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ArquitecturaAzteca

Es la máxima expresión del arte monumental de los aztecas y es


fundamentalmente religioso:

Destinada al culto de sus divinidades, que eran muchas y muy sanguinarias.


Pero además ofrece las siguientes características:

 Es de grandes masa y medidas colosales.


 Hacia fuera presenta un aspecto geométrico y monótono
 Por dentro es de espacios estrechos y oscuros
 Hay también ensayos de falso arco y falsa bóveda
 Como materiales, empleaban el adobe, la piedra, y la madera.
 La mejor manera de describir a la arquitectura azteca es como monumental.
Su propósito era el de manifestar poder, y al mismo tiempo adherirse a fuertes
creencias religiosas. Esto se hace evidente en el diseño de sus templos,
adoratorios, palacios, y casas para las gentes del pueblo.
 La arquitectura azteca, que era similar a la de otras culturas
mesoamericanas, poseía un innato sentido del orden y la simetría. Los
diseños geométricos y las líneas amplias eran representaciones del dogma
religioso y del poder del Estado. Además, los aztecas utilizaron bajorrelieves,
muros, plazas, y plataformas, como medios para representar a sus dioses e
ideales. (Aguilar Moreno, 2003)

 La arquitectura azteca estaba fuertemente influenciada por los toltecas de


Colhuacan, los tepanecas de Atzcapotzalco, y los acolhuas de Tetzcoco.

 Otro modelo arquitectónico relativamente frecuente es la pirámide de planta


circular que tradicionalmente se ha atribuido a santuarios del dios Ehécatl,
deidad del viento, que en su aspecto de remolino.

 Otra construcción muy característica de los aztecas es un tipo de plataforma


decorada con calaveras, que constituían la base del tzompantli, estructura
donde se acumulaban los cráneos de los sacrificados. Sólo se conserva un
pequeño altar que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de
México.

 Tenochtitlán, la ciudad sagrada de los aztecas, constituye, según los


especialistas, uno de los centros urbanos mejor planeados de todas las
antiguas civilizaciones americanas, y evidencia en sus creadores una gran
preocupación por la comodidad de quienes la iban a ocupar. Tenochtitlán
significa "lugar donde los cactus crecen sobre las rocas," y era una aldea de
cabañas de caña. (Aguilar Moreno, 2003)

Los avances urbanísticos que evidencian los restos de Tenochtitlán son


notables. El agua se conservaba potable haciéndola fluir a través de tuberías de
cerámica, y era distribuida en los distintos barrios por medio de diversas fuentes.

Los aztecas construyeron aquí una serie de obras de ingeniería y de diques para
prevenir el desbordamiento de las aguas del lago. Trazaron, asimismo, largas
calzadas o avenidas para facilitar el acceso desde la rivera del lago hasta la
ciudad-templo en la isla La higiene estaba mucho más adelantada que en Europa
hasta fines del siglo XVIII. Para no ensuciar las aguas del lago, los excrementos
eran recogidos y llevados en canoas a los campos del continente, para ser
utilizados como abono. La orina se guardaba para ser usado como fijador de
colores, cuando se tenían las telas.

El calendario.

Los aztecas vivieron muy pendientes del tiempo; idearon un calendario tan
perfecto que les permitía conocer el mejor momento para sembrar o cosechar,
incluso podían predecir grandes eventos climáticos.

El calendario solar de los aztecas estaba instalado en un altar redondo, en el


centro del patio del Templo del Sol. Este calendario pesa 22 toneladas:

El calendario azteca, o piedra del sol29, es una piedra tallada de 3,6 m de


diámetro en la que destaca la figura de Tonatiuh (dios del sol), acompañado de
4 rectángulos que representan los 4 soles, ya extintos, y una serie de círculos
concéntricos con distintos significados. Tonatiuh sería el quinto sol, la actual era
en la que nos encontramos. (Fierro, 2016)

Por una parte, había el calendario civil que contaba con 365 días como hoy pero
se dividía en dieciocho meses de veinte días cada uno más un mes de tan sólo
cinco días. Por otra parte, el calendario religioso tenía sólo 260 días; cada día
estaba relacionado con un símbolo de origen animal o natural que tenía una
influencia positiva, neutra o mala. Los aztecas creían que el signo del día influía
en los acontecimientos

Otra llamativa particularidad de los aztecas era su admiración por el número


veinte. Este número era la base de todos los cálculos, tanto como es el número
diez para nosotros. Fueron politeístas, es decir que creían en varios dioses. Ellos
eran representaciones de los astros, de las fuerzas naturales y de los productos
del suelo.

El arte Azteca

Una de las funciones primordiales del arte azteca era la de expresar conceptos
religiosos y míticos a fin de legitimar el poder del Estado. Este lenguaje artístico
se expresó de manera predominante por medio de la forma de símbolos y
metáforas iconográficos. Por ejemplo, la imagen del águila simbolizaba al
guerrero y al sol en su cenit. Las imágenes de serpientes estaban relacionadas
con los dioses Tlaloc y Huitzilopochtli, y de este modo eran representadas como
serpientes acuáticas o de fuego, respectivamente.

Las representaciones de ranas como seres acuáticos también llevaban a


recordar a Tlaloc. La concha de caracol estaba relacionada con la fertilidad, con
la vida, y con la creación. Según Heyden y Villaseñor, la escultura servía de
comunicación a través de metáforas visuales, las que eran realizadas con una
pureza técnica que posibilitaba un gran refinamiento en los detalles.

Las cerámicas

Los aztecas hicieron varios objetos funcionales y ceremoniales de arcilla:


incensarios, platos, vasijas rituales, urnas funerarias, sellos, y malacates. A
veces, ciertos incensarios de gran tamaño en forma de vasos tenían más de tres
pies de altura, con una figura en altorrelieve en un costado, o algún ornamento
con proyecciones o rebordes. A menudo se hacían copas de cerámica roja para
beber pulque en los festines. Muchos de estos objetos de arcilla estaban
decorados, pero por lo general no mostraban el elaborado significado
iconográfico que caracterizó a la escultura monumental y a los manuscritos
pintados.

Una de las obras más extraordinarias del arte azteca es una urna de barro que
descansa sobre tres patas cilíndricas inclinadas, y que fue hallada en Tlatelolco.
Las cerámicas del Valle de México fueron divididas en nueve tipos diferentes de
vajilla en base a la arcilla usada, al tipo, forma de la vasija, superficie y
decoración.

Las vajillas anaranjadas y rojas son las más comunes. La loza roja, asociada por
lo general con Tetzcoco, está por lo general marcadamente bruñida y pintada
con un engobe rojo; sus diseños pintados fueron hechos en negro, negro y
blanco, o negro, blanco y amarillo, y consisten en simples líneas y ondas que a
menudo aparecen atrevidamente aplicadas. Estas vasijas varían notablemente
en cuanto a calidad. La vajilla roja a veces aparecía completamente cubierta con
un engobe blanco, y luego pintada con diseños negros de calaveras y huesos
cruzados. En su calidad controlada, la línea y el diseño apuntarían a vasijas del
estilo Mixteca-Puebla. (Umberger, 1993)
Conclusiones:

 La arquitectura azteca estaba fuertemente influenciada por los toltecas de


Colhuacan, los tepanecas de Atzcapotzalco, y los acolhuas de Tetzcoco.
Debido a que el imperio azteca fue construido a través de la conquista,
los aztecas debían encontrar la manera de integrar los diversos grupos
étnicos bajo su dominio. De este modo, recurrieron a su arquitectura y a
los materiales gráficos para promover su visión del mundo.

 A través del arte nos damos cuenta de una cosa, tal y como dijo Aldous
Huxley, los aztecas eran creadores de cosas que tenían propósitos, y
funciones concretas, la artesanía en general producía una satisfacción en
la población y en sus artesanos, “una sociedad de artífices es una
sociedad satisfecha”. Se podría decir que esto va mas allá, los aztecas
eran gente integra, ellos comprendían que el individuo debía ser completo
y estar entrenado en todas las habilidades de la comunidad, sino ese
individuo perecería en la sociedad, esto nos muestra su razonada
organización social.

Bibliografía
Aguilar Moreno, M. (2003). Arquitectura Azteca. Los Ángeles: Universidad del
Estado de California.
Fierro, R. (23 de 04 de 2016). La ciencia para los Aztecas. Obtenido de
Wordpress: https://arbolio.wordpress.com/tag/astronomia-azteca/
Heyden, D. y. ( 1992). The Great Temple and the Aztec Gods. México: Minutiae
Mexicana.
Umberger, E. y. (1993). “Aztec Art and Imperial Expansion”. En Latin American
Horizons. . Washington, DC: Editado por Don Rice, págs. 295-336.

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