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El nitrógeno es un elemento de importancia crítica para todas formas de vida. Las proteínas, que son compuestos
de todas las células, contienen en promedio 16 % de nitrógeno en peso.
Los organismos requieren nitrógeno en varias formas químicas para sintetizar proteínas, ácidos nucleicos (ADN Y ARN)
y otros compuestos de nitrógeno. El reservorio ampliamente disponible de nitrógeno, es la atmosfera con el 78% en
volumen de este gas. El problema radica en fijar el N2 atmosférico, es decir convertirlos en compuestos que las plantas
puedan utilizar. Este problema se denomina fijación de nitrógeno:
Existen tres formas para fijar el nitrógeno:
La fijación atmosférica por los relámpagos que causan la formación de NO a partir del N2 y O2 del aire. Estas
tormentas producen unos 30 millones de toneladas de ácido nítrico al año.
Fijación biológica por los módulos de las raíces de ciertas plantas leguminosas como guisantes, frejoles, cacahuates
y alfalfa, contienen bacterias fijadoras de nitrógenos en estos módulos de raíces. Genero. Rhizobium, convierte al N2
a NH4+ (ión amonio), NH2 (grupo funcional amino) y NH3 (amoniaco)
Fijación industrial al desarrollar métodos químicos para fijar el nitrógeno tal como el proceso haber para obtener
NH3, el que se convierte en diversos compuestos denominados fertilizantes y la fijación de nitrógeno por bacterias
(nitrógenasa).
Puesto que el nitrógeno es uno de los nutrientes más importantes de las plantas y animales, existe un intercambio de N2
en la ecosfera de forma que el nitrógeno se transfiere entre la biosfera, litosfera, atmosfera e hidrosfera en varias formas
químicas. Dentro de la litosfera el N2, existe principalmente como nitrato, NO3, en menor grado como nitrito, NO2 y como
ion amonio, NH4+ que son tomadas por las raíces de las plantas para el ciclo del nitrógeno.
En la hidrosfera, el nitrógeno casi siempre se encuentra disuelto como ion nitrato y molecular. La biosfera contiene
nitrógeno combinado en muchos compuestos vitales, incluyendo proteínas, aminoácidos, enzimas, ácidos nucleicos,
vitaminas y hormonas. Los vegetales emplean compuestos sencillos como NH3, NH4+, NO3-, urea,etc. para formar esos
compuestos complejos.
El nitrógeno se introduce en la cadena alimenticia de productor/ consumidor cuando las plantas la absorben de la solución
del suelo ya sea en forma de nitratos (NO3-) o como ion amonio el (NH4+). Las bacterias desnitrificantes del suelo también
pueden convertir el nitrito en amoniaco, en especial las bacterias y los hongos de los suelos anegados. Esta conversión
también se produce en condiciones de escases de oxígeno en los lagos. El proceso se llama desnitrificacion. Las bacterias
nitrificantes utilizan el nitrógeno amoniacal (NH3) como fuente de energía para sintetizar su protoplasma.
Este proceso se produce con lentitud, si acaso, en condiciones acidas. Primero, el amoniaco se convierte en nitrito (NO2-
), por obra de bacterias del genero nitrosomonas, y este se trasforma en nitrato (NO3-) por la acción de otro género,
nitrobacter. Este proceso en dos etapas se llama nitrificación. Ambos grupos de bacteria obtienen su energía de este
proceso de oxidación y más tarde utilizan una parte para convertir CO2 en carbonato celular. Por último, una vez que el
nitrato (NO3-) ha sido asimilado y transformado por las plantas superiores y los microbios en forma de proteínas de
productos residuales (esto es, como nitrógeno inorgánico inerte). Muchas bacterias y hongos heterótrofos del suelo y del
agua utilizan este material rico en nitrógeno, lo transforman y lo liberan como amoniaco inorgánico en un proceso llamado
amomificación. Otras partes del ciclo implica la emisión, de vuelta en la atmosfera de nitrógeno y óxidos nítricos gaseosos,
aunque la importancia de las mismas es limitada. Como ya se ha señalado, el nitrógeno se introduce en el ambiente
acuático por la descarga de agua residuales domésticas y residuos industriales orgánicos. Los componentes principales
son nitrógeno orgánico (proteínas) y amoniaco. En el proceso de tratamiento éstos se pueden oxidar parcialmente a nitrito
y nitrato. La descarga de cantidades excesivas de compuestos nitrogenados en ríos y lagos pueden dar por resultado un
crecimiento excesivo y perjudicial de algas y plantas macrófitas.
El ciclo de nitrógeno nos brinda un magnífico ejemplo para comprender el servicio esencial que los microorganismos
realizan para que los macroorganismos puedan vivir. Las plantas utilizan el nitrógeno para sintetizar proteínas, acidos
nucleicos y otros organismos orgánicos y esenciales. Los animales obtienen sus nutrientes nitrogenados, comiendo
plantas u otros animales que se alimentan de animales.
El ciclo del nitrógeno no varía mucho cuando ocurre en el agua, o sea, en la superficie de lagos, mares y ríos. El nitrógeno
puede llegar al agua por escurrimiento, fruto de los fertilizantes humanos o naturales. En otros casos, se trasmite por las
cadenas tróficas marinas, en las que muchos animales terrestres se incorporan al mar. Del modo que sea, este ingreso
de sustancias orgánicas nitrogenadas se reparte entre los distintos depredadores, dejando un residuo de materia
nitrogenada en el suelo oceánico, en donde es descompuesta por diversos tipos de microorganismos. Así, el ciclo
microscópico entre nitrificantes y desnitrificantes se repite, y vuelve a liberar el nitrógeno gaseoso a la atmósfera.
El ciclo del fósforo o ciclo fosfórico es el circuito que describe el movimiento de este elemento químico dentro de un
ecosistema determinado. El fósforo (P) es un elemento no metálico, multivalente, sumamente reactivo, que se encuentra
en la naturaleza en diversos sedimentos rocosos inorgánicos, y en el cuerpo de los seres vivientes, en los que forma parte
vital aunque a baja escala.
El ciclo del fósforo forma parte de los ciclos biogeoquímicos, en los que la vida y los elementos inorgánicos mantienen un
balance para que diversos elementos químicos sean reciclados y reaprovechados. Este ciclo no sería posible en rápidos
términos sin las cadenas tróficas de los distintos ecosistemas. Sin embargo, en comparación con los ciclos del nitrógeno,
el carbono o el agua, se trata de un ciclo sumamente lento, ya que el fósforo no forma compuestos volátiles que puedan
desplazarse con facilidad del agua a la atmósfera y de allí de vuelta a la tierra, de donde es originario.
Las plantas también cumplen un rol vital en la fijación y transmisión del fósforo, como se verá cuando analicemos sus
distintas etapas.
Erosión y meteorización. El fósforo abunda en minerales terrestres, que se encuentran en tierra firme o en el fondo
de los mares. Los efectos constantes de la lluvia, la erosión eólica y solar, así como la acción accidental de la minería
del ser humano, permiten que estas reservas de fósforo salgan a la superficie y sean transportadas hasta los diversos
ecosistemas.
Fijación en las plantas y transmisión a los animales. Las plantas absorben el fósforo de los suelos y lo fijan en su
organismo, tanto en el caso de las plantas terrestres, como de las algas y el fitoplancton que lo absorbe de las aguas
marinas. A partir de allí es transmitido a los animales que se alimentan de las plantas, en cuyos cuerpos también es
almacenado, y del mismo modo a los depredadores de dichos animales herbívoros y a los depredadores de éstos,
repartiéndose a lo largo de la cadena trófica.
Retorno al suelo por descomposición. Las excreciones de los animales son ricas en compuestos orgánicos que, al
ser descompuestos por las bacterias y otros organismos del reciclaje natural, retornan a ser fosfatos aprovechables
por las plantas, o transmisibles al suelo. Lo mismo ocurre cuando los animales mueren y se descomponen, o cuando
la carroña dejada de la cacería es descompuesta: los fosfatos retornan al suelo para ser aprovechados por las plantas
o para continuar escurriéndose en ríos y lluvias hacia el mar.
Retorno al suelo por sedimentación. Otra vía de retorno del fósforo del cuerpo de los animales hacia la tierra, en
donde vuelve a formar parte de minerales sedimentarios, es mucho más larga que la permitida por acción de los
animales, y tiene que ver con la fosilización de sus restos orgánicos y el desplazamiento tectónico de las reservas de
fósforo de origen orgánico hacia las profundidades de la tierra. Pero tales levantamientos geológicos pueden demorar
miles de años en ocurrir.
Alteraciones en el ciclo del fósforo: El ciclo del fósforo puede verse alterado en gran medida por las intromisiones
humanas. Por un lado, la liberación de fósforo por la acción minera puede aumentar la presencia de este material en la
superficie terrestre, dado que su extracción por vías naturales erosivas habría tomado miles de años más. Por otro lado, la
acción de los fertilizantes empleados en la agricultura, sean de origen natural o artificial, supone la inyección al suelo de
muchos más fosfatos de los que normalmente recibiría. Semejante exceso es lavado por las aguas de lluvia o de riego,
escurriéndose hacia los depósitos de agua, los ríos o al mar.
Por el aumento en los fosfatos y en el nitrógeno aumentan también las algas y microorganismos que lo aprovechan (un
proceso llamado eutrofización). Así se desbalancea la dinámica trófica y a menudo las algas compiten entre ellas hasta
morir masivamente en la orilla. Al descomponerse generan contaminación, y además aumentan las cantidades de fósforo
circulantes en el agua marina.
Es considerado un ciclo químicamente complejo, debido que mientras recorre su camino por el suelo, el agua y los
ecosistemas, el azufre pasa por diferentes estados de oxidación, esta oxidación se produce cuando se combina con el
oxígeno. Generalmente el azufre se los encuentra en las rocas y sedimentos de la corteza terrestre ya que estos son muy
abundantes; se los encuentran en forma de sulfatos de calcio y magnesio y también sulfuros.
Ciclo del azufre
En la atmósfera el azufre se encuentra en forma de dióxido de azufre (SO2) y puede ingresar de cuatro maneras: mediante
la descomposición de materia orgánica, actividad volcánica, respiraderos geotérmicos, desde el esquema de combustible
fósiles. El ciclo del azufre presenta dos fases: la sedimentaria y la gaseosa.
La fase sedimentaria está ligada a los depósitos orgánicos e inorgánicos; el azufre se libera de estos depósitos por
el proceso de meteorización y descomposición que se lleva a los ecosistemas terrestres y acuáticos.
En la fase gaseosa es menos pronunciado y permite la circulación del azufre a escala global; el azufre ingresa a la
atmósfera a través de la combustión de combustibles fósiles, actividades volcánicas, procesos de
descomposición e intercambio desde la superficie de los mares. Se libera a la atmósfera como sulfuro de
hidrógeno (H2S) y reacciona rápidamente con el oxígeno para formar dióxido de azufre (SO2). Es soluble en agua y
se traslada a la superficie de la tierra a través de la lluvia como ácido sulfúrico débil (H2SO4). El azufre en una forma
soluble, frecuentemente como el sulfato (SO4) es absorbido por las raíces de las plantas, donde se
incorpora a varias moléculas orgánicas como las proteínas y ciertos aminoácidos (cistina)
De estos autótrofos, el
azufre se transfiere al
nivel del consumidor y el
exceso se excreta en la
materia fecal. Estos
materiales excretores y
las plantas y animales
muertos que transportan
azufre se liberan en el
suelo y en el fondo de los
estanques, lagos y
mares, en los que actúan
los detritívoros (bacterias
y hongos). Un grupo de
bacterias llamadas
bacterias de azufre
reduce el sulfuro de
hidrógeno (H2S) al azufre
elemental que luego se
oxida en ácido sulfúrico.
En presencia de luz,
algunas bacterias verdes
y púrpuras del azufre utilizan sulfuro de hidrógeno (H2S) durante la fotosíntesis. Las bacterias púrpuras, pueden
transformar el sulfuro de hidrógeno en sulfato; mientras que las bacterias verdes, pueden transformar el sulfuro de
hidrógeno en azufre elemental.
a) Reducción del sulfato: Los microorganismos y las plantas reducen los sulfatos hasta sulfuros (S2-), las cuales los
utilizan para sintetizar todos los constituyentes que contienen azufre. Algunos microorganismos transforman los
compuestos de azufre orgánico en sulfuro de hidrógeno (Ácido Sulfhídrico) mediante un proceso denominado
disulfuración; las bacterias reductoras de sulfato también intervienen en el ciclo al igual que los microorganismos y las
plantas cuando utilizan el sulfato como nutriente; además de esto, las bacterias reductoras utilizan esos compuestos
o el azufre elemental como aceptores de transporte de electrones en un proceso de respiración anaeróbica, para
generar ATP. Estas bacterias viven en ambientes anaeróbicos ricos en sulfato, como los lodos.
b) Oxidación del azufre reducido hasta sulfato: Cuando los desechos de las plantas y de los animales degradados
por los microorganismos, la mayor parte del azufre es convertido en H2S, esto es oxidado para producir sulfato,
completando así el ciclo del azufre. La conversión del H2S en sulfato está mediada por dos tipos de bacterias
diferentes: Las bacterias quimiautótrofas que oxidan el azufre, generan ATP oxidando los compuestos que contienen
azufre, el producto final de la oxidación es el sulfato. Las bacterias fotótrofas anoxigénicas realizan las misma
funciones anaeróbicamente, utilizando el azufre reducido como fuente de electrones.
Efectos sobre la contaminación ambiental: Ambos, el dióxido y trióxido de azufre, pueden reaccionar con agua o vapor
de agua para formar ácido sulfuroso (H2SO3) y ácido sulfúrico (H2SO4). De esa manera, las gotas de agua pueden
acidificarse hasta 1000 veces resultando en lluvia ácida. La lluvia ácida tiene efectos ecológicos, efectivamente,
como resultado de la lluvia ácida, algunos cuerpos de agua pueden volverse inhóspitos para peces. Además, la
lluvia ácida puede provocar la lixiviación de los nutrientes del suelo, lo que a su vez puede alterar ecosistemas
dependientes de la capa superficial de la tierra. La lluvia ácida también tiene efectos estéticos porque puede provocar
daños en metales y estructuras sobre todo en aquellas de edificios y estructuras ornamentales expuestas a la intemperie
Importancia biológica del azufre: El azufre es una sustancia fundamental para los organismos porque es un
componente esencial de los aminoácidos cisteína y metionina, así como de otros compuestos bioquímicos.
Las plantas responden a sus necesidades alimentarias de azufre por medio de la asimilación de compuestos minerales
del medio ambiente. Metabólicamente, para el ser humano el azufre es un componente importante porque se combina en
varios ciclos y con varias moléculas para lograr reacciones necesarias en los procesos de los tejidos vivos que realizan
diversas funciones. El azufre es muy utilizado en las tierras que están dispuestas para la agricultura
industrial, la disponibilidad de formas de azufre son naturalmente útiles, porque pueden ser un factor limitante para la
productividad de las plantas; por este motivo, es necesaria la aplicación de fertilizantes con azufre.
El oxígeno fluye a través del medio ambiente, desde la atmósfera hasta los seres vivos, que de algún modo devuelven el
elemento a su punto inicial luego de una serie de reacciones y transformaciones. Como el oxígeno recorre un ciclo, el
mismo no termina y lleva a cabo varias funciones en cada proceso en donde participa.
El ciclo básico del oxígeno ocurre entre la atmósfera y los seres vivos, que lo usan como elemento para respirar o
alimentarse, y finalmente es devuelto por los mismos seres vivos al medio atmosférico, es decir, al aire. Las plantas son
las que lo producen, y gran cantidad del oxígeno acumulado pasa al reservorio de la atmósfera en donde regresa a los
seres vivos en un flujo constante, en aquellos lugares en donde este ciclo tiene lugar.
● Fase atmosférica: La molécula del oxígeno cumple un ciclo en el ambiente, para luego ser recolectada por los seres
vivos o para hacer procesos en la atmósfera, como por ejemplo, la formación de ozono. En la atmósfera el oxígeno
molecular forma parte del aire, junto con otras moléculas gaseosas.
● Fase fotosíntesis: El oxígeno es producido y usado como elemento para la fabricación del propio sustento o nutrición
de las plantas, y es devuelto al ambiente con una molécula de carbono como dióxido de carbono.
● Fase para la respiración: Todos los seres vivos tienen procesos respiratorios y de transpiración: las plantas, los
animales, incluyendo al hombre, como parte del ambiente. También existen complejos procesos metabólicos
de respiración celular, que se realizan con oxígeno; esto ocurre cuando el oxígeno ha sido captado desde el medio
atmosférico para formar dióxido de carbono.
● Fase de retorno a la atmósfera: Luego de cumplir los procesos previos, el oxígeno es devuelto a la atmósfera, regresa
al aire como desecho de la respiración en forma de dióxido de carbono, unida a una molécula de carbono.
El ciclo de oxígeno en el medio ambiente cumple el proceso a través de las plantas, luego al aire de la atmósfera, los
seres vivos que lo usan para procesos respiratorios y celulares, y por último vuelve a la atmósfera en forma de dióxido de
carbono, que será aprovechado por las plantas; es decir, es la parte del ciclo en la que el dióxido de carbono emitido por
la respiración de los seres vivos se deposita en la atmósfera, donde podrá ser utilizado por las plantas para su fotosíntesis,
reiniciando el ciclo. Las plantas, en su proceso de fotosíntesis oxigénica, toman el dióxido de carbono (CO2) y el agua del
ambiente (H2O) y, usando la luz solar capturada por la clorofila, convierten estos ingredientes en azúcar (CH2O) y oxígeno
molecular. (O2).
El ciclo del carbono se estudia con más facilidad como dos ciclos más pequeños interconectados:
Uno que comprende el intercambio rápido de carbono entre los organismos vivos. Por ejemplo, las reservas de CO2
atmosférico y oceánico que son utilizadas por los organismos vivos son las mismas que los procesos geológicos
reciclan.
Como una breve descripción, el carbono existe en el aire mayoritariamente como dióxido de carbono CO2 gaseoso, el
cual se disuelve en el agua y reacciona con las moléculas de ésta para producir bicarbonato: HCO3.
La fotosíntesis que llevan a cabo las plantas terrestres, las bacterias y las algas, convierte el dióxido de carbono o el
bicarbonato en moléculas orgánicas. Las moléculas orgánicas producidas por los organismos fotosintetizadores pasan
a través de las cadenas alimenticias, y la respiración celular convierte nuevamente el carbono orgánico en dióxido de
carbono gaseoso.
El almacenamiento de
carbono orgánico a largo
plazo ocurre cuando la
materia que proviene de
los organismos vivos es
enterrada profundamente
bajo la tierra o cuando se
hunde hasta el fondo del
océano y forma rocas
sedimentarias. La
actividad volcánica y, en
tiempos más recientes, la
quema de combustibles
fósiles devuelven este
carbono orgánico al ciclo.
Aunque la formación de combustibles fósiles sucede en una escala de tiempo geológico lento, la liberación que hacen
los humanos del carbono que contienen, en forma de CO2 sucede en una escala de tiempo extremadamente rápida
a) El ciclo biológico del carbono
El carbono entra en todas las redes tróficas, tanto terrestres como acuáticas, a través de los autótrofos,
organismos que producen su propio alimento. Casi todos estos autótrofos son fotosintetizadores, como las
plantas o las algas.
Los autótrofos capturan el dióxido de carbono del aire o los iones de bicarbonato del agua y lo usan para producir
compuestos orgánicos como la glucosa. Los heterótrofos, que se alimentan de otros seres, como los humanos,
consumen las moléculas orgánicas y así el carbono orgánico pasa a través de las cadenas y redes tróficas.
¿Cómo regresa el carbono a la atmósfera o al océano? Para liberar la energía almacenada en las moléculas que
contienen carbono, como los azúcares, los autótrofos y heterótrofos las degradan mediante un proceso llamado
respiración celular. En este proceso, el carbono de la molécula se libera en forma de dióxido de carbono. Los
descomponedores también liberan compuestos orgánicos y dióxido de carbono cuando degradan organismos
muertos y productos de desecho.
El carbono circula rápidamente a través de esta ruta biológica, especialmente en los ecosistemas acuáticos. En
general, se estima que se mueven entre 1,000 y 100,000 millones de toneladas métricas de carbono a través de
la ruta biológica cada año. Para que te des una idea, ¡una tonelada métrica es casi el mismo peso que el de un
elefante o un coche pequeño!
El CO2 es un gas de efecto invernadero. Cuando se encuentra en la atmósfera, atrapa el calor y evita que irradie hacia el
espacio. Basados en gran cantidad de pruebas, los científicos piensan que los niveles elevados de CO2 y otros gases de
efecto invernadero provocan cambios pronunciados en el clima de la Tierra. Si no se realizan cambios decisivos en la
reducción de emisiones, se pronostica que la temperatura de la Tierra aumentará entre 1 y 5 °C para el año 2100.
Del mismo modo, aunque pueda parecer que la absorción que hace el océano del dióxido de carbono excedente es buena
para reducir los gases de efecto invernadero, no es en absoluto benéfica para la vida marina. Como vimos anteriormente,
el CO2 disuelto en el agua de mar puede reaccionar con las moléculas de agua para liberar iones H+ . Así que, mientras
más CO2 se disuelve en el agua, más ácida será el agua. Una mayor acidez en el agua reduce las concentraciones de
CO3, lo que les dificulta a los organismos marinos formar y mantener sus conchas de CaCO 3. Tanto el aumento de
temperatura como el incremento en la acidez del agua pueden perjudicar a la vida marina y ambos procesos se han
relacionado con el blanqueamiento del coral.
El ciclo del agua no se inicia en un lugar específico, pero para esta explicación asumimos que comienza en los
océanos. El sol, que dirige el ciclo del agua, calienta el agua de los océanos, la cual se evapora hacia el aire como vapor
de agua. Corrientes ascendentes de aire llevan el vapor a las capas superiores de la atmósfera, donde la menor
temperatura causa que el vapor de agua se condense y forme las nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes sobre
el globo, las partículas de nube colisionan, crecen y caen en forma de precipitación. Parte de esta precipitación cae en
forma de nieve, y se acumula en capas de hielo y en los glaciares, los cuales pueden almacenar agua congelada por
millones de años. En los climas más cálidos, la nieve acumulada se funde y derrite cuando llega la primavera. La nieve
derretida corre sobre la superficie del terreno como agua de deshielo y a veces provoca inundaciones. La mayor parte de
la precipitación cae en los océanos o sobre la tierra, donde, debido a la gravedad, corre sobre la superficie como
escorrentía superficial.
Una parte de esta escorrentía alcanza los ríos en las depresiones del terreno; en la corriente de los ríos el agua se
transporta de vuelta a los océanos. El agua de escorrentía y el agua subterránea que brota hacia la superficie, se acumula
y almacena en los lagos de agua dulce. No toda el agua de lluvia fluye hacia los ríos, una gran parte es absorbida por el
suelo como infiltración. Parte de esta agua permanece en las capas superiores del suelo, y vuelve a los cuerpos de agua
y a los océanos como descarga de agua subterránea. Otra parte del agua subterránea encuentra aperturas en la superficie
terrestre y emerge como manantiales de agua dulce. El agua subterránea que se encuentra a poca profundidad, es
tomada por las raíces de las plantas y transpirada a través de la superficie de las hojas, regresando a la atmósfera. Otra
parte del agua infiltrada alcanza las capas más profundas de suelo y recarga los acuíferos (roca subsuperficial saturada),
los cuales almacenan grandes cantidades de agua dulce por largos períodos de tiempo. A lo largo del tiempo, esta agua
continua moviéndose, parte de ella retornará a los océanos, donde el ciclo del agua se "scierra"...y comienza nuevamente.
ETAPAS DEL CICLO DEL AGUA
c) Precipitación: Es caída del agua, en forma líquida o sólida desde las nubes
La precipitación, es agua liberada desde las nubes en forma de lluvia, aguanieve, nieve o granizo, es el principal proceso
por el cual el agua retorna a la Tierra, la mayor parte de la precipitación cae como lluvia.
¿Cómo se forman las gotas de lluvia? Las nubes que flotan sobre nuestras cabezas, contienen vapor de agua y gotas
de nube, que son demasiado pequeñas como para caer en forma de precipitación, aunque lo suficientemente grandes
como para formar nubes visibles. El agua está continuamente evaporándose y condensándose en el cielo. Si observas
de cerca una nube, verás algunas partes desaparecer (evaporarse) y otras partes crecer (condensarse). La mayor parte
del agua condensada en las nubes, no cae como precipitación debido a las ráfagas de aire ascendente que soportan a
las nubes, para que ocurra la precipitación primero pequeñas gotitas deben condensarse. Las gotas de agua colisionan
y producen gotas de mayor tamaño y lo suficientemente pesadas como para caer de la nube en forma de precipitación.
Capas de hielo en el mundo: El agua que es almacenada por largos períodos de tiempo en el hielo, la nieve o los
glaciares, también forma parte del ciclo del agua, la mayor parte de la masa de hielo de la Tierra, alrededor del 90 por
ciento, se encuentra en la Antártida, mientras que el 10 por ciento restante se encuentra en Groenlandia. La capa de hielo
de Groenlandia es una interesante parte del ciclo del agua, la capa ha aumentado su tamaño a lo largo del tiempo,
alrededor de 2.5 millones de kilómetros cúbicos (600,000 millas cúbicas), debido que cae más nieve de la que se derrite.
La capa de hielo presenta un grosor promedio de 1,500 metros (14,000 pies), pero puede tener hasta 4,300 metros de
grosor (14,000 pies). El hielo es tan pesado, que la tierra que está por debajo ha sido presionada hasta adquirir una forma
curva.
Algunos hechos sobre los glaciares y las capas de hielo
Los glaciares cubren un 10-11 por ciento de toda la superficie de la Tierra.
Si en el día de hoy, todos los glaciares se derritieran, el nivel del mar subiría alrededor de 70 metros (230 pies).
Durante la última edad de hielo el nivel del mar se encontraba alrededor de 122 metros (400 pies) más abajo del
nivel a que está hoy día, y los glaciares cubrían casi un tercio de la superficie terrestre.
Durante el último período cálido, 125,000 años atrás, los mares estaban alrededor de 5.5 metros (18 pies) más
arriba del nivel a que están hoy día. Alrededor de tres millones de años atrás, los mares podrían haber estado
50.3 (165 pies) metros más arriba.
d) Escorrentía superficial: Escorrentía de lluvia (aquella escorrentía producida por el agua de lluvia) que corre sobre la
superficie del suelo, hacia la corriente de agua más cercana. La mayor parte de las personas piensas simplemente que,
la lluvia cae sobre la tierra, fluye sobre ella (escorrentía de lluvia), y corre hacía los ríos, los cuales se descargan a los
océanos. Esto es algo simplificado, ya que los ríos también ganan y pierden agua a través del suelo. Sin embargo, la
mayor parte del agua de los ríos proviene directamente de la escorrentía que fluye por la superficie, denominada
escorrentía superficial. Generalmente, parte de la lluvia que cae es absorbida por el suelo, pero cuando la lluvia cae sobre
suelo saturado o impermeable comienza a correr sobre el suelo, siguiendo la pendiente del mismo. Durante las lluvias
fuertes, verás pequeños cordones de agua corriendo cuesta abajo., el agua corre por canales a medida que se dirige a
los grandes ríos.
Como sucede en todas las partes del ciclo del agua, la relación entre precipitación y escorrentía superficial varía de
acuerdo al tiempo y la geografía. Tormentas similares en la selva Amazónica y en el desierto del sudoeste de E.E.U.U.
tendrán distintos efectos. La escorrentía superficial es afectada por factores meteorológicos y por la geología física y
topografía del lugar, únicamente un tercio de la lluvia que cae corre en forma de escorrentía hacia los océanos; la fracción
restante, se evapora o es absorbida por el suelo pasando a formar parte del agua subterránea.
Importancia de los ríos. Los ríos se utilizan para abastecerse de agua potable y agua de riego, para producir electricidad,
para eliminar residuos (en el mejor de los casos, residuos tratados), para transportar mercadería, y para obtener comida.
Los ríos son los principales ambientes donde se desarrollan plantas y animales. Los ríos ayudan a mantener los acuíferos
llenos de agua, ya que descargan agua hacia los mismos a través de sus lechos. Y, los océanos se mantienen con agua,
ya que los ríos y la escorrentía continuamente están descargando agua en ellos.
Almacenamiento de agua dulce: Agua dulce que se encuentra en la superficie de la Tierra: Una parte del ciclo del agua
que obviamente es esencial para la vida en la Tierra, es el agua dulce superficial. El agua superficial incluye los arroyos,
estanques, lagos, reservorios (lagos creados por el hombre), y humedales de agua dulce. La cantidad de agua en los ríos
y lagos está permanentemente cambiando, debido a las entradas y salidas del agua al sistema. El agua que entra proviene
de las precipitaciones, de la escorrentía superficial, del agua subterránea que se filtra hacia la superficie, y de los ríos
tributarios. La pérdida de agua de los lagos y ríos se debe a la evaporación y a la descarga hacia aguas subterráneas.
Los seres humanos también usan el agua superficial para satisfacer sus necesidades. La cantidad y localización del agua
superficial varía en el tiempo y el espacio, ya sea por causas naturales o debido a la acción del hombre.
e) Infiltración: El movimiento descendente del agua desde la superficie de la Tierra hacia el suelo o las rocas porosas
En cualquier parte del mundo, una porción del agua que cae como precipitación y nieve se infiltra hacia el suelo
subsuperficial y hacia las rocas. La cantidad infiltrada depende de un gran número de factores. La infiltración de la
precipitación que cae sobre la capa de hielo en Groenlandia, puede ser muy pequeña, mientras que, como muestra la
figura del arroyo desapareciendo dentro de un cueva en Georgia, un arroyo puede transformarse directamente en agua
subterránea, desapareciendo. Parte del agua que se infiltra, permanece en las capas más superficiales del suelo y puede
volver a entrar a un curso de agua debido a que se filtra hacia el mismo. Otra parte del agua puede infiltrarse a mayor
profundidad, recargando así los acuíferos subterráneos. Si los acuíferos son lo suficientemente porosos y poco profundos
como para permitir que el agua se mueva libremente a través de ellos, la gente puede realizar perforaciones en el suelo
y utilizar el agua para satisfacer sus necesidades. El agua puede viajar largas distancias, o permanecer por largos
períodos como agua subterránea antes de retornar a la superficie, o filtrarse hacia otros cuerpos de agua, como arroyos
o océanos.
Todos los días, tú ves el agua que te rodea en lagos, ríos, hielo, lluvia y nieve, pero también hay una gran cantidad de
agua que no vemos, el agua que existe y se mueve dentro del suelo, es el agua subterránea, en muchos casos, el principal
contribuyente de los cursos de agua; donde las personas han utilizado el agua subterránea por cientos de años y lo
continúan haciendo hasta el día de hoy, principalmente para beber y para riego. La vida en la Tierra depende del agua
subterránea como también depende del agua superficial.
f) Transpiración: Proceso mediante el cual el vapor de agua se escapa de las plantas y entra a la atmósfera
La transpiración es el proceso por el cual el agua es llevada desde las raíces de las plantas hasta pequeños poros que
se encuentran en la cara inferior de las hojas, donde se transforma en vapor de agua y se libera a la atmósfera, la
transpiración, es esencialmente la evaporación del agua desde las hojas de las plantas, se estima que alrededor de un
10% de la humedad de la atmósfera proviene de la transpiración de las plantas. La transpiración de las plantas es un
procesos que no se ve, debido a que el agua se evapora de la superficie de la hoja, tu no ves las hojas "transpirando".
Durante la estación de crecimiento, una hoja transpirará una cantidad de agua mucho mayor a su propio peso. Un acre
plantado con maíz, produce cerca de 11,400 - 15,100 litros (3,000- 4,000 galones) de agua por día, y un roble grande
puede transpirar alrededor de 151,000 litros (40,000 galones) por año.
Factores atmosféricos que afectan la transpiración
La cantidad de agua que transpiran las plantas varía según la región geográfica y a través del tiempo. Hay varios factores
que determinan las tasas de transpiración:
Temperatura: La tasa de transpiración aumenta a medida que aumenta la temperatura, especialmente durante
la estación de crecimiento, cuando el aire está más cálido.
Humedad relativa: A medida que aumenta la humedad del aire que rodea a la planta, la tasa de transpiración
disminuye. Es más fácil para el agua evaporarse hacia el aire seco que hacia el aire saturado.
El viento y el movimiento del aire: El aumento en el movimiento del aire que rodea a la planta, provocará una
mayor transpiración
Tipos de plantas: Las distintas plantas, presentan distintas tasas de transpiración. Algunas de las plantas que
crecen en las zonas áridas, como los cactus, conservan la tan preciada agua transpirando menos.