Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
la Catequesis Familiar
en la Diócesis de San Isidro
2
c. Formación e intercambio de experiencias...........................................................19
d. Otras propuestas metodológicas..........................................................................19
VI.Conclusión final...............................................................................................................20
3
I. Presentación
Una de las Líneas de Acción elegidas y discernidas en la XIII Asamblea Diocesana de San
Isidro de mes de Junio de 2004 fue la siguiente:
Promover una profunda revisión y actualización de la Catequesis Familiar
(contenidos, metodología, organización, etc.) que responda a los nuevos desafíos
y exigencias de la vida de los matrimonios y las familias de hoy.
Con este objetivo el Sr. Obispo, a través de la Junta Diocesana de Catequesis, designó un
equipo de trabajo para que llevara adelante este objetivo.
Este equipo se constituyó con las siguientes personas:
Este Equipo quedó constituido por las siguientes personas:
Coordinador: P. Hernán Bonsembiante
Asesores: P. Carlos Avellaneda (Coordinador Diocesano), P. Pedro Oeyen y P. Emilio
Gabrielli.
Miembros del Equipo: Alicia Alfaro, Poly y Osvaldo García, Pedro Gorondi, María Luisa
Landgrebe, Rosanna Maucci y Adriana Navarro.
El asesoramiento técnico de la Encuesta fue responsabilidad del sociólogo Pedro Gorondi.
Las principales tareas realizadas por el equipo desde mayo de 2005 fueron las siguientes:
Reuniones mensuales para debatir el programa de trabajo, la discusión de los
resultados parciales y la apertura de nuevos temas o metodologías.
Análisis de los principales documentos de la Iglesia Universal, Latinoamericana y
Argentina acerca de la Catequesis Familiar.
Análisis de la literatura más relevante acerca de la Catequesis en general y de la
Catequesis Familiar en particular.
Realización de una encuesta a nivel diocesano para conocer la opinión de una muestra
representativa de Sacerdotes, Coordinadores y Catequistas acerca de las situación de la
Catequesis Familiar en la diócesis y para conocer las innovaciones realizadas, sus
resultados y sus propuestas de mejora para el futuro. Se realizaron 132 encuestas en 60
centros de catequesis1.
Elaboración de Informes parciales de distintos aspectos de la Catequesis Familiar y de
este documento que contienen las Propuestas de Revisión que proponemos.
El trabajo consta de una introducción y 4 partes. La primera de ellas dedicada a aclarar la
terminología y algunos presupuestos básicos. En la segunda parte hacemos una breve
evaluación de la catequesis familiar hasta el presente. La tercera parte, la más extensa de todo
el trabajo, intenta profundizar sobre la situación actual de la catequesis familiar asumiendo la
metodología conocida como FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas).
Finalmente la cuarta y última parte propone algunas conclusiones y caminos a seguir. Como
anexos incluimos los resultados totales de la encuesta realizada y el formulario que se utilizó.
Agregamos también a modo de ejemplo una descripción de los cambios que se han realizado
en la parroquia Nuestra Señora del Refugio, de Boulgone, con una ficha de catequesis usada
1
En este documento mencionamos las conclusiones más relevantes. Los resultados completos se puede leer en el
Anexo I.
4
por ellos y material aportado por la Parroquia San Pedro y San Pablo, de Olivos. En ambos
casos el material que se presenta intenta mostrar cómo cada parroquia va buscando caminos
de renovación de acuerdo a sus propios diagnósticos y capacidades.
En síntesis, este trabajo nos ha permitido descubrir que por un lado la catequesis familiar está
amenazada por múltiples factores, entre ellos la crisis de la misma estructura tradicional de
familia. Pero por otra parte la Iglesia a través de la catequesis puede ser el lugar donde las
personas puedan encontrarse y ayudarse unos a otros en el camino de la fe y la vida.
Creemos que debemos revisar los contenidos y los objetivos de nuestra catequesis, buscando
acercarnos a la vida y a sus problemas concretos y formando verdaderas comunidades, a la
vez sujetos y agentes de la evangelización. Para esto contamos con numerosos agentes de
pastoral que, trabajando en equipo y con el acompañamiento de sus pastores, busquen que la
catequesis sea un espacio abierto de encuentro entre todos con Jesús. Al mismo tiempo el
trabajo coordinado entre parroquias y el compartir experiencias, ideas y propuestas junto a
una evaluación permanente tiene que ser cada vez más un camino a seguir y la Junta
Diocesana de Catequesis puede ser quien brinde este servicio.
Conviene aclarar que estas propuestas no coinciden necesariamente con las de los autores de
los textos consultados ni con las de los encuestados (algo imposible, por lo demás, por las
diferencias de posturas y opiniones entre ellos mismos).
Estas constituyen las conclusiones a que arribó el equipo, después de haber analizado y
debatido libremente el material de referencia.
5
II. Cuestiones terminológicas
2
DCG 226; CT 68.
3
JEP 79-81. Cabe destacar que este documento del Episcopado asume fundamentalmente las conclusiones del
Segundo Congreso Nacional de Catequesis, realizado en 1987 en Rosario (Santa Fe).
6
objetivo presentar brevemente la Catequesis Familiar, mostrar los fundamentos de esta
metodología, señalar experiencias realizadas y dar algunas indicaciones sobre como aplicar el
método a diferentes realidades.
Por la sencillez y la síntesis lograda en ese folleto, aconsejamos especialmente leerlo ya que
allí se encuentra una breve síntesis de la historia de la catequesis familiar en nuestro país y
una descripción sistemática del método, entre otras cosas.
Los objetivos del método de catequesis familiar según esta publicación son los siguientes:
evangelizar a toda la familia, comenzando por los padres para que ellos a su vez comuniquen
la Buena Noticia a sus hijos y participen más activamente de la comunidad eclesial, formando
pequeñas comunidades y comprometiéndose también en la construcción de una sociedad
inspirada en los valores el Evangelio.
Queda claro que el destinatario principal de la Catequesis Familiar es el adulto, a quien se
llega con ocasión de la catequesis para la Primera Comunión de sus hijos. En este aspecto el
folleto menciona claramente un cambio de paradigma. Mientras en el esquema anterior se
trabajaba con la premisa: “catequicemos a los niños, porque cuando sean grandes serán
buenos cristianos”, el método de la Catequesis Familiar tiene de fondo la convicción de que si
se evangeliza la familia, “grandes y chicos serán buenos cristianos tanto hoy como el día de
mañana”.
La metodología propuesta consta de varios pasos que sintéticamente son los siguientes:
1. Encuentro de padres
2. Conversación de los padres con el hijo
3. Encuentro de niños
Estos tres momentos están sostenidos por un cuarto momento que es la reunión de todo el
equipo de catequesis y por celebraciones donde participan los niños y los padres
conjuntamente.
7
III. Evaluación de la CAFA hasta el día de hoy.
En nuestra diócesis la Catequesis familiar existe desde hace más de 30 años. Es mucho el
camino recorrido y son muchos los aciertos de esta metodología. Presentamos sintéticamente
algunos logros y dificultades que se han observado a lo largo de estos años.
1. Logros
Entre los logros que podemos observar encontramos los siguientes:
1. Se ha llevado adelante lo que los documentos de la Iglesia llaman catequesis familiar,
es decir, el anuncio de la fe en el seno de la familia. De esta manera, se experimenta la
fe como algo que involucra la vida cotidiana familiar. El adulto participa de la
transmisión de la fe a sus hijos y el niño entiende la relación con Dios como algo que
comprende toda la realidad familiar.
2. Se ha fortalecido en muchas familias el diálogo y la comunicación.
3. Se ha evangelizado la familia, especialmente cuando es el matrimonio quien se acerca
a participar de los encuentros. Muchos han redescubierto su fe gracias a la catequesis
familiar.
4. Muchos adultos han revalorado los sacramentos y se acercan nuevamente a ellos. No
sólo la Eucaristía sino también el Bautismo, la Confirmación, la Reconciliación y el
Matrimonio.
5. Nuestras comunidades se han enriquecido en los últimos años con muchas familias
que han redescubierto a Cristo gracias a la catequesis familiar. En América Latina se
considera la catequesis Familiar como “semillero de comunidad”.
6. Se han formado grupos de matrimonios que más allá de la catequesis con motivo de la
Primera comunión, hacen posible un itinerario catequístico permanente.
7. Gracias a los grupos de Catequesis Familiar se mejora la integración entre personas de
distinta condición social y entre distintos grupos de la misma comunidad.
8. En una Iglesia donde la mayoría de los laicos son mujeres, la catequesis familiar ha
permitido incluir a los varones especialmente cuando es el matrimonio quien participa
de las reuniones de catequesis.
9. Han surgido muchas vocaciones catequísticas. Se han abierto espacios de formación
para catequistas. Hoy contamos con un espacio de formación para catequistas en cada
decanato.
2. Dificultades
Es verdad que también ha habido dificultades. Las mismas están muy bien enumeradas en el
documento que mencionamos anteriormente. Allí encontramos algunas dificultades que son
propias del hecho de “instalar” una metodología nueva: falta de apoyo del párroco, parroquias
vecinas con opciones diferentes, falta de formación de los catequistas que desconocen la
nueva metodología.
Si bien es verdad que en algunos casos estos problemas siguen existiendo, debemos reconocer
que en la actualidad el método está aceptado y se lleva adelante con mayores o menores
dificultades en la mayoría de las parroquias de nuestra diócesis.
8
Pero en el documento se mencionan también otras dificultades que siguen siendo actuales y a
las que se trató de dar respuesta: padres que faltan, o que participan poco, padres que no saben
leer o escribir, catequistas con poca experiencia que se “atan” demasiado al texto o que
asumen su función con una mentalidad excesivamente docente, etc.
A todas estas cuestiones se les ha ido buscando distintas soluciones tratando de no afectar en
lo posible lo esencial del método. Se han hecho grupos de madres cuando es imposible
conseguir que sea el matrimonio quien participe. En muchos casos se ha reemplazado a los
padres por los abuelos, tíos, hermanos o vecinos. Se han elaborado nuevos textos buscando
que se adecuen mejor a la realidad parroquial. Las reuniones se proponen cada quince días
para facilitar la participación de los matrimonios, etc.
A pesar de todas estas adaptaciones que se fueron haciendo, en los últimos años se ha ido
incrementando el descontento con respecto a la catequesis familiar. Esto parece tener distintas
causas. Es muy difícil determinar exactamente cuáles son. La sensación general es que “algo
anda mal pero no sabemos bien qué es”.
Este problema es el que se aborda en punto que desarrollamos a continuación.
9
IV. La Catequesis Familiar hoy.
En el año 2005 hemos realizado una encuesta en la diócesis para poder tener algunos datos
sobre la situación actual de la Catequesis familiar. Los detalles de la misma junto con los
resultados se pueden ver en el anexo correspondiente.
Basados en esta encuesta podemos compartir la siguiente evaluación de la catequesis familiar
en la diócesis de San Isidro.
Hemos organizado la reflexión asumiendo la terminología de amenazas y debilidades,
oportunidades y fortalezas.
Entendemos por amenazas aquellas condiciones externas que pueden afectar negativamente a
la catequesis familiar. Las debilidades son los aspectos negativos pero internos de nuestra
organización.
Los aspectos positivos a su vez también pueden ser externos o internos. Los externos se
reconocen como oportunidades y los internos como fortalezas.
1. Amenazas
10
excesivamente prolongados también son amenazas para un método que propone
dos reuniones semanales (una de padres, una de niños). En algunos lugares han
buscado que los padres y los niños se reúnan a la misma hora para evitar
multiplicar las reuniones. Pero esto no es posible en todos los casos, ya sea por los
horarios, ya sea por la falta de lugar. Lamentablemente, por ahora parece imposible
pensar en una forma de catequesis que no implique algunas reuniones, aunque sean
quincenales, aunque en general en estos casos la evaluación no ha sido siempre
positiva.
Dimensión religiosa: En parte por los problemas anteriores, en parte por razones
culturales, se da una fuerte disminución de la práctica y compromiso religioso de
las familias, especialmente de las más jóvenes.
b. Cultura post-moderna
No es este el lugar de desarrollar un ensayo sobre la cultura post-moderna. Abundan los
análisis y sin duda que debiéramos profundizar en ellos para comprender al hombre y la mujer
de hoy, que son, como ya dijimos, destinatarios y agentes de la Catequesis.
Pero hay un aspecto de esta cultura que podemos destacar: la relación individuo-institución.
La exaltación del individuo frente a cualquier instancia institucional es uno de los rasgos
característicos de la post-modernidad. No sólo la Iglesia como institución ha sufrido esta
realidad sino que todas las instituciones en general se ven alteradas.
En el caso particular de la Catequesis Familiar, esto nos afecta en dos aspectos:
1. La evaluación de los resultados de la catequesis según la cantidad de personas que se
integran a la comunidad. Este criterio de evaluación ya aparece vislumbrado en el
folleto mencionado anteriormente con respecto al método de catequesis anterior a la
Catequesis Familiar: “… se comprobaba que la mayor parte de los niños que recibían
su Primera Comunión, al cabo de poco tiempo se alejaban completamente de toda
práctica sacramental”.
La sensación es que este criterio de evaluación se ha mantenido hasta hace poco
tiempo. Si sumamos a las dificultades propias de toda integración de gente nueva a
una comunidad, el contexto posmoderno que mencionamos influye todavía más
negativamente para que se de esta integración.
2. La incorporación de catequistas nuevos también se ve afectada por esta mentalidad.
Pareciera que quienes se comprometen a ser catequistas lo hacen por poco tiempo.
Esto parece afectar más todavía a los catequistas jóvenes que a los de más edad. Como
consecuencia, se produce año a año una gran renovación de catequistas con perjuicio
de la experiencia y la continuidad.
11
d. Consecuencias de la crisis económica
La mayoría de los encuestados consideró que la crisis económica tuvo principalmente efectos
negativos sobre la CAFA. (64%)
En primer lugar sobre la participación de los padres en las reuniones y en la enseñanza de sus
hijos (26%), pero también sobre las familias mismas (25%) y sobre la actitud religiosa (13%:
crisis, desánimo, desesperanza, etc.).
Como vimos en el punto anterior, éstas no son novedades atribuibles a la crisis económica,
sino que constituyeron una aceleración o agudización de algunos procesos de larga data: crisis
de la estructura familiar, disminución de la participación y compromiso religioso de los
católicos, escasez y gran rotación de catequistas, etc.
2. Debilidades
Hemos visto las distintas amenazas que sufre hoy la catequesis familiar. Pero esto lejos de
atemorizarnos, debe hacernos profundizar en nuestra forma de enfrentar esas dificultades para
lograr convertir, si es posible, tales amenazas en oportunidades.
Pero junto con las amenazas mencionadas aparecen lo que hemos definido como debilidades.
Estas son dificultades que tienen su origen en nosotros mismos y en la vida misma de la
Iglesia. Cambiar el mundo es muy difícil pero sin duda tenemos que empezar por nosotros
mismos. Al analizar las debilidades queremos poner la mirada sobre nuestra realidad interna
como Iglesia para conocernos mejor y descubrir qué cambios hacen falta.
12
En el caso de los contenidos, el reclamo apunta a que los temas tengan una mayor orientación
hacia los problemas de los padres, y especialmente que se tengan en cuenta las nuevas
realidades familiares. En esta misma línea apuntan las opiniones sobre los cambios de
actitudes, pidiendo que se acoja a los alejados y familias irregulares. Este último punto
representa el porcentaje más alto de todas las opiniones (18 %), en coincidencia con los
objetivos votados en la última asamblea diocesana.
Esta disconformidad parece estar reflejada también en la cantidad de textos distintos que se
utilizan. Es verdad que nuestra diócesis tiene realidades muy distintas y que cada comunidad
debe tratar de adecuar los textos de catequesis a su realidad particular. Pero al mismo tiempo
es llamativa que cantidad de textos (15 textos distintos 4). Incluso un 10 % reconocen tener
métodos propios, es decir, elaborados por la misma comunidad. Entre los más utilizados
aparece el texto de Pedro Oeyen en sus distintas ediciones, el de García Gastaldo (Caminando
con Jesús, Siguiendo a Jesús) y el de Eduardo Lippi y el equipo de Catequesis Barrial.
Se experimenta una fuerte sensación de “inadecuación” entre los temas de la catequesis y los
problemas reales de los padres. Pareciera que estamos hablando en un idioma distinto del
idioma del mundo. Difícilmente podamos llevar una buena noticia a alguien si muchas veces
nosotros mismos ni siquiera creemos que sea una buena noticia. Acentuaciones innecesarias
de algunos temas que chocan contra el sentido común, o ausencia de otros temas preocupantes
son algunas de las fallas de nuestros textos de catequesis.
A esto se suman ciertas actitudes que se experimentan como cerradas o antipáticas, cuando no
retrógradas.
13
experimentado en la vida familiar (un 30 %) y en una relación personal en sintonía con lo
expresado hacia los padres: “que sepan que Jesús es su amigo” (un 25 %).
En consonancia con estos resultados, los criterios de evaluación que figuran en primer lugar
hacen referencia a actitudes más personales (actitud hacia la fe, educar a los hijos en la fe)
mientras que los criterios que tienen que ver con la integración a una comunidad aparecen
último lugar (padres que concurren a Misa, que se integran en otros grupos, que se convierten
en catequistas, que participan en general).
3. Oportunidades
Ya hemos dicho que el desafío frente a las amenazas que afecta hoy la catequesis es
convertirlas en oportunidades.
14
4. Fortalezas
b. Cantidad de catequistas
En general se considera que la cantidad de catequistas es suficiente (un 81 % lo considera
como un factor positivo y muy positivo).
15
V. Análisis final y propuestas
Analizando en forma global todo lo dicho hasta ahora nos parece, a modo de síntesis,
presentar las siguientes conclusiones:
16
acercan a la catequesis, sino que también en nuestros objetivos la integración a una
comunidad aparece en tercer lugar.
Nuestras fortalezas están claras. Seguimos creyendo que para catequizar a los niños hacen
falta adultos que los acompañen, y contamos con un gran número de catequistas. El apoyo de
los sacerdotes y del equipo son factores de suma importancia para transmitir una experiencia
de fe que se vive en comunidad.
3. Propuestas
17
Coincidimos con la mayoría de los documentos del magisterio que afirman que, en un
contexto social y cultural donde la población con práctica y compromiso religioso está en
rápida disminución, hay que emplear una metodología intermedia entre la de la “catequesis
de tierra de misión o ad gentes” y la de “atención pastoral a los fieles” de las Iglesias
largamente establecidas. A esta metodología intermedia se lo llama “Nueva Evangelización”5
En este contexto, no podemos partir del supuesto que los padres son personas de fe que sólo
necesitan de motivación y formación (dada por los catequistas en las reuniones) para que se
fortalezca su fe y vuelvan a ser practicantes, que ha estado en la base de muchos métodos de
CAFA.
Por el contrario, esta situación (muy común en nuestra diócesis en la actualidad) lleva a
plantear como objetivo “una iniciación cristiana integral, abierta a todas las esferas de la vida
cristiana”6.
De aquí que “la catequesis es una acción esencialmente eclesial. El verdadero sujeto de la
catequesis es la Iglesia que…ha sido enviada para ser maestra de la fe”7.
Los catequistas son como los brazos extendidos de la Iglesia hacia los catecúmenos y los
acercan a la comunidad para hacerles escuchar la Palabra de Dios y experimentar la vida de
fe, el amor, el acogimiento, el apoyo, el culto, los sacramentos, etc.
En otras palabras, la catequesis no puede concebirse solamente como un ámbito y un tipo de
actividad especializado dentro de la parroquia, sin integración a la comunidad. Aunque, a
veces, es difícil lograr esta integración si la parroquia misma no actúa como una verdadera
comunidad. Nadie puede dar testimonio de lo que no es o no tiene.
En la encuesta se han sugerido diversas actividades para proveer esta experiencia viva de
comunidad cristiana. Las más frecuentemente mencionadas son las siguientes:
Las misas de familias (a veces solamente las que están en catequesis, a veces con toda
la comunidad). Pueden ser dominicales, quincenales o mensuales.
Festividades celebradas conjuntamente con la comunidad.
Presentación a los grupos o pequeñas comunidades parroquiales donde podrían
insertarse.
Organización de nuevas comunidades con las familias catequizadas.
Reuniones y celebraciones conjuntas entre las familias de los colegios parroquiales y
los de la parroquia (para acercarlos a la comunidad parroquial)
Como ya hemos dicho, la encuesta nos muestra que la integración a la comunidad figura en
tercer lugar con respecto a los objetivos que se proponen respecto de los padres, mientras que
con respecto a los chicos ocupa un segundo lugar. En ambos casos es porcentaje es bajo (24%
y 23% respectivamente). Además, los objetivos que ocupan los primeros lugares, en ambos
casos, reflejan más bien una actitud personal e individual.
Algo similar ocurre con los criterios utilizados para evaluar la Catequesis. Los que tienen
relación directa con la comunidad ocupan los lugares 5°, 6° y 7°.
5
Cfr. Directorio General para la Catequsis n° 58. Cfr. también Redemptoris Missio n° 33: Se da, por último, una
situación intermedia, especialmente en los países de antigua cristiandad, pero a veces también en las Iglesias más
jóvenes, donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya
como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evangelio. En este caso es
necesaria una "nueva evangelización" o "reevangelización"
6
Cfr. CT 21
7
DCG 78
18
Creemos que este punto merece atención, sobre todo si esto significa una renuncia a una
catequesis más comunitaria y eclesial. Sobre todo teniendo en cuenta que de las propuestas
que aparecen en las encuestas sólo el 7% hacen referencia a la comunidad.
8
DCG 148.
19
VI. Conclusión final
Al concluir el trabajo creemos haber dado un paso en la línea del objetivo diocesano que
impulsó la formación del equipo que tuvo a cargo la elaboración de este informe.
Los pasos que siguen implican la participación de distintos agentes. Será tarea de los
catequetas revisar los contenidos de nuestros temarios de catequesis. Las comunidades,
acompañadas por sus pastores, deberán reflexionar sobre el lugar y la importancia que le dan
a la catequesis. Y habrá que crear espacios y vínculos para llevar adelante el intercambio de
experiencias, la formación y la evaluación permanente de la tarea catequística.
Esperamos que este trabajo sea el punto de partida de una reflexión sostenida y profunda
sobre la Catequesis Familiar.
20