Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Budhadharma Zen
Zen es una tradición de despertar y realización espiritual que
nació hace unos 2500 años con la experiencia del Gran
Despertar de Shakyamuni Buda, el fundador histórico del
budismo.
La Practica Zen
La práctica fundamental del entrenamiento Zen es la
meditación sentado o Zazen, el canto de sutras, el dharma
de la alimentación (shojin ryori), el dharma del trabajo
cotidiano (samu), la práctica de los preceptos, etc.
Hoy en día la mayoría de las grandes ciudades importantes del mundo disponen de lugares
de práctica, algunos muy organizados y abriéndose camino exitosamente en su comunidad,
existiendo diversas corrientes o manifestaciones, pero sea cual sea su fuente original es la
misma. El samadhi de zazen y su proyección en nuestra cotidianeidad.
La posición.
Sentado en el centro del zafu (cojín redondo) se cruzan las piernas en loto o medio loto. Si
se encuentra una imposibilidad, se cruzan simplemente cuidando no colocar un pie sobre la
pierna. Sin embargo, conviene apoyarse firmemente en el suelo con las rodillas. En la postura
del loto los pies oprimen en cada muslo zonas que comprenden los principales puntos de la
acupuntura correspondientes a los meridianos del hígado, la vesícula y el riñón. En la
antigüedad, los samurais estimulaban automáticamente estos centros de energía por la
presión de los muslos sobre el caballo. La pelvis caída hacia delante al nivel de la quinta
vértebra lumbar, la columna vertebral arqueada, la espalda recta, tocamos la tierra con las
rodillas y el cielo con la cabeza. Mentón hundido, y por lo mismo nuca erguida, vientre
distendido, nariz en línea vertical con el ombligo: sea como un arco tendido cuya flecha es
el espíritu.
Una vez en posición se colocan los puños cerrados (apretando el pulgar) sobre los muslos,
cerca de las rodillas, y se balancea la espalda muy recta de derecha a izquierda siete u ocho
veces, reduciendo el movimiento con lentitud hasta encontrar la vertical de equilibrio. Se
saluda “gassho” entonces, es decir, se juntan las manos ante sí, palma con palma, a la altura
de los hombros, los brazos doblados permanecen bien horizontales. No queda más que poner
la mano izquierda sobre la derecha, las palmas hacia el cielo y contra el abdomen; los
pulgares en contacto por su extremidad, mantenidos horizontales por una ligera tensión, no
dibujando montañas ni valles. Los hombros caen naturalmente, como apartados y retirados
hacia atrás. La punta de la lengua toca el paladar. La mirada posada a un metro de distancia.
Debe estar dirigida hacia el interior.
Los ojos, semicerrados no miran nada… a pesar de que, ¡intuitivamente lo ven todo!
La respiración juega un rol primordial. El ser vivo respira. Lo primero es el aliento. La
respiración Zen no es comparable a ninguna otra. Tiende ante todo a establecer un ritmo
lento. poderoso y natural. Si nos concentramos en una respiración suave, larga y profunda, la
atención concentrada en la postura, la inspiración llega naturalmente. El aire se retira
paulatina y silenciosamente, mientras que el empuje debido a la espiración desciende con
fuerza sobre el vientre. Se “oprimen los intestinos”, provocando así un saludable masaje de
los órganos internos. Los maestros comparan el aliento del Zen al mugido de la vaca o al
grito de espiración del recién nacido.
Sentados en zazen, dejamos correr las imágenes, los pensamientos, las formaciones mentales
que surgen del inconsciente como nubes por el cielo límpido… sin oponernos, sin aferrarnos
a ella. Como sombras delante de un espejo, las emanaciones del subconsciente pasan, tornan
y se desvanecen. Y se llega al subconsciente profundo sin pensar, más allá de todo
pensamiento: hishiryo, pureza verdadera. El Zen es muy simple y al mismo tiempo muy
difícil de comprender. Es un problema de esfuerzo y repetición… como la vida. Sentados sin
ningún tipo de fin ni espíritu de provecho, si vuestra respiración y la actitud de vuestro
espíritu están en armonía, comprenderéis el verdadero Zen, captaréis la naturaleza del Buda.”
Taisen Deshimaru