Ángeles gloriosos, espíritus puros, poderosos mediadores ante el trono de Dios, y amigos y protectores de los hombres, benditos Espíritus de Luz, que sois claros espejos de pureza y humildad, y enviados desde el cielo por la Providencia de Dios para estar constantemente a nuestro lado y cuidar de nuestra alma y de nuestro cuerpo no dejéis de acompañarme en mi caminar.
Ángeles guardianes, servidores de Dios,
que tenéis por Reina a la Santísima Virgen María, y sois el alivio del necesitado, que dais tranquilidad en la desesperación y nos ilumináis con brillante luz en la oscuridad, vosotros que sois escudo defensor para alejar los peligros, enemigos y males, y siempre nos ofrecéis vuestra asistencia atended las suplicas que os hago en esta oración.
Espíritus inmortales, prudentes y benévolos,
Santos Ángeles mensajeros del Altísimo, cuya misión es la de guiarnos y asistirnos y conducirnos por el buen camino, sostenedme en las duras batallas de esta vida, alejad de mi todo enemigo, toda mala persona, que quiera perjudicarme o dañarme, limpiad, despejad y abrid mis caminos para que pueda avanzar sin impedimentos y llegue hasta mi la buena suerte y la prosperidad.
Espíritus Protectores, sabios y fieles,
vosotros que tomáis interés por mí, y con benevolencia y solicitud me cuidáis, alejad todo tropiezo y maldad de mis caminos, toda negatividad, maleficio, hechizo o magia, toda envidia, odio, traición y rencor y cualquier otro mal que mis enemigos me deseen, para que queden despejados y abiertos mis caminos al buen amor, la salud y el trabajo, a la abundancia, al dinero, a la perfecta armonía y paz.
Mis amados Ángeles que con amor veláis por mí,
hoy os invoco con toda confianza para solicitar que llevéis mis suplicas ante Dios, os ruego que seáis mis intercesores y le pidáis que con su bondad me ayude a conseguir esto tan especial que solicito y que me es tan necesario:
(decir con mucha fe todo lo que se desea obtener).
Grandes Ángeles del cielo, mis amigos,
mis Espíritus Protectores, mis queridos guardianes, me encomiendo a vosotros en mis necesidades, no me abandonéis ni de noche ni de día, dadme vuestra asistencia, ayuda y defensa y conseguidme que bajo vuestra protección y guía progrese en el amor hacia el Señor y el prójimo para llegar a la gloria del Paraíso y así poder expresar mi gratitud hacia vosotros y glorificar al Señor y la Virgen María.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos durante tres días seguidos,
por la mañana y por la noche. Encender una vela blanca o celeste la noche del primer día.