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Gramática Contrastiva Inglés-Español

Book · January 1996

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1 author:

Montserrat Martinez Vazquez


Universidad Pablo de Olavide
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Presentación ...................................................................................................................... 1

Los nuevos caminos del análisis contrastivo..................................................................... 3


Francisco Garrudo Carabias

Lexical Ergativity in English and Spanish........................................................................ 13


Montserrat Martínez Vázquez

La explicación de las estructuras transitivas: consideraciones sobre una


descripción contrastiva inglés-español. Aproximación teórica .............................. 29
Francisco Javier Tamayo Morillo y Joaquín José Fernández
Domínguez

La explicación de las estructuras transitivas: consideraciones sobre una


descripción contrastiva inglés-español. Aproximación práctica. ........................... 41
Joaquín José Fernández Domínguez y Francisco Javier Tamayo
Morillo

Metáfora oracional: incidencia en la estructura pragmática de la oración........................ 53


Rafael Martínez Vázquez

Construcciones medias en inglés y en español................................................................ 80


Luisa González Romero

Artículo y rol pragmático de los constituyentes oracionales ........................................ 101


Regla Fernández Garrido

Las estructuras atributivas en inglés y en español ........................................................ 121


Beatriz Rodríguez Arrizabalaga

Voz, función sintáctica y función pragmática en la predicación.................................... 143


Emilia Ruiz Yamuza

Causatives and Resultatives from English into Spanish: Complex Predicates


and Machine Translation ..................................................................................... 167
J. Gabriel Amores Carredano

Un caso paralelo de degradación semántica en inglés y español.................................... 179


M. Nieves Rodríguez Ledesma

Límites metalingüísticos en la traducción inglés - español: los juegos de palabras........ 191


Mercedes Guinea Ulecia

Razón y sinrazón de los anglicismos............................................................................. 201


Laura P. Alonso Gallo

Estudio contrastivo inglés-español de las frases idiomáticas o lexías compuestas


comparativas........................................................................................................ 213
Gloria Álvarez Benito

Principales dificultades de la pronunciación inglesa para hablantes nativos de


español................................................................................................................. 221
María Heliodora Cuenca Villarín

La retórica contrastiva del párrafo inglés y español y sus repercusiones en la


enseñanza del inglés escrito.................................................................................. 233
Ángel Sánchez Escobar
Presentación

Se presentan en este volumen un grupo de trabajos de investigación sobre diversos


aspectos gramaticales de las lenguas inglesa y española. Con esta publicación se
pretende rellenar parte del vacío existente en nuestro país en el campo de la lingüística
contrastiva del inglés y del español. Existen gramáticas inglesas que incluyen algún
contraste con el español y viceversa pero, en su mayoría, se limitan a comparar
formalmente los paradigamas de una y otra lengua sin adentrarse en un análisis
lingüístico más exhaustivo. Son gramáticas que están orientadas a cualquier persona
interesada en el aprendizaje de una segunda lengua,a la que se le facilita para ello el
contraste con su lengua materna. El receptor virtual de este libro, por el contrario, es el
estudiante de Filología Inglesa u otro tipo de investigador que precise un acercamiento
más especializado a la lengua inglesa.
La lingüística contrastiva comenzó con gran fuerza como una disciplina orientada a
la enseñanza de idiomas. Gozó de cierta popularidad en los años 60 en EE.UU., pero
pronto empezaron a aflorar sus limitaciones como mecanismo casi milagroso de predecir
errores en la producción de una lengua extranjera. Quizás sus presupuestos teóricos
iniciales fueran demasiado ambiciosos o esperanzadores para la difícil tarea del
aprendizaje de lenguas extranjeras y ello la precipitó a un rápido declive. En cualquier
caso, la trayectoria europea del análisis contrastivo no ha sido tan drástica como la
americana. En Europa, al margen de las críticas lanzadas contra los planteamientos
teóricos de la lingüística contrastiva, se ha utilizado con cierta constancia la comparación
de estructuras gramaticales en diversas lenguas como instrumento de análisis lingüístico.
Hoy son muchos los proyectos europeos de investigación financiados que utilizan
métodos contrastivos. No debería resultar extraño que una comunidad en la que conviven
tantas lenguas incorpore el análisis comparativo en sus estudios lingüísticos. Además, a
medida que se vaya consolidando la Unión Europea parece lógico predecir un interés
mayor en los estudios comparativos. En España basta observar la inclusión casi
generalizada de asignaturas de Gramática Contrastiva en los nuevos Planes de Estudio de
las Licenciaturas de Filología Inglesa para darse cuenta de la importancia que estos
estudios tienen en nuestro país.
El primer capítulo de este libro presenta un análisis crítico de la trayectoria de la
Gramática Contrastiva desde sus inicios. Se recogen además en este volumen trabajos
lingüísticos de índole muy diversa, pero siempre con un factor común: el análisis

1
contrastivo de las lenguas inglesa y española. Aspectos concretos del léxico, la sintaxis,
la fonología, la retórica, la pragmática, la traducción o la enseñanza del inglés y el español
aparecen analizados desde diversas perspectivas teóricas. Dos ideas centrales justifican
este aparente eclecticismo:
En primer lugar, una Gramática Contrastiva no debe ser sistemática sino selectiva;
sólo se deben seleccionar para la comparación aquellos aspectos gramaticales que
difieren en ambas lenguas, pues su comparación puede facilitar la comprensión de dicho
fenómeno. Los elementos lingüísticos que son idénticos no pueden lógicamente ser
"contrastados" y, por tanto, deben quedar al margen del estudio. Así, en este volumen se
han seleccionado algunos de los aspectos gramaticales más conflictivos para los
estudiantes españoles de inglés: desde la producción de ciertos fonemas ingleses pasando
por la construcción de estructuras sintácticas y la selección léxica hasta la comparación
de elementos extralingüísticos que pueden dificultar la producción de una lengua no
nativa.
En segundo lugar, la Gramática Contrastiva no es una teoría gramatical sino un
instrumento de análisis; es, por ello, compatible con cualquier marco teórico. Esta
versatilidad del análisis contrastivo es quizás una de sus mayores virtudes. Espero que
este volumen pueda ser una muestra de las ilimitadas posibilidades de este método de
análisis.

Quisiera agradecer a todos los autores sus valiosas contribuciones a esta


publicación, especialmente a Francisco Garrudo por su siempre generosa disponibilidad
y apoyo hacia esta y otras muchas empresas realizadas. Gracias también al Vicedecano
de Extensión Universitaria de la Facultad de Humanidades y CC.EE., Luis Gómez
Canseco, a Dimas Borrero y su magnífico equipo del Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Huelva y, especialmente, a Miguel Márquez por su inestimable
colaboración en la producción de este libro.

Este libro está incluido en el Proyecto de Investigación Gramática Contrastiva y


Traducción de Autores Andaluces (PAI HUM 0269).

Montserrat Martínez Vázquez


Alcoracejo, 3 de agosto de 1996.

2
Los nuevos caminos del análisis contrastivo

Francisco Garrudo Carabias

El concepto de análisis contrastivo nace en los años cincuenta, bajo la égida


estructuralista, vinculado al aprendizaje de lenguas extranjeras. En sus orígenes parte de
una premisa teórica de dudosa validez empírica: previa la identificación de puntos de
similitud y diferencia estructural entre dos lenguas mediante el contraste entre sus
estructuras, los puntos de diferencia constituirán áreas de especial dificultad y potencial
enconamiento de errores a la hora de aprender una de dichas lenguas por los hablantes
nativos de la otra. Surge así el término de interferencia o transferencia negativa.
Ello significa que, entre otros factores (como el nivel de partida, la edad, el
conocimiento gramatical, el conocimiento de otras lenguas, etc.), es necesario establecer
distinciones entre los estudiantes de una segunda lengua según su lengua materna, pues
los problemas que tendrán serán muy distintos en función de estas transferencias o
interferencias negativas. Esta observación, aparentemente palmaria y evidente pero,
como veremos pronto, falaz, parece corroborarse por la experiencia personal de
cualquiera: muchos hablantes no nativos tienen un acento peculiar y cometen unos
errores gramaticales recurrentes y típicos que suenan a 'extranjeros', a menudo son
fácilmente identificables por los más profanos en lenguas, e incluso se utilizan como
características prototípicas en la realidad y la ficción.
El análisis contrastivo, en esta primera etapa de su historia, tiene como única meta
práctica e inmediata el análisis e identificación de dichas dificultades y el diseño de
material de enseñanza que desactive y ayude a superar tales escollos. Sus principios
teóricos aparecen principalmente en estudios sobre lenguas en contacto llevados a cabo
por lingüistas americanos inmigrantes (cfr. especialmente Weinreich 1953 y Haugen
1953) y fueron explícitamente formulados por Lado 1957.
En un principio, el análisis contrastivo se lleva a cabo casi exclusivamente en los
campos descriptivos de la Lexicología, la Morfología, la Sintaxis (oracional) y la
Fonología, prestándose escasa o, más bien, ninguna atención a los aspectos discursivos,
textuales o culturales. Entre otros estudios, y por mencionar sólo los relativos al
contraste inglés-español, en los Estados Unidos la 'University of Chicago Press' publica
los famosos estudios contrastivos de Stockwell y Bowen 1965 (referido a la Fonética),

3
Stockwell, Bowen y Martin 1965 (referido a la Sintaxis), y en España aparece el estudio
de Fente 1971 (referido al verbo en ambas lenguas).
Pero pronto comienza a ponerse en tela de juicio la validez teórica y, sobre todo,
la aplicabilidad de los presupuestos, eminentemente inductivos, del análisis contrastivo
(cfr. James 1980):

1) En el campo de la Lexicología contrastiva es donde quizás se pudo avanzar


menos. Existe, para empezar, una imposibilidad esencial de analizar y contrastar la
totalidad del vocabulario de dos lenguas, y el contraste de campos semánticos
restringidos o parcelas léxicas limitadas lleva necesariamente a conclusiones muy
parciales.
Existe además el grave problema de la dificultad de establecer equivalencias de
contraste (e incluso traducción) entre partes de la oración, hasta el extremo de
considerarse virtualmente imposible la equivalencia unívoca en el nivel léxico1.
A pesar de ello, la comparación entre campos léxicos de dos lenguas ha
demostrado ser, al menos funcionalmente, bastante útil: desde un punto de vista
lingüístico la comparación de campos léxicos siempre revela mucho sobre la estructura
léxica de los sistemas contrastados. Especialmente ante problemas como la polisemia y
la homonimia, la comprobación de la existencia de varias entradas léxicas en una de las
dos lenguas, cuando no ayuda a descubrir componentes semánticos que se hacen
patentes al contrastar dos sistemas de organización léxica, y que de otra manera habrían
pasado inadvertidos, corrobora de manera práctica e inapelable el análisis léxico-
semántico componencial interno dentro de un determinado sistema2.
Actualmente, los diccionarios monolingües y bilingües basados en índices de
frecuencia (especialmente con la utilización de córpora cada vez más amplios y bien
diseñados), con inclusión de información pragmática de registro y niveles de uso, están
demostrando ser un campo muy fructífero de trabajo del análisis contrastivo.

1 Recuérdese, por ejemplo, la ausencia en castellano de un lexema análogo a happen en estructuras


del tipo de 'Mary happened to be in London yesterday', la ausencia en inglés de un lexema análogo a
llevar en estructuras del tipo de 'Llevo esperando media hora', o la desviación a diferentes marcadores
léxicos de la diferencia esquina/rincón en inglés: 'at/in the corner'.
2 Como ejemplo muy palmario, entre muchísimos otros, el simple hecho de que recordar en
español tenga una doble versión como remember/remind en inglés (verbos con una relación causativa
paralela a la de learn/teach, understand/explain, etc.) corrobora empíricamente la existencia, como
mínimo, de una doble entrada de homónimos en recordar, aparte de una doble entrada sintáctica:
recordar1 algo (transitivo), y recordar2 algo a alguien (ditransitivo) (= hacer que alguien recuerde algo).

4
2) En el terreno de la Morfología y Sintaxis, y una vez que han evolucionado y,
desgraciadamente, se han radicalizado las incipientes corrientes de análisis formalista,
por un lado, y funcionalista, por otro, se verifica la importante transcendencia del
sistema o modelo de análisis gramatical utilizado en el contraste.
El análisis morfosintáctico, contrastado en un principio desde el paradigma
estructuralista, se basaba primordialmente en un análisis de constituyentes inmediatos.
De los restantes modelos, dentro del ámbito formalista, el análisis generativista y el de
gramática de casos, actualmente fagocitado por el anterior, ambos con intenciones
universalistas, han sido los de mayor repercusión en el moderno análisis contrastivo,
aunque, como veremos posteriormente, hoy en día se avanza bastante en el estudio
contrastivo y comparativo de aspectos funcionales y culturales.
En general pronto se descubre que los modelos originalmente diseñados para el
análisis de una lengua específica, que generalmente es el inglés, no son necesariamente
apropiados para el contraste con otras lenguas. Esto se hace especialmente patente
cuando se contrastan dos lenguas no emparentadas genéticamente y que, por lo tanto, no
se prestan fácilmente a la aproximación de transferencia, sea positiva o negativa.
Por otra parte se pone en tela de juicio la contrastividad o comparabilidad de
ciertas categorías lingüísticas de distintas lenguas (por ejemplo, el sistema temporal,
aspectual o modal en el verbo, los auxiliares, el género, o los valores funcionales de las
preposiciones).

3) En Fonología, y dado que básicamente sólo existen dos enfoques, el tradicional


de corte taxonómico-descriptivo y el generativista, no podía darse el problema
mencionado en el punto anterior. El campo de la Fonología es el que en un principio
parece dar mayores satisfacciones al tipo de análisis contrastivo inicialmente propuesto,
y donde inicialmente parecen funcionar mejor sus predicciones. No obstante pronto
aparecen estudios empíricos demostrando que su premisas son engañosas y simplistas:
la estructura fonética de la L1 no es el único factor que influye en los errores (o aciertos)
de pronunciación de la L2, ni siquiera uno de los más importantes. La fonotáctica (o
regularidad en la distribución de fonemas en cadena) del nuevo sistema es esencial y la
frecuencia combinatoria de ciertos fonemas, por ejemplo, son factores mucho más
esenciales en la determinación de la dificultad de aprendizaje.
Por si ello fuera poco, pronto se verifica que las reglas fonológicas de la L1 y de la
L2, presentes al interiorizarse conflictivamente en la mente del aprendiz, no suelen
actuar por separado, unívocamente o independientemente las unas de las otras sino que
se mezclan e incluso pueden llegar a interpolarse.

5
4) En el terreno de la Lingüística Aplicada a la enseñanza y aprendizaje de lenguas
pronto se puso en tela de juicio la aplicabilidad del análisis contrastivo a los problemas
prácticos de la enseñanza de lenguas. Los presupuestos teóricos y metodológicos pronto
fueron criticados con severidad, especialmente por las siguientes razones:

4a) El análisis contrastivo tiene un valor predictivo muy limitado: los errores no
constituyen un factor anormal o monstruoso sino una parte natural e inevitable del
proceso de aprendizaje de una lengua, y aparecen, naturalmente, incluso al aprender la
lengua materna. Además, y consecuencia lógica de lo anterior, no todos los errores
cometidos por los estudiantes se deben a interferencia de su lengua materna sino a la
puesta en práctica de hipótesis 'ad hoc' construidas en la mente del aprendiz y
cíclicamente revisables hasta su perfeccionamiento final.

4b) Es virtualmente imposible contrastar las lenguas en su totalidad: sólo se


pueden contrastar subsistemas y describir sus diferencias en un nivel microlingüístico. El
número de subsistemas es muy extenso incluso en los sistemas cerrados de la fonología,
morfología y sintaxis, por no mencionar el léxico, la organización discursiva y la
pragmática. Hasta el presente no ha podido hacerse un análisis contrastivo exhaustivo de
dos lenguas y es más que dudoso que pueda hacerse nunca. Y si un día se hiciera, la
dificultad de manejo del mismo lo haría virtualmente imposible de utilizar por un
estudiante de una segunda lengua.

4c) El análisis contrastivo aplicado al aprendizaje de lenguas se basa en una idea


fragmentaria de la lengua, al aislar variables lingüísticas sin referencias a marcos generales
de comunicación. Las distinciones en niveles fonológicos, gramaticales, léxicos, textuales
y pragmáticos son de gran valor teórico para el lingüista, pero en la comunicación
interactúan todos unidos, y el estudiante debe ser consciente de su simultaneidad de
actuación.

4d) La atención exclusiva que se prestó inicialmente a la inducción de errores


usurpó la concentración que debería haberse ejercido sobre las áreas de similitud que
deberían haber sido utilizadas positivamente.
El análisis de errores basado en estudios empíricos comienza a demostrar su
utilidad a la hora de predecir errores potenciales. No obstante, las limitaciones de este
nuevo enfoque están siendo patentes hace algún tiempo: el término 'error' es un concepto
artificial que, aunque bastante conveniente en los niveles inicial e intermedio, es
totalmente inútil en el nivel avanzado. La identificación de errores es bastante
problemática pues éstos son de muy difícil explicitación o formalización. Muy a

6
menudo se trata de fragmentos de texto que simplemente no parecen sonar bien, sin
poder especificarse qué aspecto concreto de la expresión es responsable del error.
Con bastante frecuencia es muy difícil demostrar el motivo u origen del error: un
estudiante puede omitir indebidamente, por ejemplo, un artículo determinado en inglés
bien porque en su L1 no lo usa, o bien porque está generalizando una regla del inglés que
ha interiorizado sin suficiente evidencia.
Por otra parte, y como se dijo anteriormente, los errores han de ser considerados
como etapas normales e inevitables en el proceso de aprendizaje de una lengua y son,
por ello, evidencia, no de fracaso, sino de actuación positiva mediante la que el que
aprende genera una hipótesis y la pone a prueba.

4e) Las diferencias lingüísticas, en cualquiera de los niveles reseñados, no entrañan


necesariamente dificultad de aprendizaje: a menudo cuestiones de alta diferencia
contrastiva se aprenden con gran facilidad, y viceversa (por ejemplo, está comprobado
que el IT o IL vacíos del inglés o francés no presentan dificultad alguna al aprendiz
español). En este sentido los intentos de establecer una escala de dificultades de
aprendizaje basada en diferencias entre dos lenguas no han llevado a ninguna parte.

4f) En último extremo, y como prueba empírica definitiva, el análisis contrastivo,


tal como fue concebido en sus inicios, no pareció ser capaz de enseñar a los profesores
de lenguas nada que ellos mismos no pudieran deducir de su propia experiencia en clase.

Tras el derrumbamiento de los presupuestos teóricos iniciales, a principios de los


años ochenta, renace levemente la confianza en un nuevo tipo de análisis contrastivo,
debido a los siguientes cambios operados en su diseño teórico:

a) El estudio contrastivo se traslada a los campos del discurso y las convenciones


textuales, dando paso a los modernos estudios de la pragmática contrastiva e
intercultural, el análisis contrastivo del discurso y la retórica contrastiva.
El análisis contrastivo del discurso pasa a centrarse en el estudio de cualidades
textuales como la coherencia discursiva, superando los límites de la oración e
inaugurando el concepto de sintaxis textual, y la cohesión textual, comparándolas entre
hablantes de L2 con distinta L1, o el mismo hablante en L1 y L2.
También se inicia la investigación de los fenómenos de interacción funcional, tales
como las diferentes maneras de expresar la queja, la petición, la disculpa, la invitación, la
aceptación o declinación de invitación, etc. En este sentido destaca muy especialmente el
estudio de la cortesía y la importancia que tiene en la comunicación: lo que en una

7
cultura es una muestra de cortesía puede interpretarse como rudeza en otra3. La
incapacidad de adaptación a los parámetros de una situación comunicativa puede causar
graves problemas de comunicación en los restantes factores de la estructura lingüística, a
veces no triviales (por ejemplo en el mundo de la negociación política o financiera).

En lo que se refiere a la Retórica contrastiva se parte de la premisa de que el texto


escrito se organiza y estructura de manera esencialmente distinta en las distintas lenguas.
Esta moderna disciplina, tan clásica por otro lado, tiene importantes consecuencias en
los estudios de la traducción, y las ciencias de la información.
La investigación reciente en Retórica contrastiva está trabajando desde hace algún
tiempo, y dando frutos muy interesantes, en aspectos tales como la marcación del
tópico discursivo, la expresión sintáctica de la(s) intencion(es), las parcelas de
responsabilidad del autor y del lector sobre la claridad del texto, el funcionamiento del
sistema anafórico, la deíxis, la definición frente a la indefinición, los fenómenos de
pronominalización, la elipsis y los sistemas de cohesión en el texto4.

b) El concepto original de análisis contrastivo es sustituido por el de estudio de la


transferencia: ahora lo que se busca es la explicación de los efectos de la transferencia,
especialmente la positiva, más que la predicción de los problemas que pueda causar.
Esta meta, mucho más modesta, es la que actualmente funciona, al menos de manera
provisional.
El estudio de la transferencia no compara los sistemas idealizados de la L1 y la L2,
sino el sistema provisional de la lengua del estudiante con la L1, investigando las
influencias de la L1 que aparecen en el uso que hace el estudiante de la L2.
Actualmente se parte de la premisa de que la transferencia de la L1 aparece en
todas las áreas lingüísticas, aunque es muy difícil establecer en qué medida se da en cada
una de ellas, por lo menos hasta que avancen los estudios sobre los procesos
cognoscitivos y mentales: la edad, el proceso y el estado en que se encuentra el

3 Por ejemplo, en nuestra cultura el habitual intercambio de '¿Usted gusta?' y 'Que aproveche'
entre quien está comiendo y el conocido que se aproxima suele causar cierto desconcierto en otras culturas
en las que la educación manda no molestar al que está comiendo.
4 Por ejemplo, la International Society for the History of Rhetoric tiene establecidos para el
presente año, como objeto de estudio en su congreso internacional, los siguientes temas: texto y
dispositio retórica, procesos de tematización, semántica textual, tipo de texto y género literario, la
oralidad y los géneros literarios, texto y discurso legal, el texto periodístico y publicitario, el texto
científico y de divulgación, el texto filosófico, el texto historiográfico, didáctica del discurso, Psicología
y Sociología de la comunicación, la intertextualidad, y el texto artístico.

8
aprendizaje, el conocimiento de su propia L1 y el que tenga de otras lenguas, juntamente
con una amplia gama de características individuales de cada estudiante son variables que
alteran sensiblemente esta transferencia.
En cualquier caso se considera que las similaridades interlingüísticas son más
importantes que las diferencias. La L1 es tratada primordialmente como una ayuda más
que como un lastre a la hora de adquirir una segunda lengua. Cuanto menor es la distancia
entre la L1 y la L2, mayor uso hará el estudiante de este conocimiento previo y con
mayor facilidad se producirán la comunicación y el aprendizaje.
La investigación en este campo ha de ir encauzada en el futuro por el camino de la
Psicolingüística contrastiva, analizando los procesos de comprensión de la L2, sus
procesos de producción y su comparación con los mismos procesos en la L1.

c) Paralelamente hay que recordar que se empieza a desarrollar un nuevo concepto


de Gramática Universal (cfr. Chomsky 1981b). El concepto de 'gramática', desde los
comienzos del paradigma transformacional-generativo deja de tener el valor tradicional de
conjunto de reglas formalizadas por deducción del uso lingüístico (concepto
semasiológico), y pasa a significar el conocimiento interiorizado (y no formalizado o
explicitado) en la mente de cada hablante sobre su propia lengua nativa. El concepto de
'gramática universal', por tanto, no ha de entenderse, pues sería imposible, como un
conjunto de reglas formalizadas válidas para codificar en cualquier lengua natural. Se
parte de la premisa de que las diferencias entre las lenguas naturales están
parametrizadas de tal manera que los hablantes tienen un conocimiento innato, aunque
inconsciente, de unos principios universales de similitud.
La teoría lingüística de este paradigma está constituida, por tanto, por un sistema
de hipótesis sobre los rasgos generales del lenguaje humano, aplicables a cualquier lengua
natural. La meta, por tanto, es establecer un conjunto de propiedades universales de
todas las lenguas. Dichas propiedades o principios, semejantes en todas las lenguas,
constituyen la Gramática Universal, común a toda la especie humana. Esta información
es determinada genéticamente, fijada en la dotación biológica, transmitida y heredada por
generación natural.
Frente a dicha Gramática Universal, formada por principios, existen las gramáticas
particulares, formadas por parámetros de variación, los específicos de cada lengua, que
difieren unos de otros en aspectos puramente parciales, anecdóticos y concretos.
Desde esta perspectiva el conocimiento que poseen, por ejemplo, los hablantes de
una lengua natural determinada (el español, inglés, japonés, o cualquier otra) acerca de

9
los principios que gobiernan la lengua-I(nteriorizada) no es un conocimiento consciente
sino tácito, interiorizado, subliminal5.
Estos principios de la Gramática Universal constituyen la propia facultad del
lenguaje y, por definición, no están sometidos o sujetos a excepciones. Por otra parte,
los parámetros se conciben como alternativas posibles de fijación de la lengua-I. Los
parámetros, frente a los principios, son individuales de cada lengua.
Desde esta visión, lo esencial es el estado de la mente/cerebro (genéticamente
determinado) y lo incidental son los datos. Es decir, la Gramática Universal es la nueva
gramática 'síntesis' que supera todos los contrastes entre las gramáticas de las lenguas
particulares. Desde esta perspectiva no cabe ya una visión negativa del análisis
contrastivo: es misión del lingüista descubrir en la multiforme variedad de las lenguas los
principios universales que las hacen un fenómeno unitario.
En este paradigma es especialmente importante el concepto de 'marca': los
principios universales se han de formalizar de manera tal que en las distintas lenguas
aparezcan como idénticos, diferenciándose únicamente en el hecho de que en unas dicho
principio, en función de sus parámetros particulares, aparece como marcado y en otras
como no marcado6.

5 Similar, por ejemplo, a la información bio-genética impresa en cualquier ser vivo. Aunque un
hablante nativo no tenga conocimiento metalingüístico o gramatical, o incluso sea analfabeto total, tiene
interiorizados en su cerebro unos principios lingüísticos universales que le han llegado por transmisión
genética de su propia especie, y unos parámetros particulares de su lengua nativa que ha ido contrastando
con dichos principios por exposición a dicha lengua. Por ejemplo, aunque dicho hablante no sea capaz de
formalizar o explicitar los conceptos de sujeto u objeto, es capaz de utilizarlos apropiadamente cuando en
español (o inglés, por no mencionar casos de lenguas con paradigmas de caso, como el alemán) sustituye
pronominalmente y produce correctamente 'She saw me' o 'Ella me vio' y 'I saw her'o 'Yo la vi', y no
'*Me saw she' o '*La yo vio'; lo mismo ocurre en la formación de pasivas o interrogativas, cuya correcta
estructuración requiere un conocimiento interiorizado de las categorías sintácticas de las palabras (verbo,
nombre, etc.) y de las relaciones estructurales dentro de la oración, al exigir inversión S-V.
6 Baste citar los parámetros del sujeto nulo o 'pro-drop', y el del núcleo. El primero de los
parámetros mencionados (cfr. Chomsky 1982) determina, según las lenguas, si se puede omitir o no el
sujeto de una oración declarativa finita. Es un hecho bien conocido que el español es una lengua 'pro-
drop' al permitir dicha omisión ('Quiere un coche nuevo'), frente al inglés que no lo es, ni siquiera con el
morfema -s (*Wants a new car'). Esta diferencia paramétrica parece estar determinada por la existencia de
una flexión verbal rica, y suele tener ciertos correlatos sintácticos como la libre inversión sujeto-verbo,
cuando, por ejemplo, hay razones de topicalización ('Queremos todos un coche nuevo', *Want we all a
new car'), o la no necesidad de dejar una copia cuando se da extraposición de cláusula ('IT is wonderful to
be here', 'Es maravilloso estar aquí').

10
d) Hasta el momento nos hemos referido al análisis contrastivo y su consiguiente
evolución desde la referencia de la lingüística general o la lingüística aplicada al
aprendizaje o enseñanza de lenguas. Toda la crítica dirigida desde un principio hacia este
enfoque teórico lo ha sido desde la perspectiva de su aplicabilidad al aprendizaje y
enseñanza de lenguas, que eran sus metas originales.
No obstante se han producido un gran número de estudios microlingüísticos
contrastivos, especialmente en el campo de la Fonología y la Morfosintaxis, que han de
ser juzgados desde el punto de vista de su validez teórica y no de su aplicabilidad.
La mayoría de estos estudios se han originado en países de habla no inglesa y por
contraste con el inglés: en especial hay que destacar los proyectos alemanes, suecos,
alguno español y, muy especialmente, el proyecto polaco, que ha producido un número
impresionante de estudios teóricos. No existe ninguno en absoluto, como era de esperar,
en los EE.UU.
Estos estudios, sin embargo, han tenido hasta ahora poco impacto sobre la
lingüística inglesa pues, dado que el inglés es la lengua más investigada del mundo, el
flujo de ideas siempre ha marchado, como en los vasos comunicantes, desde el inglés a
las otras lenguas.
Una limitación inherente al análisis teórico contrastivo radica en que los modelos
lingüísticos descritos permanecen en el nivel abstracto e idealizado de la norma estándar.
Se ha prestado poca atención a las variedades sociales o regionales. Tampoco se ha
prestado demasiada atención a los subsistemas lingüísticos, aunque la llegada del análisis
del discurso a escena parece estar corrigiendo este defecto.
No obstante, cualquier análisis de dos lenguas siempre añade una perspectiva más
amplia de los fenómenos lingüísticos que la proporcionada por el análisis de una sola
lengua. Aparte de ello, el análisis contrastivo teórico no es ni mejor ni peor que un
estudio equivalente aplicado a una sola lengua. Quiere ello decir que todo estudio,
incluido el contrastivo, presupone un paradigma de análisis previo en el que
desenvolverse y un modelo teórico de investigación que aplicar. El estudio contrastivo
por sí solo no suple la premisa de un paradigma o modelo, sino que los presupone, y eso
es lo que no se puede olvidar.

El segundo parámetro mencionado, el parámetro del núcleo (cfr. Chomsky 1981a), determina,
según las lenguas, la colocación del núcleo con respecto a sus complementos: en español, en los
sintagmas verbales, nominales o adjetivales siempre precede el núcleo a sus complementos: 'Deseo verte',
'El deseo de verte', 'Deseoso de verte'. Este parámetro no es compartido por otras lenguas, como el vasco
o el japonés, que son definidas como lenguas de núcleo final en función de este parámetro.

11
Las inspecciones en las diferencias y similaridades de lenguas concretas basadas en
el análisis contrastivo son especialmente útiles metodológicamente y hoy en día son
especialmente relevantes para el estudio de la tipología de las lenguas, la Gramática
Universal y la Traductología.
Su principal valor radica en el distanciamiento y la objetividad que da el análisis de
un sistema desde la perspectiva de otro, comparable en el mundo real a la actividad de
viajar o salir al extranjero.
Nuestra responsabilidad como (actuales o futuros) profesores y/o investigadores
de la lengua inglesa que residimos en España ha de presuponer inevitablemente esta
perspectiva.

12
Bibliografía.

Chomsky, N. 1981a. Lectures on Government and Binding, Dordrecht: Foris.


Chomsky, N. 1981b. "Principles and parameters in syntactic theory", en N. Hornstein
y D. Lightfoot. 1981. Explanation in Linguistics: The Logical Problem of Language
Acquisition, Longman Linguistic Library 25, pp. 32-75.
Chomsky, N. 1982. Some Concepts and Consequences of the Theory of Government
and Binding, Cambridge, Massachusetts: MIT Press.
Fente, R. 1971. Estilística del verbo en inglés y español, Madrid: S.G.E.L.
Haugen, E. 1953. The Norwegian Language in America: A Study in Bilingual Behavior,
Philadelphia: University of Pennsylvania Press.
James, C. 1980. Contrastive Analysis, London: Longman.
Lado, R. 1957. Linguistics Across Cultures: Applied Linguistics for Language Teachers,
Ann Arbor: University of Michigan Press.
Stockwell, R. P. & J. D. Bowen. 1965. The Sounds of English and Spanish, Chicago:
University Press.
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English and Spanish, Chicago: University Press.
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13
Lexical Ergativity in English and Spanish

Montserrat Martínez Vázquez

1. Introduction.

Ergativity has received quite a lot of attention in the last few years. Among the
reasons for such an increase in studies on ergativity is the attention paid to languages
which had not been studied before. But the term has been used to refer to a wide range
of different phenomena. As Dixon points out:
`Ergativity' is currently an `in' term in linguistics. It is used by a wide
variety of linguists, with a whole range of different meanings. As a result,
much confusion exists at present about what an 'ergative' language is, and
about the morphological, syntactic, and semantic consequences of such a
characterization. (Dixon, 1979: 59)

The term ergativity originated as a descriptive label to refer to a case-marking


system that marks the subject of an intransitive verb (S) and the object of a transitive
one (O) with the same case morpheme, and in opposition to the subject of a transitive
sentence (A). Thus we find ergative and accusative systems:

Intransitive subject: S
Transitive subject: A
Transitive object: O

Accusative Ergative
S=A S=O
O A

A further step in the study of ergativity has led linguists to believe that, strictly
speaking, there are no ergative languages: all those languages primarily thought of as

15
"ergative" also include accusative structures in their systems.7 And many accusative
languages have also been found to have some type of ergative organization.

2. Types of ergativity

The term ergativity has been progressively extended to any structure that treats S
in the same manner as O and differently from A. This phenomenon may show up in a
variety of different linguistic forms. In addition to morphological ergativity, new levels
of ergativity have been discovered: syntactic, discourse and lexical ergativity.
Morphological ergativity is found, among other languages, in Basque, which has a
different morpheme for S and A. S is marked as absolutive, like O, whereas A is marked
with the ergative morpheme {-k}:

(1) a. Gizona etorri da (the man has arrived).


b. Gizonak gozokia jan du (the man has eaten the cake).8

Dyirbal, for instance, also shows ergativity at a syntactic level with the equi rule,
which allows deletion of an NP identical to a previous NP in a coordinate clause, if both
NPs are in S or O function. Thus in Dyirbal in a sentence like (2a) the S of the second
clause is taken to be identical to O, and not to A as would be the case in English. So the
whole sentence would be interpreted as (2b).

(2) a. John saw Mary and sat down.9


b. John saw Mary and Mary sat down.

A language may show discourse ergativity if in the thematic organization of its


clauses S and O are treated in a similar way, and differently from A. For instance, a
language may tend to place the topic in an S or O function.10
The term has also been applied to the lexical domain. Thus, Burzio (1986)
remarks that for certain Italian ambi-transitive verbs, the selection rules for O
correspond to those for S. He calls the intransitive patterns of those pairs "ergative
verbs".

7 According to Verhaar (1990:153) "No known language is entirely ergative". Though it has been
pointed out that Basque is fully ergative at the morphological level. See Dixon (1994:2).
8 Examples from Moreno Cabrera (1991:423).
9 See Dixon (1987:4-5).
10 See Givón (1983).

16
3. Lexical ergativity.

As far as English and Spanish are concerned, we find some verbs used both
transitively and intransitively, the intransitive sentence having as subject the object of
the transitive counterpart. In such structures S and O behave in the same way, i.e. they
keep the same relation with the verb, and are different from A:

(3) a. I broke the glass.


b. The glass broke.
c. El gobierno subió los impuestos.
d. Los impuestos subieron.

Other English and Spanish verbs relate their subjects and differentiate them from
O. Such is the case, for example, of the following sentences:

(4) a. I ate fish and chips.


b. I ate.
c. Comí chocolate con churros.
d. Comí.

Thus we could say that both English and Spanish mix ergativity (3) and
accusativity (4) in their lexicons. But this type of ergativity which is restricted to the
lexical domain has to be clearly differentiated from the original sense of the term, which
makes reference to case-marking. English and Spanish are accusative languages at both
morphological and syntactic levels, but they have some lexemes which are ergative.11
Therefore, I will use the term ergative in its lexical sense, to refer to the semantic
parallelism between S and O,12 as exemplified in (3).

4. Lexical ergativity in English and Spanish.

There are three types of structures where a verb may be used in both a transitive
and an intransitive pattern, where the O of the transitive pattern appears as S in the
intransitive counterpart.

11 See Dixon (1987:6-7).


12 See Lyons (1968:342).

17
(5) a. They photographed her.
b. She photographs well.

(6) a. John opened the door.


b. The door opened.

(7) a. The boy walked the dog.


b. The dog walked.

Structures (5), (6) and (7) share this alternating organization of an identical
semantic role as S or O. Therefore, they may be grouped together under the term
ergativity.13 But this alternating relationship between semantic role and syntactic
function is not the only defining feature of these structures. Actually, they are not
always grouped together. A simple look at some of the terminology employed to refer
to them will give us a clear idea about the different perspectives under which they have
been analyzed. Notice that the only unifying term used to cover the three types is
ergative:
(5)

term source
pseudo-intransitive Kilby (1984:45-48)
derived-intransitive O'Grady, (1980)
middles Keyser and Roeper (1984) Fellbaum (1986)
activo-passives Jespersen (1927:347-355)
ergative Huddleston (1971: 65)
process-oriented clauses Halliday (1968: 47)
patient-subject construction Van Oosten, 1977
medio-passive Grady (1968)
undergoer verbs Verhaar (1990)
potential or hypothetical clauses Hatcher (1943)
promotion-to-subject construction Dixon (1991: 322-335)
passival verbs Sweet (1891:90)

(6)

term source
ergative Van Riemsdijk and Williams (1986), Van
Riemsdijk and Williams (1986)

13 See M. Martínez Vázquez (to appear).

18
alternating intransitives O'Grady (1980)
anticausatives Siewierska (1984: 77), Kholodovic (1969),
Masica (1976), Comrie (1977)
inchoative Fellbaum (1986)
unaccusative or absolutive Keyser and Roeper (1984)
theme verbs Wunderlich (1985)
unaccusative Fellbaum (1989)
causative verbs Kaplan (1989: 170)
ambitransitives Dixon (1994)

(7)

term source
unergative verbs Ravin (1991: 107)
active intransitive verbs of locomotion Hale and Keyser (1986)
ergative Huddleston (1971:65); Halliday (1967:46);
Noguchi (1989:159) Dixon (1987:7)

This use of the term ergativity at a lexical level has been condemned by some
linguists.14 However, even those who prefer to discuss these structures under a different
rubric, take it as a starting point, since, whether acceptable or not, it is the term most
generally employed.15 I will subclassify these ergative pairs into three groups that I will
label derived intransitivity, alternating transitivity and derived transitivity , respectively.

14 See Dixon (1987:7): "this usage must be deplored, since it can only serve to confuse unwary
readers, and make it harder for them to appreciate the nature of morphological, syntactic and discourse
ergativity"; Dixon (1991:323); or Comrie (1978:391) "In much recent work on ergativity, or at least in
much recent work using the term ergativity, the term has been extended to cover sets of sentences like the
following English pair John broke the window/the window broke (...) This use of the term can be very
misleading". Zwolanek (1987:59) also condemns the use of the term ergative to refer to John in a
sentence like John broke the window and absolutive for the window in either the transitve or intransitive
pattern: "Diese Verwendung des Begriffs 'Ergativität' ist sehr irreführend".
15 See Lyons (1968:352): "(...) the term that is generally employed by linguists for the syntactic
relationship that holds between (1) The stone moved and (3) John moved the stone is "ergative"". Lyons
(1968:342) uses the term to refer to structures like (9). For Halliday (1967:46 ff) the following subjects
are ergative: i. She washed the clothes. (actor in effective) ii. He marched the soldiers. (initiator in
descriptive). Huddleston (1971:65) uses the term in a wider sense: "It will be convenient to have a
simple term to refer to the verbs entering into such contrasts: I shall speak of them, informally and
somewhat loosely, as 'ergative' verbs, since they suggest an ergative organization of the clause (one where
a one-place verb, i.e. a verb combining with a single NP, takes an 'affected' element as subject, while a
two-place verb takes a 'causer' as subject and an affected element as object) rather than a transitive

19
No Spanish Grammar as far as I know, has used the term ergative as it has been
used to refer to any of the English structures exemplified by (5), (6) and (7) above.
However, we also find ergative verbs in Spanish, though most verbs take the clitic se in
the intransitive pattern.

(8) a. Juan cuaja la leche.


b. Esta leche cuaja bien.
(9) a. Los comerciantes suben los precios.
b. Los precios suben.
(10) a. Sonia paseó al perro.
b. El perro paseó por el jardín.

5. Derived intransitiviy.16

In structures like (5) or (8) we face a derivation from transitivity into


intransitivity. The derived intransitive structure is subject to a number of constraints
which do not apply in the transitive pattern.
The first unifying feature of these derived intransitive structures both in English
and Spanish is the need for adverbial determination. This adverbial shows the properties
of the subject that either hinder or facilitate the development of the action denoted by
the verb.17

(11) a. This book sells well.


b. This material washes well.
c. Esta cretona lava bien. (DRAE)
d. Esta puerta abre bien. (DRAE)

In (11), the adverb implies that the result of the action is due to a positive
property of the patient. In this sense these derived intransitives are patient-focused as
Fellbaum (1986:21) labels them or process-oriented as Halliday (1967:47) terms them,
in opposition to passives which are agent-oriented.18

organization (one where a one-place verb takes an 'actor' as subject and a two-place verb an actor as
subject and a 'goal' as object)."
16 For a more detailed study of these structures see L. González Romero (this volume).
17 Fellbaum (1986:9) calls them facility adverbs.
18 The agent in these structures is always implied since these verbs always involve two
participants, but it cannot be made explicit.

20
If, on the contrary, we are dealing with a negative property of the subject, then
negation may replace the adverbial:

(12) a. This shirt doesn't/won't iron.


(13) b. Esta ventana no cierra.

We may want to be more specific about the process:

(13) Chomsky's new book reads like a thriller.19


(14) El banco no abre los domingos.
(15) The dress fastens down at the back.
(16) Este vestido abrocha por detrás.

Sometimes an emphasis on affirmation replaces the adverbial:

(17) His books always/do/should/will sell.20


(18) La seda tiñe.

The subject of these derived intransitives is usually an inanimate being --


sometimes animate but never a volitional cooperator of the action. It is affected by the
action typically involving a physical change, but never understood to be a result of the
action. Thus:

(19) These potatoes bake well.


(20) *This bread bakes well.
(21) Esta leche cuaja bien.
(22) *Este flan cuaja bien.

We find homonymous structures with an instrumental as subject (23-24), but


there is no ergative relation in such examples (25-26), since the transitive counterpart
does not place this instrumental as object (27-28).

19 Example from Kilby (1984).


20 Notice that in these examples we find an epistemic modality: the speaker somehow grants the
content of the proposition. As regards the verb sell in Spanish, María Moliner and DRAE describe it
only as transitive or pronominal. However, I have recently found it in an intransitive pattern: La
nostalgia vende bien. (El País, 3/1/96, p.53).

21
(23) This straw sucks well.
(24) Esta lija pule bien.
(25) !X sucks this straw well.
(26) !X pule esta lija bien.
(27) X sucks well with this straw.
(28) X pule bien con esta lija.

In English we also find these derived intransitives with human subjects.

(29) Bureaucrats bribe easily.


(30) Mary scares easily.
(31) Royalists die well under torture. (Massam 1992, "heard on TV")

I have found no parallel examples in Spanish. We do find human subjects with


psych-verbs, like (32) but they get a different interpretation which is closer to reflexives
than to passives, (33).

(32) María se asusta fácilmente.


(33) Mary gets scared easily.

Another restriction of these derived intransitive patterns has to do with their


tense-aspect reference. These sentences show a generic reference,21since they state
properties that are held to be generally true, and they don't refer to specific events in
time22. Hence the unacceptability of (34-35).

(34) *The shirt washed well yesterday.23

21 See Keyser and Roeper (1984:384), O'Grady (1980), and Verhaar (1990:132) on this point.
Fellbaum (1986:4-5) points out that it is not the action that is generic in these structures: it is the agent
that is nonspecific. I find it confusing to talk about a non-specific agent. This would associate these
derived intransitives with passives since as Stein (1979) points out between an 80% and 85% of English
passive clauses do not present the by + agent phrase.
22 The Spanish verb colgar, originally transitive, has an intransitive use which is clearly stative:
La ropa cuelga del balcón.
23 Notice that they do not appear in imperative or progressive constructions (as Keyser and
Roeper, 1984:385 point out):
i. *Bribe easily, bureaucrat!
ii.*Bureaucrats are bribing easily.

22
(35) *El nylon lavó bien ayer.

They are generally found in a simple present tense and making reference to
timeless situations. However examples like (36) are not rare:

(36) Her book sold well.


(37) Bureaucrats are bribing more than ever in Reagan's second term. (Fagan
1992)
(38) La leche cuajó bien.

6. Alternating transitivity.24

We find a different type of ergative structure with verbs like move, open, close or
break, which alternate the transitive and the intransitive patterns. Some linguists like
Anderson (1968), Lyons (1968) or Halliday (1970) claim that they are basically
intransitive and that their transitive use is derived. Others like Comrie (1977)
Kholodovic (1969) or Masica (1976) call these verbs anticausative, suggesting an
intransitive origin, thus the transitive being derived. In Spanish we find verbs like
aumentar, disminuir, subir, etc. The class of verbs is enlarged by many others that
appear as intransitives with se. As in English, in Spanish there is not a unanimous
opinion as to which structure is the original. Thus in the DRAE aumentar is considered
as a transitive verb which may derived into an intransitive. María Moliner, on the other
hand, presents it as originally intransitive. Other Spanish verbs in this group are hervir,
cocer, colgar, disminuir, mejorar, empeorar, subir, bajar, pasar, variar, cambiar, etc.
The situation denoted by the verb in the intransitive pattern of these alternating
structures is not necessarily dependent on the intervention of an agent. The subject,
typically inanimate, is again a patient subject, but the event is self-originated, the verb
behaving almost as inherently reflexive. Thus, for instance, the verb open cannot be
associated to an accidental action if it appears with the NP can. (42); the verb empezar
is only possible in the intransitive pattern with eventive subjects, (44), since a non-
eventive subject, (46), would make the reflexive interpretation impossible.

(39) I opened the door.

This will lead Verhaar (1990:133) to conclude that they are stative verbs.
24 I use the term transitivity in this case to refer to both the transitive and intransitive structures.
See Verhaar (1990:93): "'transitivity', a term which now increasingly functions as a superordinate term
for what is 'intransitive' and 'transitive'."

23
(40) The door opened.
(41) I opened the can.
(42) *The can opened.
(43) El profesor empezó la clase tarde.
(44) La clase empezó tarde.
(45) He empezado el libro.
(46) *El libro ha empezado.

The action is brought about accidentally; there is no agent explicit nor implicit:

(47) *The door opened by John.


(48) *La clase empezó por el profesor.

though an instrumental may appear:

(49) The door opened with the wind.


(50) Los precios subieron a causa de la inflación.

It is interesting to remark that some verbs may appear both as derived


intransitives or as alternating transitives, depending on the situation implied. If it is
interpreted as self-originated it will be built as an alternating transitive structure (51). If
an agent is implicit, then it will have to be built as a derived intransitive (52), with all its
constraints (i.e. addition of an adverbial, potential or hypothetical sense, etc.). It would
be ungrammatical otherwise (53).

(51) The door opened. AT


(52) This can opens easily. DI
(53) *This can opens. DI

Also interesting to note is the fact that the formation of these structures is
restricted to the lexical domain. Thus semantically equivalent verbs are not necessarily
built in the same way. In Spanish, empezar or comenzar are ergative with eventive NPs,
but iniciar is not.

(54) Ella inició/comenzó/empezó la reunión tarde.


(55) La reunión *inició/se inició/comenzó/empezó tarde.

The verb fly shows different restrictions in English and in Spanish:

24
(56) The plane/kite/bird flew.
(57) She flew a plane/kite/*bird.

Curiously enough in Spanish:

(58) *Ella voló un avión. (Pilotó un avión)


(59) Ella voló la cometa.
(60) El perro voló la perdiz. (DRAE)

7. Derived transitivity.

The third group of structures with this diathetic alternation that links S and O,
which we have loosely called ergative, is formed by active intransitive verbs like walk,
march, swim, etc. which admit the addition of an NP subject to form a causative
structure.
The original structure involves one participant in a high intransitive structure, (61,
63). By adding an instigator we form the transitive structure, (62, 64). The subject of
the intransitive moves then to the position of object. The resulting structure has two
active participants: the subject or instigator and the object or agent.

(61) The dog walked.


(62) I walked the dog.
(63) El perro paseó.
(64) Sonia paseó al perro.25

All these structures need an animate agent, capable of performing the action. This
agent is the subject of the intransitive sentence. In the transitive counterpart the subject
is always instigator.
In English these causative constructions are said to be "exceptional", formed only
by a small group of verbs like gallop, march, walk, run, fly, jump and swim.26 I don't

25 "Pasear es un verbo básicamente intransitivo que, no obstante, puede emplearse con valor
transitivo cuando adquiere un sentido factitivo: pasear el niño." Roca Pons (1970:233).
26 Noguchi (1989:159 fn 6): "We will not go into the dicussion of agentive objects exemplified
in (ib) below:
(i) a. The horse walked.
b. John walked the horse.

25
think that this class is restricted to these motion verbs. The verbs work, dance, exercise,
and train also build similar ergative structures:

(65) We work hard in this office.


(66) They work us hard in this office.
(67) Carol danced toward the wall.
(68) George danced Carol toward the wall.
(69) The patient exercised.
(70) The nurse exercised her patient.
(71) John trained top athletes for the boat race.
(72) Top athletes trained for the boat race.

In Spanish they are less productive, but nevertheless the grammar permits them.

(73) Los muchachos/los toros corren.


(74) Los muchachos corren los toros.
(75) Los muchachos le corrían por las calles (GRAE 250-1)
(76) La perdiz voló.
(77) El perro voló la perdiz.
(78) El ministro cesó.
(79) Cesaron al ministro.
(80) Los muertos resucitaron.
(81) Resucitaron a los muertos.
(82) María ascendió.
(83) Ascendieron a María.

8. Concluding remarks.

We may sum up by stating that lexical ergativity is also found in Spanish with
some verbs that alternate in transitive and intransitive patterns. The defining feature of
these structures is the presence of an NP which may appear either as O or S. We have
analysed three different groups of clauses which involve different syntactic behaviours.

We simply note that this type of alternation is truly exceptional. Indeed, there are only a few
verbs which are involved in this type of alternation; gallop, march, walk, run, fly, jump, swim are the
only possible candidates that I have actually encountered. Rather, we take the existence of this type of
sporadic causativization to be indicative of the generality of the EA (ergative alternation)." See also
Olszewska (1974:254).

26
In a first group we faced a phenomenon of derived intransitivity: the subject is
clearly a patient as in passives, but no agent can be expressed, even though there is
always one implicit. They emphasise the process and they involve a certain type of
modality.
In the second group we find verbs which alternate the transitive and the
intransitive patterns with the same range of productivity. This group of verbs forms a
larger class both in English and in Spanish. The intransitive pattern is seen as an
accidental process, therefore no agent is implied.
The third class is formed by intransitive verbs which may appear as transitives by
introducing a subject as instigator of the action. Unlike the two previous structures, in
these clauses the object of the intransitive is agentive.

27
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31
La explicación de las estructuras transitivas: consideraciones
sobre una descripción contrastiva inglés-español. Aproximación
teórica

Francisco Javier Tamayo Morillo y Joaquín José Fernández Domínguez

Uno de los problemas que con más frecuencia tenemos que afrontar al acercarnos
al análisis comparativo de dos lenguas atañe a la descripción de una serie de aspectos
gramaticales que, descritos según factores propios de cada lengua, no posibilitan una
aproximación a los mismos bajo una misma perspectiva. Para ilustrar este hecho vamos a
limitar nuestro trabajo al estudio de cómo en inglés y español se describe uno de los
conceptos más esenciales de la teoría gramatical: la transitividad. El propósito de este
estudio es el de exponer las peculiaridades que estas dos lenguas presentan respecto de
este fenómeno concreto. Asimismo, pretendemos facilitar al alumnado de la asignatura
Gramática Contrastiva Inglés-Español una definición de la naturaleza de la transitividad
que permita una consideración mucho más homógenea del tipo de elementos que en
estos dos idiomas se hallan implicados en la misma. Como tendremos oportunidad de
comprobar, a este tipo de cuestiones no han sido precisamente a las que las gramáticas
de este corte han procurado dar una respuesta. En efecto, estas gramáticas, encaminadas
como suelen estar a la enseñanza de otras lenguas tomando como base la lengua originaria
del estudiante, renuncian habitualmente a un examen meticuloso de estos temas.
Vamos en primer lugar a establecer una definición de este fenómeno sintáctico.
Para ello, hemos elegido como punto de partida una definición tomada de Alarcos
Llorach (1984:280-1) que da una idea de la clase de rasgos normalmente utilizados por
los lingüistas para caracterizar la transitividad:
(1) La posibilidad o imposibilidad de que el verbo admita objeto directo ha sido el
criterio de clasificación de los verbos en transitivos e intransitivos. Cuando la actividad
denotada por la raíz verbal requiere la especificación aportada por el sustantivo que
funciona como objeto directo, se considera el verbo transitivo; en caso contrario, el verbo
es intransitivo.
Como vemos, pues, la construcción transitiva se ha asociado tradicionalmente con
la presencia de un objeto directo en la estructura oracional. Veamos a continuación
algunos ejemplos de esta situación en las dos lenguas que son objeto de nuestro análisis:

33
(2) Inglés
a. My sister found a book in her room
b. John's father had never eaten mashed potatoes before
(3) Español
a. Mi hermana encontró un libro en su habitación
b. El padre de Juan nunca había comido antes puré de patatas

En los últimos años, sin embargo, este modo de concebir la transitividad se ha


visto sensiblemente alterado con la inclusión dentro de esta categoría de una gama de
unidades mucho más amplia. Éste ha sido el caso de una serie de construcciones en las
que el verbo toma un objeto de índole preposicional. Se trata de la denominada
transitividad de régimen preposicional. El español y el inglés vuelven a mostrar su
similitud al presentar este tipo de transitividad. Aunque posteriormente tendremos
ocasión de tratar con detalle asuntos relativos al análisis contrastivo de esta cuestión27,
ahora, de modo preliminar, reflejamos algunos ejemplos en los que se manifiesta el hecho
al que nos estamos refiriendo:

(4) Inglés
a. My uncle is always dreaming of wealth
b. His speech dealt with all the problems of the University
(5) Español
a. Mi tío siempre sueña con riquezas
b. Su discurso trató de los problemas de la universidad28

Además de los dos tipos de objeto que se acaban de señalar se reconoce la


existencia de un tercero, el objeto indirecto, con respecto al cual los sistemas lingüísticos
de las lenguas que estudiamos muestran divergencias que van a resultar trascendentales
para la explicación de las estructuras gramaticales. Por este motivo, nuestro primer
objetivo será detenernos en las particularidades de este elemento. En concreto, nos

27 Véase Fernández Domínguez, J.J. y F.J. Tamayo Morillo. `La explicación de las estructuras
transitivas: consideraciones sobre una descripción contrastiva inglés-español. Aproximación práctica´. (En
este volumen).
28 Contra lo que los ejemplos empleados hasta este momento pueden dar a entender, hemos de
advertir que el tipo de complementación adoptado por un verbo inglés y su correspondiente en español no
es siempre el mismo. A lo largo de este trabajo podremos confirmar la veracidad de esta aserción. Dado
que la información que hemos querido expresar nos lo permite, hemos optado por presentar el material de
esta forma ya que consideramos que con ello agilizamos nuestra exposición.

34
interesa comenzar con un tema sobre el que nuestro alumnado suele estar en un principio
bastante escéptico: el papel desempeñado por el mismo en la caracterización de
determinadas estructuras como transitivas.
Este problema afecta fundamentalmente a aquellas construcciones en las que el
verbo es acompañado por un solo objeto. Como la definición de transitividad ya
expuesta establece de manera explícita, esta noción sirve para caracterizar únicamente a
las oraciones en las que aparece un objeto directo. En inglés vamos a ver que la distinción
entre objeto directo e indirecto sólo se efectúa en estructuras en las que aparecen dos
objetos de naturaleza nominal. En construcciones con un objeto, sin embargo, éste es
siempre catalogado como objeto directo o simplemente como objeto29. En español, por
el contrario, son numerosas las razones que se han esgrimido para mantener la dicotomía
apuntada en esta clase de estructuras sintácticas. La pregunta que formulamos, por
tanto, es la siguiente: ¿es posible llegar a una concepción de la transitividad que permita
clasificar como tales construcciones en las que el verbo va seguido solamente de un
objeto indirecto? Iniciaremos el desarrollo de esta cuestión con un repaso a los rasgos
distintivos de los objetos en una y otra lengua.
Los criterios que se utilizan en inglés para definir el objeto son básicamente los
siguientes: posición, realización formal, pronominalización y pasivización.
a) Atendamos, en primer lugar, a la posición que esta unidad ocupa en una
estructura oracional. Observamos que el objeto aparece típicamente detrás del verbo:

(6) a. My friend discovered the victim


b. The police hit the burglar in the face

b) En el plano formal, hemos de significar que este elemento se encuentra realizado


por sintagmas nominales. Éste es el caso de los ejemplos que se acaban de considerar.

29 Esta afirmación no es del todo cierta. Con verbos como teach, show y tell se hace necesaria la
distincion entre estos elementos. Así, autores como Downing y Locke (1992:46) indican que se ha de
mantener el carácter indirecto de los objetos en las siguientes construcciones:
Who told you (the answer)?
Perhaps you could show me (how to do it)
He is teaching immigrant children (maths)
Consideramos, sin embargo, que ésta es una situación bastante marginal en inglés. Además,
obsérvese que se manifiesta en contextos sintácticos claramente delimitados, ie estructuras ditransitivas
en las que se ha omitido el objeto directo. Por todo ello, pensamos que nuestra generalización puede
tomarse como válida.

35
c) Cuando son sustituidos por un elemento pronominal, éste aparece siempre en la
forma oblicua:

(7) a. My friend discovered him


b. The police hit him in the face

d) Por último, otro procedimiento que también permite la identificación de estas


unidades sintácticas lo constituye la pasivización. Así, se dice habitualmente que el
objeto de una oración es pasivizable:

(8) a. The victim was discovered by my friend


b. The burglar was hit in the face by the police

Hemos de significar, no obstante, que si bien este criterio lleva a la transitividad, no resulta del
todo concluyente. Nótese, por ejemplo, que las oraciones siguientes, pese a incluir un objeto, no pueden
pasar a pasiva:

(9) a. The pyjama trousers don't fit him


b. *He is not fitted by the pyjama trousers
(10) a. My brother has a bicycle
b. *A bicycle is had by my brother

Como se puede comprobar, ninguno de los aspectos que se han señalado sirve
para justificar en inglés la dicotomía de objeto directo e indirecto en construcciones en las
que el verbo se construye con un solo objeto de carácter nominal30. Este hecho ha
provocado que en numerosas ocasiones las gramáticas de la lengua inglesa no precisen la
índole del objeto implicado en la transitividad. En este sentido, Zandvoort (1957:199)
manifiesta que:

30 Cuando son dos los objetos, las discrepancias que se aprecian en su comportamiento sí obligan
a fijar esta dicotomía. Así, por ejemplo, observamos diferencias de tipo distribucional:
His grandfather gave John a present
*His grandfather gave a present John
Como se ve, el objeto indirecto siempre precede al directo. Además, el objeto indirecto puede ser
parafraseado mediante un grupo preposicional situado tras el objeto directo:
His grandfather gave a present to John

36
(11) In sentences of the type They saw a light the predicate consists of a so-
called TRANSITIVE verb, followed by a noun or pronoun denoting a
person or thing affected by the action expressed by the verb. This noun or
pronoun is called an OBJECT. A verb that does not take an object is called
INTRANSITIVE.

En español, por el contrario, se han establecido una serie de principios que definen
uno y otro tipo de objeto. Comencemos, no obstante, por revisar una serie de rasgos que
ambos comparten:
a) Observamos primeramente una similar distribución en la secuencia oracional. En
estos ejemplos, estos elementos aparecen colocados en posición preverbal y postverbal
respectivamente:
(12) a. [A mi hermana]OI le gusta esa casa
b. [La ropa]OD la lavé ayer
(13) a. Esa casa le gusta [a mi hermana]OI
b. Ayer lavé [la ropa]OD

Es más, cuando en una misma construcción encontramos los dos tipos de objeto,
no se imponen restricciones de ninguna clase al orden que deben guardar:

(14) a. Los terroristas enviaron [al Presidente]OI [una carta bomba]OD


b. Los terroristas enviaron [una carta bomba]OD [al Presidente]OI

b) Nótese, por otro lado, que, cuando preceden al verbo, éstos se incrementan con
un clítico. Los ejemplos recogidos en (12) ya evidenciaban esto:

(15) a. A mi hermana le gusta esa casa


b. La ropa la lavé ayer

Pasemos ahora a constatar las propiedades que en nuestro idioma singularizan a


los objetos directos frente a los indirectos. Nos detendremos en aspectos relativos a su
realización formal y a su comportamiento en relación con los procesos de pasivización y
pronominalización.
Desde el punto de vista formal el objeto indirecto se caracteriza por ir introducido
por la preposición a:

(16) a. A Juan le interesan todas estas cosas


b. A tu hermano le duele la cabeza

37
Los objetos directos, en cambio, suelen hallarse realizados por un elemento de
naturaleza nominal:

(17) a. Mi hermana cogió un taxi


b. Su vecino cazó dos perdices

Conviene advertir, no obstante, que este rasgo no permite por sí solo reconocer el
tipo de objeto ante el que nos encontramos. Como muestran los ejemplos de (18), esta
preposición puede también ser empleada delante de un objeto directo31:

(18) a. Ese hombre golpeó a su hijo


b. Los leones seguían a los elefantes

En muchas ocasiones esta analogía morfológica entre objeto directo y objeto


indirecto, unido al hecho ya comentado de que su disposición en la oración no es fija, da
lugar a construcciones ambiguas. Consideremos el siguiente ejemplo:

(19) Uno de los soldados entregó al enemigo a sus compañeros

Se puede apreciar que la confusión creada por estos dos factores nos impide
especificar la función desempeñada por cada sintagma preposicional.
Otra de las propiedades que normalmente se han atribuido a los objetos directos
para distinguirlos de los indirectos es la posibilidad de pasivizarlos. Hemos de
apresurarnos a señalar, sin embargo, que esta prueba tampoco identifica de manera
inequívoca todas las unidades de este tipo. Tal como ocurría en inglés, en español son
muy numerosas las construcciones con objeto directo que no se pueden pasivizar:

(20) a. Ese paquete contiene dos libros


b. *Dos libros son contenidos por ese paquete
(21) a. El rey habla tres lenguas

31 Cabe señalar, no obstante, que, pese a su analogía formal, la preposición manifiesta


comportamientos distintos en ambas construcciones. Así, Fernández Lagunilla y Anula Rebollo
(1995:243-4) explican que en el caso del objeto directo estamos ante una preposición vacía, ie es un
mero marcador de caso, mientras que la preposición que precede al grupo nominal en el objeto indirecto
se trata de una preposición plena, ie asigna papel temático. La introducción de estas nociones, sin
embargo supondría exponer al alumno a conceptos con los que aún no está familiarizado.

38
b. *Tres lenguas son habladas por el rey

Nuestros recelos respecto de la eficacia de este criterio se ven acrecentados,


además, por otro aspecto muy característico de nuestra lengua: su manifiesta
predilección por la construcción activa.
Finalmente, otra prueba utilizada a favor de la distinción entre objeto directo e
indirecto es la pronominalización o sustitución por un clítico. Así, cada función es
asociada con unas formas pronominales determinadas. Con todo, hay que hacer notar
que las diferencias son únicamente apreciables en las terceras personas. Recogemos a
continuación el modo en el que en el Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua
Española la Real Academia Española (1991:424-5) regula el uso de estos elementos:

(21)lo, para el acusativo masculino; la, acusativo femenino; le, dativo de


ambos géneros, y además como acusativo masculino de persona, pero no de
cosa; en plural, los para el acusativo masculino; las, para el acusativo
femenino; les, para el dativo de ambos géneros.

Si bien, quizás, ha sido éste el apartado en el que las diferencias siempre han
aparecido más claras, las dudas que a veces se suelen observar entre los hablantes ponen
nuevamente en entredicho la eficacia de este mecanismo. Cano Aguilar (1987:338), por
ejemplo, nos advierte sobre esta particularidad al analizar el comportamiento de verbos
como contrariar y perjudicar.
Los hechos analizados evidencian que en español, al contrario de lo que ocurría en
inglés, los gramáticos han apuntado una serie de factores que nos sirven para separar los
objetos directos de los indirectos. Conviene insistir en la trascendencia de esta distinción
para el tema que nos ocupa. En efecto, como ya se ha dicho, la noción de transitividad se
ha ligado por regla general a la relación entre un verbo y un objeto directo. No se
contempla, pues, la relación entre un verbo y un objeto indirecto32. Consideramos, sin
embargo, que esta propuesta presenta una visión muy restringida de este fenómeno.
Seguidamente pasaremos a detallar los argumentos en los que sustentamos nuestra
afirmación.
En primer lugar, se podría notar que las propiedades empleadas en la identificación
de un objeto directo y, por ende, de una construcción transitiva no siempre se aprecian

32 Tal posición continúa estando vigente incluso en las investigaciones que más recientemente se
han realizado en este campo. Cano Aguilar (1987:334), por ejemplo, cuyo estudio sobre las
construcciones transitivas de nuestro idioma se ha erigido en una de las obras señeras en este tema, avisa
que: "...el objeto indirecto no sirve para caracterizar como transitiva a la oración en que aparece."

39
en todas las estructuras catalogadas como tales. A medida que hemos ido revisando cada
una de estas propiedades, hemos tenido oportunidad de dejar constancia de este hecho.
Por este motivo, vamos a pasar por alto las referencias a situaciones que lo ponen de
manifiesto. Queremos, no obstante, indicar que este razonamiento no es uno de los que
con más fuerza puede apoyar nuestra posición. En realidad, en la actualidad se defiende
la creencia de que la transitividad es una propiedad que se presenta en distintos grados.
En este sentido, Moreno Cabrera (1991:467), al señalar las características que definen
este fenómeno, refiere entre otras la siguiente:
(22)Gradualidad, porque se puede descomponer en una serie de
propiedades mínimas que no tienen por qué presentarse a la vez en todos los
casos.

Por lo tanto, nuestra crítica habrá de llamar la atención sobre argumentos aún más
convincentes.
Lo visto hasta este instante muestra que el criterio definitorio de la transitividad es
el formal. Los rasgos que hemos señalado giran alrededor de circunstancias que se
manifiestan en la estructura de superficie de las oraciones. Con todo, no puede olvidarse
que este fenómeno posee también su lado semántico. Éste tiene en cuenta los valores
nocionales de las formas lingüísticas implicadas. En este plano semántico, la definición
más simple de transitividad es aquella que, fijándose en la etimología de esta palabra
(recordemos que proviene del verbo latino transire), explica que esta etiqueta supone la
idea de una acción que pasa de un participante a otro. No vamos a entrar en más detalles
sobre este otro aspecto de la transitividad. Sí deseamos, sin embargo, poner de relieve
que, en ocasiones, esta doble aproximación puede llevar a conclusiones completamente
opuestas. Los ejemplos de (23) aclaran la situación que acabamos de comentar:

(23) a. El At. de Madrid ganó al R. Madrid por dos a cero


b. El profesor no le pega ahora al alumno

Un acercamiento puramente formal a estas construcciones, como el que


habitualmente se lleva a cabo, nos lleva a negar su condición transitiva. El empleo de la
pronominalización como mecanismo de comprobación ya lo hace patente:

(24) a. El At. de Madrid le ganó por dos a cero


b. El profesor no le pega ahora

La transformación pasiva nos permite llegar a esta misma conclusión. Ninguna de


las dos oraciones tienen correspondientes formas pasivas:

40
(25) a. *El R. Madrid fue ganado por dos a cero por el At. de Madrid
b. *El alumno no es pegado ahora por el profesor

Desde el punto de vista semántico, sin embargo, las relaciones que se establecen
entre los integrantes de estas oraciones son muy similares a las que se observan entre los
componentes de construcciones cuyo comportamiento sí es el típico de las transitivas:

(26) a. El At. de Madrid derrotó al R. Madrid por dos a cero


b. El At. de Madrid lo derrotó por dos a cero
c. El R. Madrid fue derrotado por dos a cero por el At. de Madrid
(27) a. El profesor no maltrata ahora al alumno
b. El profesor no lo maltrata ahora
c. El alumno no es maltratado ahora por el profesor

Tenemos, pues, que determinar qué aproximación deparará una descripción más
adecuada de la estructura estudiada. Mediante algunas de las oraciones presentadas hasta
aquí, ha quedado demostrado que, desde una perspectiva puramente formal, los límites
entre un objeto directo y otro indirecto, a veces, son difusos. Por ello mismo, nos parece
acertado conceder más valor al nivel semántico. A fin de fortalecer la posición que
acabamos de adoptar, hemos estimado muy conveniente recoger estas palabras de
Matthews (1981:124):

... a notional criterion is of considerable importance. For syntax has its basis
in a codification of semantic relationships. We do not expect each category
of meaning to be treated distinctly.

Por último, resulta obligado añadir, por las implicaciones que ello tiene para
nuestra asignatura, que la definición de la noción de transitividad que ofrecen las
gramáticas de la lengua española se fundamenta en datos que se manifiestan únicamente
en esta lengua. Así, la distinción entre el objeto directo y el indirecto, básica, según se ha
podido ver, para esta definición, ha quedado neutralizada en inglés en los contextos que
se han estado considerando. Nótese que los criterios en los que se apoya dicha distinción
en español carecen de relevancia en lo que toca a la descripción de la lengua inglesa. Se ha
hecho uso, por ejemplo, del criterio de la pasivización. De todos es conocido, sin
embargo, que el español y el inglés se comportan de distinto modo respecto de este
procedimiento. En este sentido, podría decirse que el inglés recurre a la construcción
pasiva tanto como el español a la activa. Por otro lado, estaba también el criterio de la

41
sustitución por formas pronominales. En relación con el mismo se ha de significar que en
inglés no se registra la diferencia entre formas acusativas y dativas. Precisamente, ha sido
esto lo que ha justificado que a construcciones como:

(28) a. It pleases me that he should want to meet her


b. Me agrada que quiera reunirse con ella

que denotan una misma realidad extralingüística y en las que, además, los verbos
requieren el mismo número de expresiones dependientes, se las considere de distinto
modo en lo que concierne a su naturaleza transitiva.
En consecuencia, creemos que es preciso encontrar una forma más unitaria de
enfocar la transitividad. Todo lo anterior ha demostrado que para poder plantear
correctamente una definición interlingüística de este fenómeno debemos atenernos a
elementos que las dos lenguas exhiban. Por este motivo, proponemos un acercamiento
realizado de acuerdo con la noción de complementación. De esta manera, lo que habría
que comprobar es si una forma verbal en un determinado contexto requiere o no la
presencia de un objeto. No hay, consiguientemente, necesidad de tomar en consideración
la índole del objeto en cuestión33. Veamos algunos ejemplos que muestran el rasgo
observado:

(29) a. Me encanta el baloncesto


b. El alcalde le habla a sus vecinos

En primer lugar, se advierte que en ambas oraciones el objeto indirecto identifica a


uno de los participantes implicados en el estado de cosas designado por el verbo. Por
otra parte, la omisión de este elemento provoca, en un caso, la agramaticalidad de la
oración en la que se encuentra:

(30) *Encanta el baloncesto

y, en el otro, una modificación en el significado del verbo. Así, mientras que en


(29.b) hablar denota un acto comunicativo entre dos o más personas, en (31) designa la
capacidad que alguien tiene para emitir sonidos articulados:

33 Muy recientemente, autores como Moreno Cabrera (1991:475-9) y Fernández Lagunilla y


Anula Rebollo (1995:271-3) se han referido brevemente a la naturaleza transitiva de los verbos que
requieren un objeto indirecto.

42
(31) El alcalde habla

El objeto indirecto se revela, pues, en todos estos casos como un elemento nuclear
de la oración. Por todo ello, concluimos que estamos ante estructuras claramente
transitivas.
Por tanto, bajo esta perspectiva, hemos trazado una nueva aproximación al
fenómeno de la transitividad. La misma ha sido realizada con la suficiente generalidad
como para caracterizar de manera uniforme el tipo de estructuras sintácticas que en
inglés y español se habrían de incluir en este apartado.

43
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44
La explicación de las estructuras transitivas: consideraciones
sobre una descripción contrastiva inglés-español. Aproximación
práctica.

Joaquín José Fernández Domínguez y Francisco Javier Tamayo Morillo

A continuación profundizaremos en algunos de los aspectos anteriormente


esbozados y trataremos de arrojar luz sobre el principal objeto del presente trabajo, la
descripción y explicación de las estructuras transitivas en un curso universitario de
Gramática Contrastiva (GC) Inglés-Español. Para tal fin, nos aproximaremos al
problema desde una perspectiva eminentemente práctica y pedagógica. Así, iremos
complementando nuestra exposición con los resultados de dos encuestas realizadas a los
alumnos del grupo 1 de la asignatura de Gramática Contrastiva Inglés-Español de la
Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla al comienzo del curso académico
1995/96.
Sin duda, el carácter idiosincrásico de un curso de GC juega un papel primordial a
la hora de afrontar la elección de un adecuado modelo de descripción gramatical de las
estructuras transitivas así como su explicación a un alumnado con un particular bagaje
académico.
La asignatura de Gramática Contrastiva Inglés-Español se ubica como optativa en
el tercer curso de los estudios de Filología Inglesa. Dicho curso es el primero de la
Especialidad y hasta entonces el alumnado sólo ha recibido enseñanza del inglés como
lengua extranjera. Por lo tanto, hasta ese momento el estudiante carece de una
aproximación lingüística teórica al estudio y análisis de las estructuras gramaticales del
inglés.
En lo que se refiere a la lengua española, en los dos cursos precedentes existe la
posibilidad de tomar como optativas las asignaturas de Lingüística General y Lengua
Española. De este modo, puede darse el caso de que un estudiante acceda al curso de GC
teniendo el COU como referente más cercano en el estudio de la gramática del español.
Nuestra primera encuesta trata de ofrecer un cuadro ilustrativo del bagaje
académico del alumnado en los estudios lingüísticos en general y en los del español en
particular (véase APÉNDICE 1). Los resultados que arrojó la misma son los que se
detallan a continuación:

45
ENCUESTA 1
NÚMERO TOTAL DE ESTUDIANTES ENCUESTADOS: 121
A. Nº de estudiantes que han cursado Lingüística General y Lengua Española ...................33 (27.2%)
B. Nº de estudiantes que han cursado sólo Lingüística General........................................... 7 (5.7%)
C. Nº de estudiantes que han cursado sólo Lengua Española .......................................... 50 (41.3%)
D. Nº de estudiantes que no han cursado ninguna de las dos asignaturas ............................ 31 (25.6%)

En lo tocante a los restantes apartados de su historial académico, la práctica


totalidad de los alumnos pertenecen a la especialidad de Filología Inglesa, cursan la
asignatura de GC por primera vez y han tenido contacto con el estudio de la lengua
española en el primer curso de BUP y en el COU.
Una vez finalizada la primera encuesta, se les realizó una segunda (véase
APÉNDICE 2) que recibió la denominación Test de estructuras gramaticales. Mediante
la misma se pretendía descubrir la capacidad del estudiante para definir, delimitar y
analizar el fenómeno de la transitividad en inglés y español. Los resultados de las dos
primeras preguntas, en las que se pide al estudiante que defina una oración transitiva en
las dos lenguas, son los siguientes:

ENCUESTA 2
NÚMERO TOTAL DE ESTUDIANTES ENCUESTADOS: 118
1. ¿Qué se entiende por oración transitiva en español?
A. Aquella que presenta un objeto directo .................................................................. 104 (88.1%)
B. Aquella que presenta un complemento ........................................................................ 8 (6.7%)
C. No sabe / no contesta ............................................................................................. 5 (4.2%)
D. Otros ................................................................................................................... 1 (0.8%)
2. ¿Qué se entiende por oración transitiva en inglés?
A. Aquella que presenta un objeto directo ................................................................... 75 (63.5%)
B. Aquella que presenta un complemento ........................................................................ 8 (6.7%)
C. No sabe / no contesta .......................................................................................... 34 (28.8%)
D. Otros ................................................................................................................... 1 (0.8%)

Si se cotejan los datos de ambas encuestas parecen extraerse resultados


interesantes: un 88.1% de los estudiantes encuestados limita la transitividad en español a
aquellas oraciones en las que este presente un objeto directo (OD) y un 63.5% ofrece la
misma definición para el inglés, en muchos casos respondiendo que la transitividad en
inglés es lo mismo que en español. Sin embargo, es de destacar el 28.8% que no sabe o
no contesta en el caso del inglés frente al 4.2% en el caso del español. Si volvemos a la
primera encuesta, se observa que un 68.5% de los estudiantes han cursado la asignatura

46
de Lengua Española, lo que con casi toda probabilidad ha condicionado su concepción
tradicional de la transitividad en español. En el caso del inglés, la tendencia parece haber
sido a trasladar el concepto del español al inglés; del mismo modo que se tiende a
conferir positive transfer value (Whitley 1986:4) de manera equivocada a estructuras
gramaticales que no lo tienen, el estudiante tiende a hacer lo mismo con conceptos del
metalenguaje lingüístico como puede ser la transitividad.
Hay que recordar, no obstante, que un 28.8% reconoce no saber definir la
transitividad en inglés o simplemente no contesta a la pregunta. Creemos que puede
tratarse de personas que no optaron por trasvasar el concepto español y que carecen de
conocimientos teóricos suficientes de la gramática del inglés para intentar una definición,
situación ésta que es lógica en este estadio de la trayectoria académica del estudiante,
como señalamos más arriba.
Queda por analizar el papel de la asignatura de Lingüística General en el cuadro
general que estamos analizando. Es ésta una asignatura que ofrece una introducción a los
estudios de lingüística teórica y que inicia al estudiante en la descripción general de las
estructuras lingüísticas así como en el análisis contrastivo o comparativo de distintas
lenguas. Sin embargo, sólo un 32.9% de los encuestados han cursado dicha asignatura. En
este sentido, nos permitimos aventurar la hipótesis de que este bajo índice puede
también contribuir a explicar la tradicional y limitada definición de la transitividad en
español aportada por los estudiantes, su trasvase automático al inglés e incluso el
aumento en el porcentaje de alumnos que ni siquiera la definen en inglés. El 25.6% que
no ha cursado ninguna de las dos asignaturas, teniendo lejano su último contacto con los
estudios gramaticales del español y careciendo del bagaje que puede aportar Lingüística
General sin duda contribuye a los resultados anteriormente analizados.
Como puede deducirse del panorama expuesto más arriba, se hace necesario un
modelo contrastivo de descripción gramatical que provea al estudiante de una
concepción más amplia, integrada y homogénea del fenómeno de la transitividad. Así
pues, consideramos esencial este concepto amplio de la transitividad con vistas a una
adecuada descripción y explicación de las estructuras sintácticas transitivas del inglés y
del español. En este sentido, hay que hacer notar el hecho de que difícilmente puede
lograrse tal objetivo partiendo del estudio aislado de gramáticas del español o del inglés,
o de libros del tipo Bilingual Grammar of English-Spanish Syntax de Hill y Bradford y
Spanish/English Contrasts de Whitley, donde los aspectos relativos a la enseñanza y la
pedagogía así como a la lengua originaria del estudiante (en este caso la inglesa) se

47
imponen sobre un análisis contrastivo exhaustivo y eficaz de las estructuras
gramaticales34.

34A continuación se exponen algunos ejemplos de la falta de rigor y profundidad que, a nuestro
parecer, caracteriza al análisis y descripción gramaticales del tipo de los libros anteriormente aludidos.
Como ejemplo de gramática del español puede tomarse la reciente Gramática de la lengua española
de Emilio Alarcos Llorach. Según este autor (Alarcos 1994:283 y ss), en los ejemplos siguientes los
elementos subrayados (el subrayado es nuestro) realizan función de objeto preposicional con relación al
verbo de la oración: (i) Hablan de música
(ii) Acabó con sus ahorros
(iii) Residía en Argentina
(iv) Los aborígenes habitaban en esas cuevas
(v) En este lago desemboca el río
(vi) Metió el coche en el garaje
(vii) Pon las cartas en la bandeja
Paradójicamente, al explorar las diferencias entre el objeto indirecto y el adyacente circunstancial
(Alarcos 1994: 292):
(viii) Puso dos cerraduras a la puerta (objeto indirecto)
(ix) Puso dos macetas a la puerta (adyac. circunstancial)
el autor analiza como adyacente circunstancial (categoría normalmente prescindible en su modelo
gramatical) el sintagma preposicional a la puerta en (viii) cuando realiza idéntica función al supuesto
objeto preposicional obligatorio en la bandeja de la oración (vii).
En nuestro modelo de descripción gramatical los ejemplos anteriormente comentados serían
analizados del siguiente modo:
(i) Hablan de música (SVOP)
(ii) Acabó con sus ahorros (SVOP)
(iii) Residía en Argentina (SVA)
(iv) Los aborígenes habitaban en esas cuevas (SVA)
(v) En este lago desemboca el río (SVA)
(vi) Metió el coche en el garaje (SVODA)
(vii) Pon las cartas en la bandeja (SVODA)
(viii) Puso dos cerraduras a la puerta (SVODOI)
(ix) Puso dos macetas a la puerta (SVODA)
(donde A= adverbial o circunstancial de lugar obligatorio)
En lo que se refiere al libro contrastivo Bilingual Grammar of English-Spanish Syntax de Hill y
Bradford sirva la siguiente cita como botón de muestra (Hill & Bradford 1991:269):
"n a ser passive sentence, what was an indirect object in the active version of the sentence cannot
be used as the subject of the passive version: El jefe me dio cincuenta pesos--> * Me fueron dados

48
Es por todo ello que en nuestro curso hemos diseñado un modelo de descripción
gramatical teniendo como meta el rigor y profundidad teóricos que deben caracterizar a
un curso universitario de análisis contrastivo de lenguas. Las herramientas básicas han
sido tomadas del modelo de gramática de Quirk y sus colaboradores, especialmente la de
1985, y del Diccionario sintáctico del verbo inglés de Francisco Garrudo. La siguiente
cita de Aarts y Wekker (Fisiak (ed.) 1990:163-171) puede servir como compendio de las
ideas anteriormente expresadas:

A pedagogical contrastive grammar of two languages need not be based on a


particular linguistic theory. The contrastive grammarian should be free to
base his description on more than one theory, provided he succeeds in
finding a pedagogically suitable format for the presentation of his findings...
In the case of closely related languages such as English and Dutch, the Quirk
grammars offer an excellent basis for comparison.

Centrándonos en el fenómeno concreto de la transitividad, hay que señalar que en


nuestra descripción contrastiva incluimos dentro de la misma todas aquellas oraciones
inglesas y españolas cuyos verbos normalmente requieren ser complementados por uno
o más objetos. Dentro de la categoría objeto se incluye el objeto directo (OD), el objeto
indirecto (OI) y el objeto preposicional (OP), también conocido en algunas gramáticas
del español como complemento régimen del verbo o suplemento.

cincuenta pesos por el jefe " Sin duda, la oración Me fueron dados cincuenta pesos por el jefe es
completamente gramatical, ya que lo que se ha convertido en sujeto pasivo ha sido el OD y no el OI. La
oración inaceptable por pasivización del OI que los autores debían haber incluido para ilustrar su
exposición teórica sería * Yo fui dado cincuenta pesos por el jefe.
En el caso de Spanish/English Contrasts de M.S. Whitley puede servir de ilustración de su poca
idoneidad como modelo de descripción y análisis gramatical su adscripción a la categoría de OI inglés de
las unidades subrayadas (el subrayado es nuestro) más abajo (Whitley 1986:137):
(x) I gave my fullest attention to John
(xi) I mailed the letter to Alfred
Gramáticas más exhaustivas y rigurosas del inglés como las de Quirk y sus colaboradores (Quirk
et alii 1985) y las de R. Huddleston (Huddleston 1984;1988), así como el Diccionario sintáctico de F.
Garrudo establecen una acertada distinción sintáctica entre el OI realizado por sintagmas nominales y el
objeto o complemento preposicional ,que hacemos nuestra:
(xii) I gave John a book (SVOIOD)
(xiii) I gave a book to John (SVODOP)

49
De esta manera, las oraciones que se ofrecen a continuación son ejemplos de
esquemas sintácticos transitivos:

(i) Compré una botella de vino (SVOD)-I bought a bottle of wine (SVOD)
(ii) Me gusta la música clásica (SVOI)-I like classical music (SVOD)
(iii) Me dieron el dinero (SVOIOD)-They gave me the money (SVOIOD)
(iv) No di con la palabra adecuada (SVOP)-I couldn't come up with the right
word (SVÄOP)
(v) La acusaron de asesinato (SVODOP)-They accused her of murder
(SVOIOP)

En la segunda de nuestras encuestas se pedía a los alumnos que identificaran las


oraciones que consideraran transitivas de una lista de dieciséis. Los resultados obtenidos
fueron los siguientes:

ENCUESTA 2
Pregunta nº 3
A la derecha de cada oración se especifica el número y porcentaje de alumnos sobre un total de
118 encuestados que la consideraron transitiva.
1. La mayoría apoya al candidato oficial 79 (67%)
2. Go through the files again 28 (23.7%)
3. We love this game 109 (92.3%)
4. Nos encanta este juego 55 (46.6%)
5. A los asistentes les preguntaron sobre sus planes de futuro 39 (33%)
6. The smell put me off 49 (41.5%)
7. Cada uno mira por sus intereses 9 (7.6%)
8. They blamed the accident on them 83 (70.3%)
9. Hablaron de los viejos tiempos 22 (18.6%)
10. El jurado absolvió a OJ Simpson de la acusación de asesinato 70 (59.3%)
11. She got away with a fine only 11 (9.3%)
12. Al final no dimos con el bar 9 (7.6%)
13. Hablaban de oídas 3 (2.5%)
14. She bought a present for her husband 118 (100%)
15. Miraron por todas partes 4 (3.3%)
16. Pronto se arrepintió de haber venido 11 (9.3%)

De dichos resultados pueden extraerse interesantes conclusiones con vistas a la


descripción y explicación del fenómeno de la transitividad en la clase de GC: las

50
oraciones monotransitivas y ditransitivas con presencia de OD, como era de esperar, son
las más identificadas por los estudiantes:

14. She bought a present for her husband (100%)


3. We love this game (92.3%)
8. They blamed the accident on them (70.3%)
1. La mayoría apoya al candidato oficial (67%)
10. El jurado absolvió a OJ Simpson de la acusación de asesinato (59.3%)

Las dos oraciones no transitivas con presencia de circunstanciales de modo y lugar


respectivamente también fueron fácilmente detectadas por los estudiantes:

13. Hablaban de oídas (2.5%)


15. Miraron por todas partes (3.3%)

Como podía esperarse, las oraciones que carecían de OD pero sí presentaban OI


fueron clasificadas como transitivas por un menor porcentaje de los encuestados:

4. Nos encanta este juego (46.6%)


5. A los asistentes les preguntaron sobre sus planes de futuro (33%)

No obstante, es considerable el número de alumnos (46.6%) que identificaron la


oración 4 como transitiva, dato ciertamente contradictorio si se tiene en cuenta el 88.1%
que consideraba imprescindible la presencia de un OD para hablar de transitividad en
español. Nuestra hipótesis es que pueden invocarse dos factores explicativos: por un
lado, una errónea consideración de nos como OD y, por otro, una más que probable
influencia de la oración inglesa contigua 3 (we love this game), mayoritariamente
clasificada como transitiva (92.3%). Este segundo factor podría, a su vez, esconder una
visión latente de la transitividad mucho más amplia: ambos verbos son transitivos ya
que requieren un objeto, independientemente del hecho de que éste sea directo o
indirecto. Una descripción contrastiva debería sin duda hacer hincapié en la presencia en
estos dos ejemplos 3 y 4 de lo que se conoce como reverse construction (Whitley
1986:140-142): los mismos participantes semánticos reciben del verbo funciones
sintácticas opuestas en las dos lenguas.
A continuación llegamos a uno de los aspectos más relevantes del análisis. Se trata
de la denominada transitividad preposicional, es decir, aquellos casos en los que un
verbo transitivo rige un objeto realizado por un sintagma preposicional encabezado por
una preposición seleccionada léxicamente por el verbo. Es éste, en vista de los

51
resultados, uno de los aspectos de la transitividad menos conocido por los estudiantes;
en el caso del inglés, dos oraciones como 2 y 11 que presentan dicha estructura son
identificadas por un porcentaje muy bajo de alumnos:

2. Go through the files again (23.7%)


11. She got away with a fine only (9.3%)

La oración 11 refleja la especial dificultad que los verbos adverbio-preposicionales


ingleses suelen plantear al alumnado. En comparación con el verbo preposicional de 2 y
el adverbio-preposicional de 11, el verbo adverbial de 6 recibe un porcentaje mayor de
asignación a la transitividad:

6. The smell put me off (41.5%)

Este hecho puede deberse a la importancia que suele concederse en anteriores


cursos de inglés como lengua extranjera, del tipo de los hasta ahora recibidos por los
estudiantes, al posicionamiento del OD con verbos adverbiales del tipo de put off. De
todas formas, si se compara este ejemplo 6 con casos como el 14 y el 3, donde el verbo
transitivo es simple, la diferencia de porcentajes es notoria. Por todo ello, debemos
concluir que en un estudio teórico exhaustivo de las estructuras transitivas hay que
conceder especial atención a los distintos tipos de verbos compuestos transitivos en
inglés.
Los resultados más sorprendentes se obtienen con los ejemplos de transitividad
preposicional en español, un aspecto que los estudiantes parecen desconocer
considerablemente. Un ejemplo típico de esta construcción en español como 9 es
identificado como transitivo por un porcentaje realmente pequeño de los encuestados:

9. Hablaron de los viejos tiempos (18.6%)

Si pasamos a las oraciones con un considerable grado de idiomaticidad en la


secuencia léxica verbo más preposición como son 7 y 12, los porcentajes se tornan
ínfimos:

7. Cada uno mira por sus intereses (7.6%)


12. Al final no dimos con el bar (7.6%)

52
El tipo especial de transitividad preposicional española con verbo incrementado
léxicamente por se ejemplificado por la oración 16 también presenta un porcentaje
mínimo:

16. Pronto se arrepintió de haber venido (9.3%)

La transitividad preposicional debe ser, sin duda, uno de los aspectos sobre los
que más se trabaje en el alumnado de la clase de GC. De este modo, es necesario dejar
clara la relación funcional y semántica de oraciones como:

(vi) Al final no dimos con el bar (OP)


(vii) Al final no encontramos el bar (OD)

A este respecto, resultan especialmente ilustrativas las palabras de Rafael Cano


(1981:363):

La relación funcional, y semántica, de la transitividad puede realizarse por


más de una forma: la distinción entre transitividad "directa" y
"preposicional" residirá sólo en el plano morfológico

También debe incidirse sobre la presencia de verbos transitivos-preposicionales en


las dos lenguas con idéntico grado de idiomaticidad y presencia de distintas
preposiciones regidas por el verbo en cada lengua:

(viii) ¿Quién mira por los niños?


(ix) Who's looking after the children?

Otro aspecto que resulta interesante desde la perspectiva de un curso de GC es la


diferente conducta que hacia el fenómeno de la pasivización presentan los verbos
transitivos-preposicionales en inglés y en español:

(x) Were the children looked after?


(xi) *¿Fueron los niños mirados por?

Por último, conviene prestar especial atención a la correspondencia de estructuras


transitivas directas en una lengua con estructuras preposicionales en la otra:

(xii) They are looking for it-Lo están buscando

53
(xiii) Se arrepintió de haber venido-He regretted having come

Nuestro objetivo primordial en el presente trabajo no ha sido otro que ofrecer un


esbozo de algunos de los problemas más frecuentes que plantea la elaboración y
enseñanza de un curso de Gramática Contrastiva Inglés-Español en el marco general de
los estudios de la Licenciatura en Filología Inglesa. De nuestra anterior exposición
pueden extraerse, a modo de conclusión, los siguientes factores como especialmente
relevantes y dignos de ser tenidos en cuenta: el carácter idiosincrásico de un curso de
gramática con un enfoque contrastivo, el rigor y la profundidad teórica que deben
presidir cualquier acercamiento al estudio de lenguas en el nivel universitario, la elección
de un modelo adecuado de descripción y análisis gramatical y, por último, la evaluación
del bagaje académico y necesidades del alumnado, en especial en lo referente a las
estructuras gramaticales de la lengua española.
En nuestro trabajo hemos tomado como principal objeto de estudio las estructuras
transitivas en inglés y en español, pero no cabe duda de que muchas de las ideas
anteriormente esbozadas bien podrían extenderse y aplicarse a muchas otras áreas de la
estructura gramatical de nuestras dos lenguas.

54
APÉNDICE 1
ENCUESTA 1
GRAMÁTICA CONTRASTIVA INGLÉS-ESPAÑOL
TERCER CURSO GRUPO 1
CURSO 1995/96
APELLIDOS:___________________________________
NOMBRE:_____________________________________
1. ¿Eres de la especialidad de Filología Inglesa? En caso de respuesta negativa, indica tu
especialidad:
2. ¿Repites la asignatura de Gramática Contrastiva Inglés-Español?
3. Indica las asignaturas de lengua española que cursaste en el BUP y el COU. En cada caso,
especifica el curso al que pertenecía la asignatura:
4. ¿Has cursado la asignatura de Lingüística General en el primer o segundo curso de la carrera?
En caso de respuesta afirmativa, indica la calificación que obtuviste:
5. ¿Has cursado la asignatura de Lengua Española en el primer o segundo curso de la carrera?
En caso de respuesta afirmativa, indica la calificación que obtuviste:

55
APÉNDICE 2
ENCUESTA 2
GRAMÁTICA CONTRASTIVA INGLÉS-ESPAÑOL
TERCER CURSO GRUPO 1
CURSO 1995/96
APELLIDOS:____________________________________
NOMBRE:______________________________________
Test de estructuras gramaticales
1. ¿Qué se entiende por oración transitiva en español?
2. ¿Qué se entiende por oración transitiva en inglés?
3. Señala con una cruz las oraciones que sean transitivas:
___(1) La mayoría apoya al candidato oficial
___(2) Go through the files again
___(3) We love this game
___(4) Nos encanta este juego
___(5) A los asistentes les preguntaron sobre sus planes de futuro
___(6) The smell put me off
___(7) Cada uno mira por sus intereses
___(8) They blamed the accident on them
___(9) Hablaron de los viejos tiempos
___(10) El jurado absolvió a OJ Simpson de la acusación de asesinato
___(11) She got away with a fine only
___(12) Al final no dimos con el bar
___(13) Hablaban de oídas
___(14) She bought a present for her husband
___(15) Miraron por todas partes
___(16) Pronto se arrepintió de haber venido

56
Bibliografía.

Alarcos Llorach, E. 1994. Gramática de la lengua española, Madrid: Espasa Calpe.


Alcina Franch, J. y J.M. Blecua. 1975. Gramática española, Barcelona: Ariel.
Butt, J. & C. Benjamin. 1988. A New Reference Grammar of Modern Spanish, London:
Edward Arnold.
Cano, R. 1981. Estructuras sintácticas transitivas en el español actual, Madrid: Gredos.
Fisiak (ed.) 1990. Further Insights into Contrastive Analysis, Amsterdam: John
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Galimberti Jarman, B. & R. Russell (eds.) 1994. Diccionario Oxford español-
inglés/inglés-español, Oxford:O.U.P.
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Hill, S. & W. Bradford. 1991. Bilingual Grammar of English-Spanish Syntax, Lanham:
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Huddleston, R. 1988. English Grammar: an Outline, Cambridge: C.U.P.
Millán Chivite, A. 1990. "Categorías, funciones y valores del se español: proyección
didáctica", Cauce nº 13, pp.161-201.
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Sagües Subijana, M. 1983. Manual de gramática española, San Sebastián: Txertoa.
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D.C. Heath and Company.
Whitley, M. S. 1986. Spanish/English Constrasts.A Course in Spanish Linguistics,
Washington, D.C.: Georgetown University Press.

57
Metáfora oracional: incidencia en la estructura pragmática de la
oración

Rafael Martínez Vázquez

1. Metáfora oracional.

Entiendo que la metáfora oracional es un proceso de derivación semántica. El


proceso consiste en proyectar una estructura oracional (metafórica) sobre otra (base),
de modo que se crea una estructura compleja que contiene elementos de ambas
estructuras, aunque la proyectada es más visible que la base. El resultado es un caso
particular de fusión semántica, es un tipo de estructura fundida. Pero las estructuras
metafóricas son diferentes de otras estructuras fundidas y de estructuras metafóricas
simples. Ilustro los tres casos, a fin de que se aprecie la diferencia.

(1) Estructura fundida.


Varias oraciones básicas:
Vi a Pedro. Vi a María. Vi el beso. Pedro besó a María.
Estructura fundida:
Vi a Pedro besando a María.
Metáfora simple.
Estructura semántica básica:
Pedro besó a María. (= acción besar)
Esquema proyectado:
Dar algo a alguien. (= acción dar)
Estructura metafórica:
Pedro dio un beso a María. (metáfora: besar es dar)
Metáfora oracional.
Estructura semántica básica:
Pedro besó a María. (= acción manipulativa)
Esquema proyectado:
Alguien es alguien (= predicación de identidad)
Estructura metafórica:
Fue Pedro quien besó a María. (metáfora or.: besar es ser quien besa)

59
La estructura fundida tiende a reducir componentes reiterados en las estructuras
básicas. Las estructuras metafóricas tienden a aumentar la estructura base,
enriqueciéndola con los matices de la estructura proyectada. La metáfora oracional, a
diferencia de la metáfora simple, no altera la estructura de la oración básica, sino que da
lugar a una oración compleja.
La tesis que sostengo en las páginas que siguen es que las oraciones conocidas en
inglés como cleft sentences (pseudo cleft, ...) son oraciones pseudocopulativas o
copulativas metafóricas y que sus rasgos más significativos, tanto sintácticos, como
semánticos y pragmáticos son derivados de la estructura copulativa proyectada sobre
ellas.

2. Copulativas atributivas / identificativas.

2.1. Estructura sintáctica.

Básicamente todas responden al mismo esquema sintáctico: Sujeto, Cópula y


Complemento de Sujeto, que funciona como predicado nominal.

S cop CS = cop {CS} (S)

En ambas lenguas hay cuatro modelos formalmante (y categorialmente) distintos.

SN ser A SN be A
SN ser S SN be S
SN ser SNI SN be SNI
SN ser SND SN be SND
(A= Adjetivo, S = Sustantivo, SN= Sintagma Nominal, I= Indefinido, D=
Definido)

2.2. Codificación de las funciones sintácticas.

Las funciones sintácticas se codifican mediante procedimientos formales paralelos


en ambas lenguas: categoría del predicado, orden de palabras y concordancia del verbo
con el sujeto.
La categoría del término del que deriva el predicado nominal puede ser
determinante. Un adjetivo o sustantivo sin operadores de definición (artículos, etc.) ,
sólo puede ser predicado en ambas lenguas:

60
(2) Pedro es inteligente.
Peter is intelligent.
Pedro es capitán del equipo.
Peter is captain of the team.

El orden de palabras contribuye a desambiguar los casos restantes, en que


coinciden dos SN con alguna determinación referencial. El término que precede al verbo
tiende a interpretarse como sujeto en español. En inglés, el orden SV tiene carácter
normativo en todo tipo de oraciones:

(3) Pedro es el capitán del equipo.


El capitán del equipo es Pedro.
Peter is the captain of the team.
The captain of the team is Peter.
Una casa de la esquina es la casa de Pedro.
La casa de Pedro es una casa de la esquina.
A house on the corner is Peter's house.
Peter's house is a house on the corner.

La concordancia del verbo con el sujeto es más rígida en inglés. En español parece
más tolerada la concordancia con el predicado. De modo que este proceso gramatical es
sintácticamente mas revelador en inglés. Las diferencias se observan en concordancia de
persona y en concordancia de número.
En español el predicado tiende a concertar con el término personal más marcado
(primera, segunda) :

(4) Yo soy el capitán del equipo.


El capitán del equipo soy / *es yo.
I am the captain of the team.
?The captain of the team is me.
Yo soy ése. Ése soy yo.
I am that one. That's me.

En inglés se añade la peculiaridad de que el pronombre personal en función de CS


puede adoptar flexión oblicua (caso complemento; Quirk et al. 1985:729). Halliday
(1985:117) defiende que las fórmulas That´s me, Which is me? son las fórmulas
correctas, pues en ellas el pronombre personal es complemento y en inglés todos los

61
complementos aparecen en caso oblicuo. Las fórmulas como Which is I? no deberían
existir porque producen una ruptura entre caso y función.
En cuanto al número, el verbo español muestra una marcada tendencia a concertar
con el término en plural (más marcado):

(5) La cerveza *es / son veinte duros.


The beer is three dollars.
El problema son tu dos hermanos.

2.3. Estructura semántica.

En el nivel semántico, las oraciones copulativas pueden constituir dos modelos


básicos diferentes: el modelo atributivo: propiedad (entidad) y el modelo identificativo:
identidad (entidad) . El predicado atributivo (characterization attribute Quirk et al)
asigna una propiedad o una descripción de clase a una entidad. El predicado
identificativo (identification attribute) predica la identidad de una entidad, sobre la base
de una correferencia plena entre dos términos (Cf. Martínez Vázquez 1991:52) . La
diferencia se puede esquematizar así:

atributiva: [ {propiedad} (x: entidad) ]


identificativa: [ {xi:identidad} (xi:entidad) ]

El segundo esquema refleja la relación de correferencialidad mediante la


coinstanciación de variables de entidad ligadas (x = variable de entidad) .
Las diferencias entre los modelos son semánticas y no pueden establecerse con
criterios formales o sintácticos. Puede apuntarse, como criterios aproximados, los
hechos siguientes (Cf. Quirk et al. 1985:741 ss.):
1) Los adjetivos sólo pueden formar predicados atributivos:

(6) Pedro es inteligente. ( inteligente (xi:Pedro) )


Peter is intelligent. ( intelligent (xi:Peter) )

Lo mismo cabría decir de cualquier término sin referencia específica. Tal parece ser
el caso del sustantivo no articulado del español, más no del inglés:

(7) Pedro es profesor. ( profesor (x:Pedro) )


*Peter is teacher.

62
Y, en general, de los nombres indefinidos del inglés:

(8) Peter is a teacher. ( teacher (xi:Peter) )


Peter and Mary are teachers.

Halliday (1985:115) da a entender, sin lugar a dudas, que esta es la única acepción
posible. Langaker (1991:68) , por su parte, aunque no es del todo claro, sostiene lo
contrario. Sugiere una interpretación referencial del predicado indefinido, pues sostiene
que refiere un miembro de una clase dada. Pero matiza y subraya que se trata de un
miembro arbitrario y añade: «It is arbitrary in the sense that this instance conception is
"conjured up" by the speaker and hearer solely for porpuses of making a type
attribution, and has no status outside the confines of this predicate nominative
construction». A pesar de todo insiste en la interpretación identificativa: «The inclusión
of Alice in the thief class is therefore specified indirectly, via her identification with an
arbitrary member». En la misma línea se expresa M. Martínez Vázquez (1991:51) a
propósito de they considered him a fool, esquema con referencialidad atributiva:

«Existe una relación de correferencialidad entre him y a fool. Pero, no


podemos decir que a fool apunte al mismo referente que h e , sino
simplemente que designa una propiedad del referente que señala he. La
lengua no introduce el atributo como designador de un nuevo referente
extralingüístico sino como modificación semántica de un sintagma anterior de
su nivel oracional.»

Sólo en contextos muy precisos (metalingüísticos o pseudo-metalingüísticos, con


referencia a sistema) parece posible predicar la identidad o correferencialidad de dos
adjetivos o SNI sin referencia específica:

(10) Obediente es bueno.


Un perro es un animal ladrador.

Y, por supuesto, en expresiones tautológicas:

(11) Un banquete es un banquete!

2) Sólo los predicados atributivos admiten una comparación (Martínez Vázquez


1991:53):

63
She is as intelligent as Peter.
He is a teacher, like his father.
*He is the teacher, like his father.

3) La identidad tiende a ser concebida como propiedad predicable de una sola


entidad. Los predicados identificativos se asocian típicamente con términos definidos,
que refieren entidades únicas en su contexto:

(12) Pedro es el profesor. ( {def xi: profesor} (xi:Pedro) )


Peter is the teacher. ( {def xi: teacher} (xi:Peter) )

El predicado inglés con nombre sin artículo en singular (zero article Quirk et al.
1985:276) se percibe como identificativo con un determinante omitido (Quirk et al.
1985:743):

(13) Joan is president of the company.


Peter is captain of the team.

Precisamente este empleo es permitido en inglés cuando el predicado designa un


rol o tarea único en un contexto dado. Tanto en inglés como en español, el adjetivo
calificativo que designa un grado extremo y único de posesión de la cualidad, el
superlativo, constituye una expresión definida y forma predicado identificativo:

(14) Pedro es el mejor.


Peter is the best.

4) Los distintos modelos están asociados a las interrogativas correspondientes (Cf.


Halliday 1985:115; Martínez Vázquez 1991:53):

(15) AT = ¿Qué/cómo es Pedro?


Pedro es profesor.
AT = What/how is Peter?
Peter is a thief.
ID = ¿Quién/cuál es Pedro?
Pedro es un/ el profesor.
Pedro es un profesor que conocí el otro día y me ha acompañado a clase
desde entonces. ( {indef xi:profesor: ...} (xi:Pedro) )
ID = Who/which is Peter?

64
Peter is the thief.
Peter is one of the thieves.
Peter is a thief whom I met the other day and who has been working with
me ever since. ( {indef xi:thief: ...} (xi:Peter) )

5) Las oraciones copulativas identificativas son reversibles. (Cf. infra 2.3.2).


6) En español, la cópula estar sólo puede generar predicados atributivos:

(16) Pedro está guapo.


Pedro es guapo.
Pedro es el guapo.
*Pedro está el guapo / el profesor / éste.

No debe relacionarse esta distribución con una falsa implicación de permanencia o


constancia, que parece natural atribuir a las identidades: es natural considerar que la
identidad de una entidad es constante, es algo asociado permanentemente a esa entidad.
En consecuencia sería una tentación explicar la distribución de ser / estar comentada más
arriba en relación con el valor que suele atribuirse a estar de designar estados transitorios
o pasajeros. No hay que llamarse a engaño. El verbo estar se relaciona con estados no
contingentes:

(17) El Everest está en el Himalaya.

Simplemente parece quedar descartado del modelo identificativo porque así lo


establece el sistema.
7) La diferencia entre atribución e identificación se extiende a otros modelos
copulativos, como el de copulativas locativas (ubicación (entidad)):

(18) ¿Dónde estoy?


Tú estás aquí.
¿Donde soy yo?
Tú eres aquí.

Adviértase en los ejemplos siguientes la ambigüedad de las expresiones inglesas


respecto a las españolas:

(19) Tú eres aquí / tú estás aquí // you are here


Tú eres aquí / aquí eres tú // you are here / *here you are / ?here is you

65
Aquí estás / here you are

8) La identificación -a diferencia de la identidad- es una noción considerablemente


pragmática y dependiente de factores contextuales. Cuando Lyons (1977:416; cf.
Halliday 1985:115) comenta que las estructuras identificativas se emplean para
«identificar el referente de una expresión mediante el referente de otra» está
indirectamente aludiendo a un contexto situacional muy específico: no se conoce el
referente de una expresión.
El que un predicado pueda servir o no para identificar -en este sentido- una
entidad no es en ningún caso un rasgo que defina necesariamente los predicados
identificativos. Puedo decir a mi padre: tú eres mi padre y no estoy invitándole a que se
identifique a sí mismo.
9) Las diferencias entre atributivas e identificativas no son sustanciales, sino de
conceptualización: una misma realidad puede ser representada mediante esquemas
abstractos diferentes:

(20) ¿Qué es Pedro?


Pedro es profesor.
¿Quién es Pedro?
Pedro es un profesor.

2.3.1. Identificativas de rol.

Un subtipo concreto del modelo identidad (entidad), que es conveniente traer a


colación, es el de rol (entidad). Me refiero concretamente a rol:identidad (entidad), pues
el modelo rol:propiedad (entidad) también se realiza. En el modelo identificativo de rol
se predica como identidad de una entidad el rol o función específica que esa entidad
desempeña en un contexto determinado y no sus atributos específicos (Cf. Martínez
Vázquez 1991:53):

(21) He is the new president. (rol:identidad (entidad))


He is the tall one. (atributo:identidad (entidad))

El interés que tiene este modelo es que contradice alguna implicación que
naturalmente o intuitivamente parece derivarse del modelo identificativo (general o de
atributo específico). Me refiero a una implicación de permanencia o constancia: es
natural considerar que la identidad de una entidad es constante, es algo asociado
permanentemente a esa entidad. Las identificativas de rol pueden predicar una identidad

66
contingente. Nótese como ésta se expresa mediante variaciones aspectuales-temporales
del predicado, con usos en principio chocantes en entornos estativos. Aquí encontramos
de nuevo mayor riqueza expresiva en español que en inglés:

(22) Tú serás el portero / You will be the goal-keeper


Tú fuiste/eras el portero / You were the goal-keeper

Debo insistir en el empleo de los tiempos verbales del español para aclarar algunas
diferencias significativas que establecen y categorizaciones que implican:

(23) atributivas
Eras valiente.
Fuiste valiente.
~ Sé valiente.
~ Estás siendo muy valiente.
identificativas (de atributo específico)
Éste era Pedro.
Éste fue Pedro.
~ *Sé Pedro.
~ *Estás siendo Pedro.
copulativas con predicado indefinido
Eras un héroe.
Fuiste un héroe.
~ Sé un héroe.
~ Estás siendo un héroe.
identificativas de rol
Eras el héroe.
Fuiste el héroe.
~ Sé el héroe.
~ Estás siendo el héroe.

En algunos de estos bloques el empleo del indefinido aparece asociado al empleo


del imperativo y la forma progresiva. Esta asociación muestra a las claras que las
estructuras identificativas de Rol ocupan un espacio intermedio entre las identificativas
genéricas o de atributo específico y las atributivas, en cierto sentido próximas a estas
últimas. El mismo espacio es ocupado por la realización típica de los predicados
derivados de términos indefinidos.

67
2.3.2. Reversibilidad: activa / pasiva.

La reversibilidad es rasgo característico de las identificativas en general (Halliday


1985; Collins 1991). Se observa en el nivel donde interactúan las estructuras semántica y
sintáctica. Se dice que las identificativas son reversibles porque su estructura semántica
puede ser expresada mediante estructuras sintácticas alternativas, cuyos constituyentes
invierten los papeles. Es decir, mientras que la relación entre propiedad y entidad en el
modelo atributivo sólo puede expresarse con el esquema propiedad (entidad), la relación
entre identidad y entidad podría expresarse en el modelo identificativo con esquemas
alternativos identidad (entidad) / entidad (identidad):

(24) atributiva
Pedro es bueno. (bueno (Pedro))
Bueno es Pedro. (bueno (Pedro))
identificativa
Éste es Pedro. (Pedro (éste))
Pedro es éste. (éste (Pedro))

Personalmente intuyo que las identificativas en general no son tan reversibles


como algunos autores sugieren (Cf. Halliday y Collins y el esquema token - value). Y es
que creo que la identidad en general es una noción muy abstracta de naturaleza también
pragmática, además de semántica. Así, al hilo del ejemplo anterior, sólo se me ocurre
atribuir la función de identidad a uno de los términos, mediante un hipotético vistazo al
contexto. Por ejemplo, si se me pregunta ¿Quién es Pedro? contestaré pensando que
Pedro es la entidad por la que se pregunta y éste refiere su identidad. Haré lo contrario si
me pregunta ¿Quién es éste?. Reflejo las posibilidades en el esquema siguiente (el
término focalizado con prominencia acentual en mayúsculas):

(25)¿Quién es Pedro?
Pedro es ÉSTE. ( ésteidentidad (Pedro)entidad )
ÉSTE es Pedro. ( ésteidentidad (Pedro)entidad )
¿Quíen es éste?
Éste es PEDRO. ( Pedroidentidad (éste)entidad )
PEDRO es éste. ( Pedroidentidad (éste)entidad )

No se trata, si no me equivoco, de una verdadera inversión, pues la distribución de


roles sintácticos y pragmáticos es la misma: identidad es predicado, entidad es sujeto.
Ahora bien, en las identificativas de rol, que poseen una estructura semántica más

68
concreta y dependiente de factores no pragmáticos, la reversibilidad es más patente.
Veámoslo en unos ejemplos:

(26)¿Quién es Pedro? ( xiden-rol (Pedro)entidad )


Es el PORTERO Pedro. ( el porteroiden-rol (Pedro)entidad )
Pedro es el PORTERO. ( el porteroiden-rol (Pedro)entidad )
El PORTERO es Pedro. ( el porteroiden-rol (Pedro)entidad )
¿Quién es el portero? ( xentidad (el portero)iden-rol )
Es PEDRO el portero. ( Pedroentidad (el portero)iden-rol )
PEDRO es el portero. ( Pedroentidad (el portero)iden-rol )
El portero es PEDRO. ( Pedroentidad (el portero)iden-rol )

La reversibilidad es más patente, porque la relación entre Pedro y su función o rol


como portero del equipo es independiente de factores como el orden de palabras o el
contexto: es una relación semántica. De este modelo sí podría decirse con Halliday
(1985:114) –aunque entiendo la afirmación como metafórica y en él es literal– que hay
dos construcciones posibles, activa y pasiva. La forma rol (entidad) sería la básica y, en
consecuencia, activa. La forma entidad (rol) se percibiría como derivada y, en
consecuencia, sería la pasiva. Con ello todo lo que se pretendería decir es que la
construcción activa es menos marcada y refleja más icónicamente la relación semántica
que se desea designar.
Otra característica de las identificativas en general que ejemplifican bien las
identificativas de rol, es la posibilidad de predicar un rol de otro, sobre la base de la
coincidencia de dos roles en un contexto dado:

(27) En el fútbol a cinco, el portero es el defensa central.

Para los niños de determinadas culturas, el regalo del decimo octavo cumpleaños es
el regalo de iniciación a la madurez.

2.3.3. La cópula: valor semántico.

Langaker (1991:65) ha dedicado varios estudios al significado del verbo copulativo


y llega a la conclusión, a mi modo de ver acertada, de que la cópula es un verbo
semánticamente pleno, cuya descripción incluye valores temporales y aspectuales. Yo
añadiría que el verbo es soporte de la polaridad de la predicación y cualquier otro
operador de la predicación del que el verbo sea gramaticalmente responsable, como el
modo. En este punto difiero de la teoría defendida en la Gramática Funcional (Cf. Dik

69
1989), aunque sólo en la forma de verlo. En cualquier caso el verbo es responsable de y a
él se deben diferencias semánticas como las siguientes:

(28)Pedro es el capitán.
Pedro no es el capitán.
Pedro será el capitán.
Pedro sería el capitán.

2.6. Presuposición de existencia.

Una presuposición es una información expresable como una proposición cuya


formulación es, en general, recuperable a partir de la forma de la oración (Collins
1991:74). Todas las oraciones copulativas contienen una presuposición de existencia
relativa al sujeto. Ejemplo clásico es el siguiente:

(29)-El de rey Francia es calvo.


(> Existe el rey de Francia)
-No, el rey de Francia no es calvo.
?-No, no existe el rey de Francia.

La frase marcada con ? no sería aceptable en un contexto normal. En cualquier


caso, no sería una contradicción o una indicación de que su enunciado es falso, sino una
advertencia al interlocutor de que su enunciado no es afortunado.
La presuposición de existencia está estrechamente relacionada con las funciones
propias de sujeto y predicado: referir y predicar (DIK 1989:111). El sujeto se emplea
para llamar la atención del interlocutor sobre una entidad dada -cuya existencia es
presupuesta en algún mundo mental que no tiene porqué ser el mundo real-. El predicado
se emplea para aportar información al hablante relativa a, a propósito del sujeto.
Paradójicamente el modelo identificativo extiende la presuposición de existencia a
la entidad referida por el predicado, por vía de la correferencialidad que predica. Esta
presuposición se aprecia en las predicaciones con polaridad negativa, en las que, al
negarse la ecuación identificativa, se presupone la existencia de dos entidades distintas:

(30) Pedro no es el profesor.


> Existe Pedro.
> Existe el profesor.
Pedro no es profesor.
> Existe Pedro.

70
*> Existe el / un profesor.

La existencia se entiende restringida al ámbito contextual, de contexto relevante en


cada caso.

2.5. Implicación convencional de exclusividad.

Es ésta una implicación convencional derivada de la estructura semántica de la


oración copulativa identificativa. Si el esquema semántico básico es identidad (entidad)
es natural que exista tal implicación: es natural que una identidad se predique sólo de una
entidad. Las copulativas atributivas no tienen esta implicación derivada de su esquema:
propiedad (entidad). Pues es natural que una propiedad pueda ser predicada de varias
entidades. Parece razonable entender que si una propiedad se concibiese como exclusiva
de una entidad, tal propiedad diferiría conceptualmente bien poco de una identidad,
como se ha observado a propósito de los superlativos.
De modo que predicado identificativo predica una identidad de una entidad
implicando normalmente que esa entidad es la única de la que puede predicarse esa
identidad, que la identidad es exclusiva de ella.
Esta implicación, aun derivada de la estructura semántica, condiciona y determina
el tipo de función pragmática de FOCO que puede ejercer el constituyente con función
semántica ENTIDAD. Tal función resulta obvia cuando al constituyente se añade una
partícula focalizadora. Voy a tener en cuenta sólo dos subtipos de foco: foco inclusivo y
foco exclusivo (cf. KÖNIG 1991:32 ss.). El foco inclusivo es aquél que excluye
alternativas a la presencia de un constituyente dado en una predicación dada; el foco
inclusivo implica la existencia de alternativas. Veamos algún ejemplo. En las
predicaciones atributivas, ambos constituyentes pueden funcionar como foco inclusivo o
exclusivo:

(31) Pedro es inteligente.


Únicamente Pedro es profesor / inteligente. (Sujeto = foco exclusivo)
ambién Pedro es profesor / inteligente. (Sujeto = foco inclusivo)

En estos ejemplos se aprecia la ausencia de implicaciones convencionales en la


libertad con que se mueve el sujeto (ENTIDAD) por los distintos dominios
pragmáticos.
De acuerdo con lo dicho hasta ahora, los constituyentes (entidad) de una
predicación identificativa sólo pueden funcionar como focos exclusivos. Ello lo mostraría
su compatibilidad con partículas focalizadoras:

71
(32) Pedro es el profesor.
?Unicamente Pedro es el profesor. (Sujeto = foco exclusivo)
?Only Peter is the teacher.
*También Pedro es el profesor. (Sujeto = foco inclusivo)
*Peter too is the teacher.

La realidad es que todas suenan algo extrañas. Las dos últimas parecen presuponer
alternativas incompatibles con el esquema identificativo. Las dos primeras parecen
excluir expresamente alternativas no menos compatibles con el esquema identificativo,
de ahí su extrañeza.
El comportamiento de las copulativas de predicado indefinido en relación a la
función focalizadora puede ser semajante al de las copulativas atributivas. Los
constituyentes no parecen condicionados:

(33) Pedro es un profesor.


Únicamente Pedro es un profesor. (Sujeto = foco exclusivo)
También Pedro es un profesor. (Sujeto = foco inclusivo)
Peter is a teacher.
Only Peter is a teacher.
Peter too is a teacher.

2.6. Estructura pragmática.

La asociación de Sujeto y TÓPICO, por un lado, y de predicado y foco, por otro,


es posiblemente un universal lingüístico y ha sido estudiada en numerosas lenguas
(Lakoff, Givòn, Comrie, Halliday, Langaker, Dik). Esta asociación es especialmente
relevante, más estrecha en las oraciones copulativas identificativas. En las identificativas
del modelo general identidad (entidad), porque, como ya he mencionado, es acaso el
único criterio sobre el que descansa la asignación de función sintáctica de sujeto. En las
identificativas del modelo identidad:rol (entidad), porque acaso sea el desarrollo normal
de la perspectiva diferente que produce la inversión sintáctica también mencionada, que
daba lugar a lo que metafóricamente denominaba forma activa y forma pasiva (La
asociación entre voz y topicalidad es aspecto particular del mismo universal lingüístico).
Todas las identificativas, en fin, acaban de mostrarnos ciertas reticencias cuando
intentábamos focalizar su sujeto. De donde se deduce que en contextos no marcados ni
especiales la estructura pragmática de la oración copulativa identificativa será:
identidadfoco (entidad)tópico
En cuanto a las identificativas de ROL, habría dos estructuras alternativas:

72
pseudoactiva: rolfoco (entidad)tópico
pseudopasiva: entidadfoco (rol)tópico
La efectividad de esta definición se prueba con el clásico procedimiento de crear
contexto interrogativo a las ocurrencias con que se ejemplifica:
(34) ¿Conoces al capitán?
El capitán es PEDRO.
Es PEDRO el capitán.
¿Juega Pedro en el equipo?
Pedro es el CAPITÁN.
Es el CAPITÁN Pedro. (Cf. supra)

3. Cleft, pseudo cleft y paráfrasis de la PC. Estructura correspondiente en


español.

Todas estas estructuras pueden ser descritas como copulativas identificativas de


rol, en las que la función de rol es expresada por una cláusula relativa y la función de
entidad corresponde a un constituyente sustraído a la cláusula relativa. El proceso de
derivación consiste básicamente en extraer un constituyente Ci de O (Oración), formar
una oración sustantiva con la oración sin el constituyente (O - Ci) y crear una oración
copulativa mediante el modelo identificativo de rol en la que Ci es entidad y la cláusula
(O - Ci) es identidad:rol. La metáfora se da sobre una analogía obvia: la relación entre Ci
y (O - Ci), es decir, la relación entre un constituyente de una oración y el resto de ésta,
no es otra cosa que el rol o tarea que la entidad referida por el constituyente ejerce en el
suceso referido por la oración.
Prácticamente todas las características esenciales que se han atribuido a las C, PC,
PPC como variantes estilísticacs o estructurales de estructuras originales menos
complejas pueden explicarse como "heredadas" del modelo identificativo que la metáfora
proyecta sobre ellas.

3.1. Estructura sintáctica.

La estructura sintáctica de las copulativas metafóricas o pseudo copulativas es la


misma que la de cualquier copulativa: S cop CS ( cop CS (S)).

3.1.1. Las cleft presentan una peculiaridad en su estructura, que es la de orden fijo,
con extraposición de sujeto oracional y pronombre (it) anticipatorio: it cop CS S. La
extraposición es fenómeno común en las copulativas básicas, siempre que posean una
cláusula como S (cf. Garrudo 1991:19):

73
(35)It was useless to try
It´s so nice sitting here!
It´s a pity that she isn´t here

Es de interés observar que este orden de constituyentes, con la cópula precediendo


al predicado, que a su vez precede al sujeto, sólo se puede obtener en inglés mediante el
procedimiento de la extraposición, ya que en esta lengua es impensable que el verbo
ocupe la posición inicial en una oración declarativa (la posición inicial marca modalidad
interrogativa o yusiva; cf. Quirk et al. 1985).
Se discute cual sea la función del it anticipatorio: empty theme o sujeto con CL
como parásito? Quirk (1985:1384) lo considera un empty theme. Halliday (1985:60)
considera que es un tema dentro de una de las estructuras que en dos niveles constituyen
el complejo entramado temático de estas predicaciones. Seppänen et al. (1995) lo
consideran un sujeto, relegando la cláusula final a la función de parásito (unemployed, =
chômeur de la Relational Grammar). Desde el punto de vista que nos ocupa es
irrelevante qué alternativa se abrace.
Como en la copulativa simple, la cláusula de la C es sujeto y el término sustraído a
ésta es el predicado. Estas funciones son identificables nítidamente:

(36) It was Peter who / that kissed Mary. ( {xi:Peter} (xi:kissed Mary (xi))

La única diferencia entre las C y las copulativas simples es que en las C la cláusula
sujeto puede referir una entidad humana, mientras que en las simples, la cláusula
sustantiva suele ser eventual (Garrudo 1991), suele referir un evento o suceso. En
consecuencia, el pronombre anticipatorio de la C puede ser personal, como tema menos
vacío ( Quirk et al. 1995:1384):

(37) (No,) that was the DOCTOR I was speaking to.


Those are my FEET you're treading on.
He was a real GENIUS that invented this.

No detecto en español caso de extraposición del constituyente sustraído a la


oración base. La única estructura existente en español consigue traducir fielmente la C
gracias a un orden de palabras más flexible, sin necesidad de extraposición o con una
extraposición a la derecha que no deja huella en la estructura superficial:

(38) Fue Pedro quien / el que besó a María.

74
3.1.2. Las estructuras conocidas como pseudo cleft (PC) son equivalentes de las C
sin extraposición. Tienen la estructura de una copulativa normal. Parece útil distinguir,
con Collins (1991) un modelo básico PC de un modelo invertido IPC. La diferencia
estriba en la asignación de funciones sintácticas. En el modelo básico la cláusula relativa
es sujeto y precede al predicado. En el modelo invertido, la cláusula relativa es predicado
y sucede al sujeto:

(39) PC: What you need most is a good rest.


Lo que más necesitas es un buen descanso.
IPC: A good rest is what you need most.
Un buen descanso es lo que más necesitas.

3.1.3. Status de la cláusula.

Todas las oraciones implicadas en estas construcciones desempeñan funciones


típicas de SN, no de adjetivos. Son oraciones sin antecedente y con función propia en la
estructura oracional en que son insertadas. Formalmente se asemejan unas veces a
oraciones de relativo, otras a interrogativas indirectas.

(40) Este / un pañuelo es lo que me regalaron. ({entidad:rol} (entidad))


Este pañuelo es el que me regalaron. ({def entidad:rol} (entidad))
Este pañuelo es uno que me regalaron ({indef entidad:rol} (entidad))
This / a handkerchief is what they gave me.
This handkerchief is the one they gave me.
This handkerchief is one they gave me.
Tú no sabes lo que me regalaron.
*Tú no sabes el que me regalaron.
Tell me what they gave you.
Tell me which one they gave you.
Whom I didn't expect were my parents.
What I didn't expect were my parents.
What worries me are the thousands of hungry children in the third world.
(cf. Collins 1991:126 ej 17)
Unas ruedas nuevas es / ?son lo que el coche necesita.
?Unas ruedas nuevas son las que el coche necesita.
Lo que el coche necesita es / son unas ruedas nuevas.
Brand new wheels is / ?are what the car needs.
*Brand new wheels are the ones the car needs.

75
No se aprecian diferencias notables entre las dos lenguas. Algunas construcciones,
con relativa (de antecedente pronominal) no parecen psuedocopulativas o ni siquiera son
aceptables.

3.1.4. Constituyentes predicados en C y PC. (Collins 1991:54 ss.)

Los constituyentes predicados en las C, PC y PPC no invertidas pueden ser, en


inglés: SN, A, Adv, SP, CL NO FINITA, CL FINITA. Remito a Collins (1991:54 ss.)
para los detalles en cuanto a posiblidades y en cuanto a frecuencia de uso detectada en
corpus. Cabe observar una serie de fenómenos aislados.
1) Las C permiten que se predique una partícula, si bien en contextos muy
especializados, que implican un fuerte contraste, como cuando un hablante pretende
corregir o contradecir a su interlocutor (COLLINS 1991:55 no encuentra ningún ejemplo
así en su corpus; el ejemplo es de Delahunty, apud Collins):

(41) It wasn't on that he pulled his boots, it was off.

No localizo ejemplo exactamente comparable en español, aunque me temo que ello


sea debido a que no hay partículas correspondientes en dicha lengua.
2) Las PC permiten resaltar el predicado de la oración base, que queda
reemplazado por un proverbo. Hay paralelo en español, pero con ligeras diferencias
formales en la codificación:

(42) What he does/has done/will do is (to) run away


Lo que hace/ha hecho/hará es marcharse corriendo
What he is doing is running away
Lo que está haciendo es marcharse corriendo.
/ Lo que está es marchándose corriendo.
?What he has done is run away.

Esta última, imposible en español, sería para Q UIRK difícilmente aceptable, en


todo caso interpretable como forma elidida de una construcción apositiva alternativa:

(43) What he's done is ((this): he's) run away


(|?) *what he has done is that he has run away

76
En español, por su parte, es posible derivar el predicado de una completiva con
verbo personal, que, a diferencia del infinitivo, reitera la codificación de nociones
aspectuales y temporales:

(44) Lo que ha hecho es que ha salido corriendo.


|?What he has done is that he has run away.

3) En las pci se observan leves diferencias, cuando el sujeto es causa o manera:

(45) That's why he's upset


Por eso es por lo que está contrariado ( rol (entidad:rol) )
Eso es por lo que está contrariado ( rol (entidad) )
That's how he did it.
Así es como lo hizo.

En tales casos puede o debe emplearse en español un SP o Adv en lugar del


pronombre.
4) Las PC inglesas sólo son en la práctica rentables cuando su cláusula está
encabezada por what, y el término sustraído es un sujeto (inanimado), un objeto, un
complemento, o un predicado (cf. supra) ( Quirk et al. 1985:1388):

(46)S: What surprises me is that you are not going to come.


O: What you need is a rest.
CS: What you are is a fool.
CO:What you made (of) me is a fool.
P:What you are doing is spoiling the whole thing.

3.1.5. Las llamadas paráfrasis de PC (QUIRK), difieren de las C y PC en que


poseen una oración de relativo con un nombre o pronombre de referencia muy genérica
como antecedente. El esquema sintáctico es el mismo, S V CS, pero en estas frases hay
un SN en la posición correspondiente a la CL REL en las C y PC (cf. Quirk et al.
1985:1389). Collins (1991:29 ss.) considera auténticas PC con los "pronombres" (pace
Halliday -Hasan) thing, place, one, way, etc, como antecedentes genéricos (general
antecedent Quirk et al.. 1985:1389).
Todas las PPC plantean la dificultad teórica de que parecen derivas de dos
estructuras fundidas:
(47) La fiesta se celebró aquí.
El lugar es aquí.

77
El lugar donde se celebró la fiesta es aquí.

La razón de que se incluyan en la categoría de PC o se analicen junto a éstas es que


cubren el hueco funcional de que adolecen las PC. Mediante una PPC se puede sutraer
cualquier constituyente de la oración base ( Quirk et al. 1985:1389):

(48) Somebody I particularly like is John.


The way we go is straight ahead.
The way we make it is simply making it.
The reason I am not going is because I don't feel like it.
The place (where) it happened is right here.
The time when it happened was early in the morning.

Hay un uso concreto de PPC, semejante en ambas lenguas, que se muestra como la
única alternativa, única posibilidad de extracción de un CS circunstancial:

(49) Pedro besó a María el primero / el último.


Pedro fue el primero que / el último que besó a María.
?Peter kissed Mary first / last.
Peter was the first (one) who / the last (one) who kissed Mary.

3.2. Estructura semántica.

Como la estructura sintáctica, la estructura semántica de las CopMet es heredada


de las copulativas, concretamente de las identificativas (Cf. COLLINS 1991:67-69) de
ROL. Éste es el modelo sobre el que se construye la metáfora.
3.2.1. Que se trata de identificativas lo muestra la imposibilidad de construir
pseudocopulativas con estar en español, ya que esta cópula sólo puede formar
atributivas:

(50) *Está Pedro quien besó a María.


?Está aquí donde se celebró la fiesta.
?Donde se celebró la fiesta está aquí.

Estas frases, de ser aceptables, serían atributivas. En las PPC, donde ambas
construcciones son permitidas, se mantiene la ambigüedad (atributiva/identificativa) del
inglés frente al español, que matiza mediante la cópula:

78
(51) identificativa: El lugar donde se celebró la fiesta es aquí.
atributiva: El lugar donde se celebró la fiesta está aquí.
Ambigua:The place were the party was given is here. (Cf. Collins 1991:39)

3.2.2. Identificativas de rol.

El esquema semántico concreto que la metáfora proyecta sobre la predicación base


resulta ser el de rol (entidad) o rol (rol). El hecho que confirma esta interpretación vuelve
a ser una distinción del español que refleja ambigüedad en el inglés (Cf. supra). Me
refiero concretamente a la forma aspectual del indicativo pasado, que en las Cop Met es
con frecuencia el pretérito indefinido, no el imperfecto, como en las identificativas de rol
arriba mencionadas:

(52) Fue Pedro quien / el que la besó.


?Era Pedro quien / el que la besó.

Estas distintas formas verbales pueden sugerir interpretaciones distintas en


contextos apropiados:

(53) Fue un hombre quien / el que la besó. = metaforica


Quien / el que la besó era un hombre. = identificativa/atributiva
El que la besó fue un hombre. ( rol (entidad) no metafórica).
Cf. Quien la besó era alto / era alto quien la besó. ( ATRIBUTIVA)
*Fue alto quien la besó / *quien la besó fue alto.

Con un adjetivo que expresa cualidad innata y permanente es impensable construir


un modelo identificativo de rol. Sólo cabe el modelo atributivo.
La asociación de las pseudocopulativas con el modelo identificativo de rol, en fin,
es confirmada por los datos siguientes:

(54) Eras quien capitaneaba el equipo.


Fuiste quien capitaneó el equipo.
~Sé tú quien capitanee el equipo
~Estás siendo quien capitanea el equipo.
Let it be Peter who kisses Mary.
Tell Peter that I want it to be him who kisses Mary.
Peter is beeing the one who keeps the goal unscored.

79
Las C y PC presentan la peculiaridad de tener un esquema pseudopasivo: entidad
(rol), que predica la entidad del rol, pues en las pseudocopulativas el rol se asigna a la
cláusula (cf. supra 3.). Las IPC y algunas PPC tienen esquema pseudo activo: rol
(entidad):

(55) Fue Pedro quien besó a María. [ fue {Pedro}entidad (quien ...)rol ]
Quien besó a María fue Pedro. [ fue {Pedro}entidad (quien ...)rol ]
Pedro fue quien / la persona que besó a María. [ fue {quien ...}rol
(Pedro)entidad ]

3.2.3. Aportación semántica de la cópula.

Las oraciones psuedocopualtivas son algo más que una variante estilística o
estructural de focalización (cf. Rochemont - Cullicover 1989). Los componentes
semáticos "añadidos" a la copulativa metafórica son básicamente dos, ambos ausentes en
la predicación básica. Uno de ellos es la estructura del modelo identificativo de rol ya
comentada. El segundo, en que me centro ahora, es la descripción semántica del
predicado copulativo, que arriba he definido como compuesta, al menos, de los
operadores de polaridad, tiempo y modo (pace Langaker 1991).
Considérense los ejemplos siguientes:

(56)Peter kissed Mary.


Peter didn't kiss Mary.

Estas frases carecen de los matices expresados en las metafóricas


correspondientes:

(57)It was Peter that Mary kissed.


It wasn't Peter that Mary kissed.
It was Peter that Mary didn't kiss.
It wasn't Peter that Mary didn't kiss. (cf. Collins 1991:72)

Lo mismo sucede respecto a tiempo y modo:

(58) It´s Peter that could have kissed Mary. < Mary could have kissed Peter.
It could have been Peter that Mary kissed. < Mary could have kissed Peter.
It could be Peter that Mary will kiss. < *Mary could will kiss Peter.

80
Estos datos evidencian que las pseudocopulativas no se crean mediante una regla
de derivación sintáctica, sino mediante una derivación que afecta a componentes
semánticos, aquella que denomino matáfora oracional. Difícilmente una regla de
derivación sintáctica daría cuenta de las diferencias semánticas de las dos primeras
oraciones, derivadas de la misma base, aunque la segunda presupone que alguien besó a
Mary y la primera sólo parece presuponer que alguien hay capaz de haber besado a
Mary. La tercera oración no es derivable de oración gramatical alguna. Por otra parte,
que también nos concierne, no reflejan diferencias sensibles entre las lenguas analazidas:

(59) Es Pedro quien podría haber besado a María.


Podría haber sido Pedro quien besó a María.
Podría ser a Pedro a quien María va a besar.

3.3. Presuposición de existencia.

La presuposición de existencia que se atribuye a las pseudocopulativas (Collins


1991:71-74) es "heredada" del modelo copulativo, que asocia una presuposición de
existencia al sujeto o a ambos términos en modelo identificativo (cf. supra). No es
correcto que se asocie a la cláusula relativa (Collins; Quirk et al. 1985:1386). Es
asociada, insisto, a ambos términos correferenciales:

(60) It was Peter that Mary kissed.


It wasn't Peter that Mary kissed.
It was Peter that Mary didn't kiss.
It wasn't Peter that Mary didn't kiss.

Todas presuponen la existencia de una entidad, que bien besó, bien no besó a
María. También presuponen la existencia de Pedro: por vía de la correferencialidad, la
presuposición se extiende al predicado. En el modelo invertido ocurre lo mismo:

(61) Pedro fue quien no besó a María.


Pedro no fue quien besó a María.

Todas las posibilidades presuponen la existencia de Pedro y de alguien relacionado


con María.

3.4. Implicación convencional de exclusividad.

81
La implicación de exclusividad asociada a las oraciones pseudocopulativas
(Collins 1991:69) es asimismo "heredada" del modelo copulativo identificativo (Cf.
supra). Halliday la recoge claramente en la paráfrasis siguiente:

(62) What the duke gave my aunt was THAT TEAPOT.


'I am going to tell you about the duke's gift to my aunt: it was that teapot -
and nothing else' (Halliday 1985:69)

Recuérdese que la implicación se asocia a la entidad, de modo que el modelo C,


afecta al predicado:

(63) It was THAT TEAPOT the duke gave my aunt.

Esta implicación puede ser explicitada o reforzada mediante partículas


focalizadoras exclusivas, mediante partículas inclusivas:

(64) It was JUST / ONLY that teapot the duke gave my aunt.
Fue SÓLO / ÚNICAMENTE esa tetera lo que el duque regaló a mi tía.
?It was (ALSO) that teapot (TOO) the duke gave my aunt.
?Fue ADEMÁS / TAMBIÉN esa tetera lo que el duque regaló a mi tía.

Puede apreciarse por el empleo de las partículas que la implicación es más débil
que en el modelo copulativo simple.

3.5. Estructura pragmática.

La estructura pragmática "heredada" del modelo copulativo identificativo asigna


prototípicamente la función de tópico al constituyente sujeto y la función de foco al
constituyente predicado. La única generalización que puede hacerse sobrfe todos los
modelos o estructuras estudiados, es que, en el nivel pragmático, redistribuyen en una
estructura bimembre una estructura original que podría constar de más miembros:

(65) Pedro | besó | a María | en el jardín.


Fue Pedro | quien besó a María en el jardín.
Pedro fue | quien besó a María en el jardín.

82
En principio, en el primer ejemplo hay cuatro términos focalizables. En el segundo
sólo hay dos, en el nivel estructural global, aun cuando cabe una segunda focalización
dentro de la cláusula relativa.

3.5.1. Constituyente sustraído como foco.

De todas las construcciones pseudocopulativas, sólo las sitúan el elemento


sustraído en poscición predicativa se pueden considerar como medios de focalización
(Cf. Collins 1991:passim). Esta situación afecta a las C y las PC en sus empleos
comunes o prototípcos:

(66) Fue PEDRO quien besó a María.


Quien besó a María fue PEDRO.

La estructura pragmática deriva de la estructura sintáctica: Sujeto = tópico,


Predicado = foco. Pero no es casualidad que se trate de los modelos pseudopasivos o
marcados. La estructura pragmática de una oración es siempre más evidente cuando la
oración adopta una forma marcada.
El tipo de foco que puede expresar el constituyente sustraído es foco exclusivo,
hecho relacionado con la implicación convencional de exclusividad asociada a su
estructura semántica.
No es de extrañar que la literatura sobre el tema asigne a estas estructuras una
función de foco contrastivo, pues el foco exclusivo encuentra su campo de acción ideal
en contrastes, contradicciones y rectificaciones:

(67) De los dos, fue PEDRO quien besó a María.


No fue PEDRO quien besó a María.
No fue PEDRO, sino ANTONIO quien besó a María.

3.5.2. Constituyente sustraído como tópico.

La estructura temática bimembre, propia de estas oraciones, puede ser empleada,


contra la tendencia general en C y PC, para topicalizar el elemento extraído, cuando se
halla en posición inicial (PCI) o próximo al inicio de la oración (C).
Las C son menos frecuentemente empleadas para topicalizar el término sustraído.
Hay casos curiosos, que ejemplifico a continuación. No se deben confundir
pseudocopulativas con subordinadas inversas:
(68) A las diez de la mañana - el presidente compareció ante la prensa ...

83
Fue a las diez de la mañana cuando el presidente compareció ante la prensa
...
Eran las diez de la mañana cuando el presidente compareció ante la prensa ..
It was 6.55 yesterday morning when the Duke of Norfolk wandered across
the green lawns of Ascot (Collins 1991:167)

Collins (1991:139 ss.) constata la tipicidad de la estructura pragmática de las IPC


con término sustraído topicalizado, mediante un exhaustivo análisis del modelo IPC
inglés en un amplio corpus. Constan en la inmensa mayoría de los casos de: un
pronombre demostrativo, constituyente resaltado, con referencia anafórica del tipo
conocido como referencia textual extensa (extended text reference ), que ejerce función de
tópico, enlazando la frase con un segmento más o menos amplio del contexto previo; el
foco se halla en el seno de la CL REL:

(69) John's wife has left him and that's why he's UPSET.
A Juan lo ha abandonado su esposa y por eso está CONTRARIADO.

Nótese que la estructura paralela en forma del español sugeriría, por lo que puedo
intuir, una interpretación contrastiva:

(70) (No. Lo que ocurre es que) a Juan lo ha abandonado su esposa y (por) ESO
es por lo que está contrariado.
(No. What happens is that) John's wife has left him and THAT'S why he's
upset.

Si mi interpretación es correcta, el ejemplo anterior del español no sería un caso de


IPC, sino de PC con orden de palabras invertido. Reflejaría una diferencia entre las
lenguas en cuanto a qué casos concretos pueden ser invertidos.
En todo caso no hay duda de que las IPC existen en español y son más rentables
que en inglés (cf. supra):

(71) (¿Quíén es Pedro?) Pedro es el que VINO a CASA ANOCHE.


(¿Who's Peter?) Peter is (the one) who CAME HOME LAST night.

La posición temática tan marcada del tópico convierte a estos modelos oracionales
convierte a estos modelos en intrumento idóneo para reforzar la cohesividad textual
entre oraciones. No me resisto a constatar su empleo en inglés con un par de ejemplos
representativos, tomados del texto de la Functional Grammar de Halliday:

84
(72)(IPC) Thus Theme, Subject and Actor do not occur as isolates; each is
associated with one or more other functions of the same kind, together with
which it forms meaningful configurations. A meaningful configuration of
functions of the same kind is what is meant by a STRUCTURE.
Thus the functional label has no significance in itself. It's significance lies in
its relationship to other functions with which it is structurally associated;
the total structure is what expresses, or REALIZES, the meaning intended by
speaker or writer (1985:37)

(PPC) On the other hand, while explaining all these variants, we also have to
explain the fact that the typical, UNMARKED form, in an English declarative
(statement-type) clause, is the one in which Theme, Subject and Actor are
conflated into a single element. That is the form we tend to use if there is no
context leading up to it, and no positive reason for choosing anything else.
(1985:36; Sólo el subrayado es mío)

Existen empleos excepcionales y me gustaría mencionar alguno. Un giro (IPC) con


típico valor de foco contrastivo (sólo puede ser contrastivo, ya que toda la información
en la predicación es dada) es el siguiente, idéntico en ambas lenguas:

(73) (No. He's a teacher.) THAT'S what he is.


(No. Es profesor.) ESO es lo que es.

Existen otras, aunque escasas excepciones. Casos notables son los de pronombre
con referencia exofórica o catafórica, ambos típicamente asociados a la función de foco
(Collins 1991:139).

85
Bibliografía.

Collins, Peter, C. 1991. Cleft and Pseudo-Cleft Constructions in English. London, New
York: Routledge.
Dik, Simon, C. 1989. The Theory of Functional Grammar I. Dordrecht: Foris.
Garrudo, F. 1991. Diccionario sintáctico del verbo inglés. Barcelona: Ariel.
Halliday, M. A. K. 1985. An Introduction to Functional Grammar. London: Edwuard
Arnold.
König, E. 1991. The Meaning of Focus Particles. London, New York: Routledge.
Langaker, Ronald, W. 1991. Foundations of Cognitive Grammar. vol II. Standford,
California: Standford UP.
Martínez Vázquez, M. 1991. Sintaxis inglesa: la atribución. Estudio sintáctico-
semántico de las estructuras atributivas en inglés contemporáneo. Cáceres:
Universidad de Extremadura.
Quirk, R. - Greenbaum, S.E. - Leech, G. - Suartuik, J. 1985. A Comprehensive
Grammar of the English Language. London, New York: Longmann.
Rochemont, Michael S. - Cullicover, Peter W. 1990. English focus Constructions and
The Theory of Grammar. Cambridge: University Press.
Seppänen A. - Granath S. - Herriman J. 1995."On So-Called 'Formal' Subjects / Objects
and 'Real' subjects / Objects". Studia Neophilologica 67. 11-19.

86
Construcciones medias en inglés y en español

Luisa González Romero

Las construcciones medias se caracterizan por una peculiar relación sintáctica en la


que el argumento agente de un verbo transitivo cede su posición de sujeto gramatical al
paciente, que se interpreta así como responsable o favorecedor de la acción mientras que
el agente permanece implícito en el nivel semántico. La finalidad de estas estructuras es
insistir sobre el hecho de que no es el agente sino ciertas propiedades intrínsecas del
paciente las causantes de que se lleve a cabo la acción que se expresa, lo que puede
explicar el uso tan extendido de estas construcciones en el lenguaje publicitario que busca
convencer al receptor de las cualidades del producto que se promociona.
Las construcciones medias inglesas han sido objeto de un gran número de análisis
en los últimos años. No ha ocurrido lo mismo con sus equivalentes españolas a las que
se ha prestado poca atención, probablemente por el interés que suscitan los estudios
sobre el resto de las estructuras con se de las que forma parte al ser esta partícula su
rasgo formal más distintivo. Por esta razón, el presente trabajo aborda el análisis
contrastivo de las construcciones medias inglesas y españolas con el fin de describir
estas estructuras en español y observar sus características y comportamiento en ambas
lenguas. Las referencias a otras estructuras con las que a menudo se han comparado
ayudará en la tarea de delimitar este complejo fenómeno gramatical.
Para una adecuada descripción de las estructuras medias en español es conveniente
que nos detengamos en primer lugar en el análisis de algunos de los posibles valores de la
partícula se35, para continuar posteriormente con el análisis de las características de
estas oraciones en inglés y en español.

1. Valores de se.

Se es probablemente la forma con más usos en la lengua castellana. Interviene en


un gran número de construcciones y en muchos casos su función y valor semántico son

35 No pretendemos hacer un análisis exhaustivo de todos los valores de se, sólo llamar la atención
sobre determinados aspectos que puedan ser de interés para el posterior estudio de las construcciones
medias en español. Para más información sobre los distintos valores de se véanse Alarcos Llorach (1982)
y Marsá (1984).

87
difíciles de delimitar. Mª del Carmen Bobes (1974:90) distingue entre los usos
pronominales y los usos sintácticos de la partícula se. Usado como pronombre, se se
incluye en un paradigma determinado con valores correlativos en otras personas
gramaticales, realiza una función sintáctica concreta y tiene un contenido semántico
claro. Dentro de estos usos pronominales,se puede funcionar como sustituto del
pronombre átono de tercera persona le/les y como pronombre reflexivo y recíproco.
En otros casos, se pierde parte de su carácter de pronombre al no tener contenido
léxico ni función sintáctica propia y se convierte en una forma gramatical
pronominalizada ya que, como señala Marsá (1984:115), su única misión es la de
aportar información gramatical o modificar el contenido semántico del verbo. Éste es el
se que encontramos en los llamados verbos pronominales. En algunos de estos verbos se
tiene una función intransitivadora al convertir en intransitivo un verbo originariamente
transitivo. Estos verbos ––evaporar/evaporarse, romper/romperse–– son de especial
interés en nuestro estudio porque las oraciones que se derivan de ellos, que en inglés
reciben el nombre de ergativas36, tienen ciertos puntos en común con las construcciones
medias objeto de nuestro trabajo.
En su uso sintáctico, se hace referencia al verbo y señala determinadas relaciones
en estructuras que Bobes llama 'especiales'. En estos casos, la partícula se se vacía de
contenido y se convierte en un morfema verbal sin significación clara. Estas estructuras
especiales en las que se sólo tiene una función sintáctica son las llamadas pasivas
reflejas y las oraciones impersonales con se. La gran similitud ––tanto formal como de
contenido–– entre estas dos estructuras, las oraciones ergativas que acabamos de
mencionar y las construcciones medias hace necesario un análisis más detallado de ellas.

1.2. Oraciones impersonales con se y pasivas reflejas.

Alcina y Blecua (1988:916–22) incluyen las oraciones impersonales con se y las


pasivas reflejas bajo la denominación común de construcciones de se de indeterminación
de agente. Estas estructuras se caracterizan por la ausencia del sujeto lógico en la
estructura superficial de la oración. El argumento agente que realiza la acción no se
expresa sintácticamente en estas construcciones bien por ser desconocido, bien por ser
innecesario37. De esta forma, ambas estructuras tienen un sentido impersonal.

36 Las oraciones que en inglés se denominan ergativas reciben normalmente en español el nombre
de medias (Alcina y Blecua 1988, Lázaro Mora 1983, Osuna García 1979). Conservaremos la
terminología inglesa en nuestro trabajo para evitar posibles confusiones. Sobre el término ergativity véase
M. Martínez Vázquez (este volumen).
37 Rafael Seco (1989: 198) defiende que es posible introducir el complemento agente en las
oraciones pasivas reflejas de la misma forma que se hace en las pasivas perifrásticas. Por nuestra parte,

88
Molina (1974:19) señala que las estructuras pasivas reflejas están formadas por la
partícula se, un verbo en forma activa (tercera persona) y un sujeto de "cosa". La
peculiaridad de estas construcciones es que cuentan con un sujeto pasivo ––en el sentido
de que no produce la acción sino que la sufre–– mientras que el verbo es activo:

(1) Se han suspendido las negociaciones.


(2) Se venden libros.

El uso de la pasiva perifrástica está muy limitado en español por la presencia de


esta estructura y por la marcada preferencia que muestra nuestra lengua por la voz activa
frente al inglés que se inclina por el uso de la pasiva.
La concordancia de número entre el verbo y el sujeto marca la diferencia entre las
estructuras pasivas reflejas y las impersonales, ya que sólo las primeras exigen la
concordancia entre estos dos elementos. En las oraciones impersonales, por el contrario,
no se exige la concordancia entre el verbo transitivo y el sintagma nominal al no ser éste
el sujeto sino el objeto directo de la oración:

(3) Se alquilan casas.


(4) Se alquila casas38.

Cuando el sintagma nominal y el verbo están en plural, la identificación de la frase


como pasiva no plantea problemas. La confusión aparece cuando la concordancia se
realiza en singular, ya que la diferencia formal queda neutralizada y los límites que
separan estos dos tipos de oraciones desaparecen:

(5) Se vende chatarra.

creemos que estas estructuras con complemento agente no son aceptables. Cuando el agente se quiere
hacer explícito en la oración, el español opta por una construcción activa:
– ?La oración se rechazó por todo el mundo.
– Todo el mundo rechazó la proposición.
38 Las estructuras impersonales con el verbo en singular y el sintagma nominal en plural plantean
problemas de aceptabilidad. Marcos Marín (1980: 291) las considera incorrectas. Molina (1974: 25) opina
que, aunque la norma oficial no las acepte, estas estructuras son legítimas y su uso se hace cada vez más
frecuente.

89
Sin embargo, la imposibilidad de elegir entre estas dos estructuras no representa un
problema real ya que las dos expresan el mismo contenido semántico: una acción
realizada por un sujeto indeterminado.
No obstante, la expresión del mismo contenido semántico no es el único aspecto
que estas estructuras tienen en común. También podemos observar que las dos exigen la
presencia de la partícula se y de un verbo transitivo en forma activa y que en ambas el
sintagma nominal recibe el papel temático de paciente, independientemente de que le
asignemos la función sintáctica de sujeto o de objeto. Estas coincidencias, tanto formales
como de contenido, nos llevan a considerarlas como un único tipo de construcción al que
llamaremos simplemente impersonal39, excepto cuando tengamos que hacer alguna
referencia específica a una de ellas.
La confusión entre oraciones pasivas reflejas e impersonales no se da en los casos
en los que el sintagma nominal tiene un referente humano. Estos sintagmas están
introducidos por la preposición a, lo que impide que sean analizados como sujeto:

(6) Se auxilió a los heridos.

Las oraciones impersonales formadas a partir de verbos intransitivos tampoco son


conflictivas en este sentido ya que, ante la ausencia de un sintagma nominal, sólo pueden
recibir una interpretación impersonal:

(7) Se vive bien en Madrid.


(8) Aquí no se respira.

1.3. Oraciones ergativas.

Keyser y Roeper (1984:381) utilizan el término ergative 'ergativo'40 para designar


un tipo de estructuras intransitivas inglesas cuyo sujeto gramatical se corresponde, como
en las medias, con el objeto directo de una oración transitiva equivalente:

39 Fernández Lagunilla (1975) también incluye bajo esta misma denominación las oraciones
pasivas reflejas y las impersonales con se. Generalmente se usa el término pasiva refleja para referirse a
las oraciones con corcondancia plural entre el verbo y el sintagma nominal, aunque algunos autores como
Lamíquiz (1989: 192) prefieren la denominación pasiva impersonal. Las estructuras sin objeto directo y
las de objeto directo con referente humano reciben por parte de Alcina y Blecua (1985: 919) el nombre de
impersonal refleja, mientras que Seco (1989: 207) las llama activas impersonales.
40 Este término suele utilizarse en un sentido más amplio para denominar a las lenguas que
asignan el papel temático de agente al argumento que realiza la función sintáctica de objeto en la
estructura profunda de la oración y el papel temático de paciente al argumento que actúa como sujeto.

90
(9) The sun melted the ice.
(10) The ice melted.

Estas oraciones se interpretan normalmente como impersonales al no ser necesaria


la presencia de un agente directo que lleve a cabo la acción. No obstante, ante la falta de
un agente animado e intencional, el reponsable de la acción puede ser una causa externa y
accidental que se expresa en la oración mediante un adverbial introducido por diferentes
preposiciones:

(11) The ice melted in the sun.

Para la correcta formación de este tipo de estructuras el verbo debe llevar asociado
la noción de causa, como ocurre en break. Los verbos como read, que no cuentan con el
rasgo [+causativo], dan lugar a oraciones inaceptables (Fagan 1992: 139):

(12) The vase broke.


(13) *The book read.

Las estructuras españolas equivalentes a estas construcciones son las que se


forman con los verbos pronominales opcionales que mencionamos anteriormente en los
que la partícula se tiene una función intransitivadora. Pertenecen a este grupo verbos
como romper/romperse, hundir/hundirse o evaporar/evaporarse:

(14) El sol evapora el agua _ El agua se evapora.


(15) El viento rompió los cristales _ Los cristales se rompieron.

Según Marsá (1984:117), el uso de se en estas estructuras implica que la acción se


realiza de forma espontánea. Osuna (1978:106) define las construcciones ergativas, que
él denomina medias, como "un proceso que se desarrolla en el sujeto sin que éste
aparezca como autor del mismo ni se conciba un agente exterior". En la misma línea,
Demonte (1991:51) señala que en estas oraciones no hay causante de la acción ya que el
sujeto lógico de la estructura –– sujeto gramatical de la variante transitiva–– pasa a ser
complementante inerte tanto sintáctica como semánticamente41. En este punto no

41 Por esta razón, algunos autores (Hale y Keyser 1986) utilizan el término anticausativas para
referirse a estas estructuras ya que en ellas no se hace mención al causante de la acción que en la
construcción transitiva equivalente funciona como sujeto.

91
estamos de acuerdo con estos autores ya que las acciones que expresan estos verbos no
pueden producirse sin la intervención de algún elemento, sea agente voluntario o causa
accidental. Así, también es posible en español introducir en la oración un adverbial que
haga referencia a este elemento:

(16) El agua se evapora al sol.


(17) Los cristales se rompieron con el viento.

2. Análisis de las construcciones medias inglesas y españolas.

2.1. Sujeto lógico: agente implícito.

Uno de los rasgos que mejor caracteriza las construcciones medias en inglés y
español es la presencia de un argumento implícito que generalmente recibe el papel
temático de agente.
Entendemos como agente el argumento que realiza directamente la acción
expresada por el verbo de una manera voluntaria e intencional.
En una construcción media el sujeto gramatical no es el argumento agente que lleva
a cabo la acción a la que se alude, como ocurre en la estructura transitiva equivalente. El
sujeto de estas oraciones se interpreta como favorecedor o responsable en mayor o
menor medida de la acción debido a cierta propiedad que posee, mientras que el agente
––sujeto lógico–– permanece implícito. En este punto es inevitable la comparación de las
construcciones medias españolas con las oraciones impersonales con se, ya que las dos
estructuras coinciden en tener un agente implícito que no aparece en el nivel sintáctico
pero sí está presente en el semántico.
Para probar la existencia de este argumento en las estructuras inglesas, Fagan
(1992: 51) propone la inserción del sintagma reflexivo all by itself 'solo' cuyo significado
lo hace incompatible con la noción de agentividad y da lugar, por tanto, a una oración
inaceptable. 7
Esta misma prueba se puede aplicar a las construcciones españolas con idéntico
resultado:

(18) *This book reads easily all by itself42.

42 Los ejemplos ingleses que aparecen en los apartados dedicados al análisis contrastivo de las
construcciones medias en inglés y en español pertenecen a la bibliografía consultada. Los ejemplos
españoles se han extraído en su mayoría de diversas revistas de carácter general y de moda, de catálogos
de venta por correo y de anuncios publicitarios. En cada caso especificamos su origen concreto.

92
(19) *Esta letra se lee bien sola.

De la lectura de estos ejemplos se deduce que el sujeto gramatical de una


construcción media no es el agente directo del proceso verbal, lo que indica que tiene que
existir un agente real aunque no se proyecte sintácticamente. Por el contrario, la
oraciones ergativas aceptan la presencia de este sintagma ya que, aunque expresan
acciones que no pueden ocurrir sin una causa, no implican necesariamente que ésta sea
un agente:

(20) Los Cohíbas se apagan solos. (El Semanal, 8/10/95)


(21) Este papel se rompe solo. (Alcina y Blecua 1988: 919)

Para Fagan (1992:162), la ausencia del argumento agente en la estructura


superficial de la oración va unida a la interpretación genérica que éste recibe en las
construcciones medias: "... what is typically the agent _–role in middles is usually
interpreted generically but not realized in the syntax". Siguiendo a Fagan, Demonte
(1991: 53) señala que en español la aceptabilidad de las construcciones medias también
depende de esta interpretación genérica del agente. El carácter genérico de este argumento
hace que su mención explícita en la oración no sea necesaria y permite, a su vez, la
paráfrasis con people in general y uno respectivamente:

(22) This book reads easily _ People, in general, can read this book easily.
(23) Esta letra se lee bien _ Uno puede leer esta letra bien.

A pesar de la presencia de este argumento implícito en las construcciones medias


inglesas y españolas, la introducción de un complemento agente introducido por las
preposiciones by y por da lugar a una oración inaceptable:

(24) *This book reads easily by most readers.


(25) *Esa letra se lee bien por los niños pequeños.

En este sentido, las construcciones medias españolas se comportan igual que las
pasivas reflejas que, como ya hemos comentado, no aceptan la presencia del
complemento agente ((26)). No ocurre lo mismo con las oraciones ergativas en las que la
causa de la acción puede hacerse explícita en la estructura superficial mediante un
sintagma preposicional ((27)):

(26) ?La proposición se rechazó por todo el mundo.

93
(27) Los cristales se rompieron con el viento.

Por el contrario, la adición del argumento instrumental mediante un sintagma


preposicional con with y con no presenta problemas de aceptabilidad en ninguno de los
dos idiomas:

(28) This bread cuts easily with any knife. (Noguchi 1989: 164)
(29) Se aplican fácilmente con una brocha preciosa. (Elle, nº 103)

Al comienzo de este apartado hemos comentado que el papel temático asignado


normalmente al sujeto lógico de una construcción media es el de agente. Esta afirmación
es válida para las estructuras inglesas que sólo pueden derivarse de verbos que cuenten
con un argumento de estas caracterísiticas43. Sin embargo, las construcciones medias en
español no están sujetas a este restricción ya que verbos con argumentos
experimentadores también forman estructuras aceptables. Langacker (1991: 236) define
el papel temático de experimentador como "an individual engaged in some type of
mental process, be it intellectual, perceptual or emotive". Los verbos de conocimiento o
proceso mental como entender, aprender o memorizar cuentan con un argumento de
estas características que realiza la función sintáctica de sujeto en la estructura transitiva.
Estos verbos españoles no plantean problemas para la correcta formación de
construcciones medias, mientras que sus equivalentes ingleses ––understand, learn y
memorize–– no participan en esta alternancia:

(30a) *This poem understands easily. (Fagan 1992: 64)


(30b) Este poema se entiende fácilmente.
(31a) *The answer learns easily. (Keyser y Roeper 1984: 383)
(31b) La respuesta se aprende fácilmente.
(32a) *These numbers remember easily. (Keyser y Roeper 1984: 383)
(32b) Estos números se recuerdan fácilmente.

43 Las estructuras inglesas del tipo Mary scares easily se desvían de esta norma general al tener
como sujeto gramatical un argumento experimentador y como sujeto lógico un argumento estímulo.
Estas construcciones no se analizarán en el presente trabajo, aunque sí nos gustaría comentar que
oraciones españolas como Los niños se asustan fácilmente pueden recibir una interpretación media, a
pesar de opiniones como la de Demonte (1991: 52) que sólo acepta una interpretación reflexiva con la que
no estamos de acuerdo.

94
El mismo fenómeno ocurre con algunos verbos de sentido o percepción que no son
válidos en inglés pero sí en español:

(33a) *Eiffel tower sees easily from my window. (Fagan 1992: 64)
(33b) La torre Eiffel se ve fácilmente desde mi ventana.
(34a) *Thunder hears easily. (Dixon 1991: 330)
(34b) El trueno se oye fácilmente.

2.2. Sujeto gramatical: paciente–favorecedor.

Estrechamente relacionado con la presencia de un agente implícito está el hecho de


que el sujeto gramatical de las construcciones medias, tanto en inglés como en español,
recibe el papel temático de paciente. Quirk et al. (1990: 209) definen este argumento
como el participante ––animado o inanimado–– que no causa la acción expresada por el
verbo, pero que está directamente relacionado con ella. Siguiendo a Demonte (1990:
37–8) distinguimos dos tipos de paciente: el afectado y el no afectado, entendiendo por
afectado áquel cuyo status, propiedades o locación pueden cambiar debido al proceso
que designa el verbo que lo elige. Esta distinción es de especial interés en el análisis de
las construcciones medias ya que numerosos estudios mantienen que el carácter afectado
o no afectado del argumento paciente determina la aceptabilidad de estas estructuras.
Nos referimos a la Affectedness Constraint 'Restricción de la Afectación' que establece
que sólo predicados que cuenten con un argumento afectado pueden formar
construcciones medias. No obstante, los trabajos más recientes sobre estas estructuras
en inglés (Ackema y Schoorlemmer 1994, Massan 1992, Fagan 1992) llegan a la
conclusión de que no existe ninguna restricción con respecto al papel temático que debe
recibir el sujeto gramatical de una construcción media ya que existen numerosas
excepciones que no pueden explicarse a partir de la noción de argumento afectado. Fagan
(1992: 65) presenta como ejemplo de estas excepciones los verbos read 'leer' y
photograph 'fotografiar' y el par compuesto por buy 'comprar' y sell 'vender'. Ninguno
de estos cuatro verbos cuentan con argumentos afectados, sin embargo tres de ellos
forman construcciones medias aceptables:

(35) This book reads easily.


(36) She photographs well.
(37) This book sells well.
(38) *This book buys well.

95
El comportamiento de estos verbos en español no se corresponde con el de sus
equivalentes ingleses. En español los verbos leer y vender funcionan de la misma forma
que read y buy, pero no ocurre lo mismo con fotografiar y comprar:

(39) Este libro se lee fácilmente.


(40) *Ella se fotografía bien.
(41) Este libro se vende bien.
(42) Ese spray se compra fácilmente en cualquier tienda de repuestos de
automóvil44.

El verbo fotografiar no acepta una lectura media; la oración (40) sólo puede ser
aceptable si recibe una interpretación reflexiva. El verbo comprar, al contrario que buy,
participa en español en la alternancia media sin plantear problemas. La aceptabilidad de
estas estructuras en las que el argumento paciente no es afectado demuestra que la
Restricción de la Afectación tampoco influye en la formación de las construcciones
medias españolas.
Otro aspecto importante a tener en cuenta tanto en inglés como en español es que
el sujeto gramatical de las construcciones medias, a pesar de recibir el papel temático de
paciente, participa activamente en la acción expresada por el verbo como favorecedor o
causante de ella. Esta propiedad es fundamental en los dos idiomas para diferenciar las
construcciones medias de otras estructuras relativamente próximas. Al sujeto de las
estructuras pasivas y ergativas en inglés y al de las oraciones de pasiva refleja y
ergativas en español también se le asigna este papel temático. Pero, mientras que los
sujetos pasivos y ergativos no tienen ningún tipo de participación en el proceso, el
sujeto medio se interpreta como el elemento cuyas propiedades facilitan o dificultan la
acción. Sobre este punto, Langacker (1991:228) comenta que la resistencia o facilidad
que presenta el sujeto de una oración media con respecto a la actualización del proceso
verbal lo convierte en agente involuntario. No obstante, creemos que este término no es
el más adecuado porque el paciente no es el que ejecuta materialmente la acción, sólo el
que la facilita o favorece. Por esta razón, preferimos llamarlo paciente–favorecedor.

2.3. Carácter genérico y descriptivo.

En el apartado 2.1. ya comentamos que el argumento agente y sujeto lógico de las


construcciones medias inglesas y españolas recibe una interpretación genérica que

44 Este ejemplo se ha tomado de la novela de Arturo Pérez–Reverte La Tabla de Flandes.


(Barcelona: Círculo de Lectores, 1990, p. 271).

96
explica su ausencia en la estructura superficial de la oración y permite la paráfrasis con
people in general y uno.
A esta interpretación genérica de las construcciones medias se une su carácter
descriptivo y estático, ya que tanto en inglés como en español las construcciones medias
no expresan hechos concretos sino propiedades intrínsecas del sujeto, adquiriendo así un
valor atemporal. Ésta es la causa de que la inserción en una estructura inglesa de un
modificador adverbial que exprese el momento concreto en el que se realiza la acción de
como resultado una oración inaceptable. En español esta misma operación altera el
significado de la estructura que se convierte en impersonal:

(43a) *Yesterday the kitchen door painted easily. (Fagan 1992: 53)
(43b) Ayer se pintó fácilmente la puerta de la cocina.

Este carácter descriptivo y estático de las construcciones medias se opone al


carácter dinámico de las estructuras ergativas que describen acontecimientos específicos
y aceptan este tipo de adverbiales de tiempo en ambas lenguas. Tanto para Fagan
(1992:146) como para Demonte (1991:49), en esta oposición radica la diferencia más
importante entre oraciones medias y ergativas:

(44) The branch broke yesterday.


(45) Ayer se hundió el buque.

Por la naturaleza descriptiva de estas estructuras el presente simple es el tiempo


verbal más usado en inglés, aunque esto no impide el uso de otros tiempos siempre que
no aludan a acciones concretas. En español el uso de un tiempo que no sea el presente
conduce a una lectura que oscila entre la impersonal y la media:

(46a) The woolens washed well. (Dixon 1991: 323)


(46b) Las prendas de lana se lavaron bien.
(47a) This string won't tie properly. (Dixon 1991: 326)
(47b) Esta cuerda no se atará bien.

Los ejemplos (46b) y (47b) pueden interpretarse como oraciones medias si lo que
se pretende es hacer referencia a ciertas propiedades temporales del sujeto gramatical
que un momento específico facilitan o dificultan la acción. En este sentido, las prendas
de la lana y la cuerda pueden interpretarse como sujetos medios favorecedores de la
acción si lo que influye es, por ejemplo, el hecho de que sean nuevas. Por el contrario, si
el desarrollo de la acción depende de factores externos, como tener el tiempo suficiente

97
para lavar la ropa o que el sitio donde se va a atar la cuerda sea accesible, la oración se
interpretaría como impersonal porque ninguna propiedad del sujeto gramatical es
decisiva para llevar a cabo la acción.
A pesar de que la imposibilidad de que una estructura aparezca en forma
progresiva parece ser prueba de su naturaleza estática (Fagan: 1992:53)45, existen
algunos casos de construcciones medias inglesas y españolas que aparecen en esta forma:

(48) This manuscript is reading better every day.


(49) Estos zapatos se están vendiendo muy bien.

Para Fagan, las construcciones medias inglesas como (48) expresan cambios en las
propiedades del sujeto, por lo que siguen conservando su carácter estático y descriptivo.
Por el contrario, el uso de la forma progresiva en la estructura española (49) hace que
ésta exprese una acción que se realiza en un momento concreto, adquiriendo así un
sentido dinámico. Pero, como ocurría en los ejemplos (46b) y (47b), la acción se
desarrolla gracias a las buenas cualidades del objeto, por lo que la estructura sigue
conservando su sentido medio. A diferencia del resto de las medias que hacen referencia
a acciones potenciales, este tipo de estructuras expresan hechos concretos.

2.4. Modalidad.

La cuarta propiedad de las estructuras medias es la expresión de la modalidad,


típicamente las nociones de posibilidad y habilidad. Según Fagan (1992:54), esta
propiedad permite que sea posible parafrasear una construcción media inglesa con una
estructura pasiva que incluya el modal can. El mismo fenómeno puede observarse en
español con la diferencia de que en este caso la oración resultante es impersonal
(Quereda 1983: 206):

(50) It cuts easily _ It can be cut easily.


(51) Sus poemas no se traducen bien _ Sus poemas no se pueden traducir bien.

Con respecto a este punto es interesante señalar que en español se usa con mucha
frecuencia esta estructura impersonal con el verbo poder y la partícula se con un
significado equivalente al de las construcciones medias que estamos analizando:

45 Otra prueba que presenta Fagan (1992: 53) para determinar el carácter estático de las
construcciones medias es la inaceptabilidad de estas estructuras en forma imperativa: *Bribe easily,
bureaucrat.

98
(52) Se puede lavar y limpiar sin problemas. (Catálogo venta por correo)
(53) Se puede plegar y recoger en el mango. (Catálogo venta por correo)

El empleo de este tipo de oraciones y de otro que analizaramos más adelante


puede explicar el uso restringido que tienen las estructuras medias en nuestra lengua en
comparación con el que tienen en inglés.
A pesar de que la expresión de las nociones de habilidad y posibilidad es una
característica general de las construcciones medias, existen en inglés ciertas estructuras
que no expresan ninguna modalidad. Los ejemplos más claros de esta excepción son los
que se forman con el verbo sell:

(54) Harlequin Romances, worldwide, sells six copies a second. (Fagan 1992:
55)

Fagan explica esta aparente anomalía señalando que estas construcciones no


expresan cómo se puede realizar la acción, sino simplemente cómo se realiza. Este tipo
de estructuras, que ella llama nonstandard middles, difiere del tipo usual en que expresan
generalizaciones sobre determinadas acciones, mientras que lo que generalmente se indica
con una construcción media es la potencialidad de la acción, no el hecho concreto.
La confusión entre construcciones medias e impersonales con se en español vuelve
a aparecer en este punto. Las oraciones españolas del tipo de las nonstandard middles
en inglés se interpretan como oraciones impersonales. Como las medias, estas
estructuras son descriptivas, pero no existe en ellas ninguna alusión a las propiedades
del sujeto que facilitan o dificultan la acción, sólo la referencia a la forma de llevarla a
cabo por parte de un sujeto indeterminado:

(55) Se aplica sobre el cabello mojado y un poco húmedo. (Elle, nº 103)


(56) El habitáculo del motor se sujeta por medio de los amortiguadores de gas.
(El Semanal, 1/10/95)
(57) La refrigeración se realiza con una mezcla de glicol. (El Semanal, 24/9/95)

2. 5. Modificación adverbial.

99
El rasgo formal más característico de las construcciones medias es la presencia, en
la mayoría de los casos obligatoria, de un adverbial que indica cómo influyen las
propiedades del sujeto gramatical en la actualización del proceso que se expresa46:

(58) This wood splits easily. (Fagan 1992: 157)


(59) El pescado y el marisco se conservan estupendamente. (El Semanal,
24/9/95)

La presencia de este modificador adverbial es otra de las diferencias fundamentales


entre las estructuras medias, pasivas y ergativas en inglés. De estas tres construcciones,
sólo las medias exigen este tipo de modificación para ser aceptables:

(60) *The wall paints.


(61) The books were sold.
(62) The bone fractured.

En español, el adverbial tampoco es necesario para que las oraciones ergativas e


impersonales sean aceptables, pero sí es un requisito obligatorio para las medias47:

(63) *Los colores se aplican.


(64) Se venden libros.
(65) La roca se fractura.

Tanto en inglés como en español este modificador adverbial es típicamente de


modo, aunque existen restricciones con respecto a sus propiedades semánticas. En inglés
no son aceptables los adverbiales de modo orientados hacia el agente. Su inserción en la

46 Fellbaum (1986: 9) denomina este adverbial facility adverb 'adverbio de facilidad' ya que
indica el grado de facilidad o dificultad con la que la acción expresada se puede realizar gracias a las
propiedades del sujeto de la construcción media.
47 Tanto en inglés como en español, la inserción de un adverbial como easily o fácilmente en una
estructura ergativa hace que ésta adquiera una lectura media:
– This sort of glass breaks easily.
– La roca se fractura fácilmente.
Sin embargo, a pesar de que estas oraciones expresan un contenido medio, no se pueden
considerar como medias ante la ausencia de un agente implícito y la posibilidad de eliminar el adverbial
sin alterar la aceptabilidad de la estructura.

100
oración produce una construcción agramatical por la imposibilidad de hacer referencia
explícita a un elemento ausente en la estructura superficial:

(66) *Polyester cleans carefully.


(67) *This umbrella folds up skilfully. (Fagan 1992: 56)

Por el contrario, la presencia de un adverbial con estas características en una


estructura española no origina una construcción media inaceptable, sino una oración
impersonal. En los siguientes ejemplos el adverbial indica las propiedades que tiene que
tener el agente, no el paciente, para llevar a cabo la acción con éxito. Parece que las
nociones de habilidad o posibilidad asociadas normalmente con las construcciones
medias se transforman en este caso en la noción de necesidad:

(68) El poliester se limpia con cuidado _Hay que tener cuidado al limpiar el
poliester.
(69) Este paraguas se abre con destreza _ Hay que ser hábil para abrir este
paraguas.

Aparte de los complementos de modo, las construcciones medias inglesas


permiten también la presencia de adverbiales de lugar. En español la línea que separa las
construcciones medias de las impersonales con se vuelve a ser difusa cuando en la
oración aparece un adverbial de estas características:

(70) This dress buttons in back.


(71) Her bonnet ties under the chin. (Hatcher 1943: 9)
(72) Los faros se regulan desde el interior. (El Semanal, 8/10/95)
(73) La tapa se coloca sobre el radio–cassette. (Catálogo de venta por correo)

Los ejemplos (70) y (71) describen cómo se realiza la acción que expresa el verbo.
Son por tanto nonstandard middles. Los ejemplos (72) y (73) indican también cómo se
realiza la acción, pero mientras que en (73) no parece que haya ninguna propiedad de la
tapa que haga que se coloque sobre el radio–cassette, lo que nos hace inclinarnos por una
interpretación impersonal, en (72) puede ser que el especial diseño de los faros permita
regularlos desde el interior del coche, por lo que podría interpretarse como una
construcción media.
Tampoco es extraño encontrar construcciones medias inglesas modificadas por
adverbiales de instrumento y tiempo. El uso de este tipo de adverbiales en español nos
lleva de nuevo al dilema impersonal–media

101
(74) The door opens with a key. (Palmer 1974: 93)
(75) A good tent puts up in about two minutes. (Van Oosten 1977: 459)
(76) La alimentación del motor se realiza mediante veinte baterías de níquel. (El
Semanal, 24/9/95)
(77) Las tiras se fijan en segundos. (Catálogo de venta por correo)

En (76) el sujeto gramatical no parece que tenga ninguna influencia sobre el


desarrollo de la acción, mientras que en (77) es probable que la rapidez en fijar las tiras
se deba a una característica especial de las propias tiras. De esta forma, (76) recibiría una
interpretación impersonal y (77) podría considerarse una construcción media.
Otra posibilidad de modificación adverbial de las construcciones medias en inglés
y español la ofrecen las oraciones subordinadas:

(78) Those tiles lay better if you wet them first. (Dixon 1991: 326)
(79) Las cápsulas se ingieren fácilmente si van acompañadas de un sorbo de
agua.(Instrucciones de uso de un medicamento)

En ambos casos la acción se produce con más facilidad si las propiedades del
sujeto gramatical se modifican siguiendo las indicaciones expresadas en la oración
subordinada.
También es posible encontrar en ambas lenguas construcciones medias
modificadas por oraciones comparativas. En estas estructuras se atribuyen al sujeto
gramatical las propiedades del objeto con el que se compara:

(80) This wine drinks like it was water. (Van Oosten 1977: 459)
(81) El salpicadero de a bordo se abre como (si fuera) un piano. (El
Semanal,8/10/95)

El análisis que hemos realizado hasta este momento de las posibilidades de


modificación de las construcciones medias señala que las estructuras españolas están
mucho más limitadas que sus equivalentes inglesas con respecto al tipo de adverbial que
aceptan. Las construcciones medias españolas modificadas por adverbiales de lugar,
tiempo e instrumento pueden interpretarse como oraciones impersonales y medias, pero
en pocos casos la lectura media prevalece sobre la impersonal. Sólo el empleo de un
adverbial de modo parece que garantiza, por regla general, la naturaleza media de una
estructura. Los siguiente ejemplos, en los que el adverbial es claramente de modo, se

102
identifican fácilmente como oraciones medias en las que las características del sujeto
gramatical favorecen la actualización del proceso que se describe:

(82) Se aclara fácilmente. (Woman, nº 37)


(83) Un cuadro así no se pinta fácilmente. (Demonte 1991: 52)
(84) Se instala con facilidad. (Catálogo de venta por correo)
(85) Se cierra sin desperdiciar pasta y se sostiene verticalmente. (Anuncio
publicitario de un dentífrico)

Este afirmación puede confirmarse por el hecho de que construcciones que cuentan
con dos adverbiales de los que uno es de modo reciben una interpretación media,
mientras que las mismas estructuras suelen interpretarse como impersonales cuando este
adverbial desaparece, aunque en ninguno de los dos casos la interpretación media excluye
a la impersonal o viceversa:

(86a) Los colores se aplican fácilmente con una brocha preciosa.


(86b) Los colores se aplican con una brocha preciosa.
(87a) Ese spray se compra fácilmente en cualquier tienda de repuestos de
automóvil.
(87b) Ese spray se compra en cualquier tienda de repuestos de automóvil.

El empleo de las construcciones medias en español puede estar limitado por esta
indeterminación entre la lectura media, cuyo objetivo es resaltar ciertas propiedades del
sujeto gramatical, y la impersonal, que se usa para expresar acciones con agente
indeterminado. Asimismo, otro aspecto a tener en cuenta es la existencia en español de
otras dos estructuras que, aunque no rechazan una interpretación impersonal, tienen un
carácter puramente descriptivo y expresan un contenido semántico equivalente al de las
oraciones medias. La primera de estas construcciones, que ya mencionamos
anteriormente, es la que se forma con el verbo poder y la partícula se. La segunda es una
estructura atributiva, con un uso muy extendido en publicidad, en la que se omite el
sujeto y el verbo copulativo. Los siguientes ejemplos se han extraído de un catálogo de
venta por correo:

(88) Se puede lavar y limpiar sin problemas.


(89) Se puede recoger y plegar en el mango.
(90) Fácil de colocar con tornillos o adhesivo.
(91) Fácil de transportar por sus cuatro ruedas.

103
2. 6. Ausencia de modificación adverbial.

Aunque generalmente la presencia de un adverbial que indique la facilidad o


dificultad que presenta el desarrollo de la acción es obligatoria en las construcciones
medias inglesas y españolas, existen en las dos lenguas estructuras que no cuentan con
este elemento:

(92) This dress buttons.


(93) Glass recycles. (Fagan 1992: 57)
(94) La bicicleta se desmonta. (Quereda 1983: 208)
(95) El único refresco que se mastica. (Anuncio publicitario de un chicle)

Estos cuatro ejemplos mantienen su naturaleza media al describir propiedades del


sujeto. Pero, mientras que en los casos anteriores el adverbial señalaba el grado de
facilidad o dificultad de la acción, estas oraciones sólo indican que la acción puede
realizarse. En los ejemplos (92), (93) y (94) el vestido se puede abrochar, el cristal
reciclar y la bicicleta desmontar porque han sido fabricados o diseñados de una forma
especial. El ejemplo (95), utilizado para promocionar una marca de chicle, atribuye al
producto las características de un refresco.
Ackema y Schoorlemmer (1994:71) explican la aceptabilidad de las oraciones que
no incluyen ningún modificador adverbial señalando que es el contexto del discurso lo
que permite su interpretación media. Todo lo que se necesita en principio para que una
construcción media sea aceptable es un contexto adecuado. Así, los ejemplos (96a) y
(96b) son perfectamente correctos, tanto en inglés como en español, en un contexto
donde se estén comparando distintas clases de pan:

(96a) This bread cuts.


(96b) Este pan se corta.

En el mismo sentido, Keyser y Roeper (1984: 385) señalan que construcciones


como las que acabamos de citar pueden recibir una interpretación media si se utiliza una
entonación contrastiva.
Dentro del grupo de las construcciones medias sin modificación adverbial quedan
por analizar estructuras negativas como las siguientes:

(97) This dress doesn't fasten. (Fagan 1992: 57)


(98) No se manchan. (El Semanal, 8/10/95)

104
Estas oraciones pueden interpretarse como medias por el contexto o por la
entonación que se utiliza de la misma forma que los ejemplos anteriores. No obstante,
también es posible argumentar que las partículas not y no son adverbios con las mismas
características que cualquiera de los que normalmente hallamos en estas estructuras. En
estos casos, el adverbio negativo indica que cierta propiedad del sujeto gramatical impide
que la acción pueda llevarse a cabo.

3. Se en las construcciones medias españolas.

En las construcciones medias inglesas el verbo es activo y no existe ninguma marca


formal que pueda identificar estas estructuras. En español el verbo de una oración media
tiene también forma activa pero además está acompañado por la partícula se.
El se que aparece en las estructuras medias españolas no tiene contenido
semántico. Funciona como un morfema verbal que modifica al predicado y es
absolutamente necesario para la aceptabilidad de la oración. Esta partícula tiene las
mismas características cuando aparece en las construcciones impersonales en las que su
presencia también es obligatoria para un interpretación adecuada de la oración:

(99) *Esta silla pliega totalmente.


(100) *Necesitan directores técnicos.
(101) *Compra hierro viejo48.

Marina Fernández Lagunilla (1975:183) y Mª del Carmen Bobes (1974:93)


coinciden en afirmar que el se de las estructuras impersonales tiene como función señalar
el carácter impersonal de la oración y hacer innecesaria, por tanto, la mención del sujeto
agente. Violeta Demonte (1991: 55) opina que el se de las construcciones medias indica
una operación léxica que tiene lugar sobre el papel temático de agente en la formación de
estas estructuras. La operación léxica a la que Demonte se refiere es el proceso por el
cual al sujeto agente de la estructura transitiva se le asigna una interpretación arbitraria y
genérica que hace que su presencia sintáctica no sea necesaria en la construcción media
resultante, transformando así la estructura transitiva en intransitiva. Siguiendo estas
propuestas, vemos que la partícula se realiza la misma función en ambas construcciones:
señalar la presencia implícita de un agente que por razones diversas no necesita hacerse
explícito en el nivel sintáctico de la oración. La ausencia del argumento agente de la
estructura superficial en las construcciones medias es especialmente significativa ya que
de esta manera el argumento paciente adquire mayor relevancia en la actualización del

48 Los ejemplos (100) y (101) no son aceptables como oraciones impersonales, pero sí como
estructuras personales en las que se ha omitido el sujeto.

105
proceso que se expresa. De hecho, como ya comentamos al comienzo de este estudio, la
finalidad de una construcción media es insistir sobre el hecho de que no es el agente sino
ciertas propiedades intrínsecas del paciente las causantes de que se realice la acción.
Hemos comentado que la presencia de la partícula se en las construcciones medias
españolas es un requisito obligatorio para que estas estructuras sean aceptables. Sin
embargo, encontramos algunos casos en los que se no aparece o en los que su presencia
es opcional:

(102) Las bombillas ajustan sin problemas en el mismo casquillo. (El Semanal,
1/10/95)
(103) Esta leña prende bien.
(104) Este material (se) lava bien. (Quereda 1983: 206)

Teniendo en cuenta la anterior propuesta de que la función de se en estas


estructuras es indicar la presencia de un agente implícito, la ausencia de esta partícula en
las oraciones que acabamos de citar podría indicar que en ellas no existe tal argumento y
que el paciente es el único responsable de la acción. Naturalmente, las acciones a las que
hacen referencia estas construcciones no pueden llevarse a cabo sin la intervención de un
agente externo pero, ante la ausencia de la partícula se, los sujetos gramaticales parecen
adquirir un grado mayor de participación en el proceso. Estas oraciones parecen señalar
que la acción depende en mayor medida de las propiedades de los argumentos pacientes
que de la intervención de un agente externo.

4. Conclusiones.

La comparación de las construcciones medias inglesas y españolas ha mostrado


que estas estructuras comparten todos sus rasgos, aunque cada lengua impone sus
propias restricciones. En español, estas construcciones son mucho más sensibles a
cualquier variación del esquema general que en algunas ocasiones conduce a una
interpretación impersonal y en otras a una ambigüedad entre la lectura media y la
impersonal.
En segundo lugar hemos observado que, a diferencia del inglés, el español usa otras
dos estructuras, la primera con se y el verbo poder y la segunda una oración atributiva
que omite el sujeto y el verbo copulativo, que expresan el mismo contenido descriptivo
que las construcciones medias. La existencia de estas dos estructuras y la ambigüedad
que se observa en ciertos casos entre una interpretación media y una impersonal puede
explicar el uso limitado de las construcciones medias españolas con respecto a sus
equivalentes inglesas. Por último, llegamos a la conclusión de que la función de se en las

106
construcciones medias españolas es señalar la presencia implícita del argumento agente
de la acción en la misma línea del se impersonal.

107
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109
Artículo y rol pragmático de los constituyentes oracionales

Regla Fernández Garrido

O. Objetivo.

La finalidad que persiguen las páginas que siguen es explicar el significado


pragmático del artículo que se llama determinado y establecer las razones que justifican
su empleo en español e inglés. El método que voy a aplicar servirá para la mayor parte
de los usos del artículo, pero he de advertir desde este primer momento que hay en
ambas lenguas usos estereotipados y sancionados por el habla que escapan a estas
explicaciones.

1. Valor pragmático del artículo.Referencialidad y determinación; unicidad y


maximalidad.

A la hora de definir el artículo, los lingüistas se han encontrado desde siempre con
la gran dificultad que supone el que se trate de una unidad lingüística que no tiene
significado léxico y que no es independiente sintácticamente. No tiene significado léxico,
porque por sí mismo no significa nada (frente a otros determinantes del sustantivo como
demostrativos o posesivos) ni tiene independencia sintáctica, porque no puede aparecer
separado del sustantivo al que va determinando49. Entonces, ¿cuál es el valor del
artículo? El artículo determinado significa que el sustantivo designa una realidad que
existe en el universo discursivo que comparten Hablante (H) y Destinatario (D) y que es
accesible para ambos en tanto entidad dada y conocida50. Por lo tanto, no tiene valor

49 De ahí las definiciones como la de Alarcos (1982:225-226): "el artículo es un signo


dependiente que pertenece a un paradigma cerrado, siendo un signo morfológico, con contenido
gramatical y que se opone a los signos léxicos, que constituyen inventarios abiertos. El artículo es un
signo morfológico, dependiente, que presupone la existencia de un elemento autónomo, el nombre, con
el que constituye un sintagma unitario dentro de la oración".
50 Leech (1983:90-93) afirma que la diferencia en inglés entre the y a es de carácter pragmático: El
elemento de definición que implica the (definición que también indican otras palabras como los
pronombres personales y los demostrativos) sugiere que el hablante entiende que hay un referente que
puede ser identificado sólo por el conocimiento contextual compartido por H y D.

111
semántico, porque depende mucho de una situación y un contexto dados, sino valor
pragmático.
Referencialidad. El artículo determinado implica que el H presupone que la
entidad designada por el sustantivo existe en el universo discursivo que comparte él con
el D porque éste puede establecer un "contacto mental" con ella, es decir la sola mención
del artículo debe bastar para que el destinatario "conecte" con la misma entidad que el
hablante tiene en su cabeza. Y obsérvese que hablo de "universo discursivo" y de
"contacto mental"; "universo discursivo" quiere decir que el referente del sustantivo
articulado ha de existir en el espacio de discurso que los interlocutores hayan negociado
para que en él se desarrolle la comunicación y que no tiene forzosamente que coincidir
con el universo real, aunque lo normal es que así sea. Givón (1984 :389) ilustra esta
diferencia con los siguientes ejemplos:

1. (a)There was once a white unicorn who lived in the forest. He lived all by
himself and ø was rather lonely. One day he met a frog...
(b) There was once a black horse who lived in the forest. He lived all by
himself and ø was rather lonely. One day he met a frog...

El hecho de que en el mundo real no existan unicornios blancos y sí caballos negros


no influye en absoluto en la forma de construir estas proposiciones: una vez que queda
establecido un universo de discurso, la referencia procede sin tener en cuenta si dicho
universo coincide o no con el mundo real.
"Contacto mental" quiere decir que no es necesario que los interlocutores
conozcan físicamente la entidad designada, sino que basta que sean capaces de
representársela mentalmente, infiriéndola a partir de unas "pistas" que proporciona la
situación extralingüística, el discurso o incluso el propio sustantivo. Es decir,
supongamos que el H tiene en su mente una realidad concreta y pretende manifestarla
lingüísticamente por medio de un sustantivo precedido del artículo; para que el D
comprenda adecuadamente el mensaje, es necesario que sea capaz de representarse
también mentalmente la misma realidad, ya sea porque se haya mencionado antes en el
discurso y por ello sea ya conocida para él, ya sea porque esté dada en la situación
extralingüística o ya sea porque el sustantivo mismo consiga este efecto (en el caso de
que el sustantivo designe una entidad conocida por su experiencia ['el sol'] o por sus
conocimientos culturales ['el Presidente']). Sobre ello volveré más adelante con más
detalle.
Unicidad y maximalidad. Y no sólo la entidad designada ha de existir en el
universo discursivo de los interlocutores como dada y conocida, sino también como

112
única y máxima (Langacker 1991:100). "Unico" quiere decir que el artículo determinado
implica un solo individuo accesible para H y D:

2. (a) I have a cat and a dog. The cat is very lazy / Tengo un gato y un perro.
El gato es muy perezoso.
(b) *I have a gray cat and a black cat. The cat is very lazy. / *Tengo un gato gris
y un gato negro. El gato es muy perezoso.

En (a) sólo hay un individuo "gato": éste es introducido en la primera oración


como indeterminado, lo que posibilita que el destinatario haya tenido ocasión de
establecer contacto mental con él, y de entenderlo como único gracias al artículo de la
segunda oración. Sin embargo, en (b) se establecen en la primera oración dos individuos
"gatos", cada uno con sus características, por lo que resulta agramatical utilizar el
artículo, ya que no se está hablando de una entidad única.
Unicidad implican también otros determinantes del nombre, como los
demostrativos y los posesivos. Éstos significan - al igual que el artículo - que la entidad
es definida y que los interlocutores tienen contacto mental con ella. Sin embargo, los
demostrativos sitúan la entidad en cuestión en coordenadas espacio-temporales precisas
y los posesivos expresan claramente la pertenencia. Esta es la diferencia fundamental
entre ambos, que conlleva, además, otra: el demostrativo, por su capacidad de señalar, de
indicar una entidad precisa y el posesivo por su indicar con precisión la entidad
poseedora, son compatibles con el hecho de que en el espacio discursivo existan varias
entidades del mismo tipo, ya que el demostrativo puede señalar, de entre todas esas
entidades, una de una forma bien precisa y mostrarla como única respecto a unas
coordenadas y el posesivo puede precisar a quién pertenece cada entidad. El artículo, sin
embargo, por carecer de tal significado, no puede utilizarse allí donde entran en liza
varias entidades de un mismo tipo, por ser incapaz de determinar a una de ellas como
única entre todo el conjunto. Por esta razón, demostrativo y posesivo son gramaticales
en casos en que no lo es el artículo:

(c) *The cat is friendlier than the cat / *El gato es más cariñoso que el gato.
(d) This cat is friendlier than that cat / Este gato es más cariñoso que ese gato.
(e) My cat is friendlier than your cat / Mi gato es más cariñoso que tu gato.

"Máximo" implica la totalidad y no sólo una parte y se aprecia en ejemplos con


nombres contables en plural o con nombres de masa:

113
3. (a) I have seven cats. The cats are very lazy. /Tengo siete gatos. Los gatos son
muy perezosos.
(b) Tom bought seven gallons of milk. The milk turned sour. / Tom compró
siete galones de leche. La leche se puso agria.

Al utilizar el artículo estoy aludiendo forzosamente a la totalidad: a los siete gatos


o a los siete galones de leche.

2. VALOR pragmático del artículo (indeterminado)

Referencialidad pero no unicidad. Frente al artículo determinado, el


indeterminado significa que la realidad designada por el sustantivo existe en el espacio
discursivo de los interlocutores, pero no como única. Supongamos, por ejemplo, que en
una clase el profesor pida a uno de los alumnos:

4. (a) Open a window, please / Abre una ventana, por favor.


(b) Close the door, please / Cierra la puerta, por favor.

El ejemplo 4 (a) implica que en la clase hay más de una ventana, pero que es
indiferente cuál de ellas abra; en el supuesto de que en la clase hubiera tan sólo una
ventana, una expresión como la de arriba sería agramatical tanto en inglés como en
español. En 4 (b), sin embargo, se presupone que sólo hay en el aula una puerta y el
alumno sabe bien que se refiere a ella.
No referencialidad. El artículo indeterminado puede igualmente indicar que la
realidad que designa el sustantivo no existe en dicho espacio discursivo, por lo que es
no-referencial. Veamos un ejemplo:

5. Leonard wants to marry a princess who speaks five languages / Leonardo


quiere casarse con una princesa que hable cinco idiomas / habla cinco
idiomas.

La oración en inglés resulta ambigua: no sabemos si se trata de una princesa que


existe pero como el D no la conoce el H prefiere presentarla como indeterminada, o si
simplemente está formulando un deseo sobre las cualidades que ha de reunir la futura
esposa de Leonardo. El español rompe esta ambigüedad utilizando dos modos verbales
diferentes: el indicativo implica la existencia de una princesa que reúne esos requisitos
(referencial), pero se presenta como indeterminada porque el hablante supone que el
destinatario no es capaz de establecer "contacto mental" con ella y se la presenta como

114
no conocida. El subjuntivo, por el contrario, indica que la tal princesa aún no existe y
que el hablante sólo formula los deseos de Leonardo3.

3. Referencia específica / referencia genérica.

Es interesante en este momento ilustrar con ejemplos el distinto funcionamiento


del artículo en inglés y español en cuanto a la distinción que aparece en el manual de
Quirk et alii (1985:265) entre referencia específica y genérica, centrándonos
concretamente en la referencia genérica. Es evidente que la referencia, que he definido
como la existencia de la entidad designada por el sustantivo en el universo discursivo que
comparten los interlocutores, es más fácil de observar cuando es específica, esto es,
cuando se trata de entidades discontinuas, concretas y fácilmente identificables; cuando
es genérica, esto es, cuando el sustantivo designa - no un individuo concreto - sino a la
clase en su totalidad resulta a primera vista hallar el valor referencial. Pues bien, en la
referencia específica, tanto inglés como español utilizan el artículo:

6. (a) A lion is sleeping in the cage / Un león está durmiendo en la jaula.


(b) The lion is sleeping in the cage / El león está durmiendo en la jaula

En 6 (a) se trata de un león del que no se presupone que el D tenga conocimiento,


y por eso se utiliza el artículo indeterminado; en 6 (b), el león se presenta como
especimen concreto y conocido en el universo discursivo que comparten los
interlocutores, y por ello tenemos el artículo determinado.
Para la referencia genérica, el inglés puede utilizar - con los nombres discontinuos -
artículo determinado o indeterminado en singular; el español, por su parte, utiliza
normalmente el artículo determinado en singular, aunque a veces puede aparecer el
indeterminado; en plural, el inglés sólo admite ausencia de artículo y el español, el
artículo determinado:

7. (a) The tiger is a dangerous animal / El tigre es un animal peligroso


(b) A tiger is a dangerous animal / Un tigre es un animal peligroso.
(c) Tigers are dangerous animals / Los tigres son animales peligrosos.

Por el contrario, si se trata de nombres continuos con referencia genérica, el inglés


sólo admite ausencia de artículo, mientras que el español exige el artículo determinado:

8. Food is necessary / el alimento es necesario.

115
Por lo tanto, el español y el inglés no distinguen formalmente entre la referencia
específica y genérica en cuanto al uso del artículo se refiere, especialmente en los
nombres discontinuos. Recurren, sin embargo, a otras marcas, como el contexto, el uso
de determinados tipos oracionales (normalmente se trata de oraciones copulativas y de
carácter gnómico, con presentes atemporales).

4. Referencialidad como fenomeno gradual.

Esta diferencia entre referencia específica y genérica nos lleva, además, a otra
cuestión que trataremos al final más detenidamente en relación con las distintas
funciones sintácticas: la referencia hay que entenderla - como apunta Givón (1984:406
ss.) - como gradual. Si partimos de las clasificación de los distintos tipos de sustantivos
que se hallan en las gramáticas inglesas (Quirk et alii 1985:247) y que puede aplicarse
también, aunque quizá sea menos rentable, al español, tenemos que hablar de
concretos (pig, toy...)
contables
comunes abstractos (difficulty, remark...)

concretos (butter, gold...)


incontables
abstractos (music, work...)

propios (John, Paris...)

De entre todos estos sustantivos, los que son más referenciales son los propios,
ya que identifican un individuo único e implican la existencia de éste. Dentro de los
nombres comunes, los contables concretos son más referenciales ya que designan una
entidad que puede aislarse con facilidad y se observará mejor la referencialidad en el
singular que en plural. Los sustantivos menos referenciales serán los incontables
abstractos (happiness / alegría, beauty / belleza), que significan un concepto, del que
difícilmente puede afirmarse la existencia como entidad diferenciada a no ser que se
produzca una personificación o que el sustantivo se entienda en sentido amplio y
atribuida a una entidad concreta:

La belleza de María era insuperable

Y debido a que los sustantivos abstractos son, por su propio significado, poco
compatibles con la referencialidad, suelen aparecer en inglés sin artículo, mientras que en

116
español la presencia / ausencia de artículo no se explica con facilidad, sino que parece
que se debe más bien a razones de uso:

9. (a) My favourite subject is music / Mi asignatura preferida es la música


(b) My favourite subject is history 3/ Mi asignatura preferida es (la)
historia.

Analicemos a continuación los nombres comunes contables concretos (book /


libro, table / mesa). Éstos designan siempre entidades concretas y bien diferenciadas:

10. (a) I've got a book /Tengo un libro


(b) I've got books / Tengo libros
(c) I've got the book / Tengo el libro
(d) I've got the books / Tengo los libros.

En todos estos casos, estoy afirmando la existencia de una entidad o varias


entidades que responden a la definición de "libro" y las contemplo como conocidas a los
interlocutores (el libro, los libros) o no conocidos (un libro, libros).
Pero, además, determinados sustantivos pueden funcionar como continuos y
discontinuos, según los casos:

11. (a) I'm listening to some music/ Estoy escuchando música


(b) I think the music is too loud in here / Pienso que la música está muy
alta aquí.
(c) To make noise / Hacer ruido
(d) I've heard a noise / He oído un ruido
(e) Would you like a coffee? No, I don't like coffee/ ¿Te apetecería un café?
No no me gusta el café.

En (a) el sustantivo 'música' se considera como una realidad continua; en (b), sin
embargo, 'música' está determinada porque me estoy refiriendo a una música concreta, la
que se escucha aquí y de la que pienso que está muy alta. En (c) se considera de nuevo el
sustantivo 'ruido' como un continuo, mientras que en (d) el H se refiere a un sonido que
existe (referencial) pero que supone no conoce el D, por ello lo presenta como
indeterminado. En estos tres casos funciona igual el español que el inglés. En (e), sin
embargo, tenemos empleos divergentes en inglés y español; en inglés el empleo del
artículo se adapta a las condiciones que hasta este momento hemos comentado: en la
pregunta, 'coffee' está precedido del artículo indeterminado porque se está presentando

117
como un sustantivo contable y concreto que se introduce por primera vez en la
conversación y del que el D no tiene por qué conocer la existencia; en la respuesta, el D
considera el sustantivo como una entidad continua, no quiere decir que no le guste el café
concreto que el H le está ofreciendo, sino que lo que quiere decir es que el producto que
por sus cualidades se denomina café, no le agrada, esto es, contempla el sustantivo como
continuo. En español, en la pregunta tenemos el sustantivo precedido por el artículo
indeterminado, por las razones que he explicado a propósito de la interrogación en
inglés, pero en la respuesta aparece el artículo determinado porque en oraciones
negativas (que no sean existenciales, del tipo "No hay carne") no admite el nombre
continuo sin determinante alguno, quizá porque, al afirmar que la realidad designada
existe, ha de ir precedida de cualquier tipo de determinante.
Continuando con nuestro análisis de la referencialidad como una escala, es evidente
que el polo + referencial de ella está ocupado por los nombres propios o nombres de
designación única o individualizada. Los nombres de designación única muy a menudo
funcionan igual que nombres propios e incluso comienzan con mayúscula: el Creador, la
Virgen, el Purgatorio, el Infierno, el Presidente, el Rey..., en los que la presencia del
artículo se justifica porque - en la etapa en que dichos sustantivos tenían aún el estatuto
de nombres comunes - el artículo indicaba que designaban una realidad conocida a los
interlocutores por su información compartida genérica.
De manera un poco diferente se comportan los nombres propios. Éstos, por tener
designación única y por identificar de manera inequívoca la entidad que designan, deben
rechazar, en principio, la presencia del artículo puesto que éste no determina más aquello
que está de sobra determinado e identificado. Y, en efecto, la norma tanto en español
como en inglés es rechazar el artículo con tales nombres propios, sobre todo si son de
persona y aparecen solos: Pedro, María y no *el Pedro, *la María, que se consideran
expresiones vulgares e incorrectas.
Sin embargo, sí es correcta la presencia del artículo acompañando al apellido: La
Cantudo, la Velasco, la Garbo, la Bassinger, la Puértolas, la Urbano, el Ussía, la Cernuda.
En estos casos en singular, suele emplearse con nombres de artistas, periodistas o
escritores conocidos; mientras que si se trata del artículo en plural seguido del apellido
(los Vázquez, los Martínez...), se utiliza para designar a los componentes de la familia,
tanto en español como en inglés.
Correcto es asimismo que a determinados nombres propios de persona
(normalmente nombres de escritores o personalidades famosas) se les anteponga el
artículo:

12. (a) Un Virgilio / a Shakespeare


(b) Los Virgilios / Shakespeares,

118
pero en estos casos se produce una recategorización: gracias el artículo, el nombre
de persona deja de ser nombre propio, identificador y se convierte en un nombre común
que puede designar a cualquier persona o personas que reúnan las dotes artísticas de
Virgilio o Shakespeare51.
Sin embargo, una diferencia entre inglés y español es que, cuando se habla de una
persona utilizando un título además del nombre propio, el inglés rechaza el artículo
mientras que el español lo exige (Stockwell et alii 1965: 70):

13. (a) Mr. Brown is here / El Sr. Brown está aquí.


(b) Mrs. Evans came / La señora Evans vino.
(c) Professor Phillips said so / El profesor Phillips lo dijo.

Respecto a los nombres propios geográficos, no hay uniformidad en el empleo del


artículo: en español, los nombres de las comunidades autonómicas rechazan el artículo
(Andalucía, Castilla-León, Valencia, Murcia, Galicia...), mientras que algunos nombres
de regiones lo exigen (el Bierzo, la Alcarria, la Mancha...) o algunos topónimos, en los
que el artículo se justifica porque proceden de nombres comunes (El Escorial, La
Carolina, Las Coruña, Las Palmas52, frente a otros que, a pesar de tener el mismo origen,
no precisan del artículo, como Arcos la Frontera o Alcázar de San Juan). En cuanto a
nombres geográficos de continentes y naciones extranjeras, la norma del español vacila.
Algunos pueden aparecer con o sin artículo, sin que ello implique ninguna diferencia de
significado: (la) China, (el) Brasil, los Estados Unidos53; otros, por el contrario, rechazan
sistemáticamente la presencia del artículo: Chile, Bolivia, Méjico, Venzuela, Colombia,
Francia, Italia... Los nombres propios de océanos, mares, ríos, lagos, montes, cordilleras
y otros accidentes geográficos se emplean ordinariamente con artículo: el Aconcagua, el
Atlántico, el Mediterráneo, el Vesubio, el Ebro, el Guadalquivir.
En inglés, por el contrario, casi todos los nombres propios geográficos rechazan el
artículo, aun cuando lleven un adjetivo como modificador (Quirk et alii 1985:293-294).

51 Y si a los nombres propios se les antepone un adjetivo y otro nombre aparece el artículo en
español, pero no en inglés: young Cervantes / el joven Cervantes, Queen Elisabeth / la reina Isabel.
52 Obsérvese que en el caso de estos nombres, incluso el artículo suele escribirse con mayúsculas,
ya que funcionan exactamente igual que un nombre propio.
53 Obsérvese que en estos casos, frente a los ejemplos anteriores, el artículo no aparece escrito con
mayúsculas porque no forma una unidad indisoluble con el sustantivo, sino es opcional.

119
Así, continentes: (Central) Europa, Africa; países y estados (modern) Brazil54; ciudades:
(ancient) Rome, Brussels...; lagos: Lake Michigan, Silver Lake; montañas: Mount
Everest, Mont Blanc...; otros nombres de lugar que describen bosques, carreteras,
edificios, aeropuertos suelen igualmente omitir el artículo: Madison Avenue, Hyde Park,
Buckingham Palace, Scotland Yard... Sin embargo, hay igualmente excepciones a esta
regla (Quirk et alii 1985:296-297) y algunos nombres geográficos van precedidos del
artículo determinado, como los nombres de lugar en plural que designan grupos de islas
(the Bahamas, the Canaries...), cadenas de montañas (the Andes, the Pyrenees...),
nombres de ríos (the Danube, the Rhine..), mares y océanos (the Pacific, the Baltic), de
canales (the Panama Canal, the Suez Canal) y de otros accidentes geográficos (the Gulf
of Mexico).

5. Fuentes de la determinación.

Volvamos a las nociones de referencialidad y determinación. Ya he dicho que


referencialidad significa existencia, aunque ésta no tiene que ser existencia en la realidad,
sino que basta que la entidad exista en el espacio de discurso negociado entre los
interlocutores. Determinación significa que la entidad se presenta como dada y conocida
para H y D. Y a continuación paso a analizar las fuentes a partir de las cuales el D puede
inferir que el sustantivo determinado por artículo designa una entidad que existe en el
espacio discursivo como referente único. Dichas fuentes son de dos tipos55:
- situacional o específica
- información compartida
- genérica
- información discursiva
La información compartida situacional la proporcionan la situación y el momento
concretos en que se produce el acto de comunicación, mientras que la información
genérica abarca los conocimientos que los interlocutores poseen por su propia
experiencia y su formación cultural.
La información discursiva es la que proporciona el discurso mismo. Así, un
referente puede venir dado porque haya sido introducido antes en el discurso y se
mencione por segunda vez (anáfora). Sin embargo, también puede suceder que una
realidad se presente como única en el espacio discursivo aunque no sea accesible al
destinatario por no haber sido mencionada antes ni pueda inferirla por la situación

54 El artículo es excepcional con determinados países y regiones: the Crimea, the Ruhr y es
opcional con otros (the) Sudan...
55 Tratadas por Coseriu (1973), Dik (1989), Chico (1986), Hawkins (1991) y Givón (1984), que
las han organizado de distintos modos y denominado con diferentes términos.

120
extralingüística. Sin embargo en estos casos, el sustantivo suele ir seguido de una
modificación que hace que el referente que designa se considere como único y conocido
(y de ahí la presencia del artículo determinado).
A continuación voy a tratar con más detenimiento cada una de las fuentes a partir
de las que puede determinarse la unicidad del referente designado por el sustantivo
articulado. La información compartida situacional o específica justifica el empleo del
artículo determinado en frases del tipo:

14. The roses are beautiful /Las rosas son hermosas.

dichas en un jardín y, por tanto, la situación extralingüística, el lugar y el


momentos concretos en que se formulan dichas frases ofrecen las "pistas" suficientes
para que "rosas" se ofrezcan como existentes y conocidas, ya que se hallan presentes a
los ojos de los interlocutores. Ahora bien, supongamos que la situación no sea suficiente
para comprender el enunciado, supongamos por caso que los interlocutores no se hallen
en un jardín sino en una casa o en medio de la calle, un enunciado como los anteriores
emitido por el hablante causaría en el destinatario extrañeza y formularía una pregunta
del tipo "¿Qué rosas?".
Otros ejemplos más claros quizá serían advertencias como

15. Beware of the dog / Cuidado con el perro


16. Mind the step / Cuidado con el escalón,

casos en los que con el artículo se quiere prevenir al destinatario de la presencia de


un perro o de un escalón peligrosos56.
En estos casos, el artículo compite con los determinantes demostrativos, pero
éstos sitúan con más precisión que el artículo.
La información discursiva genérica es la que procede de los conocimientos que
poseen los interlocutores debido a su formación cultural o a su propia experiencia. Por
ejemplo, si digo

17. the sun, the moon / el sol, la luna,

el artículo queda justificado porque todos conocemos por nuestra experiencia a


qué realidades se está haciendo referencia; o en cualquier conversación menciono a

56 Quirk et alii 1985: 266.

121
18. el Papa / the Pope, el ecuador / the Equator, el Polo Norte/ the North Pole.

todo el mundo sabe a qué persona me refiero o a qué lugares geográficos. La


unicidad de dichos referentes y el conocimiento de los mismos por parte de los
interlocutores viene avalada, además, porque en muchos casos se escriben con
mayúsculas, ya que tienen denotación única y adquieren el estatuto de nombres propios.
En otras ocasiones, el artículo aparece porque el referente designado por el
sustantivo es conocido gracias a la información discursiva, que la proporciona la propia
comunicación:

19. Ayer me encontré un gato abandonado en una calle del centro de la ciudad.
Tras unos momentos de duda, me llevé el gato a mi casa y allí ø está
viviendo conmigo.
20. Felicity bought a video recorder, but she returned the video recorder
because it was defective.

En estos casos, la primera mención de un sustantivo posibilita que éste pueda


presentarse en sucesivas menciones como conocido y por ello aparezca precedido del
artículo (anáfora). En otras ocasiones, nos encontramos con que el sustantivo va seguido
de unos modificadores que lo convierten en único y conocido para los interlocutores, lo
que justifica igualmente la presencia del artículo:

21. (a) The Spanish wines / los vinos españoles


(b) The wines of Spain / los vinos de España
(c) The wines that Spain produces / los vinos que produce España.

La información compartida (específica o genérica) y la información discursiva no


se excluyen entre sí, sino todo lo contrario, se complementan, y en muchas ocasiones la
realidad viene dada a los interlocutores por ambos parámetros. Como un cruce entre
información compartida genérica e información discursiva se justifica el empleo del
artículo en frases como

22. Presté a Pedro un libro recién comprado y, cuando me lo devolvió, las


pastas estaban muy estropeadas.
23. John bought a new bicycle, but found that one of the wheels was defective"

Las pastas del libro y las ruedas de la bicicleta pueden darse como como conocidas
y determinadas porque se han mencionado previamente un libro y una bicicleta

122
(información discursiva, anáfora) y sabemos por nuestra experiencia (información
compartida genérica) que los libros tienen pastas y las bicicletas ruedas. Este cruce entre
información discursiva e información compartida genérica lo denomino "regla del marco",
siguiendo una terminología propuesta por H. Weinrich (1981:248-249) y cuya idea ha
sido seguida posteriormente por otros muchos autores57. Esta "regla del marco" implica
que las entidades relacionadas con una realidad ya mencionada quedan activadas en el
momento que se menciona dicha realidad, u por ello resultan previsibles y puede
presuponerse su existencia. Ahora bien, pueden presentarse como determinadas ("las
pastas") o semideterminada ("one of the wheels"), dependiendo de que su existencia se
asevere como única o no.
Sin embargo, en algunos casos no tenemos un comportamiento similar del artículo
en español y en inglés respecto a esta "regla del marco":

24. Have you broken your arm ? /¿Te has roto el brazo ?
25. She throws the ball with her left hand / Lanza la pelota con la mano
izquierda.

El hecho de que se introduzca una persona en el enunciado activa todos los


referentes relacionado con "ser humano", en estos ejemplos las partes del cuerpo; ello
justifica el artículo determinado en español58, pero el inglés obliga en estos casos al
posesivo, que enfatiza aún más la posesión. Sin embargo el inglés, cuando se trata de una
parte del cuerpo precedido de una preposición, prefiere utilizar el artículo en vez del
posesivo:

26. They pulled her by the hair,

en un uso más parecido al español.


A estas fuentes de determinación que acabo de mencionar hay que añadir que, a
veces, la unicidad del referente viene dada, no por la información compartida ni por la
discursiva, sino por la interpretación "lógica" de determinados sintagmas59:

57 Así, Langacker (1991:99). Givón la denomina "marcos convencionales específicos" (1990:925),


Hawkins se refiere a ello como "un tipo más general de conocimiento de relaciones asociativas entre
unidades" (1991:408) y el manual de Quirk la llama "referencia anafórica indirecta" (1985:267-268).
58 Suele utilizarse el artículo en vez del posesivo cuando se trata de partes del cuerpo humano,
actos y facultades psíquicas, determinados actos psicofísicos expresivos e intencionales (voz, gesto,
mirada, risa, llanto, etc.), prendas de vestir y de adorno y utensilios habituales y comunes del hombre.
59 Langacker 1991:99; Quirk et alii 1985:270

123
27. The (*a) last day of 1987 / el último día de 1987
28. The (*a) only person to have hit a golf ball on the moon/ la única persona
que ha golpeado una pelota de golf en la luna
29. Ada and I have the (*a) same body / Ada y yo tenemos el mismo cuerpo.
30. I peered into the (*a) centre of the flower / Miré dentro del centro de la flor
31. I climbed to the (*a) top of the tree. /Subí a la copa del árbol

O en el caso de los superlativos, que implican atribuir a alguien o algo determinado


una cualidad en el grado máximo, cualidad que posee en exclusividad60:

32. (a) The wisest king of France was Louis XIV / El rey más sabio de Francia
fue Luis XIV
(b) The most expensive car / el coche más caro.

6. Referencialidad y constituyentes de la oración.

Para explicar de un modo satisfactorio el uso del artículo con diferentes tipos de
sustantivos y en distintas funciones sintácticas, es necesario - como he dicho
repetidamente a lo largo de este trabajo - entender la referencialidad como una magnitud
gradual, escalar. En este sentido, por tanto, tendremos que tener en cuenta no sólo que
algunos sustantivos son más referenciales que otros, sino también que algunos
constituyentes oracionales son, en virtud de su función sintáctica, más referenciales que
otros y que de ello depende la presencia o ausencia del artículo (Givón 1990:900).
Para dicho análisis no podemos perder de vista las consideraciones que acabamos
de hacer sobre el grado de referencialidad de los diferentes sustantivos. De cualquier
modo, esta es una cuestión bastante compleja, ya que está muy ligada al modelo de
oración de que se trate: copulativa, existencial, transitiva..., así como de las
características de las entidades que realizan las distintas funciones sintácticas.
El sujeto es casi siempre referencial y en esta función sintáctica el artículo es
mucho más frecuente que en las demás funciones, sobre todo si la función sujeto
coincide con la entidad que controla la situación y decide si lleva a cabo o no la actividad
o no, es decir si el sujeto coincide con el agente de la acción verbal:

33. (a) The teacher told me to open the door / El profesor me dijo que abriera la
puerta
(b) The boy sings / El niño canta

60 Hawkins 1991:420 y 432-433.

124
(c) Peter kissed Maria / Pedro besó a María.

El sustantivo en función sujeto ha de ser referencial en las oraciones copulativas,


frente al adjetivo en función de atributo que es no referencial porque significa una
cualidad, una propiedad que se atribuye al sujeto:

34. (a) A book is red / Un libro es rojo


(b) The book is red / El libro es rojo

En el primer caso, se afirma la existencia de un libro pero no se presenta como


conocido (de ahí el artículo indeterminado en ambas lenguas); en el segundo, además de
darse por sentada la existencia del libro, se presenta como conocido a los interlocutores,
y por ello el artículo es el determinado.
Pero, si el atributo no es un adjetivo, sino un sustantivo, nos podemos encontrar
con las siguientes opciones:

35. (a) Peter is a teacher/ Pedro es profesor


(b) Peter is one of the teachers / Pedro es un profesor
(c) Peter is the teacher / Pedro es el profesor.

En 35 (a) el sustantivo en función de atributo designa el conjunto de rasgos del


significado de dicho sustantivo, y funciona como un adjetivo, indicando una cualidad, es
no referencial y de ahí la ausencia de artículo en español; el inglés, por el contrario exige
el artículo indeterminado cuando el atributo es un sustantivo salvo en contadas
excepciones61; en 35 (b) - y obsérvese la distinta construcción sintáctica en inglés y en
español - el sustantivo en función de atributo no indica una cualidad, sino que más bien
incluye al sujeto dentro de una determinada clase, la de los profesores y tiene valor
referencial; en 35 (c), en que la función de atributo está desempeñada por un sustantivo
articulado, se establece una identificación entre el sujeto y el atributo, ambos son
correferenciales, hasta el punto que la oración puede hacerse reversible (the teacher is
Peter / el profesor es Pedro) sin que se altere el sentido. Por lo tanto, los puntos de
contacto entre 35 (b) y 35 (c) es que ambos sustantivos en función de atributo son
referenciales, designan entidades que existen en el universo de discurso; pero mientras

61 Cuando el sustantivo en función de atributo designa un cargo o papel único (rol), el artículo es
opcional: John F. Kennedy was (the) President of the United States in 1961 o cuando se trata de un
sustantivo en aposición con referente único: Anne Martin, (the) star of the TV series, has resigned from
her post on the Consumer Council. (Quirk et alii 1985:276)

125
que (b) es indefinido, porque incluye a la entidad que funciona como sujeto en una clase
dada, pero no ofrece más definición, (c) sí que define la entidad referida: se trata de un
profesor dado, único y bien conocido.
En las oraciones existenciales, sin embargo, el sintagma que funciona como sujeto
es referencial (puesto que se afirma su existencia), pero indeterminado (ya que la función
de dichos modelos oracionales es introducir o presentar una realidad en la comunicación):

36. (a) There's salt on the table / Hay sal en la mesa


(b) There's a pencil on the table / Hay un lápiz sobre la mesa.

Prosigamos con el grado de referencialidad de los distintos constituyentes


oracionales. El objeto directo puede ser referencial o no referencial según designe una
entidad existente o no en el espacio discursivo62; el objeto indirecto, sin embargo es casi
siempre referencial, porque indica la persona o el objeto implicado o beneficiado por la
acción del verbo y normalmente se afirma su existencia en el universo que comparten los
interlocutores.

37. (a) Peter gave a kiss to the girl / Pedro dio un beso a la joven
(b) Peter gave a kiss to a girl / Pedro dio un beso a una joven,

ejemplos de los que se deduce que si tenemos un agente que realizó una
determinada acción que tuvo un destinatario, éste tiene que existir (referencial), ya sea
como entidad conocida (la joven) o no conocida (una joven).
En cuanto a los complementos circunstanciales introducidos por una preposición,
suelen ser más referenciales (y por lo tanto, van precedidos del artículo) los que
expresan relación espacial ("detrás de", "junto a", "encima"), relación temporal, causal,
de finalidad e instrumento ("con") - por este orden decreciente - y casi nunca
referenciales las que expresan modo o manera, cualidad o privación ("de", "en", "sin"):

38. (a) The book is on the table / el libro está encima de la mesa.
(b) The girl washed her hands in the bathroom / la muchacha se lavó las
manos en el cuarto de baño,

62 Según la estadística que ofrece Givón, son referenciales y definidos en un porcentaje que va del
50 al 80% (1990:900)

126
porque si quiero situar en un lugar determinado un objeto, dicho lugar ha de existir;
sin embargo, las relaciones de privación o materia están semánticamente cerca de la
cualidad, y por ello no implican referencialidad:

39. (a) un hombre de baja estatura = un hombre bajo,


(b) el hombre de campo = campesino / el hombre del campo
(c) el grupo de atacantes se convirtió en ejército / en el ejército
(d) le miraba con ojos humedecidos y sin reproche63.

Y llamo la atención sobre la diferencia entre los complementos de manera e


instrumento: los de manera suelen no llevar artículo, pues casi equivalen a adverbios de
modo; sin embargo, los de instrumento han de especificar que tal instrumento existe, ya
que si una acción se lleva a cabo gracias a algo, este algo ha de existir:

40. (a) I usually go to work by bus / Normalmente voy a trabajar en autobús


(b) Someone had broken the window with a stone / Alguien ha roto la
ventana con una piedra.

Como norma general, puede decirse que, cuando los sustantivos aparecen en
sintagmas sinónimos de adverbios (lo que se denomina locuciones adverbiales), el
artículo ha de faltar, porque dichas expresiones son no-referenciales:

41. (a) face to face / cara a cara


(b) from father to son / de padre a hijo
(c) from beginning to end / de principio a fin
(d) man to man / de hombre a hombre

Igualmente por razones de referencialidad se justifica, en inglés, la ausencia de


artículo con sustantivos que indican instituciones como "school", "prison", "church"; sin
embargo, los mismos sustantivos van articulados cuando se alude a los edificios
concretos:

63 Fernández Ramírez (1987:168) ofrece una estadística interesante a este respecto: analiza las
ocurrencias con y sin artículo de un pasaje de texto literario; encuentra 26 ocurrencias con artículo y 10
sin artículo; de entre las con artículo, 10 corresponden a la función sujeto, de modo que no halla ningún
sujeto no articulado, 6 están introducidas por la preposición "a" y 5 por preposiciones que llama
posicionales o intencionales.

127
42. (a) The boy goes to school / el chico va a la escuela
(b) The parents go to the school to see the boy's teacher / Los padres van a
la escuela para ver al maestro del chico.

En español, por el contrario, el artículo es necesario tanto si se designa la escuela


como institución como si se designa como un edificio concreto, porque en ambos casos
se entiende que está suficientemente determinada con respecto a la información genérica
compartida.
Sin embargo, el sustantivo "casa", cuando aparece en giros preposicionales sin
artículo, designa 'la casa propia', 'el hogar', en contra de lo que podría esperarse, teniendo
en cuenta que hemos defendido que el artículo se emplea cuando el sustantivo designa
una entidad dada y conocida para los interlocutores; "voy a casa", "vengo de casa",
"estoy en casa", "me quedo en casa", son giros íntimos y familiares que indican sin lugar
a dudas que uno se está refiriendo a su casa propia, a su hogar64. En inglés ocurre algo
similar: el sustantivo home, que siempre se usa sin artículo, designa la casa del H; si se
quiere hacer referencia a un hogar distinto, se utiliza el sustantivo home precedido del
genitivo sajón: I go to Peter's home.
En cuanto a los sustantivos que designan períodos de tiempo, partes del día, y en
construcciones preposicionales, se supone que el uso es igual que en el caso anterior: si
se trata de expresiones casi adverbiales carecen de artículo, mientras que si se refieren a
períodos concretos, ha de aparecer éste:

43. (a) In summer I go to Paris / En verano voy a París


(b) In the summer of 1994 I went to Paris/ En el verano de 1994 fui a París.

Sin embargo, hay casos que escapan a esta explicación, y hallamos expresiones
temporales con valor adverbial en las que está presente el artículo; ello se debe a que el
uso ha impuesto formas en las que el artículo no se justifica fácilmente pero que están
así acuñadas:

44. (a) at night, at midnight / de noche, a medianoche


(b) in the morning, in the afternoon, in the evening / por la mañana, a
mediodía, por la tarde

64 Fernández Ramírez (1987:173-174).

128
Y si nos fijamos en los días de la semana, tampoco hay paralelismo inglés /
español: el artículo determinado se usa en inglés sólo cuando va modificado (the Sunday
before he came), sin embargo en español es siempre obligatorio:

45. (a) I'm going on Monday / Voy el lunes


(b) It's for Wednesday / Es para el miércoles

Sin embargo, sí dan el mismo tratamiento ambas lenguas para los meses del año:

46. in September / en septiembre.

Conclusiones

De las consideraciones que hemos hecho a lo largo de esta exposición sobre los
usos del artículo determinado junto a los distintos tipos de sustantivos se puede concluir
que el artículo no tiene significado léxico, sino valor pragmático: el artículo determinado
significa que el sustantivo al que acompaña designa una entidad que existe en el espacio
de discurso que comparten H y D y que existe como conocida y única para los
interlocutores. Cuando el H utiliza un artículo determinado precediendo a un sustantivo
es porque presupone que el D es capaz de identificar su referente en el espacio
discursivo que ambos han negociado a partir de dos fuentes: la información que ambos
comparten, que puede ser situacional (proporcionada por el contexto extralingüístico en
que se produce la comunicación) o genérica (los conocimientos culturales que tienen en
común los participantes en la comunicación) y la información discursiva que es la que
proporciona el propio acto comunicativo. La información compartida y la discursiva no
se excluyen entre sí, sino todo lo contrario y el cruce entre ambos es lo que he
denominado "regla del marco": cuando se introduce un sustantivo en el discurso éste
sirve de "marco" semántico de modo que todas las realidades con él relacionadas se
activan inmediatamente y pueden presentarse como determinadas.
Estas son las razones pragmáticas que justifican el mayor número de empleos del
artículo. Sin embargo, hay usos que escapan a estas explicaciones y que se deben, sobre
todo, a la norma y al uso de cada lengua.

129
Bibliografía.

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Alarcos, Emilio. 1982 . Estudios de gramática funcional del español. Madrid: Gredos.
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Givón, Talmy. 1984. Syntax. A Functional-Typological Introduction. vol. I. Amsterdam -
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: Gredos. 234-249.

130
Las estructuras atributivas en inglés y en español

Beatriz Rodríguez Arrizabalaga

El fenómeno lingüístico de la atribución ha suscitado gran interés en todos los


tiempos. Los múltiples interrogantes que este fenómeno universal lleva consigo han sido
la causa principal para que un gran número de lingüistas analice la atribución desde las
perspectivas más variadas.
Tanto la atribución en lengua inglesa como en lengua española han sido objeto de
numerosos estudios lingüísticos. La comparación de dicho fenómeno en ambas lenguas,
sin embargo, no ha recibido tanta atención65.
Si bien es cierto que ambas lenguas comparten muchos de los rasgos comunes que
definen a las estructuras atributivas, también existen características particulares de este
tipo de construcciones en inglés y en español que las diferencia.
El llevar a cabo un análisis contrastivo sintáctico-semántico de las estructuras
atributivas en ambas lenguas es, por tanto, nuestro objetivo primordial en el presente
estudio.

I. La atribución: definición y delimitación.

Antes de abordar las semejenzas y diferencias de las estructuras atributivas en las


lenguas inglesa y española, conviene definir nuestro concepto de atribución y delimitar
su extensión.
Por "atribución" entendemos el fenómeno lingüístico por el cual se establece una
relación de interdependencia adscriptiva entre los tres elementos esenciales que
constituyen la estructura atributiva:

1. TEMA66 (T): constituye el sujeto lógico de la estructura atributiva. Es el


elemento al que se le adscribe una propiedad o cualidad.

65 Véase M. Martínez Vázquez (1990). Este estudio se limita al elemento atributo.


66 El término "tema" lo tomamos de Gutiérrez Ordóñez (1986: 25), quién también lo denomina
"base de la atribución". Aquí nos referimos a este término como el sujeto lógico de la atribución. No hay
que confundirlo, por tanto, con la traducción de "theme" en el binomio "theme" y "topic".

131
2. VERBO (V): sirve de enlace entre el tema y el atributo.
3. ATRIBUTO (Atr): elemento obligatorio de la estructura atributiva que hace
referencia al verbo y al tema a la vez.

(1) The dog looks sick67. (Kolln 1994: 33)


T V Atr
|________|____|
|____|

(2) Mercedes sigue enferma. (Alcina y Blecua 1988: 899)


T V Atr
|___________|___________|

|___________|

Hablamos de relación de interdependencia porque, como se observa en estos


ejemplos, ningún elemento de la estructura atributiva permanece aislado del resto. Todos
se mantienen unidos por medio del elemento atributo: sick en (1) y enferma en (2). La
propiedad de estar enfermiza que en ambos casos el elemento atributo atribuye a su
tema --The dog en (1) y Mercedes en (2)--, nos hace calificar esta relación de
interdependencia como adscriptiva68.

67 Los ejemplos que aparecen a lo largo de este estudio pertenecen a los artículos y manuales de
lingüística consultados y a la obra de Charles Dickens (1837) Short Stories from the Pickwick Papers.
Cuentos de las memorias del Club Pickwick. Madrid: Alhambra, 1989. Algunos de éstos últimos se han
adaptado por motivos pedagógicos. Las abreviaturas corresponden a los siguientes cuentos:
--.ST-->The Stroller's Tale.
--.CR-->The Convict's Return.
--.OMT-->The Old Man's Tale about the Queer Client.
--.HD-->Hunted Down.
--.Nª 1-->Nª 1 Branch Line: The Signalman.
--.P&G-->Providence and the Guitar.
La numeración que acompaña a los ejemplos es nuestra.
68 El término "adscriptiva" lo tomamos de Gutiérrez Ordóñez (1986: 69). Para él, la adscripción
constituye junto con la ecuación y la especificación los "tres esquemas sintagmáticos diferenciados dentro
del esquema general de la atribución". Este término se corresponde con la "adscripción cualitativa" de
Moreno Cabrera (1987: 39-40), ya que con él nos referimos a la atribución propiamente dicha. En los
estudios acerca de la atribución en lengua inglesa el término equivalente lo presenta Halliday (1985: 120)
al hacer la distinción entre construcciones "attributive" e "identifying".

132
La delimitación del fenómeno de la atribución resulta una tarea difícil de llevar a
cabo. No se puede predecir de antemano qué estructuras son atributivas debido a que el
contexto del discurso --lingüístico y extralingüístico-- juega un papel decisivo en este
trabajo de clasificación. Ninguno de los tres constituyentes de la estructura atributiva
por sí solo cuenta con esta responsabilidad clasificadora. Esta capacidad pertenece, sin
embargo, al conjunto total de la estructura atributiva, y por tanto, a la relación de
interdependencia que se establece entre sus componentes:

(3a)His voice came forth shrill and choked and tottering. (P&G: 200)
T V A tr

(3b)Su voz surgió chillona y temblorosa y balbuciente. (P&G: 201)


T V A tr
Los núcleos verbales de los ejemplos citados apoyan nuestra afirmación de manera
contundente. To come forth (3a) y surgir (3b), tomados fuera de contexto, pertenecen a
la categoría de los verbos intransitivos. Sin embargo, al aparecer aquí combinados con los
elementos shrill and choked and tottering, y sus traducciones españolas (chillona y
temblorosa y balbuciente) adquieren un uso atributivo que nunca podríamos haber
predicho con anterioridad.
La dificultad existente a la hora de delimitar el fenómeno lingüístico de la
atribución ya es en sí misma una de las muchas características que las lenguas inglesa y
española tienen en común.

II. La estructura atributiva en inglés y en español: un análisis de contrastes.

Los rasgos sintácticos (II.I) y semánticos (II.II) que caracterizan a la estructura


atributiva como conjunto guardan un gran paralelismo en inglés y en español. No se
pueden subrayar grandes diferencias en este sentido.
Los rasgos particulares de la estructura atributiva en una u otra lengua se aprecian,
sin embargo, cuando se analiza cada uno de los constituyentes de la estructura atributiva
de manera individual (II.III).

II.I. Características sintácticas.

Tanto en inglés como en español los lingüistas han coincidido en separar las
estructuras atributivas del resto de las construcciones: las predicativas69. El factor

69 Esta distinción atribución/predicación se pone de manifiesto también en los pares antitéticos:


verbo atributivo/verbo predicativo y predicado nominal/predicado verbal.

133
decisivo para establecer esta distinción tan tajante lo ha constituido la naturaleza del
núcleo verbal.
Nosotros, al igual que Gutiérrez Ordóñez (1986: 20), no consideramos acertada
dicha diferenciación porque atribución y predicación no son fenómenos mutuamente
exclusivos ni en inglés ni en español. Esta afirmación se apoya en las razones siguientes:

1. Los verbos copulativos presentan en numerosas ocasiones usos no


atributivos70:

(4a) He was at the theatre. (ST: 20)


(4b) (Él) estaba en el teatro. (ST: 21)

En estos ejemplos at the theatre (4a) y en el teatro (4b) no funcionan como


atributo, sino como adverbiales locativos.

2. Existen muchos verbos predicativos, en su mayoría intransitivos, que en


combinación con otros elementos --contexto favorable-- son susceptibles de uso
atributivo:

(5a) Pray heaven, we get safe to bed. (P&G: 188)


(5b) Ruega al cielo que lleguemos sanos y salvos a la cama.(P&G: 189)

La segunda razón que mencionamos no sólo nos explica que atribución y


predicación no son fenómenos opuestos de la lengua, sino que indica otra de las
características de la estructura atributiva: su flexibilidad.
En numerosos estudios gramaticales las estructuras atributivas se han visto
reducidas a aquellas formadas por algún verbo miembro del limitado grupo de verbos
copulativos71 (be, seem y become en inglés y ser, estar y parecer en español)72. No

70 Los verbos puramente copulativos expresan además de la localización espacial, como en los
ejemplos, localización temporal y existencia:
-->Localización temporal:
La clase es a las seis. (Porroche Ballesteros 1988: 18)
The demonstration was on Sunday. (Lyons 1968: 345)
-->Existencia:
Dios es ==> Dios existe. (Porroche Ballesteros 1988: 18)
God is.
71 Esta es la opinión que la gramática tradicional siempre ha sostenido acerca de la atribución.

134
consideramos fundamental, sin embargo, la presencia de un núcleo verbal copulativo
para que la relación atributiva se pueda establecer.
Esta flexibilidad lingüística es la causa primordial de la tercera característica de la
estructura atributiva: su gran productividad:

(6a) The tears fell thick and fast upon the book. (CR: 28)
(6b) Las lágrimas caían gruesas y frecuentes en el libro. (CR: 29)

En estos ejemplos con verbos puramente intransitivos --fall (6a) y caer (6b)--, la
relación de interdependencia atributiva se manifiesta sin ningún tipo de problema.
Queremos destacar, pues, que la naturaleza intransitiva de los núcleos verbales no
obstaculiza de ningún modo la relación de atribución adscriptiva.
La cuarta característica de la estructura atributiva inglesa y española como
conjunto es la intransitividad. La relación de predicación existente en las construcciones
atributivas del tipo SVAtr entre el tema/sujeto y el atributo es sin lugar a dudas
intransitiva. Este afirmación se ve reforzada por el hecho de que los núcleos verbales que
aparecen con mayor índice de frecuencia en este esquema oracional --stand 'quedarse', lie
'yacer', fall 'caer', come 'venir' ...--pertenecen a la categoría de verbos intransitivos. Son
incapaces de ocurrir con un objeto directo.
La existencia de construcciones atributivas transitivas (SVOAtr) no supone
ninguna traba para nuestra afirmación. El verbo transitivo no participa en absoluto de la
relación de atribución, que en estos casos se mantiene entre el tema/objeto directo y
atributo de igual modo que entre un tema/sujeto y un atributo cualquiera. El concepto de
fused constructions73 'construcciones fusionadas' (Matthews 1981: 185) nos permite
observar de forma clara cómo funciona la relación atributiva en construcciones
transitivas:

(7) I consider John a fool. (Brown & Miller 1991: 333)==>


I consider John + John is a fool.
O. Tr.-------------- + ---------------O. Atr.

72 En lengua española, Alcina y Blecua (1988: 898) incluye como copulativo el verbo semejar.
En lengua inglesa, Brown & Miller (1991: 91-92) aceptan también look como copulativo. Quirk et al.
(1990: 205) distinguen entre el término "copula" y "copular verbs".
73 Matthews las define como "any in which a single element is a complement of both a
controlling and a dependent predicator". El lingüista extiende el concepto de fused construction incluso a
estructuras del tipo SVAtr, donde se lleva a cabo la fusión de una oración copulativa (It is nice) y una

intransitiva (It tastes).

135
El concepto de construcción fusionada, estudiado principalmente en la lengua
inglesa, también encuentra aplicación en las estructuras atributivas transitivas españolas:

(8) Lo considero estupendo. (P&G: 213)==>


Lo considero + Es estupendo.
O. Tr.--------------- + ---------------O. Atr.

Como se observa en los ejemplos (7) y (8), la relación de predicación intransitiva


se pone de manifiesto en la oración que señalamos en cursiva.
El último rasgo sintáctico peculiar de la estructura atributiva en ambas lenguas es
su imposibilidad de pasivizar. Esta característica refuerza la noción de intransitividad
con la que se halla íntimamente relacionado el fenómeno de la atribución.
Nos referimos a la incapacidad que tienen el elemento atributo y el tema para
convertirse en sujeto paciente y complemento agente respectivamente de una oración
pasiva:

(9) Daniel remains helpful. (Quirk et al. 1990: 209)==>


*Helpful is remained by Daniel.

La misma agramaticalidad se aprecia en español al convertir una oración atributiva


activa en pasiva:

(10) Cayó enferma. (CR: 31)==>


*Enferma fue caida (por ella).

A pesar de que las estructuras atributivas transitivas cuentan, como es de esperar,


con la posibilidad de pasivizar, atributo y tema continúan sin poder convertirse en
sujeto paciente y en complemento agente de la nueva estructura:

(11) His friends call him Ted. (Quirk et al. 1985: 729)==>
He is called Ted by his friends.
*Ted is called his friends by him.

En español ocurre exactamente lo mismo, sin que se aprecie variación alguna al


respecto:

(12) Encuentro a Juana apesadumbrada. (Penadés Martínez

136
1994: 18)==>
?Juana es encontrada apesadumbrada (por mi).
*Apesadumbrada es encontrada (mi) por Juana74.

II.II. Semántica de la estructura atributiva.

La semántica particular del elemento atributo determina la semántica general de la


estructura atributiva75.
La existencia de atributos preexistentes76 y resultativos nos lleva a dividir las
estructuras atributivas en descriptivas77 y resultativas. El primer tipo contiene atributos
preexistentes y el segundo resultativos.
Ambos tipos de atributos se diferencian en semántica y sintaxis. Semánticamente
los atributos preexistentes denotan propiedades o cualidades del tema que existen con
anterioridad al proceso verbal, mientras que los atributos resultativos expresan
características que son el resultado de la acción que denota el proceso verbal.
La diferenciación sintáctica reside en el tipo de verbos que complementan: los
atributos preexistentes complementan a verbos estativos --implican estados-- y los
resultativos a verbos dinámicos --denotan acciones--.
Como los ejemplos siguientes confirman, no se manifiestan marcadas diferencias
en las lenguas que en el presente estudio contrastamos en cuanto a semántica se refiere:

--.Atributos preexistentes:
(13a) The voice seemed hoarse with shouting. (Nº 1: 150)

74 La agramaticalidad de este ejemplo proviene de la inserción de mi, ausente en la oración


original. Con la omisión de este elemento esta oración podría considerarse gramatical (?Apesadumbrada
es encontrada por Juana) aunque de dudosa aceptabilidad por el infrecuente uso de la pasiva en español.
Hay que tener en cuenta que nos encontramos ante una oración derivada no de (11) sino de una oración
totalmente diferente: Juana la encuentra apesadumbrada.
75 En este apartado analizamos la semántica del atributo con respecto al núcleo verbal. Pero
también hay que tener en cuenta la semántica del atributo con respecto al tema a que se refiere. Así, pues,
distinguimos entre atributos adscriptivos --se limitan a expresar propiedades-- e identificativos --
identifican al tema--. En este estudio tratamos solamente las estructuras atributivas propiamente dicha: las
adscriptivas.
76 Seguimos la distinción de Quirk et al. (1990: 210) entre atributos "current" y "resulting".
Utilizamos el término "preexistente" (Martínez Vázquez 1990: 89) como traducción de "current".
77"Descriptivo/-a" es el término utilizado en lengua española para denominar a las estructuras
atributivas con atributos preexistentes (Demonte 1991: 159).

137
(13b) La voz parecía ronca de gritar. (Nº 1: 151)

--.Atributos resultativos:
(14a) You will drive me mad. (P&G: 206)
(14b) Me volverás loca. (P&G: 206)

A pesar de que el contenido de las estructuras atributivas es idéntico en inglés y en


español, la lengua inglesa es más flexible que la española para producir estructuras
atributivas resultativas (II. III).

II.III. Elementos de la estructura atributiva:

A)Tema:
Tanto en inglés como en español, el tema o sujeto lógico de la estructura atributiva
se describe como un elemento perteneciente a la categoría nominal que generalmente se
corresponde sintácticamente con las funciones oracionales de sujeto y de objeto directo.
En los ejemplos (15a) y (15b) nos encontramos con un tema sujeto realizado por
una oración nominalizada:
(15a) It is a touching thing to hear the mind reverting to the ordinary
occupations and pursuits of health. (ST: 21)
(15b) Resulta conmovedor advertir cómo el intelecto torna a ocuparse de los
quehaceres y ocupaciones propias de la salud. (ST: 22)78
En (16) y (17), sin embargo, observamos que el tema es un sintagma nominal que
se corresponde con la función de objeto directo:

(16) The team voted Tom captain. (Halliday 1985: 171)


(17) Te has puesto las manos negras. (Porroche Ballesteros 1988: 130)

Este hecho no implica que el tema de la atribución en estructuras transitivas sea


siempre el objeto directo. Ambas lenguas comparten esta característica. El esquema
oracional de las siguientes construcciones es SVOAtrs

(18) Bill chewed the meat nude. (Jakendoff 1990: 200)


(19) María despidió a su hija tristísima. (Demonte 1991: 157)

78 En la versión (a) del ejemplo (15) ha tenido lugar el fenómeno de la extraposición, y en la


versión española (b) el sujeto aparece al final de la oración postpuesto al atributo.

138
Mientras que el tema en inglés se corresponde sólo y exclusivamente con las
funciones de sujeto y objeto directo, el español ofrece una gama más amplia de
posibilidades. Se ha señalado (Gutiérrez Ordóñez 1986: 134-138) que también es
posible que el tema atributivo se corresponda con las funciones de suplemento (20) y de
objeto indirecto79 (21):

(20) Se queja de Marta y Enrique como profesionales. (Gutiérrez Ordóñez


1986: 138)
(21) A la enfermera los cirujanos le extirparon el quiste anestesiada. (Gutiérrez
Ordóñez 1986: 134)

El tema de la atribución es un elemento que debe estar siempre presente en su


estructura bien de forma explícita o implícita. Cuando se encuentra omitido, debe
sobreentenderse y, por tanto, ser recuperable80. Otra de las características, pues, que
distingue al tema en ambas lenguas es su presencia en la estructura atributiva.
La omisión de un tema-sujeto81 es un hecho muy frecuente en la lengua española:

(22) (Él) Estaba blanco, (él) estaba macilento, (él) estaba alterado. (HD: 125)

En inglés, por el contrario, nunca puede omitirse un tema-sujeto debido a la rigidez


oracional de esta lengua. La elisión de este elemento conlleva agramaticalidad:

(23a) He was white, he was haggard, he was changed. (HD: 124)


(23b)*Was white, was haggard, was changed.

La omisión de un tema-objeto directo es un hecho posible en ambas lenguas. Esto


suele ocurrir en contadas ocasiones y, por tanto, no puede considerarse un hecho
frecuente y característico de la atribución. Normalmente se eliden temas-objeto directo
que poseen una referencia genérica:

(24) This machine washes clean. (Martínez Vázquez 1991:46)


(25) ?Esta lavadora lava blanco82.

79 Gutiérrez Ordóñez (1986: 134-135) sigue a B. Rodríguez (1982: 42-44) y utiliza el término
"complemento" en vez de nuestro objeto indirecto.
80 Esta característica la señala Martínez Vázquez (1991: 46).
81 Las desinencias de las formas personales del verbo indican la persona y el número del sujeto.
Esta es la razón para que la omisión del sujeto en español no produzca estructuras agramaticales.

139
En los ejemplos que acabamos de mencionar se han omitido los temas clothes (24)
y la ropa (25).

B) Verbo:
En cuanto al verbo atributivo, conviene resaltar que ha sido el constituyente de la
estructura atributiva que siempre ha planteado más interrogantes para los lingüistas. El
requisito indispensable que debe cumplir un verbo para que pueda considerarse
atributivo es el de servir de enlace en su construcción entre el tema y el atributo. Como
el grado de unión entre verbo y atributo no siempre es igual, cabe distinguir dos grupos
diferentes de verbos atributivos tanto en inglés como en español.
En un primer grupo se incluyen los verbos que se han caracterizado por no tener
autonomía propia para formar un predicado: los copulativos o de unión. De entre éstos
se destacan en inglés be, seem, become y remain; y en español ser, estar, y parecer:

(26) He remained moody, obstinate, and unmoved.(CR: 30)


(27) El lugar parecía más pequeño que otrora. (CR: 36)

En este grupo también se encuentran los verbos de los sentidos (sound 'sonar',
smell 'oler', taste 'saber' ...) porque, aun aportando ya algo de contenido léxico,
necesitan con obligatoriedad la complementación de un atributo desde el punto de vista
sintáctico. Su omisión conlleva agramaticalidad:

(28a) The milk tastes sweet. (Klammer & Schulz 1992: 209)
(28b) *The milk tastes.
(29a) La leche sabe dulce.
(29b) *La leche sabe.

Una de las grandes diferencias en relación con la estructura atributiva entre ambas
lenguas reside en la cópula por excelencia. Frente a la dualidad copulativa que posee el

82 Como hablantes de español, consideramos de dudosa aceptabilidad el ejemplo (25). Demonte


(1991: 129) nos presenta un ejemplo muy similar que califica de agramatical: *Limpió la camisa blanca.
Para ella la agramaticalidad proviene del atributo. Apunta que los atributos resultativos son
incompatibles sintácticamente con verbos de realización constructiva, ya que éstos de por sí implican
finalidad. Para solucionar la agramaticalidad de este nuevo ejemplo y la dudosa aceptabilidad de (25)
traducimos la versión inglesa por dejar + blanco en vez de una manera literal.

140
español (ser y estar), el inglés presenta una única cópula en la que se aunan ambos
significados: be83.
En el segundo grupo incluimos todos los verbos que necesitan la complementación
de un atributo desde el punto de vista semántico. La omisión del atributo en estos casos
nunca conlleva agramaticalidad, pero sí pérdida parcial o modificación del significado de
la estructura atributiva original:

(30a)I always drink my coffee hot.


(30b) #I always drink my coffee84.
(31a) They painted the fence yellow.
(31b) #They painted the fence. (Brown & Miller 1991: 334)
(32a) Comieron las angulas vivas.
(32b) #Comieron las angulas.
(33a) Su hijo se casó joven.
(34b) #Su hijo se casó. (Penadés Martínez 1994: 114)

Con estos ejemplos queda patente que en este estudio contrastivo el fenómeno de
la atribución no se restringe al grupo cerrado de los verbos copulativos, sino que abarca
un número ilimitado de verbos que resulta complejo de predecir a priori y fuera de
contexto.
La diferencia más destacada en relación con el verbo atributivo, se manifiesta en
lengua inglesa. Existe en inglés otro conjunto reducido de verbos atributivos que no se
comportan como tales en español. Los miembros de este tercer grupo se caracterizan por
tener un contenido semántico muy específico y por seleccionar atributos que enfatizan,
refuerzan y delimitan su significado. Se destacan las siguientes combinaciones85:

(35) Shine bright.


(36) Bang shut. (Quirk et al. 1990: 208)
(37) Boil (SN) hard.

83 Aunque llevar a cabo un estudio detallado de las diferencias sintáctico-semánticas existentes


entre be y ser/estar sería muy interesante, nos resulta imposible realizarlo en este artículo debido a la
complejidad y extensión del tema. A pesar de que existe una abundante bibliografía dedicada a esta
equivalencia de cópulas (Luján 1980; López García 1983; Hengeveld 1984; Demonte 1979), el tema no
está del todo resuelto.
84 El símbolo # lo utilizamos para indicar que la estructura, aunque gramatical, adquiere un
significado diferente al original.
85 Estas combinaciones están lexicalizadas. Siempre aparecen con el mismo atributo.

141
(38) Freeze (SN) hard.
(39) Knock (somebody) senseless.
(40) Push (SN) open.
(41) Wipe (SN) clean. (Quirk et al. 1990: 350)
(42) Blush red/scarlet. (Quirk et al. 1985: 737)
(43) Shoot (somebody) dead.
(44) Burn (somebody) alive. (Martínez Vázquez 1991: 19)
(45) Fling (NP) open.
(46) Set (somebody) free. (Wekker & Haegeman 1980: 78)

Estas combinaciones que tienen por núcleo un verbo atributivo en inglés no se


corresponden con estructuras atributivas en español. Ponemos como ejemplo las
traducciones de algunas de las construcciones anteriores:

(37b) *Congelar duro./Congelar hasta que se ponga duro.


(42b) *Sonrojarse rojo./Sonrojarse.
(45b) *Golpear abierto./Abrir de un golpetazo.

La falta de equivalencia entre estas estructuras inglesas y españolas se explicará al


analizar con detalle las estructuras atributivas resultativas como las que hemos citado
(35-46). Se concluye, por tanto, que en lengua inglesa la flexibilidad para producir
contextos atributivos es mayor que en español.

C) Atributo:
El atributo86es el constituyente fundamental de la estructura atributiva en ambas
lenguas por dos razones fundamentales:
1) Es el elemento encargado de establecer la relación de interdependencia en su
estructura ya que hace referencia al verbo y al tema de manera simultánea:
(47) The boy had become a robust and well-grown youth.(CR: 26)
T V Atr
______|______________________|
|______________________|
(48) El rostro se le puso negro. (CR: 43)
T V Atr

86 Estamos utilizando el término "atributo" desde un punto de vista sintáctico-semántico. En las


gramáticas inglesas prefieren referirse a él como "complemento" (Quirk et al. 1990: 207) desde una
perspectiva sintáctica.

142
|_____________|_____|
|_____|
2) Es el único elemento del que una estructura atributiva nunca puede prescindir87,
bien sea atributo del objeto88:

(49a) `The fact is, I think it jolly'. (P&G: 212)


(49b) *`The fact is, I think it'.

o del sujeto:

(50a) Puede que se encontrara impedida. (CR: 37)


(50b) *Puede que se encontrara.

Formalmente cualquier tipo de sintagma puede desempeñar, tanto en inglés como


en español, la función de atributo:
a) Sintagma nominal:
(51a) My guitar is a familiar spirit. (P&G: 240)
(51b) Mi guitarra es un espíritu familiar. (P&G: 241)

b) Sintagma adjetival: es la categoría formal que con más frecuencia realiza esta
función que, además, es la única que puede realizar por sí mismo:
(52a) He awoke to find himself rich and free. (OMT: 58)
(52b) Despertó para encontrarse rico y libre. (OMT: 59)

c) Sintagma preposicional: sólo se admiten en función de atributo los que poseen


un sentido metafórico:
(53a) It was all in vain. (OMT: 70)
(53b) Todo fue en vano. (OMT: 71)
(54a) You could not be in greater danger. (HD: 110)
(54b) No se hallaría usted en peligro mayor. (HD: 111)

87 La omisión del tema se analizó en las páginas dedicadas a este elemento (pp. 11-12). La
omisión del elemento verbal es sólo posible cuando de be y ser/estar se trata. Esto se debe al vago
contenido semántico de ambos: And I, a mere poor signalman! --> ¡Y yo, un simple y pobre guardavías!
(Nº 1: 158-159).
88 En muchos estudios lingüísticos españoles (Alarcos LLorach 1987) prefieren referirse a ellos
como atributos de implemento.

143
d) Sintagma adverbial: también se caracterizan por tener un sentido metafórico,
similar al de los sintagmas adjetivales. Tanto en inglés como en español no ha existido
acuerdo unánime para aceptar a los sintagmas adverbiales como atributos. Si bien es
cierto que lingüistas que han estudiado la atribución en español no dudan en admitir el
sintagma adverbial como atributo (Penadés Martínez 1994: 73)89, esta categoría formal
realiza la función atributiva de manera más habitual en inglés que en español. Para
mostrar este mayor índice de productividad, presentamos dos ejemplos donde los
sintagmas adverbiales atributos en inglés --off y on en (55) y down en (56)--se traducen
al español por atributos realizados por sintagmas adjetivales --libre en (55) y echada en
(56)-- y preposicionales --de servicio en (55)--:

(55a) He would be off an hour or two after sunrise, and on again soon after
sunrise. (Nº 1: 160)
(55b) Estaría libre un par de horas después de la salida del sol, y entraría de
nuevo de servicio poco después de la puesta de sol. (Nº1: 161)
(56a) Set me down, George. (OMT: 50)
(56b) Déjame echada, Jorge. (OMT: 51)

Las diferencias más significativas entre ambas lenguas con respecto al fenómeno de
la atribución se aprecian al analizar la sintaxis y semántica que envuelven al elemento
atributo de manera individual. Entre éstas destacamos las siguientes:
1) La concordancia: Mientras que la concordancia se presenta de manera limitada
en la estructura atributiva en lengua inglesa, en español es requisito indispensable que los
tres constituyentes de dicha estructura concierten en género, número, y el verbo también
en persona, para que la relación atributiva pueda establecerse.
Al no ser la concordancia un rasgo sintáctico peculiar del fenómeno lingüístico de
la atribución, aunque también en él se ponga de manifiesto, sino una de las característica
generales que diferencia a ambas lenguas, no consideramos apropiado este estudio para
profundizar en su funcionamiento90.

89 Parece curioso que la lingüista no presente ningún ejemplo de estructura atributiva con un
sintagma adverbial en función de atributo.
90 Baste recordar la invariabilidad de género y número del adjetivo en inglés, y la escasa
información que aportan las formas verbales (sólo persona y número en presente simple). En español, sin
embargo, la concordancia de género y número entre tema y atributo --Gutiérrez Ordóñez (1986: 26) señala
algunas excepciones a este respecto-- igual que de número y persona entre tema y verbo es necesaria para
la gramaticalidad de la estructura atributiva.

144
2) La proforma atributiva constituye una de las grandes diferencias formales entre
ambas lenguas con respecto al elemento atributo.
En español existe una variedad de proformas atributivas91 más amplia que en
inglés: el pronombre neutro lo, los demostrativos neutros eso, esto y aquello y el
adverbio así frente a los demostrativos singulares this y that, el pronombre it, y el
adverbio so --proforma atributiva por excelencia-- que posee la lengua inglesa.
El rasgo más significativo en relación con los sintagmas proforma es su
comportamiento tan desigual en ambas lenguas. La proforma lo92 no se corresponde con
todo tipo de atributo. Sólo puede sustituir a los atributos que complementan a ser, estar
y parecer:

(57) María es prudente. Lo es. (Gutiérrez Ordóñez 1986: 27)


(58) Una cosa es ser tonta y otra parecerlo. (p. 36)
(59) Mercedes está enferma. Lo está. (Alcina y Blecua 1988: 399)
(60) Mercedes sigue enferma. *Lo sigue.

Como esta distinción no se lleva a cabo en inglés:

(61a) He seems clever. (P&G: 236) He is so93.


(61b) Parece inteligente. (P&G: 237) Lo es.
(62a) Life is very sad. (P&G: 238) I have not found it so.
(62b) La vida es muy triste. (P&G: 239) No lo creo así.

no podemos considerar la proforma atributiva española lo como equivalente de la


proforma inglesa so.
Su equivalente la encontramos en la proforma española así. Formalmente las dos
pertenecen a la categoría adverbial; funcionalmente ambas son sustitutos de atributos
que complementan a cualquier verbo atributivo:

(63a) Has he been long so? (ST: 16)


(63b) ¿LLeva así mucho tiempo?94(ST: 17)

91 No consideramos a los interrogativos how? '¿cómo?', what? '¿qué?', who? '¿quién?' ... como
proformas atributivas, sino como interrogativos atributivos.
92 lcina y Blecua (1988: 898) distinguen entre verbos copulativos y pseudocopulativos según
puedan o no integrar el atributo por medio de esta proforma.
93 Quirk et al. (1990: 253) apuntan que si del verbo to be se trata, es mejor utilizar like that, that
way como proformas alternativas o simplemente hacer uso de la elipsis.

145
Ninguna de estas dos proformas puede sustituir a sintagmas nominales atributos.
Las proformas que se utilizan en ambas lenguas como sustitutos de atributos realizados
por sintagmas nominales son los pronombres demostrativos:

(64) Tom is the leader. (Halliday 1985: 119) Tom is that./*Tom is so.
(65) Juan es médico. (Gutiérrez Ordóñez 1986: 27) Juan es eso./*Juan es así.

3) La posición del elemento atributo en inglés no es tan flexible y movible como en


español. En cuanto a los atributos del sujeto se refiere, no existen diferencias de gran
importancia. La regla general es colocarlos inmediatamente tras el verbo:

(66) His face was pale, haggard, and dejected. (OMT: 64)
(67) El forastero quedó inmóvil. (OMT: 63)

La posición de los atributos del objeto, por el contrario, varía de una lengua a otra.
En inglés los atributos del objeto van inmediatamente detrás de su tema:

(68) I consider the operation a success. (Quirk et al. 1990: 209)

Esta colocación, también muy frecuente en español,

(69) Comimos las zanahorias crudas. (Demonte 1991: 121)

no es la única posible. El atributo del objeto se antepone a su tema de manera


habitual:

(70) María considera injusta la repartición. (Hernanz y Brucart 1987: 226)


(71) Los párvulos vieron preocupada a la maestra.
(72) Declararon nulo el matrimonio.

En inglés, sin embargo, la anteposición del atributo del objeto a su tema se limita a
las construcciones que requieren la presencia de un atributo de resultado seleccionado
por el verbo que refuerza e incluso enfatiza su significado (ejemplos 35-46) :

94Otra traducción posible sería ¿Ha estado así mucho tiempo? Con esto demostramos que así
complementa tanto a verbos puramente atributivos (ha estado) como al resto de los verbos que admiten
un uso atributivo (lleva).

146
(73) He cut short the conversation. (Martínez Vázquez 1991:19)
(74) He steamed open the letter.
(75) I expected to see him lay open Slinkton's head with it. (HD: 118)

Cuando el atributo del objeto hace referencia a un tema desempeñado por un


pronombre personal, su posición es por completo diferente en inglés y en español. La
imposibilidad de los pronombres objeto ingleses de preceder al núcleo verbal hace que en
inglés el atributo continúe ocupando su posición habitual --SVOAtro--:

(76a) I think it jolly. (P&G: 212)

estos atributos se sitúan en español tras el verbo, ya que los pronombres


personales en función de objeto directo anteceden por regla general al núcleo verbal:

(76b) Lo considero estupendo. (P&G: 213)

4) La coaparición de atributos del sujeto y del objeto en la misma estructura


atributiva no conlleva ninguna diferencia. Se mantiene la misma posición en ambas
lenguas: atributo del objeto + atributo del sujeto:

(77a) Bill ate the meat raw nude. (Jakendoff 1990: 201)
(77b) *Bill ate the meat nude raw.
(78a) Juan sirvió la carne pasada disgustado. (Demonte 1991: 167)
(78b) *Juan sirvió la carne disgustado pasada.

Las diferencias surgen cuando se combinan atributos diferentes en cuanto a


semántica. Demonte (1991: 168) señala que la lengua española nunca admite la
coaparición de dos atributos del objeto, ya sean de la misma clase (79) o de clases
diferentes (80)95:

(79a) #El mecánico encontró el coche viejo arreglado. (2 atributos preexistentes)


(79b) *El mecánico lo encontró viejo arreglado.

95 Los ejemplos (a) de esta serie pueden interpretarse con un sólo atributo: arreglado y preciosa.
De ahí, que tenga lugar en (b) la inserción de los temas objeto directo por medio de los pronombres lo y
la. Esta operación sintáctica demuestra que estas construcciones son agramaticales con la presencia de los
dos atributos.

147
(80a) #Luis cortó la hierba corta preciosa. (preexistente + resultativo)
(80b) *Luis la cortó corta preciosa.

Rothstein (1983) señala que en inglés sólo son agramaticales las construcciones
donde figura un atributo del objeto preexistente seguido de otro resultativo:

(81) *We hammered the metal hot flat.

ya que las que contienen un atributo del objeto resultativo más otro preexistente
(82) o dos atributos del objeto preexistentes (83) son perfectamente posibles y
gramaticales:

(82) We hammered the metal flat hot.


(83) They eat the meat raw tender.

5) Quizás la diferencia más importante entre ambas lenguas es la flexibilidad96 que


posee el inglés para producir estructuras con atributos resultativos. Ante estas
construcciones la lengua española presenta dos opciones:
a) omitir el atributo de resultado porque su significado está implícito en el verbo, y
por tanto su presencia resulta redundante:

(84a) The fever would not grow immediately worse. (ST: 18)
(84b) La fiebre no aumentaría inmediatamente. (ST: 19)
(85a) He became calm. (Nº 1: 160)
(85b) Se calmó. (Nº 1: 161)
(86a) The door was thrown violently open. (P&G: 182)
(86b) Se abrió violentamente la puerta. (P&G: 183)
(87a) She blushed red. (Martínez Vázquez 1990: 91)
(87b) Se sonrojó.

b) utilizar una perífrasis verbal y un adverbial, normalmente de causa o modo, que


conlleve el mismo significado que la estructura atributiva resultativa inglesa:

(88a) He banged the window shut. (Martínez Vázquez 1990: 94)


(88b) Cerró la ventana de un golpe.
(89a) He kicked the door open.

96 Esta característica la señalan Martínez Vázquez (1990: 94) y Demonte (1991: 160) .

148
(89b) Abrió la puerta de una patada.
(90a) They shot him dead.
(90b) Lo mataron de un disparo.
(91a) My niece has proved treacherous and ungrateful to her best friend. (HD:
120)
(91b) Mi sobrina ha pagado con la traición y la ingratitud a su mejor amigo.
(HD: 121)

c) o, traducir el atributo resultativo por una proposición adverbial temporal, en la


que sí funciona como atributo de resultado:

(92a) Boil hard


(92b) Hervir hasta que se ponga duro.
(93a) Freeze hard.
(93b) Helar hasta que se ponga duro./Congelar.
(94a) Knock senseless.
(94b) Golpear hasta dejar inconsciente.

Tras observar estos ejemplos se concluye que muchas estructuras atributivas de


resultado en inglés encuentran su equivalente en estructuras transitivas o intransitivas
españolas donde no existe relación alguna de atribución.

III. Conclusiones.

La estructura atributiva como conjunto se caracteriza sintáctica y semánticamente


en inglés y en español de manera semejante (II.I. y II.II.) :
-->Flexibilidad y gran productividad.
-->Intransitividad.
-->Imposibilidad de pasivizar.
-->Existencia de estructuras descriptivas y resultativas.
Las diferencias relacionadas con el fenómeno de la atribución provienen del
comportamiento individual de los constituyentes de la estructura atributiva, en especial
del elemento que le da nombre: el atributo. Caben destacarse entre éstas:
--.la variedad española de proformas atributivas.
--.la movilidad de los elementos atributivos en español, frente a la rigidez
oracional inglesa;
--.y, la flexibilidad del inglés para producir estructuras resultativas y para
combinar atributos de semántica diferente en la misma estructura;

149
150
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152
Voz, función sintáctica y función pragmática en la predicación*

Emilia Ruiz Yamuza

1.1. La voz es un dominio funcionalmente complejo.

La voz es un dominio funcionalmente complejo. Queremos decir con eso que no se


puede definir en un solo sentido, con un único rasgo sino que tiene muchas dimensiones
que no deben ser dejadas de lado si se quiere llegar a un entendimiento total de la
cuestión.

1.1.1. Ejemplificación con lo morfológico.

Por hacer más clara la idea de "multifuncionalidad", si consideramos la oposición


activa/pasiva como perteneciente sólo al dominio de lo morfológico, diríamos que las
oraciones siguientes son todas ellas activas.

1) Se mató en un accidente de carretera.


2) Se convoca a los miembros de la Junta.
3) Se rumorea con insistencia la dimisión de Felipe González.
4) The result surprised me.
5) La pregunta me disgustó.
6) La emoción me embarga.
7) Ancient Greek interested Leonard.
8) Juan se cayó
9) George accidentally fell.
10) I feel let down by his indifference.
11) John meditated in his garden.
12) The window broke
13) This book is eminently readable

Y todas ellas lo serían en el mismo nivel y de la misma manera que:

*Agradezco a R. Martínez Vázquez las críticas impenitentes y los buenos ejemplos.

153
14) Pedro mató a su padre.
15) Convoqué a mis amigos.
16) Le pregunté a Juan el problema.
17) Susana hizo un pastel.

Pero parece obvio que no se trata de series iguales. No lo son, por más que tengan
desinencias activas porque, desde el punto de vista del significado, en la primera serie de
ejemplos no se presentaba la situación desde un Agente en posición de sujeto sino que,
más bien, lo que tenemos es la formalización de situaciones, procesos y experiencias en
las que si hay alguna entidad que pueda ser agente o no aparece o no lo hace en la
posición típica del agente en la voz activa; en la posición de sujeto.
De igual modo, una consideración exclusivamente ligada a lo morfológico puede
llevar a decir que no existe pasiva en español en el momento actual (Alarcos:91) porque
no hay morfemas propios y específicos y paradigmas completos y vivos de todos los
predicados verbales susceptibles de aparecer en pasiva. No es usual, por poner sólo un
ejemplo, decir:

18) ?El pastel fue comido por mi hermana.


19) ?El pelo me fue cortado por la peluquera.

sino que preferimos decir, con desplazamiento a la izquierda:

18a) El pastel se lo comió mi hermana.


19a) El pelo me lo cortó la peluquera.

1.1.2. Dominio sintáctico-semántico.

No queremos decir con ello que la diátesis pasiva sea ajena a la marca
morfológica97, sino que hay más factores en juego. Consideremos los otros dominios. El
siguiente dominio es de naturaleza sintáctico-semántica.

1.1.2.1 Detransitividad.

97 Andersen concluye que hay cuatro categorías morfológicas distintas que se emplean en las
construcciones pasivas: morfemas medios y reflexivos, morfemas causativos, morfemas de reducción de
valencia y morfemas de persona indefinida.

154
La diátesis pasiva es central en un proceso lingüístico en que parece, según los
tipologistas, que todas las lenguas están más o menos implicadas: el proceso de pérdida
de transitividad.
Antes de nada, hay que mencionar que, desde Hopper & Thompson 1980, se
entiende que la transitividad no está solo relacionada con la presencia de un objeto
directo en la frase sino que en ella intervienen y se implican tanto el tipo de objeto de
que se trate, como el tipo de sujeto y el tipo de situación que el verbo designe.
Tres parámetros parecen ser centrales de todos los que aparecen implicados en la
de-transitivación. Corresponden los tres a las más prominentes dimensiones semánticas
de la voz activa-transitiva. Se trata de (Givón1990: 555) :
Agente: la claúsula prototípicamente transitiva implica un agente con voluntad, que
controla, inicia y es activo y responsable del evento, es decir es la causa prominente
(salient cause) .
Paciente: el evento prototípicamente transitivo implica un elemento inactivo, que
no tiene voluntariedad, que no controla la situación, o sea un paciente que registra el
cambio de estado que se asocia con el evento; es decir es el efecto prominenente (salient
effect) .
Verbo: la claúsula prototípicamente transitiva implica un verbo que en cuanto a
tiempo-aspecto-modalidad sea compacto, es decir no durativo, limitado, es decir no
reiterativo y real, es decir no hipotético. Presenta un evento perceptual y cognitivamente
prominente.
No se entiende ahora que la transitividad sea una magnitud de polos, con uno
positivo, el término transitivo y otro negativo, el intransitivo, sino que tiene grados. Y
así habrá estructuras máximamente transitivas en las que encontramos un objeto
preexistente, individuado, es decir definido y diferenciado; un sujeto humano con
capacidad de volición y, en cuanto al elemento verbal uno que designe como hecho una
acción que no se prolonge indefinidamente sino que tenga sus límites. Las estructuras
mínimamente transitivas serán aquellas en que el objeto se diferencia mal del predicado
verbal, o no existe antes de la acción, el sujeto no es conocido o humano, la situación
designada no es un hecho y, además, se plantea teniendo unos límites difusos.
Cada lenguaje individual codifica estas variables por medio de una serie de
construcciones sintácticas. El número y la distribución funcional de éstas puede variar
considerablemente de un lenguaje al siguiente (Givón 1990:564 ) . O sea, como la
estructura no es de polos sino de escalas no hay que suponer que tenemos sólo dos
términos: transitivo / intransitivo sino que entre los extremos cada lengua codificará un
número equis de posiciones.

1.1.3. Dominio pragmático.

155
Todo lo que llevamos enunciado hasta ahora entra dentro del dominio de lo
sintáctico y de lo semántico pero existe un tercer dominio en que necesariamente
tendremos que movernos; el dominio de lo pragmático. Y ello porque en el fondo la
motivación última del cambio de perspectiva que implica la voz se justifica únicamente
en motivos pragmáticos.

1.1.3.1. La noción de perspectiva.

La voz es algo fundamentalmente pragmático. El mismo evento semánticamente


transitivo instanciado por el mismo verbo, el mismo agente y el mismo paciente puede
ser presentado desde distintas perspectivas, desde diferentes puntos de vista. Esas
perspectivas (Dik 1989: 209 y 216) envuelven primaria, aunque no exclusivamente, la
topicalidad relativa de agente y paciente.

1.1.3.2. La topicalidad y jerarquía de tópicos.

Así podemos decir que (Givón 1990:566) : en una frase prototípicamente activa la
perspectiva seleccionada para plantear la situación es el punto de vista del agente. El
agente es, en consecuencia, el participante más tópico. Y por ello tiene la máxima
puntuación para ser sujeto gramatical. En otro caso, en los más alejados del prototipo, el
acceso de otras marcas de caso, de otras funciones semánticas, a la posición sujeto sigue
la jerarquía conocida: agente >> dativo/beneficiario >> paciente >> otros. O sea, se
elegirá después al dativo/beneficiario y si no lo hay al paciente etc.
En una pasiva prototípica el agente no es el más tópico, mejor dicho: el acceso de
participantes no tópicos a la topicalidad y a la posición de sujeto gramatical sigue la
siguiente jerarquía: dativo/beneficiario >> paciente >> otros.
Otra tercera posicion es la antipasiva, el agente retiene alta topicalidad pero la
topicalidad del paciente es más baja que en la voz activa, es extremadamente no tópico
(Givón 1994: 9) . Los pacientes de la antipasiva tienden a ser temáticamente poco
importantes. Gramaticalmente las construcciones antipasivas tienden a desplegar
muchas características de las frases intransitivas: pueden no tener objeto, o el objeto
puede quedar incorporado en el verbo o puede marcarse con un caso oblícuo.

20.a) Juan bebe mucho.


20.b) John drinks too much.

El paciente de la antipasiva pierde muchas de las propiedades de los objetos


directos gramaticales.

1.1.4.1. Interacción de pragmática y semántica: la estatividad.

156
La dimensión pragmática no sólo es relevante en lo que toca a la asignación de
tópico sino que incide en otros sentidos. Hopper & Thompson notaron que los agentes
pasivos y los pacientes antipasivos tienden a ser semánticamente no referenciales, no
individuales, no distintos y estereotipados, más aún los verbos pasivos tienden a ser
estativos. Y eso es achacable a una cuestión relacionada con la perspectiva: la relevancia
cognitiva. Cuando el agente es temáticamente importante como sucede en el prototipo
activo las propiedades relacionadas con él como control, inicio, acción y responsabilidad
quedan focalizadas, es decir se vuelven más prominentes, desde la perspectiva de la voz
activa el evento está construido como moviéndose rápidamente, ligado, completo,
realizado. Cuando se degrada pragmáticamente el agente y el paciente es tématicamente
más importante dejan de focalizarse las propiedades típicas del agente y quedan en el
foco las cualidades referidas al paciente, estativo-resultativas y el agente que carece de
importancia es más propio que sea no referencial y no individuado. Finalmente en el
prototipo de la antipasiva donde el paciente está degradado no hay focalización en
dichas propiedades y es más normal que ese paciente sea entidad no referencial, no
individuada.

1.1.5.1. El punto de vista diacrónico.

Hay lazos persistentes entre la pasiva y algunas construcciones (Haspelmath,


Shibatani, Givón 1994:5) . Es decir, se ha visto que en muchas lenguas las
formalizaciones pasivas nacen o están emparentadas con alguna o algunas de estas otras
estructuras:

-Cópula adjetival
-Perfecto resultativo
-Dislocación a la izquierda.
-Sujeto impersonal
-Reflexivo
-Recíproco
-Nominalización
-Elisión

Y estas conexiones diacrónicas de la pasiva son importantes en dos sentidos. En


primer lugar porque alumbran aspectos de la pasivización, por ejemplo el hecho de que
una vía98 para llegar a una pasiva morfológica sea un impersonal nos podrá iluminar un

98 Cuatro "paths of convergence" para pasiva (Haspelmath 1990:54):

157
aspecto importante de esta voz: que se trata de un voz que prescinde voluntariamente
del agente que habitualmente se expresa como sujeto en la codificación básica. En
segundo lugar alumbran mucha de la variación tipológica que encontramos, porque
funciones muy similares pueden proceder de fuentes diversas y, al revés, porque muchas
veces las variaciones en sintaxis reflejan fuente diacrónica diversa y esta variación suele
emparejarse con sutiles diversidades funcionales(Givón 1990:565) .

1.1.4.2. La fuente estativo-adjetiva.

Las pasivas mantienen características de las fuentes que las originaron. En inglés
tenemos la fuente estativo-adjetiva que se mantiene en las pasivas léxicas, verbo de
estado + adjetivo o participio adjetivado, en contraste con las pasivas sintácticas, o sea
pasiva con complemento agente en donde resultan menos perceptibles porque queda
más de manifiesto la acción como tal. Esta vertiente tiene mucho realce en el perfecto
pasivo que probablemente influyó en la creación de la pasiva sintáctica.

-pasiva sintáctica:
21.a) The window was broken by John.
-pasiva léxica:
22.a) The window was broken.
-perfecto pasivo:
23.a) The window had been broken.

En español la situación es levemente distinta porque hay una forma propia de


carácter estativo; estar+participio que da lugar a pasiva léxica.

-pasiva sintáctica:
21.b) La ventana fue rota por el ladrón.
-pasiva léxica:
22.b) *La ventana era rota
22.c) La ventana estaba rota.
-perfecto pasivo:

1) auxiliar inactivo (+participio pasivo) > (resultativo) > pasivo


2) (auxiliar causativo) > causativo > reflexivo-causativo > pasivo
3) nombre reflexivo / pronombre > reflexivo > anticausativo > pasivo
4) pronombre en plural / (nombre general de persona) > construcción de sujeto generalizada >
desubjetivo > pasivo.

158
22.c) La ventana ha sido rota.
-perífrasis de estado.
24) La ventana estaba vieja.
La situación es en español un poco más complicada. Porque tenemos las mismas
subcategorías de pasiva sintáctica, léxica y perfecto pasivo pero con dos modificaciones.
Pero encontramos que el segmento de pasiva léxica sin agente está codificado no por ser
sino por una forma distinta y, por otra parte, también tenemos una pasiva de estar +
participio que tiene una situación delicada por una parte no siempre admite añadido de
agente:

25) *La ventana estaba rota por Juan.


Y lo admite menos cuanto más cerca esté el participio de ser independiente, de
estar lexicalizado como adjetivo pleno, que es el caso del ejemplo anterior. Y también me
sentiría tentada de decir que mientras más abstracto y menos referencial sea el agente o la
causa más se admitirá, es decir mientras más lejos estemos del agente prototípico y más
cerca de funciones semánticas parejas como causa o instrumento:

26) La ventana estaba rota por el uso.


27) La ventana estaba rota por el maltrato.

En estos ejemplos lo que tenemos expresado mediante un sintagma preposicional


de por es la causa pero no un agente perfecto. Estamos más cerca de una perífrasis de
estado que de una pasiva propia.
Pero, sin embargo, estar + participio también admite agente dando pasiva perfecta:

28) Ese movimiento táctico parece estar dirigido por uno de los más notables
oradores de la Cámara.

Probablemente ello suceda cuando se trata de predicados verbales muy agentivos


que implican la presncia inexcusable de un agente de la acción, en el caso que nos ocupa
hasta el adejtivo dirigido sigue manteniendo el añadido de agente.
Las tres pasivas comunes a inglés y español contrastan entre sí en su perspectiva
del evento: las de perfecto y las adjetivales comparten una perspectiva estativa-
resultativa del mismo, ni el evento en sí ni su agente iniciador están en el foco, sino más
bien lo está el estado resultante, es decir el paciente. Ello ocurre por motivos distintos,
en el caso del perfecto por sus valores propios de tipo resultativo, en el de las formas
adjetivales por una menor capacidad de expresar acción. La perspectiva estativa-
resultativa es más clara en la pasiva adjetival pero está presente de alguna forma en el

159
perfecto pasivo. El español, de forma intuitiva, quizás presente una tendencia mayor a
las pasivas estativas porque además de la estativa propia, la de estar + participio,
dispone de otras perífrasis del mismo tipo con quedar, dejar que también pueden tener
agente:

29) Ha quedado visto para sentencia.

1.1.4.3. La topicalización del no-agente: dislocación a la izquierda.

Una construcción de-transitiva puede surgir porque se reanalice una construcción


topicalizada, que presente dislocación a la izquierda. Esta construcción coincide con la
pasiva en un rasgo: en el hecho de que no es el agente el elemento que funciona como
tópico de discurso. En ocasiones puede tener otro rasgo común con la pasiva: el orden de
palabras.
El español coloquial prefiere en muchas ocasiones este mecanismo de desplazar a
la izquierda el elemento tópico no agente en vez de una construcción pasiva:

30.a) A Juan, lo vieron ayer.


31) El pelo, me lo cortó mi madre.

En situaciones en que, probablemente el inglés emplearía pasiva o impersonal:

30.b) John was seen yesterday.

Lo importante de la estructura española es que es todavía transitiva, no se ha


producido pérdida de transitividad porque se introduce un pronombre que es
redundante.

1.1.4.4. Pasivas por elisión.

Hay otra serie de estructuras99 que por su significado son más bien estativas y
potenciales que están cercanas a la pasiva100 por compartir presentación no agentiva de
la situación:

99 En concreto la primera que tenemos es considerada por Kemmer 1993 como voz media.
100 Se piensa que podemos estar en presencia de pares léxicos de tipo incoativo / causativo. El
tipo incoativo es semánticamente similar a la pasiva del causativo (The stick was broken) pero
crucialmente difiere en que no se trata de que el agente no esté expresado sino que la situación se concibe

160
Estativas-actuales101
32.a) This book sells well.
32.b) Este libro se vende bien.
Potenciales
33.a) This book is eminently readable.
33.b) Este libro es muy legible.
33.c) Este libro se lee bien.

Estas construcciones rechazan todas, en cierta medida, el agente, es decir éste es


irrelevante. En ellas hay un paciente que está extremadamente focalizado. En las
potenciales puede haber un agente pero no está codificado como tal sino más bien como
experimentador / evaluador. Es decir, aunque la situación de referencia es un acción no
queda codificada como tal sino como un estado que se aserta desde el punto de vista del
ser humano implicado en él. Desde el punto de vista de un experimentador que puede,
además, evaluar. Por todo ello es gramatical (33c) pero no (33b) :

34.a) Mary was visible to John.


34.b) ??Este libro es muy legible por el español medio
34.c) Este libro es muy legible para el español medio.

De los casos comunes anteriores deriva un caso extremo de español102

35.a) Se vive bien aquí.

que presenta una deagentivación máxima y una de-transitivación absoluta y no


tiene paralelos en inglés, que quizás emplee la estructura:

35.b) Living there is nice.

1.1.4.5. La vía de la reflexividad.

como no teniendo agente. Ello no significa que no pueda haber un agente en la situación objetiva
(Haspelmath:1993).
101 Cf. el análisis de las ergativas de M. Martínez Vázquez en este mismo volumen.
102 Shibatani asocia espontánea con potencial, del tipo: ¿se va por aquí a la estación?.

161
La reflexividad se produce cuando el sujeto es correferente con el objeto y en
consecuencia "actúa sobre" él mismo. En este subapartado, antes de pasar a las
características generales, me gustaría incluir una serie de estructuras, todavía no
fosilizadas en las que se percibe bien la noción de reflexividad: como "sentirse", "verse",
"feel", en todas ellas hay un desdoblamiento entre sujeto gramatical que tiene función
semántica experimentador, porque no son acciones lo que se describen sino procesos
mentales, y el paciente103 que es correferencial con él.

36) Me he sentido maltratada.


37) Me vi trasladada a Madrid.

1.1.4.6. La vía de la reciprocidad.

Una frase recíproca recoge dos eventos similares de los cuales el sujeto del primero
es el objeto del segundo y vice-versa. Los dos participantes actúan uno sobre el otro de
la misma forma y en la misma medida (Givón 1990: 629 ) .
Si las frases reflexivas y recíprocas son tan radicalmente transitivas de base, ¿qué
hace que en tantos lenguajes se relacionen íntimamente con el dominio de lo de-
transitivo? La solución de Givón consiste en poner en primer plano lo lejos que está del
prototipo transitivo que la acción recaiga sobre el agente con una circularidad total.
Podemos decir que, pese a las apariencias, las reflexivas son mínimamente transitivas.
Quizás por ello los verbos más típicamente transitivos no aceptan la reflexividad a
menos que se extienda metafóricamente su significado: make, break, build, hacer. Así
sucede con: "hacerse un hombre" y similares.
Los recíprocos presentan las situaciones con una agentividad difuminada porque la
comparten sujeto y objeto respectivamente, con lo cual terminan neutralizando su
oposición. Tienen además un cierto carácter estativo porque se implica de la acción
doble una mayor duración y una menor delimitación. En estos rasgos del
comportamiento verbal se alejan también del prototipo transitivo.
Estas razones de alejamiento del prototipo transitivo pueden justificar que se
expresen la pasiva, los reflexivos y recíprocos con el mismo morfema, como sucede p. ej.
en griego clásico y en español. En el caso del griego con desinencias verbales propias
para media-reflexiva, media-recíproca y pasiva y en español por medio de se.

103 Experimentador es, prototípicamente, el humano implicado en procesos de experiencia y se


denomina así a un estado de los asuntos que no puede darse si no es por medio de las facultades
sensoriales o intelectuales de un ser humano (Dik:98). Paciente es la entidad afectada o producida por la
actuación de algún ente que pueda tener control de la acción o la posición o por alguna fuerza (Dik:103)

162
1.2.1.¿Las estructuras de get + participio y "se pasivo" son similares?

Una vez establecido en sus líneas generales el fundamento metodológico del que
partimos vamos a centrarnos en las dos estructuras pasivas que están aparentemente
más alejadas, la de get y las de se. Y eso por su aparente disimilitidud y para comprobar
si la tesis de Arce-Arenales et alii 1994, es plausible.

1.2.2.Empezamos describiendo los tipos del español.

Tenemos, de entre los que nos interesan, dos usos que son nucleares:

-Reflexiva:
38) Se armó de todas sus armas.
-Recíproca:
39) Allí donde se combatía.

Y las dos estructuras que podemos llamar pasivas:

-Pasiva refleja de se + sujeto:


40) Se venden casas.
-Impersonal de se +objeto:
41) Se vende casas.

Quedan otra serie de empleos entre los que podemos distinguir:

-Casos más impersonales que pasivos en los que no se admite codificación pasiva
(Moliner) :
42) Aquí se habla inglés.
43) A vivir se aprende.
44) No se te entiende nada.
45) Si se cree a los Mágicos (Lapidario del XIII) .
46) No se oía en todo el lugar sino ladrido de perros (Quijote) .

En otras ocasiones es casi una alternativa de empleos modales la que ofrece la


forma:

47) non se faze assí el mercado (Poema del Cid. s. XII) .


48.a) Eso no se dice / Eso no se hace / Con eso no se juega.
48.b) No digas eso / No hagas eso / Con eso no juegues.

163
La peculiaridad de las formas radica en que ofrecen modalizaciones específicas
para impersonal. Es relevante que tengamos en cuenta que los empleos más antiguos son
los de tipo impersonal.

1.2.3.Origen.

En opinión de Givón, 1990:, tres rasgos importantes contribuyeron al reanálisis de


la reflexiva como pasiva impersonal, en primer lugar que ya existiera una construcción
impersonal con concordancia en tercera de plural:

49) Le vieron en la villa.

A este dato convendría añadir que desde muy antiguo el uso impersonal de se està
comprobado.
En segundo lugar la flexibilidad del orden de frase que permite colocar al sujeto en
posición posverbal.
Objeto posverbal en activa:

50) Curaron los caballos.

Sujeto posverbal en media:

51) Se curaron los caballos.

En tercer lugar, no había marca morfológica que diferenciara en un primer estadio si


el objeto era humano o no, entonces sujeto y objeto estaban neutralizados no solo en
posición en la frase sino también en morfología.
El cambio se vio facilitado por dos canales: una fuerte similitud estructural entre
sujeto y objeto y una fuerte similaridad semántica entre reflexiva, media-intransitiva y
pasiva promocional. Una frase como:

52) Se curaron los brujos.

Puede interpretarse como reflexiva:

53) Se curaron a sí mismos.

164
como media intransitiva:

54) Se curaron y están bien.

o como pasiva:

55) Fueron curados.

Quizás podrían hacerse algunos añadidos: la similitud máxima deriva de la poca


relevancia del agente porque más que media intransitiva lo que tenemos son procesos de
tipo espontáneo. El valor de espontaneidad, el carácter no voluntario, resulta
especialmente frecuente en este tipo de estructuras. Por otra parte y en cuanto al orden
en la frase hay una tendencia especialmente fuerte a que se coloquen en posición
preverbal los sujetos de la pasiva refleja y a que lo hagan en posición posverbal los
objetos de la impersonal.

56) Los plátanos se producen en el Trópico.


57) En el trópico se produce plátanos.

1.2.4. Características.

La pasiva de ser tiene un carácter más dinámico (Fernández Ramírez: 417) .


Entiende por dinámico: el hecho de que los momentos sensibles que caracterizan un acto
y los intencionales tanto reales como metafóricos aparecen de manera destacada y eficaz
en la representación.
Sostiene que el carácter dinámico se debe en parte a que va asociada con agente. Es
decir, va más veces asociada con agente pero ello no quiere decir que suceda siempre o
que sea lo habitual. De hecho, según sus datos, eso sucede en un porcentaje de 101/24
ocurrencias de agente104.
La pasiva de se no aceptaba originariamente la expresión de agente. Pero cada vez,
se encuentra más aunque todavía no se ha extendido totalmente. Se considera que el
agente con lo que llamamos pasiva refleja, pasiva de sujeto es tolerable en ocasiones. El
uso penetra desde los textos legales y procesales a algún texto periodístico y llega
incluso a la prosa literaria:

104 La frecuencia de Keniston para el s. XVI arroja una frecuencia mayor 515/108 sobre un total
de 623 ejemplos.

165
58) Cualidades que se comprenden, se sienten y se admiran por el inteligente
lector (Pérez Galdós, Carlos IV 5 ) .

Pero no siempre resulta gramatical:

59.a) Las pirámides se construyeron *por esclavos


59.b) Las pirámides se construyeron por medio de mano de obra esclava.
59.c) Las pirámides se construyeron por respeto a los dioses.
59.d) Las pirámides se construyeron por medio de grandes terraplenes.

Son mucho más tolerables las adiciones de la causa (59.c) , instrumento (59.d) o
de agente encubierto o que pierda carácter referencial (59.b) , como ya observábamos en
las de estar.
En cambio en el español de España es agramatical el agente de la pasiva
impersonal105 :

60) ??Se destruyó a la nación por los malos gobernantes.

El proceso lleva a una pasiva más cercana al tipo de la de ser y sería la influencia y
la analogía de esta forma lo que habría motivado la presencia de agente. Parece que nos
encontramos en el momento privilegiado en que podemos observar el cambio.
La expresión de agente es pues la primera diferencia grande entre las pasivas de se
y la pasiva de ser. Pero siendo la pasiva una noción multifactorial no es la única
diferencia posible. Hay también diferencias en la accionalidad de las situaciones
referidas. Así la acción iterativa o habitual y el enunciado de validez general suelen
aparecer con pasivas de se(Fernández Ramírez: 419) :

61) Se venden huevos.

Y cuando tenemos enunciado modalizado, con transitividad menor:

62) Estas considerables diferencias no han podido cubrirse.

También se prefiere pasiva de se cuando había un objeto interno en la activa, es


decir cuando la transitividad es baja porque el objeto no tiene entidad propia:

105 A pesar de lo que dice Givón 1990:605 ss

166
63) La boda se celebrará el próximo marzo.

Podemos tener enunciados en que los distintos segmentos implicados apunten


cada uno en una dirección: así podemos tener un objeto definido, pero acción repetida,
como en el ejemplo siguiente donde tenemos pasiva dinámica porque no parece
conveniente presentar tan deagentivamente una situación, que la responsabilidad sea
inexistente o se de lugar a una interpretación equívoca:

64.a) Los huevos son escrupulosamente examinados.


64.b) ??Los huevos se examinan escrupulosamente.

"Decir" y "hacer" aparecen con mucha frecuencia en pasiva refleja cuando no hay
elementos intencionales implicados.
Resumiendo todos los factores que parecen condicionar la elección de una u otra
parece que se elige pasiva de se para las situaciones de transitividad menor.
La pasiva dinámica, pasiva de ser, configura una estructura en que siempre está
presente un agente, mentado o no pero operativo106. La preeminencia del agente
apuntaría a que es una estructura más cercana al prototipo transitivo que la de se107. Se
puede decir que es una pasiva en que el paciente es extremadamente tópico y el agente lo
es también aunque en menor medida.
Por el contrario en la pasiva de se el paciente, tanto promovido a la posición de
sujeto, como democionado a objeto, es tópico y el agente es absolutamente no tópico.
En el caso de las pasivas reflejas se observa "un proceso de despersonalización y de
voluntad inhibitoria" (Fernández Ramírez: 427) . Y también hay, claro está, diferencias
en topicalidad en lo que respecta a las dos estructuras de se.

1.3. Pasiva de get. Descripción.

En la superficie sintáctica la pasiva con get de inglés es similar a la pasiva de be.


Ambas son promocionales, con el tópico de la pasiva ocupando el papel gramatical de
sujeto. Ambas pueden aparecer o con o sin agente. En ambas, el agente opcional está

106 No estoy de acuerdo con que el mantenimiento del agente lleve a una inversa en español,
Hidalgo:185: I would like suggest, tentatively, that the functional profile of the agent-preserving ser-
marked promotional passive in Spanish matches most closely the functional profile of an inverse-voice
clause.
107 Sin embargo la pasiva dinámica se emplea también con verbos imperfectivos y no sólo con
los tiempos de acción puntual sino con los tiempos durativos.

167
marcado con la preposición oblícua by. Dada tal convergencia estructural y dada la
tendencia general a la codificación icónica de las lenguas, se podría esperar una cierta
cantidad de similaridad entre las dos construcciones. Pero, de hecho, se pueden encontrar
un número de disparidades sistemáticas.

1.3.2. Origen.

Givón & Yang,1994:144, establecen que las similitudes entre los empleos
reflexivos, pasivos, incoativos de get se entienden mejor en términos de diacronía.
Establecen una serie de pasos: en primer lugar el verbo se utilizaba como un causativo de
movimiento con complemento en infinitivo. En un segundo momento se generaliza a
otros eventos causados:

65) He got her to go into the house.


66) He got her to kill the goat.

En un tercer momento se produce la extensión de complementos activos a pasivos:

67) To get me be admitted (Marlowe) = To get me be admitted for a nun.

Luego la detransitivación de la causativa +pasiva por medio de la reflexivización


probablemente:

68) She got him to be admitted.


69) She got herself to be admitted.
70) She got to be admitted.

Y por último se produce una simplificación morfológica:

71) She got to be admitted.


72) She got admitted.

1.3.3 Características.

Una diferencia importante entre las pasivas de get y las de be sugiere que las de get
tienen naturaleza activa porque no tienen contrapartida activa, mientras todas las de be
la tienen. Mientras puede decirse:

73) I got laid yesterday.

168
no puede decirse(Givón &Yang 1994) :

74) *Someone laid me yesterday.

Lakoff 1971 lanzó la idea de que la diferencia mayor entre las dos pasivas gira en
torno a las nociones de control o propósito. En la pasiva de be el agente democionado
mantiene el control mientras que en la get el paciente promovido permanece en el
control. Esto explica el comportamiento diferente de:

75.a) Mary got shot on purpose.


(>She purposely got herself shot) .
75.b) *Mary fue disparada intencionadamentente.
75.b) Mary intencionadamente dejó que le dispararan.
76.a) Mary was shot on purpose.
(>Someone purposely shot Mary) .
76.b) *Mary fue disparada intencionadamente.
76.b) Alguien intencionadamente disparó a Mary.
Y la diferente compatibilidad de las dos pasivas:
77.a) Radicals must (get/?be) arrested to prove their machismo.
77.b) Radicals must (be/?get) arrested if we are to keep the Commies from
overrunining the U.S.
Y el desacierto de:
78.a) Mary was shot on purpose, the bastards!.
78.b) *Mary got shot on purpose, the bastards!

Si intención, control y responsabilidad en el sujeto superficial son ingredientes


necesarios de la pasiva de get, se podría esperar que la construcción excluyera sujetos no
humanos, cosa que parecen sugerir muchos ejemplos (Lakoff 1971: 154-155) :

79.a) A house can be built of stone, brick or clay.


79..b) *A house can get built of stone, brick or clay.

Sin embargo aparecen también sujetos inanimados en las pasivas de get. Y las
condiciones en que eso ocurre sugieren una extensión natural de las nociones de
responsabilidad hacia otras formas de involucración de ser humano. Lakoff observó que
cuando el sujeto de la pasiva de get es inanimado, en consecuencia incapaz de
responsabilidad, resulta que hay algún humano asociado con el sujeto o con el evento en

169
el cual se retiene alguna capacidad, responsabilidad, puede quedar afectado por la acción
o estar envuelto en ella. Este humano no tiene por qué ser el agente semántico ni incluso
participante en el evento:

80.a) My cache de marijuana got found by Fido, the police dog.


80.b) My cache of marijuana was found by Fido, the police dog.

En el ejemplo siguiente la forma (b) parece insistirse en los medios, en la (a) en la


responsabilidad, quizás del oyente en la acción:

81.a) How did this window get opened?.


81.b) How was this window opened?.

Parece entonces que la primera discrepancia radica, teniendo en cuenta que sí


puede darse aparición de agente, en que hay un desdoblamiento de Agente de la acción y
Responsable o sea Controlador de la situación.
Se observa una segunda serie de diferencias importante: desde Twain la pasiva de
get es una pasiva eminentemente adversativa: lo que sucede es negativo para el humano
implicado. En el estudio de Herold sobre get- en el inglés americano actual, tomo los
datos de Givón &Yang, refiere una fuerte tendencia en ese sentido. Estudia la
distribución según las clases sociales y sus datos son que es adversiva en un 90% para la
clase trabajadora y en un 60%para la alta, para la clase trabajadora es mucho más
frecuente un 47% mientras en la clase alta sólo supone el 17% de los usos. Sus
conclusiones son que la pasiva de get nació como adversiva, en el habla de la población
menos culta, en donde es mucho más frecuente y mantiene su carácter primitivo, es
menos adversiva, por contra, entre la gente culta y también es menos frecuente.

82) Yep that guy, he said I'd probably get fired.


83) So I don't know if I'll get charged the 75 cents or not.

La naturaleza más agentiva de get va ligada a su origen y es predecible, o lógico, su


carácter adversivo porque la adversidad es relevante o afecta a seres humanos y los
efectos adversos de un evento afectan más verosímilmente al participante más afectado,
el paciente (Givón & Yang:120) .
Herold también estudió la frecuencia de aparición con sujeto humano y mientras
para be los porcentajes son 54% humano y 46% no humano, para get son 89% humano
y 11% no humano. Si se distribuye por clases sociales: la clase trabajadora usa sujeto
humano con get en un 96% de las ocasiones y la más elevada un 73%.

170
Respecto a la adquisición de un agente abierto, hay que decir que en inglés escrito
la frecuencia de agente con be oscila entre un mínimo de un 16% en la obra de ficción de
Louis Lamour y un 21% como máximo en la obra de no ficción de George Orwell. En
inglés coloquial get sigue quedando sin agente y Givón & Yang sugieren que cuando se
produzca el añadido del agente, sea cuando sea, será por influencia de be.
Resumiendo los datos, tenemos entonces una pasiva promocional pero de sujeto
básicamente humano que mantiene un tinte de responsabilidad en el sujeto. Ese sujeto
tenderá a ser tópico muy conspicuo.

1.4.1. Razonamiento de Arce-Arenales.

Desde un punto de vista nuevo, anticipado en M. Martínez Vázquez: 1989a, se ha


enfocado la cuestión de la naturaleza de las pasivas de get y se. Arce-Arenales et alii
sostienen que lo que se ha llamado tradicionalmente pasiva de se o de get está mejor
analizado como voz activa y diátesis media que como voz pasiva y ello porque:
a) también implica afección del sujeto como sugiere la etiqueta tradicional.
b) son ambiguas respecto al entendimiento pasivo o reflexivo en algunos casos:

84) Juan se mató = Juan killed // Juan got killed // Juan killed himself.
85.a) I got dressed (*by my mother: okay if passive reading) .
85.b) I was dressed (by my mother) .

get dressed permite dos lecturas: una reflexiva si el sujeto es también el paciente y
otra pasiva si es sólo paciente. En todos sus usos, get dressed en el corpus que ellos han
manejado tiene lectura reflexiva. Por el contrario, la frase con be no permite
entendimiento reflexivo, sino una lectura estativa. El hecho de que get permita una
lectura reflexiva los lleva a considerarla una forma activa.
c) el segundo argumento es que no admite la de se un agente abiertamente expreso
(ya en Martínez Vázquez 1989a:359) . Si el sujeto fuera un auténtico paciente
deberíamos esperar que hubiera un auténtico agente expresado claramente. Pero como se
trata de una voz activa sucede lo que se espera: que la ranura del agente es la del sujeto.
Sin embargo se encuentran pasivas de get con agentes animados108 humanos:

86) Well, then he got picked up by Large Marge.


87) You got influenced by some people.

108 La situación no es distinta de las de las pasivas de be, de 97 ejemplos hay 5 con agente
expreso (1humano), mantienen los mismos porcentajes de agencia: 6% para get y 5% para be.

171
Ese dato es un grave problema para la hipótesis que presentan. Para soslayarlo
añaden que en frases activas no siempre se puede añadir un agente expreso aunque sea
semánticamente plausible:
88) *The door opened by Mary.

Hay algunas claúsulas activas, intransitivas, en las que resulta posible añadir un
agentivo o, al menos, un instrumental:

89.a) Shirley died by her own hand.


90) Shirley is pregnant by Keone.

En el primer caso es posible un seudo-agente tal como el que tenemos pero no un


agente real como:

89.b) *Shirley died by Jack.

Mientras que (90) es correcta. Formulan la hipótesis de que las frases de by en las
pasivas de get fueran originariamente moldeadas sobre construcciones como la de (a)
donde se puede expresar un agente / instrumental.
Además del carácter activo, entienden que comparten otra serie de funciones:
-son marcadores de valor recíproco:

91) A couple of years later they got married.

-constituyen un mecanismo de intransitivación.

92) Por momentos se arman discusiones.


93.a) Kelly got lost.

Este último ejemplo, c.f. etiam M. Martínez Vázquez 1989a:361, no puede tener
interpretación ni reflexiva ni pasiva, no puede llevar agente:

93.b) *Someone lost Kelly.

-coinciden en valores aspectuales, en valor incoativo y o puntual109.

109 En M. Martínez Vázquez 1989b:194 se sostiene que get es marca de situación télica.

172
94) and she got stationed in German where my dad was stationed
95) well the money (that) was sent back and forth got cashed in March.

Plantea la hipotesis de que la media se asocia con cambios puntuales en las


situaciones.

1.4.2. Contraejemplos.

No vamos a entrar de lleno en analizar el concepto de media que presentan, pero


algo conviene decir de pasada: la noción básica de afección del sujeto se estableció para la
media indoeuropea y para operar con ella, ahora mismo, es mejor establecer una escala
de gradaciones de afección que describa, explique y justifique las diferencias que hay
entre reflexividad directa, indirecta, reciprocidad y afección del sujeto. Si no la media se
convierte en "una capa que todo lo tapa". Otra solución consiste en operar desde el
principio con nociones como la de Kemmer 1994: 209 que considera rasgo distintivo el
grado de diferenciación de los participantes para distinguir entre eventos de dos
participantes, reflexión, media y eventos de un solo participante.
Entrando ya en el análisis de los datos, consideremos ahora los siguientes contra-
ejemplos:

96.a) Juan se durmió.


96.b) Juan durmió (tres horas /tres días) .
96.c) Juan durmió bien.

El significado de la primera forma, de la forma con se es básicamente incoativo,


ingresivo, equivale a:

97) Juan empezó dormir

La segunda forma tiene complemento de duración y no es ingresiva y la tercera es


básicamente de-transitiva.
Pero en:

98.a) Juan se comió las patatas.


98.b) Juan comió patatas.
98.c) ?Juan comió las patatas.

173
el significado que tenemos es muy otro. En primer lugar, según los dialectos 110, la
construcción de (98.c) es sólo regularmente aceptable. En segundo lugar observemos la
tolerancia de artículo. La presencia de artículo contribuye a individuar un referente, a
volverlo único y conocido, aumenta la definición del paciente y redunda en mayor
transitividad. La frase de (98.a) es muy transitiva significa que el agente ha llevado al
término la acción, por completo.
Si ponemos una junto a otra concluiremos que no podemos decir que esos dos
valores, el incoativo y el perfectivo dependen de se sino, todo lo más de la realización de
se en un semantema télico, en situaciones télicas y, por tanto con mucha tendencia a la
transitividad. Y entonces se marca acabamiento. O de la combinación de se con un
semantema atélico, en una situación atélica, con transitividad menor y entonces significa
aspecto ingresivo.
Veamos ahora otro tipo de estructura:

99.a) Juan cayó del tercer piso


99.b) Juan se cayó del tercer piso.

Si en la primera puede dudarse de la intencionalidad de la acción, en la segunda es


claro que es no intencionado. A tenor de estos ejemplos lo que se quiere indicar en estos
casos es la espontaneidad, la falta de agentividad y control de los sujetos y eso deriva en
alejamiento del prototipo transitivo.
Pero me parece primario el sentido espontáneo y secundariamente como
implicación se produce cierta de-transitivación que me parece subsidiaria, entre otras
cosas, porque puede producirse por otros medios:

100) Este niño come bien.

1.4.3. Conclusiones.

En resumen las dos pasivas provienen de orígenes diferentes: de un formante


reflexivo/impersonal en un caso y en otro de una estructura causativa originaria. Las
estructuras causativas tienen como peculiar que dislocan las relaciones de sujeto y agente
y en eso se acercan a la pasiva. El mantenimiento del cierto control por el sujeto de get
se debe a este origen así como el tinte de falta de responsabilidad y deagentividad de se

110 En la zona norte de la península hay una tendencia enorme a prescindir de las estructuras de se
en todas las posiciones. Llega a decirse: "marcho mañana", "esta niña ayer cansó mucho".

174
se debe a la fuente específica de esta construcción. Tienen en común que por una u otra
razón no tienen tendencia a llevar agente y son las que tienen menos carácter estativo.

175
Bibliografía.

Alarcos, Emilio. 1970. Estudios de gramática funcional del español. Madrid: Gredos.
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Language. 61. 821-848.

177
Causatives and Resultatives from English into Spanish: Complex
Predicates and Machine Translation

J. Gabriel Amores Carredano

This paper proposes a Lexical Functional Grammar (LFG) (Bresnan ed. 1982)
account of causative and resultative constructions in English for their treatment in
Machine Translation (MT). Our ideas are based on recent proposals within LFG of
both causative constructions as complex predicates (Butt et al 1990, Alsina 1993) and
correspondence-based translation (Kaplan and Wedekind 1993). The paper is organized
as follows. Section 1 describes JULIETTA, an LFG-based MT prototype written in
Prolog for the translation of medical abstracts from English into Spanish. Section 2
describes the process of predicate composition in causative constructions and their use
in MT. Section 3 outlines resultative and depictive constructions in English and the
problems they pose for MT. We propose treating resultative constructions as complex
predicates also, comparing their f-structure representation to that of depictive
constructions. Finally, section 4 shows the results obtained with JULIETTA for a set
of examples.

1. JULIETTA: an English-Spanish LFG-based MT prototype.

Within the past four years we have developed JULIETTA, an LFG-based M T


prototype written in Prolog. One of the motivations for the development of this
prototype was to study the feasibility of using LFG-based systems with real texts.
Amores (1992) describes the results obtained with medical abstracts.JULIETTA
follows a transfer approach to MT. The f-structure resulting from analysis serves as the
input to the transfer module. This module outputs the corresponding f-structure and c-
structure in the target language. There has been much discussion recently as to whether
this is the correct approach to LFG-based MT; most notably Kaplan et al (1989),
Sadler et al (1990), and Kaplan and Wedekind (1993). Although some difficult
translation problems may be solved following the proposals of Kaplan and Wedekind
(1993) there still remain some others such as ‘commit suicide -> suicidar + se’ in
Spanish and French, documented in Sadler et al (1990), for which Kaplan and Wedekind
(1993) do not offer a solution within their approach. It turns out that phenomena such

179
as these are more common in translation than those which motivated their approach and
therefore a valid solution is still required.
Rather than adopting the co-description approach suggested by Kaplan et al
(1989), JULIETTA follows the traditional approach of keeping source and bilingual
lexicons separate. Difficult translation problems such as the ones mentioned above are
solved via transfer rules. Our experience is that this approach renders the system more
transparent and modular from an MT point of view.

2. Causatives.

One of the first motivations for complex predicates in LFG stems from the study
of causative constructions in Romance and Bantu languages, as shown in Alsina (1993).
Verbs like dejar and hacer—when used as causatives—combine with another verb to
form a single predicate as can be demonstrated from clitic climbing phenomena. Based
on ideas presented in Butt et al (1990), Kaplan and Wedekind (1993) propose to expand
the process that generates a semantic structure in LFG, using a restriction operator
which will generate the appropriate complex predicate when necessary. Butt (1994)
shows that the restriction operator is inadequate for a general treatment of complex
predicates and proposes an approach based on resource logic.
We follow Alsina (1993:28) in his claim that complex predicates are formed in the
syntax by composing the predicate information of two sister constituents. The complex
predicate is therefore not obtained at the semantic level via the application of a semantic
correspondence mapping as proposed by Kaplan and Wedekind (1993). Alsina's
condition that one of the predicates be semantically incomplete (1993:30) is coded in
our system with the feature light:yes. Since there is no semantic structure in JULIETTA,
a new value must be assigned to the PRED feature, obtained through the composition of
the light verb plus the semantically complete verb. Thus, a sentence such as she made
me think will in fact be equivalent to she made+think me in our representation. Once we
have obtained this representation the clitic will be adequately generated in pre-predicate
position. The figures below show the source and target f-structures for the sentence
above.
pred:make+think
num:sing
per:three
tense:past
light:yes
obj:pred:pro
role:goal
case:acc

180
pro:yes
agr:num:sing
per:one
subj:pred:pro
case:nom
pro:yes
agr:num:sing
gen:fem
per:three

pred:hacer+pensar
per:three
light:yes
tense:past
pobj:pred:pro
case:acc
pro:yes
pcase:a
agr:per:one
num:sing
subj:pred:pro
case:nom
pro:yes
agr:gen:fem
per:three
num:sing

3. Resultative and depictive constructions in English.

We propose the use of the same kind of representation—with some


variations—in order to illustrate the differences between resultative and depictive
constructions in English and thus provide an adequate basis for their translation into
Spanish. A resultative phrase is an XP which describes the state achieved by the
referent of the noun phrase it is predicated of as a result of the action named by the verb
(Levin 1993:101). These constructions are possible with a wide range of verbs, with the
exclusion of stative verbs and directed motion verbs. They can be predicated of objects
of transitive verbs, subjects of intransitive unaccusative verbs, nonsubcategorized
objects of intransitive unergative verbs, and subjects of passive verbs (Levin 1993:100).

181
Resultatives have been studied within LFG by Simpson (1983) and Bresnan and Zaenen
(1990). Some examples are:

(1) The silversmith hammered the metal flat


(2) The guests drank the teapot dry
(3) The potatoes have burnt black
(4) Philippa cried herself to sleep
(5) The door was pushed open

Resultative constructions belong to the class of proleptic constructions in English.


In proleptic constructions the action denoted by the verb is qualified by an adjective, an
adverb or a particle which denotes manner or result. Some phrasal verbs are said to
belong to this class as well. Take for example verbs such as blow up or swim across.
Usually, what is semantically denoted by the adjunct in English, becomes the predicate
in Spanish and viceversa, resulting in a head-switching phenomenon, common in
English-Spanish contrastive grammar.

swim across
[action, main predicate][manner adjunct]
cruzar a nado

This phenomenon poses many problems for MT since it is difficult to find


adequate translation equivalents that can be generalized into a single translation rule,
while maintaining all the nuances conveyed by the source language. Depictive
constructions exhibit a similar surface pattern—a verb followed by an NP and an Adjp
or a verb followed by an Adjp. However, in depictive constructions the adjective
functions as an adjunct (XADJ in LFG) of the subject or the object of the verb,
describing a state holding while the action is taking place (Bresnan and Zaenen 1990:46).

(6) Don't drive drunk!


(7) The waiter served the fish raw

Ambiguity arises when the adjective may be modifying either the subject or the
object

(8) The waitress served the salad undressed

182
In order to obtain the desired results, a different representation is required for
similar surface structures in English. The structural similarity is shown at the level of c-
structure in LFG, while the f-structure will assign different representations, i.e.
resultatives will be represented as complex predicates, whereas depictives will unify
into adjectival adjuncts.
Our strategy takes into account whether the verb allows the resultative
construction (result:yes), and assigns a new value to the PRED feature, obtained through
the composition of the original verb plus the resultative adjective (pred:hammer+flat), as
we did for causatives. Otherwise, the adjective will be taken as an adjectival adjunct
(AADJ) modifying the subject or the object. Applying this strategy, a sentence such as
the blacksmith hammered the metal flat will be assigned a representation equivalent to
the blacksmith hammered+flat the metal, where there is a complex predicate formed by
the verb and the adjective. This complex predicate takes the metal as its object. With
this result from analysis we can now specify a translation correspondence between
hammer+flat and aplanar a martillazos in Spanish. The figure below shows the
representations obtained with the analysis, transfer and generation modules for the
example above.
Sentence 73 the blacksmith hammered the metal flat.
s(clh(cl(np(detp(det2(det(the))),
n2(n1(n(blacksmith)))),
vph(vp(vg(v(hammered),
_),
np(detp(det2(det(the))),
n2(n1(n(metal)))),
adjp(adj(flat)))))))
pred:hammer+flat
num:sing
per:three
tense:past
vtype:action
result:yes
ggf:[subj,obj]
obj:pred:metal
count:no
spec:the
role:theme
agr:num:sing
per:three

183
subj:pred:blacksmith
case:nom
count:yes
spec:the
role:ag
agr:num:sing
per:three
pred:aplanar+a martillazos
per:three
vtype:action
result:yes
tense:past
num:sing
subj:pred:herrero
case:nom
count:yes
spec:el
agr:per:three
gen:masc
num:sing
obj:pred:metal
count:no
spec:el
agr:per:three
gen:masc
num:sing
o(prop(snh(sn(sres(res(el)),
stbar(st(herrero)))),
sv(vbg(vb(aplanó a martillazos)),
snh(sn(sres(res(el)),
stbar(st(metal)))))))
El herrero aplanó a martillazos el metal.

Following are the English and Spanish f-structure representations for samples of
phrasal verbs and depictives.

Sentence 67 the boy swam across the river.


pred:swim+across

184
num:sing
per:three
tense:past
vtype:action
ggf:[subj,obj]
obj:pred:river
count:yes
spec:the
role:theme
agr:num:sing
per:three
subj:pred:boy
case:nom
count:yes
spec:the
role:ag
agr:num:sing
per:three
pred:cruzar+a nado
per:three
vtype:action
caus:yes
tense:past
num:sing
subj:pred:niño
case:nom
count:yes
spec:el
agr:per:three
gen:masc
num:sing
obj:pred:río
count:yes
spec:el
agr:per:three
gen:masc
num:sing
Sentence 80 the waiter served the fish raw.

185
pred:serve
num:sing
per:three
tense:past
vtype:action
ggf:[subj,obj]
obj:pred:fish
count:no
spec:the
role:theme
agr:num:sing
per:three
aadj:pred:raw
temp:yes
subj:pred:waiter
case:nom
count:yes
spec:the
role:ag
agr:num:sing
per:three

pred:servir
per:three
vtype:action
tense:past
num:sing
subj:pred:camarero
case:nom
count:yes
spec:el
agr:per:three
gen:masc
num:sing
obj:pred:pescado
count:no
spec:el
aadj:pred:crudo

186
agr:per:three
gen:masc
num:sing

4. Results and Conclusions.

Our implementation has tried to achieve a representation valid for translation


purposes while maintaining the elegance from a linguistic point of view. Following are
the results obtained with JULIETTA for a set of sentences. Comments have been added
when necessary for a better understanding of the problems involved. These results show
that predicate composition offers an adequate solution for the treatment of causatives,
resultatives and phrasal verbs in the context of LFG and MT. It also supports Alsina's
(1993) view that composition takes place in the syntax and not in the lexicon. Based on
this approach and given the productivity of this construction in English, a strategy
which keeps the source and bilingual lexicons separate seems to be more satisfactory
than the correspondence and restriction-based approaches proposed by Kaplan and
Wedekind (1993) for LFG-based MT.

4.1 Causatives.

Sentence 90 they had me repeat the message (have+repeat => hacer+repetir)


Translation: Me hicieron repetir el mensaje
Sentence 91 she made me think (have+think => hacer+pensar)
Translation: Me hizo pensar
Sentence 92 his mother didn't let him go (let+go => dejar+ir)
Translation: Su madre no le dejó ir

Obviously, the translation of causatives is not listed like this in the bilingual
dictionary. Rather, it is obtained compositionally as the translation of have as a
causative (hacer) plus the default translation of the adjacent verb.

4.2 Phrasal verbs with the particle adjacent or non-adjacent to the verb stem.

Sentence 65 the terrorists blew up the bridge


Translation: Los terroristas volaron el puente
Sentence 66 the terrorists blew the bridge up (blow+up => volar)
Translation: Los terroristas volaron el puente

187
Another possible translation could be hacer volar, but then the agentivity
conveyed by the English original may be lost.

Sentence 67 the boy swam across the river (swim+across => cruzar+a nado)
Translation: El niño cruzó a nado el río

As a general rule, it is better to generate the manner adjunct (a nado) immediately


following the verb stem, so that its position doesn't have to be calculated in case of
heavy NPs, e.g. el niño cruzó a nado el río que se había desbordado.

4.3 Resultative construction with transitive verbs

Sentence 68 the maid beat the carpet clean (beat+clean => sacudir)
Translation: La doncella sacudió la alfombra

In Spanish, the verb sacudir agglutinates in a single entry the meaning of beat and
clean.

Sentence 69 the politicians bled the country white (bleed+white => sangrar)
Translation: Los políticos sangraron al país

Another possible translation, more valid in a literary register, could be esquilmar.

Sentence 70 the wind blew the door open (blow+open => abrir+de golpe)
Translation: El viento abrió de golpe la puerta
Sentence 71 the cook boiled an egg hard (boil+hard => poner+a cocer)
Translation: El cocinero puso a cocer un huevo
Sentence 72 the maid brushed the dress clean (brush+clean => cepillar)
Translation: La doncella cepilló el vestido

As in beat+clean, cepillar in Spanish already conveys the meaning of cleaning


while brushing. Another possible translation, but less natural, could be limpiar con un
cepillo.

Sentence 73 the men burst the door open (burst+open => abrir+violentamente)
Translation: Los hombres abrieron violentamente la puerta
Sentence 74 the blacksmith hammered the metal flat
Translation: El herrero aplanó a martillazos el metal

188
4.4 Resultative construction with unaccusative verbs.

The unaccusative entry is generated at parse time through a lexical redundancy


rule.

Sentence 75 the door blew open (blow+open => abrir+de golpe)


Translation: La puerta se abrió de golpe
Sentence 76 the door burst open
Translation: La puerta se abrió violentamente
Sentence 77: the door banged shut (bang+shut => pred:cerrar+de un portazo)
Translation: La puerta se cerró de un portazo

In English bang conveys an onomatopoeic meaning, which can only be translated


into de un portazo.

Sentence 78 the dog broke loose (break+loose => soltar)


Translation: El perro se soltó

Pragmatically, soltar+se with an animate subject in Spanish, conveys the idea of


agentivity which is present in English through the verb break.

Sentence 79 the potatoes have burnt black (burn+black => quemar)


Translation: Las patatas se han quemado

English is very redundant here; quemar already conveys some idea of blackness.
Another possibility would be quemar totalmente in order to give an idea of being at one
of the extremes of a scale.

4.5 Passive and resultative.

As in the case of unaccusatives, the passive entry is generated at parse time by


means of a lexical redundancy rule.
Sentence 82 the can was hammered flat
Translation: Se aplanó a martillazos la lata
As a default, JULIETTA generates a reflexive in Spanish if there is no explicit
agent present in English.
4.6 Resultative with fake reflexives

189
Sentence 83 the dog barked itself hoarse (bark+hoarse, refl:yes => quedar+ronco+de tanto
ladrar)
Translation: El perro se quedó ronco de tanto ladrar
The intensifier de tanto is necessary to convey the idea of repetition.
Sentence 84 the boys ran themselves ragged (run+ragged, refl+yes => quedar+hecho trizas
de tanto correr)
Translation: Los niños se quedaron hechos trizas de tanto correr

4.7 Resultative with nonsubcategorized object.

Sentence 85 our team ran their defense ragged (run+ragged => hacer+trizas de tanto
correr)
Translation: Nuestro equipo hizo trizas a su defensa de tanto correr

Note that the translation of this predicate depends on the presence of a reflexive.
When no reflexive is present, a causative meaning is conveyed through the expresion
’hacer+pred’ in Spanish. Trizas is the closest in Spanish to the English ragged, coming
from the stem of rag (jirón, trapo).

4.8 Depictives.

Sentence 80 the waiter served the fish raw


Translation: El camarero sirvió el pescado crudo
It is our pragmatic knowledge that helps us disambiguate this sentence, so that
pescado crudo is not taken as a phrase. In back translation this would certainly be a
problem for any system.
Sentence 81 that man drove drunk
Translation: Ese hombre condujo borracho

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191
Un caso paralelo de degradación semántica en inglés y español

M. Nieves Rodríguez Ledesma

Es un hecho conocido que la lengua no es estática, sino que se halla en continuo


proceso de cambio. No todos los niveles lingüísticos, sin embargo, se ven afectados de la
misma manera por este proceso, y entre ellos es el léxico el menos resistente al cambio:
nuevos vocablos, ya sean préstamos o formaciones nativas, se introducen en la lengua,
otros desaparecen, y otros, finalmente, desarrollan nuevos significados o pierden algunos
de los que previamente tenían. Con frecuencia, además, un cambio semántico en un
vocablo provoca un cambio análogo en uno o más sinónimos, con el resultado de que, a
veces, series completas de términos se han visto afectadas por desarrollos semánticos
paralelos en virtud de un proceso que se ha descrito como "irradiación sinonímica". Esta
tendencia parece haber trascendido, en ocasiones, las fronteras de una lengua, y vocablos
pertenecientes a un mismo campo semántico han desarrollado acepciones o sentidos
paralelos independientemente en más de una lengua, lo que ha llevado a postular leyes
semánticas basadas en lo que parecen ser síntomas de una tendencia común de la mente
humana.
El presente trabajo estudia un caso paralelo de degradación semántica en inglés y
español. La degradación es un proceso de especialización semántica mediante el cual un
término neutral, o incluso positivo, pasa a desarrollar connotaciones peyorativas. Un
ejemplo de este proceso lo constituyen aquellos vocablos que originariamente
designaban o describían a los campesinos o a los habitantes de una aldea, y que pasaron
a utilizarse para referirse a una persona ignorante, zafia, y/o ruin111. No todos estos
términos se han visto afectados, sin embargo, de la misma manera por el proceso de
degradación semántica, pues mientras algunos han llegado a perder su significado original

111 Es interesante observar que aquellos términos que, por el contrario, designaban o describían
originariamente a los habitantes de una ciudad se han visto afectados por el proceso opuesto, el de
elevación semántica, y han adquirido desarrollos ameliorativos. Éste es el caso, por ejemplo, de los
vocablos ingleses civil (del francés civil, y éste a su vez del latín civil-is "relativo a los ciudadanos") y
urbane (del latín urbãn-us, derivado de urbs "ciudad"), que han adquirido las acepciones de "atento",
"cortés", "educado". Sus correlatos españoles civil y urbano poseen estas mismas acepciones, aunque no
son las más frecuentes.

193
y sólo conservan las acepciones peyorativas, otros sólo han desarrollado connotaciones
negativas en determinados registros.
Los términos objeto de estudio se han dividido en tres grupos: en primer lugar, se
analizan aquellos que comparten el inglés y el español; a continuación, aquellos que son
privativos del inglés y, finalmente, los vocablos exclusivamente españoles, ya sean
propios de la Península o de Hispanoamérica. Las fuentes consultadas han sido The
Oxford English Dictionary (OED) para los vocablos ingleses, y el Diccionario crítico
etimológico castellano e hispánico de Corominas, el Diccionario de la Real Academia
(DRAE) y el de María Moliner para los términos españoles. Ninguna de estas obras
españolas ofrece una información tan completa y detallada como el OED, que da
numerosos ejemplos de los distintos usos que los vocablos ingleses han tenido a lo largo
de su historia, señalando la primera documentación de cada uno de ellos y (en caso de
que la hubiere) la última. No es de extrañar, pues, que los términos ingleses estén
tratados en el presente trabajo con mucha mayor profundidad que sus correlatos
españoles.
Al primer grupo, vocablos comunes al inglés y al español, pertenecen los
siguientes términos: pagan/pagano, peasant/paisano, rustic/rústico, villain/villano.
El primer doblete está tomado del latín pãgãnus (derivado de pãgus "aldea,
pueblo"), que originalmente significaba "aldeano, campesino", "civil, no militar", en
oposición a m_les "soldado, militar", y en lenguaje eclesiástico "gentil", en oposición a
cristiano o judío. En un principio se pensó que pãgãnus había desarrollado la acepción
"gentil" de aquella de "aldeano, campesino", ya que la idolatría se mantuvo
supuestamente en las aldeas una vez que el cristianismo se hubo difundido en las
ciudades del imperio romano112. Según el OED, sin embargo, se ha demostrado que esta
teoría no se sostiene ni cronológica ni históricamente, ya que este uso del vocablo se
retrotrae hasta principios del siglo III (e incluso, según Lanciani, hasta un epitafio del
siglo II), cuando la idolatría era todavía la religión dominante. La acepción de "gentil"
derivaría, pues, de aquella de "civil, no militar", ya que los cristianos se llamaban a sí
mismos m_lit_s "soldados" de Cristo, miembros de su iglesia militante, y aplicaron a los
gentiles el término que utilizaban los soldados para referirse a aquellos que no
pertenecían al ejército.
Este doblete es un tanto especial en tanto que la degradación semántica por la que
el término pasó a significar "gentil" tuvo lugar en latín y no en las lenguas que nos
ocupan. El nuevo significado, por otra parte, debió desbancar totalmente al original, ya
que fue la única acepción que tomaron el inglés y el español. Corominas señala a este
respecto que algunos citan en español un pagano que significa "aldeano" basándose en

112 Ésta es, por ejemplo, la explicación que ofrece Corominas.

194
una indicación del Diccionario de Autoridades113, tomada a su vez de Covarrubias
(1611)114, pero, a su parecer, no hay fundamento para tal vocablo.
El segundo doblete, peasant/paisano, está también relacionado con el latín pãgus.
Peasant (del anglonormando paisant, derivado del antiguo francés païs, pays "territorio
rural, comarca, país", y éste del latín pãgensis "el que vive en el pago") significaba
originalmente "campesino". La primera documentación en anglonormando data de
mediados del siglo XIV (1341-2), y la primera en inglés de finales del siglo XV: (1475
The Boke of Noblesse) "The pore comons, laborers, paissauntes of the saide duchie of
Normandie". En el siglo XVI adquiere ya este vocablo connotaciones negativas y
comienza a utilizarse en las acepciones de "siervo", "villano", "patán", como ilustran los
siguientes ejemplos: (1550 Latimer, Last Sermon before Edward VI) "They oppressed
the poore. They made them slaues, pesauntes, villains and bondmen vnto them"
("siervo"); (1613 R. Cawdrey, A Table Alphabeticall of English Wordes) "Peasant,
clowne" ("patán"). De ahí, pasó a utilizarse como improperio con el significado de
"canalla", "bribón", uso que ya aparece documentado a mediados del siglo XVI, y que
aparece ilustrado, por ejemplo, en: (1591 Troublesome Raigne of John King of England)
"Base heardgroom, coward, peasant, worse than a threshing slaue".
Aunque estas acepciones han quedado obsoletas (el último ejemplo que ofrece el
OED data del 1613), peasant ha desarrollado otros usos peyorativos. Así, este vocablo
se utiliza actualmente en argot para implicar ignorancia, estupidez o tosquedad. Los
ejemplos que siguen son ilustrativos: (1947 S. Bellow, Victim) "She showed such a dread
of hospitals that at last he exclaimed, 'Don't be such a peasant, Elena'" ("paleta"); (1957
Sunday Mail) "Peasant - an older person who does not... understand the goings-on of
teenagers" ("carroza"); (1961 G. Smith, Business of Loving) "Laura took me out riding...
I'm a complete peasant in this, but she's an expert" ("ignorante, paleto").
El español paisano, derivado también del francés, no se ha visto afectado, sin
embargo, por este proceso de degradación semántica. Según Corominas, este vocablo,
utilizado ya por Góngora, conserva la acepción francesa "campesino" en Asturias,
Galicia y la Argentina. El significado más frecuente, sin embargo, es "persona del mismo
país, provincia o lugar que otro", aunque también se utiliza en la acepción "no militar"
(cf. latín pãgãnus).
El inglés rustic y el español rústico (ambos del latín r_sticus, y éste a su vez de
r_s "campo") han tenido una historia paralela: ambos adjetivos se suelen utilizar
valorativamente, en ocasiones de forma positiva, pero mucho más frecuentemente en

113 Real Academia Española. 1726-1739. Diccionario de la Lengua Castellana. Se le conoce


normalmente como Diccionario de Autoridades.
114 Sebastián de Covarrubias Horozco. 1611. Tesoro de la lengua castellana o española.

195
sentido peyorativo, mientras que rural es el término neutro en ambas lenguas, con un
significado meramente descriptivo. Las connotaciones positivas de rustic y rústico hacen
referencia a lo natural y lo simple del campo, como en: (1855 Brimley, Essays) "The
rustic grace and sweetness of the May Queen". En su sentido peyorativo, mucho más
frecuente, estos adjetivos se utilizan con las connotaciones de "burdo, zafio, rudo"115,
como ilustran los siguientes ejemplos del vocablo inglés116: (1585 T. Washington,
Nicholay's Voy) "After they haue put the... pretiest of them into the Sarail of the great
Turke, send the other being the most rustique... to labour and till the ground"; (1688
Holme, Armoury) "A Rustick Fellow, one without City or School breeding, without
cleanliness, and of a slovenly Speech"; (1860 Ruskin, Modern Painters) "Another use of
words may be forced upon us by a new aspect of facts, so that we may find ourselves
saying: 'Such and such a person is very gentle and kind -he is quite rustic'"117.
Villain (del anglonormando vilein, vilain, villain, y éste del latín vulgar *villãnus
"habitante de una casa de campo o granja", derivado a su vez de villa), designaba
originalmente a un tipo de siervo en el sistema feudal, más concretamente, al que
trabajaba la tierra. En esta acepción alternan las grafías villein y villain: la primera se
utiliza ya en 1325, mientras que la segunda no está documentada con este significado
hasta Morte d'Arthur (1470-85)118. Los siguientes ejemplos ilustran este uso: (1483
Caxton, Golden Legende) "It happed upon a day that he tormented a vylayn or a carle
for the couetyse of hys good"; (1876 Freeman, Norman Conquest) "The villain was not
a slave, but a freeman minus the very important rights of his lord. As against all men but
his lord, he was free".
Desde el principio, no obstante, adquiere este vocablo connotaciones peyorativas,
y comienza a utilizarse en las acepciones de "bribón", "canalla", "maleante". Con estos
significados despectivos aparece ya documentado como improperio en 1303, antes

115 El vocablo francés rustre, derivado también del latín rusticus, se ha visto afectado, así
mismo, por un proceso de degradación semántica y se utiliza en las acepciones negativas de "zafio,
palurdo, páparo" (Ullmann 1991:263).
116 Rustical también se utiliza frecuentemente con este sentido peyorativo, como en los siguientes
ejemplos: (1542 Udall, Erasmus, Apophthegmes) "Feloes of no fyne witte... but alltogether grosse,
clubbyshe, and rusticall"; (a1661 Fuller, The History of the Worthies of England, Oxford) "Whose
inhabitants... were so rustical in their behavour, that boarish and clownish people are said born at Hogs-
Norton".
117 Este ejemplo da a entender que el significado de rustic en aquel tiempo era justamente el
opuesto de 'gentle' y 'kind'.
118 La tendencia actual es utilizar villein en este sentido, y villain con las connotaciones negativas
de "canalla, maleante...".

196
incluso que con su significado original: (1303 R. Brunne Handlyng Synne) "Goddys
treytour, and ry_t vyleyn! Hast _ou no mynde of Marye Maudeleyn!" ("canalla").
Como término descriptivo, se utiliza por primera vez con estas connotaciones negativas
a principios del siglo XV, y se generaliza en el XVI. Los siguientes ejemplos son
ilustrativos: (c1400 Romaunt of the Rose) "Thise vilayns arn withouten pitee,
Frendship, love, and alle bounté. I nyl resseyve unto my servise Hem that ben vilayns
of emprise" ("villanos"); (1599 Shakespeare, Comedy of Errors) "Thou art a Villaine to
impeach me thus, Ile proue mine honor, and mine honestie Against thee presently, if
thou dar'st stand" ("canalla"); (1869 Ruskin, Queen of the Air) "They are not made
villains by the commission of a crime, but were villains before they committed it"
("maleante, delincuente").
Este vocablo ha visto degradado hasta tal punto su significado que se utiliza
actualmente para referirse al "malo" de una novela, obra de teatro o película ("the villain
of the piece")119, y para designar en argot a un delincuente profesional. Los siguientes
ejemplos ilustran este último uso: (1975 Sunday Telegraph) "A flying squad officer said:
'As far as we know these are no ordinary villains. We belive they are Irish IRA'"; (1977
L. Meynell, Hooky gets Wooden Spoon) "There'll be a getaway car... waiting close to the
house with a villain in it... I don't like thieving villains".
El español villano, también del latín vulgar *villãnus, aparece documentado en el
siglo XI. Originalmente, se aplicaba a los habitantes de una villa o aldea pertenecientes al
estado llano, en oposición a los nobles o hidalgos120. Posteriormente, no obstante,
desarrolló las connotaciones negativas de "rústico", "descortés", y "granuja", "ruin",
"indigno". El proceso de degradación semántica tuvo que ocurrir en fecha temprana, ya
que en un romance del Cid se encuentra ya la expresión "Villanos te maten, Alonso",
utilizada antiguamente para maldecir a alguien, deseándole una muerte cruel y desastrada.
Otro ejemplo del uso peyorativo de este vocablo es la frase proverbial "Disfrazado viene
el villano", que Correas recoge en su obra de 1627 y que explica en los siguientes
términos:
Dicen que lo dijo la Reina Isabel, por el ajo, que no siendo amiga de él, se le
echaron en un guisado disfrazado, y lo echó de ver en sabor, y color, y olor.
(1906:286)
Con todo, villano es un término mucho más suave que su correlato inglés. La
contaminación semántica también ha afectado al derivado villanía, que utiliza Berceo
para referirse a "cualidad o condición de villano, no hidalgo", pero que sustituye ya

119 Este uso está documentado desde principios del siglo XIX.
120 De esta acepción se derivaría aquella que designa un tañido y baile españoles de los siglos
XVI y XVII que tendían a imitar los cantares y bailes rústicos.

197
Cervantes por villanería, por haber quedado el primero asociado con el significado de
"vileza"121.
Dentro del segundo grupo, vocablos ingleses que no tienen correlato español, se
incluyen boor, churl, clown, y farmer. En lo que respecta a boor, documentado por vez
primera en el siglo XVI, no se sabe con certeza si es una abreviatura del inglés antiguo
_eb_r "habitante, agricultor, campesino", derivado a su vez de b_r "morada, casa,
cabaña, casa rústica", y éste de la raíz verbal bu "habitar" (cf. el compuesto neighbour <
inglés medio ne_ebur < inglés antiguo n_ah_eb_r "nigh-dweller"), o si se tomó del
alemán o el holandés, ya que este vocablo se aplica con frecuencia a campesinos de este
origen122.
En la primera documentación, boor tiene el significado de "campesino, agricultor",
acepción que sobrevive hasta el siglo XIX. Los siguientes ejemplos ilustran este uso:
(1551 Turner, Herbal) "Absinthium rusticum, that is bouris or peasantes wormwode";
(1820 Scott, Monastery) "Times of action make princes into peasants, and boors into
barons". Mucho más frecuente en ese mismo periodo (siglos XVI-XIX) es, no obstante,
el significado de "campesino holandés o alemán", que aparece ilustrado, por ejemplo, en:
(1581 J. Bell, Walter Haddon Against Osorius) "To accuse Luther for the uproares
raysed by the countrey Boores in Germany"; (1756 Nugent, The Grand Tour) "The
people of Holland may be divided into five classes. I. The boors or husbandmen".
Ya en el siglo XVI, no obstante, adquiere boor connotaciones peyorativas y
comienza a utilizarse en las acepciones de "patán", "paleto". Los ejemplos que siguen
ilustran este uso: (1598 Florio, Grossolano) "a lubber, a clowne, a boore, a rude fellow";
(1871 R. Ellis, Catullus) "A dunce more boorish e'en than hedge-born boor"; (1872
Black, The Strange Adventures of a Phaeton) "An ill-conditioned boor, not fit for the
society of well-bred ladies". La degradación semántica de este vocablo ha sido tal que
hoy en día no conserva el significado de "campesino", sino que ha pasado a utilizarse
exclusivamente en sentido peyorativo.

121 El vocablo villancico es un diminutivo de villano y, por tanto, se aplicaba originalmente al


habitante de una villa o aldea. El significado actual es resultado de la elipsis u omisión del sustantivo
'copla' en la expresión 'copla de villancico', y la posterior transferencia de su significado al término
contiguo.
122 El significado original de su antecesor en germánico occidental, gibur(o), era "inquilino de un
bur, habitante de una morada, granja, o aldea; vecino". En parte por haberse preservado principalmente
como término rural, pero, sobre todo, por su asociación con el verbo buan "habitar, cultivar", no
obstante, perdió este vocablo su conexión original con bur, y pasó a restringir su significado al de
"campesino", desarrollando posteriormente, y a partir de ahí, la acepción de "patán".

198
Churl, del inglés antiguo ceorl, está documentado por primera vez (a800) en la
acepciones de "hombre", "marido"; así, es éste, por ejemplo, el término que se utiliza en
una versión de alrededor del año 1000 del evangelio de San Juan, cap. iv, vers. 17: "Wel
_u cwæde _æt _u næfst ceorl, witodlice _u hæf[de]st fif ceorlas, and se _e _u nu hæfst
nis _in ceorl". En la escala social anglosajona, este vocablo designaba al hombre libre de
rango más bajo (en oposición al earl y al thane). Posteriormente (la primera
documentación data del 1225), pasó a significar "siervo", condición a la que se vieron
reducidos la mayoría de los ceorlas sajones tras la conquista normanda123. En la
acepción de "campesino, rústico", está documentado a principios del siglo XIII. Algunos
ejemplos de este uso son los siguientes: (c1440 Promptorium Parvulorum) "Cherelle or
charle, rusticus"; (1832 Tennyson, Lady Shalott) "The early village-churls".
Ninguna de estas acepciones, no obstante, sobrevive en la actualidad, y churl ha
visto restringido su significado a los desarrollos peyorativos de "patán", "palurdo",
"villano", "tacaño", desarrollos que adquiere, en su mayoría, ya en el siglo XIV. Los
siguientes ejemplos ilustran estos usos peyorativos: (c1480 Childrenes Boke) "Pyke not
_yne Eris ne thy nostrellis; If _ou do, men wolle sey _ou come of cherlis" ("patán");
(1535 Coverdale, Isa.) "Then shal the nygarde be no more called gentle, ner the churle
lyberall" ("tacaño")124; (1614 T. Adams, Devil's Banquet) "The miserable Churle... not
vouchsafeing to answere" ("villano, canalla"); (1874 Ruskin, Fors Clavigera)
"Sentiments which in all ages have distinguished the gentleman from the churl"
("villano").
Clown está documentado en inglés en la segunda mitad del siglo XVI en las formas
cloyne, cloine y clowne. Según el OED, el significado original de este vocablo debió ser el
de "clod, clot, lump" ("terrón, grumo") y, posteriormente, y en varias lenguas, habría
pasado a aplicarse, como esos mismos términos hicieran, a un patán. En inglés, sin
embargo, no hay rastro de este supuesto significado original, por lo que es probable que
clown se tomara en una fecha más tardía de alguna otra lengua germánica.
En este vocablo, el sentido neutro y el peyorativo son contemporáneos: en el
primer caso, clown designa a un campesino, como en: (1567 Turberville, Poems, Agst.
Ielous Heads) "To brag vpon his pipe the clowne begoon... And then to blow the
rustick did assay"; (1662 Fuller, Worthies) "Clown from Colonus, one that plougheth
the ground". En el segundo caso, clown se utiliza en las acepciones de "patán", "hombre
rudo, zafio, ignorante". Los siguientes ejemplos ilustran estos usos peyorativos: (1646

123 El cambio semántico en este caso se debió, por tanto, a causas históricas.
124 Ésta es la primera documentación de churl en la acepción "tacaño". Según el OED, la
aplicación del adjetivo churlish a Nabal en la Biblia parece haber contribuido en gran manera a que éste
sea actualmente el significado más usual de churl.

199
F. Hawkins, Youth's Behaviour) "Put not thy meat in thy mouth, holding thy knife in
thy hands, as do the Country Clowns"; (1848 Macaulay, History of England)
"Language... such as we should now expect to hear only from the most ignorant
clowns"; (1881 Besant & Rice, Chaplain Fleet) "How could a courtly gentleman... have
a son who was so great a clown in his manner and his talk".
En el sentido de "bufón, payaso", el más común de clown en la actualidad, está
documentado por primera vez en el año 1600. Es posible que este significado surgiera
también como desarrollo peyorativo del sentido neutro de "campesino", y que la figura
del bufón se basara originariamente en aquella del rústico. Las citas que siguen parecen
reforzar esta teoría: (Rowlands, Let Humours Blood) "What meanes Singer then? And
Pope the Clowne, to speake so Boorish, when They counterfaite the Clownes vpon the
Stage?"; (1822 Nares, Glossary) "The fool was indeed the inmate of every opulent
house, but the rural jester, or clown, seems to have been peculiar to the country
families". En el primer caso, se asocia al clown con una cualidad típica del rústico,
"boorish", mientras que en el segundo se le relaciona con el ámbito rural: "rural jester, or
clown".
Farmer (del anglonormando fermer, y éste del latín medieval firmãrius, derivado a
su vez de firma) se aplicaba originalmente al que se encargaba de recaudar las tasas y los
impuestos por una cantidad fija de las ganancias, acepción que está documentada por
primera vez a finales del siglo XIV. Éste es el significado del término, por ejemplo, en:
(c1385 Chaucer, The Legend of Good Women) "Hym ought nat be crewel As is a
fermour to don the harm he can"; (1788 Priestley, Lectures on History) "Taxes are
raised... by means of farmers who advance the money as it is wanted". Posteriormente
(finales del siglo XV), pasó a aplicarse al arrendatario de tierras, y a partir de 1599 al que
las cultiva, ya sea arrendatario o propietario. A diferencia de los otros vocablos, sin
embargo, farmer no desarrolló inmediatamente connotaciones peyorativas, y cuando lo
hizo, no fue en el lenguaje normal, sino en argot, donde se utiliza desde mediados del
siglo XIX en el sentido de "patán", "persona ignorante, estúpida, torpe". Los siguientes
ejemplos ilustran este uso: (1864 Hotten, Slang Dictionary) Farmer... this term In
London... is used derisively of a countryman, and denotes a farm-labourer, clodpole";
(1903 A.H. Lewis, Boss) "Me fadder aint such a farmer as to go leavin' his address wit'
no one".
Dentro del tercer grupo, vocablos españoles que no tienen correlato inglés, se
incluyen bacallar, bato, charro, guaso, patán y payo. Bacallar, voz catalana según
Corominas, está documentada por primera vez en 1547, cuando la emplea el cronista
valenciano Beuter. Este vocablo designaba inicialmente al campesino que ocupaba una
posición intermedia entre el payés siervo y el señor; de ahí pasó a significar "villano, no
caballero" y, posteriormente, por un proceso de degradación semántica, "bellaco". El

200
origen de bacallar se halla en el bajo latín bacallarius, que aparece documentado en
Cataluña en el siglo XI, mientras que el abstracto baccalaría se encuentra ya en el año
882 en Lemosín y otras comarcas del sur de Francia125.
El origen de bato es incierto: el DRAE lo deriva de la onomatopeya bat "bostezo",
mientras que Corominas lo considera derivado regresivo de batueco "huevo huero",
usado en el Alto y Bajo Aragón y en Navarra126. Batueco pasó luego a significar "tonto",
"rústico", significados que ya da Oudin en 1607 ("grossier, rustique")127.
Posteriormente, se aplicó a los habitantes de Las Batuecas y al valle de este nombre, en
la provincia de Salamanca, uno de los más atrasados de España, que ya menciona Lope
con este nombre en su comedia Las Batuecas del Duque de Alba. De esta acepción de
"tonto", "rústico" parece derivar la expresión 'estar en las Batuecas', que significa "estar
en Babia", "estar atontado o distraído"128.
Bato, por su parte, aparece documentado por primera vez en el siglo XIX. Arriaga
(1896)129 indica que se aplicaba al aldeano que visita Bilbao. También se utiliza en Chile,
Colombia y Honduras, así como en caló catalán y en Mallorca. Actualmente sólo
conserva los significados peyorativos de "hombre tonto, rústico, de pocos alcances".
El significado original de charro parece haber sido el de "aldeano, campesino". El
proceso de degradación semántica tuvo que ocurrir, no obstante, en fecha temprana, ya
que en el refrán "Dios nos dé con qué riamos, y no sean hijos bobos y sandios charros",
que incluye Correas en su obra de 1627, y que constituye la primera documentación de
este vocablo, charro tiene ya connotaciones negativas. Un siglo más tarde, El
Diccionario de Autoridades registra, así mismo, un significado despectivo de este
término, y señala que charro se aplica como sustantivo a la "persona poco culta, nada
pulida, criada en lugar de poca policía; en la Corte y en otras partes, dan este nombre a
qualquiera persona de aldea".

125 Del mismo origen que bacallar es el francés antiguo bacheler, que designaba al joven que
aspiraba a ser caballero; posteriormente, pasó a bachelier, de donde procede el español bachiller.
126 Batueco, a su vez, y siguiendo todavía a Corominas, derivaría de batir, por el ruido que hace
este huevo al agitarlo dentro de la cáscara.
127 César Oudin. 1607. Tesoro de las dos lenguas francesa y española. París. (2ª ed. 1616).
128 Del mismo origen que batueco es baturro, que originalmente significaba "campesino de
Aragón", y que ha pasado a aplicarse a los aragoneses en general, particularmente cuando se quieren poner
de relieve aquellas características que se le atribuyen: la obstinación y la franqueza, rayana en la rudeza.
Como resultado de un proceso de transferencia metafórica, baturro se utiliza también en la actualidad
para referirse a una persona obstinada en general.
129 Emiliano de Arriaga. 1896. Lexicón etimológico, naturalista y popular del bilbaíno neto.
Bilbao.

201
Charro conserva todavía, no obstante, su sentido neutro original, y hoy en día se
aplica a los aldeanos y campesinos de Salamanca, y especialmente a los de la región que
comprende Alba, Vitigudino, Ciudad Rodrigo y Ledesma130. Las connotaciones
peyorativas de este vocablo, por otra parte, se han extendido, y actualmente charro se
utiliza en las acepciones de "abigarrado, chillón, llamativo, recargado de adornos, de mal
gusto" y "basto, rústico".
Este término es especialmente popular en la zona del Bajo Duero, pero también se
emplea en el español común y en el madrileño, aunque no es frecuente en las provincias
orientales y no se encuentra en catalán. Por otra parte, charro se emplea en muchas
partes de Sudamérica con las mismas connotaciones que en España. En Méjico designa al
jinete aldeano y su rico traje típico, compuesto de chaqueta con bordados, pantalón
ajustado, camisa blanca y sombrero de ala ancha y alta copa cónica. Como resultado,
charro ha experimentado un desarrollo ameliorativo en Nuevo Méjico, y ha pasado a
significar "elegante", "hermoso", acepciones radicalmente opuestas a las que tiene en la
Península.
Guaso aparece documentado por primera vez en 1740, en el Perú, con el
significado de "campesino". Así, Juan y Ulloa, al referir su viaje al Perú y al Ecuador,
hablan de "aquella gente pobre, o de la Campaña, a quienes llaman guasos", y explican
que son "sumamente diestros en el manejo del lazo y de la lanza, y es muy raro que
yerren tiro con aquél a toda la carrera del cavallo", descripción que coincide con el dicho
chileno: "los atributos del guaso: caballo, puñal y lazo".
A pesar de que hoy en día el guaso parece personificar al chileno en el ámbito
rural, igual que el guacho al argentino, este vocablo se utiliza en el propio Chile y en
otros países hispanoamericanos como adjetivo con connotaciones peyorativas.
Corominas ofrece las siguientes: "inculto, rudo, rústico, grosero" en Chile, donde además
se utiliza como insulto ya en el segundo cuarto del siglo XIX; "ordinario, grosero,
inculto, patán" en el Ecuador; "rústico, agreste, sandio" en Cuba y en el Perú; "ordinario
y sin educación", "de mala clase (aplicado a los animales)", "huraño, corto de genio,
encogido y no acostumbrado a la vida social", "charro, de mal gusto" en la Argentina.
Patán, derivado de pata, está documentado por vez primera en el segundo cuarto
del siglo XVI. Originalmente significaba "aldeano, rústico": Oudin (1607), por ejemplo,
lo define como "un paysan, un pied plat". Covarrubias (1611), por su parte, además de
dar su significado, explica el origen del término: "el villano, que trae grandes patas, y las

130 Correas, a quien corresponde la primera documentación de este vocablo, era originario de
Salamanca.

202
haze mayores con el calçado tosco". Actualmente, se utiliza en las acepciones
peyorativas de "hombre ignorante, zafio y tosco"131.
Payo es otro término que significaba originalmente "aldeano, pastor, rústico", y
que ha adquirido los desarrollos peyorativos de "campesino ignorante y rudo", "paleto",
"papanatas". El DRAE lo considera forma regresiva de payés (del latín pagensis)
"campesino de Cataluña o de las islas Baleares". Corominas, sin embargo, lo deriva del
nombre propio gallego Payo, equivalente al castellano Pelayo, que se habría aplicado
como nombre progenérico a los campesinos. Por una parte, Corominas aduce que esta
asociación no parece extraña en una región como Galicia, considerada tradicionalmente
como rústica y apegada a lo antiguo. Por otra parte, y para demostrar el carácter
típicamente rústico del nombre propio Pelayo, Corominas ofrece como ejemplos la obra
de Lope El mejor alcalde el rey, que se desarrolla en Galicia, y donde un guardador de
puercos palurdo e inocente lleva ese nombre, y el refrán "como el hijo de Payo, que
murió de la coz de un ganso", en el que Payo aparece como nombre típico de labradores.
La mejor prueba de esta etimología según este autor es, no obstante, el vocablo andaluz
pelayo "labrador con yunta propia que da obradas por salario", habitual en Porcuna.
Payo aparece documentado por primera vez en los romances de germanía de fines
del siglo XVI. En una ocasión, por ejemplo, se describe lo que se pone un rufián para
disfrazarse en los siguientes términos: "un gran descuernapadrastros, / y un barcelonés
muy fino, / un parche en una lanterna ["ojo"] / para no ser conocido; / red de payo de
sayal, / y un peloso ["capote de sayal"] guarnecido". Juan Hidalgo (1609)132 lo define
como "pastor", aunque, según Corominas, es probable que en estos romances significara
más bien "rústico, palurdo", con lo que el significado peyorativo sería contemporáneo
del sentido neutro.
Payo, sin embargo, no se utilizaba exclusivamente en germanía, sino que se
encuentra también en el lenguaje normal (es muy común en los siglos XVII y XVIII),
donde suele tener connotaciones irónicas o despectivas. Los siguientes ejemplos ilustran
este uso: (La Ilustre Fregona) "vistiéronse a lo payo, con capotillos de dos haldas,
zahones o zaragüelles y medias de paño pardo... que no los conociera la propia madre
que los había parido"; (Vélez de Guevara, La Serrana de la Vera) "Mira del modo que
tomo / la espada y cómo me quito / la capa. ANDRÉS. Ya estoy agito ["ahíto"] / deste
paio". Este uso despectivo del vocablo debió de prevalecer hasta llegar a desbancar al

131 Muchos otros derivados de pata han desarrollado, así mismo, sentidos jocosos-despectivos.
Tal es el caso de pataleta, pataletilla, patanería, patarra, patarroso, patatús, patochada, patón,
patosería, patoso, patulea, patuleco.
132 Juan Hidalgo. 1609. Vocabulario de germanía. Barcelona.

203
sentido neutro, ya que es el único que ofrece El Diccionario de Autoridades, que define
payo como "el agreste, villano, zafio e ignorante".
Hoy en día, payo conserva estas y otras acepciones despectivas dialectalmente,
tanto en la Península como en Sudamérica. Así, este vocablo significa en Andalucía
"persona sin gracia, atontado", y en caló castellano "tonto, cándido"133. En lo que
respecta a Sudamérica, paya se utiliza en la República Dominicana en el sentido de
"bobona, tontona, zángana"; en Méjico, payo tiene las acepciones de "ranchero, persona
inculta" y "tela, adorno o pintura cuyos colores son demasiado fuertes y mal casados"
(cf. charro), y en el Ecuador designa a una persona vieja e inútil134.
Para concluir, es preciso indicar que este proceso de degradación semántica no sólo
afecta en ambas lenguas a aquellos vocablos que originariamente designaban o describían
a los campesinos o a los habitantes de una aldea, sino que se ha extendido a aquellos que
se aplicaban a los habitantes de un pueblo, en oposición a los de una ciudad, y a los de
las provincias, en oposición a los de la capital. En español, por ejemplo, pueblerino y
provinciano se utilizan peyorativamente con las connotaciones de "atrasado", "torpe",
"poco desenvuelto ante la vida moderna". Estos mismos desarrollos negativos ha
adquirido el adjetivo provincial en inglés, como ilustran los siguientes ejemplos: (1755
Johnson) "Provincial,... rude; unpolished"; (a1774 Harte, Eulogius Poems) "His mien
was awkward; graces he had none; Provincial were his notions and his tone"; (1909
A.W. Evans, A France's Penguin Island) "Provincial women, since they wear low heels,
are not very attractive, and preserve their virtue with ease".
A pesar de esta extensión, el proceso de degradación semántica no ha llegado a
afectar a todos los vocablos que significaban originariamente "campesino", "habitante de
una aldea" (el proceso de "irradiación sinonímica no ha sido, por consiguiente, total),
sino que todavía hay términos neutros, tales como countryman en inglés o campesino en
español, que no han desarrollado connotaciones peyorativas. Por otra parte, el
paralelismo existente entre estas lenguas en este caso concreto no implica necesariamente
que los vocablos que comparten deban tener siempre desarrollos paralelos: paisano, por
ejemplo, no ha visto degradado su significado, en contraste con su correlato inglés
peasant, y el español villano es un término mucho más suave que el inglés villain. Esto

133 En el barcelonés popular, sin embargo, payo se utiliza en el sentido neutro de "hombre, tío,
sujeto", e incluso en el positivo de "persona lista, viva, afortunada". Corominas cita a M.L. Wagner
(Notes Linguistiques sur l'argot barcelonais. Barcelona, 1924, p. 80), quien explica este desarrollo
ameliorativo del término a base de la cazurrería del rústico.
134 Payo es también el término que utilizan los gitanos para referirse al que no pertenece a su raza.
Según Corominas, es natural que entre el proletariado agitanado de las ciudades andaluzas se tomara a la
gente rural como prototipo del castellano o español puro.

204
mismo es aplicable a los distintos "sinónimos" dentro de cada lengua, pues mientras que
algunos se han visto afectados de tal forma por el proceso de degradación semántica que
han llegado a perder su significado original (boor), otros sólo han desarrollado
connotaciones negativas en determinados registros (farmer). Es evidente, pues, que en lo
que se refiere al cambio semántico no se puede hablar de "leyes" en sentido estricto, sino
más bien de tendencias.

205
Bibliografía.

Brook, G.L. 1981. Words in Everyday Life. London: MacMillan.


Corominas, J. & J.A. Pascual. 1989. Diccionario crítico etimológico castellano e
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1627).
Moliner, María. 1990. Diccionario de uso del español. Madrid: Gredos.
Real Academia Española. 1984. Diccionario de la Lengua española. Madrid: Espasa-
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Roget, P.M et al. 1972. Roget's Theasaurus of Synonyms & Antonyms. London: Kroiz.
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Clarendon.
Ullmann, Stephen. 1962. Semántica. Introducción a la ciencia del significado. Madrid:
Santillana. Trad. Juan Martín Ruiz-Werner (1991).

206
Límites metalingüísticos en la traducción inglés - español: los
juegos de palabras

Mercedes Guinea Ulecia

Existe una estrecha relación entre la translémica y la lingüística contrastiva. El


análisis contrastivo entre dos lenguas es sin duda de suma utilidad para el proceso
traductivo; no obstante, aunque interelacionadas, ambas áreas de estudio tienen objetivos
distintos y sus planteamientos metodológicos son diferentes.
Una de los puntos de divergencia que podríamos señalar entre estos dos campos
es la determinación de la correspondencia formal como base de comparación lingüística.
Este criterio, ampliamente utilizado por los norteamericanos para el análisis contrastivo
en las décadas de los sesenta y de los setenta, resulta de interés para la traducción, ya
que aporta información precisa sobre las estructuras ligüísticas de ambos sistemas. Sin
embargo, la correspondencia formal es tan sólo un fenómeno casual en las traducciones,
puesto que cada lengua tiene su propia estructura interna, diferente a todas la demás. Es
imposible que cada oración de la lengua original (LO) encuentre una estructura
equivalente en la lengua terminal (LT).
Sin embargo, tal como señala R. Rabadán (1991:43-45), el principal punto de
conflicto entre ambos campos es la determinación del criterio de equivalencia.
La equivalencia como criterio de análisis para la lingüística contrastiva tiene un
caracter estático y normativo. Los elementos de comparación son siempre unidades
lingüísticas (bien oraciones, bien textos completos, como propone la textología
contrastiva135), y su objetivo es comparar ambas lenguas desde un punto de vista
estructural y semántico. Pero esta metodología no es válida para la translémica, ya que
nos obligaría a determinar una sola correspondencia fija para cada traducción, que sería la
única adecuada según las reglas de comportamiento de la LO y la LT.

135 Hartman es el máximo exponente de esta corriente teórica. Propone (1981:111) que el análisis
contrastivo debe trascender la mera comparación de las estructuras lingüísticas entre dos sistemas y
destaca la necesidad de incorporar una perspectiva sociológica al estudio entre las lenguas. Según su
modelo, se llegaría a establecer una "textología genética" establecida a partir de unas normas sociales que
permitirían asociar el texto a una situacón concreta en los sistemas lingüísticos de la LO y la LT. Citado
por Rabadán (1991:44)

207
Por el contrario, afirma Rabadán, la equivalencia translémica es dinámica y flexible,
se establece dentro del marco de la comunicación, y su objetivo no es determinar la
versión correcta, sino encontrar una versión equivalente aceptable en la LT. La
aceptabilidad de esta versión quedará determinada no sólo por su adecuación lingüística,
sino también por una serie de factores pragmáticos y extralingüísticos, como por
ejemplo el tipo de texto y su función dentro de la cultura de la LO, el lector de la
traducción (su nivel sociolingüístico, edad, sexo, grado de conocimiento del tema de la
traducción), etc...
Mientras el objetivo de la lingüística contrastiva es poner de manifiesto las
diferencias y similitudes entre dos sistemas lingüísticos, la finalidad de la translémica es
ofrecer a los lectores de la LT un texto aceptable que conjugue todos los factores
lingüísticos y extralingüísticos que determinan su adecuación para un tipo de lector
concreto.
Respecto a la cuestión de si es o no posible traducir de una lengua a otra, y a pesar
de los intelectuales que a lo largo de la historia han sostenido que la traducción no es
factible, hoy en día se rechaza esta visión tanto desde la perspectiva teórica como desde
la misma práctica traductiva. La traducción si es posible, aunque tiene sus límites. Según
Jakobson (1949: 232-39) nunca puede darse una equivalencia completa entre dos lenguas
ya que cada unidad de significado lleva inherente un número de asociaciones y
connotaciones propias del sistema lingüístico-cultural al que pertenece, y muchas de
ellas son imposibles de transferir a un sistema distinto. En su opinión "only creative
tansposition is possible."
En el proceso traductivo surgen a veces obstáculos de distinto tipo que hacen que
la traducción se vea reducida o incluso imposibilitada. Según Kertesz (1982:184) hay
casos en los que equivalencia significa traducción parcial, limitada y aproximada. En esta
misma línea, Rabadán (110) afirma que "la inequivalencia es, como la equivalencia, una
noción funcional-relacional, sin realidad material concreta, que surge de la imposibilidad
de someter a todos y cada uno de los rasgos del TO [texto original] a los parámetros de
aceptabilidad del polo meta."
Según el estudio realizado por Santoyo (1987), una de las áreas de inequivalencia
en traducción es aquella en la que aparecen limitaciones derivadas de cuestiones
lingüísticas, y dentro de ésta, el nivel metalingüístico es una de las zonas donde más
barreras surgen a la hora de traducir.
La función metalingüística indica la capacidad de una lengua para denominar y
describir sus propios rasgos. Cuando éstos son privativos de un sistema lingüístico y
por lo tanto no cuentan con equivalentes en otras lenguas, debemos tener en cuenta para
su traducción una serie de factores contextuales como son el tipo de lector (sobre todo

208
su nivel de conocimiento de la LO), el tipo de texto de la LO, y la función concreta que
dichos elementos desempeñan dentro del mismo.
Desde esta perspectiva metalingüística, muchas de las limitaciones que surgen en
la traducción se deben al uso espécifico del signo lingüístico dentro del texto, que trae
como resultado la alteración de su función comunicativa habitual136.
El signo lingüístico está formado por significante y significado y su función
comunicativa se basa en la interdependencia y equilibrio arbitrario entre ambos. Pero a
veces, el signo puede ser utilizado de un modo particular por parte del autor dentro del
texto, y entonces uno de los componentes adquiere relevancia frente al otro,
rompiéndose de este modo la función comunicativa natural. Si esta utilización específica
del signo se ha convertido en la misma función comunicativa y el desequilibrio entre
forma y contenido no puede resolverse de igual modo en la LT, la traducción queda
limitada. En este caso, según Santoyo (196), los únicos recursos que le quedan al
traductor son la explicación, por medio de notas de traducción, por ejemplo, y la
recreación, haciendo uso de equivalentes funcionales en la LT que reproduzcan en la
medida de lo posible la función estilística del signo dentro del texto en lengua original
(TLO)137.
Una de las zonas donde más frecuentes son los casos de inequivalencia lingüística
debido al uso específico del signo es la de los juegos de palabras. Este fenómeno no
responde a un esquema lingüístico determinado, sino que ofrece la posibilidad de
explorar y manipular los recursos de la lengua, bien con fines puramente retóricos o con
fines lúdicos. Leech (1976:209) los define como "a foregrounded lexical ambiguity which
may have its origin either in homonimy or polisemy." Pero este fenómeno puede
trascender lo esrictamente léxico y, tal como indica Monro (1951: 67), abarcar el campo
de la pura expresión. Según afirma, también pueden resultar juegos de palabras de las
combinaciones de sonidos, sin que el significado de las mismas sea en modo alguno
relevante: "The appeal of rhyme, of assonance, of word rhythm, goes far beyond the
field of humor. But there are beautiful combinations of words and sounds just as there
are beautiful ones."138
El juego de palabras consiste precisamante en la prominencia especial que adquiere
uno de los componentes del signo lingüístico. La ruptura de la función comunicativa

136 Es lo que Rabadán denomina "función intratextual del signo" (1991:118)


137 Santoyo establece el siguiente "'teorema"': "' en la medida que el habitual equilibrio del signo
lingüístico, o lo que es lo mismo, su función comunicativa natural, quede alterada por la inusual
prominencia de uno de sus componentes, y siempre a su vez que tal desequlibrio no pueda resolverse de
igual manera en otro idioma, la traducción quedará limitada o imposibilitada."' (1987:196)
138 Citado por García Déniz (1981:425)

209
habitual trae consigo la ambigüedad intencional cuando el que adquiere relevancia es el
significado, y esto es posible gracias a la potencialidad polisémica de las las lenguas.
Otras veces es el significante el que soporta la carga comunicativa y expresiva del signo,
y en estos casos en los que la forma adquiere una especial relevancia comunicativa la
traducción es a veces imposible.
A continuación vamos a analizar algunos de los recursos estilísticos formales y
léxicos en los que se basan estas manifestaciones lingüísticas y la problemática que
plantean en su traducción. Para ello vamos a recurrir a la obra Alice's Adventures in
Wonderland, de Lewis Carroll, uno de los autores que más lejos ha llegado en la
experimentación de las posiblidades expresivas de la lengua inglesa. Contrastaremos dos
versiones en español de esta obra con el objeto de determinar distintas estrategias para
resolver la dificultad translatoria.139
Dentro del plano fónico de la lengua, nos referiremos en primer lugar a los
homófonos, es decir, palabras con distinto significado e idéntica realización fonética . El
inglés es rico en homófonos, y este fenómeno lingüístico aparece frecuentemente como
base de abundantes juegos de palabras. Por el contrario, en español es muy infrecuente la
ambigüedad homofónica, lo que plantea serias dificultades la hora de traducir:

"Mine is a long and sad tale!" said the Mouse, turning to Alice, and sighing.
"It is a long tail, certainly," said Alice, looking down with wonder at the
Mouse's tail; "but why do you call it sad?" (Carroll, 1970: 50)

"- ¡ Larga y triste historia es la mía! - dijo el Ratón.


- Larga es la cola, en efecto - reconoció Alicia, que estaba obsevando,
maravillada, la cola de Ratón.Y se quedó rumiando por qué el Ratón había
dicho que la historia era, además de larga, triste." (Virgili, 1959: 28)

Aquí el autor recurre a la homofonía de las palabras tale y tail con fines lúdicos y
esto propicia la confusión de Alicia. En español no existe ninguna secuencia fónica que
permita reproducir este juego de palabras. Virgili opta pués por la traducción semántica
de ambos términos, y por lo tanto el recurso expresivo queda neutralizado en el texto en
lengua terminal (TLT), impidendo de este modo que el lector capte el motivo de la

139 J. A. García Déniz (1981) hace un completo y detallado estudio sobre la función expresiva de
los juegos de palabras en esta obra de Carroll y ofrece un análisis comparativo entre las distintas
traducciones españolas publicadas hasta la fecha. Nosotros, siguiendo su modelo, hemos recurrido a una
versión posterior (Buckley:1984) y a una traducción de J. Virgili publicada en Méjico en 1954 que García
Déniz no incluye en su trabajo.

210
confusión de la niña. Sin embargo, R. Buckley (1984: 32) intenta recrear el recurso en
español mediante el uso de un equivalente funcional ("traer cola") que produzca un
efecto similar en el TLT:

"¡ La historia de mi vida es larga y triste! - exclamó el ratón, dirigiéndose a


Alicia -. Y además ¡ trae mucha cola!
- Ciertamante, debe ser una historia con mucha cola - dijo Alicia,
contemplando con asombro el largo apéndice del Ratón -. Pero no entiendo
porqué ha de ser triste."

Ante la imposibilidad de reproducir la homofonía en la traducción, la confusión del


personaje se consigue a través de un recurso léxico, es decir, la interpretación literal que
la niña hace de la expresión "traer cola", y el efco conseguido es, en cierto modo,
equivalente. Esto supone una alteración del contexto de TLO por parte del mismo, lo
que demuestra que, según su criterio, lo fundamental en la traducción es conseguir la
equivalencia expresiva, a expensas del propio contexto si es necesario. Además nos
ofrece una nota explicativa de la peculiaridad del TLO.
Otro recurso fónico que puede sevir de base al juego de palabras es la
paronomasia, que consiste en la combinación de palabras fonéticamente semejantes. En
la obra de Carrol abundan este tipo de juegos con fines lúdicos:

"'... But, do cats eat bats, I wonder?'And here Alice began to get rather
sleepy, and went on saying to herself, in a dreamy sort of way, 'Do cats eat
bats? Do cats eat bats?' and sometimes, 'Do bats eat cats?'" (Carroll: 28 )

Bats y cats son parónimos, léxicamente asociados a rats , que a su vez forman
parte de una estructura claramente aliterativa (do cats eat bats? Do cats eat bats? ... ) la
cual produce un efecto monótono, induciendo a la niña al sueño. Carroll combina pués la
paronomasia y la aliteración , o la repetición del mismo sonido o sonidos en palabras
próximas entre sí con fines expresivos. La sucesión de juegos de palabras es típico del
estilo de Carroll, y en estos casos se roza el límite de lo intraducible. Ante la
imposibilidad de reproducir la misma asociación arbitaria entre significante y significado
en la LT, algunos traductores optan por el mero trasvase de los significados ofreciendo
una traducción literal:

"Pero ¿los gatos se comen a los murciélagos?


Así hablando, se adormecía y continuaba repitiéndose, como en un sueño:

211
- ¿ Los gatos se comen a los murciélagos? ¿ Los gatos se comen a los
murciélagos? - Y al cabo de un rato decía ya : - ¿los murciélagos se comen a
los gatos?" (Virgili: 11)

Por el contrario, si la traducción esta regida por criterios de funcionalidad, se


adaptarán el contenido e incluso el contexto del TLO para preservar el recurso
expresivo. Esta adaptación puede llevar a sensibles modificaciones del mismo:

"¿Pero comen murciélagos los gatos? ¿ O será lo contrario, que los


murciélagos se comen a los gatos?
Una dulce somnolencia se había apoderado de la niña, lo cual no le impedía
continuar su perorata, aunque de forma algo inconexa:
- Murciélago. . . , murcielagón. . ., murcierratón . . . , ¡murciegatón!
Daba igual quién se comiera a quién, el murciélago al ratón, el ratón al gato, el
gato al murciélago, pensaba Alicia (...) (Buckley: 13-14 )

El traductor recrea la paronimia en su versión, no mediante parónimos existentes


en la LT, sino haciendo uso de la ténica de "blending" o, tal como la denominaba Carroll,
"pormanteaux words", que consiste en la fusión formal y semántica de partes de dos o
más palabras diferentes en una nueva. De este modo, imitando el recurso utilizado por el
autor en otras ocasiones 140, Buckley crea la palabra murcierratón a partir de los
términos murciélago y ratón y la palabra murciegatón inventando el aumentativo de
gato, conjugando de este modo la expresividad del recurso fónico con el contenido del
TLO.
El juego de palabras también puede trasladarse al plano gramatical de la lengua. En
Alice existen numerosos ejemplos de ecolalia, que consiste en la deformación del lenguaje
y es un fenómeno típico del habla infaltil. En el siguiente ejemplo la ecolalia está basada
en la construcción errónea de la forma comparativa por parte de Alicia, causada por la

140 Unos de los ejemplos más conocidos de "blending" aparecen incluidos en el poema
Jabberwocky de Through the Looking Glass (Carroll,1970:191). Son la palabras Slythy, que según
explica Humpty Dumpty, resulta de la combinación de Slimy ("viscoso") y lithe ("flexible") y Mimsy ,
formada por flimsy ("débil") y miserable ("triste"):
It was brilling and the slithy toves
Did gyre and ginble in the wabe
All mimsy were the borogoves
and the mome raths outgrabe.

212
sorpresa y la confusión que le producen las extrañas experiencias por la que está
pasando:

"Curioser and Curioser! cried Alice ( She was so much surprised that for the
moment she quite forgot how to speak in English)" ( Carroll: 35)

En este caso, el recurso está basado en alteraciones que afectan sólo al significante,
y por lo tanto es más fácil encontrar en la LT una distorsión gramatical funcionalmente
equivalente:

"¡Qué bueno! ¡Qué marnífico! -exclamó Alicia, pronunciando mal las


palabras; tan excitada estaba-." (Virgili:17)

Virgili recrea la ecolalia mediante la incorreción gramatical de la exclamación "¡Qué


marnífico!", reforzada por un error fonético común del lenguaje infantil español. Sin
embargo, el recurso expresa excitación regocijo por parte del personaje más que sorpresa.
A nuestro juicio la alteración connotativa del TLO no sería necesaria para reproducir en
la traducción el mismo efecto:

B. "-¡Ay, pero qué rarísimo! - exclamó Alicia, a la que, de tanta excitación,


se le había olvidado hablar correctamente." (Buckley: 19)

En esta versión el traductor, sin salirse del terreno gramatical, recurre al uso
incorrecto de la estructura de superlativo, error posible dentro del lenguaje infantil de la
LT.
Dentro del plano léxico-semántico, una de las figuras estilísticas más recurrentes
en la obra de Carroll es la dilogía, que consiste en la actualización textual de dos o más
significados concurrentes en una misma forma léxica. La dilogía es posible gracias a la
polisemia lingüística, y su objetivo en esta obra es conseguir la ambigüedad semántica
con fines humorísticos. En el siguiente ejemplo el autor combina la dilogía y la
paronomasia para conseguir la absoluta confusión entre los personajes:

"And what are [boots and shoes under the sea] made of ?" Alice asked in a
tone of great curiosity.
"Soles and eels of course," the Gryphon replied, rather impatiently" Any
shrimp could have told you that ." (Carroll: 137)

213
Los recursos estilísticos, magistralmente usados por el autor, se crean a partir de
dos campos semánticos paralelos: el de los peces y el del calzado. Las dilogías soles
("lenguado" y "suela") y shrimp ("gamba" y "mequetrefe") se combinan con eels
("anguila"), que es parónimo de heel ("tacón" ). La paronomasia queda justificada
contextualmente por el habla vulgar del Grifo, que pronuncia la palabra incorrectamente.
Por lo tanto, ante la pregunta de Alicia, aquel ofrece simultáneamente dos respuestas
diferentes : "lenguados y anguilas" y " suelas y tacones."
Resulta del todo imposible trasladar toda esta complejidad expresiva a un sistema
lingüístico diferente, ya que, como hemos mencionado anteriormente, las asociaciones
entre significante y significado son privativas de cada lengua y raramente transferibles.
Ante esta dificultad, Virgili opta por actualizar textualmente tan sólo uno de los
significados potenciales de las dilogías, el perteneciente al campo semántico de los peces.
De este modo, la ambigüedad léxica y el efecto humorístico que produce en el texto
quedan totalmente neutralizados en su traducción:

A. -Y ¿de qué se hacen los zapatos? - preguntó Alicia con curiosidad.


- De lenguado y anguila - respondió el Grifo molesto-. Cualquier camarón lo
sabe. (Virgili : 98)

Sin embargo, en estos casos, la expresión y el efecto del TLO son más relevantes
que el propio contenido, y por lo tanto el traductor debería intentar recrear en el TLT lo
lúdico más que lo puramente denotativo:

"-¿Y cómo se ajustan a los piés si están siempre mojados?- Quiso saber
Alicia, fascinada por el tema.
- Pues con lengüetas de lenguados- le contestó el Grifo con impaciencia- y, si
pierden la forma, se les arquea con ballenas...¡pero todo eso lo sabe cualquier
besugo!" (Buckley: 99)

Ante la imposibilidad de mantener en español la primera dilogía (soles ), Buckley


recurre a otra figura estilística, la paronomasia, en la expresión "lengüetas de lenguados",
combinando de este modo los dos campos semánticos del TLO, y a continuación la
refuerza con la adición textual de una frase que no existe en el original (y, si pierden la
forma, se les arquea con ballenas...) 141. La segunta dilogía (shrimp ) es recreada por el

141 Aunque podríamos considerar que a veces el traductor se desvía demasiado del TLO al incluir
elementos nuevos en su traducción , esto sería hasta cierto punto justiblicable desde el punto de vista de
la equivalencia funcional, ya que es una medida adoptada para recrear lo mejor posible en el TLT la fuerza

214
traductor mediante el uso de un término polisémico de la LT preteneciente al mismo
campo semántico: "besugo" ("pez" y "tonto"). Aunque es imposible mantener en la
traducción la ambigüedad léxica del TLO, Buckley se esfuerza por reproducir, en la
medida de lo posible, los recursos estilísticos utilizados por el autor para conseguir
cierto grado de equivalencia expresiva.
Como hemos comprobado, la base de los juegos de palabras es el desequilibrio
consciente de los componentes del signo lingüístico por parte del autor en el TLO. Pero
lo relevante para la translémica son las causas que determinan que tal desequilibrio no
pueda trasladarse a la LT, limitando las posibilidades de la traducción, y las soluciones
que se le presentan al traductor ante tal situación.
Si comparamos el inglés y el español, encontraremos que las principales causas de
esta limitación traductiva son las siguientes:

1. la relación significado- significante y la acumulación de distintos significados


en un mismo significante (polisemia) es arbitararia en cada sistema, y rara
vez transferible.
2. Las características formales que posibilitan las combinaciones fonético-
gráficas sobre las que se basan recursos como la aliteración, homofonía o
paronomasia son igualmente divergentes en ambas lenguas y casi imposibles
de transferir también.

La conclusión que podemos obtener de este breve estudio comparativo es que,


como afirma Rabadán (129), cuanto más relevantes para la función comunicativa del
TLO sean los rasgos formales específicos de la LO, menor será el grado de equivalencia
que se puede obtener en el TLT. Ante tales limitaciones, el traductor puede optar por
una o ambas de las soluciones que ofrece Santoyo: la recreación, aprovechando los

expresiva de un texto que pertenece a un ámbito lingüístico-cultural distinto. A este respecto, E. Nida
(1964:175) afirma que en la traducción regida según el pricipio de equivalencia dinámica (que intenta
conseguir un efecto similar al del TLO) casi siempre se produce una expansión en las formas lingüísticas
y una pérdida en cuanto al contenido del TLO: " Thus the form of the original message is almost always
expanded, both as a result of differing patterns of obligatory features and because of cultural diversity.
Even so, there is almost an inevitable loss of meaning, for a translator can rarely do justice to the total
cultural context of the communication, to the emotive features of meaning, and to the behavioral
elements (...) Its precise extent depends upon a great variety of considerations, including such matters as
the nature of the message, types of receptors, setting of the communication, and purpose of the
publication."

215
recursos expresivos propios de la LT o la explicación mediante el uso de notas de
traducción.

216
Bibliografía.

Carroll, L. 1970. The Annotated Alice Martin Gardner ed. London: Penguin
Carroll, L. 1959. Alicia en el País de las Maravillas Traducción de J. Virgil, Méjico D.F.:
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Santoyo, J.C. 1987. "Los límites de la traducción" en Actas Jornadas Europeas de
Traducción e Interpretación Granada: Universidad de Granada, 11-18.

217
Razón y sinrazón de los anglicismos

Laura P. Alonso Gallo

‘Señor Obispo’ —decía Carlos I en el año de 1536 ante ciertas personalidades


extranjeras— ‘entiéndame si quiere, y no espere de mí otras palabras que de mi lengua
española, la cual es tan noble que merece ser sabida y entendida de toda la gente
cristiana.’142 Pero precisamente æy permítanme la chanza con la iglesia habíamos de
topar; una iglesia llamada Norteamérica cuando no Gran Bretaña, que en los decenios
finales del siglo XX está imponiendo sus modas e invenciones con nombres y apellidos
que nosotros, los bravos españoles, nos atrevemos a pronunciar sin reparos. Fieles a
nuestra tradición hospitalaria, a la creencia de que lo extranjero nos supera en calidad y al
afán por estar al día en los últimos acontecimientos, adoptamos hijos que ya tienen
padres y los acomodamos en nuestra casa. No queramos, sin embargo, pecar de
intolerantes ni de puritanos, aunque sí de puristas en la medida equilibrada y sobre todo
de justos en estos terrenos nada nuevos del préstamo lingüístico.
Conviene recordar que las lenguas se hacen: ni nacen formadas ni se mantienen
perfectamente intactas con el paso del tiempo. La formación de una lengua es una
constante actividad, intensa y bulliciosa en ciertos momentos, sosegada en otros.
Nuestra lengua, enormemente ecléctica, como todo lo español, nace del latín vulgar, se
enriquece con las aportaciones íbera, celta, cartaginense, tartesa, cántabra, visigoda y de
otros tantos pueblos, y abraza el árabe. A partir de los Siglos de Oro podemos hablar ya
de una consolidación en la lengua que habrá de llamarse ESPAÑOL moderno y de cuyo
cuidado se hace responsable en el siglo XVIII la Real Academia de la Lengua. El
préstamo de vocablos extranjeros es, evidentemente, alimento necesario para cualquier
lengua; supone un desarrollo del léxico en la misma medida que lo hace la propia lengua
por medio de la pura invención o mediante las vías internas de la derivación. Que las
lenguas evolucionan en el curso de la historia es una realidad; se hallan sujetas a las
coordenadas espaciales y temporales, no pueden aislarse —y si lo hicieran, se
convertirían en objetos artísticos, hermosos pero inútiles. Sus campos de acción

142 Para ilustrar un gran momento de esplendor de la lengua española, Rafael Cano Aguilar
emplea esta cita en su libro El español a través de los tiempos (224).

219
quedarían restringidos a un periodo de tiempo y sería imposible, o muy difícil, la
comunicación en el mundo de progresos que el hombre construye.
Hoy vamos a hablar de las lenguas española e inglesa. De la primera en cuanto a su
carácter de lengua abierta a dichos progresos y a la vez celadora y celosa de su propia
esencia. De la lengua inglesa en lo que se refiere a su carácter reproductor, económico y
contagioso. No pretendo hacer aquí una revisión exhaustiva de los pecados lingüísticos
cometidos por los españoles al emplear palabras y giros nativos ingleses cuando el
discurso es castellano.143 El objetivo de este estudio es, en primer lugar, esclarecer
juicios negativos elaborados a priori sobre el anglicismo, y en segundo lugar,
proporcionar la información suficiente acerca de este tema como para lograr que el
hispanohablante sea capaz de dictar su propio juicio de valor ante el uso de estos
préstamos.144 ¿Cuándo es razón que se empleen palabras y giros prestados? ¿Cuándo se
llega a la sinrazón y por tanto, en muchas ocasiones, a lo ridículo y a lo —usemos un
anglicismo razonable— esnob?
A NGLICISMO en materia filológica es el ‘vocablo o giro de la lengua inglesa
empleado en otra’, si bien este empleo puede ser de variada naturaleza.145 Procurando
simplificar las variedades, hemos de distinguir en la lengua española cuatro tipos de
anglicismo:
-El primer tipo, que es el más común y conocido simplemente por ‘préstamo’,
comprende tres variedades:
a) las voces inglesas de raíz anglosajona o germánica que se incorporan al español
sin sufrir cambios fonéticos ni de grafía salvando las incorrecciones de pronunciación y
ortografía que pueda cometer el hispanohablante. Por ejemplo, hippy, sexy, groggy,
surfcasting, black bass, software, slalom, compact disc, ranking, sex-symbol, etc.
b) aquellas que sufren una hispanización parcial, como en bistéc, cóctail, béisball,
sándwich, flirt, tóner, cátering, christmas (sin su núcleo nominal card, para tarjeta de
Navidad), etc.
c) y aquellas en las que la hispanización es total. Es el caso de escáner, cóctel,
béisbol, sángüich, flipar, doparse, grogui, suéter, pedigrí, etc.

143 Ricardo J. Alfaro recogió en el año 1970 un respetable número de anglicismos léxicos en la
segunda edición de su Diccionario de Anglicismos, Madrid: Gredos.
144 Restrinjo el estudio al español de España y no al de los países del centro y sur de América.
145 Diccionario de la Real Academia, 21ª ed., 1992. Chris Pratt ofrece otra definición de acuerdo
con la distinción que establece entre étimo inmediato y étimo último: "Un anglicimo es un elemento
lingüístico o grupo de los mismos, que se emplea en el español peninsular contemporáneo y que tiene
como étimo inmediato un modelo inglés". El anglicismo en el español peninsular contemporáneo (115).

220
-El segundo tipo lo forman las voces no neológicas que por sus raíces parónimas
pueden existir en las dos lenguas, ya que tienen su origen en el latín o el griego. Los
llamaremos anglicismos semánticos porque es su significado, y no su raíz, lo que se ha
tomado en calidad de préstamo. Son ejemplos, sugestión por sugerencia; provocativo en
el sentido de estimulante o sugestivo y no su etimológico significado de irritante,
insolente u ofensivo; honesto por honrado; considerar por pensar o estudiar la
conveniencia de algo, planta por fábrica, doméstico por nacional, especular por
presumirse o rumorearse, evidenciarse por demostrarse o probarse, resultar por
producir o tener como resultado, sofisticado por muy perfecto o complejo, versátil por
experto, contemplar por considerar, audiencia por público o auditorio; ignorar por no
prestar atención o no hacer caso, privar por despojar o quitar, asumir por presumir o
suponer, incidir por afectar, influir, señalar, etc.
-En tercer lugar clasificamos el fenómeno del calco, es decir, traducciones literales
de voces o giros ingleses al español. Las palabras españolas son morfológicamente
aceptables, pero, bien el sentido que se les da, bien la estructura a que se les somete, son
propios de la cultura inglesa. Encontramos los ejemplos de jugar un papel los papeles
no se juegan: se tienen; ambiente, traducido de environment, entorno o medio ambiente;
lluvia de ideas, calco ingenioso de brainstorm; estar envuelto por estar implicado;
enfatizar por hacer hincapié, recalcar, poner de relieve, etc. Lorenzo Criado señala que
‘el acicate y la disuasión se convierten en el palo y la zanahoria, lo que se explica en
inglés, donde carrot significa, además de “zanahoria”, algo ofrecido como “incentivo o
cebo”. Asimismo, la expresión halcones y palomas para designar a belicistas y pacifistas
(hawks and doves); cuellos azules y cuellos blancos para referirse a obreros y hombres
de oficina respectivamente; y la política hace extraños compañeros de cama, expresión
que hemos leído ya más de una vez en la prensa y que es traducción literal de la frase de
Shakespeare ‘Misery acquaints a man with very strange bedfellows’ con la sustitución
de misery por política (Lorenzo Criado 1995: 173).
-El cuarto tipo engloba las voces neológicas,146 es decir, las palabras de nueva
creación absolutas o por derivación que acuña el inglés, las cuales se emplean en nuestro
país por la necesidad de cubrir un vacío léxico o por desconocer el vocablo español
apropiado para el concepto u objeto a que refieren. Estas voces aparecen en nuestra
lengua perfectamente fieles a su original inglés, o en otros casos adaptadas
morfológicamente. Marketing es un buen ejemplo, aunque de hecho tuvo la
correspondiente acuñación española mercadotecnia, que no terminó de cuajar en el

146 El neologismo, o vocablo de nueva creación, se halla sujeto a factores temporales, por lo que
es difícil de determinar y de fechar. Muchos de los ejemplos que doy aquí se han ido introduciendo desde
la edición del DRAE de 1956.

221
mundillo de la publicidad; tecnicolor, televisar, telefonear, confunden por sus raíces
griegas, pero fueron acuñadas por vez primera en la lengua inglesa; chip, en su acepción
tecnológica; hipoalergénico, educacional, vitalizar, activismo, etc., por afijación.
Por otro lado, es menester estudiar los distintos niveles lingüísticos en que se da el
anglicismo. Me refiero a las cuestiones ortográficas y fonéticas (en qué medida
respetamos la pronunciación y grafía del vocablo inglés), la cuestión morfológica (hasta
qué punto hacemos nuestro dicho vocablo, sometiéndolo a las reglas propias de nuestra
morfología), las cuestiones léxico-semánticas (cuál es el verdadero significado de una
palabra, es decir, la propiedad en el uso del lenguaje), y por último, la cuestión sintáctica
—el nivel más peligroso, pues aunque las construcciones sintagmática y oracional son
las más reticentes al contagio, si éste se llega a producir, resulta muy difícil de sanear.
Cuando no se da la naturalización o, lo que es lo mismo, la adaptación de un
extranjerismo inglés al sistema lingüístico español, las grafías propias de la lengua inglesa
permanecen intactas. Bien es sabido que, por ejemplo, los dobletes consonánticos /bb/,
/dd/, /gg/, /ff/, /mm/, /pp/, /ss/, /tt/, y /zz/ no le son propios al español, y sin embargo
leemos palabras como dribbling, off, hippy, puzzle, o como dumping, jogging o zapping,
donde se exhibe otra grafía ajena: /ing/. Así también las letras /k/ y /w/ en parking y
show. Estos y otros grupos consonánticos y vocálicos impropios de nuestra lengua
aparecen con frecuencia en la prensa escrita y atentan contra la fluida sucesión latina de
nuestras grafías. Dichos grupos, impronunciables para un nativo español que no haya
estudiado la normativa fonética inglesa, aparecen también en los diarios como un reto al
ingenio del lector; el resultado suele ser una lógica adaptación de lo que se lee a las reglas
fonéticas españolas. De esta manera, también desde el plano fonético, se filtra el
anglicismo y obtenemos novedades como /aftersún/, /líftin/, /aftershéiv/, /cámpin/,
/récor/, /set/, /yet/, /biútiful pípol/, /chérman/, /mánayer/, /elepé/, /láser/, /pák/, y un largo
etcétera.147
En el nivel morfológico, ejemplos obvios son esnobismo, dopado, flipado,
liderazgo, filmación, goleada, esprintar y esponsorizar, comprobándose la adhesión de
morfemas propios españoles (de participio pasado, de sustantivo abstracto, de
infinitivo) a la raíz inglesa, con independencia de que ésta haya sido previamente
hispanizada.
Desde el punto de vista de la lexicografía, algunos de los ejemplos anteriores nos
muestran cómo la lengua inglesa se impone sobre la española para designar nuevos
conceptos, actividades u objetos. ‘La persona que acoge toda clase de novedades para

147 Las grafías varían en los textos escritos. Aparecen también las formas ortográficamente
correctas aftersun, lifting, aftershave, camping, record, set, jet, beautiful people, chairman, manaer,
L.P., laser, pack.

222
darse tono’ es calificada de esnob, cualidad que era desconocida en España en tal alto
grado hasta la adopción del vocablo inglés; aquí les llamábamos modernistas, pero por
ser nosotros profundos amantes de la exageración, y porque esnob sonaba muchísimo
más esnob, nos decidimos a usarlo. Film, como película de largo metraje; doping, como
administración de sustancias estimulantes para incrementar la capacidad física. Cuando
los conceptos, actividades u objetos no son nuevos —ya existen en español—
utilizamos el anglicismo para otorgarles un matiz novedoso o una especialización. Así,
doparse no es tan pecaminoso como drogarse; la beautiful people es probablemente
familia de la flor y nata, pero no tienen el gusto de conocerse; flirtear es más difícil de
pronunciar que coquetear, por ello debe resultar más impactante; estirarse la piel suena
tremendamente rudo al lado de las suavidad del lifting.
En el nivel que ocupa a la semántica, se halla tan extendido el influjo inglés que la
generación nacida en el decenio de los sesenta —víctima patente de la invasión cultural
norteamericana— es, la mayoría de las veces, incapaz de discernir entre lo oriundo y lo
anglo. Así, usamos sin pena ni gloria términos como agitador (en el plano de lo social),
tráfico (por tránsito cuando referimos a vehículos), cámara (para la máquina
fotográfica), sofisticado (para dar una apreciación positiva a aquello que está muy
elaborado y posee gran complejidad), severo (si estamos hablando de pérdidas), humor
(sustituyendo a humorismo o al sintagma nominal sentido del humor), romance (al
aludir a amorío), temperamental (para describir a sujetos violentos, iracundos,
impetuosos, irreflexivos, impulsivos, y no como adjetivo directo de temperamento), etc.
Llegamos, por último, al plano sintáctico. Lorenzo Criado defiende la existencia de
una influencia sintáctica en el orden de palabras (1955: 262-74). Se refiere al orden
hierático inglés Sujeto-Verbo-Complemento, que parece haber actuado sobre el flexible
orden español; pero acaso se deba este fenómeno a la tendencia moderna de simplificar.
Es menos rápido y menos fácil, en mi opinión, para cualquier lector —no digamos para
el oyente— descifrar un código del tipo ‘Habían deportado al terrateniente los militares
a tierras extremeñas junto a sus familiares’, que aquel que obedece a Sujeto-Verbo-
Complementos como ‘Los militares habían deportado al terrateniente junto a sus
familiares a tierras extremeñas’. En cualquiera de los casos, que la razón del abandono
general de los moldes retóricos complicados en español sea la influencia de la sintaxis
inglesa o la tendencia natural de la comunicación, resulta muy difícil de demostrar.
Lorenzo Criado ilustra su afirmación con el ejemplo de los libros de texto escolares
aparecidos en España durante los años cincuenta, en los cuales imperaba la sintaxis
Sujeto-Verbo-Complemento por haber tomado como modelo libros educativos ingleses y
franceses. No obstante, aceptar aisladamente tal teoría es demasiado arriesgado, cuanto
más si observamos el natural proceso de simplificación ocurrido desde, por ejemplo, las
Cartas marruecas de José Cadalso en el siglo XVIII, La Regenta de Clarín en el XIX, y

223
Tormenta de verano de Juan García Hortelano ya en nuestro siglo. La sociedad,
evidentemente, se ha tornado más práctica; parece que el culto a la eficacia ha provocado
que la claridad prime sobre cualquier otra forma de expresión del mensaje.
Es curioso, sin embargo, que a pesar de perseguir la claridad, periodistas y
profesionales de la comunicación prefieran lo complejo y lo largo en sintagmas y
palabras —una investigación en profundidad— frente a lo sencillo y lo breve —un
estudio a fondo.148 Asimismo, parece contradictorio que se abuse de las construcciones
sintácticas en voz pasiva; tal exceso produce pesadez en el discurso español, e incluso
fatiga al escuchar o al leer. La causa de tal fenómeno, sin ninguna duda, es la influencia de
la lengua inglesa en el ámbito de la información.149 Por ejemplo, el empleo de estar
siendo —el automóvil está siendo reparado—, es tan poco natural en el discurso
español como el fenómeno de conversión a la voz pasiva de verbos intransitivos, los
cuales, en nuestra lengua deben aparecer siempre en activa. Tal es el caso de ‘la
propuesta fue abogada por los grupos de izquierda’, ‘la diputada ha sido cesada de su
cargo’ y ‘fueron incautados documentos y armas’. Asimismo, contra ese afán por la
claridad, observamos ‘la tendencia a imitar el orden oracional inglés en las oraciones
subordinadas, cuando en la tradición española se prefiere la inversión verbo-sujeto’
(Lorenzo Criado 1995: 173-4). Lorenzo Criado lo ilustra con los ejemplos siguientes:
‘Comunican que “hasta ahora 231 casos de SIDA infantil han sido registrados en
Atlanta”’, en lugar de ‘hasta ahora se han registrado 231 casos de SIDA infantil en
Atlanta’; y ‘El organizador afirma que más equipos han participado en este campeonato
que en ninguno otro anterior’, por la forma natural, más clara, del español
contemporáneo, ‘El organizador afirma que en este campeonato han participado más
equipos que en ningún otro’. ‘Estas dislocaciones del orden sintáctico normal nos
recuerdan el uso latinizante del hipérbaton en el Siglo de Oro’, añade el académico. De
esta manera no se logra sino complicar el mensaje, así que lo que se quería claro se vuelve
rebuscado.
Existe también una tendencia, ya muy habitual, a situar los adverbios modales al
principio de las oraciones, adverbios que suelen ser innecesarios en la oración. Esto
ofrece al orador —políticos, personas que hablan al público— la ventaja del tiempo,
‘dos segundos más para preparar sus respuestas’, dice Pratt (96). Ejemplos de ello son
Lógicamente, Probablemente, positivamente, básicamente, absolutamente, obviamente,
etc. Sin embargo, nada grave parece tal tendencia al lado del destierro con que se está
castigando al superlativo español. Se prefiere, y ya con mucha fecuencia, decir

148 Tomo el ejemplo de Emilio Lorenzo Criado, “Anglicismos” (173).


149 El artículo de Manuel Casado Velarde “El lenguaje de los medios de comunicación”
proporciona buenos ejemplos de esta influencia del inglés sobre el lenguaje periodístico español.

224
‘realmente bueno’ para ‘buenísimo’, ‘absolutamente costoso’ para ‘costosísimo’,
‘extremadamente agradable’ para ‘agradabilísimo’, ‘profundamente valioso’ para
‘valiosísimo’. No es que la construcción Adverbio modal-Adjetivo sea errónea: es tan
correcta como la forma superlativa. El error estriba en la falta de propiedad, ya que la
mayoría de las veces el adverbio modal expresa un matiz que no se necesita; la expresión
con que cuadra exactamente el sentido de la frase viene dada por el superlativo.
Dentro de este nivel sintáctico es menester incluir también los calcos estructurales,
muy útiles para abreviar sintagmas que en español resultan largos o complicados, como
es el caso de hora punta, tratamiento milagro, ciudad dormitorio, ciencia ficción, fecha
límite, palabras clave, etc.
Un mal que nos debe preocupar proviene del uso erróneo de preposiciones a causa
del calco —tales como ‘pagar por la cena’, ‘desviarse a diferentes campos’, ‘cultivarse a
través de la lectura de revistas’, ‘arreglarse por medio de la nueva jurisdicción’, ‘la
evolución a un registro moderno’, ‘el problema con la asociación’, ‘la cuestión sobre el
racismo’, etc.150 Otros males son la colocación del artículo indeterminado en aposición
—‘La ONCE, una asociación española,...’ en lugar de ‘La ONCE, asociación española,
...’— y el uso de pronombres posesivos para las partes del cuerpo, que ya empiezan a
pasar desapercibidos en la lectura o en el discurso oral, arrebatándoles así su valor
poético o simbólico, y olvidándonos de que, por ejemplo, sólo a uno le pueden rondar
las ideas por su propia cabeza. Nada de esto es propio del español que se habla en
nuestro país. Es lastimoso, sin embargo, confesar que estos y otros muchos y atroces
anglicismos se cometen en nuestros países hermanos del centro y sur de América. El
empleo de chance, parquear, lunchería, ‘uno de estos week-enes’, ‘llevo dinero
conmigo’, eroticismo, educacional... no nos sorprenden tanto. La irreverente expresión
vacunar la carpeta (traducción literal de to vaccum the carpet, o pasar la aspiradora a
la alfombra), sin embargo, todavía parece atentar contra nuestra integridad lingüística y
la calificamos de chistosa y divertida.
Vistos, pues, los distintos niveles lingüísticos sobre los que el anglicismo actúa,
debemos reflexionar acerca de los campos temáticos más susceptibles a su incidencia con
objeto de realizar una valoración global del cómo y del dónde. Terminaremos este

150 Valentín García Yebra, en su análisis de la interferencia lingüística al traducir, proporciona


numerosos ejemplos de mal uso de las preposiciones, así como de colocaciones impropias,
impropiedades léxicas, mal uso de la conjunción ‘que’, uso inadecuado de ‘quien’, abuso de la voz
pasiva, mala ordenación de palabras, redundancia, concisión excesiva, impropiedad en el uso de modos y
tiempos verbales, verbos desnaturalizados, uso impropio de los deícticos e impropiedades morfológicas.
Todos males de origen inglés, por influencia o contagio (353-77).

225
estudio con el planteamiento del para qué del anglicismo, de su razón de ser —su
verdadera utilidad.
Desde tiempos antiguos se ha dicho que el ejercicio de la lectura cultiva al hombre,
amplía su capacidad de comunicación y expresión. También de ha dicho —lo oímos
constantemente en las encuestas— que el ciudadano contemporáneo, en concreto el
español, lee poca literatura, mientras que procura informarse al menos semanalmente por
los periódicos de las noticias acaecidas en el mundo. Si en un par de horas de nuestros
domingos nos sumergimos en el lenguaje de los periodistas y aprehendemos ciertos
términos que, gracias a nuestra intuición lingüística se hacen comprensibles, cuanto más
no nos ha de enseñar —por vías de la repetición— la incesante palabrería de la televisión
y la radio con sus ‘sustanciales sumas de dinero’, ‘planean explotar el automóvil’,
‘temas a contemplar, a conocer, a discutir, a analizar’, ‘firmas nacionales’, ‘sello
comercial’, ‘el sector pesca’, ‘la traumatizante situación sufrida p o r la víctima’,
‘máquinas de gran envergadura’, ‘nominar a alguien presidente’, ‘asumir un alza’ (por
presumir o esperar), ‘economía deprimida’, ‘ignorar la presión de los ciudadanos’
(cuando se quiere expresar ‘no prestar atención’, ‘no hacer caso, ‘psar por alto’,
‘menospreciar’, ‘desdeñar’) y un largo etcétera. Aparte de estos y de otros usos
incorrectos o faltos de propiedad que hacen mella en nuestra memoria grabándose del
mismo modo que una canción pegadiza, se da el gusto por la formación de palabras de
acento esdrújulo. Dichas palabras tienen su origen en las nobles lenguas clásicas, y
aparecen como alternativa más culta o de mayor fuerza expresiva de otro vocablo ya
manido por el uso frecuente. Así, temática, problemática, emblemática, sistemática,
dogmática, panorámica, abruman nuestros oídos y logran que obtengamos una idea vaga
de lo que se está comunicando. Son voces neológicas en su mayoría, lo cual no es
desestimable; el error yace en ignorar su valor, ‘en sacarles de su recoleta vida
especializada’ —afirma Lorenzo Criado— ‘para conferirles valores más generales,
acordes con una actitud que siente poco respeto hacia su valor etimológico o
especializado’ (1971: 197).
El mundo de la información abarca también el campo del deporte. Es tal vez el que
se halla más infectado de extranjerismos, pero al mismo tiempo es el que más
rápidamente los españoliza fonética, gráfica y morfológicamente, así que se instalan
como préstamos naturalizados. Las más de las veces no se emplea el equivalente
—cuando lo hay— de la palabra inglesa en el caudal léxico español, de ahí que se haya
creado un lenguaje muy especializado. Sin embargo, no es el periodista deportivo quien
ha de llevarse el trofeo de la importación; es todo: es el deporte en sí. Incluso la palabra
deporte es un anglicismo semántico. Antes de la vigésima edición del Diccionario de La
Real Academia Española, del año 1984, el deporte se definía como “Recreación,
pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre”. Lo

226
sorprendente es que bajo tal rúbrica podíamos incluir la recogida de la fresa —un
ejercicio físico—, las meriendas campestres —placer y recreación—, y la lectura de una
novela —evidente pasatiempo—, con la posibilidad de retozar, con novela o sin ella,
bajo un álamo.151 Mi intención dista de querer ridiculizar la difícil tarea de los
académicos para definir las voces de nuestra lengua. Muy al contrario: deberíamos
ensalzar la labor de la Real Academia de la Lengua, pues con pocos medios económicos
y técnicos han llevado adelante un proyecto ambiciosísimo. Álvarez de Miranda escribe
sobre las dificultades que ha encontrado a lo largo de su historia tal institución, y reclama
la ayuda de organismos públicos y el apoyo de toda la sociedad:
La cuestión, desde luego, afecta —o debería afectar— a la dignidad nacional: tiene
mucho que ver con aquel ‘sonrojo’ comparativo que se experimentaba en 1713 y que
hoy, con mucho mayor motivo, deberíamos sentir todos. Sería esencial y decisiva, desde
luego, la intervención de los poderes públicos en apoyo de la obra. También, y no
menos, la movilización de la sociedad española. Un pueblo, una cultura, se definen por
sus obras: El Oxford English Dictionary —ahí están los veinte espléndidos tomos de su
última edición— define al pueblo y a la cultura que lo han hecho posible. A nosotros, de
momento, nos define, en penoso silogismo —y nótese que estamos hablando de las dos
primeras lenguas de cultura del mundo actual—, la incapacidad para llevar a cabo una
obra equivalente (Álvarez de Miranda 275).
Nos avergüence o no, el hecho es que la actualización de los diccionarios oficiales
ha sido muy pequeña desde el siglo XVIII, en que el Diccionario de Autoridades recogió
la entrada semántica del término deporte. A pesar, no obstante, de que el mencionado
vocablo no se haya definido hasta el año 1984 según la realidad de hoy, hemos de
reconocer que siendo deporte una palabra española —españolísima—, su significado
actual y común es completamente inglés. Se trata de lo que hemos denominado
anglicismo semántico, aquel cuya anglicación reside en el semema y no en el lexema, esto
es, en el significado y no en la raíz.152 Es lógico, por otra parte, que exista tal invasión de

151 Cuando Gregorio Salvador inauguraba con su discurso la Cátedra deportivo-cultural de la


Universidad de la Laguna en 1969, planteó este mismo entramado léxico-semántico. ‘Como asimismo’
—afirmaba el catedrático— ‘[el diccionario] añade el placer a la recreación, y al no ser ya condición
vinculante al aire libre, el número de los deportes resultaría académicamente infinito y quedarían
excluidas de él muy escasas actividades humanas’ (108).
152 Otro espléndido ejemplo de anglicismo semántico es la voz cultura, cuyo significado se ha
extendido a ‘conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico,
científico, industrial, en una época o grupo social, etc.’, mientras que hasta hace pocas décadas se
restringía al ‘resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos y de afinarse por medio del

227
términos foráneos, ya que la mayoría de los deportes y actividades deportivas no son
oriundas de España. Asimismo, resulta siempre más fácil tomar los vocablos prestados
que crearlos.
Pues bien, en este terreno de juego que ya hemos hecho nuestro, la entrada de
anglicismos —en todos los niveles— es asombrosa. Oímos, leemos y decimos esponsor,
‘esprint final’, ‘derby sevillano’, pol position, set, orsay (por offside, aunque parece que
se prefiere el calco ‘fuera juego’), ‘competición indoors’, slalom, ‘las play off’, ‘el cuarto
round’, el team tal y el match cual. Son ya clásicos el fútbol, el gol, el penalty, y el
córner, desde los que se han construido auténticos edificios morfológicos que aventajan
en mucho a la lengua madre; tales son, por ejemplo, goleada, goleador, futbolista,
futbolístico, boxeador, esprintar, esponsorizar, chutar, etc. Frente a estos préstamos
más o menos razonables, la moda de emplear las donstrucciones jugar tenis, jugar bolos
o jugar pin-pon, donde se han eliminado la preposición a y el artículo, no tiene
fundamento.
Lo más irónico, para concluir con este tema, es que los españoles, negándonos a
emplear el término inglés para referirnos al deporte, por caernos en gracia y sonarnos tan
fresco aquello de sport, lo utilicemos para describir un tipo de vestimenta que NO ES
deportiva. Si preguntamos cómo hemos de ir vestidos a determinada cita y nos
responden que ‘con ropa de esport’, ciertamente no será nuestro atuendo el mismo que
gastamos para jugar al tenis o ir a correr al parque. Esta clase de asignaciones semánticas
españolas que carecen de base lógica en la lengua inglesa, se une a otra clase similar,
caprichosa y foránea. Es el caso de los neologismos franceses que, tomando vocablos
ingleses, consiguen acuñaciones isólitas del tipo autostop, footing, pressing, smoking
(para el traje masculino) o camping. Británicos, norteamericanos y otros anglohablantes
se sonríen cuando adivinan su significado.
Por último, mencionar el campo de las ciencias y tecnologías es obligado. Dado
que España no se halla a la cabeza de los adelantos tecnológicos por motivos históricos
y económicos, huelga decir que recibimos las innovaciones ya bautizadas, tanto en lo que
se refiere a objetos como a conceptos. Muchas de estas voces no llegan a calar en todos
los grupos sociales, sino que se hallan reservadas a los profesionales de la ciencia:
Parece evidente que el vocabulario científico no tiene nada que ver con el
vocabulario general de la lengua. El vocabulario científico y técnico, en sus parcelas
correspondientes, forma parte de las ciencias y técnicas cuyos significados representa.
Sacarlo de ahí y confundirlo con el léxico general, que es de otra naturaleza, no parece
justificado. La proporción entre el léxico general y el especializado se altera

ejercicio de las facultades intelectuales del hombre’. Manuel Casado Velarde toca esta cuestión en “El
lenguaje de los medios de comunicación” (161-62).

228
progresivamente en favor del último, al que, sin embargo, sólo tienen acceso minorías
muy reducidas. No es posible unir ambos léxicos en uno solo. Las ramas de cada ciencia
son muy numerosas; sólo dentro de cada una de ellas tiene vigencia el léxico
especializado, y los cultivadores de cada rama son poco numerosos (Calongue 184).
La suerte se pone de nuestro lado cuando para la acuñación de estos neologismos
se recurre a las lenguas clásicas; es el caso de ordenador —préstamo del francés
ordenateur—, o computadora, menos utilizado —préstamo del inglés computer—,
ambos de raíces latinas.153 La lengua española, entonces, no encuentra ningún
inconveniente para hacerlo suyo, puesto que la nueva voz posee rasgos enteramente
familiares. Pese a todo, se registrarán como galicismos o anglicismos, según la lengua de
que los recibamos. Otros ejemplos son estádium, visualizar, el adjetivo factual (relativo
o concerniente a los hechos), el sustantivo potencial (por potencialidad o capacidad),
superpotencia, memorándum, etc. No obstante, hay una gran cantidad de innovaciones
recibidas directamente de los campos científico y técnico, innovaciones que sólo se
conocen por el vocablo del inglés moderno: backup (copia de seguridad en informática),
billing (facturación en economía), dumping (venta desleal por debajo del coste, en
economía); partner (socio, también en el terreno económico), background (fondo,
segundo plano, origen, pasado, etc., en varios campos), blackout (corte de corriente,
apagón en informática), rol (papel, en sociología); boom (auge, explosión, en varios
campos); clip (sujetapapeles); traveling (gastos de envío); feedback (realimentación);
share (proporción estadística); stock (existencias en almacén); output (producción,
rendimiento); stand (puesto, caseta); trailer (avance, en cinematografía); spot (anuncio
publicitario); bypass (técnica cardíaca en medicina); score (calificación, tanto, resultado,
en varios campos); workshop (seminario, estudio, taller); stress (nerviosismo,
aceleración, tensión nerviosa); spray (para referir a pulverizadores o atomizadores),
script (anotador, en cinematografía), etc.
Y es aquí donde reside el problema. Por un lado, existe la opinión de que no
debemos dejarnos embaucar por tanto término foráneo. Manuel Alvar declaraba hace
unos años:
Nuestro mundo aumenta cada día sus técnicas. Lo que en un tiempo fue un caudal
asimilable, hoy es la riada que se desborda por doquier. Se ha escrito que más de tresmil
palabras técnicas se acuñan cada año... ¿qué será de nuestra lengua dentro de —sólo—
veinte años si el crecimiento no se ataja?’ (54).
En cambio, la actitud de aceptar sin ton ni son los extranjerismos se halla muy
extendida y es, por otra parte, comprensible, puesto que las relaciones que hoy en día

153 Si bien es cierto que se emplean las siglas PC (‘Personal Computer’) para designar uno de los
dos tipos de ordenador del mercado. Lorenzo Criado lo comenta en “Anglicismos” (168).

229
mantiene España con el resto del mundo son activas, distan mucho de las que se daban
hace unos años.
La utilidad de una jerga común en los campos de la política, la economía, la
educación, la moda, las artes, es evidente. La lengua inglesa aventaja en muchas ocasiones
al español en concisión, sencillez y flexibilidad; pero sobre todo, es el idioma de los
pioneros en el campo de las ciencias y la tecnología. Del mismo modo que no nos
negamos a recibir productos nuevos y necesarios, negarnos a utilizar nuestra riqueza
léxica, nuestro ingenio para acuñar neologismos, y nuestra capacidad para crear palabras
con afijos o derivados, sería descabellado. La voz pinchadiscos es tan legítima como una
palabra histórica cualquiera; y si para nosotros, hispanohablantes, decir como decimos
vaqueros para blue jeans , no ha de ser motivo de vergüenza, ¿por qué, entonces,
decimos un set de herramientas si juego o equipo quieren decir precisamente eso? Bien
entiendo que el español es demasiado exigente, así que adopta extranjerismos para
designar conceptos u objetos que difieren en poco a los ya conocidos, como en el caso
del ya mencionado doparse, el viejo caso del ticket/tiquet, que distinguimos del recibo, o
los populares pins, que no son sino burdos broches. El gusto por la especificación, por
supuesto, justifica muchos de los anglicismos utilizados; pero si con ello obtenemos una
palabra para cada caso y para cada cosa, podríamos llegar a poner nombre incluso
—permitámonos una exageración— a los botones triangulares de colores con cuatro
agujeros.
Ante todo, y con esto termino esta reflexión, debemos tener en cuenta las
propuestas que ofrece Rafael Lapesa para evitar el anglicismo: primero, sustituir el
término por un vocablo español preexistente; en segundo lugar, si no le hallamos
equivalencia, acuñar una palabra ad hoc como confiabilidad para reliability; y en tercer
lugar, si desistimos en el intento, adaptar morfológica y fonéticamente el anglicismo a las
pautas tradicionales del español, como en noquear, chutar y drenaje.154
Y siempre recordar que la nuestra ha sido desde tiempos antiguos una lengua
hospitalaria y receptora, gustosa de lo nuevo y a la vez amante de lo tradicional. En
nuestras manos está el que su sobriedad y su elegancia se mantengan, que su
actualización —respetando siempre nuestra idiosincrasia— se lleve a cabo.

154 Rafael Lapesa, “Kahkahtayood: Madariaga ha puesto el dedo en la llaga”, Revista de


Occidente, 12, tomado de Pratt (101).

230
Bibliografía.

Alvar, Manuel. 1991. El español de las dos orillas. Madrid: Mapfre.


Álvarez de Miranda, Pedro. 1995. “La Real Academia Española”. La lengua española
hoy. Coordinadores, Manuel Seco y Gregorio Salvador. Madrid: Fundación Juan
March. 269-79.
Calongue, Julio. 1995. “El lenguaje científico y técnico”, La lengua española hoy.
Coordinadores, Manuel Seco y Gregorio Salvador. Madrid: Fundación Juan March.
175-86.
Cano Aguilar, Rafael. 1988. El español a través de los tiempos. Madrid: Arco libros.
Casado Velarde, Manuel. 1995. “El lenguaje de los medios de comunicación”. La lengua
española hoy. Coordinadores, Manuel Seco y Gregorio Salvador. Madrid: Fundación
Juan March. 153-64.
García Yebra, Valentín. 1984. Teoría y práctica de la traducción. Madrid: Gredos.
Lorenzo Criado, Emilio. 1955. “El anglicismo en el español de hoy”. Arbor 32: 262-274.
Lorenzo Criado, Emilio. 1971. El español de hoy, lengua en ebullición. 2ª ed., Madrid:
Gredos.
Lorenzo Criado, Emilio. 1995. “Anglicismos”. La lengua española hoy. Coordinadores,
Manuel Seco y Gregorio Salvador. Madrid: Fundación Juan March. 165-74.
Pratt, Chris. 1980. El anglicismo en el español peninsular contemporáneo. Madrid:
Gredos.
Salvador, Gregorio. 1984. “El deporte desde la lengua”. Semántica y lexicología del
español. Madrid: Paraninfo. 107-10.

231
Estudio contrastivo inglés-español de las frases idiomáticas o
lexías compuestas comparativas

Gloria Álvarez Benito

Introducción.

Antes de centrarnos en nuestro estudio propiamente dicho, tenemos que delimitar


qué entendemos por frases idiomáticas o lexías compuestas. Estas estructuras tienden a
confundirse, generalmente, con los comunmente denominados refranes, pero las
diferencias entre ellos son claras y precisas. Por un lado, con el término refrán hacemos
referencia a una estructura oracional completa (sujeto, verbo y complementos) donde
todos los elementos están en paradigma cerrado no contrastivo.155 Así, en las oraciones
All that glitters is not gold (con estructura SVCs) o Barking dogs seldom bite (con
estructura SAV156), podemos apreciar cómo ninguno de los elementos puede ser
sustituido por otro del mismo paradigma y además todos ellos son obligatorios. Por otro
lado, en las lexías compuestas o frases idiomáticas no todos los elementos están en
paradigma cerrado no contrastivo sino sólo uno o varios sintagmas. Si analizamos los
ejemplos in the middle of nowhere o out of the blue, vemos que estamos ante dos
sintagmas preposicionales lexicalizados. Estos sintagmas tendrían la función sintáctica
de Adverbial dentro de una oración donde los elementos de las demás funciones
sintácticas estarían en paradigma abierto.
Una vez establecidas las diferencias más relevantes que hay entre las estructuras
de los refranes y las de las frases idiomáticas, vamos a centrar nuestro estudio en las
segundas.
Las frases idiomáticas son un recurso muy utilizado tanto en inglés como en
castellano para expresar una idea de forma más clara y visual. En el caso de las lexías

155 Decimos que un determinado elemento está en paradigma cerrado no contrastivo cuando éste
no sólo es obligatorio, sino que además no puede sustituirse por ningún otro elemento del mismo
paradigma.
156 Aunque lo lógico habría sido representar la estructura como SVA, hemos preferido
simbolizarla como SAV por la importancia que en los refranes tiene el orden de los elementos
oracionales.

233
compuestas comparativas, que son las ocupan nuestro interés, veremos cómo en algunos
casos la comparación expresada es lógica y predecible y por lo tanto no crea problemas
al hablante no nativo a la hora del aprendizaje. Un ejemplo claro de estructura
comparativa predecible es as cold as ice, donde la conexión entre cold y ice es obvia. Sin
embargo, la comparación no siempre es un reflejo literal de la realidad, sino que por el
contrario, en muchas ocasiones, tiene un uso metafórico y poco predecible. Son estos
casos poco predecibles los que crean problemas al hablante no nativo por la dificultad
que le supone establecer una conexión entre los elementos, como sucede en la lexía as
cool as a cucumber.
Selección de frases idiomáticas comparativas
Debido a la gran extensión de estructuras lexicalizadas comparativas que hay tanto
en inglés como en español, vamos a reducir nuestro estudio a las comparaciones con
adjetivos de colores que aparecen a continuación:157

(1) INGLÉS:

• Uso de black con el significado de sucio:


as black as the Ace of Spades
as black as coal
as black as soot
• Uso de black con el significado de oscuro:
as black as a pitch
as black as midnight
as black as ink
• Uso de black referido a un objeto o al pelo:
as black as jet
• Uso de brown con el significado de moreno o bronceado:
as brown as a berry
• Uso de green referido a cosa para describir su color:
as green as grass
• Uso de red referido a personas para indicar ponerse colorado/rojo/irritado:
as red as a beetroot
as red as fire
• Uso de red referido a cosa para describir su color:
as red as blood
as red as a cherry

157 Estas lexías comparativas están tomadas de la obra de Seidl, J. y W. McMordie (1978).

234
as red as a rose
• Uso de white indicando limpieza o pureza del color blanco:
as white as snow
• Uso de white referido a la cara de una persona, con el sinificado ponerse
pálido/blanco:
as white as a sheet

(2) ESPAÑOL:
• Uso de negro con el significado de sucio:
más negro que el carbón
más negro que el hollín
• Uso de negro con el significado de oscuro o referido a una cosa para describir
su color:
más negro/oscuro que la noche
más negro que un grillo
• Uso de negro referido a un objeto o al pelo:
más/tan negro que/como el azabache
• Uso de rojo/colorado referido a personas para indicar ponerse colorado/
rojo/irritado:
más rojo/colorado que un tomate
más rojo/colorado que un semáforo
• Uso de rojo referido a cosa para describir su color:
más rojo que la sangre
más rojo/colorado que un fresón
• Uso de blanco indicando limpieza o pureza del color blanco:
más blanco que la leche
más blanco que la nieve
• Uso de blanco referido a la cara de una persona, con el sinificado ponerse
pálido/blanco:
más blanco que la pared
más blanco que la nieve

Estudio lingüístico.

En el estudio contrastivo de las frases comparativas lexicalizadas que vamos a


realizar a continuación abogamos por un análisis interactivo de todos los niveles. La
razón por la que no nos centramos en un nivel concreto es porque de esa manera no
tendríamos una visión completa de estas estructuras y además, porque en la mayoría de

235
las ocasiones es bastante difícil establecer la linea divisoria entre un nivel y otro. En
definitiva, abogamos por un análisis desde la perspectiva de la comúnmente denominada
Construction Grammar, que siguiendo a Zadrozny (1995:2) se podría definir como:

“a non-lexicalized grammar in which information about form and meaning is


kept together in constructions.”

y además añade (1995:2):

“... in the formalism we use, constructions are triples: <Context; Form;


Meaning>. The Form describes the construction as a combination of
subconstructions; the Meaning part specifies how the meanings of the
subparts contribute to the meaning of the construction. The Context
specifies the parameters that are necessary to construct the meaning, and
which are not present in the meanings of the parts.”

Contraste morfológico.

Las diferencias entre las frases idiomáticas comparativas en inglés y en castellano


son bastante notorias en lo que respecta al nivel morfológico.
De las tres posibilidades de comparación (superioridad, igualdad e inferioridad)
vemos cómo en las frases idiomáticas seleccionadas en inglés, el nivel que se utiliza es el
de igualdad “as + adjetivo + as + sintagma nominal”, mientras que en castellano la forma
más frecuentemente utilizada es la del comparativo de superioridad158 “más + adjetivo +
que + sintagma nominal”:

as black as coal / más negro que el carbón

El hecho de que se utilicen dos niveles diferentes de comparación en las dos


lenguas (superioridad en castellano e igualdad en inglés) no es algo que carezca de
importancia, sino que por el contrario nos lleva a un planteamiento más profundo y
complejo que trataremos posteriormente en el análisis semántico-pragmático.
El nivel de igualdad puede considerarse una forma semánticamente no marcada ya
que el término primario se situa en la misma posición que el elemento con el que se

158 El hecho de que la mayoría de las frases idiomáticas comparativas en castellano aparezcan con
la forma de superioridad, no impide que en algunos casos se utilice también el comparativo de igualdad,
aunque no es muy habitual.

236
establece la comparación, mientras que los niveles de superioridad e inferioridad son
formas semánticamente marcadas, pues el término primario ocupa una posición
más/menos elevada que el elemento con el que lo estamos comparando. En consecuencia,
podemos sugerir que el inglés utiliza lexías comparativas no marcadas frente al castellano
que utiliza lexías comparativas marcadas.
Esta diferencia morfológica entre el inglés y el castellano puede ocasionar serios
problemas al hablante no nativo. El hablante que tiene como lengua materna el castellano
tenderá a utilizar erroneamente una forma marcada en la lexía comparativa inglesa,
mientras que el hablante cuya lengua materna es el inglés utilizará, probablemente, la
forma no marcada en la frase idiomática española.
Además de en la forma de comparación utilizada, estas lexías comparativas
difieren también en que los adjetivos ingleses son invariables en lo que respecta a género
y número, mientras que los adjetivos españoles están morfológicamente marcados para
género y para número. En lo que al número se refiere, el adjetivo español presenta
formas diferentes para el singular y el plural:

Mi amigo se puso más colorado que un tomate


Mis amigos se pusieron más colorados que un tomate
frente al adjetivo inglés que utiliza una sola forma para ambos casos:
My friend turned as red as a beetroot
My friends turned as red as a beetroot

El género de los adjetivos españoles es más complejo que el número, puesto que
podemos distinguir dos grupos.159 Por un lado encontramos los adjetivos de color que
son invariables en el género (verde, rosa, marrón, azul) y por otro lado encontramos los
adjetivos de color que distinguen entre el femenino en -a y el masculino en -o (blanca/-o,
negra/-o, roja/-o), como podemos apreciar en los siguientes ejemplos:

Invariable:
La manzana estaba más verde que una lechuga (referido a sustantivo femenino)
El melocotón estaba más verde que una lechuga (referido a sustantivo
masculino)

Diferente:

159 La delimitación de dos grupos dentro de los adjetivos españoles se refiere exclusivamente a
aquellos adjetivos que indican color, pues de no restringir los adjetivos a los de color tendríamos que
distinguir tres grupos.

237
Las pared estaba más blanca que la nieve (referido a sustantivo femenino)
El mantel estaba más blanco que la nieve (referido a sustantivo masculino)

En el caso del inglés, al igual que sucedía con el número, en lo que se refiere al
género el adjetivo es invariable.

Contraste sintáctico.

Si bien en el nivel morfológico hemos visto que hay una serie de rasgos distintivos
que diferencian el inglés del catellano, en el nivel sintáctico no ocurre lo mismo. Dado
que el verbo utilizado en las frases comparativas de color suele ser el verbo be en inglés,
o los verbos ser y estar en castellano, el resultado en el esquema de argumentación
sintáctica es bastante limitado.160 En consecuencia, la función sintáctica de la frase
comparativa lexicalizada es generalmente un complemento del sujeto, por ser
correferente con él y encontrarse en relación intensiva, como reflejan las siguientes
oraciones:

Mi amigo se puso más colorado que un tomate SVC


My friend turned as red as a beetroot SVC

Contraste semántico-pragmático.

Hemos resaltado anteriormente como un rasgo importante de las frases idiomáticas


comparativas la diferencia en el uso de la fórmula comparativa en inglés y en castellano.
El uso del comparativo de igualdad en inglés frente al uso del comparativo de
superioridad en castellano refleja a su vez una diferencia semántica. Como ya hemos
mencionado en el estudio morfológico, el comparativo de superioridad es una forma
semánticamente marcada, mientras que el de igualdad es una forma semánticamente no
marcada. Esta diferencia conlleva una visión diferente de la realidad semántica por parte
de los hablantes nativos del castellano y del inglés.
El hablante nativo del castellano, selecciona el elemento con el que quiere comparar
el término primario, dándole a éste una posición superior al término secundario en una
escala de valores:

160 El hecho de que aquí simplifiquemos y digamos que los vermos utilizados suelen ser be en
inglés o ser y estar en castellano no impide que aparezcan otros verbos que indiquen una relación
intensiva, como pueden ser turn, volverse, ponerse, etc..

238
ELEMENTO PRIMARIO
+

239
240
ELEMENTO SECUNDARIO
-

De esta forma, en la frase idiomática comparativa castellana, el término secundario


sólo funciona como elemento orientativo para situar al término primario en la escala de
valores. Por el contrario, en las frases idiomáticas comparativas inglesas, el término
secundario no es simplemente un elemento orientativo sino que nos ofrece exactamente
la posición del término primario en la escala de valores:

ELEMENTO ELEMENTO

241
PRIMARIO = SECUNDARIO

242
También podríamos pensar que este rasgo diferenciador de ambas lenguas no hace
sino resaltar el carácter exagerado del hablante nativo español frente al hablante nativo
inglés que es más objetivo (no marcado) en sus expresiones.

El aprendizaje de las frases idiomáticas.

Con la finalidad de hacer un estudio más preciso del aprendizaje de estas


estructuras por un hablante no nativo, he llevado a cabo un experimento con un número
reducido de 36 alumnos de tercero de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla
(para analizar la adquisición de las frases idiomáticas en inglés) y 35 alumnos británicos
del programa ERASMUS que se encuentran en el tercer curso de sus estudios
universitarios (para el análisis de las lexías compuestas en español).
En este experimento se pidió a los informantes que resolvieran anónimamente y
por escrito un ejercicio de traducción inglés/castellano o castellano/inglés (para los
alumnos británicos y españoles respectivamente). Este ejercicio estaba compuesto por
una serie de oraciones que contenían las frases idiomáticas que hemos seleccionado
anteriormente. De este modo, podríamos contabilizar fácilmente los resultados. La
prueba se realizó sin previo aviso a los alumnos, a fin de no influir en los resultados del
experimento.

ENCUESTA 1161
María se puso más colorada que un tomate.
La camisa de Pedro está más negra que el carbón.
Su pelo es más negro que el azabache.
Los manteles están más blancos que la nieve.
Después de la noticia, se puso más blanca que la pared.
Después de la noticia, se puso tan blanca como la pared.
Tus labios son más rojos que un fresón.
Después del verano María vino más negra que el tizón.

ENCUESTA 2162
The room was as black as a pitch.
After the summer Andrew was as brown as a berry.
The girls turned as red as a beetroot.

161 La ENCUESTA 1 fue el ejercicio elaborado para que lo resolvieran los hablantes nativos del
castellano.
162 La ENCUESTA 2 fue la ofrecida a los hablantes nativos de inglés.

243
After hearing the news, their faces turned as white as a sheet.
Your lips are as red as a rose/cherry.
The tableclothes were as white as snow.
His hair is as black as jet
The baby was as black as the Ace of Spades.

Resultados.

Traducción Acertada Traducción


Nivel Comparación Incorrecta Nivel
Comparación
Españoles 4 32
Británicos 3 32

Conclusiones.

La hipótesis de la que partíamos al principio de este trabajo asumía que ante el uso
de diferentes estructuras comparativas en inglés y en castellano en las frases idiomáticas,
el hablante nativo del español trasladaría probablemente el uso del comparativo de
superioridad de su lengua materna a la lengua objeto y el hablante nativo de inglés
utilizaría el comparativo de igualdad para expresar las frases idiomáticas comparativas
castellanas. A tenor de los resultados obtenidos, podemos ver cómo nuestra hipótesis se
confirma. De los 36 estudiantes españoles encuestados, 4 tradujeron correctamente la
estructura utilizando en inglés el comparativo de igualdad, aunque dentro de estos cuatro
ejercicios se contabilizaron errores léxicos, y 32 estudiantes tradujeron erroneamente las
frases comparativas lexicalizadas por la forma del comparativo de superioridad. En
cuanto a los estudiantes británicos, sólo 3 de los 35 encuestados tradujeron de forma
acertada las oraciones que contenían lexías comparativas, frente a 32 estudiantes que
utilizaron el comparativo de igualdad en su traducción española. Esto podría
considerarse un caso de interferencia o transferencia negativa, ya que el estudiante se ha
limitado a trasladar la estructura de su lengua materna a la lengua objeto, pero las
traducciones obtenidas en las oraciones 5 y 6 de la encuesta 1 revelan que esa
interferencia no es sólo de tipo estructural sino también semántico-pragmática. Si la
transferencia negativa fuera sólo de tipo estructural, el estudiante habría traducido la
oración 5 por un comparativo de superioridad y la 6 por un comparativo de igualdad
pero 30 de los 36 encuestados utilizan el comparativo de superioridad en ambos casos,
con lo cual el estudiante está trasladando su visón de la realidad a la lengua objeto.

244
En definitiva, podemos concluir que los mayores problemas que se pueden
encontrar en el aprendizaje de las estructuras lexicalizadas comparativas giran en torno al
nivel de comparación utilizado, tanto por transferencia estructural de una lengua a otra
como por interferencia socio-pragmática, mientras que las diferencias de marca en género
y número no plantean una gran dificultad.

245
Bibliografía.

Seidl, Jennifer & W. McMordie. 1978. English Idioms and How to Use Them.
Oxford: Oxford University Press.
Zadrozny, Wlodek. 1995. The Compactness of Construction Grammars. IBM
Research Report RC 20003 (88493).

Principales dificultades de la pronunciación inglesa para


hablantes nativos de español

María Heliodora Cuenca Villarín

1.Introducción.

Con el auge de la corriente comunicativa en el aprendizaje de lenguas la enseñanza


de la pronunciación perdió interés; sin embargo, la pronunciación está íntimamente ligada
a las dos actividades implicadas en el proceso de la comunicación: hablar y escuchar, y
por tanto, debe ser incluida en cualquier programación de enseñanza de lenguas. Así
opinan A. Brown (1992a:5), H.D. Brown (1994:256), Morley (1991:488, 489, 513), O
Murphy (1991:51):

Speaking and listening are discussed as major skillareas, pronunciation is


presented as a result of asubset of both speaking and listening
development.... Although relative degrees of emphasis may vary for
particular courses, speaking, listening, and pronunciation are characterized
as reciprocally interdependent oral language processes.

A. BROWN (1992a: 1-17) plantea veinte preguntas en torno a los diferentes


factores que intervendrían en la enseñanza de la pronunciación:
1.- ¿Qué tiene de malo el R.P.? Según A. BROWN (1992a: 3-4), actualmente hay
más argumentos en contra del uso del R.P. como modelo que a su favor. Sin embargo
numerosos autores defienden su uso argumentando que ha sido ampliamente descrito;
entre ellos, FAERCH et alii (1984:120-122) o TENCH (1981:12):

246
Why choose R.P.? Because it is the speech model thathas been subjected to
the most detailed investigationand which appears in all manuals and
dictionaries of pronunciation published in Britain. It is also the kindof
pronunciation that has consistently appeared in text-books for students of
English as a Foreign or SecondLanguage.

Gimson (1989:315) Y Broughton et alii (1980:56) aclaran, por otro lado, que
siempre es conveniente exponer al aprendiz a distintos acentos.163
2.- ¿Hay alguna diferencia en cuanto a la enseñanza de la pronunciación se refiere
entre el inglés como Segunda Lengua y el inglés como Lengua Extranjera? A. BROWN
(1992a:3) opina que la pronunciación no se encuentra entre aquellas áreas lingüísticas en
las que esta distinción sería relevante.
3.- ¿Qué importancia tiene la inteligibilidad? Aunque su definición depende del
oyente y del contexto, se sostiene que en la enseñanza de pronunciación el objetivo no
sería una pronunciación nativa, bastaría con ser inteligibles. Así opinan H.D. Brown
(1994:259), Tench (1981:17-20), Wong (1987:19), Carruthers (1987:192-193), Morley
(1991:498-501), Weeren & Theunissen (1987:109), y Kenworthy (1990:3):

While native like pronunciation may be a goal forparticular learners, and


while we should neveractively discourage learners from setting
themselves`high' goals, for the majority of learners a farmore reasonable goal
is to be `comfortably intelligible'.164

4.- ¿Es la claridad un concepto útil? Este concepto se refiere al cuidado con que se
articulan los sonidos y parece no ser muy útil en la clase de pronunciación debido a que
la mayoría de los hablantes nativos no lo hacen.
5.- ¿Es la comprensión auditiva parte de la enseñanza de la pronunciación? Así
piensan A. Brown (1992a:5), H.D. Brown (1994:238-241), Gilbert (1987:33-39),
Morley (1991:505) y Murphy (1991:51), entre otros.
6.- ¿Qué piensan los estudiantes acerca de la pronunciación? A. Brown (1992a:5)
comenta que el lenguaje es un fenómeno social y que las actitudes, necesidades y deseos
de los aprendices juegan claramente un papel en el éxito de la enseñanza de la lengua
inglesa. Macdonald et alii (1994:76) confirman ese parecer.
7.- ¿Necesitan los profesores poseer conocimientos de fonética? En nuestra
opinión la falta de conocimientos de la fonética inglesa por parte de los profesores puede

163 Este parecer es compartido por Greenwood (1981:38).


164 De hecho Scovel (1969:252) cree que es imposible alcanzar una pronunciación nativa.

247
ser una de las principales razones por las que nuestros alumnos se sienten tan
desorientados ante la pronunciación inglesa, ya que no han recibido instrucción alguna.
8.- ¿Necesitan los profesores poseer conocimientos de fonología? Según A. Brown
(1992a:7), estos conocimientos serían especialmente útiles en el caso de las posibles
distribuciones y combinaciones de sonidos en una lengua dada.
9.- ¿Qué utilidad tiene la transcripción fonética? Algunos autores como Carruthers
(1987:194)165, Haycraft (1971:95), Gimson
(1989:335), H.D. Brown (1992:96-97) o Tench (1981:7) y (1992:96) lo
consideran particularmente útil en el uso de los diccionarios, sobre todo debido a las
inconsistencias de la ortografía inglesa.166
10.- ¿Es la ortografía inglesa tan caótica como a veces parece? Parish (1980:262) y
Murphy (1991:60) piensan que no debería haber demasiados problemas con el uso de un
sistema basado en grafías en lugar de símbolos fonéticos. Dickerson (1992:103-117), por
su parte, considera que la ortografía es una ventana hacia el mundo del sonido,
proporcionando información relevante acerca de los rasgos segmentales y
suprasegmentales de la lengua inglesa.167
11.- ¿Qué utilidad tiene un análisis contrastivo fonológico? A. Brown (1992a:9),
Crandall et alii (1981:31), Gimson (1989:337) y Parish (1980:260, 263) indican que tal
análisis contrastivo puede ser utilizado para predecir las dificultades del aprendiz a la
hora de dominar la fonología de la segunda lengua. Celce-Murcia & Hawkins (1985:61)
comentan que un análisis contrastivo sería pedagógicamente relevante tan sólo en
aquellos contextos de aprendizaje de lenguas en los que todos los estudiantes hablasen la
misma lengua, y que es sobre todo efectivo en el campo de la fonología.
12.- ¿Cómo podemos decidir qué aspectos de la pronunciación son importantes?
El autor nombra en este caso el concepto de functional load, es decir, deberían tener
prioridad aquellos
fonemas y contrastes fonémicos que aparezcan con mayor frecuencia.
CRANDALL et alii (1981:55) opinan que aquellos contrastes fonémicos de alta carga
funcional deberían ser enseñados cuanto antes.168

165 Carruthers (1987:194): "... a phonemic script helps students to become independent quickly.
With it they can use their dictionaries profitably to learn the pronunciation as well as the meaning of new
words met in reading."
166 Monroy (1992) ofrece una amplia gama de sistemas de transcripción fonética del inglés.
167 Estarellas & Regan (1966:179-180) manifiestan que el hecho de enseñar sonido y grafía al
mismo tiempo proveen al aprendiz de una mayor redundancia y, por tanto, poder de previsión.
168 Para más información sobre este concepto de carga funcional, ver A. Brown (1988:593-606).

248
13.- ¿Qué son más importantes - los rasgos segmentales o los suprasegmentales?
A. Brown (1992a:11) comenta que apenas se ha hecho algo de análisis contrastivo a
nivel suprasegmental y que la mayoría de los autores modernos están de acuerdo en que
los rasgos suprasegmentales son, si acaso, más importantes que los rasgos segmentales
en términos de inteligibilidad y a la hora de adquirir un acento casi nativo. Algunos
autores que han defendido el estudio e integración de estos rasgos en la pronunciación
son Gilbert (1987:34), Kenworthy (1992:73-89), Haycraft (1971:2), Norrish (1983:54),
Odlin (1989:117-119), H.D. Brown (1994:259), Dufeu (1994:72), Cuenca (1993:189-
194) Y Broughton et alii (1980:61):

Thus, if a foreign speaker makes a segmental pronunciation error, he is


excused as a foreignerand his speech is interpreted more or less
correctlydepending on the context. But if he makes a supra-segmental error,
a judgment is made of his personality,not of his language.

14.- ¿Lo conocemos todo acerca del funcionamiento de la pronunciación inglesa?


El autor insiste en que a nivel segmental se puede decir que sabemos todo lo que se
necesita saber y que éste no es el caso de los rasgos suprasegmentales (entonación, ritmo
y acento).
15.- ¿Quedan omitidos algunos aspectos importantes de la pronunciación inglesa
en la enseñanza de la pronunciación? Parece ser que la cualidad de voz todavía se
encuentra ausente en la mayoría de las clases de enseñanza de inglés.
16.- ¿Cómo puede ser integrada la enseñanza de la pronunciación en la enseñanza
de la lengua inglesa? A. Brown (1992a:13) piensa que más que una enseñanza explícita
de este componente, sería necesaria su integración en el lenguaje como un todo y se le
prestase atención a partir del proceso de la comunicación. Broughton et alii (1980:55-56)
señalan que existen una serie de vínculos importantes entre la gramática inglesa y los
rasgos tanto segmentales como suprasegmentales que podrían ser aprovechados para
integrar este componente en la enseñanza de la lengua inglesa. Murphy (1991:60-68), así
como Kenworthy (1990:113-122) comentan distintos métodos para conseguirlo.
17.- ¿Qué se opina acerca del uso de teatro y juegos de imitación? Según el autor,
el aspecto interactivo de la pronunciación queda enfatizado por medio de estas
actividades.169
18.- ¿Debe usarse siempre el medio oral en la enseñanza de la pronunciación? En
algunas ocasiones pueden ser muy útiles el uso de diagramas y otras técnicas visuales.170

169 Dobson (1980:280) sugiere el uso de diálogos (unidades sociales de habla, según la autora)
para la enseñanza de la pronunciación.

249
19.- ¿Qué utilidad podrían tener los ordenadores? Según A. Brown (1992a:15), es
apropiado explorar modos de aplicación de los ordenadores a la enseñanza de la
pronunciación, siendo ya
utilizados desde hace tiempo para otros aspectos de la enseñanza de lenguas.
Molholt (1988:91-111) es un ejemplo de la aplicación de ordenadores a la enseñanza de
la pronunciación inglesa.
20.- ¿Cómo evaluar la pronunciación? Este es un campo que apenas ha sido
desarrollado en oposición a otras áreas del aprendizaje de lenguas.

A pesar de que no dudamos de la relevancia de todas estas cuestiones, echamos de


menos una mayor atención al aprendiz, es decir, al sujeto que tendrá que tratar de
dominar ese aspecto de la Segunda Lengua o Lengua Extranjera, ya que es el generador de
los factores que primordialmente afectarán el aprendizaje de la pronunciación.171 Dichos
factores, siguiendo a Kenworthy (1990:4-9), serían:
- Lengua nativa: Este factor nos conduce al concepto de interferencia, que consiste
en transferir una destreza que tiene una influencia negativa en el dominio de otra destreza
como consecuencia de las diferencias entre ellas.172
- Edad: Según Kenworthy (1990:4-6) no se ha demostrado que exista una clara
correlación entre la edad y la habilidad para pronunciar una Segunda Lengua o Lengua
Extranjera.
- Cantidad de exposición: Aunque importante, parece que este factor no es un
factor necesario para el desarrollo de la habilidad de la pronunciación.
- Habilidad fonética: Todos los sujetos parecen estar dotados de lo que
Kenworthy (1990:7) llama basic equipment.
- Actitud e identidad: Algunos estudios parecen haber hallado una correlación
entre la autenticidad de pronunciación y el hecho de poseer sentimientos positivos hacia
los hablantes nativos de esa lengua.

170 A. Brown (1992a:125-137), Marks (1992: 118-124) y Molholt (1992:138-151) animan a


incorporar medios visuales a la enseñanza de la pronunciación.
171 Macdonald et alii (1994:95-96) llegan a decir: "... the individual learner may represent a more
powerful variable than does the instructional setting.", Morley (1991:503) manifiesta: "Research has
shown that self-involvement is a primary characteristic of good language learners." y, finalmente, WONG
(1987:27) insiste en que: "By placing greater emphasis on learner variables in pronunciation development
than we have in the past, we should be able to see our students make the kind of progress that will be
encouraging to them and to us."
172 Para más información sobre este tema puede verse Odlin (1989:113-119) o Celce-Murcia &
Hawkins (1985:67-69).

250
- Motivación y preocupación por una buena pronunciación: Se cree que aquellos
sujetos que muestran sentimientos positivos hacia la cultura inglesa se encuentran más
motivados y, por supuesto más preocupados por alcanzar una buena pronunciación.
Como dice Kenworthy (1990:8-9), de todos estos factores el docente no puede
modificar la edad ni la habilidad fonética de sus estudiantes, y tan sólo puede
incrementar su exposición a la lengua hasta cierto punto. Aunque sí puede influir
indirectamente en la actitud de sus alumnos tratando de interesarles en las costumbres y
cultura inglesas. Y por otro lado, puede decididamente influir en la motivación y
preocupación de sus alumnos por una buena pronunciación: persuadiéndoles de la
importancia de una buena pronunciación para facilitar la comunicación, insistiendo en
que el objetivo perseguido no es una pronunciación nativa y, mostrando interés en su
progreso.
Esto quiere decir que a pesar de que los grupos a los que enseñásemos inglés no
fueran en nada homogéneos, esos dos factores serían comunes a cualquier contexto y/o
sujeto. Y consideramos deber del docente motivar a sus alumnos y dotarles de medios
apropiados para llevar a cabo su aprendizaje.
Este trabajo está basado en el análisis de la producción oral en lengua inglesa de
ochenta sujetos, hablantes nativos de español peninsular, por parte de futuros docentes
de dicha especialidad de la Universidad de Sevilla. Si bien los sujetos estudiados
presentan ciertas diferencias culturales, sociales, de edad o de nivel de dominio de la
lengua inglesa, todos ellos se caracterizan por una serie de áreas problemáticas comunes.
Estas y la forma de abordarlas por los distintos futuros docentes serán el objeto de
nuestra investigación.

2. Sujetos.

Se pidió a alumnos de cuarto y quinto curso de Filología Inglesa de la Universidad


de Sevilla que hicieran un seguimiento de la pronunciación de estudiantes de inglés
durante un par de meses. Todos ellos son hablantes nativos de español peninsular,
mayoritariamente con rasgos andaluces.173
Las edades de los últimos se concentran entre los quince y los diecisiete años. Su
exposición al idioma se suele limitar a unas tres horas semanales, salvo raras excepciones
de algunos individuos que completan su aprendizaje con unas horas semanales en

173 No existe una única variedad de habla andaluza, pero algunos rasgos como la elisión de
consonantes en posición final es común a todas ellas.

251
academias o algún otro que ha visitado un país de habla inglesa alguna vez por un corto
período de tiempo.174
Lógicamente, las habilidades fonéticas y personalidades varían de un sujeto a otro,
si bien el 91.2% coincide en que la pronunciación es lo que más difícil les resulta del
inglés.
Para algunos de ellos el inglés es su asignatura favorita y un medio de conocer
otros pueblos, frente a aquellos para quienes el inglés sería una asignatura más que
aprobar.
Exceptuando uno de los sujetos evaluados, que poseía algunos conocimientos
básicos de fonética inglesa, los demás desconocían este campo por completo debido a
que, como han querido hacer constar nuestros docentes en potencia, la enseñanza del
inglés se limita con demasiada frecuencia a la enseñanza de patrones gramaticales y
vocabulario escrito, con el fin de prepararles para el examen escrito de Selectividad.

3. Areas problemáticas

Tanto el análisis de errores como el análisis contrastivo de la lengua materna y la


Segunda Lengua o Lengua Extranjera175 pueden orientar al profesor de fonética sobre qué
enseñar y cuándo. Diversos autores como Crandall et alii (1981:33-39), Casado Medina
& Adams (1993:534-541), Kenworthy (1990:153-156) o Haycraft (1971:98-113) han
señalado una serie de errores de pronunciación propios de hablantes nativos de español a
la hora de hablar inglés.176
Los errores más comunes hallados en este trabajo han sido:

a.Uso del cuadro vocálico materno. (100% de los sujetos)


b.Uso generalizado de la africada palatal en lugar de la semivocal /j/. Ejemplos:
young, you. (53%)
c.Uso de la oclusiva dental española en lugar de la alveolar inglesa. Ejemplos:
dear, don't. (85%)
d.Uso de la africada palatal en lugar de la fricativa palatoalveolar inglesa.
Ejemplos: she, share. (52%)177

174 Otra forma de contacto con la lengua meta es la música, aunque difícil de calibrar.
175 Para más información sobre análisis de errores, ver Hendrickson (1987:355-369), Schachter &
Celce-Murcia (1980:120-131), o Sridhar (1980:91-119).
176 La variedad de inglés utilizada como modelo ha sido el R.P., la misma que han conocido en
sus otros contextos de aprendizaje.
177 Las consonantes palatoalveolares en general resultan ser muy complicadas para los hablantes
nativos de español, tanto a nivel de producción como de percepción.

252
e.Uso de la oclusiva bilabial en lugar de la fricativa labiodental. Ejemplos: van,
vanish. (65%)
f.Uso de la fricativa alveolar sorda en lugar de la sonora. Ejemplos: plays, trees.
(100%)
g.Uso de la oclusiva dental en lugar de la fricativa dental sorda. Ejemplos: think,
thought. (17%)
h.Pronunciación errónea del sufijo "-ed" en las formas de pasado y participios
de pasado de los verbos regulares. Ejemplos: looked, moved. (100%)
i.Falta de aspiración para /p, t, k/. Ejemplos: pen, time. (61%)
j.Elisión de consonantes y grupos consonánticos finales. Ejemplos: Spanish,
stops. (73%)
k.Inserción de la vocal /e/ ante grupos consonánticos /st-, sp-, sk-/. Ejemplos:
Spain, stay, sky. (89%)
l.Uso de la fricativa labiodental sorda en lugar de la sonora. Ejemplos: of, have.
(37%)
m.Pronunciación de grafías mudas, especialmente "l". Ejemplos: would, walk.
(91%)
n.Uso de una oclusiva velar sonora ante /w/. Ejemplos: went, we. (54%)
o.Uso de la fricativa alveolar sorda en lugar de la fricativa palatoalveolar sonora.
Ejemplos: confusion, television. (98%)
p.Ausencia de weak forms. Ejemplos: and, of. (96%)

Considerando estos errores178, podemos distinguir tres tipos básicos de errores:

1.- Aquellos errores consistentes en la substitución del sonido inglés por el más
aproximado en su lengua materna.
2.- Aquellos errores motivados por diferencias de distribución.
3.- Aquellos otros cuyo origen se encuentra en el hecho de que el inglés no es
una lengua fonética, frente al español que sí lo es.

Cada uno de ellos implicaría una metodología diferente a seguir en su tratamiento.

4. Metodología.

En líneas generales estos futuros profesores procedieron en primer lugar a la


introducción gradual del alfabeto fonético en inglés con el fin de dar autonomía a sus

178 Desafortunadamente este listado de errores confirma el carácter secundario frecuentemente


atribuido a los rasgos suprasegmentales, absolutamente ausentes en este análisis.

253
alumnos en el aprendizaje de nuevas palabras por medio del diccionario. Esta revisión de
los distintos fonemas en inglés alivió además a muchos de los sujetos, ya que no era
necesario inventar nada; el número de sonidos (tanto vocálicos como consonánticos)
quedaba así bien delimitado.
En el caso de las consonantes, la mayor parte de ellos (89%) hicieron uso de
explicaciones de tipo articulatorio, además de ocasionales comparaciones en busca
siempre de los sonidos más aproximados en español. Cuando esto no ha sido suficiente
se ha recurrido al uso de imágenes onomatopéyicas como el zumbido de una abeja para
/z/, o ruego de silencio para la fricativa palatoalveolar sorda. Siguiendo a estas
explicaciones, se procedió en la mayoría de los casos a realizar ejercicios de
discriminación auditiva e imitación por medio de pares mínimos aislados, echándose de
menos el empleo de actividades más comunicativas.179
Aproximadamente el 75% de los futuros docentes insistieron en las posibles
regularidades entre grafías y fonemas en inglés, con el fin de facilitar la intuición de sus
respectivos alumnos. Esto parecía especialmente necesario con las vocales, para las que
apenas se hizo uso de explicaciones articulatorias, sino más bien de información auditiva,
además de comparar los cuadros vocálicos de dichas lenguas. De nuevo predominaron
los ejercicios de repetición de pares mínimos desprovistos en la mayoría de las ocasiones
de contexto alguno, precedidos por algunos ejercicios de discriminación (Same or
different?, Odd one out ...).
Es obvio que el análisis de la pronunciación de los sujetos se ha concentrado
excesivamente en los rasgos de tipo segmental, dejando en el olvido los rasgos
suprasegmentales, indiscutiblemente relevantes en el intercambio comunicativo, además
de no haber creado contextos de significado para los fonemas estudiados.180

5.Conclusiones.

Tan sólo un 35% de los futuros docentes ha alcanzado muestras de progreso,


frente a un 65% de ellos que no ha visto fruto a su trabajo. Según ellos esto se ha debido
a lo artificial del contexto de aprendizaje, a que la concentración en un aspecto concreto
suponía a menudo el olvido de otras cuestiones anteriormente estudiadas, y a la falta de
motivación. En nuestra opinión otra razón sería una metodología incompleta donde
faltan actividades de tipo comunicativo o, al menos, contextos de significado, además de
un necesario y amplio estadio de recepción previo al de la producción.

179 Para algunas ideas sobre este tipo de actividades, ver Celce-Murcia (1987:5-12).
180 Algunas sugerencias pueden encontrarse en H.D. Brown (1994:274-275), Murphy (1991:60),
Wessels & Lawrence (1992:29-37), Vaughan-Rees (1992:47-56), o Haycraft (1992:57-72).

254
A pesar de que la indiferencia hacia la cultura inglesa ha sido la tónica general, se
ha confirmado que aquellos sujetos que habían mostrado sentimientos positivos hacia
ésta (22%), se encontraron más motivados y preocupados por alcanzar una buena
pronunciación, hasta manifestar su deseo de no querer parecer extranjeros.
En opinión de estos futuros docentes, la falta de motivación de sus alumnos, más
que originarse en actitudes personales, se debe al funcionamiento del sistema educacional
que no potencia las habilidades orales de los sujetos, y se limita a realizar exámenes
escritos destinados a preparar el examen de Selectividad.
A pesar de que los resultados no fueron muy alentadores, gran parte de nuestros
futuros docentes y sujetos estudiados valoraron positivamente la experiencia,
insistiendo en la necesidad de integrar la pronunciación en la enseñanza del inglés como
otro de los componentes del intercambio comunicativo.

255
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258
La retórica contrastiva del párrafo inglés y español y sus
repercusiones en la enseñanza del inglés escrito

Ángel Sánchez Escobar

Introducción.

Quizás alguna vez nos hayamos preguntado por qué conociendo los rudimentos de
la oración inglesa y sabiendo escribir en español, no sabemos escribir en inglés; y es
posible que nos hayamos dado respuesta intuitivamente llegando a la conclusión de que
ambas expresiones escritas tienen algo en su manera de concebirse, en su forma exterior
y en su desarrollo que las diferencia. La persona que haya reflexionado así está en el
camino correcto.
Así pues, el propósito de estas páginas es ofrecer una explicación del contraste
existente entre el español y el inglés escrito; es decir, entre las retóricas del español y del
inglés. El término retórica tiene un significado muy amplio, pero aquí lo vamos a definir
como ese algo que hace que las expresiones escritas de las distintas lenguas difieran, ya
sea el inglés, o una lengua romance como el español o cualquier otra lengua como las
lenguas semíticas, las orientales o el ruso.
Pero para llegar a conclusiones, ya no intuitivas sino documentadas, es necesario
empezar a niveles generales por explicar la relación entre cultura, lógica y lengua, e
incluso dar ejemplos de otras retóricas, para luego, tras ofrecer una explicación histórica
de la diferencia específica entre el español y el inglés escrito, especialmente a nivel del
párrafo, delinear un instrumento de análisis que nos permita de alguna manera "medir"
ese contraste entre estas dos lenguas, y que nos ayude a sacar alguna conclusión para
enseñar esa particular retórica del inglés escrito a estudiantes españoles.

II Cultura, lógica, retórica y lengua.

Pierce puede dar algo de luz a estas cuestiones cuando nos dice que si Aristóteles
hubiera sido mexicano, su lógica hubiera sido diferente, y de igual manera nuestra forma
de concebir la filosofía y la ciencia (Dufrenne 1963: 35–37). Efectivamente,
antropólogos y linguistas coinciden en que cada lengua tiene su propia lógica, su propia
apreciación de la realidad que la hace culturalmente diferente a las demás. Por ejemplo,
en las lenguas indoeuropeas las impresiones captadas por nuestros sentidos son el efecto

259
de una actividad humana y de la voluntad; sin embargo, para los esquimales de
Groelandia, estas impresiones se presentan como un suceso del destino. Así mientras
que en inglés se dice "I see him" y en español "lo veo", en la lengua de los esquimales se
diría "he appears to me", algo así como "se me aparece a mí".
Kaplan (1972), profesor de escritura inglesa a hablantes no nativos de inglés, ante
la dificultad que tenían sus alumnos de componer una redacción que no violara las
expectativas de un hablante de inglés, desarrolla esta teoría, aplicándola al proceso de la
composición escrita. Para Kaplan hay una lógica diferente, una retórica distintiva, en la
expresión escrita de cada cultura.
Para él, pues, la diferencia cultural del inglés con respecto a otras lenguas no sólo
se refleja a nivel de la oración, es decir en su gramática, en su vocabulario y en la
estructura de la oración, algo que se admite generalmente, sino en paradigmas más
amplios, es decir en el párrafo y en el ensayo. Kaplan opina además que la lógica, y por
consiguiente la retórica, es producto de la cultura y que evoluciona, al igual que ésta, y
está sometida por cánones de gusto existentes en determinados momentos de la historia
de la cultura.
Para Kaplan, el párrafo inglés, en contraste con otras retóricas se desarrolla
linealmente. Así lo define:
An English expository paragraph usually begins with a topic statement, and
then, by a series of subdivisions of that topic statement, each supported by
example and illustrations, proceeds to develop that central idea and relate
that idea to all the other ideas in the whole essay, and to employ that idea in
its proper relationship with the other ideas, to prove something, or perhaps
to argue something. (297)

Pero Kaplan no sólo define sino que representa gráficamente las retóricas de las
distintas lenguas:

Kaplan llega a esta conclusión contrastando, a partir de esta linealidad de la


retórica del inglés, traducciones al inglés de estas lenguas, y, principalmente, analizando
las redacciones de sus alumnos internacionales. Así pues, comparado con la linealidad de
la expresión escrita inglesa, observa que el párrafo en lengua árabe tiene una estructura

260
eminentemente coordinada y, por lo tanto, emplea frecuentemente estructuras paralelas.
Veamos el ejemplo que ofrece de una redacción en inglés escrita, con algunos errores, de
un estudiante de lengua árabe: [La cursiva es mía.]

At that time of the year I was not studying enough to pass my courses in
school. And all the time I was asking my cousin to let me ride the bicycle,
but he wouldn´t let me. But after two weeks, noticing that I was so much
interested in the bicycle, he promised me that if I pass my courses in school
for that year he would give it to me as a present. So I began to study hard.
And I studying eight hours a day instead of two.

My cousin seeing me studying that much he was sure that I was going to
succeed in school. So he decided to give me some lessons in riding the
bicycle. After four or five weeks of teaching me and ten or twelve times
hurting myself as I used to go out of balance, I finally knew how to ride it.
And the finals in school came and I was very good prepared for them so I
passed them. My cousin kept his promise and gave me the bicycle as a
present. And till now I keep the bicycle in a safe place, and everytime I see
it, it reminds me how it helped to pass my courses for that year.

De acuerdo con Kaplan, la repetición de conjunciones coordinadas mostraría las


secuencias paralelas propias de la retórica de las lenguas semíticas. Como se sabe, la
coordinación, en contraste con la subordinación, une oraciones o ideas de la misma
importancia, del mismo valor semántico, ocasionando así este parallelismo mencionado
por Kaplan.
En las lenguas orientales como el chino y el coreano, el tema principal, en lugar de
desarrollarse linealmente como en inglés, da vueltas y vueltas en un giro semántico cada
vez más amplio. Veamos una composición escrita, también con errores, por un coreano:
[La cursiva es mía.]

Definition of College Education


College is an institution of a higher learning that gives degrees. All of us
needed culture and education in life, if no education to us, we should to go
living hell.
One of the greater causes that while other animals have remained as they
first man alone has made such rapid progress is has learned about
civilization.

261
The improvement of the highest civilization is in order to education
up–to–date.
So college education is very important thing which we don´t need mention
about it.

En la primera oración, el estudiante empieza hablando de "college" en general como


una institución de estudios superiores que da títulos. En la segunda oración añade un
nuevo concepto, "cultura", y una expresión demasiado personal para la definición que se
propone hacer: "we should to go living hell." En el segundo párrafo, se aleja del tema y
amplía el nivel de abstracción hasta referirse a los animales y al hombre de forma
genérica conectándolo con la idea de la civilización en éste y en el siguiente párrafo. El
último párrafo presenta una conclusión basada en todas las ideas aportadas. La
composición forma como un espiral que se mueve desde el exterior al interior.
De acuerdo con Kaplan, las lenguas romances se alejan también de la linealidad y
tienden por lo general a la digresión; es decir la inclusión de secuencias ajenas al tema
propuesto. Kaplan ofrece el siguiente ejemplo, de nuevo con errores, de un estudiante
latinoamericano: [La cursiva es mía.]

In America, the America children are brought differently from the rest of the
children in other countries. In their childhood, from the first day they are
born, the parents give their children the love and attention they need. They
teach their children the meaning of religion among the family and to have
respect and obedience for their parents.
I am Spanish, and I was brought up differently that the children in
America. My parents are stricter and they taught me discipline and not to
interrupt when someone was talking.

Para Kaplan, el estudiante latinoamericano pasaría de un tema demasiado general


en el primer párrafo hasta una apreciación demasiado personal y digresiva en el último
párrafo.

III Evolución histórica de la expresión escrita en inglés y en español.

Podemos reconocer con Kaplan que el inglés y el español––y otras lenguas


romances–– comparten la misma tradición platónico–aristotélica––es decir, procedente
de los filósofos de la antigua Grecia––, que sería más tarde moldeada por pensadores de
Roma, de la Europa Medieval y pensadores occidentales posteriores. Sin embargo,
ambas, en un momento dado, tuvieron influencias culturales diferentes o fueron más o

262
menos receptivas a ciertos patrones culturales, que se plasmarían de manera diferente en
su forma de concebir la expresión escrita.
Parece que una de las primeras claves históricas de esta diferencia, y que puede
señalar una diferente receptividad lingüística, esté en el origen del ensayo moderno. El
concepto que hoy tenemos del ensayo––es decir el ensayo concebido como la expresión
de los pensamientos de un autor sobre un tema––proceden de dos fuentes distintas:
Montaigne y Bacon, que publicaron sus ensayos en 1580 y 1597 respectivamente.
Montaigne, al que los escritores españoles tomaron como modelo, basaba sus
ensayos en sus experiencia personales mientras que Bacon, que fue seguido por los
escritores ingleses, lo hacía en abstracciones. Así mientras que en los escritos de
Montaigne predominaban la emoción y la intuición, en los de Bacon predominaban el
orden y la lógica (Gómez–Serna, 1981: 22–23). La actitud científica de Bacon se
acomodaba armoniosamente a la retórica clásica. Estos dos autores representaron dos
conceptos distintos del ensayo que pasarían respectivamente al español y al inglés.
No es de extrañar entonces que el ensayo español se hiciera tan receptivo al
romanticismo, una posible segunda causa de esta diferencia. El romanticismo
desencadenó una revolución al proclamar la validez del la experiencia personal, de la
individualidad sobre las normas establecidas. Con el romanticismo se generalizó el
ensayo en España, usándose para expresar opiniones de todos los temas o atacar otras
opiniones divergentes. Por la influencia de Montaigne, el espíritu romántico encontró
arraigo en el ensayo. En éste, el tema dictaba solamente la estructura externa, el "yo" del
escritor español determinaba su orden interno, provocando una estructura falta de
coherencia y tendente a la digresión. Como consecuencia, el siglo XIX provocó la
decadencia de la retórica griega en España (Pelayo H. Fernández, 1975: 4).
Así pues, al no dejarse llevar por normas establecidas, la escritura parece surgir
con sólo saber pensar o hablar, o peor todavía, parece como si fuese un don otorgado a
algunos pocos elegidos. No es de extrañar que existan muy pocos libros de estilo y que
los que existen, incluso referidos al lenguaje periodístico como los de El País (1990) o
ABC (1993) sólo hacen referencia a normas generales como vocabulario accesible, frases
cortas, claridad de expresión, belleza y armonía o expresiones malsonantes. Nada
referente a la organización de un texto escrito. Para buscar una definición del párrafo, he
tenido que acudir al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia de la Lengua
Española, que dice que un párrafo es "cada una de las divisiones de un escrito señaladas
por letra mayúscula al principio del renglón y punto y aparte al final del trozo del
escrito."
En contraste con el español, el inglés escrito se afianzó en la retórica clásica a
través de la visión de Bacon en el siglo XVI, como hemos dicho, de retóricos como
Campbell y Blair en el XVIII, y principalmente de Alexander Bain en el XIX

263
(Lindeman,1987: 45–47). Bain era profesor de lógica e inglés en Aberdeen, y realizó la
primera definición sistematizada del párrafo como: "A collection of sentences with unity
of purpose, an integrated, rationalized system of predication which handles and
exhausts a distinct topic" (Rodgers, 1965: 399–402).
Esta definición del párrafo como una especie de organismo unitario, estructurado,
sistemático, tuvo una gran acogida en Estados Unidos, cuyo sistema educativo estaba
basado principalmente en autoridades clásicas como Aristóteles, Quintiliano y Cicerón,
y en textos ingleses basados en los clásicos como los de Hugh Blair, George Campbel y
Whatley. Así pues, a partir de Bain, estudiosos norteamericanos definieron el párrafo de
manera análoga: Hepburn lo definía en 1875 como "A connected series of sentences
containing the development of a single topic"; Hunt en 1884 lo concebía como "A
collection of sentences unified by some common idea"; y McElroy en 1885 lo hacía
como "A sentence–cluster relating to one particular point of discourse".
Alexander Bain también recomendaba una serie de reglas relativas a la coherencia
entre oraciones, estructura paralela, colocación del tema en la oración inicial, ordenación
lógica de las oraciones así como unidad y proporción que, aunque modificadas y
redefinidas posteriormente, pasaron a formar parte de la retórica de la lengua inglesa
(Rodgers, 399–405)
Aunque muchos retóricos actuales critican la definición deductiva de Bain y
proponen definiciones inductivas que pretenden negar la validez de algunas de las
propuestas de Bain, sus teorías siguen vigentes. Este mismo tipo de definición se
encuentra reflejada en diccionarios como The American Heritage Dictionary que, en claro
contraste con la simplemente tipográfica ofrecida en el Diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia Española, concibe el párrafo como "A distinct division of
a written work or composition that expresses a thought or point relevant to the whole
but is complete in itself, and may consist of a single sentence or several sentences".

IV Búsqueda de un instrumento de análisis.

Kaplan tiene un indudable valor como pionero del estudio contrastivo de las
retóricas, pero es criticable que llega a conclusiones sin un sistema objetivo de análisis, a
partir principalmente de redacciones en inglés de estudiantes internacionales residentes
en los Estados Unidos. En mi opinión, un análisis más objetivo de la retórica contrastiva,
y en especial de la del inglés y el español, tendría que partir de un corpus de con textos,
elegidos al azar, que hubiesen escrito escritores profesionales en sus respectivos
idiomas, disponer de de instrumentos más fiables, en particular de 1) un acercamiento
más razonado a la oración temática y 2) de una aplicación sistemática de los principios
de subordinación y coordinación a nivel del párrafo.

264
Con respecto al primer punto, Kaplan efectivamente hace referencia a una de las
reglas de Bain, para la formación de párrafos coherentes y bien organizados, a la
colocación de una oración temática al comenzar el párrafo, pero no la elabora en su
análisis contrastivo. Del estudio de muchos otros retóricos y profesores de redacción
inglesa, sabemos que la oración temática debe expresar una sola idea, ni muy general ni
muy reducida, que sea suficiente para generar un párrafo. Se considera la oración
temática como una especie de promesa que se hace al lector y que hay que cumplir sin
omitir y sin añadir nada más. Esa oración inicial no se da en español, por lo que la
información, como veremos, se dispersa, pero sí nos va a servir como vara de medir ese
contraste entre ambas lenguas.
En inglés la oración temática generalmente tiene sujeto, verbo y una idea regidora
del mensaje (Gallo y Rink, 1979: 3–4). Veamos unos ejemplos:

Huxley proved to be more accurately prophetic in Brave New World, than


most people would have imagined.
According to the family, Grandpa has become a public spectacle
Most of her colleagues agree that Dr. Lydia Braskova is creative.

La idea que guiará el mensaje será "accurately prophetic", "public spectacle" y


"creative". El escritor no literario sabe esto y aunque esta idea no se haga siempre
explícita (Braddock, 1981), está latente en una gran mayoría de los párrafos en inglés. Si
no se sigue esta guía, los párrafos resultarán incoherentes, ilógicos, desproporcionados y
digresivos desde el punto de vista de la retórica inglesa.
Si volvemos, por ejemplo, a la redacción escrita por el hablante de español,
observamos que la ausencia de una oración temática suficientemente definida y
restringida provoca un párrafo mal escrito en inglés. Éste promete algo demasiado
general al principio del párrafo que es obviamente imposible de cumplir. No se puede
escribir sobre los métodos de educación de niños norteamericanos en comparación con la
educación del resto de los niños del mundo en un párrafo. Harían falta muchos tratados
completos sobre el tema. Está claro que lo que quería era compararlo con la cultura
hispana, por ello al final el párrafo se vuelve demasiado específico al añadir esa visión
personal, ese "yo" del escritor que se salta la forma escrita.
2) Con respecto al segundo punto, Kaplan utiliza como instrumento de análisis las
secuencias coordinadas cuando se refiere a la retórica de las lenguas semíticas, pero no
las aplica al estudio contrastivo con las demás retóricas ni hace referencia a las
secuencias subordinadas, lo que hubiese complementado su análisis. En mi opinión
ambas secuencias pueden representar un buen instrumento para el estudio del contraste

265
entre las retóricas del español con respecto a la inglés. Pero es otro retórico, Francis
Christensen (1965), quien nos provee de esta herramienta analítica.
Christensen, siguiendo a Bain, parte de la base de que los párrafos contienen
generalmente una oración temática que se desarrolla en secuencias coordinadas o
subordinadas. Pero Christensen también admite que a veces se puede dar en el párrafo
un movimiento no secuencial o digresivo––no lineal de acuerdo con Kaplan––, aunque
esta secuencia estaría prácticamente ausente del inglés escrito. Para Christensen, como
para otros muchos retóricos, el párrafo es una especie de macrooración. Veamos algunos
ejemplos: [La cursiva es mía]

Párrafo con secuencia subordinada


1 The process of learning is essential to our lives.
2 All higher animals seek it deliberately.
3 They are inquisitive and they experiment.
4 An experiment is a sort of harmless trial run of some action which we
shall have to make in the real world; and this, whether it is made in the
laboratory by scientists or by fox–cubs outside their earth.
5 The scientist experiments and the cub plays; both are learning to correct
their errors of judgement in a setting in which errors are not fatal.
6 Perhaps this is what gives them both their air of happiness and
freedom in this activities.
(J. Bronowski, The Common Sense of Science)

Como vemos, la oración inicial (1), la "topic sentence" u oración temática,


propone un solo tema, una sola idea a desarrollar "the process of learning" que está
regido por la frase adjetiva "essential to our lives." En la segunda oración (2) observamos
como esta idea se repite en el pronombre "it", en una oración cuyo sujeto es "all higher
animals". A su vez esta idea se explica en la oración siguiente. Es decir, cada oración es
un desarrollo de una noción de la anterior. Esto es, bajo el impulso semántico de la
oración temática cada oración hace de "madre" de la que le sigue. Christensen llama
subordinada a este tipo de secuencia.
Observemos ahora un ejemplo de secuencias coordinadas:

Párrafo con secuencia coordinada


1 This is the essence of the religious spirit––the sense of power, beauty, greatness,
truth infinitely beyond one´s own reach, but infinitely to be aspired to.
2 It invests men with a pride in a purpose and with humility in accomplishment.

266
2 It is the source of all true tolerance, for in its light all men see other men as they
see themselves, as being capable of being more than they are, and yet falling short,
inevitably, of what they can imagine human opportunities to be.
2 It is the supporter of human dignity and pride and the discover of vanity.
2 And it is the very creator of the scientific spirit; for without the aspiration to
understand and control de miracle of life, no man would have sweated in a
laboratory or tortured his brain in the exquisite search after truth.
(Dorothy Thompson, "The Education of the Heart")

El tema principal del párrafo está descrito en la oración inicial (1): "the essence of
the religious spirit". Las otras ideas en esta misma oración inicial ("sense of power",
"beauty", etc) son ilustraciones de dicho tema; ilustraciones que en la retórica inglesa
nunca desembocarían en un nuevo tema. En la oración segunda (2), que Christensen
siempre considera subordinada por ser necesariamente una explicación de la temática, el
tema principal expuesto en la oración inicial encuentra eco en el pronombre "it", en
posición de sujeto. Este pronombre vuelve a repetirse en el resto de las oraciones
también en posición de sujeto, ocasionando repeticiones y estructuras paralelas que
Christensen considera coordinadas. Sintácticamente, la inclusión de la conjunción "and"
ayudaría a identificar dichas secuencias coordinadas. Es decir, las oraciones no se
desarrollan una a partir de la otra sino que son todas "hermanas" de una misma "madre"
u oración temática. Veamos ahora un párrafo donde se mezclan ambas secuencias:

Párrafo con secuencia mixta basada en subordinación


1 The purpose of science is to describe the world in an orderly scheme or language
which we will help us look ahead.
2 We want to forecast what we can of the future behaviour of the world;
particularly we want to forecast how it would behave under several alternative
actions of our own between which we are usually trying to choose.
3 This is a very limited purpose.
4 It has nothing whatever to do with bold generalizations about the
universal workings of cause and effect.
4 It has nothing to do with cause and effect at all, or with any other
special mechanism.
4 Nothing in this purpose, which is to order the world as an aid to
decision and action, implies that the order must be of one kind rather
than another.
5 The order is what we find to work, conveniently and
instructively.

267
5 It is not something we stipulate;
It is not something we can dogmatise about.
5 It is what we find;
It is what we find useful.
(J. Bronowsky, The common sense of science)

En este párrafo la oración temática (1) presenta también una sola idea, aunque algo
más compleja, que le llevará a componer un párrafo compuesto de secuencias
subordinadas y coordinadas, con predominancia de las primeras. Como se observa, la
oración segunda (2) es subordinada a la oración temática porque desarrolla la idea de
"look ahead" con "forecast" y "future behaviour". En la oración tercera (3) también
subordinada, se relaciona lo anterior con "purpose" de la oración temática, que a su vez
se repite elaborado en las siguientes oraciones (4,4,4) coordinadas entre sí. La oración
séptima (5) desarrolla la palabra "order" de la oración anterior, recogiendo "orderly" de
la oración temática. "Order" a su vez es desarrollado en paralelo––repetición en el
pronombre "it"––en las siguientes secuencias coordinadas (5 y 5). A su vez, "actions"
and "choose", de la oración segunda, se desarrollan en la oración sexta (4). Como vemos
es un párrafo con una estructura prácticamente perfecta, sin ideas digresivas.
Veamos un último caso de lo que considera Christensen oraciones no
secuenciales o no lineales en un párrafo:

Párrafo con oraciones no secuenciales


I1 The dictionaries still say that "language is a device for communicating ideas."
I2 The semanticists and the anthropologists agree that this is a tiny,
specialized function of speech
1 Mainly, language is an instrument for action.
2 The meaning of a word or phrase is not its dictionary equivalent but the
difference its utterance brings about in a situation.
(Clide Kluckhohn)

Según Christensen las dos primeras oraciones son introductorias (I1 y I2) y no
secuenciales. La segunda oración (I2), con un sujeto diferente a la primera, se refiere con
el pronombre "this" a la expresión "communicating ideas"y sería por ello subordinada a
la anterior. Ambas oraciones, según la retórica inglesa, tendrían un contenido demasiado
general. Para Christensen, la oración tercera (1) sería la oración temática, que define al
lenguaje como un "instrument for action". Esta oración temática desarrolla a su vez una
secuencia subordinada en la oración cuarta (2) que ofrece una explicación de lo que
entiende el autor por "instrument for action."

268
V Aplicación al español escrito de estos instrumentos de análisis
Partiendo de estos conceptos de oración temática y de secuencias coordinadas,
subordinadas y digresivas, que tomaremos como instrumentos de análisis, estudiemos
algunos párrafos de escritores profesionales en español elegidos al azar. Veamos en
primer lugar un párrafo, que podríamos considerar coordinado, del artículo titulado
"Bilingüismo en España" (Tovar 1982).

1 Ello [el bilingüismo] es consecuencia de la historia, y, guste o no, hay que aceptarlo.
2D Diré, por delante, que me gusta la conservación y florecimiento de las lenguas
en sus territorios históricos, como parte de la tradición viva, que bastante
amenazada está en una época de cambio como la nuestra, para que, encima,
vayamos a imponer uniformidades destructoras.
2D Mas, para los que no gustan de la pluralidad, que no deja de ser incómoda y
de tener sus problemas, habremos de recordar que es la historia la que ha
establecido nuestro mapa lingüístico.

La oración inicial (1) presenta dos ideas dispares, algo que sería contrario al uso
normal del inglés: las consecuencias históricas de ese bilingüismo y el hecho de que esto
guste o no. Un lector inglés esperaría en primer lugar una sola idea principal y, en
cualquier caso, nunca desarrollaría la expresión parentética, "guste o no". El autor
español, sin embargo, se decide por desarrollar la idea secundaria, entre comas, que
presenta un contraste de gusto, creando un párrafo con dos secuencias coordinadas
digresivas (2D y 2D) desde el punto de vista de la retórica inglesa. La conjunción
coordinada "mas" [but] corrobora este contraste.
Por otro lado, la idea introducida en la oración inicial, la de la historia, aparece
como un eco en el párrafo, como si el autor no le concediese importancia. Además,
dentro de esta aparente estructura coordinada, el autor generaliza y emite juicios sobre
cuestiones que tienen una relación muy ambigua con la oración inicial, "que bastante
amenazada está en una época de cambio como la nuestra, para que, encima, vayamos a
imponer uniformidades destructoras" y "que no deja de ser incómoda y de tener sus
problemas" generando nuevas secuencias, ahora digresivas.
Analicemos un párrafo, que podríamos considerar "subordinado", del artículo "La
crisis cultural del mundo árabe" (Martínez Montávez 1981).

1 Nadie provisto de una mínima información y objetividad históricas, y libre de ciegos


apasionamientos viscerales puede dejar de reconocer que la árabe ha sido una de las
grandes culturas del pasado.

269
1 Nadie así pertrechado intelectualmente debiera negar, asímismo, que se trata también
de una cultura dotada de valores universales, aunque profundamente genuina y
singular.
2 Desde esta perspectiva de interpretación pueden admitirse sin forzamiento, y
relacionarse de forma estructurada y dialéctica, esos dos grandes campos de
hallazgos y valores renunciando a estériles falaces planteamientos parciales o
extremistas, que con frecuencia gozan de mayor difusión.
3D Porque lamentablemente esa tónica del más variado parcialismo o
extremismo ha sido habitualmente mantenida en la mayor parte de las
interpretaciones que de la cultura árabe se han hecho, y nombres
sumamente ilustrativos cabría mencionar al respecto, y de muy distinto
origen, formación y tendencia.
4D Tal carencia de la más simple metodología científica,
naturalmente––aunque a veces disfrazada de pseudo–ciencia––
llega a todos, árabes y no–árabes.

Como vemos, hay dos oraciones iniciales (1 y 1) en el párrafo que por su


paralelismo–– repetición de "nadie"––se pueden considerar coordinadas. En la primera
hay tres temas amplios, en cursiva, que el escritor parece que se propone desarrollar:

1. información y objetividad históricas


2. libre de ciegos apasionamientos viscerales
3. una de las grandes culturas del pasado

De nuevo un lector inglés esperaría un solo tema, o quizás el desarrollo del tercero,
el más importante––que suele colocarse al final de la oración temática––y aguardaría un
análisis contrastivo con otras culturas. Sin embargo, en la segunda oración inicial,
coordinada con la primera, se redefinen y matizan la primera y la tercera, también en
cursiva.

1.1 pertrechado intelectualmente


3.1 valores universales, aunque profundamente genuina y singular

En la tercera oración (2) se desarrollan las ideas 1.1 y 3.1, pero también la 2 y por
lo tanto se podría considerar como subordinada a la anterior:

1.2/3.2/2.1/ dos grandes campos de hallazgos y valores renunciando a estériles


falaces planteamientos parciales o extremistas

270
Esta oración termina con una oración de relativo––"que con frecuencia gozan de
mayor difusión"––que tiene poca relación con los temas principales propuestos; sin
embargo, el escritor hace desembocar por ahí el flujo de sus pensamientos, y a partir de
esta idea, indicando causalidad con un "porque", crea otra secuencia subordinada (3D) en
clara digresión respecto a los elementos principales que se proponía desarrollar. En esta
oración, la más extensa del párrafo, el escritor se extiende a su gusto recogiendo ciertos
elementos anteriores, pero discutiendo esos "falaces planteamientos parciales o
extremistas." Esta secuencia crea a su vez otra subordinada (4D), donde al final ya no se
habla de árabes sino de no–árabes también. El escritor deja volar su imaginación y parece
olvidarse del tema que estaba tratando.
Analicemos un último párrafo,"subordinado", en este caso de Carlos Gortari
(1981), de su artículo titulado "La televisión como cultura":

1 La consideración cultural de los medios respecto a su carácter instrumental tiene una


zona fronteriza en los llamados "programas informativos", que participan de la
naturaleza que de los mismos se demandan: han de ser espacios instrumentales, que
buscan, al cabo, una especial formación del espectador.
2D Por eso, los medios son concebidos, en el preámbulo de los principios básicos
de programación aprobados por el Consejo de Administración del Ente Público
Radiotelevisión Española, como corolario del Estatuto de la Radio y la Televisión
y de la propia Constitución, como vehículos esenciales de información y
participación política de los ciudadanos, de formación de la opinión pública, así
como medio capital para contribuir a que la libertad y la igualdad sean reales y
efectivas.
3D Y se les exige [a los medios] una especial atención a la protección de
los marginados (entendida en el sentido de que tengan voz) y a la no
discriminación de la mujer.

En la compleja oración inicial (1), el autor parece establecer la tesis de que los
programas informativos son fronterizos entre los programas formadores e
instrumentales. Pero en la segunda oración (2D) desarrolla una idea que era simplemente
parte de una frase preposicional "de los medios" en la primera oración, ofreciendo
abundancia extrema de datos de su concepción que no tienen nada que ver con la tesis
inicial, y es por tanto digresiva. En la tercera oración (3D), continúa elaborando esa
misma idea digresiva e incluso añade asuntos tan dispares como la protección de los
marginados y la no discriminación de la mujer. Obviamente se ha dejado llevar como en

271
el caso de los anteriores autores por el flujo de sus pensamientos, que intenta relacionar
con la oración inicial con las conjunciones "por eso" e "y".

VI Conclusiones.

No es posible ofrecer, con los límites que impone un artículo, una explicación más
extensa y detallada de temas tan amplios como la diferencia entre las retóricas del inglés
y del español a nivel del párrafo y sus indudables consecuencias al ensayo completo. Sin
embargo, los párrafos analizados en español, con el trasfondo de los párrafos en inglés
ofrecidos por Chistensen, muestran la diferencia entre las retóricas del inglés y el
español. Es evidente que los escritores profesionales españoles no comparten la
linealidad conceptual de sus colegas ingleses. Esto corrobora inicialmente lo que Kaplan
había ya establecido para sus alumnos hispanos y en general para las lenguas romances.
Pero a partir de aquí habría que considerar dos puntos importantes que destacan
en este estudio y que pueden dar luz para una investigación más profunda en el tema: en
primer lugar que el escritor español, al no sentirse coaccionado por la oración temática
inicial y mucho menos por el sentido de una idea regidora del párrafo, se encuentra libre
para dejar recrearse tanto a su conocimiento como imaginación en párrafos que podrían
generar no sólo otros párrafos con temas nuevos, sino ensayos, incluso libros
completos. Al hacerlo así, las secuencias coordinadas y subordinadas son de diferente
naturaleza, menos metódicas y más ricas en contenido, provocando, desde el punto de
vista lineal del inglés, la digresión. Desde esta perspectiva propondría un nuevo diagrama
para representar a la retórica del español:

Este diagrama no partiría de un punto particular como el de Kaplan, sino que


recorrería mayor espacio dentro de una supuesta primera línea por la tendencia a la
introducción de multiplicidad de ideas en la oración inicial. Esto provocaría líneas más
quebradas que no acabarían en un punto sino en una línea completa. Con su diagrama,
Kaplan sugiere que el escritor español vuelve, tras las digresiones, al punto particular
que se propuso, pero en mi opinión, el escritor acaba el párrafo y, por lógica, el ensayo

272
completo con una idea que es la acumulación de todas sus disquisiciones tanto a nivel
abstracto como emocional: el yo del escritor sumado a todo su esfuerzo intelectivo.

VII Consecuencias para la enseñanza del inglés escrito.

Esta diferencia de retórica es sin duda la razón por la que estudiantes españoles
que ya tienen un dominio de las estructuras sintácticas del inglés encuentren tanta
dificultad al componer adecuadamente un párrafo en esta segunda lengua. Se desprende
de este estudio contrastivo que hay que enseñar la retórica especial del párrafo inglés. Es
decir su linealidad y sus componentes principales, la oración inicial temática, idea
regidora y la gramática especial del párrafo inglés con sus secuencias coordinadas y
subordinadas. Esto eliminaría la tendencia a la digresión del estudiante español.
Si el párrafo está dentro de un ensayo, se podría articular un diagrama en el que la
primera oración plantease una única idea inicial. La segunda oración siempre sería
subordinada puesto que sería más específica que la principal. Las siguientes serían o
coordinadas o subordinadas. Semánticamente sería un diagrama en forma de escalera para
la estructura subordinada, yendo de lo más general a lo más específico, y de "T" para la
estructura coordinada, donde a partir de la primera oración, se desarrollarían estructuras
paralelas con el mismo nivel semántico.

Párrafo subordinado
1 Oración temática (una sola idea)
2. nivel semántico inferior a la anterior
3 nivel semántico inferior a la anterior
4 nivel semántico inferior a la anterior

Párrafo coordinado
1 Oración temática (una sola idea)
2. nivel semántico inferior a la anterior
2. mismo nivel semántico que la anterior
2. mismo nivel semántico que la anterior

O también se podría enseñar el tipo de párrafo mixto basado en secuencias


subordinadas o coordinadas, aunque haría falta un nuevo artículo para explicar con
mayor claridad estos puntos.

273
Bibliografía.

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274

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