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DE LA ACADEMIA MEXICANA
DE CIRUGÍA
CLÍNICAS QUIRÚRGICAS DE LA
ACADEMIA MEXICANA DE CIRUGÍA
VOLUMEN XV
ENDOSCOPIA EN
EL SIGLO XXI
Editores huéspedes
Acad. Dr. Fernando Bernal Sahagún
Acad. Dr. Germán Fajardo Dolci
ERRNVPHGLFRVRUJ
Endoscopia en el siglo XXI
ISBN 978–607–7504–77–1
Dirección editorial:
José Paiz Tejada
Editor:
Dr. Jorge Aldrete Velasco
Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores
Revisión médica:
Dr. Diego Armando Luna Lerma
Ilustración:
Alejandro Rentería
Impreso por:
Impresiones Editoriales FT, S. A. de C. V.
Calle 15 Manz. 42 Lote 17, Col. José López Portillo
09920 México, D. F.
Agosto de 2010
Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.
Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas
terapéuticos sean correctos y compatibles con los estándares de aceptación general de la fecha de
la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguros de que toda la información pro-
porcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cui-
dadosamente el material de instrucciones e información incluido en el inserto del empaque de cada
agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial, cuando se utilizan
medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alte-
ración, pérdida o daño que pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y apli-
cación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Volumen XV:
Endoscopia en el siglo XXI
Comité Editorial
Editores responsables
Acad. Dr. César Athié Gutiérrez
Acad. Dr. José Antonio Carrasco Rojas
Acad. Dr. Jesús Tapia Jurado
Clínicas Quirúrgicas
de la Academia Mexicana de Cirugía
Volumen anterior
XIV. La cirugía de urgencia en el abdomen agudo
Volumen siguiente
XVI. La bioética en el ejercicio quirúrgico
Colaboradores
IX
X Endoscopia en el siglo XXI (Colaboradores)
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XV
Fernando Bernal Sahagún, Germán Fajardo Dolci
1. Historia de la endoscopia digestiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
José Ángel Córdova Villalobos
2. Aspectos técnicos de los endoscopios y de sus accesorios . . 15
Antonio de la Torre Bravo
3. Endoscopia diagnóstica del tubo digestivo . . . . . . . . . . . . . . 31
Juan Miguel Abdo Francis, Edgardo Suárez Morán,
Julio César Zavala Castillo, Salvador Razo García,
Jorge Enrique Ramírez Velásquez
4. Endoscopia terapéutica en el tubo digestivo . . . . . . . . . . . . . 51
Fernando Bernal Sahagún, Julio César Zavala Castillo,
Ceriolith Tenorio Flores, Eduardo Pérez Torres
5. Colangiografía y pancreatografía endoscópica . . . . . . . . . . 87
Santiago Gallo Reynoso
6. Laparoscopia diagnóstica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Leopoldo S. Gutiérrez Rodríguez, Francisco García Arévalo,
David Elohim Gutiérrez Vázquez
7. Laparoscopia terapéutica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Eduardo Pérez Torres, Heriberto Rodea Rosas,
Fernando Bernal Sahagún, Juan Miguel Abdo Francis
XIII
XIV Endoscopia en el siglo XXI (Contenido)
El lograr observar el interior del cuerpo y, más aún, tratar los padecimientos que
afectan al hombre en su “interior”, ha llevado a los médicos a innovar y crear no
sólo tecnología, sino también conocimiento y técnica que hoy en día nos permite
tanto inspeccionar visualmente la cavidad oral y la faringe como realizar cirugía
laparoscópica en una apendicectomía o resecar un adenoma hipofisario.
Endoscopia en el siglo XXI representa una compilación de los aspectos históri-
cos, los avances y las últimas aplicaciones de la endoscopia en el diagnóstico y
el tratamiento de diversas patologías. En los diferentes capítulos se abordan te-
mas relacionados con la fisiopatología de los padecimientos, procedimientos
diagnósticos y aspectos clave del manejo integral de los mismos. Los autores re-
saltan la importancia de la endoscopia en la medicina del siglo XXI y muestran
los elementos más relevantes en cuanto a las características técnicas de los equi-
pos, al igual que las técnicas y procedimientos médicos relacionados con las dife-
rentes especialidades médicas y quirúrgicas. La importancia de la endoscopia en
la práctica médica actual rebasa las fronteras de las especialidades médicas, y al
día de hoy complementa la atención médica y quirúrgica en prácticamente todas
las ramas de la medicina.
Como bien lo señalan los autores, los grandes avances de la ciencia y la tecno-
logía aplicados a la medicina han hecho posible la determinación de parámetros
clínicos mucho más exactos, trazando la línea entre normalidad y patología, faci-
litando el diagnóstico de lesión, mejorando el impacto clínico y quirúrgico de las
intervenciones y, por supuesto, disminuyendo significativamente los daños cola-
terales, así como los eventos adversos y las complicaciones. La endoscopia tam-
XV
XVI Endoscopia en el siglo XXI (Introducción)
INTRODUCCIÓN
sacar objetos extraños del cuerpo, revisar la vejiga o el oído, y fue material de
consulta obligado para muchos cirujanos europeos en la Edad Media. Desde el
siglo XVI se utilizaban velas de cera para empujar cuerpos extraños o huesos de
ballena para practicar dilataciones del esófago. El uso de sondas en la antigüedad
no tenía el propósito de explorar, sino tratar la asfixia en pacientes con obstruc-
ción por cuerpos extraños, como lo hizo Desault en 1775. Si bien estos actos no
corresponden estrictamente a la endoscopia, sí son antecedentes de gran impor-
tancia histórica.1,2
En 1743 M. Levret desarrolló un espéculo para analizar y tratar los pólipos na-
sales; seguramente muchos esfuerzos más no fueron publicados o documentados
y, por lo tanto, no se sabe de su existencia.
1
2 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 1)
LOS PRECURSORES
Antes del nacimiento de los endoscopios, que pueden ser usados para observar
el interior del tubo digestivo, hubo varios intentos previos, inventos de aparatos
que se diseñaron para observar otras cavidades además del tubo digestivo pero
que no fueron de utilidad práctica; sin embargo, esta búsqueda sentó las bases de
Historia de la endoscopia digestiva 3
la endoscopia en general, pues fueron los primeros pasos de una serie de procedi-
mientos que son parte muy importante de la medicina y que se han convertido en
métodos fundamentales de diagnóstico y tratamiento. Entre estos equipos tene-
mos los siguientes:
Para analizar el interior del aparato digestivo superior, basándose en los endosco-
pios anteriores, había que vencer dificultades especiales para ver el esófago más
largo y con algunas curvaturas y después remontar los obstáculos para entrar el
estómago, aunque sin lugar a dudas el problema más importante era la ilumina-
ción de las cavidades que se pretendía observar.
El investigador que logró realizar las primeras esofagoscopias fue Adolf Kuss-
maul (1822–1902), graduado en medicina en 1840 en Heidelberg, Alemania,
aunque también estudió en Viena y Praga. Sin lugar a dudas fue un personaje muy
notable, médico, músico y amigo de los grandes compositores y músicos viene-
ses de la época de oro; fue el primer médico que explicó por qué la pupila del ojo
es negra, describió la periarteritis nodosa y la osteomielitis aguda, además de des-
cribir la respiración que lleva su nombre en el coma diabético. Ejercía como ciru-
jano y ginecólogo en Viena y en Praga; fue el pionero de los lavados gástricos y
fue nombrado profesor emérito de la Universidad de Heidelberg en 1888. Para
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 1–6. Prótesis dental extraída con un esfagoscopio rígido (caso del Hospital Ge-
neral de México).
8 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 1)
ENDOSCOPIOS SEMIFLEXIBLES
O SEMIRRÍGIDOS (1932–1957)
En 1948 Segal y Watson adaptaron las primeras cámaras fotográficas a los en-
doscopios, lo que constituyó otro avance muy importante en la enseñanza de la en-
doscopia.
ENDOSCOPIOS FLEXIBLES
(FIBROSCOPIOS Y VIDEOENDOSCOPIA)
gico y endoscópico a la vez, opacificar la vía biliar y la vía pancreática. Esto hizo
posible, en el decenio de 1970, la extracción de cálculos, a la que siguieron la co-
locación de endoprótesis y otros procedimientos que ya son de uso diario en la
especialidad gracias a las aportaciones de Classen y Kawai, que de manera simul-
tánea8,9 publicaron su experiencia en el intervencionismo endoscópico biliar con
la esfinterotomía.
En los últimos años del decenio de 1970 y principios de 1980 la fibra óptica
se vio desplazada por el videoendoscopio (figura 1–11) presentado por Michael
Sivak y David Fleischer; aunque la fibra óptica sigue siendo utilizada amplia-
mente para transmitir la luz, en la punta del videoendoscopio hay un dispositivo
de carga acoplado CCD que capta los fotones y un sistema computarizado que
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
elabora una imagen que se transmite a una pantalla con gran definición. Actual-
mente hay sistemas de magnificación, filtros de color y otros cambios para lograr
imágenes de gran calidad.
En la endoscopia del siglo XXI han aparecido nuevos instrumentos, tales
como la cápsula endoscópica, que consiste en una cámara en miniatura (figura
1–12) y un sistema de iluminación que es deglutido por el paciente y que transmi-
te una gran cantidad de imágenes que se revisan en una computadora y permiten
diagnosticar enfermedades que están fuera del alcance de los endoscopios con-
vencionales, especialmente en zonas del aparato digestivo como el intestino del-
gado, que hasta hace pocos años eran difícilmente exploradas.
Mención especial merece la ultrasonografía endoscópica o ecoendoscopia,
que desde su advenimiento en 198010 permite la valoración de los tejidos cerca-
nos al tubo digestivo, e inclusive los procedimientos de diagnóstico fino, como
12 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 1)
ENDOSCOPIA EN MÉXICO
En nuestro país, a principios del siglo XX, hubo algunos médicos que realizaron
aisladamente algunos procedimientos endoscópicos, como el Dr. Peredo; sin em-
bargo, los iniciadores de la que sería una nueva especialidad y precursores del
método fueron el Dr. Abraham Ayala González y el Dr. Gustavo Serrano Rebeil
(figura 1–13).
El Dr. Ayala González fue la figura más importante de la gastroenterología me-
xicana en la primera mitad del siglo XX; fundó el primer servicio de gastroentero-
logía en el Hospital General de México, la asociación y la revista de la especiali-
dad, fue presidente de la Academia Mexicana de Cirugía y de la Academia
Nacional de Medicina, publicó numerosos artículos sobre esofagoscopia y gas-
troscopia con instrumental rígido y semiflexible. A su muerte, en los primeros
años del decenio de 1950, dejó una escuela de médicos entrenados en endoscopia,
gastrocirugía y gastroenterología clínica. Su trayectoria también abarcó aspectos
políticos, ya que fue Director del Hospital General y Jefe del Departamento de
Salubridad Pública.
El Dr. Gustavo Serrano Rebeil, “el gavilán Serrano”, fue el primer endoscopis-
ta de “tiempo completo”. Después de haberse entrenado en EUA fundó el depar-
Historia de la endoscopia digestiva 13
A B
Figura 1–13. A. Dr. Abraham Ayala González. B. Dr. Gustavo Serrano Rebeil.
REFERENCIAS
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mientos endoscópicos en gastroenterología. 2ª ed. Panamericana, 2009.
2. De la Torre BA: Breve historia de la endoscopia, crónica de una hazaña. Rev Gastroenterol
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14 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 1)
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cope, the fibroscope. Gastroenterology 1958;35(1):50.
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A preliminary report. Ann Surg 1968;167(5):752–756.
8. Classen M, Demling: Endoscopic sphincterotomy of the papilla of Vater and extraction of
stones from the choledocal duct. Dtsh Med Ochenschr 1974;99(11):496–497.
9. Kawai, Akasaka Y, Murakami K, Tada M, Koly Y: Endoscopic sphincterotomy of the
ampulla of Vater. Gastroint Endosc 1974;20(4):1148–1151.
10. Di Magno EP, Buxton GL et al.: Ultrasonic endoscopy. Lancet 1980;4:629–631.
2
Aspectos técnicos de los endoscopios
y de sus accesorios
Antonio de la Torre Bravo
INTRODUCCIÓN
En este capítulo se hará una descripción de los aspectos técnicos de los endos-
copios y de sus accesorios, no como frío conocimiento de la herramienta, sino
como elemento de comprensión del verdadero significado del acto médico. La
secuencia se basará en dos aspectos indisolubles: la cronología y la complejidad.
DEFINICIÓN Y OBJETIVOS
15
16 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 2)
ENDOSCOPIOS RÍGIDOS
FIBROSCOPIOS
Figura 2–1. Reflexión interna total. La luz (la flecha blanca) transita a lo largo de una
fibra óptica y sale en el extremo distal a pesar de la flexión. (Cortesía de la Asociación
Mexicana de Endoscopia Gastrointestinal).
de luz escapa y una cantidad mermada sale por el otro extremo. Para evitar las
fugas de luz en cada sitio de reflexión, se agregó una delgada capa reflejante y
se logró la reflexión interna total (figura 2–1).2
En 1956 Basil Hirschowitz logró la fabricación de haces flexibles de fibras re-
cubiertas que lograban la reflexión interna total de la luz. El acomodo espacial
de las fibras exactamente igual en ambos extremos permitía transmitir la imagen;
cuando no había dicho acomodo sólo podía transmitir la luz. La integración de
ambos haces, uno sin acomodo para iluminar y otro con acomodo para capturar
la imagen, permitió la fabricación del fibroscopio (figura 2–2).3 Después de agre-
gar otras cualidades, como sistemas de lentes en el ocular y en el objetivo, de un
mecanismo articulado en la porción distal para flexión controlada desde el exte-
rior, unos conductos para insuflar o instilar o aspirar, un conducto de operaciones
para deslizar accesorios y una fuente de luz externa, el fibroscopio se convirtió
18 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 2)
Figura 2–2. Acomodo de las fibras ópticas en un haz. Si es igual en ambos extremos,
transmite una figura. (Cortesía de la Asociación Mexicana de Endoscopia Gastrointesti-
nal).
VIDEOENDOSCOPIO
Cañón de
electrones
CCD
Lente objetivo Monitor
enfoca la imagen Punta del monitor
en la superficie del CCD está compuesta de miles
de puntos de fósforo
rojo, verde y azul
ENTEROSCOPIO
El intestino delgado permaneció inaccesible a un estudio endoscópico completo
hasta recientemente, cuando se diseñaron aparatos eficientes. Hay dos tipos de
enteroscopios, uno con doble balón y otro con un balón. La descripción del pri-
mero se justifica en este momento, por poseerse mayor experiencia. El instru-
mento está formado por dos componentes básicos: un endoscopio de 2 m de lon-
gitud y un diámetro de 8.5 mm o 9.4 mm, según el modelo, y un sobretubo de 1.45
m de longitud y 12.2 mm o 13.2 mm de diámetro. Ambos componentes son flexi-
bles y su cualidad principal es que tienen un balón acoplado a la punta. La presión
de inflado alternado de estos balones es controlada por un monitor externo. Los
principios físicos del endoscopio son los mismos que los de un videoendoscopio
convencional, la diferencia está en los balones, los cuales sirven para anclaje al-
terno y lograr el avance a lo largo del intestino delgado (figura 2–4).
Aspectos técnicos de los endoscopios y de sus accesorios 21
EN–450PS
EN–450T5
El enteroscopio puede ser introducido a través de la boca o del ano. Una breve
descripción de la técnica puede ilustrar el funcionamiento de este aparato: se in-
troduce el endoscopio, ya dentro del sobretubo, con los balones sin inflar, hasta
la segunda o tercera porción del duodeno, donde se infla su balón, el cual lo fija
en ese sitio; se desliza el sobretubo hasta alcanzar el extremo del endoscopio,
donde se infla su balón y se desinfla el balón del endoscopio, el cual avanza libre
un segmento de intestino de aproximadamente 40 cm, y se infla su balón para una
nueva fijación. Ello permite avanzar el sobretubo para alcanzar nuevamente el
extremo del endoscopio; una tracción de ambos logra un plegamiento del intesti-
no sobre sí mismo. La operación descrita vuelve a repetirse cuantas veces sea ne-
cesario hasta lograr la llegada al final del intestino. Si por dificultad técnica no
se cumple el objetivo propuesto o porque la sospecha clínica sugiere enfermedad
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
distal, se hace un abordaje a través del ano, a lo largo del colon, hasta alcanzar
la válvula ileocecal y, con la misma técnica descrita, se avanza a través del intesti-
no delgado, sólo que en forma retrógrada.5
Otra cualidad técnica del enteroscopio es su conducto de operaciones de 2.2
a 2.8 mm y la disponibilidad de accesorios de suficiente longitud para efectuar
procedimientos terapéuticos similares a los que se pueden hacer con el videoen-
doscopio convencional.
CÁPSULA ENDOSCÓPICA
ULTRASONIDO ENDOSCÓPICO
ondas que viajaron más lejos tardan más en retornar; el registro de ese retardo per-
mite tener imágenes bidimensionales gracias a un procesador que transforma las
ondas de retorno en energía eléctrica, la que permite transformar una señal acús-
tica en una señal óptica. En la imagen las señales de más intensidad son blancas,
el líquido es anecoico y por lo tanto es negro, las señales intermedias son grises,
los tumores son oscuros o hipoecoicos y la grasa blanca, hiperecoica. A esta tec-
nología se le puede agregar efecto Doppler, con lo cual se pueden obtener imáge-
nes de flujo sanguíneo venoso y arterial.
Hay dos tipos de ultrasonido endoscópico (USE): radial y lineal. El USE radial
hace un escaneo de 360_ en sentido perpendicular al endoscopio y utiliza un glo-
bo lleno de agua para lograr el contacto con los tejidos. La rotación del transduc-
tor puede ser mecánica con un motor externo, con ciertas limitaciones, o un efecto
giratorio electrónico. El USE lineal está integrado en un endoscopio de visión
oblicua, de 50 a 60_; es un aditamento convexo que obtiene la imagen longitudi-
nal a la dirección del endoscopio y el ángulo de acción es de 120 a 180_.7 La prin-
cipal virtud de este acomodo es la posibilidad de introducir una aguja a través del
conducto de operaciones del endoscopio, que funciona en forma similar a un duo-
denoscopio por la presencia de elevador, y su penetración en los tejidos es dirig-
ida a través de la imagen ultrasonográfica (figura 2–5).8
El USE ha ampliado las indicaciones diagnósticas y terapéuticas de la endos-
copia. Cumplió el objetivo de trascender el estudio superficial de la mucosa y ob-
tener información de hasta 10 cm de profundidad.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Radial Lineal
Figura 2–5. Acomodo de los dos sistemas de ultrasonido endoscópico: radial y lineal.
En el lineal se ilustra la aguja para toma de muestras. (Cortesía de la Asociación Mexica-
na de Endoscopia Gastrointestinal).
24 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 2)
Monopolar
Entrada
Retorno
Bipolar
Sonda dorada
Plasma de argón
Sonda caliente
Cauterio Cirugía
Accesorios mecánicos
Hay dos tipos de accesorios cuyo efecto hemostático es mecánico: la liga y la gra-
pa. La ligadura consiste en anillos de hule montados en un cilindro transparente
que se ensambla a la punta del endoscopio y mediante tirantes se disparan las ligas
desde el exterior, cuando el tejido por ligar ha sido aspirado al interior del cilin-
dro. El efecto consiste en que, cuando la liga ha sido disparada, recupera por me-
moria su diámetro pequeño y atrapa segmento de tejido aspirado. La tecnología
implícita es muy simple, pero las ligas han sido de enorme utilidad para el trata-
miento de las varices esofágicas. La instalación del accesorio es sencilla y las li-
gas pueden ser recargadas. Las grapas son metálicas y tienen dos o tres brazos con
un pequeño gancho en cada punta; cada una se ensambla en la punta de una guía
metálica que mantiene cerrada la grapa durante la introducción por el endosco-
pio. Una vez elegido el sitio preciso donde emana sangre, mediante un mecanismo
externo que permite rotación para un acomodo adecuado, la apertura y el cierre,
engrapa un segmento de tejido donde está incluido el vaso roto. Habitualmente
se requieren varias grapas para obtener el efecto deseado.
Inyector
Conector de corriente
Cerrar Abrir
nubrio adaptable a los dedos de la mano para empuje y tracción. Para su funciona-
miento se desliza el accesorio a través del conducto de operaciones del endosco-
pio, con el asa cerrada empacada dentro del catéter exterior; una vez identificado
el pólipo, se empuja el asa y la libertad de estar fuera del catéter permite su apertu-
ra, rodea el pólipo y con cierre gentil lo abraza en su base (figura 2–8). El uso de
secuencias de corriente de coagulación y corte logra la polipectomía.
Esfinterotomo
Este accesorio tiene la función de corte del dorso del ámpula de Vater y de su es-
fínter. Consiste en un alambre en el interior de un catéter de plástico aislante. En
el extremo proximal tiene un manubrio adaptado a los dedos de la mano para fun-
ción de empuje y tracción, donde se conecta el electrodo de corriente monopolar.
En el extremo distal del catéter el alambre tiene un segmento que sale por un orifi-
cio y está fijo a la punta del catéter, de tal manera que cuando se hace tracción
Alambre de corte
Conector de corriente
REFERENCIAS
1. Jackson C, Jackson LC: Broncoscopia, esofagoscopia y gastroscopia. 1ª ed. en español.
México, Aldina, Robredo y Rosel, 945:5–60.
2. De la Torre BA: Principios físicos de la fibra óptica. En: Córdova VJA, De la Torre BA:
Procedimientos endoscópicos en gastroenterología. México, Médica Panamericana, 2009;
11–14
3. Hirschowitz BI, Curtis LE, Peters CW, Pollard HM: Demonstration of a new gastros-
cope, the “fiberscope”. Gastroenterology 1958;35:50–53
4. Álvarez CR: Principios físicos de la videoendoscopia. En Córdova VJA, De la Torre BA:
Procedimientos endoscópicos en gastroenterología. México, Médica Panamericana, 2009:
15–32.
5. Gerson LB: Double–balloon enteroscopy: the new gold standard for small bowel imaging?
Gastrointest Endosc 2005;62:71.
6. Gong F, Swain P: Wireless endoscopy. Gastrointest Endosc 2000;51:525–529.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Indicaciones
En las primeras etapas del desarrollo de la endoscopia las indicaciones de la EGD
eran limitadas y se basaban en la opinión de médicos de mayor experiencia en esta
31
32 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 3)
área. En forma paralela a las mejorías tecnológicas, a las técnicas del procedi-
miento y al establecimiento de sociedades médicas relacionadas se han estable-
cido guías sobre las indicaciones de la EGD que han permitido la selección ade-
cuada de pacientes, evitando así la exposición innecesaria a un procedimiento
invasivo que, aunque de bajo riesgo, no está exento de complicaciones. En 1988
la American Society for Gastrointestinal Endoscopy (ASGE) evaluó la relación
del uso adecuado de la EGD con base en los hallazgos endoscópicos relevantes.5
Otras sociedades médicas han evaluado la aplicabilidad de estas guías de acuerdo
con las características demográficas y epidemiológicas de su población.6–9
En la actualidad las indicaciones apropiadas de la EGD son cruciales en la eva-
luación de las condiciones de las unidades de endoscopia, el costo–efectividad
del procedimiento y la calidad del cuidado del paciente.9
La dispepsia constituye un motivo frecuente de referencia para la realización
de este procedimiento. Las guías de la ASGE recomiendan la evaluación endos-
cópica de pacientes con dispepsia mayores de 50 años de edad y de aquellos con
signos de alarma (cuadro 3–1); pacientes menores de 50 años de edad con prueba
negativa para Helicobacter pylori y aquellos que no responden a la terapia empí-
rica con inhibidores de la bomba de protones (IBP) o tienen recurrencia de los
síntomas. En pacientes menores de 50 años de edad sin signos de alarma o prueba
negativa para Helicobacter pylori se recomienda tratamiento inicial para Helico-
bacter pylori o terapia de supresión ácida con IBP, respectivamente.10 Este tema
ha generado controversia por el hecho de que en algunos países las tasas de preva-
lencia e incidencia de cáncer gástrico son mayores que en EUA y recomiendan
la realización de la EGD de forma inicial,7 a fin de identificar una neoplasia gás-
trica en estadios tempranos, lo cual tiene un mejor pronóstico.11
La EGD desempeña un papel importante en la evaluación diagnóstica de la
disfagia, el dolor retroesternal, la odinofagia y el vómito persistente, así como en
el estudio de la enfermedad por reflujo gastroesofágico y sus complicaciones
(cuadro 3–2).
Contraindicaciones
Complicaciones
La EGD se considera en general un procedimiento útil y seguro en la evaluación
de los síntomas gastrointestinales altos y en el tratamiento de un amplio rango de
condiciones. Las mejorías del instrumental y de las técnicas endoscópicas han
impactado en la calidad del procedimiento y han disminuido la frecuencia de las
complicaciones. En 1974 la ASGE identificó complicaciones en 1.3 por cada
1 000 procedimientos realizados. con una tasa de mortalidad de 0.004%, pero
este análisis no separó la EGD de otros procedimientos endoscópicos.12,13
Las complicaciones previas del procedimiento casi siempre están relaciona-
das con medicamentos de sedación; aquellas que ocurren durante el procedimien-
to están directamente asociadas con la intervención endoscópica, en particular la
de tipo terapéutico.14
Las complicaciones mayores incluyen la perforación, la hemorragia, la infec-
ción, las arritmias cardiacas y la muerte.
Perforación
La tasa global de perforación en la EGD diagnóstica es de 0.02 a 0.2%, siendo
el sitio más común el tercio distal del esófago, con un riesgo incrementado cuan-
do el tejido es anormal, como en casos de fibrosis o de neoplasias.15 En algunos
procedimientos terapéuticos, como la dilatación esofágica, la tasa de incidencia
reportada es de 0.4%.16
Hemorragia
Las tasas de hemorragia en endoscopia digestiva diagnóstica proximal o distal
ocurren con un rango de 0.01 a 0.03%.17 Puede ocurrir durante la exploración en-
doscópica o después de la misma, a partir de lesiones preexistentes como Mallo-
ry–Weiss, varices esofágicas o relacionarse con la manipulación endoscópica
Endoscopia diagnóstica del tubo digestivo 35
Infección
Para pacientes con estas condiciones cardiacas y aquellos con infecciones del
aparato gastrointestinal, en las cuales el Enterococcus pueden formar parte de la
flora bacteriana infectante (colangitis), cuando se someten a procedimientos en-
doscópicos que incrementan el riesgo de bacteremia, como una colangiopancrea-
tografía retrógrada endoscópica, la AHA recomienda el uso de un régimen anti-
microbiano que incluya cobertura contra el Enterococcus, debido a que éste
puede ser causa probable de EI.24
Los pacientes que son sometidos a colocación de sondas de gastrostomía son
a menudo vulnerables a infección debido a la edad, la ingesta nutricional compro-
metida, la inmunosupresión y las enfermedades subyacentes, por lo que se reco-
mienda profilaxis.25
Complicaciones cardiovasculares
Constituyen uno de los eventos adversos más comunes de la EGD y cerca de 40%
de las complicaciones en los procedimientos endoscópicos. Incluyen cambios en
los signos vitales, la isquemia o el infarto miocárdico, las arritmias cardiacas, la
hipoxemia o la aspiración. Algunos de los factores relacionados son el uso de me-
dicamentos para la sedación, que pueden condicionar hipotensión, taquicardia o
depresión respiratoria; y los pacientes con enfermedad coronaria preexistente o
angina que pueden no tolerar cambios en la presión arterial, la frecuencia cardia-
ca o de la oxigenación, lo que puede precipitar isquemia miocárdica durante la
endoscopia. Adicionalmente la hipoxemia puede precipitar arritmias. El diáme-
tro del endoscopio y la profundidad de la sedación se correlaciona con el grado
de desaturación. El monitoreo continuo con la oximetría de pulso, en conjunto
con oxigenación suplementaria, monitoreo cardiaco continuo y del uso de sedan-
tes durante el procedimiento reduce el riesgo de desaturación. La neumonitis por
aspiración es rara en la EGD, pero puede incrementarse el riesgo con el grado de
sedación, por hemorragia y en situaciones como acalasia o estenosis pilórica que
condicionan retención de residuo alimentario (cuadro 3–4). En estos casos se re-
comienda colocar al paciente en posición semifowler. La aspiración puede preve-
nirse con la intubación endotraqueal. La tasa de mortalidad en la EGD ocurre en-
tre 0.5 a 3 por 100 000 complicaciones.26
S Emergencias.
S Menores de edad.
S Pacientes incompetentes.
S Si se considera un privilegio terapéutico.
S Renuncia del paciente.
S Mandato legal.
Se realizará una evaluación de la historia clínica del paciente antes del procedi-
miento, enfatizando en el rubro de antecedentes de enfermedades las alergias a
38 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 3)
Profilaxis antimicrobiana
Su objetivo es reducir el riesgo de complicaciones infecciosas iatrogénicas rela-
cionadas con el procedimiento endoscópico.
Debido a que la bacteremia transitoria ocurre frecuentemente con actividades
rutinarias diarias, tales como cepillado de dientes o aseo con hilo dental, con una
tasa de bacteremia de 20 a 68%, o incluso masticar alimentos, con una tasa de
bacteremia de 7 a 51%,24 tasas superiores a la asociadas con procedimientos en-
doscópicos, no se recomienda el uso profiláctico antimicrobiano.25
Se recomienda el uso profiláctico antimicrobiano en pacientes con infección
del aparato gastrointestinal en el cual el Enterococcus puede ser parte de la flora
bacteriana infectante y con una condición cardiaca asociada a mayor riesgo de
endocarditis infecciosa, indicándose ampicilina o amoxicilina, o vancomicina en
aquellos casos de alergia o intolerancia a los dos primeros.25
En pacientes sometidos a colocación de gastrostomía se recomienda la profila-
xis antimicrobiana con cefazolina parenteral, 30 minutos antes de la colocación
de la sonda de gastrostomía,25 lo que ha demostrado reducir la incidencia de in-
fección periestomal.28
Un metaanálisis de ocho estudios demostró una disminución en la incidencia
de infecciones bacterianas y mortalidad en pacientes con cirrosis y hemorragia
Endoscopia diagnóstica del tubo digestivo 39
Instrumentación
Los instrumentos con los que se lleva a cabo la exploración del tubo digestivo alto
se denominan gastroscopios o panendoscopios, cuyos diámetros son diferentes,
con uno o doble canal de trabajo y habitualmente de visión frontal, permitiendo
así la visión directa de las diferentes estructuras anatómicas que se exploran en
la EGD. Los endoscopios unicanal suelen tener un diámetro externo de 9 y 11
mm, mientras que los de doble canal tienen un diámetro de 12.5 mm. El diámetro
del canal de trabajo suele ser de 2.8 mm. Recientemente se ha introducido un en-
doscopio con un diámetro externo de 4 y 6.5 mm y un canal de 2.8 mm de diáme-
tro. A lo largo de la superficie externa del endoscopio se encuentran puntos de
referencia cada 5 cm, que permiten determinar la distancia con respecto a la ar-
cada dentaria.
Técnica
La posición del paciente será en decúbito lateral izquierdo. Si cuenta con prótesis
dentales, éstas deberán ser removidas. El acceso habitualmente es oral, o por vía
nasal cuando se usan endoscopios de pequeño calibre. En el primer caso se deberá
colocar un protector bucal. El extremo distal del endoscopio debe ser sujetado
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Toma de biopsias
Toda lesión sospechosa, y en particular aquellas que se localicen en el estómago,
debe ser sometida a estudio histopatológico mediante la toma de seis a ocho biop-
sias. La búsqueda de Helicobacter pylori es también indicación de toma de biop-
sia. En este caso se recomiendan dos biopsias de la región antropilórica: una de
la curvatura a nivel de la incisura y una más en cuerpo gástrico, dado que son los
sitios de mayor crecimiento del Helicobacter. Aunque el corte que produce la
pinza es pequeño y seguro, se debe verificar la hemostasia posterior a la toma y
en caso de duda realizar lavado del área removiendo coágulos. Realizar en forma
adecuada y con conocimiento la EGD convierte este procedimiento en un método
de gran valía para explorar el tubo digestivo proximal.30
Introducción
La colonoscopia es el estudio endoscópico por medio del cual se logra la visuali-
zación intraluminal del colon en su totalidad, pudiendo detectar patologías y alte-
Endoscopia diagnóstica del tubo digestivo 41
raciones tanto en la forma como en la estructura del mismo, con la ventaja de ser
terapéutica, así como de brindar la posibilidad de realizar biopsias y resecciones.
En 1965 se realizó la primera colonoscopia y en 1971 se llevó a cabo el primer
procedimiento de polipectomía. En la actualidad en EUA el cáncer colorrectal
es la segunda causa de muerte, por lo que la colonoscopia se considera a nivel
mundial como parte del tamizaje actual para pacientes mayores de 50 años de
edad con factores de riesgo de padecer cáncer. En México las estadísticas mues-
tran similitudes, con un incremento en la aparición de cáncer en la población me-
nor de 40 años de edad. Si tenemos en cuenta que por medio de este estudio se
puede realizar diagnóstico temprano, así como escisión de pólipos premalignos,
podemos inferir que el cáncer de colon es uno de los más prevenibles, pero los
índices de tamizaje por este medio continúan siendo bajos en nuestro medio, lo
cual es preocupante.31
Las estrategias para reducir la mortalidad por cáncer de colon incluyen que
todo paciente mayor de 50 años de edad deba realizarse una colonoscopia, encon-
trando que 6% tendrán adenomas, de los cuales hasta 24% serán cáncer de
colon.32
La colonoscopia se considera también un método de escrutinio importante
para el diagnóstico y tratamiento de patologías benignas como la enfermedad di-
verticular del colon, angiodisplasias y en general cualquier patología que tenga
como sitio de acción el colon.
Es considerada por muchos como la técnica más difícil de la endoscopia gas-
trointestinal, dado que involucra diferentes factores, como son técnica, habilidad
y conocimientos del endoscopista, así como también la necesidad de la prepara-
ción del colon, la anatomía y las alteraciones funcionales propias del paciente,
que en conjunto determinarán el grado de éxito en la realización de la misma, ya
sea diagnóstica o terapéutica.33
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Indicaciones
Contraindicaciones
a. Absolutas:
S Diverticulitis aguda.
S Colitis fulminante.
S Sepsis.
S Oclusión intestinal.
S Coagulación intravascular diseminada.
Endoscopia diagnóstica del tubo digestivo 43
b. Relativas
S Insuficiencia respiratoria grave.
S Insuficiencia cardiaca descompensada.
S Embarazo del primer trimestre.
S Infarto del miocardio previo, con no más de tres semanas de anterioridad.
Complicaciones
Se debe tener en consideración que por cada paciente que ha sufrido una compli-
cación no mortal por colonoscopia, de 20 pacientes que nunca se realizaron el es-
tudio uno murió por cáncer de colon, y que a través de la colonoscopia a 8.1%
de los pacientes se les diagnosticó una displasia de alto grado o cáncer.38
Las complicaciones por colonoscopia se consideran raras, se informan alrede-
dor de 0.3 a 0.35%, aunque pueden llegar a ser graves o mortales. Se consideran
de mayor riesgo las colonoscopias intervencionistas o terapéuticas, como son
realización de polipectomía, principalmente en colon derecho, ya que presenta
un riesgo de perforación de hasta 2.3%; sin embargo, si la comparamos con una
laparotomía con hemicolectomía, este índice es mucho menor en la colonoscopia
(hasta 20% de complicaciones).39–42
Otros riesgos se asocian con complicaciones de la sedación utilizada para di-
cho procedimiento y el nivel de la misma, así como de los anestésicos empleados.
Siempre existirán riesgos de complicaciones con los estudios endoscópicos, por
lo cual se considera que el estudio debe realizarse por personal capacitado, al me-
nos 100 procedimientos previos supervisados, adecuada técnica en el cierre de
asa de polipectomía, y adecuada infiltración de la base del pólipo para facilitar
el procedimiento, entre otros.43–46
lor y el retiro súbito del aire del colon durante el procedimiento. Por lo gene-
ral el diagnóstico se debe prever durante el procedimiento, y si se sospecha
se debe dejar el paciente en observación y realizar estudios complementa-
rios. Si el diagnóstico de perforación es tardío, lo cual se presenta en 0.2 a
0.32% de los pacientes, generalmente tiene implicaciones mayores o la
muerte.45,51
S Hemorragia: se reporta en 0.3 a 6.1% de las colonoscopias con polipecto-
mía; se considera importante cuando requiere hospitalización, hemotrans-
fusión, reintervención o cirugía. La hemorragia puede ser inmediata o hasta
29 días después de una polipectomía. Los métodos diagnósticos como la ar-
teriografía o la gammagrafía son los de elección en caso de que la realiza-
ción de una nueva colonoscopia no fuera suficiente.43
S Síndrome de coagulación pospolipectomía: se presenta por efecto de la
quemadura por electrocauterio en la pared colónica. Esto puede suceder en
0.5 a 1.2% de los pacientes en los que se realiza una polipectomía. Estos
pacientes presentan síntomas después de uno a cinco días posteriores al es-
tudio, principalmente con dolor abdominal, fiebre y datos de irritación peri-
toneal, y en la placa de abdomen no se observa aire libre en la cavidad abdo-
minal; estos casos generalmente requieren únicamente tratamiento médico
y solamente un porcentaje muy bajo se resolverá quirúrgicamente.46
Contraindicaciones
Sedación
Para alcanzar el éxito en esta técnica es necesaria una adecuada sedación, debido
a que la manipulación, la insuflación y la movilización del colon son dolorosas;
en algunos países, principalmente en los europeos, la exploración endoscópica
del colon es llevada a cabo sin sedación, lo cual es válido, pero de preferencia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
siempre que sea posible se utilizará en los pacientes adultos, y sin duda en los ni-
ños, los ancianos y los pacientes con trastornos mentales.53
Algunos médicos recomiendan sedación consciente utilizando benzodiazepi-
nas asociadas con un narcótico, lo cual da mayor seguridad a un menor costo,
pero es molesto para el paciente. Otro medicamento muy utilizado es el propofol,
el cual es un hipnótico sedante de la familia de los alquifenoles que da un mayor
grado de sedación, con rápida eliminación y con la subsecuente rápida recupera-
ción del paciente, pero es más caro, lo que incrementa los costos del estudio en
este rubro.
Previamente a la realización del estudio es importante la administración de un
buen analgésico y un antiespasmódico, lo cual se reflejará en una menor adminis-
tración de sedante, una mejor disposición del paciente para el estudio y una evi-
dente mejor recuperación posterior a la colonoscopia.54
46 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 3)
Técnica
Lo primero es realizar una valoración preoperatoria completa, que incluirá los
exámenes previos de rutina como son biometría hemática completa, química san-
guínea y tiempos de coagulación. En casos especiales se solicitarán algunos otros
exámenes de laboratorio, dependiendo de las enfermedades concomitantes del
paciente. Se requiere una valoración cardiovascular en pacientes mayores de 40
años de edad o pacientes hipertensos o cardiópatas a cualquier edad.
Se deberán descontinuar con un mínimo de una semana de anticipación los an-
tiinflamatorios no esteroideos, la warfarina, la AspirinaR y los suplementos de
hierro. También deberán evitarse los alimentos rojos o morados el día previo a
la realización del estudio.
Se coloca al paciente en decúbito lateral izquierdo después de la sedación, dan-
do paso a la inserción de la caña del colonoscopio, previa realización de tacto rec-
tal para dilatar el ano.48
El endoscopio se avanza a medida que las paredes intestinales se distienden
y se visualiza claramente la luz intestinal, insuflando a presión baja e instilando
agua para limpiar el lente y lubricar, al mismo tiempo se aspira la materia fecal
líquida que se encuentre y que no permita visualizar adecuadamente la mucosa
y la anatomía intraluminal.
Toma de biopsias
Se considera un procedimiento esencial, que hace la diferencia entre la colonos-
copia virtual y la tradicional, siendo de esta última facultad particular. Se reco-
mienda en presencia de cualquier cambio mucoso compatible con patología coló-
nica, e incluso en los pacientes portadores de diarrea crónica y mucosa de aspecto
normal para descartar colitis microscópica. En la variante de biopsia caliente o
fría, la obtención de pieza, pólipo o tumoraciones seguirá siendo armamento que
todo endoscopista debe dominar.
Por ser el colon una estructura tubular de dimensiones variables, la capacita-
ción para la toma de biopsias es necesaria debido a que es una destreza de gran
dificultad técnica, que realizada de manera adecuada evitará la aparición de com-
plicaciones como sangrado o perforación.
La toma de biopsias puede resecar pequeñas lesiones polipoides con seguri-
dad, lo que le confiere a esta técnica características terapéuticas.52
CONCLUSIONES
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
La intervención dentro del tubo digestivo nació incluso antes de los procedimien-
tos endoscópicos, pues Willis en 1788, mucho antes de la primera endoscopia,
ya dilataba el esófago usando una costilla de ballena con una esponja en la punta;1
sin embargo, la endoscopia terapéutica propiamente dicha se ha desarrollado de
manera exponencial al adoptar tecnologías novedosas y aprovechando cabal-
mente los avances de la electrónica y la computación, especialmente en el último
tercio del siglo pasado y los primeros años del presente.
Es indudable que la endoscopia digestiva en su modalidad diagnóstica se ha
convertido en el estándar para el acceso terapéutico formal de las enfermedades
del tracto digestivo en toda su extensión y, como ha ocurrido en otras áreas, la
endoscopia ha empezado a involucrarse en áreas que hasta hace poco eran exclu-
sivas del manejo terapéutico de otras especialidades.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
51
52 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 4)
ducir úlceras, e inclusive perforaciones,5 y las drogas que son ingeridas dentro
de bolsas de plástico o de condones, que representan un alto riesgo si se rompen
dentro del aparato digestivo.
Es importante recalcar que la actuación médica debe ser inmediata, fundamen-
talmente cuando se produce compromiso de las vías respiratorias, que se mani-
festará por cambio en voz, estridor (emisión de pitido) o fatiga. Los casos que re-
quieren una actuación médica urgente son:
Figura 4–6. Estenosis de tipo I. Radiografía e imagen endoscópicas (lesión por reflujo
crónico).
S Elástica.
S Fácil de dilatar.
Etiología probable
S Reflujo.
S Por sonda de Levin dejada por tiempo prolongado.
S Posesclerosis de varices esofágicas.
S Posquirúrgica.
Características
S Única.
S Firme.
S Corta.
S Con seudodivertículos.
Etiología probable
S Única o múltiple.
S Irregular.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
S Larga.
S Fibrosa.
Etiología
Características
S Única.
S Firme.
S Rígida.
S Fácilmente sangrante.
Etiología
Las dilataciones del esófago se pueden realizar usando diversos instrumentos (fi-
gura 4–10); en general hay dos tipos de dilatación: aquella en la que la fuerza del
instrumento se realiza de arriba hacia abajo, al deslizar el dilatador de la boca al
estómago o del estómago hacia la boca por tracción, en cuyo caso la fuerza que
fuerza de la gravedad, como son las de Hurst o las de Malloney; las estenosis con
seudodivertículos o con la luz lateralizada pueden dilatarse con instrumentos de
fuerza radial, como los balones, siempre observando el paso por endoscopia, o
en su defecto usar los dilatadores que tienen una guía, por ejemplo los de tipo Sa-
vary–Gilliard, instrumentos que tienen un conducto en el centro por donde pasa
un alambre guía sobre el que se monta el dilatador; en los casos más complejos
puede ser necesario realizar este tipo de maniobras bajo control radiológico.
En la estenosis “benignas” más graves, como las que suceden en las quemadu-
ras por ingesta de sustancias cáusticas (tipo III), puede ser necesario hacer una
gastrostomía quirúrgica previa, procedimiento que sirve para alimentar al pa-
ciente mientras requiera ayuno, para pasar posteriormente un hilo de seda y así
dilatar con mucha seguridad y de manera repetida estas estenosis; en este caso
se usan dilatadores de hule macizo con un hilo sinfín, como los de Tucker. Este
62 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 4)
TRATAMIENTO ENDOSCÓPICO
DE LA HEMORRAGIA DIGESTIVA
La hemorragia aguda del tubo digestivo sigue siendo uno de los problemas más
serios y frecuentes de la medicina; dependiendo de la causa y de la gravedad del
evento, y a pesar de los avances de la endoscopia y de los procedimientos quirúr-
gicos, sigue siendo una causa de mortalidad íntimamente relacionada con la velo-
cidad del diagnóstico y con los recursos del hospital en donde se atienda al pa-
ciente. Idealmente los hospitales deben tener una unidad especializada para el
manejo de estos enfermos, una unidad de choque en donde el internista, el endos-
copista y el cirujano trabajen en equipo con celeridad para atender esta urgencia.
Las causas de la hemorragia aguda del tubo digestivo son muchas; sin embar-
go, en el esófago las varices son las más frecuentes, seguidas por el desgarro de
Mallory–Weiss; en el estómago y el duodeno la causa más común es la úlcera
péptica, que en general requiere un tratamiento combinado de dos terapias endos-
cópicas; especialmente se recomienda un tratamiento de inyección de una sustan-
cia vasoactiva junto con tratamiento térmico,11 sin dejar de implementar una tera-
pia de reposición de volumen, medicamentos inhibidores del ácido y apoyo
intensivo para evitar el choque irreversible con insuficiencia renal, daño miocár-
dico, hipoxia cerebral, etc., que pueden matar a un paciente en poco tiempo.
En el tubo digestivo distal o bajo la hemorragia tiene algunas causas frecuen-
tes, como la diverticulosis, que es la más común y que puede requerir de cirugía;12
otras causas frecuentes que pueden ser tratadas por endoscopia son las malforma-
ciones arteriovenosas, las hemorroides internas y el cáncer, a los que se puede ac-
ceder por endoscopia y realizárseles algún tratamiento endoscópico para detener
la hemorragia y, sobre todo, puede lograr la certeza en el diagnóstico en cerca de
90% de los casos y beneficios en la terapéutica endoscópica en más de 66% de
los pacientes.13
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Tratamiento tópico
Este tratamiento endoscópico consiste en instilar sobre los sitios de hemorragia
sustancias para el control local de la misma, pero es de utilidad muy limitada;
64 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 4)
puede ser aplicado sobre lesiones difusas, como las de una gastropatía erosiva he-
morrágica, y se utilizan tapones ferromagnéticos, factores de coagulación o for-
mol diluido, este último con relativo éxito.
En todos los casos la sustancia que se aplica debe colocarse directamente bajo
observación del endoscopista y no con maniobras ciegas a través de una sonda
nasogástrica.
Tratamiento térmico
El tratamiento térmico, ya sea por calor o por enfriamiento, dispone de diversas
modalidades y accesorios o instrumentos; algunos de ellos son:
S Electrocoagulación.
S Monopolar.
S Bipolar.
S Multipolar (Bi–cap).
S Sonda térmica (Heater–probe).
S Sonda de oro (Gold–probe).
S Argón plasma.
S Rayo láser (Nd–YAG, CO2).
algunas partes del duodeno, se puede lanzar el gas argón o el láser, lo que facilita
el tratamiento. Estos métodos logran cifras de control de la hemorragia mayores
a 90%, muy similares a las que se logran con los métodos de contacto, pero sin
lugar a dudas con un menor riesgo.
De menor uso en la práctica clínica son los métodos por enfriamiento o criote-
rapia o los que utilizan las microondas. En nuestro país no se dispone de este tipo
de equipos, por lo que aún no hay experiencia; en muchos casos el uso de estos
métodos es aún experimental.
Tratamiento mecánico
Consiste en practicar la hemostasia colocando sobre el vaso sangrante material
metálico, plástico o de otra índole; el tratamiento es similar a las ligaduras que
durante siglos se han aplicado en cirugía o a las grapas, de uso muy amplio en la
cirugía endoscópica. Los endoclips de dos o tres brazos se pueden colocar direc-
tamente sobre el vaso o el sitio sangrante e incluso se pueden utilizar para cerrar
perforaciones o fístulas; hay diversos modelos de pinzas aplicadoras de grapas,
las cuales se quedan en el tejido y se caen de manera espontánea cuando ya han
controlado la hemorragia. En algunos sitios del tubo digestivo puede ser muy di-
fícil colocar la grapa o ésta puede deslizarse y caer.
La hemorragia producida por la ruptura de las varices del esófago es en algu-
nas instituciones de salud de nuestro país la causa más común de hemorragia di-
gestiva; en el resto del mundo, especialmente en EUA, la causa más frecuente de
hemorragia aguda son las úlceras pépticas, las duodenales y las gástricas. Es im-
portante mencionar que la hemorragia varicosa es una condición generalmente
crítica porque sucede en pacientes que padecen una hepatopatía muy grave, casi
siempre cirrosis descompensada; el tratamiento de elección en estos casos es la
ligadura de las varices esofágicas (figura 4–11) utilizando un aditamento que co-
loca una banda de hule en la base de las varices durante la hemorragia. Estas ban-
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das u otro tipo de ellas (endoloops) también pueden ser utilizadas para evitar una
hemorragia en una polipectomía o para alguna lesión que pueda ser tomada de
la base.
Por medio de la endoscopia también se pueden colocar grapas que se pasan por
el conducto de trabajo del endoscopio, con las que se pueden cerrar vasos san-
grantes visibles o hasta perforaciones del tubo digestivo. Existen diversos tipos
de grapas y en muchos casos representan una excelente opción para el control de
las hemorragias.
Sin embargo, como en todos los métodos invasivos, la inyección no está caren-
te de riesgo, pues es posible que pueda producir una perforación, de manera inme-
diata o tardía, si la sustancia inyectada produce úlceras o necrosis de la pared, y
puede agravar la hemorragia en algunos otros casos, entre otras complicaciones.
En la hemorragia digestiva se debe valorar cada caso; en general los estudios
de metaanálisis han demostrado que la endoscopia tiene un riesgo menor de recu-
rrencia que la cirugía y es ampliamente superior al simple tratamiento médico.15
Además del control de la hemorragia causada por varices del esófago y del estóma-
go por medio de la endoscopia, los vasos anormales se pueden “erradicar”; después
del control de la hemorragia, generalmente de dos a tres semanas después del epi-
sodio agudo, se programan sesiones casi siempre quincenales, en las cuales se co-
locan ligaduras o bandas en las varices restantes; para ello se succionan estos vasos
dentro de un cilindro plástico y con un sistema de hilos se suelta la banda. Este pro-
cedimiento, en el que se colocan varias ligas por sesión, puede ser repetido las
veces que sea necesario hasta la desaparición de los vasos varicosos.
La colocación de bandas o ligaduras endoscópicas también se ha indicado
como profilaxis primaria para los pacientes con hipertensión portal y varices
grandes que no hayan sangrado, a diferencia del paciente que ya tiene anteceden-
tes de hemorragia, en cuyo caso se le llama profilaxis secundaria,16 aunque en
68 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 4)
Cuando por cualquier causa un paciente está impedido para ingerir alimentos por
vía oral pero tiene un sistema digestivo funcional, la mejor de las opciones de tra-
tamiento nutricional consiste en una gastrostomía, procedimiento que por mu-
chos años se hizo con cirugía, inclusive con anestesia local, hasta la descripción
de estas técnicas de endoscopia, cuando Gauderer y Ponsky la publicaron en
1980;20 actualmente la inmensa mayoría de las gastrostomías se realizan por en-
doscopia y sólo de manera excepcional se hacen quirúrgicamente.
Las indicaciones más frecuentes de esta técnica son:
Esta técnica permite la nutrición enteral, que es más fisiológica, más económica
(comparada con la NPT), evita la translocación bacteriana observada en pacien-
tes con ayuno prolongado, también contribuye a evitar la catástrofe de la falla or-
gánica múltiple que tiene gran parte de su génesis en el tubo digestivo en pacien-
tes en estado crítico, y estimula la producción endógena de sistemas tróficos.
La gastrostomía endoscópica percutánea consiste en la colocación de una son-
da de gastrostomía por vía endoscópica haciendo una fístula gastrocutánea (figu-
ra 4–13).
Para ello se pasa el endoscopio hasta el estómago, el cual se insufla con aire;
por transiluminación se observa el sitio en donde está el endoscopio y con la pre-
paración previa de antisepsia de la pared abdominal se punciona y se introduce
una aguja a la cavidad gástrica, entonces se pasa un hilo plástico o un alambre
guía, jalando la sonda con un introductor que se pasa con una pequeña incisión
abdominal (técnica de tracción) o se introduce la sonda empujando un introduc-
tor21 (técnica de pulsión).
Este procedimiento puede ser permanente y posibilita la administración de
todo tipo de dieta (incluso de fabricación casera) en los volúmenes necesarios,
permite administrar medicamentos, es de fácil manejo doméstico y puede cam-
biarse sin procedimiento endoscópico cada vez que sea necesario.
Cuando es indispensable pasar el alimento más adelante del estómago se pue-
de practicar una yeyunostomía endoscópica usando un endoscopio más largo,
como el colonoscopio o un enteroscopio; sin embargo, en estos casos se prefiere
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POLIPECTOMÍA
Con el nombre de pólipo se conoce a una lesión de naturaleza benigna que protru-
ye de cualquier mucosa; pueden ser hiperplásicos, hamartomas o neoplásicos,
que sin lugar a dudas son los más importantes. Los pólipos de tipo neoplásico en
el aparato digestivo corresponden a lesiones benignas y generalmente son adeno-
mas de tipo tubular, velloso o mixto, pero tienen un potencial maligno que depen-
de de su variedad histológica, ya que el adenoma velloso es el de mayor riesgo
si lo comparamos con el tubular; a mayor tamaño el potencial maligno es mayor;
este tipo de pólipos pueden encontrarse en cualquier parte del aparato digestivo.
El lugar del tubo digestivo en donde se desarrollan estas lesiones con mayor
frecuencia corresponde al colon, en donde enfermedades hereditarias como la
poliposis familiar desarrollan cáncer en 100% de los casos, ya que al causar la
aparición de cientos o miles de pólipos multiplican la posibilidad de malignidad.
En un grupo importante de pacientes sin enfermedades heredadas los pólipos co-
lónicos son el origen del cáncer, por lo que su extirpación logra prevenir la enfer-
medad antes de que aparezca; si la lesión ya se ha desarrollado en el pólipo, la
resección de éste curará la neoplasia maligna, siempre que no estén afectados la
base del pólipo o los vasos sanguíneos del mismo.
Endoscopia terapéutica en el tubo digestivo 71
Por su patrón de crecimiento los pólipos pueden tener un cuello que corres-
ponde a lesiones pediculadas; pueden ser semipediculados o sésiles. Sin importar
dicho patrón, casi todos los pólipos pueden ser removidos por vía endoscópica,
aunque en algunos casos tienen que ser removidos por partes, en cuyo caso puede
ser de utilidad para evitar la hemorragia usar como método de seguridad la coagu-
lación con plasma de argón, lo que también reduce el riesgo de dejar tejido neo-
plásico residual.23
Los pólipos con pedículo se pueden resecar utilizando un asa de alambre que
estrangula la lesión, pasando al mismo tiempo corriente eléctrica que corta y coa-
gula, evitando la hemorragia. Para la polipectomía en la mayoría de los casos se
utiliza la electrocoagulación monopolar, aunque probablemente sea superior la
bipolar, ya que permite mayor control sobre el sitio de sección (figura 14); en al-
gunos casos se puede, además de seccionar con el asa de alambre, ligarse previa-
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1. Adiestramiento adecuado.
2. Selección del paciente y examen previo de éste (evaluación de riesgos).
3. En lo posible, tener una endoscopia previa y un diagnóstico histológico de-
rivado de la biopsia del pólipo.
4. Debe utilizarse la sedación.
5. En muchos casos pueden administrarse antibióticos profilácticos, que pue-
den ser la cefalosporina de primera generación o una quinolona (una sola
dosis).
6. La hospitalización queda a juicio del endoscopista. En la actualidad este
concepto se ha liberalizado un poco, y con un adecuado servicio de medi-
cina ambulatoria se puede estar pendiente de la evolución del enfermo por
llamado telefónico o visita dirigida, lo que ahorra costos e incomodidad.
7. Control endoscópico de sitios sangrantes por medio de inyección de escle-
rosantes, colocación de grapas o uso de gas argón.
COLOCACIÓN DE PRÓTESIS
Cualquier porción del tubo digestivo al alcance de la luz del endoscopio y que
haya sido obstruida por una lesión, particularmente maligna, puede ser tratada
con una prótesis, la cual va a permitir el paso de los alimentos o del contenido del
tubo digestivo. Una buena cantidad de estas prótesis se colocan dentro de los con-
ductos biliares, tanto para las obstrucciones malignas como para las benignas.
Inicialmente las prótesis del tubo digestivo se colocaban sólo en el esófago;
se trataba de tubos plásticos rígidos que requerían de una dilatación previa y te-
nían el objetivo de bloquear orificios de fístulas esofagotraqueales. Actualmente
Endoscopia terapéutica en el tubo digestivo 73
MUCOSECTOMÍA
Algunas porciones de la mucosa del tubo digestivo puede ser resecadas por medio
de endoscopia, utilizando diversas técnicas y accesorios; la principal indicación
de estas técnicas corresponde a la extirpación de tumores localizados en la muco-
sa, esto en las fases iniciales de la lesión o en los precursores inmediatos de los
tumores, especialmente con displasia de alto grado. El desarrollo principal de
esta técnica se da en tres condiciones frecuentes: la displasia de alto grado o el
carcinoma incipiente en el esófago relacionado con la metaplasia de Barrett; el
carcinoma incipiente del estómago y en el cáncer incipiente del colon o en póli-
pos benignos de implantación sésil, y cáncer de colon. El auge de esta terapéutica
se da en los países orientales, especialmente en Japón, donde hay una elevada fre-
cuencia de cáncer gástrico, muy frecuentemente descubierto en las fases inicia-
les, contrariamente a lo que sucede en nuestro medio, en donde el diagnóstico se
hace en fases avanzadas de la lesión.
La mucosa gástrica es muy gruesa, por lo que permite variantes de la mucosec-
tomía como la disección de la mucosa en zonas muy amplias, mucho mayores a
los 2 cm de las técnicas convencionales, seccionando con bisturís endoscópicos
que permiten resecciones muy amplias; el esófago también permite la disección
submucosa para cáncer escamoso o adenocarcinoma de la unión.28 La pared del
colon, mucho más delgada, limita este tipo de técnicas.29
Se han descrito diversas variedades de mucosectomías; algunas de ellas se de-
signan como resección de la mucosa (EMR), otras más amplias como disección
Endoscopia terapéutica en el tubo digestivo 75
Indicaciones de mucosectomías
Metas
síntomas disminuyen. Con este método se logran más de 80 sitios de lesión sub-
mucosa; se usa y también ha sido aprobado en EUA por la FDA, y prácticamente
no se realiza en nuestro país o cuando menos no hay ninguna comunicación publi-
cada al respecto.
Las gastroplicaturas por sutura, como su nombre lo índica, son un sistema que
dobla los pliegues cercanos a la unión esofagogástrica con un aditamento que las
coloca por debajo del esfínter esofágico inferior en dos o tres sitios, y que al unir-
se forman un pliegue (plicación) que intenta remedar lo que se hace por cirugía.
Esta técnica, que evoluciona rápidamente al ponerse a la disposición de los en-
doscopistas diversos accesorios para la sutura con un sistema comercial (Endo-
CinchR), tampoco se ha convertido en un método habitual, cuando menos en
nuestro medio.
Las gastroplicaturas de espesor total que colocan una sutura inabsorbible en
todo el espesor de la pared son posibles gracias a un aditamento tubular (NDO
SurgicalR), por el que entra el endoscopio y permite por retroflexión engrapar
los pliegues, ajustándolos al jalar la mucosa con un tirabuzón alrededor del mis-
mo aditamento para plegar el estómago; a corto plazo ésta es la mejor técnica, ya
que logra ajustar toda la pared del estómago; sin embargo, nada garantiza la per-
manencia de las suturas por largo tiempo, y el paso a través de la pared tiene el
riesgo de involucrar algún vaso sanguíneo u otro órgano abdominal, ya que es una
maniobra ciega. De estos tres procedimientos no hay realmente ningún estudio
controlado que haya demostrado su utilidad a largo plazo; el método de Stretta
puede ser útil a corto plazo (alrededor de 6 a 36 meses), pero la mayoría de los
pacientes siguen consumiendo IBP.
El procedimiento de plegadura por endosutura deja de ser útil en general des-
pués de seis meses, al caerse las suturas.37 La plegadura de espesor total tiene en
general mejores resultados,38 aunque no son comparables con la cirugía antirre-
flujo.39
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Por supuesto que estas técnicas no están exentas de complicaciones, entre las
que se cuentan la posibilidad de perforación, hemorragia, dolor y disfagia persis-
tentes, y siempre existe la posibilidad de mortalidad asociada.
TRATAMIENTO ENDOSCÓPICO
DEL DIVERTÍCULO DE ZENKER
Figura 4–19. Divertículo de Zenker y sección del tabique con capuchón. (Cortesía del
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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5
Colangiografía y pancreatografía
endoscópica
Santiago Gallo Reynoso
INTRODUCCIÓN
tiene la comodidad de poder hacerlo con todas las facilidades para el anestesiólo-
go, pero con mala calidad fluoroscópica, y en el segundo caso la vigilancia anes-
tésica puede ser un tanto más difícil, porque las salas de rayos X no suelen estar
bien acondicionadas para ello.
Se utiliza un equipo de videoendoscopia de visión lateral, que permite obser-
var de frente el ámpula de Vater, que se encuentra localizada en la cara interna
de la segunda porción del duodeno.
Cuando se ha practicado resección gástrica es difícil o aun imposible la canula-
ción, puesto que la segunda porción del duodeno puede quedar lejos del alcance
del endoscopio, ya que el asa aferente llega a ser demasiado larga, o bien cuando
se haya realizado “Y” de Roux.
87
88 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 5)
TÉCNICA ENDOSCÓPICA
Indicaciones
Pueden dividirse en diagnósticas y terapéuticas, de acuerdo con el tipo de estudio
que se requiera realizar.2,3
Indicaciones diagnósticas:
S Ictericia obstructiva de cualquier etiología.
S Colestasis.
S Colangitis aguda.
S Colangitis esclerosante.
S Pancreatitis aguda cuando se sospeche etiología biliar.
S Pancreatitis crónica.
Colangiografía y pancreatografía endoscópica 89
Indicaciones terapéuticas:
Contraindicaciones:
Debe tenerse en cuenta que este estudio debe ser practicado solamente por aque-
llos médicos que tengan un entrenamiento adecuado y que además lo practiquen
frecuentemente, ya que así se tienen mayores posibilidades de éxito y menor fre-
cuencia de complicaciones; así lo indican varios expertos, quienes han determi-
nado que se requieren por lo menos 180 procedimientos en entrenamiento super-
visado para adquirir nivel de competencia con éxito cercano a 75%,4 que aún está
por debajo del 90 a 95% que tienen los expertos.5
Se ha encontrado que el volumen adecuado para mantenerse en nivel de exper-
to es hacer más de 40 colangiografías o esfinterotomías al año (poco menos de
una por semana).6
Videoduodenoscopio
Accesorios endoscópicos
Cada accesorio está diseñado para satisfacer las necesidades diagnósticas o tera-
péuticas que exige cada caso, por esto existen de diversas marcas y modelos; se
enumeran simplemente:
S Cánulas:
S Opacificación (con diversos tipos de puntas).
S Aspiración (recolección para cultivos).
S Con cepillos (material para citologías).
S Dilatadores (de diversos calibres).
S Nasobiliares (para drenaje o para localización radiológica en litotripsia
extracorpórea).
S Esfinterotomos:
S Sencillos (con diversas longitudes de corte y salida del asa de alambre).
S De triple lumen (con guía, alambre de corte y paso de medio de contraste).
S Guías:
S Diversos diámetros, consistencias, marcaciones y colores para identifi-
cación.
S Balones:
S Diagnósticos (opacificación después de esfinterotomía).
S Dilatadores.
S Extracción de cálculos.
S Canastillas:
S Diversos tamaños y tipos para extracción de cálculos.
S Litotomos:
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S Mecánicos.
S Choque electrohidráulico local.
S Prótesis:
S Biliares o pancreáticas de diversos tamaños y diámetros:
S Plásticas.
S Metálicas (cubiertas y no cubiertas).
S Otros:
S Aditamentos utilizados en otros procedimientos endoscópicos, como
pueden ser pinzas de cuerpos extraños, uso de tinciones, tatuajes, etc.
Cada uno de ellos tiene indicaciones específicas o bien preferencias de uso por
cada endoscopista; existen diferentes marcas y tipos patentados por diversas
compañías.
92 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 5)
Para entender sus significados, alcances y tratamiento, sus definiciones son las
siguientes:
Colangiografía y pancreatografía endoscópica 93
COMPLICACIONES DE LA COLANGIOPANCREATOGRAFÍA
S Pancreatitis.
S Hemorragia.
S Infección.
S Perforación.
S Muerte.
Pancreatitis
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Hemorragia
Infección
Perforación
Cuando existe una perforación del duodeno se presenta un cuadro que general-
mente puede ser manejado con terapia con antibióticos y medidas conservadoras,
como son la colocación de una sonda nasogástrica para descompresión, mantener
al paciente internado con soluciones parenterales y vigilancia continua. Esto es
porque la perforación se hace hacia el retroperitoneo y una de sus manifestacio-
nes puede ser el enfisema subcutáneo en cuello. Lo mismo ocurre cuando por al-
gún motivo se inyecta un medio de contraste en el tejido submucoso, que sola-
mente hay que esperar que se reabsorba, sin que se requiera ningún otro manejo
que la vigilancia oportuna.21
CLASIFICACIONES
Grupo biliar I:
S Dolor de tipo biliar, más todo lo siguiente:
S PFH anormales (fosfatasa alcalina y AST > 2 veces lo normal en dos oca-
siones).
S Dilatación del colédoco: (> 12 mm por ultrasonido).
S Drenaje retrasado de material de contraste después de CPE (> 45 minu-
tos).
S Paciente que tiene verdadera estenosis estructural del esfínter.
Grupo biliar II:
S Dolor de tipo biliar, más uno o dos de los siguientes criterios:
S PFH anormales (fosfatasa alcalina y AST > 2 veces lo normal en dos oca-
siones).
S Dilatación del colédoco: > 12 mm por ultrasonido.
S Drenaje retrasado de material de contraste después de CPE (> 45 minu-
tos).
S Paciente que puede tener estenosis estructural o funcional.
Grupo biliar III:
S Dolor de tipo biliar exclusivamente.
S Paciente que suelen experimentar un problema funcional.
Grupo I:
S Pancreatitis recurrente o dolor pancreático con elevación de amilasa o li-
pasa.
S Conducto pancreático dilatado más de 5 mm en la cabeza.
S Conducto pancreático dilatado más de 4 mm en el cuerpo.
S Vaciamiento pancreático lento (más de 9 minutos).
Grupo II:
S Uno o dos de los criterios anteriores.
Colangiografía y pancreatografía endoscópica 97
Grupo III:
S Dolor pancreático con enzimas normales o pancreatografía normal.
Tipo I Tipo II
Tipo V Tipo VI
Figura 5–1.
S Forma mínima: se caracteriza porque sólo están afectadas las ramas latera-
les.
S Forma moderada: caracterizada por dilatación irregular de las ramas latera-
les y del conducto principal.
S Forma avanzada: presenta estenosis del conducto pancreático, presencia de
cálculos y trastorno de las ramas laterales a causa de quistes.
S Forma menor o tipo I: con anomalías localizadas o difusas de las ramas late-
rales.
S Forma focal o tipo II: con dilatación macroquística de una o varias ramas
laterales.
S Forma difusa o tipo III: el conducto principal tiene una o varias estrecheces
apretadas sin dilatación distal notable y con ramas laterales anormales.
S Pancreatitis segmentaria de la cabeza o tipo IV: presenta estrechez del con-
ducto principal y dilatación distal regular.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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102 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 5)
6
Laparoscopia diagnóstica
Leopoldo S. Gutiérrez Rodríguez, Francisco García Arévalo,
David Elohim Gutiérrez Vázquez
INTRODUCCIÓN
103
104 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 6)
GENERALIDADES
otro lado, la LD fue con mucho rebasada por el ultrasonido y los estudios
de imagen, como la tomografía computarizada, y se utilizaba sólo cuando
era necesaria la toma de biopsias hepáticas o tumorales, fueran primarias
o metastásicas, y de los pacientes con diagnóstico complejo.
3. Con el acelerado crecimiento de la cirugía endoscópica el paso de una técni-
ca diagnóstica a una terapéutica es tan sutil que se ha perdido este límite,
no hay frontera entre la LD y un procedimiento terapéutico. Se ha tratado
de exaltar la importancia de la LD para el abdomen agudo y el trauma, sobre
todo con el uso de los miniinstrumentos, con telescopios y cámaras de alta
resolución de 2 y 3 mm, incluso al efectuar el procedimiento bajo anestesia
local, en la sala de urgencia o de terapia intensiva, en un quirófano de peque-
ños procedimientos de la sala de urgencias o incluso en la sala de endosco-
pia.
APENDICITIS AGUDA
¿Por qué?
Figura 6–1. Se puede observar una aguja de Veress, colocada con el telescopio de 3
mm y cámara de alta definición y un puerto adicional de 2 mm con un punta con electro-
cauterio. En este paciente se está coagulando un punto de hemorragia.
Figura 6–2. En esta imagen del paciente anterior, una semanas después se notan ape-
nas las dos heridas en el hipocondrio izquierdo.
110 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 6)
A B
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
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Laparoscopia terapéutica
Eduardo Pérez Torres, Heriberto Rodea Rosas,
Fernando Bernal Sahagún, Juan Miguel Abdo Francis
Introducción
En 1882 Legenbuch realizó la primera colecistectomía en una época en que era
el tratamiento de elección, y de esta forma la colecistectomía abierta se consideró
el estándar de oro para el tratamiento de enfermedades de la vesícula biliar.1 En
las últimas décadas del siglo XX el tratamiento quirúrgico de la patología de la
vesícula biliar se modificó igualmente de manera drástica con el advenimiento
de la cirugía laparoscópica, con mejoría en los resultados que se tenían con la ci-
rugía abierta.2 Erich Mühe, de Böblingen, reportó en Alemania la primera cole-
cistectomía laparoscópica (CL) el 12 de septiembre de 1985, misma que fue re-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
chazada por la Sociedad de Cirugía Alemana poco tiempo después (1986). Dos
años posteriores a dicho reporte (1987) Philippe Mouret reportó la primera inter-
vención de este tipo en Francia, y en 1989 los cirujanos Dubois en Francia3 y Red-
dick y Olsen en EUA4 la convirtieron en una de las cirugías más aceptadas por
sus excelentes resultados posoperatorios.
Las ventajas ya demostradas de la cirugía laparoscópica en comparación con
la abierta son fundamentalmente la disminución del dolor posoperatorio, las inci-
siones (dos a cuatro) más estéticas, según la técnica del cirujano, una menor es-
tancia hospitalaria y una recuperación posoperatoria más tolerable que permite
el regreso a las actividades en forma precoz, resultando en menores costos hospi-
talarios y en horas laborales.
113
114 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 7)
Colecistitis aguda
Coledocolitiasis
dice de éxito mayor a 90%, pero con una morbilidad aproximada de 15.9% y un
riesgo potencial de mortalidad de 1%.10 Es conveniente, pues, determinar local-
mente el índice de morbilidad de este procedimiento invasivo; sin embargo,
cuando se tiene éxito diagnóstico y terapéutico para la patología obstructiva de
la vía biliar mediante este medio el paso siguiente es la realización de una CL,
ya sin necesidad de explorar la vía biliar. El otro método diagnóstico es la colan-
giorresonancia, procedimiento radiológico no invasivo, pero sólo con capacidad
diagnóstica.
Cuando la detección de coledocolitiasis se realiza durante el transoperatorio,
las alternativas son corregir la obstrucción mediante coledocoscopia y extractor
(catéter de Fogarty y algún tipo de canastilla), conversión a cirugía abierta o CL
con extracción posoperatoria mediante CPRE con esfinterotomía endoscópica
terapéutica; cada caso deberá ser individualizado de acuerdo con la cantidad de
litos en la vía biliar, la presencia o no de colangitis y las dificultades técnicas hu-
manas, así como la posibilidad de una derivación biliodigestiva.
Procedimientos quirúrgicos
Los procedimientos quirúrgicos que se realizan con mayor éxito por vía laparos-
cópica son la funduplicatura tipo Nissen, el Nissen “flojo” y la funduplicatura
tipo Toupet, agregando la plastia de los pilares del diafragma (figura 7–1).
Los estudios que comparan los resultados del tratamiento médico con el qui-
rúrgico llegan a la conclusión de que ambos presentan el mismo resultado, por
lo que la selección de los pacientes debe individualizarse; Lundell y col. hicieron
esa comparación, concluyendo que no existen diferencias en cuanto al control de
síntomas a largo plazo.13 Sin embargo, es importante considerar si tendría mayor
beneficio el tratamiento de por vida y la vigilancia endoscópica permanente en
lugar del riesgo quirúrgico, que suele ser mínimo, por lo que se considera que la
cirugía de mínima invasión para la enfermedad por reflujo gastroesofágico es la
mejor alternativa si se elige muy bien al paciente.
Resultados quirúrgicos
La cirugía proporciona un mejor resultado que la dilatación esofágica (51 vs.
95%, respectivamente) y disminuye la probabilidad de perforación esofágica
mediante una técnica cuidadosa; es por esto que la cirugía laparoscópica es consi-
derada como la primera elección en el tratamiento de la acalasia.28
En el Servicio de Gastroenterología del Hospital General de México se utiliza
la variante Toupet, en la que los bordes del músculo seccionado se suturan al fon-
do gástrico con el objetivo de que la miotomía no se cierre al cicatrizar la herida;
en el periodo comprendido entre los años 2005 a 2007 se intervinieron 23 pacien-
tes con acalasia utilizando este método quirúrgico, con sólo dos complicaciones
menores transoperatorias (8.7%), que consistieron en perforación puntiforme del
esófago que fue reparada sólo con cierre primario en ambos casos y con resulta-
dos excelentes a largo plazo, por lo que consideramos a esta técnica como la de
primera opción en el tratamiento de esta enfermedad.
Apendicitis aguda
Volvulus
La terapéutica laparoscópica se ha utilizado en esta patología, pero con dudosos
resultados. De cualquier manera, se requiere la realización de un procedimiento
similar a la cirugía abierta, es decir, mediante devolvulación, resección del seg-
mento afectado con colo–coloanastomosis o estoma y procedimiento de Hart-
mann, según cada caso en particular, y dependiendo de la magnitud de la dilata-
ción colónica, el segmento afectado (ciego, colon transverso o sigmoides), la
presencia de isquemia o de necrosis y de otras complicaciones. La pexia del sig-
moides o de su meso no ofrece buenos resultados, de tal manera que en la actuali-
dad ya no se realiza rutinariamente.36
Prolapso rectal
Dejando a un lado las técnicas perineales preferidas cuando las condiciones del
paciente implican un alto riesgo quirúrgico por la vía abdominal, al igual que en
la cirugía abierta, la rectopexia con malla es la técnica más utilizada en el procedi-
Laparoscopia terapéutica 121
Neoplasias
El tratamiento quirúrgico para neoplasias benignas es similar al procedimiento
abierto, con las ventajas de la mínima invasión laparoscópica; sin embargo, en
relación con tumores malignos, los reportes de recurrencia del cáncer en las cica-
trices de los puertos laparoscópicos ha limitado esta técnica a gran escala. Aun
así, Alexander y col. han demostrado que se puede realizar una adecuada explora-
ción abdominal, la ligadura adecuada de los vasos, la resección ganglionar, los
márgenes de resección amplios y la anastomosis sin tensión, con un índice de
conversión de 5 a 21%.40 En comparación con la colectomía abierta, los resulta-
dos de la laparoscópica son, fundamentalmente, la disminución de la analgesia
posoperatoria, la recuperación de la función intestinal más rápidamente y, por
consecuencia, el inicio de la ingesta de alimentos, la estancia hospitalaria más
corta y mejores resultados estéticos. Sin embargo, se requiere de un tiempo qui-
rúrgico más largo, el costo es mayor y se requieren mayores avances en el entre-
namiento laparoscópico avanzado.
Una vez diagnosticado como quiste, se debe realizar una punción guiada y una
aspiración de éste, para que una vez confirmado como no parasitario se realice
destechamiento del mismo, se corte el tejido fibroso hasta llegar al parénquima
hepático y se cauterice en forma completa la porción interna del quiste, con el
objetivo de lograr el cierre de conductos biliares o vasos sanguíneos y disminuir
la morbilidad y la mortalidad del procedimiento. Se finaliza mediante el retiro de
la pared resecada del quiste mediante una endobolsa.41
Tumores sólidos
La lesión benigna más frecuentemente encontrada como hallazgo de autopsia es
el hemangioma cavernoso, con una incidencia de 3 a 20%.42 Los tumores benig-
122 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 7)
nos más frecuentemente operados mediante esta técnica son los adenomas y la
hiperplasia nodular focal.41 Actualmente la resección laparoscópica de tumores
benignos del hígado está indicada en lesiones pequeñas;43 en casos selecciona-
dos, hepatocarcinoma, y en algunas metástasis hepáticas de origen colorrectal
mediante cirugía laparoscópica asistida.44
Entre las complicaciones reportadas en resecciones hepáticas de tumores ma-
lignos se encuentran la hemorragia intraoperatoria, el sangrado de la vena porta
izquierda y la laceración del bazo.44
Indicaciones quirúrgicas
Procedimientos restrictivos
Técnicas malabsortivas
Derivación biliopancreática
ESPLENECTOMÍA LAPAROSCÓPICA
Desde que la EL fue reportada por primera vez por Delaitre y Maignein en 1991,54
sus seguidores la han llevado a ubicarse como el procedimiento de elección para
el tratamiento de la patología esplénica primaria o la secundaria que requiere de
la resección del bazo, en especial para el tratamiento quirúrgico de la púrpura
trombocitopénica idiopática (PTI).55,56 En varios estudios se ha demostrado que
es un procedimiento seguro, costo–efectivo y con índices de curación comparati-
vamente mejores que con la esplenectomía abierta;55 sin embargo, se debe tener
especial cuidado en la detección preoperatoria y transoperatoria de bazos acceso-
rios para evitar el riesgo de recurrencia de la PTI por alguno bazo accesorio olvi-
dado,57,58 ya que se pueden encontrar entre 14 y 30%.
Indicaciones
CIRUGÍA GINECOLÓGICA
CIRUGÍA UROLÓGICA
cionalidad de una porción del riñón cuando se realiza una nefrectomía parcial por
laparoscopia, con excelentes resultados.67 La cirugía laparoscópica en riñón tam-
bién incluye ya patologías como la glomerulonefritis xantogranulomatosa en ca-
sos seleccionados,68 a pesar del importante proceso adherencial existente. Existe
controversia sobre la utilidad de la nefrectomía con maceración renal, debido a
que para el patólogo es mejor el riñón intacto; sobre este punto, Pautler y col. de-
mostraron que el material macerado era útil; sin embargo, sólo fueron capaces
de estadificar a 3 de 15 especímenes.69 El tiempo promedio para realizar una NL
suele ser de 5 " 3 horas, presenta un menor sangrado y una convalecencia menor
en al menos un tercio del tiempo y sin diferencia en la sobrevida.70 También es
útil para realizar nefrectomía citorreductora, citoablación o criocirugía renal.
La cirugía urológica por mínima invasión abarca el riñón hidronefrótico, el re-
implante uretral intravesical y extravesical, la patología benigna y maligna de la
vejiga, la fístula vesicovaginal, las enfermedades de vesículas seminales y las di-
verticulectomías vesicales, entre otras más. Es decir, en urología la cirugía de mí-
nima invasión es una realidad cada día más aplicada y con mejores resultados.
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INTRODUCCIÓN
131
132 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 8)
mediales (septum) y sus paredes laterales con sus tres cornetes y los orificios
(ostium) de los senos correspondientes, requieren de instrumental especial para
poder visualizarlos correctamente.
Ver con exactitud el tipo de la patología y tener instrumentos especialmente
diseñados para llegar al sitio anatómico afectado es el binomio que permite el éxi-
to terapéutico, siempre y cuando se “sepa ver” y se “sepa manejar dichos instru-
mentos”.
La moderna cirugía de los senos paranasales (SPN) realizada bajo visión di-
recta a través de un endoscopio se ha desarrollado gracias a los trabajos pioneros
de Walter Messerklinger,1 de Graz, Austria, basados en el diagnóstico y trata-
miento endoscópico de las patologías inflamatorias nasosinusales, partiendo de
la premisa de que la patología no se iniciaba en el seno paranasal, sino que partía
de una afección rinógena que después complicaba a los SPN. Desde 1950 inició
el estudio de la sinusitis, estableciendo que era propiciada por la obstrucción o
estrechez de las estructuras de la pared lateral y del etmoides anterior. En conse-
cuencia, el tratamiento debería estar encaminado a ampliar esas estrecheces.
El concepto anterior es parcialmente válido, porque la causa fundamental de
la sinusitis es el estancamiento de las secreciones dentro de los senos por la altera-
ción del funcionamiento mucociliar del revestimiento mucoso de los mismos
SPN. Es sabido que los senos frontales, los maxilares y los etmoidales anteriores
drenan en el meato medio y que los senos esfenoidales y los etmoidales posterio-
res drenan en el meato superior a nivel del receso esfenoetmoidal. Este drenaje
coincide con la ruta principal que siguen los flujos nasales por esos meatos.
Con excepción de las alteraciones genéticas (síndrome de Kartagener o sín-
drome del cilio inmóvil) y las patologías inmunitarias (alergias), los cilios, al
igual que las hojas de los árboles, se mueven por acción de las corrientes aéreas
que rigen la dirección del movimiento. La dirección, la presión y la forma de las
corrientes aéreas (o de cualquier fluido —líquido o gaseoso—) en cualquier me-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
dio físico, incluyendo por supuesto los conductos rinosinusales, son regidos por
leyes físicas (Bernoulli y Venturi, entre otras), de tal modo que, aun sin haber alte-
ración anatómica en los meatos medio y superior, las corrientes intranasales (ins-
piratorias y espiratorias) pueden ser desviadas de su ruta principal “normal” por
una simple desviación septal, las asimetrías del vestíbulo y el lóbulo nasales y aun
por una desproporción del ángulo nasolabial. En estos casos, el complejo ostio-
meatal está indemne y sin embargo hay sinusitis, como se verá en la iconografía
rinosinusal que acompaña a este texto.
A partir del supuesto de que el estrechamiento de la pared lateral nasal, en es-
pecial en el área del meato medio, era la causante de la sinusitis crónica, un gran
número de seguidores de la filosofía de Messerklinger (Wigand,2 entre otros mu-
chos) desarrollaron técnicas ablativas tendientes a eliminar una gran porción de
dicha pared lateral (etmoidectomías con turbinectomías). El resultado fue la for-
134 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 8)
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Sistema óptico
convencional
El espacio y el tema de este capítulo no permiten una descripción del tema radio-
lógico, tan importante e indisoluble de la cirugía nasosinusal. Los resultados de
la historia clínica y los datos obtenidos en la exploración endoscópica nasal son
la base para la toma de decisiones sobre el tipo de estudio radiográfico que debe
solicitarse.
Aun con un diagnóstico endoscópico, siempre que se requiere tratamiento qui-
rúrgico nasosinusal debe solicitarse una TC para delimitar la extensión de la pato-
logía y para propósitos médico–legales.
La endoscopia en el diagnóstico otorrinolaringológico 137
ENDOSCOPIA RINOSINUSAL
Equipo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
00
30 0
30 0
70 0
Figura 8–5. Mango tipo pistola con aditamentos para soporte del endoscopio y para irri-
gación y succión (muy útil en los procedimientos quirúrgicos endoscópicos).
Figura 8–6. Pinza con soporte para el endoscopio de 2.7 mm y canal para toma de biop-
sia.
140 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 8)
Los diferentes modelos con sus diversas capacidades pueden ser consultados en
la página web correspondiente a cada casa manufacturera a través de internet.
1. Inspección del vestíbulo nasal, siguiendo por el piso y el meato inferior na-
sal hasta llegar a la nasofaringe.
2. Estando a nivel de las coanas, se modifica la posición del endoscopio para
visualizar el receso esfenoetmoidal y el meato superior nasal.
3. Finalmente, visualizando la cola del cornete medio, se desplaza el endosco-
pio hacia el meato medio para explorar, de atrás hacia delante, la bula etmoi-
dal, el receso semilunar y todo el complejo ostiomeatal.
Los endoscopios utilizados con mayor frecuencia por la mayoría de los endosco-
pistas son los que tienen un diámetro externo de 4 mm y un ángulo de visión de
0 y 30_; este último está especialmente indicado para explorar la pared lateral na-
sal, como se mencionó en párrafos anteriores. Si las cavidades nasales fueran
muy estrechas, se utiliza el endoscopio de 2.7 mm. Antes de introducirlos, para
evitar que el lente se empañe por el vapor durante la exploración intranasal, el
endoscopio se introduce en un recipiente con solución antiempañante.
Se recomienda utilizar el endoscopio de 4 mm con 0_ para una visualización
inicial panorámica, sin vasoconstrictor nasal. Esto permite valorar el color de la
mucosa, la forma, el tamaño y el color de los cornetes, los meatos y el aspecto
del septum nasal (su posición en relación con la línea media, y si existen deflexio-
nes, desviaciones, espinas o crestas septales) y el tipo y el color de las secreciones.
La endoscopia en el diagnóstico otorrinolaringológico 141
Figura 8–8. Vestíbulo nasal. La endoscopia se inicia con el examen del vestíbulo. Es
de importancia funcional la forma y la simetría de las marianas, por la influencia que ejer-
cen en la forma, presión y dirección de los flujos intranasales, los cuales a su vez influ-
yen en la respuesta vasomotora del ciclo nasal.
Figura 8–9. En el interior del vestíbulo nasal se puede examinar el fondo de saco (cul
de sac), el borde caudal del cartílago lateral superior y su relación con el septum nasal,
con el cual forma la válvula nasal. Normalmente forman un ángulo de 10 a 15_.
142 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 8)
Figura 8–10. Sinequia valvular, como resultado iatrogénico de una rinoplastia. Este tipo
de sinequia tiene repercusión funcional en la regulación de los flujos intranasales.
Figura 8–12. Cabeza del cornete inferior. Obsérvese la concavidad del septum nasal,
como resultado de una deflexión derecha; el cornete inferior se ha hipertrofiado en forma
compensadora, lo cual aumenta la resistencia al aire inspirado. El choque de las corrien-
tes aéreas intranasales sobre la cabeza del cornete inferior provoca irritación de la mu-
cosa con formación de costras.
Figura 8–13. Espolón septal. A diferencia de la figura 8–3, el septum nasal muestra una
cresta angulada que se impacta en el cuerpo del cornete inferior (en esta fotografía re-
traído después de la aplicación de oximetazolina), mientras que el cornete medio se hi-
pertrofia también en forma compensatoria para llenar el amplio espacio que deja el des-
plazamiento a la derecha, la porción superior del septum nasal.
Con este abordaje sistemático todas las estructuras de las cavidades nasales, y en
especial la compleja estructura de la pared lateral con sus cornetes, meatos y com-
La endoscopia en el diagnóstico otorrinolaringológico 145
Figura 8–15. Después de explorar las coanas y la rinofaringe (superior e inferior, con
endoscopios con ángulos de 30_ 70_), se retira lentamente el endoscopio, de atrás ha-
cia delante, desplazándose por el espacio del meato medio. Esta figura muestra al fondo
la coana izquierda; a la derecha la parte posterosuperior del septum; a la izquierda el
orificio de la trompa de Eustaquio y arriba el receso esfenoetmoidal y la parte inferior
de la cola del cornete medio izquierdo.
la cronicidad, sobre todo a nivel del complejo ostiomeatal, donde pueden existir
superficies de contacto entre mucosas, las cuales impiden el drenaje adecuado de
los senos paranasales por modificación de las flujos aéreos intranasales que esti-
mulan el movimiento ciliar.
EXPLORACIÓN OTOLÓGICA
Figura 8–16. Fosa nasal derecha. El endoscopio de 4 mm, 30_, se encuentra colocado
en el meato medio derecho.
explorador con un banco regulable en altura que coloque la vista a nivel del oído;
si se trata de un niño es indispensable que se encuentre sentado en las piernas de
una persona que logre sujetarlo, e incluso en este caso el menor puede estar acos-
tado. Se debe traccionar suavemente el pabellón hacia atrás, afuera y ligeramente
hacia arriba en el adulto, y hacia atrás, hacia afuera y abajo en el niño. Se calcula
el diámetro del conducto y se selecciona el calibre del otoscopio (la introducción
debe ser cuidadosa e informada al paciente); sin presionar las paredes, dentro de
lo posible, se debe dejar libre la mano derecha o izquierda según las habilidades
del médico para limpiar y manipular el instrumental de ser necesario. Una vez
introducida la punta del espéculo se visualiza el piso del conducto hasta observar
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 8–17. Fosa nasal izquierda. El endoscopio de 4 mm, 30_, se encuentra colocado
en el meato medio derecho, debajo de la bula etmoidal. Se pueden observar fácilmente
los orificios de drenaje del grupo de celdillas etmoidales anteriores.
(el cual debe ser informado de guardar inmovilidad absoluta) bajo visión directa,
evitando el pelo y los restos de piel y cerumen que empañan la óptica al más mí-
nimo contacto con ellos y obligan al médico a retirar y limpiar el endoscopio, lo
cual es un problema muy frecuente y tedioso para el explorador.
Una vez conseguida la introducción se pueden obtener imágenes claras y de
alta resolución del oído, que permiten explorar el conducto auditivo externo y la
Figura 8–19. Aspiración del moco etmoidal de las figuras 8–17 y 8–18.
membrana timpánica íntegra y el interior del oído medio cuando existen perfora-
ciones, dando elementos valiosos de diagnóstico y registro de las imágenes con
un gran valor desde el punto de vista documental para el expediente clínico y para
aspectos de docencia e investigación.
Las desventajas de la endoscopia son el alto costo del equipo y que técnica-
mente su uso puede lesionar, por movimientos bruscos del explorador o del pa-
ciente, las estructuras del oído, lesiones generalmente leves pero que pueden ser
potencialmente graves. Se reporta por parte del paciente sensación de calor por
la luz y en tímpanos abiertos se registra incluso vértigo por calentamiento de los
líquidos laberínticos.
Se debe mencionar la otofibroscopia, la cual es un método poco utilizado pero
sí reportado, que consiste en el uso de un endoscopio flexible con un calibre de
0.8 mm. Se accede al oído medio para visualizar sus estructuras por una perfora-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 8–20. Vista parcial del ostium maxilar izquierdo, cubierto (habitualmente) por el
borde del proceso uncinado.
S Laringoscopia indirecta.
S Laringoscopia y telelaringoscopia rígida, fibrolaringoscopia.
S Laringoscopia directa.
S Exploración funcional o dinámica con estroboscopio con video, y estudio
de la fonación con instrumentos rígidos y flexibles con múltiples elementos
que constituyen el laboratorio de la voz.
S Imagenología.
La endoscopia en el diagnóstico otorrinolaringológico 151
distancia entre las amígdalas palatinas. El espejo debe colocarse entre las
dos con el tamaño más grande posible, pero sin tocarlas.
3. Tercero y cuarto tiempos: se solicita al paciente que protruya la lengua. El
explorador toma con la mano izquierda (si es diestro) la parte anterior de
la lengua envuelta con una gasa; se recomienda que la toma se haga entre
el dedo pulgar y el medio, cuidando que el frenillo no se lastime con los inci-
sivos inferiores. El dedo índice izquierdo se emplea para levantar el labio
superior. Con la mano derecha sujeta el espejo previamente calentado para
evitar el empañamiento dado por el aliento.
4. Quinto tiempo: se introduce el espejo lo más cerca posible del paladar blan-
do, por delante da la úvula, tratando de evitar el contacto con las amígdalas
o la base de la lengua, lo cual despierta el reflejo nauseoso.
5. Sexto tiempo: se procede entonces a efectuar la inspección de la laringe.
152 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 8)
Endoscopia laríngea
El primer instrumento óptico fue ideado a finales del decenio de 1960 por el mé-
dico japonés Sawashima y los fabricantes Machida y Olympus, como una varian-
te de los fibroscopios usados en neumología y gastroenterología.
En el decenio de 1970 aparecieron las ópticas rígidas de 70 y 90_, las cuales
brindan imágenes de gran calidad y eliminan el puntilleo de las fibras.
Por lo tanto, el equipo con el que se debe contar son endoscopios rígidos y fle-
xibles, una fuente de luz y el equipo de registro de video y multimedia.
Laringoscopia flexible
Figura 8–25. Celulitis orbitaria izquierda, secundaria a una sinusitis etmoidal aguda, ho-
molateral. La figura 8–21 corresponde a una angiorresonancia, realizada con el propósi-
to de descartar una trombosis del seno cavernoso. Nótese la disminución del calibre de
los vasos orbitarios del lado afectado.
S Base de la lengua.
S Valléculas.
S Epiglotis.
S Senos piriformes.
S Región retroaritenoidea.
S Repliegues aritenoepiglóticos.
S Región de los aritenoides.
S Bandas ventriculares.
S Ventrículos laríngeos.
S Cuerdas vocales.
S Región subglótica.
156 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 8)
Una vez revisadas las regiones estáticamente se solicita respirar y fonar para de-
tectar anormalidades en la movilidad y la morfología de todas estas estructuras.
Las imágenes resultantes son de gran claridad y amplitud gracias al sistema
de gran angular de las ópticas modernas. También permite registrar el estudio
para información al paciente, el expediente médico y la docencia.
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9
Endoscopia terapéutica en
otorrinolaringología
José Ángel Gutiérrez Marcos, Santiago Menéndez Zertuche
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN Y OBJETIVOS
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Este capítulo trata de mostrar los diversos usos que la endoscopia tiene actual-
mente para el tratamiento de la patología congénita, la neoplásica, la anatomo-
funcional, la infecciosa y la traumática en el área de la nariz, los senos paranasa-
les, el oído, la laringe y el cuello.
Antecedentes
Stammberger, Messeklinger, Wigand, Kennedy y col. iniciaron una revolución
en la forma de conceptualizar el manejo quirúrgico de las enfermedades de los
157
158 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 9)
tura al meato medio. De todas formas, resulta más conveniente emplear el fibros-
copio, sobre todo un endoscopio pediátrico si se tiene acceso a él, pues, aunque
disminuye la calidad de visión, al poder maniobrar hace que la exploración del
seno maxilar sea más sencilla.
Una vez dentro del seno podemos observar una cavidad relativamente grande
revestida de mucosa en la que se aprecian diferentes relieves: suele existir el re-
lieve del nervio infraorbitario en su pared superior, que constituye a su vez el piso
Figura 9–5. Abordaje endoscópico del seno maxilar. Obsérvese la presencia de secre-
ción purulenta en el interior del mismo.
pantalla en tiempo real. Estos métodos fueron diseñados inicialmente para neuro-
cirugía. Durante estos procedimientos la cabeza se mantenía completamente fija
a un soporte cefálico rígido. En el presente hay sistemas de navegación óptico–
electrónicos muy exactos que no requieren que la cabeza se encuentre fija en una
misma posición todo el tiempo quirúrgico. Estos sistemas son los utilizados ruti-
Figura 9–9. Hematoma orbitario durante la realización de una cirugía endoscópica fun-
cional de senos paranasales.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
QUIRÚRGICO DE LA PATOLOGÍA LARÍNGEA
Antecedentes
Con fines diagnósticos pueden utilizarse diferentes métodos, tales como la en-
doscopia transnasal flexible, la cual permite una visualización tanto de la vía res-
Endoscopia terapéutica en otorrinolaringología 165
los pólipos laríngeos, como de las neoplasias benignas y las lesiones tumorales
en estadios tempranos de las mismas. Asimismo, existe la posibilidad de aplicar
diferentes tipos de materiales para llenar espacios dentro de las capas de las cuer-
das vocales para el mejoramiento de la voz y suministrar sustancias como botox
para la corrección de la patología funcional de las cuerdas vocales. Mediante el
método endoscópico se puede realizar la resección de las estructuras anatómicas
y los abordajes combinados, como en el caso de neoplasias laríngeas en estadios
avanzados (figuras 9–12 y 9–13).11,12
La microcirugía de laringe se realiza con múltiples finalidades. En ocasiones
se emplea con fines diagnósticos para determinar el tipo de lesión existente, su
extensión e invasión. Permite la toma de biopsia para diagnóstico definitivo y
también, en muchos casos, se puede utilizar para el tratamiento definitivo de pa-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Antecedentes
En 1967 Mer fue el primero en describir la anatomía del oído medio mediante el
uso de un endoscopio, realizando miringotomías en cadáveres de felinos. Tuvie-
Endoscopia terapéutica en otorrinolaringología 169
ron que pasar dos décadas para que Nomura popularizara la idea de realizar
miringotomías en pacientes sanos, con el objetivo de visualizar la cavidad timpá-
nica. En 1989 Kimura propuso la alternativa de analizar la cavidad timpánica a
través de la trompa de Eustaquio; sin embargo, esto cayó en desuso por las difi-
cultades técnicas que representaba.
Actualmente la miringotomía transtimpánica es el método más viable para
abordar las diferentes patologías del oído medio.13
Desde 1988 se han efectuado intentos de cirugías endoscópicas del oído medio;
sin embargo, su uso se ha limitado principalmente por la necesidad de trabajar
en un espacio muy reducido con poca movilidad para introducir diferentes tipos
de instrumentos quirúrgicos. Muchos de estos ensayos han sido satisfactorios, lo
que ha permitido que persista el interés en la mejora de este tipo de equipos para
la práctica de la cirugía otológica.13
Uno de los principales usos de los endoscopios rígidos es en el diagnóstico de
las enfermedades del oído medio, ya que es un método sencillo con muy buena
definición para la evaluación inicial de los pacientes, tanto en el consultorio como
en los que estén hospitalizados o que se encuentren en salas de urgencias, ya que
existen equipos de luz portátiles que permiten que pueda efectuarse una explora-
ción clínica en cualquier escenario. Es importante recalcar que la evaluación en-
doscópica tiene la limitante de presentar la imagen en dos dimensiones; es por
esto que las lesiones con características importantes de profundidad podrían ree-
valuarse al microscopio para una mejor definición.13,14
Este tipo de instrumentación posibilita la observación para diagnóstico de las
características del conducto auditivo externo, la membrana timpánica y la cavi-
dad del oído medio; en caso de que la membrana timpánica no se encontrara ínte-
gra, permite ver a través de la perforación, lo que facilita al médico determinar
enfermedades como la otitis media externa, la otitis media aguda, la otitis media
crónica tanto colesteatomatosa como no colesteatomatosa, los tumores del oído
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
medio o los del oído interno que protruyan hacia el oído medio (figura 9–14).14
La colocación de tubos de ventilación timpánica, así como la realización de
miringotomías y miringoplastias, pueden ser muy eficaces mediante el uso de
técnicas endoscópicas, ya que no se requiere mucha instrumentación para llevar
a cabo este tipo de procedimientos, permitiendo al cirujano completarlos en tiem-
pos relativamente cortos, reduciendo la morbilidad y la estancia intrahospitalaria
(figura 9–15).14
Se han hecho numerosos intentos por realizar abordajes de cirugía endoscópi-
ca para la erradicación de los colesteatomas de la cavidad timpánica; sin embar-
go, no se ha logrado un mejor resultado que con la realización de mastoidecto-
mías. La ventaja que ha ofrecido la cirugía endoscópica del oído es que puede ser
menos destructiva que la cirugía de oído crónico tradicional, pero requiere gran
destreza del cirujano. No obstante, se ha demostrado que la visualización del seno
170 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 9)
Antecedentes
Cirugía de tiroides
Con respecto a la localización mediastínica, se cree que hoy en día está justifi-
cada una práctica directa si se dispone de una prueba de imagen adecuada, ob-
viando una exploración cervical previa, como se preconizaba hace tiempo.24
CONCLUSIONES
Las técnicas endoscópicas pueden utilizarse dentro del área de la laringe con
múltiples finalidades diagnósticas y terapéuticas en patologías tanto benignas
como de tipo maligno; asimismo, este recurso puede utilizarse para la revisión
de pacientes traumatizados o con enfermedades de tipo funcional. Es importante
recordar que la calidad del equipo que se utilice puede tener repercusión en la pre-
cisión del diagnóstico y el resultado quirúrgico, ya que, cuanta mayor calidad
exista en el equipo empleado, existirá mayor definición de las lesiones y de las
maniobras quirúrgicas que se realicen.
La cirugía endoscópica en la cavidad de oído medio permite principalmente
la visualización de las estructuras anatómicas y de las alteraciones que pueden
ser corregidas en un mismo tiempo quirúrgico. Es un método que sirve como ad-
yuvante en la cirugía de oído tradicional. Sin embargo, la limitación técnica es
la más importante.
La alternativa al tratamiento quirúrgico convencional permite abordajes selec-
tivos y mínimamente invasivos de la tiroides y de las glándulas paratiroides. Su
aplicación se basa en el uso de métodos diagnósticos para identificar la lesión,
su localización y su tamaño. Además, la extirpación de un adenoma paratiroideo
debe acompañarse de un control perioperatorio de los niveles de PTHi. Estos
planteamientos han permitido altos niveles de eficacia en cuanto a resultados, lo
que, unido al confort posoperatorio y a resultados estéticos, supone un cambio
cualitativo en la historia de estos enfermos, llegando a un concepto que podría-
mos definir como “cirugía a la medida de cada paciente”.
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176 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 9)
10
Exploración broncoscópica
Carlos Núñez Pérez Redondo, Francisco P. Navarro Reynoso
La endoscopia de las vías aéreas la inició Gustav Killian en 1897 cuando, median-
te un esofagoscopio rígido, extrajo un hueso de puerco alojado en el bronquio
principal derecho de un paciente adulto. A partir de entonces la broncoscopia ha
tenido un desarrollo paralelo a los avances tecnológicos que bien puede conside-
rarse como formidable.1–3 La visualización de la laringe, la tráquea, los bronquios
principales, los lobares, los segmentarios y los subsegmentarios es un procedi-
miento fundamental en el diagnóstico y la planeación de las medidas terapéuti-
cas, ya sea con fines curativos o paliativos, para en su caso aplicar el o los mejores
procedimientos inmediatamente después de la exploración.2,4–6
La broncoscopia, a pesar de ser un procedimiento invasivo, tiene un alto grado
de seguridad, y además ofrece información de las estructuras por las cuales se tie-
ne acceso al árbol bronquial; por ejemplo, se puede explorar las fosas nasales
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
cuando se elige esta vía, para posteriormente pasar el endoscopio por el orificio
nasal posterior o coana y ver la nasofaringe (figura 10–1), la faringe y las estruc-
turas laríngeas, como son: la epiglotis, las cuerdas vocales verdaderas, las falsas,
los ventrículos laríngeos, la glotis, la comisura anterior y posterior, la vallécula
y los senos piriformes (figura 10–2). La exploración continúa distalmente hacia
el árbol bronquial al pasar a través de la glotis (espacio comprendido entre las dos
cuerdas vocales) y observar el espacio subglótico, cuya valoración debe ser parti-
cularmente cuidadosa en casos de traqueotomía, cirugía de tráquea, estridor, dis-
fonía y tos (figuras 10–3 y 10–4).3–8
La tráquea normalmente es central, con movilidad a la inspiración y espira-
ción, y debe revisarse en su totalidad (figura 10–5); en casos de pacientes con
177
178 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 10)
B B
C
A A
Figura 10–2. En la imagen de la izquierda se observan las cuerdas vocales. A. Las ver-
daderas. B. Las falsas. C. La comisura anterior. D. La posterior. En la imagen de la dere-
cha se aprecia una lesión polipoide en cuerda vocal derecha adyacente a la comisura
posterior.
Exploración broncoscópica 179
chada, demuestra una patología intrínseca del árbol bronquial o de las estructuras
vecinas relacionadas, como son los nodos linfáticos subcarinales, o bien con tu-
mores del mediastino medio; las carinas secundarias que dividen los bronquios
lobares además pueden ser asiento de diversas afecciones, particularmente de le-
siones neoplásicas (figuras 10–6 a 10–9).
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 10–4. Imagen endoscópica del paciente de la figura 10–3; muestra estenosis de
90% de la luz de la tráquea, distal al espacio subglótico, que fue la indicación para la
traqueostomía.
180 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 10)
A B
LSD
TB
Interm
Figura 10–6. Imagen del tronco de basales derecho desde el bronquio intermediario;
se observa la emergencia de los bronquios del lóbulo medio (LM) en posición desviada
hacia la izquierda formando una carina con el bronquio del lóbulo superior derecho
(LSD), la cual se encuentra ensanchada.
Exploración broncoscópica 181
Figura 10–7. Tumor en cara anterolateral izquierda del bronquio principal izquierdo sé-
sil; en la base del tumor se aprecian claramente las tres alteraciones de infiltración tumo-
ral, como son vasos tortuosos, irregularidad de la mucosa y cartílagos poco aparentes.
cada caso particular, considerando siempre los hallazgos y el criterio del broncos-
copista. La decisión de cuál o cuáles procedimientos deben realizarse y el mo-
mento y secuencia oportunos para hacerlo está basada en el conocimiento profundo
de la patología respiratoria que sólo el neumólogo intervencionista o el cirujano
toracopulmonar poseen. Algunos broncoscopistas realizan primero la explora-
Segmento 9
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Segmento 10
Figura 10–10. Imagen de carcinoma de laringe en un paciente con disfonía de seis me-
ses de evolución.
Figura 10–11. Pólipo subglótico que protruye por la glotis (imagen vista proximalmente).
184 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 10)
A B
Figura 10–13. A. Atelectasia total del pulmón izquierdo. B. La broncoscopia confirma
la presencia de un tumor que ocluye el total de la luz del bronquio principal izquierdo a
menos de 2 cm de la carina principal.
Exploración broncoscópica 185
La historia clínica detallada con una exploración física cuidadosa, así como
la interpretación adecuada de los estudios de laboratorio y de gabinete dentro del
marco de las principales guías y recomendaciones para los cuidados previos, du-
rante y después de la broncoscopia, son esenciales para optimizar la seguridad
del paciente, la del equipo de broncoscopistas, y el rendimiento diagnóstico y de
los instrumentos.7,14
Las principales guías en broncoscopia recomiendan emplear siempre oxígeno
suplementario a 29% por puntas nasales y el catéter faríngeo, o bien, en pacientes
cuya saturación de oxígeno es baja a pesar de las puntas nasales, se aconseja la
mascarilla facial a 40%,14 situación que frecuentemente observamos en pacientes
con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) con sospecha de cáncer
broncogénico por su asociación con tabaquismo. Estas dos formas no invasivas
de aplicación de oxígeno permiten realizar con seguridad la endoscopia, aunque
existe también la posibilidad de que se realice bajo sedación o anestesia general
empleando mascarilla laríngea o intubación traqueal para mantener la ventila-
ción; cuando se utiliza el broncoscopio rígido es posible mantener una correcta
ventilación a través de él, sobre todo en procedimientos avanzados que requieren
asegurar la vía aérea durante su realización. En estos casos se emplea anestesia
general o una sedación de mayor profundidad. Ocasionalmente un paciente an-
sioso requerirá de mayor sedación y puede requerir anestesia general. En 99% de
los pacientes es posible realizar la broncoscopia diagnóstica con seguridad y co-
modidad bajo anestesia local.16,17
Tanto los procedimientos diagnósticos como los terapéuticos pueden practi-
carse con broncoscopios flexibles o rígidos. Algunas maniobras avanzadas se
realizan con un margen de seguridad mayor cuando se utiliza el broncoscopio rí-
gido, como es el caso de la extracción de cuerpos extraños en niños o adultos o
la realización del láser Nd:YAG o Nd:YAP endoscópico en tumores centrales. En
los casos con mayor riesgo, como son la colocación de tutores o de prótesis, como
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
INTRODUCCIÓN
Desde el siglo VII a.C los chinos escribían sobre temas sexológicos, muy den-
tro del ámbito urológico. En los textos Pen Sao y Nei Ching, de los siglos IV y
III a.C., se mencionan diagnósticos y terapéuticas de ciertas patologías urinarias,
como la retención aguda de orina y el manejo de los cálculos urinarios, e inclusive
las enfermedades venéreas y recomendaciones en los aspectos sexuales e higiéni-
cos relacionados.4
En 1465 Serafeddin Sabuncuoglu (1385–1486), médico nacido en Amasya
(hoy Turquía), escribió el primer libro ilustrado de cirugía de la literatura turco–
islámica, llamado Cerrahiyyetu’l Haniye (Cirugía imperial), que contiene 190
capítulos donde describe patologías urológicas variadas y su respectivo trata-
miento, ya que era un pionero en el mundo de la cirugía. Mostraba a través de 134
189
190 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 11)
rato no fue ideado para las vías urinarias, sino para el oído y para el sistema respi-
ratorio superior. Utilizaba la luz de una vela y un espejo largo dentro de un tubo,
lo que mejoraba la visibilidad de las cavidades orgánicas. Aún más curioso es que
fue objeto de repudio por parte de la Facultad de Medicina de Viena debido a su
“curiosidad”. Bozzini nunca utilizó su invento para examinar la vejiga urinaria
(figura 11–3).9–11
Antoine Jean Desormeaux diseñó el denominado endoscope, el cual presentó
a la Academia de Medicina de París en 1853. Su objetivo era examinar la uretra,
la vagina, el intestino y algunas heridas. Fue por esto premiado con el galardón
Argenteuil de la Academia Imperial de Medicina de París (figuras 11–4 y
11–5).9–11
Fue llamado por muchos como el “padre de la endoscopia”. Su aparato era un
tubo único de visión con luz derivada del alcohol y con una lámpara de turpentina
192 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 11)
reflejada por un lente cóncavo. Era capaz de detectar la uretritis y los trayectos
fistulosos, y fue Desormeaux el primero en utilizar el agua como medio distensor
y con ello mejorar la visualización de las estructuras uretrovesicales.9–11
En 1865 perfeccionó el uretroscopio, llamado por él “endoscopio”, siendo la
primera vez que se utilizaba este término en la historia de la medicina y un urólo-
go el que lo lograba (figura 11–6).9–11
CIRUGÍA LAPAROSCÓPICA
La tendencia del uso de la laparoscopia fue iniciada por el cirujano Kelling, quien
en 1901 empleó por primera vez el cistoscopio de Nitze para introducirlo a través
Endoscopia urológica 199
S Los médicos que han salido a entrenarse en su mayoría son urólogos nova-
tos recién egresados, sin experiencia suficiente en cirugía abierta para tener
200 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 11)
CIRUGÍA ROBÓTICA
Los avances tecnológicos de los últimos 20 años del siglo XX en el área de la in-
formática, la ingeniería, la medicina, la biología molecular y la genética, así
como del medio militar, han permitido el desarrollo de las herramientas necesa-
Endoscopia urológica 201
rias para la creación de las microcámaras, los sistemas de video de alta resolu-
ción, las imágenes de tercera dimensión, los simuladores y la realidad virtual, la
robótica aplicada a la medicina y la microrrobótica, la creación de salas quirúrgi-
cas inteligentes, la aparición de sistemas de telepresencia y la nanotecnología (fi-
guras 11–14 y 11–15).24,25
Todo lo anterior permite lograr mayor destreza a los médicos y cirujanos, dis-
minuir los tiempos operatorios y el dolor al máximo, con una recuperación más
rápida para los pacientes. México ha tenido una gran participación en estos even-
tos, como lo ha tenido en la cirugía laparoscópica, y continúa a la vanguardia.24,25
La cirugía robótica remedió las limitaciones de la cirugía laparoscópica con-
vencional facilitando procedimientos más ergonómicos y más precisos, sobre
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
CONCLUSIONES
S Perfecto alineamiento
coaxial entre ojos–manos
S Visor estéreo de alta
resolución de inmersión
con imagen tridimensional
S Postura sentado
B
Figura 11–15. Cirugía robótica. A. Confort ergonómico. B. Superación de la destreza,
precisión y control (sistema Da Vinci).24
Endoscopia urológica 203
médica. Muchos investigadores han mejorado los materiales con los cuales están
fabricados los instrumentos y han mejorado la calidad de la visión, pero el con-
cepto fundamental es exactamente el mismo desde hace siglos.
Sin embargo, cada vez que un urólogo tiene en sus manos un instrumento de-
bería pensar en cuántos hombres y cuántos destinos se involucraron en su desa-
rrollo.
Durante el siglo XX la expansión sufrida por la urología fue avasallante y la
colocó en el tope de las subespecialidades quirúrgicas, no sólo por sus avances
tecnológicos sino también por la trascendencia de sus investigaciones en el cam-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
206 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 11)
12
Endoscopia en ortopedia
Manuel Dufoo Olvera, Manuel Dufoo Villegas
INTRODUCCIÓN
DEFINICIÓN Y OBJETIVOS
207
208 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 12)
se por otros médicos afines, como es el caso del uso de la endoscopia en la prácti-
ca ortopédica.
La causa pudo ser la dificultad técnica para introducir un instrumento en las
articulaciones (dentro de cavidades que prácticamente no existen), debiendo es-
perar a que el desarrollo técnico proporcionara una herramienta segura.
El uso de la endoscopia en ortopedia está dirigido principalmente a la explora-
ción de las articulaciones con fines de diagnóstico o tratamiento.
La palabra artroscopia se forma por dos palabras griegas: ìartroî (articulación)
e ìscopiaî (mirar), que significan literalmente mirar dentro de la articulación.1
El objetivo de este capítulo es hacer una breve revisión de la historia, las indi-
caciones, las contraindicaciones y los beneficios de la endoscopia en la ortopedia.
EPIDEMIOLOGÍA
Historia de la artroscopia
Evolución
Las siguientes etapas de evolución de la endoscopia en conjunto fueron, como
ya se mencionó, resultado de aprovechar los múltiples avances tecnológicos, en-
tre los que podemos citar:
1. Auxiliares para el diagnóstico como la radiología, la tomografía axial com-
putarizada, la resonancia magnética nuclear, la gammagrafía ósea, la ter-
mografía catódica, el ultrasonido, etc., que facilitan la precisión del diag-
nóstico y permiten circunscribir la lesión.
2. Técnicas de anestesia y estabilización orgánica más seguras en el quirófano
y la recuperación.
3. Tecnología óptica en constante desarrollo que diseña lentes para endosco-
pia muy delgados con alta resolución que permiten ampliar el tamaño de la
imagen, con fuentes de luz por fibra óptica de alta calidad, seguras y con
mínimo gasto de energía, incluyendo la técnica inalámbrica.
4. Desarrollo para el diseño y la fabricación de instrumental quirúrgico, im-
plantes, material de sutura, etc., incluyendo el láser.
5. Probablemente el avance que más se identifica en la actualidad con la en-
doscopia es la técnica de video, que con características propias permite ha-
cer ampliaciones de la imagen al tamaño de los monitores en tiempo real,
además de que permite conservar las imágenes para revisión y evaluación
del procedimiento, y como material educativo.5–8
Indicaciones
En lo que se refiere a las indicaciones de la artroscopia, debe quedar claro que
la técnica se considera como una herramienta de trabajo del cirujano que permite
acceder al interior de las articulaciones a través de un abordaje mínimo invasivo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
con fines de diagnóstico o de tratamiento; por lo tanto, las indicaciones son mu-
chas, de acuerdo con las necesidades médicas y los recursos técnicos.
La edad no es una limitante para la artroscopia, ya que la bibliografía reporta
rangos entre los 4 y los 85 años de edad.
En la actualidad la rodilla es la articulación en la que se tiene mayor experien-
cia con la técnica artroscópica, pero se utiliza también en las articulaciones del
hombro, el codo, la muñeca, la cadera, el tobillo, el área temporomandibular y
algunas otras regiones.
Ventajas
1. Reduce la morbilidad posoperatoria, al ser prácticamente ambulatoria.
2. Reducción de complicaciones en tejidos adyacentes.
210 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 12)
Desventajas
Más que desventajas, podemos señalar limitaciones para ejecutar los actos qui-
rúrgicos lógicos en cavidades cerradas, quedando restringido, por ejemplo, para
la extracción de grandes tumores, la reducción de fracturas complicadas o algu-
nos tipos de reemplazos articulares.9
TRATAMIENTO
INSTRUMENTAL
ANESTESIA
TÉCNICA QUIRÚRGICA
Si bien con los equipos modernos todas las articulaciones han podido ser exami-
nadas, es en el hombro, el tobillo, la muñeca y el codo en los cuales se ha utilizado
en forma práctica y con una indicación precisa.
La artroscopia de hombro es la más frecuente después de la de rodilla. La ar-
troscopia diagnóstica y terapéutica se usa en enfermedades de la articulación gle-
nohumeral, la sinovectomía, los cuerpos libres y, especialmente, en la luxación
recidivante de hombro, mediante la reparación del desprendimiento del labrum
(lesión de Bankart); en los síndromes dolorosos del hombro con lesión subacro-
mial, mediante la acromioplastia artroscópica; en el síndrome del pellizcamiento
subacromial; en las lesiones del manguito rotador, y en el tratamiento del hombro
congelado.
La artroscopia del codo y la muñeca tiene indicaciones más restringidas. Ha
sido útil para extraer cuerpos libres y en la sinovectomía en artritis reumatoide;
en la articulación radiocarpiana (muñeca) se ha usado la técnica artroscópica para
el tratamiento del síndrome del túnel del carpo; sus ventajas, sin embargo, han
sido discutibles al ser comparada con la cirugía abierta. También se ha usado la
técnica artroscópica para el tratamiento de la epicondilitis del codo. La artrosco-
pia del tobillo es de indicación mucho más restringida, pero ha sido útil en osteo-
condritis disecante, cuerpos libres, alteraciones reumatológicas, artrosis y condi-
ciones postraumáticas.
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REHABILITACIÓN
CONCLUSIONES
Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes de la artroscopia son las infecciones, la ruptu-
ra del instrumental, y las neuropraxias por el uso prolongado del torniquete.
Menos frecuentes pero muy delicadas son el sangrado dentro de la articulación
de la rodilla, el daño al cartílago, a los meniscos o a los ligamentos, las tromboem-
bolias, las lesiones vasculares, las lesiones nerviosas y las secuelas con rigidez
no reductible de la articulación.
La endoscopia articular o artroscopia es un procedimiento que requiere una
educación formal, especializada, teórica y práctica, para que una vez dominada
la técnica sea una herramienta auxiliar en la práctica quirúrgica.
Lo anterior nos permite entender por qué las indicaciones de la artroscopia es-
tán en evolución continua, relacionada en forma directa con el progreso técnico
y la experiencia de los expertos.
Los instrumentos, delicados y pequeños, deben ser maniobrados en forma
fina. La imagen está magnificada y, debido a que la visión artroscópica es mono-
cular y bidimensional, se requiere de experiencia para evitar complicaciones.14
Agradecimientos
A los colegas: Acad. Dr. Pavlovich Rafael Íñigo y Dr. Javier Lozano Pardiñas,
por su orientación y material bibliográfico de artroscopia.
Endoscopia en ortopedia 215
Introducción
Hoy en día la precisión que ofrecen los nuevas métodos de diagnóstico se ha apro-
vechado para circunscribir las áreas donde se requiere una intervención quirúrgi-
ca, evitando afectar los tejidos adyacentes, y a este propósito se le ha llamado ci-
rugía de mínima invasión; en forma paralela se han desarrollado dispositivos
ópticos que pueden ser insertados en el cuerpo mediante pequeñas incisiones y
a través de los cuales se puede tener una visión clara y amplificada del campo qui-
rúrgico, técnica conocida como cirugía endoscópica, que comparte beneficios
entre pacientes, cirujanos e instituciones de salud, al reducir las complicaciones
y los costos por servicios prestados.
Antecedentes
El interés médico por explorar las cavidades del cuerpo humano se remonta a la
historia de la medicina. En las lecturas especializadas se reconoce al médico ára-
be Abulkasim (936–1013 d.C.) como el primero en lograr la exploración del cér-
vix uterino, iluminado por una fuente de luz artificial; en 1910 Jacobaeus publicó
su trabajo sobre el uso del cistoscopio como instrumento de exploración para la
cavidad torácica.
La técnica VATS
cirugía endoscópica torácica asistida por video simplemente como VATS (por su
denominación en idioma inglés, video–assisted thoracic surgery). La experien-
cia acumulada con la técnica VATS en la cirugía del tórax es muy amplia, dando
como resultado que su aplicación en la cirugía de la columna vertebral, si bien
se puede considerar como una nueva técnica, tiene el sustento de los excelentes
resultados obtenidos en otras áreas de la cirugía donde su aplicación es de uso
común.
S Las heridas quirúrgicas son pequeñas y causan menos dolor; además, su pe-
riodo de cicatrización permite una mayor libertad de movimiento.
216 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 12)
Las indicaciones para el uso de la técnica pueden ser prácticamente las mismas
que para los procedimientos que se realizan mediante toracotomía o laparotomía
en la columna vertebral.
Tratándose de deformidades, la vía anterior ha demostrado que es muy supe-
rior a los intentos de corrección dorsal en el caso de escoliosis rígidas mayores
de 75_ con deformidad tridimensional, ya que se puede actuar liberando los teji-
dos blandos para modificar el plano frontal, el perfil sagital y la rotación, dismi-
nuyendo el riesgo de daño neurológico, como cuando se actúa dorsalmente apli-
cando fuerzas de distracción.
Tiene la ventaja de poder instrumentar por esta vía.
En la enfermedad de Sheuermann se puede obtener una funcional reconstruc-
ción anterior de la columna, liberando las estructuras que limitan la extensión.
En alteraciones neuromusculares, anomalías congénitas o alteraciones de in-
madurez ósea que requieran fusión anterior mediante artrodesis, el procedimien-
to quirúrgico endoscópico es un recurso con mucha ventaja sobre la toracotomía.
Los problemas de compresión de tejido nervioso al nivel de la columna toráci-
ca por hernia de disco intervertebral, poco frecuentes pero de gran dificultad téc-
nica en su tratamiento por el riesgo de daño neurológico, pueden ser considerados
como una indicación especifica para la cirugía endoscópica.
La indicación para descomprimir la médula espinal y las raíces nerviosas por
traumatismos, o por procesos degenerativos o tumorales, ofrece ventajas, ya que
permite la liberación y la exploración neurológica suficiente, reduciendo los ries-
gos de la toracotomía en pacientes con estado general deteriorado; en algunos ca-
sos además se puede hacer la estabilización anterior mediante la aplicación de
injertos óseos y sistemas de fijación anterior, evitando un segundo tiempo quirúr-
gico.
En todos los casos la opción de una nueva indicación estará directamente rela-
cionada con la capacidad del cirujano, los problemas que tenga que resolver y los
desarrollos tecnológicos que le provean de nuevos instrumentos de trabajo e im-
plantes.
Endoscopia en ortopedia 217
Anestesia
En la cirugía toracoscópica de la columna vertebral se necesita del colapso pul-
monar en uno de los hemitórax, previa intubación selectiva endotraqueal.
Para procedimientos pediátricos se puede utilizar tubos endotraqueales de un
solo lumen, dirigidos al bronquio contrario del pulmón seleccionado para el co-
lapso; en el caso de pacientes adultos se indica el uso de la intubación endotra-
queal mediante tubos de doble lumen con la característica de doble globo; el pri-
mero se ubica dentro de la tráquea y el segundo en el extremo distal del tubo que
será introducido en el bronquio del pulmón que permanecerá permeable.
Técnica quirúrgica
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M
4
2 1 M
Figura 12–2. Colocación del paciente y ubicación del grupo quirúrgico. 1. Cirujano; 2.
Primer ayudante; 3. Segundo ayudante; 4. Instrumentista; 5. Anestesiólogo; M. Monitor.
Los trocares se colocan usando como referencia los niveles intercostales cruza-
dos con las líneas axilares, anterior media y posterior; el número de ellos está en
relación con la necesidad de espacios para la introducción del instrumental qui-
rúrgico necesario. Generalmente son suficientes:
S Endoscopio con la cámara que debe sostener como único instrumento el se-
gundo asistente, colocado en la región dorsal del paciente.
S Retractor o aspirador que debe sostener el primer asistente, colocado a la
izquierda del cirujano.
S Dos espacios para el equipo que necesite el cirujano, situado de frente a la
columna vertebral; los instrumentos pueden ser alternados en los orificios,
de acuerdo con las necesidades transoperatorias, por lo que se sugiere que
todos los trocares tengan el mismo diámetro.
seleccionado y los otros dos por arriba y debajo de éste, un cuarto trocar se coloca
en la línea axilar media, en el mismo espacio intercostal del trocar más inferior
(previamente colocado) (figura 12–3).
Para trabajar la región superior o inferior de la columna vertebral se mantendrá
la alineación sobre la línea axilar, modificando el cuarto trocar de acuerdo con
la necesidad de colocación del retractor para mejorar el campo de trabajo (figuras
12–4 y 12–5).
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Figura 12–4. Colocación del endoscopio con la cámara de video a través del portal.
220 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 12)
Análisis de resultados
Conclusiones
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222 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 12)
INTRODUCCIÓN
Existe evidencia de que los primeros intentos para ver dentro del cuerpo (endos-
copia) fueron realizados por Hipócrates (460–375 a.C.) quien utilizó un specu-
lum para visualizar el recto, aun cuando las referencias escritas iniciales se ubican
en 1806, cuando Pasini utilizó sistemas ópticos dentro del cuerpo humano, segui-
do por Avery en 1843 y Kussmaul en 1868.
Nitze, en Viena, describió en 1887 un tubo metálico que contenía lentes bicon-
vexas de cristal en su interior, colocadas a determinadas distancias e iluminadas
por una lámpara incandescente en su extremo distal, que utilizó para observar la
vejiga urinaria. Este instrumento, llamado cistoscopio, fue adoptado rápidamen-
te y con gran interés por los cirujanos generales.1
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
223
224 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
de la técnica, debido a que son cavidades naturales ocupadas por un medio trans-
parente, como el LCR, y accesibles a través de punciones en sitios perfectamente
establecidos.
En México actualmente se realiza la cirugía neurológica endoscópica en prác-
ticamente todos los servicios de la especialidad; hay que mencionar el trabajo
pionero en esta técnica de Gregorio González Mariscal en el Instituto Nacional
de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”, que en el decenio de
1970 utilizó un broncoscopio para la exploración de cavidades ventriculares en
pacientes con cisticercosis cerebral intraventricular.
La neuroendoscopia ventricular puede dividirse en exploratoria (diagnóstica)
y terapéutica, en rígida o flexible, en intraventricular o extraventricular, en espi-
nal, en medular y de cavidades (nasal).
El uso de la endoscopia ha impactado profundamente muchas de las especiali-
dades médicas y ahora es turno de la neurocirugía aceptar este positivo cambio.5
La última década ha mostrado un incremento importante en el número de publi-
caciones concernientes al uso de la endoscopia en neurocirugía de base de cráneo,
a tal grado que hoy en día existen centros de entrenamiento exclusivamente dedi-
cados a la cirugía endoscópica.8–10 La instrumentación desarrollada por algunas
empresas ha permitido dicho crecimiento; hoy en día existe el mismo instrumen-
tal que se utiliza en microcirugía para el uso de cirugía endoscópica (figura
13–1).12–15
EQUIPAMIENTO EN GENERAL
Desde el punto de vista técnico existen varios elementos que constituyen el ins-
trumental indispensable para realizar procedimientos neuroendoscópicos en
neurocirugía; lo ideal es contar con endoscopios rígidos y flexibles disponibles
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
en el acto quirúrgico, con el fin de tener al alcance los beneficios de ambos siste-
mas (cuadro 13–1 y figura 13–1).
Fuentes de luz
Los equipos modernos cuentan con fuentes de luz fría, halógena o de xenón, que
entregan la denominada luz de día, unidas al endoscopio por un cable de fibra
óptica.
Actualmente muchas empresas tienen disponibles estas fuentes con control
automático de intensidad, que impide el deslumbramiento de la cámara al acer-
carse el endoscopio a una superficie clara, manteniendo la imagen con calidad
óptima. La intensidad máxima de la fuente no debe ser inferior a los 200 o 250
W.
226 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
Cámara de video
La cámara ideal deberá tener el menor tamaño y peso posibles, asociados con la
mejor resolución de imagen y sensibilidad a la luz. Las cámaras modernas cuen-
tan con tecnología CCD y alta definición, lo que permite obtener imágenes de
buena calidad con un peso y volumen aceptable, lo que resulta muy importante
cuando se utilizan endoscopios rígidos a mano libre, ya que el centro de gravedad
del equipo se encuentra ceca del extremo proximal del endoscopio, lo que dificul-
ta esta maniobra.
La sensibilidad a la luz debe situarse entre 1 y 3 lux. Todas las cámaras tienen
la posibilidad de modificar el foco en forma manual y de realizar el balance de
blanco en forma electrónica.
Monitor
Es una parte fundamental del equipo, dado que constituye “los ojos” del cirujano
durante el procedimiento. Debe tener alta resolución, balance de color y su tama-
ño deberá ser suficiente para garantizar una visión adecuada desde una distancia
en que no se ponga en peligro la esterilidad del campo quirúrgico.
También es aconsejable, sobre todo si se planea realizar neurocirugía asistida
por endoscopia, contar con un monitor que tenga sistema imagen en imagen con
el fin de permitir la visión simultánea de las imágenes del microscopio quirúrgico
y el endoscopio.
El monitor debe contar con la mayor cantidad de conexiones posibles y ser
compatible con las distintas normas internacionales.
Grabador de imágenes
Irrigación
una amplia visibilidad, sino que también realiza el necesario intercambio de LCR
que permanentemente escapa de los espacios ventriculares, y si se presenta una
pequeña hemorragia la sola irrigación puede controlarla. En el caso de cirugía de
base de cráneo y cerebral extraventricular la irrigación es indispensable para
mantener limpios tanto el campo quirúrgico como el lente.
Para evitar complicaciones relacionadas con la irrigación en cirugía ventricu-
lar deben tenerse algunas precauciones.
NEUROENDOSCOPIA VENTRICULAR
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Los endoscopios utilizados con fines terapéuticos deben tener uno o más canales
de trabajo a través de los cuales puedan introducirse instrumentos (figura 13–1).
Debe recordarse que estos aparatos entran en el campo visual del endoscopio
según su diseño; algunos aparecen al lado o por el centro, por lo que antes de in-
troducir el endoscopio se debe verificar la correspondencia anatómica de la ima-
gen y por dónde emergen los instrumentos al campo visual. Debe tenerse especial
atención en la elección de la distancia correcta entre el endoscopio y el blanco;
cuando la punta de la óptica está muy lejana será difícil ver y controlar el resulta-
do del trabajo, o si por el contrario es muy cercano el instrumento ocupará la ma-
yor parte del campo visual.
230 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
Cánulas ventriculares
Si se utiliza un endoscopio rígido es posible realizar la punción ventricular direc-
tamente con este instrumento, pero si se cuenta con uno flexible esta punción
debe efectuarse mediante el uso de una cánula, la cual puede ser metálica o plásti-
ca. Los llamados peel–away son introductores plásticos desechables que una vez
realizada la punción ventricular y retirado el mandril permiten su apertura en el
extremo proximal, con lo que el dispositivo no corre el riesgo de introducirse más
de lo deseado por el operador. Los introductores siempre deben tener un diámetro
interno mayor que el externo del endoscopio que se utiliza, con el fin de permitir
libertad de movimientos y la salida de LCR o solución de irrigación.
Tijeras
Sólo están disponibles para endoscopios rígidos y algunos flexibles; existen con
punta roma y aguda, y resultan útiles en la disección de membranas y paredes de
quistes.
Coaguladores monopolares
Hay varios modelos para endoscopios rígidos y flexibles, y van desde un simple
electrodo con un cable hasta sistemas con diferentes tipos de punta roma, aguda
o con forma de gancho. Resultan extremadamente útiles para la coagulación de
Cirugía endoscópica en neurocirugía: ventricular y base de cráneo 231
Coaguladores bipolares
La mayor parte de sus versiones son para endoscopios rígidos; su principal indi-
cación es la hemostasia, contando con la ventaja de producir poca difusión térmi-
ca. Existen versiones con dos puntas agudas y otras con los dos polos colocados
a distintas alturas de una misma varilla.
Láser
A fines del decenio de 1960 fue introducido como herramienta quirúrgica por su
capacidad de cortar, coagular y vaporizar tejidos. La penetración y absorción de
la energía láser en los tejidos varía de órgano a órgano, y de acuerdo con el tipo
del aparato utilizado. El láser de CO2 no resulta apropiado para endoscopia, pues
se absorbe por el agua; el láser de ND:YAG resultaría útil, pero si de emplea con
fibra desnuda tiene gran dispersión de calor y energía a los tejidos circundantes,
y si se usa con un extremo de zafiro, el cual es calentado por el láser, el efecto es
dependiente de éste y no del láser que se utiliza. El más eficaz para endoscopia
es el KTP/532: puede usarse con una fibra desnuda, su energía es una luz verde
visible, lo que lo hace capaz de coagular y cortar simultáneamente, es apto para
ser usado en modo de contacto y no contacto, coagula mejor que el de CO2 y es
más rápido que el de ND:YAG.
Sondas–balón
Resultan útiles para agrandar orificios en las membranas y también existen algu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
nos diseñados para la dilatación del acueducto de Silvio. Tal vez el uso más exten-
dido de los catéteres–balón sea la perforación del piso del III ventrículo. Con los
endoscopios flexibles se usan catéteres Fogarty de 3 French, y con los rígidos de
4 a 6 French. Los balones siempre deben llenarse con solución, nunca con aire,
y debe respetarse el volumen indicado por el fabricante. Antes de iniciar el proce-
dimiento es aconsejable constatar que el catéter de que se dispone tenga la longi-
tud adecuada, que entre en el canal de trabajo y el volumen de líquido sea el nece-
sario para dilatarlo.
Otros elementos
La creatividad de los neurocirujanos que practican la endoscopia nunca permitirá
que esta lista se complete. Existen disectores de radiofrecuencia para perforación
232 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
del piso del III ventrículo con endoscopios flexibles (Codman), tubos de succión
con un filo en su extremo para realizar la misma tarea (Clarus), un disector que
utiliza chorros de agua (Euromed), compatibilidad con los nuevos sistemas de
microscopia quirúrgica, neuronavegadores, estereotaxia, robótica, desarrollo de
visión estereoscópica y muchos otros cuya definición no podría realizarse en este
espacio.
PROCEDIMIENTOS ENDOSCÓPICOS
Abordajes ventriculares
Si bien es cierto que la forma más exacta de abordar las estructuras anatómicas
blanco (target) intracraneales es por medio de las técnicas estereotácticas, que se
pueden practicar en combinación con la neuroendoscopia, la punción ventricular
a manos libres continua siendo la práctica más frecuente.
Aunque la forma y el tamaño del cráneo tienen grandes variaciones, algunos
puntos de referencia óseos externos son de gran importancia para una rápida
orientación: el nasion, punto de unión entre las suturas internasal y frontonasal;
el bregma, lugar de encuentro de las suturas sagital y coronal, y en el cráneo fetal
localización de la fontanela anterior. En pacientes adultos la distancia entre el na-
sion y el bregma es de 12.5 a 13 cm, tanto en dolicocéfalos como en braquicéfa-
los. El otro punto de referencia óseo es el inion, sitio más saliente de la protube-
rancia occipital externa; su distancia del bregma es de 19 a 20 cm.
Existen muchas técnicas para punción ventricular.
1. III ventriculostomía (ventriculocisternostomía) (figura 13–2).
S Indicaciones: para todos los procesos de hidrocefalia que cursen con es-
tenosis u obstrucción del acueducto o el IV ventrículo resulta fundamen-
tal contar con un sistema de reabsorción de LCR competente, por lo cual
la indicación de este método en neonatos o pacientes con aracnoiditis es
discutida; en los otros casos se considera de primera elección sobre los
sistemas derivativos.
S El mejor lugar para realizar la perforación del piso es la parte más ante-
rior y medial de su porción transparente, justo por detrás del receso in-
fundibular (figura 13–2B).
2. Ventriculocistotomía
S Indicación: la fundamental es la presencia de un quiste aracnoideo supra-
selar, con hidrocefalia por obstrucción de los agujeros de Monro.
S El objetivo de este procedimiento es comunicar el quiste con los ventrí-
culos y las cisternas, restableciendo además la normal circulación del
LCR.
Cirugía endoscópica en neurocirugía: ventricular y base de cráneo 233
A
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
B C
Figura 13–2. Ejemplo de cirugía diagnóstica y tratamiento de lesión ocupante del tercer
ventrículo. Diagnóstico: quiste coloide. A. IRM que muestra lesión que ocupa completa-
mente el tercer ventrículo, alto contenido proteináceo. Protruye a través de ambos orifi-
cios de Monro. B. Visión endoscópica del piso anterior del tercer ventrículo. Cuerpos
mamilares, tuber cinerum, comisura blanca anterior. C. Quiste coloide protruyendo a tra-
vés del orificio de Monro. Se aprecia la vena talámica y septal anterior que permiten
orientación al cirujano.
234 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
Existen muchas otras técnicas para cirugías endoscópicas ventriculares, que van
desde la biopsia, y eventualmente la extirpación de lesiones paraventriculares,
hasta la colocación y revisión de catéteres derivativos, cuya descripción detallada
necesita de un espacio superior al que disponemos; sin embargo, se ha pasado re-
vista a los procedimientos paradigmáticos, en el manejo de la hidrocefalia, los
cuerpos extraños intraventriculares y los procesos expansivos, cuyos procedi-
mientos básicos resultan válidos para otras patologías. En una próxima entrega
nos referiremos a los procedimientos neuroendoscópicos realizados en los espa-
cios subaracnoideos.
de 1990 por Jho y Carrau, de la Universidad de Pittsburgh. Esta escuela aún conti-
núa en manos del propio Carrau, Snyderman y Kassam.1,4,9 Paralelamente, Paolo
Cappabianca y Enrico de Divitis, de la escuela de Nápoles, y Giorgio Frank, de
la de Boloña, hacen particular énfasis en la cirugía transnasal endoscópica.
Actualmente el uso del endoscopio ha alcanzado especial interés en el trata-
miento de las lesiones cerebrales profundas y de las intraventriculares, tomando
como referencia la técnica desarrollada por Patrick Kelly en Nueva York, en la
cual utiliza un puerto de 2 cm de diámetro como canal de trabajo, acoplado a téc-
nicas de esterotaxia para la localización precisa de las lesiones. Esta técnica se
encuentra en un momento histórico; gracias a la introducción del endoscopio el
puerto de trabajo se ha podido disminuir de 2 a 1 cm de diámetro, provocando,
claro está, un procedimiento con menor daño a la sustancia blanca y a la corteza
cerebral.
236 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
Indicaciones
Abordajes
Instrumental
A B
C D
Figura 13–3. Endoscopia de base de cráneo. A. Se utiliza la fosa nasal (ambas narinas)
como canales de trabajo. Habitualmente la narina derecha se utiliza para introducir el
endoscopio que debe ocupar la posición del haz 12 y un instrumento. La narina contrala-
teral se utiliza para introducir un segundo instrumento. Esta técnica es similar a la utili-
zada en laparoscopia, donde un cirujano se encarga de manipular el endoscopio y otro
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
240 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 13)
14
Cirugía plástica endoscópica
Antonio Fuente del Campo
INTRODUCCIÓN
241
242 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 14)
Figura 14–1. El endoscopio se emplea como una cámara estéril que se puede introducir
en el campo quirúrgico con fines de enseñanza.
Cirugía plástica endoscópica 243
Figura 14–2. Exploración en cadáveres de las posibilidades del uso del endoscopio en
diversos procedimientos.
Como dato anecdótico debo confesar que Nicanor Isse y yo estábamos explo-
rando diversas posibilidades para lograr la disección subperióstica del tercio me-
dio de la cara en una esquina oculta del laboratorio de anatomía, porque no era
el propósito del curso y no queríamos hablar de ello hasta no saber un poco más,
pero súbitamente llego Óscar Ramírez y se interesó en lo que estábamos hacien-
do. Como al parecer él ya tenía la idea de explorar las posibles aplicaciones del
endoscopio, lo invitamos a integrarse a nuestro grupo y formamos así un grupo
de avanzada para el desarrollo y la difusión de la cirugía plástica endoscópica,
en particular de sus aplicaciones para el rejuvenecimiento facial.5–7
Descubrimos que no existía instrumental adecuado y nos vimos en la necesi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
dad de diseñar legras, disectores, agujas, portaagujas, etc., logrando así que va-
rias compañías participaran en nuestro proyecto (figura 14–3).
Además de la gran ventaja que representa poder realizar procedimientos a tra-
vés de incisiones pequeñas, las imágenes amplificadas en el monitor aumentan
sustancialmente la seguridad de no lesionar nervios o vasos durante el procedi-
miento, reduciendo la posibilidad de una complicación de esa naturaleza. Para
fines de enseñanza resulta un excelente recurso que permite observar en el moni-
tor los detalles más finos de una cirugía, los cuales en ocasiones son difíciles de
observar aun para el asistente quirúrgico.
Aunque el uso del endoscopio en los procedimientos de rejuvenecimiento fa-
cial ha sido la aplicación que mayor difusión y aprovechamiento ha tenido, ac-
tualmente se emplea en muchos otros procedimientos quirúrgicos, como son la
mamoplastia de aumento, la mastopexia, la capsulectomía mamaria, la abdomi-
244 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 14)
REJUVENECIMIENTO FACIAL
Partiendo del principio de que en el envejecimiento facial uno de los factores más
importantes es la pérdida de volumen óseo, actualmente la cirugía de rejuveneci-
miento facial tiene la principal intención de restablecer o restaurar la relación
entre el volumen óseo vigente y las partes blandas que se encuentran flácidas so-
bre él. Los procedimientos de rejuvenecimiento facial basados en tracción cutá-
nea han caído en desuso debido a su efecto relativo y corta duración. Por el con-
trario, los procedimientos profundos que se realizan desde el plano subperióstico
permiten desprender y desplazar las partes blandas en bloque a una mejor posi-
ción y, por ende, mejorar su consistencia para lograr resultados de gran naturali-
dad y duración. La ritidectomía subperióstica que hacíamos a través de una inci-
Cirugía plástica endoscópica 245
sión bicoronal para poder descubrir las regiones frontal y temporales se puede
hacer con el empleo del endoscopio a través de pequeñas incisiones, estratégica-
mente localizadas, y lograr los mismos objetivos. La observación de las diferen-
tes estructuras anatómicas amplificadas en el monitor permite hacer disecciones
de gran precisión (figura 14–4).
Se realizan dos o tres incisiones de aproximadamente 1.5 cm de longitud por
detrás de la línea de implantación del cabello en la región frontal, una incisión
en la región temporal por arriba del pabellón auricular y una más a nivel submen-
toniano. A través de estos puertos es posible realizar la liberación en bloque de
las partes blandas del rostro, traccionarlas para reubicarlas y fijarlas a una estruc-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
tura sólida que las mantenga en la posición deseada, tal y como se hace con el
procedimiento abierto. Existen algunas variantes de este procedimiento que se
aplican dependiendo de las características del paciente y su grado de deterio-
ro.8–10
Por la vía superior se tiene acceso a los músculos del área que participan en
la expresión de la cara: frontal, orbicular, depresor de las cejas y procerus. Éstos
son resecados total o parcialmente, dependiendo del efecto que se pretenda obte-
ner para lograr reducir su contracción y mejorar las líneas de expresión que oca-
sionan en la región frontal. Las cejas son liberadas de su relación con el periostio
y se traccionan llevándolas a un altura más estética, dándoles el contorno ade-
cuado.
Las mejillas son corregidas al introducir el endoscopio por una incisión tem-
poral, mientras que la instrumentación para disecar, cortar y suturar se introduce
246 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 14)
a través de dos pequeñas incisiones: una frontal lateral y otra supraauricular (fi-
gura 14–5).
La clave para lograr el desplazamiento de las estructuras profundas de la cara
consiste en liberar el sistema musculoaponeurótico de su inserción al arco zigo-
mático. La fascia parietotemporal se inserta en el arco zigomático, al igual que
el sistema musculoaponeurótico (SMAS) de las mejillas. Hacia abajo este último
está en íntimo contacto con el músculo platisma del cuello; aunque estas estructu-
ras son anatómicamente diferentes, su relación permite que la tracción de la fas-
cia parietotemporal por continuidad con el periostio, el SMAS y el platisma logre
desplazar todas las estructuras de la cara, mejorando también el aspecto del cue-
llo.
Por último, estas estructuras se fijan a la aponeurosis temporal en diversos
puntos para distribuir la tensión y evitar que se desplacen nuevamente hacia abajo
(figura 14–6).
A través de la vía submentoniana se aborda el cuello, disecando el músculo
platisma, despegándolo de la piel y exponiéndolo ampliamente en su porción
central. Este músculo puede ser seccionado, plicado o entrecruzado para darle
forma al cuello y reforzar el soporte que proporciona a sus estructuras.
Los resultados de este procedimiento endoscópico son muy naturales y permi-
ten una pronta recuperación de la elasticidad y textura de la piel que previamente
se encontraba distendida y deformada por cargar partes blandas profundas, suel-
tas y flácidas. Hemos comprobado que el abordaje endoscópico profundo hace
innecesaria la disección subcutánea de la piel, de tal manera que preservamos
Cirugía plástica endoscópica 247
RESECCIÓN DE TUMORES
tar las grandes cicatrices que antes eran necesarias en muchos de estos pacientes.
Es el caso de los osteomas una o dos pequeñas incisiones estratégicamente lo-
calizadas en los pliegues de flexión o dentro de la piel cabelluda permiten realizar
la disección del área, delimitar el osteoma y eliminarlo, sea mediante cincel o a
través de fresado. Los fragmentos se extraen en su totalidad con unas pinzas o
mediante aspiración, para su posterior estudio histopatológico.
En el caso de los lipomas se busca también un abordaje en un área vecina y se
diseca alrededor de la cápsula que engloba el lipoma.11 Mediante succión se ex-
trae su contenido y, cuando es necesario, se reseca la cápsula que lo rodea. Ante
cualquier duda de su benignidad se contraindica la liposucción, por lo que es ne-
cesaria la disección y la extracción en bloque.
En muchos de estos casos al extraer un tumor queda un defecto o depresión
que es necesario reconstruir. Empleando las mismas vías de acceso es posible lo-
248 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 14)
A B
Figura 14–7. A. Mujer de 58 años de edad con envejecimiento facial (ritidosis) grado
IV. B. Aspecto posoperatorio 10 meses después de la restauración facial endoscópica
de mínima invasión.
calizar, disecar y rotar tejidos subcutáneos vecinos para rellenar el defecto. Cuan-
do no hay tejido disponible, adecuado o suficiente un buen recurso es la lipoin-
yección, la cual es posible en estos casos gracias a que todo el procedimiento se
realizó en forma cerrada.
CRANEOSINOSTOSIS
FRACTURAS DE LA CARA
Figura 14–8. Exploración endoscópica del piso de la órbita por vía transinusal. En el
recuadro se observa el trayecto del nervio infraorbitario, cruzando la zona de fractura
en el piso.
250 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 14)
MAMOPLASTIA DE AUMENTO
Figura 14–9. Colgajo de partes blandas subcutáneas de la región frontal que es trazado
y rotado para brindarle volumen de relleno al dorso nasal.
algunas ocasiones se crea una cápsula cicatricial que rodea el implante, la cual
se contrae desplazándolo y deformándolo, proporcionándole una dureza externa
y un aspecto poco natural.
Antes era necesario repetir el abordaje submamario original para tener acceso
a la cápsula y liberarla o resecarla, recuperando así la naturalidad del resultado.
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A B
Figura 14–10. A. Hombre de 34 años de edad. B. Aspecto posoperatorio un año des-
pués de la remodelación endoscópica frontal, la restauración endoscópica del cuello,
la otoplastia y la rinoplastia.
252 Endoscopia en el siglo XXI (Capítulo 14)
ABDOMINOPLASTIA
Los embarazos deforman el abdomen, alargan los músculos y estiran la piel, ori-
ginando un abdomen flácido y convexo. Esta deformidad ha sido tratada tradicio-
nalmente mediante el procedimiento de abdominoplastia, que restaura la mus-
culatura y elimina la piel sobrante. Sin embargo, no en todos los casos sobra
suficiente piel para permitir o justificar una dermolipectomía tradicional. Mu-
chas veces el problema es únicamente la presencia de músculos elongados y fláci-
dos, recargados contra la piel laxa. La restauración del abdomen de estas pacien-
tes requiere fundamentalmente la reconstrucción del plano muscular.23
Se hace una incisión horizontal de aproximadamente 5 cm en la zona del vello
del pubis y a través de ella se hace el despegamiento de la piel del abdomen en
un plano supramuscular. Se libera el ombligo seccionándolo en su base y se conti-
núa el despegamiento hasta el apéndice xifoides. El abordaje endoscópico permi-
te hacer la reconstrucción de la musculatura mediante plicación y reforzamiento
de los músculos rectos en la línea media, y el ajuste de los oblicuos para restaurar
el contorno de esta zona anatómica. Con frecuencia se combina este procedi-
miento con liposucción para eliminar el exceso de grasa acumulada en la zona
(figura 14–12).24
La aplicación de la endoscopia en la cirugía plástica ha venido a revolucionar
los abordajes quirúrgicos, permitiendo obtener excelentes resultados con míni-
mas cicatrices.25–29
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Los pacientes logran resultados comparables o mejores a los logrados con los
procedimientos abiertos que se usaban tradicionalmente. La ausencia de cicatri-
ces visibles permite tomar la decisión de operarse tempranamente para corregir
alteraciones menores. Antes se esperaba a tener alteraciones mayores que justifi-
caran las grandes cicatrices que dejan los procedimientos abiertos. Esto es impor-
tante, sobre todo con los procedimientos de rejuvenecimiento facial. Tratar de
manera temprana las alteraciones progresivas que el envejecimiento ocasiona en
el rostro permite obtener resultados de aspecto más natural y retrasa la aparición
de otras alteraciones más severas y evidentes.
Los avances tecnológicos, como el uso del monitor monoocular basado en la
tecnología de “realidad virtual”, han incrementado la popularidad de la endosco-
pia entre los cirujanos plásticos de avanzada (figura 14–13).
El monitor monoocular le permite al cirujano observar con el ojo dominante
la imagen endoscópica, mientras con el otro ojo mantiene contacto con el aspecto
exterior del paciente, permitiéndole observar el efecto externo de las maniobras
endoscópicas que realiza y el resultado que obtiene.30
Sin duda, la endoscopia es un recurso extraordinario que ha venido a revolu-
cionar la práctica de la cirugía plástica, la especialidad a la que los pacientes se
acercan exigiendo resultados estéticos, que por supuesto excluyen las cicatrices.
Cirugía plástica endoscópica 255
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Índice alfabético
A ampicilina, 38
anemia
abdomen agudo, 55, 104, 105, 107 ferropénica, 41, 124
absceso, 94 hemolítica, 124
esplénico, 124 por deficiencia de hierro, 32, 33
acalasia, 36, 62, 116, 117, 118 por hemorragia gastrointestinal,
adenocarcinoma, 143 32
adenoma, 41, 89, 122, 172 aneurisma, 236
hipofisario, 235, 236, 237, 238 del cayado aórtico, 34
paratiroideo, 174 angina, 36
velloso, 70 anomalía congénita, 216
adenopatía, 52 apendicitis
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257
258 Endoscopia en el siglo XXI (Índice alfabético)
colonoscopio, 10 residual, 77
coma diabético, 5 disfonía, 177
complicación disfunción patelofemoral, 212
cardiopulmonar, 95 dismotilidad colónica, 119
cardiorrespiratoria, 34 dispepsia, 32, 33
posquirúrgica, 216 displasia, 79
condroplastia por abrasión, 212 distensión abdominal por aire, 93
condrosarcoma, 143 diverticulitis aguda, 42
constipación, 42 divertículo de Zenker, 33, 34, 53,
contractura capsular, 250 80
cordoma de clivus, 235, 236, 238 diverticulosis, 63
craneofaringioma, 236, 238 dolor
craneosinostosis, 248 abdominal, 37, 44, 104, 107, 108
crecimiento tumoral, 73 posoperatorio, 113, 117, 125
referido, 216
retroesternal, 32
D drogadicción, 54, 122
daño E
articular, 212
miocárdico, 63 ecoendoscopia, 11
neurológico, 216 ectasia vascular, 42
defecto edema de Reinke, 167
de la órbita, 159 electrocoagulación, 24
neurológico, 159 bipolar, 71
óseo, 249 monopolar, 71
demencia, 68 embarazo ectópico, 108, 125, 126
depresión, 122 encefalopatía poshipóxica, 68
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
flexible, 9 mental, 54
rígido, 5, 16 micótica, 159
semiflexible, 8 neoplásica, 168
semirrígido, 8 de origen
enfermedad benigno, 159
bacteriana, 159 maligno, 159
cardiaca, 122 neuropsiquiátrica, 122
congénita, 35 por reflujo gastroesofágico, 32,
celiaca, 33 33, 78, 115, 116
cerebrovascular, 68 respiratoria, 186
congénita, 159 tiroidea, 172
de Crohn, 119 traumática, 159
de Crouzon, 248 tumoral, 104, 106
de Hodgkin, 124 venérea, 189
de la articulación glenohumeral, enfisema, 78
213 subcutáneo, 55
de la vesícula biliar, 113 en cuello, 95
de las vías Enterococcus, 36, 38
digestivas, 16 enteroscopio, 20
respiratorias, 16 envejecimiento facial, 244
de Ménière, 171 epicondilitis del codo, 213
de Sheuermann, 216 epilepsia, 54
de vesículas seminales, 127 epinefrina, 25, 27
del oído, 171 epispadias, 190
medio, 169 Escherichia coli, 94
del tracto esclerosis
digestivo, 51 lateral amiotrófica, 68
urinario, 196 múltiple, 68
del tubo digestivo proximal, 33 escoliosis rígida, 216
diverticular, 42, 119 esfinterotomo, 28
del colon, 41, 119 esofagitis, 70, 82, 115, 123
funcional de la laringe, 168 erosiva, 115
granulomatosa, 159 esófago de Barrett, 33, 75, 77, 79,
hemorroidal, 42 115
hepática, 122 esofagogastroduodenoscopia, 31
difusa, 104, 105, 111 esofagoscopio, 5, 6, 7
infecciosa, 159 espasmo laríngeo, 37
inflamatoria intestinal, 45, 119, esquizofrenia, 122
120 estenosis, 115
intraabdominal, 103 duodenal, 68
maligna, 114 esofágica, 57
Índice alfabético 261
linfadenopatía, 32 gástrica, 32
lipiodol, 68 laríngea, 167
lipoma, 247 maligna, 70
lisis tumoral, 53 neumatosis, 77
litiasis, 198 neumonía por aspiración, 70
biliar, 110 neumonitis por aspiración, 36
en las vías biliares, 114 neumoperitoneo, 78
vesicular, 110 neumotórax, 199
lito, 114 nifedipino, 117
en la vía biliar, 115 nódulo, 166, 167
vesical, 192 noradrenalina, 66
luxación norfloxacino, 39
acromioclavicular, 37
mandibular, 37
recidivante de hombro, 213 O
obesidad, 82
M mórbida, 82, 107
obstrucción
malformación biliar, 98
anatómica de vías biliares, 111
de la base del cráneo, 159 intestinal, 82, 106
de los cornetes, 159 oclusión intestinal, 42
del paladar, 159 odinofagia, 32, 33
arteriovenosa, 63 osteocondritis disecante, 213
manitol, 43 osteoma, 247
masa intraabdominal, 104 osteomalacia, 124
melanosis coli, 42 osteomielitis aguda, 5
meningioma, 236 otitis media
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
N P
nasoangiofibroma juvenil, 143 paciente
necrosis, 120 adulto, 217
nefrocalcinosis, 43, 45 anciano, 43
neoplasia, 34, 42, 89, 244 ansioso, 185
benigna, 121, 167 cardiópata, 46, 107
264 Endoscopia en el siglo XXI (Índice alfabético)
tabaquismo, 185
taquicardia, 36 V
terapéutica endoscópica, 52, 94
valvulopatía cardiaca, 35
toxina botulínica, 62, 117
vancomicina, 38
translocación bacteriana, 69
varices, 63
trasplante
del esófago, 65, 66
cardiaco, 35
del fondo gástrico, 68
renal, 126
esofágicas, 27, 34, 35, 53, 58,
trastorno
65, 67, 68
de la coagulación, 34, 35
gástricas, 53, 67
mental, 122
ligadura de, 35
trauma, 104, 105
pericoledocianas, 94
abdominal, 106
vaso
quirúrgico, 220
sangrante, 224
traumatismo, 89
varicoso, 67
tromboembolia, 214
videoendoscopio, 18, 19
tumor, 159, 210
vólvulo gástrico, 34
benigno, 247
volvulus, 120
del hígado, 122
del ámpula de Vater, 89
del oído W
interno, 169
medio, 169 warfarina, 46