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PORTADA

DEDICATORIA O AGRADECIMIENTO
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I: ASPECTOS GENERALES
CAPÍTULO I: ASPECTOS GENERALES (jetza)

1. DERECHOS REALES (CONCEPTO)


2. BIENES CORPORALES (TODO LO QUE HAYA)
2.1. DIFERENCIAS ENTRE BIENES MUEBLES E INMUEBLES
3. BIENES INCORPORALES
3.1 OBRAS ARTISTICAS, INTELECTUALES, INDUSTRIALES
CAPÍTULO II: LEY APLICABLE A LOS DERECHOS REALES EN EL DERECHO
INTERNACIONAL PRIVADO
CAPÍTULO II: LEY APLICABLE A LOS DERECHOS REALES EN EL DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO (Alfredo)

1. LEX REI SITAE


2. JUSTIFICACIÓN DE LA REGLA LEX REI SITAE
CAPÍTULO II: LEY APLICABLE A LOS DERECHOS REALES EN EL DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO REGULADOS EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO
CAPÍTULO II: LEY APLICABLE A LOS DERECHOS REALES EN EL DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO REGULADOS EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO
1. DERECHO SOBRE BIENES CORPORALES

Derechos sobre bienes corporales


Artículo 2088.- La constitución, contenido y extinción de los derechos
reales sobre bienes corporales se rigen por la ley de su situación, al
momento de constituirse el derecho real.

En tal sentido, conforme al artículo en mención se extrae que, respecto de los bienes
corporales, la ley aplicable es la denominada lex rei sitae, ley aceptada unánimemente por la
doctrina, dado que los bienes muebles e inmuebles ofrecen una realidad corpórea, descansan
en un dato objetivo constituido por su situación, que hacen que tal régimen sea aplicable a
ellos en base a una consideración inmediata, habida cuenta que existe un signo material dado
por la ubicación de las cosas; de tal suerte que se trata de un régimen que permite una fácil
verificación (Muro, 2003, p. 778).

No obstante, según José León (1997) se debe tener en cuenta que:

- Se trata de los derechos reales, es decir de los derechos "en las cosas", no de los
derechos "a las cosas", como relación inmediata a ellas; así, como serían por ejemplo, los
derechos que nacen con motivo de una obligación convencional que supone la entrega de
una cosa, en cuyo caso el régimen que se aplica es el establecido por el artículo 2095 del
C.C. (ley expresamente elegida por las partes o, en su defecto, la ley del lugar de
cumplimiento); o, en circunstancias especiales las otras alternativas que ahí se señalan
(la ley de la obligación principal o la ley del lugar de celebración del acto).

- Asimismo, la referencia es a los bienes en sí mismos y no en consideración a la vinculación


que puedan tener, como en efecto a veces la tienen, con determinadas relaciones o
situaciones jurídicas; por ejemplo, los bienes de la sociedad conyugal, en cuyo caso el
tema que se regula es el régimen patrimonial del matrimonio y en ese caso la ley aplicable
es la del primer domicilio conyugal (artículo 2078 del C.C.), o cuando se trata de los bienes
en su condición de conformantes de un patrimonio hereditario, en cuyo caso la ley
aplicable es la del último domicilio del causante (artículo 2100 del C.C.) (p. 779).
Por otro lado, cabe mencionar que, en relación a este artículo, dentro de sus alcances se
comprenden a los bienes muebles y estos por su naturaleza podrían cambiar de lugar, la ley
aplicable podría a su turno tornarse variable, por lo que el factor "lugar de ubicación" requería
ser precisado temporalmente, y esto es lo que justamente se hace en la parte final del artículo
2088 al establecer que la ley aplicable es la ley de situación de los bienes "al momento de
constituirse el derecho real" (Muro, 2003, p. 779).

2. BIENES CORPORALES EN TRÁNSITO

Bienes corporales en tránsito

Artículo 2089.- Los bienes corporales en tránsito se consideran situados


en el lugar de su destino definitivo.
Las partes pueden someter la adquisición y la pérdida de los derechos
reales sobre bienes corporales en tránsito a la ley que regula el acto
jurídico originario de la constitución o de la pérdida de dichos derechos,
o a la ley del lugar de expedición de los bienes corporales.
La elección de las partes no es oponible a terceros.

La regla general lex rei sitae considerada en el artículo 2088 del C.C., resulta inadecuada
para responder al tráfico real en el caso de los bienes que circulan, por lo que ha sido
necesario establecer reglas especiales que rijan los bienes en tránsito, así como los medios
de transporte (Delgado Barreto, Delgado Menéndez, Candela Sánchez, 2007, p. 247).

2.1. Bienes en tránsito


Son aquellos bienes que en el momento de su desplazamiento internacional son objeto
de algún acto jurídico de trascendencia real. Para Savigny, los bienes en tránsito no
tenían una situación definitiva y útil para la determinación de la ley aplicable, motivo
por el cual proponía como componente a la ley personal del propietario. Posteriormente
un sector importante de la doctrina ha propuesto como ley aplicable la del lugar de
destino de los bienes, posición que ha sido seguida por la legislación nacional (Delgado
Barreto, Delgado Menéndez, Candela Sánchez, 2007, p. 247).

No obstante, se debe mencionar que, el concepto jurídico de tránsito no se relaciona


específicamente con el movimiento físico del bien, sino con la circunstancia de hallarse
en curso de transporte o desplazamiento internacional, al menos entre dos países
distintos.
En tal sentido, Candela Sánchez (2003), indica que es suficiente que dichos bienes
estén en curso de transporte, aunque transitoriamente se hallen en un lugar de paso,
por ejemplo, al haber sido desembarcados en un puerto de un país intermedio,
esperando ser transportados por ferrocarril a su lugar de destino en otro país. Se puede
tratar también de bienes situados durante la travesía, en un medio de transporte, pero
no en el país de carga, de descarga, ni en ningún otro (p. 780).

2.2. Factores de conexión


A nivel doctrinario se reconocen tres factores de conexión vinculados a este tipo
especial de controversias, la ley del lugar de su destino definitivo, la ley que regula el
acto jurídico originario de la constitución o de la pérdida de dichos derechos y la ley del
lugar de expedición de los bienes corporales.

a. Ley del lugar de su destino definitivo


La ley del lugar de su destino definitivo será la ley de la situación previsible por las
partes, ya que designa el mercado afectado o donde se va a integrar dicho bien,
localizando de ese modo el Derecho aplicable a la adquisición, cesión o pérdida
de los derechos reales sobre los bienes en tránsito. Asimismo, se percibe que
para la operatividad del factor de conexión del lugar de su destino definitivo, no se
exige el que los bienes (mercancías) lleguen efectivamente (Candela Sánchez,
2003, p. 781).

La elección de esta ley se fundamenta en que es en ese lugar en el cual el bien


alcanza su situación estable, asegurando el reconocimiento por la nueva ley de la
situación creada mientras los bienes estaban en tránsito. Mientras que, como
argumento en contra, se expresa que el lugar de destino puede modificarse, o
llegado el caso, incluso existe la posibilidad de que nunca llegue (Delgado Barreto,
Delgado Menéndez, Candela Sánchez, 2007, p. 247).

Larebours-Pigeonniere, Batiffol y Lagarde consideran que la competencia de la


ley del lugar de destino solo debe ser utilizada en los casos de operaciones
llevadas a cabo a la distancia durante el transporte, porque en estos casos la
movilidad del objeto justifica la derogación excepcional de la lex rei sitae; y que
esta situación debe ser reservada a los transportes terrestres pues las mercancías
que viajan por mar pueden ser consideradas en el país del respectivo pabellón de
la nave (Delgado Barreto, Delgado Menéndez, Candela Sánchez, 2007, p. 248).
b. Ley que regula el acto jurídico originario de la constitución o de la pérdida de
dichos derechos

El segundo párrafo de la norma en comentario permite a las partes someter la


adquisición o la pérdida de los derechos reales sobre bienes corporales en tránsito
a la ley que regule el acto jurídico originario del derecho real, ley del contrato.

Para determinar la ley del contrato corresponde tener en cuenta los puntos de
conexión enlistados en el artículo 2095 del Código Civil, a partir de los cuales se
definirán por ejemplo los bienes que pueden ser objeto de un derecho real, la
naturaleza mueble o inmueble, la extensión del derecho real, las facultades del
titular, los derechos reales accesorios y los temas de la oponibilidad, publicidad y
preferencia, entre otros (Delgado Barreto, Delgado Menéndez, Candela Sánchez,
2007, p. 248).

c. Ley del lugar de expedición de los bienes corporales

La ley del lugar de expedición se trata de la última localización relevante antes de


que se haya creado una nueva. Así pues, por ser más fácil de determinar se
acopla a las soluciones flexibles encaminadas a precisar el Derecho aplicable a
los bienes corporales en tránsito.

No obstante, se critica que se trataría de una conexión pasada frente al factor de


conexión lugar de su destino definitivo, que representa una conexión estable
(nueva ley de la situación), cuando los bienes están en viaje (Candela, 2003, p.
782).

2.3. La elección de las partes no es oponible a terceros


A fin de proteger a los terceros que presumen que la ley aplicable a los bienes
corporales en tránsito es la ley del país de su destino, la última parte del artículo 2089
precisa que la elección de las partes de alguna de las leyes subsidiarias previstas, no
les es oponible (Delgado Barreto, Delgado Menéndez, Candela Sánchez, 2007, p.
248).

Este criterio, según Candela Sánchez (2003), implica que cuando se afecta el tráfico
jurídico real (tránsito), la regla Lex reí sítae vuelve a ser aplicada decidiendo los
derechos reales sobre las cosas.
Hay que tener presente que el presupuesto necesario es que los bienes se hallen en
tránsito, si este acabó por cualquier acto (legal o ilegal) que los introduzca en el país
de la situación efectiva del bien, deja de ser considerado un bien en tránsito,
reactivándose la Lex reí sítae para decidir sobre su propiedad y si ha pasado o no al
tercero de buena fe (p. 782).

2.4. Supuestos especiales


a. Interrupción del tránsito

La aplicación de la ley del lugar de destino prevista en el artículo 2089°, solo se


mantiene mientras los bienes continúen siendo objeto de un desplazamiento
internacional. Si en el transcurso de dicho desplazamiento, un tercero de buena
fe adquiere la mercancía y se solicita el embargo por un acreedor con título
suficiente, por ejemplo, se declara la quiebra del comprador, el tránsito se
interrumpe y, consecuentemente, se reactiva la aplicación de la conexión general
del lugar de situación efectiva de las mercancías, pues de nuevo es el tráfico
jurídico de la situación real del bien el que ve afectado (Delgado Barreto, Delgado
Menéndez, Candela Sánchez, 2007, p. 248).

b. Bienes destinados a la exportación

Son bienes que físicamente no han entrado aún en curso de desplazamiento, pero
que van a ser objeto de transporte internacional. Realmente, no son “bienes en
tránsito”, pues no existe ningún “desplazamiento”. Los aspectos reales de estos
bienes se regulan por la ley del país de su situación: artículo 2088° C.C. La
aplicación analógica de la regla prevista para los bienes en tránsito es
improcedente, pues falta la identidad de razón: estos bienes destinados a la
exportación presentan un lugar de situación claro y determinado. La Ley de dicho
país debe aplicarse (Delgado Barreto, Delgado Menéndez, Candela Sánchez,
2007, p. 249).

3. TRASLACIÓN DE BIENES CORPORALES

Desplazamiento de bienes corporales

Artículo 2090.- El desplazamiento de los bienes corporales no influye sobre los


derechos que hayan sido válidamente constituidos bajo el imperio de la ley
anterior. No obstante, tales derechos sólo pueden ser opuestos a terceros
después de cumplidos los requisitos que establezca la ley de la nueva situación.
El artículo aborda el tema de los conflictos móviles, los que se originan en el Derecho
Internacional Privado por las mutaciones o cambios temporales y espaciales en el elemento
de la situación fáctica descrito en el factor o punto de conexión (por ejemplo: cambio de
domicilio internacional, cambio de la nacionalidad; cambio de lugar de ubicación de un bien),
de suerte tal que una relación jurídica privada internacional queda sometida sucesivamente
a dos ordenamientos jurídicos diferentes (Candela, 2003, p. 784).

El desplazamiento internacional de bienes corporales de un ordenamiento jurídico a otro


distinto hace previsible la sumisión a dos leyes que por lo general no reconocerán los mismos
derechos sobre el bien, generándose una disyuntiva que intenta ser resuelta a través de
soluciones generales: aplicando a la relación jurídica privada internacional la última ley
competente (ley anterior al cambio de ubicación del bien); o la ley de la nueva situación
(identificable con posterioridad al cambio de ubicación del bien).

Sin embargo, las soluciones generales deben ser interpretadas tomando en cuenta dos
mecanismos razonables:

i) El que proporciona la solución alternativa, que supone aplicar una u otra ley, atendiendo a
criterios de validación del acto o de protección de los intereses dominantes en juego.

ii) El que suministra la solución acumulativa, que supone que la relación jurídica privada
internacional pueda nacer o ser reconocida sobre la base de las dos leyes (ESPINAR).

2. Los bienes sobre los que inciden los conflictos móviles

Resulta necesario interpretar los alcances de la primera parte del primer párrafo del artículo
en comentario, a fin de determinar sobre qué tipo de bienes inciden los conflictos móviles.

Hay que decir en primer lugar, que es ajeno al tema de los conflictos móviles las relaciones
jurídicas privadas internacionales derivadas de los bienes inmuebles (predios); como por
ejemplo, minas, canteras, depósitos de hidrocarburos descritos en el artículo 885 del C.C.,
los cuales por su propia condición quedan sujetos permanentemente al ordenamiento jurídico
o estatuto del país donde se localizan. Respecto a estos bienes valdrá decir, entonces, que
la regla Lex rei sitae, como un factor de conexión inmutable, los vinculará siempre a un solo
ordenamiento.

No obstante, hay que tener en cuenta también, que la doctrina contempla que podrían surgir
hipótesis para los conflictos móviles respecto a los denominados bienes inmuebles por
destino (FERNÁNDEZ ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO), categoría en la que se podrían
enlistar por ejemplo, a tenor del artículo 885 del C.C., a las naves y aeronaves, cuando son
objeto del comercio como mercancías.

Sin embargo, el contexto típico y natural para las hipótesis de los conflictos móviles sugiere
tener en cuenta, por lo general, dos requisitos en relación a los bienes:

i) Que sean corporales;

ii) Que se haya dado su desplazamiento del ordenamiento jurídico de un país hacia otro
ordenamiento distinto (desplazamiento internacional).

Sobre el primer punto, una mirada al artículo 886 del C.C. nos permite encontrar dentro de
todos los posibles bienes que pueden ingresar a la clasificación general de muebles, por
ejemplo, a los vehiculos terrestres de cualquier clase; a las fuerzas naturales susceptibles de
apropiación, por ejemplo, la energía eléctrica, y a los demás bienes que pueden llevarse de
un lugar a otro.

Con relación al segundo punto, es explicable que como consecuencia del cambio de
situación, una o varias veces surjan legítimas interrogantes -recogidas por la doctrina- sobre
la ley que debe ser aplicada: .. ¿la ley del lugar de situación en el momento de presentarse
la demanda, la ley del lugar donde se encontraba el bien cuando el tercero adquirió su
posesión o trabó su embargo?" (FERNÁNDEZ ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO).

Nótese que en el artículo bajo comentario, para resolver los conflictos móviles se elige entre
la aplicación de la ley anterior y entre la ley de la nueva situación del bien. Se puede observar,
además, que el legislador ha deslindado dentro de la configuración del derecho real: la
constitución del derecho y la oposición del mismo.

Este camino coincide con el registrado por la doctrina que hace distingos entre el contenido
y la validez de la constitución del derecho real (CANO; FERNÁNDEZ ROZAS-SÁNCHEZ
LORENZO; REVOREDO; DELGADO BARRETO-DELGADO MENÉNDEZ-CANDELA
SÁNCHEZ; BOUZA).

Es por ello que para el hallazgo de soluciones -tratándose del desplazamiento internacional
de bienes corporales- se deben armonizar, como sostiene Virgos, dos principios:

i) El principio del derecho real vinculado a la ley anterior al cambio de situación del bien; y,

ii) El principio de adecuación a los intereses del tráfico del país de la nueva situación.

Estos principios tienen como tarea determinar, por ejemplo, la posibilidad y condiciones de
oponibilidad de los derechos reales (efectos frente a terceros), las condiciones de la posesión,
el grado o alcance de la exigencia de la buena fe, la carga de la prueba, el momento de
adquisición del derecho por un tercero (automático o sujeto a plazos), la publicidad registral
de los derechos, etc. (FERNÁNDEZ ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO).

3. Los derechos (reales) válidamente constituidos bajo el imperio de la ley anterior

La vinculación de la constitución de los derechos reales por la ley de la situación anterior


al cambio (imperio de la ley anterior), se sustenta en la teoría del respeto y defensa de los
derechos adquiridos (BOUZA; CANO), y en la teoría de la irretroactividad de la nueva ley.

En ese sentido, los derechos adquiridos en un país se reconocen en los demás países con
una ley única, hasta que nuevos hechos de trascendencia real tengan lugar en el país de la
nueva situación y sirvan para extinguir, modificar o transmitir el derecho real sobre el bien
(VIRGOS).

Un caso de la jurisprudencia británica recogido por Virgos -y citado por Delgado Barreta-
Delgado Menéndez-Candela Sánchez- ayuda a ilustrar este punto:

Se trataba de ciertas obras de arte que habían sido robadas a su dueño en

Inglaterra y subsecuentemente vendidas en Italia. Después de algún tiempo, el adquiriente


italiano las lleva a Londres donde encarga su venta en subasta a una conocida firma. A través
del catálogo, el anterior dueño reconoce las obras robadas y reclama su devolución. El
comprador italiano se niega a ello, alegando ser el legítimo propietario de las obras, pues
según el Derecho italiano, el adquiriente de buena fe, como era el caso, hace suya la
propiedad de la cosa mueble vendida.

Como quiera que los derechos reales se rigen por la Lex rei sitae y el problema que se debate
es la propiedad de las obras de arte, resultaba necesario determinar si el comprador italiano
adquirió o no la propiedad de esas obras de arte, atendiendo al momento en que se realizaron
los hechos.

En ese sentido, es claro que cuando dichos hechos tuvieron lugar, las obras de arte se
encontraban en Italia. Allí las compró y recibió el nacional italiano, por lo cual el juez inglés
aplicó la ley italiana, conforme a la cual el adquiriente de buena fe hace suya la propiedad de
los bienes, surgiendo un nuevo título de propiedad que anula al anterior. De ahí que cuando
el bien regresa a Inglaterra lo hace con un nuevo título de propiedad. El tribunal reconoció al
final la propiedad adquirida en Italia y el anterior propietario desposeído no pudo reclamar las
obras de arte frente al nuevo propietario.

4. Derechos (reales) opuestos a terceros deben cumplir con los requisitos de la ley de la
nueva situación
La norma en comentario permite interpretar también que, cuando el bien pasa a integrarse
al ordenamiento jurídico donde el derecho real va a desplegar sus efectos, debe cumplir con
los requisitos de la ley de la nueva situación (CANO)

De ahí que, cuando la coordinación y conciliación entre sistemas jurídicos resulte imposible,
la ley anteriormente competente debe supeditarse a la nueva ley de la situación, en el extremo
que resulte incompatible con los principios de la nueva ley (BOUZA), la cual se considerará
en ese caso, como ley única.

Así pues, tratándose de la oponibilidad de un derecho real frente a un tercero (acreedor


individual) que traba un embargo del bien (tercerías de dominio o de mejor derecho)
corresponderá a la nueva ley de la situación resolver: la titularidad sobre el mismo, el orden
o rango de los privilegios reales y las condiciones de publicidad registral (FERNÁNDEZ
ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO).

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que, la publicidad de los derechos reales (sea o no
registral), siendo una condición de oponibilidad del derecho real frente a terceros, puede
cumplir una función distinta como ser requerida como condición de validez de un contrato que
le sirva de título (FERNÁNDEZ ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO).

Así, por ejemplo, podría utilizarse una ley para regir las condiciones de forma y validez formal
del contrato; y podría emplearse para regir el modo de adquisición o validez de los derechos
reales una ley distinta a la que determina las condiciones de oponibilidad y publicidad
(FERNÁNDEZ ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO).

Respecto a los derechos reales de garantía y reserva de propiedad sobre bienes muebles,
podrían surgir conflictos cuando el país de la situación inicial del bien y el país al que se
desplaza establecen requisitos distintos. De ahí que, por ejemplo, cuando el sistema jurídico
en el que se constituye el derecho requiere el simple acuerdo de las partes, y el del lugar del
desplazamiento exige además la inscripción registral, al ser la ley aplicable la del segundo
Estado, corresponderá al titular del derecho proceder a inscribirlo, ya que, en caso contrario,
no podrá oponerlo frente a terceros de buena fe que pretendan adquirir el bien en ese
segundo Estado (CANO).

En suma, para la oponibilidad frente a terceros subadquirientes del bien, se deberá aplicar la
ley del lugar donde se encontraba el bien en el momento en que el tercero entra en posesión
de dicho bien, con prescindencia de las ubicaciones anteriores o futuras (FERNÁNDEZ
ROZAS-SÁNCHEZ LORENZO).

4. PRESCRIPCIÓN DE ACCIONES SOBRE BIENES CORPORALES (ART. 2091) (maraya)


5. DERECHO SOBRE MEDIOS DE TRANSPORTE (ART. 2092)
6. DERECHOS REALES DE OBRAS INTELECTUALES (ART. 2093)
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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