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Conoced Vuestros Límites

Sheij Mohammad Nazim Al-Haqqani An-Naqshibendi, sohbat del 25 de diciembre de 1994.

Madad ya Sulṭanu l-Anbiya’, madad ya Sulṭanu l-Awliya’, madad ya Rijalu Llah.

Antiguamente tenían un dicho: "Ese va al barbero de ‘Id en ‘Id. ¡No le gusta el barbero!". Ahora
la gente es así: son ignorantes y no aprecian a nadie. La ḥawla wa la quwwata illa biLlahi l-
‘alayyi l-‘aẓim.

A‘udhu biLlahi mina sh-shayṭani r-rajim, Bismillahi r-Raḥmani r-Raḥim. No nos haga Allah (jj)
de los infortunados, de los seguidores del propio ego. La mayor parte de gente actual son
seguidores de sus egos. La gente, en especial quienes tienen formación, son seguidores de sus
egos. También muchos musulmanes son seguidores de sus egos; todos se creen muy elevados y
creen saber.

El dicho del Profeta (saw): "Raḥima Llahu-mra’an ‘arifa ḥaddahu wa waqafa ‘indahu. Bendiga
Allah (jj) a quien conozca y se atenga a sus límites". Ese no irá demasiado lejos: "Este es mi
límite. Es hasta aquí, y nada más allá". "Bendiga Allah a quien conoce sus límites", esa es la
oración y el dicho del Profeta (saw). Nada es mejor que saber vuestros límites. Al que no conoce
sus límites, lo azotan todo el tiempo. Quien no acata sus límites y traspasa sus límites, se hace
merecedor de ser azotado. Y, en esta época, quedan muy pocas personas que conozcan sus
límites. ¡Sí! Hay pocos que sepan sus límites, y han aumentado quienes no los conocen.

El caos en el mundo islámico viene causado por esto: las personas conocedoras de sus límites
son cada vez menos entre los musulmanes, sin importar su rango. En especial los musulmanes,
vienen engañados por este mundo. Se enorgullecen de cosas mundanas y, por el orgullo que les
da el mundo, dejan de ser conscientes de sus límites. Por orgullo, ya no saben cuáles son sus
límites y cruzan los límites. Los asuntos de este mundo son una cosa, y los asuntos del más allá
otra distinta.

A eso se debe que, en esta época, lo que podemos hacer y lo que intentamos establecer es sobre
todo el camino de la tariqah. "Bal ṭariqatu kulluha adabun". Se ordena: "Todo en la tariqah son
buenas maneras, la tariqah es la senda de las buenas maneras". De hecho, la tariqah son buenas
maneras de inicio a fin, enseña las buenas maneras del Islam. Con las nuevas expresiones,
entrena a los musulmanes. Se debe a que los musulmanes tienen necesidad de entrenamiento,
¡necesitan entrenamiento! Y ellos son responsables de practicar lo que aprendan: saber es una
cosa, y practicar lo que sabéis es otra distinta.

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La tariqah informa a los creyentes sobre de qué modo comportarse dentro de la Shari‘ah. Por
tanto, nos hace saber cuáles son nuestros límites; nos enseña nuestros límites. La tariqah es en
todo buenas maneras. Sin entrar en una tariqah, no podréis practicar la Shari‘ah del Islam. Se
debe a que la Shari‘ah del Islam os ordena estar conectados a alguien, os ordena seguir a alguien
y seguir su camino. Eso es la Shari‘ah. ¿Seguir a quién? Seguir a los buenos, ¡seguidles! Se trata
de una orden: seguid a los buenos, seguid a quienes tienen buenas maneras. Es decir, recorred su
camino. ¿Hay algo más en el Islam? ¿Dice el mismo que se siga a los malos?

¿Y quién es el bueno? Quien conoce sus límites. Quien desconozca sus límites, no es de los
buenos. Al hablar de sus límites, en primer lugar, alguien que no reconoce a Allah (jj) es alguien
que ignora sus límites. Y por supuesto, quien pisa las órdenes de Allah no conoce sus límites. Si
supiera cuáles son sus límites, ¿pisaría las órdenes de Allah? Si yo os dijera - ḥasha: "Poned el
Qur’an en el suelo", os negaríais a ponerlo diciendo: "¡Ahí es por donde camino!". Es de buenas
maneras no ponerlo por debajo de la barriga. Nuestra antigua tradición consiste en situar el
Qur'an al nivel del estómago, y no por debajo de ese nivel. No podéis poner el Qur’an a vuestros
pies, eso es abandonar las buenas maneras. Bien, ¿y si os digo que lo pongáis bajo vuestros pies?
¡Ḥasha! ¿Alguien se atrevería? Un creyente no se atrevería, ¿sería un incrédulo?

Está bien, así respetamos el Qur’an, ¿y cómo ponemos las órdenes de Allah bajo nuestros pies?
Poner las órdenes de Allah bajo vuestros pies implica poner el Qur’an bajo vuestros pies. ¿Por
qué lo hacemos? Quien no conoce sus límites, pisa las órdenes de Allah (jj). Ese no es una buena
persona, y no podéis seguirle. Si lo hacéis, es un desastre... es un desastre para los seguidores.
Por eso dijimos que debemos conocer nuestra historia: debemos conocer nuestra historia, nuestra
historia nos hace ver. La historia nos muestra los días en que seguíamos a los buenos, y cómo
sufrimos al seguir a los malos. No hace falta que hablemos: ¡abrid y leed! Si seguimos a quienes
conocen sus límites, también nosotros sabremos nuestros límites y nos llegará Divina
misericordia. Si no sabemos nuestros límites, la misericordia Divina se aleja y llegan problemas
a tales personas.

Como dijimos, la gente actual seguidora de los buenos se ha reducido en número, y quienes
siguen a los malos han aumentado. Por eso, los problemas y dificultades que descienden se han
incrementado. No existe paz, no hay bendición. Las puertas de la bondad están cerradas, y no
pueden abrirse. Las puertas de lo malo están abiertas de par en par, todos están hundidos en el
mal.

Hablamos de conocer vuestros límites y, en especial, necesitáis saber vuestros límites respecto a
los santos aḥadith, respecto al Islam y el Qur’an. ¿Qué es ser musulmán, y qué no lo es? ¿Cómo
deben ser las maneras de los creyentes hacia el Qur’an? ¿Y cómo deben ser nuestras maneras
hacia los santos aḥadith del Profeta (saw)? Necesitamos aprender y practicar esto. En primer

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lugar, el creyente debe insistir. Se refiere a insistir en aprender. Antes que el Qur’an y los santos
hadices, se debe saber lo que el Islam ordena y obliga a hacer. El Qur’an es la palabra de Allah
(jj), y los santos aḥadith son las palabras -los santos dichos- de nuestro Profeta, ‘alayhi ṣ-ṣalatu
wa s-salam. No es algo sencillo ni barato el entender las palabras de Allah y del Profeta (saw).

Los eruditos de antaño eran personas sinceras y eficaces. Cuando ellos leían el Qur’an, decían:
"No debemos transmitir las palabras de manera incorrecta", y temblaban de miedo en la
interpretación de su significado. Ellos temían a Allah y se sentían avergonzados ante Él (jj).
Ellos solían narrar las palabras del Profeta (saw) y de los compañeros, basándose en las
interpretaciones de los grandes santos. Ellos nunca leían versículos ni santos aḥadith sin tener la
ablución.

‘Abdu l-Khaliq al-Ghujdawani construyó un edificio privado por su respeto al Qur’an, sólo para
leer el Qur’an. Él construyó ese edificio, gastando una considerable suma de dinero, para tales
momentos. Puso un atril dentro de ese edificio, y colocó el Qur’an sobre el mismo. Antes de leer
el Qur’an, tomaba un baño. Tomaba la ablución completa (ghusl) y vestía sus ropas más nuevas
y limpias, se ponía un hermoso perfume y entraba en esa zona de puntillas. El Qur’an estaba en
un lugar elevado, y él iba allí como si entrara en la presencia de un sultán. Permanecía en pie,
estaba dispuesto para recitar el Qur’an, de pie. Tanto respeto como mostréis a las palabras de
Allah (jj), tanto seréis respetados en presencia de Allah (jj). ¡Es así! Es la palabra de Allah (jj),
¡lo merece! Si alguien puede hacer más, la palabra de Allah también lo merece.

Entré en una iglesia -un monasterio-, un monje nos invitó al monasterio. Fue hace mucho tiempo,
40 años atrás. Mientras nos iba mostrando el monasterio, sacó sus Biblias. Las cubiertas de esas
Biblias estaban decoradas con rubíes, esmeraldas, crisótilos y gemas parecidas. ¡Tan perfectas y
grandes! Uno, dos, tres, cuatro ejemplares... Sacó cuatro ejemplares, y todos venían así
enjoyados. Entonces me critiqué a mí mismo, me acusé a mí mismo: ellos no eran musulmanes
sino cristianos, y conservaban sus libros sagrados con tal respeto. De hecho, ellos arruinaron su
libro, aunque conservaran sus libros sagrados de tal forma en las iglesias. Debemos respetar el
Qur’an a este nivel, y mostrar un mayor respeto aún.

Por eso al-Ghujdawani construyó tal edificio. Gastó siete mil monedas de oro y lo hizo todo
perfecto, construyó un edificio como un palacio. Sólo puso el Qur’an dentro – uno escrito a
mano, perfecto. Estaba en pie y no se sentaba, por la alabanza a Allah Todopoderoso. Era como
si entrara en presencia del sultán, con buenas maneras. Nuestro Sheij, el Sulṭanu l-Awliya’, me
dijo: "Naẓim Efendi, cuando al-Ghujdawani entró así por primera vez, le llegó un mensaje, 'No
me leas sin tener ablución completa'".

Él se sintió confundido, pues tenía ablución completa. Entró de puntillas, con ropas nuevas y
llevando perfume. "Si no tienes ablución completa, ¡no me toques!". Asta‘idhu biLlah: "La

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yamassuhu illa l-muṭahharun" (56:79). "Muṭahhar" significa alguien que va extremadamente
limpio, y el significado más profundo es: "Alguien limpio por dentro y por fuera puede tocarnos
y puede leernos, puede leer el Qur’an". La ablución completa se refiere al interior y el exterior.
"Di la shahadah", le llegó de repente como mensaje: "Toma la shahadah. La misma quiebra la
rebelión del ego. Renueva y da a conocer tu fe en Nuestra presencia, Ashhadu an la ilaha illa
Llah, wa ashhadu anna Muḥammadan ‘abduhu wa rasuluhu (saw)".

Después de repetirlo tres veces, no queda rastro de incredulidad y habéis entrado en el círculo de
la fe. ¡Arrepentíos! No somos dignos de su presencia con nuestros egos. "Con arrepentimiento -
100 veces-, permanece en pie en Nuestra presencia". Ese es el mensaje, cien veces:
"Astaghfirullah, Astaghfirullah, Astaghfirullah. Nos arrepentimos de todos los pecados,
pequeños y grandes, de los errores, rebeliones y descuidos. Nos arrepentimos de todo esto, ¡Oh
Señor!, y pedimos Tu perdón". Nuestros cuerpos están limpios con agua que nos lava de los
pecados, la shahadah limpia nuestros secretos y el arrepentimiento lava nuestra espiritualidad;
logramos una limpieza externa perfecta. Entonces, Él ordenó leer: "Ahora lee, recita Mis
palabras".

Cuanto más respetéis las palabras de Allah, más respetados seréis. Leer el Qur’an es así, ¿cómo
podremos entonces decir su significado? ¿Dónde estamos nosotros y dónde está el Qur’an, como
para dar su significado? Entonces, el desconocer vuestros límites empieza aquí. Hoy día, muchas
personas -aun ignorando el lenguaje del Qur’an- traspasan sus límites y hablan del Qur’an,
también hablan del significado del Qur’an. Son tan ignorantes que no conocen ni las letras
árabes, ¡los musulmanes traspasaron sus límites de tal forma!

El Qur’an es la palabra de Allah, por eso tememos decir un versículo directamente y dar su
significado. La manera de todos los santos es dar un ṣuḥbah, dar un consejo. Ellos mantienen las
buenas maneras con Allah (jj), y dicen: "Lo que mencionamos proviene de los significados a que
este verso se refiere". "Hay una señal en este verso sobre eso que decimos", y conservan sus
buenas maneras. Ma sha’a Llah, nuestros eruditos siempre leían primero los versículos, y
después leían los ḥadith: "Esto significa tal versículo, y eso significa tal ḥadith".

Mawlana Jalalu d-din Rumi [dictó] los seis volúmenes del "Mathnawi Sharif", santifique Allah
su secreto. La semana pasada fue el Shab-i ‘Arus (aniversario del fallecimiento de Rumi), y
también nos pusieron un gorro cónico. ¿No lo habéis visto? Tal persona santa -quiera Allah
santificar su secreto- es un honorable siervo de Allah, uno de los del Profeta -‘alayhi ṣ-ṣalatu wa
s-salam-, de su bien amada nación. Mawlana es también nuestro maestro, ¡sí! Él creó los seis
volúmenes del "Mathnawi Sharif". Echadle un vistazo, al "Mathnawi Sharif": ¿lee él un verso y
dice, "Significa esto"? ¿O habla, y después se refiere al versículo? ¡Así de lejos fuimos!

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Ellos desconocen sus límites, la gente no tiene noción de lo que dice y no existen personas
autorizadas. Si alguien no está autorizado, ¿cómo sabrá cuáles son sus límites? Ahora, el más
alto rango religioso les hace leer los khuṭbah así, y os dejan interpretar el significado.
"Interpretamos el sentido, para que la gente entienda". Si la gente entendiera una sola palabra de
lo que leéis, ¡habría muchos eruditos! Leyendo y entendiendo, habría muchos eruditos: ¡no
tienen la menor pista!

Imam al-Ghazali, Muḥyi d-din ibn ‘Arabi, Shah-i Naqshband, Imam Rabbani... Todos esos
grandes santos dijeron: "Esto se refiere a los océanos de los significados. Tomamos de ahí, estas
palabras proceden de ese océano". Es la razón por la que aumentaron las personas con estudios,
mientras disminuyeron los eruditos. Es una señal del fin de los tiempos, dijo el Profeta (saw):
"Yaqillu l-‘ulama’ wa yakthiru l-khuṭaba. Disminuyen los eruditos y hay más predicadores". Hay
muchísima gente para leer khuṭbah, que dicen: "Interpreto este versículo. Este es el verso, y ese
su sentido. Este es el ḥadith, y su significado". ¡Oh gente! Entended, ¡acostumbraos a ello! Aşık
Ali. Y cuando la gente con formación desconoce las buenas maneras de la tariqah, falla en su
respeto al Qur’an. Fallan en el respeto, fallan en el respeto al Profeta (saw) y a sus hadices.

¿Quiénes somos, para interpretar el Qur’an e interpretar los hadices? Intentad tomar del océano
del Qur’an desde quienes dan. El Profeta (saw) estaba autorizado a dar, ‘alayhi ṣ-ṣalatu wa s-
salam. Él dio de los significados del Qur’an durante 23 años, tomó y lo relató. Los ignorantes de
hoy día redujeron el número de hadices del Profeta a un puñado, que podéis contar con los dedos
que usáis para el dhikr. Lo redujeron a eso a causa de su inconsciencia, [la de] personas no
autorizadas que desconocen sus límites. ¡Respetad y alabad el Qur’an! Por eso me da miedo
recitar un versículo y decir algo: porque no está en nuestros límites. Sólo podemos narraros lo
que los santos entregan en nuestro corazón.

Escuchar un poquito y hacer conscientes los propios límites, ese es el objetivo. Respetad el
Qur’an, y respetad los hadices del Profeta (saw). Mientras no entendáis el Qur’an y hasta que
entendáis los santos hadices, prestad servicio, de manera que logréis tener apoyo. A quien preste
servicio a Allah y a Su mensajero... Se dan gotas de los océanos de significados a quienes sirven
en su camino. Quien bebe de esas gotas encuentra la vida real, y se vuelve uno de los inmortales.

Quien desee inmortalidad y vida eterna, debe beber del Qur’an y los hadices. Esas son las
fuentes de vida eterna, y la vida eterna es la vida verdadera. Allah dice: "¡Bebed, bebed! ¡Yo os
lo permito!". Pero no sabemos cómo, y no podemos beber. Al no poder beber, permanecemos
muertos en este mundo. En el día del Juicio, ellos van a la presencia de Allah sin haber tomado
esa vida real. Podridos, en un estado de deterioro, permanecen podridos en el mundo y en el más
allá. En cambio, el Qur’an llegó para dar vida a la gente y revivir a la gente.

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Está además Yunus Emre: él tiene muchos pareados, ¿y da jamás el significado de los
versículos? ¿Da el significado de los hadices? Los mismos se vierten como un río desde los
versículos y los hadices, y quien bebe cobra vida. Es importante hacer que la gente beba, [y] no
quede nadie fuera. Yo viajo... no a uno o dos países. Recorro el mundo islámico, así como el
mundo occidental. Quizá haya ocultos ahí... ¡no! No hay nadie que dé vida a esas personas, hay
muchos gritones. El número de khaṭib (predicadores) aumentará, aumentarán quienes lean
khuṭbah pero no habrá eruditos. Encontramos muchísimos de ellos, pero no hay nadie dando vida
a la gente al dar desde los océanos de sabiduría, desde la fe y los océanos de amor.

Brevemente y con precisión: quiera Allah (jj) hacernos fácil el tener buenas maneras y conocer
nuestros límites. Que Allah nos haga tener buenas maneras hacia el Qur’an y los hadices, sin que
digamos directamente: "Del Qur’an o de los hadices". El Qur’an fue interpretado por nuestro
Profeta (saw) en 23 años, y fue completado. ¡23 años no son cualquier cosa! El Qur’an fue
completado en 23 años. Fue completado externamente, y también su significado estaba
completo. Allah Jalla wa ‘Ala vertió su significado en el corazón puro del Profeta (saw). Él abrió
las fuentes de la vida a todas las personas que lleguen, hasta el día del Juicio. Dijo: "Venid a
beber, bañaos en ello, ¡encontrad vida!".

Háganos Allah (jj) de las naciones que le respetan a él (saw). Existen muchas personas corruptas
que no acatan las buenas maneras hacia el Profeta (saw), protéjanos Allah (jj) de su maldad.

Biḥurmati l-Ḥabib, biḥurmati l-Fatiḥah.

Enlace al vídeo:
http://saltanat.org/videopage.php?id=16381&name=1994-12-25_tr_HaddiniBilmek_SN_a.mp4

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