballerizas
“auténtico” –obra de arte o ruinas romanas- en las que se pueden adquirir productos
y es precisamente su “autenticidad” lo que artesanos. (Ballart 1997:185)
le confiere poder evocador. En el caso del
patrimonio alimentario la situación se
Elena Espeitx 205

Parques y Rutas Culturales llo territorial. Un ejemplo de ello sería el


proyecto “Mercados del Camino de Santia-
En el marco de los Parques Culturales y go”, que reúne a artesanos de Francia, Na-
las Rutas Culturales, “lugares” de presen- varra Aragón, la Rioja, Castilla y león y
tación del patrimonio cultural, conviven la Galicia, en diferentes puntos del Camino.
interpretación con el comercio de productos Se pretende así valorar y promocionar las
patrimoniales. Los Parques Culturales, producciones artesanas aprovechando el
responden a una concepción de “territorio- Itinerario Europeo de Santiago de Compos-
museo”, es decir, la presentación de una tela. Los artesanos realizan demostracio-
zona como cohesionada por vínculos históri- nes de sus actividades y se realizan ferias
cos, geográficos, con recursos patrimoniales de productos alimentarios y de oficios, junto
y elementos que le confieran identidad pro- con otras actividades de animación, como
pia. Se trata, fundamentalmente, de una teatro medieval, halconeros, conciertos de
estrategia basada en colocar bajo un mis- música para peregrinos... Se pretende con
mo criterio de interpretación una oferta ello valorizar el patrimonio cultural local,
cultural amplia, para conseguir la dinami- tanto de cara a los visitantes como a la po-
zación y valoración del patrimonio cultural blación local. (Ballart 1997 : 195)
y, por ende, de todo el territorio. En este
marco, la cocina y los productos locales se Modelos híbridos
integran en el apartado de patrimonio etno-
lógico o “tradiciones”, otorgándoles valor El Centre d'interpretation sur l'agricultu-
como al resto de elementos patrimoniales. re de montagne de la fruitière des Hauts-
En la página web del Parque Cultural del Fleury", es un ejemplo de lo que podríamos
Maestrazgo, por ejemplo, se destaca que denominar modelos híbridos, en los que la
históricamente, en el Maestrazgo, “se ha lógica de la producción y la comercialización
mantenido una constante, que ha sido la convive con una presentación e interpreta-
calidad artesana de sus productos, con la ción con un cierto cariz “museográfico”. Este
voluntad manifiesta de recuperar “la me- centro de Interpretación está situado en la
moria de los sabores”, se evoca la calidad Alta Saboya, en el valle de la Giffre, entre
superior de las materias primas, asociándo- Génova y algunas de las principales estacio-
las a las condiciones climáticas, y se evo- nes turísticas del departamento, Morzine,
can los productos más destacados, como Avoriaz, Samoëns. En este municipio quedan
embutidos, quesos o dulces locales. No se agricultores que viven básicamente de su
desaprovechan las referencias valorizado- producción de leche, transformada la mayor
ras “No es necesario repetir las excelencias parte en quesos con Denominación de Ori-
de los quesos de Tronchón, alabados en el gen. El año 1994, mientras que la mayor
Quijote, el queso fresco de cabra o las deli- parte de los municipios del valle intentan
ciosas truchas de Villarluengo”, al tiempo apoyar la creación de una gran cooperativa
que se insiste en la especificidad local de internacional vinculada a un grupo agroali-
las producciones, distintas y distinguibles mentario, los agricultores del municipio de-
de las de otros lugares “en el Maestrazgo se ciden agruparse para crear su propia asocia-
han desarrollado elaboraciones específicas ción. Su preocupación consiste en defender
que se distinguen de otros territorios, las una agricultura más doméstica y patrimo-
tradicionales migas, son bien diferentes de nial, claramente diferenciada de una agricul-
las del Pirineo y el Valle del Ebro, la calde- tura más industrial y subcontratadora. Los
reta de pastor etc.” Merece destacarse que, responsables intentan dar a su asociación
en algunos casos, es posible adquirir por una dimensión cultural junto a la productiva.
Internet los productos agroalimentarios Entran en contacto con un equipamiento
que las páginas valorizadoras del patrimo- cultural vecino, Paysalp-Ecomusée de Sa-
nio cultural presentan. voie, que se plantea como principal objetivo
Los productos agroalimentarios artesa- el desarrollo local a partir del patrimonio
nos y con carácter local pueden integrarse cultural. Paysalp se asocial al proyecto des-
también en Rutas Culturales, una de las de el principio, interviniendo para que se
formas paradigmáticas de utilizar el patri- integren tres entidades, diferenciadas pero
monio como recurso turístico y de desarro- complementarias: producción y curación,
206 Patrimonio alimentario y turismo …

espacio patrimonial que adoptará la forma las actividades de ocio y al turismo. Vemos
de un centro de interpretación y una tienda. que aquellos que han conseguido una pa-
El Centro de Interpretación se inaugura el trimonialización exitosa gozan de un esta-
año 1997, y se presenta como una síntesis de tus diferente del de otros alimentos con-
tres ámbitos: el agrícola, el comercial y el siderados más banales. No sólo se comprar
cultural. Debe destacarse en este caso el para comer, se compran para regalar o para
papel de la administración, ya que es finan- rememorar, se pueden convertir en “re-
ciado por el Departamento de la Alta Saboya, cuerdos” turísticos –aunque su destino final
la región Rhônes-Alpes el Ministerio de agri- sea, a fin de cuentas, ser comidos. Desde
cultura y el Ministerio de Cultura. Con un esta perspectiva pueden convertirse en una
billete de entrada único, el visitante sigue las atracción para los visitantes, incluso en un
etapas sucesivas de la fabricación del queso, espacio no destinado de manera expresa al
que se describen a lo largo de un pasillo de turista como puede ser una tienda o un
vista, de cristal, que está encima del taller. puesto en el mercado. Y esto lo saben bien
Se posibilita la comunicación directa con el los comerciantes situados en lugares con
personal y preguntar sobre las diferentes una cierta afluencia turística: en sus vitri-
etapas de la fabricación del queso mediante nas suelen lucir los productos “emblema”
un sistema audiofónico. A continuación se del lugar, destinados a atraer a los visitan-
entra en el espacio cultural propiamente tes, no a la clientela habitual. Quesos y
dicho, una gran sala dotada de seis ordena- embutidos, miel o dulces tradicionales se
dores, mesas y sillas. Un programa multi- exhiben y se anuncian, mediante carteles
media interactivo explica las técnicas actua- que proclaman su carácter local, su tradi-
les de fabricación del queso, la economía del cionalidad y, siempre que sea posible, su
trabajo agrícola de la zona, la historia de la carácter artesano. De reciente aparición
comunidad y de los pastos y la lógica de de- son las llamadas “agrotiendas”, que son
sarrollo que ha conducido a la creación de la establecimientos situados en zonas rurales
asociación. Al final del recorrido se encuentra donde pueden comercializar sus productos
la tienda, a la que también se puede acceder los agricultores locales. Aunque el éxito de
directamente, donde se ofrecen productos estos establecimientos es desigual, en la
locales, quesos, libros y circuitos para visitar mayor parte de los casos la clientela esta
la zona. constituida por población visitante –tanto
Como vemos, el objetivo que se declara es turistas como visitantes de fin de semana o
a la vez económico, social y cultural. El man- propietarios de segunda residencia- lo cual
tenimiento o el relanzamiento de una activi- confiere a las ventas una marcada estacio-
dad económica se presenta como la máxima nalidad y un ritmo semanal rígido.
prioridad, pero se acompaña al mismo tiem- Una vía de comercialización que permite
po de un proyecto cultural que consiste en la valoración de los productos “patrimoniali-
construir la especificidad y hacer reconocer zados”, sea por locales o por artesanos, es la
las particularidades del territorio de produc- compra directa en el lugar de elaboración, y
ción y distinguirlo, por tanto, de los territo- éste es un modelo vinculado al turismo. En
rios vecinos. este caso no hay ninguna separación entre el
lugar dónde elabora un producto y el lugar
En el mercado donde se vende, y representa la máxima
expresión de relación directa entre produc-
Los productos “de la tierra” son, en tor y cliente, de establecimiento de un mar-
primera y última instancia, productos ali- co de confianza basado en el contacto per-
mentarios, que se compran para comer, por sonal, que permite una valoración inmedia-
lo que una vez consumidos hay que volver a ta del producto. El hecho de poderse afir-
producirlos, venderlos y comprarlos. Son, mar “he visto como lo hacían” resulta, para
sin ambigüedades, artículos de consumo algunos compradores, un argumento valori-
regular. Se producen, se venden, se com- zador indiscutible. Cuando esta visita se
pran y se consumen en el mismo contexto – realiza en el contexto del viaje, del despla-
complejo, sin duda- que el resto de los ali- zamiento, la valoración resulta doblemente
mentos, pero también pueden entrar en eficaz. Aprovechar un fin de semana o un
lógicas distintas, directamente vinculadas a puente para ir a alguna población particu-
Elena Espeitx 207

larmente reputada a por algún producto – tanto el producto en si mismo, que puede
aceite, vino, patatas, queso, miel, embuti- adquirir el carácter de “recuerdo” turístico”
dos...-, disfrutar del entorno, de la “salida”, como la forma y el lugar de elaboración,
y además volver con una provisión alimen- que puede llegar a ser un objeto de atrac-
taria “de calidad”, adquirida in situ, de ción del visitante. De este potencial son
manos del propio productor, resulta una perfectamente conscientes los agentes tu-
perspectiva muy agradable, sobre todo para rísticos y los productores de productos “de
consumidores urbanos que se proveen nor- la tierra” y artesanos, y en sus discursos se
malmente en supermercados y centros co- esfuerzan por enfatizar el carácter evocador
merciales. de un alimento. Un folleto publicitario de
Una variante de este modelo es la venta productos alimentarios “tradicionales”
directa en casas dedicadas al turismo rural, ilustra este uso del patrimonio alimentario,
cuando la recepción de visitantes es real- aunque los ejemplos son muy abundantes. :
mente una actividad complementaria de la "Elaboramos de un modo artesanal sólo y
actividad agrícola o ganadera, no la activi- únicamente los productos de nuestra comar-
dad principal. Este modelo encaja bien con ca (...) Transmitimos el saber popular y la
los discursos relativos a la dinamización del tradición en la elaboración de todo cuanto
mundo rural, que insisten en la pluriactivi- hacemos. No inventamos nada: hacemos
dad y la completentariedad de otras activi- llegar a la gente todo aquel saber como parte
dades con la agricultura y la ganadería, integrante del patrimonio cultural de nues-
pero en realidad es muy minoritario, siendo tra tierra (...). Nuestras comidas son la ex-
la tendencia mayoritaria una dedicación presión cotidiana del saber culinario de todas
casi absoluta al turismo, en detrimento de las generaciones que nos precedieron."
las otras actividades productivas. Con todo, Vemos como la idea de la cocina como pa-
sí que se encuentran casos de elaboración y trimonio cultural aparece claramente refle-
venta de determinados productos, como jada en este párrafo, en el que se transmite
mermeladas, licores caseros, algún queso o buena parte de los argumentos que se movi-
embutido que se ofrecen a los clientes del lizan al hablar actualmente de cocina y pro-
agroturismo. Una versión adaptada a una ductos locales en el ámbito del turismo: la
modalidad de turismo más masificado con- noción de tradición, de pervivencia en el
siste en las visitas de autocares llenos de tiempo, de unos saberes y unas prácticas
turistas a pequeñas fábricas de productos locales específicas, transmitidas de genera-
“típicos”, donde, después de una breve visi- ción en generación, la estrecha vinculación a
ta “para ver como se hacen”, y a veces, una un territorio y el carácter artesanal de pro-
ligera degustación, los visitantes son con- ductos y platos.
minados a comprar, antes de proseguir con
la excursión. Sin llegar a estas manifesta- Las ferias de productos artesanos
ciones extremas –pero frecuentes, la ela-
boración de productos artesanos tiene a Las ferias de productos artesanos –entre
menudo este carácter de reclamo. A veces los cuales los agroalimentarios- han prolife-
se llegan a incluir en los itinerarios turísti- rado a lo largo de los últimos años, y se han
cos propuestos a la visitantes desde las presentado como un escaparate de primer
mismas oficinas de turismo, y se publican orden para las producciones “patrimoniales”.
folletos con este objetivo: Este tipo de ferias pueden ejercer una nota-
“A la casa de “La Penella”, situada al ble fuerza de atracción de visitantes, pero
norte del municipio, elaboran artesanal- conviene destacar que su éxito ha sido des-
mente queso curado y de tupí, y también igual. A menudo se han banalizado, porque
mató, que se comercializa con la marca de no se ha sabido preservar la calidad y la
Castell-Llebre. Se realizan visitas comen- autenticidad de los productos, y esto ha aca-
tadas de media hora para grupos de 2 a 20 bado desengañando a los clientes. Sólo las
personas. Previamente es preciso concertar que han sabido mantener un carácter distin-
hora llamando por teléfono. Estos produc- tivo se mantienen y consiguen no sólo afian-
tos forman parte de la exquisita oferta gas- zar sino incrementar su éxito. Conviene des-
tronómica del municipio”. tacar que las ferias artesanas más logradas
Así, se utiliza como recurso turístico son aquellas que se basan en productos ali-
208 Patrimonio alimentario y turismo …

mentarios patrimonializados. En algunos atraer visitantes, aunque que sea sólo para
casos las ferias giran alrededor de un pro- estancias de un día o un fin de semana. Se
ducto “emblema”, aunque luego se comple- utilizan para ello todos los argumentos
mente la oferta con otros productos alimen- habituales cuando se trata de alimentos
tarios artesanos. Son la fiestas monográficas patrimoniales: tradición, historia, vincula-
de la cereza de tal lugar, de la patata de tal ción a un paisaje, a un clima, a unas prácti-
otro, o del aceite con tal denominación, es cas, a unos conocimientos. Con el estrecho
decir, de productos con prestigio, con re- vínculo que se establece entre producto y
nombre, que se asocian siempre a un deter- lugar se promocionan a un tiempo produc-
minado territorio. Se trata de productos “con tos y poblaciones, tanto en zonas donde el
nombre y apellido” (melocotón de Calanda, turismo es ya un poderoso motor de la eco-
cerezas del Jerte...), que suelen tener un nomía, como en aquellos donde se quiere
gran poder de convocatoria. Algunas ferias poner en marcha esta vía de desarrollo
especializadas –en quesos artesanos, por local. En esta línea de valoración conviene
ejemplo-, se celebran anualmente y se con- destacar también la creación de “marcas de
vierten en centros de peregrinación de exper- cocina” en determinados territorios, como la
tos y conocedores. Se organizan actividades “Cocina de l’Empordanet” (Ampurdán, Cata-
paralelas, como concursos, catas o demostra- lunya) o la marca “Cocina Volcánica” (La
ciones, con lo que consiguen llegar a un pú- Garrotxa, Catalunya), mediante la cual se
blico más amplio. promociona no un producto sino toda una
cocina local, y, naturalmente, el lugar y sus
En la promoción territorial: las Campañas restaurantes. Vemos pues que los restauran-
Gastronómicas tes son agentes destacados de la promoción
turístico-territorial a través de productos y
Las campañas gastronómicas son, por cocinas patrimonializadas. Un ejemplo para-
un lado, iniciativas impulsadas por los digmático en este sentido son los Paradores
restaurantes potenciar su actividad, y por Nacionales, que incrementan suelen incre-
el otro, iniciativas de promoción turística mentar su vinculación territorial y su cariz
impulsadas por las administraciones loca- patrimonial con una oferta alimentaria ba-
les y los Patronatos de Turismo. Esta pro- sado en lo local y lo tradicional, y desechando
moción se lleva a cabo en los restaurantes antiguos modelos de “cocina internacional” o
que, durante un determinado periodo –a de corte francés.
menudo fuera de la temporada turística,
para estimular la afluencia de visitantes El patrimonio alimentario en los nuevos
en temporada baja- ofrecen en sus cartas modelos de turismo
platos con el producta “estrella”, el produc-
to de la población. Estas campañas van Al patrimonio alimentario se le destina
acompañadas de publicidad, se anuncian un espacio relevante en diferentes modelos
por la radio, se reparten folletos, etc. Se de turismo que parecen proliferar en los
utilizan fórmulas habituales de promoción, últimos tiempos: agroturismo, turismo ru-
para intentar captar segmentos de pobla- ral, ecoturismo, turismo cultural... Con
ción susceptibles de convertirse en clientes matices según los diferentes enfoques, los
habituales, como vemos en este folleto de platos y productos patrimonializados apa-
una Campaña Gastronómica dedicada a la recen como una parte substantiva del pa-
“gamba de Palamós, uno de los productos quete. Se abordarán como parte de la cultu-
patrimoniales de la Costa Brava, en Cata- ra local, como expresión de las formas de
luña: vida tradicionales, como síntesis y concre-
“La novedad de este año es una promo- ción de un clima y un paisaje...Naturaleza,
ción especial a las empresas y a los profe- cultura, deporte y gastronomía se convier-
sionales liberales que hagan comidas y ce- ten en los grandes ejes sobre los que se
nas de negocios o celebraciones de empre- estructuran estos modelos. Una gastrono-
sas. De lunes a jueves, después de diez me- mía que aparece sustentada en los pilares
nús acumulados, el onceavo resulta gratis”. de producciones “de la tierra” y cocina local,
Estas campañas se dirigen también a la como mínimo en los discursos, aunque a
población local, pero sobre todo intentan veces no tanto en la realidad. En cualquier
Elena Espeitx 209

caso, esta gastronomía local, más o menos les con platos típicos. El plan obtuvo un
“auténtica” es un factor de atracción indis- gran éxitos en sus primeras fases, pero
cutible. Según una encuesta reciente sobre luego empezó a decaer En 1998 25 produc-
ecoturismo realizada a turistas alemanes tores de alimentos locales formaron la aso-
(publicada por la Dirección General de Em- ciación Erzeugerbörse , dirigida a la comer-
presa, Unidad de Turismo) lo que los turis- cialización de los productos agrícolas loca-
tas suelen esperar de unas vacaciones de les directamente al consumidor. La promo-
naturaleza y cultura es: el 50% desea en- ción que realiza esta asociación es mucho
contrar pequeños alojamientos locales, el más activa y consiste en una combinación
45,6% quiere hacer excursiones y recibir de venta directa desde la granja, mercados
información de calidad, el 41,2% desea pro- periódicos de productos agrícolas y un ne-
bar la cocina elaborada con productos loca- gocio floreciente de pedidos por correo. El
les, el 41,2% esperar disfrutar de la hospi- mercado anual de Kammerode, celebrado
talidad local, sentirse bien recibidos (Uni- en septiembre, atrae por si solo a unos
dad de turismo 2002: 9). Una vez que los 15.000 visitantes. Atrae visitantes a la zona
turistas se encuentran en el lugar de desti- fuera de temporada, con la consiguiente
no, la comida es tan importante como el posibilidad de que vuelvan en otra ocasión.
alojamiento. Quienes buscan la naturaleza (Unidad de Turismo 2002: 114)
y la cultura quieren probar los productos y
los platos típicos. En Escocia, por ejemplo, La transformación/adaptación del patrimo-
el 25% del gasto turístico se realiza en co- nio alimentario convertido en recurso tu-
mida y bebida. Aunque el precio cuenta a la rístico
hora de elegir un restaurante, cada vez es
más importante el origen de los alimentos - Se ha señalado que, en el marco del
las especialidades patrimoniales- y su cali- turismo, los productos y el destino mismo,
dad- productos caseros y no industriales, es los espacios cotidianos, son reorientados
decir, artesanos. (Unidad de Turismo 2002: sistemáticamente, construidos y/o
10) adaptados para obtener el beneplácito de
Como hemos visto el papel del patrimo- sus consumidores, satisfacer sus
nio alimentario es importante en cualquier esperanzas y expectativas. De manera que
caso, pero a veces se puede convertir en el la cultura se interpreta y se reinventa en
principal argumento, en una de las princi- función de la clientela potencial o efectiva
pales atracciones de un territorio. Un (Santana: 2003: 120). En el caso del
ejemplo interesante lo ofrece Eichsfeld, en patrimonio alimentario esto se observa
Alemania. Conscientes del interés creciente claramente. Se produce una estilización,
que despiertan en parte de la población los una reconstrucción del producto, que no es
productos alimentarios considerados “salu- exclusiva de los productos alimentarios sino
dables” –de producción ecológica, por ejem- que afecta a todo el conjunto de artesanías
plo-, en particular en países como Alema- presentadas como patrimonio cultural en el
nia o Gran Bretaña, han convertido este marco del turismo. Se ha señalado, en
tipo de producciones en un atractivo turís- relación a artesanías no alimentarias, que
tico por si solos. Empresas locales pusieron se está generalizando un tipo de
en marcha una serie de iniciativas con las producción para el turista, que aprovecha
que intentaban promocionar los productos una tradición artesana previa con vista a
locales por medio del turismo. A muchos su estricta salida comercial y que tiende,
agricultores de la zona se les presentaba la por ello, a simplificar sus elementos, con la
oportunidad de encontrar un nuevo o mer- incorporación o substitución de nuevas
cado para sus productos. Las vías tradicio- formas, más al gusto de la nueva demanda
nales estaban desapareciendo rápidamente externa (Aguilar Criado 1999 :147). Con la
al quedar patente que no podían competir producción alimentaria artesana sucede lo
con las grandes empresas agrícolas de mismo, pero además, en este caso, la
otras regiones. La primera de estas inicia- adaptación viene marcada por las
tivas se llamó “Eichsfeld pur” y consistía transformaciones en los comportamientos
en una cooperación entre agricultores y alimentarios, por los nuevos valores y re-
restaurantes para promover productos loca- presentaciones que modulan preferencias y
prácticas. Los productos de la tierra y los
210 Patrimonio alimentario y turismo …

platos locales son consumidos, como se ha Para concluir: el placer del ocio, el placer de
dicho, por individuos inmersos en la mo- conocer, el placer de comer.
dernidad alimentaria. Por un lado se pro-
ducen las estilizaciones y adaptaciones La cultura alimentaria patrimonializa-
propias de la producción destinada a los da, en tanto que patrimonio cultural, cum-
turistas, a los “foráneos”, las traducciones ple las mismas “funciones”, sirve para los
que permitan una apropiación fácil carente mismos usos que otros elementos del pa-
de conflictos. Por el otro, también se pro- trimonio cultural, usos y funciones políti-
duce un movimiento de adaptación a nue- cos, identitarios, didácticos, de conocimien-
vas preferencia de los consumidores loca- to y económicos, entre los cuales destaca su
les, de aquellos que tienen, en mayor o me- utilización en la promoción turística de los
nor medida, integrados productos y platos territorios. Los productos y los platos, la
locales en sus inventarios alimentarios. Las cocina de un territorio, cuando son “patri-
representaciones y valores actuales relati- monializados· con éxito, se convierten en
vos a la salud, el control del peso y la ima- auténticos recursos turísticos, perfecta-
gen corporal pesan en el consumo alimen- mente equiparables a otros elementos del
tario en general y también en el de los pro- patrimonio cultural. Como hemos visto, son
ductos “tradicionales” en particular. En ampliamente explotados, por distintas vías
una estudio detallado sobre el consumo de y por diferentes agentes, a menudo con
productos “tradicionales” -en una región gran eficacia. Pero también se observan
francesa- por parte de la población local particularidades en el patrimonio alimen-
esto se refleja con claridad: tario, que se expresan plenamente cuando
"Seul le discours diététique actuel, celui analizamos su relación con el turismo.
qui diabolise les graisses, est entendu par Al ser comestible, el patrimonio
les consommateurs et répercuté, par cer- alimentario tiene características propias,
tains d'entre eux, dans leurs comporte- que lo convierten en un patrimonio
ments. Les productions locales sont donc singular. En primer lugar, se consume, y
sujettes, comme les autres aliments, à l'ap- debe reproducirse constantemente. Y en
préhension concernant leur contenu nutri- esta reproducción se modifica sin cesar. Es
tionnel." (Balvet 2002: 474) cierto que una danza popular, una fiesta
También la tendencia creciente a querer tradicional, también deben reproducirse en
dedicar menor tiempo a las tareas culina- cada representación, también se consumen
rias, la valoración de la rapidez, comodidad cada vez que se materializan. Pero sobre la
y facilidad en la preparación de la comida producción alimentaria pesan una serie de
repercute en los productos tradicionales, y grandes condicionamientos que van a
influir, y mucho, en la reproducción de este
los productores buscan fórmulas en este
“patrimonio”. Debe tenerse en cuenta que el
sentido. Este seria el caso, por ejemplo, de contexto productivo en el que se integran
las “Anchoas de la Escala”, producto am- los productos de la tierra, es el de la
pliamente patrimonializado y que entra de agricultura europea donde perduran las
lleno en la definición de productos/recurso dificultades para contener los excedentes
turístico. La presentación tradicional de estructurales. En todas las perspectivas de
este producto es en botes de cristal, en sal- la discusión sobre “el futuro de la
muera. Se debe proceder al desalado antes agricultura europea” cobra importancia la
de su consumo. Esta presentación, pese a búsqueda de la “calidad”, o mejor, de
ser la “tradicional” y emblemática, pierde diferentes “calidades”, entre las cuales las
que se asocian con las producciones “de la
peso progresivamente mientras que se
tierra”, como la “artesana”, la otorgada por
asienta en las preferencias de los compra- el “origen” o la medioambiental, dentro de
dores, de manera cada vez más clara, el la cual destaca el argumento del
bote de anchoas ya limpias y en aceite, mantenimiento de la biodiversidad, que tan
listas para comer. Es significativo, con a menudo se asocia con las producciones
todo, que el formato tradicional en salmue- locales. En este contexto, estas
ra se siga adquiriendo..., para regalar. producciones se ven como una posible
“alternativa” o como un buen “complemen-
to” a otras actividades productivas, y esta
Elena Espeitx 211

es una situación que se encuentra por do- una tipo de guía nutricional innata. El
quier al hablar con productores de produc- recién nacido manifiesta, desde las prime-
tos “de la tierra”. ras horas de su vida el placer que le propor-
En segundo lugar, satisface una necesi- ciona el sabor dulce y el disgusto provocado
dad ineludible, la de alimentarse. Uno pue- por los sabores salado intenso, ácido y
de perfectamente abstenerse de visitar un amargo. Estas preferencias protegen de la
museo, o de asistir a un festejo, pero no ingestión de substancias tóxicas, en general
puede dejar de comer, y más de una vez al amargas, o de substancias corrosivas, y
día, a ser posible. Por eso resulta relativa- también favorecen la ingestión de substan-
mente fácil la puesta en valor del patri- cias que aportan energía, mediante sensa-
monio alimentario. Además en el contexto ciones placenteras. De modo que el placer
del ocio, del viaje, de las vacaciones, el es un motor innato del comportamiento
momento de comer no debe sólo satisfacer alimentario. Además, a partir de algunas
el hambre y proporcionar placer –que tam- preferencias y aversiones preestablecidas,
bién- si no que tiene que completar y enca- un proceso de aprendizaje interviene para
jar en los propósitos y clima generales del modular, para ajustar el valor hedónico de
tiempo vacacional. Así, en un viaje de “des- cada alimento a sus consecuencias nutri-
cubrimiento” o rencuentro de un territorio, cionales post-ingestivas. De esta forma, la
aquello que se come también debe contri- satisfacción proporcionada por los efectos
buir al conocimiento del lugar visitado. Y metabólicos del alimento se encuentran
resulta fácil, casi ineludible: puesto que es asociados al placer ingestivo. Nos gustan
necesario comer, por que no hacerlo “cultu- los alimentos que aportan a nuestro orga-
ralmente”. Porque viajar, visitar nuevos nismo aquello que necesitan (Lois-Sylvestre
lugares, desplazarse con una finalidad de 1994: 596). Sin embargo, a pesar de que
ocio, supone también experimentar el pla- estos mecanismos innatos existen, las pre-
cer de “conocer”, de ampliar horizontes, de ferencias y aversiones alimentarias no
“saborear” cosas nuevas. Los productos de pueden explicarse sólo por la biología. El
la tierra y la cocina “tradicional” o local ser humano saborea los alimentos también
pueden dar plena satisfacción, desde esta a través de sus mecanismos psicológicos y
perspectiva. Como señala Santana (Santa- de su cultura. Confiere a cada alimento, a
na 2003: 4), el turista de lo cultural es cu- cada sabor, un valor, en función de su
rioso por naturaleza, pero pese al exotismo aprendizaje sociocultural. Los valores, las
que pueda mostrar un destino, necesita representaciones sociales cambiantes, por
rasgos que le den confianza, que inspiren su parte, modulan este aprendizaje a lo
seguridad. En este sentido también da res- largo de la vida de los individuos. Los pro-
puesta la cocina patrimonializada, ya que ductos y platos tradicionales, patrimoniali-
ésta es uno de los ámbitos más accesibles de zados, están dotados de una fuerte carga
una cultura (La Cecla 1995:85). La cocina simbólica, que contribuye a su capacidad
local es una vía de acceso preferente a otro de generar placer. Y un elemento central
entorno, ya que suele ser una adaptación de que debe tenerse en cuanta cuando se habla
la cocina autóctona o “tradicional”, puesto de alimentación, ocio y turismo es el del
que la cocina es una zona de traducción en la placer de la comensalidad. Compartir mesa,
que se utiliza un lenguaje que no es exacta- en un entorno agradable y evocador, acre-
mente ni el propio ni el de los forasteros. cienta sin duda el placer de comer. El tu-
En tercer lugar, proporciona placer a los rista actual, que se desplaza de su entorno
sentidos con mayor eficacia que el disfrute habitual con un espíritu lúdico, requiere
de otros bienes patrimoniales. No debe ol- experiencias gratas y placenteras, condi-
vidarse que todas las modalidades senso- ción que el hecho de comer cumple amplia-
riales intervienen en el acto de comer. El mente, y que hace que la alimentación
conjunto de sensaciones que constituyen la ocupe un lugar destacado en el abanico de
imagen sensorial del alimento aporta al elementos que se movilizan para dar satis-
organismo informaciones cualitativas, facción al visitante.
cuantitativas y también afectivas. Los sen- Y finalmente –pero no por ello menos
tidos, sin embargo, no dan información importante, al contrario- sus usos económi-
nutricional. Sólo el sentido del gusto otorga cos son más amplios, y mueven una diver-
212 Patrimonio alimentario y turismo …

sidad mayor de intereses. Productores agrí- 1999 Producción, distribución y consumo de


colas, elaboradores de productos artesanos, los productos de la tierra. El caso de Ca-
vendedores, cocineros, administración, taluña”. En Alimentación y Cultura.
agentes turísticos...todos ellos están direc- Actas del Congreso Internacional, vol. 2.
tamente interesados en la valoración de Madrid: Val de Onsera 220-233.
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Recibido: 03 de abril de 2004


Aceptado: 24 de mayo de 2004

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