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de la Biblia
(Lecciones de la Escuela Sabática)
La oficina de las Guías de Estudio de la Biblia para Adultos de la Asociación General de los Adventistas del
Séptimo Día prepara estas Guías de Estudio de la Biblia. La preparación de las guías ocurre bajo la dirección
general de la Comisión de Publicaciones de la Escuela Sabática, una subcomisión de la Junta Directiva de la
Asociación General (ADCOM), que publica las Guías de Estudio de la Biblia. La guía publicada refleja la contri-
bución de una comisión mundial de evaluación y la aprobación de la Comisión de Publicaciones de la Escuela
Sabática, y por ello no representa necesariamente la intención del autor.
© 2016 Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día®. Todos los derechos reservados. Ninguna por-
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ducida o publicada por cualquier persona o identidad sin autorización previa por escrito de la Asociación
General de los Adventistas del Séptimo Día®. Las oficinas de las divisiones de la Asociación General de los
Adventistas del Séptimo Día® están autorizadas a realizar la traducción de la Guía de Estudio de la Biblia, bajo
indicaciones específicas. Los derechos de autor de esas traducciones y su publicación permanecerán con la
Asociación General. “Adventista del Séptimo Día”, “Adventista” y el logo de la llama son marcas registradas de
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SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE FOLLETO SIN EL PERMISO DE LOS EDITORES
INTRODUCCIÓN
LA PREGUNTA PERENNE
A pesar de toda la propaganda popular en contra, los cristianos tienen
razones muy lógicas y racionales para creer en Dios. Aunque algunos de los
“mejores y más brillantes” hombres aseguran que los conceptos evolucionistas
de la “selección natural” y de las “mutaciones al azar” pueden explicar la com-
plejidad, la maravilla y la belleza de la vida, muchas personas no lo creen, y
lógicamente es así: A pesar de las últimas afirmaciones “científicas” de que el
universo surgió de la “nada”, la mayor parte de la gente encuentra que la idea
de un Dios que existe eternamente, en oposición a la “nada”, es la explicación
más natural y satisfactoria para la Creación.
Y no obstante, aun con la lógica y la razón firmemente de nuestro lado, to-
davía está el siempre presente problema del mal. Y de allí se plantea la pregunta
perenne: Si Dios existe, y es tan bueno, tan amante y tan poderoso, ¿por qué hay
tanto sufrimiento?
De aquí surge el estudio de este trimestre: el libro de Job. Es un libro fasci-
nante, uno de los primeros libros de la Biblia en escribirse, y trata esta pregunta
persistente. Dios nos dio, desde muy temprano, algunas respuestas al más di-
fícil de todos los problemas.
Algunas respuestas, no todas. Ninguno de los libros de la Biblia podría con-
testar en sí mismo todos nuestros interrogantes; y, probablemente, aun la Biblia
como un todo no los responde. A pesar de ello, Job descorre una cortina y
revela al lector la existencia de una realidad que está más allá de lo que nues-
tros sentidos, aun con el auxilio de dispositivos científicos, nos pueden revelar.
Nos lleva a un ámbito que, aunque está muy alejado de nosotros en un sentido,
está increíblemente cercano en otro. El libro de Job nos muestra lo que mucho
del resto de la Biblia también manifiesta: lo natural y lo sobrenatural están in-
separablemente vinculados. Job es un drama personificado del principio y la
advertencia que miles de años más tarde expresara Pablo: “Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra
2
los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes” (Efe. 6:12).
Aunque se refiere mayormente a un hombre, el libro de Job es la historia
de todos nosotros, en el sentido de que todos sufrimos de maneras que, a me-
nudo, parecen no tener sentido. Y, aun la historia de los cuatro hombres que se
acercan a él refleja nuestra situación también, porque ¿quién no ha tratado de
abordar el problema del sufrimiento de otros?
No obstante, dejaríamos de ver un problema fundamental en el libro de Job
si nos limitáramos solo a los intentos de la humanidad doliente de comprender
el sufrimiento de la humanidad. La historia aparece en un contexto, el del gran
conflicto entre Cristo y Satanás, que es descrito aquí en los términos más literales.
Y eso es porque es la más literal de todas las batallas, la que comenzó en el cielo, y
se desarrolla aquí en los corazones, las mentes y los cuerpos de cada ser humano.
El estudio de este trimestre considera la historia de Job, tanto desde cerca,
en el drama inmediato de la narración, como desde lejos, porque no solo
sabemos de qué modo termina el libro, sino también conocemos el telón de
fondo en el cual se desarrolla. Entonces, para nosotros como lectores con el
conocimiento no solo del libro de Job, sino también de toda la Biblia, un tema
vital es intentar comprender el conjunto. Tratamos de entender, tanto como sea
posible, no solo por qué vivimos en un mundo de maldad sino, más importante,
de qué manera hemos de vivir en ese mundo.
Por supuesto, aun después de estudiar a Job, incluso en el contexto del
resto de la Biblia, permanece la pregunta perenne. Sin embargo, se nos asegura
la respuesta perenne: Jesucristo, “en quien tenemos redención por su sangre”
(Efe. 1:7), es aquel de quien vienen todas las respuestas.
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CLAVE DE ABREVIATURAS
AFC A fin de conocerle
CBA Comentario bíblico adventista, 7 tomos
CS El conflicto de los siglos
DMJ El discurso maestro de Jesucristo
DTG El Deseado de todas las gentes
Ed La educación
MC El ministerio de curación
MCP Mente, carácter y personalidad, 2 tomos
NVI La Biblia, Nueva Versión Internacional
PP Patriarcas y profetas
R&H Review and Herald [Revista Adventista, en inglés]
SP Spirit of Prophecy, 4 tomos
TI Testimonios para la iglesia, 9 tomos
TTA Tratado de teología adventista
BILIOGRAFÍA
Boyd, Gregory A. God at War. Downers Grove, Ill: InterVarsity Press, 1997.
Brooke, John Hedley. Science and Religion. Nueva York: Cambridge Univer-
sity Press, 2006.
Camus, Albert. The Myths of Sisyphus and Other Essays. Nueva York: Vin-
tage Books, 1955.
____________. The Plague. Nueva York: First Vintage International Edition, 1991.
Hartley, John E. The Book of Job. NICOT, Accordance electronic edition.
Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1988.
Hawking, Stephen y Leonard Mlodinow. The Grand Design. Nueva York:
Random House, 2010.
Lewis, C. S. A Grief Observed.
Tarnas, Richard. Passion of the Western Mind. Nueva York: Ballantine Books, 1991.
Whitehead, A. N. Dialogues of Alfred North Whitehead.
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Lección 1: Para el 1º de octubre de 2016
EL FIN
Sábado 24 de septiembre
PARA MEMORIZAR:
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá” (Juan 11:25).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 12 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Lección 1 // Domingo 25 de septiembre
Lee Job 42:10 al 17, los versículos finales del libro. ¿Qué nos dicen
acerca de la manera en que terminó Job sus días?
A todos nos gustan las historias que terminan bien. ¿Cuáles son algunas historias
con finales felices que conoces? ¿Qué lecciones puedes obtener de ellas?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 13 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Lunes 26 de septiembre // Lección 1
FINALES NO FELICES
Cuando termina el libro de Job, a él le estaba yendo bien, y dice que murió
“viejo y lleno de días”. Como todos sabemos, y sabemos demasiado bien, esa
no es la manera en que la historia termina para muchos otros. Aun el final de
aquellos que fueron fieles, honrados y virtuosos no siempre fue como el de Job.
¿De qué modo terminó la historia para los siguientes personajes bíblicos?
Como podemos ver, la Biblia está llena de historias que no tienen finales
felices; y eso se debe a que la vida misma está llena de historias que no tienen
finales felices. Sea que hayan sido martirizados por una buena causa o hayan
muerto de una enfermedad terrible, o hayan tenido una vida limitada por el
dolor y la miseria, muchas personas no pasaron por sus pruebas en forma triun-
fante como lo hizo Job. En realidad, seamos honestos: ¿cuán a menudo las
cosas no acaban bien? Y no necesitamos la Biblia para saber de este hecho
terrible. Entre nosotros, ¿quién no conoce finales no felices?
¿Cuáles son algunas historias con finales no felices que conoces? ¿Qué apren-
diste de ellas?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 14 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Lección 1 // Martes 27 de septiembre
LA RESTAURACIÓN (PARCIAL)
La historia de Job concluyó con una nota positiva, en contraste con las de
otros personajes de la Biblia. Los eruditos bíblicos, a veces, hablan acerca de la
“restauración” de Job. Y es cierto que, hasta determinado punto, muchas cosas
le fueron restauradas.
Pero, si este fuera realmente el final de la historia, ¿podríamos decir, con
toda justicia, que está completa? Es verdad que, después, las cosas le fueron
bien a Job, mucho mejor; pero él, finalmente, tuvo que morir. Y todos sus hijos
murieron, como también todos los hijos de sus hijos, y así sucesivamente. No
hay dudas de que, hasta cierto punto, ellos afrontaron los mismos traumas y
pruebas de la vida que nos tocan a todos; traumas y pruebas que son hechos
de la vida en un mundo caído. Y hasta donde conocemos, Job nunca supo las
razones detrás de las calamidades que sufrió.
Tuvo más hijos, sí, pero ¿qué pasa con la tristeza y el duelo por los que había
perdido? ¿Qué sucede con las cicatrices que, sin duda, llevó por el resto de su
vida? Job tuvo un final feliz, pero no es un final completamente feliz. Quedaron
demasiados cabos sueltos, demasiadas preguntas sin respuesta.
La Biblia dice que “quitó Jehová la aflicción de Job” (Job 42:10), y vemos
que realmente lo hizo, en especial cuando se compara el final de la historia
con todo lo sucedido durante ella. Sin embargo, mucho quedó incompleto, sin
respuesta, sin cumplirse.
Esto no debería sorprendernos. Después de todo, en este mundo, no importa
cuál sea el “final de nuestra historia”, bueno o malo, algunas cosas siempre van
a quedar incompletas, sin respuesta, sin cumplirse.
Por esto, en un sentido, la conclusión de Job podría verse como un símbolo,
aunque muy débil, del verdadero fin de todo dolor y sufrimiento humanos. Pre-
figura la esperanza y la promesa máxima que tenemos, mediante el evangelio
de Jesucristo, de una restauración plena y completa de maneras que, en com-
paración, harán empalidecer la restauración de Job.
Lee 1 Corintios 4:5. ¿Qué nos dice este texto acerca de cómo, por ahora, en esta
vida, algunas cosas todavía quedan sin respuesta, sin cumplirse e incompletas?
En cambio, ¿a qué esperanza nos señalan?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 15 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Miércoles 28 de septiembre // Lección 1
EL REINO FINAL
Entre otras cosas, la Biblia es un libro acerca de historia, pero no es un libro
de historia. Habla de sucesos pasados y los usa para presentar lecciones espi-
rituales. Estos eventos del pasado nos enseñan verdades sobre el modo en que
hemos de vivir aquí y ahora. (Ver 1 Cor. 10:11.)
Así como la Biblia habla del pasado, también habla del futuro. Nos cuenta
lo que ha ocurrido y lo que sucederá. Nos señala hacia el futuro, hasta el fin
del tiempo. El término teológico para denominar los sucesos de los últimos
días es “escatología”, que proveniente del griego y significa “último”. A veces,
se usa también para incluir las creencias acerca de la muerte, el juicio, el cielo,
el infierno. Además, se lo relaciona con la esperanza de una nueva existencia
en un mundo nuevo.
La Biblia dice mucho acerca de los tiempos finales. Sí, el libro de Job terminó
con su muerte y, si fuera el único libro que tuviéramos, podríamos creer que la
historia de Job concluyó con la muerte, y eso es todo. Punto. No habría nada más
que esperar porque, hasta donde podemos ver, después no hay nada más.
Sin embargo, la Biblia enseña que, al final del tiempo, se establecerá el eterno
Reino de Dios, que existirá para siempre y será el Hogar eterno de los redimidos.
A diferencia de los reinos terrenales que vienen y van, este será eterno.
Lee Daniel 2:44, y 7:18. ¿Hacia qué esperanza acerca del fin nos se-
ñalan estos versículos?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 16 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Lección 1 // Jueves 29 de septiembre
LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
Lee Job 14:14 y 15. ¿Qué pregunta Job, y cuál es la respuesta que se
da a sí mismo?
Uno de los temas del libro de Job es la muerte. ¿Cómo podría no serlo?
Cualquier libro que considera el sufrimiento humano, por supuesto, tendría que
tomar en cuenta la muerte, la fuente de muchos de nuestros sufrimientos. Job
pregunta si los muertos volverán a vivir, y luego dice que él espera el cambio
que ha de venir. La palabra hebrea para “esperar” también implica la idea de
esperanza. No es, simplemente, aguardar algo; es estar a la expectativa.
Y lo que él esperaba era su “liberación”. Esta palabra viene de un término
hebreo que puede dar la idea de “renovación” o “reemplazo”. A menudo, es el
cambio de una vestidura. El significado de la palabra en sí es amplio; sin em-
bargo, teniendo en cuenta el contexto –el de preguntar qué “renovación” viene
después de la muerte, una renovación que Job espera–, ¿qué otra liberación
podría ser, sino un cambio de muerte a vida, cuando Dios “tendrá afecto a la
hechura de sus manos” (Job 14:15)?
Por supuesto, nuestra gran esperanza, la gran promesa de que la muerte no
será el fin, nos viene de la vida, la muerte y el ministerio de Jesús. “[El Nuevo
Testamento] enseña que Cristo derrotó a la muerte, el enemigo más amargo
de la humanidad, y que Dios resucitará a los muertos para un juicio final. Pero
esta doctrina llega a ser el centro de la fe bíblica... después de la resurrección
de Cristo, porque obtiene su validación en el triunfo que tuvo Cristo sobre la
muerte”.–John E. Hartley, The Book of Job, p. 237.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 17 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Viernes 30 de septiembre // Lección 1
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 18 – Durante esta semana, PP cap. 33.
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Lección 2: Para el 8 de octubre de 2016
EL GRAN CONFLICTO
Sábado 1º de octubre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 1:1-5; Job 1:6-12; Zaca-
rías 3:2; Mateo 4:1; Ezequiel 28:12-16; Romanos 3:26; Hebreos 2:14.
PARA MEMORIZAR:
“Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido
a Jerusalén te reprenda. ¿No es este un tizón arrebatado del incendio?” (Zac. 3:2).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 19 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
12
Domingo 2 de octubre // Lección 2
Lee Job 1:1 al 4. ¿Qué revelan estos textos sobre el tipo de vida que
llevaba Job? ¿Cuáles eran los aspectos positivos de la existencia de Job?
Lee Job 1:5 y 6. ¿Qué revelan estos textos acerca de la realidad del
mundo caído en el que vivía Job?
“[Job] temía que sus hijos y sus hijas hubieran podido desagradar a Dios
en medio de sus fiestas. Como fiel sacerdote de la familia, ofrecía sacrificios
por cada miembro de ella. Conocía el carácter ofensivo del pecado, y el pen-
samiento de que sus hijos pudieran haber olvidado las demandas divinas lo
encaminaba a Dios como intercesor en favor de ellos”.–“Comentarios de Elena
G. de White” (CBA 3:1.158).
Claramente, Job vivía en buenas condiciones, al menos tan buenas como es
posible en este mundo. Sin embargo, por más edénica que sea presentada la es-
cena –un hombre con una vida plena, una familia grande, un nombre conocido
y muchas posesiones–, la vida todavía es vivida en un planeta caído, sumergido
en el pecado; por lo tanto, como pronto lo descubriría Job, viene con todos los
peligros que la existencia aquí trae consigo.
¿Qué cosas buenas tienes en tu vida en este momento? ¿De qué forma puedes
aprender a tener siempre una actitud de gratitud por ellas?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 20 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
13
Lección 2 // Lunes 3 de octubre
UN CONFLICTO CÓSMICO
El libro de Job comienza sobre la Tierra, en un lugar de paz y tranquilidad.
Sin embargo, en el versículo 6 del primer capítulo, cambia la ubicación. En
forma instantánea, vemos un aspecto muy diferente de la realidad, algo que
los humanos no percibimos a menos que sea por revelación divina. Y es inte-
resante: este otro aspecto de la realidad, el cielo, no parece ser tan tranquilo y
pacífico como la escena que se describe en la Tierra, por lo menos del modo
en el que aparece aquí en el primer momento.
Lee Job 1:6 al 12. Aunque estudiaremos estos textos en detalle más
adelante, ¿qué sucede aquí? ¿En qué sentido presenta un contraste con
lo que le sucede a Job sobre la Tierra?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 21 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
14
Martes 4 de octubre // Lección 2
Gén. 3:1-4
Zac. 3:2
Mat. 4:1
1 Ped. 5:8
1 Juan 3:8
Apoc. 12:9
Estos textos son apenas una pequeña muestra de muchos otros que se-
ñalan, explícita o implícitamente, a un diablo literal, un ser sobrenatural con
intenciones malignas. Aunque muchas personas consideran la idea de Satanás
como un mito primitivo, con un testimonio bíblico tan claro es posible no caer
en este engaño.
¿Cuáles son algunas maneras en que hoy ves la realidad de la obra de Satanás
en nuestro mundo? ¿Cuál es nuestra única protección?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 22 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
15
Lección 2 // Miércoles 5 de octubre
Elena de White habla acerca de la “ley del amor” como el fundamento del
gobierno de Dios. Ella notó que, por cuanto Dios no quiere una “obediencia
forzada”, “otorgó [...] libre albedrío” a todas sus criaturas morales. Sin embargo,
“hubo uno que pervirtió la libertad que Dios había otorgado a sus criaturas. El
pecado se originó en aquel que, después de Cristo, había sido el más honrado
por Dios, y que era el más exaltado en poder y en gloria entre los habitantes
del cielo” (PP 12, 13). Luego, cita los textos de Isaías y Ezequiel para describir
la caída de Satanás.
El concepto vital aquí es la “ley del amor” y la realidad del libre albedrío.
La Biblia dice que Satanás se enorgulleció a causa de su esplendor y belleza.
Por qué sucedió esto, no lo sabemos; debe ser parte de lo que 2 Tesalonicenses
2:7 llama el “misterio de la iniquidad”, algo que está estrechamente vinculado
con la Ley de Dios, con el fundamento de su gobierno. El punto es que, cuando
se introduce el personaje de Satanás en Job, su caída ya había ocurrido y el
conflicto que había iniciado estaba en plena actividad.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 23 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
16
Jueves 6 de octubre // Lección 2
RESPUESTAS EN LA CRUZ
El libro de Job plantea muchos temas importantes, pero son muchos los que
no reciben allí respuesta. Es necesario el resto de la Biblia para comprenderlo,
y aun así “vemos por espejo, oscuramente” (1 Cor. 13:12).
Como vimos antes, el libro de Job no dice nada acerca del modo en que se
inició la rebelión de Satanás. Además, no aclara de qué forma Satanás sería de-
rrotado definitivamente en el Gran Conflicto. A pesar del rol principal que tiene
Satanás en la historia de Job, después de aparecer dos veces (Job 1:6-12; 2:1-7), no
vuelve a estar presente en el relato. Sencillamente, se desvanece; aun cuando la
destrucción que él causó permanece, el resto del libro ni siquiera lo menciona.
En cambio, casi toda la narración que sigue habla de Dios. Y esto tiene sentido
porque, en definitiva, el libro de Job trata de Dios y cómo realmente es él.
No obstante, la Biblia no nos deja sin respuesta a la pregunta sobre la de-
rrota de Satanás en el Gran Conflicto, pues, en el centro de esa derrota, está la
muerte de Jesús en la Cruz.
¿De qué modo los siguientes textos ayudan a explicar que lo que
Jesús hizo conducirá a la finalización del Gran Conflicto? Juan 12:31,
32; Apoc. 12:10-12; Rom. 3:26; Heb. 2:14.
En la Cruz, Satanás fue expuesto al universo como lo que es: un asesino. Los
que conocieron a Jesús cuando reinaba en el cielo debieron de haber quedado
atónitos al verlo tan degradado por los secuaces de Satanás. Ese es el “juicio”
sobre Satanás del que habló Jesús en Juan 12. Recién en la Cruz, cuando el
Salvador murió por los “pecados de todo el mundo” (1 Juan 2:2), pudo el cielo
proclamar que la salvación ahora ha venido. En ese momento, la promesa di-
vina, hecha antes de que comenzara el mundo (2 Tim. 1:9), llegó a ser una
realidad. Por causa de su muerte en nuestro favor, Cristo puede ser “el justo, y
el que justifica al que es de la fe Jesús” (Rom. 3:26). Es decir, en la Cruz, refutó
las acusaciones de Satanás de que Dios no podía cumplir la Ley (ser justo) y,
al mismo tiempo, salvar a los que la habían quebrantado (ser quien justifica).
Después del Calvario, el destino de Satanás estaba sellado.
¿De qué forma podemos aprender a regocijarnos, aun en medio de pruebas que
afrontamos ahora, en el Gran Conflicto, por lo que Cristo hizo por nosotros en la
Cruz?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 24 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
17
Lección 2 // Viernes 7 de octubre
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 25 – Durante esta semana, PP caps. 34, 35.
18
Lección 3: Para el 15 de octubre de 2016
Sábado 8 de octubre
PARA MEMORIZAR:
“Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado.
¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no
pecó Job con sus labios” (Job. 2:10).
EL LIBRO DE JOB abre toda una dimensión nueva de la realidad. Nos da una
vislumbre del gran conflicto entre Cristo y Satanás. Y, al hacerlo, nos ofrece un
marco para comprender mejor el mundo en el que vivimos; un mundo que, muy
a menudo, nos desconcierta, aturde y atemoriza con lo que nos lanza a cada
paso. Además, el libro de Job también muestra que este gran conflicto no es la
pelea de otros y que no tenemos nada que ver con ella. Lamentablemente, ese
no es el caso: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha
descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (Apoc.
12:12). Satanás ha descendido la Tierra, y sabemos por experiencia propia que
su ira es realmente grande. ¿Quién de nosotros no ha sentido en sí mismo su ira?
Seguiremos considerando los primeros dos capítulos de Job, mientras pro-
curamos comprender mejor cuál es nuestro lugar en el Gran Conflicto, que
sigue rugiendo.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 26 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
19
Lección 3 // Domingo 9 de octubre
¿Por qué servimos a Dios? Supongamos que tus motivos no son perfectos: si tu-
vieras que esperar hasta que tus motivos fueran perfectos, ¿qué podría suceder
contigo y con tu fe?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 27 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
20
Lunes 10 de octubre // Lección 3
Lee Job 2. ¿Qué ocurre en estos textos? Además, ¿por qué es impor-
tante el hecho de que, tanto en Job 1 como en Job 2, estos “hijos de
Dios” estén allí para presenciar el diálogo entre Dios y Satanás?
La frase “piel por piel” es una expresión idiomática que ha dejado perplejos
a los comentadores. No obstante, la idea es esta: “Permite que algo le suceda
a la misma persona de Job, y eso hará que él muestre dónde está realmente su
lealtad. Arruina el cuerpo de Job y su salud, y verás lo que pasa”.
Es interesante el hecho de que esta conversación no ocurre en el vacío.
Como en el caso anterior, según se revela aquí en el libro de Job, se da en el
contexto de alguna clase de reunión entre estas inteligencias celestiales y Dios.
Satanás acusa “públicamente”; es decir, lo hace delante de esos otros seres.
Esta idea se encuentra perfectamente en consonancia con lo que sabemos
acerca del Gran Conflicto. Es algo que se está desarrollando ante el universo
entero. (Ver 1 Cor. 4:9; Dan. 7:10; Apoc. 12:7-9.)
“Pero el plan de redención tenía un propósito todavía más amplio y pro-
fundo que el de salvar al hombre. Cristo no vino a la Tierra solamente por este
motivo. No vino meramente para que los habitantes de este pequeño mundo
acatasen la Ley de Dios como debe ser acatada; sino que vino para vindicar el
carácter de Dios ante el universo. [...] El acto de Cristo de morir por la salvación
del hombre no solo haría accesible el cielo para los hombres sino también, ante
todo el universo, justificaría a Dios y a su Hijo en su trato con la rebelión de
Satanás. Demostraría la perpetuidad de la Ley de Dios, y revelaría la naturaleza
y las consecuencias del pecado” (PP 55).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 28 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
21
Lección 3 // Martes 11 de octubre
En el centro del gobierno de Dios, que se basa en el amor, está el libre al-
bedrío. Dios quiere que lo sirvamos porque lo amamos, no porque estamos for-
zados a hacerlo. “Satanás insinuaba que Job servía a Dios por motivos egoístas
[...]. Procuró negar que la verdadera religión emana del amor y de una apre-
ciación inteligente del carácter de Dios, que los verdaderos adoradores aman
la religión por la religión misma y no por la recompensa; y que sirven a Dios
porque un servicio tal es correcto en sí mismo, y no solamente porque el cielo
está lleno de gloria; y que aman a Dios porque él es digno de su afecto y con-
fianza, y no solo porque los bendice” (CBA 3:500).
En el libro, Job demuestra que las acusaciones de Satanás son equivocadas.
Sin embargo, aunque Dios sabía lo que sucedería, Job podría haber actuado de
otro modo. Podría haber pecado, podría haber dicho alguna “insensatez contra
Dios”. Dios no forzó a Job a actuar como lo hizo. Considerando las circunstan-
cias, su fidelidad fue un testimonio ante los hombres y los ángeles.
Compara Job 1 con lo que les sucedió a Adán y a Eva en Génesis 3:1
al 8. ¿De qué modo el contraste hace que el pecado de estos parezca tan
terrible?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Crón. 29 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
22
Miércoles 12 de octubre // Lección 3
LA ESPOSA DE JOB
Este es probablemente un buen momento para tratar con otra víctima en la
historia de Job: su esposa. Ella aparece solo en Job 2:9 y 10. Después de esto,
ella se desvanece del relato y de la historia. No se nos dice nada más de ella.
Sin embargo, considerando todo lo que sucedió, ¿quién podría imaginarse el
dolor que soportó esta desdichada mujer? Su tragedia, la de sus hijos y la de
las otras víctimas, en el capítulo 1, muestran la universalidad del sufrimiento.
Todos estamos involucrados en el Gran Conflicto; nadie escapa.
Compara Job 2:3 con Job 2:9. ¿Qué frase similar usan Dios y la es-
posa de Job, y qué importancia tiene el que ambos la usen?
Lee Job 2:10. ¿Qué poderoso testimonio da también Job aquí? Ver
también Fil. 4:11-13.
Job revela cuán genuina es su fe. Él servirá a Dios en los tiempos buenos
como también en los tiempos malos. Sin embargo, lo fascinante es que Satanás
ahora desaparece de la historia y no se vuelve a presentar más. Y, aunque el
texto no lo menciona, podemos imaginar la frustración y el enojo de Satanás
por la respuesta de Job. Después de todo, miren qué fácilmente hizo caer a
Adán, a Eva y a tantos otros. El “acusador de los hermanos” (Apoc. 12:10) ten-
dría que buscar a otro a quien acusar en vez de a Job.
¿De qué forma aprendemos a ser fieles a Dios, tanto en los tiempos buenos como
en los malos?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 1 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
23
Lección 3 // Jueves 13 de octubre
Lee Mateo 4:1 al 11. ¿En qué sentido la experiencia de Job refleja lo
que sucedió aquí?
Lee Filipenses 2:5 al 8. ¿Qué esperanza nos ofrece la obediencia de Jesús “hasta
la muerte”, y qué nos dice acerca de la manera en que debemos vivir en respues-
ta a su obediencia?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 2 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
24
Viernes 14 de octubre // Lección 3
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 3 – Durante esta semana, PP caps. 36, 37.
25
Lección 4: Para el 22 de octubre de 2016
DIOS Y EL SUFRIMIENTO
HUMANO
Sábado 15 de octubre
PARA MEMORIZAR:
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
Basta a cada día su propio mal” (Mat. 6:34).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 4 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Domingo 16 de octubre // Lección 4
DIOS EN LA NATURALEZA
Lee Romanos 1:18 al 20. ¿Qué enseña Pablo aquí?
Son unas pocas oraciones muy intensas. Aquí se revela la realidad y la exis-
tencia de Dios “por medio de las cosas hechas”, es decir, por medio del mundo
creado, de modo que las personas “no tienen excusa” por su incredulidad.
Pablo dice que, por solo la creación, los seres humanos pueden conocer bas-
tante acerca de la existencia y la naturaleza de Dios, y que con justicia pueden
ser condenados en el Día del Juicio.
El mundo natural nos revela mucho acerca de la existencia de Dios. Tam-
bién la ciencia moderna nos ha revelado detalles acerca de las maravillas de la
Creación que nuestros antepasados, hace tan solo trescientos años, y mucho
menos hace tres mil años, no podrían ni haber comenzado a imaginar. Aquí
hay una ironía interesante: cuanto más compleja la ciencia encuentra la vida,
tanto menos probable es que pueda afirmar cuál fue su origen, si un accidente
o el azar. Por ejemplo, un smartphone (teléfono inteligente), que parece dise-
ñado, actúa en forma diseñada, revela diseño por dentro y por fuera, y actúa
solo por medio de su diseño, funciona así porque así fue diseñado. Sin em-
bargo, nos aseguran que un ser humano, que parece diseñado, revela diseño
por dentro y por fuera, y actúa solo según un diseño, es el producto exclusivo
del azar. Tristemente, mucha gente cree esto por engaño.
Lee Job 12:7 al 10. ¿De qué modo estas palabras reflejan la idea de
Romanos 1:18 al 20?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 5 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Lección 4 // Lunes 17 de octubre
¿Qué nos enseñan los siguientes textos acerca del origen de todas
las cosas?
Apoc. 4:11
Col. 1:16, 17
Juan 1:1-3
Estos textos enseñan lo que es, realmente, la explicación más lógica para el
universo: un Dios eternamente existente. Algunos pensadores, por completo en
oposición a la idea de Dios, han ofrecido una sugerencia alternativa. En lugar de
un Dios todopoderoso y eterno que creó el universo, se nos dice que “nada” lo
creó. Aun un científico tan famoso como Stephen Hawking, que ahora ocupa la
cátedra que una vez ocupara Isaac Newton, alega que “nada” creó el universo.
“Siendo que hay una ley como la de la gravedad, el universo puede crearse
a sí mismo de la nada, y lo hará”.–Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, The
Grand Design, p. 180.
Aunque Hawking, seguramente, aplica una gran cantidad de compleja ma-
temática para describir su idea, uno se pregunta: aquí estamos, más de cuatro-
cientos años después de la revolución científica, ¿y uno de los mejores cientí-
ficos alega que el universo y todo lo que hay en él vino de la nada? El error es
error, aunque lo diga un gran científico.
En este contexto, lee 1 Corintios 3:19. ¿Por qué siempre es importante que los
cristianos recuerden esta verdad vital?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 6 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Martes 18 de octubre // Lección 4
Por claro que sea el argumento del mal en contra de la existencia de Dios,
no tiene sentido a la luz de las Escrituras. Aunque la Biblia enseña la realidad
de un Dios omnisapiente, todopoderoso y amante, también enseña la realidad
del mal, del sufrimiento y del dolor. El mal no es una excusa para no creer en
Dios. Al leer el libro de Job se ve que, aun en medio de su abatimiento, Job
nunca cuestionó la existencia de Dios. En cambio, su pregunta era: ¿por qué
me suceden estas cosas a mí?
Es natural tener preguntas acerca del mal que vemos y experimentamos. ¿De
qué forma podemos aprender a confiar en la bondad de Dios, a pesar del mal?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 7 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Lección 4 // Miércoles 19 de octubre
EL DILEMA
Lee los siguientes pasajes de Job. ¿Con qué tema está luchando él?
¿Qué pregunta no plantea? Job 6:4-8; 9:1-12.
Lee Job 10:8 al 12. ¿De qué modo nos ayudan estos textos a com-
prender las terribles preguntas con las que lucha Job?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 8 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Jueves 20 de octubre // Lección 4
TEODICEA
Lee Romanos 3:1 al 4. Aunque el contexto inmediato es la incredu-
lidad de algunos del pueblo del pacto de Dios, ¿cuál es el tema más
amplio del que habla Pablo aquí? ¿Qué enseña Pablo acerca de Dios?
Citando el Salmo 51:4, Pablo dice de Dios: para que “seas justificado en tus
palabras, y venzas cuando fueres juzgado” (Rom. 3:4). La idea que se presenta
es un motivo que aparece en diversas partes de las Escrituras. Se llama “teo-
dicea”, y trata sobre comprender la bondad de Dios frente al mal. Es la pregunta
antigua que hemos estado considerando toda esta semana. De hecho, todo
nuestro concepto del Gran Conflicto es realmente una teodicea. Ante los hu-
manos, antes los ángeles, ante el universo entero, la bondad de Dios se revelará
a pesar del mal que se desarrolla en el mundo.
“Toda cuestión de verdad y error en la controversia que tanto ha durado ha
quedado aclarada. Los resultados de la rebelión y de apartarse de los estatutos
divinos han sido expuestos a la vista de todos los seres inteligentes creados. El
desarrollo del gobierno de Satanás, en contraste con el de Dios, ha sido presen-
tado a todo el universo. Satanás ha sido condenado por sus propias obras. La
sabiduría de Dios, su justicia y su bondad quedan por completo reivindicadas.
Queda también comprobado que todos sus actos en el gran conflicto fueron
ejecutados de acuerdo con el bien eterno de su pueblo y el bien de todos los
mundos que creó” (CS 728).
Por difícil que sea para nosotros comprenderlo, inmersos en este un mundo
de pecado y sufrimiento (y muy difícil para Job), cuando todo haya pasado,
podremos ver la bondad, la justicia, y el amor de Dios en su trato con la huma-
nidad, con Satanás y con el pecado. Esto no significa que todo lo que sucede en
el mundo es bueno. Solo significa que Dios está tratando con ello de la mejor
manera posible; y cuando esta terrible experiencia del pecado haya terminado,
podremos exclamar: “Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todo-
poderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos” (Apoc. 15:3).
¿Por qué es tan importante alabar a Dios, ya ahora, en medio de las pruebas tan
difíciles de soportar?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 9 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Lección 4 // Viernes 21 de octubre
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 10 – Durante esta semana, PP caps. 38, 39.
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Lección 5: Para el 29 de octubre de 2016
MALDITO EL DÍA
Sábado 22 de octubre
PARA MEMORIZAR:
“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste
todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apoc. 4:11).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 11 – Durante esta semana, PP cap. 40.
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Lección 5 // Domingo 23 de octubre
PEREZCA EL DÍA
Imagínate que tú eres Job. Inexplicablemente, tu vida –todo eso por lo que
has trabajado, todo lo que has logrado, todo aquello con lo que Dios te ha ben-
decido– se viene abajo. Sería algo sin sentido; no parece haber ninguna razón
para ello, sea buena o sea mala.
Años atrás, un ómnibus escolar se salió del camino, y murieron muchos
niños. En ese contexto, un ateo dijo que esa es la clase de cosas que puedes
esperar en un mundo que no tiene sentido, ni propósito, ni dirección. Una tra-
gedia como esa no tiene sentido, porque el mundo mismo no lo tiene.
Esta respuesta no sirve para el creyente en Dios. Y a Job, un fiel seguidor
de Dios, tampoco le servía. Entonces, ¿cuál era la explicación? Job no la tenía.
Lo único que poseía eran su extremo dolor y todas las preguntas del que este,
inevitablemente, suele estar acompañado.
Lee Job 3:1 al 10. ¿De qué modo expresa Job su dolor? ¿De qué forma
podemos identificarnos con lo que dice?
Por supuesto, la vida es un don de Dios. Existimos solo porque Dios nos
creó (Hech. 17:28; Apoc. 4:11). Nuestra misma existencia es un milagro que ha
dejado confundida a la ciencia moderna. En realidad, los científicos no están si-
quiera en total acuerdo acerca de cuál es la definición de “vida”; mucho menos
cómo apareció o, aún más importante, por qué surgió.
Sin embargo, ¿quién no se ha preguntado, en momentos de desesperación,
si la vida vale la pena? No estamos hablando acerca de los trágicos casos de sui-
cidio. Más bien, ¿qué podemos decir sobre las ocasiones cuando quizá, como
Job, desearíamos no haber nacido?
Un griego antiguo dijo una vez que lo mejor que le puede pasar a una per-
sona, aparte de morirse, es nunca haber nacido. En otras palabras, la vida puede
ser tan miserable que habría sido mejor ni siquiera existir, y ahorrarse así la an-
gustia que, inevitablemente, viene con la vida humana en este mundo caído.
¿Has sentido alguna vez lo mismo que Job; es decir, desear no haber nacido?
Luego, a la larga, ¿qué sucedió? Por supuesto, te sentiste mejor. Qué importante
es que recordemos, entonces, aun en nuestros peores momentos, que tenemos
esperanza y una perspectiva de que las cosas mejorarán.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 12 – Durante esta semana, PP cap. 40.
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Lunes 24 de octubre // Lección 5
DESCANSO EN LA TUMBA
Lee Job 3:11 al 26. ¿Qué está queriendo decir Job aquí? ¿Cómo con-
tinúa su lamento? ¿Qué dice acerca de la muerte?
Solo podemos imaginar el terrible dolor que afronta el pobre Job. Por duro
que debió de haber sido tener una salud deteriorada y que todas sus posesiones
fueran destruidas, además, Job perdió a todos sus hijos. Todos ellos. Es muy
duro imaginar el dolor de perder un hijo. Job los perdió a todos. Y ¡tenía diez!
No es extraño que deseara estar muerto. Además, Job no tenía idea de lo que
ocurría aquí detrás de escena, aunque eso no lo habría hecho sentir mejor si lo
hubiese sabido.
No obstante, nota lo que Job dice acerca de la muerte. Si él hubiese muerto,
entonces, ¿qué? ¿El gozo del cielo? ¿El regocijo por la presencia de Dios? ¿Tocar
el arpa con los ángeles? No hay nada de esa clase de teología aquí. En cambio,
¿qué dice Job? “Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría; dormiría, y entonces
tendría descanso” (Job 3:13).
Lee Eclesiastés 9:5 y Juan 11:11 al 14. ¿De qué modo lo que dice Job
encuadra con lo que enseña la Biblia sobre lo que ocurre después de la
muerte?
Aquí, en uno de los libros más antiguos de la Biblia, tenemos lo que es, tal vez,
una de las primeras expresiones de lo que llamamos “el estado de los muertos”.
Todo lo que Job deseaba, en ese momento, era “descansar”. La vida, de repente,
se había vuelto tan difícil, tan dura y tan dolorosa que anhelaba lo que él sabía
que la muerte era: un descanso apacible en la tumba. Estaba tan triste, tan herido
que, olvidándose de todos los gozos que había tenido en la vida antes de que le
sobrevinieran las calamidades, deseó haber muerto aun al nacer.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 13 – Durante esta semana, PP cap. 40.
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Lección 5 // Martes 25 de octubre
EL DOLOR DE OTROS
El capítulo 3 registra el primer lamento de Job. En los siguientes dos capí-
tulos, uno de sus amigos, Elifaz, le da un discurso (volveremos a él la semana
próxima). En los capítulos 6 y 7, Job sigue hablando de su sufrimiento.
Esto nos da una idea de la manera en que percibía Job sus sufrimientos.
Si todas las arenas del mar estuvieran de un lado de la balanza, y su “queja” y
“tormento” del otro, sus sufrimientos pesarían mucho más que toda la arena.
Así de real era para Job su dolor; y este era el dolor únicamente de Job, y de
ningún otro. A veces, escuchamos el concepto de “la suma total del sufrimiento
humano”. Pero, eso no expresa realmente la verdad. No sufrimos en grupo. No
sentimos el dolor de ninguno otro, sino el nuestro. Solo conocemos nuestra
propia angustia. El sufrimiento de Job, por grande que fuera, no era mayor que
el que cualquier otra persona pudiera sentir. Algunas personas podrían decirle
a alguien: “Siento tu dolor”, pero no lo sienten; no pueden hacerlo. Todo lo que
pueden sentir es su propio dolor, que puede acudir en respuesta al sufrimiento
de otro. Pero eso es todo; es su propio dolor, no el de la otra persona.
Escuchamos acerca de desastres, fabricados por el hombre o de otra
clase, con enorme cantidad de muertos. Los números de muertos nos aturden.
Apenas podemos imaginar tal sufrimiento masivo. Sin embargo, como con Job,
como con cada caso de la humanidad caída desde Adán y Eva, en el Edén,
hasta el fin de este mundo, cada ser humano solo puede conocer su propio
dolor, y nada más.
Por supuesto, nunca queremos menoscabar el sufrimiento humano y, como
cristianos, se nos llama a procurar ayudar a aliviar el dolor cuando y donde po-
damos (ver Sant. 1:27; Mat. 25:34-40). No importa cuánto sufrimiento exista en el
mundo, ¡qué agradecidos podemos estar de que ninguna persona sufre más de
lo que ella puede sufrir! (Hay una sola excepción; ver la lección 12.)
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 14 – Durante esta semana, PP cap. 40.
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Miércoles 26 de octubre // Lección 5
Lee Job 7:1 al 11. ¿Cuál es la queja de Job? Ver también Sal. 39:5, 11;
Sant. 4:14.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 15 – Durante esta semana, PP cap. 40.
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Lección 5 // Jueves 27 de octubre
Lee Job 7:17 al 21. ¿Qué expresa Job aquí? ¿Qué preguntas hace?
Considerando su situación, ¿por qué sus preguntas tienen lógica?
Algunos eruditos han alegado que Job estaba ridiculizando el Salmo 8:4 al
6, que dice: “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del
hombre, para que lo visites? Le has hecho un poco menor que los ángeles, y
lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus
manos; todo lo pusiste debajo de sus pies” (ver también Sal. 144:3, 4). Pero ese
no es el caso, porque el libro de Job fue escrito mucho antes que los Salmos.
(Quizás el salmista lo haya escrito como respuesta al lamento de Job.)
La pregunta “¿Mah enosh?” (¿Qué es el hombre?) es una de las más im-
portantes que podamos plantear. ¿Quiénes somos nosotros? ¿Por qué estamos
aquí? ¿Cuál es el significado y el propósito de nuestras vidas? Aquí Job, que
creyó que Dios lo “eligió como blanco”, se pregunta por qué Dios se fija en él.
Dios es tan grande, su creación tan vasta; ¿por qué se ocuparía de Job, después
de todo? ¿Por qué Dios se fijaría en cualquiera de nosotros?
Lee Juan 3:16 y 1 Juan 3:1. ¿Cómo nos ayudan estos textos a entender
por qué Dios interactúa con la humanidad?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 16 – Durante esta semana, PP cap. 40.
38
Viernes 28 de octubre // Lección 5
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 17 – Durante esta semana, PP cap. 40.
39
Lección 6: Para el 5 de noviembre de 2016
Sábado 29 de octubre
PARA MEMORIZAR:
“¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo
hizo?” (Job 4:17).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 18 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
40
Domingo 30 de octubre // Lección 6
El salmista pudo ver el bien que surgió de las pruebas que lo afligieron.
A veces, las pruebas pueden ser verdaderas bendiciones disfrazadas, ya sea
porque nos traen de nuevo al Señor o nos llevan a él en primer lugar. ¿Quién
no ha escuchado relatos de aquellos cuyas vidas llegaron a un punto de crisis
y, solo entonces, la persona volvió a Dios o se entregó a él por primera vez?
Algunas veces las pruebas, por terribles y trágicas que sean, pueden ser usadas
para algo que, con el tiempo, llegamos a ver que era bueno. Otras veces, pa-
recen arbitrarias y sin significado.
¿En qué circunstancias, al mirar atrás, viste el bien que resultó de pruebas por las
que pasaste? ¿De qué modo tratas con aquellas que no producen nada positivo?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 19 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
41
Lección 6 // Lunes 31 de octubre
Lee Job 4:1 al 11. ¿Cuál es la esencia de las palabras de Elifaz a Job?
Tal vez, un buen comienzo para un libro de consejos para personas con
dolor sería presentar a Elifaz. El capítulo inicial podría titularse: “Lo que no
hay que decir a un alma dolorida”. Aunque, obviamente, estos hombres simpa-
tizaban con Job, esa simpatía no llegaba muy lejos. Parece que, para Elifaz, la
pureza teológica era más importante que el consuelo básico. Es difícil imaginar
que alguien se acerque a una persona que sufre todo lo que le pasó a Job, y le
diga, básicamente: “Bueno, seguro lo mereces, porque Dios es justo, y solo los
malvados sufren de este modo”.
Aun si uno pensara que, en el caso de Job, esa era la situación, ¿qué bien
podía hacerle que se lo dijera? Supongamos que un conductor que va a exceso
de velocidad tiene un accidente y pierde a toda su familia; ¿puedes imaginar
que alguien se acerque a él de inmediato y, en medio de su dolor, le dijera:
“Dios te está castigando por ir a exceso de velocidad”? El problema con las pa-
labras de Elifaz no son solo su teología cuestionable; el tema mayor es su falta
de sensibilidad hacia Job y todo lo que le estaba sucediendo.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 20 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
42
Martes 1º de noviembre // Lección 6
UN HOMBRE Y SU HACEDOR
Elifaz no obtendría ningún premio de tacto y simpatía por sus líneas ini-
ciales. Básicamente, está diciendo que era fácil para Job ser una luz y un con-
solador de otros cuando las cosas andaban bien. Pero ahora, que el mal le cayó
encima, se “turba”. No obstante, él no debería turbarse. Dios es justo; por lo
tanto, el mal que le acontece es merecido.
Lee Job 4:12 al 21. ¿Qué otro argumento presenta Elifaz a Job?
¿Qué podemos aprender de este informe acerca del modo en que, aun si es-
tamos en una posición correcta, es importante expresarla de la manera más
beneficiosa y redentora?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 21 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
43
Lección 6 // Miércoles 2 de noviembre
¿De qué modo los siguientes textos reflejan los sentimientos expre-
sados en Job 5?
Sal. 37:10
Prov. 26:2
Luc. 1:52
1 Cor. 3:19
Sal. 34:6
Sal. 33:19
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 22 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
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Jueves 3 de noviembre // Lección 6
APRESURARSE A JUZGAR
Mucho de lo que dijo Elifaz era correcto. Presentó muchos puntos válidos,
expresados más adelante en la Biblia. Pero, algo estaba mal en su respuesta a
Job: el contexto en el cual dijo esas palabras. Estas, sencillamente, no se apli-
caban a esa situación específica. (Ver la próxima lección.) Nuestro mundo es
complicado. Es fácil mirar una situación y, luego, decir cosas al respecto o citar
textos bíblicos que parezcan aplicables. Aunque puede que lo que digamos sea
apropiado, a menudo no es lo es.
Considera esta afirmación de Elena de White: “No hay verdad tan clara-
mente enseñada por la Biblia como la de que lo que hacemos es resultado de
lo que somos. En gran parte, los incidentes de la vida son el fruto de nuestros
propios pensamientos y acciones” (Ed 146). Esta es una verdad importante.
Sin embargo, hay veces en que alguien bien intencionado, frente a una per-
sona que se encuentra en una situación como la de Job, presenta esta declara-
ción de Elena de White. ¿Cuánto mejor sería que hiciese caso del consejo que
sigue?: “Muchos piensan que están representando la justicia de Dios mientras
que fallan por completo en representar su ternura y gran amor. Muchas veces,
aquellos a quienes tratan con aspereza y severidad están pasando por alguna
violenta tentación. Satanás se está ensañando con esas almas, y las palabras
duras y despiadadas las desalientan, y las hacen caer en las garras del poder
del tentador” (MC 121).
En ese momento, sucedían más cosas de las que Elifaz y todos los otros,
incluyendo a Job, sabían. Así, el apresuramiento de Elifaz en juzgar, aun si
toda su teología hubiese sido correcta, difícilmente era lo correcto en esas
circunstancias.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 23 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
45
Lección 6 // Viernes 4 de noviembre
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 24 – Durante esta semana, PP caps. 41, 42.
46
Lección 7: Para el 12 de noviembre de 2016
CASTIGO RETRIBUTIVO
Sábado 5 de noviembre
PARA MEMORIZAR:
“¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopo-
deroso?” (Job 11:7).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 25 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
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Lección 7 // Domingo 6 de noviembre
MÁS ACUSACIONES
Como si escuchar un sermón de Elifaz no fuera suficiente, Job recibió otro
de Bildad, quien dijo algo similar. Bildad fue más rudo y severo hacia Job. Ima-
gínate acercarte a alguien cuyo hijo ha muerto y decirle: “Si tus hijos pecaron
contra Dios, él les dio lo que su pecado merecía” (Job 8:4, NVI).
Es irónico, porque el primer capítulo de Job deja bien en claro que Job
(Job 1:5) ofrecía sacrificios en favor de sus hijos, en caso de que ellos hubieran
pecado. Hay aquí un contraste entre una comprensión de la gracia (como se ve
en los actos de Job) y las palabras de Bildad, que revelan un legalismo áspero
y retributivo. Peor aún, Bildad habla de este modo en su intento de defender el
carácter de Dios.
¿Quién puede encontrar fallas en lo que dice aquí? “Nosotros nacimos ayer,
y nada sabemos; nuestros días en este mundo son como una sombra” (Job 8:9,
NVI). Eso es claro, cierto y muy bíblico (Sant. 4:14). O ¿qué está mal en su adver-
tencia de que los hombres impíos que ponen su esperanza en cosas terrenales
confían en algo que no es más firme que una “tela de araña” (Job 8:14)? Eso es
un pensamiento tan bíblico como el que más.
Tal vez el problema mayor es que Bildad está presentando solo un aspecto
del carácter de Dios. Es como estar ante una zanja de un lado del camino, o en
el otro. En realidad, no deberíamos estar en ninguno de esos lugares. Algunos
se enfocan solo en la Ley, la justicia y la obediencia; y otros se concentran en la
gracia, el perdón y la Sustitución. Cualquiera de estos énfasis por separado, ge-
neralmente, conduce a un cuadro distorsionado de Dios y de la verdad. Vemos
un problema similar aquí.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 26 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
48
Lunes 7 de noviembre // Lección 7
Lee Job 11:1 al 20. ¿Qué es correcto en lo que dice Zofar, pero qué
está equivocado en su argumento como un todo?
Es difícil entender que alguien pueda acercarse a una persona que está su-
friendo como Job, y le diga: “Estás recibiendo lo que mereces. No, en realidad,
estás recibiendo menos de lo que mereces”. Lo que es peor aún, como los otros
dos, Zofar afirma esto en un intento de vindicar la bondad y el carácter de Dios.
Algunas veces, conocer la verdad del carácter de Dios no nos alcanza. ¿Qué más
necesitamos hacer para poder reflejar el verdadero carácter de Dios?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 27 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
49
Lección 7 // Martes 8 de noviembre
RETRIBUCIÓN DIVINA
Sin duda, los tres amigos de Job tenían algún conocimiento de Dios, y eran
sinceros en sus esfuerzos por defenderlo. Como vimos, por desacertadas que
hayan sido sus palabras, especialmente en ese contexto, estos hombres ex-
presan algunas verdades vitales.
En sus argumentos está la idea de que Dios es un Dios de justicia: traerá
retribución divina de castigo sobre el mal, y bendiciones especiales sobre la
bondad. Aunque no sabemos en qué momento vivieron ellos, como aceptamos
que Moisés escribió el libro de Job mientras estaba en Madián, debieron de
haber vivido después del Diluvio y antes del Éxodo.
Si Elifaz, Bildad y Zofar sabían mucho acerca de estos incidentes o no, sus
palabras revelan la realidad del juicio directo de Dios sobre el mal. Dios no es-
taba abandonando a los pecadores a su pecado y permitiendo que el pecado
mismo los destruyera. Como con el Diluvio, Dios fue el agente directo de su
castigo. Actuó aquí como juez, y destructor de la iniquidad y el mal.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 28 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
50
Miércoles 9 de noviembre // Lección 7
¿Qué gran promesa se da aquí para los obedientes? Deut. 6:24, 25.
Lee Números 16:1 al 33. ¿Qué enseña este incidente acerca de la rea-
lidad del castigo retributivo divino?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 29 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
51
Lección 7 // Jueves 10 de noviembre
LA SEGUNDA MUERTE
La manifestación más plena del juicio retributivo ocurrirá al fin del tiempo,
con la destrucción de los impíos. En la Biblia, se la llama “la muerte segunda”
(Apoc. 20:14). Esta no debe confundirse con la muerte común de todos los des-
cendientes de Adán, pues es la muerte que el Segundo Adán, Jesucristo, les
evitará a los justos al fin del tiempo (1 Cor. 15:26). Pero, la segunda muerte es el
castigo directo de Dios sobre los pecadores no arrepentidos.
Lee 2 Pedro 3:5 al 7. ¿Qué nos dice Pedro acerca de la suerte de los
perdidos?
“Dios hace descender fuego del cielo. La Tierra está quebrantada. Salen a
relucir las armas escondidas en sus profundidades. Llamas devoradoras se es-
capan por todas partes de grietas amenazantes. Hasta las rocas están ardiendo.
Ha llegado el día que arderá como horno. Los elementos se disuelven con calor
abrasador, la Tierra también, y las obras que hay en ella están abrasadas (Mal.
4:1; 2 Ped. 3:10). La superficie de la Tierra parece una masa fundida, un inmenso
lago de fuego ardiente. Es la hora del juicio y la perdición de los hombres im-
píos, ‘es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sión’
(Isa. 34:8)” (CS 652).
Aunque el pecado puede traer su propia retribución, hay ocasiones en
que Dios castiga directamente a los pecadores, como alegaron los amigos de
Job. Es cierto que todo sufrimiento en este mundo ha surgido por el pecado.
Pero, no es cierto que todo sufrimiento sea un castigo de Dios por el pecado.
Ese no era el caso de Job, ni lo es en la mayoría de otros casos. El hecho es
que participamos en el Gran Conflicto, y hay un enemigo que quiere hacernos
daño. Las buenas nuevas son que sabemos que Dios está a favor de nosotros.
Cualesquiera que sean las razones de las pruebas que afrontamos, o los re-
sultados de esas pruebas, tenemos la certeza del amor de Dios –un amor tan
grande que Jesús fue a la Cruz por nosotros– y su promesa de terminar con todo
sufrimiento.
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 30 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
52
Viernes 11 de noviembre // Lección 7
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 31 – Durante esta semana, PP caps. 43, 44.
53
Lección 8: Para el 19 de noviembre de 2016
SANGRE INOCENTE
Sábado 12 de noviembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 10; Isaías 53:6; Ro-
manos 3:10-20; Job 15:14-16; Job 1:18-20; Mateo 6:34.
PARA MEMORIZAR:
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
(Heb. 11:1).
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 32 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
54
Domingo 13 de noviembre // Lección 8
LA PROTESTA DE JOB
Elifaz, Bildad y Sofar tenían un punto válido: Dios castiga el mal. Lamen-
tablemente, ese punto no se aplicaba en la situación de Job. El sufrimiento de
este no era un caso de castigo retributivo. Dios no lo estaba castigando por sus
pecados, como lo haría con Coré, Datán y Abiram. Job tampoco estaba cose-
chando lo que había sembrado, que es algo que suele suceder. No, Job era un
hombre justo –Dios mismo lo dijo (ver Job 1:8)– y, por ello, no solo no merecía
lo que le había sucedido, sino también él sabía que no lo merecía. Por eso, su
queja fue tan amarga y dura.
Lee Job 10. ¿Qué le está queriendo decir Job a Dios, y por qué tiene
tanta lógica, considerando las circunstancias?
¿Qué puedes decirle a alguien que cree que está sufriendo injustamente?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 33 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
55
Lección 8 // Lunes 14 de noviembre
¿SANGRE INOCENTE?
A menudo, escuchamos acerca del sufrimiento “inocente”. La Biblia incluso
usa la frase “sangre inocente” (Isa. 59:7; Jer. 22:17; Joel 3:19); generalmente, en
el contexto de asaltos, o aun asesinatos, de personas que no merecían lo que
les ocurrió. Si usamos esta manera de comprender el concepto de “sangre ino-
cente”, entonces nuestro mundo ofrece muchos ejemplos de ello.
Por otro lado, la Biblia habla acerca de la pecaminosidad y la corrupción
humanas, lo que genera una pregunta válida acerca del significado de “ino-
cente”. Si todos han pecado y han violado la Ley de Dios, entonces, ¿quién es
verdaderamente inocente? Como alguien dijo: “Tu certificado de nacimiento es
prueba de tu culpabilidad”.
Aunque los teólogos y los eruditos bíblicos han debatido por siglos la na-
turaleza precisa de la relación humana con el pecado, la Biblia es clara: el
pecado ha impactado a toda la humanidad. La idea de la pecaminosidad hu-
mana no se encuentra solo en el Nuevo Testamento. Por el contrario, el Nuevo
Testamento expande lo que se escribió en el Antiguo Testamento.
¿De qué modo la experiencia de conocer a Dios y su santidad, que hace que
nuestra pecaminosidad sea dolorosa, nos ayuda a ver la necesidad absoluta de
la Cruz?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 34 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
56
Martes 15 de noviembre // Lección 8
SUERTES INJUSTAS
Lee Job 15:14 al 16. ¿Qué verdad presenta Elifaz a Job?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 35 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
57
Lección 8 // Miércoles 16 de noviembre
BASTA AL DÍA...
Lee los siguientes versículos y piensa acerca de la suerte inmediata
de los que son descritos en ellos. Luego, hazte la pregunta: ¿Con cuánta
justicia los trató la vida?
Job 1:18-20
Gén. 4:8
Éxo. 12:29, 30
2 Sam. 11:17
Jer. 38:6
Mat. 14:10
Heb. 11:35-38
¿Quién no ha comprobado cuán injusta y amarga puede ser la vida? ¿De qué
modo el saber que Jesús reconoce esta realidad del mal nos consuela y fortalece
en medio del dolor?
Reavivados por su Palabra: Hoy, 2 Crón. 36 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
58
Jueves 17 de noviembre // Lección 8
COSAS NO VISIBLES
Lee Proverbios 3:5. Aunque es un texto muy conocido, ¿qué mensaje
vital tiene para nosotros, especialmente en el contexto de lo que hemos
estado estudiando?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 1 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
59
Lección 8 // Viernes 18 de noviembre
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 2 – Durante esta semana, PP caps. 45, 46.
60
Lección 9: Para el 26 de noviembre
INDICIOS DE ESPERANZA
Sábado 19 de noviembre
PARA MEMORIZAR:
“Y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el impío” (Job
13:16).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 3 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
61
Lección 9 // Domingo 20 de noviembre
FRAGUADORES DE MENTIRAS
“Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus
labios es entendido” (Prov. 17:28).
Sea lo que fuere que queramos pensar acerca de Job como hombre, no
podemos decir que se quedaría sentado en medio de su dolor y escucharía
tranquilamente lo que sus amigos le estaban echando en cara. Gran parte del
libro de Job consiste en la defensa contra lo que él sabe que es una mezcla
de verdad y error. Como vimos, estos hombres no mostraban mucho tacto y
simpatía; pretendían hablar a favor de Dios al justificar lo que le había sucedido
a Job y, básicamente, decían que estaba recibiendo lo que merecía, o ¡que él
merecía algo peor! Cualquiera de estas líneas de pensamiento habría sido sufi-
cientemente mala; pero todo junto ya era demasiado, y Job les respondió.
Lee Job 13:1 al 14. ¿Qué enfoque tomó Job al responder a lo que le
habían dicho?
¿Cuándo fue la última vez que dijiste cosas que eran equivocadas, que no de-
berías haber dicho? ¿De qué modo puedes aprender de esa experiencia para no
volver a cometer el mismo error?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 4 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
62
Lunes 21 de noviembre // Lección 9
AUNQUE ME MATARE
Al comenzar el trimestre, fuimos directamente al final del libro, y leímos
cuán bien terminaron las cosas para Job. Vimos que, en medio de su terrible
sufrimiento, Job realmente tenía algo que esperar. De hecho nosotros, cono-
ciendo el final del libro entero, es decir, la Biblia, podemos ver que Job podía
esperar más de lo que él había imaginado en su tiempo.
Pero, cuando murieron sus hijos, perdió sus propiedades y perdió su salud,
Job no tenía la ventaja de saber cómo terminarían las cosas. En cambio, él
sabía que, de repente, su vida se había vuelto desagradable.
Sin embargo, en medio de sus amargos lamentos acerca de desear no haber
nacido, o de haber ido de la cuna directamente a la tumba, Job todavía expre-
saba esperanza en Dios, el mismo Dios que él pensaba que lo estaba tratando
injustamente en ese momento.
Lee Job 13:15. ¿Qué esperanza se presenta aquí? ¿Qué quiere decir
Job?
Una pregunta lógica podría ser: ¿Cómo hizo Job para retener su fe en Dios en
medio de todo lo que le estaba ocurrido? Lee Job 1:1 y Santiago 2:20 al 22. ¿De
qué modo estos versículos te ayudan a responder esa pregunta, y qué debería
decirnos la respuesta sobre la importancia de la fidelidad y la obediencia en
nuestra vida cristiana? (Ver lección 13.)
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 5 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
63
Lección 9 // Martes 22 de noviembre
INDICIOS DE ESPERANZA
“Y él mismo será mi salvación, porque no entrará en su presencia el
impío” (Job 13:16). Este versículo sigue inmediatamente al que leímos
ayer. ¿En qué sentido afirma aún más la idea de que, a pesar de todo,
Job tenía esperanza, y que esa esperanza estaba en Dios?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 6 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
64
Miércoles 23 de noviembre // Lección 9
¿De qué manera los siguientes textos afirman esa esperanza expre-
sada en la cita de Elena de White de la sección de hoy? Efe. 1:4; Tito 1:2;
2 Tim. 2:8, 9; 1 Ped. 1:18-20.
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
(Rom. 8:31). ¿De qué manera puedes hacer tuya esta esperanza, aun en medio
de cualquier lucha que estés enfrentando ahora?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 7 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
65
Lección 9 // Jueves 24 de noviembre
IMÁGENES DE ESPERANZA
Lee los siguientes textos. ¿Qué esperanza revela cada uno de ellos?
Gén. 3:15
Gén. 22:8
Lev. 17:11
Juan 1:29
Gál. 2:16
Fil. 1:6
1 Cor. 10:13
Dan. 7:22
Dan. 12:1, 2
Mat. 24:27
Dan. 2:44
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 8 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
66
Viernes 25 de noviembre // Lección 9
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 9 – Durante esta semana, PP caps. 47, 48.
67
Lección 10: Para el 3 de diciembre de 2016
LA IRA DE ELIÚ
Sábado 26 de noviembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 13:28; Job 28:28; Job
32:1-5; Job 34:10-15; Ezequiel 28:12-17; Job 1-2:10.
PARA MEMORIZAR:
“Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vues-
tros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isa. 55:9).
Y ASÍ SIGUE LA BATALLA VERBAL ENTRE JOB y estos tres hombres, con
palabras que, a veces, son profundas, hermosas, sólidas y verdaderas. Cuán
a menudo las personas citan frases del libro de Job, incluso dichos de Elifaz,
de Bildad o de Zofar. Y eso es porque, como hemos visto una y otra vez, ellos
tenían muchas cosas buenas para decir. Solo que no lo hacían en el lugar opor-
tuno, en el momento preciso, en las circunstancias adecuadas. Esto debería
enseñarnos la verdad poderosa de este pasaje de Proverbios 25:11 al 13:
Reavivados por su Palabra: Hoy, Esd. 10 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
68
Domingo 27 de noviembre // Lección 10
CONSOLADORES MISERABLES
Aun después de la poderosa expresión de fe de Job (Job 13:15, 16), el com-
bate verbal continuó. En el transcurso de muchos capítulos, los hombres van y
vienen, planteando muchas preguntas profundas e importantes acerca de Dios,
el pecado, la muerte, la justicia, la maldad, la sabiduría y la naturaleza efímera
de la humanidad.
13:28
15:14-16
19:25-27
28:28
A lo largo de todos estos capítulos, siguieron los argumentos sin que nadie
cediera en su posición. Elifaz, Bildad y Zofar, cada uno a su manera y con su
propia agenda, no abandonaron su conclusión de que la gente recibe lo que
merece en la vida; por lo tanto, lo que sobrevino a Job tenía que ser el justo
castigo por sus pecados. Entretanto, Job seguía lamentando lo que le había
acontecido, seguro de que no merecía ese sufrimiento. Siguieron altercando,
cada “consolador” acusaba a Job de pronunciar palabras vacías y vanas, y Job
les respondía.
Al fin, ninguno de ellos, y tampoco Job, comprendieron lo que sucedía.
¿Cómo podían entenderlo? Hablaban desde un punto de vista limitado, que
compartimos todos los humanos. Si podemos obtener alguna lección del libro
de Job (una que ahora ya debería ser obvia, después de estos discursos), es
que, como humanos, necesitamos humildad al hablar de Dios y del modo en
que actúa. Podemos conocer alguna verdad, o mucha verdad, pero a veces
–como vemos en estos tres hombres– no necesariamente sabemos la mejor
manera de aplicar las verdades que sabemos.
Mira el mundo natural que te rodea. ¿Por qué esto solo nos muestra cuán limita-
dos somos en lo que conocemos aun de las cosas más sencillas?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 1 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
69
Lección 10 // Lunes 28 de noviembre
LA ENTRADA DE ELIÚ
Desde Job 26 al 31, el héroe trágico de esta historia, Job, da su discurso
final a los tres hombres. Aunque elocuente y apasionado, básicamente, repite
el argumento que ha sostenido todo el tiempo: Yo no merezco lo que me ha
ocurrido. Punto.
Otra vez, Job representa a las muchas personas que sufren lo que no me-
recen. Y la pregunta, en muchos aspectos la más difícil de todas, es: ¿Por qué?
En algunos casos, la respuesta al sufrimiento es relativamente fácil. La gente,
claramente, se echa encima los problemas. Pero muy a menudo, y en especial
en el caso de Job, eso no es lo que ocurrió, y así la pregunta sobre el sufri-
miento sigue en pie.
Al concluir el capítulo 31, Job ha estado hablando acerca de la clase de vida
que llevaba, en la que nada de lo que había hecho justificaba lo que le estaba
ocurriendo ahora. Finalmente, el último versículo de este capítulo dice: “Aquí
terminan las palabras de Job” (Job 31:40).
Job 32:2 dice que Eliú se enojó con Job porque él “se justificaba a sí mismo más
que a Dios”, una distorsión de la verdadera posición de Job. ¿Qué debería decir-
nos esto acerca de cuán cuidadosos debemos ser en la forma en que interpreta-
mos las palabras de otros? ¿De qué modo podemos aprender a tratar de ofrecer
la mejor interpretación en lugar de la peor sobre lo que la gente dice?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 2 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
70
Martes 29 de noviembre // Lección 10
Lee Job 34:10 al 15. ¿Qué verdades expresa aquí Eliú? ¿De qué ma-
nera son paralelas a lo que los otros hombres habían dicho antes? Y,
aunque sus palabras fueran ciertas, ¿por qué eran inadecuadas para
esa situación en particular?
Tal vez lo que podemos ver en Eliú, como en los otros hombres, es temor: el
temor de que Dios no sea como ellos creen que es. Quieren creer en la bondad,
y la justicia y el poder de Dios; y por eso, ¿qué puede hacer Eliú, sino decir ver-
dades acerca de la bondad, la justicia y el poder de Dios?
“Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos.
No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se escondan los que hacen
maldad” (Job 34:21, 22).
“He aquí que Dios es grande, pero no desestima a nadie; es poderoso en
fuerza de sabiduría. No otorgará vida al impío, pero a los afligidos dará su de-
recho. No apartará de los justos sus ojos; antes bien con los reyes los pondrá en
trono para siempre, y serán exaltados” (Job 36:5-7).
“Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio
y en multitud de justicia no afligirá. Lo temerán por tanto los hombres; él no
estima a ninguno que cree en su propio corazón ser sabio” (Job 37:23, 24).
Si todo esto es cierto, entonces la única conclusión lógica que uno puede ob-
tener es que Job está recibiendo lo que merece. ¿Qué otra cosa podría ser? Eliú,
entonces, estaba tratando de proteger su propia comprensión de Dios frente al
mal tan terrible que le había sobrevenido a un hombre bueno como Job.
¿Has afrontado alguna vez una ocasión en que sucedió algo que te haya hecho
temer por tu fe? ¿Cómo respondiste? Mirando hacia atrás, ¿qué podrías haber
hecho en forma diferente?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 3 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
71
Lección 10 // Miércoles 30 de noviembre
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 4 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
72
Jueves 1º de diciembre // Lección 10
EL DESAFÍO DE LA FE
Los personajes del libro de Job, como mortales que veían “por espejo, os-
curamente” (1 Cor. 13:12), actuaron desde un punto de vista muy limitado de
la naturaleza del mundo físico y espiritual. Es interesante que, en todos estos
debates acerca del mal que afectó a Job, ninguno analizó el papel del diablo:
la causa directa de todos sus males. Y, aunque ellos pensaban que estaban
en lo correcto, especialmente Eliú (ver Job 36:1-4), sus intentos de explicar el
sufrimiento de Job no alcanzaron su objetivo. Por supuesto, Job sabía que los
intentos de ellos fracasaban.
En los capítulos iniciales de Job, tenemos algo que ellos no tenían. Sin em-
bargo, los temas siguen siendo difíciles de comprender. No era su mal el que le
produjo el sufrimiento a Job; sino que la bondad de Job hizo que Dios lo señalara
ante el diablo. Entonces, ¿la bondad del hombre y su fidelidad a Dios causaron su
mal? ¿De qué modo se entiende esto? Y, aun si Job hubiera sabido lo que sucedía,
¿no habría él clamado: “Por favor, Dios, usa a otra persona. Devuélveme mis hijos,
mi riqueza, mis propiedades”? Job no se ofreció como voluntario para ser pro-
bado. ¿Quién lo haría? ¿Era eso justo para Job y su familia? Aunque Dios venció
en este desafío con el diablo, sabemos que el diablo no reconoció su derrota
(Apoc. 12:12). Cualquiera que sea el bien que resultó de lo que le pasó a Job, ¿va-
lían la pena la muerte de todas esas personas y el sufrimiento de Job? Si nosotros
tenemos tantas preguntas, imagina todas que debió de haber tenido Job.
Y aquí hay una de las lecciones más importantes del libro de Job: la de vivir
por fe, no por vista; confiar en Dios y permanecer fieles a él, aun cuando no
podamos explicar las cosas que nos suceden. No vivimos por fe cuando todo
está racionalmente explicado. Vivimos por fe cuando confiamos y obedecemos
a Dios, como Job, aunque no tenga sentido lo que sucede a nuestro alrededor.
¿Cuáles son las cosas para las que debes confiar en Dios aunque no las entien-
das? ¿De qué manera puedes seguir edificando esa confianza, aun cuando no
tengas todas las respuestas?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 5 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
73
Lección 10 // Viernes 2 de diciembre
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 6 – Durante esta semana, PP caps. 49, 50.
74
Lección 11: Para el 10 de diciembre de 2016
DESDE UN TORBELLINO
Sábado 3 de diciembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 38; 39; Juan 1:29; Mateo
16:13; 1 Corintios 1:18-27; Job 40:1-4; 42:1-6; Lucas 5:1-8.
PARA MEMORIZAR:
“¿Dónde estabas tú cuando fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteli-
gencia” (Job 38:4).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 7 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
75
Lección 11 // Domingo 4 de diciembre
DESDE UN TORBELLINO
Lee Job 38:1. ¿Qué sucede aquí que es diferente de todo lo demás, en
los otros diálogos?
¿Qué nos enseñan los siguientes textos acerca de cuán cerca puede
estar Dios de nosotros? Gén. 15:1-6; 32:24-32; Juan 1:29.
Una cosa es creer intelectualmente en lo cerca que está Dios de nosotros; otra
bien distinta es experimentar esa proximidad. ¿De qué forma puedes aprender a
acercarte a Dios, y encontrar esperanza y consuelo en esta relación?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 8 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
76
Lunes 5 de diciembre // Lección 11
¿Cuál fue la primera pregunta que Dios le hizo a Job, y qué impli-
caba? Job 38:2.
A lo largo de toda la Biblia, encontramos que Dios hace preguntas a los hom-
bres. Esto no es porque él no sepa ya las respuestas. En cambio, como a menudo
hace un buen maestro, Dios plantea preguntas porque son una manera efectiva
de conseguir que pensemos en nuestra situación, de confrontarnos con nosotros
mismos, de ayudarnos a pensar en los problemas y llegar a conclusiones ade-
cuadas. Entonces, las preguntas que Dios plantea no son para enseñarle a Dios
algo que no entiende todavía. Más bien, a menudo las hace para ayudar a las per-
sonas a aprender cosas que tal vez necesiten comprender mejor. Las preguntas
de Dios son recursos retóricos para ayudar a llegar a las personas con la verdad.
Gén. 3:11
Gén. 4:9
1 Rey. 19:9
Hech. 9:4
Mat. 16:13
Job tenía mucho para decir acerca de Dios, y el Señor obviamente quería que
él viera que, de hecho, había mucho que él no sabía o no entendía acerca de su
Creador. De muchos modos, la pregunta inicial de Dios a Job es similar a algunas
palabras que estos hombres le habían dicho también (ver Job. 8:1, 2; 11:1-3; 15:1-3).
Si Dios te hiciera una pregunta acerca del estado de tu vida ahora mismo, ¿qué
crees que preguntaría, y cuál sería tu respuesta? ¿Qué te enseñan acerca de ti
mismo esa pregunta y tu respuesta?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 9 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
77
Lección 11 // Martes 6 de diciembre
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 10 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
78
Miércoles 7 de diciembre // Lección 11
¿Qué advertencia debemos aceptar con respecto a los límites del co-
nocimiento humano? Ver 1 Cor. 3:19; 1 Cor. 1:18-27.
Aun con todo el conocimiento que hemos acumulado en los últimos siglos, la
Creación sigue llena de maravillas y misterios que apenas podemos penetrar.
Cuanto más aprendemos acerca del mundo creado, tanto más asombroso y mis-
terioso se nos aparece. ¿De qué modo el mundo creado hace que te maravilles
ante el poder de nuestro Dios?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 11 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
79
Lección 11 // Jueves 8 de diciembre
Obviamente, Job quedó abrumado por lo que Dios le mostró. En Job 42:3,
cuando dice: “¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?”, sen-
cillamente estaba repitiendo la primera pregunta que Dios le hizo. Job ahora
sabía la respuesta: era Job mismo el que hablaba de lo que realmente no sabía.
Nota lo que Job dijo en Job 42:5. Aunque él había oído acerca de Dios, ahora
que había visto a Dios –es decir, ahora que tenía una mejor visión de Dios–, él
se vio como realmente era. Por eso reaccionó despreciándose a sí mismo y
arrepintiéndose en polvo y ceniza.
Lee Isaías 6:1 al 5, y Lucas 5:1 al 8. ¿De qué modo las reacciones aquí
descritas son un paralelo de las de Job?
Lo que vemos en todos estos casos son manifestaciones de una verdad bí-
blica clave: la pecaminosidad de la humanidad. Job era “perfecto y recto, teme-
roso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). Y, a pesar de los intentos de Satanás
de volverlo en contra de Dios, Job se mantuvo fiel en todo ese tiempo. Él era un
creyente sólido y fiel del Señor.
Como sucedió con Isaías y Pedro, el tener una vislumbre de la santidad y del
poder de Dios fue suficiente para que Job se humillara, al reconocer su propia
pecaminosidad y pequeñez. Así somos todos los seres caídos, dañados por el
pecado, cuya naturaleza misma nos pone en conflicto con Dios. Por eso nin-
guno puede salvarse a sí mismo; ninguno puede hacer suficientes obras buenas
para merecer ningún favor ante Dios. Por eso todos –aun los “mejores” de entre
nosotros, los que, como Job, son perfectos y rectos, y temen a Dios y se apartan
del mal– necesitan gracia, necesitan un Salvador, necesitan a Alguien que haga
por ellos lo que nunca podrían hacer por sí mismos. Afortunadamente tenemos
todo eso, y aún más, en Jesús.
Imagina que ahora mismo estás frente a Dios. ¿Cuál crees que sería tu reacción?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 12 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
80
Viernes 9 de diciembre // Lección 11
Reavivados por su Palabra: Hoy, Neh. 13 – Durante esta semana, PP caps. 51, 52.
81
Lección 12: Para el 17 de diciembre de 2016
EL REDENTOR DE JOB
Sábado 10 de diciembre
PARA MEMORIZAR:
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y noso-
tros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido” (Isa. 53:4).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 1 – Durante esta semana, PP cap. 53.
82
Domingo 11 de diciembre // Lección 12
MI REDENTOR VIVE
Cuando Dios se le aparece a Job en el capítulo 38, se revela a sí mismo como
el Creador, quien “repartió conducto al turbión”, abrió “camino a los relám-
pagos” y hace “llover sobre la tierra deshabitada” (Job 38:25, 26). Pero, nuestro
Dios no es solo el Creador. Tiene también otros títulos y funciones vitales.
Lee Job 19:25 al 27. ¿Qué revelan estas palabras acerca de la espe-
ranza de salvación que tenía Job?
Con estos famosos versículos, Job muestra que él tiene algún conocimiento
del Redentor, conocimiento de que, aunque la gente muriera, había esperanza
más allá de la tumba, y esta esperanza se encontraba en el Redentor, quien
había de venir a la Tierra un día.
Estas palabras de Job apuntan a la verdad más vital e importante de la Bi-
blia: Dios como nuestro Redentor. En un mundo caído, en un mundo de peca-
dores destinados a morir eternamente por sus pecados, necesitamos más que
un Creador. Necesitamos también un Redentor. Y nuestro Dios es precisamente
eso: tanto nuestro Creador como nuestro Redentor (ver Isa. 48:13-17), y con él en
ambas funciones tenemos la gran esperanza de vida eterna.
Lee Juan 1:1 al 14. En este pasaje, ¿de qué modo vincula Juan a Jesús
como Creador con Jesús como nuestro Redentor?
La alusión a Génesis 1:1, Dios como Creador, es obvia en Juan 1:1. Y, por si
eso no fuera suficiente, las palabras que escribió más adelante –“en el mundo
estaba, y el mundo por él fue hecho [...] mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre” (Juan 1:10-12)– establecen el vínculo inseparable
entre Jesús como Creador y como Redentor. De hecho, él puede ser nuestro
Redentor solo porque es el Creador.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 2 – Durante esta semana, PP cap. 53.
83
Lección 12 // Lunes 12 de diciembre
Lee Job 10:4 y 5. ¿Cuál fue la queja de Job? ¿Crees que tenía algo de
razón?
Lo que planteaba Job era sencillo: Tú eres Dios, el Soberano del universo, el
Creador. ¿De qué manera puedes saber qué es ser un humano, y sufrir las cosas
que nosotros sufrimos?
¿De qué modo los siguientes textos responden a la queja de Job? Luc.
2:11; Juan 1:14; Luc. 19:10; Mat. 4:2; 1 Tim. 2:5; Heb. 4:15.
La queja de Job de que Dios no era humano y, por lo tanto, no podía co-
nocer el dolor humano, fue respondida completa y plenamente con la venida
de Jesús a la Tierra. Aunque nunca perdió su divinidad, Jesús también fue ple-
namente humano, y en esa humanidad supo lo que era sufrir y luchar, así como
Job y todos los humanos lo hacen. De hecho, en todos los evangelios, vemos la
realidad de la humanidad de Cristo y los sufrimientos que tuvo que soportar en
nuestra humanidad. Jesús contestó la queja de Job.
“Cristo no tomó sobre sí una humanidad solo aparente. Tomó la naturaleza
humana y vivió la naturaleza humana. [...] No solo fue hecho carne, sino tam-
bién fue hecho a semejanza de carne de pecado”.–“Comentarios de Elena G.
de White” (CBA 5:1.098).
Piensa en lo que significa que Jesús haya tomado la humanidad. ¿Qué nos debe
decir esto acerca de cuán estrechamente puede él identificarse contigo en cual-
quiera de las luchas que estés afrontando ahora?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 3 – Durante esta semana, PP cap. 53.
84
Martes 13 de diciembre // Lección 12
LA MUERTE DE CRISTO
¿Qué nos dicen los siguientes textos acerca de Jesús y el modo en
que hemos de considerarlo?
1 Juan. 2:6
Gál. 4:19
Jesús tenía que morir por nosotros por causa de la obediencia a la Ley que,
aunque central para la vida cristiana, no es lo que salva a los caídos. “¿Luego
la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley
dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley” (Gál. 3:21).
Si alguna ley pudiera salvar al pecador, sería la de Dios, pero incluso esa ley
no nos salva. Solo la perfecta vida de nuestro Ejemplo perfecto, Jesús, podía
salvarnos, y por eso Cristo vino para ofrecer “para siempre un solo sacrificio
por los pecados” (Heb. 10:12).
¿De qué modo tu propio registro del cumplimiento de la Ley te muestra tu nece-
sidad de un Sustituto?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 4 – Durante esta semana, PP cap. 53.
85
Lección 12 // Miércoles 14 de diciembre
Jesús llevó nuestros dolores y tristezas (Isa. 53:4). Esto incluye los dolores
y las tristezas de Job y de todo el mundo. Jesús murió en la Cruz por el pecado
de todos los seres humanos que alguna vez vivieron, que viven y que vivirán.
El libro de Job se pone en la perspectiva correcta solo en la Cruz. El Dios
que se reveló a Job es el que enseña a volar al águila, el que une los quarks y
el que sufrió más de lo que lo hizo cualquier ser humano. Él asumió el dolor y
la angustia que cada uno de nosotros conoce; ninguno puede darle lecciones
a Dios acerca del sufrimiento, porque en su humanidad cargó sobre sí mismo
todo el dolor que el pecado ha esparcido alrededor del Globo. Aunque, entre
los hombres, solo nosotros conocemos nuestros propios dolores y tristezas,
Jesús, en la Cruz, los experimentó a todos.
El Dios que le preguntó a Job: “¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dis-
pondrás tú de su potestad en la tierra?” (Job 38:33) es más increíble cuando no-
tamos que, si bien él creó las “ordenanzas de los cielos”, tomó sobre sí la carne
terrenal y, en ella, murió para “destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Heb. 2:14).
Visto a través de la Cruz, el libro de Job tiene más sentido, porque la Cruz
resuelve muchas preguntas que ese libro deja sin respuesta. Y la gran pregunta
es cuán justo es Dios en el cielo mientras Job, en la Tierra, sufre solamente para
ayudar a refutar las acusaciones de Satanás. La Cruz muestra que, por mucho
que haya sufrido Job o cualquier ser humano, nuestro Señor voluntariamente
sufrió mucho más que cualquiera, a fin de darnos la esperanza y la certeza de
la salvación.
Job vio a Dios como el Creador. Después de la Cruz, lo vemos como el
Creador que llegó a ser nuestro Redentor (Fil. 2:6-8); y esto tuvo que sufrir por
causa del pecado más que ningún ser humano, incluyendo a Job. Así como
Job, ¿qué podemos hacer ante este panorama, sino exclamar: “Me aborrezco, y
me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:6)?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 5 – Durante esta semana, PP cap. 53.
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Jueves 15 de diciembre // Lección 12
SATANÁS DESENMASCARADO
Lee Juan 12:30 al 32. ¿Qué dice Jesús acerca de Satanás en el con-
texto de la Cruz y del Gran Conflicto?
No importa cuáles sean los pecados que cometiste, Jesús pagó en la Cruz el
precio total de la penalidad por ellos. ¿Por qué esta asombrosa verdad debería
cambiar tu vida y hacer que desees vivir en obediencia a él?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 6 – Durante esta semana, PP cap. 53.
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Lección 12 // Viernes 16 de diciembre
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 7 – Durante esta semana, PP cap. 53.
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Lección 13: Para el 24 de diciembre de 2016
EL CARÁCTER DE JOB
Sábado 17 de diciembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Job 1:1, 8; Job 29:8-17; Job
31:1-23; Éxodo 20:17; Mateo 7:22-27; 5:16; Efesios 3:10.
PARA MEMORIZAR:
“¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por
las obras? (Sant. 2:22).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 8 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Lección 13 // Domingo 18 de diciembre
EL HOMBRE DE UZ
Lee Job 1:1 y 8. ¿Qué nos dice acerca del carácter de Job?
Aunque a Job le dijeron en todos los diálogos que él debía haber hecho
algo malo para que todos estos males vinieran sobre él, el caso era lo opuesto.
Fueron su bondad y su fidelidad las que lo hicieron blanco especial de Satanás.
¿Cuán bueno y cuán fiel era él? Primero, el texto nos dice que era “perfecto”.
Esta palabra no tiene el significado de “sin pecado”, como fue Jesús. En cambio,
tiene la idea de ser completo, íntegro, sincero, pero en un sentido relativo. La
persona que es “perfecta” a la vista de Dios es la persona que ha alcanzado el
grado de desarrollo que el Cielo espera de él en cualquier momento. La pa-
labra hebrea para “perfecto”, tam, “equivale al griego téleios, que a menudo se
traduce como ‘perfecto’ en el [Nuevo Testamento], pero que se traduce mejor
como ‘completamente crecido’ o ‘maduro’ ” (CBA 3:499). La experiencia pos-
terior de Job revela que no había alcanzado la perfección máxima de carácter.
Aunque fiel y recto, todavía estaba creciendo.
Segundo, el texto dice que era “recto”. La palabra significa “derecho”, “equi-
librado”, “justo”. Job vivía como lo que podríamos llamar “un buen ciudadano”.
Tercero, el texto dice que era “temeroso de Dios”. Aunque el Antiguo Tes-
tamento describe la idea de “temer” a Dios como parte de ser un fiel israelita,
la frase también se usó en el Nuevo Testamento para los gentiles que servían
fielmente al Dios de Israel (ver Hech. 10:2, 22).
Finalmente, Job era “apartado del mal”, o evitaba el mal. Dios mismo ca-
racterizó a Job de ese modo, cuando le dijo a Satanás: “¿No has considerado
a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8).
En definitiva, Job era un hombre de Dios cuya fe se revelaba por la clase de
vida que vivía; y de este modo, realmente daba testimonio “a los ángeles y a los
hombres” (1 Cor. 4:9) acerca de lo que una persona puede ser en Cristo.
Si el libro de Job hablara acerca de ti, ¿qué dirían sus primeras líneas? “Hubo
en tierra de _________ un ______________ que era _______________
_____________ y ______________ de Dios y _______________ del mal”.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 9 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Lunes 19 de diciembre // Lección 13
Lee Job 29:8 al 17. ¿Qué nos dicen estos versículos sobre cómo veían
los demás a Job, y de qué manera trataba él a los que estaban luchando?
Aquí podemos ver cómo respetaban a Job. La frase “en la plaza hacía pre-
parar mi asiento” (Job 29:7) da la idea de algún tipo de gobierno local del cual,
obviamente, Job formaba parte. Esos asientos generalmente se daban a los
miembros más respetados y mayores de la sociedad, y entre ellos Job era alta-
mente estimado.
Pero, podemos ver que aun los miembros “más bajos” del nivel social lo
amaban y respetaban. Los pobres, los ciegos, las viudas, los huérfanos, los in-
válidos: Job ayudaba y consolaba a los que no habían sido bendecidos como
él lo había sido.
“Dios ha descrito en su Palabra a un hombre próspero, cuya vida fue un
éxito en el sentido más verdadero, hombre al cual el Cielo y la Tierra se compla-
cían en honrar” (Ed 142).
Veremos que versículos como estos y otros nos muestran por qué Job había
sido una persona de mucho éxito en todos los aspectos, a la vista de los hom-
bres y de Dios.
Es fácil ser bondadoso y respetuoso con los ricos, los poderosos y los famosos.
Pero ¿de qué manera tratas a los que no tienen nada para ofrecerte?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 10 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Lección 13 // Martes 20 de diciembre
CORAZÓN Y OJOS
A primera vista, en los textos que siguen, podría parecer que Job se está
jactando, como si estuviera exhibiendo su santidad y su buena conducta. Por
supuesto, esta actitud es condenada por la Biblia (ver Mat. 23). Pero eso no es
lo que ocurre con Job. Otra vez, es vital recordar el contexto: le están diciendo
que su vida pasada fue muy malvada, y que esa es la causa de su sufrimiento.
Job sabe que esto no es verdad, que él no había hecho nada para merecer lo
que le había sobrevenido. Él se toma tiempo para contar cómo había vivido y
la clase de persona que era.
Lee Job 31:1 al 23. ¿Qué otra cosa dice Job acerca de su vida antes
de las calamidades?
Nota, además, que Job no estaba tratando solamente de sus conductas ex-
teriores. El texto “si mi corazón se fue tras mis ojos” (Job 31:7) muestra que Job
entendía el significado más profundo de la santidad, del bien y del mal, y de la
ley de Dios. Job sabía que Dios se interesa en el corazón, en los pensamientos, así
como en las acciones (ver 1 Sam. 16:7; Éxo. 20:17; Mat. 5:28). Job sabía que estaba
mal codiciar a una mujer y no solo cometer adulterio con ella. (¡Qué poderosa
evidencia es que el conocimiento del verdadero Dios había existido aun antes de
que Dios llamara a la nación de Israel para ser su pueblo y testificar de él!)
Lee lo que él dice en Job 31:13 al 15. ¿Por qué este mensaje es tan
importante?
Aquí Job muestra una comprensión, grande para su tiempo (en realidad,
para cualquier tiempo), acerca de la igualdad de todos los seres humanos. En
el mundo antiguo no se entendían o seguían los conceptos de los derechos y
las leyes universales. Los grupos de pueblos pensaban que eran superiores y
mejores que los otros, y a veces no les importaba negar la dignidad y los dere-
chos básicos a los demás. Pero aquí, Job muestra que comprendía los derechos
humanos, y que esos derechos se originaban en el Dios creador. De alguna
manera, Job estaba adelantado no solo a su tiempo, sino también al nuestro.
Reavivados por su Palabra: Hoy, Job 1 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Miércoles 21 de diciembre // Lección 13
No es extraño que Dios haya dicho lo que dijo acerca de la vida y el carácter
de Job. Este es un hombre que claramente vivía su fe, un hombre cuyas obras re-
velaban la realidad de su relación con Dios. Por supuesto, esto hacia que su queja
fuera aún más amarga: “¿Por qué me sucede esto a mí?” Y, por supuesto, hacía
que los argumentos de sus amigos fueran tan vanos y huecos como lo fueron.
Pero, hay un mensaje más profundo e importante que podemos descubrir
de la realidad de la vida fiel y obediente de Job. Nota cuán estrechamente la
vida que vivió en el pasado estaba vinculada con la manera en que reaccionó
ante las tragedias que le ocurrieron más tarde. No fue por el azar, o la suerte,
o por el solo poder de su voluntad que Job rehusó cumplir la sugerencia de su
esposa: “Maldice a Dios, y muérete” (Job 2:9). No, sino que fue por causa de
todos aquellos años de fidelidad y obediencia, que le dieron la fe y el carácter
que lo capacitó para confiar en Dios, a pesar de lo que le sucediera.
Lee Mateo 7:22 al 27. ¿Qué encuentras en estos versículos que revela
la razón por la que Job se mantuvo fiel?
¿Qué elecciones necesitas hacer para poner en orden tu vida tan fielmente como
lo hizo Job?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Job 2 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Lección 13 // Jueves 22 de diciembre
Lee Mateo 5:16. ¿De qué modo estas palabras ayudan a responder la
pregunta que le disparó Elifaz a Job?
El problema inmediato en el libro de Job era: ¿Sería Job fiel? Satanás dijo
que no; Dios dijo que sí. La fidelidad de Job entonces era decididamente una
ventaja para Dios, por lo menos en esta batalla específica con Satanás.
Pero, esta historia es apenas un microcosmos de problemas mayores. El
mensaje del primer ángel nos dice, en parte, “dad gloria a Dios” (Apoc. 14:7), y
Jesús explicó en Mateo 5:16 que por nuestras buenas obras podemos dar gloria
a Dios. Esto es lo que hizo Job; y es lo que podemos hacer nosotros también.
Lee Efesios 3:10. ¿De qué forma se expresa aquí el principio revelado
en el libro de Job, pero en menor escala?
Lo que vemos en este texto, y en el libro de Job, son expresiones del hecho
de que Dios está actuando en la vida de sus seguidores para transformarlas,
para su gloria, a su propia imagen. “La misma imagen de Dios se ha de repro-
ducir en la humanidad. El honor de Dios, el honor de Cristo, están comprome-
tidos en la perfección del carácter de su pueblo” (DTG 625). La vida de Job fue
un ejemplo de cómo los seres humanos pueden revelar estos principios, aun
cuando Job haya vivido hace muchos miles de años. El pueblo de Dios en cada
época tiene también el privilegio de vivir su vida de la misma manera.
¿Qué hay en tu vida que trae gloria a Dios? ¿Qué dice tu respuesta acerca de ti
mismo, de cómo vives y de qué cambios puede que necesites hacer?
Reavivados por su Palabra: Hoy, Job 3 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Viernes 23 de diciembre // Lección 13
Reavivados por su Palabra: Hoy, Job 4 – Durante esta semana, PP caps. 54, 55.
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Lección 14: Para el 31 de diciembre de 2016
ALGUNAS LECCIONES
DE JOB
Sábado 24 de diciembre
PARA MEMORIZAR:
“He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la
paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericor-
dioso y compasivo” (Sant. 5:11).
Reavivados por su Palabra: Hoy, Est. 1 – Durante esta semana, PP cap. 53.
Domingo 25 de diciembre // Lección 14
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Lección 14 // Lunes 26 de diciembre
EL MAL
Una de las grandes preguntas que ha desafiado el pensamiento humano es
acerca del mal. Aunque algunos filósofos y algunos devotos fanáticos han negado
la existencia del mal, la mayor parte de las personas no estaría de acuerdo con
ellos. El mal es real; es parte de este mundo. Aunque podamos discutir sobre qué
es o qué no es el mal, la mayoría de nosotros “lo conocemos cuando lo vemos”.
A veces ponemos el mal en dos categorías amplias: natural y moral. El mal
natural se define como la clase de desastres naturales que producen sufri-
miento, tales como terremotos, inundaciones o pestes. El mal moral resulta de
acciones deliberadas de otros seres humanos, tales como homicidios o robos.
Muchas teorías, antiguas y modernas, intentan explicar la existencia del mal.
Siendo adventistas del séptimo día, creemos que la Biblia enseña que el mal se
originó con la caída de un ser creado, Lucifer. La cultura popular, ayudada por
especulaciones filosóficas materialistas, ha negado la idea de Satanás. Pero eso
solo se puede hacer al rechazar las Escrituras, que describen a Satanás como
un ser real que trata de hacer todo el daño posible a los humanos.
Esta es una verdad revelada en el libro de Job.
Lee Job 1:1 hasta Job 2:8. ¿De qué manera estos dos capítulos nos
ayudan a entender la actuación de Satanás en el mal en el mundo?
En el caso de Job, Satanás fue el responsable por el mal, tanto moral como
natural, que le sobrevino. Pero lo que vemos en el libro de Job no significa que
cada ejemplo de mal o de sufrimiento sea el resultado directo de la actividad
demoníaca. El hecho es que, del mismo modo en que los personajes del libro
de Job, no entendemos todas las razones por las cosas terribles que ocurren.
De hecho, el nombre de “Satanás” nunca apareció en los diálogos con respecto
a las tragedias de Job. Ellos echaban la culpa a Dios y a Job, pero nunca a Sa-
tanás mismo. Pero el libro de Job debería mostrarnos quién es el responsable,
en última instancia, del mal que hay sobre la Tierra.
¿Qué nos muestran los siguientes textos acerca de la realidad de Satanás? Apoc.
12:12; Mat. 4:10; 13:39; Luc. 8:12; 13:16; 22:3, 31; Hech. 5:3; 1 Ped. 5:8. Pero,
más importante aun es qué ejemplos tienes de la influencia de Satanás en tu
vida. ¿De qué forma puedes protegerte de él?
98
Martes 27 de diciembre // Lección 14
Lee Juan 8:1 al 11. ¿Qué reveló Jesús aquí que les faltaba mucho a
estos hombres?
En estas historias, hay una diferencia grande entre la mujer tomada en adul-
terio y sus acusadores por un lado, y Job y sus acusadores, por el otro. La mujer
era culpable. Aunque ella podría ser menos culpable que los que la acusaban, no
había dudas de su culpabilidad. En contraste, Job no era culpable, por lo menos
en el sentido de culpa que sus acusadores le enrostraban. Pero, aun si él hubiera
sido culpable como esta mujer, lo que Job necesitaba era lo que esta mujer tam-
bién necesitaba, y que toda persona que sufre necesita: gracia y perdón.
“En su acto de perdonar a esta mujer y estimularla a vivir una vida mejor, el
carácter de Jesús resplandece con la belleza de la justicia perfecta. Aunque no
toleró el pecado ni redujo el sentido de la culpabilidad, no trató de condenar
sino de salvar. El mundo tenía para esta mujer pecadora solamente desprecio
y escarnio; pero Jesús le dirigió palabras de consuelo y esperanza” (DTG 427).
Lo que el libro debe enseñarnos es que necesitamos dar a otros lo que nos
gustaría recibir si estuviéramos en su lugar. Claro que hay lugar para repren-
siones, para confrontaciones, pero antes de que consideremos realizar esa fun-
ción, debemos recordar humilde y mansamente que nosotros mismos somos
pecadores.
¿De qué modo podemos aprender a ser más compasivos con los que sufren, aun
si sufren por sus propias acciones equivocadas?
99
Lección 14 // Miércoles 28 de diciembre
¿Qué textos bíblicos dicen explícitamente que tenemos una gran esperanza que
trasciende cualquier cosa que este mundo ofrece? (Ver, por ejemplo, Heb. 11:10;
Apoc. 21:2.)
100
Jueves 29 de diciembre // Lección 14
JESÚS Y JOB
Los estudiantes de la Biblia a lo largo de los siglos han procurado encontrar
similitudes entre la historia de Job y la de Jesús. Y, aunque Job no es precisa-
mente un “tipo” de Jesús (como lo fueron los animales del sistema de sacrifi-
cios), existen algunas semejanzas. En ellos podemos encontrar otra lección de
Job: la de cuánto costó nuestra salvación para el Señor.
Compara Job 1:1 con 1 Juan 2:1; Santiago 5:6; y Hechos 3:14. ¿Qué
similitudes hay allí?
Lee Mateo 4:1 al 11. ¿Qué semejanzas existen aquí entre Jesús y Job?
Lee Mateo 26:61; Lucas 11:15 y 16; y Juan 18:30. ¿De qué modo estos
textos encierran similitudes con la experiencia de Job?
Compara Job 1:22 con Hebreos 4:15. ¿Qué semejanzas hay aquí?
101
Lección 14 // Viernes 30 de diciembre
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103
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de estudio erudito y comprensible para todos los lec-
tores. Los comentarios agregados al texto bíblico son
muy importantes para cada pastor que predica y enseña
las Escrituras. Mi anhelo es que cada evangelista, pastor
y miembro laico tenga este poderoso recurso que la
Iglesia pone en nuestras manos.
—Ricardo Bentancur, Director de Publicaciones Internacionales
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¿Son suficientes para mí la vida, muerte y resurrección
de Jesús, no solo para proveer para mí una amistad eterna
con Dios, sino para capacitarme a fin de enfrentar los
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Jackson indica que a medida que contemplemos la cruz de
Cristo, seremos arrobados por sus incomparables encantos.
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¿Por qué estoy aquí?
¿Qué me depara el futuro?
¿Cómo puedo vivir para siempre?
¿Qué significan las profecías del Apocalipsis?
¿Si Dios es tan bueno, ¿por qué hay tanto sufrimiento
en el mundo?
Con esta guía de estudios, podrá entender mejor lo que la Biblia dice. Permita que la Palabra de
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