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Gálatas 4: 11
INTRODUCCION
Han pasado 8 anñ os desde que nuestro ministerio abrioó sus puertas en esta
aó rea de Los ÁÁ ngeles. Como todo Ministerio, las cosas no son faó ciles, y muchas
veces, cuando no se alcanzan los objetivos y metas planeadas, pudieó ramos
caer en el desanimo. Y esto ocurre, por que las promesas que creíómos haber
recibido de Dios no han sido cumplidas.
Esta noche, al volver mi mirada hacia atraó s, puedo ver las grandes luchas que
hemos tenido, grandes desafíóos, toma de decisiones…situaciones en donde
pareciera que hemos perdido la visioó n ministerial…pero al fin de cuentas,
hemos seguido siempre adelante. Y pesar de ello, surge la pregunta: ¿Senñ or,
acaso mi trabajo ha sido en vano?
1- El profeta Elías miró su vida y lloró, “Senñ or lleó vame a casa. No soy mejor
que mis padres, y todos te han fallado. Por favor, toma mi vida. Todo ha sido
en vano” (parafraseado). 1 Reyes 19: 4 4Y él se fue por el desierto un día de
camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta
ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
2-¿Y qué del Rey David? Estaba tan desalentado sobre lo que eó l creyoó era
una peó rdida de uncioó n en su vida, que queríóa volar como un paó jaro hacia un
lugar desolado. “Oh quien tuviera alas como una paloma….” Entonces me iríóa
muy lejos, y permaneceríóa en el desierto” (Salmo 55:6-7) 6 Y dije: ¡Quién
me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría
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3- Hasta el gran apoó stol Pablo tembloó con miedo al pensar que habíóa
gastado su vida como un obrero inuó til. Le escribioó a los Gaó latas, “Temo que
mi trabajo en vuestro medio haya sido en vano.” (Gálatas 4:11). Me temo
de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros
CONCLUSION
El Señor conoce nuestras batallas. Él la ha peleado antes que
nosotros. Así que no es ningún pecado tener tales
pensamientos, o andar cabizbajo. Jesús mismo pasó por esto y
estaba libre de pecado.
Cuando venga a nuestra mente pensamientos de esta
naturaleza, recordemos al profeta Isaías 49: 4 Pero yo dije: Por
demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas;
pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios.