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INTERPRETACIONES DEL ROL DE LAS BARRAS BRAVAS EN LAS

MANIFESTACIONES SOCIALES ACTUALES

Estudiante: Cristóbal Aguilera Mena


Profesor: Carlos Sanhueza
Fecha: 22 de diciembre de 2019
I. INTRODUCCIÓN
En el mundo contemporáneo, se ha desarrollado un tipo sociedad de masas que
autores como Bauman han definido como la instauración de una sociedad líquida, es decir, la
conformación social sin una identidad definida ni conexión con su pasado reciente (Bauman:
2000). Para García Canclini, en el contexto latinoamericano pese a esta falta de identidad
“aún persiste un deseo de comunidad pero que este ha emigrado desde el nacionalismo o la
identificaciones de clase hacia a grupos religiosos, deportivos, solidaridades generacionales y
aficiones mass mediáticas” (García Canclini: 1995). Un proceso que para Dick Hebdige sería
el desarrollo de las subculturas.
Al mismo tiempo que se produce lo anterior, durante el siglo XX se ha dado la
aparición de espectáculos a gran escala y la aglomeración masiva que ellas suscitan.
Especialmente en América Latina, el fútbol ha sido quien ha cumplido la misión de levantar
verdaderas catedrales de peregrinación con estadios como el Maracaná. En el caso chileno,
este deporte penetró con gran fervor y se popularizó ampliamente entre los sectores más
bajos, sobretodo desde el recordado mundial de 1962. Es por esto que este deporte ha
repercutido en un proceso de identificación cultural sobre una parte importante de la sociedad
y por medio de su consumo, que se ha imbricado junto con los procesos televisivos, se han
encargado de convertirlos en un espectáculo global de gran incidencia en las relaciones
sociales.
El fútbol en Chile desde su arista profesional ha contado con un gran número de
clubes que se han interesado por la competencia y la entretención. Actualmente, la
Asociación Nacional de Fútbol Profesional cuenta con la presencia de 43 instituciones. En
este sentido, desde la década de 1990 se ha experimentado la aparición de las llamadas
“barras bravas” en torno a estos clubes profesionales.
Generalmente, la barras bravas se han caracterizado al estilo que Le Bon ha definido a
las “muchedumbres”, como un grupo impulsivo, irritable y sugestionable (Karam: 2004).
Esto es porque mediáticamente se han presentado con un actuar de excesiva violencia en los
momentos de enfrentamiento deportivo y constantemente vinculados a hechos deportivos. Sin
embargo, poco se habla con respecto a los procesos identitarios y la creación de un propio
sistema de valores que estas agrupaciones han logrado construir en sus años de existencia,
especialmente cuando sus composición es principalmente popular.
a. antecedentes:
Durante octubre de este año se ha producido una gran ola de manifestaciones en
protesta por el alza de la tarifa del transporte público y los servicios básicos, mutando en la
coyuntura a demandas por un cambio estructural. En el desarrollo de estas manifestaciones se
ha rechazado de forma generalizada la presencia de partidos y movimientos políticos, pero las
banderas siguieron siendo parte del paisaje de la marchas y concentraciones, esta vez
elevadas por las barras de fútbol que se hicieron notar rápidamente por los medios de
comunicación.
b. propósito:
El objetivo principal de este estudio es problematizar la visión general que se ha
desarrollado sobre la conformación y accionar de las barras bravas desde los medios de
comunicación, como grupos enajenados, carente de valores y cuya única unión es la
violencia. La razón por la cual se nos hace necesario desarrollar la investigación desde esta
perspectiva es sobre todo el proceso de estallido social que se ha experimentado en la
actualidad por el país, donde las barras de fútbol han ocupado un lugar preponderante de las
manifestaciones. Este interés por lo social y político para ser rigurosos, no sólo se ha
expresado en el último tiempo, existen momentos de la historia reciente donde estas
agrupaciones se han manifestado de igual forma. Es esta última afirmación la que aumenta el
interés por saber cómo han tratado esta participación desde los medios de comunicación y las
nuevas plataformas de opinión pública como las redes sociales.
c. Presentación del problema:
Nuestro estudio de caso se encargará de examinar específicamente la forma en que
esta participación se ha presentado desde la prensa y las redes sociales con el objetivo de
responder a, ¿​cómo se ha reinterpretado el papel de las barras bravas en el mundo social chileno?
A priori nuestra hipótesis es que encontraremos dos voces dentro de las fuentes que analizaremos,
una que podría ser catalogada como oficial y más vinculada a la prensa establecida, la cual
rescatará una concepción tradicional de la representación de la barras bravas relacionándolas
principalmente con el concepto de violencia; mientras que existirá una segunda voz, posiblemente
caracterizada como disidente y cuya plataforma estará más dada a las redes sociales, donde el
desarrollo de la identidad popular de las barras y una perspectiva política entrarán al debate sobre
la identidad y el rol de estas agrupaciones.
Lo que intentaremos establecer con el análisis de diversos artículos periodísticos y
publicaciones en la redes sociales es una evolución en la representación social de lo que supone
ser y comportarse una barra brava, o al menos una aproximación a ella. No podemos olvidar el
tratar a este grupo como una subcultura y que su relación con lo social debe ser examinado de
forma crítica, con una composición de una gran carga popular y muchas veces incluso marginal y
que ha visto en el estallido social una forma de relación activa con una estructura que en el
cotidiano lo rechaza. es por esto que al análisis de la fuentes debemos intentar definir alguna
fuente teórica que sustente las característica que los diferentes medios depositan sobre ellos.

II. RECOPILACIÓN
La forma en que hemos decidido sistematizar la información para una mejor
comprensión del estudio, es por medio de la creación de una tabla1 que en primera instancia
nos ayude a comprender las distintas caracterización con las que se ha presentado la
participación de las barras de fútbol en las manifestaciones actuales. De este modo
ocuparemos publicaciones de prensa escrita digital y algunos comentarios publicados por
redes sociales (especificamente twitter) intentando rescatar de ellos, los enunciados que den
cuenta de una asignación de calificativos con respecto a ellas.

Fuente fecha descripción

1. El 9 /11 Integrantes de la Garra Blanca y de Los de Abajo han estado estos días en medio de
Líbero2 las manifestaciones. Llaman a movilizarse y a mantenerse en las calles con un rol
activo en las protestas. Mientras un sector de los primeros proviene de una vertiente
marxista y uno de sus miembros está formalizado por la quema de la estación de
Metro Pedrero, los segundos tienen vínculos con el anarquismo.

2. The 23/11 Las barras se han negado a disputar cualquier encuentro del fútbol chileno hasta que
Clinic3 no se responda concretamente a las demandas sociales de la ciudadanía. Se desconoce
la autoría de esta mezcla de carteles, sin embargo, es una muestra más de la unión que
ha existido entre los hinchas de cada club nacional

3. The 26/11 De acuerdo a esta teoría, lanzada en reuniones con altos timoneles de clubes pero aún
Clinic4 sin comprobación judicial, las barras bravas estarían actuando como “soldados” para
estos fines, algo que desde el interior de las agrupaciones de barristas rechazan de
plano. Aseguran que su movimiento no se ha despegado de las demandas sociales y
que la conclusión del Gobierno responde a “buscar a un enemigo a quien culpar”

1
Consultar anexos.
2
​https://ellibero.cl/actualidad/el-protagonismo-de-las-barras-bravas-en-las-protestas-callejeras/
3
https://www.theclinic.cl/2019/11/23/todos-por-una-causa-el-tremendo-cartel-que-aparecio-y-que-une-a-las-barr
as-del-futbol-chileno/
4
​https://www.theclinic.cl/2019/11/26/como-se-decidio-el-futbol-en-1973-el-ano-en-que-jugamos-en-peligro/
4. The 26/11 El mundo ese en la primera línea perfectamente dual: Están los violadores, los
Clinic5 asesinos, los ladrones, los estafadores (los pacos) y estamos nosotros, que pedimos
empatía a piedrazo y “no estamos” en guerra en la primera línea de fuego y somos
feministas, pero confraternizamos con barras bravas que hacen apología de la
violencia más machista posible.

5. La 27/11 Porque lo que no habían hecho las autoridades, el fútbol y los rezos, lo logró la unión
Región de por un Chile más justo, ya que en la Plaza de Armas hinchas de la Universidad de
Coquimbo6 Chile, de Colo Colo y de la Universidad Católica, se unieron en paz para protestar en
contra de las injusticias que aquejan al país.

6. La 18/11 “estos hinchas ultra, que uno los ve todo el año amenazando entre redes sociales,
Tercera7 esperar el famoso superclásico para enfrentarse ojala a pocas cuadras de un estadio y a
pocas cuadras verlos abrazados. y lo cierto es que muchas veces ellos son, fuera de la
camiseta, ellos son vecinos. Vienen de barrios marginales, la mayoría de estos
barristas son de zonas periféricas. (...)

7. Sonar8 11/11 “las barras bravas han sido las que han liderado gran parte de las marchas en el último
tiempo , a lo menos en Plaza Italia, y han sido quizás uno de los rostros más visibles.
Ahora, esto no es de ahora, las barras bravas vienen controlando el fútbol desde que
parte de la garra blanca mató a un hincha de Unión Española a fines de los 80”

8. El 29/10 En las diversas movilizaciones sociales cargadas de esperanza, se han producido


Desconcier postales que para l@s futboler@s no pasaron inadvertidas: barristas de los clubes más
to9 populares de nuestro país dijeron presente en las manifestaciones, dejando de lado la
rivalidad que proponen sus colores para fundirse en uno solo. Esto que puede ser una
simple anécdota recoge aspectos que no podemos permitirnos pasarlos por alto. Y
estos responden a que desde el constante destierro social en el que viven los miembros
de estos “bandos”, las circunstancias les empujaron a construir una convivencia que
parecía imposible.

9. El 27/10 Respecto a la violencia, tal vez una de las muestras más esperanzadoras sea la
Gráfico10 convivencia pacífica en las marchas entre las barras de Colo Colo, la U y la UC.
Prefiero pecar de inocente, pero creo que hay una gran oportunidad para estrechar
lazos entre ellas y que las fotos que tanto se viralizaron no hayan sido sólo para la
pose. Ahora, también espero que los giles que relativizaron los actos vandálicos en las
primeras horas del estallido social no vengan después a condenar a los "tontitos de
siempre" de los estadios, porque en este tema no puede haber doble estándar. Que el
fuego y las cenizas de esta semana no se las lleve el viento, tanto para los cambios
profundos que exigió la gente empelotada como para quienes se dedicaron a incendiar
todo y para aquellos que abusaron del poder que les confió el pueblo.

10. Radio 30/11 “Sentimientos de pertenencia, de identidad, y luego esa identidad es compartida y
Zero11 colectiva por las barras (…) El simbolismo tiene que ver con la necesidad identitaria,
con esa bandera como algo que representa mucho más que fútbol.El signo más potente
es que no hay banderas de partidos políticos. Lo que hay son más banderas barriales y
letreros divertidos (…) Pertenecer a algo genera sentimientos de solidaridad”

5
​https://www.theclinic.cl/2019/11/26/columna-de-rafael-gumucio-la-dignidad-y-sus-malas-costumbres/
6
​http://www.diariolaregion.cl/el-dia-en-que-los-hinchas-del-futbol-se-unieron-por-un-chile-mas-justo/
7
​https://www.latercera.com/podcast/noticia/estallido-social-las-barras-bravas/905089/
8
​https://sonarfm.cl/jugamos-con-todo/rodrigo-vera-las-barras-bravas-no-pueden-ser-los-que-digan-a-la
9
​https://www.eldesconcierto.cl/2019/10/29/el-opio-del-pueblo-una-movilizacion-con-mucho-futbol/
10
​https://www.publimetro.cl/cl/grafico-chile/2019/10/27/columna-no-seamos-pelotas.html
11
​https://www.radiozero.cl/podcasts/tejado-de-vidrio-columna-pato-hidalgo-respuesta-deporte-crisis/
11. Nuevo 21/11 Hay una furia nihilista que hemos visto desatada contra el espacio público, la
poder12 propiedad privada y también contra cuarteles policiales o del Ejército o de la FACh.
Eso no tiene que ver con las legítimas demandas de cambio que la ciudadanía ha
hecho sentir en estos días. Que estas hordas (de lumpen, o barras bravas, o anarquistas,
o todos a la vez) sientan que se puede asesinar carabineros en plena calle, refleja que
estamos ante sujetos que no perciben un límite a toda la destrucción que son capaces
de hacer.

12. El 25/11 Aclaremos que este pequeño pero muy potente ejército de violentistas, tal vez unos 10
mostrador mil, no son lo mismo que el muy pequeño grupo de anarquistas, unos 50 o 100, cuyos
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propósitos son muy diferentes, así como sus compinches narcos y de barras bravas,
que a su vez también incluyen a narcos y anarcos.

13. La 20/11 “Me impactó mucho una foto donde se veían hinchas de los tres equipos abrazados. En
Tercera14 un nivel superficial, uno podría pensar que eso es bueno, que se acabó la guerra.
Aunque para mí esa es la unión de los tres sindicatos fascistas”

14. La 23/11 Tienen de rodillas al fútbol y también a la sociedad. Firman las amenazas y los actos
Tercera15 de vandalismo que han bloqueado el torneo y, según el gobierno, acaudillan los
episodios de violencia en el estallido. Son las barras bravas, una lacra que campea a
sus anchas y sin control desde hace tiempo.

15. Radio 26/10 Las muestras de unidad entre barras antagónicas que han convivido en estos días o, al
Futuro16 menos, conversado civilizadamente para alternar su presencia en Plaza Italia tampoco
pueden pasar inadvertidas. Si esta coyuntura favorece a futuro un ambiente distinto,
menos violento, será una ganancia importante. Si, en cambio, fue solo un
aprovechamiento circunstancial, quedarán rápidamente en evidencia. Y de la peor
manera. Las malas prácticas de algunos están en la retina de todos

16. 16/1 Dudo que en aquellos tiempos existiera una raza como la que tenemos ahora Tipo flaite,
Twitter17 1 flojo, amigo de los narcos, perteneciente a barra brava, no respeta nada ni a nadie, se
sabe poderosos ante la justicia inoperante y espera que el Estado le regale todo. No sabe
de esfuerzo.

17. 15/1 En las poblaciones, los narcotraficantes lanzan fuegos artificiales para marcar territorio
Twitter18 1 (aunque entre narcotraficante y barra brava no hay diferencia)

18. 22/1 con manifestaciones o sin ellas la barra brava de la Garra Blanca igual siempre ha sido
Twitter19 1 una tropa de flaites, esto es solo una excusa, pero son los mismos delincuentes de
siempre

19. 27/1 Si creen que una barra específica "secuestró el fútbol" es que no entienden nada.
Twitter20 1 No queremos circo para el pueblo lo que el pueblo quiere son soluciones a las demandas
sociales

12
​https://www.nuevopoder.cl/chile-en-la-zona-cero/
13
​https://www.elmostrador.cl/destacado/2019/11/25/violencia-y-violentistas-al-borde-del-precipicio/
14
https://www.latercera.com/tendencias/noticia/alfredo-sepulveda-los-ninos-las-barras-bravas-deberian-sexo-alc
ohol/946261/
15
​https://www.latercera.com/la-tercera-domingo/noticia/la-victoria-del-miedo/913067/
16
​https://www.futuro.cl/2019/10/futbolistas-y-el-nuevo-chile/
17
​https://twitter.com/memovillanueva/status/1195639664574705664
18
​https://twitter.com/Claudio_Lainez/status/1195534283374551041
19
​https://twitter.com/Beatlebun/status/1197941286310952960
20
​https://twitter.com/PauloAviles/status/1199825598245408769
20. 25/1 En la calle Riquelme con Gran Avenida a las 19 hrs. Eran 5 personas con extintores de
Twitter21 1 10 kg y un palo . Guata pelada misma apariencia que barra brava . Mi camioneta tiene 10
años y la querían. Estaba entre dos buses a los que les vaciaron extintores dentro. Como
salí ? No sé.

21. 22/1 Los barra brava de CC en La Florida (encapuchados), impidiendo que se termine el
Twitter22 1 partido. Tienen el fútbol secuestrado hace años, y hoy se enquistan en un movimiento
social que no les pertenece.

Al momento de sistematizar la información hemos evidenciado en primera instancia,


que los límites establecidos en nuestra hipótesis más bien se desdibujan en la realidad. Entre
los 21 artículos de prensa y ​tuits p​ odemos evidenciar de inmediato que efectivamente existe
una concepción negativa de las barras de fútbol durante el estallido social que es lo que
podríamos denominar la voz oficial. Así mismo podemos comprobar la existencia de una voz
disidente que ha intentado mirar desde una perspectiva más romántica u optimista, pero que
se ha expresado de forma residual, pues son muy escasas las declaraciones en apoyo a estos
grupos.
Además debemos agregar que, durante el proceso de tabulación logramos comprender
que a pesar del dominio de la voz oficial, esta no es homologable a una plataforma de
comunicación en particular, es más bien transversal y prioritaria.

III. ANÁLISIS
En el análisis de los diferentes textos, además de constatar la existencia de estas dos
voces en torno al comportamiento de las barras de fútbol, hemos descubierto que ambos
discursos se enarbolan en relación al mismo concepto, la marginalidad. A continuación
examinaremos cómo la voz prioritaria, apunta a una mirada más reaccionaria, que define su
posicionamiento por medio de la relación de estadísticas y datos con respecto a hechos
delictivos y violentos, con la participación de estos grupos; mientras que la voz disidente sin
negar estas situaciones, construye su relato por medio de la crítica a esta violencia como un
fenómeno en respuesta de la marginalidad social. Es decir, se puede ver a la marginalidad
como causa o efecto.
Para ocasión de este estudio y a causa de los resultados de la recopilación de datos,
entenderemos como barra bravas a aquellas de mayor proporción de integrantes y no al

21
​https://twitter.com/Torquealto/status/1198985458119774209
22
​https://twitter.com/pancho_uauy/status/1197901187560947712
conjunto de barras de los equipos profesionales chilenos, nos referimos entonces a las barras
de Universidad de Chile, Colo Colo y Universidad Católica. Estas agrupaciones son las que
han recibido la mayor cantidad de publicaciones dirigidas y quienes han protagonizado las
icónicas fotografías en la Plaza Baquedano.

a. la voz oficial: la marginalidad como efecto.


Antes de iniciar con el análisis debemos aclarar que hemos definido a la voz oficial
como tal, solo por el criterio de tener una presencia mayor en las fuentes recopiladas. Esta
voz preponderante, se caracteriza en primera instancia por ocupar términos como violencia,
delincuencia, miedo y asesinato como un producto del accionar de las barras bravas,
negandoles toda opción de conciencia social. Es un sentimiento que podríamos vincular a las
nociones de Tocqueville, como una masa ignorante y desmoderada (sic), que cuya
integración a lo social (en su participación en la manifestaciones) simboliza la
autodegradación de la misma sociedad (Barbero: 1991).
Las publicaciones de este corte no han desarrollado la problemática de las barras
como el eje central y más bien las han inscrito dentro del debate por la violencia y la
delincuencia, como un sinónimo de aquel que infringe la ley, el barrista es un delincuente ​per
se​. Su postura se fundamenta principalmente en la representación histórica que se ha hecho de
este grupo recurriendo a la memoria reciente y los hechos policiales que han tenido a barristas
como protagonistas. Esta tradición va en la dirección de lo que plantea Gabriel Ruete, de
caracterizar al hincha como lumpen que “según el discurso mediático se trataría de individuos
que nada tiene que ver con la cultura ni la comunidad del fútbol, es más, serían delincuentes
que concurren a la cancha con el único propósito de delinquir” (Ruete:2016).
Temporalmente, la mayoría de las publicaciones vinculadas a esta tendencia fueron
realizadas en el momento de la movilización cuando se manifestó el conflicto por la
reanudación del torneo nacional, donde las denuncias por las amenazas de estos grupos a
futbolistas y dirigencias colmaban el debate público. Rechazan completamente la
participación activa de las barras en las manifestaciones en el centro de la ciudad y los gestos
de fraternidad vividos en las primeras semanas; es más cuando se refieren a esta arista, lo
hacen para referirse a ellos como “soldados” del narcotráfico o facciones de izquierda.
La inclusión de la vinculación con el narcotráfico es general y lo que hace es resaltar
que son sujetos marginales quienes actúan de forma violenta, pues se asume esto como parte
de su identidad. Del mismo modo la relación con el marxismo y anarquismo lo hacen
nuevamente para reafirmar la idea de anti sistémicos (vinculados a la marginalidad) que
justificaría su actuar, elemento que sigue inscribiéndose en la representación tradicional de
los medios descrita por Ruete23. Es esto último lo que hace posible caracterizar a este tipo de
discursos con una posición política de derecha, aunque por supuesto no de forma exclusiva.
De alguna manera ven a las barras como una masa de “un estadio primitivo, en el que las
inhibiciones morales desaparecen y la afectividad y el instinto pasan a dominar, poniendo la
"masa psicológica" a merced de la sugestión y del contagio” (Barbero:1991).
Es importante indicar, que al tratarse de conceptos más bien tradicionales de la
representación de las barras en Chile, al menos desde la década de los noventa, el
cuestionamiento nace acerca si esta supuesta consecuencia de la marginalidad de los sujetos
no es más bien un proceso dinámico en donde el imaginario del hincha violento elaborado
por los medios también tiene consecuencias para el mismo grupo humano puesto en cuestión,
produciéndose una internalización de aquel discurso (Ruete: 2016), ya sea por la intención de
las elites por establecer una imagen de la sociedad que entre en cuestión con los valores
tradicionales, en la idea de la decadencia (Chartier: 2002) o como un proceso simbiótico de
consumo cultural donde el discurso es asimilado, capturado y resignificado en la relación de
los sujetos con los medios (Hall: 2004).

b. la voz disidente: la marginalidad como causa.

La voz disidente se ha caracterizado por la defensa de las acciones de las barras


durante el estallido social. Esta no niega la herencia de violencia que poseen estos grupos
pero su reelaboración discursiva gira entorno a conceptos como la esperanza y la unión.
El tratamiento de la marginalidad en este discurso se desarrolla entorno a la
causalidad de ella en el actuar de las barras, es decir, se intenta explicar que los hechos de
violencia son producto de una constatación mayor y es la violencia que sus miembros han
sufrido a lo largo de sus vidas y por ende lo han asumido como código de relación y que (en

23
El 18/07/2015, luego de los incidentes ocurridos en Talca (describiremos este episodio detalladamente más
adelante), el diario La Tercera publicó en una de sus páginas una nota titulada “el nuevo perfil del Barra Brava”.
Dentro de los elementos para distinguirlos se encuentran los siguientes; son de corriente ideológica anárquica,
no tienen trabajo, asisten a barricadas y provocan caos en otros tipos de marchas, portan armas blancas y/o de
fuego, y consumen drogas y alcohol. (Ruete: 2016)
términos académicos) producto de la exclusión de la noción de ciudadanía las nuevas
generaciones han sido la principales afectadas y han modificado constantemente su sentido de
pertenencia (Hopenhayn: 2011). Al mismo tiempo, ocupan este mismo argumento para
inscribirse dentro del sector popular y que por ende es entendible su protagonismo en las
protestas. Su preocupación por esta causalidad es la que provoca que las publicaciones
pertenecientes a esta perspectiva aborde el tema de las barras bravas de forma más detenida
que la vertientes de la voz oficial.
Cabe decir que en general, la voz disidente no dota a las barras bravas como grupos
con fundamento político, lo que hace es reafirmar un proceso de transformación evidenciado
en sus cambios de patrones derivados del estallido social, aunque destacan el rol que han
jugado en el rescate identitario desde antes, como un grupo que ha sobrevivido a la anomia
del sistema. En nuestro contexto, la sociedad civil tuvo que volver a articularse en nuevas
redes ciudadanas, autónomas, localistas y multifuncionales como formas de producción de
identidad que en la dictadura fueron quebradas, especialmente las políticas (Salazar y Pinto:
1999). De esta forma, los caracterizan como un grupo que forma parte de la sociedad (y del
pueblo) por antonomasia, no adscribe su participación a su vinculación a otros grupos, como
el narcotráfico o partidos de izquierda, que de paso, les quitaría toda voluntad en la opción
oficial.
En su inscripción temporal, al contrario de la voz oficial, esta opción se ha
concentrado en la participación de las barras en las primeras semanas de manifestación,
poniendo el énfasis en los gestos de comunidad que se ha generado entre grupos que antes se
creían fervientes enemigos.
IV. CONCLUSIONES

La representación del rol que han jugado las organizaciones de hinchas del fútbol
desde la década de los 90’ en Chile se han inclinado por reforzar la idea de marginalidad, su
vinculación con la pobreza, el mundo del narcotráfico y con ideologías contrarias al sistema
han sido características fundamentales de la representación realizada por los medios de
comunicación en las últimas décadas, acuñando el término de barras bravas.
Al comenzar este estudio, queríamos conocer por medio de este estudio de caso, si la
participación de las barras en el actual estallido social influyó en una reinterpretación de su
rol en las relaciones sociales. Sin embargo, nos encontramos con que verdaderamente, las
interpretaciones en torno al imaginario tradicional de estas agrupaciones se mantuvieron
dentro de las publicaciones recopiladas, y se manifestaron de forma mayoritaria, aludiendo a
las mismas ideas del pasado, como la marginalidad, su vinculación con agrupaciones
“conflictivas” para el orden y la seguridad, y con comportamientos violentos e influenciables,
que lo asimilan a la misma categoría de delincuente o lumpen.
A pesar de ello, hemos logrado encontrar una vertiente disidente que ha enfatizado en
la problematización de la violencia producidas por estos grupos como una constante historia
y de fundamentos sociologicos, que probablemente tenga una vinculación con el mundo
académico. Esta propuesta disidente, si bien no ha desconocido los problemas que se
relacionan con el actuar de las barras bravas, han rescatado su función como grupos de
producción de identidad que se habían perdido en la transición
La sociedad de masas en este sentido se debate entre la noción apocalíptica del
degeneramiento y autodestrucción de la masa, que en el mundo democrático donde todos
tienen cabida como un solo ente, los marginales han destruido al sistema desde dentro,
culpandose por ejemplo de todo acto de violencia producido en las manifestaciones y sus
derivados: mientras se opone una idea sobre la cual las masas al logrado generar identidad, un
sentido común que los han llevado a la movilización y que por ende ha celebrado los
momentos de unión entre estas barras, considerándolos el símbolo de la destrucción de las
falsas rivalidades y el reconocimiento de un solo pueblo, algo así como el retorno de la
concepción de explotadores y explotados, pero desde un lenguaje más moderno: abusadores y
abusados.
En conclusión, debemos comulgar de forma más cercana con la idea de Umberto Eco,
en sentido de que no se trata ni de apocalípticos ni integrados, sino más bien una dualidad
variante que se adapta a los procesos de significación y resignificación en intentos constantes
por salir de la marginalidad al mismo tiempo en el que se reivindica esta procedencia. Ambos
discursos, se encuentran justificados en nociones pasadas del entendimiento de esta
problemática y han incurrido en una disociación, tendiendo a invisibilizar los argumentos de
la otra, es decir, ni la voz oficial ha integrado a sus declaraciones las formas de acercamiento
a las manifestaciones y sus gesto de paz y unidad; al mismo tiempo que la voz disidente ha
insistido en reducir a los actos de violencia a solo un síntoma que oculta un proceso mucho
mayor. Quizás esta oposición tenga su fundamento en la identificación de esta dos voces
como anti manifestaciones y pro manifestaciones, en una disputa mucho mayor a la discusión
sobre las barras de fútbol, en donde cada una recurre a sus propios instrumentos para validar
su perspectiva.

Finalmente no podemos hacer más que recordar que en respuesta de nuestra pregunta
inicial, de forma general, el rol de las barras no ha sufrido un proceso de resignificación y
más bien, se ha utilizado el contexto para exacerbar la representación tradicional de sus
formas de comportamiento y relacionamiento social. Sin embargo, de forma tibia ha surgido
una voz disidente que ha intentado problematizar esta postura, añadiendo una perspectiva
histórica y social al mundo de las identidades y las barras de fútbol.

V. Bibliografía

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2. Bauman, Z. (2000). ​Modernidad Liquida​. Buenos Aires: Fondo de Cultura


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4. García, N. (1995). ​Consumidores y ciudadanos: Conflictos multiculturales de la
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5. Hall, S. (2004). Codificación y decodificación del discurso televisivo. Cuadernos de


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​ antiago de Chile: Tesis Antropología Universidad Arturo
hinchada Los de Abajo. S
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11. Salazar, G, Pinto, J. (1999). ​Historia contemporánea de Chile, Tomo I Estado,


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