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Capítulo I
Encuentro de oración
Mi vocación a la santidad
*Es importante prever quién anime los cantos. También puede utilizarse música grabada
para acompañar los momentos de meditación personal, pero sin excluir momentos de
silencio.
*Pensamos este encuentro, primeramente para los jóvenes, pero también puede estar
destinado a todos en general, con las debidas adaptaciones.
Guía:
Jesús, Buen Pastor ha deseado ardientemente vivir la Pascua con nosotros. El vino a
nosotros para darnos su propia Vida. La Vida con mayúscula. Quiere que tengamos vida en
abundancia.
La abundancia es propia de los regalos de Dios. Hoy queremos revivir el regalo más grande
que recibimos en el bautismo: la misma santidad de Dios hecha nuestra. Con su mirada,
queremos descubrir nuestra vida como don recibido, como tierna llamada de Dios a donarla
en el servicio.
"Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les
digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que
está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre
justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo
mismo los publícanos? y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de
extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es
perfecto el Padre que está en el cielo.
Palabra de Dios.
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Horas Santas
Guía:
Ahora rezamos con la Palabra que hace eco en nuestro interior, repitiendo en voz alta para
todos, la palabra o la frase que más impactó nuestro corazón.
(momento de oración en eco)
Guía:
Hagamos una lista de todos los sacerdotes, consagrados y laicos que nos dieron testimonio
de santidad en nuestras vidas.
Pensemos, de cada uno de ello las actitudes y gestos que nos impactaron y que nos
acercaron la santidad de DIOS, en lo concreto de nuestra vida. (Podemos escribirlos en
papeles o en un mural preparado para la ocasión, por ejemplo, con el rostro de Jesús, Buen
Pastor).
Vamos repasando nuestra vida y agradecemos a Dios que fue suscitando en la Iglesia
vocaciones santas que nos descubrieron el rostro santo de Jesús.
SILENCIO
Lector 1
Nos habla, el Papa Juan Pablo: II A todos vosotros los queridos por Dios y santos por
vocación, la gracia y la paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo ¡La
santidad! He aquí la gracia y la meta de todo creyente, conforme nos recuerda el Libro del
Levítico: "Sed santos, porque yo, el Señor, Dios vuestro, soy santo"
Lector 2
"Es el momento de proponer de nuevo a todos con convicción este "alto grado" de la vida
cristiana ordinaria: la vida entera de la comunidad eclesial y de las familias cristianas debe
ir en esta dirección"
Guía:
Jesús nos pide que nuestra vida sea santa. Hoy día, en medio de estos momentos difíciles, la
santidad es una exigencia de la esperanza. Sólo la santidad, es decir, la fidelidad oculta y
profunda a nuestro deber cotidiano desde el Evangelio, sostendrá la esperanza que tanto
necesitamos como pueblo.
Al poner nuestras velas encendidas junto a Jesús, le entregamos nuestras vidas para que
Ellas convierta en don de amor y esperanza para los demás. Mientras tanto cantamos: Hay
que encender una luz por pequeña que sea.
(cada uno prende su vela del Cirio y la deposita junto al Santísimo o el Sagrario)
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Horas Santas
Guía:
Estamos insertos en una cadena de santidad. Los santos, nuestros hermanos mayores, son
quienes siguen animando nuestro compromiso de cada día en una vida según el Evangelio.
Pidámosle a ellos que nos guíen y fortalezcan: A cada invocación rezamos diciendo:
¡RUEGA POR NOSOTROS!
Cantamos: El viñador.
Guía:
Pongamos en común nuestras intenciones.
A cada invocación digamos: DANOS, SEÑOR, LA ESPERANZA QUE NO DEFRAUDA
Con el testimonio de una Iglesia más santa
Con el testimonio de laicos más santos
Con el testimonio de obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas más santos
Con el testimonio de consagrados y consagradas más santos
Con el testimonio de familias más santas
Con el testimonio de comunidades parroquiales más santas
Con el testimonio de jóvenes más santos
Con el testimonio de misioneros más santos
Con el testimonio de políticos y economistas más santos
Con el testimonio de empresarios y obreros más santos
Con el testimonio de estudiantes y profesionales más santos
(se pueden agregar otros, además de intenciones libres)
Juntos recemos la oración que Cristo nos enseñó. PADRE NUESTRO...
Lector 1
"Tarea primaria de la Iglesia es acompañar a los cristianos por el camino de la santidad, con
el fin de que iluminados por la inteligencia de la fe, aprendan a conocer ya contemplar el
rostro Cristo ya redescubrir en Él la auténtica identidad y la misión que el Señor confía a
cada uno. De tal modo que lleguen a estar edificados sobre el fundamento de los apóstoles
y de los profetas, teniendo como piedra angular al mismo Jesucristo."
Lector 2
3
Horas Santas
Por el bautismo fuimos hechos hijos de la Iglesia Santa. Por eso ahora vamos a renovar la
conciencia de ser profundamente hermanos en la fe. Por nuestras venas corre sangre divina,
desde aquel día en que el agua nos lavó de nuestro pecado y nos hizo renacer a la santidad
de Dios.
Acerquémonos para ser rociados con el agua. Que ella haga brillar nuestra santidad. (cada
uno se acerca frente al altar, donde hay dispuesta una vasija con agua bendita. El gesto
puede ser: o bien la señal de la cruz sobre la frente que el sacerdote hace con el agua
bendita; o bien, en ausencia de éste, la señal de la cruz que cada uno hace con el agua)
Guía:
Vamos a rezar ahora, pidiendo al Señor los nuevos evangelizadores (sacerdotes, laicos y
consagrados) para sostener la esperanza de nuestro pueblo. A cada intención rezamos
juntos: SEÑOR, DANOS VOCACIONES SANTAS!
Lector 1
Jesús Buen Pastor de nuestra Buenos Aires. Te pedimos por nuestros laicos, hombres y
mujeres, jóvenes, obreros y empresarios, amas de casa y profesionales, ancianos y niños.
Oremos: SEÑOR, DANOS VOCACIONES SANTAS!
Lector 2
Señor, ¡Queremos ser nación que no perdamos la esperanza!. Que podamos ser fieles
testigos de la Buena Noticia. Que seamos misioneros, pregoneros del Evangelio. Oremos...
Lector 1
Jesús, Buen Pastor. Te confiamos nuestros consagrados y consagradas. Nuestros religiosos
y religiosas. Nuestros monjes y monjas. Nuestras vírgenes consagradas. Nuestros
consagrados de institutos seculares y sociedades de vida apostólica, de movimientos y
asociaciones. Los que viven su consagración en lo oculto.
Oremos...
Lector 2
Ellos son los hombres y mujeres de nuestra Iglesia a quienes robaste todo el corazón. Que,
con su vida, nos señalen el Reino definitivo aquí en la tierra. Oremos...
Lector 1
Jesús, Buen Pastor, que quisiste dejar el cuidado de los tuyos a Pedro y a los Apóstoles y, a
través de ellos, a tus sacerdotes de hoy, te pedimos que renueves en ellos el Espíritu de
santidad y entrega. Oremos...
Lector 2
Que experimenten tu compasión por las ovejas perdidas, agobiadas, abatidas, sin pastor.
Oremos...
Guía:
Recemos juntos la Oración de la Campaña(al final).
BENDICIÓN FINAL
Capítulo II
Rezamos acompañados por Santa Teresa de Jesús y Santa Teresita del Niño Jesús
ORANTE 1:
"Él quiere... no desampararnos, sino estarse aquí con nosotros... Su Majestad nos dio (este
Pan Sacratísimo) este mantenimiento y maná de la humanidad, que le hallamos como le
queremos, y que si no es por nuestra culpa no moriremos de hambre, que de todas cuantas
maneras quisiere comer el alma, hallará en el Santísimo Sacramento sabor y consolación”.
"Si os da pena no verle con los ojos corporales, mirad que no nos conviene... No habría
sujeto que lo sufriese...; porque en ver esta Verdad eterna, se vería ser mentira y burlas
todas las cosas de que acá hacemos caso. y viendo tan gran majestad, ¿ cómo osaría una
pecadorcilla como yo, que tanto le ha ofendido, estar tan cerca de Él ? Debajo de Aquel Pan
está tratable,. porque si el Rey se disfraza no parece se nos daría nada de conversar sin
tantos miramientos y respetos con Él, parece está obligado a sufrirlo pues se disfrazó ".
Guía:
Vamos a mirar al Señor, ya dejarnos mirar por Él...
Que Su Luz que es Suma Verdad nos ayude a reconocer ya entregarle la nuestra que es
limitada y pobre pero reconoce que su única Riqueza es saberse siempre necesitada de su
Misericordia
SILENCIO
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Horas Santas
* Porque muchas veces nuestro AMOR no reconoce la Obra del Tuyo en nuestra vida... y
no se pone en Cruz por los demás... Señor, ten Piedad
Guía:
Jesús, en Su Palabra, sale al Encuentro de nuestra vida.
LEER DEL EVANGELIO: Jn. 4. 5-30. El Encuentro de Jesús con la Samaritana.
ORANTE 2:
"He aquí todo lo que Jesús exige de nosotros. No tiene necesidad alguna de nuestras obras,
sino solamente de nuestro amor. Porque ese mismo Dios que declara no tener necesidad de
decirnos si tiene hambre, no vacila en mendigar un poco de agua de la samaritana. Tenia
sed…Pero al decir “dame de beber” era e amor de su pobre criatura lo que el creador del
universo reclamaba. Tenia sed de su amor…
¡Ah! Me doy cuenta, más que nunca, de que Jesús está sediento. Entre los discípulos del
mundo solo halla ingratos e indiferentes, y entre los discípulos suyos encuentra, ¡ay!, pocos
corazones que se entreguen a el sin reserva, que comprendan toda la ternura de su amor
infinito”.
Reflexión personal
ORANTE 1:
"Caro costaría sí no pudiésemos buscar a Díos sí no cuando estuviésemos muertos al
mundo"
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Horas Santas
Guía:
¿Qué es aquello que más deseo entregarle al Señor para apagar Su Sed?
ORANTE 1:
..." he pensado de aquella samaritana... cuán bien había comprendido en su corazón las
palabras del Señor; pues deja al mismo Señor porque ganen y se aprovechen los de su
pueblo;...y en pago de esta tan gran caridad, mereció ser creída y ver el gran bien que hizo
nuestro Señor en aquel pueblo”
GUIA: ¿Puedo con mi vida apagar en algo la sed de mis hermanos?
ORANTE 1:
..."porque sed me parece a mí quiere decir deseo de una cosa que nos hace gran falta"...
Guía:
Y yo, ¿de qué tengo sed?
Preces
ORANTE 3:
Vamos a confiarle al Señor nuestra vida y la vida de todos sus discípulos para que Él nos
ayude a entregarla sin reserva.
-Mira Señor al Papa, los Obispos y los Sacerdotes que elegiste para ser signos de tu
Presencia y para saciar con tu Vida el hambre y la sed del corazón de tantos hermanos...
Bendícelos Señor.
-Mira a los esposos, a los padres y madres de familia que quisiste sean uno en la comunión,
reflejo de tu Amor a la Iglesia... Bendícelos Señor.
-Mira a los jóvenes, a los que se preguntan por Tu designio sobre ellos; mira con
predilección la riqueza de sus vidas que se hace plena en el don de sí... Bendícelos Señor.
-Mira a los misioneros a quienes llamaste a ser, entre los que no te conocen, imagen de tu
Rostro y de tu Palabra como Vos mismo sos Rostro y Palabra del Padre... Bendícelos
Señor.
Mira Señor a los Consagrados que quieres testimonien la alegría de encontrar en Vos su
Amor su Libertad y su Riqueza... Bendícelos Señor.
Canto: " Alma Misionera”
Aclamaciones Eucarísticas
Guía:
A cada aclamación repetimos "Bendito seas"
ORANTE 1 :
. OH, ¡Vida que la dais a todos!
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Horas Santas
. OH, ¡Sabiduría que no se puede comprender!
. OH, ¡Amor que me amas más de lo que yo no puedo amar ni entiendo!
. OH, ¡Hermosura que excedéis a todas las hermosuras!
ORANTE 2:
. Porque quieres alimentarme con tu divina sustancia, a mí, pobrecito ser, que volvería a la
nada si tu divina mirada no me diese la vida a cada instante.
.Porque el alma que se abisma en el océano sin liberas de vuestro amor lleva tras de sí los
tesoros que posee. .
ORANTE 3:
Por los hermanos que te celebran en el Altar y con la vida.
Por los hermanos que nos hacen sentir hambre y sed de Ti.
Por los hermanos que testimonian la Belleza de tu Amor, Fiel y Fecundo.
Por los hermanos que sólo a Ti te buscan.
Por los hermanos que, de los labios y con el corazón de María, te dicen "sí". ,
Por cada uno de nosotros cuando somos de estos "hermanos" para los demás.
Guía:
Con Jesús, que es nuestro Maestro, que está en el Altar y que allí "escondido" en el Pan ha
querido quedarse con nosotros, vamos a rezar la Oración que nos enseñó:
PADRENUESTRO...
BENDICION EUCARÍSTICA
Guía:
Teniendo en nuestro corazón a todos aquellos por quienes hoy hemos rezado nos
disponemos a recibir la BENDICI6N CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
ORACIÓN FINAL
ORANTE 2:
Acuérdate, Jesús, de la gloria del Padre, del esplendor divino que dejaste en el cielo al
bajar a esta tierra, al desterrarte de aquella entera patria por rescatar a todos los pobres
pecadores.
Bajando a las entrañas de la virgen María, Velaste tu grandeza y tu gloria infinita. Del seno
material, de tu segundo cielo,
¡Acuérdate! ¡Te doy gracias Señor por tu Amor, no abandones la Obra de Tus Manos!
ORANTE 2:
Acuérdate, Jesús: junto al broncal de un pozo. Un viajero, cansado del camino, hizo que
redundaran sobre cierta mujer sacarina.
Los reudales de amor que encerraba su pecho. Yo sé quién es aquel que pidió de beber. Él
es el “Don de Dios”,¡ la fuente de la gloria! Eres agua que brota, Señor, tu nos dijiste:
“¡Venid a mi!” “¡Venid a mí!”, vosotras, pobres almas cargadas. Vuestras pesadas cargas
pronto se harán ligeras, y sumidas, por siempre, en el corazón mío. De vuestro seno fuentes
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Horas Santas
manarán. Yo tengo sed, Jesús, esa agua pido que me inunde el alma sus divinos torrentes.
Por fijar mi morada en el mar del amor ¡yo vengo q ti!
¡Te doy gracias Señor por tu Amor, no abandones la Obra de Tus Manos!
ORANTE 2:
Acuérdate de que subiendo al Padre, no podías dejarnos aquí huérfanos. Y haciéndote en la
tierra prisionero supiste bien velar tu resplandor divino, pero es pura y radiante la sombra
de tu velo, pan vivo de a fe, alimento celeste.
ORANTE 3:
Acuérdate, Señor, de cada uno de nosotros, de los que traemos en el corazón y de aquellos
por quienes hoy hemos rezado.
Danos la Gracia de descubrirte cada día a nuestro lado.
Danos la Gracia de tener "hermanos":
que nos entreguen tu Palabra y tu Pan;
que te celebren en el Altar y con la vida;
que nos hagan sentir hambre y sed Ti porque sólo a Ti te buscan;
que nos testimonien la belleza de tu Amor Fiel y Fecundo.
Y sobre todo, danos la Gracia de decirte “sí,”. De aprender a pronunciarlo de los labios y
del corazón de María para ser nosotros mismos, donde Tú quieras, de "estos hermanos"
para los hermanos.
Canto Final
Esta hora santa fue preparada por las Hermanas Carmelitas Descalzas del Monasterio
Lisieux argentino, MUCHAS GRACIAS...
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Horas Santas
Capítulo III
Vocación de esperanza
Adviento: una oportunidad para recrear la esperanza
Importante: Esta celebración está pensada para un rato más de una hora reloj. El que dirija
la Hora Santa sabrá adecuarla ala comunidad celebrante, quitando lo que le parezca
oportuno o bien desdoblándola en dos celebraciones.
Lector 1:
No es fácil la esperanza hoy. Quizás no lo haya sido nunca. Es más visible el temor, la
inseguridad, la desconfianza. Pero Jesús se ha metido en nuestra historia y ha sembrado
semillas de esperanza en lo más profundo del ser humano.
¿No escuchaste sus pasos silenciosos en la noche?
¿No oíste el latido de sl1 corazón derramando ternura y amor entrañable?
¿No sentiste su Palabra de vida acariciando nuestras penas y levantando nuestra vida?
Orante 1:
Atrévete a esperar con Jesús:
una humanidad más confiada
una convivencia más humana
un futuro mejor
una Patria de hermanos
una Iglesia más comprometida
Orante 2:
Acepta el reto del Espíritu y pon en movimiento:
una palabra de esperanza
unos signos de justicia
unos gestos de paz
una oración de súplica
una mano tendida.
Orante 1:
Sitúate en el mundo como el Padre quiere:
Con mirada limpia y acogedora,
con sentimientos de ternura y compasión,
con iniciativas a favor de los excluidos
Orante 2:
Tu oración frecuente debe ser: VEN, SEÑOR JESÚS
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Horas Santas
Abre mi corazón a la confianza. VEN, SEÑOR
JESÚS
Revélame tu amor. VEN, SEÑOR
JESÚS
Fortalece nuestra fe. VEN, SEÑOR
JESÚS
Déjame nacer de nuevo. VEN, SEÑOR
JESÚS
Acompaña nuestro camino. VEN, SEÑOR
JESÚS
Graba tu imagen en mi corazón. VEN, SEÑOR
JESÚS
Sana nuestras heridas. VEN, SEÑOR
JESÚS
Tiende tus manos hacia mí. VEN, SEÑOR
JESÚS
Levántame con tu poder. VEN, SEÑOR
JESÚS
Libérame de toda atadura. VEN, SEÑOR
JESÚS
Derrama el Fuego de tu Espíritu. VEN, SEÑOR
JESÚS
Ilumina nuestras mentes. VEN, SEÑOR
JESÚS
CANTO
I. El camino de esperanza
Lector 2:
Basta una mirada, una simple mirada, para ver caminos y más caminos, llenos de gente. El
pueblo de Dios que peregrina en la historia. Los hombres y mujeres por los que Dios se
hizo hombre. Para salvarlos, para acompañarlos y consolarlos. Llevan sobre las espaldas
sus pertenencias más indispensables, a veces un deseo escondido en el corazón. Hay niños
y ancianos. Hay también muchos jóvenes. Unos huyen, otros van en busca de algo grande,
todos caminan. ¿Hacia dónde caminan?
Orante 1:
Estos son algunos de sus nombres:
-los emigrantes,
-los desocupados,
-los que huyen de la miseria,
-los peregrinos,
-los que sueñan y desean dignidad para todos,
-los que siguen apostando por los derechos humanos,
-los que miran con confianza la historia,
-los que viven el presente abiertos a lo nuevo,
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Horas Santas
-los que están dispuestos a dar razón de su esperanza a quien lo pida
-los misioneros y misioneras del Evangelio.
Orante 2:
Sobre todos y cada uno de ellos se posa la mirada de Jesús, mirada tierna y esperanzadora.
Mirada que sostiene y reconforta. Hoy te decimos Señor, mira nuestros caminos, nuestras
heridas y con tu gracia transforma nuestros dolores en paz y alegría.
Lector 1:
Escucha la Palabra Escúchala con calma:
(Romanos 13, 11-14)
Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación
está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche
y vistámonos con la armadura de la luz.
Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida
basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias.
Por el contrario, revístanse del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos
de la carne. Palabra de
Dios
Orante 1:
Dejemos que la palabra nos ilumine. Hazle preguntas desde tu vida
¿Qué actividades de las tinieblas tengo que dejar de lado?
¿Tengo actitudes de indiferencia, de prepotencia?
¿Cómo trataré a cada persona con respeto, con cariño, con igualdad?
¿Camino dando codazos a los que me rodean y poniéndoles zancadillas?
Orante 2:
Señor, abre mis oídos a tu Palabra.
Señor, despierta mi corazón a la esperanza.
Tú vienes, vienes siempre a mi encuentro.
Tú vienes siempre con amor.
Haz que me ponga en camino para recibirte.
Te abriré la puerta de mi vida.
Nos daremos el abrazo entrañable.
Y al oír los pasos de tantos caminantes del mundo, me sentiré hermano de todos y
compartiré con ellos mi paz y mi esperanza.
CANTO
II. Brotes de esperanza
Lector 2:
Hay mil señales de vida en el mundo. Dios mira cada mañana la creación y la deja vestida
de hermosura. Todo esto lo ve quien va por la vida con los ojos abiertos, limpios, y avanza
hacia Dios de comienzo en comienzo. "Tu luz nos hace verla luz". No es fácil, pero es tan
hermoso ver el sol! ¡Es tan hermoso creer que lo mejor de la persona está en un futuro más
pleno, que el amor pervivirá por encima de heridas y menosprecios!
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Horas Santas
Pero hay también muchos signos de muerte. Y a menudo nos empeñamos en recordar lo de
antaño, en pensar en lo antiguo.
Dios invita siempre a una mirada contemplativa, envuelta en la sorpresa y en la admiración.
Lector 1:
Escucha la Palabra. Escúchala con calma:
(Is 43,18-19).
No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las cosas antiguas; yo estoy por hacer
algo nuevo: ya está germinando, ¿no se dan cuenta? Sí, pondré un camino en el desierto y
ríos en la estepa. Me glorificarán las fieras salvajes, los chacales y los avestruces; porque
haré brotar agua en el desierto y ríos en la estepa, para dar de beber a mí Pueblo, mi
elegido, el Pueblo que yo me formé para que pregonara mi alabanza.
Palabra de Dios
Orante 1:
¿Hacemos un ejercicio de limpieza?
Sopla las penas fugitivas como sopla el niño la hoja seca.
No te agarres a las inquietudes; serás entonces como quien abraza a las espinas.
No te detengas en los fracasos y el desánimo, que se te paralizarán las fibras del alma.
Los sentimientos negativos no te pertenecen, aunque se te peguen a las paredes del alma;
échalos fuera.
Deja a un lado la indiferencia y crea un clima de belleza en el pequeño mundo que te rodea.
Lector 2:
Escucha la Palabra. Escúchala con calma:
(Isaías 35, 1-6.10)
¡Regocíjese el desierto y la tierra reseca, alégrese y florezca la estepa! ¡Sí, florezca como el
narciso, que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo! Le ha sido dada la gloria del
Libano, el esplendor del Carmelo y del Sar6n. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor
de nuestro Dios. Fortalezcan los brazos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a
los que están desalentados: " ¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! ¡Llega la venganza,
la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos!".
Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; entonces
el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo. Porque brotarán
aguas en el desierto y torrentes en la estepa; el páramo se convertirá en un estanque y la
tierra sedienta en manantiales; la morada donde se recostaban los chacales será un paraje de
caña y papiros. Allí habrá una senda y un camino que se llamará "Camino santo". Por allí
caminarán los redimidos, volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Si6n con
gritos de júbilo, coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la alegría, la
tristeza y los gemidos se alejarán. Palabra de Dios
Orante 2:
-Contempla a Jesús caminando con la humanidad. Él es fuente de esperanza para el mundo.
-Recuerda que el Espíritu, dador de vida y esperanza, ha sido derramado en tu corazón.
-Ten en cuenta el Padre es fiel a la palabra dada, cumple sus promesas.
-Deja que te penetre esta corriente de gozo, este himno a la alegría que atraviesa y vivifica
todo.
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Horas Santas
Orante 1:
-Oremos dando gracias por tantos brotes de esperanza
Gracias, Señor, por el aire nuevo que recorre la Iglesia.
Gracias, Señor, por el cosmos y su increíble sinfonía.
Gracias, Señor, por cada mujer, ternura de Dios en el mundo.
Gracias, Señor, por los que tienen siempre en los labios una palabra de aliento.
Gracias, Señor, por todos .los que con el diálogo buscan la paz.
Gracias, Señor, por los gestos de paz que hacen frente a la violencia.
Gracias, Señor, por la cercanía siempre fresca de los amigos.
Gracias, Señor, por los débiles de la tierra y su contribución impagable a la esperanza.
Gracias, Señor, por tantos gestos cotidianos de servicio y gratuidad.
Gracias, Señor, por el milagro del agua y del pan, del abrazo y del beso.
Gracias, Señor, por el camino de comunión de hombre y mujer, que se asoma en el
horizonte.
CANTO
III. Alentar la esperanza
Lector 1:
Asómate ala vida ¿Dónde anida la esperanza ¿En qué lugar del corazón humano tiene su
casal ¿Cómo distinguirla en medio de los pueblos? ¿Te la has encontrado dentro de ti?
Lector 2:
Vea la fuente. Escucha la Palabra, que da vida y alienta tu esperanza
(Mateo 11,2-11)
Jesús partió de allí, para enseñar y predicar en laS ciudades de la región. Juan el Bautista
oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para
preguntarle:
"¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?", Jesús les respondió: "Vayan a
contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los
leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es
anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo! , Jesús
empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: ¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña
agitada por el viento? ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que
se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes, ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un
profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta, El es aquel de quien está escrito: Yo
envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino.
Palabra de Dios
Orante 2:
-También los fuertes se cansan. Juan, el de la voz potente en el desierto, el que se enfrentó
con las injusticias, el que habló de fuego abrasador, se ha cansado de luchar.
Desde la cárcel se pregunta desconsolado: y todo ¿para quél
Orante 1:
-Revive tú alguna experiencia en la que te hayas sentido hondamente desilusionado, en la
que te has preguntado: ¿merece la pena seguir?
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Horas Santas
Orante 2:
-Jesús le abre el corazón. Le ofrece su vida, que es la realización de las promesas. Le ofrece
su vida pobre, perseguida también. En ella está apareciendo lo verdaderamente nuevo para
la humanidad, porque está ocurriendo algo grande para los pobres.
Orante 1:
-¿Dejas que la palabra y la actividad de Jesús ilumine tu vida?
¿Dejas que su presencia aliente tu camino?
Orante 2:
-A Juan se le ilumina la cárcel. El aliento y el ánimo, el cariño de Jesús, han atravesado los
muros de la injusticia. Se ha hecho presente en la noche, hasta convertirla también en
tiempo de salvación. y en los barrotes dibuja una flor. Nada se ha perdido. Ha merecido la
pena llegar hasta ahí.
Orante 1:
-¿Cómo has salido de las situaciones de oscuridad que has tenido en tu vida? ¿Cómo has
resistido en el silencio hasta que lleguen los tiempos nuevos? Haz presentes a todos los que
están defraudados y decepcionados. Ponlos ante Jesús.
Orante 2:
Ahora Oremos: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Donde hay desaliento y desconfianza en el futuro: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Donde crecen la intolerancia y la violencia: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Donde abunda la injusticia y se margina al débil: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Donde no hay pan para comer ni casa para vivir: Marana tha. ¡Ven Señor, Jesús!
Cuando la llama está apunto de apagarse: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Cuando los buenos se cansan de hacer el bien: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Cuando todo parece quedar en un intento: Marana tha. ¡Ven Señor,
Jesús!
Cuando la soledad no es sonora, ni música el silencio: Marana tha. ¡Ven Señor, Jesús!
CANTO
Lector 1:
-Toda semilla pasa un tiempo escondida en la tierra, después aparecen los brotes, más tarde
irrumpen los fríos que ponen a prueba la planta, pero, como a la vida le basta el espacio de
una grieta para renacer, al final, aparece el fruto.
Lector 2:
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Horas Santas
-Así pasa con la esperanza. La ilusión de esperar hace que broten pequeños frutos, pero la
tardanza en cumplirse lo prometido es una amenaza grande. El que persevera hasta el final
ve la salvación, ve a Jesús que nace. La última palabra la tiene la vida. Ha merecido la pena
esperar como el centinela la aurora. "Los cielos ya destilan el rocío; las nubes derraman al
Justo; la tierra se abre y brota el Salvador".
Lector 1:
-Lo que ha dicho el Señor se cumplirá
(Juan 1,lss)
Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al
principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin
ella no se hizo nada de todo lo que existe. En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. La Palabra era la luz
verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Y la Palabra se hizo carne y
habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como
Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Palabra de Dios.
Orante 1:
Recuerda agradecido a tantos hombres y mujeres que, a lo largo de los siglos, han
mantenido viva la llama de la esperanza.
Pon tus ojos en el Espíritu. El cumplimiento de la promesa es obra de él. Invócale para
que nada se quede en el camino.
Orante 2:
Acoge a Jesús, el gran regalo que Dios ha preparado para todos los que tienen amor a su
venida. El viene para salvar a base de amor.
Si quieres salir al paso de la esperanza de los pueblos y de las gentes, anuncia con tu
vida y con tu palabra a Jesús, "verdadera novedad que supera todas las expectativas de
la humanidad". "Nuestro hoy y el futuro del mundo son iluminados por su presencia".
"Al encontrar a Cristo, todo hombre descubre el misterio de su propia vida".
Orante 1:
Pregúntate, al finalizar este Hora Santa:
¿Por qué eres un hombre o una mujer de esperanza?
Y si te ayuda, escríbelo y compártelo con algún amigo en la fe.
Orante 2:
"Soy un hombre de esperanza porque creo que Dios es nuevo cada día. Porque creo que Él
está creando el mundo en este instante. No lo creó en un pasado lejano y se ha olvidado de
él. Lo crea hora: hay que estar dispuestos a esperar lo inesperado de Dios. Los caminos de
la providencia son habitualmente sorprendentes. No estamos prisioneros de ningún
determinismo, ni de ninguna estadística de los sociólogos. Dios está aquí, a nuestro lado,
imprevisible y amante. Por eso nuestra historia es historia de Dios y la historia de Dios es la
historia de los hombres. Soy un hombre de esperanza, y no por razones humanas o por
optimismo natural, sino simplemente porque creo que el Espíritu Santo actúa en la Iglesia y
en el mundo, hasta allá donde es ignorado. Soy un hombre de esperanza porque creo que el
Espíritu Santo es siempre Espíritu creador. Cada mañana da, al que lo sabe acoger, una
libertad fresca y una nueva provisión de gozo y confianza. Yo creo en las sorpresas del
Espíritu Santo. El Concilio fue una, y el Papa ]uan XXIII, también. Era algo que no
16
Horas Santas
esperábamos. ¿Quién se atrevería a decir que la imaginación y el amor de Dios se han
agotado? Esperar es un derecho, no un lujo. Esperar no es sólo soñar. Es el medio para
transformar los sueños en realidad. Felices los que tienen la audacia de soñar y de estar
dispuestos a pagar un precio a fin de que sus sueños puedan hacerse realidad en la historia
de los hombres.
Capítulo IV
PREPARACIÓN
Guía:
La búsqueda de Dios es apasionada, gozosa; florece en los que están enamorados de un
Dios que nos ha tocado el corazón con su hermosura. Está llena de imágenes, de colorido,
de frescura, de luz; está llena de vida.
Muchos orantes la han convertido en un gemido vivo. San Agustín y San Juan de la Cruz
nos prestan sus palabras:
ORANTE 1:
"Exhalaste tu perfume, y respiré, y suspiro por Ti. Gusté de Ti, y siento hambre y sed. Me
tocaste, y me abraso en tu paz".
ORANTE 2:
"¿Adónde te escondiste, Amado y me dejaste con gemido? Salí tras ti corriendo...".
Guía:
Si no estamos así de enamorados, digamos al menos, que nos gustaría estarlo para buscar a
Dios como "busca la cierva las corrientes de agua".
Respondamos cantando: -Mi alma tiene sed de Dios, ¿cuándo llegaré a ver su rostro?
ORANTE 1:
Mi alma tiene sed del Dios vivo:
¿Cuándo veré el rostro de Dios?
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío. R.
ORANTE 2:
Llama al Espíritu y pídele su luz y verdad, para que te guíen en la vida de cada día.
ORANTE 1:
Únete a todos los enamorados de Dios y di con ellos: "Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo",
"mi alma te busca a ti, Dios mío".
ORANTE 2:
Acércate a Dios con gozo, pues es el Dios de tu alegría y cántale al son de la cítara de tu
corazón.
ORANTE 1:
A veces buscamos a Dios con tan pocas ganas que cualquier dificultad es un enorme
impedimento que nos cierra el paso. Buscarlo hoy, con pasión, con gozo, unido a los
hermanos y hermanas, puede ser una aventura apasionante.
Guía:
Escuchemos el anuncio de la buena noticia de Jesús.
LECTOR: Jn 7,37-39
El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús, poniéndose de pie, exclamó: «El que tenga
sed, venga a mí; y beba el que cree en mí". Como dice la Escritura: "De su seno brotarán
manantiales de agua viva". El se refería al Espíritu que debían recibir los que creyeran en
él. Palabra del Señor.
ORANTE 1:
Señor tenemos sed de vos.
Hemos venido a contemplarte, a adorarte.
Necesitamos de tu presencia, necesitamos de tu amor y gracia.
Abre Señor tu corazón traspasado para que bebamos en el, el agua viva de tu Espíritu.
ORANTE 2:
18
Horas Santas
Corre, con vivo deseo, a esta fuente de vida y de luz, quienquiera que seas, ¡oh alma
amante de Dios!, y con toda la fuerza del corazón exclama:
ORANTE 1:
« ¡OH hermosura inefable del Dios altísimo, resplandor purísimo de la eterna luz! ¡Vida
que vivificas toda vida y luz que iluminas toda luz y conservas en perpetuo resplandor
millares de luces, que desde la primera aurora fulguran ante el trono de tu divinidad!
ORANTE 2:
¡OH eterno e inaccesible, claro y dulce manantial de la fuente oculta a los ojos mortales,
cuya profundidad es sin fondo, cuya altura es sin término, su anchura ilimitada y su pureza
imperturbable!
ORANTE 1:
De ti procede el río que alegra la ciudad de Dios, para que, con voz de regocijo y gratitud,
te cantemos himnos de alabanza, probando por experiencia que en ti está la fuente viva, y tu
luz nos hace ver la luz.
Guía:
Escuchemos nuevamente la Palabra de Dios
ORANTE 2:
El Corazón de Cristo, es como un río que brota de su muerte, este río calma la sed y se hace
fuente. Fuente de vida, de santidad. Por el bautismo, en el Espíritu Santo. Fuente de alegría
para los pobres. Signo de los tiempos escatológicos. .
Este corazón es lugar de quietud y reposo de intimidad y de amor fraterno. ..
ORANTE 1:
El Corazón de Cristo
Es como un río que brota de su muerte
ORANTE 2:
"El corazón del reyes una corriente de agua en manos del Señor: él lo dirige hacia donde
quiere." Prov. 21,1
SILENCIO BREVE
ORANTE 1:
19
Horas Santas
..."uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y
agua".
SILENCIO BREVE.
ORANTE 2:
Para que del costado de Cristo dormido en la cruz se formase la Iglesia y se cumpliese la
Escritura que dice: Mirarán al que atravesaron, uno de los soldados lo hirió con una lanza y
le abrió el costado. y brotando de la herida sangre yagua, se derramase el precio de nuestra
salud, el cual, manando de la fuente del corazón, diese a los sacramentos de la Iglesia la
virtud de conferir la vida de la gracia, y fuese para los que viven en Cristo como una copa
llenada en la fuente viva, que salta hasta la vida eterna.
SILENCIO BREVE.
Los padres de 'la Iglesia vieron en esta sangre derramada el sacramento de la Eucaristía que
los sacerdotes actualizan en cada misa haciendo presente a Jesús y el amor de su Corazón.
ORANTE 1:
La Eucaristía es centro y cumbre de la vida de la Iglesia, también lo es del ministerio
sacerdotal. Por eso, con ánimo agradecido a Jesucristo, nuestro Señor, reitero que la
Eucaristía «es la principal y central razón de ser del sacramento del sacerdocio, nacido
efectivamente en el momento de la institución de la Eucaristía»
ORANTE 2:
¡OH, Jesús!, Sacerdote eterno,
guarda tus sacerdotes bajo la protección de tu Sagrado Corazón,
guarda las manos ungidas que tocan cada día tu sagrado cuerpo,
guarda sus labios, diariamente teñidos con tu preciosa sangre.
ORANTE 1:
Bendice sus tareas apostólicas con abundante fruto, y haz que las almas confiadas a su celo
y pastoreo, sean su alegría acá en la tierra y formen en el cielo su hermosa e inmarcesible
corona. Amén.
ORANTE 2:
¡OH, Jesús!, Sacerdote eterno, guarda bajo la protección de tu Sagrado Corazón, a quienes
se están preparando para el ministerio sacerdotal: que crezcan en gracia y santidad, e
intercede para que haya abundantes y santas vocaciones sacerdotales en nuestra Iglesia.
ORANTE 1:
Este río calma la sed y se hace fuente
"Que el hombre sediento se aproxime, que el hombre de deseos reciba el agua de la vida
gratuitamente" AP. 22,17
SILENCIO BREVE.
ORANTE 2:
20
Horas Santas
Fuente de vida y de santidad
"Un doble pecado ha cometido mi pueblo: ellos me han abandonado a mí, la fuente de agua
viva, para cavarse cisternas, cisternas agrietadas que no pueden contener el agua"
Jn 2,13
SILENCIO BREVE.
ORANTE 1:
Los consagrados han encontrado en Jesús y en su presencia eucarística el centro de su vida
personal y comunitaria.
Oremos a Jesús presente en la Eucaristía por los consagrados y consagradas y
especialmente por el aumento de las vocaciones consagradas.
ORANTE 2:
Jesús, Hijo de Dios, santifica a los hijos e hijas que se han consagrado a ti para la gloria de
tu Padre. T e damos gracias por el don de la vida consagrada, que te busca en la fe y te
pedimos que invites a otros jóvenes a caminar hacia ti.
SILENCIO BREVE.
ORANTE 1:
Jesús Salvador, así como has dado tu forma de vivir a quienes has llamado, continúa
atrayendo hacia ti personas que, en nuestro tiempo, sean testigos de tu misericordia,
anuncio de tu retorno, y signo viviente de los bienes de la resurrección futura. ¡Ninguna
tribulación los separe de ti y de tu amor!
SILENCIO BREVE.
ORANTE 2:
Espíritu Santo, Amor derramado en los corazones, que concedes gracia e inspiración a las
mentes, suscita en muchos hermanos y hermanas jóvenes el deseo de consagrarse
plenamente a V os. Colma sus corazones con la íntima certeza de haber sido escogidos para
amar, alabar y servir. Que gusten de tu amistad, llénalos de tu alegría y de tu consuelo,
ayúdalos a superar los momentos de dificultad ya levantarse con confianza tras las caídas.
SILENCIO BREVE.
ORANTE 1:
Por el bautismo en el Espíritu Santo.
Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, para
santificarla. Ella purificó con el bautismo del agua y la palabra, porque quiso para sí una
Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada.
Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama
a su esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta
y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia. Efesios 5, 25ss
SILENCIO BREVE.
ORANTE 2:
21
Horas Santas
Oremos por los matrimonios y por quienes son llamados a ser signo del Amor entre Cristo
y la Iglesia.
Padre Bueno, mira a los jóvenes que están caminando hacia el matrimonio y la familia,
ábreles nuevos horizontes, ayudándoles a descubrir la belleza y la grandeza de la vocación
al amor y al servicio de la vida.
ORANTE I:
Señor Jesús, que a todos llamas con una vocación particular. Te pedimos por nuestros
hermanos y hermanas Laicos que, teniendo el cometido de interpretar con Tu luz la historia
de este mundo, iluminen y ordenen todas las realidades temporales según tu designio
Creador y Redentor.
ORANTE 2:
Espíritu Divino, renueva el don del sacramento matrimonial, al mismo tiempo vocación y
mandamiento, a los esposos cristianos, para que permanezcan siempre fieles entre sí, por
encima de toda prueba y dificultad, en generosa obediencia a la santa voluntad del Señor
Jesús: «lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre».
ORANTE I:
Fuente de alegría para los pobres
Los pobres y los indigentes buscan agua en vano, su lengua está reseca por la sed. Pero yo,
el Señor, les responderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré brotar ríos en las
cumbres desiertas y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en estanques,
la tierra árida en vertientes de agua. Isaías 41,17-18
SILENCIO BREVE.
ORANTE 1:
Abre los corazones y las mentes de los jóvenes, para que una nueva primavera de santas
vocaciones manifieste la constancia de tu amor
ORANTE 1:
Espíritu de Amor eterno, que procedes del Padre y del Hijo, te damos gracias por todas las
vocaciones de apóstoles y santos que han fecundado la Iglesia.
Continúa, todavía, te rogamos, esta tu obra.
ORANTE 2:
Acuérdate de cuando, en Pentecostés, descendiste sobre los Apóstoles reunidos en oración
con María, la madre de Jesús, y mira a tu Iglesia de Buenos Aires, hoy tiene una particular
necesidad de sacerdotes santos, de testigos fieles y autorizados de tu gracia; tiene urgente
necesidad de laicos y laicas, que se comprometan con el mundo de hoy, llamados por Dios
para contribuir, desde dentro a modo de fermento, a la santificación del mundo; tiene
necesidad de consagrados y consagradas, que manifiestan el gozo de quien vive sólo para el
Padre, de quien hace propia la misión y el ofrecimiento de Cristo, de quien construye con la
caridad el mundo nuevo.
ORANTE 1:
22
Horas Santas
Espíritu Santo, perenne Manantial de gozo y de paz, eres tú quien abre el corazón y la
mente a la divina llamada; eres tú quien hace eficaz cada impulso al bien, a la verdad, a la
caridad.
ORANTE 2:
Tus "gemidos inefables" suben al Padre desde el corazón de la Iglesia, que sufre y lucha por
el Evangelio.
ORANTE 1:
Abre los corazones y las mentes de los jóvenes, para que una nueva primavera de santas
vocaciones manifieste la constancia de tu amor y todos puedan conocer a Cristo, luz
verdadera del mundo, para ofrecer a cada ser humano la segura esperanza de la vida eterna
Amén.
Bendición Eucarística
Guía: Con la alegría de haber compartido este rato de oración y adoración nos disponemos
a recibir la BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
ORANTE 2:
Signo de los tiempos escatológicos
Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los
manantiales de agua viva. y Dios secará toda lágrima de sus ojos. Apocalipsis 7,17
ORANTE I:
Este corazón es lugar de quietud y reposo
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre
ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así
encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana. Mt 11, 28-30
SILENCIO BREVE.
ORANTE 2:
De intimidad y de amor fraterno.
Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en el corazón de Cristo Jesús. Y en mi
oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y en la plena
comprensión, a fin de que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados puros e
irreprochables en el Día de Cristo, llenos del fruto de justicia que proviene de Jesucristo,
para la gloria y alabanza de Dios. Fill, 8-11
ORANTE 1:
23
Horas Santas
Espíritu de Amor eterno, que procedes del Padre y del Hijo, te damos gracias por todas las
vocaciones de apóstoles y santos que han fecundado la Iglesia.
Continúa, todavía, te rogamos, esta tu obra.
ORANTE 2:
Acuérdate de cuando, en Pentecostés, descendiste sobre los Apóstoles reunidos en oración
con María, la madre de Jesús, y mira a tu Iglesia de Buenos Aires, hoy tiene una particular
necesidad de sacerdotes santos, de testigos fieles y autorizados de tu gracia; tiene urgente
necesidad de laicos y laicas, que se comprometan con el mundo de hoy, llamados por Dios
para contribuir, desde dentro a modo de fermento, a la santificación del mundo; tiene
necesidad de consagrados y consagradas, que manifiestan el gozo de quien vive sólo para el
Padre, de quien hace propia la misión y el ofrecimiento de Cristo, de quien construye con la
caridad el mundo nuevo.
ORANTE 1:
Espíritu Santo, perenne Manantial de gozo y de paz, eres tú quien abre el corazón y la
mente a la divina llamada; eres tú quien hace eficaz cada impulso al bien, a la verdad, a la
caridad.
ORANTE 2:
Tus "gemidos inefables" suben al Padre desde el corazón de la Iglesia, que sufre y lucha por
el Evangelio.
Capítulo V
24
Horas Santas
Canción inicial
Guía: Cantamos.
Jesús es mi alegría
OH Jesús, de dulcísima memoria,
que nos das la alegría verdadera,
más que miel y que toda otra cosa
nos infunde dulzura tu presencia.
No habrá canto más suave al oído
ni que grato resulte al escucharlo,
ni tan dulce para ser recordado
cómo Tú, OH Jesús, el Hijo amado.
ORANTE 1:
Querido Jesús queremos estar con vos, queremos encontrarnos con vos, queremos
descansar en vos.
ORANTE 2:
Queremos buscar el silencio que nos permita escuchar tu Palabra y el silencio interior para
que tu Palabra nos toque el corazón.
ORANTE 1:
Queremos crecer en disponibilidad a lo que tu Palabra nos pida para nuestras vidas.
ORANTE 2:
Queremos anunciar tu Palabra con la certeza de que es mensaje de amor y de salvación para
el mundo.
Guía:
25
Horas Santas
Al escuchar la Palabra de Dios recibamos a Jesús en la casa de nuestras vidas y en la casa
de nuestra comunidad.
SILENCIO
ORANTE 1:
Jesús, son muchas las veces que no te recibimos, por ellas queremos pedirte perdón.
Guía:
Respondemos: «Perdónanos, Señor»
ORANTE 2:
Por no escuchar atentamente tu Palabra, por no dedicar tiempo a meditarla, por no
alimentar con ella la oración, por no abrirnos a que toque y cambie nuestras vidas.
«Perdónanos, Señor»
ORANTE 1:
Por no darle importancia a tu Palabra en la búsqueda de tu voluntad sobre nosotros y sobre
nuestra comunidad. «Perdónanos, Señor»
ORANTE 2:
Por no escuchar y valorar lo suficiente a quienes en la Iglesia ofrecen especial dedicación a
tu Palabra y se esfuerzan por difundirla. «Perdónanos, Señor»
SILENCIO
Guía:
Como Marta venimos muy inquietos por todos nuestros quehaceres y por muchas
situaciones difíciles que atravesamos o que conocemos. Tratemos de vivir este rato como
María, junto a Jesús, escuchando su Palabra, escuchando que Él nos dice a cada uno que
esto es lo necesario, que es la mejor parte, que es lo que nos permite encontrar la
orientación en la búsqueda, el sentido del esfuerzo, la medida de la entrega, la constancia en
el compromiso, la seguridad de que el Señor no nos abandona.
SILENCIO
ORANTE 1:
26
Horas Santas
Jesús, queremos vivir necesitados de tu amistad; pero nos reconocemos limitados, débiles,
necesitados de tu ayuda.
Guía:
Respondemos: HORA
«Atiende, Señor, nuestros deseos»
ORANTE 2:
Que seamos perseverantes en la oración confiada.
«Atiende, Señor, nuestros deseos»
ORANTE 1:
Que vivamos abiertos ala acción del Espíritu Santo para que nos haga comunidad que dé
testimonio de tu muerte y resurrección.
«Atiende, Señor, nuestros deseos»
ORANTE 2:
Que te descubramos en nuestros hermanos, desprotegidos, y respondamos a sus
necesidades.
SILENCIO
Guía: Cantamos
Quédate con nosotros
Y porque ya anochece
quédate con nosotros;
no dejes que la noche
nos sorprenda sin Ti.
27
Horas Santas
ORANTE 1:
Jesús, convencidos de tu presencia en medio de nosotros, queremos pedirte por nuestra
Iglesia de Buenos Aires, por sus sacerdotes, sus consagrados y sus laicos.
Guía:
Respondemos: «Míranos y escúchanos, Señor »
ORANTE 2:
Te pedimos por los sacerdotes, que sean verdaderos amigos tuyos que hagan presente por
los sacramentos que celebran y por las palabras que predican una experiencia de fuerte
intimidad con vos.
«Míranos y escúchanos, Señor »
ORANTE 1:
Te pedimos por los consagrados, que a través de los diferentes carismas anuncien el reino
mostrando que la decisión de seguirte y de encontrarte en los hermanos da sentido a su
entrega ya sus renuncias.
«Míranos y escúchanos, Señor »
ORANTE 2:
Te pedimos por los laicos, que sostenidos por tu gracia, te hagan presente en las realidades
temporales y reflejen el amor de Dios a través de las realidades familiares.
«Míranos y escúchanos, Señor»
ORANTE 1:
Te pedimos por los sacerdotes, consagrados y laicos que has llamado a ser misioneros, que
sean hombres y mujeres de escucha, de oración y de servicio, que te lleven a los demás a
través de sus palabras y de sus actitudes.
«Míranos y escúchanos, Señor»
ORANTE 2:
También te pedimos que muevas los corazones de los jóvenes a dar respuesta generosa a tu
llamado.
Guía:
Respondemos: «Escúchanos, Señor»
ORANTE 1:
Te pedimos por nuestros niños y adolescentes, y también por sus educadores, para que tu
Palabra ocupe un lugar importante en sus vidas y en sus proyectos iluminando sus
perspectivas y sus decisiones. «Escúchanos, Señor»
ORANTE 2:
Te pedimos por los jóvenes, que encaren seriamente la tarea de descubrir la voluntad de
Dios sobre sus vidas, que encuentren personas dispuestas a ayudarlos con respeto y
compromiso, y que cien al encuentro con vos, a través de la Palabra, la oración y los
sacramentos, un lugar relevante en sus búsquedas. «Escúchanos, Señor»
28
Horas Santas
ORANTE 1:
Te pedimos por los que se están preparando para concretar un camino vocacional iniciado y
por las personas que los acompañan, que sean humildes, constantes y abiertos al Espíritu.
«Escúchanos, Señor»
Guía:
En un rato de silencio pedimos por personas conocidas, para que reciban a Jesús en sus
corazones, se abran a su Palabra y elijan la mejor parte para sus vidas.
…silencio…
Guía: Cantamos
ORANTE 2:
Junto al Señor Jesús, presente en la Eucaristía, con quien hemos estado ya quien hemos
escuchado, rezamos la oración que Él nos enseñó:
Padrenuestro...
ORANTE 1:
María, Madre de Jesús, Palabra hecha carne en tu seno, ayúdanos a estar atentos y
disponibles a la palabra del Señor ya desear siempre que se cumpla en nuestras vidas la
voluntad de Dios.
Bendición Eucarística
Canto de adoración:
29
Horas Santas
En memoria tuya (últimas dos estrofas)
Guía:
Pongámonos de rodillas para recibir la bendición.
30
Horas Santas
Capítulo VI
Guía:
Vamos a mirar al Señor, ya dejarnos mirar por Él...
Escuchemos cómo Jesús nos habla a través de la Madre Teresa de Calcuta.
LECTOR 1:
Te conozco como la palma de mi mano, sé todo acerca de ti, hasta los cabellos de tu cabeza
he contado. No hay nada en tu vida que no tenga importancia para mí. Te he seguido a
través de los años y siempre te he amado, hasta en tus extravíos. Conozco cada uno de tus
problemas. Conozco tus necesidades y tus preocupaciones y, sí, conozco todos tus pecados.
Pero te digo de nuevo que Te amo, no por lo que has hecho o has dejado de hacer, Te amo
por ti, por la belleza y la dignidad que mi Padre te dio al crearte a Su propia imagen. Es una
dignidad que muchas veces has olvidado, una belleza que has empañado por el pecado.
Pero te amo como eres y he derramado Mi Sangre para rescatarte. Si sólo me lo pides con
fe, Mi gracia tocará todo lo que necesita ser cambiado en tu vida: Yo te daré la fuerza para
librarte del pecado y de su poder destructor.
LECTOR 2:
Sé lo que hay en tu corazón, conozco tu soledad y todas tus heridas, los rechazos, los
juicios, las humillaciones. Yo lo sobrellevé todo antes que tú. Y todo lo sobrellevé por ti,
para que pudieras compartir Mi fuerza y Mi victoria. Conozco, sobre todo, tu necesidad de
amor, sé qué tan sediento estás de amor y de ternura. Pero cuántas veces has deseado
satisfacer tu sed en vano, buscando ese amor con egoísmo, tratando de llenar el vacío
dentro de ti con placeres pasajeros, con el vacío aún mayor del pecado. ¿Tienes sed de
amor? «Vengan a Mí todos los que tienen sed...» (Jn 7, 37). Yo te saciaré y te llenaré.
¿Tienes sed de ser amado?, te amo más de lo que te puedes imaginar... hasta el punto de
morir en la cruz por ti.
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
LECTOR 1:
31
Horas Santas
TENGO SED DE TI. Sí, ésa es la única manera en que apenas puedo empezar a describir
mi amor: TENGO SED DE TI. Tengo sed de amarte y de que tú me ames. Tan precioso eres
para mí que TENGO SED DE TI. Ven a Mí y llenaré tu corazón y sanaré tus heridas. T e
haré una nueva creación y te daré la paz aún en tus pruebas. TENGO SED DE TI. Nunca
debes dudar de mi Misericordia, de Mi deseo de perdonarte, de Mi anhelo por bendecirte y
vivir Mi vida en ti, y de que te acepto sin importar lo que hayas hecho. TENGO SED DE
TI. Si te sientes de poco valor a los ojos del mundo, no importa. No hay nadie que me
interese más en todo el mundo que tú. TENGO SED DE TI. Ábrete a Mí, ven a Mí, ten sed
de Mí, dame tu vida. Yo te probaré qué tan valioso eres para Mi corazón.
SACERDOTE:
Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta
el final, Jesús dijo: Tengo sed.
Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama
de hisopo y se la acercaron a la boca.
Después de beber el vinagre, dijo Jesús: « Todo se ha cumplido». E inclinando la cabeza,
entregó su espíritu…
Palabra de Dios
Reflexión y meditación
(Leer pausadamente)
Escuchemos ahora las Palabras de la madre Teresa de Calcuta sobre la sed de Jesús:
32
Horas Santas
(Leer pausadamente alternando los lectores.)
Jesús quiere que yo les diga de nuevo ¡Cuánto amor Él tiene para cada uno de ustedes! más
allá de todo lo que ustedes pueden imaginar.
Todavía me preocupan algunos de ustedes que realmente no han encontrado a Jesús - uno a
uno -Tú y Jesús solos. Nosotros pasamos mucho tiempo en la capilla -¿pero ustedes han
visto con los ojos de su alma como Él los mira a ustedes, con su amor?
¿Ustedes realmente conocen al Jesús viviente -no el de los libros sino el de estar con Él en
su corazón?
¿Han oído sus palabras amorosas hablándoles a ustedes? Pidan la gracia. Él está anhelando
dárselas. Hasta que ustedes puedan oír a Jesús en el silencio de sus propios corazones,
ustedes no podrán oírle decir «Tengo Sed" en los corazones de los pobres.
Nunca dejen este contacto íntimo y diario con Jesús como la persona realmente viviente
-no sólo la idea.
Cómo nosotros no podemos durar un día incluso sin oír a Jesús decir, «Te amo" imposible.
Nuestras necesidades del alma son tantas como las necesidades del cuerpo, necesitan
respirar el aire. Si no, la oración está muerta. Jesús quiere que cada uno de nosotros lo
oigamos hablando en el silencio de nuestros corazones.
No sólo que Él te ama, sino más aún -Él lo anhela. Él te extraña cuando tú no vienes a Él.
Él tiene sed de Ti. Él te ama siempre, incluso cuando tú no te sientas digno. Cuando no seas
aceptado por otros, incluso por Ti mismo. Él es el único que siempre te aceptará.
Mis niños, ustedes no tienen que ser diferentes para Jesús, Él los ama. Sólo crean –Tú eres
precioso para Él. Tráeme todos tus sufrimientos a Sus pies -sólo abre tu corazón para ser
amado por Él así como tú eres. Él hará el resto.
Todos ustedes conocen en su mente que Jesús los ama, pero ahora Jesús quiere avivar
nuestros corazones, y así no perder nuestro amor primero.
Es por eso que les pido que lean esta carta ante el Sacramento Bendito, en el mismo lugar
en que fue escrito, para que Jesús, el mismo, pueda hablarles a cada uno.
Permítanle entrar en intimidad con cada uno de ustedes, así como Madre. Pero el propio
Jesús será quien les diga «Tengo Sed».
Oigan su propio nombre. No sólo una vez. Cada día. Si ustedes lo escuchan en sus
corazones, ustedes oirán y entenderán.
Por qué Jesús dice «Tengo Sed». ¿Qué es lo que significa? Algo tan difícil de explicar en
palabras.
33
Horas Santas
«Tengo Sed» es algo mucho más profundo que Jesús diciendo «Te amo». Hasta que Tú
sepas profundamente que Jesús está sediento de Ti. Tú no puedes imaginar cuánto. Él te
quiere. O quién es el que te dice que estés con Él.
El corazón y el alma de los Misioneros y misioneras de la Caridad es sólo esto: la Sed del
Corazón de Jesús, oculto en los pobres.
Es el don de Dios más precioso a nuestra Sociedad -Jesús en la presencia oculta tan
cercana, tan tocante. Sin el trabajo de los pobres nuestro objetivo muere -la Sed de Jesús
son sólo palabras, sin significado, sin respuesta. Uniendo loS dos, nuestra vocación de
Misioneros de la Caridad permanecerá viva y real.
«Nuestro carisma es saciar la Sed de Jesús por amor de las almas -trabajando en la
salvación y santificación de los más pobres de los pobres».
Sólo la Sed de Jesús, escucharlo, sentirlo, contestando con todo tu corazón, guardará. la
Sociedad viva después de que Madre nos deje. Esta es nuestra vida. Será todo correcto. Aún
cuando Madre nos deje, la Sed de Jesús nunca te dejará.. La Sed de Jesús en los pobres
estará contigo para siempre.
Preces
SACERDOTE:
Ante Jesús Presente en la Eucaristía, pidamos por cada uno de nosotros y por toda la Iglesia
de Dios, para que podamos responder al grito de Jesús en la Cruz saciando su sed de amor.
Guía:
Pidamos por los jóvenes para que escuchen la voz del Señor que llama y estén prontos a
responderle con una entrega generosa de sus vidas. Oremos
Guía:
A nuestros obispos.
A los seminaristas.
A los sacerdotes jóvenes.
A los sacerdotes que son párrocos.
A los sacerdotes ancianos
34
Horas Santas
A los sacerdotes misioneros.
A los sacerdotes enfermos.
A todos los sacerdotes.
Guía:
Pidamos al Señor por las vocaciones a la vida consagrada. Oremos
Para que no falten religiosas y religiosos consagrados al cuidado de los enfermos. Oremos.
Guía:
A los novicios y novicias.
A los Júniores y Júnioras.
A los Monjes y Monjas de vida contemplativa.
A las vírgenes consagradas.
A los Misioneros y misioneras.
A los que son perseguidos. .
A los que viven insertos entré los más pobres.
Guía:
Pidamos al Señor por los laicos y laicas, para que sean en el mundo mensajeros de la
Paz. Oremos.
Pidamos al Señor que sean más, los cristianos que participan activamente en la vida
política, para que puedan transformar la realidad según los valores del evangelio.
Oremos.
Guía:
A los matrimonios y novios.
A los catequistas.
A los servidores de caritas.
A los animadores juveniles.
A los médicos y agentes de salud.
A quienes trabajan en los medios de comunicación.
Sacerdote:
Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
35
Horas Santas
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien;
Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi
comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos;
Dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, también nuestro amor
misericordioso, imagen del tuyo.
Madre Teresa de Calcuta M.C.
Guía:
Teniendo en nuestro corazón a todos aquellos por quienes hoy hemos rezado nos
disponemos a recibir la Bendición con el Santísimo Sacramento.
36
Horas Santas
Capítulo VII
Canción inicial
GUÍA: Cantamos.
GUÍA: En esta adoración eucarística vamos a rezar los misterios luminosos del Santo
Rosario. Estamos frente al Señor que quiso quedarse con nosotros en el pan y el vino
consagrados, su Cuerpo y su Sangre, que nos alimentan y fortalecen para caminar en la vida
y para peregrinar como Iglesia Arquidiocesana de Buenos Aires. Miremos al Señor
presente, seamos conscientes del amor infinito que lo llevó a la muerte por nuestra
salvación. Por intercesión de su Madre, la Santísima Virgen María, pidamos por las
vocaciones y por la vocación de cada uno, para que como ella tengamos la fe y la fortaleza
de aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas y de responder a los compromisos que nos
va exigiendo asumir.
SACERDOTE:
Al comenzar este momento de oración, pidamos con sencillez perdón por todo lo que nos
aleja del amor y de la voluntad de Dios.
Señor Jesús, vos nos enseñaste que el mandamiento principal es «amar a Dios con todo el
corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y con todas las fuerzas, y amar al prójimo
como a uno mismo»
Breve silencio
Por las veces que no vivimos como hijos tuyos, buscando tu voluntad y confiando en tu
misericordia y en tu providencia.
Señor, ten piedad de nosotros.
Por las veces que somos indiferentes frente a las necesidades de nuestros hermanos y no
asumimos compromisos en la participación y en el servicio.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Por las veces que no valoramos el don de la vida que recibimos de tu amor y no buscamos
descubrir y hacer fructificar nuestros talentos.
Señor, ten piedad de nosotros.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros perdone nuestros pecados y nos lleve ala
vida eterna.
Amén.
37
Horas Santas
GUÍA:
En el primer Misterio de Luz contemplamos el Bautismo de Jesús en el Jordán.
ORANTE 1:
Contemplamos a Jesús, Dios y Señor, que se hace bautizar como uno más del Pueblo.
Contemplamos a Jesús orando en ese momento, momento importante de su vida.
Contemplamos a Jesús viendo el cielo abierto y al Espíritu que lo inviste de su misión.
Contemplamos a Jesús escuchando la voz del Padre que lo proclama Hijo querido,
predilecto.
ORANTE 2:
Pidamos en este misterio por todos LOS bautizados, que la condición de hijos de Dios
recibida en el bautismo se haga realidad en personas de espíritu eclesial, abiertas ala
escucha de la Palabra de Dios, comprometidas en el servicio y perseverantes en la oración
humilde y confiada.
Guía:
En el segundo Misterio de Luz contemplamos las Bodas de Caná.
38
Horas Santas
Contemplamos a Jesús, junto a su Madre y sus discípulos, compartiendo la realidad de una
fiesta, la alegría de un festejo de bodas.
Contemplamos a Jesús que responde al pedido de su Madre.
Contemplamos a Jesús que actúa en el ambiente concreto y sobre las necesidades actuales.
Contemplamos a Jesús que manifiesta su poder con un signo que supera toda expectativa
humana.
ORANTE 1:
Pidamos por todos los laicos que hagan presente al Señor en medio de las realidades del
mundo y, que como la Virgen, siempre señalen el pensar y el decir de Jesús sobre ellas.
Pidamos que, a ejemplo de María, estén siempre atentos a las necesidades que sus
hermanos expresan en medio de los acontecimientos y quehaceres cotidianos.
Pidamos especialmente por los matrimonios para que el amor, consagrado por Jesús en el
sacramento, sea un signo de su amor por la Iglesia y para que en la unidad de las familias se
muestre el amor con que el Padre nos ama a todos.
Pidamos por los novios, para que escuchando a Jesús e invocando la protección de la
Virgen, se preparen para ser fieles y generosos que en sus futuras vidas de familia.
Guía:
En el tercer Misterio de Luz contemplamos el anuncio de la llegada del Reino y el
llamado a la conversión
ORANTE 1:
Contemplamos a Jesús que va a Galilea, se moviliza, no se queda esperando.
Contemplamos a Jesús que no se paraliza por el dolor del arresto de Juan.
Contemplamos a Jesús que habla de ahora y de aquí, no de promesas lejanas y de realidades
dudosas.
Contemplamos a Jesús que proclama, pide fe y pide cambio.
ORANTE 2:
Pidamos por la obra evangelizadora de la Iglesia, para que el anuncio del Reino sea
asumido por todos los bautizados según la propia vocación y el propio carisma.
Pidamos por todos LOS misioneros, sacerdotes, consagrados y laicos, para que su
encuentro personal con el Señor Resucitado y su experiencia de la misericordia sean
siempre testimoniados con transparencia y humildad.
39
Horas Santas
Pidamos por las personas cercanas a nosotros que están alejadas de la Iglesia para que vean
que el amor de Dios y sus designios trascienden los errores y las miserias humanas que
pudieran haberlas herido u ofendido.
Pidamos por los que nunca oyeron hablar de Jesús y pidamos en cada Ave María que el
Señor suscite vocaciones para anunciarles el Evangelio y compartir con ellos la fe.
Con cada Ave María también pongamos en las manos de la Virgen a todos los misioneros,
especialmente a los que sufren persecuciones a causa del Evangelio.
Padrenuestro -10 Avemarías –Gloria
Guía:
En el cuarto Misterio de Luz contemplamos la Transfiguración de Jesús
ORANTE 2:
Contemplamos a Jesús transfigurado, glorioso, como estamos llamados a verlo por toda la
eternidad.
Contemplamos a Jesús glorioso conversando con Moisés y Elías, no solo con otros, en una
realidad futura donde el compartir humano se dará en plenitud.
Contemplamos a Jesús envuelto en la nube mientras el Padre afirma que en este tiempo
debemos escucharlo.
Contemplamos a Jesús que sigue siendo cercano, invita a sus discípulos a levantarse y a
continuar sin miedo y sin contar la experiencia.
ORANTE 1:
Pidamos en este misterio por todos LOS consagrados para que sus vidas sean un anticipo de
la gloria del cielo a la que todos estamos llamados.
Pidamos por los religiosos y religiosas que trabajan en la educación, en los hospitales, en
las cárceles, en los lugares a que los lleve su propio carisma, para que su forma de vida y su
servicio sea testimonio viviente del Reino de Dios.
Pidamos por los monjes y monjas que permanentemente con su oración silenciosa sostienen
obras y presentan al Padre las intenciones de hombres, mujeres y comunidades.
Pidamos por los laicos y laicas consagrados, las vírgenes consagradas y por las nuevas
formas de consagración que día a día se presentan en la Iglesia, para que desde las
40
Horas Santas
particularidades de sus carismas sirvan al crecimiento de toda la Iglesia como anuncio
visible del reino futuro.
En cada Ave María pongamos bajo la mirada de la Virgen a personas consagradas concretas
por las que cada uno de nosotros queramos pedir, presentemos sus logros y sus fracasos, sus
alegrías y sus pesares.
Padrenuestro -10 Avemarías –Gloria
Guía:
En el quinto Misterio de Luz contemplamos la Institución de la Eucaristía.
ORANTE 1:
Contemplamos a Jesús que toma, parte y da a todos.
Contemplamos a Jesús que da gracias.
Contemplamos a Jesús en aquel primer Jueves Santo en que, a través de un gesto sencillo,
decidió quedarse con nosotros para siempre como está ahora y aquí, como lo estamos
mirando.
Contemplamos a Jesús que se parte y se derrama, que entrega vida para que tengamos vida.
ORANTE 2:
Pidamos por todos LOS sacerdotes, llamados por Jesús a hacerlo presente en el pan y el
vino consagrados, que siempre celebren la Eucaristía como suprema acción de gracias y
como verdadero encuentro de Cristo con su Iglesia.
Pidamos por nuestro obispo Jorge, sus obispos auxiliares y todos los sacerdotes de Buenos
Aires para que el Señor los ilumine y los sostenga en sus diversas funciones y tareas.
Pidamos por nuestros diáconos que serán (fueron) ordenados en este mes de noviembre
para que sea fecundo su ministerio y pidamos también por todos los que de distintas formas
y desde diferentes lugares colaboraron en su formación.
Pidamos por los diáconos permanentes, para que desempeñen su ministerio de servicio y
caridad, haciendo brillar el rostro de Cristo Servidor de sus hermanos.
Pidamos por los sacerdotes ancianos, por los que están enfermos o solos, que el Señor los
anime y los consuele y que en la Iglesia encuentren compañía y asistencia.
Pongamos bajo el manto de María a todos ya cada uno de los sacerdotes que conocemos,
con sus fortalezas y debilidades, pidiéndole en cada Ave María que, a ejemplo de ella, den
desde sus vidas un sí total a Dios, que haga presente a Jesús entre los hombres.
Padrenuestro -10 Avemarías –Gloria
41
Horas Santas
ORANTE 2: Rezamos ahora por el Papa Juan Pablo II, por su descaso eterno, que el Señor
lo sostenga en su gloria y lo recompense por toda su tarea pastoral y evangelizadora.
Padrenuestro - 3 Ave marías - Gloria
Canto de Adoración
Bendición Final
42
Horas Santas
Capítulo VIII
La familia y la vocación
GUÍA:
Vamos a mirar al Señor, como lo hicieron María y José en el pesebre de Belén. Vamos a
permanecer en su presencia como la Sagrada Familia para escucharlo y celebrar su amor
por nosotros...
LECTOR 1:
Pidamos perdón, meditando junto a nuestros Obispos, por la realidad de pecado en la que
viven muchas familias de hoy en día:
La fragmentación presente en nuestra cultura llega también a las familias. Con singulares
agresiones se encuentra amenazado el ideal de la vida en familia. En algunos casos, este
ideal ya no se valora ni se busca, por ignorancia, desidia o indiferencia. Por otro lado, hace
tiempo que en la Argentina se percibe una creciente disolución de la familia que, alentada
por una legislación divorcista y antinatalista, desnaturaliza y deja sin defensas a la
institución más básica y sólida de la sociedad. Todo esto nos desafía a actuar sin
ambigüedades ni demoras.
LECTOR 2:
Ha ganado terreno también entre nosotros un modelo que quiere imponerse a través de
ideologías que relativizan el concepto de matrimonio y de familia, influyendo en vastos
sectores de la sociedad. ..Por otra parte, entre otros factores, el acentuado individualismo
provoca en las familias falta de comunicación, superficialidad e intolerancia, cuando 00
agresión y violencia. Sin protección a la minoridad ya la intimidad familiar, los medios de
comunicación entran irrespetuosamente en los hogares contagiando frivolidad y antivalores,
que hieren de múltiples maneras a la institución familiar.
43
Horas Santas
LECTOR 1:
El desempleo, la creciente pobreza y la marginación compulsiva de amplios sectores a
causa de la crisis económica, generan desencuentros, pérdida de los vínculos afectivos,
distorsión de los roles y llegan hasta disgregar el núcleo familiar. Una familia en riesgo,
como hoy se la llama, pierde la capacidad de reacción para ayudar a sus miembros ante los
peligros del alcohol, la droga o cualquier vicio que comprometa su integridad. Notamos las
graves consecuencias de esta ruptura en familias destrozadas, hijos desarraigados, ancianos
abandonados, niños huérfanos de padres vivos, adolescentes y jóvenes desorientados y sin
contención. Reconocemos que no pudimos evangelizar adecuadamente a vastos sectores de
nuestro pueblo, y por tanto no poseen un modelo cristiano claro y fuerte de vida en familia
como camino de santidad.
GUÍA:
El Evangelista Lucas nos esboza la imagen de la Familia de Nazareth, familia que vive
la perfecta comunión en el amor.
SACERDOTE:
«Después que los Ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: vayamos a
Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. Fueron rápidamente y
encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban
quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas
cosas y las meditaba en su corazón. y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios
por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.»
Palabra de Dios
Reflexión y meditación
Leer pausadamente. Entre parágrafo y parágrafo sería conveniente hacer un silencio para
meditar.
Como los pastores del evangelio, contemplemos la comunidad de amor hermoso que es
la Sagrada Familia de Nazareth. Meditamos las palabras de Juan Pablo II, en la carta a las
familias, tratemos de imitar este amor hermoso en nuestras familias y comunidades:
Preces
SACERDOTE:
Jesús estaba en el centro de la Sagrada Familia, en el pesebre y en la Casa de Nazaret.
Del mismo modo esta presente en la eucaristía. y como familia que somos, entorno a Cristo,
le pedimos por las diversas realidades de nuestras familias las de todo el mundo.
LECTOR:
La misma preparación al matrimonio cristiano se califica ya como un itinerario de fe. Es, en
efecto, una ocasión privilegiada para que los novios vuelvan a descubrir y profundicen la fe
recibida en el Bautismo y alimentada con la educación cristiana. De esta manera reconocen
y acogen libremente la vocación a vivir el seguimiento de Cristo y el servicio al Reino de
Dios en el estado matrimonial.
GUÍA:
A cada intención respondemos: Escúchanos, Señor
Pidamos por los matrimonios jóvenes para que puedan crecer en el amor y en la entrega
generosa del uno al otro. Oremos.
45
Horas Santas
Pidamos por los jóvenes que están por emprender su camino hacia el matrimonio y la
familia, para que puedan descubrir la belleza y la grandeza de la vocación al amor y al
servicio de la vida. Oremos.
Pidamos por los novios y los que caminan hacia el matrimonio, para que puedan conocerse
y amarse cada día más y descubrir el amor de Dios que los llama a la comunión del amor y
a manifestar en su ser la imagen viva de la Trinidad. Oremos.
Pidamos por los matrimonios desunidos, para que a pesar de la separación, encuentren la
concordia y la paz. Oremos
Señor Jesús, que siendo Dios te hiciste hombre por amor, te pedimos por tu Iglesia para
que sea signo visible de humildad, de entrega y de amor entre todos los hombres.
Oremos. .
A cada intención respondemos: Acrecienta, Jesús nuestro amor.
.Pidamos por las familias, para que en virtud de su naturaleza y vocación, lejos de
encerrarse en sí mismas, se abran a las demás familias ya la sociedad, asumiendo su
función social. Oremos.
.Pidamos por las familias que tienen por vocación original ser escuela de humanidad, de
sociabilidad y de amor, para que en su seno se aprenda a convivir ya descubrir la maravilla
del amor. Oremos.
.Pidamos recrear la convivencia familiar, para que los que sufren los efectos nocivos del
desamparo y del abandono, las trágicas consecuencias de la violencia y delincuencia,
puedan encontrar reconocida la propia dignidad y el camino para una profunda
reconciliación. Oremos.
.Pidamos por las familias que sufren la fragmentación social que se vive hoy en día, para
que escuchen la voz del Señor que llama a la unidad. Oremos
Las familias cristianas dan una contribución particular a la causa misionera de la Iglesia,
cultivando la vocación misionera en sus propios hijos e hijas y, de manera más general, con
una obra educadora que prepare a sus hijos, desde la juventud «para conocer el amor de
Dios hacia todos los hombres»
.Pidamos por los Obispos y Pastores de la Iglesia, para que puedan afrontar con valentía la
nueva evangelización en nuestro País. Oremos.
.Para que nuestras comunidades escuchen el llamado de los obispos, a una acción pastoral
más orgánica y vigorosa. Oremos
46
Horas Santas
.Pidamos que cada agente pastoral se sienta impulsado a provocar el protagonismo de todos
los bautizados, para evangelizar más hondamente a nuestro pueblo. Oremos.
.Pidamos por nuestra comunidad (parroquial), para que testimoniemos nuestra vida
fraterna, rezando; dialogando y planificando juntos la evangelización. Oremos.
La familia debe formar a los hijos para la vida, de manera que cada uno cumpla en plenitud
su cometido, de acuerdo con la vocación recibida de Dios. Efectivamente, la familia que
está abierta a los valores transcendentes, que sirve a los hermanos en la alegría, que cumple
con generosa fidelidad sus obligaciones y es consciente de su cotidiana participación en el
misterio de la cruz gloriosa de Cristo, se convierte en el primero y mejor seminario de
vocaciones a la vida consagrada al Reino de Dios.
.Te rogamos por los jóvenes que desean seguir a Jesús en un camino de configuración con
su estilo de vida, para que sostenidos por la presencia cercana de la Virgen María e
imitando su fe, lleguen a concretar una entrega generosa y total de sus vidas. Oremos.
.Te pedimos Padre por todos los consagrados para que la alegría de pertenecerte para
siempre fortalezca y sostenga su entrega de cada día Oremos.
.Te pedimos Padre, que concedas a aquellos que han entregado su vida a tu servicio, el don
de la fidelidad para que a través de los votos de castidad, pobreza y obediencia, sean signos
visibles del Reino futuro. Oremos.
.Te pedimos Padre por todos los que estamos aquí reunidos en tu nombre para que
enraizados en tu Amor seamos hombres y mujeres de oración y de fraternidad solidaria para
el bien de toda la humanidad. Oremos.
.Jesús, esposo de la Iglesia, renueva en tus sacerdotes la caridad pastoral, para que puedan
ser en tu Iglesia signo viviente de Tu amor. Oremos.
.Jesús, Buen Pastor, compadécete de tu pueblo y suscita en el corazón de los jóvenes una
llamada generosa al ministerio sacerdotal. Oremos.
.Señor, bendice, renueva y fortalece la vocación de todos aquellos jóvenes que han
entregado sus vidas para seguirte más de cerca. Oremos.
.Jesús, acompaña a las familias que generosamente han fomentado y cuidado la vocación de
sus hijos. Oremos.
.Señor, transforma el corazón de todos aquellos seminaristas que aspiran al sacerdocio, para
que, asemejándose a Vos, te reflejen con mayor transparencia. Oremos.
47
Horas Santas
Los laicos por razón de su vocación particular tienen el cometido especifico de interpretar a
la luz de (cristo la historia de este mundo, en cuanto que están llamados a iluminar y
ordenar todas las realidades temporales según el designio de Dios Creador y Redentor
.En esta hora providencial y difícil de nuestro mundo, te suplicamos, Señor, por todo el
Pueblo fiel, particularmente por los laicos. Que sean "testigos de la Iglesia en el corazón del
Mundo, y testigos del mundo en el corazón de La Iglesia". Oremos.
. Te rogamos Señor por los jóvenes. por los que buscan el camino de tu voluntad. Que el
Espíritu de Dios les haga comprender las inefables bellezas. de toda "vocación", los ayude a
discernir la propia, ya seguirla con valentía y generosidad. Oremos.
.Te rogamos; Señor-; por nuestra Iglesia de Buenos Aires. Quema con el fuego del Espíritu
el corazón de los misioneros laicos que llevan la Buena Nueva a ]os hogares, y concédenos
a todos la alegría de proclamar el Evangelio de tu Hijo. Oremos.
.Te rogamos por los esposos según Tu plan, llamados a la santidad en el matrimonio, para
que puedan responder a esta excelsa vocación, con ánimo sereno, confiando en ]a gracia y
en la propia voluntad. Oremos.
. Te rogamos por los laicos. que en virtud de su consagración bautismal están llamados a
consagrar el mundo. participen responsablemente en la construcción de una Patria de
hermanos. Oremos.
SACERDOTE:
A CRISTO. A MARIA y A JOSÉ ENCOMENDAMOS CADA FAMILIA. EN SUS
MANOS y EN EL CORAZÓN DEL PADRE. PONEMOS ESTAS ORACIONES PARA
OUE LA LUZ DEL EVANGELIO SE IRRADIE SOBRE NUESTRAS FAMILIAS.
BENDICIÓN EUCARISTICA
GUÍA:
Teniendo en nuestro corazón a todos aquellos por quienes hoy hemos rezado nos
disponemos a recibir la BENDICION CON EL SANTISIMO SACRAMENTO.
48
Horas Santas
Capítulo IX
Guía
Estamos viviendo la Cuaresma, tiempo fuerte en el que el Señor nos recuerda de una
manera especial que la conversión debe ser una actitud permanente en nuestras vidas.
Estamos frente a Él, presente en el Santísimo Sacramento. Seamos concientes de que hoy es
el tiempo de ser sensibles a su llamado a la salvación, hoy somos invitados a abrir el
corazón a su amor misericordioso. Cantamos "Delante de tus ojos ya no enrojecemos"
Guía
La Palabra de Dios toca y conduce nuestras vidas. Escuchemos la enseñanza del Apóstol
San Pablo.
Orante
Frente a Jesús, aquí presente, recemos en silencio agradeciendo el don de la propia vida y el
don de la fe.
49
Horas Santas
Breve silencio
Orante
También recemos alabando a Dios por toda la bondad y belleza que nos permite recibir y
dar.
Breve silencio
Orante
Pidamos perdón al Señor por las veces que nos apartamos de su voluntad o fuimos
indiferentes a su llamado o no respondimos a su amor con decisión y constancia.
Breve silencio
Orante
Pidamos que el ayuno cuaresmal sea un medio que nos ayude a entender la transitoriedad
de nuestra vida terrena y nos haga crecer en libertad para descubrir la vocación eterna a la
que somos llamados por la Resurrección de Jesús.
Breve silencio
Orante
Pidamos la gracia de renovar nuestra vocación personal a la vida ya la fe, de fortalecer
nuestros compromisos y de descubrir los nuevos caminos que el Señor nos llama a
recorrer .
Breve silencio
Guía
Cantamos "El alfarero"
Guía
San Pablo nos dice que Cristo murió por los pecadores, por todos nosotros. Su muerte nos
reconcilió con el Padre, en Jesús somos hermanos, somos llamados a vivir en comunión.
Mirando al Salvador que, antes de morir, quiso quedarse con nosotros en la Eucaristía,
continuemos rezando.
Orante
Pidamos por nuestras familias, comunidades, parroquias, colegios, movimientos,
ambientes de trabajo, por todos los grupos en los que participamos, por todas las personas
con las que habitualmente nos encontramos; que todos contribuyamos al bienestar de los
demás y al fortalecimiento de los lazos fraternos.
Breve silencio
Orante
Pidamos por las vocaciones específicas de los miembros de nuestras comunidades y de
nuestros grupos, laicos, consagrados y sacerdotes; que esta cuaresma sea ocasión de
actualizar el llamado de Dios y de revitalizar la disponibilidad y la entrega.
Breve silencio
50
Horas Santas
Orante
Alabemos y demos gracias al Señor por nuestra vocación a ser Iglesia, comunidad de fe;
por las riquezas que se incrementan al compartirlas, por los dones que se multiplican al
comunicarlos y por su presencia en medio de nosotros cuando nos reunimos en su nombre.
Breve silencio
Orante
Pidamos perdón por las actitudes individuales y grupales que impiden, obstaculizan o
destruyen la comunión. También pidamos perdón por los talentos ocultados, las necesidades
desatendidas, los compromisos abandonados, la promesas olvidadas.
Breve silencio
Orante
Pidamos por último en esta Cuaresma la gracia de crecer en una generosidad verdadera y
sencilla que posibilite construir la unidad a la que el Señor nos llama para que el mundo
crea.
Breve silencio
Guía
Cantamos "Queremos ser Señor"
Guía
La Carta a los Romanos señala que estamos llamados a la esperanza y que el Espíritu Santo
obra en nosotros asegurándonos que no seremos defraudados. Por eso debemos ser
perseverantes en la oración por las vocaciones. Nuestra Iglesia de Buenos Aires necesita
hombres y mujeres que aspiren a realizar en sus vidas la voluntad de Dios. Recemos juntos
la oración por las vocaciones y recordemos el compromiso de continuar orando por esta
intención.
Orante: Jesús,
que sientes compasión al ver la multitud
que esta como oveja sin pastor,
suscita, en nuestra Iglesia de Buenos Aires,
una nueva primavera de vocaciones. .
Te pedimos que envíes
Sacerdotes según tu corazón
que nos alimenten con el pan de tu Palabra
y en la mesa de tu Cuerpo y de tu Sangre
Consagrados que, por su santidad,
sean testigos de tu Reino
Laicos que, en medio del mundo,
den testimonio de Ti con su vida y su palabra.
Buen Pastor,
fortalece a los que elegiste
y ayúdalos a crecer en amor y santidad
para que respondan plenamente a tu llamado.
María, Madre de las vocaciones,
ruega por nosotros. Amén
Breve silencio
51
Horas Santas
Orante
Pidamos al Señor que todos los bautizados en esta Cuaresma asumamos y sostengamos el
compromiso concreto de actuar y educar de acuerdo con actitudes y valores que preparen el
terreno para que los jóvenes escuchen el llamado de Dios, profundicen en el discernimiento
de su voluntad y respondan libre y generosamente.
Breve silencio
Orante
Pidamos fortaleza para perseverar y crecer en las opciones realizadas.
Breve silencio
Orante
Pidamos por todos los sacerdotes, que busquen en la Palabra que predican y en la Eucaristía
que celebran el verdadero alimento que los haga pastores coherentes del pueblo de Dios. En
un rato de silencio encomendemos al Señor a los sacerdotes que conocemos ya los
seminaristas que se están preparando para este ministerio.
Breve silencio
Orante
Pongamos en las manos del Señor a todos los consagrados, que fijando sus ojos en el reino
que Jesús anunció se conviertan en anuncio viviente de la gloria que su Resurrección nos
promete. Pidamos por personas concretas y por comunidades.
Breve silencio
Orante
Encomendemos al Señor a todos los laicos, que sean voz y presencia de Dios en medio de
las realidades temporales de la familia, el trabajo, la educación, la amistad, los medios de
comunicación, la conducción política y económica, las actividades deportivas, artísticas,
recreativas, viviendo el desafío de transformar el mundo según los valores evangélicos.
Pidamos al Señor que bendiga a personas conocidas, a sus tareas ya sus proyectos.
Breve silencio
Orante
Padre Santo, la prueba de tu infinito amor es que tu Hijo murió por nosotros; confiados en
ese inmenso amor, en esta cuaresma te rogamos que el Espíritu Santo nos mueva a desear
una auténtica conversión, a querer que la salvación llegue a lo más profundo de nuestras
vidas y de nuestras vocaciones.
Guía
Nos unimos a la oración de Jesús cantando el PADRENUESTRO.
Orante
Pidamos a la Virgen María, Madre de las vocaciones, que nos enseñe a decir SI al Señor, a
ser fieles al sf pronunciado ya actualizarlo cada día con compromiso, alegría y gratitud.
Guía
Cantamos "Como vos Maríal1
Guía
52
Horas Santas
Pongámonos de rodillas para recibir la bendición.
Sacerdote
Bendición final.
Guía
Canción de salida.
Capítulo X
Canción inicial
Guía
Cantamos «Cantemos al Amor de los Amores».
Orante 1
Señor Jesús, creemos firmemente que vos estás aquí en medio de nosotros. Vinimos para
adorarte, para vivir un rato de intensa oración, deseamos acercamos a tu corazón,
detenemos frente a tu amor infinito, rogarte que nuestro limitado amor arda en el fuego del
amor de Dios.
Orante 2
Sabemos que por este amor el Padre nos hizo sus hijos. Sabemos que por ese amor vos,
Jesús, te entregaste en la Cruz por todos y por cada uno de nosotros. También creemos que
por ese gran amor somos salvados gratuitamente por tu Resurrección y destinados a la
gloria del cielo.
Orante 1
Creemos en el Espíritu de Amor que nos da fuerza para amar, nos reúne en comunidad y
nos enseña a llamar a Dios Padre ya afirmar que vos sos nuestro Señor y Salvador .
Orante 2
Desde el día de nuestro Bautismo somos llamados a vivir una vida santa e irreprochable, a
amamos entre nosotros como vos, Jesús, nos amaste, pero nuestro pecado individual y
social nos separa de este designio, nos aleja del verdadero amor, nos aparta de la plenitud
de vida prometida.
53
Horas Santas
Orante 1
Jesús, sabemos que nuestro pecado hiere tu corazón pero también creemos en la infinita
misericordia del Padre y en el poder de tu perdón, por eso te decimos:
Orante 2
Porque nuestros pensamientos y palabras a veces no llevan a nuestros hermanos mensajes
de amor, de paz, de aliento, de consuelo, de perdón, de comprensión, de acogida, y otras
veces encierran reproches, sospechas, agresiones, ofensas, indiferencia, rechazo.
Sacerdote
Señor, ten piedad.
Orante 1
Por las veces en que obramos movidos por el egoísmo, la ambición, la soberbia, el rencor,
la mentira, la vanidad, y no buscamos servir a los demás y construir la unidad.
Sacerdote
Cristo, ten piedad.
Orante 2
Por nuestras faltas de compromiso, de constancia, de atención, de alegría, de gratitud y por
nuestro desinterés hacia las necesidades de los pobres, los enfermos, los ancianos, los
solitarios, los abandonados.
Sacerdote
Señor, ten piedad.
Guía
Horas antes de morir por nosotros, vos Jesús, nos dijiste que el que te ama debe ser fiel a tu
palabra y que así recibirá el amor de Dios. Escuchemos tu Palabra.
Guía
«Vengan a mí» es una invitación que hoy Jesús vuelve a hacer a cada uno de nosotros
llamándolo por el propio nombre, el nombre que un día fue pronunciado mientras el agua
bendita caía sobre nuestras cabezas y, al ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, comenzó para cada uno una historia de amistad en la que la iniciativa
amorosa es de Dios y el descubrimiento de su voluntad sobre cada uno de nosotros se hace
respuesta a través de un camino vocacional.
54
Horas Santas
Orante 1
Jesús aquí presente, Pan de Vida que alimenta nuestra fe a lo largo del camino, hoy nos
dice: «Vengan a mí todos los llamados a la vida sacerdotal. Aprendan de mí, porque soy
paciente y humilde de corazón»
Guía
A cada petición respondemos «Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos»
Sacerdote
Te pedimos Señor que enciendas en el amor de tu Sagrado Corazón el coraz6n de todos los
sacerdotes para que animados por la caridad pastoral revelemos la presencia operante de tu
Espíritu en nuestro ser, en nuestro actuar y en nuestro vivir.
Todos
«Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos» ~
Sacerdote
Te pedimos que cambies nuestros corazones por tu Corazón de Buen Pastor, que nos
enseñes a amar a las ovejas perdidas del rebaño y que nos muevas a salir junto con vos al
encuentro de todos los hombres para anunciarles la salvación como don supremo del amor
de Dios.
Todos
«Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos» ..
Orante 2
Jesús aquí presente, Pan de Vida que alimenta nuestra fe a lo largo del camino, hoy nos
dice: «Vengan a mí todos los llamados ala vida consagrada. Aprendan de mí, porque soy
paciente y humilde de corazón»
Consagrado
Te pedimos Señor que nos regales a todos los consagrados un corazón compasivo y
misericordioso como el tuyo para que sepamos compartir, acompañar y perdonar, para que
no caigamos ni en el enojo ni en el rencor frente a las heridas e injusticias, y para que nos
entreguemos con generosidad y constancia en el servicio a los hermanos más pobres y
necesitados.
Todos
«Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos»
Consagrado
Te pedimos un coraz6n paciente que te busque en la oración y no se busque así mismo, un
corazón fiel y disponible a lo que Dios nos pida y pida a nuestras comunidades, un corazón
que esté permanentemente abierto a las necesidades de la Iglesia.
Todos
«Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos»
55
Horas Santas
Orante 1
Jesús aquí presente, Pan de Vida que alimenta nuestra fe a lo largo del camino, hoy nos
dice: «Vengan a mí todos los llamados a la vida laical. Aprendan de mí, porque soy paciente
y humilde de corazón»
Laico
Te pedimos, Señor, que concedas a todos los laicos un corazón humilde como el tuyo, que
nos lleve a dejar que tu Evangelio y tu gracia impregnen nuestras vidas y nos enseñen a
descubrirte en la sencillez de los quehaceres cotidianos y de las relaciones con las personas
que tratamos.
Todos
«Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos»
Laico
Te pedimos que tu Sagrado Corazón sea una fuente de amor para los matrimonios, las
familias y todos los laicos, que sea tu infinito amor el que nos ayude, anime y sostenga para
vivir la coherencia entre la vida y la fe y poder así mostrar, con nuestras obras y palabras, el
amor de Dios en los ambientes en los que actuamos.
Todos
«Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos»
Guía
Todos los bautizados, hijos de Dios, llamados en la Iglesia a seguir a Jesús desde distintas
vocaciones, sabemos que es el mandamiento del amor el que distingue a los discípulos de
Jesús.
Orante 1
Señor Jesús, como San Juan, el discípulo amado, queremos reclinamos sobre tu pecho,
sentir latir tu corazón, experimentar tu amor, el amor de Dios que es una realidad en
nuestras vidas y en nuestra Iglesia y una invitación ala entrega confiada de nosotros mismos
a su voluntad ya sus designios.
Guía
Permanezcamos un rato en silenciosa adoración buscando, como San Juan, experimentar la
proximidad del corazón de Jesús y reafirmando nuestra confianza en su amor.
Silencio
Guía: Cantamos
Padre santo, yo te adoro, yo te entrego mi alma y vida. ...
Jesucristo, yo te adoro. ..
Espíritu Santo, yo te adoro...
Trinidad santa, yo te adoro...
Guía
Con la confianza que nos da el encuentro con el amor del Señor vamos a rezar poniendo
delante del Sagrado Corazón todas las comunidades con todas las vocaciones.
Respondemos: «Confiamos en tu amor, Señor»
56
Horas Santas
Orante 1
Jesús, ayúdanos a construir comunidades orantes y comprometidas en las que aflore tu
presencia e invite a seguirte dando la mejor respuesta al amor a vos y a los hermanos.
Todos
«Confiamos en tu amor, Señor»
Orante 2
Confiamos a tu Sagrado Corazón a los sacerdotes, que experimenten tu misericordia y sean
ministros de tu misericordia.
Todos
«Confiamos en tu amor, Señor»
Orante 1
Confiamos a tu Sagrado Corazón a los consagrados, que den testimonio de la fuerza que
tiene el amor de Dios para llevar a una persona a entregarse completamente ya actualizar
permanentemente la entrega.
Todos
«Confiamos en tu amor, Señor»
Orante 2
Confiamos a tu Sagrado Corazón a los laicos, que hagan presente a la Iglesia en todos los
sectores del mundo como signo y fuente de amor.
Todos
«Confiamos en tu amor, Señor»
Orante 1
Confiamos a tu Sagrado Corazón a los sacerdotes, consagrados y laicos que has llamado a
ser misioneros, que tu amor los impulse a anunciar el Reino y los sostenga y consuele en
todas las dificultades.
Todos
«Confiamos en tu amor, Señor»
Orante 2
Confiamos a tu Sagrado Corazón a todos los que están próximos a tomar una decisión que
involucre toda la vida, ya las personas que los acompañan, que sus determinaciones sean
iluminadas por el amor de Dios y guiadas por las necesidades de los hombres.
Todos
«Confiamos en tu amor, Señor»
Guía
Cantamos « Vayan amigos por el mundo»
57
Horas Santas
Guía
Toda la vida de Jesús estuvo orientada al Padre, Jesús murió por nosotros en la Cruz
entregando su vida al Padre. Hoy nosotros queremos confiar nuestras vidas y nuestras
vocaciones al Padre.
Sacerdote
Padre Santo, nosotros los sacerdotes diariamente te pedimos que bendigas y santifiques la
ofrenda que hace sacramentalmente presente a Jesús que en la Eucaristía nos muestra su
amor sin medida; ahora ponemos nuestras vidas en tus manos.
Consagrado
Padre Santo, nosotros los consagrados queremos todos los días y en todas las circunstancias
decirte como Jesús «Aquí estoy, para hacer tu voluntad»; ahora ponemos nuestras vidas en
tus manos.
Laico
Padre Santo, nosotros los laicos hacemos nuestra la petición que Jesús te hizo antes de
morir, «no nos saques del mundo, cuídanos del mal y conságranos en la verdad»; ahora
ponemos nuestras vidas en tus manos.
Orante 1
Queremos ser verdaderamente hijos de Dios y hermanos entre nosotros, deseamos
ardientemente que sea realidad el pedido de unidad de Jesús al Padre:
«Que todos sean uno: como tú Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste.» (Jn 17,21); ponemos nuestras vidas
en manos del Padre con la oración que Jesús nos enseñó.
Padrenuestro...
Orante 2
Santísima Virgen María, tu Inmaculado Corazón fue el primero en sentir los latidos del
Sagrado Corazón cuando llevabas a Jesús en tu seno. Tu corazón de Madre se desgarró
cuando lo viste traspasado en la Cruz. A vos que experimentaste el amor infinito de Dios y
que conocés el sufrimiento humano, te encomendamos a todos los bautizados, sacerdotes,
consagrados y laicos, y te pedimos que nos ayudes a descubrir cada día más el amor de
Dios en nuestras vidas ya comunicarlo a todos los hombres. Te pedimos también que desde
tu corazón de Madre actúes en los corazones de tus hijos para que sean generosos en la
respuesta al llamado de Jesús a seguirlo. Te ofrecemos nuestras vidas y nuestros corazones.
Guía
Rezamos o cantamos «Bendita sea tu pureza»
Guía
Pongámonos de rodillas para recibir la bendición.
Bendición final
58
Horas Santas
Capítulo XI
En cada Eucaristía
contemplamos el rostro de Jesús,
él pasa entre nosotros y llama...
Guía
Convocados por el Señor nos hemos reunido hoy para celebrar esta liturgia de adoración y
alabanza; de súplica e intercesión por las vocaciones sacerdotales, consagradas y laicales.
Toda liturgia es acción de Cristo y de su Esposa la Iglesia, es ejercicio del sacerdocio de
Jesucristo; es cumbre y fuente de la vida eclesial. Es encuentro con Dios y los hermanos;
fiesta de comunión eclesial, en la cual el Señor Jesús, por su misterio pascual, asume al
Pueblo de Dios y llama a su seguimiento. La liturgia es también fuerza en el peregrinar,.a
fin de llevar a cabo, mediante nuestra respuesta al Señor, la realización del proyecto que
Dios tiene para nosotros.
Guía
Reunidos, entonces, para celebrar esta liturgia, vamos a alabar a Jesús en su presencia
eucarística con un canto
Orante 1
Antes de su ida al Padre, Jesús instituyó el sacramento de su amor, la Eucaristía, memorial
de su sacrificio. Así, el Señor Jesús, permanece en medio nuestro para alimentamos con su
Cuerpo y con su Sangre, mientras peregrinamos por los caminos de esta vida con la
esperanza puesta en el encuentro cara a cara con El.
Breve silencio
Orante 2
Jesucristo, y sólo El, es nuestra salvación, nuestra justicia, nuestra paz y nuestra
reconciliación. En El fuimos reconciliados con Dios y por El nos fue confiado el
«Ministerio de la Reconciliación.» El derriba todo muro que separa a los hombres ya los
pueblos. Por eso hoy, escuchamos al apóstol San Pablo que nos dice:
«Déjense reconciliar con Dios» y abrimos nuestro corazón al Señor...
Breve silencio
Orante 1
Pongamos delante del Señor toda nuestra vida, nuestros afectos para que Ellos ordene;
nuestros pensamientos para que Ellos ilumine y nuestros sentimientos para que Ellos
transforme.
Silencio
Orante 2
Pongamos delante del Señor nuestro compromiso y participación en la Iglesia, nuestro
apostolado, nuestro espíritu de servicio, nuestra respuesta a Dios.
Silencio
Orante 1
Pongamos delante del Señor nuestra vida de oración, nuestra participación eucarística,
nuestra decisión de seguirlo, nuestra búsqueda de su voluntad.
Silencio
Orante 2
Cristo resucitó para comunicamos su vida. De su plenitud todos hemos recibido gracia
sobre gracia. Jesucristo, que murió para liberamos del pecado y de la muerte, ha resucitado
para hacemos hijos de Dios en El. El es nuestra esperanza, ya que puede salvar a los que se
acercan a Dios y está siempre vivo para interceder en favor nuestro.
Orante 1
Confesamos que Jesús, verdaderamente resucitó y subió al cielo, que es el Señor, «en El
reside toda la plenitud de la divinidad»; sentado a la derecha del Padre y presente aquí en la
Eucaristía merece el tributo de nuestra adoración.
Guía
Cantemos: Y porque ya anochece, quédate con nosotros;
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
60
Horas Santas
Orante 2
Sí, confesamos que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. El es el Hijo único
del Padre, hecho hombre en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, que
vino al mundo para libramos de toda esclavitud de pecado, a damos la gracia de la adopción
filial, ya reconciliamos con Dios y con los hombres. El es el Evangelio viviente del amor
del Padre. En Él la humanidad tiene la medida de su dignidad y el sentido de su desarrollo.
Guía
Cantemos:
Y porque ya anochece quédate con nosotros
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
Orante 1
Sí, confesamos que la Iglesia es la cuna en la que María coloca a Jesús y lo entrega a la
adoración y contemplación de todos los pueblos. Que por la humildad de la Esposa brille
todavía más la gloria y la fuerza de la Eucaristía, que ella celebra y conserva en su seno. En
el signo del Pan y del Vino consagrados, Jesucristo resucitado y glorificado, luz de las
gentes, manifiesta la continuidad de su Encarnación. Permanece vivo y verdadero en medio
de nosotros para alimentar a los creyentes con su Cuerpo y con su Sangre.
Guía
Cantemos:
Y porque ya anochece quédate con nosotros;
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
Orante 2
Confesamos que conforme a la promesa de Jesús, el Espíritu Santo fue derramado sobre los
apóstoles reunidos con María en el cenáculo. Con la donación del Espíritu en Pentecostés,
la Iglesia fue enviada a anunciar el Evangelio. Desde ese día, ella, nuevo pueblo de Dios y
cuerpo de Cristo, está ordenada al Reino, del cual es germen, signo e instrumento hasta el
fin de los tiempos.
La Iglesia, desde entonces y hasta nuestros días, engendra por la predicación y el bautismo
nuevos hijos de Dios, concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios.
Guía
Cantemos:
Y porque ya anochece quédate con nosotros;
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
Orante 1
Hagamos nuestras las palabras del Papa Pablo VI: «¡Cristo! Cristo, nuestro principio.
Cristo, nuestra vida y nuestro guía. Cristo, nuestra esperanza y nuestro término... Que no se
cierna sobre nosotros otra luz que no sea la de Cristo, luz del mundo. Que ninguna otra
verdad atraiga nuestra mente fuera de las palabras del Señor, único Maestro. Que no
tengamos otra aspiración que la de serle absolutamente fieles. Que ninguna otra esperanza
nos sostenga, si no es aquélla que, mediante su palabra, conforta nuestra debilidad...»
Breve silencio
61
Horas Santas
Guía
Escuchemos con atención la Palabra de Jesús en su evangelio:
Lector
Del evangelio según San Juan 6, 28-40.
Preguntaron a Jesús: «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?».
Jesús les respondió: «La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado». Y
volvieron a preguntarle: «¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra
realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio
de comer el pan bajado del cielo».
Jesús respondió: «Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre ,
les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da
Vida al mundo».
Ellos le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan».
Jesús les respondió: « y o soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que
cree en mí jamás tendrá sed.
Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen. Todo lo que me da el
Padre viene a mí, y al que venga a mí yo no lo rechazaré, porque he bajado del cielo, no
para hacer mí voluntad, sino la del qué me envió. La voluntad del que me ha enviado es que
yo no pierda nada de lo que él me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la
voluntad de mí Padre: que el que ve al Hijo y cree en él, tenga Vida eterna y que yo lo
resucite en el último día».
Palabra del Señor.
Silencio
Orante 1
«Dijo Jesús: "Yo soy el Pan de vida. El que venga a mí no tendrá hambre, y el en mí jamás
tendrá sed".
Orante 2
El evangelio de Juan lo sintetiza de manera admirable cuando resume todas las hambres de
la humanidad en el hambre de vida.
Orante 1
Después del relato de la multiplicación de los panes se introduce una larga homilía en la
que Jesús se revela como el Pan verdadero: «yo soy el Pan...».
Orante 2
Él es el Pan verdadero que alimenta a todas las multitudes hambrientas.
Orante 1
y es Pan verdadero porque es «Pan de Vida» o «Pan Vivo».
Orante 2
Es verdadero Pan para los que se alimentan de la fe en Él, y es verdadero Pan para quienes
lo reciben en la Eucaristía.
62
Horas Santas
Orante 1
El pan amasado por los hombres no puede dar la vida eterna, como tampoco pudo darla el
maná, que era un pan milagroso.
Orante 2
Jesucristo en la Eucaristía es el Pan vivo y verdadero porque es el único que puede dar la
vida eterna a todos los que se alimentan de Él.
Guía
Cantamos: Elegir uno sólo canto: Haciéndote Pan (P. Eduardo Meana sdb). O
bien: Quiero Ser Pan, o: Yo Soy El Pan De Vida
Orante 1
Dice el concilio Vaticano II: En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el
misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de
venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del
misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le
descubre la sublimidad de su vocación.
Breve silencio
Orante 2
Por eso es necesario mirar y contemplar a Cristo para descubrir en El nuestra vocación. ¿A
qué me llama el Señor? ¿Qué quiere de mí? ¿Cuál es la respuesta que El espera de mí?
Breve silencio
Orante 1
En la contemplación del rostro de Cristo, en el misterio eucarístico, el mismo Señor nos va
revelando su voluntad. Es necesario hacerla experiencia de estar frente a El, gustar de su
amistad, para que nos revele los misterios de corazón.
Breve silencio
Orante 2
La contemplación del rostro de Cristo se centra sobre todo en lo que de él dice la Sagrada
Escritura que, desde el principio hasta el final, está impregnada de este misterio.
Breve silencio
Orante 2
La contemplación del rostro de Cristo nos lleva así a acercarnos al aspecto más paradójico
de su misterio, como se ve en la hora extrema, la hora de la Cruz.
Misterio en el misterio, ante el cual el ser humano ha de postrarse en adoración.
Pasa ante nuestra mirada la intensidad de la escena de la agonía en el huerto de los Olivos.
Jesús, abrumado por la previsión de la prueba que le espera, solo ante Dios, lo invoca con
su habitual y tierna expresión de confianza: «jAbbá, Padre! ».
Breve silencio
Orante 1
Para muchos, la decisión vocacional, pasa también por momentos de dolor y oscuridad;
donde la gracia de la llamada ha de recibirse con total confianza al Padre y en extremo
abandono filial: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu»
Breve silencio
63
Horas Santas
Orante 2
Pero esta contemplación del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado.
¡Él es el Resucitado! La Iglesia mira ahora a Cristo resucitado. En el rostro de Cristo ella,
su Esposa, contempla su tesoro y su alegría. ¡Oh Jesús de dulcísimo memoria, que nos das
la alegra verdadera!
Breve silencio
Orante 1
«He aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo»
Conscientes de esta presencia del Resucitado entre nosotros, nos planteamos hoy la
pregunta dirigida a Pedro en Jerusalén, inmediatamente después de Su discurso de
Pentecostés: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?»
Breve silencio
Orante 2
Para muchos esta respuesta es algo urgente a resolver en sus corazones y en sus vidas, ¿Qué
puedo hacer por Cristo? ¿Qué quiere Cristo de mi? ¿Cómo quiero responderle?
Breve Silencio
Orante 1
«Todos los cristianos, de cualquier clase o condición, están llamados a la plenitud de la vida
cristiana ya la perfección del amor». Es decir a la Santidad, éste ideal de perfección no ha
de ser malentendido, como si implicase una especie de vida extraordinaria, practicable sólo
por algunos «genios» de la santidad. Los caminos de la santidad son múltiples y adecuados
a la vocación de cada uno.
Breve silencio
Guía o sacerdote:
Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la
Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada:
(Podemos cantarla) Te rogamos, óyenos.
Orante 1
Oh Dios, que por medio de tu Hijo mostraste a los hombres el camino de la verdad, haz que
todos te reconozcan a ti, Dios verdadero, ya tu enviado, Jesucristo, roguemos al Señor. Te
rogamos, óyenos.
Oh Dios, que quieres la salvación de todos los hombres, concede a los misioneros y
misioneras eficacia en sus trabajos, para que la luz del Evangelio llegue a todos los rincones
de la tierra, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Oh Dios, que quieres que seamos el Cuerpo de Cristo peregrino en la historia, haz que
nuestra Iglesia de Buenos Aires se renueve sin cesar en el camino de la Asamblea, para
poder servir fielmente a tu pueblo santo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Oh Dios, cuyo Hijo llamó amigos suyos a los Apóstoles, bendice y acompaña los trabajos
apostólicos de nuestra Iglesia y concédenos abundantes vocaciones consagradas y
sacerdotales, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
64
Horas Santas
Orante 2
Para que los pastores de la Iglesia y demás personas consagradas, vivan con gozo, fidelidad
y perseverancia su vocación, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Para que las familias cristianas no sean obstáculo para la vocación de sus hijos, sino que, al
contrario, viviendo la fe con autenticidad y creando un clima de oración, faciliten en sus
miembros la respuesta a la llamada de Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Para que todos nosotros, comunidad cristiana, tomemos conciencia de que la vocación es
fruto de la gracia y oremos insistentemente al Señor pidiendo la abundancia de vocaciones
que la Iglesia necesita, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos
Guía o sacerdote
Te pedimos, Señor, que sigas favoreciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus
vocaciones. Te pedimos que sean muchos los que escuchen y respondan generosamente a tu
llamada, para que pueda tu Iglesia alegrarse con su entrega fiel y perseverante. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Guía o sacerdote
Pidamos constancia y perseverancia en la oración personal y de nuestras comunidades por
las vocaciones. Recemos la oración de la campaña.
Jesús,
que sientes compasión al ver la multitud
que está como oveja sin pastor,
suscita, en nuestra Iglesia de Buenos Aires,
una nueva primavera de vocaciones.
Buen Pastor,
fortalece a los que elegiste
y ayúdalos acrecer en amor y santidad
para que respondan plenamente a tu llamado.
Guía
Pongámonos de rodillas para recibir la bendición.
Guía
Cantamos: Un canto de adoración
Sacerdote
Bendición final.
66
Horas Santas
Capítulo XII
Guía 1
La Iglesia celebra la memoria de Santa Teresa de Ávila y la de Santa Teresita del Niño
Jesús, ambas religiosas carmelitas, ambas doctoras de la Iglesia. Tres siglos y medio
separan las épocas en que vivieron estas dos mujeres santas, la primera española, la
segunda francesa. Las dos experimentaron en sus vidas la presencia viva y operante del
amor de Dios; ambas, desde su originalidad, se sintieron llamadas a abrir su existencia a ese
amor desbordante, se dejaron invadir y abrasar por ese amor y respondieron viviendo en el
amor e irradiando amor. Nos dejaron el ejemplo de realización de la voluntad de Dios a
través de la apertura ala gracia y de la entrega de la vida. Ahora, desde el cielo, interceden
por toda la Iglesia Peregrina para que se deje alcanzar por el amor de Dios y, desde allí,
descubra y realice su proyecto en la vida de cada uno. Ayudados por su intercesión
profundicemos la conciencia de estar delante de Jesús, de Dios hecho hombre, de Dios
entregado a la muerte en la Cruz por nuestra salvación, de Dios que da la vida para que
tengamos vida, de Dios que se hace pan sobre los altares del mundo entero y nos grita su
amor eterno e infinito. Siguiendo la enseñanza de Sta. Teresa, vivamos este rato de oración
como tiempo para estar con el amigo que sabemos que nos ama.
Rato de silencio
Guía 2
Cantamos «Cristo Joven»
En el silencio de nuestro corazón pensemos en todos los signos del amor de Dios
que experimentamos a lo largo de nuestras vidas. Alabemos a Dios por eso.
Breve silencio
Guía 1
Agradezcamos por los hechos y las personas que nos reflejaron el amor de Dios
y por las que hoy nos ayudan a descubrir su presencia, a escuchar su llamado y
a responder con amor .
Breve silencio
Guía 2
Frente al amor de Dios, nuestro amor es pobre y limitado. Sta. Teresa y Sta. Teresita
experimentaron su pequeñez, su fragilidad, su pecado, y nos enseñan que .la humildad es la
que nos lleva a aceptar nuestra verdad ya permitirle a Dios entrar y curar con su amor las
heridas de nuestro egoísmo, nuestra soberbia y nuestra tibieza. Pongamos delante de Jesús
las oscuridades de nuestra vida para que su amor las ilumine y su perdón nos cure.
A las oraciones que siguen responderemos: «Te pedimos perdón, Señor»
Orante 1
Todos un día fuimos llamados a la vida de hijos de Dios, el día que fuimos bautizados en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por todas las veces que somos infieles a las
promesas de nuestro bautismo.
67
Horas Santas
Todos
«Te pedimos perdón, Señor»
Orante 2
Dios Padre Todopoderoso, que por amor nos llamaste a la vida, por todas las acciones que
nos impiden vivir plenamente y que obstaculizan la vida plena de los demás.
Todos
«Te pedimos perdón, Señor»
Orante 1
Jesucristo Salvador, que entregaste tu vida en la Cruz por nuestra salvación, por todas las
veces que nos cerramos a tu gracia y no somos instrumentos de salvación para otros.
Todos
«Te pedimos perdón, Señor»
Orante 2
Espíritu Santo, Espíritu de Vida, de Unidad y de Amor, que infundes en nosotros tus dones
y nos reúnes en la Iglesia, por no valorar los dones recibidos y no ponerlos al servicio de
los demás.
Todos
«Te pedimos perdón, Señor»
Orante 1
Hoy, con el corazón y con lamente te decimos, Señor, que queremos que renueves nuestras
vidas, que queremos experimentar todos los días la alegría y la libertad de ser tus hijos, que
necesitamos abrimos a tu amor y sentir que sustenta nuestro ser y nuestro hacer cotidiano.
Guía 1
Cantamos «Estate, Señor, conmigo»
Estate, Señor, conmigo siempre, sin jamás partirte, y cuando decidas irte, llévame, Señor,
contigo; porque el pensar que te irás me causa un terrible miedo de si yo sin ti me quedo, de
si tú sin mí te vas. Llévame en tu compañía donde tú vayas, Jesús, porque bien sé que eres
tú la vida del alma mía; si tú vida no me das yo sé que vivir no puedo, ni si yo sin ti me
quedo, ni si tú sin mí te vas. Por eso, más que a la muerte temo, Señor, tu partida, y quiero
perder la vida mil veces más que perderte; pues la inmortal que tú das, sé que alcanzarla no
puedo, cuando yo sin ti me quedo, cuando tú sin mí te vas.
Guía 2
Una de las formas en que Dios se hace presente en nuestras vidas y en nuestras
comunidades es por medio de su Palabra. Dispongámonos a escucharla con la certeza de
que en ella Dios manifiesta su amor y nos enseña a amar .
Lector
(Ef. 4,1-3.15-16)
« y o , que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la
vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense
68
Horas Santas
mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la
paz. ..Viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la
Cabeza, y de Él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los ligamentos que lo
vivifican ya la acción armoniosa de todos los miembros. Así el Cuerpo crece y se edifica en
el amor.»
Palabra de Dios
Breve silencio
Guía 1
Dejemos resonar en nuestro interior la Palabra que escuchamos. Hay un llamado, una
vocación recibida a la que se debe responder, y esa respuesta está relacionada con el amor y
se debe manifestar en el comportamiento hacia los demás.
Breve silencio
Guía 2
La humildad, la mansedumbre, la paciencia, la unidad, la verdad, la armonía son valores
que los hijos de Dios estamos llamados a buscar, a encamar ya defender cualquiera sea la
opción de vida que hayamos hecho como respuesta al amor de Dios.
Breve silencio
Guía 1
El compromiso de todos con esos valores significa crecimiento y edificación de la Iglesia,
preparación del terreno propicio para que el amor de Dios resuene en los corazones de otros
como invitación a seguirlo y como desafío a dar respuesta a su llamado.
Breve silencio
Guía 2
Dejemos que esta Palabra hable en nuestro interior e ilumine algún aspecto de nuestra vida
personal o de la vida de los grupos en los que participamos.
Breve silencio
Guía 1
Continuamos expresando a Dios nuestras peticiones.
Responderemos «Escúchanos, Señor»
Orante 1
Señor, para cada uno de nosotros, para nuestras familias y comunidades, te pedimos
confianza y perseverancia en la oración, que la oración sea un diálogo amoroso con vos, en
el que vayamos descubriendo tu voluntad en nuestras vidas y los compromisos que nos
llamas a asumir. Te lo pedimos por intercesión de Santa Teresa de Avila, maestra de
oración.
Todos
«Escúchanos, Señor»
69
Horas Santas
Orante 2
Te pedimos por los sacerdotes, para que presidan celebraciones litúrgicas que sean
verdaderos encuentros con Dios y verdaderas escuelas de oración, que inviten a buscar
posteriores momentos de silencio ya profundizar en la lectura de la Palabra y en la oración
personal.
Todos
«Escúchanos, Señor»
Orante 1
Te pedimos por los consagrados, que sus oraciones personales y comunitarias sean la voz
suplicante del mundo que intercede por sus miserias y sus anhelos, y que siempre busquen
en la oración la fuerza que les permita mostrar el amor, de Dios en sus acciones de servicio.
Todos
«Escúchanos, Señor»
Orante 2
Te pedimos por los laicos, que busquen en la oración las maneras y la fortaleza para hacerte
presente en las realidades en las que actúan y que las familias sean iglesias domésticas en
las que se aprenda a integrar la oración a la vida.
Todos
«Escúchanos, Señor»
Orante 1
También te pedimos que nuestra oración sea realista y actual, que pongamos con sencillez
en tus manos las necesidades que tenemos, la ayuda que necesitamos y los sentimientos que
nos surgen.
Todos
«Escúchanos, Señor»
Orante 2
En este primer jueves de octubre, como todos los primeros jueves, la principal intención es
pedir por las vocaciones. Roguemos al Señor que envíe a nuestra Iglesia de Buenos Aires
ya todas las Iglesias del mundo las vocaciones que necesitan y también pidamos que nunca
falte la oración en el discernimiento de la propia vocación y en las personas que lo
acompañan.
Rezamos juntos la Oración de la Campaña.
Jesús,
que sientes compasión al ver la multitud
que está como oveja sin pastor,
suscita, en nuestra Iglesia de Buenos Aires,
una nueva primavera de vocaciones.
Buen Pastor,
fortalece a los que elegiste
y ayúdalos acrecer en amor y santidad
para que respondan plenamente a tu llamado.
María, Madre de las vocaciones,
ruega por nosotros. Amén
Guía 2
Santa Teresita del Niño Jesús, en sus escritos, nos relata su experiencia, ella nos dice:
«Entendí que sólo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia.
...Reconocí claramente y me .convencí de que el amor encierra en sí todas las
vocaciones...»
Pediremos ahora por todas las vocaciones, para que el amor sea el impulso que lleve a todo
cristiano a responder al llamado de Dios, que todos anhelen revivir el amor experimentado
cuando dieron el primer sí a la invitación de Dios, que los que están en búsqueda entiendan
que lo verdadero para cada uno es lo que posibilita amar más y desarrollar mayor capacidad
de amar.
A cada invocación respondemos: «Aumenta, Señor, nuestro amor»
Orante 1
Señor, te pedimos por todos los laicos, las familias, matrimonios, los novios, para que el
amor que manifiesten en medio de las realidades temporales, a través de sus gestos, sus
acciones y sus palabras, transparente tu amor y despierte en el corazón de los hombres el
deseo de conocerte o de volver a encontrarse con vos.
Todos
«Aumenta, Señor, nuestro amor»
Orante 2
Te pedimos por los sacerdotes, que hagan de su ministerio un verdadero «oficio de amor»,
por la entrega de sus vidas en el servicio pastoral, educando a los fieles que les son
confiados en el mandamiento del amor fraterno. Te pedimos también por los que se están
preparando para el sacerdocio, que se formen en una espiritualidad centrada en el amor a
Dios y el amor a los hombres.
Todos
«Aumenta, Señor, nuestro amor»
Orante 1
Te pedimos por los consagrados, que sus actos sencillos y concretos manifiesten a los
hombres y mujeres el inmenso amor de Dios y que tengan la convicción de que el amor es
la única contribución para la construcción de un mundo nuevo. Te pedimos también por los
71
Horas Santas
que se están preparando para la consagración, que el crecimiento en el amor sea cada vez
más un desvelo constante en sus vidas.
Todos
«Aumenta, Señor, nuestro amor»
Orante 2
Te pedimos por todos los cristianos llamados a anunciar tu reino de amor a aquellos que no
te conocen o que no viven como hijos tuyos, que tu amor sea siempre el centro del mensaje
misionero y que el amor fraterno sea el testimonio de vida que confirme la verdad de la
Buena Noticia. Te lo pedimos por intercesión de Santa Teresita del Niño Jesús! Patrona de
las Misiones.
Todos
«Aumenta, Señor, nuestro amor»
Orante 1
Padre, sabemos que vivir en el amor es difícil, que el egoísmo, el individualismo y el
propio interés están muy arraigados en el corazón de cada uno y en medio de nuestras
comunidades. Sabemos también que muchas veces se han debilitado nuestros motivos,
hemos perdido el entusiasmo y hemos fracasado en nuestros propósitos. Pero por sobre
todo sabemos que tu amor es infinito y absolutamente fiel y que el llamado a ser tus hijos es
definitivo y eterno, por eso queremos ponernos en tus manos, pedirte que sostengas y
fortalezcas nuestro amor, que nos des siempre claridad para ver tu voluntad y que nos
ayudes a cumplirla. Con la confianza de ser tus hijos, reunidos por el Espíritu Santo en la
Iglesia, te lo pedimos con la oración que Jesús nos enseñó.
Padrenuestro...
Guía 1
En una boda en Caná de Galilea, en una fiesta donde se celebra el amor, la ocasión en que
nace una familia que es el lugar de las primeras experiencias de cariño y ternura, la Virgen
María pidió a Jesús por los que se comprometían a amar, y Jesús respondió con un signo de
su amor presente y actual. A ellos, María dijo «Hagan lo que Él les diga». Hoy nos dice lo
mismo a cada uno de nosotros: «Hagan lo que Jesús les diga». A todos, Jesús nos dice
«Amense como yo los he amado». Pidamos a la Virgen ayuda para cumplir con este
mandato de su Hijo.
Sacerdote (o seminarista):
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, todos los sacerdotes y los seminaristas te pedimos
que nos ayudes a nosotros ya todos los que se sienten llamados a seguir a Jesús en la vida
sacerdotal, a escuchar su voz ya avanzar en el camino que nos lleve acrecer en el amor.
Consagrado
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, todos los consagrados y consagradas y todas las
personas que se sienten llamadas a seguir a Jesús en la vida consagrada, te pedimos que nos
ayudes a escuchar su voz ya avanzar en el camino que nos lleve acrecer en el amor.
72
Horas Santas
Laico
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, todos los laicos y laicas y todas las personas que se
sienten llamadas a seguir a Jesús en la vida laical, te pedimos que nos ayudes a escuchar su
voz ya avanzar en el camino que nos lleve acrecer en el amor.
Orante 2
María, Madre de Jesús y Madre nuestra, nos unimos a tu oración en alabanza y
agradecimiento a Dios por el amor que experimentamos en nuestras vidas y que sostiene
nuestras vocaciones.
Guía 2
Cantamos «Canto de María» o rezamos El Magnificant.
Guía 1
Pongámonos de rodillas para recibir la bendición.
Sacerdote
Bendición final.
Guía 2
Con el propósito de continuar pidiendo por todas las vocaciones, para que crezcan en el
amor y lo comuniquen al mundo, nos despedimos cantando el Salmo 33: «Bendeciré al
Señor en todo tiempo ...»
73
Horas Santas
Capítulo XIII
El seminario
Introducción
La semana del seminario es un tiempo. dedicado para la presentación de la vocación
sacerdotal como propuesta valida a la hora de opta! por un proyecto de vida. En esta
semana, queremos brindar un momento especial de oración frente a Jesús sacramentado.
Proponemos una guía para iluminar esta adoración. La misma está dividida en tres partes.
En primer lugar leemos la Palabra de Dios, haciendo un rato de silencio y después
meditamos algunos versículos. Luego, compartimos el testimonio de un sacerdote (Card.
Eduardo Pironio), que buscó incansablemente encarnar la Palabra de Dios en su vida. y por
último, tomamos un párrafo de la 'Pastores dabo Vobis', para mirar la vida en el Seminario.
Para terminar presentamos nuestras intenciones y rezamos la oración preparada para esta
semana.
Expuesto el Santísimo, comenzamos con la Adoración (de acuerdo con las circunstancias se
pueden elegir otras canciones).
Guía
Pablo VI decía esta oración:
«Solo la oración puede hacer que la voz sea escuchada. Pidamos pues al Maestro que
mande obreros a su mies (Cf. Jn 4,35). Pidamos al Maestro que ninguno se sienta ajeno a
este problema y se interrogue a si mismo midiendo su propia responsabilidad. Pidamos al
Maestro para que la llamada de cuantos se encuentren lejos halle una respuesta y la Iglesia
no carezca nunca de estos hombres, que dan testimonio especial de Cristo con toda su vida
de consagración y de caridad.
Oremos todos, oremos juntos con un solo corazón en torno al altar de la
Eucaristía...»
Guía
Canción: Maranatha
Guía
(1) Escuchemos la Palabra de Jesús con un corazón atento
Lector
Evangelio según San Lucas 5,1-11
«En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la
Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos
barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes.
Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la
orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar,
dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes». Simón le respondió:
«Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices,
echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a
punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que
fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al
ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque
74
Horas Santas
soy un pecador». El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la
cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago ya Juan, hijos de
Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante
serás pescador de hombres». Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo
siguieron.»
Palabra del Señor.
Silencio
Orante 1
«...escuchar la Palabra de Dios»
Orante 2
Señor, bien sabes que no sabemos orar; tu solo puedes ayudamos. Prepara todo nuestro ser,
nuestros ojos, nuestros oídos, nuestro corazón para que tu Palabra inunde nuestra vida de tu
presencia. Envía tu Espíritu para entrar en comunión verdadera con Vos. Para toda vocación
es importante la cercanía con la Palabra de Dios.
Orante 1
«Navega mar adentro, y echen las redes»
Orante 2
Esta invitación de Jesús, sigue vigente hoy, para todos los que buscan la voluntad de Dios.
Son muchas las experiencias de fracaso, que nos desalientan y que nos dan miedo. Pero el
cristiano tiene que redescubrir su propia identidad, la identidad del verdadero discípulo de
Cristo, la certeza de que se le ha concedido el Espíritu Santo que actúa en él ensanchando el
espacio de su corazón y de su mente para que pueda transparentar el evangelio, el misterio
de la salvación ofrecido a todos los hombres.
Orante 1
«...si tú lo dices...»
Orante 2
La Palabra de Jesús a los pescadores, les inspiro confianza e hicieron lo que El les dijo.
También hoy nosotros queremos confiar en Ti, pero tú sabes que en nuestra respuesta no
podemos menos que experimentar dudas, incertidumbres, dificultades, por ello concédeme
el Don de la Fe.
Orante 1
«...sacaron tal cantidad de peces...»
Orante 2
Jesús no se deja ganar en generosidad, y ante la respuesta confiada de los discípulos
manifiesta su poder, y se realiza la pesca milagrosa. Muchas veces experimentamos que
«solo tú tienes palabras de vida eterna» (Cf. Jn 6, 68), y si correspondemos con solidaridad
y entrega a ella, tu nos devuelves el ciento por uno.
Orante 1
«Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador»
75
Horas Santas
Orante 2
Estar con Jesús nos pone al descubierto con nosotros mismos, y nos chocamos con nuestras
debilidades, límites. Este reconocimiento del discípulo no le cierra el camino, sino que su
aceptación humilde le muestra el verdadero rostro de Jesús. El es el Hijo del Padre
misericordioso, y por medio de El, experimentamos su mirada amorosa y misericordiosa.
Orante 1
«No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres»
Orante 2
Reconocer quien es Jesús y quien es uno, nos posibilita descubrir la verdad profunda de
nosotros. Pedro y los discípulos serán desde ahora «Pescadores de hombres». Se les abrió la
posibilidad de llevar acabo una tarea importante. Jesús los llama a una aventura fascinante:
predicar la Palabra, celebrar la Eucaristía, bautizar, reconciliar, ungir a los enfermos. En el
interior de ellos brotaba un entusiasmo nuevo, una confianza renovada, una esperanza sin
límites.
Orante 1
«...abandonándolo todo, lo siguieron»
Orante 2
Ser «pescadores de hombres» los vincula estrechamente al ministerio de Jesús.
El seguimiento requiere un compromiso personal, una actitud interna de adhesión y
dedicación a Jesús ya su causa.
Guía
Canción: Pescador de hombres.
Guía
(2) Contemplemos el Testimonio de un sacerdote. Extracto del Magnificat sacerdotal del
Card. Eduardo Pironio en el 50° aniversario de su sacerdocio.
Orante 1
«Oh Jesús, ¡cuanta gracia inmerecida!, ¡Cuánto don inestimable!, ¡Cuánto sereno y
dulcísimo peso de tu amor que llama, consagra y envía! 'Como el Padre me amo, yo
también los he amado a ustedes' (Jn 15,9). 'Como el Padre me envió, también yo los envió'
(Jn 20,21) ¡Cuánto he experimentado tu amor por mi, Señor Jesús, a pesar de mi pobreza,
de mis limites y de mi pecado! Por eso, Señor, he orado siempre 'Señor tu lo sabes todo,
sabes que te amo' (Jn 21,17).»
Orante 2
«Gracias Señor, por el triple don con que me has acompañado durante mi larga vida
sacerdotal: la experiencia profunda del amor del Padre, la presencia continua de María, mi
Madre, y la fecundidad de tu cruz pascual. Por eso, he orado muchas
veces 'Señor, muéstranos al Padre yeso nos basta' (Jn 14,8).»
Orante 1
«Oh Jesús, gracias porque me has elegido para continuar tu único sacerdocio.
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Horas Santas
Siento el gozo inmenso de ser sacerdote y quisiera que todos, muy especialmente los
jóvenes, lo supieran.»
Orante 2
«Gracia, Señor, por ser sacerdote. En tu nombre puedo anunciar la Buena Nueva del Reino
a los pobres, celebrar a diario la Eucaristía, administrar el sacramento de la
Reconciliación.»
Orante 1
He gustado siempre las palabras que tu me dijiste el día de mi ordenación: 'Ya no los llamo
siervos, sino amigos' (Jn 15,14-15). Me has regalado, Señor, muchos amigos como signo
exterior de tu amistad. Ellos me han ayudado a ser fiel. Tú has pronunciado mi nombre, me
has elegido, me has consagrado mediante el don del Espíritu, y me has enviado. He tratado
de seguirte, Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. He tratado de orar, de ofrecer, de predicar, de
ser como Tu, oh Señor, imagen del Padre.»
Orante 2
«Hoy quiero una vez mas decirte gracias por el amor inmenso a la Iglesia que has puesto en
mi corazón. He amado mucho a la Iglesia y sigo amándola.»
Guía
Canción: Mi alma canta
Guía
(3) Miremos la vida en el seminario como preparación a la vida sacerdotal:
Lector
«la identidad profunda del seminario es ser, a su manera, una continuación en la Iglesia, de
la intima comunidad apostólica formada en tomo a Jesús, en la escucha de su Palabra, en
camino hacia la experiencia de la Pascua, a la espera del don del Espíritu para la Misión»
(PDV 60)
El tiempo de formación en el seminario representa un tiempo privilegiado de gracia, que el
Señor nos regala para pedir insistentemente asemejamos a su corazón de Buen Pastor.
«Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús» (Fil. 2,5).
También es un lugar privilegiado de encuentro con Jesús, «Tú bondad y tu gracia me
acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo»
(Sal 22,6).
Guía
Intenciones (se pueden agregar intenciones libres)
Reunidos en tu Presencia, llenos de gozo y alegría por ser invitados a seguirte en tu Plan de
Salvación, te confiamos nuestras peticiones, diciendo:
Jesús sacramentado, escúchanos.
Te pedimos por los pastores de nuestra Iglesia y todos los consagrados, derrama tu espíritu
sobre ellos para que vivan con gozo, fidelidad y perseverancia su entrega al Señor. Oremos.
77
Horas Santas
Te pedimos por las familias para que sean cuna y promotoras de las vocaciones que vivan la
fe con autenticidad y creen en un clima de oración la posibilidad a sus miembros de
responder a la llamada de Dios. Oremos.
Te pedimos por todos nosotros reunidos aquí en oración para que valoremos el don de la
vocación sacerdotal y oremos constantemente para que nunca falten en la Comunidad
Cristiana pastores que la acompañen y guíen hacia la Patria celestial. Oremos.
Guía
* Nuestro Seminario Metropolitano de Villa Devoto cuenta hoy con unos 83 seminaristas
para la Arquidiócesis y con 8 diáconos que, Dios mediante, serán ordenados el 27 de
noviembre.
78
Horas Santas
Capítulo XIV
Señor Jesús:
Celebrar cualquier fiesta de María es para nosotros un motivo de gozo. Es muy grade la
importancia que la Virgen María tiene en nuestra vida, no sólo por el ejemplo que nos deja
y por lo que hizo: colaborar con Dios para traerle al mundo, sino también porque podemos
acudir a ella sabiendo que, como Madre que es, atiende nuestras necesidades
presentándoselas a Jesucristo, su Hijo y nuestro hermano.
María vivió tan unida a Cristo ya su plan de redención, que celebrarle a Ella nos lleva
siempre a celebrar a Jesús.
María es corredentora con Cristo: al traerle al mundo hizo posible que hoy nosotros
podamos estar reunidos ante Él, en oración. Es mucho lo que le debemos agradecer.
La mirada que hoy dirigimos a María, la dirigimos también a Jesús, ya Él, presente entre
nosotros, le decimos:
¡Gracias por darnos a tu Madre como Madre nuestra, Señor!.
TU ESTAS CERCA
ORACIÓN FINAL
Señor Jesús: Nunca nos cansaremos de darte gracias por el inmenso don que nos has hecho
al entregarnos por madre a tu misma Madre. Al finalizar esta vigilia queremos volver
también los ojos hacia ti, Virgen María, y pedirte que nos acompañes en nuestras
ocupaciones, a las que ahora volvemos. Que como Madre nuestra que eres nunca nos falte
tu protección y que siempre podamos estar atentos y receptivos a tu guía. Ya, para finalizar,
queremos pedirte que intercedas a Jesús por nosotros, para que nunca nos separemos de ti;
si vivimos unidos a ti, viviremos unidos a Cristo.
¡Gracias, María, por tu presencia y por tu amor!.
TÚ ERES. MARÍA
LUCERNARIO
Invocación inicial
(El presidente dice) Dios mío, ven en mi auxilio
(La Asamblea responde) Señor, date prisa en socorrerme
(El presidente dice) Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
(La Asamblea responde) Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.
Monición: (todas las moniciones háganse desde otro lugar que no sea el ambón,
reservado únicamente para la proclamación de la Palabra de Dios)
La noche y las lámparas nos recuerdan, hermanos, aquella asamblea nocturna de los
primeros cristianos de Tróada, junto a San Pablo. Como ellos, también nosotros estamos
ansiosos de escuchar las Palabras de Dios, aunque se alargue la celebración. Que no nos
venza el sueño. y que la fuerza del Señor Resucitado, vencedor de la muerte, se derrame
también en nuestros corazones como en el joven Eutico.
Proclamación del Libro de los Hechos (20, 7 -12)
(Se trae procesionalmente el Libro desde el altar hasta el ambón y, una vez proclamado el
texto, se devuelve al atril del altar, donde se halla entronizado el Libro. Esto deberá hacerse
cada vez que, esta noche, se proclame la Palabra) .
Distribución de la luz pascual
83
Horas Santas
(El presidente recibe la candela iluminada que un ministro ha encendido en el Cirio Pascua!
con la misma encendida en la mano, dice) Que la luz de Jesucristo Resucitado brille
siempre en vuestros corazones y en vuestras obras. (Y se va distribuyendo la luz por
toda la asamblea, mientras se canta un himno a Jesucristo )
Canto
84
Horas Santas
-El que preside, proclama: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...y responde la
asamblea.
Gesto y Canto
Mientras se canta a la Virgen María, desde el fondo del recinto salen dos personas llevando
un canastillo de flores; al llegar ante la imagen de la Virgen, doblan la cintura en señal de
respeto y depositan en el suelo la ofrenda floral.
Monición a los misterios de luz
La vida es luminosa, está iluminada. y la vida está iluminada por el misterio de Jesucristo:
Él es Luz, la Luz del mundo, Luz de los pueblos y de los corazones. Aunque, a veces,
pueda parecer que abundan y crecen las tinieblas del mal y del pecado en nuestra vida o en
la vida social, económica, cultural, política, la luz de Jesucristo y su evangelio son más
fuertes que el mundo. Él nos ha dicho: En el mundo tendréis luchas, pero tened valor, Yo
he vencido al mundo.
Proclamación del Bautismo del Señor (Mateo 3, 13-17; 4, 1)
(Se trae procesionalmente el Libro desde el altar hasta el ambón y, una vez proclamado el
texto, se devuelve al atril del altar, donde se halla entronizado el Libro).
Comentario
Este acontecimiento misterioso del Jordán, supuso para Jesús de Nazareth un momento
decisivo, un momento que cambió su vida en dos, en un antes y un después. El hecho que
allí acontece supone para Jesús, en cuanto hombre, la toma de conciencia de su identidad
como Hijo eterno del Padre, y de su vocación mesiánica, al saberse el Elegido, el Ungido
del Espíritu. Todo verdadero encuentro con Dios (en la oración, en los sacramentos, o
sorprendidos por Él en las redes y tareas de la vida), todo encuentro con Dios nos unge con
su Espíritu...y siempre crea un antes y un después. Cuando se trata con Dios, nos cambia la
vida.
Silencio meditativo
Rezo del padrenuestro y de las cinco avemarías
-Puestos en pie, el que preside inicia el padrenuestro
-Sentados de nuevo, una persona joven recita:
Dios te salve, María de tu vientre, Jesús, bautizado en el Jordán
(pausa de silencio para interiorizar y contemplar este misterio )
y otro joven, que ha salido con él, tras la pausa de silencio, inicia el Santa María...que
continúa toda la asamblea. Este esquema ( 1 a parte del avemaría / inclusión de la
cláusula enunciando el misterio tras el nombre de Jesús / silencio / 2a parte del
avemaría) se repite siempre, ayudando a evitar una recitación mecánica
-Dios te salve, María de tu vientre, Jesús, que por tu intercesión realizó en Caná su primer
signo.
-Dios te salve, María de tu vientre, Jesús, que llamó a la conversión anunciando la llegada
del Reino
-Dios te salve, María de tu vientre, Jesús, que se transfiguró en el monte Tabor
-Dios te salve, María de tu vientre, Jesús, que instituyó el santísimo misterio de la
Eucaristía
-El que preside, proclama: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...y responde la
asamblea.
Gesto y Canto
Mientras se canta a la Virgen María, desde el fondo del recinto salen dos personas llevando
lámparas encendidas; al llegar ante la imagen de la Virgen, doblan la cintura en señal de
respeto y depositan en el suelo la ofrenda de la luz.
85
Horas Santas
Monición a los misterios de dolor
El sufrimiento y el placer son las dos caras de la moneda de la vida. El sufrimiento,
presente en toda biografía, atraviesa desde Adán toda la historia de la Humanidad, hasta tal
punto que se ha venido a llamar a este mundo un valle de lágrimas, siendo que Dios lo
pensó y lo creó para escenario de su jubilosa alianza de amor con el Hombre. El
sufrimiento es consecuencia del pecado de Adán, que, apartándose de Dios, su fuente y
sustento, introdujo un inimaginable desorden y deterioro no sólo en su propia existencia,
sino que ha tenido consecuencias en cada uno de nosotros y en el cosmos entero. Todo
pecado es un desencuentro con Dios, un cortar las raíces que nos nutren.
Proclamación del Evangelio de Getsemaní (Marcos 14, 32-42)
( Se trae procesionalmente el Libro desde el altar hasta el ambón y, una vez proclamado el
texto, se devuelve al atril del altar, donde se halla entronizado el Libro).
Comentario
Es aquí en Getsemaní, primer misterio doloroso del rosario de la Virgen María, donde Jesús
pronuncia aquellas estremecedoras palabras: Me estoy muriendo de tristeza. Es aquí, en
'Getsemahí, donde gravita sobre Jesús el peso de todo el pecado del mundo y, a la vez,
donde Él, nuestro Redentor, se entrega a la amorosa obediencia.
Toda vocación cristiana (no sólo la sacerdotal) implica llevar las cargas de los otros y
entregarse a la amorosa obediencia a Dios, como Jesús. Porque no hay amor que no sea
obediente, y no hay amor que no sea servicio
Silencio meditativo
Gesto y Canto
Mientras se canta a la Virgen María, desde el fondo del recinto salen dos personas llevando
(cada una de un brazo) una cruz de madera, sin Cristo, toda ella cubierta de hojas verdes y
algunas flores; al llegar ante la imagen de la Virgen, doblan la cintura en señal de respeto y
depositan en el suelo la cruz adornada de flores.
86
Horas Santas
Monición a los misterios de gloria
La vida humana tiene como componente esencial el futuro, los pequeños y grandes
proyectos. Una existencia de calidad humana no se agota en disfrutar del presente
hipotecando enfermizamente el futuro. Una vida sin futuro no es vida humana. La vida
cristiana es esperanza exultante siempre, incluso cuando todo parece derrumbarse, cundo
vienen las tribulaciones, la enfermedad; la traición o el fracaso, cuando la higuera no echa
yemas y las viñas no tienen fruto, aunque el olivo olvide sus , aceitunas y los campos no
den cosehas.
La esperanza es una señal de la presencia de Cristo resucitado, de su Espíritu, en nuestra
vida; una señal de que está actuando en nosotros la presencia victoriosa de Cristo, su kabod,
su gloria. La esperanza, que no es el optimismo natural, y el amor a los enemigos, son
creación del Espíritu del Señor Resucitado.
Comentario
Éste es el primer misterio glorioso del rosario de la Virgen María: misterio fontal y radical
de la existencia cristiana. Acoger, aceptar este misterio, constituye el núcleo de la fe y de la
esperanza. La verdad cristiana no es una ideología moral sino una persona que viene de la
muerte, Jesucristo Crucificado y Resucitado. La vida cristiana es, pues, esencialmente
relación personal con Dios, por Jesucristo, en el Espíritu. La vida cristiana es respuesta a la
elección del Resucitado que sigue llamando, que viene a nuestra orilla y nos dice: ven y
sígueme.
Silencio meditativo
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Horas Santas
Gesto y Canto
Mientras se canta a Cristo Resucitado, desde el fondo del recinto salen dos personas: una
lleva el incienso,. otra, un incensario con carbones encendidos; al llegar ante la imagen de
la Virgen, doblan la cintura en señal de respeto, queman incienso en los carbones, y
depositan en el suelo el inqensario exhalando el humo perfumado, ante la imagen de la
Virgen María.
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Horas Santas
Silencio de adoración (tiempo ad libitum)
Oración de Juan Pablo II (rezada por toda la asamblea)
Jesús, Hijo de Dios,
en quien habita la plenitud de la divinidad,
que llamas a todos los bautizados a "remar mar adentro ",
recorriendo el camino de la santidad,
suscita en el corazón de los jóvenes
el anhelo de ser en el mundo de hoy
testigos del poder de tu amor.
Llénalos con tu Espíritu de fortaleza y de prudencia
para que lleguen a descubrir su auténtico ser
y su verdadera vocación.
Salvador de los hombres,
enviado por el Padre para revelar el amor misericordioso,
concede a tu Iglesia el regalo
de jóvenes dispuestos a remar mar adentro,
siendo entre sus hermanos
manifestación de tu presencia que renueva y salva.
Virgen Santísima, Madre del Redentor,
guía segura en el camino hacia Dios y el prójimo,
que guardaste sus palabras en lo profundo de tu corazón,
protege con tu maternal intercesión
a las familias ya las comunidades cristianas,
para que ayuden a los adolescentes ya los jóvenes
a responder generosamente a la llamada del Señor.
Amén.
Tantum ergo (u otro canto eucaristico:»
Oración de la Eucaristía
Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de tu pasión, de tu muerte y de tu resurrección,
te suplicamos
nos concedas venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre
que experimentemos constantemente en nosotros
los frutos de tu redención,
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén
Bendición y reserva (mientras la bendición, se coge el incensario que está a los pies
de la imagen de la Virgen, se pone de nuevo incienso y se inciensa al santísimo
sacramento )
89
Horas Santas
Capítulo XVI
EL ESPIRITU SANTO SUSCITA LAS VOCACIONES EN LA IGLESIA
GUIA: Cantamos (Un canto para la entrada que reúna a la asamblea y la motive a la
adoración)
Se lo recibe con un canto propio que conozca la comunidad participante, por ejemplo
“Alabe todo el mundo”
Palabra de Dios
BREVE SILENCIO
GUÍA:
Jesús promete enviarnos al Espíritu Santo. Por eso, ahora junto a su presencia eucarística le
pedimos:
LECTOR 2:
Jesús, envía tu Espíritu de amor para que Él nos haga capaces de amar como Tú. Señor,
Tú amaste incondicionalmente. Sabemos que en el último día nos preguntarás si hemos
amado, si te reconocimos en los demás y te amamos en ellos. Por eso, ahora te pido:
¡Jesús, derrama tu Espíritu de amor en nuestros corazones!
LECTOR 1:
Jesús, envía tu Espíritu de sabiduría y de ciencia. Envíanos ese Espíritu que habló
sabiamente a través de los profetas, de los apóstoles y de toda alma sencilla que te ha
alabado y glorificado a través de los siglos. Señor, necesitamos la verdadera sabiduría y Tú
eres su fuente. La necesitamos para poder discernir siempre tu camino, reconocer tú voz y
llevar a cabo tus planes. Envía tu Espíritu de sabiduría sobre los padres y madres de familia
y sobre todos los que educan a los niños; sobre los gobernantes, los políticos y todos los
que dirigen a otros. ¡Jesús, envía tu Espíritu de sabiduría y ciencia!
LECTOR 2:
90
Horas Santas
Jesús, tu Espíritu siempre ha fortalecido a los débiles. ¡Con cuánta facilidad caemos en
el pecado, con cuánta facilidad dejamos de hacer el bien, qué difícil nos resulta perdonar y
amar! Envía ese Espíritu de fortaleza a los esposos y esposas para que se mantengan unidos
en el amor. Envíalo sobre los jóvenes, sobre los enfermos y discapacitados, sobre los que
están tristes y deprimidos, y a todos aquellos que han perdido la alegría de vivir. ¡Jesús,
envía tu Espíritu de fortaleza y fortalece a los débiles!
LECTOR 1:
Jesús, envíanos tu Espíritu de consejo y discernimiento. Muchos no pueden discernir lo
que es bueno y verdadero, y no tienen o no buscan a alguien que pueda aconsejarlos. Envía
tu Espíritu especialmente sobre los predicadores y los confesores. ¡Jesús, envía tu Espíritu
de consejo y discernimiento!
LECTOR 2:
Jesús, envíanos tu Espíritu de piedad y temor de Dios a nuestros corazones y los de
todas las personas. Muchas veces nuestro corazón se endurece y nos volvemos sordos a tu
palabras. Carecemos de una relación auténtica y sincera contigo. Muchos están apegados a
este mundo y no se dan un tiempo para orar. ¡Jesús, envía tu Espíritu de piedad y temor de
Dios!.
GUIA:
Cantamos (Un canto del Espíritu Santo; por ejemplo: “Envíanos Padre”)
GUÍA:
En la Palabra de Dios vemos a la Virgen junto a los apóstoles.
Palabra de Dios
BREVE SILENCIO
LECTOR 2:
Los apóstoles esperaban la venida del Espíritu prometido. Pero no lo hacían cada uno
individualmente: se reunían y rezaban juntos, en comunidad. Esa oración los mantenía
íntimamente unidos. Y en medio de ellos se encontraba María.
LECTOR 1:
¡Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento, en medio nuestro! ¡Enséñanos a
esperar! Que, como tus discípulos, perseveremos en la oración. Unidos por tu amor que hoy
91
Horas Santas
nos invita nuevamente a esperar el cumplimiento de tu promesa te pedimos: ¡Envíanos tu
Espíritu! Que suscite las vocaciones en la Iglesia –vocaciones de sacerdotes, de
consagradas y consagrados, de apóstoles laicos- y que María, Madre de las vocaciones, nos
enseñe a orar y a confiar en tu Palabra.
GUIA:
Cantamos (Un canto del Espíritu Santo; por ejemplo: “Ven Espíritu de Dios”)
GUÍA:
Leemos y meditamos en los Hechos de los apóstoles la venida del Espíritu Santo.
LECTOR 2:
(Hch. 2, 1-6.14.22b-23. 32-33)
LECTOR 1:
El fuego es un signo de la vida, es la fuente de donde brota el calor, es aquel que envuelve a
un leño seco y le transmite todo de sí, de manera que al ver el leño junto al fuego casi se
confunden en una misma realidad. El Espíritu de Jesús quiere envolvernos en esta oración,
como lo envolvió a Jesús todos los días de su vida, muerte y resurrección, es el Espíritu de
la Iglesia que quiere transmitir fuego de Amor al mundo, tantas veces frío de soledad,
tristeza, egoísmo.
LECTOR 2:
La fuerza del Espíritu llena los corazones de María, Pedro, Santiago, Tomás y cada uno de
los discípulos, y así como en el cenáculo, esta Presencia tan fuerte del Amor de Dios, se
hace realidad en nuestras vidas cada vez que nos unimos a Orar y lo invocamos a lo largo
de la jornada. Esta Suave Presencia del Amor de Dios nos hace capaces de entregar la vida
y ser Testigos de Jesús Muerto y resucitado
LECTOR 1:
92
Horas Santas
El Espíritu les permitía expresarse en distintas lenguas, los hace capaces de comunicar
esa gran experiencia de Encuentro con Jesús, esto provocó en muchos asombro, Pedro,
que en la pasión lo había negado sale a predicar a Viva voz, Y cada uno de los
apóstoles que no habían comprendido a Jesús, salen a Evangelizar a todos los pueblos
de la Tierra, con la consigna dicha por el mismo Señor: “Vayan y hagan a los hombres
mis discípulos”. Nosotros somos portadores de este Mensaje de Salvación, por eso
estamos rezando junto a nuestro maestro Bueno.
GUÍA:
GUÍA:
Concluimos esta adoración al Santísimo con la oración
Oración Final
LECTOR 2:
Creo en el Espíritu Santo, creo en el amor infinito, creo en su vida que emerge como brote
pequeño en medio de las ruinas. Creo en su fuerza de unidad que invita a construir otro
mundo. Creo en su potencia de vida nueva que levanta la esperanza y alienta la lucha. Creo
en su ingenio divino que siembra el bien por todas partes, más allá de los límites de la
Iglesia. Creo sinceramente que sin él no somos nada. Amén
SACERDOTE:
bendición final.
GUÍA:
canción de salida: “Te alabo”
93
Horas Santas
CAPÌTULO I :
Encuentro de Oración. Mi vocación de la
santidad_______________________________ 1
CAPÌTULO II :
Rezamos acompañados por Santa Teresa de Jesús
y Santa Teresita del Niño
Jesús_______________________________________________ 5
CAPÌTULO III :
Vocación de
esperanza______________________________________________________10
CAPÌTULO IV :
El sagrado corazón de Jesús y las
vocaciones___________________________________17
CAPÌTULO IV :
Vocación a escuchar la palabra.
Jesús nos llama a
escucharlo_________________________________________________25
CAPÌTULO VI :
Recemos acompañados por la Beata
Madre Teresa da
Calcuta____________________________________________________31
CAPÌTULO VII :
María, es madre de toda
vocación_____________________________________________37
CAPÌTULO VIII :
La familia y la
vocación_____________________________________________________43
94
Horas Santas
CAPÌTULO IX :
Cuaresma, es tiempo de oración,
confianza por todas las vocaciones
___________________________________________49
CAPÌTULO X :
Sagrado corazón de Jesús en vos confiamos
y te confiamos todas las
vocaciones__________________________________________53
CAPÌTULO XI :
En cada Eucaristía, contemplamos el rostro de Jesús,
él pasa entre nosotros y llama…
______________________________________________59
CAPÌTULO XII :
Por amor, Dios nos llama a vivir en el amor
y a ser testigos de su
Reino___________________________________________________67
CAPÌTULO XIII :
El
seminario______________________________________________________________
__74
CAPÌTULO XIV :
María, nuestra
madre_______________________________________________________79
CAPÌTULO XV :
Vigilia por las
vocaciones____________________________________________________83
CAPÌTULO XVI :
El Espíritu Santo suscita
las vocaciones en la
Iglesia___________________________________________________90
95