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Historia
Periodo intuitivo
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Teorías científicas
Elementos y dimensiones en arcos de fábrica
Elementos
Dimensiones

Tipos de arcos
Arcos conmemorativos
Arcos continuos
Usos

 *
 /
 Arco
Para otros usos de este término, véase Arco.
Arco de un puente, Córcega.

Esquem a de un arco
1.Clave 2.Dovela 3.Trasdós 4.Imposta 5.Intradós 6.Flecha 7.Luz, Vano 8.Contrafuerte.

Arcos ojivales en las ruinas de la abadía de Bolton (siglo XII) en el condado de North
Yorkshire, Inglaterra.
El Arco de Triunfo de París.

Arcos bajo la cubierta de la Casa Milá (o La Pedrera) en Barcelona, España. Diseño de Antonio Gaudí.

En el Antiguo Egipto, los almacenes del Ramesseum fueron construidos con arcos de adobe.

Arco, del latín arcus, derivado del indoeuropeo arkw, es el elemento constructivo de directriz en
forma curvada o poligonal, que salva el espacio abierto entre dos pilares o muros transmitiendo toda la
carga que soporta a los apoyos, mediante una fuerza oblicua que se denomina empuje.
En Arquitectura siempre se ha presentado el problema de salvar los vanos entre dos apoyos; antes de la
invención del hormigón armado y de las vigas de acero, el modo más sencillo de hacerlo era mediante una
sola pieza, dintel, que podía ser de madera o de piedra y, cuando no había piezas del tamaño requerido,
mediante varias piezas pequeñas, trabadas de modo que puedan resistir las cargas que gravitan sobre el
vano.
Funcionalmente un arco se realiza en el lienzo de un muro como coronación de una abertura o vano.
Tradicionalmente un arco está compuesto por piezas (hechas de piedra tallada, ladrillo o adobe)
denominadas dovelas que trabajan siempre a compresión y puede adoptar formas curvas diversas. Este
tipo de elemento constructivo es muy útil cuando se desea salvar espacios relativamente grandes mediante
el aparejo de piezas de reducidas dimensiones.
A pesar de ser un elemento sencillo, y que aparece de forma natural en la construcción de estructuras
desde antiguo, su funcionamiento no fue estudiado científicamente hasta el primer tercio del siglo XIX.
Con anterioridad, para su diseño se empleaban métodos empíricos geométricos que determinaban el
grosor de los estribos, o de la resistencia necesaria de los firmes machones. Estos métodos constructivos
carecían de fundamento científico y se basaban en la capacidad sobredimensionada de las estructuras de
soporte, generalmente los estribos. o el uso de tirantes. El nacimiento de nuevos estudios a mediados del
siglo XIX resolvió en gran medida la teoría del arco, de su trabajo, y de las causas de su desplome. El
empleo de nuevos materiales constructivos, a comienzos del siglo XX, como era el hierro, el acero y
el hormigón armado permitió igualmente la construcción de arcos continuos de gran tamaño, recayendo
su construcción más en el área de la ingeniería que en el de la arquitectura.
Características
Estructuralmente, un arco con dovelas funciona como un conjunto de elementos que transmiten las
cargas, ya sean propias o provenientes de otros elementos, hasta los muros o pilares que lo soportan. De
esta forma el arco es un sistema en equilibrio. Por su propia morfología las dovelas están sometidas a
esfuerzos de compresión, fundamentalmente, pero transmiten empujes horizontales en los puntos de
apoyo, hacia el exterior, de forma que tiende a provocar la separación de estos. Para contrarrestar estas
acciones se suelen adosar otros arcos, para equilibrarlos, muros de suficiente masa en los extremos, o un
sistema de arriostramiento mediante contrafuertes o arbotantes (dando lugar a los arcos apuntados y a
la bóvedas de crucería). Algunas veces se utilizan tirantes metálicos, o en algunas ocasiones de madera,
para sujetar las dovelas inferiores.
Un arco desde el punto de vista del análisis estructural es en definitiva una
estructura hiperestática (o estáticamente indeterminada) de tercer grado. Por esta razón
tres articulaciones harían de un arco una estructura estáticamente determinada (isoestática). Esta idea
permite averiguar el valor de la carga de rotura, o desplome de un arco.
A partir de la estructura de un arco se deducen otros elementos constructivos habituales en
la arquitectura como lo son: las bóvedas y las cúpulas. Una bóveda se genera mediante superposición de
arcos iguales, adecuadamente trabados, para obtener finalmente un elemento constructivo "superficial"; si
los arcos son de medio punto la superficie será semicilíndrica. Una cúpula se puede construir mediante la
conjunción de arcos iguales que se apoyan en una circunferencia; si los arcos son de medio punto la
superficie será semiesférica.
Fábrica
Véase también: Mampostería

Por regla general se han empleado materiales que resisten bien a la compresión y poco a la tracción. Tales
materiales son: la piedra tallada en bloques (denominado: arco pétreo), adobe y ladrillo. La forma más
natural de salvar grandes vanos es mediante el empleo de arcos. Si la forma del arco es la correcta, todas
las dovelas trabajan a compresión. Las estructuras en arco elaboradas con aparejo de fábrica constituyen
una parte fundamental del patrimonio arquitectónico del pasado. Su empleo milenario en la construcción
de arcos ha sido dominante hasta que hiciera en la segunda mitad del siglo XIX aparición el hierro como
alternativa constructiva viable.
En los arcos de piedra, las dovelas tienen la forma de un sólido denominado cuña truncada. Estas dovelas
en muchos casos forman parte del aparejo del muro colindante. Algunos autores crearon escuela
escribiendo sobre la construcción de arcos, como el arquitecto italiano León Baptista Alberti, que
aconseja que las dovelas sean de gran tamaño y muy similares entre sí. La clave debe ser la piedra más
pesada de todas. Formando las juntas entre dovelas un plano perpendicular a la línea curva del intradós.
Las piedras suelen tener una muy elevada resistencia a la compresión, además de una
baja compresibilidad. Es por esta razón por la que se emplea desde antiguo la piedra como elemento de
fábrica en la construcción de arcos. Dichas dovelas pétreas se trababan en algunos casos con
un mortero que proporciona una adherencia extra entre los elementos de la fábrica. La resistencia a la
compresión de los ladrillos es, por regla general, inferior al de las piedras.
Teoría del arco
En un arco, las fuerzas de compresión verticales (el peso propio y sobrecargas), se transmiten como
fuerzas laterales; por esto, deben construirse los arcos junto a algún elemento que haga de estribo, tal y
como un muros de contención. Las dovelas del arco, por su forma, transmiten las fuerzas verticales
convirtiéndolas en dos componentes: uno horizontal y otro vertical. Calcular el empuje de un arco, y
poder decidir qué dimensión deberá tener el estribo, para que el arco sea estable, es una de los problemas
fundamentales constructivos. Algunos lo han definido el "enigma de la arquitectura".
No toda estructura curva es un arco, un ejemplo puede ser el pescante, un voladizo curvo o una simple
viga curva empotrada (ménsula): todas ellas son falsos arcos. Todas ellas siendo estructuras curvas o
poligonales, no transmiten empuje horizontal y se consideran más bien una estructura iso-estática. En la
mayoría de los casos un arco de fábrica es una estructura hiperestática de tercer grado. La comprensión de
este fenómeno hizo que se pudiera comprender los mecanismos de desplome, así como la determinación
de las cargas límite que debe soportar un arco.
La definición de una línea de empujes en el interior de la estructura del arco ha sido desde mediados del
siglo XIX la teoría más habitual en los tratados de construcción. Sin embargo, dada la laboriosidad de este
procedimiento matemático se solía realizar el cálculo de la línea de empujes mediante el empleo de
métodos gráficos o, mediante modelos realizados a pequeña escala. En la actualidad se aplica en la
determinación de los elementos de un arco el denominado método de los estados límites.
Construcción

Cimbra de madera.

Desde antiguo se elaboraban los arcos auxiliándose de cimbras: una estructura auxiliar de madera que
ofrece el soporte inicial de las dovelas antes de la colocación de la clave. Dicho soporte o armadura tiene
forma de celosía y tiene como misión soportar el peso de los elementos del arco hasta que se encaja
la clave. La colocación de la dovela central que cierra el arco (denominada clave) genera el encaje
solidario de las dovelas. Por regla general este último elemento del arco se suele encajar entre las contra-
dovelas del arco a martillazos (generalmente con un martillo de madera) cerrando la estructura por
completo.
Una vez encajada esta última piedra se procede al descimbrado, es decir al desmontaje de la estructura
auxiliar de madera. Justo en ese instante el arco, ya liberado de su cimbra, entra en carga. Las cimbras se
elaboraban de madera y su empleo, por regla general encarecía la construcción de arcos. Gran parte del
estudio de elaboración de arcos, consistía en poder hacerlos con cimbras sencillas. Al ser retiradas las
cimbras de madera, las dovelas del arco empiezan a entrar en compresión unas con otras. Es por esta
razón por la que el descimbrado se realizaba con sumo cuidado, y en un orden preciso. De esta forma no
se sometía al arco a tensiones añadidas o descentradas. Existe en la literatura ejemplos de desplome de
arcos en el proceso de descimbrado.
Desplome y fisuras
Un arco se derrumba cuando las dovelas que lo sostienen, pasan de ser una estructura en equilibrio, a ser
un mecanismo. El ingeniero francés Philippe de la Hire es el primero en analizar como se fisura un arco.
El proceso de descimbrado genera necesariamente fisuras en la estructura de un arco, debido al descenso
de la clave y al asentamiento de las partes del mismo. La fábrica tiende a 'bajar' tras el descimbrado, esta
operación hace que aparezcan grietas en el interior de la clave y en los tercios del extradós (riñones).
Estas fisuras de acomodamiento de las dovelas son muy naturales, y dan lugar a una situación de
equilibrio distinta de la calculada inicialmente. Por regla general el desplome de la estructura se produce
por un inadecuado cálculo de los estribos que deben soportar al arco que, por débil, acaba produciendo su
desencastramiento.
Dentro del análisis plástico de las estructuras con forma de arco, para el análisis de desplomes se parte de
tres hipótesis básicas. En primer lugar se supone que la resistencia a la compresión es infinita, lo que
supone entender que realmente el material del arco es capaz de soportar cualquier carga sin que se
desmorone. Por el contrario, la segunda hipótesis es que el material posea una resistencia a la tracción
nula. Y tercero que el desplome por deslizamiento de las dovelas sea imposible, lo que supone que
la resistencia o adhesión entre ellas es suficiente como para mantener la estructura del arco en su forma
inicialmente diseñada. A partir de estas tres hipótesis se formula en una serie de principios acerca de la
estabilidad y desplome de los arcos. El primero de ellos se enuncia de la siguiente forma:
El derrumbe de un arco cargado no se producirá, si en cada estado sucesivo de carga que atraviesa la
estructura es posible encontrar un estado de equilibrio estáticamente admisible.

En la teoría del derrumbe de arcos se puede decir que es un arco seguro cuando existe una línea de
empujes estáticamente admisible en su interior. La expresión: estáticamente admisible, viene a indicar
que la estructura de carga es acorde con las leyes de la estática. Este principio nace de la observación de
arcos agrietados que perduraron durante siglos con una configuración de equilibrio, diferente a la
diseñada inicialmente. Dentro de la misma línea se tiene un segundo principio del derrumbe de un arco:
El derrumbe de un arco se producirá si puede encontrarse una configuración de colapso cinemáticamente
admisible.
Una configuarción de derrumbe es una estructura en la que surge un cierto número
de rótulas (o articulaciones). Es decir, un arco se desploma cuando aparecen en él tantas grietas que acaba
convirtiéndose en un mecanismo (cinemático o con movimiento). La aparición de grietas causa que el
arco se encuentre en equilibrio inestable. Este principio hizo que se estudiase con detalle la aparición de
grietas, así como su relación con el principio de los trabajos virtuales.
Historia
El arco posee en la historia de la construcción un periodo de seis mil años. Aparece por primera vez en
la arquitectura de Mesopotamia y se transmite a Europa, mediante su uso en el Imperio Romano, hasta
alcanzar su máximo esplendor en el siglo XVI. Esto se produce debido a la intuición básica de los
constructores medievales, que sin conocer la teoría del arco, construyen catedrales y puentes que
permanecen edificados hasta hoy en día. La historia se puede decir que pasa por tres etapas, una primera
en la que se elaboran arcos siguiendo la intuición y experiencia de los constructores, otra en la que se
abstaren propiedades empíricas en modelos geométricos (algunos de ellos sin inspiración científica) y una
tercera en la que los modernos modelos analíticos permiten saber como 'funciona un arco'.
Periodo intuitivo
En la naturaleza aparecen arcos de forma natural, bien sean los que se forman espontáneamente en el paso
de una montaña, que debido al desplome de piedras, se ordenan en disposición estable isoestática de un
arco. O bien, en las cavidades del terreno, que por la erosión de diversos agentes (como son el viento y
el agua), forman vanos en forma de arcos. Todos estos arcos espontáneos, formados en la naturaleza,
quizás fueran la inspiración a los primeros hombres que colocaron piedras imitando la disposición
curvada de los mismos. Los arcos tuvieron significados mágicos debido a su capacidad de sostenerse 'por
ellos mismos', en algunas culturas los grandes arcos de los puentes se atribuían a la obra del diablo. El uso
habitual de arcos en las construcciones que se emplean en algunas culturas, fue dejando los primeros
pasos de un conocimiento empírico que se desarrollaría posteriormente en leyes geométricas. Muchos de
los tratados de la antigüedad muestran este conocimiento sobre la construcción de arcos mediante el
empleo de dibujos geométricos.
Desarrollo empírico

Cálculo del grosor del estribo por método geométrico insertando un hexágono en el hueco del arco. Este
método permite ver como un arco apuntado posee un empuje lateral menor y por lo tanto un estribo de
menor grosor

El arco apareció en Mesopotamia, y en la cultura del valle del Indo. Se utilizó en el Antiguo
Egipto, Asiria, Etruria y más adelante en la Roma Antigua. El arco se utilizaba en edificaciones
auxiliares, estructuras subterráneas y de drenaje; fueron los romanos los primeros en usarlos en edificios
monumentales, aunque se pensaba que los arquitectos romanos aprendieron su uso de los etruscos. El
denominado arco romano es de forma semicircular y construido a partir de un número impar de dovelas,
para que haya una dovela central o clave. Los romanos emplearon este tipo de arco semicircular en
muchas de sus estructuras tradicionales, como acueductos, palacios y anfiteatros. Este arco de medio
punto romano fue considerado por los arquitectos posteriores (hasta llegado el siglo XVIII) como el más
estable de los arcos. Un ejemplo de construcción empírico, era la popular "regla del tercio" que en los
arcos de medio punto bastaba con dimensionar un estribo con el grosor de la tercia parte de su hueco.
En la Edad Media, el uso del arco con dovelas de piedra alcanzó un elevado desarrollo técnico en la
construcción de catedrales; todavía se usa hoy en día en algunas estructuras como en los puentes, aunque
con variados materiales. En el siglo XII la arquitectura gótica comienza a emplear un tipo de arco
apuntado que aprende de las experiencias anteriores: en las estructuras románicas observaron que los
arcos de medio punto, no eran muy perfectos, puesto que algunos fallaban por los riñones (parte media de
cada semiarco), de modo que buscaron un arco en que los riñones fueran menos salientes, de lo que
resultó el arco apuntado. Las reglas para construir arcos se encuentran en la tradición verbal de
las logias de canteros góticos. En muchos casos estas reglas eran complejas de entender y pocas de estas
reglas han llegado directamente desde escritos a nuestros días. En algunos tratados se describe el tamaño
de los estribos mediante trazados de hexágonos inscritos en el arco. Este método fue muy popular y daba
resultados exitosos.
En España hubo teóricos que desarrollaron ideas acerca de su construcción en el siglo XVI, entre ellos
destaca Rodrigo Gil de Hontañón y posteriormente Tomás Vicente Tosca. No obstante, el surgir del
análisis de las estructuras abovedadas de fábrica se produce a finales del siglo XVII. Se puede afirmar que
en la segunda mitad del siglo XVIII, la estabilidad del arco construido con fábrica estaba ya
suficientemente resuelto a efectos prácticos y existían diversos métodos suficientemente desarrollados y
tablas publicadas de uso relativamente sencillo. Fue el físico italiano Galileo Galilei uno de los primeros
en averiguar que los fundamentos empíricos en el diseño de arcos podría tener una causa física, haciendo
ver que la teoría del arco podría explicarse mediante las leyes de la estática.
Teorías científicas
El primero en determinar una teoría acerca de como funciona un arco, recae sobre Leonardo da Vinci,
pero hasta 1670, no se formula el problema en términos científicos, por el físico Robert Hooke que
menciona al final de uno de sus libros, en forma de anagrama, como se asemeja el arco a
la catenaria invertida. El anagrama descifrado, rezaba en latín:
::::::::Ut pendet continuum flexile, sic stabit contiguum rigidum inversum

Robert Hooke menciona esta conclusión, justo tras haber colaborado con Christopher Wren en la
realización de la Cúpula de la catedral de San Pablo. Hooke se da cuenta que un arco se sostiene si en su
espesor hay contenida una catenaria invertida. De la misma forma años después el
matemático Greqory proporciona una forma de dimensionar un estribo, demostrando que si en la
catenaria las fuerzas empujan hacia el interior, en el arco de una catenaria invertida lo hacen hacia afuera.
El matemático francés Philippe de la Hire realiza una aproximación distinta en su Traite de
Mécanique intentando averiguar cual es el peso apropiado de las dovelas con el objeto de mejorar la
estabilidad del arco. Empleando por primera vez un polígono funicular en la descripción de un arco, con
la hipótesis inicial de no existir resistencia entre las dovelas. Posteriormente en el año 1712 publica su
memoria Sur la construction des voütes dans les edifices que influye a las generaciones posteriores de
constructores europeos como en las tablas constructivas de arcos de puentes elaboradas por Perronet.
Tablas populares en la construcción empíricas de puentes europeos hasta la mitad del siglo XIX. en el
último cuarto del siglo XVIII, con la llegada de la revolución industrial aparecen algunos ejemplos de
arcos continuos elaborados con hierro fundido. Uno de los primeros es un arco de puente construido en
1779, y denominado Iron Bridge que cruza el río Severn (Reino Unido) con treinta metros de luz. El
hierro fundido abre paso al empleo posterior, ya en el siglo XIX, del hierro y con ello se aumenta
considerablemente la luz de los puentes. Fue Poncelet uno de los primeros en comprobar que los arcos
eran estructuras hiperestáticas (o redundantes) para cuya solución se requuiere la solución de ecuaciones
de compatibilidad y una ley que relacione las deformaciones con las tensiones.
El ingeniero Pierre Couplet siguiendo una hipótesis diferente que de la Hire logra de forma analítica dar
con un valor mínimo para el grosor de un arco. Por debajo de ese valor el arco coplapsa. La descripción
más empleada posteriormente acerca de la estabilidad de un arco la realiza Coulomb en el año 1773. En
su trabajo muestra siete formas posibles de hacer colapso un arco. Entre 1830 y 1840 se desarrolla
simultáneamente por diversos ingenieros investigadores la teoría de la línea de empujes. Uno de ellos es
H. Moseley que describe la estabilidad de un arco. Resultados que fueron perfeccionados por Jules
Carvallo, y Durand-Claye. Las investigaciones que se hacen con las nuevas teorías, comprobando la
eficiencia de los antiguos métodos empíricos, muestran como a pesar de ser básicamente incorrectas los
resultados constructivos fueran tan sorprendentemente buenos.
La aparición del hormigón y del hierro a comienzos del siglo XX hizo que la forma constructiva de los
arcos dejase de ser mediante el trabazón de piezas, para llegar a construir arcos continuos. Pronto se
alcanzan los centenares de metros en la luz de los puentes, debido al uso de este material constructivo en
los arcos: llegando al millar de metros (caso de los puentes atirantados). En este punto las teorías
elaboradas sobre arcos necesitaban de nuevas investigaciones científicas. En esta línea trabajaron
Kooharian (1952), y Heyman (1966). Los arcos continuos no poseen las propiedades mecánicas y
estructurales de los viejos arcos de fábrica, su teoría era mucho más sencilla de tener en cuenta.
Elementos y dimensiones en arcos de fábrica
Tradicionalmente se ha puesto denominación a ciertos elementos constituyentes de los arcos. En el caso
de los arcos construidos con elementos de fábrica existen algunas denominaciones empleadas en la
mayoría de los tratados de construcción.

Arcos en la arquitectura

Elementos de un arco

Arcada en forma de contrafuerte representada


por Eugène Viollet-le-Duc

En ocasiones el arco se combina entre sí como un


elemento constructivo de refuerzo
Elementos
Hasta la aparición en el siglo XX de los arcos continuos los arcos estaban compuestos de diversos
elementos. Algunos de ellos poseían denominaciones propias que se han ido comunicando en los diversos
tratados de construcción. Los elementos principales que componen un arco de piedra son:

 Las dovelas, son las piezas en forma de cuña que componen el arco y se caracterizan por su disposición
radial. Las dovelas de los extremos y que reciben el peso del arco, se llaman salmer (es la primera dovela
del arranque). La parte interior de una dovela se llama intradós y el lomo que no se ve por estar dentro de
la construcción, trasdós. El despiece de dovelas es la manera como están dispuestas las dovelas en
relación con su centro. Cuando las dovelas siguen los radios de un mismo centro se llama arco
radial aunque ese centro no siempre coincida con el centro del arco: es el arco visigótico. Cuando las
dovelas se colocan horizontales hasta cierta altura se llama arco enjarjado: es el arco mozárabe.
 La clave (a veces denominada también como corona o dovela central) es la dovela del centro,
que cierra el arco. Es la última que se coloca en la cimbra, completando el proceso constructivo del arco.
La clave suele ser la dovela de mayor tamaño, y para proporcionar estabilidad al arco es la más pesada.
Las dos dovelas adyacentes a la clave se denominan contraclaves.
 La imposta (o arranque) es una moldura o saledizo sobre la cual se asienta un arco o una bóveda. A
veces transcurre horizontalmente por la fachada o los muros del edificio, separando las diferentes plantas.
Al conjunto de dovelas desde el arranque hasta la clave se le denomina riñón.
 La enjuta (o albanega) es la parte de fábrica que cubre el extradós del arco (es decir descansa sobre
los riñones del arco); por regla general se denomina a la fábrica entre dos arcadas sucesivas.
 La rosca es faja de material de fábrica que, sola o con otras concéntricas, forma un arco o bóveda. Se
considera rosca a la porción de material constructivo entre el intradós y extradós del arco.
Dimensiones
En muchos casos, el diseño de arcos necesita de un conjunto de definiciones que permite describir las
distancias relativas entre elementos. Además en la descripción de los arcos de piedra se usa la siguiente
nomenclatura en la defición de ciertas partes de los arcos:

 Centro. Puede estar por encima o por debajo de la imposta. Puede haber más de un centro.
 Flecha. Altura del arco que se mide desde la línea en que arranca hasta la clave.
 Luz. Anchura de un arco. En algunas ocasiones se denomina también intercolumnio.
 Semiluz. Mitad de la anchura de un arco.
 Esbeltez. Relación entre la flecha y la luz. Se expresa generalmente como fracción (1/2, 1/4, etc.)
 Vértice. Punto más alto del arco.
 Línea de arranque. Punto de transición entre la jamba o imposta y el arco.
Durante el periodo histórico que va desde la edad media hasta finalizado el periodo de arquitectura gótica
se han empleado estas dimensiones en los diseños de arcos. En muchos casos por mantener una
proporción estética, en otros como una especie de regla empírica que permitía el diseño de los mismos,
así como la transmisión del conocimiento en sucesivas generaciones de arquitectos.

Tipos de arcos
Véase también: Anexo:Tipos de arcos

El puente de hierro soportado en un arco, Puente de Requejo - Zamora.

Dependiendo de la forma geométrica del intradós en el frente del arco, existe una numerosa cantidad de
denominaciones de arcos. Cada estilo arquitectónico se ha caracterizado por un tipo propio de arco, cada
época o cultura. Incluso por cada arquitecto. Cabe la posibilidad de que el primer arco fuese el arco de
medio punto (semicircunferencia), y a partir de él se fuesen configurando los demás. Por ejemplo,
aquellos arcos en los que la clave se encuentre por encima del arco de medio punto se
denominan apuntados. Mientras en los que la clave se encuentre por debajo se denominan rebajados.
Debido a la funcionalidad del arco a veces existen otras posibles clasificiaciones, arcos estructurales con
capacidad tectónica en la edificación (como son los arcos botantes, los arcos ciegos), monumentales
(como los arcos de triunfo), etc.
Arcos conmemorativos
Véase también: Arco de triunfo

Los arcos conmemorativos son los monumentos erigidos para celebrar un acontecimiento de gran
relevancia histórica, generalmente una importante victoria militar. De origen en la Antigua Roma, su
empleo se ha perpetuado hasta la actualidad. Normalmente, son grandes monumentos pétreos prismáticos,
conformados a modo de una gran puerta rematada en forma arqueada. La misión del arco en este caso es
meramente ornamental, careciendo de significación. Este tipo de arcos se ubica por regla general a la
entrada de ciudades importantes, o de capitales. En muchos casos hacen de puerta de acceso.
Arcos continuos
Artículo principal: Arco continuo

"Arco" portante del Puente del Milenio.

Los arcos metálicos se diseñan según principios totalmente diferentes a los arcos de piedra. Esto se debe
a que los metales son materiales que pueden resistir adecuadamente tanto tracción como compresión a
diferencia de las construcciones en piedra y otros materiales cerámicos que solo pueden resistir
compresiones de importancia. La complejidad de conocimientos y técnicas constructivas han ido
creciendo con el tiempo por lo que ha sido necesaria la especialización. De este modo, los arcos que se
incluyen en grandes obras públicas, como los puentes, se consideran arcos de ingeniería e incluso en
ciertas obras, tradicionalmente arquitectónicas, como en algunos estadios, la gran luz de los arcos, hace
necesario aportar soluciones, tanto de arquitectura, como de ingeniería. Existen básicamente dos
tipologías de arcos metálicos:
 Los arcos metálicos rígidos en celosía, formado básicamente por multitud de barras unidas en sus
extremos que trabajan sometidas a esfuerzos axiales de tracción o compresión a lo largo del eje
longitudinal de las barras.
 Los arcos metálicos flexibles, formado por una pieza prismática curva que trabaja predominantemente
en flexión.
Usos
El uso más tradicional de un arco ha sido, ya desde antiguo como una forma de salvar un vano o abertura
en el paramento de un edificio. Debido a su particular capacidad para transformar los empujes verticales
del peso del edificio, en componentes más 'horizontales', se ha empleado como soporte, al mismo tiempo
que forma de apertura de muros. En muchos casos su existencia da lugar a una ventana, a una puerta o
acceso en general. Tal es el caso de la función de los arcos como elementos de soporte en los
contrafuertes de las catedrales. Su uso en la construcción de puentes (en los denominados arcos de
puentes) ha sido fundamental. El empleo de conjuntos de arcos encadenados en una secuencia: pórticos.
Poco a poco con la aparición de nuevos materiales constructivos el arco fue reduciendo su uso exclusivo
en ciertas obras de ingeniería civil. Los arcos en la actualidad se emplean en contadas ocasiones, muchos
de los casos son elementos decorativos y ornamentales alejados de su función primordial. En
algunoscasos empleados como monumentos conmemorativos.
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Commons Attribution-Share-Alike License 3.0.

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