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Existen muchas clasificaciones de cargas o acciones sobre una armadura metalica, estas
se clasifican basándose en su origen y su duración e intensidad en el tiempo.
SEGÚN SU ORIGEN
DEBIDO A LA ACCIÓN DE LA GRAVEDAD: CARGA MUERTA Y CARGA VIVA.
Se conoce como cargas muertas a aquellas generadas por el peso propio tanto de los
elementos estructurales, como de los elementos no estructurales. Estas cargas son
fuerzas verticales hacia abajo, y por esto, las reacciones o fuerzas soportantes de la
armadura son también verticales para esas cargas.
Las cargas Vivas están relacionadas con el uso y ocupación de la estructura; debido a su
naturaleza variable, incluye todo aquella que no tiene posición fija y definitiva. Dentro
de estas cargas se incluyen las cargas de nieve, lluvias viento, etc.
CARGAS DE NIEVE Y HIELO
Las precipitaciones de hielo y nieve varían con el clima y cantidad retenida por una
cubierta, depende de su proporción y el tipo de superficie.
LLUVIA
El agua en un techo sin pendiente se acumula más rápidamente que lo que tarda en
escurrir, el resultado se denomina encharcamiento y puede llegar hasta colapsar la
estructura.
CARGAS DEBIDO AL SISMO
Los efectos de los movimientos sísmicos sobre las edificaciones son transmitidos a través
del suelo sobre el cual se apoya; la base de la edificación tiende a seguir el movimiento
del suelo, mientras que las fuerzas inerciales sobre las edificaciones producidas por los
sismos, son de sentido contrario al movimiento del suelo.
Los sistemas de las armaduras utilizados en los techos como parte de una edificación
influyen en su respuesta dinámica que se encargan de transmitir las fuerzas inducidas
por el sismo a los elementos verticales resistente a las cargas laterales.