1. La visita a las personas inesperadas del ejercito celestial
Luc 2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Luc 2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. “guardas nocturnos”. turnándose para velar los rebaños. Desde abril hasta el otoño en septiembre, los rebaños pacían constantemente en campos abiertos, permaneciendo siempre los pastores allí. Si el anuncio del nacimiento de Jesús hubiera sido parte de una campaña humanamente planeada de relaciones públicas, se habría manejado de forma muy distinta. El anuncio se habría enfocado en los poderosos e influyentes de Israel: el sumo sacerdote, los miembros del concilio, los sacerdotes, levitas, escribas, saduceos y fariseos. En vez de eso Dios decidió revelar esta gloriosa verdad antes que nada a todos los miembros de un grupo humilde y despreciado. Los más religiosos de aquellos tiempos despreciaban a los pastores porque no podían cumplir todos los detalles de la ley ceremonial; no se podían lavar las manos meticulosamente, ni observar todos los otros preceptos y reglas (Debido a que las ovejas requieren cuidado los siete días de la semana, los pastores no podían cumplir plenamente con las regulaciones humanas del día de reposo desarrolladas por los fariseos ) Tenían que atender a las necesidades de los rebaños, así es que los religiosos los despreciaban. Fueron hombres sencillos que estaban trabajando en el campo los primeros que recibieron el mensaje de Dios . Es probable que estos pastores se encargaran de cuidar de los rebaños de los que se escogían los sacrificios del templo. Es hermoso pensar que los pastores que cuidaban de los corderos que se sacrificaban en el templo fueron los primeros en ver al Cordero de Dios que había venido a llevar los pecados del mundo. “y tuvieron gran temor” Los hombres nunca se han sentido cómodos con el mundo invisible repentinamente abierto ante su mirada. Esta experiencia no tenía que ser permanente; un propósito momentáneo fué todo lo que debía servir.
2. El mensaje de cumplimiento y de consolación esperada
Luc 2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: Luc 2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Isa_9:6; “Un niño nos es nacido”. Es un Nacimiento: “El Verbo fué hecho carne”. ¿Cuándo? “Hoy”. ¿Dónde? “En la ciudad de David”; en el linaje correcto y en el lugar correcto; donde nos dijo la profecia que lo buscáramos, y donde la fe por lo tanto lo esperaba. ¡Cuán queridos para nosotros deberían ser estos anolajes históricos de nuestra fe! Si los perdemos, todo el cristianismo sustancial está perdido. Por medio de ellos ¡cuántos han sido guardados de hacer naufragio, y han alcanzado cierta admiración externa de él. aun antes que hayan contemplado de lleno “su gloria”. un Salvador—no uno que será Salvado, sino nacido Salvador, que es CRISTO el Señor —“¡ nombre magnífico!” [Bengel]. “Este es el unico lugar donde estas palabras aparecen juntas; y no conozco modo de entender este “Señor” sino correspondiendo al hebreo “JEHOVA” Luc 2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 2 Cor.8:9 3. La celebración celestial inesperada Luc 2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: Luc 2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Cuando nacía un niño se reunían los músicos del pueblo para celebrarlo y darle la bienvenida con su sencilla música. Jesús nació en un establo de Belén, que no era donde residían sus padres, así es que no se pudo llevar a cabo la fiesta; pero es hermoso pensar que, aunque no había músicos del pueblo, los músicos del Cielo ocuparon su lugar, y los ángeles le cantaron a Jesús la bienvenida que no pudieron cantarle los hombres. Luc 2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Un himno breve más conmovedor, no sólo claro en habla humana, sino en cadencia armoniosa, en forma de un paralelismo hebreo de dos cláusulas completas, y una tercera que sólo amplifica la segunda, y así sin la “y” de enlace . La “gloria a Dios”, que este “Salvador” recién nacido había de traer, es la primera nota de este himno sublime; y a ésta responde, en la segunda cláusula, la “paz en la tierra”, de la cual él había de ser “el Príncipe” (Isa_9:6); probablemente estas líneas fueron cantadas antifonalmente por el coro celestial; mientras que en seguida sigue el alegre eco de esta nota, probablemente por un tercer grupo de cantores angélicos: “Buena voluntad para con los hombres”. “Ellos no dicen: Gloria a Dios en los cielos, donde están los ángeles, sino, usando una expresión rara, ‘en lo altísimo’, a donde no aspiran los ángeles”, Heb_1:3-4. [Bengel]. Para traer esta paz y toda otra paz como resultado, fué la misión suprema del Salvador a la tierra, y junto con la paz, toda “la buena voluntad del Cielo para con los hombres”, la divina complacencia sobre una base nueva, desciende a descansar sobre los hombres, como sobre el Hijo mismo, en quien tiene Dios “contentamiento”. (Mat_3:17, la misma palabra como aquí.) 4. El nacimiento por siglos esperado Luc 2:15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Que hermosa sencillez de devoción y fe es ésta! Ellos no se entusiasman con los ángeles, ni con la gloria que los cercó, ni con los hermosos acordes con que ellos llenaron el aire. Tampoco dice “Vayamos y veamos si esto es cierto”, pues no tienen dudas, Dicen: “Vayamos a ver esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado”. ¿No confirma esto la opinión dada sobre el v. 8, acerca del espíritu de estos hombres humildes? Luc 2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Tal vez habríamos esperado que, si era necesario que naciera en la Tierra, nacería en un palacio o en una mansión señorial. Hubo una vez un monarca europeo que sorprendía y preocupaba a su guardia desapareciendo de vez en cuando para mezclarse de incógnito con la gente de su pueblo. Cuando le advirtieron que no lo hiciera por razones de seguridad, contestó: -No puedo gobernar a mis súbditos a menos que sepa cómo viven. Es una verdad preciosa del Evangelio que tenernos un Dios que sabe cómo vivimos, porque ha asumido nuestra vida sin reservarse ningún privilegio.
5. El nuevo anuncio de los testigos inesperados
Luc 2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Luc 2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Luc 2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. Quienes ahora serian los testigos esperados?. Nosotros. Si tenemos la oportunidad de hacerlo, hablemos que la paz de Dios este con cada uno de nosotros. La Navidad es Jesús, no es un regalo, no es un chocolate, comida, ni la llegada de un ser querido, es SOLO Y UNICAMENTE JESUS.
Cuando cumple Dios con su palabra de una manera que no te lo
esperabas o imaginabas, hay que anunciarlo como gratitud.