Sei sulla pagina 1di 1

La poesía española en las tres décadas posteriores a la guerra civil.

Miguel Hernández, Blas de


Otero y Gil de Biedma.

Con la victoria franquista coincide que muchos autores han muerto ( Lorca o Machado),
otros exiliados (Alberti, Cernuda) o en la cárcel ( Miguel Hernández). Los poetas
simpatizantes del régimen (arraigados), eran Leopoldo Panero o Luis Rosales cuya
visión del país era idealizada y sus metros clásicos. Los poetas republicanos presentaban
una visión triste del mundo que solo se supera con la poesía. Publicaban en las revistas
España e Ínsula , sobre todo Vicente Aleixandre ,Blas de Otero y Dámaso Alonso. En
sus escritos proyectan su deseo de justicia social en un tono áspero y la religión es
tratada con dudas lo cual provoca desesperación. En los años sesenta destacan Ángel
González, Goytisolo, Claudio Rodríguez y Gil de Biedma. Su temática es amorosa
desde un punto de vista erótico con incursiones en el amor homosexual. La crítica social
la edulcoran con ironía y humor para encubrir su tristeza.

Miguel Hernández es un poeta puente entre el grupo del 27 y la poesía de posguerra.


En 1936 publica El rayo que no cesa acerca del dolor que provoca el amor no
correspondido a través de imágenes surrealistas como el rayo o elementos puntiagudos
que dañan el alma. Con Viento del pueblo inaugura una etapa comprometida con la
República en el que aparece el pueblo oprimido y el poeta salvador. El hombre acecha
expone los horrores de la guerra y cuando lo detienen por su simpatía con el bando
republicano escribe Cancionero y romancero de ausencias en el que retoma el tema
amoroso echando en falta a su mujer e hijo y manifestando dolor por la falta de libertad.
En sus obras la pena va ligada al amor o la muerte, el amor a la pasión, a la maternidad
o al matrimonio así como el odio se vincula con la crueldad.

Blas de Otero comienza con una temática religiosa y existencialista con Ángel
fieramente humano aunque por influencia de Sartre evoluciona en una obra más social
en la que se anteponen los problemas humanos a la estética formal. El poeta busca en la
solidaridad el camino que no halló con la religión; desea la convivencia fraternal y la
paz. Formalmente es más sencillo para llegar a un público más extenso aunque el
trasfondo es serio y concentrado. Con Historias fingidas o Mentiras elabora una poesía
sin sujeciones formales pero enriqueciendo el léxico empleado centrada en la intimidad.

Gil de Biedma tenía como leimotiv el paso del tiempo de la infancia a la madurez y el
amor, todo ello enmarcado en un ámbito urbano. En Las personas del verbo se recogen
Compañeros de viaje ( donde trata la infancia, la adolescencia, la amistad así como el el
sufrimiento de España), Moralidades ( aborda la nostalgia del tiempo pasado, los
valores burgueses y la Guerra civil) y Poemas Póstumos ( expone su tristeza y
desilusión por el inevitable paso del tiempo). Destaca el registro coloquial referido a un
“tú” o a un “vosotros” y la intertextualidad con citas y autocitas.

Potrebbero piacerti anche