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Los principios generales del Derecho laboral tienen, por lo general, dos funciones
fundamentales:
Fuente supletoria: cuando la ley deja vacíos o lagunas, y no existe jurisprudencia, uso o
costumbre aplicable, los principios de derecho del trabajo entran como suplemento.
Fuente interpretadora: sirven también para interpretar la normativa vigente, cuando esta
sea confusa o haya diversas interpretaciones posibles.
Principio protector:
El principio protector es el principio más importante del Derecho laboral. Es el que lo diferencia
del Derecho civil. Parte de una desigualdad, por lo que el Derecho laboral trata de proteger a
una de las partes del contrato de trabajo para equipararla con la otra, a diferencia del principio
de igualdad jurídica del Derecho privado.
Regla más favorable: cuando existe concurrencia de normas, debe aplicarse aquella
que es más favorable para el trabajador.
Regla de la condición más beneficiosa: una nueva norma no puede desmejorar las
condiciones que ya tiene un trabajador.
Regla in dubio pro operario: entre interpretaciones que puede tener una norma, se debe
seleccionar la que más favorezca al trabajador.
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Así, un trabajador no puede renunciar a su salario, o aceptar uno que sea menor al mínimo
establecido por el ordenamiento; si la jornada de trabajo diaria máxima es de 8 horas, un
trabajador no puede pedirle a su empleador que le deje trabajar durante 18 horas.
Le da la más larga duración posible al contrato de trabajo, por el hecho de ser esta la principal
(o única) fuente de ingresos del trabajador.
Los Principios Fundamentales del Derecho del Trabajo constituyen tanto para las Autoridades
Administrativas como Judiciales fuente de derecho en la aplicación e interpretación de la
Legislación Laboral.
El conocimiento de estos Principios por parte de las Autoridades Laborales y de los factores
de la producción es determinante para efectos de concebir - definir el rol que juega el
Derecho del Trabajo en el marco de las relaciones laborales entre los empleadores y
trabajadores. ( Factores de la producción).
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Tenemos que partir entonces, de que el Derecho del Trabajo está constituido por un conjunto
de normas legales, y convencionales, cuya razón de ser fundamentalmente es tutelar los
derechos de los trabajadores consignados en la Legislación Laboral, por lo que los principios
fundamentales del Derecho del Trabajo abonan a la consecución de esos nobles objetivos..
II.- El Código del Trabajo es un instrumento jurídico de orden publico mediante el cual el
Estado regula las relaciones laborales.
El Derecho del Trabajo tutela los derechos de los trabajadores, por ser de orden publico, sus
normas son de ineludible cumplimiento.
III.- Los beneficios sociales e favor de los trabajadores contenidos en la Legislación Laboral
constituyen un mínimo de garantías susceptibles de ser mejoradas mediante la relación de
trabajo, los contratos de trabajo o los convenios colectivos.
Establece este principio una novedad en el sentido de que no se refiere únicamente al Código
del Trabajo, sino usa la denominación de LEGISLACION LABORAL, concepto más amplio
pues se entiende por Legislación Laboral toda norma o disposición laboral contemplada en
cualquier instrumento jurídico que provenga de Autoridades Laborales o de cualquier otra
Autoridad competente para dictarlas, tales pueden ser las Sentencias dictadas por los Jueces,
Tribunales de Apelaciones de las Salas de lo laboral, Acuerdos Ministeriales, Reglamentos,
Resoluciones dictada por las Autoridades del Ministerio del Trabajo o las creadas por la partes
como la establecidas en la Convención Colectiva, Comisión Mixta de Higiene y Seguridad
Ocupacional.
Consigna este principio que todos los beneficios sociales contemplados en ese conjunto de
disposiciones a favor de los trabajadores aunque superen la ley, sigue siendo un mínimo de
garantías susceptibles de ser mejoradas. Este principio impulsa a las Autoridades Laborales,
a los trabajadores y empleadores a generar derechos que fortalezcan las relaciones laborales.
Sin temor a equivocarme este principio consagra que todos los beneficios a favor de los
trabajadores consignados en la Legislación Laboral constituyen DERECHOS ADQUIRIDOS
para sus beneficiarios los TRABAJADORES.
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Cualquier renuncia expresa o tácita a Derechos establecidos en el Código del Trabajo se
tendrá por inexistente, y prevalecerá el contenido de la norma jurídica sobre la disposición del
trabajador libre u obligada por el empleador, de tal manera que es imposible que el trabajador
pueda renunciar a sus derechos y prerrogativas que le concede el código del Trabajo.
VIII.- En caso de conflicto o duda sobre la aplicación o interpretación de las normas del trabajo
legales, convencionales o reglamentarias, prevalecería la disposición más favorable al
trabajador.
Esta es una garantía que consagra el legislador a través de este principio en la tutela de los
derechos del trabajador consignados en la legislación laboral, pues por ser el Derecho del
Trabajo un derecho dinámico que es impulsado o puesto en movimiento por distintas
instituciones o instrumentos legales, puedan distintos normas que favorezcan la solución de
un mismo caso, prevé que en caso de duda se aplique la más favorable, indistinta de jerarquía
de donde provenga la norma. Ejem: Un trabajador tiene diez años de trabajar para la empresa
Tijeras S.A. y es despedido sin causa justificada. El Arto 45 C.T. establece una indemnización
por despido injustificado de hasta cinco meses de salario en función de los años trabajados y
en la Convención Colectiva se fija una indemnización en el mismo concepto y por la misma
causa por un mes por año trabajado. Cual de las normas se aplica en este caso. De acuerdo a
este principio se aplicaría la Convención Colectiva en vez del Código del Trabajo por contener
la norma más beneficiosa para el trabajador.
Esta es una manifestación del Principio General del Derecho del Trabajo “In dubio pro
operari”. Pero si conviene dejar totalmente claro que la aplicación de este principio es
únicamente el concerniente a conflicto entre normas jurídicas, y no para resolver conflictos
entre hechos, por cuanto estos últimos escapan a la aplicación de este principio.
IX.- Los casos no previstos en este Código o en las disposiciones legales complementarias se
resolverán de acuerdo con los principios generales del derecho del trabajo, la jurisprudencia,
el derecho comparado, la doctrina científica, los convenios internacionales ratificados por
Nicaragua, la costumbre y el derecho común.
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El legislador en el presente principio se refiere que los casos no previstos en la legislación
laboral que constituyen el conjunto de normas legales o convencionales que regulan las
relaciones laborales, en la búsqueda de la solución de un conflicto individual o colectivo, se
disponga preferiblemente en el orden señalado en el respectivo principio de los instrumentos
legales ahí previstos.
Aquí el legislador todavía en el nuevo siglo no abandona la costumbre, la prescribe con fuente
de derecho, por la misma naturaleza del derecho del trabajo. Pues la costumbre en el
nacimiento y desarrollo del derecho del trabajo fue una institución influyente, en la regulación
de las relaciones de trabajo.
X.- Las normas contenidas en este Código y la Legislación Laboral complementarias son de
Derecho Público, por lo que el interés privado debe ceder al interés social.
En este principio se consagra que por ser de Derecho Público las normas contenidas en
Legislación Laboral, el interés privado debe de ceder al interés social, de lo que se traduce
entre otros que estos derechos son irrenunciables, que son de obligatorio cumplimiento, que
los derechos consignados en la legislación laboral deben de ser tutelados por las Autoridades
laborales.
DEFINICION
Nuestra Legislación Laboral, en su arto. 19 lo define:
Contrato Individual de Trabajo es el Convenio Verbal y escrito entre un empleador y un
trabajador, por el cual se establece entre ellos una relación laboral para ejecutar una obra o
prestar personalmente un servicio.
Relación laboral o de trabajo, cualquiera sea la causa que le da origen, es la prestación de
trabajo de una persona natural subordinada a un empleador mediante el pago de una
remuneración.
Debemos en este sentido analizar la diferencia y a la vez la inequívoca relación de
interdependencia existente entre los términos jurídicos: Contrato de Trabajo y relación laboral.
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En cambio la relación de trabajo no se circunscribe a acuerdo de voluntades alguno, sino que
está integrada por el conjunto de relaciones que se van originando en el devenir del vínculo
existente entre trabajador y empleador.
De la definición que establece el Código del Trabajo en su Arto. 19, se desprende que los
elementos esenciales del Contrato de Trabajo son los siguientes:
1) CONSENTIMIENTO:
El consentimiento, indistintamente de los diversos criterios doctrinales sobre este tema,
constituye uno de los elementos esenciales del Contrato de Trabajo, pues según nuestra
Constitución Política en su Art. 86 establece que todo Nicaragüense tiene derecho a elegir y
ejercer libremente su profesión u oficio y escoger un lugar de trabajo sin mas requisito que el
titulo académico y que cumpla una función social.
En materia laboral, la autonomía de la voluntad se encuentra restringida.
Las normas laborales que rigen las relaciones laborales son normas de orden publico y, por lo
tanto, están ubicadas por encima de la voluntad de las partes. (Numeral dos de los principios
fundamentales). Algunas son de orden publico absoluto, de modo que su imperatividad impide
la derogación por las partes y otras son de orden publico relativo, derogables siempre que
sean para favorecer al trabajador...
2) CAPACIDAD:
Nuestra Legislación establece en su Art. 22 que son capaces para contratar en materia laboral
los mayores de dieciséis años.
Los menores de dieciséis y mayores de catorce podrán contratar a través de sus padres o
tutores o con autorización del Ministerio del Trabajo. (Arto. 131 C.T)
Esta capacidad para contratar y edad mínima para trabajar, están referidas únicamente al
trabajador, puesto que la capacidad para contratar del empleador se tiene que circunscribir a
las reglas de la capacidad establecidas en el Derecho Común.
La capacidad antes relacionada esta dirigida a la capacidad de ejercicio, que es la aptitud
legal de cualquier persona para celebrar contratos de trabajo.
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Son varias las circunstancias relativas a la capacidad del trabajador. La edad, la salud física o
mental y la nacionalidad son los factores que afectan tal capacidad.
Todo contrato de Trabajo celebrado con un menor de dieciséis sin la participación del padre, o
representante del menor o sin la autorización del Ministerio del Trabajo es nulo relativamente
porque puede subsanarse con la autorización del padre, tutor o del Ministerio del Trabajo en
su defecto. Pero esa nulidad no implica que el Empleador valiéndose de esa nulidad que bajo
ninguna circunstancia debe dar por ignorada, pretenda violentar o negar al menor trabajador la
satisfacción de sus derechos emanados de la relación de trabajo.
3) SUBORDINACIÓN:
...La subordinación se proyecta en el contrato de trabajo en un triple sentido: técnico,
económico y jurídico o disciplinario.
En el primer sentido el trabajador somete su trabajo a los planes y objetivos señalados por el
empleador.
En el segundo sentido, no recibe el producto íntegro de su trabajo ni comparte con el
empleador el riesgo de su empresa.
En el tercer sentido está sometido a la autoridad de éste"
Al igual que el contrato en la teoría de la relación de trabajo, juegan factores importantes los
conceptos de subordinación jurídica y dependencia económica. Para que exista relación de
trabajo es tan determinadamente la prestación personal de los servicios como que tal hecho
suceda bajo la subordinación o la dependencia de otra persona.
...La subordinación jurídica implica la existencia de un poder de dirección por parte del
empleador al cual ha de sujetarse el empleado. Ese poder puede ser actual o potencial, lo
ejerce el empleador personalmente o por medio de sus representantes y esta encaminado a la
prestación del servicio o la ejecución de la obra.
...El poder de dirección se traduce en el derecho de organización, el derecho de mando, el
derecho de supervisión o vigilancia y el derecho de sanción por parte del empleador,
igualmente, en el deber de obediencia por parte del trabajador...
El elemento Subordinación es un elemento determinante para diferenciar al Contrato de
Trabajo de los demás tipos de contratos que aún teniendo similitud a los Contratos de Trabajo
escapan a la regulación de la Legislación Laboral. Así por ejemplo con los Contratos de
Servicios profesionales que son Contratos Especiales, que por su propia condición y
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naturaleza no contienen como objeto la prestación de un trabajo y ese elemento que
proporciona esa diferencia es la Subordinación, por cuanto no hay horario y jornada de
trabajo, no hay dependencia disciplinaria, y en muchas ocasiones el contratado no depende
económicamente de lo devengado en virtud de esa contratación de servicios profesionales.
Pero este tipo de contratación es de carácter especial y excepcional dependiendo de la
naturaleza propia de los servicios, y por tanto además de estar ausente el elemento
subordinación, también es necesaria la concurrencia de determinadas calidades técnicas,
profesionales o especializadas en los sujetos que prestarán los servicios.
Esa determinación nos permitirá delimitar la frontera entre los verdaderos contratos de
servicios profesionales, y aquellos que a través de la simulación hayan sido celebrados para
ocultar una verdadera relación de trabajo con el único objetivo de evadir el cumplimiento de
determinadas prestaciones y derechos de carácter laboral que en todo son propios del
trabajador.
LA CONTINUIDAD
Cuando nos referimos a la continuidad en la relación laboral, nos estamos refiriendo a uno de
los elementos esenciales del Contrato de Trabajo o Relación Laboral, por cuanto no puede
existir relación de trabajo sin continuidad en el servicio ofrecido por el empleador ni prestado
por el trabajador.
Ante todo aclaremos que entendemos por continuidad la natural tendencia que tienen las
prestaciones del contrato de trabajo a repetirse en el tiempo, de modo que la ejecución del
mismo sólo por vía excepcional puede agotarse en una sola prestación.
El Contrato de Trabajo es de goce sucesivo, o, quizás mejor, de ejecución duradera. Sus
efectos se van cumpliendo en el transcurso del tiempo; no surgen todos de una vez en el
momento de la contratación, como sucede, por ejemplo, con el contrato de compraventa"
Puesto que las partes no se proponen la realización de una prestación única que se agote en
sí misma, sino la repetición de la prestación (o las prestaciones) durante un cierto período de
tiempo o durante un tiempo indeterminado.
OBJETO:
El objeto en la relación de trabajo, es la prestación del servicio o la ejecución de una obra,
constituye un elemento esencial de la relación de trabajo, su ausencia desnaturaliza la
relación laboral, la hace inexistente, no tendría razón de ser, es un elemento constitutivo de la
relación de trabajo.
El trabajador al momento de la celebración del contrato de trabajo ofrece al empleador sus
servicios, su conocimiento para ejecutar una actividad laboral determinada, el empleador por
su parte ofrece un salario o remuneración.
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CAUSA:
La causa es el elemento esencial que distingue la relación laboral y el contrato de Trabajo, de
cualquier otro tipo de relación. Si en una relación no media el salario, la relación puede ser
civil, mercantil o de cualquier otra naturaleza, pero menos laboral. No es causa de nulidad del
contrato, pero no se da una relación laboral.
El trabajador ofrece al empleador sus conocimientos, sus habilidades, para prestar un servicio
o ejecutar una obra a cambio de una contraprestación de parte del empleador que es el
salario, pueden concurrir los otros elementos esenciales de un contrato, pero sin la presencia
del salario, nos veríamos frente a otro tipo de relación, que no es la del trabajo.
En toda relación de trabajo existe o se da un beneficio mutuo, uno la del empleador que recibe
los frutos de la fuerza de trabajo del trabajador y por otro lado el trabajador recibe un salario
que constituye su medio de subsistencia para el y su familia.
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conlleve como consecuencia ineludible la terminación del contrato, la renuncia del trabajador,
el despido etc ( Arto. 41 y 43, 45, 48 C.T). En otras palabras, de antemano no se conoce ni se
tiene idea del momento en que los derechos y las obligaciones se extinguen.
Debe celebrarse por escrito, únicamente se admiten los contratos verbales en los casos
permitidos por el Arto. 24 Del C.T.
Por regla general los Contratos de Trabajo son siempre a Tiempo Determinado.
Excepcionalmente los Contratos tienen plazo de duración determinada.
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plazo del contrato por tiempo determinado y el trabajador continúe prestando sus servicios por
treinta días más, o cuando vencido el plazo de su segunda prórroga se continúe trabajando o se
prorrogue nuevamente.
Por esta disposición se trata de evitar la Proliferación o Abundancia de Sucesivos Contratos a
Tiempo Determinado, y la Ley por un Mandato Imperativo, cuando se cumplen las condiciones
en ella señalados los Transforma Automáticamente en A Tiempo Indeterminados. Es
explicable el espíritu de estas Normas Jurídicas ya citadas, por cuanto pretende Proteger a los
Trabajadores contra Pretensiones de Empleadores que tratan de usar algunas Figuras
Legalmente establecidas en la misma Legislación Laboral, para evadir la satisfacción de
Derechos de los Trabajadores y el cumplimiento de Obligaciones para con éstos. Y una de
estas Figuras utilizadas con propósitos evasivos es el Contrato de Trabajo a Tiempo
Determinado, que se utiliza para obviar el Pago de Derechos como la Antigüedad y otros que
se adquieren con el simple transcurso del tiempo. Así entonces, cuando transcurrido el plazo
del Contrato de Trabajo a Tiempo Determinado y el Trabajador sucesivamente sin la firma de
uno nuevo continúa prestando sus servicios por treinta días más, o cuando transcurrido el
plazo de un tercer Contrato suscrito sucesivamente en las mismas condiciones, se firme uno
nuevo o el trabajador sin firmarlo continúe prestando el Servicio, la Ley ordena su
Transformación o Conversión Automática en A tiempo Indeterminado, sin necesidad de
Declaración expresa de las Partes, y una vez ocurridas cualesquiera de estas circunstancias,
en caso de Reclamaciones de Derechos que le correspondan al Trabajador por estar sujeto a
un Contrato de Tiempo Indeterminado, tales como la Antigüedad o la Indemnización por
Despido del Arto. 45 C.T., las autoridades deben declarar la existencia del Contrato a Tiempo
Indeterminado, retrospectivamente desde la fecha de iniciación de la relación de Trabajo y
declarar la existencia de los Derechos Inherentes a éste.
Escritos y Verbales:
El contrato de trabajo puede ser verbal o escrito. Cuando es escrito se redactara en dos
ejemplares firmados por el empleador y trabajador, entregándose uno de ellos al obrero o
empleado. Las copias pueden presentarse al Ministerio del Trabajo para su certificación.
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Fecha de iniciación de la relación de trabajo.
El servicio a prestar u obra a realizar.
Salario estipulado.
Para efecto del probar la existencia de la relación laboral, dicha constancia será suficiente,
salvo prueba en contrario.
Cuando el trabajador, por necesidad implícita de la naturaleza del servicio u obra a ejecutar,
conforme el pacto o costumbre, requiera del auxilio de otra u otras personas, el empleador de
aquel lo será de esta, previo consentimiento expreso o tácito
Sólo la persona física, esto es, la individualmente considerada, puede ser trabajador. Un
sindicato, una asociación o una persona moral de cualquier tipo, no pueden tener carácter de
trabajador aun cuando se contrate con ellas y puedan resultar obligadas a prestar servicios.
En los trabajos que se llevan a cabo en los puertos.
La prestación de los servicios debe ser personal y subordinada. Personal implica que es
intransferible; cuando hay transferencia, la relación de trabajo varia. Una persona física inicia
la prestación de servicios y, con el propósito de no interrumpir la actividad, llama a un sujeto
diverso para que continúe la labor; en ese momento, la primera relación laboral desaparece y
nace una nueva.
En el caso de los trabajadores, no opera la sustitución del trabajador, como en el caso de los
empleadores, pues si por cualquier razón el trabajador manda a otro trabajador a sustituirlo, el
empleador no esta obligado a aceptarlo, y si lo acepta, la relación de trabajo se sustituye en el
nuevo trabajador y el empleador es responsable jurídicamente con este en todo lo
concerniente a los derechos laborales que le asisten de acuerdo a nuestra legislación laboral.
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En el caso de los trabajadores de la salud y de la educación, por costumbre, el trabajador
manda su sustituto y él es responsable del salario de este, pero siempre debe contar con la
aprobación del empleador, pero si este trabajador se accidentara, o no le pagara el trabajador
sustituido su salario, el empleador esta obligado al pago del salario y a los riesgos
profesionales que sufriera el trabajador en ocasión de su trabajo.
TRABAJADOR DE CONFIANZA
Los trabajadores de confianza se dividen en dos grupos: los que tienen una función general en
la empresa o en él establecimiento y los que efectúan trabajos vinculados directa y
personalmente con el patrón.
Para Guillermo Cabanellas "son empleados de confianza los que por la responsabilidad que
tienen, las delicadas tareas que desempeñan o la honradez que para sus funciones se exige,
cuentan con fe y apoyo especiales por parte del empresario o dirección de la empresa.
Para Mario de la Cueva, "ahí donde están en juego la existencia de la empresa, sus intereses
fundamentales, su éxito, su prosperidad, la seguridad de su establecimiento, el orden esencial
que debe reinar entre los trabajadores debe hablarse de empleados de confianza.
EMPLEADOR:
El Art. 8 C.T. dispone que Empleador es la personal natural o jurídica que contrata la
prestación de servicio o la ejecución de una obra a cambio de una remuneración.
"Empleador es la persona física moral que recibe el beneficio de la prestación de servicios de
uno o más trabajadores." Si consideramos al empleador como el beneficiario de los servicios,
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no debe pensarse en una relación utilitaria directa, ni en que el servicio del trabajador tenga
como objeto o fin permitir el lucro. Los empleadores son aquellos que resultan beneficiados
por la actividad que desempeñan el trabajador, lo mismo el encargado de la limpieza que el
gerente de la empresa.
SUSTITUCIÓN PATRONAL
El articulo 11 del C.T. dispone que la sustitución patronal no afectará las relaciones de trabajo
de la empresa o establecimiento. El substituto será solidariamente responsable con el
substituido de las obligaciones derivadas de la relación de trabajo, generadas antes de la
fecha de la substitución.
A efecto de que los trabajadores puedan conocer el cambio de patrón y de que nazca la
obligación solidaria, el patrón deberá dar aviso por escrito a los trabajadores o al sindicato del
cambio; sin este aviso los trabajadores podrán considerar como patrón al anterior y no correrá
el término de seis meses de obligación solidaria.
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Cuando el empleador es una persona moral no puede realizar en forma directa las actividades
de dirección o administración de la empresa; requiere de personas físicas que lo representen.
El empleador, persona física, también necesita de otras que transmitan sus ordenes y dirijan o
coordinen las actividades de los trabajadores. La representación comprende diversos
aspectos de las múltiples relaciones de trabajo en una empresa o establecimiento..
No debe confundirse al representante del empleador con el trabajador de confianza. Cuando
hablamos de funciones de dirección y de vigilancia, éstas caen dentro de la figura de
trabajador de confianza, si son de carácter general; todo trabajador de confianza que realiza
dichas funciones, es un representante del empleador, pero no todo trabajador de confianza es
representante del empleador Él termino del representante es amplio, el de trabajador de
confianza, es restringido.
Doctrinariamente se ha abierto una discusión de sí el representante del empleador es o no un
trabajador y si goza de las prerrogativas que establece la legislación laboral.
En este sentido, en nuestra legislación no cabe duda de que el representante del empleador,
es un empleado mas de la empresa, con condiciones especiales de trabajo por su status, sus
limitaciones para ejercer algunos derechos laborales, están en función de sus intereses y no
por impedimentos legales, pues bien por su condición de representante del empleador no le
conviene afiliarse al sindicato, pero goza de todos los derechos que establece la Legislación
Laboral.
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Este precepto comprende los requisitos esenciales que debe contener un Contrato de Trabajo,
aún cuando en caso de que el Contrato sea Verbal o cuando siendo escrito se omitan algunos
de ellos el presente Código actúa supletoriamente para llenar su vacío. La importancia de
dichos Requisitos radica en:
d) Debe determinarse con especificidad las Obligaciones del Trabajador respecto al servicio
que debe prestar para el Empleador, lo que ofrece facilidades para establecer los
Incumplimientos de parte del Trabajador que puedan dar lugar a Sanciones o Despidos.
e) Siendo que existen diferentes tipos de jornadas, y cada una de ellas tienen duraciones
variadas según lo sean, es necesario determinarlas en el Contrato para precisar lo relativo a
los Trabajos realizados en Jornadas Extraordinarias;
El hecho de que la Ley disponga los antes mencionados como requisitos del Contrato de
Trabajo, no significa que estos sean limitativos.
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En este sentido lo idóneo y recomendable es fijar y prevenir en el contrato de trabajo todas
aquellas situaciones que puedan suscitarse en el transcurrir de la relación de trabajo, ya
condicionadas por la situación socioeconómica del país o de la empresa, o por circunstancias
de justificable necesidad.
LA JORNADA LABORAL
CONSIDERACIONES GENERALES
Owen, al expresar que 8 horas de trabajo y una buena organización podrían crear
superabundancia de riqueza para todos, se adelantó mucho a su tiempo. Para justificar la
limitación de la jornada a 8 horas, daba las siguientes razones:
a) porque es la jornada más larga, teniendo en cuenta el vigor medio y concediendo a los
débiles tanto derecho a la vida como a los fuertes, que la especie humana puede resistir,
conservando la salud, la inteligencia y la tranquilidad de espíritu;
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b) porque los descubrimientos físicos y químicos modernos hacen innecesario un esfuerzo
mayor; c) porque con 8 horas de trabajo y una buena organización industrial se pueden crear
suficientes riquezas para todos; d) porque nadie tiene derecho a exigir de sus semejantes un
trabajo mayor del que es preciso para atender a las necesidades de la sociedad, con el solo
fin de enriquecerse;
e) porque el verdadero interés de cada uno consiste en que todos disfruten de buena salud y
estén satisfechos.
Fue vieja aspiración de los trabajadores la aplicación de la Ley de los tres ocho, consistente
en 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso o de esparcimiento y 8 horas de sueño.
La experiencia vino a demostrar que era acertada esa división, por lo menos dentro del orden
de actividad que corresponde a la gran industria más generalizada en los países europeos. En
un individuo normal 8 horas de trabajo pueden ser soportadas sin menoscabo para su salud,
siendo su rendimiento suficientemente intensivo para lograr una producción, sin necesidad de
ampliar su presencia en el lugar de trabajo, ya que mayor lapso representa un rendimiento
inferior. Las 8 horas, como medida general de trabajo, se han adoptado ante consideraciones
de carácter social, económico, fisiológico y técnico, aunando intereses; ello siempre dentro de
un concepto determinado en una época dada.
Por oposición al salario, la jornada de trabajo tiene, dentro del contrato laboral, una
importancia que no la supera ninguna de sus otras instituciones; no ya sólo por cuanto con
ella se determina el rendimiento del trabajador, sino porque, para fijar su limitación, interviene
una serie de factores de carácter social, fisiológico y económico que atañen, en forma directa,
a la persona del trabajador y al interés superior toda la sociedad. En la jornada laboral
participan situaciones de orden público", concernientes a su limitación, a la forma de prestar el
trabajo, a las exclusiones en cuanto a los beneficios de la ley y a las limitaciones que para
ciertos trabajos deben dictarse en relación con determinados trabajadores; y en ella la
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injerencia de los poderes públicos se hace sensible, como en la regulación y fijación del
salario, en forma tan intensiva, que ha sido calificada la jornada como la institución
jurídica madre, dentro del Derecho del Trabajo. "De su estudio y reglamentación han
derivado otros institutos importantes, como son los referentes a los descansos - semanal,
vacacional o anual, etc., que constituyen el aspecto pasivo de la duración del trabajo. En torno
a la jornada giran los más importantes institutos o problemas del Derecho del Trabajo, así
como de la Seguridad Social, etc. Más aún, la influencia de la reglamentación de la jornada de
trabajo no sólo gravita en el Derecho Laboral, sino también en la colectividad toda, debido a la
estrecha vinculación de la jornada en el desenvolvimiento ético, cultural, biológico, técnico,
etcétera.
DEFINICION LEGAL:
En el Código del Trabajo actual en su Arto. 49 C.T. establece que "Se entiende por jornada
de trabajo el tiempo durante el cual el trabajador se encuentra a disposición del empleador;
cumpliendo sus obligaciones laborales..."
Por jornada de trabajo se entiende el lapso convenido por las partes, que no puede exceder
del máximo legal, durante el cual se encuentra el trabajador a las órdenes del patrono o
empresario, con el fin de cumplir la prestación laboral que éste le exija. Es casi unánime la
doctrina en observar como requisitos esenciales los expresados; y, en tal sentido, Colotti
entiende por jornada de trabajo, "el tiempo durante el cual, diariamente, el trabajador se
encuentra a disposición del patrono para cumplir la prestación que le impone el contrato de
trabajo" , Para Nelio Reís, el horario de trabajo es "la fijación de la cantidad de tiempo dentro
del cual el trabajo se debe realizar" ; y para Montonero Baca,, el tiempo durante el cual el
trabajador permanece en la negociación a disposición del patrono" .
Tres distintos criterios se han sostenido para establecer la extensión de la jornada de trabajo:
a) el del trabajo efectivo prestado por el trabajador; b) el de la dependencia, en el sentido
restringido, del trabajador; c) el criterio de la dependencia, en sentido amplio, del trabajador.
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jornada, cuando la naturaleza del trabajo, o la voluntad del patrono, exigen la permanencia del
trabajador en el lugar donde realiza su labor. d) el tiempo en el que el trabajador no puede
salir de su lugar de trabajo. El cómputo del tiempo de trabajo como efectivo debe hacerse de
forma tal "que tanto al comienzo como al final de la jornada diaria el trabajador se encuentre
en su puesto de trabajo.
TRABAJO EFECTIVO
La idea original en relación con la jornada de 8 horas era que durante este lapso el trabajador
debía prestar un trabajo efectivo, no computándose dentro de la jornada las reducciones
motivadas por descanso8 o intercalación de horarios. Tal enfoque es el de la definición de la
jornada de trabajo, adoptada en la reunión de los ministros de Trabajo de Alemania, Bélgica,
Francia, Gran Bretaña e Italia, celebrada en Londres, en mayo de 1926: "La duración del
trabajo es el tiempo durante el cual el personal permanece a disposición del empresario, no
comprendiendo los descansos durante los cuales el personal no se encuentra a disposición de
aquél".
Como tiempo efectivo dentro de la jornada normal se computa aquel en que el trabajador no
puede salir de su lugar de trabajo, sea durante su horario de comida o de descanso, de forma
tal que si está a disposición o cumpliendo necesidades de la empresa, el tiempo
correspondiente a dichos actos le será contado como tiempo efectivo de trabajo , siendo la
fórmula a aplicar la de que se considera como jornada de trabajo efectiva el tiempo durante el
cual el trabajador está a disposición del patrono , o aquel en que no puede disponer
libremente de su propia actividad o desplazamiento.
De acuerdo con lo expresado, para la aplicación de las legislaciones especiales sobre jornada
laboral, el trabajo debe ser efectivo. No lo constituye, a juicio de De Litala: a) el tiempo para
llegar al lugar de trabajo; b) los descansos intermedios; C) las interrupciones del trabajo.
Empero no coincide esa opinión con la doctrinal y legislativa; la propia Ley italiana sobre
jornada de trabajo ha considerado como trabajo efectivo, y que como tal debe de retribuirse,
en la agricultura: a) los descansos intermedios; b) el tiempo para ir al campo o al lugar de
trabajo y para regresar, según la costumbre; c) el tiempo necesario para afilar las hoces, salvo
pacto en contrario.
Aparte de las expresadas, existen otras formas de computar el tiempo de trabajo; se ha
distinguido así entre el reglamentario, el nominal y el efectivo. El tiempo reglamentario (works
time) es "el tiempo fijado para el trabajo por la dirección de la fábrica". El tiempo nominal
(nominal time) es "el tiempo durante el cual se considera que el trabajador está presente en la
fábrica; en este tiempo no se comprenden los períodos de ausencia por causa de la
enfermedad, el tiempo perdido por llegar tarde o por salir antes la hora, etcétera". Por último,
debe entenderse por tiempo efectivo (actual time), "el tiempo de trabajo efectivo; en este
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tiempo no se incluyen todos los períodos excluidos del tiempo nominal y además el tiempo
perdido por retardo en comenzar el trabajo o por cesación de éste antes de la hora de parada
normal, las interrupciones ocasionadas por la espera de materiales y las numerosas paradas,
de escasa duración, debidas a varios motivos (conversaciones, etcétera)”.
En relación a los reposos debe distinguirse, entre aquellos en que el trabajador no está
obligado a trabajar, por no estar dispuesto a ello, y el tiempo en que el trabajador no trabaja,
pero tiene que mantenerse a disposición del patrono.
Este tiempo vacío, durante el cual el trabajador debe mantenerse a disposición o en reserva,
suele formar parte de la duración del trabajo efectivo, sobre todo cuando este tiempo es más o
menos imprevisible y, por eso, incalculable de antemano. Pero hay actividades en las que las
horas de mera disposición (de espera) se producen con cierta regularidad, o conforme a un
plan de trabajo efectivo; esto es, no se computan en la jornada normal de trabajo. El tiempo de
espera, si el trabajador se encuentra a las órdenes del empresario, se considera como jornada
efectiva de trabajo. Se trata de retribuir, estimando como trabajo efectivamente prestado, el
tiempo que el trabajador consume sin hacer nada, sin actuar; pero estando dispuesto a
trabajar, a cumplir las órdenes que se le den. No hay que confundir, sin embargo, esta
situación con aquellas formas de trabajo en que la actividad consiste precisamente en una
espera o en una custodia ya que, como sostiene Barassi, la actividad de vigilancia es actividad
de trabajo"
No se considera trabajo efectivo el referente a ocupaciones que exigen, por su naturaleza y
calidad, trabajo discontinuo, o de simple espera o custodia; por lo cual la limitación de la
duración del trabajo no se verifica cuando se trata de trabajo discontinuo o intermitente.
Coincidimos con Raggi Ageo en el sentido de que, teniendo en cuenta la "existencia del
elemento dependencia que tipifica al contrato de trabajo, cuando a causa de dicha de-
pendencia el trabajador no puede disponer libremente de su tiempo, estará realizando una
jornada de trabajo. A la ley no le interesa si el trabajador está produciendo un resultado de
trascendencia económica para el patrono; le basta con saber que está impedido de disponer
libremente de su esfuerzo personal. La norma contractual impuesta por la ley será la de
obligar al contraprestatario a pagar la retribución por el esfuerzo del trabajador que ha tenido a
su disposición en esa jornada efectiva de trabajo, aunque no lo haya utilizado en nada".
La fórmula, a nuestro juicio, es que por jornada de trabajo debe entenderse el lapso durante el
cual el trabajador se encuentra a disposición del patrono en el lugar de la prestación de los
servicios; así, no sólo comprende el tiempo de prestación efectiva o real de servicios, sino
también el período en que el trabajador se encuentre a disposición del patrono, para que éste
pueda utilizar sus servicios. El tiempo en que el trabajador no se encuentra a disposición del
patrono, se considera tiempo libre para aquél; esto es, no computable dentro de la jornada de
21
trabajo. En esa forma, desde el momento en que el trabajador penetra en el lugar donde debe
prestar su trabajo hasta que sale de él, se valora cual duración del trabajo.
Sin embargo, debe considerarse, para computar ese tiempo como de prestación de servicios,
que ha de ser conocido por el patrono; pues el hecho de que un trabajador, terminada su
labor, en lugar de ausentarse del lugar donde realiza su trabajo, permanezca en el
establecimiento, no se considera prestación del trabajo, por cuanto no se encontraba a
disposición del patrono. Tampoco se computa el tiempo de descanso, siempre que durante
ese lapso el trabajador sea enteramente libre para disponer de su actividad como mejor guste,
y pueda permanecer o no, en el lugar de trabajo.
Nicaragua ha elevado a rango Constitucional los más esenciales derechos laborales entre
ellos el relativo a la jornada de trabajo que se encuentra preceptuado en el Arto. 82 Inco. 5 de
la Cn.
Nuestra Legislación Laboral vigente establece en el arto. 50 C.T. que el día natural para los
efectos del trabajo es el comprendido entre las seis de la mañana y la ocho de la noche. El
Arto. 51 C.T. establece que la jornada máxima de trabajo en Nicaragua es de 8 horas diarias o
48 semanales. Así mismo este mismo artículo en su párrafo primero establece que la jornada
de de trabajo efectivo nocturno no debe ser mayor de siete horas diarias, ni de cuarenta y dos
semanales y en su párrafo cuarto establece que la jornada nocturna la que se ejecuta entre
las 8 de la noche de un día y las 6 horas del día siguiente determinando su duración en no
más de 7 horas y en su párrafo cinco establece en su parte final, que no obstante es jornada
nocturna y no mixta aquella en que se labora más de tres horas y media en periodos
nocturnos, y en el párrafo quinto del mismo artículo define que la jornada mixta, es la que
se ejecuta durante un tiempo que comprenda parte de la jornada diurna y parte de la
nocturna, determinando su duración de 7 horas y media.
El Arto. 53 C.T. establece que la jornada ordinaria de trabajo, no podrá exceder de 6 horas en
los centros o puestos de trabajo insalubre declarados así por el Ministerio del Trabajo Así
mismo el Arto. 54 C.T. establece la obligatoriedad del Empleador de comunicar al Ministerio
del Trabajo, el lugar o centro de trabajo donde se realiza este tipo de labores. En caso de no
hacerlo los trabajadores tendrán derecho a denunciar la insalubridad del trabajo y pedir la
intervención de las Autoridades respectivas.
22
El Arto. 61 C.T. establece las categorías de trabajadores que no están sujetos a las
limitaciones de la jornada laboral pero prohíbe que estos trabajadores permanezcan en su
trabajo más de doce horas diarias y tendrán derecho durante ese término a un descanso de
cuatro horas en la forma que acuerden las partes, dejándose claramente establecido que la
jornada laboral efectiva de estos trabajadores no podrá exceder de ocho horas a como lo
establece el Arto. 51 C.T.
El Arto. 58 del C.T. establece que el número de horas extraordinarias no podrá ser superior a
tres horas diarias ni nueve semanales, a excepción de que establece el Arto. 59 C.T.
HORAS EXTRAORDINARIAS
La prolongación del trabajo fuera de la jornada legal establecida, o del cálculo de horas
máximas autorizadas por semana, significa un trabajo suplementario que posee distinta
consideración al trabajo normal.
Se exige que se den los siguientes requisitos: a) una situación de excepción; b) ser
absolutamente necesario el recurrir al trabajo extraordinario para cubrir necesidades de las
empresas o por motivos de interés general; c) faltar mano de obra especializada en la
industria que abarque la derogación La excepción temporal de la ley tiene así un límite en
cuanto al tiempo y al número de horas extraordinarias que pueden trabajarse.
Como bien se ha sostenido, la jornada extraordinaria de trabajo, para ser tal, debe ser
prestada en forma temporal, eventual o excepcional. Una jornada suplementaria de trabajo
prestada cotidianamente seria el derrumbe y violación del beneficio de la limitación de la
jornada diaria, causa por la cual los patronos se deben considerar obligados a mantener a su
servicio un numero tal de trabajadores que, sin necesidad de que ninguno de ellos prolongue
su tiempo de trabajo, la actividad normal del negocio se desarrolle o se realice dentro de las
jornadas previstas por la ley. Estando ajustada una industria a ese principio de organización,
sólo presentándose circunstancias anormales, que hagan necesaria la prolongación de la
jornada de alguno o de algunos obreros ocupados en ella, surge por parte de éstos la
obligación de prestar servicios una vez concluida la jornada de trabajo. En cualquier otro caso
que no coincida con la situación prevista, el obrero puede negarse a prolongar la jornada de
trabajo".
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DEFINICION DE LAS HORAS EXTRAORDINARIAS
Define Montonero Baca la jornada extraordinaria como "la que excede del Límite de la jornada
normal u ordinaria, exceso que es de duración temporal, relacionado con las actividades
habituales de la producción a que se dedica el centro de trabajo y siempre que ese exceso o
prolongación del servicio sea objeto de sobreremuneración". Trabajo extraordinario es para
Colotti: "aquel que se ejecuta fuera de la jornada normal y en interés exclusivo de la empresa,
con miras a acrecentar la producción o a favorecer la satisfacción de necesidades técnicas de
aquélla”. Se han definido también las horas extraordinarias como aquellas trabajadas
"después de haberse efectivamente trabajado durante toda la jornada legal, las que son
suplementarias; porque dentro de la jornada diaria vienen a sumarse a las horas ordinarias de
la misma" y el tiempo extra, como el tiempo trabajado además del establecido por la ley, por
los convenios colectivos o por los reglamentos de empresa, por el cual se pagan salarios más
elevados”. En conclusión son horas extraordinarias aquellas que el trabajador cumple sobre la
jornada máxima legal permitida, haciéndolo a continuación del trabajo ordinario o habitual que
venía desempeñando y con remuneración acrecida.
Partimos del principio de que el trabajador en ningún caso puede ser obligado a prestar
servicios extraordinarios que no sean fundados en fuerza mayor o en necesidad ineludible.
Si se trata de un servicio extraordinario, pueden darse, entre otras, las siguientes situaciones:
a) que sea motivado por fuerza mayor o que sea de necesidad ineludible; b) en otro caso, que
esté debidamente autorizado.
Respecto a los trabajos que han sido debidamente autorizados, pueden darse, entre otras, las
siguientes situaciones: a) si se trata de recuperación de horas perdidas; b) si corresponde a
necesidad de aumentar la producción; c) las condiciones propias del contrato de trabajo. Nos
inclinamos por el criterio que sostiene que el trabajador no puede ser obligado a trabajar horas
extraordinarias, salvo que se trate de recuperar horas perdidas; en cuyo caso, realmente, no
se sobrepasa la duración máxima semanal o cuando expresamente se haya establecido en
convenio, ya que no cabe imponer obligaciones unilaterales.
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Una vez finalizada su jornada normal o legal de trabajo, el trabajador puede negarse a seguir
prestando sus servicios al patrono si éste no invoca una causa legítima; esto es, admitida por
la ley, para hacer viable su demanda de trabajo extraordinario, sin perjuicio de la obligación en
que se encuentra de abonar el que se preste con el recargo que este establecido por ley o
convenio colectivo de trabajo. Y si esta negativa es válida para cualquier trabajo, más lo será
en relación al trabajo insalubre, peligroso o nocivo.
El trabajador puede negarse a prestar o seguir prestando servicios que excedan la jornada
máxima legal, salvo en casos excepcionales previstos expresamente en la ley, por cuanto la
facultad patronal de fijar el horario del trabajador juega, por así decir, sólo cuando se ajuste a
la norma legal que le otorga ese derecho, de forma tal que el patrono obra sin derecho, y en
forma abusiva, cuando pretende imponer un horario de trabajo que excede los límites legales.
Ello equivale a que sólo pueda requerírsele la prestación de trabajos extraordinarios en los
que medien esas circunstancias y, naturalmente, se encuentren dentro del límite que se
autoriza y medie, igualmente, la intervención de la autoridad de aplicación para que ésta
acepte como justificado el pedido de autorización que corresponde hacer con carácter previo
al patrono.
25
proceder, en todos los casos, con rigor suficiente como para fijar con exactitud la prestación
de los trabajos extraordinarios realizados.
Se trata, entonces, de las horas trabajadas sin aprobación de la autoridad administrativa, con
infracción de normas legales; y es natural que en tal caso la exigencia del juzgador sea mucho
mayor; principalmente cuando el trabajo se extiende a largo tiempo sin que medie reclamación
alguna anterior.
En el mismo sentido las autoridades judiciales de nuestro país, en reiteradas sentencias han
sostenido que las horas trabajadas sobre la jornada legal deben ser probadas por el
trabajador, ya que aquí no es aplicable el principio de la inversión de la prueba, que sólo rige
en aquellos casos determinados en forma expresa en la ley. Se deben acreditar en forma
fehaciente, tanto en lo que se refiere a los servicios prestados como al tiempo en que se
cumplan; y la prueba ha de ser completa y asertiva. Para acreditar el trabajo extraordinario
cabe utilizar todos los medios de prueba, incluso por testigos. Demostrándose el trabajo en
horas extraordinarias, pero no probándose el importe exacto del tiempo suplementario
trabajado, puede diferirse éste al juramento estimatorio del trabajador, dentro de la suma
máxima prudencial que fije el juzgador. Pero no debe dejarse de lado que la prueba de las
horas extraordinarias debe ser concreta en relación a cada una de las horas cuyo pago
suplementario se reclama.
Es presunción contra el que invoca haber trabajado horas extraordinarias sobre la jornada
legal el hecho de no haber reclamado su pago durante largos años, ya que el silencio
guardado al recibir la retribución, así como la falta de protestas del trabajador, pueden
interpretarse desfavorablemente, al no haberse reclamado durante la vigencia del contrato
laboral.
EL SALARIO
Es la contraprestación que recibe el trabajador de parte del empleador por la ejecución del
trabajo por cuenta ajena.
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Este puede retribuir el trabajo efectivo o los periodos de descanso que según la ley deben
computarse como de trabajo.
De ahí que existen retribuciones salariales y no salariales.
RETRIBUCIONES SALARIALES:
Son las cantidades abonadas al trabajador por el trabajo efectivamente realizado o por
determinados tiempos de descansos:
• Séptimo día
• Días feriados o asueto con goce de salario
• Vacaciones descansadas
• interrupciones de jornadas (jornadas continuas)
• Permisos legales o convencionales
• Interrupciones ajenas al trabajador
RETRIBUCIONES NO SALARIALES:
No se abonan por la realización del servicio, normalmente tienen un carácter compensatorio por
gastos incurridos en la prestación del servicio, por situaciones imprevistas que inciden en la
relación laboral, por negociación bilateral o actos de liberalidad del empleador. Ejemplos:
• Viáticos
• Indemnizaciones por despidos o de seguridad social.
• Beneficios socioeconómicos de la Convención Colectiva de Trabajo.
Salario Base:
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Complementos Salariales:
Son cantidades que se adicionan al salario base, que se fijan en atención a circunstancias
relativas al propio trabajador, al trabajo realizado o a la situación de resultados de la empresa.
Estos pueden ser de tres tipos:
Según el Arto. 82 C.T.: El salario se estipulará libremente por las partes, pero nunca podrá ser
menor que el mínimo legal.
Es decir que en este sentido el consentimiento de las partes está condicionado por la existencia
de una garantía mínima a favor del trabajador que es el Salario Mínimo, por debajo del cual no
pueden pactar ambas partes, y en caso de hacerlo dicha clausula o pacto cederá ante el texto
normativo, prevaleciendo el salario mínimo establecido en forma legal sobre el salario pactado.
La libertad de las partes para establecer y fijar el salario está referida más allá de los límites del
salario mínimo. Esa libertad para consentir se manifiesta únicamente cuando se trata de pactar
un salario superior al mínimo legal.
En este sentido la garantía mínima del trabajador es el Salario mínimo, siendo imposible
legalmente que pueda pactarse por debajo del mismo ya al inicio de la relación laboral o estando
vigente la misma. De ello se deriva por tanto que es posible legalmente la reducción del salario
cuando este es superior al mínimo, pero siempre y cuando se cumplan los requisitos siguientes:
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Que la reducción no desmejore el salario mínimo, es decir que el límite para la reducción del
salario es el mínimo legal para cada categoría;
SALARIO ORDINARIO:
Totalmente distinto al Salario mínimo es el salario ordinario, y este es el que se devenga durante
la jornada ordinaria, en el que están comprendidos el salario básico, incentivos y comisiones.
El salario básico es siempre una referencia de la remuneración que fijan las partes en el
contrato de trabajo. Este no puede ser nunca inferior al salario mínimo, por lo tanto el salario
básico puede o no ser el salario ordinario dependiendo de si se pactó o no que se devengarían
otras remuneraciones o ingresos.
Los incentivos son reconocimientos que el empleador efectúan al trabajador por encontrarse
inmerso en ciertas condiciones o situaciones especiales y accesorias que tienen su origen en la
prestación de los servicios pero que no están comprendidos dentro del salario básico, tales como
antigüedad, lejanía, situación de riesgo, elevada producción, asistencia y puntualidad, etc.
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Las Comisiones son ingresos que percibe el trabajador como resultado directo del servicio
prestado y que le permiten participación en determinado porcentaje de los ingresos que con su
trabajo se le permite conseguir y hacer recibir al empleador. Generalmente esta modalidad
salarial está ligada al sector comercio y servicio.
Salario mínimo es la menor retribución que debe percibir el trabajador por los servicios
prestados en una jornada ordinaria de trabajo, de modo que le asegure la satisfacción de las
necesidades básicas y vitales de un jefe de familia.
Salario extraordinario es el que se devenga en las horas extras. Siendo que este salario se
percibe ocasional y excepcionalmente en virtud de laborarse jornada extraordinaria, este al
pagarse con un cien por ciento más de lo devengado ordinariamente, ya no debe incluirse en el
monto que sirve de base para calcular las prestaciones sociales e indemnizaciones que
establece el Código del Trabajo, salvo pacto en contrario, como es el caso del Convenio
colectivo del Sector Construcción que dispone el cálculo de las vacaciones y décimo tercer mes
en base al Salario Neto del trabajador incluyendo el extraordinario.
Lo importante aquí estriba en que la regla general consiste en que es el salario ordinario y no el
salario mínimo o básico el que sirve de base para el cálculo de las prestaciones y derechos
laborales que tienen una traducción equivalente en dinero a las que tiene derecho a percibir el
trabajador. Por lo tanto si el trabajador devenga otras remuneraciones que no están
comprendidos bajo las categorías de salario básico, incentivos y comisiones, estas no serán
consideradas salario, y no se tomarán en cuenta para el cálculo de los demás derechos que en
forma dineraria percibe el trabajador.
Según el Arto. 86 C.T. el salario se pagará en moneda de curso legal, en día de trabajo, en el
lugar donde se preste el servicio, en el plazo y cuantía fijados en el contrato o derivados de la
relación de trabajo, no mayor dicho plazo a una semana si se trata de obreros ni de quince días
si se trata de empleados; queda a salvo el acuerdo entre el empleador y trabajador cuando por
razones justificadas el salario ha de pagarse en sitio distinto. En ningún caso podrá efectuarse el
pago con mercaderías, vales, fichas u otros signos representantes con que se pretenda sustituir
la moneda. Es prohibido pagar salarios en bares, cantinas o lugares similares, excepto a los
trabajadores que laboren en esos establecimientos.
En este sentido la falta de cumplimiento a la disposición antes señalada puede conducir a la
existencia de incumplimientos de parte del Empresario, que si se producen en forma reiterada e
injustificada puedan conducir a la terminación del contrato de trabajo por causa imputable al
empleador.
En el caso específico del plazo pactado para el pago del salario la falta de cumplimiento del pago
del salario en el tiempo convenido o en el que la ley ordene, se establece a favor del trabajador
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una sanción para el empresario que se traduce en el pago de una indemnización que se pagará
directamente al trabajador por el retraso, consistente en el pago por cada una de las dos
semanas de trabajo subsiguientes a la primera, un décimo más de lo debido, por cada semana
de retraso, salvo que el incumplimiento se deba a fuerza mayor o caso fortuito.
DEDUCCIONES AL SALARIO:
Del salario solamente podrán ser realizadas las deducciones legales correspondientes, siendo
estas las correspondientes al Seguro Social, la cuota sindical, y del Impuesto sobre la Renta.
Fuera de estas solamente podrán ser hechas que hayan sido debidamente autorizadas por el
trabajador en forma voluntaria.
El salario, el pago de vacaciones no gozadas, el décimo tercer mes y las indemnizaciones por
riesgo o accidente de trabajo, gozan de los siguientes privilegios:
a) Son preferentes a cualquier otro crédito, excepto los alimentos de familiares
del trabajador declarados judicialmente;
El salario de los trabajadores no será afectado por concurso, quiebra o sucesión y se pagará en
forma inmediata.
Los anticipos que el empleador haga al trabajador a cuenta del salario no devengarán intereses.
El trabajador tiene derecho a revisar los documentos relacionados con el pago de su salario.
El salario mínimo es inembargable excepto para la protección de la familia del trabajador.
31
SUSPENSIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO
Mientras dure el contrato de trabajo no es raro que una de las partes se vea
circunstancialmente impedida de ejecutar sus obligaciones. Ello se explica teniendo en cuenta
que las tareas deben ser cumplidas en forma personal y de forma sucesiva. Tal exigencia
determina que por razones de orden biológico social o patológicas, en algún momento el
trabajador se vea impedido de cumplir la función fundamental emergente del contrato.
Paralelamente pueden presentarse impedimentos también transitorios de lado patronal o por
eventualidades que determinan otras causas de interrupción. En estos casos de relación
laboral está sometida a suspensiones que no son conocidas en el derecho civil o comercial.
La suspensión del contrato del trabajo o relación laboral es una institución muy particular del
Derecho del Trabajo, creado para garantizar el mantenimiento de la relación laboral ante
situaciones que de forma temporal impiden su ejecución.
Esta figura tiene su fundamento en el carácter tutelar del Derecho del Trabajo y pretende
evitar que ante la imposibilidad del cumplimiento de la obligación principal por el trabajador y
en algunos casos del empleador, el contrato se extinga como ocurriría de aplicarse las reglas
generales en materia de contratos.
Otros autores opinan que la Suspensión de la relación laboral no es más que una
medida preventiva de que dispone el empleador y que le permite la ley, para que cesen
temporalmente las labores en la empresa, con el fin de evitar el desequilibrio financiero de la
empresa, provocados fundamentalmente por razones ajenas a su voluntad y la Estabilidad
Laboral.
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La suspensión, salvaguarda la continuidad de la relación contractual, evitar una ruptura
definitiva cuando sobreviene una causa suficiente y justificada que impide transitoriamente su
cumplimiento, esto es, permitir que el contrato sufra una interrupción pasajera e
incumplimiento de las obligaciones contractuales o convencionales sin afectar su subsistencia
esencial, es decir que no afecta a la existencia, sino a la ejecución del contrato.
CARACTERISTICAS:
Para que la suspensión sea tal, es decir, para que libere del cumplimiento de las obligaciones
es requisito sin la existencia de una causa válida y suficiente.
33
Por otro lado, la causa debe ser de suficiente entidad para justificar la paralización por un
lapso notable. El descanso entre medias jornadas, la pausa para refrigerio, el propio descanso
semanal, o aun otros hechos como un padecimiento leve, la ausencia breve para cumplir un
trámite, el permiso para asistir a una ceremonia y, en general, la infinidad de pequeños actos
de que está compuesta la vida cotidiana no trascienden hacia medidas de suspensión,
debiendo ser considerados como simples desmayos de la relación laboral, intrascendentes en
lo jurídico y en lo económico.
EFECTOS:
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La prestación del trabajo subordinado es la más típica de la relación laboral y por eso bien
puede decirse que, precisamente, hay suspensión de la relación de trabajo cuando se
suspende la exigibilidad de esa prestación que es la más típica (tipificante) de la relación de
trabajo.
Surge aquí una duda jurídica: lo que el empleador paga durante la suspensión es propiamente
remuneración? Si la remuneración es contraprestación, al no haber prestación, ese pago
sigue siendo contraprestación?
La definición del salario o remuneración como contraprestación del trabajo efectivo refleja una
acepción prestacional, restringida del concepto. Si la adoptamos, la respuesta a las
interrogantes sugeridas será que lo que el empleador abona no es salario, sino un sucedáneo
del mismo; algo que se parece a la remuneración, que la sustituye o suplanta, pero que no es
estricto sensu remuneración.
Si se adopta, en cambio, una noción integral, amplia y comprensiva del vocablo remuneración,
una acepción social y no prestacional, este parece como el conjunto de percepciones
económicas del trabajador derivadas de la existencia de una relación de trabajo. Desde tal
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perspectiva, todo aquello que el trabajador recibe de su empleador, aunque no provenga de
una labor efectiva, es salario; de allí entonces que también lo sea el que se genera durante la
suspensión.
Adviértase que estos deberes son recíprocos: también el empleador debe guardar respeto y
consideración a sus trabajadores, y actuar frente a ellos con total buena fe, obligaciones todas
ellas que tampoco se detienen durante la suspensión.
d. Acumulación de antigüedad
Por ejemplo, no resultara lógico que el tiempo no laborado por suspensión fuera considerado
activo para la suspensión del periodo de prueba, que es una etapa inicial de la formación del
contrato, durante la cual ambas partes aprecian el grado real de adaptación de la persona al
puesto y que permite dar término al contrato sin expresión de causa, sin preaviso y sin pago
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de indemnización alguna. Como es natural, la comprobación de esa adaptación, vale decir, la
superación de la prueba fáctica solo puede darse si hay prestación efectiva de labores.
Las legislaciones suelen precisar por eso, con cierto grado de detalle, para que, en que
medida y con que efectos opera la presunción de asistencia al trabajo y cuando, por el
contrario, hay solución de continuidad en el tiempo de servicios o cómputo solo parcial.
e. Reserva de puesto
Como toda suspensión es temporal e implica la subsistencia latente del contrato, evidente
consecuencia de ello es que el trabajador tenga derecho a reinstalarse en su puesto, cargo o
plaza habitual una vez concluida aquella, lo que sucede al desaparecer la causa que la
origina.
Puede criticarse esta denominación ya que ante la ausencia del trabajador la plaza no está
vacante, sino ocupada por su titular, que, sin embargo, no cubre la función para la que la
plaza fue creada; no hay reserva, sino inalterabilidad de la situación del trabajador en la
empresa.
MARCO LEGAL:
CONCEPTO: El Arto. 35 del C.T., define la suspensión como “La interrupción temporal de
la ejecución del Contrato de trabajo. La suspensión puede provenir de cualquiera de las
partes y no extingue la relación jurídica establecida”
La suspensión no extingue la relación laboral, pero por regla general, cesa temporalmente el
cumplimiento de las obligaciones principales de las partes, y en tal sentido la de prestar el
servicio por el trabajador y la de pagar el salario por el empleador, porque las prestaciones
sociales y antigüedad se siguen acumulando mientras pende la suspensión.
Arto. 36 C.T., La suspensión puede ser parcial o total en lo que se refiere a las obligaciones
fundamentales del Contrato o relación de trabajo, y puede ser individual o colectiva en lo que
se refiere a la cantidad de trabajadores involucrados.
El artículo citado, nos expone una clasificación de la suspensión del contrato de trabajo desde
dos aspectos principales. Que posteriormente en los artos. 37 y 38 C.T. aborda de forma
separada.
37
La Suspensión en relación a las obligaciones contractuales:
Cuando nos referimos a la suspensión parcial o total con respecto a las obligaciones del
contrato por parte del empleador, nos estamos refiriendo a las condiciones en que se daría la
suspensión, en el caso de que esta sea parcial se esta contemplando una reducción de las
obligaciones del empleador con respecto a los trabajadores, en estos casos por lo general,
cuando las condiciones económicas lo permiten el empleador les asigna a los trabajadores
un porcentaje del salario ordinario mientras dura la suspensión.
Por lo general los trabajadores a través de la Convención Colectiva han regulado el uso de
esta Institución, en cuanto a las condiciones salariales y beneficios del convenio colectivo
que les serian aplicables a los trabajadores durante la suspensión.
Cuando nos referimos a una suspensión total, según nuestra legislación Arto. 38 párrafo final,
el empleador solo está obligado a pagarle a los trabajadores seis días de salarios con el fin
de que el trabajador disponga de algo de dinero para hacerle frente a los efectos de la
suspensión. En algunas ocasiones en función de las condiciones económicas de la empresa
se les cancela lo acumulado en concepto de prestaciones sociales al momento de
suspensión.}
A. Individual.
La suspensión individual según nuestra legislación, puede operar por razones disciplinarias,
de salud, por designación o elección del trabajador a ejercer cargos vinculados a su condición
de trabajador o por razones políticas y por causas originadas por su conducta personal.
38
Son causas de Suspensión Individual:
Según la corriente más moderna, derivada de los principios de la seguridad social, en materia
de enfermedad y accidente debe darse atención a los efectos y desentenderse de la causa del
evento, es decir, eliminar o al menos minimizar la diferencia entre la enfermedad común y la
ocupacional o profesional y entre el accidente ordinario y el trabajo. Algunas legislaciones,
como la nuestra, mantienen la separación, sobre todo cuando de ella derivan
responsabilidades de naturaleza laboral, como pueden ser la de atender a la curación, otorgar
un subsidio, pagar una indemnización o asumir una pensión vitalicia.
Desde el punto de vista formal, se exige la comunicación oportuna del hecho, tanto para evitar
responsabilidades disciplinarias, cuanto para permitir al empleador la cobertura de la vacante
temporal con un reemplazante. Natural consecuencia de la suspensión es la prohibición para
trabajar: carecerá de sentido que el laborante quedara exonerado de cumplir su obligación
frente a su principal y que se desempeñara para una tercera persona.
La normatividad sobre seguridad social excluye a veces el pago de subsidio por los primeros
das de incapacidad. Ello obedece a causas económicas y psicológicas. Es sabido, en efecto,
39
que los das más costosos son los primeros de toda enfermedad, aunque solo fuera por la
circunstancia obvia de que son inevitables. El pago del subsidio desde el primer día constituye
un aliciente de ausentismo. Por eso, muchas legislaciones disponen que los primeros días de
eventual ausencia no sean compensados, lo que actúa como ticket moderador, con limitación
psicológica contra el abuso.
40
Incapacidad parcial y temporal, que es la más corriente y leve de las afecciones.
Son causas naturales de suspensión la incapacidad total temporal o la Incapacidad parcial
que impide el desempeño de las funciones.
En el primer caso, la explicación está dada por la temporalidad: aunque la persona no puede
desempeñar función alguna, tal impedimento es solo transitorio; cuando la persona se
recupere, se restablecerá la plenitud del vínculo laboral y de las obligaciones recíprocas que
del mismo emanan.
En el segundo caso, para que el contrato se suspenda se requiere que la afectación incida en
una incapacidad para el desempeño de las labores. De no ser así, obviamente no hay causa
para suspensión alguna. Cuando lo que hay es, en cambio, incapacidad absoluta y
permanente, corresponde no la suspensión sino la extinción del contrato de trabajo, como en
efecto contemplan unánimemente las legislaciones.
La maternidad determina una suspensión individual de naturaleza previsible: se sabe con alto
grado de exactitud la fecha en que comenzará el descanso, su duración y la fecha de su
conclusión.
d. Detención, arresto o prisión preventiva del trabajador, siempre que sea seguido de
sobreseimiento definitivo y en este caso el salario dejará de percibirse desde el
momento en que se produzca la detención o arresto, sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 17, inciso h, de este código. Si el trabajador actuó en cumplimiento de sus
funciones, o en defensa de la persona o de los intereses del empleador, tendrá este la
obligación de pagar los salarios que hubiese dejado de percibir aquel.
41
Conocida como "suspensión preventiva", tiene por objeto permitir la investigación de un ilícito
en el que el trabajador resulta directa o indirectamente involucrado. Consiste en la privación
temporal de la libertad del trabajador, con carácter cautelar, tanto para impedir la eventual
fuga del imputado, cuanto para facilitar la tarea de instrucción del delito.
Tiene por objeto práctico evitar que la presencia física del trabajador en el centro de trabajo
pudiera interrumpir o perturbar el curso de la investigación.
42
Dentro de las facultades del empleador propias de su poder directriz, una de las más
caracterizadas es la facultad disciplinaria o sancionadora.
Las sanciones más comunes que el trabajador puede imponer ante las faltas e infracciones en
que incurra el trabajador son la advertencia o amonestación, verbal o escrita, la suspensión
sin goce de salario y el despido causal o disciplinario; algunas legislaciones admiten además,
como sanción, la multa, pero otras expresamente la excluyen o prohiben.
Proporcionalidad, que implica que la sanción debe de ser adecuada a la magnitud de la falta,
oportunidad, es decir, inmediatez para que la infracción sea punida inmediatamente después
de conocida o investigada; non bis in idem, que impide que una falta sea sancionada dos
veces o con dos castigos simultáneos o acumulativos; recurribilidad, que autoriza al trabajador
a reclamar interna o externamente contra la sanción aplicada. En algunas partes se exige
también tipicidad, asumiendo que por el carácter cuasipenal de la infracción laboral debiera
aplicarse el principio nullum crime sine lege, pero tal rigor formal, en general, es reservado
sólo para las faltas y sanciones más graves, no para una suspensión disciplinaria.
Difieren grandemente las legislaciones en cuanto a la duración máxima que tal sanción puede
alcanzar: en algunos países no se admite sino por lapsos muy breves (de uno hasta tres días,
o una semana como máximo); en otros puede llegar hasta treinta días; hay finalmente otros
que la permiten hasta por varios meses.
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En nuestro caso para que opere la suspensión por causas disciplinarias, estas deben de estar
contempladas en el Reglamento Interno, de lo contrario es ilegal la aplicación de dicha
medida.
Para que la suspensión se pueda aplicar como medida disciplinaria, deben de concurrir las
siguientes condiciones:
Todo Conforme el art. 255 CT. El reglamento interno será elaborado por el empleador y
deberá llenar los requisitos siguientes:
La suspensión también puede operar como medida preventiva durante el trámite de solicitud
de autorización del despido del trabajador, cuando no se tenga confianza por parte del
empleador de que la continuidad de la relación laboral se pueda dar sin riesgo para la
empresa y sus trabajadores, siempre y cuando sea con goce de salario.
44
La doctrina también contempla:
No son idénticas las necesidades en esta materia, según se trate de un sindicato de empresa
o de uno supraempresarial (sindicato de industria o rama de actividad u organismo de
segundo o tercer grado). En el sindicato de empresa, la actividad sindical se cumple en gran
medida al interior del establecimiento, y las necesidades en materia de tiempo libre son
limitadas; en los sindicatos de gran envergadura, en cambio, la totalidad de la actividad es
extraempresarial, lo que exige licencia total.
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horas o días/hombre al mes o al año, que pueden ser utilizados por uno o varios dirigentes
indistintamente hasta agotarlas; o por el sistema, cada vez menos utilizado, de conferir el
permiso cuando se solicita, pero dependiendo de su justificación.
Como resulta obvio, el primer método deja a salvo la autonomía sindical, exonerando del
requisito de demostrar la causa que motiva la solicitud de licencia, lo cual suele ser además
fuente de discrepancias y hasta de conflictos, dado que tal justificación debe de ser
satisfactoria para la empresa.
En uno y otro caso, lo concreto es que la licencia sindical es, por lo general, una forma de
suspensión imperfecta, pues el dirigente continúa percibiendo su remuneración.
En nuestro caso la suspensión se efectuará, desde la fecha en que deban prestarse los
servicios o desempeñarse los cargos.
g. El mutuo consentimiento.
Se trata de un caso de suspensión acordado por ambas partes, normalmente a solicitud del
laborante aceptada por el empleador.
En el arto. 35 C.T. establece que mediante la suspensión del contrato de trabajo cesa la
obligación de prestar el servicio y la de pagar el salario. En muchos casos la obligación del
pago de salarios subsiste tal y como lo establece la parte final del inciso d) del articulo 37 C.T,
así como en el pago del periodo pre y post natal por el seguro social (subsidio).
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B. SUSPENSION COLECTIVA:
En los casos de Suspensión tanto individual como colectiva pueden darse con y sin goce de
salario.
Se acepta generalizadamente que el empleador pueda cesar las labores y eximirse del pago
de remuneraciones cuando existe una causa económica que lo justifica. En tales casos, se
suelen exigir como requisitos el que se trate de una interrupción por periodo corto y preciso, la
previa demostración de la causa y, sobre todo, la no responsabilidad o inimputabilidad del
empleador.
Tal forma especial de suspensión en algunos países queda librada a la sola decisión del
empleador, en otros, es decidida por el empresario, pero sujeta a fiscalización de la autoridad
competente, y en otros, finalmente, puede requerir de una autorización oficial anticipada.
Arto. 38. C.T. Se considera suspensión Colectiva la que afecta a una parte o a la
totalidad de los trabajadores de una empresa o lugar de trabajo por una de las
siguientes causas no imputables al empleador.
b)- El cierre de la empresa o centro de trabajo ordenado por autoridad competente de acuerdo
a razones preventivas o correctivas de higiene y seguridad.
c)- El cierre temporal de la empresa o centro de trabajo por razones técnicas o económicas.
d)- La fuerza mayor o caso fortuito, cuando traigan como consecuencia necesaria, inmediata y
directa la suspensión del trabajo.
En el caso del in. d) Son conceptos del derecho común, que en el derecho laboral son
tomados sin alteración.
Antiguamente se hacía mayor distinción entre estos términos, pero actualmente solo se
atiende a sus efectos que, para el caso, son los mismos:
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El impedimento a la ejecución del contrato derivado de un hecho imprevisible e inevitable.
Muchas veces se discutió si la interrupción en las actividades de la empresa por causa ajena a
la voluntad de ambas partes de la relación laboral debía ser asumida por el trabajador o por el
empleador. No hay unanimidad legislativa al respecto.
Por sus características, la suspensión derivada del hecho fortuito o la fuerza mayor es de
naturaleza colectiva, y puede darse en forma perfecta o imperfecta.
Para toda suspensión colectiva se procurará el mutuo consentimiento del empleador y los
trabajadores a través de una comisión bipartita.
Es importante que se tenga claro que cuando sucedieren hechos en la empresa que
sobrevengan como consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor, el empleador puede
proceder a suspender parcial o totalmente al personal sin requerir de la autorización del
Inspector del Trabajo.
Como se ha expresado para que exista suspensión colectiva de trabajo, debe contarse con
autorización expresa del Ministerio del Trabajo, al tenor del arto. 38 C.T. ultimo párrafo. El
Ministerio del Trabajo, mediante Acuerdo Ministerial No. JCHG 019-12-08. Publicado en la
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Gaceta Diario Oficial No. 237 del 12 de Diciembre del 2008. Relativo al Procedimiento
Administrativo Laboral Oral, regula el tratamiento procesal administrativo para que pueda
aplicarse la suspensión colectiva de contratos de trabajo, como un pre requisito procesal
previo sin el cual no puede existir legalmente dicha suspensión.
Si se llega a la fecha de vencimiento del plazo de la suspensión y persisten las causas que le
dieron origen y no se pide la prorroga, el empleador estaría obligado a pagar el salario de los
trabajadores, hasta tanto se obtenga la autorización de la prorroga.
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Para tal efecto el art. 44 CT establece que la Huelga es la suspensión colectiva del trabajo,
acordada, ejecutada y mantenida por la mayoría de los trabajadores interesados en un
conflicto de trabajo.
Efectos de la Huelga
Mientras dure la huelga queda prohibido al empleador contratar nuevos trabajadores.
El ejercicio del derecho a la huelga en los servicios públicos o de interés colectivo no podrán
extenderse a situaciones que pongan en peligro la vida o la seguridad de las personas.
La huelga suspende la obligación de prestación del servicio de trabajo en las empresas o
establecimientos en que se declare, por todo el tiempo que dure, sin terminar los contratos o
relaciones de trabajo ni extinguir los derechos y obligaciones que emanen de los mismos.
Siempre y cuando sea legal.
Si una huelga es declarada ilegal, el Inspector General del Trabajo, en la misma declaración,
fijará a los trabajadores un plazo no menor de cuarenta y ocho horas para que reanuden sus
labores, bajo apercibimiento que podrá el empleador dar por terminados los contratos de
trabajo de quienes continúen en huelga.
PARO
Es la suspensión temporal acordada por el empresario de las actividades normales de la
empresa o establecimiento, ejecutado y mantenido pacíficamente con el propósito de defender
sus intereses económicos o sociales.
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FORMAS LEGALES DE TERMINACION DE CONTRATO DE TRABAJO
MARCO JURIDICO:
La Terminación del Contrato de Trabajo, se encuentra regulada por los artos. 40 al 48 C.T.
Arto. 40. C.T. La terminación del Contrato Individual o relación de trabajo pone fin a la
generación de los derechos y obligaciones derivadas que emanan de los mismos.
El arto. 41. C.T. Estatuye que la Terminación del Contrato de Trabajo se puede dar por
cualquiera de las siguientes causas:
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Es evidente que al fallecer o quedar incapacitado permanentemente el trabajador, ya no
puede continuar prestando los servicios para los que fue contratado. Sin embargo, eso
no significa que los familiares no puedan optar a demandar las prestaciones y/o
derechos que el trabajador fallecido o declarado incapaz haya tenido mientras esa
relación laboral existiera, al tenor de los efectos que posteriormente mencionaremos
cuando nos adentremos en el arto. 42 C.T., con la observancia debida a cada caso en
concreto pues es posible que existan variantes en cuanto al reclamo de ciertos
derechos. Ej. Indemnización por muerte o incapacidad cuando el trabajador no se
encuentra asegurado. Arto. 121 C.T.
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e) Por resolución Judicial firme cuya consecuencia sea la desaparición definitiva de
la empresa.
En nuestro sistema jurídico, para poder obtener una resolución judicial firme que derive en la
desaparición definitiva de la empresa, se requiere iniciar un proceso de disolución de
sociedad, que trae como consecuencias un concurso de acreedores dentro del cual los
trabajadores deben ser partes. Es técnicamente imposible que la resolución judicial con este
propósito se dicte sin haber tenida por conclusa los contratos de trabajos, de tal manera que
esto sucede a la inversa, se cancelan los contratos de trabajos y ello sirve como un medio de
prueba mas para solicitar la resolución judicial en este sentido.
h) Por fuerza mayor o caso fortuito cuando traigan como consecuencia precisa el
cierre de la empresa.
Debemos distinguir que estamos frente a dos causales distintas contenidas en un
mismo acápite como forma de terminar el contrato de trabajo. Ambas presentan la
imposibilidad de continuar con las operaciones de trabajo.
Al respecto, existen otras causas de terminación que no precisamente son las que venimos
desarrollando:
Los requisitos de la renuncia están en dependencia del tipo de contrato que se ha suscrito.
Si el contrato es por tiempo determinado, por ende tiene una fecha de expiración para
concluirlo, lo que no quiere decir que el trabajador no pueda rescindirlo unilateralmente en la
forma en que fue pactada.
Cuando el contrato es por tiempo indeterminado, el legislador estableció dos requisitos para la
renuncia: a) por escrito b) con quince días de anticipación. Hacerlo por escrito, es con el
propósito de dejar constancia del acto de la renuncia, y la fecha de la misma para el conteo
del segundo requisito, que de no cumplirse afecta al trabajador pues este pierde su derecho a
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ser indemnizado al tenor del arto. 45 C.T, no así los derechos al reclamo de sus prestaciones
al tenor del arto. 42 C.T.
En este caso, no debe darse afectación a los derechos del trabajador y debe atenderse a los
principios contenidos en el Titulo Preliminar del Código del Trabajo en sus acápites: IV de
Irrenunciabilidad de los derechos y el V. Límite de la Autonomía de la Voluntad. Para evitar
transgresión a ley.
Estas causas se estarán abordando con detalles y con sentencias de la Sala Laboral del
Tribunal de Apelaciones de Managua.
La afirmación de derecho parte del principio de que “los que contravienen el tenor de sus
obligaciones quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados” Entonces
ante el incumplimiento de sus obligaciones contractuales de parte del empleador, o al romper
el contrato sin existir justa causa, éste debe pagar al trabajador una indemnización por los
daños causados.
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Su sanción o consecuencia, es que el despido es válido, es decir sí se da el rompimiento de
la relación laboral, pero el empleador queda sujeto al pago de una indemnización, la que es
calculada y tarifada en base a dos parámetros: 1- Los años de servicio; 2- El salario.
La hipótesis de este caso está relacionada con la conducta o circunstancia del trabajador.
Hay un grave incumplimiento del trabajador a las obligaciones que le impone el contrato de
trabajo, el cual es de una gravedad tal que no consiente la continuidad de la relación laboral,
por lo que teniendo una causa justa, el empleador unilateralmente decide ponerle término al
contrato de trabajo.
La afirmación de derecho parte del principio de que “la condición resolutoria va siempre
implícita en los contratos bilaterales para el caso de incumplimiento de sus obligaciones de
uno de los contratantes”, consecuentemente el empleador previo cumplimiento de un
procedimiento administrativo ahí contemplado, puede dar por terminado el contrato.
Es importante destacar que previa a la aplicación del arto. 48, el empleador debe contar con
autorización expresa del Ministerio del Trabajo, de tal manera que la aplicación de este
articulo no es antojadiza del empleador.
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Se requiere para solicitar la cancelación del contrato de trabajo, los requisitos establecidos en
el arto. 24 P.A.L.O, ya mencionados anteriormente.
La afirmación de derecho parte del principio de que “los actos ejecutados contra leyes
prohibitivas o preceptivas son de ningún valor, a menos que estas normas designen
expresamente otro efecto para el caso de contravención.” La afirmación de derecho contenida
en esta norma o sea el efecto jurídico que fija expresamente consiste en que el despido es
nulo, y la relación laboral se mantiene, es decir continua vigente. Consecuentemente en virtud
de que la relación continua viva, el trabajador tiene acción para demandar su reinstalación o
reintegro.
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