MI LLAMADO SOBRENATURAL.

SEMANA 2.
FUIMOS ESCOGIDOS.

Dios siempre nos llama hacer cosas grandes aun cuando el contexto de nuestro alrededor
parece negativo., Él se glorifica en nuestras vidas, sin importar las circunstancias, un
ejemplo de esto lo podemos encontrar en Josué 1:4

JOSUE EJEMPLO DE RESPUESTA AL LLAMADO.

Una vez que Moisés muere, asume el liderazgo que Dios le da para guiar al pueblo hacia la
tierra prometida, debemos entender que personas en el pasado han abierto brechas en
nuestro camino pero en este tiempo tenemos la responsabilidad de provocar cambios que
impacten a nuestra generación y den paso al gran avivamiento que Dios quiere traer a la
tierra.

PROMESAS DE JOSUE Y QUE SON NUESTRAS.

En respuesta al llamado Dios le da las siguientes promesas:

 TODO LUGAR QUE PISE LA PLANTA DE TU PIE. Unción y dominio a través de

nuestros pasos, en todo lugar que pisemos llega la bendición porque Dios está con
nosotros.
 DIOS LE DA TERRITORIO. Dios nos ha colocado en territorios específicos para ser
de bendición e impartir lo que nos ha dado, a medida que conquistamos Él abre
camino y nos ensancha.

VICTORIA ASEGURADA.

Dios le aseguró a Josué que tendría la victoria, en la conquista de la tierra prometida,

veamos Josué 1:5.

Cuando respondemos al llamado y caminamos en torno a su cumplimiento, Dios va al

frente de nosotros, proveyendo todo lo necesario para que lo logremos. La maldición de la
derrota queda rota pues Dios nos promete: “Nadie te podrá hacer frente”.

Como estuvo con Moisés estará con nosotros, no nos dejará, ni nos desamparará, Dios es
el mismo ayer, hoy y por siempre, aquél que hizo milagros con el pueblo de Israel
abriendo el mar para que pasaran y fueran liberados de la esclavitud del faraón, es el
mismo Dios que está con nosotros.
¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR FRENTE AL LLAMADO?

 VALENTÍA. Dios le dijo a Josué “Esfuérzate y sé valiente” esto lo vemos en Josué

1:5 Debemos enfrentar con firmeza de carácter las adversidades que se levanten
en contra del cumplimiento de nuestro llamado, lo más importante es vencer la
maldición de la inconstancia para que no desistamos y abortemos el llamado
eterno. Nuestra Fe y firmeza debe estar basada en Cristo quien es nuestra roca.
Veamos lo que dice Santiago 1:8.

Esforzarnos implica perseverar en medio de cualquier adversidad, venciendo el

desánimo, ordenándole a nuestra alma que se sujete a la voluntad de Dios.

Repartir implica ser un administrador de lo que Dios nos ha entregado y repartirlo

a nuestra familia, amigos, vecinos y a miles de personas más.

 OIR Y ACTUAR. Debemos ser cuidadosos para mantenernos siempre conectados a

Dios y escuchar la dirección del Espíritu Santo, Él nos habla todo el tiempo, pero no
solo consiste en escuchar lo que quiere que hagamos si no en obedecer. Veamos
en Josué 1: 7 lo que Dios le dice respecto.

Si queremos ser prosperados es necesario obrar conforme a la palabra de Dios,

pues es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. Solo haciendo lo
que Dios nos ha dicho que hagamos veremos cumplidos los sueños del
todopoderoso. “Actuar es el verdadero acto de Fe”.

Es importante tener determinación para cumplir al pie de la letra la instrucción

divina venciendo la maldición de la inestabilidad. Existen personas que empiezan
algo y abandonan todo por la mitad cuando las cosas se ponen difíciles, por esta
razón Jesús cambió el nombre de “Simón a Pedro”, ya que Simón significa caña
partida, Dios lo hizo firme sobre la roca, pidamos a Dios firmeza para cumplir
nuestro llamado.

 CUIDA LA VISIÓN Y TU BOCA.

Dios también le pide a Josué que medite en la palabra de día y de noche,

recordemos que cuando Dios creó lo que se ve lo hizo con su palabra, ese mismo
poder creativo y profético opera en nosotros nuestra boca tiene poder si
 queremos ver prosperado nuestro camino debemos aprender a cambiar nuestro
lenguaje de miseria, ruina, derrota, pobreza y fracaso y alinearlo a la perfecta
voluntad del padre escrita en su palabra. Proverbios 18:20-22.

ESTABLECE TUS METAS.

Cada vez que recibimos una palabra profética, existe una demanda en el mundo espiritual
y es ahí donde debemos ponerla en práctica, para ello necesitamos establecer metas
precisas, en Josué 1:11 vemos como Josué establece una meta para tomar posesión de la
tierra “En tres días”. El fijó un tiempo determinado para cumplir lo que se había
propuesto, solo estableciendo metas podemos visualizar lo que queremos obtener.

Nadie puede poseer sin metas concretas, es necesario fijar metas evaluativas, para así
medir los resultados que queremos. Josué fue radical, existen personas que siempre
anhelan tener algo y nunca logran nada porque solo divagan en sus pensamientos, solo
estableciendo metas se puede conquistar la tierra.

Josué le puso fecha a su posesión, coloca fecha a tus posesiones.

ESCUCHA LA VOZ DE DIOS Y SÍGUELA.

Vayamos a Gen: 12 1 “Dios le dijo Abraham”.

Lo único que garantiza nuestro éxito es que todo lo que emprendamos sea en obediencia
a la voz de Dios.

La voz de Dios es la garantía de nuestro llamado, Dios le dijo Abraham “Haré de ti una
nación grande y te bendeciré”.

EL EJEMPLO DE ABRAHAM OBEDECIENDO LA VOZ DE DIOS.

Tenemos el ejemplo de Abraham , cuando Dios le habló sobre bendecirlo y hacer de él una
nación grande su mujer era estéril, pero Dios se glorificó en medio de sus debilidades, ya
que Dios siempre llega a contradecir todo aquello que usted consideraba muerto y lo que
a los ojos humanos es difícil o incluso imposible de lograr.

Debemos romper con toda sordera espiritual en nuestra vida y desarrollar nuestro oído
espiritual para que estemos atentos a las instrucciones divinas.
ORACIÓN
Dios te pedimos en esta hora que nos des el carácter para responder a nuestro llamado y
que así como Josué podamos ser valientes, escuchar tus instrucciones y obedecerlas, te
pedimos perdón por todas las palabras contrarias a tu voluntad que han salido de nuestra
boca y nos determinamos a partir de hoy a cambiar nuestro lenguaje, ayúdanos a
establecer metas, echamos fuera todo espíritu de estupor y declaramos que nuestros
oídos están abiertos para escuchar tu voz, Amén.