1. Un primer significado. En una encuesta hecha en
nuestro país en el 2011, resultó que las personas en Navidad sentían alegría el 80%, tristeza el 17% y no respondían el 3%. Los datos son bien dicientes. Es una época de alegría para la mayoría de las personas. Las prácticas religiosas marcan mucho estas vivencias. Unas “posadas” bien preparadas como lo hacen en México o entre los méxico-americanos en USA, sirven a las personas para vivir con gusto y alegría la Navidad. En Colombia gozamos de una práctica, cuyo valor no apreciamos lo suficiente. Se trata de la Novena Navideña. En algunos sitios, los adultos le sacan el quite con el pretexto de que es una fiesta para los niños. En otras partes, en cambio, es una costumbre muy arraigada el rezarla en familia. En otras, es una celebración barrial. Para el comercio, el significado es claro: se trata de ganar más y más dinero. La mejor prueba es cómo desde octubre ya comienzan a aparecer propagandas en los periódicos y revistas con preciosos dibujos e imágenes.
2. Un poco de historia. El 24 de diciembre de 1223
comenzaron a sonar las campanas de la iglesia del pueblo de Greccio, en Italia. Los vecinos salieron a ver qué sucedía. Se les apareció Francisco de Asís desde una montaña vecina y los invitó a subir. Ellos tomaron antorchas y emprendieron el ascenso. ¿Qué encontraron? Un pesebre vivo, representado por 2 personas, incluso alguien con un niño casi recién nacido. Cuentan que la sorpresa fue tan grande porque descubrieron por qué Francisco se desaparecía a ratos y subía a esa montaña. ¿Era sólo para orar? A Francisco le gustaba alejarse de la gente y ponerse en contacto con Dios. Pero había algo más. Ese bosque era de un amigo suyo llamado Juan Velilla. Allí Francisco había descubierto una cuevita muy parecida a la que conoció pocos días antes en una peregrinación a Palestina. Ahora él estaba enfermo y hasta creía que esta era su última Navidad. Por eso se le ocurrió la idea de hacer un pesebre vivo, con personas de carne y hueso. Como conocía bien los relatos de Lucas, le quedó fácil organizar la representación viva del pesebre, y pasar un buen rato explicando el misterio del Nacimiento del Niño Dios. Cuando terminó de hacerlo, un sacerdote, que también había sido cómplice de este secreto, les celebró la Eucaristía y les ayudó a comprender el misterio que hoy también nosotros celebramos junto a los pesebres.
3. La invitación se repite. En el 2013, el nuevo
papa elegido tomó su nombre de Francisco y nos invitó a vivir la sencillez, el amor por los pobres y el cariño del poverello de Asís, por la Naturaleza y por la Navidad. Quien desee conocer su apreció por san Francisco de Asís lea los primeros números de su encíclica LAUDATO SI, donde habla bellezas del modelo que escogió. El Papa Francisco aconseja a las parroquias algo aplicable 3 a la Navidad; que estén “en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se conviertan en una estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos” (Evangelii Gaudium, n.26).
3. La Historia de “El Asombrado”. En un
pesebre de Francia, en la ciudad de Provenza se observa un pastor un tanto raro. Tiene las manos vacías y el rostro lleno de asombro. Por eso la gente lo llama “El Asombrado”. Cuentan que en la primera nochebuena, los demás pastores de Belén se disgustaron con él, porque no llevaba ningún regalo al niño Dios, y le dijeron: ¿Qué, no te da pena? ¿Quieres ver al niño Dios y no le regalas nada? El Asombrado no les hacía caso; sólo miraba y miraba embelesado al niño Dios. Como los demás pastores seguían molestándolo, la virgen María tomó su defensa: No es cierto que el Asombrado haya llegado aquí con las manos vacías; él trae al niño Dios el regalo más valioso: es su asombro por el increíble amor de Dios. Esta historia nos la cuenta Mons. Luis Augusto Castro en uno de sus libros.
4. ¿Y nosotros cómo actuamos? Es lo que tal vez
nos falta con frecuencia en Navidad: asombrarnos, primero ante la Creación y después ante el misterio de la Encarnación. Adornamos el pesebre con seres de la naturaleza: arbolitos, lagos, patos, con el burro y el buey. Pero ¿sabemos contemplar la Naturaleza? Qué bueno sería, cuando salgamos al campo, que no sólo 4 veamos árboles, pajaritos, quebradas, sino que sepamos mirar; más aún, admirar. Ojalá en Navidad organicemos caminatas ecológicas para admirar la obra de Dios. Lo mismo diríamos del tiempo que pasamos mirando diferentes pesebres familiares o parroquiales. ¿Es sólo por curiosidad para ver cómo quedaron? ¿O son también momentos de oración y gratitud a Dios por darnos a Jesús como salvador? San León Magno, invita a centrarnos aquí en la alegría y esperanza: “Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa” (“La Natividad del Señor”, 13. Padres Latinos 54, p.190). El gran San Bernardo acude a una simpática comparación: Dios Padre “ha enviado a la tierra algo así como un saco lleno de misericordia…un saco que si bien es pequeño, está totalmente lleno. En efecto, un niño se nos dado, pero en este niño habita toda la plenitud de la divinidad” (Sermón 1, en la Epifanía, 12, Padres Latinos 133, 142). Qué invitaciones más preciosas para que desde ahora nos preparemos para vivir la Navidad con fe, con alegría, con esperanza y con amor a Dios y a los hermanos.
El Pliegue de Llumeres Aplicación de Los Drones para El Estudio Geológico Estructural 3D The Llumeres Fold A 3D Structural Geology Study Approach Based On Drones