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El adviento ( adventus Redemptoris, «venida del Redentor») es el primer período del año

litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo.


Su duración es de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos
a la festividad de Navidad [cita requerida]. Los fieles lo consideran un tiempo de reflexión y de
perdón.

Marca el inicio del año litúrgico en casi todas las confesiones cristianas. Durante este
periodo los feligreses se preparan para celebrar la conmemoración del nacimiento de
Jesucristo y para renovar la esperanza en la segunda Venida de Cristo Jesús, al final de
los tiempos, o Parusía.

Durante el adviento, se coloca en las iglesias y también en algunos hogares una corona
de ramas de pino, llamada corona de adviento, con cuatro velas, una por cada domingo
de adviento]. Hay una pequeña tradición de adviento: a cada una de esas cuatro velas se
le asigna una virtud que hay que mejorar en esa semana, ejemplo: la primera, el amor; la
segunda, la paz; la tercera, la tolerancia y la cuarta, la fe.

Los domingos de adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de


adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación.

Lecturas bíblicas en el Adviento

 CICLO B:

-Domingo Primero: Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7; Salmo 79, 2ac y 3b. 15-16.
18-19 4; 1 Corintios 1,3-9; Mc. 13, 33-37.
-Domingo Segundo: Isaías 40, 1-5. 9-11; Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14 8; 2
Pedro 3, 8-14; Mc. 1,1-8.
-Domingo Tercero: Isaías 61, 1-2a. 10-11; Lc. 1, 46-48. 49-50. 53-54; 1
Tesalonicenses 5,16-24; Jn. 1, 6-8.19-28.
-Domingo Cuarto: 2 Samuel 7,1-5. 8b-12. 14a.16; Salmo 88, 2-3. 4-5. 27 y 29;
Romanos 16,25-27; Lc. 1,26-38.

Durante estas semanas previas a la Navidad, muchos cristianos en el mundo celebran el


adviento: unas jornadas de reflexión y preparación para la conmemoración del nacimiento
de Jesucristo.

Creemos que hoy en día esta festividad no señalada en la Biblia puede servir para
evangelizar y dar a conocer a Jesucristo. Sin ánimo de polemizar al respecto vamos a
animar a su celebración sin perder el énfasis de la Cruz a favor del nacimiento de Cristo.

En las semanas previas a la Navidad en muchas iglesias del Mundo se leen pasajes
bíblicos relacionados con la anunciación, se cantan himnos o se preparan obras de teatro
para la Navidad. En definitiva la cristiandad se prepara para anunciar el nacimiento de su
Salvador. En contraste el público en general ha convertido la Navidad en una fiesta
eminentemente pagana, familiar y consumista.
Celebremos estas fiestas, si queremos, recordando realmente cual es el motivo de su
creación: recordar el nacimiento de Jesucristo. Hagámoslo con amor y con los ojos
puestos en el acontecimiento más importante de la historia, que si que se conmemora de
acuerdo con la Biblia, la muerte expiatoria de Cristo: La Pascua. El nacimiento sólo es el
primer paso para llegar a ese momento culminante en la historia de la Salvación.

Textos de introducción a las cuatro semanas del Adviento.

PRIMERA SEMANA

Históricamente, la espera no ha dejado de guiar, como una antorcha, los progresos de


nuestra fe. Los israelitas fueron perpetuos “expectantes” y también los primeros cristianos.
Porque la navidad, que debería al parecer, haber invertido nuestras miradas y controlarlas
sobre el pasado, no ha hecho sino llevarlas todavía más adelante. Aparecido un instante
entre nosotros, el Mesías no se dejó ver y tocar sino para perderse de nuevo, más
luminoso y más inefable, en las profundidades del futuro. Vino. Pero ahora debemos
esperarle de nuevo, no ya un grupo elegido tan sólo, sino todos los hombres y más que
nunca. El Señor Jesús no vendrá rápidamente más que si le esperamos mucho. Lo que
hará estallar la parusía es una acumulación de deseos.

P. Teilhard de Chardin

SEGUNDA SEMANA

Moría la noche palidecían las estrellas. De repente, la piedra filosofal de la luz matutina lo
tiñó todo de oro. Un clamoreo corrió de boca en boca: “¡El heraldo, el heraldo!”.

Bajé la cabeza y pregunté: “¿Viene ya?”.

De todas partes parecía que estallaba el “¡sí!” de la respuesta.

El pensamiento, atormentado, decía: “¡No está todavía la cúpula de mi palacio! ¡Nada


está en regla!”.

Vino una voz del cielo: “¡Derriba tu palacio!”.

“¿Por qué?”, preguntó el Pensamiento.

“Porque hoy es el día del Advenimiento, y tu palacio estorba el paso”.


Rabindranath Tagore

TERCERA SEMANA

Nadie ha nacido para ser esclavo. A nadie le gusta padecer injusticias, humillaciones,
represiones. Una criatura humana condenada a vivir en una situación infrahumana se
paree a un animal –un buey, un asno- que se revuelca en el barro.

Pero el egoísmo de algunos grupos privilegiados encierra a multitud de seres humanos en


esa condición infrahumana, donde padecen represiones, humillaciones, injusticias
viviendo sin ninguna esperanza, con todas las características de los esclavos.

Esta violencia instalada, institucionalizada, esta violencia número uno atraerá a la


violencia número dos: la revolución, o de los oprimidos, o de la juventud decidida a luchar
por un mundo más justo y más humano.
Helder Cámara

CUARTA SEMANA
El alto palacio yace en tierra. Todo está derramado y roto.

El Pensamiento miró a su alrededor. Pero, ¿qué es lo que había que ver? Sólo la estrella
de la mañana y el lirio fresco del rocío. ¿Y qué más? Un niño que corre, riendo, de los
brazos de su madre a la luz abierta.

¿Y para esto fue para lo que dijeron que era el día del Advenimiento?

Sí, por esto dijeron que había música en el aire y luz en el cielo.

¿Y pedían toda la tierra sólo para esto?

Sí –respondió alguien-. Pensamiento, tú levantas muros para encerrarte tus siervos


trabajan para esclavizarte pero toda la tierra y el espacio infinito son para el niño, para la
vida nueva.

Y ese niño, ¿qué te trae?

Esperanza para todo el mundo, y alegría.


Rabindranath Tagore

Aporte de Eusebio Lizarralde


El año eclesiástico

El año eclesiástico, entonces, está constituido por seis estaciones, con doce días festivos
principales. Estos días y estaciones son medios de darle forma al tiempo sagrado.
La primera estación, Adviento, comienza cuatro domingos antes de Navidad. En Adviento
la iglesia se prepara para la celebración de la venida de Dios encarnado.
El primer día festivo es Navidad, el 25 de diciembre, que celebra el día en que nació
Jesús en Belén y señala el comienzo de la segunda estación, de Navidad, que se
extiende por 12 días. El 1 de enero se celebra el Nombre de Jesús; en este día el niño
Jesús fue circuncidado en una ceremonia judía en que se le daba nombre al recién nacido
y era aceptado como miembro de la comunidad. El Nombre de Jesús cae entonces en la
estación de Navidad, 8 días después del día de Navidad.

ESTACION TEMA DOMINGO, DURACIÓN


FIESTAS
ADVIENTO Preparación para la navidad Primer Domingo: (último
Primera venida de noviembre o
Segunda venida primero de diciembre)
Segundo Domingo
Tercer Domingo
Cuarto Domingo
NAVIDAD Nacimiento de Jesús Navidad: 25 de diciembre
Su segunda venida Uno o dos domingos 12
días
Nombre de Jesús: 1 de
enero, 8 días
después de Navidad

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