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UNIVERSIDAD NACIONAL

AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES


ACATLÁN

LIC. EN RELACIONES INTERNACIONALES (SUA)

INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA

PROF. AÍDA VILLALOBOS SOSA

ENSAYO SOBRE EL VIDEO, LA LECTURA Y LA ENTREVISTA

VENEGAS PÉREZ JULIO CÉSAR, 2o SEMESTRE

ABRIL, 2019

GRUPO: 9201
¿QUÉ FUE LA EDAD DE ORO?

Lo primero que hay que hacer es comprender el contexto internacional de


aquel entonces. Hay que ubicarse en el lapso de 1950 a 1973, donde claramente
podemos tomar como referencia cinco años después del término de la segunda
guerra mundial y el inicio de la crisis mundial del petróleo en 1973; eso en los
extremos y ya dentro del mismo periodo en concreto ubicamos la guerra fría en
el contexto internacional.

En esta época hubo un aumento del PIB en diversas partes del mundo, al 5.1%
anual y del ingreso per capita al 3.3%. En la lectura de Madison (S/A), se abordan
tres dimensiones que explican este fenómeno, mismas que iremos citando y al
mismo tiempo explicando en palabras propias, tratando de agregar cosas del
documental “¿Qué invadimos ahora?” (2015), de Michael Moore, muy peculiar
su forma de hacer documentales por cierto. Después de analizar estos puntos,
trataremos de ver qué dice el planteamiento keynesiano bajo estas condiciones
económicas para concluir con la información recogida durante la entrevista.

1) La primera dimensión es que había un flujo moderado de capital hacia


los países en desarrollo, igual a cerca de 2.5% de su PIB, lo cual afectaba
positivamente las opciones de la mayoría de los países, lo cual brindaba nuevas
oportunidades para el comercio, así como mejor acceso al capital y la tecnología
extranjeros, lo que garantizaba una economía mundial libre de choques
deflacionarios, entre otras maravillas.

2) La segunda dimensión era la modificación del carácter de las políticas


económicas internas, destinadas a promover elevados niveles de demanda y
empleo en los países avanzados y ya de paso encaminadas hacia objetivos de
desarrollo en otras partes.

3) En la tercera dimensión tenemos la elevación general y marcada de las


razones de inversión, el aumento de la ayuda externa, el acelerado esfuerzo
educativo de los países en desarrollo y mejoras en el comercio.

Voy a iniciar con la tercera dimensión porque toca un punto que me llamó más
la atención y es el de cómo la educación se relaciona con el progreso de una
nación. En el documental de Moore vemos que se “lanza a invadir Finlandia para
conquistar su excelente sistema educativo”. Cabría preguntarse cómo esto se
relaciona con la economía de un país, y la respuesta es que precisamente la
educación es la base del conocimiento, pero no una educación entendida sólo
como aquella en el ámbito escolar, sino en todos los contextos, ya que cuando
Moore está en la escena comiendo con los alumnos, estos les dicen que la clave
del éxito educativo de Finlandia es “no dejar tarea” porque así tienen tiempo de
cultivar otras áreas como seres humanos, por ejemplo las artes. Es una cuestión
de invertir para cosechar a largo plazo, y precisamente aquí podemos darle
sentido si lo contrastamos con el rezago educativo de los países en vía de
desarrollo, ya que sus gobiernos no le apuestan a la inversión en educación a
corto plazo porque eso no ganancias económicas inmediatas.

Pero no profundicemos tanto en este punto que es muy apasionante en sí mismo,


vamos a ver qué nos dice el planteamiento de Keynes (2001), respecto a todo
esto, para lo cual la segunda dimensión de la lectura de Madison nos viene como
anillo al dedo. Primero recordemos muy en líneas generales que nos dice Keynes
en su teoría económica, que precisamente busca romper con los clásicos y pedir
que se olviden de esa mano invisible que regula el mercado a través de la oferta
y la demanda, no, eso es algo hasta cierto punto utópico para Keynes, él nos
habla del papel del Estado como regulador activo de la economía, sin irnos tan
lejos, qué pasó en la crisis de Wall Street de 1929, ah pues que precisamente la
economía mundial quebró y entonces se tuvo que buscar una solución en la que
el Estado fuera el principal actor activo a través de la beneficencia, pero no dicho
así, sino como el “Walfare estate” o “estado de bienestar” que en pocas palabras
fue una estrategia que consiste en que el gobierno es algo así como un papá
que da todo de manera fácil a sus hijos (el pueblo), para mantenerlos activos y
al mismo tiempo contentos y de ese modo hacer crecer la economía
a paso firme.

Lo anterior no es tan difícil de entender si lo comparamos con lo que nos muestra


Moore en el documental cuando visita Italia, uno pensaría que los consienten
mucho en el trabajo, pero la realidad es que es una estrategia empresarial
inteligente con ganancias a largo plazo, por lo que podemos deducir que los
italianos contemporáneos de alguna manera siguen los lineamientos
keynesianos y lo mismo aplicado a la edad de oro, ya que como nos dice la
segunda dimensión de Madison, “modificación del carácter de las políticas
económicas internas, destinadas a promover elevados niveles de demanda y
empleo en los países avanzados y ya de paso encaminadas hacia objetivos de
desarrollo en otras partes”, es decir, modificar las políticas para que el Estado
pueda intervenir directamente en las decisiones económicas y generar un efecto
parecido al que rescató a los Estados Unidos de la crisis, y que justamente se
basa en las teorías de Keynes.

Martínez, Rodríguez y Rivera (2016), mencionan que en el lapso temporal de


1940-1980 México vivía con la Sustitución de Importaciones, modelo económico
que básicamente consistió en proteger la economía nacional a capa y espada,
dignificarla en todos los sentidos, las barreras arancelarias eran altas y se le
daba prioridad a lo hecho en México; y sí, efectivamente como la entrevista lo
confirma, el dinero alcanzaba bastante bien, y no era raro ver cosas con el
eslogan de que lo “hecho en México está bien hecho”. El decir la Edad de Oro y
al mismo tiempo decir que la vida era buena, no es descabellado, sino lógico.
Cuando una persona que vivió en aquella época en México te responde cosas
relativas a, por ejemplo, qué compraba con 100 pesos, no es de extrañar
escuchar exclamaciones de alegría que inmediatamente se traducen como que
efectivamente la gente vivía feliz algo muy similar a lo que se ve en el documental
cuando entrevistan a la pareja italiana.

Otro tema que se aborda en la lectura de Madison y que es digno a mi parecer


de analizar y contrastar con las demás fuentes, es el del crecimiento demográfico
que va aunado al tema de las políticas de control natal. En Martínez, Rodríguez
y Rivera (2016), podemos ver en este sentido respecto a México que en el lapso
de 1940 a 1982 la población creció de 19 millones y medio a casi 67 millones de
habitantes; por otro lado que la población rural equivalía al 65% en 1940, y para
1980 la población urbana era ya de 66%. Si bien se habla de una época de oro,
datos de Aguilar y Meyer (citados en Martínez, Rodríguez y Rivera, 2016), nos
muestran la distribución desigual del ingreso: El porcentaje del ingreso disponible
para la mitad de las familias más pobres fue en 1950 del 19%, en 1957 del 16%,
en 1963 del 15% y en 1975 solo del 13%, mientras que en contraste, el 20% de
las familias con mayores recursos recibieron en 1950 el 60% del ingreso
disponible, en 1958 el 61%, en 1963 el 59% y en 1975 más del 62%.
Lo primero que podría mencionar respecto a esto con el planteamiento
keynesiano es que al menos hasta donde conozco de su teoría, la
sobrepoblación no está peleada con la calidad de vida, siempre y cuando el
estado haga una adecuada distribución de la riqueza a través de las instituciones
que bien se sirvan para este fin, y ya de entrada podemos identificar para el caso
de México acorde a las cifras arribas citadas, que esto no se cumplió para todos,
sí bien sí de manera general a los ojos del mundo, lo cual no es bueno en sí
mismo. En todos los países que visita Moore jamás se habla de problemas de
sobrepoblación, sino todo lo contrario, de gente que se organiza bien para lograr
objetivos en beneficio propio (sindicatos), que al final terminan en un beneficio
económico para la nación, una lógica bastante simple y que sin embargo muchos
países nos negamos a ver y no se diga a adoptar.

De hecho, si se analiza a fondo y tras bambalinas, a lo mejor no se habla de


sobrepoblación como tal, pero sí de “acumulación de capital humano” que para
el caso de la economía es prácticamente su sinónimo. Precisamente en los años
de oro, muchos países lo que pudiera parecer un problema, lo vieron como una
solución, sin irnos lejos tenemos el ejemplo actual de China que precisamente
aplicó esta idea, pero es un ejemplo que se sale de la línea temporal que estamos
trabajando así que no ahondaremos en ello. Otro rasgo importante de la
situación del capital humano, que tuvo una conexión mucho menos directa con
la política gubernamental, fue la muy considerable aceleración del crecimiento
demográfico en los países en desarrollo, de un promedio de 1.6% anual en 1913-
1950 a un promedio de 2.6% anual en 1950-1973.

De todo lo anterior podemos sacar las siguientes conclusiones: Lo primero es


con base en la entrevista que se realizó a un mexicano que vivió en esta época;
si bien es cierto que dice que el dinero rendía bien, por otro lado no era sinónimo
de que la calidad de vida fuera igual de buena, lo que bien puede entenderse
como algo lógico si tomamos en cuenta que aunque hubiera aumento del PIB,
los beneficios de esto no siempre se distribuían o llegaban a las manos de toda
la población.

Lo siguiente que quiero concluir es con base al documental de Moore, que debo
reconocer que me generaba una serie de frustración porque coincidía con todo
lo que veía y que si Estados Unidos según lo reportado está lejos de alcanzar,
las esperanzas para México son aún peores, eso sin ser pesimista, sino realista.
Coincido en que la reducción de jornadas laborales y el aumento de prestaciones
es algo beneficiosos para la empresa siempre y cuando el trabajador también
aporte un trabajo de calidad, que en el caso de México esa es otra cuestión,
culturalmente queremos beneficios a cambio de poco o nada. Y qué decir del
rezago educativo, que si bien es cierto que hay avances y que me consta que la
educación hoy en día llega a lugares alejados, el trabajo por hacer aún es largo,
tanto educativa como culturalmente.

Lo siguiente que quiero concluir es con respecto a la lectura de la teoría de


Keynes con la cual estoy de acuerdo, no por el hecho de haber roto con el
paradigma clásico de Adam Smith, sino porque efectivamente no sólo lo quebró,
sino que impuso el suyo, dejando a Smith como un ícono memorable dentro del
mundo de la Economía, muy respetable por cierto porque sin duda las bases
(que a su vez él también se basó en otras cosas), son de él y ese es su mérito.

Lo último que quiero concluir es que como futuro internacionalista, hacer este
tipo de análisis en verdad pone a trabajar mi cerebro como futuro profesional en
esta carrera, ya que no siempre es tan evidente el cómo hilar una teoría con un
artículo científico estadístico y a su vez con un documental que a manera de
sátira dice muchísimo sobre la realidad global.

Referencias:

- Keynes, J. (2001). “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”. Ed.


Fondo de Cultura Económica. Argentina.

- Madison, (S/A). “Capítulo VI: La edad de oro de la posguerra, 1950-1973”.

- Martínez, C., Rodríguez, J. y Rivera, P. (2016). “Estructura socioeconómoca de


México”. Ed. SEP. México.

- Moore, M. (2015). “¿Qué invadimos ahora?”. Documental disponible en:


https://www.youtube.com/watch?v=wN_YS-qhTcc Recuperado el día 11 de abril,
2019.

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