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LA INICIACIÓN CRISTIANA EN EL NUEVO

TESTAMENTO1

Del conjunto de textos del Nuevo Testamento se observa ya con claridad la existencia
de un proceso de iniciación cristiana, si bien embrionario o de forma incipiente. El
bautismo ocupa el lugar prominente en este proceso.

HECHOS DE LOS APÓSTOLES

Se nos narra de diversas formas como aumenta el numero de miembros de la Iglesia y


como se extienden las primeras comunidades cristianas. En estas narraciones se informa
de cómo era el proceso de iniciación y algo de doctrina.

a) Hch 2,37-38.40-42.47. Notas a destacar de este texto en referencia a la


iniciación son: El anuncio explicito y la acogida favorable por parte de los
oyentes. Invitación a la conversión y posterior bautismo. Se hace la primera
mención al bautismo en el nombre de Jesucristo y relación bautismo, perdón de
los pecados y recepción del Espíritu Santo. El fin es sumarse a la Iglesia, para
ser parte de la comunidad hay que bautizarse.
b) Hch 8,5.12-13.14-18. Se explicita el anuncio del kerigma, aceptación de la fe,
bautismo en el nombre de Jesús, la invocación del Espíritu Santo. Como
novedad la imposición de manos. Durante mucho tiempo esta pericopa se ha
usado para fundamentar la confirmación pero a día de hoy los exagetas afirman
que no hay fundamentos solidos para tal cosa.
c) Hch 8,27-40. Primer gentil bautizado. Anuncio de la Buena Noticia de Jesús
desde la Escritura (Antiguo Testamento), petición por parte del oyente del
Bautismo, profesión de Fe en Cristo, y el bautismo.
d) La conversión de Pablo (Hch 9,17; Hch 22,16). A destacar Bautismo y perdón
de los pecados. Recepción del Espíritu Santo
e) Hch 10,44-48. Conversión y bautismo de Cornelio. El Espiritu Santo es
derramado sobre los gentiles. Este hecho es antes del bautismo, es la propia
acción de Dios la que mueve al bautismo. Pedro bautiza. El bautismo es
necesario, es indispensable.

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Manual Bautismo y Confirmación páginas 15-31

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f) Hch 16,13-15. Lidia acoge la palabra proclamada por Pablo y se bautiza. Es
Dios quien mueve y abre su corazón para la acogida. La iniciativa de Dios.
g) Hch 16,30-34. Conversión del carcelero. Hay una catequesis kerigmatica,
confesar la fe en Jesucristo y posterior bautismo.
h) Hch 19,1b-7. Se diferencia entre el bautismo de Jesús y el de Juan. El de Juan se
podría asemejar a un sacramental, como lo es la ceniza, un signo de conversión.
El Espíritu Santo vinculado al bautismo.

De todos estos textos se pueden señalar unos elementos comunes: Predicación y


anuncio, podría entenderse como una catequesis kerigmatica fundamentada en la
Escritura que se cumple en Cristo. Acogida por parte de los oyentes y petición del
bautismo, confesión de fe en Cristo Jesús y el bautismo, que se recibe el Espíritu Santo
y el perdón de los pecados.

LITERATURA PAULINA

En las cartas paulinas encontramos que el bautismo es generalizado en todas las


Iglesias. La pretensión de Pablo no es hacer teologia sobre el bautismo, su intención es
exhortar y recordar a los cristianos lo que recibieron por el bautismo.

a) 1 Cor 1,12b-15.17. Para Pablo el bautismo nos asocia a la muerte de Cristo y la


pertenencia a Cristo por el bautismo. La unidad de la Iglesia se fundamenta en el
bautismo recibido.
b) 1 Cor 6,11. El bautismo lava de todo pecado y toda la comunidad ha sido por
tanto lavada de su pecado. Se reprocha la conducta inmoral después del
bautismo.
c) 1 Cor 10,1-6a.11. La iniciación cristiana esta asociada a una experiencia
comunitaria. En este texto Pablo introduce la tipología. Es decir, en el AT hay
figuras (Anti-tipo) que se nos anticipan y se dan de forma plena (Tipo) en el NT.
En este caso con el paso del mar rojo y el bautismo, y la comida y bebida en el
desierto con la Eucaristia.
d) 1 Cor 12,12-13. La unidad. Ser incorporado a Cristo es ser incorporado a la
Iglesia. Agregación a la Comunidad Cristiana por medio del bautismo.
e) Rom 6,2-6. Texto más importante sobre el bautismo en Pablo. Por el bautismo
hay una verdadera transformación de la persona. Se destruye la condición
pecadora del hombre y se asocia a Jesucristo. El bautismo trae consigo también

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una exigencia: vivir como Cristo. Hemos sido asociados a su muerte y
resurrección. Hemos muerto al pecado.
f) Gal 3,26-28; 4,6-7. Relación entre bautismo y fe. El bautismo nos hace Hijos de
Dios. Por el bautismo recibimos la fe, que nos une a Cristo y nos hace hijos de
Dios, en el Hijo por la fe.
g) Ef 1,13-14. Dimensión pneumatológica y escatológica del bautismo.
h) Ef 2,5-6, 19-22. Por el bautismo se da una pertenencia a la Iglesia militante y la
promesa de la pertenencia a la Iglesia glorificada, promesa de vida eterna.
Dimensión escatológica.
i) Ef 5,14. El bautismo como iluminación que será tan importante para los Padres
de la Iglesia. No se trata de adquirir una serie de conocimientos; es recibir la luz
de Dios para ver el mundo, la realidad, la propia vida desde Cristo.
j) Col 2,11-15. Permanecer fieles a Cristo por el bautismo. El bautismo es como
antitipo de la circuncisión judía y por tanto tiene una singular fuerza purificadora
el bautismo.
k) Tit 3,4-8. Perspectiva histórico-salvifica, trinitaria y escatológica del bautismo.
Efusión del Espíritu Santo, el bautismo como regeneración y renovación por el
Espíritu. Los efectos del bautismo son causados por el Espíritu Santo y su acción
sobre nosotros.
l) Heb 6,1-6. Alusión a una instrucción elemental previa al bautismo y se reafirma
la unicidad del bautismo con la crucifixión de Cristo.

1 CARTA DE PEDRO

El bautismo como segundo nacimiento, nos asocia a la resurrección de Cristo. El diluvio


universal como tipo del Antiguo Testamento que nos anuncia el Bautismo, de nuevo
idea asociada a la renovación, segundo nacimiento. Surge una humanidad nueva,
regenerada interiormente. También es figura de la muerte y resurrección de Cristo a la
que se asocia el bautizado.

LITERATURA JOÁNICA

En la literatura joánica se puede observar de forma velada algunos elementos de la


iniciación cristiana y en especial del bautismo.

En Evangelio de Juan encontramos:

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a) Dialogo con Nicodemo (Jn 3,1-21). Binomio agua-espiritu. Asociación del
bautismo a un segundo nacimiento. En la tradición se ha interpretado este texto
como una prueba de la necesidad del bautismo para la entrada en la Iglesia.
b) En las curaciones del paralitico de Betesda (Jn 5,1-19) y la curación del ciego de
nacimiento (Jn 9,1-38) la catequesis tradicional ha visto en figuras del bautismo.

En las cartas Joánicas en especial en la primera encontramos dos alusiones veladas.


Una a la unción que reciben los cristianos, como alusión al Espiritu Santo que se
infunde en la iniciación cristiana (1 Jn 2,20.27) y la relación que se hace entre
Bautismo, misterio pascual y Pentecostés. (1 Jn 5,6-8)

Por último en el Apocalipsis en Ap 7,13-14, si bien tiene un carácter escatológico,


evoca la relación entre bautismo y el misterio de la cruz.

FIGURAS BÍBLICAS DEL BAUTISMO2


En la Escritura encontramos ya vestigios de cómo se asocia a hechos del Antiguo
Testamento como tipos del bautismo, que la liturgia y los santos padres se encargaron
de desarrollar. Son los siguientes:

a) El Bautismo en la creación: las aguas primordiales, principio del cosmos,


aguas vivificantes, principio de vida y de fecundidad, todo en virtud del Espíritu.
b) El diluvio, bautismo del mundo. El arca es la Iglesia y la paloma (el Espiritu
Santo). Relación entre bautismo-juicio, juicio de condenación y de salvación,
nueva humanidad. En la Escritura lo encontramos en 1 Pe 3,18-21.
c) La circuncisión: purificación (una circuncisión espiritual), signo de la
incorporación a la Iglesia, como lo fue a Israel, el sello de la alianza con Dios (lo
encontramos en el Ciclo de Abraham). En el NT lo encontramos Rom 4,11 y Gal
6,14-15
d) Ciclo del Éxodo: paso del Mar Rojo fue un bautismo. El bautismo como
liberación de la esclavitud del pecado, como victoria sobre Satanas (el Faraón).
e) El paso por el desierto: Las aguas amargas de Mara que se vuelven dulces por
el madero o cayado (la Cruz), el agua que brota de la roca del Horeb, agua que
apaga la sed del pueblo, fuente de aguas vivas (cf. Jn 4,14, 7,37-39)
f) El paso del Jordan: Pasar la frontera que separa el desierto con la tierra
prometida. La tierra prometida se interpreta como la Iglesia, el Reino de los
cielos. Se le da también una dimensión escatológica.
g) Ciclo Elías y Eliseo: Paso del Jordan y arrebato de Elías al cielo. El carro de
fuego se asocia al bautismo como iluminación, dimensión escatológica.
saneamiento de las aguas de Jericó, por el bautismo se pasa de la muerte y

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Manual Bautismo y Confirmación páginas 113-115

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esterilidad a la vida y fecundidad. La curación de Naamán, el bautismo como
purificación y como regeneración.

LOS EFECTOS DEL BAUTISMO3


Los diversos efectos están relacionados entre sí y la suma del conjunto nos hace
entender en su totalidad la gracia del bautismo.

a) El perdón de los pecados. Elemento principal o uno de los efectos principales y


primordiales. 4 A diferencia del Bautismo de Juan que es un bautismo de
conversión que se inicia, el sacramento del bautismo es una conversión en el
acto. El hombre queda por el bautismo renovado, es una nueva criatura. Los
Santos Padres lo denominaran Katharsis. El bautismo perdona todos los
pecados. Es tal la fuerza del bautismo que vence todo pecado y por tanto se trata
de un nuevo nacimiento. En la Edad Media se asienta el bautismo de niños y se
abandona el bautismo de adultos por lo que pierde fuerza esta idea de
eliminación de todos los pecados y se comienza asociar el bautismo con el
perdón del pecado original. Hay una diferencia entre la culpa y la pena. Dios me
perdona mis pecados pero queda la reparación del bien. Con el bautismo no hay
rastro de la culpa o del pecado original pero si quedan sus consecuencias. La
concupiscencia. Por tanto el hombre aun bautizado, no puede no pecar como
consecuencia del pecado original.
b) Nuevo nacimiento, filiación divina, divinización. Eliminados los obstáculos
del pecado se entra en la filiación divina (cf. Jn 3,3-7). Cristo identifica nacer de
nuevo con el nacimiento del agua y del Espíritu. Por el bautismo nos hacemos
hijos en el Hijo, se da una adopción filia. Solo por la vida del Hijo a la que
somos incorporados somos Hijos de Dios. La vida de Dios ha sido comunicada a
nosotros por el bautismo, en la medida que es posible como criaturas. La parte
de la vida divina que compartimos es la semejanza5. El bautismo nos devuelve la
semejanza a Dios. La filiación tiene la iniciativa en el Padre y el Hijo es la
mediación. Somo incorporados a Cristo. Los Padres denominaran a este hecho
divinización. Esta divinización es real y no metafórica. Centrada en la semejanza
y podemos asemejarnos a Dios en nuestra condición de criaturas.
c) La nueva creación. Surge un hombre nuevo, del mismo modo que Dios creo a
Adán del barro, el hombre es recreado por el agua del bautismo, lo hace una
nueva criatura. Pasamos de ser no hijos, a ser hijos, de vivir en pecado a vivir en
la gracia. Se trata de una elevación del orden natural al orden sobrenatural,
resulta un hombre nuevo más brillante que el anterior. El autor de esta nueva
creación es el mismo creador de la Primera, Dios mismo.

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Manual Bautismo y Confirmación páginas 175-202
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Con la caída del Imperio Romano y la posterior invasión barbara este aspecto se acentuo por encima
de los demás. Convirtiendo los sacramentos en medicina o solución para los pecados.
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Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Por culpa del pecado perdimos la semejanza.

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d) Justificación, santificación, consagración. Por el bautismo todos somos
santificados y justificados, ya que vaciada el alma de todo mal se llena del amor
de Dios, de su santidad. De la santidad deriva la consagración. Todo lo que está
lleno de Dios esta consagrado a Dios, está en función de Dios dedicado a él. El
bautizado se convierte en templo santo de Dios y está dedicado por entero a
Dios.
e) Iluminación. Para entender mejor este efecto hay que tener en cuenta al Ciego
de nacimiento (Jn 9). La fe es inferida por el bautismo e ilumina el corazón y la
mente del hombre para comprender mejor mi vida y mirar la realidad como Dios
la ve. Descubrimos la confianza plena en Dios. La fie tiene dos elementos: Fides
qua (confianza en Dios) y la Fides quae (contenidos de la fe). Como me fio de
Dios comprendo mejor los contenidos de la fe y puedo vivirlos en el día a día.
f) Vida en Cristo. Con el bautismo queda inaugurada una nueva vida, una vida en
Cristo. Esta nueva vida presenta diferentes facetas:
 Somos incorporados a Cristo
 Somos dominio de Cristo, somos propiedad de Jesucristo. Esto implica
que el bautizado queda bajo el amparo y protección del Señor.
 Configurado con Cristo muerto y resucitado, queda configurado por esta
experiencia de pasión, muerte y resurrección.
 Nos revestimos de Cristo por el bautismo. La vestidura blanca como
signo de la participación de la gloria de Cristo.
 Una relación de unión que tiene un carácter nupcial.
g) Sello y carácter. El carácter se define como la marca indeleble en el alma
humana que produce un sacramento. Esta cuestión no esta en el Nuevo
Testamento. La cuestión del carácter sacramental surge con San Agustín quien
acuña esta expresión y es provocado por el debate que tiene con los herejes y
cismáticos que bautizan. San Agustín se pregunta si los que son cismáticos o
herejes y pertenecen a una iglesia no verdadera si su bautismo es válido o no. El
quiere salvaguardar la irreiterabilidad del bautismo. Por ello desarrolla este
concepto de carácter sacramental que no terminara de desarrollar.Sera
profundizado y asentado por la escolástica. Desde Santo Tomas de Aquino el
carácter sacramental queda inserto en el Res et Sacramentum. Ya que es una
realidad que no se puede borrar porque es un don Espiritual de Dios y además es
signo de la marca que Dios hace en el corazón del hombre. Si recibo el bautismo
en una iglesia separada o no en plena comunión con la Iglesia Católica tiene
carácter sacramental pero no recibo plenamente los efectos del bautismo ya que
no hay comunión plena con la Iglesia de Cristo.
h) Sacerdotes, reyes y profetas. Compartimos la misma vida divina de Cristo en
nuestra condición de criaturas por el bautismo. El Bautismo es el sustendo del
cuerpo místico de Cristo. Somos unidos de tal manera a Cristo que formamos un
solo cuerpo que es la Iglesia y Cristo es su cabeza. Jesucristo da vida a todo el
cuerpo y aquello que es de la cabeza, de Cristo, pasa al cuerpo en cuanto
podemos asumir como criaturas. Cristo es sacerdote, profeta y rey. Son tres

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términos que describen la identidad de Cristo y su misión. Lo que es suyo pasa a
los cristianos que por el bautismo participamos de la dignidad sacerdotal,
profética y real del mismo Cristo. A este se le denomina tria munera christi. La
unción con el crisma expresa la unción del Espíritu. El Espíritu Santo es quien
nos hace participar en la misión e identidad de Jesucristo. Por el bautismo
participamos del sacerdocio de Cristo y es un sacerdocio real. La diferencia con
el presbiteral es en esencia, no en grado. (Cf. LG 10-11). El único sacerdocio es
el de Cristo y nosotros participamos de él o bien por el bautismo o por el
sacramento del Orden. El sacerdocio ministerial está en función del sacerdocio
común. Este último tiene sentido en sí mismo, el ministerial solo en función del
sacerdocio común.
i) Seguridad y optimismo. Insta al creyente a vivir una situación privilegiada de
seguridad y optimismo. En los sacramentos por efecto de la gracia existe una
alegría interna al recibirlos.

EXIGENCIAS DEL BAUTISMO6


Siempre que Dios nos otorga un don espiritual trae consigo una tarea. Las exigencias
propias del bautismo tienen una doble dirección: en orden a asegurar el debido
desarrollo de las virtualidades contenidas en el bautismo con vistas a la autorrealización
del cristiano y en orden a las responsabilidades que se derivan del bautismo en la iglesia
y en el mundo.

Las exigencias del bautismo son:

i. Conservar el bautismo. Hay que poner en conservar el don recibido el mismo


empeño que se ha puesto en recibirlo. La imagen de la vestidura blanca como
signo de los dones a conservar. Los medios para conservarlo por excelencia son
la Eucaristía y la Confesión. Existen otros medios como la oración, la vida
eclesial, la renovación de las promesas bautismales en la Vigilia Pascual.
ii. El combate cristiano. Unidos a Cristo por el bautismo nos unimos a su lucha
contra el pecado. Vencer con Cristo y en Cristo la fuerza del pecado. Por el
bautismo se ha eliminado el pecado original pero no la concupiscencia, la marca
que deja el pecado original. La concupiscencia provoca en nosotros que nos sea
más apetecible el pecado que la virtud y es por ello un combate continuo el del
cristiano.
iii. Vivir en Cristo. El misterio pascual vivido por primera vez en el bautismo se
convierte en el fundamento de la vida cristiana. El bautizado vive cada vez más
profundamente y de forma más real la Pascua de Cristo, ya que hemos sido
revestidos por Cristo. Al ser revestidos por Cristo en el bautismo estamos
obligados a imitar a Cristo, a vivir como Cristo.

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Manual Bautismo y Confirmación páginas203-214

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iv. Vivir según el Espíritu. Desde el momento del bautismo el Espíritu Santo
habita en nosotros para animar y vivificar nuestra vida desde nosotros mismos.
La Persona del Espiritu se convierte en norma de vida del cristiano. No solo
propone una nueva forma de vida sino que el mismo Espiritu ayuda a cumplirla.
Conforme a esa misma ley del Espíritu, el bautizado debe dejar que le siga
moldeando a lo largo de la vida la misma mano de Dios que le formo en el señor
materno de la piscina bautismal y el va renovando y configurando cada vez más
según la imagen de Cristo.
v. Vivir en la Iglesia y para la Iglesia. El bautismo nos hace miembros de la
Iglesia. El fiel ha de mantener viva su pertenencia a la Iglesia, donde se hace
más visible en la participación de la Eucaristía. Atento a las necesidades de su
iglesia particular. No se puede vivir la fe en solitario hay una dimensión
comunitaria. La fe es personal pero no individualista.
vi. Comprometidos en la misión de Cristo y de la Iglesia. En virtud del bautismo
el fiel tiene el derecho y el deber de participar en la misión de Cristo y de la
Iglesia. Todo cristiano esta llamado a vivir la triple función de Cristo (sacerdote,
profeta y rey) y poner al servicio los dones recibidos.
vii. La ley del crecimiento. El bautismo como punto de partida, todo esta de forma
germinal y necesita de su desarrollo y expansión. El bautismo nos integra en una
vida en tensión que nos hace desear de forma más plena los dones recibidos y
que esperamos disfrutar en la vida eterna pero ansiamos disfrutarlos ya en esta
vida. Una necesidad de seguir creciendo y profundizando en el don de la fe
recibida por el bautismo.
viii. Tensión escatológica. El bautismo nos hace ciudadanos del cielo, y nuestra
meta e ideal se encuentra en la vida futura. Pero deseamos pregustar aquello que
anhelamos en el hoy. En el bautismo se nos invita a vivir y a desear todo aquello
que nos espera en el hoy que vivimos y no se puede hacer por nuestros propios
medios sino por medio de la acción de la gracia.

RELACIÓN BAUTISMO, CONFIRMACIÓN Y


EUCARISTÍA7
En relación con el Bautismo, la confirmación siempre ha sido un tema delicado dentro
de la teología. Esta relación asienta las bases del sacramento de la confirmación y ayuda
a comprender mejor la dimensión y profundidad de dicho sacramento. El bautismo y la
confirmación se relacionan entre si:

i. La confirmación tanto en el Occidente como en el Oriente cristiano se ha


asociado al concepto de fortalecimiento, asociado también a otros conceptos
como perfección y complemento. Por tanto la confirmación se considera como

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Manual Bautismo y Confirmación páginas 223-226

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un robustecimiento, una ratificación, un perfeccionamiento y un complemento
del bautismo.
ii. Ha habido diversas analogías que se han utilizado para ilustrar el tipo de relación
que existe entre ambos sacramentos. La que mayor acogida ha tenido en la
tradición ha sido una de carácter biológico; la confirmación es el bautismo lo
que el crecimiento al nacimiento: la confirmación significa edad adulta,
madurez. Otra analogía es si por el bautismo nos alistamos al ejercito del Señor
en la confirmación nos equipamos para el combate.
iii. En la Tradición otro recurso ha sido añadir a la confirmación un plus sobre el
bautismo, se establece que la confirmación como el sacramento de la plenitud de
la gracia.

Ambos sacramentos, Bautismo y Confirmación están orientados hacia la Eucaristía, son


preparaciones sacramentales para la Eucaristía. La relación es ontológica, nace de la
naturaleza misma de uno y otro sacramento.

Por el bautismo hemos sido asociados a Cristo, en su pasión, muerte y resurrección, por
la confirmación es una mayor asociación y profundización en el Misterio de Cristo y en
la Iglesia. La confirmación refuerza la configuración en el sacerdocio de Cristo Sumo
Sacerdote y participa de forma más activa y plena en el sacrificio de la Nueva Alianza.
Por tanto la configuración nos capacita para percibir mejor los frutos de la Eucaristía.

CONFIRMACIÓN Y COMUNIDAD MESIÁNICA8


La confirmación nos unimos más estrechamente a la Iglesia, nos hacemos militantes.
Hay una verdadera unión entre el proyecto de la Iglesia y mi propio proyecto. Llamado
a difundir la fe. Soy parte de la Iglesia y de una forma activa.

La confirmación, como celebración de la Iglesia. La celebración del sacramento que


siempre es dentro de la Iglesia es dentro de ella un acontecimiento eclesial al nivel
profundo del misterio: es la autorrealización de la Iglesia como organismo de salvación
animado por la presencia y actividad del Espiritu Santo. En otras palabras, la Iglesia por
el sacramento de la confirmación se va construyendo, creciendo y estructurando en la
medida que los fieles por medio del sacramento se integran de forma más plena en la
Iglesia por medio del Espíritu Santo.

La confirmación, incorporación más perfecta en la Iglesia. Es el sacramento


presidido por el Obispo si bien no es lo central del sacramento si significa la plena
comunión con la Iglesia Local y la Iglesia Universal representada por el Obispo. El
Obispo es garante del testimonio que va a dar el confirmado. El confirmado por su parte
da un paso más firme y consciente de su plena incorporación en la Iglesia,
comprometiéndose a emplearse más a fondo y responsabilizarse de la misión de la

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Manual Bautismo y Confirmación páginas 243-245

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Iglesia como misión propia, es un miembro más activo y consciente del Cuerpo de
Cristo.

ETAPAS DEL RITUAL DE LA INICIACIÓN CRISTIANA


En el proceso se unen los elementos litúrgicos y catequéticos. Para poder ser sujetos de
este ritual de forma consciente y libre, los catecúmenos son acompañados por la
comunidad cristiana y reciben el ejemplo de toda la comunidad cristiana y la comunidad
cristiana se renueva por su ejemplo. No hay que confundir evangelización con
catequesis. La catequesis es un proceso de fidelizacion para aquellos que ya conocen a
Cristo y quieren profundizar en su fe Cristiana. La Evangelización es dar a conocer a
Cristo. Las etapas de este proceso son:

1. Periodo de Pre-catecumenado. El objetivo es conseguir la conversión inicial.


Generar en la persona que se acerca por primera vez una voluntad de seguir a
Cristo. A aquellas personas que se encuentran en este periodo se les denomina
simpatizantes. Esta es la etapa de Evangelización
2. Periodo de Catecumenado. Para iniciar esta etapa ha habido el Rito de
Entrada. Una vez realizado dicho rito, el simpatizante pasa a ser catecúmeno e
inicia una nueva etapa. Esta etapa es el proceso de maduración y conversión se
alargara tanto tiempo como sea necesario y puede prolongarse incluso años. Este
periodo se sustenta en tres patas: Catequesis profundizando en lo doctrinal y lo
bíblico, la liturgia y la caridad. Lo fundamental en esta etapa son las
celebraciones de la Palabra de Dios que unen los tres elementos anteriormente
citados. Se celebra la Palabra de Dios dentro de un contexto litúrgico y se
confiere la instrucción en los símbolos de la fe y una introducción a la vida de
oración. Dentro de este periodo se dan dos ritos importantes: La entrega del
Símbolo apostólico y la entrega de la Oración dominical.
3. Tiempo de purificación e iluminación. Para pasar del periodo del
catecumenado a este tiempo de purificación e iluminación hay un rito previo
llamado rito de Elección o de Inscripción del nombre. Normalmente se ha de
celebrar el primer domingo de Cuaresma. Una vez hecho el rito de elección se
entra en la etapa o tiempo de purificación. Comienza y coincide con el tiempo de
la cuaresma. Durante este tiempo tienen lugar los escrutinios. El objeto de los
escrutinios es purificar las almas, proteger contra las tentaciones y mover la
voluntad. Los escrutinios se celebran el III, IV y V Domingo de Cuaresma.
4. Tiempo Mistagógico. El sábado santo, en la Vigilia Pascual los catecúmenos
reciben los sacramentos de la iniciación cristiana, el bautismo, la confirmación y
la Eucaristía. Una vez recibido los sacramentos se da comienzo a la etapa
mistagógica.

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