Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Manual
Cuanto más precoz es la pérdida más incidencia puede tener en el desarrollo general,
especialmente lingüístico; por lo tanto, cuando esta pérdida aparece antes de los dos
primeros años, cuando todavía no se han realizado las primeras adquisiciones del
lenguaje, sus consecuencias serán más grandes que las que se den en edades posteriores,
cuando ya se han establecido las bases comunicativas y lingüísticas.
FIAPAS surge en 1978 para dar respuesta a las necesidades que se plantean a
las familias de las personas con discapacidad auditiva y a éstas
mismas. FIAPAS es una confederación de ámbito nacional, integrada por 45
entidades confederadas, que constituyen la mayor plataforma de representación
de las familias de personas sordas en España.
Su fin es la representación y defensa de los derechos y los intereses globales de
las personas con discapacidad auditiva y de sus familias, tanto a nivel nacional
como internacional, ante la Sociedad, Administraciones y demás Instituciones,
integrando e impulsando con este fin la acción de las Federaciones Autonómicas
y de las Asociaciones de Padres y Madres de personas sordas.
En este sentido, resulta esencial que las familias interactúen con otros
padres de niños o jóvenes con DA con el fin de fomentar la relación entre
los niños y jóvenes con pérdida auditiva para poder compartir y expresar
inquietudes, angustias, estrategias familiares, etc. El hecho de conocer a
otros niños o jóvenes con pérdida auditiva y su trayectoria es positivo para
los padres y para los hijos con pérdida auditiva. A los primeros les ayuda
tener un modelo de persona sorda y ajustar sus expectativas respecto de
su hijo. Al niño o joven con pérdida auditiva le ayuda en la construcción de
su identidad personal. Por todo ello, las asociaciones y las diferentes
entidades en torno a la sordera son cruciales.
En el caso de los niños con pérdida auditiva, la adquisición de estas bases co-
municativas vendrán muy determinadas por la variable que hemos comentado en
el punto anterior, la actitud de la familia en la aceptación del déficit auditivo. La
aceptación más rápida permitirá al adulto mantener una buena sintonía co-
municativa con el niño y, por lo tanto, una adaptación precoz a sus necesidades,
que permitirá que se den más interacciones y de más calidad. Los padres que
tienen más dificultades para aceptar la pérdida auditiva no saben cómo comuni-
carse con su hijo, les cuesta entender los intentos comunicativos de este y restrin-
gen mucho las interacciones limitando más las posibilidades de aprendizaje.
En cambio, los padres que establecen una buena sintonía comunicativa son ca-
paces de adaptarse a las características comunicativas del niño utilizando más
pistas visuales y táctiles, facilitando estrategias para captar la atención y
establecer la aten- ción conjunta, reconociendo la dificultad de atención a dos
estímulos visuales a la vez. En este sentido, los padres sordos se adaptan a esta
situación de forma natural y establecen una buena sintonía desde el inicio, puesto
que la aceptación de la pérdida auditiva es muy diferente de la de los padres
oyentes. Esto les permite adaptarse a las características comunicativas de su hijo
de manera natural y favorecer interacciones más espontáneas y simétricas y con
un papel mucho más activo que los padres oyentes (Meadow, 1980; González,
Quintana, Sánchez López, 1991).
Por lo tanto, cuando la sordera es detectada de forma precoz y los padres son
conscientes de la pérdida auditiva, estos utilizan las estrategias adecuadas para
sintonizar con su hijo (contacto visual o táctil, expresiones faciales...) y se
preservan las interacciones.
También son momentos en los que la orientación a las familias debe ir dirigida a
la necesidad de crear espacios de comunicación en casa, con el uso de diferentes
situaciones y estrategias para favorecer hábitos de trabajo y autonomía, vitales en
la evolución posterior. Más adelante, los aspectos sociales van adquiriendo
importancia y los padres tienen que poder entender y compartir los
comportamientos y actitudes del hijo ya adolescente, potenciando las relaciones
sociales con otros adolescentes con PA, evitando la sobreprotección y
potenciando la autonomía. Son momentos importantes en los cuales el joven
deberá ir configurando su propio autoconcepto y el tratamiento de estos aspectos
le tienen que ayudar a conseguirlo.
2.
Referencias bibliográficas:
Víctor Riera
Comparto lo que ha dicho Sheila en su intervención y, concretamente, me centro
en la última parte cuando habla de que deben buscar el modo de enriquecer el
estilo comunicativo y generar así una cierta autonomía e independencia en el
niño.
Este podrá tener un diálogo eficaz con los padres para desarrollar su
imaginación, autonomía, seguridad y vivacidad. Todos los familiares, sobre todo
los padres del niño, tienen que saber que con los niños sordos existen los
mismos recursos intelectuales y emocionales que tienen todos los niños oyentes.
Deben ser conscientes de que ellos pueden ayudar al niño a desarrollar las
capacidades mencionadas, y esto solo puede producirse gracias al hecho de
estar informado. El objetivo de los padres y familiares es el afecto, comunicación,
relación, aculturación, utilizando para ello una comunicación mímico-gestual
para que tengan una relación desde los primeros meses de vida con el niño y
durante su crecimiento. Por ejemplo, a los 5 meses, cuando el interés del niño
va desde la cara del padre hasta otros objetos, se tienen que adoptar estrategias
comunicativas para que se siga manteniendo el diálogo entre ambos, es decir,
que haya una atención compartida. Por lo tanto, se tiene que dar el acto visual
con el niño, el acto visual con el objeto y una atención común.
La comunicación con los niños sordos tiene que darse prevalentemente a través
del contacto físico, es decir, mediante expresiones tranquilizadoras, mímica,
feedback visual, posturas, gestos amorosos, acciones concretas y siempre
teniendo en cuenta que la comunicación es eficaz solo cuando el interlocutor
entiende el fin de esas conductas. Pero antes de empezar con la comunicación
lingüística hay que asegurarse de que existe una atención visual. Aquí juega un
papel fundamental una de las dos estrategias comunicativas que comentaré
y que pueden aprender todos los niños con DA (aunque no se use la lengua de
signos), incluso con la ayuda de asociaciones comentadas en la anterior
cuestión: el topic. Esta es una estrategia visual que necesita del contacto visual,
la atención compartida, el fin comunicativo de las frases, etc. para que el niño
comprenda y tenga lugar el desarrollo comunicativo-afectivo. Por ejemplo, se usa
cuando se levantan las cejas para indicar al niño el objeto al que se hace
referencia.
Un estudio demuestra que los hijos de las madres sordas que signan tienen una
mayor capacidad de atención respecto a los niños de las madres oyentes que
no tienen la necesidad de estimular estos aspectos con sus hijos sordos. Los
niños que están más estimulados son los que tienen las madres sordas que
saben signar. Aquí estaríamos hablando del concepto denominado topic.
Tienen que dejarle libertad al niño para que explore lo máximo posible a través
de la vista y del tacto, hablando frente a él permitiendo así un aprendizaje por
imitación. Las madres sordas adoptan la otra estrategia comunicativa para llamar
la atención; esta se conoce como tapping. Esta, además de necesitar una
atención visual, requiere del contacto físico. Por ejemplo, tocando una y otra vez
el cuerpo del niño, moviendo el objeto de interés o poniendo las manos de forma
que interfiera en su campo visual. Un claro ejemplo de esta estrategia es el
siguiente: la madre no puede salir de la habitación sin que el niño sienta que es
abandonado porque no comprende que la madre puede estar preparando el
biberón. Por lo tanto, mostrarle el biberón lleno y vacío posibilita que comprenda
que hay un antes y un después.
Referencias bibliográficas:
Víctor Riera