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Estela Espezel, Seminario 2019. Modulo I. ¿Por qué nos imponen una idea?

Los medios y
la comunicación. Posverdad, Fake News y otros.Texto I.
¿Qué sé yo?
Chuang-tzu nos hace llegar este diálogo
-¿Conoces una verdad que pueda ser admitida de manera unánime por todos los seres?- le
preguntaron un día a un sabio chino llamado Wang Yi.
-¿Cómo podría yo conocer tal verdad?- contestó el sabio.
-¿Sabes al menos que la desconoces?
-¿Cómo podría saberlo?- contestó Wang Yi.
-Dicho de otra forma, ¿los seres humanos no saben nada?
-¿Cómo podría saberlo?
Alguien, sin duda, no lo vio, pues hubo quienes realizaron su propia copia del primer
texto. Pero, siguiendo a Umberto Eco, cuando lo imprimí, lo llamé: texto número cero. Por
supuesto por razones distintas a las de él –o tal vez no-, fue un texto anterior al ingreso ala
problematización del mundo digital, global y cualquier otro nombre que le quieran dar. Una
presentación de la vida que está ahí, que actúa e interactúa con nosotros, aunque nuestra
atención esté copada por ciertos objetos tecnológicos tales como la computadora, la tablet,
la TV o el celular. Todos esos objetos nos tienden redes en las que nos vemos atrapados o
nos atraen de diversas maneras. El interrogante es: ¿Qué pasa con ese otro mundo ante la
invasión del nuevo, permanece intocado e intocable, o se modifica totalmente?
Lo cierto es que ese mundo digital llegó y, esto es bueno, creo, sin ninguna relación
necesaria con la supuesta “naturaleza humana”. Esto me llevaa aclarar algo respectoal
segundo tema que habían planteado para este año: el de lonatural en el ser humano. Uno de
los filósofos más antiguos, el ermitañoLaoTse decía: todo dentro de lo natural.Esta
afirmación, sin duda, tiene sentido, ¿cómo podría existir algo fuera de lo natural en la vida
de la especie humana? Aunque fuera una conducta adquirida tiene que mantenerse incluida
en el ámbito de lo natural. Su pensamiento es coherente, si lo aplicamos a cualquier otra
especie animal, resulta absurdo considerar que pueda existir algo que fuera ajeno a la
naturaleza.
Además Lao Tse pensaba que la naturaleza era perfecta, valoraba lo natural más que
cualquier producto humano. Sin embargo, en el pensamiento occidental,con frecuencia se le
ha aplicado a diversas creaciones y conductas humanas el atributo de “antinaturales” y,
justamente, por ese motivo se les adjudicaba mayor valor. Por ejemplo, para los filósofos
griegos, la homosexualidad no era natural, pues establecía un tipo de procreación espiritual
o intelectual entre las personas que no respondía a la mera supervivencia de la especie. Era
una relación al servicio del acrecentamiento de los valores morales: verdad, bien, belleza:
creaba y trasmitía cultura. Por eso, Sócrates, el primer filósofo, es también el primer partero
del espíritu; con la misma profesión que su madre, pero ayuda a dar a luz valores
supuestamente superiores a los naturales. Por eso apreciaban lo antinatural, pues era algo
que diferenciaba la vida humana de la puramente animal.Eran conductas regidas por reglas
sociales y normas culturales, por lo tanto, conductas afines a la actividad racional, y
carentes de las limitaciones de las conductas instintivas..
Si, respecto a otros mundos humanos, se puede dudar si tienen o no una base natural,
si provienen de caracteres innatos o adquiridos, los universos digitales, ligados a desarrollos
científicos y tecnológicos, parecen permanecer y crecer únicamente a partir de apoyaturas
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construidas artificialmente. Además, su sustento último se vincula con la palabra escrita que
tantas dudas ofrece en el momento de su surgimiento tanto en el desarrollo infantil como en
la historia de la humanidad. El lenguaje y la escritura constituyen dos hitos conflictivos, no
sólo se introducela torre de babel en la unidad de la especie, sino también se
dificultalatraducciónde la amplia experiencia existente antes del desarrollo del lenguaje al
universolingüístico. La vida y las vivencias preverbales ocurrieron afuera o en bordes y
fronteras de la conciencia humana, directora de la palabra, que, sin duda, es el gran medio
de comunicación humana. Pero, ya Platón desconfiaba de la escritura y corría el rumor en
Atenas acerca de textos no-escritos, los encargados de la trasmisión de los conocimientos
fundamentales.
El mundo digital apunta exclusivamente al lenguaje escrito y su tipo de escritura
establece un paso másde distanciamiento en relación a la interioridad humana, pues ya no
depende de la mano ni de las intensidades personales y emocionales que la mano imprime a
la escritura. El otro día planteaban ese tema que se mueve en zonas poco accesibles a la
evaluación: qué ganan y qué pierden los niños al dejar de escribir con la mano y optar por
programas informáticos que les marcan como escribir. Desde hace años viene instalándose
en la sociedad el problema de lo que aportan o quitan al desarrollo infantil el uso de las
calculadoras. ¿Sigue siendo necesario aprender las tablas, o basta con entender el
procedimiento?
¿Cuál es la importancia de que sea o no sea natural? Creo que es por la diferencia
entre determinación y condicionamiento. Esto estaba en el artículo de Adela Cortina,
Libertad en la era digital, que envió Enrique y me pareció interesante traerlo para este tema de
las ideas que nos imponen y también de la preocupación acerca de si la era digital trae
consigo una pérdida total de la libertad.Además Adela Cortina relaciona sus ideas acerca
dela libertad con lo que planteaYuval Noah Harari, en 21 lecciones para el siglo XXI. Este
libro lo comentó Dagmaren el último encuentro por un capítulo que tiene sobre posverdad
que está bueno. De este modo hago algo que me es grato: juntarlo todo. Además, la libertad
es un problema, que, a menudo, es activadopor el grupo. Si el mundo digital no responde a
un determinismo -y parece ser así-, entoncescondiciona nuestros actos y pensamientos, pero
al mismo tiempo deja un espacio a la decisión personal y se mantiene en mayor o menor
medida por la decisión personal: individual, grupal o colectiva.
Cortina en su texto no se refiere al determinismo natural, sino al tema del destino a
partir de la tragedia de Edipo Rey, escrita por Sófocles. Esa tragedia viene muy comentada
en la historia del pensamiento occidental. Y, según Michel Foucault,lo que padeció Edipo
fue, quizás, una encerrona trágica preparada por el poder y no un destino. El argumento de
Foucault para justificar su hipótesis se sustenta en que para definir la identidad de Edipo el
poder se apoya en la información de dos esclavos. Quién podía confiar en informantes
esclavos en esa época; primero, por el lugar que ocupaban en la jerarquía social y, segundo,
porque -dada su condición social- se los podía convencer o forzar fácilmente.
Recursos de falsedad deuna época en la que no existían las fakenews ni los memes.
Hay que pensar que no somos libres o ¿será que somos libres pero ingenuos, y con
tendencia a la sumisión voluntaria?
Debo aclarar que, cuando Harari se refiere a que la libertad no existe y que es una
ficción,su definición de libertad no coincide con la de la mayoría de los filósofos
actuales.Habla delibre arbitrio que no es exactamente lo mismo, son muchos los que dudan
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de su existencia, me incluyo. El libre arbitrio es la capacidad humana de elegir entre el bien
y el mal. Y este concepto tiene dos implicancias: la primera que el bien y el mal sean dos
conceptos universales reconocidos como tales en todos los lugares y tiempos; la segunda
que los seres humanos -sin importar su nivel educativo- posean un atributo, razón o alma
que los capacita para distinguir entre el bien y el mal. Si el bien y el mal no son conceptos
absolutos, la posibilidad de elegir se limita a un bien para mí, para mi familia, etc.
Indudablemente la distinción entre bien y mal para mí, etc., se sustenta en el conocimiento
que se tenga de yo y mi circunstancia. A mayor conocimiento, menor posibilidad de error.
Pero también hay que tener en cuenta las preferencias, fantasías y deseos…: “el arrabal al
abrigo” y no solamente “el arrabal exterior”.
Dentro de este contexto es que Harari para plantear el fin de la libertad en la era
digital apunta a un recurso muy peculiar: la autoridad de los algoritmos de macrodatos. El
nombre que le da al apartado en donde se ocupa de untema tan atractivo como la toma de
decisiones es: escucha al algoritmo. Esto significa que la toma de decisiones ha dejado de ser
un trabajo de elaboración personal en el que la persona recurre a sus experiencias para darle
sentido a la situación actual. Se ha convertido en un proceso informático. Supuestamente, si
aún no llegamos, estamos cerca del momento en que las computadoras, nuestros
ordenadores, puedan definir con exactitud cuál es la mejor decisión a adoptar para un
individuo, una pareja o un grupo en una situación particular. Es decir, para que nos
impongan el mejor instructivo para resolver un problema, similar al que traen los aparatos
que compramos. Estos instructivos sirven tanto para elegir una carrera, una pareja, una
forma de gobierno, un gobernante, etc. Se supone que el algoritmo define la combinación
perfecta.
Esta es una de las afirmaciones de Harari en su libro:
Los algoritmos de macrodatos pueden crear dictaduras digitales en las que todo el poder esté
concentrado en las manos de una élite minúscula al tiempo que la mayor parte de la gente padezca no
ya explotación, sino algo muchísimo peor: irrelevancia.La irrelevancia es un mal que viene
aquejando a los seres humanos desde hace años.
Harari es consciente de que los algoritmos cometerán errores por datos insuficientes.
Sin embargo, considera que el gran desafío para el futuro cercano será encontrar modos de
incorporar los algoritmos de macrodatos en una nueva narrativa donde adquieran
significado. Desde mi punto de vista, la multiplicidad y singularidad de los seres humanos, y
su no disponibilidad para lo más perfecto van a ser factores de resistencia. La máquina, aún
la más inteligente desconoce la habilidad tan humana de dejar de lado o sin uso las mejores
aptitudes y potencialidades.
No creo que se pueda encontrar una narrativa que pueda justificar -como hizo Hegel
enladialéctica- con pasos obligatorios y necesarios la llegada a los algoritmos como una
forma de saber universal, una conciencia colectiva. Tampoco creo que se logre establecer
que condujo a un progreso o a un camino superador en el cual, encada nuevo paso, se
conserva en una síntesis progresiva a los pasos anteriores. Es impensable para el mundo
digital el tipo de justificación que estableció Hegel por diversos motivos, entre ellos la
movilidad, inestabilidad y reiteración que todo lo disuelve en un instante. Tal vez esto es lo
que se quiere indicar con todos los “pos”: posverdad, posdemocracia…
ZygmuntBauman, en el libro Estado de Crisis que escribió con Carlo Bordonien el
capítulo La democracia en Crisis en el apartado sobre la Posdemocracia se refiere a la llamada
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“generación Y” en Francia, la primera generación que a diferencia de sus predecesoras, está
formada por seres humanos queno habían vivido en un mundo sin internet y que conocían
(y practicaban) lacomunicación digital «en tiempo real». Si la llegada de la informática
marcó un hito decisivo en la historia humana,estamos obligados entonces a ver a la
Generación Y como unhito. Y así se la considera. Bauman hace mención de un reportaje de
Natalie Brafman, periodista de Le Monde, quien sugiere algo que no sé si se ajusta a lo que
pensamosnosotros que provoca el internet en los jóvenes. Se refiere a la costumbre francesa
de pronunciar la «Y» dela denominación de esa generación como si fuera una y griega
inglesa (es decir, igualque la palabra why, «por qué») que podría explicarse por el hecho de
que esta es una«generación crítica» es un grupo que noda nada por sentado.Pero, en sus
averiguaciones, no recurren autoridades institucionales, sino a sus amigos de las redes o a
wikipedia. Lo cierto es que “la mutación antropológica” que está ocurriendo ante nuestros
ojos obliga a repensar muchas cosas. Pues esta generación Y va a ser también la primera
generación desconocedora del trabajo y, principalmente, de un trabajo estable y de la
posibilidad de un mismo trabajo para toda la vida.
El filósofo -que nombró Miguel en el último encuentro-BifoBelardi, en su libro
Fenomenología del fin, también se refiere a la “mutación antropológica” que se sufre en la
actualidad debido a la sobreexposición a las tecnologías digitales, pero él destaca que estas
están atrofiando la percepción y la sensibilidad de las personas. Por sensibilidad entiende la
capacidad para interpretar señales ajenas a las prácticas discursivas y, más aún, a la lógica
de los códigos. La sensibilidad nos facilita el acceso a la relación intersubjetiva y es la base
de la solidaridad.La atrofia de la sensibilidad implica una atrofia de la empatía, que es la
capacidad de sentir-con, de sentir al otro como prolongación de mi existencia y de mi
cuerpo. Dice Belardi en una entrevista que le hizo Amador Fernández-Savater el 19 de
octubre del 2018:
Creo que la relación entre los cuerpos se empobrece a causa del desplazamiento de la
comunicación desde la relación empática hacia el terreno de la comunicación conectiva. Hace poco
leía un mensaje de un chico de 19 años que decía: “Desde que nací mi relación principal ha sido
siempre con autómatas inteligentes que he encontrado en la red, ¿porqué tengo que tener relaciones
sexuales con humanos?Los humanos son más brutales, menos inteligentes y menos interesantes que los
autómatas”. Me parece que está claro: los seres humanos están hablando con autómatas y perdiendo la
capacidad de hablar con otros seres humanos.
La palabra ha sido despegada del cuerpo. Hablamos mucho, pero los cuerpos no se
encuentran. Y cuando los cuerpos se encuentran no saben hablar. Ese es el problema de la
relación erótica, pero también el problema de la relación política y de la relación social.
Bifo distingue entre la lógica conjuntiva y la lógica conectiva. La primera es ante todo
una conjunción de los cuerpos, es una dimensión interpretativa, por ejemplo en el cortejo
amoroso las palabras que se dicen se prestan a distintainterpretación. La lógica conectiva es
una relación donde las palabras tienen un único significado. Es la relación entre una
máquina y otra máquina -o entre un ser humano y una máquina-donde el signo significa
una sola cosa. O ambas están formateadas de la misma manera y se entienden con exactitud
o no se entienden. En la relación conjuntiva la exactitud no existe. No hay exactitud porque
la relación humana conjuntiva es esencialmente una relación de ambigüedad. Hay que
aprender a descifrar los signos del deseo. La ausencia de este esfuerzo favorece el
surgimiento de relaciones violentas, lo que estamos viviendo en este momento.
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Esto se pone de manifiesto también en el cambio que se ha producido en relación al
concepto de crisis tal como lo señalan Carlo Bordoni y ZygmuntBauman en su libro Estado
de Crisis, hasta hace muy poco, creíamos que la crisis era transitoria. La primera definición
de crisis: La enfermedad tiene un momento culminante llamado Crisis, es de Hipócrates (siglo IV
a.C.), considerado el primer médico en la historia occidental.En el momento crítico, el
paciente se cura o se muere. En la crisis los cuidados que le daba el médico eran
fundamentales. En la actualidad, la crisis ha dejado de ser un momento culminante de un
proceso para convertirse en un estado. Puesto que, en los últimos años, la idea de crisis
ha quedado vinculada básicamenteal sector económico con el sentido de una situación
compleja y contradictoria, que no puede definirse simplemente como «inflación,
«estancamiento» o «recesión», sino como la combinación de una serie de causas y efectos de
la que resulta un embrollo de problemas e intereses en conflicto. En relación al sector
económico, la crisis está siempre volviendo a empezar: crisis de hiperinflación, colapso de
los mercados, desempleo, densificación de las áreas urbanas, etc.La crisis devora y cambia la
suerte de millones de personas, transformándose en la norma en vez de la excepción, hasta
convertirse en un hábito cotidiano con el que tenemos que lidiar en vez de una pesada
molestia ocasional de la que librarse lo más pronto posible. El malestar social cada vez
mayor se debe a la percepción generalizada de que el remedio es peor que la enfermedad
porque es más inmediato y se deja sentir más directamente en la vida diaria de las personas.
Vivir en un estado de crisis constante no es agradable, pero puede tener su vertiente
positiva, ya que mantiene nuestros sentidos vigilantes y alerta, y nos prepara
psicológicamente para la posibilidad de que pueda suceder lo peor. Carlo Bordoni,
sociólogo, dice:
En el terreno de la salud, la palabra crisis se usó en el pasado para indicar que el
paciente estaba grave y corría peligro de morir. En ese momento, se convocaba una consulta
—es decir, una reunión de varios especialistas médicos— para comentar qué tratamientos
debían administrarse. Llamar a la situación económica actual “crisis” constituye un engaño, pues
ya no se trata de un estar transitorio, sino relativamente estable.
Y agrega: Debemos aprender a vivir con la crisis.

Hoy no se cree en las alternativas planteadas por William Shakespeare en su obra


Julio Cesar:"Hay un flujo y reflujo en los asuntos de los hombres, que, si se toma en la
subida, lleva a la fortuna, y si se descuida, toda la travesía de la vida queda encallada
en bajíos y miserias" (IV, 2). Sufrimos de incertidumbre en relación a la posibilidad de la
existencia de una intervención más adecuada.
Jacques Attali, economista,consejero del Estado francés,en un artículo acerca de lo
positivo de la crisis generalizada de nuestra época dice:
“Estamos en una crisis general. La crisis es un desequilibrio. Tenemos un desequilibrio moral,
ecológico, de todo tipo. El desequilibrio tiene una parte buena; la crisis, también, ya que es una
manifestación de la vida.

Sin desequilibrio, no hay vida y, por lo tanto, sin crisis, no hay vida.”

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