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La Bauhaus cumple cien años: un repaso a

todas las mujeres del movimiento que


fueron olvidadas

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30 Marzo 2019Actualizado 1 Abril 2019, 07:23

Deborah García Sánchez-Marín @soysauuce


El año 2019 marca el primer centenario de la Bauhaus y el sesgo es importante. Mientras
los artistas hombres que formaron parte de la escuela alemana son hoy recordados como
creadores impresionantes e influyentes (Klee, Kandinsky, Gropius), la mayoría de las veces
sus compañeras son recordadas como las esposas de o, en el peor de los casos, olvidadas
en casi todas las publicaciones.

Tejedoras, diseñadoras industriales, fotógrafas o arquitectas como Anni Albers, Marianne


Brandt y Gertrud Arndt no solo hicieron avanzar a la escuela, sino que también fueron
esenciales para sentar las bases del diseño y el arte que les seguiría años después. Si bien a
las mujeres se les permitía ingresar en la escuela, eran alentadas a dedicarse a disciplinas
menores. De hecho, el fundador de la Bauhaus, Walter Gropius, defendió siempre esta
distinción: él creía que las mujeres pensaban en dos dimensiones y los hombres en tres.

A continuación rescato a nueve mujeres fundamentales en el devenir de la Bauhaus y del


Arte.

Marianne Brandt

Juego De Plata
diseñado por Marianne Brandt, la fotografía es de Lucia Moholy, 1924

El trabajo inicial de Brandt impresionó tanto a László Moholy-Nagy que en 1924 abrió un
espacio para ella en el taller de metal, una disciplina que anteriormente estaba prohibida
para las mujeres. Brandt diseñó algunas de las obras más icónicas asociadas a la Bauhaus.
Estas obras son el cenicero que se asemeja a una bola de metal y un infusor y colador de té
de plata, que fue su primer diseño estudiantil.

Durante su estancia en la Bauhaus se convirtió en la diseñadora industrial más famosa de


Alemania. En 1928 llegaron dos hitos de su carrera; reemplazar a Moholy-Nagy como jefe
de taller de metal y desarrollar uno de los objetos más exitosos, la lámpara de noche
Kandem. Tras abandonar la Bauhaus en 1929, Brandt se convirtió en directora del
departamento de diseño de la empresa de artículos de metal Ruppelwerk.
Gunta Stölzl

Gunta Stölzl
desempeñó un papel fundamental en el desarrollo del arte del tejido en la Bauhaus

Gunta fue una de las primeras en llegar a la Bauhaus en 1919. Mientras experimentaba con
una amplia gama de disciplinas, Stölzl se centró en el tejido, un departamento que dirigió
desde 1926 hasta 1931. El trabajo de Stölzl destaca por sus complejos mosaicos de
patrones, compuestos por líneas onduladas que se funden en mosaicos caleidoscópicos de
colores. De hecho, sus tapices revistieron la famosa silla de Marcel Breuer.

Con la llegada del nazismo, fue expulsada por haberse casado con su compañero judío
Arieh Sharon. Stölzl creó una compañía de tejido con otros estudiantes de la Bauhaus en
Suiza. Gunta Stolzl diseñó multitud de alfombras y textiles. "Queríamos crear seres vivos
con relevancia contemporánea, adecuados para un nuevo estilo de vida", dijo una vez. "Era
esencial definir nuestro mundo imaginario, dar forma a nuestras experiencias a través del
material, el ritmo, la proporción, el color y la forma".

Margarete Heymann
Un tazón y una tetera
diseñados por Margarete Heymann en 1930.

Heyman se negó a seguir en el taller de tejido y convenció a Gropius de que abriera un


lugar para ella en el que poder dedicarse a la cerámica. Heyman comenzó a crear objetos
angulares, formados por triángulos y círculos y adornados con patrones constructivistas y
esmaltes coloridos. Junto a su esposo, Heymann abrió un taller que produjo sus propias
creaciones. Tuvieron mucho éxito y muy rápido, sus diseños se vendían en tiendas de moda
alrededor de todo el mundo.

Con el ascenso del nazismo y al ser judía, se vio obligada a huir a Inglaterra, allí estableció
una nueva compañía: Greta Pottery.

Gertrud Arndt

Al igual que
Sherman, Arndt no usó una narrativa específica y no serializó sus fotografías en torno a
cierto tema. Fueron simplemente momentos instantáneos de emoción capturados en la
película.

Gertrud soñaba con convertirse en arquitecta, pero al llegar a la Bauhaus en 1923 se dio
cuenta de que las clases de arquitectura aún no estaban disponibles en la escuela. Terminó
haciendo alfombras con dibujos geométricos en el taller de tejido. Aunque era sobresaliente
en el telar, fue su práctica fotográfica la que perfeccionó fuera de los talleres de la Bauhaus,
convirtiéndose con su serie de autorretratos Máscaras de retratos, en precursora de artistas
como Cindy Sherman.

La serie muestra a Arndt interpretando una variedad de roles femeninos tradicionales y con
una profusión de velos, encaje y sombreros. Ardnt también se especializó en fotografiar
edificios y paisajes urbanos.

Annie Albers

Albers llegó a la Bauhaus en 1922 para continuar los estudios de pintura que había
comenzado en la Escuela de Artes y Oficios de Hamburgo. Aunque lo cierto es que para el
año 1923 ya pasaba casi todo su tiempo en el taller de tejido, donde se convirtió en una
maestra de las telas. Albers utilizó el tejido para desarrollar un lenguaje visual característico
de patrones de bordes duros. Sus primeros tapices tendrían un impacto considerable en el
desarrollo de la abstracción geométrica en las artes visuales. Exploró las posibilidades
funcionales de los textiles. En el año 1930, diseñó una cortina de algodón y celofán que
absorbía simultáneamente el sonido y reflejaba la luz.

Fue una de las primeras mujeres en la Bauhaus en detentar un papel de poder cuando fue
nombrada directora del taller de tejido. Tras emigrar a los Estados Unidos comenzó a
enseñar en Carolina del Norte, entonces consiguió gran notoriedad gracias a las telas de
gran tamaño que hizo para compañías como Knoll. También fue la primera artista textil
mujer en tener una exposición individual en el Moma en 1949.

Ilse Fehling
Escultura abstracta
realizada por Ilse Fehling en 1922.

Fehling era muy habilidosa creando formas escultóricas y diseños de teatro, habilidades que
perfeccionó aún más en la Bauhaus. Fue alumna de Paul Klee y del escultor Oskar
Schlemmer. Sus objetos y su teatro dan vida a la fantasía y la función. En 1922, patentó un
escenario redondo giratorio para títeres de palo. Tras dejar la escuela, se mudó a Berlín y
pasó su tiempo entre la confección de escenografías y esculturas.

Después de estudiar en Roma a principios de la década de 1930, Fehling regresó a


Alemania. Entonces sus esculturas, forjadas en metal y piedra y fusionando cubismo y
corporalidad, fueron consideradas degeneradas por los nazis.

Alma Siedhoff-Buscher
Alma Siedhoff-
Buscher diseñó juguetes y mobiliario infantil para la renovación de los espacios cotidianos.

Siedhoff-Buscher fue una de las pocas en el departamento de madera. Alma desarrolló


diseños de juguetes y muebles, incluido su "juego de construcción de barcos pequeños",
que sigue en producción hoy en día. El juego manifestó los principios centrales de
Bauhaus: sus 22 bloques, forjados en colores primarios, podrían construirse en la forma de
un barco, pero también podrían reorganizarse para permitir la experimentación creativa.

Alma también obtuvo notoriedad gracias a sus diseños de kits de recorte y libros para
colorear. Sin embargo, su trabajo más audaz fue una habitación para niños en Haus am
Horn, una casa diseñada por miembros de Bauhaus que ejemplificó la estética del
movimiento. Siedhoff-Buscher lo llenó con muebles blancos modulares y lavables.

Otti Berger
Obra de Otti Berger
que muestra una pieza de algodón mercerizado y tintado.

Berger fue uno de los miembros más creativos del taller de tejido, con un enfoque más
expresivo y conceptual que el de muchos de sus contemporáneos.

Después de que Stölzl renunciara a su puesto como jefa del departamento en 1931, Berger
asumió el cargo y estableció su propio plan de estudios, pero permaneció allí solo hasta
1932. Berger abrió su propio taller de textiles en Berlín y comenzó el proceso de solicitud
de visado para poder mudarse a Estados Unidos. Allí planeaba unirse a la escuela New
Bauhaus de Moholy-Nagy en Chicago y escapar del régimen de Hitler, pero su solicitud se
retrasó y mientras esperaba la aprobación. Regresó a Croacia, donde fue arrestada por los
nazis y llevada a Auschwitz. Murió allí en 1944.

Hoy sus telas forman parte de las colecciones de museos importantes como el Met y el Art
Institute of Chicago.

Lou Scheper-Berkenkamp
Como muchos de sus contemporáneos de la Bauhaus, Scheper-Berkenkamp era una
apasionada colorista, un interés que impulsó en el taller de pintura mural de la escuela,
donde fue una de las pocas mujeres. En Moscú, con su compañero y esposo, Hinnerk
Scheper, estableció un centro para asesoramiento de color para arquitectura y paisaje
urbano, diseñando esquemas de color para construcciones exteriores e interiores de la
capital rusa.

Tras el cierre de la Bauhaus en 1933, Lou trabajó como pintora independiente en Berlín y
publicó varios libros para niños. Después de morir su marido, Lou Scheper-Berkenkamp se
hizo cargo del negocio de diseño de colores, llevando a acabo los planes para el edificio de
la Filarmónica de Hans Scharoun, el Museo Egipcio y el edificio del aeropuerto Tegel en
Berlín.

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