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LA CONSUMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA:

Breve panorama de la visión de Guerrero y un acercamiento al juego de


“ganar-ganar” de Agustín de Iturbide

Hacia 1820 en México el clima no era muy esperanzador para ninguno de los
bandos en conflicto durante la guerra de Independencia, y digo esto, porque a
pesar de que las fuerzas insurgentes se limitaban a pequeñas escaramuzas
refugiadas en la sierra o paisajes rurales, es evidente que aún seguían causando
estragos al gobierno de la Nueva España.

Por su parte los realistas entendían que mientras las huestes revolucionarias
continuaran con esta estrategia militar sería imposible vencerlos del todo, por lo
que se buscaba, constantemente, que los Insurgentes se sometieran con base
en indultos o pactos en los que se aseguraba que nada les sucedería.

No obstante, este ambiente, tanto Vicente Guerrero como Agustín de Iturbide se


dieron el tiempo de intercambiar puntos de vista, lo que desembocaría en la
Independencia de México.

Sin embargo, antes de explicar las visiones de ambos caudillos es necesario


explicar lo que venía sucediendo en la Nueva España con respecto al
movimiento de Independencia.

A pesar de los problemas en regiones montañosas y aisladas, el sistema de


defensa local de Calleja funcionó para controlar los movimientos de las
fuerzas insurgentes e impedir muchas de sus entradas a los pueblos y
haciendas. […] Sin embargo el sistema de milicias costaba demasiado
dinero y después de años de operaciones dañó la agricultura, el comercio,
la minería y otras partes de la economía de los distritos y regiones. (Fabián,
2014)

Como se puede observar, a través de las palabras de Fabián, una vez que las
milicias fueron canceladas (tras la restauración de la Constitución de 1812 en
1820), la sociedad debió quedar bastante golpeada, pues los ejércitos costaban
demasiado dinero y una nación que llevaba diez años peleando, lo que menos
deseaba era seguir manteniendo militares.

Entonces tenemos una sociedad golpeada, con maridos e hijo fusilados y,


además, con todo el dolor de luto que puede tener la guerra; en México se
encontraba pues una sociedad pobre y estancada; ninguna guerra permite el
desarrollo.

Recordemos que para 1820 nada quedaba de las figuras importantes del
movimiento y que desde que llegó Juan de Apodaca éste “impulsó la concesión
de indultos a los insurgentes para que dejaran las armas […] Algunos líderes
prominentes que se indultaron fueron: Rayón, Cos, José de San Martín, Mariano
Tercero, Juan Pablo Anaya, Luciano Navarrete, Francisco Argandar […]”
(Fabián, 2014) Debido a éstos indultos “la insurrección no tuvo ya posibilidades
de triunfar militarmente […]” (Fabián, 2014). No obstante cabe mencionar que el
movimiento, aunque pequeño y escurridizo, seguía vivo y era difícil de eliminar.

Así, ante este panorama es que asoman Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide.

Del primer caudillo sabemos que “Nació en agosto de 1792 en Tixtla” (Ávila,
2012) y que su vida no fue fácil debido a su ascendencia africana 1, por lo que
sabemos que los pocos privilegios que tuvo se los ganó “con el sudor de su
frente”: “debía su posición al trabajo propio y no a las generosas gracias que la
corona otorgaba a mineros, comerciantes y otros sectores de Nueva España.”
(Ávila, 2012).

Sobre Agustín de Iturbide podemos decir que “fue acusado de ambicioso por
haber casado con la hija del hombre más rico de Michoacán; su lealtad a Félix
Calleja fue interpretada como servilismo, y sus tácticas contrainsurgentes
sirvieron para acusarlo de abusivo” (Ávila, 2010). Sin embargo en su defensa,
podemos afirmar que fue un hombre de su tiempo, es decir, aprovechó las
condiciones favorables de su posición (recordemos que era criollo), ni más ni
menos.

Ahora bien, Vicente Guerrero, quien se inmiscuyó en el movimiento desde una


etapa temprana, aprovechó la táctica de guerrilla al máximo, logrando, si bien no
triunfar en sus intentos de forma contundente, al menos mantenerse con vida y
que la revolución no se perdiera.

También debemos mencionar que la posición del caudillo nunca fue ofensiva,
empero “Sin minimizar la eficacia militar de Guerrero debe decirse que la guerrilla
que encabezó estaba destinada a no triunfar nunca.” (Fabián, 2014). Con esto
quiero decir que la posición derrotista pudo contribuir a que Vicente ideara un
plan para terminar el levantamiento armado con el menor número de bajas
posibles y logrando algunos triunfos sociales que tanto a él como a otros
miembros de castas les beneficiaran.

De esta manera “[…] concibió, con seis meses de antelación a lo que se pactaría
en Iguala, el único plan viable que por entonces podía conducir a la
independencia […]” (Fabián, 2014).

Al mismo tiempo Agustín de Iturbide, quien ya sabía de las posibilidades de un


plan para consumar la independencia, no desaprovechó la oportunidad para
obtener beneficios de este acontecimiento.

1
La ascendencia de Guerrero resultará de vital importancia ya que determina, desde mi perspectiva,
parte de su accionar.
Iturbide Sabía perfectamente que tanto Armijo como Carlos Moya habían
rechazado a la propuesta de Guerrero para traicionar la causa realista, unirse a
los insurgentes y terminar con la Independencia.

Para ilustrar estos pactos fallidos tomemos nota de lo que Guerrero le propone
a Moya en una carta que he tomado del texto de Fabían: “[…¨] para ser
independientes no sólo del yugo de Fernando, sino aun del de los españoles
constitucionales […]” (2014) Nótese como el caudillo insurgente propone alejarse
tanto de los monarcas como de los españoles constitucionales y al mismo tiempo
tienta a Moya pues continúa diciendo “[…] siempre que V.S. quisiera abrazar mi
partido y trabajar por la libertad mexicana, no como subalterno mío, sino como
mi jefe […]. (Fabián, 2014). Aquí se puede apreciar que Guerrero depone (tal
vez) sus intereses con tal de consumar el movimiento, pues le ofrece el mando
al Coronel.

Ante esto rechazos es que Iturbide toma ventaja y comienza una comunicación
constante con Guerrero, que culminaría con la revolución.

Cuando menciono que Agustín saca partido, quiero decir que, seguramente, el
entiende la posición derrotista del Insurgente y comprende la incapacidad de
asestar un golpe definitivo por parte de los realistas; por ello redacta su Plan de
Iguala que dice lo siguiente:

1. La religión católica, apostólica, romana, sin tolerancia de otra alguna.

2. Absoluta independencia de este reino.

3. Gobierno monárquico templado por una Constitución análoga al país.

4. Fernando VII, y en sus casos los de su dinastía ó de otra reinante, serán


los emperadores, para hallarnos con un monarca ya hecho y precaver los
atentados funestos de la ambición. (Iturbide, 2017)

Como se puede observar en los primeros dos puntos, Con el Plan de Iguala
se conseguiría algo que se buscó desde el principio: ratificar el catolicismo
y la independencia de México; además propone un gobierno monárquico
constitucional y que éste sea para Fernando VII y alguno de sus
descendientes.

Nótese como Iturbide con estos primeros puntos de su Plan se congracia


con ambos lados del conflicto y al mismo tiempo con su introducción pone
de manifiesto principios de igualdad que por su carácter debieron agradar
al mismo Guerrero: “Americanos! bajo cuyo nombre comprendo no sólo á
los nacidos en América, sino á los europeos, africanos y asiáticos que en
ella residen […]” (Iturbide, 2017).
Como se puede apreciar seguramente Iturbide tuvo en consideración que
fuese cual fuese el resultado él saldría beneficiado; algo que concuerda con
algunos comentarios de la época sobre su persona.

Para concluir, me gustaría resumir en un par puntos la visión de Agustín de


Iturbide:

1. Si los Insurgentes se alzan con la victoria, El plan de Iguala lo


mantiene en una posición favorable, dado su pacto con Guerrero y
su apego a los principios del movimiento.
2. Si los realistas resultan victoriosos, al tratar de conservar el poder
para Fernando VII se puede alegar que Iturbide siempre buscó esto
y también obtener beneficios de la Corona Española, sin importar si
México se constituye como una nación independiente o sigue bajo
el dominio español.

Tal como se observa cualquier desenlace dejaba bien parado a Iturbide,


algo que seguramente Vicente Guerrero debió notar y es probable que por
ello decidiera mantenerse al margen, tanto que su nombre ni siquiera
aparece en el Acta de Independencia.
Bibliografía:

Ávila, A. (2010). Claroscuros de Iturbide. Tomado de:


https://www.nexos.com.mx./?p=13896

Ávila, A. (2012). Vicente Guerrero, en su aniversario luctuoso. Tomado de:


https://divisionposgrado.unadmexico.mx/pluginfile.php/5323/mod_resourc
e/content/21/Unidad_3/docs/04VicenteGuerreroEnSuAniversarioLuctuoso.
pdf

Fabián, G. (2014). Fin de la Guerra y pacto por la independencia. Tomado


de:
https://divisionposgrado.unadmexico.mx/pluginfile.php/5323/mod_resourc
e/content/21/Unidad_3/docs/02FinDeLaGuerraPactoPorLaIndependencia.
pdf

Iturbide, A. (2017). Plan de Iguala. Tomado de:


https://constitucion1917.gob.mx/work/models/Constitucion1917/Resource/
263/1/images/Independencia18.pdf

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