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Héctor Fix-Zamudio.
Investigador Emérito del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Miembro de El Colegio Nacional.
*
Publicado con el título “Derechos Fundamentales”, en la obra Carbonell, Miguel y Valadés,
Diego (Coords.), Panorama del Derecho Constitucional Mexicano, México, UNAM-PORRUA,
2006, pp. 1-40.
2
Estas influencias se manifestaron en diversos contextos históricos y etapas por los que
ha atravesado México a partir de su nacimiento como nación independiente y por
supuesto han dejado huella en la evolución histórica de la consagración y garantía de
los derechos fundamentales. Si bien no hay constituciones mexicanas que hayan
carecido en lo absoluto de la adopción de algunos derechos de la persona, así sea en
forma escasa y dispersa, se pueden apreciar etapas diferenciadas en dicha evolución.
Además, no se debe perder de vista que México transitó por diversos modelos de
organización de Estado, lo cual también tiene un impacto en la manera de consagrar y
hacer efectivos los derechos fundamentales.
1
Véase por ejemplo el contenido de los artículos 146 a 154 de la Constitución de 1824, que
consagran derechos relacionados con la impartición de justicia en materia penal
primordialmente, entre los que se encuentran: la prohibición de la pena de confiscación de
bienes; la prohibición de la aplicación retroactiva de la ley; la prohibición de aplicar tormentos de
cualquier clase, sea cual fuere la naturaleza y estado del proceso; la prohibición de que la
autoridad libre orden para el registro de las casas, papeles y otros efectos de los habitantes, si
no es en los casos expresamente dispuestos por ley y en la forma que ésta determine.
Asimismo, puede citarse el artículo 161, punto 4, que estableció como obligación de los estados
“...proteger a sus habitantes en el uso de la libertad que tienen de escribir, imprimir y publicar
sus ideas políticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación anterior a la publicación;
cuidando siempre de que se observen las leyes generales de la materia”.
2
Ver en especial los artículos 290 y siguientes del mencionado texto constitucional.
3
El artículo 4° de la Constitución de Cádiz de 1812 estableció que: “La Nación está obligada a
conservar y proteger por leyes sabias y justas, la libertad civil, la propiedad y los demás
derechos legítimos de todos los individuos que la componen”. Asimismo, contenía diversos
derechos en materia de justicia penal, en especial en los artículos 290 y siguientes del
mencionado texto constitucional.
4
Entre las que se pueden mencionar las de Virgina (12 de junio de 1776), Pennsylvania (28 de
septiembre de 1776), Maryland (11 de noviembre de 1776), Carolina del Norte (18 de diciembre
de 1776), Vermont (8 de julio de 1777). Véase a este respecto, Peces Barba, Gregorio et. al.
Derecho Positivo de los Derechos Humanos, Debate, Madrid, 1987, pp. 97 y ss.
5
Estas pueden ser consultadas en castellano en la obra Peces Barba, Gregorio, et. al. Derecho
Positivo de los Derechos Humanos, Madrid, Editorial Debate, 1987, pp. 116-118.
6
Un panorama sobre los derechos humanos en la historia constitucional de mexicano puede
encontrarse en Terrazas, Salgado, Carlos. Los Derechos Humanos en las Constituciones
4
Con la vuelta al régimen federal marcado por el Acta de Reformas de 1847, mediante la
cual se puso en vigor nuevamente a la Constitución de 1824 con algunas
modificaciones, el tema de la consagración de los derechos fundamentales (de cuyo
catálogo carecía este último texto constitucional), se asignó a una ley secundaria de las
denominadas leyes constitucionales que se pretendía que desarrollaran el texto
Políticas de México, 4ª edición, Porrúa, México, 1996, especialmente pp. 49-67. Véase también
la obra de Rabasa, Emilio. Historia de las Constituciones Mexicanas, 3ª edición, México, UNAM-
Porrúa, 2004.
7
Gámiz Parral, Máximo. Derecho Constitucional y Administrativo de las Entidades Federativas,
2ª edición, UNAM, México, 2000, p. 265.
8
Un fenómeno similar podría estar ocurriendo en la actualidad, pues existen constituciones
locales que prevén importantes derechos humanos no contemplados todavía en la Constitución
Federal, por lo que pueden en ciertos casos convertirse nuevamente en la pauta a seguir por
ésta última. Cfr. Carmona Tinoco, Jorge Ulises. “La Incorporación de los Derechos Humanos en
las Constituciones Locales Mexicanas”, en la obra coordinada por Ricardo Méndez Silva,
Derecho y Seguridad Internacional, Memoria del Congreso Internacional de Culturas y Sistemas
Jurídicos Comparados, México, UNAM, 2005.
5
9
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor. “La Suprema Corte de Justicia y el Juicio de Amparo”, en sus
Ensayos sobre el Derecho de Amparo, 3ª edición, México, UNAM-Porrúa, 2003, pp. 480 y ss.
6
Coincidían los tratadistas mexicanos de la época, entre ellos José María Lozano e Isidro
Montiel y Duarte, en el sentido de que los derechos del hombre eran anteriores y
superiores a la Constitución, la que únicamente consagraba los de mayor importancia,
los cuales, por el hecho de ser enumerados en los preceptos fundamentales, se
transformaban en garantía de acuerdo con la romántica idea de los revolucionarios
franceses de que bastaba consagrar un derecho en un texto constitucional para que el
mismo fuese respetado por gobernantes y gobernados.10 No obstante lo anterior, cabe
mencionar que la Constitución de 1857 consolidó al juicio de amparo a nivel federal y
fue precisamente bajo la vigencia de este texto fundamental que se dio la evolución
legislativa y jurisprudencial que llevó a la consagración de dicho instrumento de garantía
en los artículos 103 y 107 de la Constitución vigente de 1917. 11
10
Véase a este respecto el comentario de Héctor Fix Fierro al artículo 1º de la Constitución
Federal en la obra Instituto de Investigaciones Jurídicas. Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, comentada y concordada, Tomo I, 18ª edición, México, UNAM-Porrúa, 2004,
en especial pp. 1-5.
11
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor. “La Suprema Corte de Justicia y el Juicio de Amparo” en sus
Ensayos sobre el Derecho de Amparo, cit., nota 9, pp. 497 y ss.
7
12
Cfr. Fix Fierro, Héctor. “Comentario al artículo 1º de la Constitución Federal” en la obra
colectiva Instituto de Investigaciones Jurídicas. Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, comentada y concordada, cit., nota 10, en especial p. 4; Carmona Tinoco, Jorge
Ulises. “La Incorporación de los Derechos Humanos en las Constituciones Locales Mexicanas”,
cit., nota 8, pp. 3 y ss.
13
Sobre la evolución y la noción actual de las garantías constitucionales Cfr. Fix Zamudio,
Héctor. Estudio de la Defensa de la Constitución en el Ordenamiento Mexicano, México, UNAM-
Porrúa, 2005, pp. 57 y ss.
14
Dicho precepto señala: “Art. 38. 1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho
internacional las controversias que le sean sometidas, deberá aplicar: a. las convenciones
internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas expresamente
reconocidas por los Estados litigantes; b. la costumbre internacional como prueba de una
práctica generalmente aceptada como derecho; c. los principios generales de derecho
8
Dichas normas son aquellas a través de las cuales el poder constituyente, en vez de
regular directa e inmediatamente determinados intereses, se limita únicamente a trazar
los principios para ser cumplidos por sus órganos (legislativos, administrativos y
judiciales), como programas de sus respectivas actividades, con el propósito de realizar
los fines sociales del Estado.17 El objeto de este tipo de normas es precisamente
reconocidos por las naciones civilizadas; d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los
publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como medio auxiliar para la
determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 59. 2. La
presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono,
si las partes así lo convinieren.”
15
Sobre la naturaleza y los alcances del soft law véase Del Toro Huerta, Mauricio Ivan. “El
fenómeno del soft law y las nuevas perspectivas del derecho internacional”, en Anuario
Mexicano de Derecho Internacional, Volumen VI, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, 2006, pp. 513-549.
16
Véase a este respecto Nogueira Alcalá, Humberto. Teoría y dogmática de los derechos
fundamentales, México, UNAM, 2003, p. 58; Aragón, Manuel. “Constitución y Derechos
Fundamentales”, en la obra colectiva Congreso Internacional sobre el 75 Aniversario de la
Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, México, UNAM,
1993, p. 9.
17
Cfr. Da Silva, Afonso. Aplicabilidade das Normas Constitucionais. 2a. ed. Sâo Paulo, Brasil,
Ed. Revista dos Tribunais, 1982, pp. 70-75 y 126-147, existe traducción al castellano publicada
por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en el 2003, traducida por Nuria
9
configurar los fines sociales a que se dirige el Estado y la sociedad, de acuerdo con las
exigencias del bien común, de esta manera, toda ley o norma integrantes del orden
jurídico nacional deben conformarse a la pauta indicada, al menos tendencialmente, por
las normas programáticas de la Constitución.18 En otros términos, se trata de normas
constitucionales que establecen directrices para la consecución progresiva de metas,
por lo que los deberes que surgen de éstas son de comportamiento, más que de
resultado.
19
Una compilación reciente y actualizada de los instrumentos ratificados por México es el
volumen editado por el Programa de Cooperación sobre Derechos Humanos México-Comisión
Europea. Derechos Humanos, Instrumentos de Protección Internacional, México, Secretaría de
Relaciones Exteriores-Comisión Europea, 2004.
12
hombres y mujeres; en la segunda, se hallan las prerrogativas que puede ejercer toda
persona en diversos planos, físico o espiritual, de carácter cívico o social, como son la
libertad de expresión, de reunión, de asociación, de trabajo, de tránsito, de residencia,
entre muchas otras; los derechos de seguridad jurídica son aquellos que vinculados a la
exigencia del cumplimiento de la ley en todos los ámbitos de actuación de las
autoridades; a la prohibición de actos de autoridad arbitrarios, así como al
establecimiento de las etapas, formas y competencias que dan sentido a la actuación
regular de las autoridades; el respeto al debido proceso, como condición para la
afectación o perturbación legítima de los bienes o derechos de las personas; ejemplos
de derechos de esta índole son: el derecho de petición; la exigencia de debida
fundamentación y motivación de los actos de autoridad; los derechos de los indiciados,
inculpados, procesados y sentenciados en materia penal, así como de las víctimas u
ofendidos del delito; los principios rectores del proceso y en general de la impartición de
justicia en las diversas áreas del ordenamiento. Además de estos grupos clásicos o
tradicionales de derechos, se encuentran otras categorías más recientes calificadas por
lo regular como nuevos derechos, que hace referencia a temas como la protección de la
familia y de los menores, paternidad responsable, salud, vivienda o medio ambiente
saludable, los términos en que es aceptada la jurisdicción de la Corte Penal
Internacional, entre otros.20
Por otra parte, ahora sobre el grupo de derechos humanos vigentes en México, se
puede afirmar que no se agota en la Constitución Federal y, con respecto
exclusivamente a los que contiene esta última, no todos los derechos están contenidos
en el Título Primero, Capítulo I, sino que algunos se encuentran en partes diversas de la
Constitución y, de manera similar, hay contenidos normativos que no corresponden a la
20
Las diversas clasificaciones de derechos de acuerdo con los artículos correspondientes de la
Constitución, pueden ser consultados en Fix Zamudio, Héctor y Valencia Carmona, Salvador.
Derecho Constitucional Mexicano y Comparado, 4ª edición, México, UNAM-Porrúa, 2005, pp.
435 y ss; Carpizo, Jorge. Estudios Constitucionales, 5ª edición, México, UNAM-Porrúa, 1996,
pp. 484-486; Burgoa, Ignacio. Las Garantías Individuales, 35ª edición, México, Porrúa, 2002,
pp. 192 y ss; Carbonell, Miguel. Los Derechos Fundamentales en México, México, UNAM-
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 2004, pp. 44 y ss; Lara Ponte, Rodolfo. Los
Derechos Humanos en el Constitucionalismo Mexicano, México, UNAM-Cámara de Diputados,
1993, pp. 165-173.
13
21
Véase la tesis 192,867 bajo el rubro "TRATADOS INTERNACIONALES. SE UBICAN
JERÁRQUICAMENTE POR ENCIMA DE LAS LEYES FEDERALES Y EN UN SEGUNDO
PLANO RESPECTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL". Un análisis jurídico de dicha
ejecutoria se puede encontrar en Carpizo, Jorge. Nuevos Estudios Constitucionales, México,
Porrúa-UNAM, 2000, pp. 493-498. Veáse también Flores, Imer B. “Sobre la Jerarquía Normativa
de Leyes y Tratados. A Propósito de la (eventual) Revisión de una Tesis”, en Cuestiones
Constitucionales, Número 13 Julio-Diciembre, México, UNAM, 2005. Dicho autor además
profundiza en una ulterior jerarquía, que derivaría de distinguir diversos tipos de tratados y de
leyes federales, ver pp. 14 y 15.
22
Es por ello que Felipe Tena Ramírez opina que no es indispensable que la parte dogmática
figure en las Constituciones locales, Cfr. Tena Ramírez, Felipe, Derecho Constitucional
Mexicano, 29 edición, Porrúa, México, 1995, p. 132; en el mismo sentido opina Carpizo, Jorge,
en su obra Estudios Constitucionales, cit., nota 20, p. 127.
14
23
“Art. 133.- Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos
los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el
Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la
Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar
de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los
Estados”; el artículo 15, por su parte, establece ciertas prohibiciones a la celebración de
tratados internacionales: “Art. 15.- No se autoriza la celebración de tratados para la extradición
de reos políticos, ni para la de aquellos delincuentes del orden común que hayan tenido en el
país donde cometieron el delito, la condición de esclavos; ni de convenios o tratados en virtud
de los que se alteren las garantías y derechos establecidos por esta Constitución para el
hombre y el ciudadano.”
24
Adoptada el 23 de mayo de 1969, en vigor a partir del 27 de enero de 1980. México es
Estado Parte en dicha Convención, la cual fue promulgada en el Diario Oficial de la Federación
de fecha 14 de febrero de 1975.
25
“Art. 27. El derecho interno y la observancia de los tratados. Una parte no podrá invocar las
disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un tratado. Esta
norma se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 46.”
“Art. 29. Ámbito territorial de los tratados. Un tratado será obligatorio para cada una de las
partes por lo que respecta a la totalidad de su territorio, salvo que una intención diferente se
desprenda de él o conste de otro modo.”
26
“Artículo 28. Cláusula Federal. 1. Cuando se trate de un Estado parte constituido como
Estado Federal, el gobierno nacional de dicho Estado parte cumplirá todas las disposiciones de
la presente Convención relacionadas con las materias sobre las que ejerce jurisdicción
legislativa y judicial. 2. respecto a las disposiciones relativas a las materias que corresponden a
la jurisdicción de las entidades componentes de la federación, el gobierno nacional debe tomar
15
Por otra parte, los Estados son autónomos con relación a su régimen interior, en virtud
de lo cual están legitimados y facultados para darse y modificar su propia Constitución.
Sin embargo, ésta no deberá estar en contradicción con lo que establece la
Constitución Federal, atento a lo dispuesto armónicamente, entre otros, por los
artículos28 41, 102 apartado B, 115 a 122, 124 y 133 constitucionales y, en segundo
lugar, las entidades federativas deberán incorporar y observar los lineamientos que
marca esta última con relación, entre otros, a su estructura organizativa interna básica,
la división de poderes y la creación en las entidades federativas de ciertos órganos, por
ejemplo, de protección de los derechos humanos, atento a lo dispuesto por los
preceptos señalados.
Relacionado con este aspecto, cabe mencionar que el Poder Judicial de la Federación
ha señalado con acierto que los derechos fundamentales que prevé la Constitución
Federal:29 a) No deben tomarse como un catalogó rígido, invariante y limitativo de
de inmediato las medidas pertinentes, conforme a su constitución y sus leyes, a fin de que las
autoridades competentes de dichas entidades puedan adoptar las disposiciones del caso para
el cumplimiento de esta Convención. 3. Cuando dos o más Estados partes acuerden integrar
entre sí una federación u otra clase de asociación, cuidarán de que el pacto comunitario
correspondiente contenga las disposiciones necesarias para que continúen haciéndose
efectivas en el nuevo Estado así organizado, las normas de la presente Convención”.
27
“Artículo 50. Las disposiciones del presente Pacto serán aplicables a todas las partes
componentes de los Estados federales, sin limitación ni excepción alguna.”
28
El artículo 41, entre otras cuestiones, hace alusión al ejercicio de la soberanía popular a
través de los poderes de la Unión y de los Estados, en los términos que establece la
Constitución Federal y las constituciones locales, mismas que por disposición expresa en
ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal; el art. 115 se refiere a la
organización interior de los Estados; el art. 116 a la división básica de las funciones en los
Estados; los arts. 117 y 118 que hacen una relación de limitaciones y prohibiciones a los
Estados, por estar reservados a la competencia exclusiva de los órganos de la Federación; el
art. 119 que se refiere a la colaboración entre Federación y Estados para la entrega de
indiciados, procesados y reos, y a la extradición; el art. 120 que establece el deber de los
Gobernadores de los Estados de publicar y hacer cumplir las leyes federales; el art. 121que se
refiere a la validez de los actos públicos, registros y procedimientos judiciales entre Federación
y Estados y entre éstos mismos; el artículo 122 que detalla el régimen jurídico y las bases de
gobierno del Distrito Federal, así como la división de competencias entre autoridades Federales
y del Distrito Federal; el art. 124 que precisa la separación básica de competencias entre la
Federación y los Estados; el art. 133 que es el fundamento de la supremacía constitucional.
29
Ver tesis jurisprudencial bajo el rubro: “GARANTIAS INDIVIDUALES, ALCANCES DE LAS”.
Séptima Época; Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la
Federación; Tomo: 62 Sexta Parte; Página: 39.
16
30
Así lo establece el art. 19 de la Constitución de 1787 que establece: “No por el hecho de que
la Constitución enumera ciertos derechos ha de entenderse que niega o menosprecia otros que
retiene el pueblo”.
31
Art. 33 de la Constitución de 1994, que señala: “Las declaraciones, derechos y garantías que
enumera la Constitución, no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no
enumerados; pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana
de gobierno.”
32
Art. 22 de la Constitución de 2000 que señala: “La enunciación de los derechos y garantías
contenidos en esta Constitución y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos
no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona, no figuren
expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el
ejercicio de los mismos”.
17
33
Dada la autoridad que posee la opinión de Antonio Martínez Báez, decidimos reproducir su
opinión al respecto: "Ninguna duda cabe que tal prohibición se refiere, en cuanto al empleo de
la palabra "alterar", a su sentido o acepción como de "perturbar", "trastornar", "inquietar", esto
es, con un signo negativo para los derechos humanos, las garantías individuales o las libertades
fundamentales.
Pero los derechos del hombre y del ciudadano sí pueden ser objeto de cambios, de
alteraciones, siempre en un sentido positivo, de aumento expansivo en la esfera de las
libertades individuales, tanto mediante las adiciones al capítulo relativo de la Constitución
Política, con su grado superior de Ley Fundamental, como a través de las normas secundarias
de las leyes ordinarias.
De la misma manera, mediante ordenamientos internacionales, o sea convenciones y tratados,
pueden agregarse nuevos derechos humanos, ya que la Constitución interna de un país señala
en su catálogo de libertades individuales normas o principios básicos y mínimos, que deben
siempre ser un límite o frontera a la acción del Estado, cuyos límites éste puede retroceder para
ampliar el estatuto jurídico de la persona humana." “Correlaciones entre la Constitución y los
Pactos de Naciones Unidas”, en el volumen recopilativo de sus Obras Político-Constitucionales,
Tomo I, México, UNAM, 1994, p. 109.
18
Por otra parte, si se pretende precisar un poco más los derechos ausentes del catálogo
de derechos fundamentales y sociales, se pueden mencionar con relación a los
primeros: el derecho a la vida (acorde con los estándares internacionales y no sólo
34
Ver criterio judicial bajo el rubro: DERECHOS DE LOS INDÍGENAS. LOS ESTABLECIDOS
EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS PUEDEN SER
AMPLIADOS POR LAS LEGISLATURAS LOCALES DENTRO DEL MARCO DE AQUÉLLA.
Novena Epoca; Instancia: Segunda Sala; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta; Tomo: XVI, Noviembre de 2002; Tesis: 2a. CXXXIX/2002; Página: 446.
19
b) Con relación al segundo punto, respecto a los derechos que están previstos en
partes diversas del texto constitucional, fuera del Título Primero, Capítulo I (que abarca
de los artículos 1 al 29 inclusive), el ejemplo más notable es el de los llamados
“derechos políticos” que encuentran previstos en el artículo 35 de la Constitución
Federal,35 mismos que si bien en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos (artículo 25),
y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 23), no forman una
categoría aparte e imponen los mismos deberes de respeto, protección y garantía que
el resto de los derechos, en la Constitución Federal, por el contrario, la circunstancia de
no encontrarse dentro de los primeros 29 artículos fue utilizado por mucho tiempo como
justificación para dejarlos fuera de protección vía el juicio de amparo, previsto en los
artículos 103 y 107 del texto constitucional, toda vez que de conformidad con el primero
de estos preceptos, el amparo procede por leyes o actos de la autoridad que violen
garantías individuales, lo cual fue interpretado judicialmente de manera restrictiva y
limitada de manera el derecho en cuestión debía en principio estar contemplado en
alguno de los 29 artículos que integran precisamente el Título Primero, Capítulo I, de la
Constitución.
Esto hizo necesario que, hace aproximadamente una década, se creara un instrumento
de garantía específico para los mencionados derechos, que es el Juicio para la
Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano, creado e previsto
constitucionalmente a partir de 1996, y cuya tramitación y decisión corresponde al
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (artículo 99 constitucional).
35
Véase sobre este tema Fix Fierro, Héctor. Los Derechos Políticos de los Mexicanos, un
ensayo de sistematización, número 8 de la Colección de Cuadernos de Divulgación sobre
Aspectos Doctrinarios de la Justicia Electoral, México, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, 2005.
20
Por último, cabría mencionar también varios de los derechos básicos previstos en el
artículo 123, en sus dos apartados, a favor de los trabajadores. Por lo regular, lo relativo
al trabajo como derecho humano está previsto en los instrumentos internacionales que
detallan los derechos económicos, sociales y culturales (artículos 6 a 9 del Pacto de
Naciones Unidas que consagra estos derechos y mismos numerales del “Protocolo de
San Salvador).
c) Con relación al tercer punto, respecto a los contenidos previstos en el Título Primero,
Capítulo I, de la Constitución Federal, que no corresponden de manera directa o
apropiada al tema de los derechos humanos, nos encontramos a su vez con dos
categorías: 1) Las normas o contenidos que en esencia no deberían encontrarse en la
Constitución, sino en legislación secundaria, y 2) lo relacionado con normas cuyo
36
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor. México y la Corte Interamericana, México, Comisión Nacional de los
Derechos Humanos, 1999, p. 71.
21
Artículo 10. Los habitantes de los Estados Unidos Mexicanos tienen derecho a
poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con
excepción de las prohibidas por la Ley Federal y de las reservadas para el uso
exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional. La ley federal
37
Cfr. Tena Ramírez, Felipe. Derecho Constitucional Mexicano, cit., nota 22, p. 24.
38
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor. “El Juez Ante la Norma Constitucional”, en la obra Justicia
Constitucional, Ombudsman y Derechos Humanos. México, CNDH, 1993, p 25.
22
Por lo que se refiere al artículo 28, desde el texto original de la Constitución de 1917 ha
contemplado la prohibición de los monopolios y la concentración de productos, así
como aquellas actividades que no los constituyen por mandato constitucional; también
en dicho precepto se consagran actualmente los beneficios de autores o inventores,
conocidos como propiedad intelectual (que sí se contemplan entre los derechos
humanos reconocidos a nivel internacional); en posteriores reformas se adicionó el
fundamento de la existencia del banco central; la concesión de servicios públicos; y la
posibilidad de otorgar subsidios estatales a actividades prioritarias.
39
Véase a este respecto Fix-Zamudio, Héctor y Valencia Carmona, Salvador. Derecho
Constitucional Mexicano y Comparado, cit., n. 20, pp. 591 y ss.
23
Nos referimos más concretamente a los criterios de los órganos nacionales con
atribuciones para formar jurisprudencia vinculante, pero también a aquellos órganos
judiciales internacionales cuyos criterios integran la interpretación definitiva de los
tratados internacionales de derechos humanos. En el primer caso, la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y los
Tribunales Colegiados de Circuito, que al interpretar la Constitución en los asuntos
sometidos a su conocimiento, actualizan y armonizan los contenidos normativos de los
derechos humanos. De esta manera, no basta con tener presente las disposiciones que
contienen derechos humanos, sino la interpretación que de los mismos han hecho los
tribunales en casos concretos.
En un sentido más amplio, también resultan relevantes los criterios interpretativos que
van desarrollando sobre los mismos derechos instituciones como la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos y los organismos similares en las entidades federativas; pero
también a nivel internacional a través de la labor que realiza la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos y los Comités de supervisión de tratados en el marco de la
Organización de las Naciones Unidas, éstos últimos a través de las observaciones
24
generales que regularmente emiten y en los casos en que tienen atribuciones para
resolver quejas o peticiones de violaciones a derechos humanos en casos concretos.
Por otra parte, los propios tribunales y autoridades internos deben aplicar las normas y
los criterios internacionales sobre derechos humanos, pero también los órganos
internacionales podrían utilizar en ciertos casos los criterios generados por los órganos
jurisdiccionales, en especial los Tribunales, Cortes o Salas constitucionales, pues
ambos deciden sobre un mismo estándar que son los derechos humanos. De lo
contrario, podrían generarse criterios divergentes o asimétricos, que significarían un
obstáculo a la aplicación, goce y ejercicio de los derechos humanos.
Uno de los temas centrales vinculados con los derechos humanos, es la posibilidad de
suspender su vigencia en ciertos casos extremos y con la satisfacción de requisitos
expresos. Dicha posibilidad está vinculada en principio a las bases sentadas por el
artículo primero de la Constitución federal vigente, en el que podemos destacar dos
disposiciones esenciales: 1) todas las personas que habiten nuestro territorio deben
gozar, sin discriminación alguna, de los derechos consagrados por la Constitución; 2)
dichos derechos no pueden restringirse ni suspenderse sino en los supuestos y con las
condiciones que la misma establece.
25
Por otra parte, no obstante que el citado precepto constitucional se refiere a “individuos”
en virtud de la tradición de las llamadas “garantías individuales” a las que todavía hace
referencia, la doctrina y la jurisprudencia han interpretado dicha terminología en forma
amplia, es decir, como sinónimo de persona jurídica, tanto individual como colectiva,
tomando en consideración que la misma Constitución federal ha consagrado varios
derechos de carácter social que corresponden a grupos o sectores que pueden ejercer
esos derechos, así como las sociedades y asociaciones que son titulares de los
mismos.
40
Burgoa O., Ignacio. Las Garantías Individuales, cit., n. 20, p. 192.
26
los derechos humanos, es decir, los que derivan de la naturaleza del hombre por el
simple hecho de serlo.41
A. Por lo que respecta a las restricciones, la doctrina ha sostenido con acierto, que
deben estar consignadas en el propio texto constitucional, o reguladas por leyes
federales o locales, según la materia, y excepcionalmente en los reglamentos
autónomos, como lo son los gubernativos o de policía mencionados en el artículo 21 de
la misma Constitución federal.
41
Cfr. Castro, Juventino V. Garantías y Amparo, 7ª edición, México, Porrúa, 1991, pp. 16-25.
27
De conformidad con el artículo 29, en esos supuestos, dicha suspensión podrá hacerse
en todo el país o en lugar determinado, en cuanto ciertos derechos sean obstáculo para
hacer frente rápida y fácilmente a la situación; pero sólo por tiempo limitado, por medio
de prevenciones generales y sin que pueda limitarse a determinada persona. La
suspensión de los mencionados derechos puede ordenarla el presidente de la
República de acuerdo con los secretarios de Estado, jefes de departamentos
administrativos y la Procuraduría General de la República, con aprobación del Congreso
de la Unión, y en los recesos de éste, de la Comisión Permanente.
42
Cfr. Tena Ramírez, Felipe, "La suspensión de garantías y las facultades extraordinarias en el
derecho mexicano", en Revista de la Facultad de Derecho de México, núms. 25-28, enero
diciembre de 1945, pp. 113-123.
43
Cfr. para los debates sobre la aprobación de este precepto en el citado Congreso
Constituyente de 1856-1857, pueden consultarse en la obra Derechos del Pueblo Mexicano.
México a través de sus Constituciones, México, 4ª. ed., México, LV Legislatura de la Cámara de
Diputados-Miguel Angel Porrúa, 1994, tomo V, pp. 6l3-621.
30
44
Tena Ramírez, Felipe, "La suspensión de garantías y las facultades extraordinarias en el
derecho mexicano", cit., nota 42, pp. 131 y 132,
45
En su obra ya clásica, La Constitución Mexicana de 1917, 10ª. ed., México, Porrúa, 1997, pp.
198-200.
31
46
Cfr. Tena Ramírez, Felipe, "La suspensión de garantías y las facultades extraordinarias en el
derecho mexicano", cit., nota 42, pp. 144-145.
47
Cfr. Velasco, Gustavo R., "El estado de sitio y el derecho administrativo", y Cueva, Mario de
la, "La suspensión de garantías y la vuelta a la normalidad", ambos publicados en la Revista de
la Facultad de Derecho de México, núms. 25-28, enero diciembre de 1945, pp. 161-167 y 186-
190, respectivamente.
48
Cfr. Valadés, Diego. La dictadura constitucional en América Latina, México, UNAM, 1974, pp.
148-150.
33
49
Cfr. de las principales leyes expedidas en uso de facultades delegadas, en la obra de
Palacios Vargas, Ramón J., Las facultades extraordinarias al Ejecutivo. Puebla, 1965, pp. 59-
61.
50
"Concepto general del estado de sitio", en Revista de la Facultad de Derecho de México, cit.,
n. 47, p. 108.
34
fueron prohibidas expresamente, ya que como lo expresó con gran agudeza el mismo
constitucionalista Antonio Martínez Baéz, apenas aprobada dicha adición al artículo 49
de la Carta Federal por iniciativa del Presidente General Lázaro Cárdenas, el mismo
titular del Poder Ejecutivo sintió nostalgia por estas facultades legislativas delegadas
que había cercenado, así lo creía, para siempre. 51
Ese segundo párrafo del citado artículo 131 constitucional, fue introducido al Decreto de
28 de marzo de 1951, que establece la delegación de facultades legislativas ordinarias
del Congreso de la Unión en beneficio del Ejecutivo en varias materias económicas,
cuando el propio Ejecutivo lo estimara urgente para regular el comercio exterior, la
economía del país, la estabilidad de la producción nacional y de realizar cualquier otro
propósito en beneficio del país. También se dispuso que el propio Ejecutivo al enviar al
Congreso el Presupuesto Fiscal de cada año, debía someter a su aprobación el uso que
se hubiere hecho de la facultad concedida. Este precepto fue desarrollado por la
denominada "Ley Reglamentaria del párrafo segundo del artículo 131 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos", promulgada el 2 de enero del propio año.
51
Op. ult. cit., pp. 109-111.
52
El texto actual del citado artículo 49 de la Carta Federal dispone; "El Supremo Poder de la
Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. - No podrán reunirse
dos o más Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el legislativo en un
individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión conforme a lo
dispuesto en el artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del
artículo 131, se otorgarán facultades extraordinarias para legislar."
35
53
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor, "Valor actual del principio de la división de poderes y su
consagración en las Constituciones de 1857 y 1917", en Boletín del Instituto de Derecho
Comparado de México. núm. 58-59. Enero-agosto de 1967, pp. 42-44 y 52-56; estudio
actualizado con la denominación de "Algunas reflexiones sobre el principio de división de
poderes en la Constitución mexicana", e la obra Memoria del II Congreo Iberoamericano de
Derecho Constitucional, México, UNAM, 1987, tomo II, pp. 631-632 y 638-640.
36
54
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor, "Breve introducción al juicio de amparo mexicano", en su libro
Ensayos sobre el derecho de amparo, cit., n. 9, pp. 18-41.
55
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor, "El amparo mexicano como instrumentos protector de los derechos
humanos", publicado originalmente en la obra Garantías jurisdiccionales para la defensa de los
derechos humanos en Iberoamérica, México, UNAM, pp.253-301, reproducido en el mismo libro
citado en la nota anterior, pp.619-666.
37
Podemos concluir del examen anterior, que si bien el citado artículo 29 constitucional no
establece criterios muy precisos sobre los derechos que pueden suspenderse durante
los estados de excepción, la ocasión en que sirvió de fundamento para una declaración
expresa de emergencia, no se incurrieron en los excesos de los gobiernos autoritarios
de suspender no sólo algunos derechos sino la vigencia de la Constitución misma, e
inclusive la disolución del órgano legislativo, ya que el país siguió funcionando
normalmente salvo algunas restricciones. Pero en nuestro concepto, ha cambiado la
regulación de los estados de excepción en el ordenamiento mexicano, en cuanto el
Presidente de la República ratificó y el Senado federal aprobó varios convenios
56
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor, "Comentario al artículo 29 constitucional", en la obra Derechos del
Pueblo Mexicano. México a través de sus constituciones, cit., tomo V, pp. 593-606.
57
"El juicio de amparo y la legislación de emergencia", en Revista de la Escuela Nacional de
Jurisprudencia. México, enero-junio de 1944, pp. 23-42, esp. pp. 37-42.
38
58
Cfr. Varios autores, Los tratado sobre derechos humanos y la legislación mexicana, México,
UNAM, 1981.
59
Dicho precepto de la Convención Americana establece: “Artículo 27. Suspensión de
Garantías. 1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la
independencia o seguridad del Estado parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la
medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación, suspendan las
obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean
incompatibles con las demás obligaciones que les impone el derecho internacional y no
entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u
origen social. 2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los derechos
determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho al Reconocimiento de la Personalidad
Jurídica); 4 (Derecho a la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición de la
Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y de Retroactividad); 12 (Libertad de
Conciencia y de Religión); 17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre); 19 (Derechos
del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad), y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías
judiciales indispensables para la protección de tales derechos. 3. Todo Estado parte que haga
uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes en
la presente Convención, por conducto del Secretario General de la Organización de los Estados
Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido, de los motivos que hayan
suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada tal suspensión.
60
Dicho precepto del Pacto señala: “Artículo 4. 1. En situaciones excepcionales que pongan en
peligro la vida de la nación y cuya existencia haya sido proclamada oficialmente, los Estados
Partes en el presente Pacto podrán adoptar disposiciones que, en la medida estrictamente
limitada a las exigencias de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de
este Pacto, siempre que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones
que les impone el derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada
únicamente en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. 2. La disposición
precedente no autoriza suspensión alguna de los artículos 6, 7, 8 (párrafos 1 y 2), 11, 15, 16 y
18.
3. Todo Estado Parte en el presente Pacto que haga uso del derecho de suspensión deberá
informar inmediatamente a los demás Estados Partes en el presente Pacto, por conducto del
Secretario General de las Naciones Unidas, de las disposiciones cuya aplicación haya
suspendido y de los motivos que hayan suscitado la suspensión. Se hará una nueva
comunicación por el mismo conducto en la fecha en que se haya dado por terminada tal
suspensión.
39
internas de fuente internacional, así como su adecuación con algunas obligaciones que
las citadas Convenciones en relación con algunos organismos internacionales.
En esta dirección, aun cuando en el citado artículo 29 constitucional omite señalar los
derechos no suspendibles, a partir de la ratificación de los instrumentos internacionales
mencionados, no pueden afectarse aquellos que enumeran los citados artículos 4º del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 27 de la Convención Americana,
sumados en su conjunto. Además ya no puede prohibirse la procedencia del juicio de
amparo en su esfera tutelar de los derechos fundamentales, ya que es el único
instrumento que puede utilizarse para proteger dichos derechos no suspendibles, pero
además con el objeto de que los tribunales federales puedan examinar si las
disposiciones de emergencia y su aplicación cumplen tanto el citado artículo 29
constitucional, los preceptos de fuente internacional y los principios señalados por los
organismos internacionales de legalidad, proclamación, notificación, temporalidad, de
amenaza excepcional, proporcionalidad, no discriminación, así como de compatibilidad,
concordancia y complementariedad de las distintas normas de derecho internacional,
estos últimos establecidos en algunos documentos aprobados por Naciones Unidas.
Además, también debe acatarse la interpretación que ha hecho la Corte Interamericana
de Derechos Humanos en sus opiniones consultivas octava y novena,61 con mayor
razón en cuanto el Gobierno mexicano se sometió expresamente a la competencia
contenciosa o jurisdiccional de la propia Corte Interamericana a partir del 16 de
diciembre de 1998.62 En dichas opiniones consultivas, la Corte Interamericana sostuvo
que no se pueden suspender durante un estado de excepción los instrumentos básicos
de protección de los derechos fundamentales (habeas corpus y amparo), así como los
lineamientos esenciales del debido proceso y del régimen democrático.
61
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC-8/87 del 30 de enero de
1987, “El Hábeas Corpus Bajo Suspensión de Garantías (arts. 27.2, 25.1 y 7.6 Convención
Americana sobre Derechos Humanos)”. Opinión Consultiva OC-9/87 del 6 de octubre de 1987,
“Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana
sobre Derechos Humanos).”
62
Cfr. Fix-Zamudio, Héctor, México y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, 2ª ed.,
México, Comisión Nacional de Derechos Humanos. 1999.
40
Bibliografía.
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Carmona Tinoco, Jorge Ulises. “La Incorporación de los Derechos Humanos en las
Constituciones Locales Mexicanas”, en la obra coordinada por Ricardo Méndez
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Culturas y Sistemas Jurídicos Comparados, México, UNAM, 2005.
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Ed. Revista dos Tribunais, 1982.
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derecho internacional”, en Anuario Mexicano de Derecho Internacional, Volumen
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Derechos del Hombre, 4ª edición facsimilar, México, Porrúa, 1987.
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derechos del hombre en las diversas constituciones mexicanas”, en Veinte años
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Peces Barba, Gregorio et. al. Derecho Positivo de los Derechos Humanos, Debate,
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Varios autores, Los tratado sobre derechos humanos y la legislación mexicana, México,
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