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Para el concepto de «Dios» en el contexto de las religiones politeístas, véase deidad.
Para otros usos de este término, véase Dios (desambiguación).
Detalle de La creación de Adán (pintura al fresco en la Capilla Sixtina), de Miguel Ángel, un ejemplo de
cómo se representa a Dios en el arte occidental.
El concepto teológico, filosófico y antropológico de Diosnota 1 (del latín: Deus, que a su vez
proviene de la raíz protoindoeuropea *deiwos~diewos, ‘brillo’, ‘resplandor’,2 al igual que
el sánscrito deva, ‘ser celestial’, ‘dios’) hace referencia a una deidad suprema. El Diccionario
de la lengua española lo define como el «ser supremo que en las religiones monoteístas es
considerado hacedor del universo» o, como nombre genérico con minúscula inicial, «deidad a
que dan o han dado culto las diversas religiones politeístas».1
Dios es el nombre que se le da en español a un ser
supremo omnipotente, omnipresente, omnisciente y personal en religiones teístas y deístas (y
otros sistemas de creencias) quien es: o bien la única deidad, en el monoteísmo, o la
deidad principal, en algunas formas de politeísmo, como en el henoteísmo.3
Dios también puede significar un ser supremo no personal como en el panteísmo, y en
algunas concepciones es una mera idea o razonamiento sin ninguna realidad subsistente
fuera de la mente, como en los sistemas materialistas.
A menudo Dios es concebido como el creador sobrenatural y supervisor del universo.
Los teólogos han adscrito una variedad de atributos a las numerosas concepciones diferentes
de Dios. Entre estos, los más comunes
son omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia, omnibenevolencia (perfecta bondad), simplici
dad divina, y existencia eterna. Dios también ha sido concebido como de
naturaleza incorpórea, un ser personal, la fuente de toda obligación moral, y el «mayor ser
concebible con existencia».3Estos atributos fueron descritos en diferentes grados por los
primeros filósofos-teólogos judíos, cristianos y musulmanes, incluidos Maimónides,4 san
Agustín,4y Al-Ghazali,5 respectivamente. Muchos destacados filósofos medievales y filósofos
modernos desarrollaron argumentos a favor de la existencia de Dios.5En forma análoga,
numerosos filósofos e intelectuales de renombre han desarrollado argumentos en contra de la
existencia de Dios.
Índice
La Obra "Dios bendijo el séptimo día", una acuarela de la versión deísta de Dios por William Blake (1757
– 1827).
Dios sería capaz de insuflar el aliento adecuado que permite a sus adoradores sostener el
sistema de autogobierno que él mismo define en un compendio de leyes, normas y
principios catalogados en una colección de libros definidos como sagrados por sus
seguidores, y cuyos redactores humanos declaran haber sido guiados por la iluminación
divina. Al insuflar ese poder, no causa sufrimiento añadido al sistema de vida
rutinario.[cita requerida]
En algunas religiones, Dios es el creador del universo.6
Algunas tradiciones sostienen que, además de creador, Dios es conservador (teísmo),
mientras que otros opinan que Dios es únicamente creador (deísmo).
Algunos filósofos afirman que Dios es el principio incondicionado que explica la existencia
de todo. No sería, por lo tanto, un concepto al que llegue el pensamiento, sino un
postulado del pensar,7 o, como diría santo Tomás, un prolegómeno a la fe.
En las religiones monoteístas
―bajaísmo, cristianismo, islamismo, judaísmo, krisnaísmo y sijismo―, el término «Dios» se
refiere a la idea de un ser supremo, infinito, perfecto, creador del universo, que sería pues, el
comienzo y el final de todas las cosas. Dentro de las características principales del Dios
supremo estarían principalmente:
Imagen del dios El venciendo a dos leones, tallado en el mango del cuchillo ceremonial de Gebel el-
Arak. Según una palabra semítica del noroeste, que tradicionalmente se traduce como ‘Dios’,
refiriéndose a la máxima deidad. Algunas veces, dependiendo del contexto, permanece sin traducción
(quedando simplemente El) para referirse al nombre propio de un Dios.
La obra de Dios es dar a los seres humanos el regalo de la salvación y la vida eterna.
Algunas concepciones de Dios se centran en una visión de este como una realidad eterna,
trascendente, inmutable y última, en contraste con el universo visible y continuamente
cambiante.
Principalmente, a Dios se le atribuyen omnipotencia (todo lo puede), omnipresencia (todo
lo abarca), omnisciencia (todo lo sabe), y omnibenevolencia (es absolutamente bueno).
Sin embargo, no todos afirman que Dios es moralmente bueno. Mientras que algunos
consideran que Dios representa lo moralmente bueno, admitiendo que existe una
definición objetiva de lo bueno y lo malo, para otros Dios está por encima de la moralidad,
o la determina, de manera que es bueno lo que Dios quiere que sea bueno. No todos sus
atributos concuerdan, apareciendo contradicciones que hacen a los críticos negar que
Dios pueda tener a la vez los cuatro atributos indicados. Por ejemplo, se afirma que si
Dios es el creador omnipotente, omnisciente y el único juez, entonces al crear a la
humanidad, incluidos ateos y paganos, sabe cómo será su comportamiento y tendrá que
enviarlos al infierno.[cita requerida] Este Dios no puede, por tanto, ser bueno desde el punto de
vista de todos los humanos, del mismo modo que algunos afirmarán que no todos los
humanos son buenos desde el punto de vista de Dios. Este, el problema de la existencia
del mal, es uno de los obstáculos planteados por los escépticos para aceptar ese
concepto de Dios. Los creyentes suelen alegar el «libre albedrío» de los seres humanos
para explicar el mal en el mundo, aunque ese argumento no sirve para explicar el mal en
la Naturaleza (aunque no está del todo definido el concepto de mal en la Naturaleza, pues
existe el problema de que, si el bien y el mal es cuestión de opción hecha
(por libertad o razonamiento), la Naturaleza carece de este tipo de opciones, simplemente
es como es); y por otra parte, los críticos no consideran compatibles la omnipotencia y la
omnisciencia de Dios con el libre albedrío, alegando que si Dios todo lo puede, intervenir
implicaría obstaculizar la libertad del ser humano; o el saberlo todo implicaría también que
no hay nada dentro de la libertad del ser humano que no esté previamente fijado y dicho.
Al respecto de la omnipotencia, se contrapone la característica omnibenevolente de Dios,
que al poderlo todo no necesariamente lo hace, sino que deja al ser humano actuar de
acuerdo con la característica libre con que lo creó en un inicio y no interfiere, ya sea por
apatía o placer (lo que de nuevo contradiría la benevolencia de Dios), o por respeto
(nacido de su benevolencia) a la naturaleza con que fue creado el ser humano.[cita requerida]
La teología negativa (o vía negativa) aduce que no se pueden determinar afirmaciones
concluyentes sobre los atributos de Dios, mientras que los agnósticos consideran que el
limitado conocimiento humano no permite obtener pruebas concluyentes de qué o cómo
es Dios. Algunas costumbres relacionadas con el misticismo establecen unos límites al
poder de Dios, al considerar que la naturaleza suprema de Dios no deja lugar a
la casualidad.
La concepción de Dios como ente individual es una característica del monoteísmo. Las
diferencias entre monoteísmo y politeísmo dependen de la tradición de los pueblos
(ver Trinidad, dualismo y henoteísmo).[cita requerida]
Dios definido como un ser supremo no personal
El dios Ra, era dios del cielo, dios del Sol y del origen de la vida según en la mitología egipcia.
Etimología
Exposición
En español, al igual que en las otras lenguas romances, la palabra «dios» viene directamente
del latín deus, ‘deidad, dios’. El término latino deriva a su vez del indoeuropeo *deiwos,9 de la
raíz *deiw-, ‘brillar, ser blanco’, de la que deriva asimismo el término griego Ζεύς (Zeus).10De
hecho, la palabra española dios es idéntica en pronunciación a la griega Διός (Diós),
forma genitiva de Zeus (el principal Dios de la mitología griega, padre de los "theos", que son
los dioses menores). De esta misma raíz indoeuropea derivan el latín dies (‘día’) y el
griego δῆλος (‘visible, patente’).10Pese a su parecido con el término griego análogo, θεός
(theós, ‘deidad, dios’), este deriva de la raíz indoeuropea *dhēs-, de significado desconocido,
pero que originó en latín palabras de significado inicialmente religioso
como feria o fanatismo.11
Porcentajes de creencia en Dios en Europa. Los colores más oscuros denotan un mayor culto, mientras
que los más claros marcan una menor creencia, consecuencia de otras prácticas religiosas.
En idioma español, el vocablo «Dios»nota 1 se utiliza para referirse a la deidad suprema de las
religiones monoteístas. Pero son muchos los dioses de este tipo que se presentan entre las
diversas culturas, incluyendo a las politeístas, y por ende muchos los vocablos en distintos
idiomas con los que se los identifica particularmente según aquella condición exclusiva suya, o
los nombres particulares que se les ha otorgado.
A continuación se presenta una lista de algunos de los diversos dioses supremos, según sus
respectivas denominaciones:
Imagen de Krisna, el Dios creador según el hinduismo tocando la flauta, cubierto por la serpiente-
dios Ananta Shesha. Bajorrelieve en el templo de Somnathpur, en Karnataka (India).
Achamán en la religión guanche ―en las islas Canarias―, el dios sustentador de los
cielos y dios supremo.19
Ahura Mazda para el zoroastrismo.
Alá (Allah en árabe) en el islamismo. Aunque se suele creer lo contrario, no es un nombre
propio sino la palabra «Dios» en árabe. Con esta palabra, los arabohablantes (sean
musulmanes, cristianos o judíos) se refieren al Dios único de las religiones monoteístas20
2122 (véase 99 nombres de Dios). Es la versión árabe del nombre semítico El (‘dios’), que
Atributos de Dios
Posición monoteísta cristiana
Una supuesta consecuencia de la espiritualidad de Dios sería que Dios vive. Vive como un
ser moral a semejanza del Homo sapiens, pero en suma perfección. A. Strong afirma:31
Si el espíritu en el hombre implica vida, entonces en Dios el espíritu implica la vida eterna e inagotable.
Infinitud
Dios no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación
al espacio (inmensidad de Dios) o al tiempo (eternidad de Dios). Con relación al espacio Dios
sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría
relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.
Unidad
Dios sería completamente simple, y en él no habría ni composición ni partes.
Omnipotencia
La omnipotencia de Dios significaría:
Libertad y poder para realizar todo lo que sería consecuente con su naturaleza.
Control y soberanía sobre todo lo hecho o lo que puede ser hecho.
Omnisciencia
El conocimiento de Dios es perfecto, en teoría posee todos los conocimientos.
Sabiduría
La sabiduría de Dios sería una combinación de su omnisciencia y su omnipotencia. Tiene
poder para aplicar sus conocimientos de manera que los propósitos mejores sean realizados o
cumplidos por los mejores medios posibles.
Apu Qun Tiqsi Wiraqucha o el Dios Viracocha en la cultura incaica, es el creador. En quechua, apuj'
significa señor, tiqsi significa fundamento, base, inicio; mientras que wiraqucha proviene de la fusión de
dos vocablos: wira (metátesis de wari = sol)1 y qucha (contenedor de agua, lago, laguna).
En el Oriente antiguo muchas ciudades tenían su propio dios local, aunque esta adoración de
un solo dios no implicó la negación de la existencia de otros dioses.
El culto iconoclasta del dios solar egipcio Atón fue promovido por el
faraón Akenatón (Amenhotep IV), que gobernó entre el 1358 y el 1340 a. C. El culto de Atón,
el dios del Sol, se cita a menudo como el ejemplo de monoteísmo más antiguo del que se
tiene conocimiento y a veces se cita como una influencia formativa del judaísmo temprano,
debido a la presencia de esclavos hebreos en Egipto . Pero aunque el himno de Akenatón a
Atón ofrece evidencia fuerte de que Akenatón consideraba que Atón era el creador único,
omnipotente, la adoración de otros dioses al lado de Atón nunca cesaron fuera de su corte, y
los más viejos cultos politeístas pronto recuperaron precedencia.
Teología
Artículo principal: Teología
En algunas sociedades los creyentes religiosos con frecuencia asumen que el sistema de
moral de comportamiento es inspirado en la revelación de la religión mayoritaria, que puede
recogerse en un libro: para el cristianismo es la Biblia, para el judaísmo es el Tanaj y para
el islamismo el Corán.
Judaísmo
En la religión judía, Dios reveló 13 atributos de clemencia divina; además de las revelaciones
relativas, Dios desea que el devoto se acerque a Él en oración y casi en todos sus pasajes de
la vida diaria, por lo tanto, todos los días. El mayor logro de la sabiduría humana coincide con
el conocimiento de Dios.
Está expuesto en la Torá y en los Profetas que Hashem no es corpóreo ni material, como expone:
“Que Hashem es el Elohim; en el cielo arriba y en la tierra abajo” (Ieoshúa 2: 11); y un cuerpo no puede
estar en dos lugares (a la vez). Y expone: “Pues ustedes no vieron ninguna imagen” (Devarim/ Deut.4:
15). Y además: “¿ Con quién Me compararán e igualarán?” (Ieshaiahu/ Is. 40: 25). Si Él fuese un cuerpo
sería semejante a los demás cuerpos. Si es así (que Hashem es incorpóreo), ¿qué significa lo que
expone la Torá: “Bajo Sus pies” (Shemot/ Éx. 24: 10). “Escritas con el dedo de Elokim” (Shemot/ Éx. 31:
18). “La mano de Hashem” (Shemot/ Éx. 9: 3). “Los ojos de Hashem” (Zejaría/ Zac. 4: 10). “Los oídos de
Hashem” (Bamidbar/ Núm. 11: 1), etc.? Más bien, es una adaptación al entendimiento humano, que
conoce sólo lo corpóreo, y la Torá se expresa como el lenguaje humano; y todas ellas son expresiones
metafóricas, como expone: “Le daré filo al brillo de Mi espada” (Devarim 32: 41). ¿Es que acaso Él tiene
una espada, o con una espada provoca la muerte? ¡No, son sólo alegorías! Y lo mismo es aplicable a
las demás expresiones. La prueba de ello es que un profeta declara haber visto a Hashem con “ropas
blancas como la nieve” (Daniel 7: 9), en tanto que otro profeta Lo vio con “vestimentas rojas de Botzrá”
(Ieshaiahu/ Is. 63: 1). El mismísimo Moshé Rabenu Lo vio “en el mar como un Valiente Guerrero que
estaba librando una batalla” (Mejilta Beshalaj 15: 3), y en el Sinaí “como un Jazán (oficiante) envuelto en
un Talit (manto de plegarias)” (Talmud Rosh Hashaná 17b). Resulta entonces que Hashem no tiene ni
imagen ni forma, y que todos esos (versículos) son visiones proféticas. (El mismísimo hecho de que
cada profeta Lo vio diferente, significa que no tiene imagen ni forma, y que son sólo visiones alegóricas
y proféticas). El entendimiento humano no es capaz de captar ni investigar la verdadera existencia (de
Hashem). Es esto lo que exponen las Escrituras: “¿ Acaso hallarás la comprensión de Hashem? ¿Acaso
hallarás límites al T-dopoderoso?” (Iov 11: 7)32
Cristianismo
Artículo principal: Dios en el cristianismo
Los cristianos consideran a Dios como un ser que interviene y participa en la historia humana,
que se revela. Además, la mayoría de confesiones cristianas consideran desde antiguo que en
Dios hay tres Personas en una única sustancia, lo cual queda recogido bajo la fórmula de que
Dios sería Uno y Trino.
En los escritos de la Patrística, se realza la diferencia entre los dioses paganos, considerados
llenos de vicios y contradicciones, y el Dios conocido tanto por los mejores pensadores
paganos (por ejemplo Platón y los platónicos, a quienes cita san Agustín en su obra La ciudad
de Dios) como por los cristianos.
Desde la Edad Media y hasta la actualidad, la tradición católica hace de Dios un objeto de
estudio teológico, al mismo tiempo que lo considera inaccesible a una plena comprensión
racional (como explica, por ejemplo, san Anselmo de Aosta). Desde tiempos de Tomás de
Aquino (1225-1274), la Iglesia católica asume que la existencia de Dios puede demostrarse en
el ámbito de la metafísica. Tomás de Aquino en su obra Suma teológica (1266) sostiene que
se puede entender la existencia de Dios por cinco vías o caminos (entiéndase vías como
«maneras de llegar a», no como pruebas concretas):
Existencia de Dios
Itzamná (también llamado Zamná): Su nombre significa "casa de iguanas", y era el señor del "rocío o
sustancia del cielo", Dios creador y supremo entre los mayas yucatecos. Era señor de los cielos,
la noche y el día. Lee Lawrie, Representación de Itzamná (1939). Biblioteca del Congreso Edificio de
John Adams, Washington D.C.
Agnosticismo
Artículo principal: Agnosticismo
El agnosticismo (del griego a: ‘no’ y gnosis: ‘conocimiento’) es una postura religiosa o filosófica
sobre la religión de acuerdo a la cual la existencia o no de un Dios o una mitología de
deidades, es desconocida. En algunas versiones (agnosticismo débil) esta falta de certeza o
conocimientos es una postura personal relacionada con el escepticismo. En otras versiones
(agnosticismo fuerte) se afirma que el conocimiento sobre la existencia o no de seres
superiores no solo no es conocida sino que no es cognoscible. Finalmente hay versiones
(apateísmo) en las cuales se afirma que la existencia o no de seres superiores no solo no es
conocida sino que es irrelevante o superflua.
Deísmo
Allāh, dado que Dios no es representable para los musulmanes, se utiliza la escritura de modo
semiótico. Grabado en piedra y escrito en árabe.
El término ateísmo se puede referir a dos actitudes distintas: la indiferencia por la existencia
de las divinidades o sus preceptos, y la no creencia en la posibilidad o en la realidad de su
existencia.
El agnosticismo es una variedad de ateísmo en la que se afirma que la existencia de uno o
más dioses es dudosa, improbable o insuficientemente demostrada. Esa vertiente
corresponde a la ausencia de creencia en la existencia de divinidades y puede ser mejor
comprendida cuando se la compara con el ateísmo fuerte. También se la conoce como
ateísmo débil (en contraposición al fuerte) o ateísmo negativo (en contraposición al ateísmo
positivo) o ateísmo implícito (en contraposición al explícito). Se llama ateísmo escéptico en el
sentido de que sin pruebas no puede dar crédito ni siquiera al ateísmo fuerte.
Otras creencias
Hay varios sistemas religiosos ―por ejemplo en el budismo, el advaita y el discordianismo―
en los cuales no se menciona ni se estudia la existencia de Dios.
Para la doctrina del espiritismo, Dios es la inteligencia suprema, causa primera de todas las
cosas, eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y bueno.
El panteísmo sostiene que el universo entero es Dios mismo. Se han identificado elementos
de panteísmo en algunos cultos primitivos de adoración a la naturaleza.
Dios y la neurobiología
«Dios Padre», una representación de la versión teísta de Dios, de Ludovico Mazzolino (1480 - 1528).
El neurólogo Michael Persinger (1945-2018) recogió de sus pacientes con epilepsia temporal
relatos de alucinaciones de tipo religioso.35Dos de los relatos frecuentemente aludidos son los
de Rudi Affolter y de Gwen Tihe. Ambos padecían epilepsia temporal. Rudi Affolter era ateo y
contaba que experimentaba alucinaciones como si realmente se estuviera muriendo. Gwen
Tihe era cristiana y la alucinación que padecía era la de dar a luz a Jesucristo.
Algunos han querido reproducir experimentalmente estas auras epilépticas mediante
estimulación de la corteza temporal. Michael Persinger lo hacía con un campo magnético de
débil intensidad y los sujetos de experimentación referían que notaban como si en la
habitación en que se encontraban hubiera algún ser no corporal, experimentaban a veces una
iluminación repentina, o temor espiritual, pérdida de la noción de tiempo, etc. Por su parte, un
investigador suizo,[cita requerida] aplicaba a una paciente epiléptica zaps eléctricos a la altura
del giro angular (una zona del cerebro). La paciente experimentaba la sensación de
encontrarse fuera del cuerpo.
Si la epilepsia temporal produce experiencias religiosas, algunos autores han pensado que las
experiencias místicas de ciertos santos, como san Pablo, Juana de Arco, santa Teresa de
Jesús, etc. posiblemente fueron provocadas por el «pequeño mal» (ataques epilépticos
débiles), es decir que lo que se atribuye a una unión mística con Dios se reduce, según ellos,
a una actividad patológica de la corteza cerebral. Se cita el caso de Ellen G. White (nacida en
1827), quien a la edad de 9 años padeció un traumatismo craneoencefálico y comenzó a tener
visiones religiosas. Estas le llevaron a fundar el Movimiento Adventista del Séptimo
Día.[cita requerida]
El momento en que una persona creyente se siente en comunión con Dios, o con una entidad
superior, fue estudiada por el Dr. Andrew Newberg y D’Aquili. Descubrieron es que la mayoría
de los sujetos experimentales ―cuando no están meditando― muestran el área de asociación
de la orientación mucho más activa que cuando meditan. Es decir, son capaces de
concentrarse con tanta profundidad que ya no perciben los estímulos sensoriales externos.
Según los investigadores, al no recibir información sensorial, el área de asociación de la
orientación se vuelve incapaz de determinar los límites del individuo. Y eso sería lo que
provoca que el meditador perciba sensaciones relacionadas con "Dios", el “infinito” o de
“unidad con el Universo”.36
Uffe Schjødt37 estudió las reacciones cerebrales, mediante el análisis cerebral por resonancia
magnética funcional (fMRI), en un total de 20 pentecostalistas y de otras 20 personas no
creyentes, durante la escucha por parte de todos los participantes, de sermones religiosos
grabados. A todos los voluntarios se les dijo que seis de las oraciones grabadas habían sido
leídas por personas no cristianas, otras seis por cristianos corrientes y las otras seis por un
sanador. En realidad, todas ellas habían sido leídas por cristianos de a pie. Los científicos
constataron que solo en el caso de los voluntarios devotos se produjeron cambios en la
actividad cerebral registrada, como respuesta a los sermones oídos. Concretamente, en este
grupo la actividad neuronal se redujo en partes de la corteza prefrontal y de la corteza
cingulada anterior del hemisferio izquierdo del cerebro, que son áreas que juegan un papel
clave en el estado de vigilancia y de escepticismo en situaciones en las que estamos juzgando
la verdad y la importancia de lo que la gente nos dice. Asimismo se vio reducida la actividad
del área de asociación de la orientación, reafirmando lo planteado por Andrew Newberg.
También se observó, en los creyentes, actividad neural adicional en lo que se considera el
área de la fe, en el lóbulo prefrontal derecho, que no presentaron los que se declararon no
creyentes.37