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Índice
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5.1.3. Tópicas freudianas: Inconsciente-Preconsciente-Consciente (Icc, Prcc,
5.1.4. El lugar de la madre en tanto Función Materna como fundante del aparato
a la función materna.……………………………………………………….….49
4
5.3.2. La psicosis como fracaso en la constitución psíquica Jaques Lacan y Co-
lette Soler………………………………………………………………………69
5
1.- Resumen ejecutivo
pregunta son Sigmund Freud, Jacques Lacan, Piera Aulagnier y Colette Soler.
lette Soler.
Éste recorrido concluye con la rectificación del Otro, abriendo la pregunta por
6
2.- Introducción y antecedentes de la investigación
sistemático del surgimiento del psiquismo infantil y a los aspectos que de ello
primer lugar, dentro de los aportes del psicoanálisis otorgados por Sigmund
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función materna tiene dentro de la estructuración psíquica temprana. De este
del recién nacido, en que la función materna actúa de vehículo para la experien-
por tanto a partir de dicha instancia que el recién nacido logra vivenciar la expe-
pérdida de esta experiencia que opera como inscripción del momento marcato-
rio hace alucinar al bebé haciendo otra vez necesaria la aparición de la función
materna; auxilio ajeno, en una acción específica pero distinta de la anterior que
función materna necesaria y fundante para la vida del bebé, caracterizada por la
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falta de diferenciación yo-no yo, situación que acontece posteriormente con el
del niño. En este sentido es el lugar de la madre nutricia la que proveerá y será
objeto de las pulsiones sexuales del pequeño, aquello que actuará de fundamen-
partir de las funciones específicas que realiza en su interacción con el niño, tan-
para el bebé.
Por otra parte, considerando la obra de Jacques Lacan, podemos señalar que su
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su papel de significante simbólico. Por tanto, Lacan expresará que la estructura
hay tres modalidades bajo las cuales se presentan las nociones relativas al
objeto. Estas son, como objeto perdido, objeto que siempre interviene en la
objeto una profunda tensión, de tal forma, que lo que se busca no se busca al
bien una tercera forma de hablar de él, siempre que está en juego la ambi-
se hace objeto para el otro, cuando hay cierto tipo de relaciones en las cuales la
Así mismo en el seminario XIV “La lógica del fantasma” (1966) Lacan señala
Por otro lado, siguiendo la corriente del psicoanálisis Francés Piera Aulagnier,
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mentos y presencias fundantes de lo psíquico del infans, destacando la función
deviene el fracaso.
“rectificación del Otro” para denotar las implicancias que en la escena analítica
tiene lugar desde la alteridad desde lo simbólico y que hacen posible la clínica
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sistematizar aquellos conceptos que para el psicoanálisis dan lugar y por tanto
del niño? y ¿De qué manera dichas experiencias serían determinantes para
man la base para que la constitución psíquica del niño se instale de forma exito-
sa o pueda fracasar. Para ello, el estudio recogió instancias y conceptos que dan
12
2.3.- Relevancia de la Investigación
3. Objetivos
13
3.2.- Objetivos Específicos
textos específicos.
temprana.
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4. Marco metodológico
primarias.
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4.1.- Ejes Temáticos
y Piera Aulagnier.
Este eje da cuenta del gran aporte realizado por S. Freud a la instancia
Súper-yo.
1.4 El lugar de la madre en tanto Función Materna como fundante del apa-
Jacques Lacan
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2.1 Los aportes de Lacan en torno a la constitución psíquica temprana li-
Colette Soler:
Colette Soler.
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4.2.- Fuentes
a. Fuentes primarias
18
(1946)
(1956)
J México 2001
(1956-
57)
(1957-
58)
Lacan, Seminario XIV “La lógica del fantasma”; Eje 2 subtema 2.1
J. Versión electrónica
(1966) http://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.1.6.
5%20CLASE-05%20%20S14.pdf
19
(1991)
b. Fuentes secundarias
y Rosi-
ne
Ponta-
lis, J.
20
(1996)
Autor Título
21
Lacan. J. (1956) Seminario III “ Las psicosis”
Autor Título
(1975)
Autor Título
talis, J. (1996)
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Filman, V. (2008) Tesis de investigación “Lo materno, función y registro:
damento de lo psíquico”
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5. Desarrollo Teórico
trar (el pecho materno), desde aquella primera experiencia, es decir, que el ob-
real.
Lacan señala que ligado al primer tiempo de vida, el bebé estaría vinculado a
experiencia del sujeto. Destacando que existiría un rol transformador del signi-
do paso a la demanda.
Puesto que para él, la demanda aquello que “pasa” desde la necesidad, por
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se muestran ligadas a la función materna en tanto Otro por medio de un signifi-
cante.
de lo simbólico materno.
Desde luego, la función materna, como se verá, constituye una alteridad que
cionales.
25
Siguiendo esta línea, es dicha operación de alteridad, en donde el lugar de la
elección de objeto.
intentaran problematizar para reflexionar; cómo se dan y cuales son los alcan-
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como fracaso cuando la respuesta materna o la falta de ella, su presencia o su
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la relación libidinal con la realidad que se encuentra mediatizado principalmen-
Así, y con todo lo ya dicho esta investigación planteará una sistematización que
materna determinante configuradora del aparato psíquico del bebé en tanto di-
llo que vincula la posterior posibilidad del lenguaje en el niño tanto para su
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Capítulo I: Función materna en la constitución psíquica temprana: Sig-
Este capítulo pretende dar cuenta del gran aporte realizado por Sigmund Freud
de Piera Aulagnier, autora que otorga una nueva forma de pensar la cuestión del
realiza una serie de investigaciones que permiten dar cuenta de los hallazgos
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mas neuronales, en los cuales enfatiza la reacción de éstos frente a los efectos
ambientales.
El sistema neuronal definido por Freud tenía dos funciones. Primero recoger
estímulos ambientales, para luego descargar las excitaciones, que ello producía
var que existe la necesidad de descarga del organismo - de una neurona-, una
interacción con el mundo exterior, un llamado que pide socorro de una necesi-
dad o malestar. Ésta acción, este llamado no podría existir por sí solo, sino que
en relación con lo otro, con lo nombrado por Freud como acción específica, en
definidos.
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Esta acción específica, al comienzo de la vida humana, no puede llevarse a ca-
turación del aparato psíquico. En este tránsito, Freud introdujo también el con-
das a las huellas mnémicas, dando sustento teórico a las investiduras objetales
abstraídas de los estados de deseo y las vivencias de dolor, de las cuales resul-
mo daría por resultado librar las investiduras por caminos satisfactorios asocia-
das a los estados de deseo a modo de atracción -cargados con montos de afec-
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éste, que rehusa a mantener investida la huella mnémica hostil. Cuestión que
en su teoría sobre las inscripciones que van constituyendo el psiquismo del in-
por una meta específica, cuestión que acerca a las teorías metapsicológicas pos-
como tópicas, permiten una mirada constitutiva del individuo, mirada necesaria
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Freud advierte mediante sus investigaciones y su técnica analítica ciertos esta-
dos y actos de los individuos que lo llevan a pensar que el sujeto se encuentra
mientos que dan forma a lo psíquico. Para Freud, en su intento por establecer
nes sobre la base de que fueran o no fueran conscientes formula una primera
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Ahora bien, existe un intercambio de las instancias psíquicas señaladas, en que
Freud advierte como dinámicas en el plano del inconsciente, debido a que man-
sustitutivas o bien como síntomas, que pasan por una segunda censura, propia
piedad del Icc, mientras que aquella imagen deviniendo consciente, atravesada
das, por otras de organización más altas dando cuenta del proceso secundario.
forma a través de una experiencia que desconoce pero le afecta como si la co-
nociese. Así se puede decir que el inconsciente constituye una instancia inevi-
table en los procesos que fundan la actividad psíquica del sujeto. Es preciso
está determinado por otros fenómenos que fueron precedidos, y esta conexión o
discontinuidad alguna.
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Posteriormente Freud propuso una nueva teoría con respecto a los sistemas
cual pretende dar cuenta de una estructura particular del aparato psíquico, en
donde gran parte de lo que allí opera -sin delimitación anatómica-, será de or-
den inconsciente.
dad del aparato psíquico desde el nacimiento haciendo que esta instancia estruc-
interacción, es decir que sería dese dicha instancia mediante la cual se actúa, y
dos de obtener el máximo placer posible y una defensa adecuada capaz de pro-
teger al Yo.
cultura, así como también las aspiraciones ideales. Dicha instancia surgiría en el
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lo largo de la vida a la actividad yoica, de este modo y para sintetizar dicho
sente en el Ello.
Con esta tópica estructural Freud organiza los procesos y contenidos mentales
lugar de la madre en tanto función estructurante del psiquismo del niño. En este
ción materna.
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lidad. Esta función fue elaborada teóricamente en los escritos de Freud desde
una perspectiva dual, nutricia y vital para la cría recién nacida. Desde entonces
quica está compuesta por tres modos de funcionamiento, que -a su vez- definen
tres tipos de representación, tres procesos y tres espacios que se suceden tempo-
Aulagnier señala que existe un primer tiempo, una situación psíquica originaria,
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estado al que Freud llamó autoerótico. En dicho momento la cría experimenta la
El mundo exterior en esta primera época no está investido con interés, y es indi-
tero, lo que no quiere decir que la cría se satisface en sí misma, sino que
Pictograma, el cual actúa -al igual que en Freud- configurando la etapa inaugu-
ral del psiquismo temprano. La autora lo señala como el tiempo donde no hay
nimiento subjetivo. Esta vivencia de, aquel encuentro, se genera, para ambos
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En Freud, esta instancia, conocida como la primera experiencia de satisfacción
que vivencia el recién nacido, está constituida gracias a otro. Esta instancia otra
1999. p. 38)
El pecho de la madre, esa parte del cuerpo de un otro, aparece para este recién
nacido como un fragmento de mundo que es, al mismo tiempo, audible, visible,
sibles.
freudiano, es que ocurre lo que le permite asegurar que existe una relación de
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identidad recíproca entre el espacio psíquico y el espacio exterior a la psique.
tada por la necesidad (del orden de lo orgánico), el objeto que calma y satisface
tres elementos mencionados, a decir: zona corporal, objeto y placer, surge una
huella, una marca psíquica altamente catectizada que queda grabada en el in-
taria.
sin algo que motive su llamado, y otro que antecede y acuda en respuesta, y es a
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interpretación de la madre en relación con el conjunto de las manifestaciones
vivenciales del infans, que son pues, indispensable” (Aulagnier, 1999 p. 131).
agente de esta violencia primaria es un deseo que desea, por medio de un dis-
de la cría, sumado a poder ser reconocida por éste como la única dispensadora
acción motivados en el deseo del que lo impone, pero que se apoyan en un ob-
1999. p. 36 )
Por tanto, y retomando a Freud, cada vez que surja un aumento de displacer -o
bien de necesidad-, siempre, el recién nacido, se dirigirá a ese otro que, prime-
ramente, lo auxilia.
término alucinación para referir que el recién nacido al no tener para sí el pecho
materno, lo alucina, lo desea. Aulagnier describe, para estos efectos, que la ac-
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tividad de representación requiere de la existencia y presencia de objetos que
táctiles, entre otras) ausente, que asimismo componen la realidad psíquica para
Freud.
por cuanto necesita el alimento para mantenerse con vida, hecho que incita la
De este modo, es a partir de la acción específica -símil del discurso materno que
otro que advierte el estado de la cría, procurando auxilio ajeno, que provee a la
objeto sería la de un objeto que se pretende volver a encontrar -el pecho mater-
no-, desde aquella primera experiencia, es decir, que el objeto se desea, se alu-
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cina, como se mencionó anteriormente, en el orden de una sustitución, en don-
descrita no sea percibida como tal, sino más bien, como la apariencia de lo ne-
cesario.
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Con todo, esta tendencia y separación yo-mundo originaria, tenderá a desapare-
la función materna, objetos que la cría inviste e introyecta. Este proceso es lle-
vado a cabo con éxito siempre y cuando éstos sean fuente de placer -o fuente
individuo está operando bajo la doctrina del principio del placer, lo que quiere
decir que está regulada por la dualidad sensorial placer/displacer y éstas están
por lo que se incorpora, como fuente de placer, o bien por lo que se repulsa a
oscilación continua entre dos formas elementales de la actividad, a las que de-
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Se puede decir a partir de lo anterior que la autora concibe la actividad psíquica
gunda antítesis amor-odio, las cuales son representaciones afectivas que se pro-
que aspira su satisfacción, punto que, ligado a los juegos pulsionales, se descri-
be posteriormente.
45
encargada de inscribir las pulsiones en la cría, y que devienen de ésta, en su rol
cer de la cría con la psique y el cuerpo materno -o bien con el otro que lo auxi-
lia-.en donde se le informaría las cualidades del objeto que serían causa de
afecto, los cuales, por medio de las funciones del cuerpo son erogeneizados.
(Freud, 1914)
conservación de la vida, está excedida por una necesidad otra de la psique para
corporal, en tanto se trata de una necesidad de la psique. Tan relevante es, que
de no estar para el infans, éste “puede decidir” -pone entre comillas Aulagnier-
titución psíquica. Se puede encontrar una vinculación fundante ligada a las ins-
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necesidad, el estímulo pulsional y la satisfacción la que vendrá a calmar este
nismo primitivo puede obviar los estímulos externos, no así las necesidades
sexualidad. La pulsiones, están definidas por Freud tanto meta, objeto o fuente
donde se van desprendiendo con el tiempo, quedando de igual manera una parte
del juego pulsional es la diferencia entre los deseos del infans y de la madre. En
lo primario se comprueba que este deseo del Otro le concierne. De esta manera
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la psiquis se reconoce como fuente de deseo y no sólo como receptor pasivo de
respuesta.
que cumple con las exigencias de la represión. El infans, por su parte, recibe
en sí), sino que lo hace sobre la realidad tal como la define el discurso. Lo que
rio.
nen a instalar un primer freno al principio del placer por un lado, y por otro uno
de los más difíciles de soslayar: no somos uno, sino que existe un otro y, por
ende, existe una pugna entre dos deseos. Se está hablando del tiempo en que la
por lo originario y sometido al principio del placer por lo primario, pero reco-
noce que todo objeto que tiene acceso a la psiquis está modelado por éste. Por
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esto, es que la función de prótesis de la psique materna permite que la psique de
la cría recién nacida se encuentre con una realidad ya modelada por su actividad
Este capítulo procura ahondar en los aportes entregados por Jacques Lacan en
derando que son estos elementos aquellos que permiten el anclaje teórico nece-
49
antelación que la constitución psíquica ha significado para el psicoanálisis un
otorga importancia al mundo del inconsciente. Freud a partir de los “Tres ensa-
yos sobre una teoría sexual” (1905) instauró la idea de una pulsión sexual origi-
naria presente desde el nacimiento, que daría origen a las sensaciones eróticas y
de puente entre las demandas vitales del niño y el advenimiento del psiquismo.
50
Así la función materna constituye un papel fundamental en la fundación de lo
integridad.
para Lacan, la encargada de realizar el pasaje del Nombre del Padre, pero, dado
que por su complejidad, éste registro no puede inscribirse por sí solo debiendo
ser transmitido a partir del deseo materno. Este deseo involucra al niño en la
Lacan en sintonía con Freud considera que la constitución psíquica del niño
ejecute la función materna, ya que, bajo este modelo se presentan las nociones
51
ni de desprenderse del objeto. Siendo la función materna, asumida como el
Ahora bien, ¿en qué sentido la relación de objeto, hace necesaria la función
diatizada por una demanda, y por lo tanto, se experimenta como goce, porque
tergarlo.
52
Lacan entiende que tanto el principio del placer como el principio de realidad
dimiento de su falta, tanto en Freud como en Lacan, pues por un lado, se trata
búsqueda permanente, y por otro, del objeto siempre alucinado -realidad angus-
tiante-, en tanto necesita ser atrapado en la medida que implica un placer prima-
de la cría.
través de la ley primordial del padre que involucra la castración y que en Lacan
temprana es que la cría encuentra un lugar en el Otro y que pueda, por tanto,
debe ser para otro un objeto de deseo. Este recorrido, señala los elementos ne-
53
cesarios de la constitución psíquica y en este sentido se puede suponer que la
función materna es el vehículo transmisor del deseo en tanto permite que, -aún
paso a la demanda. Así en palabras de Lacan “es la demanda aquello que “pasa”
Como ya fue señalado, el sujeto para Freud, es un ser escindido entre un cons-
técnica, se interese por el descubrimiento del inconsciente a través del decir del
sujeto, desde luego, para Freud la escucha del analista es quien puede dar cuen-
54
Lacan modifica la teoría del signo de Saussure, otorgando un predominio al
lenguaje1.
curso del ser hablante gracias a la acción del significante. Planteando que signi-
ficante y significado son instancias distintas separadas por un corte que resiste
la significación.
Ahora bien, Lacan propone -desde la lógica del proceso primario de Freud- que
como desplazamiento y condensación, y que debido a que los efectos del in-
metáfora y la metonimia.
1
Graiño Carlos, “Teoría, clínica y práctica en psicoanálisis” Ed. Letra Viva,
Argentina 2007. Pág 28.
55
El sujeto para ser, antes de reconocerse como ser y para reconocerse como un
seo fálico. El deseo de la madre es entonces para Lacan, una paradoja, ya que
por una parte, consigna a la cría como objeto de su deseo para asegurar su exis-
tencia como sujeto y al mismo tiempo, lo separa para conservar la distancia que
evita el riesgo de que el niño sea devorado por ese gran Otro materno.
padre en Freud adviene como aquel que interviene en la relación diádica madre-
relación con el objeto, tendrá entonces como base la relación fusionada madre-
56
hijo que ya fue señalada como una relación conflictiva y que debe resolverse
ción, opera según Lacan como padre simbólico, es decir, por identificación sus-
que en Freud, el Complejo de Edipo es la relación del niño con el falo, por tan-
Esta metáfora Paterna instaura el significante del Nombre del Padre, el lugar de
la ley desde lo simbólico que opera en lo real, ordenando la escena edípica. Así,
57
materno” (Lacan, 1956 p. 179). Donde la metáfora por identificación, resultara
sujeto asegurar su existencia, pues impone tanto para el niño como para la ma-
alucinación de que hay significante, que es algo y que por tanto, no falta. En
este sentido y a partir de Lacan, la falta de objeto se relaciona con el falo, per-
medio de la ausencia real que alude la falta del objeto, entendiendo el falo como
58
implica que el niño tenga otra versión, además de la versión materna para res-
datos de alguien más, alguien más que interpreta los hechos y las cosas que
suceden. Esto permite que el sujeto se posicione como en una especie de entre
dos, facilitando lugar para no quedar obturado por una sola versión, haciendo
surgir el pensamiento.
niño corre el riesgo de ser devorado por este Otro materno, instancia en la cual
la figura del padre a través de la prohibición paterna será aquello que permite al
sujeto asegurar su existencia, pues impone tanto para el niño como para la ma-
dre una distancia simbólica que se logra mediante la inclusión del padre en la
Con lo anterior y para concluir se entiende que por medio de la supresión del
castración en la posibilidad del sentido. Hay falta en la madre y por eso el hijo
59
que marca un vacío constitutivo en el sujeto a través de la transmisión de la ley
que otorga el padre, dando lugar al orden social y en este sentido su papel
desempeña una doble función; por una parte, prohibir el incesto y por otra, po-
sibilitar el deseo.
siendo el falo para satisfacer el deseo de esta madre, instaurandose aquí la alie-
nación del sujeto al deseo del Otro debido a que es el deseo de la madre el que
aquello que permite que el padre entre en escena. El hijo cree que el padre es el
Lacan en su texto “Los nombres del padre” (1953) interroga sobre aquellas ex-
60
periencias que aportan a los sujetos las mas profundas transformaciones dentro
Desde luego, el registro que aquí importa no esta en apariencia ligado a los rit-
mos orgánicos fijos, aunque determine una buena parte de los mismo. Lacan
señala que la categoría conceptual donde se inscriben este tipo de objetos que
tivo. (Lacan 1953) De este modo, se puede decir que el Yo se construye, enton-
ces, a partir de una imagen externa, lo cual implica que la identidad nos es dada
crita.
2
Lacan utiliza el término "lo imaginario" para referirse al registro en que tiene lugar esta identificación.
61
Así se plantea que “un comportamiento puede volverse imaginario cuando su
vuelven capaz de desplazarse fuera del ciclo que asegura la satisfacción de una
inconciente opera con estructuras y reglas análogas a las del lenguaje. Para este
modelo, el lenguaje se conforma por los elementos constitutivos del signo: sig-
que se genera en función de las identificaciones externa que el niño recibe del
62
significación, lo que está fuera del orden simbólico o aquello excluido que por
lo mismo, constituye una dimensión que no es posible situar. Con todo, estos
tres registros, muestran que la necesidad primordial instintual está perdida por
habitar el lenguaje.
Colette Soler
tales, ligadas a la función materna, en tanto matriz simbólica las que permiten
pensar cómo se dan y cuales son los alcances del fracaso de inscripciones liga-
63
das a dicha función. Dichas experiencias pudiendo ser insuficientes para las
capítulo tercero, en donde, para dicho cometido se toman aspectos de las inves-
Como se puede precisar la diferencia entre neurosis y psicosis tiene dos pers-
otro, una madre que desea tener un hijo y lo engendra. Freud al referirse al de-
seo del otro, no habla del instinto maternal, sino del deseo fálico. No obstante -
dad de ley.
64
Como ya se advirtió la importancia de las experiencias proveniente de la
psíquico, la función materna adquiere relevancia. Lacan señala que quedan sus-
65
sus reorganizaciones y reestructuraciones, como en sus desorganizaciones y
desestructuraciones.
can, 1955-56)
cia originaria), ya porta para la cría una carga simbólica, por cuanto, existen
mo de la forclusión.
66
El mecanismo por excelencia de la experiencia psicótica, entonces es la for-
Freud, el exterior por el interior, (Lacan, 1955-56.) señalando que aquello que
Ahora bien, para poder comprender lo anterior, para Lacan la realidad está sos-
67
parte, este mecanismo llamado desplazamiento que pertenece a la articulación
metonímica (sustitución de algo que se trata de nombrar), base para que inter-
venga la metáfora. Por otro, la condensación en Freud, explica que para que
pueda nacer el lenguaje debe ser tomado en su conjunto, y para que dicha
operación sea posible debe ser tomado primero por el lado del significante, ya
Ligado a lo anterior, a ese algo que falta en relación al significante, existe otro
tigación, la distinción que sirve de trama a todo aquello que estructura, el otro -
del espejo, el semejante, mientras que el Otro -con mayúscula- es aquel que nos
dirigimos más allá de ese semejante, aquel que admitimos más allá del espejo,
ese que acepta o rechaza, aquel al que siempre nos dirigimos. (Lacan, 1955-56)
68
toerotismo -explicada en el capítulo primero- es decir en la llegada al mundo de
la cría, el objeto no existe. Lacan dirá sin titubeos que existen toda clase de ob-
-con mayúscula- estando desde los inicios allá afuera, mientras que para la mi-
can la invasión del significante que se le denomina, propósito final del presente
apartado, la psicosis.
Colette Soler
ta dicha función, como lugar simbólico del deseo, es lo que posibilita el des-
69
instancia que se permite tomando como modelo al otro -con minúscula-. Lacan
advierte que la alineación es radical, por cuanto existe una desposesión primiti-
va del significante, un agujero que se siente, que el sujeto tendrá que cargar de
por vida. Freud por su parte y acorde con lo anterior, refiere que en la psicosis
to, lo que produce el ingreso al campo del deseo, al campo de las relaciones
cado. Cuando lo anterior no puede llevarse a cabo, por cuanto no existe material
70
Por otro lado, Lacan leyendo a Freud, dirá que éste al pensar el psiquismo
te, los presenta en el sistema de defensa, por cuanto, los registros anteriores
fenómenos que se producen del paso de un registro a otro, pero que, en palabras
monio encubierto que hay que descifrar. El psicótico está fijado, en una
el delirio falta el otro, dirá Lacan, en una especie de “más allá interior”. (Lacan,
1955-56, p. 178).
nes del orden simbólico, -como los neuróticos-, sino, Freud lo explica, como un
ambas estructuras.
71
Ahora, con lo anterior, los mecanismo relacionados a la negación, Freud los
una organización anterior del lenguaje (referido a una organización de las insta-
que “no se trataría de la relación del sujeto con un lazo significado en el seno de
relación imaginaria ya nada puede ser dado, y segundo una puesta en escena
72
en aquel intento, el psicótico, que se encuentra trastocado en relación a la pues-
razón, como una pérdida del criterio de realidad, una realidad que aparta al su-
jeto del lazo social, y por lo tanto no es comprendida ni compartida por el otro,
razón para vivir. El sujeto psicótico queda frente al otro en una situación de
indefensión. Lo mortífero del otro no puede frenar, este debe servir al goce. Así
Colette Soler en su obra “Estudios sobre la psicosis (2007)” señala que el tra-
73
lidad. Como se observa, el psicoanálisis trabaja la psicosis sosteniendo un
riencia. El otro habita un delirio y esto es una realidad que aparta al sujeto del
lazo social, por tanto se trata de una realidad no comprendida ni compartida por
mienzo de todo está el otro, una madre que desea tener un hijo.
nal, sino al modo de una posesión. Freud dice que el otro desea el falo, y no
cualquier falo, sino el falo que no tiene, porque no le fue dado. No obstante, en
psicosis es trabajada a partir del delirio, en tanto es el propio sujeto quien toma
que Lacan denomina eficacia del sujeto. Soler, interroga la posibilidad de que
74
Para Lacan la enfermedad y el tratamiento son distintos. Dice que aprehende-
mos la lógica de este retorno en lo real si se advierte que hay una solidaridad
ésta siga siendo así, como en Freud, una enfermedad de la libido. (Soler, 2007)
Un enfoque metódico revela que estos virajes inesperados son efectos de la re-
(Soler 2007)
75
Se dice entonces que civilizar la cosa por lo simbólico es también la senda de
curren a lo simbólico sino que proceden a una operación real sobre lo real del
dad, en cuanto no duda de que lo real que se presenta es al mismo tiempo racio-
nal. Rosine Lefort la analista que inspira la obra de Soler, es para este niño “no
un saber cerebral” como Flesching para Scheber, sino al contrario “una oferta
demanda. Que puede ser interpretado como una demanda, por la cual el sujeto
Ahora bien, si esto no puede constituirse como una demanda, ¿qué es aquello
cia será para Soler el “inter” que entre el niño y la analista, se interpone como
Este saber será en el caso del análisis de Rosine a Roberto, el niño loco
76
que puede ser nombrado, este nombramiento no se trata de un significante suje-
Ahora bien, Soler cuestiona el poder simbolizador de las palabras que implican
una elisión en lo real, señalando que hay ciertas palabras, enunciadas en el niño
como “mamá” que ante el vacío no son sino el significante de la pérdida real de
De modo que, el saber que opera en lo real sea el de una negativización que
permita instalar una dialéctica. Cuya lógica se expresa en que al no haber falta
del otro, al no haber significante del falo, se puede saturar el agujero real. (Soler
2007)
Soler ve en Rosine Lefort una oferta de rectificación del Otro, como una
no se está apostando al más allá del padre. Es decir, no quiere ser la madre sino
77
función materna, es no serlo, dejando las posibilidades a que sea el vehículo del
la analista asume es la rectificación del Otro, para introducir otro en el que fun-
Así se puede afirmar que se construye una suerte de “Otro a medida” capaz de
suplir las carencias simbólicas de las que sufrió el niño, que habiendo perdido
todo de su madre no podía perderla realmente. Así este Otro rectificado perso-
78
6.- Discusión y reflexiones finales
central de investigación.
de respuesta futura. Tanto para la fundación del psiquismo infantil como para
nutricia y vital para el recién nacido. Noción que con el surgimiento del psicoa-
79
ces la relación madre-niño definió los elementos constitutivos de un psiquismo
la función materna.
bebé estaría constituida gracias a un otro, otro, que para Freud constituye la
demanda y la permita. pero, ¿cómo se dan y cuales son los alcances de las dis-
pensable para el niño pero que al mismo tiempo, puede verse objeto de ésta.
80
De esta manera si la primera vivencia de satisfacción deviene para la cría con la
facción sin otro que acuda en respuesta, y sin algo que motive su llamado.
dernos que este deviene, en tanto falta, cuando la madre en tanto Otro no satis-
función materna-, que lo auxilia, , desde donde el bebé puede constituir psi-
Freud introduce el término alucinación para referir que el bebé cuando no en-
tenerse debido a que el recién nacido no logra satisfacer sus necesidades a partir
vida, hecho que incita la manifestación de las necesidades del bebé a través del
81
Es desde ahí, por ejemplo, que Aulagnier dice que la posibilidad de que la zo-
tes a la cría, algo que instituye dejando huellas altamente catectizadas en el apa-
Otro modo -en tanto exceso- es la llamada por la autora violencia primaria, ex-
ceso de violencia en este tiempo es que el niño piense (hoy y siempre) lo que la
madre quiere que piense. Opera un poder-saber materno que sólo legitimará las
pensabilidad permanentemente.
delirio. Así, la relación de la madre con la actividad del pensar del niño necesita
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que la madre no olvide que no estará en el futuro de su hijo. Debe aceptar que
nimiento subjetivo del individuo las experiencias ligadas a este vinculo. La sub-
tran desde el inicio marcada por una doble exigencia, debe, por una parte, sal-
historia del psiquismo infantil dependan de sí mismo? queda claro que no.
Si por una parte, y asumiendo lo antes señalado, abogando por los elementos a
que una falla en el lugar de la madre incapaz de metabolizar las ansiedades del
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Pero se suma un elemento, una terceridad, un otro en tanto función que encarna
posibilidad del ingreso al mundo del lenguaje para la inserción a la cultura. En-
Con esto cabe preguntarse ¿Cuáles son las formas posibles que se proponen
riores de reconexión objetal. Propone que se trata de una patología cuya salida
delirio, sino entrar en esa otra-realidad del orden marginado, para descifrar jus-
tamente esa transformación. Ese otro modo de ser del orden hegemónico, de lo
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Así y con el propósito de abrir una reflexión hacia el tratamiento de lo que se
Que sirva de sustituto del Otro, otro originario de la constitución en que el suje-
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7.- Bibliografía
Freud, S. (1901); “La interpretación de los sueños”; Obras completas, Vol. VII;
Lacan, J. (1966); Seminario XIV “La lógica del fantasma”; Versión electrónica
http://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.1.6.5%20CLASE-05%20%20S14.pdf
Lacan, J. (1956); Seminario III “Las psicosis”; Editorial Paidós, Buenos Aires,
1995.
Aires 1991.
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Soler, C. (2004); “El inconsciente a cielo abierto de la psicosis”; Editorial JVE
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