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ICHING
El libro del oráculo chinoj
Judica Cordiglia
ICHING
El libro del oráculo chino
CIRCULO DE LECTORES
Título original italiano, I Ching.
II libro degli oracoli ciñese
Traducción, Celia Filipetto
Cubierta, Dieter Bortfeldt
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y de la buena conducta. Fue la edad de oro; la gente era feliz, y el gobierno del
mundo, perfecto.
Los Cinco Emperadores no fundaron una dinastía; a sus hijos, indignos de
sus padres, les fue negado el acceso al trono. Chuan-Hsiu era nieto de Huang-
Ti, y K'u su bisnieto; Yao fue elegido en lugar del hijo de K'u y transmitió el
imperio a Shun en lugar de a su hijo, y Shun eligió como sucesor a Yü, descen-
diente de Huang-Ti, y nieto de Chuan-Hsiu.
Yü fue el gran regulador de las aguas que habí an inundado el Imperio ente-
ro hasta llegar casi a la cima de las colinas más altas; durante trece años se de-
dicó a esta obra con un ardor tal que no entró en su casa ni una sola vez hasta
que no la hubo concluido. Yü llevó a cabo sus «hazañas» por todos los rinco-
nes de la China, y son pocos los ríos cuyo curso no modificó o extendió duran-
te sus obras de saneamiento y desagüe. A su muerte, el pueblo quiso que le su-
cediera su propio hijo, en lugar del ministro I, designado por Yü como su suce-'
sor, por eso es considerado fundador de la dinastía Hsia, que duró del año
2205 a. de J. C. al 1766 a. de J. C. y contó con diecisiete Soberanos. Dejando
de lado las leyendas que se tejieron en torno a la figura de Yü, la historia anota
a los Hsia sólo los nombres, las sucesiones y las fechas, que por lo demás son
inciertas.1
Chieh, el último soberano Hsia, tirano violento y cruel, fue derrotado y
destronado durante una rebelión por T'ang, noble de gran estirpe, quien asu-
mió plenos poderes y fundó la dinastí a Shang (también denominada Yin) en el
año 1766 a. de J. C. Los Shang, cuya historia, al igual que la de los Hsia, no es
más que una serie de nombres y sucesiones, reinaron hasta el año 1122 a. de
J. C., cuando surgió la dinastía de los Chou, cuyo fundador era hijo de Wang
Wén, primer compilador de los gráficos del I Ching.
Las excavaciones arqueológicas confirmaron solamente la existencia de
la dinastía Shang; en efecto, ningún hallazgo atestigua la presencia de los
Hsia, ni existen tampoco datos que permitan establecer las épocas de su exis-
tencia. Sin embargo, no habría que excluirla por completo de la historia, y
tampoco considerarla una invención de épocas posteriores, puesto que enton-
ces la fábula de una única dinastía previa a la de los Shang no tendría sentido
alguno, y en este punto los historiadores están de acuerdo. La mítica era de los
Emperadores del Cielo y de la Tierra posee la auténtica simetría de la
leyenda.
Cada Soberano no sólo reina por un lapso prolongado de tiempo, sino que
su reinado tiene la misma duración que el de los demás. En cambio, la di-
nastía Hsia no posee ninguna característica mítica: Yü, su fundador, quizá
fuera más perfecto de lo verosímil; sus hazañas son ciertamente una leyenda,
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y las obras de saneamiento fueron realizadas por varias generaciones. Sin em-
bargo, sus sucesores son mortales, y la duración de su existencia es normal.2
La misma aridez de su historia habla en su favor, porque si esta dinastía fue
inventada, los chinos demostraron una extraña falta de imaginación. Es pro-
bable que se trate de una antigua genealogía transmitida oralmente, quizá in-
cluso antes de la invención de la escritura.
Otra consideración a favor de la existencia de la dinastía Hsia es la unani-
midad con que siempre la aceptaron los chinos. Los documentos más
antiguos, es decir los recogidos por Confucio y su escuela del siglo v a. de J. C.,
confirman su veracidad histórica. Todos los principes y los clanes nobles del
período Chou (1050-221 a. de J. C.) se consideraban descendientes de los
Cinco Emperadores y de los soberanos Hsia, y la expresión «todos los Hsia»
se usaba comúnmente para designar a la confederación de los Estados y Pue-
blos de cultura china. Existe además un fragmento antiquísimo, que se conser-
va en la obra de un literato Han del siglo i a. de J. C., Los ritos del viejo Tai,
titulado El pequeño calendario de los Hsia, que es un breve calendario
agrícola, atribuido siempre a la dinastía Hsia y que, si bien no es tan antiguo,
demuestra la creencia general en la realidad de esta casa reinante anterior a
los Shang.
Los orígenes del I Ching han de buscarse en este ambiente suspendido
entre la historia y la leyenda, por lo cual no se pueden fechar de un modo rigu-
roso. No obstante, no resulta demasiado desatinada la hipótesis que sostie-
nen algunos historiadores, según la cual el I Ching habría sido un calendario
agrícola de una dinastía y que, con el advenimiento de la dinastía Chou, adqui-
rió la connotación de «oráculo». En efecto, los antiguos calendarios chinos
eran verdaderos textos completos que contenían noticias astronómicas, me-
teorológicas, religiosas; se trataba de obras heterogéneas, plagadas de suge-
rencias válidas, y cuya consulta interesaba a muchas capas de la población.
La transcripción de los textos antiguos ocultaba a menudo el sentido de la
escritura primitiva, aunque se deba mucho a los estudiosos de la dinastía Hab
(siglos I-II a. de J. C.), quienes se ocuparon del tema con atención, agregando
notas y explicaciones claramente inspiradas en las ideas religiosas de su épo-
ca, en un intento por actualizar su mensaje. Los comentarios de los estudio-
sos Han y de sus sucesores se basaban en las concepciones éticas de la escue-
la confuciana, que poco tenían en común con los Shang y los Chou. La de los
I lan fue una época de refinada civilización, y de un sincretismo religioso en el
cual se amalgamaron varios cultos antiguos en el ámbito de una cosmogonía
muy elaborada. A pesar del esfuerzo interpretativo de los doctos tendía siem-
pre a oscurecer el sentido de los textos, prevaleció su respeto por las escritu-
ras, y la extensión no fue alterada. El testimonio de dicha literatura continúa
siendo válida, e históricamente interesante, si no se tienen en cuenta las super-
estructuras que escriben una página distinta, y sin duda fascinante, de la civili-
zación imperial china.
2. Según la cronología de los Libros de Bambú, los Hsia reinaron durante 431 años
y contaron con diecisiete reyes; por tanto, cada uno de ellos gobernó durante veinti-
i ineo años, periodo nada increíble, si bien las fechas no son del todo fiables.
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EllChing corrió la misma suerte que los demás textos antiguos. Por tanto,
si se desea encontrar su sentido ordinario, se han de dejar a un lado las «alas»,
es decir los apéndices, comentarios e interpretaciones que lo acompañan. Los
términos de la bipolaridad presente en el Cosmos, o sea las nociones de yin y
yang, no figuran en la redacción más antigua, si bien pueden sobreentender-
se, tal como ocurre generalmente en la actitud religiosa de las civilizaciones
agrícolas. Es cierto que el texto primitivo no ha sido traicionado, pero se le ha
agregado algo que pertenece a un discurso histórico posterior.
Corresponde a la crisis provisional del sistema feudal, en la época del de-
nominado «estado confuciano», muy posterior, la creación de un grupo de
funcionarios encargados de «producir la nueva cultura» después de reunir la
antigua. Sólo a este nivel puede hablarse de una teoría de la «relación», si bien
el significado de relación que se deriva es distinto del que nacía de la acepta-
ción de una totalidad armónica. La noción de contraste bipolar nace del con-
traste mismo, si bien termina componiéndose en armonía y reproduciendo una
determinada realidad histórica, es decir aquella en la cual los contrastes pare-
cen momentáneamente adormilados. Ya he dicho que las nociones de yin y
yang estaban presentes desde un principio en el espíritu chino, pero su dimen-
sión «filosófica» es muy posterior, y no forma parte de la compilación origi-
naria del / Ching.
Aclaradas estas premisas, se puede afirmar que incluso en un análisis
histórico, e l / Ching se encuentra en la raíz misma de la civilización china, y su
contenido justifica el respeto de que fue merecedor en todas las épocas de su
atormentada y a veces feroz aventura histórica. En el período que va del año
2356 al 1766 a. de J. C., es decir durante las dinastías Yao, Shuny Hsia, apa-
rentemente existió una continuidad en la estructura política; en efecto, si los
indicios acerca de los soberanos son casi siempre improbables, nos queda el
hecho de que dichos indicios hablan de una forma de gobierno continuada, in-
dependientemente de las directrices que se hubieran seguido. La administra-
ción del reino fue probablemente del tipo feudal-oligárquico, con cierta limita-
ción del poder soberano; existía un canciller que se ocupaba de las decisiones
más importantes (como ocurrió después con frecuencia en la historia china,
hasta tal punto que muchos cancilleres se convirtieron en emperadores),
mientras que en las provincias los nobles señores gobernaban sobre sus terri-
torios, ya que las grandes distancias que los separaban de la autoridad central
y la dificultad que suponía cubrirlas les otorgó cierta independencia.
A pesar de las inquietantes incertidumbres de la tradición, resulta bien
claro que el sentimiento religioso se hallaba muy vivo, especialmente a nivel
popular, porque la China antigua contaba con un gran número de deidades.
Siguiendo la evolución de la concepción religiosa que atribuye al Cielo los
máximos poderes, y que se halla siempre presente en el/ Ching, se pueden ob-
servar los distintos cambios de la sociedad china de la antigüedad, que fueron
desde una forma de culto y unas creencias primitivas a las expresiones más
evolucionadas del pensamiento que caracterizan al período inmediatamente
¡interior a las primeras escuelas filosóficas, es decir desde el 1122 al
.'()(> ii de .1. ( \ , cuando entramos en el período de la historia documentada.
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El universo del I Ching
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agua vuelve a convertirse en polvo. En la China septentrional, las lluvias se
producen sobre todo en verano; comienzan en primavera con ligeros chubas-
cos que caen en marzo-abril, y alcanzan su máxima intensidad en julio, para
cesar por completo a finales de septiembre. El invierno es tan seco y riguroso
que obliga a interrumpir todo tipo de actividades, tanto agrícolas como comer-
ciales.
Las cosechas y la vida misma del agricultor dependen especialmente de
las lluvias primaverales, que son variables y que a veces faltan por completo.
Si eso ocurre, el sol estival quema los brotes y se pierden las cosechas; y si son
excesivas, cosa que tiene lugar especialmente durante el solsticio, se produ-
cen tremendas inundaciones que arrastran las mieses que todavía no han ma-
durado. En ambos casos sobreviene la carestía, y en general, tanto una cala-
midad como la otra golpean a este país cada cuatro o cinco años.
Las condiciones climáticas han influido en las distintas formas de culto de
los chinos, pero también en el rápido y excepcional desarrollo de sus estudios
astronómicos y meteorológicos, así como en la divulgación, llevada a cabo
desde la antigüedad, de «calendarios» tan completos que constituían verda-
deros textos doctos redactados en un lenguaje simple pero no por ello menos
ilustrativo.
En su primera escritura, el I Ching fue un texto en todo el sentido de la pa-
labra, un Libro de las Mutaciones del Cielo y de la Tierra, que según la inten-
ción del legendario compilador (quienquiera que fuera), indicaba las variacio-
nes de las estaciones con simplicidad geométrica, a fin de que resultaran
claras al campesino, para quien su supervivencia dependía del cielo y de la
tierra.
Wang Wén y Chou prolongaron la redacción del texto siguiendo los evo-
lucionados conocimientos de su época, y al hacerlo, en cierto modo alteraron
su mensaje primitivo. No obstante, después de un atento examen se logra en-
contrar ese mensaje primitivo, y su esencia precisa ayuda a la comprensión del
texto, puesto que nos indica sus lúcidas premisas.
Según la leyenda, cuando al principio reinaba en el mundo Fu-Hsi, éste
miró hacia arriba y contempló las imágenes del cielo, luego miró.hacia abajo y
contempló los dibujos de la tierra. Prestó atención a las señales de los pájaros
y de los animales. Nacieron así los ocho Kwá simples.
La figura de este estudioso, quizá astrónomo, naturalista y sabio, se dibu-
ja como en ciertas «sectas» chinas sobre el fondo de un paisaje de tonalidades
suaves y líneas esenciales, que dejan muchas cosas libradas a la fantasía de
quien las observa.
Fu-Hsi quería comprender las mutaciones de las estaciones, leer las indi-
caciones del cielo, estudiar el estado del terreno y recoger las «señales» de los
animales que prevén instintivamente los cambios de la naturaleza.
Después de largas y pacientes esperas, trazó finalmente un esquema del
ciclo solar; quizá hicieron falta años de errores y deducciones imprecisas para
establecer en líneas generales esas variantes estacionales, que en apariencia
no siguen una regla fija pero que en realidad están regidas por unas leyes esta-
blecidas por una sabiduría distinta de la nuestra.
Fue así como se dividió el tiempo, no en meses ni en días, sino en hechos
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naturales basados en fenómenos físicos bastante difíciles de explicar para
quien vivía en un mundo desconocido, en el que cada «fuerza» era presumi-
blemente hostil, como lo era la geografía de aquel inmenso país plagado de
contradicciones, con tantos horizontes distintos y con un cielo que seguía
siendo un misterio.
Entonces, Fu-Hsi escribió:
Así es, año tras año vuelven a proponerse puntualmente estos emblemas
antiguos...
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Kan (el Trueno): Un estremecimiento vital despierta a la Tierra y re-
corre la naturaleza estupefacta, mientras en la oscuridad de la ma-
triz, la simiente descubre que se está convirtiendo en retoño.
Sun (el Viento): Sobre los campos endurecidos aún por el hielo pasa
un soplo cálido, y después de iniciarse a la vida, la Tierra esparce
bajo el Cielo su eficiencia germinativa.
Khan (el Peligro): El calor agolpa las nubes; es un momento de an-
siedad; el agua cae sobre los campos amenazando con su furia las
mieses aún frágiles, pero prepara los grandes calores que harán ma-
durar el mijo, e inunda los arrozales volviéndolos fecundos.
Li (el Esplendor): Después de las grandes lluvias, los sembrados se
tornan relucientes y turgentes durante el breve y tórrido verano chi-
no, mientras los frutos se hinchan alcanzando sus formas defini-
tivas.
Kan (la Detención): A medida que la cosecha se deposita en los gra-
neros, las actividades agrícolas tocan a su fin; antes del invierno se
siembra para el año siguiente y se formalizan los pactos matrimo-
niales.
Tui (el Retiro): La naturaleza cae en un sueño pesado, el Cielo en-
vuelve a la Tierra con su mordaza feroz, los hombres se encierran en
sus casas y rodean a los Ancianos para inventar las tradiciones y las
leyendas que los continuarán en el tiempo.5
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la Fuerza de la Creatividad iniciación del año
Kh ien el Cielo el Día, la Luz agrícola
La escritura china
La sabiduría delI Ching es una sabiduría sin vuelos, como la misma escri-
tura china, en la cual el ideograma no es un signo que se ha de situar dentro de
un conjunto de reglas gramaticales y sintácticas para hacerlo válido, sino que
cuenta con una vida propia, es el símbolo imperativo del acto, del cual cons-
tituye el eco fónico y la explicación visual.
La raíz de cada ideograma, es decir su definición gráfica, es una repre-
sentación estilizada que no tiene nada en común con la representación exacta
del objeto o del pensamiento; la palabra, a fin de cuentas, posee una fuerza
evocadora que suscita en el espíritu la aparición de imágenes, mediante las
cuales se pueden reconocer etimológicamente las nociones.
Tomemos, por ejemplo, el signo más simple, una línea horizontal: simbo-
liza el Uno, principio de la numeración, pero también de la Unidad Primor-
dial, principio de todos los seres. Cuando lo encontramos insertado en la parte
superior de un conjunto de rasgos, es el cielo, la cima, el ápice, lo que cubre, lo
que está por encima, lo que precede. Si está ubicado arriba, como en el ideo-
grama , signo filiforme, fino, leve, ligero, indica que esta agua filifor-
me, fina, ligera, viene del cielo; por eso el sentido primigenio de este signo es
«lluvia»; del mismo modo, si el ideograma , hombre, se encuentra de-
bajo del signo horizontal ( ^ ), se simboliza el Cielo en cuanto Unidad
Primordial que «cubre» al hombre, al mundo humano; si, en cambio, la lí-
nea horizontal se encuentra por debajo de un conjunto de rasgos, expresa la
idea de «fundamento, base, soporte».
Si se duplica, se obtiene el «dos», ". , líneas paralelas que, si se cor-
tan verticalmente ( ), indican la Tierra, con su «base», es decir la estre-
chez de la cual se eleva la verticalidad del mundo natural. Si a estos rasgos que
dibujan la cohesión de la estructura sólida anteponemos el ideograma ,
«cerca, seguir, próximo, igualdad», obtenemos el sentido de la «solidari-
dad», del amor recíproco que, como decía Confucio, debe unir a los hombres.
Finalmente, anteponiendo el ideograma , mujer, el sentido se invierte,
para convertirse en «lisonja, caricia», elementos que influyen negativamente,
al menos según la mentalidad china de la antigüedad, en la firmeza del hom-
bre, pues atacan su «solidez».
Consideremos los tres rasgos , signo del terceto evolutivo: la
triada: hombre, cielo, tierra; unidos por una línea vertical significan Rey, So-
berano, Señor, pues el Rey reúne bajo su soberanía todas las fuerzas del
mundo.
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Esta escritura figurativa no tiene necesidad de reproducir los caracteres
propios del objeto, dado que representa una actitud. La escritura, al referirse a
ciertos tipos de acciones o de relaciones, hace de la lengua china una lengua
viva, que no ha cambiado con el tiempo, milenaria y sin embargo actual como
la civilización de la cual es expresión y alma.
Literalmente, un ideograma es intraducibie; se podrá transmitir su senti-
do sacrificando, al menos parcialmente, la inmediatez expresiva; más no se
puede hacer, y es también por eso por lo que el I Ching llega a parecer tan di-
fícil que casi raya en lo absurdo. Hay que recordar además que, dada la anti-
güedad del texto, se han perdido algunos ideogramas, y con ello no se pierde
una palabra sino una «imagen», es decir una parte esencial del discurso; otros
han cambiado gráficamente o han adquirido significados más vastos; otros
aún, resultan ambiguos y expresan cosas diferentes, por lo cual la traducción
se convierte en un mosaico de intuiciones, que a veces resulta difícil recons-
truir y cuyo resultado final suele ser bastante aproximado. Teniendo en cuen-
ta los múltiples sentidos, advertimos que el ideograma «dibuja» su mensaje
con gran abundancia de sugerencias y lo expresa por completo, a pesar de su
extremada brevedad gráfica, pues cada rasgo tiene un detalle absolutamente
necesario para la comprensión del todo. Como en una pintura, porque para los
chinos el escribir es un poco como pintar el pensamiento, en cuanto que los ca-
racteres ideográficos se convierten fácilmente en «juegos de tinta» y poseen
siempre un ritmo propio que permite definirlos como dibujos abstractos que
guardan entre sí un equilibrio.
En las lenguas con desinencia, como la nuestra, lo que describe cada ideo-
grama sólo puede expresarse mediante una frase o un giro. Tomemos, por
ejemplo, Sung, el «proceso». Las palabras salen de la boca (
boca, [ / , palabras), pero en un «lugar público» ( "-rzr * ), por lo tanto,
Sung significa también «litigio, hablar en público, discutir». Al primer
vistazo, el ideograma resplandece con su significado claro y preciso, inmedia-
tamente comprensible en líneas generales. Resulta evidente que cualquier tra-
ducción estará muy alejada del original aunque logre transmitir el sentido; por
esta razón las versiones de un texto chino en lenguas occidentales, incluso las
más puntuales, no hacen sino mutilarlo y traicionarlo.
Lo mismo ha ocurrido con el I Ching, escritura que por sí misma resulta
extraña a las tradiciones oraculares de Occidente, a menudo considerado
como «libro mágico» sólo porque era de difícil lectura y no por la sabiduría
que contiene, la cual, siendo la totalización del pasado, comprende el futuro y
permite indagarlo puesto que revive en el «eterno retorno».
Además, su magia sutil reside en su lenguaje extremadamente simple, que
utiliza expresiones del lenguaje oracular de todo el mundo, como: oscuridad,
luz, desventura, suerte, desgracia, mala suerte, constancia, sabio, docto, pru-
dencia, etc., que he querido dejar aunque a veces no ligan en el discurso, pues
son, a mi parecer, testimonios de la popularidad de la escritura misma.
En la traducción, literal en lo posible, he dejado un espacio para las pau-
sas, las indeterminaciones, las imágenes, los símbolos, renunciando a la clari-
dad, precisamente para poder transmitir la extraordinaria atmósfera de medi-
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tación absorta que a menudo se extiende hasta formar una manera de hablar
ambigua, sugerente, aunque no siempre de inmediata comprensión. He trata-
do, en definitiva, de transmitir al lector el sentido de excitación, el goce esté-
tico, la distinta apertura de horizontes que el texto chino me ha comunicado
tras largas noches de estudio, porque el análisis de los símbolos enseña que la
variación de los modos no es un juego de fantasía, sino una manifestación de
ese conocimiento, cuyo presupuesto es la relación con el mundo.
Es más, a pesar de que por lo general el lector es reacio a acercarse a lo
nuevo porque ello implica un esfuerzo de interpretación, ocurrirá que, cuando
la palabra haya perdido por lo menos en parte su carácter evocativo, continua-
rá siendo sentida como representativa de la acción. Es por eso precisamente
por lo que toda traducción ha de ser en lo posible «figurativa», a pesar de que
con los medios lingüísticos con que contamos hoy rara vez logra serlo.
En e l / Ching cualquier hecho, sea histórico, social, ambiental o personal,
tiende a reformularse en el símbolo, es decir a convertirse en algo umversal-
mente válido; de este modo, si las innumerables situaciones humanas indica-
das por los signos dejan rastros en los signos mismos reavivando de vez en
cuando el elemento de la pasión y renovando sus formas, el acontecimiento, al
confundirse con el símbolo y fundirse con él y en él, recibe una esencialidad y
una intensificación personal, es decir lo convierten en atípico y lo traducen en
sabiduría.
La naturaleza delinea las etapas del rito humano, y éste, a su vez, huma-
niza a la naturaleza. Si la evocación de un acontecimiento ejemplar facilita la
comprensión de otro acontecimiento, nuevo para el individuo, quien lo super-
pone y lo interpreta siguiendo el modelo del antiguo, se puede afirmar que el
símbolo en el I Ching cumple una función clarificadora, es cultura y educa-
ción, porque extrae de un ovillo informe los elementos esenciales. Los 64 sig-
nos tienden a lo esencial, recogiendo en sus glosas significados cada vez más
vastos; experimentan un proceso de intensificación y, al mismo tiempo, se
convierten en algo más representativo, confieren atipicidad, son clarifica-
dores.
En cada expresión del texto, incluso en la que resulta aparentemente me-
nos importante, se intuyen una serie de significados humanos que el signo des-
vela y esconde siguiendo cánones de la antigua literatura oracular. Es precisa-
mente en esta existencia de ecos, con escenarios que se entrelazan unos con
otros, donde la poesía se potencia hasta el infinito.
Para nosotros, que estamos inmersos en una cultura racional, la palabra es
un signo móvil y significativo que se ha ido formando históricamente en la so-
ciedad por muchas causas fisiopsíquicas concurrentes, y que hace posible la
transmisión de experiencias y la convivencia, tal y como la realizamos hoy.
Por una serie de indicios advertimos que, para una intuición más arcaica que
la nuestra, la palabra se presenta en una forma distinta. Sí podemos leer el
«poema de las mutaciones» captando sus valores artísticos o arqueológicos,
su elevada inspiración, su misteriosa musicalidad, no debemos olvidar que
mediante esas fórmulas y esas imágenes dicho poema trataba de explicar cier-
tos conceptos. En este poema, expresión de una de las más grandes civili-
zaciones del mundo antiguo, se encuentran una serie de motivos que permiten
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deducir que a la palabra se le atribuía una fuerza muy alejada de la que esta-
mos dispuestos a conferirle nosotros, una fuerza «mágica» en el sentido más
vasto y esplendoroso del término.
Por lo tanto, el I Ching es en realidad un «oráculo», es decir «la palabra
que vive».
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estos animales forman parte de la vida universal, al estar recluidos en un am-
biente modelado en base al macrocosmos: cuadrado por la parte de abajo y
redondo por arriba como lo son la Tierra y el Cielo.
Las tortugas representan tan adecuadamente al mundo que aparecen en
los mitos en los que se ve a un Héroe trabajando por consolidar el orden uni-
versal. Si al romper una Columna del Mundo, dejando sólo tres, un Genio
malvado hace oscilar el Cielo y la Tierra, quedando ésta abandonada al Di-
luvio, un Genio benéfico puede restablecer la estabilidad originaria devol-
viendo al Mundo sus cuatro columnas, hechas con las patas cortadas de una
tortuga. Por ello, no hay que dejar que las tortugas cambien de sitio o naden
libremente, de lo contrario las tierras irían a la deriva, para ser finalmente tra-
gadas por las Aguas. Cuando Kwen, monstruo vil y tortuga de tres patas, libe-
ró las Grandes Aguas que amenazaron con tragarse el Cielo y la Tierra, fue
precisamente Yü, Héroe perfecto en cuerpo y mente, quien restableció el or-
den, y la tortuga, que era la imagen del Mundo, reveló a Yü la forma que el
Mundo tenia y que jamás había sido vista por nadie. Así nació la ciencia
oracular en China, y no se difundió sino mucho más tarde, durante la época
de Han.
En un caparazón los adivinos podían producir un ciclo completo de sig-
nos: 360 tipos de hendiduras les informaban sobre la totalidad de circunstan-
cias de tiempo y de lugar, y hacían aparecer estas grietas sirviéndose del
Fuego ( = Arriba = Cielo) en la parte cuadrada ( = Abajo = Tierra) del es-
cudo. Un arte difícil que no tardó en convertirse en un rito sagrado oficiado en
el silencio y el recogimiento más absolutos, por lo cual entró en los templos y
se rodeó de misterio.
Sin embargo, los maestros del I Ching usaban con preferencia los signos
de la aquilea, una planta de considerable tamaño, que Galeno llamó «sangre
de dragón» por el jugo rojizo de sus frutos, y que Serapión denominó «planta
de las estrellas», por la forma de sus flores. Según los testimonios más an-
tiguos, esta forma adivinatoria se basaba en la misma sabiduría utilizada en la
adivinación con las tortugas.
Lo esencial del sistema quedó indicado en el Hi ts 'eu, que data de muchos
siglos antes de los Han, forma parte del ciclo del I Ching y es una de las obras
más cercanas a los comienzos de la tradición escrita.
Los mitos de la tortuga llevan a suponer que el arte de preparar el escudo
se basaba en las técnicas de los «agrimensores» para la división de las tierras.
En cambio, la sabiduría que permitía identificar las circunstancias de tiempo y
lugar con la ayuda de los bastoncitos de aquilea parece ligada a una técnica de
«cálculo», si bien los antiguos chinos evitaban la distinción entre aritmética y
geometría. En efecto, los números y las figuras proporcionaban símbolos
prácticamente intercambiables y al mismo tiempo eficaces, que facilitaban la
identificación y la comprensión de cualquier realidad: la palabra que designa-
ba las fichas adivinatorias servía también para nombrar las fichas para el
cálculo.
Cuando leían la suerte, los adivinos debían sostener entre el cuarto y el
quinto dedo de la mano izquierda una varita que representaba al Hombre
entre el yin y el yang. El carácter que representa a estas varitas se escribe aña-
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diendo la clave del bambú ( • | f ) a un conjunto gráfico que se supone re-
presentaba los surcos grabados en el suelo por el arado ( j p ).
Si a este grupo de rasgos se añade la clave de los «campos cultivados en
cuadrado» ( \ ~ \ ~ J ) se obtiene un ideograma de idéntica pronunciación que
significa «cultivar la tierra, límites de las tierras, propiedades heredadas»
( ® g )•
Los especialistas de la aquilea trabajan manejando un ramo de varitas
con el que obtenían un resultado par o impar; luego traducían gráficamente el
resultado trazando una línea entera — — - (impar, yang) o partida — —
(par, yin), y suspendían sus operaciones cuando habían diseñado una figura
formada por seis líneas superpuestas. Superponiendo seis líneas partidas o
enteras se pueden componer 64 Hexagramas distintos y, con tres líneas, los 8
Trigramas; dado que cada uno de los 64 Hexagramas está compuesto por
dos Trigramas superpuestos, resulta claro que los 8 Trigramas resumen los
64 Hexagramas, considerados como representativos de todas las realidades,
y son, por así decirlo, una representación «concentrada» del Universo.
Los adivinos que utilizaban elI Ching para descifrar los símbolos adivina-
torios, indicaban con el número 9 las líneas yang(enteras) de las distintas figu-
ras, y con el número 6, las lineas yin (partidas), porque la relación yang-yin
era la relación Cielo-Tierra, es decir la de lo Cuadrado con lo Redondo, la de lo
Horizontal con lo Vertical.
Animados por la Virtud del Cielo y de la Tierra, los soberanos que fun-
daron las distintas dinastías según la tradición, fueron alternativamente altos
0 bajos, puesto que el Cielo se extiende a lo alto y la Tierra, a lo ancho. Los
chinos han conservado religiosamente la memoria de este tema esencial, y el
recuerdo preciso de la estatua de los Héroes que más veneraron.
Shun, que poseía la Virtud de la Tierra, era fornido y medía 6 pies y 1 pul-
gada, mientras que Yao, su predecesor, tenía un cuerpo (o una cabellera) de
72 pulgadas. Dado que el cuerpo de un Fundador servía de medida a una Di-
nastía, quizá estos números regían el sistema de pesos y medidas que el Sobe-
rano había establecido mientras reorganizaba las dimensiones del Tiempo,
dando un calendario nuevo a una era nueva.
En todo caso, dichos números influyeron en las divisiones de los periodos
de reinado o de vida, que cuando eran perfectos alcanzaban los 100 años.
Shun, por ejemplo, que vivió 100 años, reinó durante 39; medía 6 pies y 1
pulgada, y subió al trono a los 61 años. Yao (72 pulgadas) reinó durante
100 años, pero ejerció el poder efectivo solamente durante 72, porque se pasó
28 como «Soberano retirado». Lamentablemente, se carece de datos sobre la
estatura de los Chou, se conservan pocos detalles míticos; sin embargo, sa-
bemos que cedió a su hijo una parte de los 100 años de su «porción» de vida.
Kra bajo y robusto, y es probable que para medirlo el número más adecuado
fuera el 50 y no el 100.
Yü, el Grande, fundador de los Hsia, cuya alta estatura pasó a formar
parte de la fantasía de los pueblos, a pesar de que se le atribuyera la Virtud de
1 a Tierra, vivió 100 años, reinó durante 17 y, como subió al trono a los 8 3, es
probable que midiera 8 pies y 3 pulgadas.
21
T'ang, el Victorioso, fundador de los Yin, penetrado por el influjo del
Cielo, tenía muchos motivos para ser alto, y la historia no ha olvidado su gran
estatura; contrariamente a lo que solía ocurrir, su altura se expresaba por un
número entero de pies. Medía 9 pies, es decir 90 pulgadas, y dado que se le
atribuían además unos brazos largos, la cuenta de sus años, 94, resulta exacta.
ElIChing no es el único elemento que habla del valor de los Números y de
la agudeza matemática de los chinos de la antigüedad. Al demostrar que los
símbolos adivinatorios que utilizaban provenían de dispositivos en los que los
Números aportaban su prestigio embellecedor a las divisiones del Espacio y
de las leyes tradicionales del Calendario, los adivinos valorizaban su arte, que
parecía dominado por la ambición de convertir al Mundo en un elemento inte-
ligente y regulable.
Quizá aquellos adivinos comprendían y regulaban de veras aquel Mundo
suyo abierto a las sugerencias del Universo, que se hallaba alejado y cercano,
que era perfecto y comprensible, una especie de camino que nacía en la puerta
de casa, y no el inquietante misterio que ha atormentado a los siglos posterio-
res y que sigue asombrándonos con su inexplicable inmensidad.
Pero nosotros hemos perdido el Número-medida; hemos perdido, por
tanto, el Universo.
22.
Posteriormente, compondremos un nuevo hexagrama, considerando
—o— como — —, y —x— como , cuyo significado complementará
al del hexagrama originario (véase el apartado siguiente, «Cómo leer el I
Ching»),
Para los chinos de la antigüedad se trataba de una planta sagrada, y era una
de las cosas que «se asemejaban al espíritu», pues poseía una virtud especial
que la hacía apta para la adivinación. Hoy en día, en lugar de los tallos se usan
también unas varitas de madera o de bambú, de unos 25 o 30 cm.
Un simple ritual, compuesto de reverencias, concentración y el encendi-
do de incienso, tiene por finalidad liberar la mente de todo pensamiento para
fijarla exclusivamente en la pregunta que se ha de formular.
23
m) El número de tallos que queden en la mano izquierda será de 4 u 8.
Estos tallos se colocarán junto al primer montocito de 5 o 9 tallos indicados en
el párrafo (/), aunque ligeramente separados de ellos.
n) Ahora se volverán a tomar todos los tallos (49 menos los 5 o 9 y menos
los 4 u 8) y se repetirá el procedimiento completo, comenzando siempre des-
de el punto (b) hasta el punto (e). Una vez más, los tallos que quedan al final en
la mano izquierda serán 4 u 8.
24
Trigrama -
superior ^ XTnen Kan Khan Kan Khwan Sun u Tui
Trigrama
inferior
V
Kh'ien
1 34 5 26 11 9 14 43
Kan
25 51 3 27 24 42 21 17
Khan
6 40 29 4 7 59 64 47
Kan
33 62 39 52 15 53 56 31
Khwan
12 16 8 23 2 20 35 45
Sun
44 32 48 18 46 57 50 28
Li
13 55 63 22 36 37 30 49
Tui
10 54 60 41 19 61 38 58
Figura 2. Tabla para la identificación de los hexagramas.
25
las lineas mutantes de los hexagramas mismos, esta «clave» nos permitirá una
adquisición de sabiduría, pero sobre todo nos ayudará a penetrar en nosotros
mismos para buscar nuestra dirección, es decir para conocer las líneas esen-
ciales de nuestro destino.
Es verdad que el oráculo no decide por nosotros, no nos suplanta al definir
un comportamiento; sin embargo, define la situación en sus aspectos esen-
ciales, propone ciertas alternativas e induce a «conocer», y dado que el cono-
cimiento constituye un saber objetivo, cada uno puede obrar en consecuencia.
Confucio escribió en el Ta Chuán que las Mutaciones no poseen ni con-
ciencia ni acción, son inmóviles, pero si se las estimula, penetran en cada si-
tuación que se dé bajo el Cielo; por eso, usar los instrumentos de predicción
significa «estimular las Mutaciones», a fin de que se cumplan los destinos si-
guiendo sus direcciones congeniales.
La adivinación, al aclarar las «transformaciones», revela ciertos indicios
de los dibujos celestes y puede ayudarnos en las elecciones, que a menudo no
coinciden con las de los hombres. Emocionalmente, los hombres se encuen-
tran demasiado ligados a sus propias situaciones y son incapaces de ver los
acontecimientos en su totalidad, puesto que de ellos sólo viven momentos in-
conexos.
Quien consulta el I Ching sintoniza con los ritmos universales, penetra en
su latido misterioso y llega a conocer la sabiduría que regula todas las formas
de vida existentes en la Tierra.
Se trata de un diálogo que no es preciso realizar con demasiada frecuen-
cia, porque los movimientos cósmicos que concuerdan con los de la vida hu-
mana no varían sino al cabo de largos períodos de tiempo; por lo tanto, la ma-
yoría de las veces el texto no dice nada que pueda considerarse particular-
mente importante, o bien se limita a callar, a pesar de que quien lo consulta
crea escuchar su voz.
Yang, yin, yin, yang..., las líneas se componen y se alteran para volver a
descomponerse, formando los trigramas y hexagramas que constituyen el tex-
to original del I Ching, sobre el que han meditado los más antiguos sabios, y
que ha maravillado por su fuerza mágica a generaciones enteras, que yacen
ahora sepultadas en el recuerdo.
A partir de esta composición de descomposición en luz-yang y oscuri-
dad-yin se han formado 64 gráficos que resumen y fijan todas las situaciones
humanas posibles.
En la presente obra se comenta cada uno de estos gráficos. Para ello se uti-
liza un esquema basado en algunos textos ilustrativos, compuestos en diferen-
tes épocas, que aportan más explicaciones y sugerencias:
26
que aparecen en la estructura del hexagrama. Según la posición que ocu-
pen (siempre consideradas desde abajo hacia arriba), las líneas yang mu-
tante (9) y yin mutante (6) indican la evolución futura de las circunstan-
cias, y de todo aquello que es susceptible de experimentar cambios o su-
frir una evolución. La definición de primer seis, segundo seis, etc., indica
la posición ocupada por la línea mutante dentro del hexagrama, desde
abajo hacia arriba.
27
—e— , y si da 6, seráyin mutante, es decir —x— . Por ejemplo, si el resulta-
do de las sumas de los seis lanzamientos es el hexagrama Ying,
prestando especial atención a las líneas mutantes, que con sus glosas indican
la mutación en el tiempo.
En este caso, el primer signo indicará:
28
en el peligro, moverse con dificultad y peligro. Los trigramas estructurantes, o
sea los que indican la interioridad y la situación intrínseca de las cosas, los
motivos que no resultan inmediatamente evidentes en unos acontecimientos
futuros pero que son determinantes para comprender su dimensión efectiva,
son Khwan — — , la tierra, y Kan ? la detención, la dureza, la obs-
tinación, etcétera.
A la luz de estos primeros datos, el hexagrama advierte que existe un obs-
táculo que dificulta la realización de los programas sin excluir posibilidades
futuras, que no se advierten de inmediato, pero que son muy reales. Sin duda,
el momento es difícil y no se puede iniciar con tranquilidad la realización de
los proyectos que interesan; Kaxi, enero-febrero, y Khan, el período de las
grandes lluvias primaverales, no son momentos consecuentes en el año
agrícola, por lo tanto no sería oportuno moverse, es más, resultaría bastante
arriesgado. Será mejor esperar a que se produzca una mutación que restablez-
ca la armonía indicada por el calendario estacional.
En cuanto a las posibilidades intrínsecas, los tiempos no se encuentran
aún maduros. Khwan, la tierra, está endurecida por los primeros hielos (Kan),
por lo cual no podrá prometer, al menos durante varios meses, nuevas cose-
chas; por eso, lo más sabio será aceptar las leyes de la naturaleza y detenerse
para reflexionar sobre la propia situación, a la espera de que se abran nuevos
horizontes.
El hexagrama ofrece una visión general, el texto indica las respuestas. De
hecho, en la antigüedad se observaban en primer lugar el encenderse y apagar-
se alternado de las líneas,yang, yin, yin, yin, yang, yin. Fue en un segundo mo-
mento cuando glosadores y filósofos dieron a esas líneas la palabra, que es sabi-
duría pero también pintura y poesía. Así, para cada uno hubo una respuesta que
leer, una fórmula sobre la cual meditar, la señal del inconfundible destino de
cada cual.
Todo el pueblo participaba en esa vida espiritualmente azarosa, se orien-
taba en ese lenguaje de símbolos, y el Libro de las Mutaciones logró sobre-
vivir porque fue confiado a la memoria de la gente, que había reconocido la
verdad en las experiencias sufridas con cada estación, en el cielo y en la tie-
rra, durante los días de trabajo y las largas noches de inactividad. Experien-
cias que son universales.
29
Desconozco su nombre.
Lo llamaré «Tao»,
y si quisiera describirlo
diría que es «grande»,
diría que es «mutable»,
diría que es «imperturbable»,
diría que «regresa».
Por lo tanto, el Tao es grande
y el Cielo es grande,
la Tierra es grande
y el Rey también es grande.
De este modo, existen cuatro Grandes,
y el que reina es uno de ellos.
El Rey se guía por la Tierra,
la Tierra se guía por el Cielo,
el Cielo se guía por el Tao,
y el Tao se guía por sí mismo.
Tao Té-king, X X V
30
Los 64 hexagramas
25 26 27 28 29 30 31 32
33 34 35 36 37 38 39 40
41 42 43 44 45 46 47 48
49 50 51 52 53 54 55 56
57 58 59 60 61 62 63 64
= =
11~5~
5 5| 2f" 339"
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33
- 9
®
Cielo1
35
desde su insondable lejanía. Guardián de todo destino trazado por el movi-
miento de los astros, el cielo es remoto, pero al mismo tiempo se encuentra
cerca de la vida terrestre, cuyos ritmos estacionales establece; gobierna las
siembras y las cosechas, condiciona con su variabilidad los climas, las razas y
la definición de los asentamientos sociales, los pueblos y las metrópolis. Por
eso, el tiempo de Khien es grande, activo, difícil, pero excitante como todas
las aventuras y como todas las conquistas.
Las líneas
El primer nueve: Dragón oculto. No obrar
36
rio; resulta oportuno, pues, efectuar un examen minucioso de la situación y del
problema.
El tercer nueve: El sabio se muestra muy activo2 hasta elfinal del día. Por la
noche sigue vigilante. Preocupación. Ninguna culpa
La quinta línea nos lleva a niveles más altos, a una atmósfera extraordi-
naria, por encima de toda duda, al tiempo de la inteligencia que, finalmente
libre, se realiza a sí misma. Por lo tanto, es el momento de enfrentar las difi-
cultades, porque dentro de nosotros todo está dispuesto para resolverlas, nos
encontramos en las mejores condiciones para ver con claridad lo que se ha de
hacer, cualquiera que sea el problema que se presente.
Hasta la condición humana más privilegiada tiene ciertos límites, que son
en definitiva los del hombre. No habrá que subestimarlos o, como ocurre a
menudo, olvidar su realidad. En su profunda sabiduría, el I Ching tiene en
cuenta la debilidad propia cuando parece exaltada por una vertiginosa
grandeza.
Ésta es la advertencia de la última línea mutante. Las condiciones de
privilegio resultan difíciles hasta para los espíritus elegidos, y éstos son muy
pocos. En la vida, en cada acción que forma la trama de nuestros días, nues-
tros actos y nuestros pensamientos, hará falta hacer gala de una gran humil-
2. Enchino: «activo, activo». Dado que el chino es una lengua que carece de expre-
\iones adecuadas para subrayar la fuerza del adjetivo o del sustantivo, lo que hace es re-
petirlo, otorgándole una extraordinaria eficacia gráfica.
37
dad, especialmente cuando los acontecimientos parecen darnos la razón. En
estos casos, la situación se convierte en peligrosa y denuncia nuestra extre-
mada falibilidad, que nace de una conciencia demasiado aproximada de noso-
tros mismos y de la situación. El reconocer los propios limites es una forma de
superarlos, pero habrá que examinar con atención todo lo que ocurre, y que,
por extraño que parezca, nos preocupa.
38
2• Kkwañi Tierra
Tierra 1
Tiempo de la Tierra
39
oracular está plagada de símbolos que ilustran el sentido del hexagrama: es el
momento de obrar en concreto; el mediodía y el occidente (sudoeste)
representan la vida activa, son el equinoccio estival y el equinoccio otoñal,
épocas de trabajos y fatigas, porque la tierra ha de ser objeto de cuidados
asiduos si se desea obtener luego los frutos prometidos en primavera. Oriente
y septentrión, el equinoccio de primavera y el equinoccio de invierno, son en
cambio momentos de recogimiento y meditación durante los cuales nos
alejamos de la vida común, ya sea para reflexionar sobre los acontecimientos
del año, ya sea para programar con atención las próximas siembras. Existe,
por tanto, una total disponibilidad de los tiempos y de las cosas, sólo hará falta
realizar las elecciones oportunas, ser objetivos al evaluar las circunstancias,
vivir la propia situación indagando sus aspectos menos evidentes, porque el
tiempo de la Tierra (Khwan) no es un tiempo de «evidencias».
Las líneas
40
El segundo seis: Derecho, cuadrado, grande. Aun sin comprometernos, no
haremos nada que no sea ventajoso
Esta línea define las cualidades propias de la Tierra, aquellas que, al descri-
birla con precisión, la individualizan y determinan. Trasladando este
concepto a toda acción y a toda actitud, se tendrá un esquema claro e
indiscutible de la forma en que se han de afrontar estos tiempos y estas
situaciones.
41
El seis arriba: Dragones que se baten en un desierto: Su sangre es negra y
amarilla
Montañas,
grandes olas de mares y ríos revueltos.
Fatigada fuga
de mil caballos enloquecidos
3. Es decir, constante evolución feliz de las cosas por la firme voluntad con la que se
enfrentan los acontecimientos.
4 . M A O T S E - T U N G , Poesías, Newton Compton Editores.
42
3® Kan: Acumular
AeuiKBlar1
43
Momento de revisión y reordenamiento, momento vivo para el recogimien-
to de las energías, a la espera de poner en marcha cosas nuevas, pero también
momento de forzada y difícil suspensión de toda actividad.
Tiempo de acumular
Las líneas
Las seis líneas mutantes refuerzan, precisan y definen el tema del oráculo,
subrayando las «dudas», es decir las condiciones personales, y los «impedi-
mentos», o sea las circunstancias independientes, al menos en parte, de la
voluntad del consultante.
44
La incertidumbre impide continuar, pero para alcanzar la meta que uno se
propone habrá que mantenerse firmes en los propósitos y continuar buscando
la dirección justa, apoyándonos en quien pueda guiamos con un consejo o con
una ayuda concreta, según sea el caso.
El tercer seis: Se persigue a una cierva sin contar con guía alguna. Nos
internamos en una intrincada selva. El sabio, en cambio, valora desde el
comienzo todo aquello que vale la pena abandonar. Preocupaciones por
los comienzos
45
El quinto nueve: El acumular en ventaja propia se verá obstaculizado.
Tranquila firmeza, suerte. Inflexibilidad, infortunio
Habrá que intentar superar el desánimo y la falta de fe para que no falte del
todo el coraje de enfrentarse a aquello que nos parece desastroso (lágrimas y
sangre... oleaje). El cambio, al verificarse con su ritmo preciso, señalará
pronto horas más claras, abrirá el espíritu a nuevas esperanzas y la mente a
pensamientos distintos. Ninguna derrota debe ser considerada duradera, pues
jamás compromete una vida entera. Al tiempo yin seguirá un tiempo yang-, he
aquí la gran enseñanza consoladora del humanismo chino, que constituye
también una experiencia histórica que se repite en todas las latitudes.
Oculto el llanto,
es inútil formular preguntas.
¿Qué hay de seguro en este mundo?5
46
4. Mang: Juventud
Juventud1
La composición revela tiempos muy lejanos entre sí, por lo tanto existe un
desequilibrio entre palabras, decisiones, pensamientos y condiciones inade-
cuadas; dos estaciones sin relación entre sí, finales de la primavera y últimos
momentos del otoño. Es la situación de quien, carente de experiencia, quiere
acelerar los tiempos, de quien no sabe vivir de su momento de espera (Khan)
porque no logra reconocer su importancia; por lo tanto se ve claramente la
inmadurez de sus juicios, la intolerancia de toda disciplina, la falta de ese
sentido de la responsabilidad que debería caracterizar todo comportamiento
racional, independientemente de los fines a conseguir.
La imagen que se evidencia con insistencia durante todo el mensaje del
hexagrama es la de la «juventud», entendida como incapacidad para
orientarse, ignorancia de los hechos, disponibilidad hacia los errores más que
hacia las elecciones sabias. Existe además una condición de receptividad
interior (Khwan), es decir la capacidad de aceptar las sugerencias y de poner
en marcha, no sin esfuerzo y una cierta rebelión, el trabajo de revisión y
aprendizaje.
Mang es un hexagrama severo, intransigente, difícil, pero describe una
condición bastante común de la que se puede salir sólo si se da el brazo a torcer
y se trata de ampliar la visión que se tiene de las cosas, ampliando los juicios y
empeñándonos con una gran seriedad en los propósitos.
Tiempo de juventud
47
Insistiendo se actúa con poca reverencia y no se saca nada útil. Ventajosa la
firmeza.
Al pie del monte surge una fuente: la juventud. Sólo el Iluminado sabe
alimentar verdaderamente las acciones con su virtud.
Las líneas
El primer seis: Comenzar a estudiar los primeros elementos. Útil echar una
mano de los castigos. Usar palabras para eliminar los obstáculos y los
cepos. Se trata de elegir una dirección. Preocupaciones
48
análisis. Es necesario saber adonde se quiere ir antes de emprender la
marcha, y la elección de una dirección debe preocuparnos; por lo tanto, ha de
volvernos cautos y prudentes al definirla.
El tercer seis: No tomar una jovencita. Ella tiene los ojos puestos en la
riqueza del señor. Ser dueños de su cuerpo. Nada de ventajoso
49
El seis arriba: Golpear al ignorante. No está bien ser violentos. Lo correcto
es impedir la violencia
50
5® Hsü: Esperar
t
Esperar 1
Tiempo de esperar
51
vida oculta y profunda de la naturaleza. ¡Es precisamente lo que ha de hacer!
La larga y pensativa época de Hsü se desarrolla entre dos solsticios, meses
plagados de vicisitudes, de paciencia, de esperas.
Dudas, pérdida del ánimo, inquietudes, pero de todos modos habrá que
vivir el propio tiempo, ocupando serenamente los di as. Resultará sabio, en
momentos como éste, no variar las propias costumbres, esperar con
tranquilidad laboriosa a que los acontecimientos sigan su curso, tratando de
distraernos de la forma más acostumbrada y feliz, para que este tiempo,
necesario en la economia de toda vida y de toda situación, no influya
negativamente en lo que después se hará, aprovechando al máximo las
propias energías.
Las líneas
52
El segundo nueve: Esperar en la arena. Se tienen breves discusiones. Al
final, suerte
Una de las pausas más difíciles del tiempo de Hsü, cuando nos paraliza la
desesperación y nos sacude la ira, es la que contempla la cuarta línea mutante,
que habla de miedo, angustia y agitada soledad.
Tocar fondo supone recomenzar a vivir con un acto de fuerza, un impulso
que nos lleva a otros pensamientos, la reacción laboriosa que debe formarse
en el espíritu y alimentarse en la esperanza que nos haga regresar a las raíces.
Khan significa «pozo, fosa, trampa», un «peligro» que se ha de superar para
que iCTrien, el tiempo del cielo, de la actividad, de lo creativo, cumpla
finalmente con sus realizaciones como prometen las mutaciones.
53
conciencia de ella con tranquilidad, recordando que la vida está llena de días
fatigosos, monótonos, dramáticos, compuestos de largas horas que, en
apariencia, carecen de sentido y que transcurren con pasmosa lentitud; por
eso, de nada sirve apurar los tiempos y forzar los acontecimientos. Habrá que
ocuparse de las tareas de siempre, profundizando en los pensamientos y
viendo amigos; esperar como en un banquete al que uno está invitado a que los
hechos que se están gestando estén listos, para afrontarlos del modo más
adecuado.
Después del abatimiento, por fin algo nuevo, pero que quizá no sea del
todo reconocible. Sin embargo, las premisas son positivas. Vale la pena
profundizar acerca de las sugerencias del momento, no descartar ninguna
posibilidad, ser cautos pero confiados, para vivir correctamente estos
momentos inciertos pero muy importantes para la economía del desarrollo y
la dilucidación de los hechos futuros. Para alcanzar el éxito, se han de
experimentar esperas inquietantes, pausas que parecen no tener razón ni fin.
Hsü es el hexagrama de la normalidad, que no debe soportarse con fastidio
ni considerarse como un cansancio, sino que se deberá usar de la forma más
adecuada, como un capital que dará sus frutos a largo plazo. «Esperar» es
«necesario», aunque quizá sea difícil; sin embargo, es demasiado importante
para ser descuidado, tal como nos enseña la naturaleza, que permanece en
calma durante meses antes de la siembra y de las cosechas.
54
Sun s u ar
& Di P t i
t*A
Disptster 1
No se lleva a cabo el impulso de lo creativo; el cielo resplandeciente se
apaga, transformándose en un abismo negro; existe una separación que podría
convertirse en definitiva, dura, obstinada, tenazmente radicada en el rencor.
Se trata pues de fuerzas divergentes en tiempos antitéticos, fuerzasyang que
hacen las veces de cargas eléctricas del mismo signo, dentro de la compleja
situación electrostática.
Para comprender este hexagrama, resultará conveniente prestar más
atención a la estructura que a la composición, porque, al menos en la mayoría
de los casos, no son los acontecimientos ocasionales los que provocan una
discusión, sino la disposición interior. A menudo entablamos una disputa por
motivos triviales, de los que surgen antiguas cuestiones, rencores lejanos,
rabias acalladas durante demasiado tiempo; por disposición del espíritu o por
valoraciones objetivas, en momentos distintos se suelen componer contrastes
muy graves, y no surgen discusiones o disputas que podrían ser bastante
justificables. N o permitir que degeneren las divergencias, inevitables en todo
tipo de vida, no llevar a límites extremos las situaciones que ya de por sí son
difíciles; en definitiva, eso depende de nuestro comportamiento, por lo tanto
es necesario saber hasta qué punto somos capaces de efectuar una valoración
equilibrada sin dejarnos dominar por las circunstancias. Ése es el sentido del
hexagrama.
Tiempo de disputar
55
N o es un momento fácil de superar, por consiguiente es inútil hacerse
ilusiones acerca de que las inquietudes se resolverán sin la voluntad activa de
reunir los contrastes con un atento examen de los hechos y las situaciones.
Cautela en la toma de decisiones, prudencia en la adopción de actitudes que
podrían resultar inadecuadas, o directamente equivocadas, porque el tiempo
demasiado caracterizado por contrastes interiores como para permitirnos una
valoración exacta de los problemas. Un gesto, una palabra, un silencio, todo
puede interpretarse mal; cada posición esconde un peligro (Khan), por eso
será necesario mantenerse distantes (pero sin dejar de participar mediante la
observación) en todo aquello que nos toca de cerca pero que aún no puede ser
afrontado con la necesaria sabiduría de las cosas.
Los problemas por resolver y las inquietudes por superar son grandes y
graves; la posibilidad de afrontar las cuestiones que procupan es demasiado
limitada, porque no se posee una visión clara y completa de la situación. Se
amplían las advertencias de Hsü: hay que esperar tratando de comprender, de
ser objetivos, de tener paciencia, porque los tiempos adecuados llegarán por la
ley precisa de la mutación, que alterna la oscuridad con la luz, el invierno con el
verano.
Las líneas
56
grano de arena, de sufrir más de lo que los acontecimientos nos deparan, por
haber dado, o tener intención de dar, excesiva importancia a cosas que de por
sí eran fácilmente superables.
57
El quinto nueve: Disputar. Gran suerte
El nueve arriba: Quizá él lleve un cinturón como ornamento. Alfinal del día
se lo habrán quitado tres veces
Con frecuencia, los hechos o las personas no son tan graves ni amenazan-
tes como parecen a quien padece su condicionamiento. Incluso el más
campeón puede quedar fuera de combate en unos cuantos rounds. Nada es
definitivo ni seguro, el tiempo mide la verdad y la importancia de las cosas
humanas con más autoridad y sabiduría que el hombre que las vive; por lo
tanto, una vez más, el sabio debe confiar en el tiempo para elegir la forma de
hacer frente a sus dificultades. Ésta es la advertencia que hace la última línea
mutante. Concluyen así las consideraciones sobre el contrastado «tiempo de
disputar», un hexagrama que habla de inquietudes, y que puntualiza el
carácter provisional de la supremacía de la injusticia y la violencia. Momento
yang (él lleva un cinturón), momento yin (se lo quitan). El oráculo nos invita
a esta meditación, es decir sobre la inestabilidad de los hechos y el alternarse
de los estados de ánimo.
Es de sabios esperar a que se recuperen los equilibrios turbados sin apurar
la solución de los problemas, ni solicitar respuestas al futuro.
58
7® Sze: Ejército
Ejercito 1
59
En la organización de los hechos y en la discusión de las posibilidades, la
experiencia tiene cierto valor. Si se sigue el consejo de quien puede sugerir
soluciones, o se medita con objetividad sobre cuanto se sabe, o si se consigue
la información necesaria, se pueden superar perplejidades y abatimientos,
evitar errores, obrar en la justa medida.
Se trata entonces de revisar la situación en su conjunto, reflexionar sobre
casos superados o errores cometidos con anterioridad, y que el tiempo nos ha
hecho ver en su justa dimensión; eso es lo que nos sugiere Sze. Si estamos
preparados, no se repetirán errores y se resolverán los casos preocupantes.
Las líneas
60
El segundo nueve: Se está en medio de fuerzas armadas. Suerte y ningún
error. El jefe da repetidas órdenes
El quinto seis: En el arrozal hay un animal salvaje. Hay que frenar las
palabras. Ninguna culpa. El hijo mayor guía el ejército. El hijo menor
cuenta cadáveres.3 Al perseverar, desgracia
61
más firmes, claras y ya definidas. La paciencia consiste en la sabia adhesión al
momento, asumiendo la propia responsabilidad, sin dramatizar una situación
que está en fase de mutación.
El seis arriba: Un gran jefe da las órdenes. Funda la ciudad y concede títulos
nobiliarios a las familias. El hombre incapaz no actúa
Los tiempos están cambiando, por lo cual hará falta mucha energía para
reorganizar los pensamientos y las acciones, de cara a los nuevos proyectos,
más constructivos que los del pasado. La formación del carácter y la
capacidad de juzgar cómo comportarse se realizan mediante la dificultad y las
dudas, precisamente porque todos somos «jefes» de un «ejército», es decir
debemos decidir acerca de ciertos hechos, así como el comportamiento o
actitud que hemos de adoptar frente a las personas entre las que nos ha tocado
vivir, teniendo en cuenta las múltiples contradicciones que caracterizan cada
elección.
Dominar los abatimientos, controlar los instintos, saber moverse con
energía y prudencia, he aquí lo que Sze nos enseña, el secreto de quien tiene
éxito, la dificultad de ser hombres.
Usando la razón, siendo fuertes y manteniéndonos serenos, lograremos
resolver las situaciones difíciles, pero sobre todo lograremos convertirnos en
un «ejército», y no en una masa confusa y desorganizada de aspiraciones y
pensamientos, poco preparada para vivir correctamente los hechos y los días
que nos aguardan.
62
8• Pi: Solidaridad
Solidaridad 1
63
Quien se toma con calma la aparente quietud de los hechos y no se hace
excesivos problemas no tendrá la dicha de verla durar tal como prometen los
tiempos.
Las líneas
Ser solidarios quiere decir creer en los demás y que te crean, creer en sí
mismos, en las propias posibilidades, en la vida, en la evolución de los hechos,
es decir tener ciertas certezas, porque el tiempo de Pí es un tiempo de certe-
zas. La confianza no requiere apariencias espléndidas, ni busca formas invita-
doras para nacer, sino que es simple como las escudillas de barro cocido, esos
boles rústicos y fuertes que usan los chinos de todas las extracciones sociales, y
que aman ofrecer y recibir llenos de arroz, en un gesto tradicional de hospitali-
dad. En el momento justo, la confianza se revela en toda su verdad; entonces
todo se aclara por sí solo, como mediante un reconocimiento consolador.
64
inadecuada o peligrosa. No sucumbir a las apariencias, no descorazonarse si
algo parece turbar, desde lo oculto, el devenir de los hechos. Pi es un tiempo
yang, untiempo en el cual la confianza es un deber, además de una consola-
ción.
Naturalmente, no todas las elecciones son felices, por lo tanto habrá que
mantenerse en guardia y sopesar a las personas o los casos que se presenten,
tal como nos enseña la prudencia más elemental, para no encontrarnos atrapa-
dos en situaciones peligrosas o al menos inquientantes. El tercer seis advierte
sin dar más datos, pues la palabra «malhechor»4 indica con claridad el sentido
de dicha advertencia.
65
de revisión para descubrir dónde se cometieron los errores, y a sea en la
evaluación de las acciones o en la de los hechos.
5. CONFUCIO. Ta Chuán.
66
Hsiáo Khü:
51 Animalito doméstico
&
Animalito doméstico 1
67
de evasión. Estamos sumergidos en un cierto modo de pensar, existe una
rutina mental, además de la rutina diaria, y en ciertos aspectos ésta depende
de aquélla. Quizá sea justificable e inevitable, pero no ha de condicionarnos
de un modo total. Es ésta la consideración implícita en la sentencia sobre el
momento a examinar, una invitación a mantener una actitud distante y
objetiva, para poder actuar como se debería hacerlo, a pesar de la amenaza de
una ofuscación del juicioy de la voluntad de hacer (Nubes densas... de las
comarcas occidentales).
Las líneas
El primer nueve: Volver sobre los propios pasos. ¿Por qué eso habría de ser
un error? Exito
68
El segundo nueve: Impedir un regreso. Exito
69
El quinto nueve: Considerarla confianza como una obligación. Somos ricos
gracias a quienes nos rodean2
70
10. Li: Caminar
Caminar 1
Caminar, una acción que nos coloca ante la incógnita de muchos senderos
y que evoca el cansancio de los altos en el camino; este hexagrama propone
una reflexión sobre cómo comportarnos para no desperdiciar nuestras
energías en aventuras inútiles o peligrosas; nos indica cómo comprender,
durante las inevitables experiencias del caminar, las causas de lo que ocurre,
para que el futuro no se convierta en una trampa insidiosa o una sorpresa
traumática. El hexagrama sugiere que se puede salir de situaciones estáticas
para ir hacia horizontes más vastos (la composición y la estructura son conse-
cuentes), pero se trata de un camino peligroso y difícil si no usamos la
prudencia, si no nos apoyamos en la confianza valerosa de poder llegar
{Khie n).
El «tigre»2 «puede» no morder, pero no merece la pena que nos arries-
guemos acercándonos demasiado. Será necesario, pues, que nos manten-
gamos vigilantes y estudiemos con atención todos los movimientos y todas las
tomas de posición, especialmente en los momentos inciertos de la vida.
Tiempo de caminar
71
dejará vencer por los hechos, mientras que todo peligro, por grave que sea,
todo problema, por intrincado que parezca, son hechos cuya solución se
mantiene siempre dentro de los limites de las posibilidades humanas. El
oráculo ayuda a evaluar los detalles de un caso, recordándonos cómo en el
proceso de desarrollo de todos los fenómenos existe siempre una serie de
contradicciones que pueden desorientar e inducir a error.3
Las líneas
El segundo nueve: Caminar por una calle lisa y plana. Suerte y éxito para el
hombre modesto
72
cuanto le ofrece una evolución particularmente favorable de los hechos tendrá
posibilidades de éxito muy superiores a las previstas. Incluso en las épocas de
serenidad existen ciertos límites que conviene respetar, para no volver en
contra nuestra todo aquello que nos es positivo y afortunado.
El tercer seis: Ciego de un ojo que puede ver aún. El cojo puede caminar aún.
Avanzar sobre la cola del tigre. Este amenaza al hombre. Desgracia. Un
hombre violento ha tomado el lugar del príncipe iluminado
El cuarto nueve: Avanzar sobre la cola del tigre. Denunciar y acusar son
premisas felices
Se debe afrontar la situación con energía una vez aclarados todos sus
detalles, y sin temer las consecuencias, porque una actitud semejante
doblegará los hechos (o a las personas) a nuestro favor.
La visión exacta de las cosas, la dificultad de las soluciones contemplada
con serenidad, se convierten en la premisa indispensable para vivir de un
modo justo los acontecimientos (o los encuentros o desencuentros) de este
momento, y nos darán también la fuerza necesaria para superar los obstáculos
de nuestro fatigoso avance.
73
descubrir sus valores secretos resulta siempre constructivo; a menudo el
verdadero conocimiento del futuro no es sino el conocimiento del presente en
relación con el pasado.
Será además una experiencia útil, una adquisición de sabiduría, la
conquista exaltante de los territorios inexplorados del destino.
6. CONFUCIO, Tá Chuán.
74
Prosperidad 1
El undécimo hexagrama se caracteriza por el perfecto equilibrio de las
fuerzas; es quizá el más sereno y distendido de todo el I Ching.
El Cielo y la Tierra coexisten (ATrien abajo y Khwan arriba) en un tiempo
firme y feliz, porque las fuerzas del Cielo sostienen la pasividad de la Tierra,
inundándola de energías vitales; se trata de un tiempo para vivir, porque es
raro en el alternarse de yang-yin-yang-yin, al que está sujeto todo aconteci-
miento del mundo. La composición del hexagrama esboza el momento
(ATzien-Khwan), mientras que la estructura expresa la estabilidad, la
plenitud, la totalidad, el arco completo de la generación, desde el primer
movimiento remoto de la vida (enero-febrero) hasta la culminación de la
experiencia y la pacificación de los seres (Á'un, noviembre-diciembre). El
año agrícola comienza y termina, el cielo y la tierra se unen sin fundirse; por lo
tanto, es un momento de armonía universal.
Tiempo de prosperidad
1. Grande, próspero, liberal, es decir los atributos de los periodos y dé los ánimos,
cuando se vive en paz.
75
difícil y larga para todos; la «paz» es una condición tan privilegiada que nada
ha de parecemos demasiado difícil para mantenerla. El tiempo de Thái es una
época dorada, hay que vivirlo en toda su plenitud sin olvidar siquiera un
instante, y habrá que seguir todas sus sugerencias.
Las líneas
Las líneas mutantes sugieren la forma de alcanzar esta condición feliz, nos
dicen cómo vivirla y hacer que sea completamente válida.
Por lo tanto, se trata de un tiempo que se ha de administrar sabiamente
para no arrepentimos cuando la «mutación» vuelva a llenar de sombras esos
días luminosos.
76
El segundo nueve: Las palabras son inútiles. Seguir subiendo, dejando una
señal en el curso de agua más próximo, y no alejarse. Olvidar las amis-
tades} Se obtiene mucho siguiendo la indicación del «justo medio» 3
Estamos rodeados de gente que habla sin construir, o bien las ideas están
demasiado dispersas para llegar a una conclusión; se trata de una situación
fastidiosa, que habrá que superar antes de que logre condicionarnos.
Habrá que dejar de lado todo lo que no es esencial e importante, para llevar
a cabo con decisión los proyectos, sin olvidar que existen ayudas y apoyos
incluso si no logramos verlos. El momento es favorable para todo.
El comportamiento adecuado para vivir de una forma justa las horas
abiertas y solares de Thái4 consistirá en mostrar una cierta firmeza para alejar
las soluciones demasiado fáciles (las amistades) y seguir las propias
convicciones.
77
contrario no será otra cosa que un «alegre revoloteo», un fuego destinado a
apagarse sin dar luz ni calor.
De la vida humana
conoce el sentido;
sólo así
la vivirás de veras.5
78
12. Pki: Cierre
£
Cierre1
En este hexagrama, las tres líneas yin confinan a la inmovilidad a las tres
líneas yang, todo lo contrario de lo que ocurría en el hexagrama precedente,
donde la apertura hacia lo alto resultaba evidente por la composición gráfica,
y aparecía ilustrada por la lectura del signo mismo.
Al ferviente y luminoso momento de prosperidad le sigue un tiempo de cie-
rre y de obstáculos, cuando el abatimiento y el cansancio paralizan la activi-
dad y nos inmovilizan con una turbada pereza interior que no es posible su-
perar. A nuestro alrededor todo está claro: hay tres líneas^an^, pero la oscuri-
dad está «adentro»; en nosotros y en las situaciones en que estamos inmersos
existe oscuridad; en esta oscuridad se radican los pensamientos, los proyec-
tos, las esperanzas, los juicios, y es precisamente este el concepto que explica
la estructura.
Un trigrama sugiere la dureza de la piedra (Kan), realidad insuperable si
no se tiene la paciente voluntad de salir adelante y penetrar en tiempos tan ce-
rrados (Sun).
Tiempo de cierre
79
Ni siquiera nos hallamos en condiciones de ver las aperturas, que siempre
existen en todas las circunstancias, pues por oscuro que nos parezca todo,
siempre existe un rayo de luz; por lo tanto, será mejor esperar a que lleguen
condiciones más distendidas, sin dejarnos encandilar por soluciones pasaje-
ras, optimismos momentáneos y palabras insidiosas. Los acontecimientos se
recompondrán por sí solos.
El mayor peligro, en este momento de debilidad y ofuscación, reside preci-
samente en la tentación de aceptar el compromiso con el único fin de encon-
trar una salida que nos permita librarnos de los aprietos a que nos somete una
determinada situación (o pensamientos), que nos resulta demasiado condicio-
nante. Phi nos sugiere paciencia y resignación ante la pausa obligada, pero al
mismo tiempo nos dice que hemos de permanecer alerta para interceptar las
primeras escaramuzas de los tiempos.
Las líneas
Las líneas mutantes describen este momento en sus aspectos más determi-
nantes, indicándonos sabiamente que existen algunos movimientos, los cua-
les pueden advertirse ya cuando las situaciones se estancan y cuando otros he-
chos se anuncian como leves esperanzas de apertura. Un minúsculo yang
dentro del neblinoso y opaco yin.
80
parezcan inferiores a las expectativas. Una de las enseñanzas del difícil
tiempo de Phi es que hemos de aprender a juzgar y a comportarnos cuando
todo parece confabularse en contra nuestra.
81
condiciones para quien Sabe valorar los acontecimientos con sabiduría, sin
pretender que los tiempos pasen de prisa, pero observando las señales de la
progresiva mejoría con fe y optimismo. Es el momento de obrar con energía,
superando miedos, desconfianzas, cansancios, para reencontrar el acostum-
brado ritmo de los pensamientos y las acciones.
3. Literalmente: desventura.
4. Las potencias adversas, los dioses de la tempestad.
5. Antiguo proverbio chino que significa el reencuentro con la esperanza y la
alegría después de muchas desdichas.
De: Treinta y siete poesías de Mao Tse-tung, tomado de JERÓME C H ' É N , Mao Tse-
tung e la rivoluzione ciñese, Florencia, 1969.
82
Thung Zan:
13. Hombres reunidos
Hombres reunidos 1
Una boca que habla dentro de unos límites, ése es el gráfico que sugiere la
vida «en común», el «estar juntos», con sus leyes, sus aperturas, sus límites. El
signo está compuesto por f&J thung, que significa «el mismo», «igual»,
«juntos», «con», «en común», «todos unidos», y zan, «hombre», es
decir representa la idea de la «comunidad». Un tiempo activo, una situación
decididamente yang, tal como indican la estructura y la composición; sin em-
bargo, es además una situación que se ha de vigilar, pues a pesar de que los
programas, las acciones y los deseos se encuentran en la mejor de las concor-
dancias, pueden intervenir elementos de fractura (Li). El hexagrama, tranqui-
lo y claro, puntualiza «cómo» vivir en estas condiciones y cuáles son los aspec-
tos que se han de controlar para que la comunión de hechos y pensamientos
sea verdaderamente activa.
83
que los distintos tipos de hombres que componen una comunidad a cualquier
nivel, es necesario recordar que los vínculos duraderos, las realizaciones só-
lidas, se fundan en la sinceridad de los sentimientos, la claridad de las con-
versaciones y la disponibilidad para aceptar a los demás o a los aconte-
cimientos, tal como son o como se presentan, y no como quisiéramos que
fueran o se presentaran, al pensar en ellos de un modo abstracto. Es el mo-
mento de poner en marcha los programas sin la pretensión de¡ ver sus conclu-
siones de inmediato, porque en el tiempo de Thung Zan abundan los factores
imprevisibles que conducen a la evolución o a la conclusión de la situación
misma. Una vez más, el I Ching nos enseña la sabiduría de las vicisitudes
alternadas, que son aspectos de la vida sobre la Tierra.
La propuesta de las imágenes describe con su veloz movimiento de ele-
mentos contrastantes (cielo y fuego) el concepto de lo que propone el hexa-
grama. Un rayo, una estrella, un relámpago surcan el cielo marcándolo con la
velocidad de pensamientos luminosos; todo lo que hay en el universo, en el
macrocosmos, tiene un significado, y a menudo los elementos distintos se
unen para expresar hechos naturales. Lo mismo ocurre con los sueños, los
hechos y los pensamientos de los hombres.
Al igual que los individuos, los aspectos de toda situación son múltiples y
con frecuencia imprevisibles y discordantes; por eso no son comprensibles de
un modo inmediato, precisamente porque son muchos y porque cada uno de
ellos cuenta con su lógico desarrollo (o punto de vista), su significado preciso
y una razón de ser definida pero desconocida dentro del mosaico de hechos y
reacciones. Inmovilidad remota del cielo, inquieto y mutante crepitar de lla-
mas: la imagen de una muchedumbre, de un carácter, de cosas venideras, con
las contradicciones, los interrogantes, las sorpresas que forman la trama de
toda vida. Habrá que estudiar con calma lo que nos interesa, separar las apa-
riencias de la realidad concreta, lo verdadero de lo falso, en una palabra, com-
prender lo que «es» y lo que ocurre. Así podremos entrar en las situaciones
con una clara conciencia de todo lo que se ha de hacer para no desperdiciar las
energías o cometer peligrosos errores de cálculo. El conocer implica siempre
una elección, una aceptación o una conclusión, sin ilusiones y sin miedos.
Las líneas
84
podría pasar inadvertida, pero sería un grave error subestimar su silenciosa
presencia.
85
posibilidad de decidir con calma, sin presiones exteriores, de ver con fría y
serena objetividad cómo alcanzar resultados positivos o resolver los proble-
mas que nos preocupan.
La sexta línea nos sugiere que hay que mirar más allá de los propios inte-
reses y problemas inmediatos, acudir a los demás en busca de ayuda y con-
sejo, ensanchar los propios horizontes. Más allá del limitado paisaje que
vemos desde la puerta de nuestra propia casa, existe para todos nosotros un
campo vastísimo de encuentros y relaciones activas, pero habrá que superar el
seto espinoso que rodea nuestro huerto. Es el momento de no dejar pasar
ocasiones importantes, aunque para ello debamos dejar de lado todo lo que no
sea urgente en el presente, a fin de sentar las bases de lo que en el futuro será
una ventaja.
86
14® Ta Yu: Gran dominio
Gran dominio 1
87
Hablan las imágenes
Las líneas
88
Ta Yü, en los que es .necesario mantener orden y serenidad, porque pasan de
prisa, y nos corresponde a nosotros hacer que duren para poder disfrutarlos
mejor, aprovechando la potencia de realización que nos brindan.
El tercer nueve: El Duque actúa libremente con respecto al Hijo del Cielo.2
El hombre inferior no lo logra
2. El Emperador.
89
El nueve arriba: Gracias a la ayuda del cielo,1 felicidad no sin un cierto
éxito
90
Khien:
15. Condescendencia
Condescendencia 1
Tiempos de condescendencia
91
lar unos días tan felices. La verdadera fuerza y la verdadera sabiduría son las
que Kh ien nos evoca, pues nos invita a tener en cuenta el inevitable fin de cada
cosa, de las metas que perseguimos, independientemente de la favorable y a
menudo casual combinación de hechos afortunados.
Las líneas
92
sin choques y sin dramas, se llegará a las soluciones más adecuadas de los pro-
blemas, y a las respuestas más lógicas a las preguntas que nos acucian en estos
di as.
El quinto seis: Incluso sin riqueza se atrae al vecino. Ventajoso obrar inva-
diendo y abatiendo. Nada sin éxito
Existe una supremacía moral, una fuerza oculta de la que debemos dar-
nos cuenta para imponer nuestra voluntad o tomar decisiones, doblegando a
personas y situaciones hacia determinadas direcciones, e imprimiendo un cur-
93
so preciso a los acontecimientos. El momento indicado por la quinta línea es
un tiempo en el que se ha de intervenir, incluso con dureza, porque tanto las
posibilidades como las ocasiones nos son favorables; es el momento de las ac-
titudes enérgicas, de las decisiones drásticas, porque nuestra intervención
está apoyada por un correcto modo de juzgar las cosas.
La actitud firme hasta rayar en la dureza (hacia sí mismos o en relación
con los hechos) nos da amplias garantías de éxito, precisamente porque se
trata de un momento extraordinario, dentro de un tiempo de prudencia y cal-
mada sabiduría.
94
16. Yü: Ocuparse
Ocuparse1
Tiempo de ocuparse
95
Hablan las imágenes
Los hombres y los pueblos han sentido siempre que la música es un ele-
mento fundamental para liberar a la mente y al corazón de las angustias de la
vida cotidiana. Para los chinos de la antigüedad, la música fue el medio para
entrar en relación con el Universo, para valorar los ritos y consagrar las pala-
bras. Cada instrumento tenia una particularidad: las «campanas» eran
guerreras; las «piedras sonoras», 2 heroicas; las «cuerdas», 3 austeras; los
«instrumentos de viento» daban idea de vastedad y de multitud; los «tambo-
res» hablaban de la intrepidez de la muchedumbre. Las imágenes de Yü
evocan esta atmósfera mítica; el «fuego» que «mana de la tierra» con la agi-
tación deslumbrada de la naturaleza pinta tiempos fervientes de preparación,
en el clima estupefacto de los antiguos hechos heroicos, cuando lo divino se
había establecido en la realidad cotidiana. El de Yü es un tiempo de armonía y
fervor, un tiempo que se ha de vivir con entusiasmo y mucha voluntad.
Las líneas
96
Si se desea una realización, la actitud adecuada es la de mantenerse sóli-
dos como la roca contra el desgaste de la espera, de la inquietud y de la incer-
tidumbre; el tiempo de «ocuparse» consta precisamente de estos miedos
inmóviles, que no deben descorazonar, sino revitalizar los infaltables e inevi-
tables cansancios.
La tercera línea invita a una atenta evaluación de los tiempos y de las in-
tervenciones, es decir nos aconseja equilibrio y serenidad al enfrentarnos con
las decisiones. Es un momento difícil, pues existe el peligro de que nos mostre-
mos demasiado precipitados o demasiados titubeantes, o de que hagamos gala
de una confianza excesiva o bien tomemos demasiadas precauciones; la ad-
vertencia es muy importante, porque las condiciones no son adecuadas para
resolver los problemas y enfrentar las dificultades.
97
civilización, de los hombres, de los mundos, de nuestra vida cotidiana, no
existe ningún latido disonante.
98
17» Sui: Conformarse
a
Conformarse 1
Tiempo de adaptarse
99
«formarse con» los hechos, las exigencias distintas, resistiendo al abati-
miento y a toda tentación de pereza. Es un tiempo de ductilidad y aperturas;
por tanto, habrá que adaptarse al comportamiento requerido por las circuns-
tancias; trataremos de comprender y aceptar opiniones divergentes de las
nuestras, en una palabra, deberemos estar listos para acoger todo lo que se dis-
cute y propone, porque sólo en un futuro más o menos próximo estaremos en
condiciones de adoptar posturas decididas, que ahora nos alejarían de las
soluciones deseadas.
Las líneas
100
El segundo seis: Atarse a un muchachito. Se pierde el hombre fuerte
101
El quinto nueve: Tener confianza en el bien. Suerte
102
18. KM: Destrucción
Destrucción 1
El ideograma Kü se escribe con los signosJ^t., vasija, y , gusanos,2
los asquerosos seres alados que salen de un recipiente en el que se ha podrido el
grano (o cualquier otra gramínea), y son la grafía de la corrupción, es decir de
lo «corrompido», de lo «maligno», de la actividad en la intriga, por lo tanto, de
la «destrucción».
La estructura y la composición intervienen, combinándose de diversas
maneras, para aclarar el signo, indicando además, la obra de saneamiento que
se hace necesaria cuando algo está corrompido o equivocado. Se trata de una
tarea difícil que se ha de afrontar con la prudencia y la serenidad de la que ha-
blan los hexagramas precedentes y, sobre todo, «sin prisas», como advierte la
sentencia, porque toda reestructuración comporta un trabajo inteligente,
largo, paciente, que suele ser peligroso y siempre difícil.
Tiempo de corrupción 3
Firmeza en los principios. Ventajoso cruzar una gran agua. Tres días
antes de comenzar. Tres días después de haber comenzado.4
103
alcance de nuestras decisiones, evaluar sus posibles consecuencias, analizar
con cuidado lo dicho, hecho y decidido, para obtener una visión serena y
desencantada de los momentos, incluso los más bellos, que han precedido los
hechos en los que nos hallamos sumergidos en el presente.
El tiempo de Kú es un tiempo de incertidumbres y de inquietudes, un
tiempo muy difícil y angustiante, porque vivimos en peligro de vernos atrapa-
dos por las circunstancias, es más, correremos el riesgo de perder y de perder-
nos; de hecho, incluso sin ser culpables, podemos cometer graves equivoca-
ciones.
Una serie de hechos está a punto de iniciarse; muchas son las incógnitas,
imposible hacer previsiones, por lo tanto, la sabiduría dicta prudencia y aten-
ción (Tres dias... Tres días...).
Las líneas
104
El primer seis: Ocultar las intrigas del padre.5 Se tienen hijos. El padre di-
funto no tiene culpa. Grandes penurias y luego suerte
Los asuntos que quedaron en suspenso, los errores cometidos y las situa-
ciones por subsanar son graves, pero se han de afrontar con coraje, sin res-
tarles importancia y sin quejarse por lo que ya está hecho. Momento suma-
mente difícil, pero, si se lo vive con firmeza y energía, puede ser superado y
convertirse en una experiencia preciosa para evitar otros errores y otros sufri-
mientos.
El tercer nueve: Ocultar las intrigas del padre. Se experimentan ligeros arre-
pentimientos. Ninguna culpa grave
Otra situación difícil (el padre), pero con menores complicaciones que las
indicadas en la primera línea, donde se puntualiza que «se tienen hijos», por lo
que resultará de más fácil solución. Quizá hubiera hecho falta más energía por
nuestra parte; nos hallamos en una condición de malestar interno que nos in-
quieta y nos hace infelices porque no logramos intervenir como quisiéramos.
El tiempo de Kü suele ser un tiempo de inquietudes, de melancolías y remor-
dimientos, de poca fe en las propias posibilidades, de abatimiento y
pesimismo. Por ello es un tiempo peligroso, un momento de «destrucción». El
recordarlo es una manera de comenzar a superarlo.
5. Por lo tanto, algo grave, porque el «padre» es una presencia autorizada, mien-
tras que la «madre» indica una debilidad intrínseca.
105
obrar, no se podrán resolver los problemas y, con el transcurso del tiempo, se
irán agravando. Habrá que reexaminar lo que se ha hecho, proyectado,
pensado o decidido para subsanar los errores y encontrar nuevas formas de
comportamiento, quizá más claras y adecuadas a las exigencias de la difícil
realidad de Kü.
El quinto seis: Ocultar las intrigas del padre. Nos valemos de los elogios
106
19, Lin: Acercarse
Acercarse 1
Tiempo de acercarse
Tiempo de acercarse los unos a los otros. Muy ventajoso ser sinceros y
rectos. Hacia el octavo mes2 habrá desventuras.
107
Momento de grandes posibilidades, por lo que abundarán las ocasiones de
afrontar con energía y confianza los problemas por resolver. Lamentable-
mente, este tiempo de Lin pasará con rapidez. Pero será lo bastante largo
como para abrir vastos horizontes, por lo que es sabia la advertencia de «hacia
el octavo mes...», porque se ha de tener presente la alternada mutación de las
cosas, el declinar del día hacia la noche, según el ritmo de todas las vidas. El
tiempo de Lin es un don, pero un don que debemos aprovechar para no encon-
trarnos con estériles reflexiones y pesados arrepentimientos, una vez que
haya concluido irremediablemente.
Las líneas
Cómo realizar con plenitud el tiempo de Lin, cuáles son los peligros de este
momento entusiasta que ha de vivirse con sabiduría, momento indicado con
precisión por la composición (tierra-agua) y por la estructura (tierra-trueno),
son los interrogantes a los que responden las líneas mutantes con su exacta
reflexión sobre el «acercarse».
Otra vez se nos sugiere no permanecer apartados, no seguir una única di-
rección, no fijarnos en un solo pensamiento. Muchos son los aspectos impor-
tantes que han de evidenciarse y sobre los que hay que meditar; muchas son
108
las posibilidades en el rico y afortunado tiempo de Lin. Encuentros y discu-
siones pueden resolver más de un problema que se ha dejado sin resolver, y
que no se ha comprendido bien en otro momento. La consideración desde dis-
tintos ángulos hace menos árduas las dificultades y nos coloca en un estado de
ánimo más abierto; la mente más clara ayuda a afrontarlo todo sin angustias
inútiles, inútiles sobre todo en el tiempo de Lin.
3. Como en otras partes del texto, la repetición del mismo ideograma, o la proxi-
midad de dos ideogramas de similar significado, expresa un superlativo, refuerza una
idea.
109
El seis arriba: Gozar en el acercamiento. Felicidad sin culpas
5*> ^ ¡ 0 ft ^
PM ^ {'i-; ^ m w i s áW'Sfe üs] trVi
feíÜ&iK-^ rT-^'l^iH
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Figura 6. E! I Ching en un documento del siglo xvii.
110
20. Kwan: Observar
Observar 1
Tiempo de observar
111
Habrá que tener fe, creer en las propias posibilidades, pero también evaluar
con prudencia las decisiones a tomar, para no cometer errores inútiles. El
mensaje del oráculo habla siempre de «conocer», presupuesto fundamental
de toda intervención humana en el desarrollo de los acontecimientos, men-
saje que resulta sumamente claro en las fórmulas de Kwan.
El viento, al barrer el polvo de la tierra y las nubes del cielo, permite una
visión límpida de las cosas que, de esta manera, adquieren unos contornos
precisos. La imagen vuelve a proponer el ejemplo de los antiguos Reyes-
Sabios, que se ocupaban personalmente de sus subditos, antes de intervenir
con leyes y disposiciones. Cada uno, en el ámbito de su propia vida, antes de
realizar elecciones o emitir juicios, debería detenerse para observar los
hechos, las personas, su propio comportamiento y los límites oportunos.
Después, será más difícil errar, si bien no siempre es posible prever con ab-
soluta certeza todos nuestros actos.
Las líneas
Habrá que analizar los hechos con espíritu libre, y estudiar a las personas
(o los detalles) sin prevenciones. Si no se cuenta con estas disposiciones de
espíritu, no se podrán ver con claridad las cosas, por lo que resultará fácil co-
meter errores. En este caso, es decir el puntualizado de la primera línea, debe-
remos confiar en el consejo de gente más capaz, menos comprometida emo-
cionalmente, o más desinteresada. Pero si, por el contrario, nos sentimos dis-
puestos a juzgar en forma serena y objetiva, habremos de examinar la situa-
ción y notar sus aspectos preocupantes, que son muchos. Tendremos que ser
muy sabios para resolver el problema sin cometer errores que podrían re-
sultar muy graves, con pesadas consecuencias en todo sentido.
112
El segundo seis: Observar como quien espía. Ventajosa la fuerza4 de una
muchacha
Si se observa a través de la rendija de una puerta, tendremos visión
circunscripta de la situación, si bien para una mente especialmente aguda y
brillante, siempre será posible llegar a ciertas deducciones. A pesar de ello, no
se trata de una condición adecuada para considerar el problema en sus múl-
tiples aspectos; existen detalles que no podemos captar, aspectos que perma-
necen en las sombras. Por lo tanto, el oráculo aconseja que hemos de tener la
firmeza suficiente como para ceñirnos a nuestro horizonte concreto y mental,
para tener una visión exacta y mejor de los hechos, antes de poner en marcha
cualquier programa o, incluso, antes de cualquier programa de acción.
113
El nueve arriba: Observar otras vidas.1 Sólo el justo no tiene culpas
114
Shih fío: =r=
=
2L Quebrar mordiendo —
Quebrar mordiendo 1
Shih, morder, ho, quebrar con un mordisco (o sea «morder»), son dos
ideogramas que indican la acción rápida, la intervención enérgica en una
situación que ha de deshacerse para poder resolvería. Claridad de pensamien-
to que se revela en la inmediatez de las reacciones, en la seguridad de las pala-
bras, en la libre voluntad de decidir sin discusiones.
Romper con los dientes apretando las mandíbulas (ho) significa afrontar
los problemas reuniendo las fuerzas de que disponemos, para que la interven-
ción nos lleve a soluciones definitivas. La composición y la estructura desig-
nan la inflexibilidad y la decisión en la acción de romper las dilaciones para
desatar los nudos que impiden la libertad de movimiento, y nos dejan per-
plejos, inquietos, demasiado preocupados para evaluar objetivamente el
alcance exacto de los hechos.
Romper con los dientes apretando las mandíbulas para quitar los obs-
táculos, y reencontrar la visión exacta de las cosas; éste es el tiempo de Shih
Ho, un tiempo de decisiones enérgicas, de durezas sin concesiones.
Después de Lin, el tiempo conciliador del acercamiento, y de Kwán, el
tiempo de observar con paciente atención, llega el momento de la interven-
ción directa, producto de un examen detenido de la situación, al menos bajo
esos aspectos que se ofrecen a la consideración inmediata. Se pueden buscar
apoyos, debemos informarnos cuidadosamente antes de escoger la forma de
115
intervenir; no obstante, es necesario mostrar firmeza al afrontar los obstácu-
los y las inquietudes, juzgando a personas (o hechos) con la mayor serenidad
posible.
Las líneas
116
la eyolución de la situación no depende totalmente de nuestra intervención.
Sólo hará falta que seamos decididos al afrontar los acontecimientos, espe-
rando la ocasión adecuada para superar los obstáculos con la energía que
predica la fórmula sapiencial, vivamente ilustrada por la imagen.
El cuarto nueve: Morder carne seca. Encontramos una punta de metal.* Útil
sufrir para tener libertad de juicio5 y suerte
5. El i d e o g r a m a significa libertad y p e r f e c c i ó n al j u z g a r .
117
el estado de ánimo en el que nos encontramos, adoptaremos las posturas más
justas, podremos juzgar y decidir libremente. Es el valor de las épocas oscu-
ras, cuando se gestan hechos positivos, felices conclusiones, días extraordina-
rios que parecerán un don de la vida y que, sin embargo, han sido duramente
conquistados con largas horas de espera y después de amargas derrotas.
Una carga que llevar, una obligación durísima que parece intolerable y
que nos impide seguir los acontecimientos, como si estuviéramos sordos a
todas las voces. La última línea habla de desventura, pero si se cuenta con la
energía y la firmeza indicadas por la fórmula sapiencial que introduce el men-
saje del hexagrama, incluso este momento cerrado se convierte en menos dra-
mático. Habrá que tener cuidado, no obstante, de no perder la lucidez de
juicio, y no abandonarnos pasivamente a la temporal sordera interior; las
palabras que ayudan son precisamente las primeras del texto: «...romper mor-
diendo», «truenos y rayos...», más que nunca se han de releer y meditar para
encontrar una guía, para saber lo que se debe hacer. Sirven al espíritu para
reencontrar la fuerza y, a la conciencia, para reconocernos en sus elecciones.
6. E l o r o , s í m b o l o d e s a b i d u r í a .
7. L i t e r a l m e n t e : o p r e s i ó n p o r la p e r f e c c i ó n al j u z g a r .
8. U n a e s p e c i e de c o l l a r d e m a d e r a u s a d o en c i e r t a s c o n d e n a s , q u e s u j e t a b a d e s d e
los h o m b r o s h a s t a las o r e j a s , i m p i d i e n d o al c o n d e n a d o oír y m o v e r s e .
9. Y q u e p r á c t i c a m e n t e e n s o r d e c e a q u i e n lo lleva.
10. Las trescientas poesías T'ang.
118
22® Pi: Adornar
i
Brillar 1
El profundo sentido del hexagrama está dado por la estructura que nos
invita a cuidarnos de los entusiasmos demasiado fáciles (Kan), de las apa-
riencias brillantes que a menudo ocultan una realidad muy diferente (Khan),
quizá inferior a las propias expectativas. Mientras que Shih Ho discutía las
realizaciones prácticas, Pí se detiene a considerar las formas oportunas para
efectuar estas realizaciones, formas que tienen siempre una gran importancia
en la obtención de los efectos deseados. No obstante, los resultados sólo serán
duraderos si, a la fuerza persuasiva de las palabras, corresponde la rectitud
de las intenciones (Kan), por lo tanto, no serán dos casos separados (Li), sino
dos factores que se compensan en un comportamiento sabio y equilibrado. El
sistema de comportamientos que compone el Universo, los del espíritu y los
de la materia, encuentra su correspondencia en el pensamiento de Confucio y
de Lao-tze, en la pintura T'ang, en el arte de las cerámicas Ming, en la poesía,
la historia, la leyenda y en la literatura oracular. La teoría de las correspon-
dencias se halla incluso en la base de la más antigua filosofía china, que jamás
ha distinguido entre materia y espíritu, y a la que siempre ha sido ajena la
noción de «alma», es decir la idea de una esencia enteramente espiritual
opuesta al cuerpo, como al conjunto de cuerpos materiales.
1. C l a r o , o r n a r , b r i l l a n t e , a d o r n a r . E l i d e o g r a m a e n t r a e n m u c h a s f ó r m u l a s d e cor-
tesía, p o r lo t a n t o el v e r b o h a d e e n t e n d e r s e t a n t o en el s e n t i d o d e « c l a r i d a d » , o sea c o m o
« t i e m p o de a c l a r a r , d e h a c e r la luz, etc.», c o m o en el d e u n brillar falso, a v e c e s infiel,
como p u e d e ser el c a s o d e u n a f ó r m u l a d e c o r t e s í a , n o s i e m p r e e s p o n t á n e a y sincera. L a
a m b i g ü e d a d d e l s i g n i f i c a d o q u e d a r e v e l a d a p o r el m e n s a j e d e las líneas.
119
Tiempo de aclarar
2. T e n e r algo q u e h a c e r ; p o d e r intervenir d e a l g u n a m a n e r a ; p r o g r a m a r un c o m p o r -
t a m i e n t o , u n d i s c u r s o , u n a solución, e t c é t e r a .
3. P a r a los c h i n o s , la « m o n t a ñ a » s u e l e ser s i n ó n i m o d e « d e s i e r t o » , u n lugar s a l v a j e
d o n d e el h o m b r e s o b r e v i v e a d u r a s p e n a s ; p e r o es t a m b i é n u n a e s p e c i e d e i n v e r n a d e r o
(los c h i n o s son ricos en c o n t r a d i c c i o n e s , p r e c i s a m e n t e p o r q u e se e x p r e s a n c o n s í m b o -
los a m e n u d o p o l i v a l e n t e s ) d o n d e se m u l t i p l i c a n l i b r e m e n t e los a n i m a l e s y las p l a n t a s .
C l a r a m e n t e , la p a l a b r a « d e s i e r t o » tiene u n s e n t i d o d i s t i n t o d e l q u e se le d a en o c c i d e n -
te. E l fuego, al iluminar d e s d e a b a j o este vivir o c u l t o y ferviente, lleva la luz y el o r d e n , tal
c o m o o c u r r e c o n las r e f o r m a s sociales, c o n la o r g a n i z a c i ó n política y c o n t o d a s las c o s a s
de la v i d a h u m a n a .
120
Las líneas
4. L i t e r a l m e n t e : pies.
5. C o m o h a c í a n los R e y e s - S a b i o s c u a n d o i b a n a visitar al p u e b l o p a r a e s c u c h a r s u s
peticiones.
121
Tiempo de aclarar
120
Las líneas
4. L i t e r a l m e n t e : pies.
5. C o m o h a c í a n los R e y e s - S a b i o s c u a n d o i b a n a visitar al p u e b l o p a r a e s c u c h a r sus
peticiones.
121
dudas. En este momento, la tercera línea nos sugiere que hagamos una
revisión del comportamiento, para corregir todo aquello que puede haber sido
intempestivo o errado.
El cuarto seis: Brillar como la plata.6 Un caballo blanco ligero como una
pluma. No una acción de bandidaje, sino una alianza como para un
matrimonio
6. L i t e r a l m e n t e : brillar c o m o c o l o r b l a n c o p l a t a .
122
que no revelemos y que no ocultemos, en una palabra, que nos mantengamos
en equilibrio, al caminar por la fina viga que se balancea suspendida en el
vacío.
123
I'J
Resquebrajar 1
Tiempo de resquebrajamiento
1. P e l a r , d e s c o r t e z a r , d e s o l l a r , el lento t r a b a j o del d e s g a s t e .
2. L a raíz d e P o , significa « c u r s o d e agua, rio de l a r g o curso, a g u a s q u e fluyen len-
tamente».
124
problemas. Es mejor no intervenir si el fallo no se evidencia en formas graves,
pero hay que estar atentos a todo cambio y a todo desmoronamiento de las
márgenes: incluso el más leve podría provocar un desastre. Por lo tanto, la
sugerencia que nos hace la fórmula sapiencial, que será aclarada luego por el
mensaje de las líneas mutantes, es la de permanecer cautos y de ejercer una
estrecha vigilancia.
Las líneas
El primer seis: El desgaste comienza por los pies de la cama. Desventura sin
alegrías
125
que saber retirarse para evaluar la situación a fondo y objetivamente. Insistir
en una postura de desafío sería un error grave que nos conduciría a extremos
desastrosos. Se impone un estudio apasionado de la realidad presente, para
' llegar hasta los orígenes remotos de los hechos, y lograr así emitir un juicio lo
más sereno posible.
Además, no es momento de tomar decisiones, tal y como lo advierte la
segunda línea mutante que parece un corolario de la primera.
Por difícil que parezca la situación, puede resultar un consuelo el saber que
no existen errores graves que puedan imputársenos, y que no se puede hacer
absolutamente nada para aligerar el peso de estos días.
Es un tiempo de insidias y peligro, pero no existen, al menos en este
momento, posibilidades de intervenir, porque la situación misma no es clara, y
sólo la evolución de los acontecimientos quizá nos muestre líneas de diseño
más amplio, indicando las orientaciones generales.
Puede haber ruina, pero también renovación, lo importante es tener fe para
no dejamos llevar por las amenazas no del todo fundadas de futuros aniqui-
lamientos.
4. L i t e r a l m e n t e : piel.
126
Por lo tanto, habrá que suspender toda actividad, evitar toda interferencia;
incluso el gesto más espontáneo podría retrasar la solución de los difíciles
problemas que se han presentado de un modo imprevisto.
Incluso en los tiempos difíciles de Po hay algo que hemos de alcanzar; los
resultados serán proporcionales a la inteligencia con la que se ha obrado. El
sabio se impone este compromiso, y obtiene resultados positivos por su
paciente esfuerzo sin concesiones; el débil permanece en su inquietud, se
confirma en su mediocridad, renuncia incluso a las ambiciones con tal de no
combatir. El tiempo de Po es un tiempo de lucha, de sacrificio, de firmeza: no
es fácil vivirlo, pero será más difícil saber vivirlo para que sea constructivo y
válido.
127
24. Fu: Regresar
a
Regresar1
Salir y entrar sin prisa.1 Llegan amigos sin culpas. Se vuelve varias veces
al mismo camino.3 Después de siete días se regresará a casa.4 Ventajoso
tener dónde dirigirse.
128
línea clara, yang, es decir, la primera línea muíante, regrese desde abajo hacia
arriba, en un lento movimiento ascendente; esa línea significa raíz y tronco del
carácter, formación gradual, consolidación de posiciones, dificultad de
recomenzar, pero un recomenzar positivo y destinado a tener éxito.
El bien aparece abajo, al principio, insignificante, pero después bastante
fuerte, lo bastante como para hacer valer durante un tiempo sus particu-
laridades ante toda tentación por parte del ambiente, y ante cualquier forma
de condicionamiento. El significado mismo de la palabra «regreso», sugiere la
idea de un perpetuo «volver atrás», después de haber cometido errores,
además de un examen y un conocimiento de sí mismos, necesarios para
hacerlo de una forma positivamente activa.
Las líneas
5. El solsticio de invierno.
6. Porque las inclemencias del tiempo les impedían viajar.
129
El primer nueve: No aplazar el regreso. Ningún disgusto grave. Alegría y
suerte
Con serenidad y calma se arreglan las disputas, incluso las más graves,
basta con saber discutir las cuestiones que interesan, haciendo lo posible por
encontrar soluciones sin pretender resolver todo de inmediato, reservándonos
la última palabra. ¿Quién nos garantiza que la nuestra sea la justa? La linea
mutante advierte pues, que el momento es muy delicado y sugiere paciencia,
calma, coraje para mostrarnos objetivos y serenos a pesar de todo.
130
tienen en cuenta muchas posibilidades, se realiza el vivo y espléndido destino
individual, en el cual la soledad es una piedra para nuestra construcción, quizá
la más sólida.
Sin duda, habrá alguien que nos acompañará en el camino si es atraído por
un gesto, una sonrisa alentadora.
¡Fiesta de primavera!
Una copa de vino joven, una canción
y tres deseos:
que tú, Señor, vivas mil años,
que mi cuerpo no envejezca,
y que, como las golondrinas del tejado,
de año en año, podamos volver a vernos
131
25. Wü Wang: Sinceridad
Sinceridad1
132
nivel, y al que casi todos los hexagramas dedican un pensamiento o una
alusión.
El I Ching es un libro de sabiduría terrena, enseña cómo debemos
comportarnos en los acontecimientos cotidianos, para no tener que temer
luego al futuro hasta el punto de querer indagarlo.
Las imágenes evocan los tiempos felices de los Reyes-Sabios, que seguían
fielmente el Tao, el camino de la verdad y de la justicia, inaugurando épocas
gloriosas. La fuerza vital del trueno recorre cual inefable temblor a la tierra
helada: el primer temporal que todo lo anima, hace temblar, renueva, como si
cada vez se tratara del alba de los tiempos, del amanecer del mundo. En esta
fresca pureza del cielo y de prados, el espíritu se siente libre, ligero, feliz. Es el
estado de ánimo de quien obra con rectitud, claridad, prudente sinceridad; una
condición que debería encontrarse en todos, pero que, en realidad, es de pocos
y que, rara vez, se vive con sabiduría.
Las líneas
133
diato, las relaciones y los proyectos darán grandes satisfacciones y tendrán
muchas probabilidades de conducirnos a resultados positivos.
Cada trabajo vale en cuanto que está formando parte del tiempo que le
pertenece, porque participa de la armonía universal, única garantía de éxito y
de bienes.
Es la línea del compromiso desinteresado y de la verdadera sabiduría, la
que valora las cosas en sus límites y las acepta esperando su realización, sin
optimismos, pero con feliz confianza en el cumplirse de los destinos, por
lejanas que puedan parecer las conclusiones.
134
El quinto nueve: Enfermedades incluso en un tiempo de equilibrio. Se
recuperará la salud sin medicinas
135
Ta Khü:
26. Fuerza educadora
Fuerza educadora1
Tiempo de educar
136
después por las imágenes y las lineas mutantes. Hexagrama de la actividad
enérgica y racional (domesticar animales, animales domésticos, etc.), T á K h ú
nos invita a que, cuando se nos presente la ocasión, miremos más allá del
limite cotidiano («o depender de la familia), mientras el tiempo favorezca una
ampliación de nuestra visión de las cosas, hemos de tomar decisiones (cruzar
una gran agua), perseverar con fe en todo lo que hemos iniciado. Este intenso
trabajo es, además, una búsqueda de valores para la formación del carácter.
Las lineas
137
facilita el esfuerzo por ver más claro lo que sería conveniente llevar a cabo. El
detenerse no significa renunciar, sino suspender toda interferencia para
observar la realidad imparcialmente, mediarla con objetividad, afrontarla con
conocimiento de causa, y en la forma justa.
Por lo demás, no es un momento favorable para las intervenciones, no
existen las condiciones adecuadas, quizá hayamos cometido ya algún error
que, aunque no sea grave (una desgracia), habrá que corregir; por ello, la
evaluación de la situación se convierte en sumamente oportuna, es más, en
necesaria.
El cuarto seis: Una tablilla entre los cuernos del joven torito.6 Gran alegría
138
afrontar una situación imprevista, o si nos encontramos en circunstancias de
las que desconocemos la dimensión exacta. La educación del carácter
permite, además, afrontar con calma toda sorpresa; al lograr dominamos
alcanzamos siempre a dominar a los demás, haciendo que se muestren
disponibles a nuestras ideas, sin sofocar sus personalidades. La línea mutante
sugiere pues que ejerzamos un atento control sobre nosotros mismos, pero
especialmente sobre todo lo que interesa, para que los acontecimientos no se
nos escapen de las manos, y para que los resultados que se prevén sean
positivos y no se conviertan en desastres. Nos encontramos aún en los
comienzos (joven torito), la intervención inteligente y tempestiva es garantía
de éxitos.
7. Literalmente: del jabalí, es decir del cerdo salvaje, particularmente feroz pero de
carne muy sabrosa.
8. Otra traducción podría ser: «¿Cuáles son los caminos del Cielo?»; pero los
140
27. I: Nutrirse
Nutrirse1
141
de estas noticias, necesariamente breves, sobre la historia de las costumbres, la
presencia del hexagrama I adquiere una gran importancia y su mensaje se
hace perfectamente lógico, claro y justificado.
Tiempo de nutrirse
Las líneas
142
El primer nueve: Abandonar el propio espíritu de tortuga3 conforma de
cabanaObservar el desarrollo5 de los setos ajenos. Desventura
143
consecuencias inmediatas y mediatas. Se trata de un momento peligroso
porque no reaccionamos como debiéramos y rechazamos (tendemos a subes-
timarlos) los consejos oportunos. El tiempo en espera de las soluciones
será largo y difícil porque se están perdiendo las dimensiones exactas de las
cosas y «durante diez años», es decir por un período indefinido, pero bastante
extenso, no lograremos concluir nada si no tratamos de poner remedio de in-
mediato.
144
introduce a Tá Kwo, ei hexagrama que indica tiempos y situaciones excepcio-
nales, y también excesos y temores difíciles, si no se afrontan con una sólida
experiencia de hombres y de hechos. En el desarrollo del I Ching el hexagra-
ma 27 ocupa, sin duda, un lugar muy importante desde el punto de vista moral,
además de poseer un gran interés histórico y etnológico, precisamente por la
simplicidad de sus enseñanza, tan lúcida y real, que se convierte en sabia.
145
28. Ta Kwo: Excesos
Excesos1
La vida del techo es débil. Útil tener un lugar al cual dirigirse. Fortuna.
1. Pasar, sobrepasar, exceder, culpa. Ta, en este caso, refuerza el sentido de kwo;
en efecto, el significado de «exceso» es un sentido derivado de ta, «grande».
146
Las líneas
El segundo nueve: El álamo seco produce un retoño. Un viejo señor toma por
esposa a una muchacha. Nada que no sea ventajoso1
2. E x c e s o d e p o s i b i l i d a d , p o r lo t a n t o d e p r u d e n t e o p t i m i s m o , p o r q u e t o d o d e p e n d e
d e c ó m o e l i j a m o s , es d e c i r d e c ó m o a p r o v e c h e m o s e s t a s o c a s i o n e s .
147
El tercer nueve: La viga del techo se dobla. Desgracia
Una columna que se eleva erguida y decidida en sus medidas, tanto como
para hacer imposible todo desmoronamiento, indica la firmeza del carácter
necesaria en un momento bastante preocupado y preocupante, pero que no es
tan grave como para no poder superarse con serenidad. Es un tiempo yang,
por tanto todo se resuelve, pero sólo con el esfuerzo duro y tenaz, propio de
quien sabe lo que quiere y persigue sus fines con energía. El consejo es
claro, si bien no resulta fácil de seguir.
148
soñadas, pero cuya aceptación considerábamos menos grave. Los niveles
excepcionales son difíciles de alcanzar, y aún más difíciles de comprender y
de vivir con el necesario equilibrio. Mejor no lamentar la grandeza si nuestra
dimensión no ha sabido abrazarla, pero deberá existir por lo menos un intento
por recordar, de lo contrario, la renuncia se proyectará, amenazante, sobre la
serenidad futura.
3. Según la melodía de Shui-lung-lin (II canto del Drago delle acque) (El canto del
dragón de las aguas), tomadode G. Bertuccioli,La letteratura ciñese, Florencia, 1968.
149
29. Khan: Peligro
Peligro1
Tiempo de peligro3
150
ra a nustro encuentro, mantenernos serenos porque los sentimientos auténti-
cos no corren riesgos, sino que permanecen vivos en su firmeza. Lo positivo se
transforma en negativo, a nuestro alrededor habrá vacío e incertidumbre, en el
corazón tendremos las ansias de realizar a pesar de todo. El trigrama que se
repite ( a r r i b a y SSL™ abajo, es decir dos veces Khán, peligro) expre-
sa la repetición del peligro, subrayando gráficamente la dificultad del momen-
to. Pero, en el lenguaje simbólico del I Ching, Khán es también la Luna, es
decir la luz en la oscuridad, y por eso la fórmula sapiencial induce a la fe e
invita a la esperanza.
Las líneas
Las líneas mutantes insisten en la tremenda posibilidad de errar, y de
«acabar en una trampa» en este tiempo de insidias y de peligro, puntuali-
zando el sentido de la fórmula sapiencial y de las imágenes, invitando a la fe y
a la atención, indicando las desilusiones y las melancolías, para que no nos
dejemos arrastrar por hechos que sólo son un momento dentro del gran ciclo
de la Mutación.
151
justamente, pero que tienen un motivo y una solución, como todos los proble-
mas del mundo.
4. Buscar una defensa, una «almohada» que amortigüe los golpes; de hecho, sig-
nifica precisamente «almohada».
5. Escudilla de arroz, taza para el vino, cesto para la fruta. Eran objetos emble-
máticos, del sacrificio.
6. Literalmente: para dones traídos a través de la ventana.
152
El quinto nueve: El foso no se llena. En el fondo se hace plano.1 Ninguna
culpa
El seis arriba: Atar usando una buena cuerda. Encontrarse en un seto espi-
noso. Tres años sin moverse8
7. L i t e r a l m e n t e : el f o n d o es liso, a p l a n a d o .
8. E n el I Ching, las i n d i c a c i o n e s d e d u r a c i ó n t i e n e n s ó l o v a l o r e m b l e m á t i c o , y
«tres a ñ o s » se r e f i e r e a u n p e r i o d o r e l a t i v a m e n t e b r e v e .
9. Las trescientas poesías T'ang.
153
30. Li: Distinguir
Distiisgolr 1
Tiempo de clarificar
1. D e j a r , a b a n d o n a r , r e s a l t a r , p r e c i s a r .
2. V i r t u o s o s , f u e r t e s en s e n t i d o m o r a l .
154
hechos que se delinean con precisión, podemos intervenir para hacer más
claro todo lo que aparece oscuro y decidir sobre todo aquello que todavía está
incierto en nuestros pensamientos. El tiempo de Li es favorable, y el oráculo
sugiere que lo acojamos y lo vivamos, porque así demostraremos una gran sa-
biduría.
Las líneas
Las líneas mutantes advierten que existen aperturas diferentes, pero todas
válidas; el tener fe puede conducir las esperanzas más allá de las suposicio-
nes, pero existen también peligros, los que inevitablemente se ocultan, en
especial, en las situaciones más favorables. El tiempo de Li es, sin embargo,
un tiempo positivo, por lo que bastará con un poco de sabiduría para evitar
desilusiones y arrepentimientos.
Muchos son los intereses, las cosas por hacer, los problemas por resolver,
incluso en un tiempo tan activo puede convertirse en un vivir peligroso y difí-
cil. Con calma, habrá que imponer orden en la maraña de sentimientos y pro-
gramas; hemos de esforzamos por ver con claridad (Li es un fuego que ilu-
mina) todo aquello que hemos de completar, perfeccionar, renovar, tal como
indica la presencia de Tui y de Sun, para conducir a término las cosas verda-
deramente importantes, distinguiéndolas de las inútiles.
El trabajo será ayudado precisamente por el tiempo festivo e inteligente
de Li.
3. E s decir, los C u a t r o O r i e n t e s q u e d e l i m i t a b a n el I m p e r i o y q u e , c o n f r e c u e n c i a ,
se i d e n t i f i c a b a n c o n las c u a t r o regiones limítrofes.
155
El segundo seis: Esplendor amarillo. Presagio de gran fortuna
El tercer nueve: Luz del sol que se pone. No golpear sobre un tiesto de barro
ni cantar. Suspirar es la ley de la vejez.* Desventura
El cuarto nueve: Como un raudal, así llega él. Como arder. Como morir.
Como ser abandonado5
4. Una ley natural, que hace que los ancianos sientan nostalgia del pasado.
5. O sea, una situación insoportable, pero no definitiva.
156
movimiento alternado de los hechos, por tanto es inútil que nos abandonemos
a la desesperación, tanto más estéril cuanto que ignora los sabios principios
que rigen la naturaleza, en su sabia sucesión de oscuridad y luz, de frío y calor,
de lluvia, viento y sol.
Si la añoranza nos ayuda a intentar la búsqueda del equilibrio perdido, se
transforma en fuerza, en «querer hacer», en actividad nueva y ésta, según nos
enseña la quinta línea, es la actitud justa de quien debe superar dificultades,
vivir dramas, padecer desilusiones, mucho más difíciles de soportar porque
son absolutamente inesperadas.
También el tiempo de Li tiene sus tempestades, a pesar de que se trata de
un tiempo positivo y favorable si se lo vive de la forma adecuada a las
circunstancias, es decir con una lúcida sabiduría; son precisamente esas horas
dramáticas las que hacen más espléndidas las horas de buen tiempo.
6. Literalmente: vulgar.
7. MAO TSE-TUNG. Linche cinesi, Turin. 1968. En Chinase repite todavía hoy un
antiguo y acertadísimo proverbio: «Ni siquiera vivimos cien años, no nos enfademos,
pues, como para mil».
157
31. Hsien: Unir
Unir 1
Tiempo de unirse
158
Hablan las imágenes
Las líneas
No debemos tener ansias por concluir; resulta errado querer apresurar los
tiempos; hay que reflexionar antes de decidir. Existe un cierto tipo de unión,
eso sí, pero es sumamente inestable, al igual que las pantorrillas que siempre
están en movimiento. Habrá que esperar todavía un poco, antes de tomar
cualquier decisión: el momento es adecuado, pero las condiciones no son aún
favorables, y las premisas no conducen a resultados apreciables. En el tiempo
de Hsien se puede obtener mucho, bastará con que sepamos comportarnos de
la forma adecuada.
159
El tercer nueve: Unirse con los muslos. Atenerse a lo que venga luego. Acto
seguido, preocupaciones
La cuarta línea mutante habla de un momento feliz; habrá que alejar a las
sombras, discutir las incertidumbres porque nos entienden y nos siguen con
interés y afecto. Hemos de abrirnos a los demás porque, no sólo está permitido
por la evolución de las cosas, sino que es necesario para resolver cualquier
perplejidad. El tiempo de Hsien alcanza su expresión más bella y su mutación
más favorable; procuremos que no escape, pues será difícil que vuelva pronto.
160
El realizar la unión de la que habla la sexta linea mutante nos traerá alegría
y permitirá que seamos consolados. Concluye así un mensaje difícil y no del
todo aceptable, porque Hsien es un hexagrama cerrado y atormentado que
pone en tela de juicio los modos exteriores, los pensamientos no siempre
claros, los medios mismos para comunicarnos; no es una mediación cómoda
en cuanto toca muy de cerca y nos obliga a mirar en la zona débilmente
iluminada del inconsciente, que trata de sustraerse a la indagación rigurosa y
que debería ser iluminada para iluminar nuestra vida misma.
3. Li PO. A Tan Chin, tomado de Mao Tse-Tung, Liriche cinesi, Turin, 1968.
161
32. Hang: Luna Creciente
Luna Creciente 1
162
equivocarnos, porque el conocimiento de la situación (o de las personas) nos
da las certezas necesarias. Hemos de mantenernos firmes y constantes, como
los fenómenos del cielo porque, al igual que ellos, nuestras acciones forman
parte del equilibrio del pequeño Universo humano, y del vasto Universo que
comprende el Cielo y la Tierra.
El de Hang es un tiempo feliz, tiempo de la luna que crece, de los retoños
que suben hacia el cielo siguiendo su ritmo, de la luminosidad que se extiende,
tiempo de vida intensa y activa como ocurre en la naturaleza, del novilunio al
plenilunio. Son días que se han de vivir en su plenitud, perseverando en los
programas en desarrollo y manteniendo firmes las propias convicciones.
La fugaz rapidez del relámpago (Kan) y la movilidad del viento (Sun) que
ilustran la composición del hexagrama, dan el sentido de la mutación del
Tiempo y de la estabilidad del Tiempo que permanece periódicamente
constante, que se repite, que se confirma como experiencia vital.
Es el musido terrestre que se realiza, que crece con el crecimiento de la
Luna y se extiende cuando ésta mengua, siguiendo ia ley que regula su
movimiento por el cielo. Pero aunque varíe de forma, si se ensancha y
desaparece, la Luna no cambia, y será conveniente que en este tiempo de
Hang mantengamos una fe perseverante, a pesar de la luz y la oscuridad que se
alternan como en todas las cosas terrestres.
Las Mineas
163
El segundo nueve: Las inquietudes desaparecen
Un momento favorable, sereno, por loque será justo que nos liberemos de
pensamientos inquietantes, porque no existen motivos de preocupación váli-
dos, por lo menos en lo que se refiere a nuestras actitudes. La certidumbre de
haber obrado, al menos hasta ahora, de la única forma adecuada debe darnos
confianza, en lo que se refiere a las próximas intervenciones en el desarrollo
de la situación, o de los hechos que acaecerán en un tiempo no muy lejano.
164
nuestro modo de ver, los que nos revelarán la medida de cuanto nos interesa;4
por otra parte, seria un error que insistiéramos en buscar soluciones más
comprometidas (el marido y el hijo) en un momento de esperas como es el de
Hang.
Es inútil que nos inquietemos, a veces debemos pensar en todo aquello que
hemos logrado, y seguir adelante, aunque no sepamos con precisión cómo
concluirán las jornadas inquietantes y tensas como las que estamos viviendo.
Con frecuencia, perdemos los horizontes y confundimos los caminos; tal vez,
los tiempos que vendrán requerirán mucha sabiduría, quizá sean silenciosos,
pero por el momento es necesario que tengamos paz para meditar sobre los
posibles desarrollos de los programas encaminados, problemas que todavía
no hemos considerado ni resuelto. Estos constituirán la realidad del tiempo de
Thun, el tiempo del retiro y de la preparación para diversos acontecimientos.
165
Thum Retirarse — —
Retirarse 1
Tiempo de retirarse
Sólo debemos ocupamos de los problemas marginales, y vivir los días sin
prisa, pero como si fueran los únicos que nos han concedido, los definitivos,
los verdaderamente importantes en el desarrollo de los acontecimientos,
como si estuvieran (aunque no lo sean), plenos de acciones. Quizá no sea
fácil, como tampoco resulta fácil comprender el valor efectivo de este tiempo
de suspensión, y darle la dimensión exacta, convertirlo en válido utilizando
166
sus sugerencias. Lo volveremos a encontrar más tarde, cuando los hechos no
nos dejen tiempo como para detenernos y pensar, muchos problemas serán
más fáciles de resolver porque finalmente habremos conquistado la sabiduría
de las cosas en estas horas, quizá pesadas, de silencio y soledad.
Las líneas
El segundo seis: Para atar un buey se utiliza una correa de cuero amarillo.
Imposibilidad de hablar
167
color del equilibrio4. El cuero ata con tanta firmeza que resulta imposible
desatar tales lazos, pero no debemos dejarnos condicionar mas allá de lo justo
y necesario, y, naturalmente, tampoco debemos condicionar la evolución
consecuente de los casos. El peligro que describe en este momento la segunda
linea mutante, es el de encontrarnos en la imposibilidad de justificar nuestro
comportamiento y de lograr explicarnos con claridad los distintos motivos que
han conducido a conclusiones que quizá no sean del todo positivas.
168
términos del problema, sino también para gozar de esta pausa impuesta por
los hechos, todavía no evaluados convenientemente. Ningún consejo, ningún
encuentro puede resultarnos útil, será mejor que busquemos en nosotros
mismos las soluciones que quizá hayamos buscado ya en otra parte, esas
convicciones que no han podido aún arraigarse. Hemos de rechazar lo
exterior con mucha firmeza y observar con desencantada objetividad todo lo
que nos interesa, lo cual, en el fondo, es un problema absolutamente personal.
Ya vendrán los tiempos del diálogo, esta es la hora de la hermosa soledad.
169
Té Kwang:
B aBB
Wt Gran fuerza
Gran fuerza 1
Ventajosa la rectitud.
1. Muy fuerte, muy robusto, muy sano, muy grande, muy bello, gran energía.
170
para convertirlo en algo válido desde todo punto de vista, reuniendo la
confianza necesaria para afrontar la inevitable mutación de un futuro que,
quizá, ya esté muy cercano.
Las líneas
Las glosas de las líneas mutantes tienen un lenguaje tan variado que no
parece posible, al menos en una primera lectura, encontrar un hilo conductor,
pues no alcanzan a componer un mensaje uniforme (cosa que no ocurre en
otros hexagramas). Sin embargo, una segunda lectura nos dará una indica-
ción, es decir muchas indicaciones que resultarán preciosas cuando la expe-
riencia las aclare en todo su alcance.
2. C o r r e r , c a m i n a r c o n f u e r z a , e t c é t e r a .
171
El segundo nueve: Afortunada la pureza de intenciones3
3. S i n c e r i d a d , r e c t i t u d m o r a l .
172
demasiada imortancia, porque con la mutación de las situaciones, y la
intervención de acontecimientos distintos, están destinados a desaparecer.
Es inútil afligirse,4 por lo tanto, habrá que saber esperar con paciencia la
evolución de los hechos, cuya solución no está muy lejana.
4 . Inútil s e n t i r r e m o r d i m i e n t o s ; l i t e r a l m e n t e : n i n g u n a i n q u i e t u d .
5. Las trescientas poesías T'ang.
173
35. Yin: Progresar
Progresar 1
Tiempo de progresar
1. A u m e n t a r , a ñ a d i r , a c r e c e n t a r .
2. S e t r a t a d e u n a c o s t u m b r e . L o s c a r r o s y los c a b a l l o s e r a n p r e s e n t e s m u y
i m p o r t a n t e s , y tan e x c e p c i o n a l e s c o m o ellos e r a n las a u d i e n c i a s i m p e r i a l e s . D e ahí q u e
tres a u d i e n c i a s r e s u l t a r a n u n a c o n t e c i m i e n t o sin p r e c e d e n t e s , u n a i n d i c a c i ó n e x t r a o r d i -
n a r i a del f a v o r d e ! s o b e r a n o .
174
Hablan las imágenes
Las líneas
3. L i t e r a l m e n t e : se p r o g r e s a y se tienen o b s t á c u l o s .
4. R i q u e z a interior, de energía, d e p e n s a m i e n t o s , d e s u e ñ o s .
175
El segundo seis: Progreso y melancolía. Afortunada la firmeza. Él recibe
ayuda y alegría.5 Él busca refugio junto a la madre del Rey6
El estar de acuerdo con uno mismo, con nuestro tesón, con los demás,
proporciona seguridad y serenidad; por ello será justo que creamos en este
consenso que circunda y alegra, es más, debemos sacar de él la fuerza
necesaria para continuar en las difíciles realizaciones, cualesquiera que sean
y a cualquier nivel.
Debemos hacer a un lado los pensamientos oscuros, pues este es un
momento importante que debe ser vivido en toda su extensión.
5. T a m b i é n « g r a n a l e g r í a » : es decir, u n a a l e g r í a q u e « a y u d a » , s e g ú n el s e n t i d o m á s
literal.
6. E n la a n t i g u a C h i n a m a t r i a r c a l , la m a d r e del E m p e r a d o r e j e r c í a u n p o d e r q u e a
v e c e s s u p e r a b a al d e l m i s m o S o b e r a n o .
7. E s p e c i e d e r o e d o r d e c o l a t u p i d a q u e d e v o r a b a los cultivos.
176
alternado, el de los días y las noches, el del nacimiento y de la muerte. La
sabiduría reside precisamente en esta aceptación de la mutación sin drama-
tizar, como se acepta el ritmo estacional alternado, el de los días y las noches,
el del nacimiento y de la muerte. La serenidad con la que se afrontan estos días
bastante luminosos, garantiza el logro de cuanto se desea hacer.
El nueve arriba: A vanzar con los cuernos. Usarlos sólo para destruir un dis-
trito. Preocupación, fortuna, ninguna culpa. Justa inquietud
El avanzar rectos hacia la meta puede convertirse en algo tan difícil por los
obstáculos que se interponen, que será necesaria una intervención muy enér-
gica y quizá violenta, tan violenta como para romper vínculos, destruir progra-
mas, alterar costumbres, ambiente o convicciones. Los casos son muchos;
no obstante, esta actitud nunca es fácil de adoptar y debe ir acompañada de un
profundo análisis de la oportunidad de asumirla. Existirán preocupaciones,
inquietudes lógicas y justas, pero si hemos de mostrarnos decididos, este es el
tiempo adecuado, sólo así podremos alcanzar muestras objetivos. Yin es un
tiempo de metas logradas.
8. C O N F U C I O , Ta Chuán, Elegantiae ( O d a s M e n o r e s ) , L i b r o 6.
177
Ming I: —
36. Luz que se apaga ss^
178
muchos momentos, pero logra darnos palabras de ánimo y esperanza porque,
si una luz se hunde en la oscuridad, otras luces pueden encenderse, o quizá
regrese aquella misma luz, cuando el ciclo de la mutación se haya cumplido en
su infalible precisión. Y, con frecuencia, el ofuscarse de una gran claridad nos
permite descubrir luminosidades tenues y modestas que, de lo contrario,
habrían pasado inadvertidas y que, quizá, representen el inicio de una jornada
nueva, distinta, serena.
Las lineas
179
dad. Quizá nos enteremos de cosas que nos harán daño, de verdades altera-
das; existen, no obstante, demasiadas chácharas inútiles, cuando no malva-
das, pero no prosperarán porque se trata de comentarios que no valen nada, y
que provienen de personas que valen menos.
En una palabra, este es un momento de confusión, de tristeza y de pro-
fundas desilusiones, porque las palabras de los mezquinos son pobres como su
espíritu, y escuálidas como sus pensamientos.
180
es el consejo del oráculo, que nos indica una salida lateral (salir al patio), es
decir, nos sugiere que nos desliguemos silenciosamente, pero sin engaños (a
través de la puerta), de todo tipo de condicionamiento. Son tiempos oscuros,
no podemos ver las cosas en su dimensión exacta, por lo que será mejor espe-
rar a que el sol vuelva a aparecer en el horizonte para proseguir nuestro
camino.
7. Según parece, este noble era pariente de! tirano Chou Sinn. Al no poder reti-
rarse de la corte, fingía estar loco (por lo que lo tenían casi como a un esclavo), con tal de
no ceder en sus honestos principios, en contraposición con los del odioso déspota, a
quien a pesar de todo, debía obediencia.
8 . CONFUCIO, Tá Chuán.
181
Kiá Zan:
37. Gente de familia EEIiE
Gente de familia'
El Libro de las Mutaciones no sólo contempla el alternado devenir de
los hechos, sino que, con frecuencia, se detiene a discurrir sobre las condi-
ciones, las formas cotidianas de vida, las circunstancias que son parte inte-
grante de la existencia humana. Naturalmente, al captar el mensaje de
hexagramas como Kiá Zan logramos reencontrar usos, costumbres, tradicio-
nes, creencias de gentes cuya historia tiene siempre una cierta actualidad si se
la considera con sensibilidad, diría con afecto, como los chinos mismos la
sienten aunque no lo declaren casi nunca con palabras sino siempre con
hechos. El pueblo chino es un pueblo que hay que descubrir, un pueblo
paciente, valiente, atormentado y sabio que Occidente no ha podido encon-
trar aún. El I Ching es el poema de la China antigua y del antiguo amor por la
naturaleza, es un libro lleno de notas reflexivas, de visiones dramáticas, de at-
mósferas serenas, de preciosos testimonios, un libro de todos y que para todos
tiene un mensaje importante, al igual que lo tenían los primeros sabios filó-
sofos que poblaron la Tierra.
1. E l i d e o g r a m a Kiá significa: f a m i l i a , c a s a , c a s e r o , d o m é s t i c o , p a r i e n t e s ,
c l a s e , e s c u e l a , p a r t i d o ; y ^ v zan significa: « h o m b r e » ; Kiá Zan significa: m i e m b r o d e
u n a f a m i l i a , sirviente, c r i a d o , gente d e c a s a , d e f a m i l i a .
182
Debemos ser candorosos y claros especialmente en el vivir (o programar)
cosas aparentemente insignificantes (la jovencita), y ordenados y precisos al
ocuparnos de los detalles, porque elKik Zan es un momento delicado, puesto
que nos vemos inclinados a dejar de lado los pensamientos habituales cre-
yendo que lo mejor es ocuparnos de construcciones más vastas.
Kiá Zan no es un tiempo de grandes horizontes, sino del descubrimiento de
la importancia de los detalles, de lo habitual, de lo cotidiano.
Viento que sopla desde el fuego, gente de familia. Sólo el Sabio realiza
con palabras y es firme en las acciones.
Las líneas
Con pocos trazos, pero con vivacidad y gracia, las líneas mutantes dibu-
jan cuadros de la vida familiar, para indicar la atmósfera de este tiempo varia-
do y. sin embargo, previsible, pero que no resulta fácil como parecería, y que
puede ser muy constructivo si se lo vive en armonía y con la paciencia de quien
teje la trama de una tela.
183
El segundo seis: Ninguna posibilidad de logros. Permanecemos entre las ca-
cerolas. Afortunado ser firmes
El tiempo de Kik Zan no es fácil, porque son muchos los contrastes que
dificultan el que continuemos viviendo, por ello es necesario que seamos enér-
gicos y pacientes (¡hasta la paciencia es una forma de energía!) para poder
realizar cuanto hemos programado.
Aunque la sugerencia de la línea muíante pueda parecer excesiva, no
deberemos lomar demasiado a la ligera esle momento que oculla sus insidias
(Khán), mucho más peligrosas puesto que son desconocidas o inadvertidas. Si
no examinamos con seriedad y objelividad las dislinlas siluaciones (o las dis-
linías personas, las variadas posibilidades) tendremos sorpresas decidida-
mente desagradables.
3. S e d i v i e r t e n d e m a s i a d o , h a c e n l o c u r a s .
184
un aliciente para quien no estuviera seguro, y un consejo, para quien deseara
conquistar esta rara paz.
El quinto nueve: El Rey llega a tener una familia. Fortuna sin inquie-
tudes
Las acciones han sido enérgicas, las intervenciones, valientes; así hemos
logrado dominar la situación y alcanzar una cierta tranquilidad que posee
sólidas raíces. La situación en la que nos hallamos es decididamente positiva,
las personas son seguras y amigas, a nuestro alrededor se ha formado una ar-
monía que nos allanará y facilitará las soluciones a los problemas que, even-
tualmente, se encuentren aún pendientes.
Más que un consejo y una respuesta, esta última línea es una máxima de
sabiduría que se basa en la experiencia y la observación de las cosas.
La confianza en uno mismo nos hace fuertes y seguros; el tener fe nos con-
vierte en personas autorizadas en comparación con los demás. En esta con-
dición, bastante rara por cierto, pero no imposible de alcanzar, toda sugeren-
cia es escuchada como si de una orden se tratara, cada consejo es seguido con
alegría. El reflejo de la serenidad interior, del equilibrio, de la calma que
crecen en nuestro interior, ilumina el mundo que nos rodea, haciendo que la
vida se convierta en una verdadera conquista.
4. L i t e r a l m e n t e : a u t o r i d a d .
5. Las trescientas poesías T'ang.
185
Contraste 1
Tiempo de contrastes
1. O p o s i c i ó n , s e p a r a c i ó n , d i s t a n c i a , d i f e r e n c i a , n o q u e r e r m i r a r , d i s c o r d i a , sol q u e
se p o n e .
186
Hablan las imágenes
Las líneas
2. P o r sí m i s m o .
3. E n c o n t r a r p a r a ver; ver.
187
El segundo nueve: Encontrar a un hombre importante a lo largo de un sen-
dero estrecho. Ninguna culpa
Una ocasión perdida sin culpa, quizá no nos demos cuenta de lo bueno que
habría sido si se hubiera presentado en una ocasión distinta, pero la mala vo-
luntad no ha tenido que ver en esto, cosa que debe confortarnos, porque la oca-
sión volverá a presentarse. Los tiempos contradictorios, incluso cuando pa-
recen equivocados, no son negativos, son, si acaso, tiempos de espera, y por
tanto, a su manera son tiempos activos. Quedan las dudas, las inquietudes, las
amarguras, algo podríamos haber hecho y, dadas las circunstancias, no he-
mos hecho nada (el hombre importante... el sendero estrecho), pero quizá lo-
gremos darnos cuenta de que todo se ha pospuesto para esperar una evolu-
ción quizá mejor.
El tercer seis: Vemos arrastrar una carroza. Este buey está trabado. Aquel
hombre tiene la cabeza rapada y la nariz cortada.4 Aunque el inicio sea
negativo, existe una conclusión5
Khv/ei es un tiempo difícil de vivir, es lo que nos repiten las líneas mo-
tantes, pero existen también momentos verdaderamente desoladores en los
que sólo la fe en uno mismo y en los demás, o en los acontecimientos futuros,
puede ayudarnos a evitar la desesperación. Y es cierto que la fe ayuda, bas-
tará con encontrarla, con que nos la impongamos, porque es verdaderamente
necesaria. A cualquier nivel, la experiencia de la soledad es tan angustiante
que puede hacernos perder la orientación; estamos en peligro y lo advertimos
aunque no sepamos precisarlo, pero nada podemos hacer, no tenemos culpa
por lo que ocurre muy a pesar nuestro. Son los momentos yin que pasan con
mayor lentitud.
Poco a poco, con dificultad, reconoceremos los valores, organizaremos
nuestros sentimientos, y daremos forma a nuestros pensamientos. Cuando
llegue el tiempo yang...
4. E s decir, ha s i d o c a s t i g a d o c o n f o r m e a la a n t i g u a ley c h i n a s e g ú n la c u a l se le
r a s u r a b a la « c o l e t a » y se le a m p u t a b a u n a p a r t e visible del c u e r p o .
5. O s e a , l o g r a m o s r e s o l v e r algo.
188
El quinto seis: Las inquietudes se disipan. Esta familia6 se devora la piel.
¿Qué culpa si vamos y venimos?1
189
39!» hLiemz Dificultad
Dificultad 1
Tiempo de dificultad
Ventajoso a! sudoeste. Desaconsejable al noreste. Útil ver a un gran
hombre. Afortunada la firmeza.
El oráculo aconseja que nos retiremos (sudoeste) a nuestras posiciones,
y que no tomemos iniciativas (noreste), en un momento tan insidioso. Por lo
tanto, habrá que permanecer quietos, sin pretender doblegar los aconteci-
mientos a nuestro favor, sino más bien tratar de ver sus límites concretos, sus
matices más importantes, y las posibilidades efectivas de éxito (ver a un gran
hombre) para saber cómo comportarnos, qué buscar y a qué renunciar, por lo
menos hasta que duren las difíciles condiciones en las que nos encontramos.
í . C o j o , tullido, d e s g r a c i a , peligro.
190
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
2. C o n c e n t r á n d o s e en sí m i s m o .
3. D é b i l , d i f i c u l t o s o , q u e c o j e a p o r c a u s a de u n a m a l f o r m a c i ó n .
191
El segundo seis: Un Rey y un vasallo en graves dificultades.4 No por causa
de ellos5
Otra vez se nos sugiere prudencia y se nos invita a rever los problemas sin
querer resolverlos, no sería éste el tiempo adecuado, pero debemos, eso sí, in-
tentar comprenderlos y definir su alcance. Decididamente, /fien es un
momento de revisiones, una investigación de las «raíces» y por lo tanto, es un
momento precioso dentro de la economía de cada existencia. De hecho, nos
conduce a la claridad y nos revela las posibilidades de la meditación, de la pru-
dencia y de la fuerza del aguante. Incluso porque las rebeliones serían inútiles.
192
El seis arriba: Peligroso proseguir, grandeza al regresar. Fortuna. Ventajo-
so ver a un hombre importante
Otra vez se nos sugiere que aclaremos con paciencia los límites de la situa-
ción. de modo tal que las acciones se dirijan siempre hacia todo lo que se pue-
de alcanzar, y que sepamos que no debemos, al menos en este tiempo,
pretender algo más o algo distinto. Con frecuencia, las dificultades son conse-
cuencias de un comportamiento irreflexivo, de ambiciones excesivas, de una
confianza concedida imprudentemente. Debemos vivir de cara a la realidad,
sin ilusiones y sin descorazonamientos, he aquí lo que nos susurra el oráculo
con cada uno de sus signos, pero especialmente en hexagramas como el de
ÁTien, aparentemente imposibles de aceptar. En una palabra, hemos de vivir
para hacer que nuestra breve jornada en el tiempo y nuestra grave pero impor-
tante fatiga en el mundo sean serenas.
193
40. Kdeh: Explicar
Explicar 1
Tiempo de explicar
194
Hablan ¡as imágenes
Se desencadenan truenos y lluvias. Tiempo de explicaciones. Sólo quien
es Sabio perdona las culpas y es indulgente en los castigos.
Tiempo de aclaraciones y, además, tiempo en el cual se ven los errores, los
defectos, las debilidades, las culpas de los demás, de gente que tal vez es im-
portante en nuestras vidas y la causa de nuestras angustias pasadas, de las que
aún conservamos vestigios. La sabiduría es indulgente, la inteligencia sabe
comprender y puede perdonar, precisamente porque comprende. Se trata de
una enseñanza muy hermosa y muy importante que debemos recordar en este
perturbante momento de claridades que resplandecen casi, de iluminaciones y
de vastísima comprensión. No debemos dejar pasar en silencio las ofensas re-
cibidas (si han existido), pero tampoco prolongar demasiado las discusiones,
de todos modos, sería inútil y quizá triste. Tiempo de claridades, tiempo de ex-
plicaciones, y tiempo de recomenzar a esperar, a construir y a mostramos
serenos.
Las líneas
Existe ia condición ideal para afrontar los problemas del tiempo de Kieh.
Pureza de intenciones, disponibilidad generosa hacia los demás, voluntad
de comprender libres de preconceptos, firmeza en la convicción de vivir un
momento particularmente favorable y, por 1o tanto, de que debemos ser opti-
mistas para tener la fuerza de llegar hasta el fondo de los problemas, supe-
rando inevitables rebeliones y estados de ánimo contrapuestos.
4. Los chinos afirman, sin embargo, que el zorro es el único animal capaz de salu-
dar al sol que se eleva, porque dobla las patas posteriores e, inclinándose, junta las an-
teriores. Cuando ha hecho eso durante muchos años, es capaz de transformarse y vivir
entre los hombres sin atraer su atención. El zorro simboliza además una especie de
segunda conciencia, ya que en las fábulas refleja los pensamientos de los hombres, y les
roba los deseos más ocultos para asemejarse a ellos más que nunca.
5. El amarillo es el color de lajusticia, de ia sabiduría y del equilibrio; la flecha es un
objeto rectilíneo; «flecha amarilla» indica por lo tanto la rectitud en las intenciones y la
justicia en las acciones.
195
Existen resultados, y las satisfacciones no se harán esperar si continua-
mos con firmeza en la persecución de los fines que nos hemos propuesto, y a
los cuales tendemos con claridad de pensamiento. Tres zorros en un solo
campo son muchos, y, considerando el significado simbólico del zorro, espe-
cialmente en el Extremo Oriente, donde el espléndido animal es considerado
como maligno y demoníaco, la captura es particularmente importante. El
tiempo de las explicaciones es también el tiempo de desvelar las intrigas, de
desenmascarar a los mentirosos; la rectitud de las intenciones hará más com-
pleta la victoria.
El tercer seis: Llevar una carga sobre las espaldas y viajar en carroza. Fi-
nalmerite, llegan los bandidos. Preocupaciones incluso si estamos en lo
justo6
Hemos de imponernos con decisión, incluso con una cierta dureza, ya sea
que esta dureza debamos aplicarla a nosotros mismos si nos sentimos, o
estamos, indecisos y débiles, ya sea que la apliquemos a los demás; se tratará
de un acto de coraje, y debemos tener la fuerza de llevarlo a cabo cuando es
necesario para darle el impulso resolutivo al curso de los acontecimientos.
6. L i t e r a l m e n t e : rectitud.
7. Q u i e n c o n o c e b i e n l a s c o s a s .
196
La fuerza personal y el resultado de la intervención serán proporcionales a
la claridad de los límites que nos hemos impuesto, del trabajo que debemos
iniciar y de las posibilidades reales que tenemos de llevarlo a buen fin, posi-
bilidades meditadas, precisamente, a lo largo del cambiante acaecer de los
hechos.
8. D i g n a t a r i o . T í t u l o h o n o r í f i c o d e un r a n g o e l e v a d o .
9. T o m a d o d e M a o T s e - t u n g . Linche cinesi, T u r í n . 1 9 6 8 .
197
41* Sun: Perder
Perder1
Tiempo de perder
Tener fe. Gran fortuna, ninguna culpa. Posibilidad de ser decididos. Útil
tener algo que hacer. ¿ Cómo comportarse?2 Pueden utilizarse dos escudillas
para el sacrificio.3
198
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
El primer nueve: Se avanza en las cosas con mucha prisa. Ningún error.
Primero, el aumentar, luego, el disminuir
4. E s t e artista, q u e t r a b a j ó e n t r e 1 1 9 0 y 1 2 2 4 a p r o x i m a d a m e n t e , s e i n c l u y e e n t r e
los q u e h a n c o n t r i b u i d o a c r e a r la idea q u e n o s h e m o s h e c h o en o c c i d e n t e d e la c o m -
plejidad de la p i n t u r a c h i n a .
5. O sea, n o c o m p r o m e t e r s e a f o n d o .
199
El tercer seis: Tres hombres caminan. Luego, uno de aleja.6 Un solo hombre
camina. Después, obtiene un compañero
6. S e q u i t a , se s u s t r a e .
7. A l g u n o s c o m e n t a d o r e s leen « p a r e s » en l u g a r d e « a m i g a s » , p o r q u e el i d e o g r a m a
es el m i s m o ; n o o b s t a n t e , el s e n t i d o d e la r e s p u e s t a n o c a m b i a , a c a s o « a m i g a s » lo h a c e
m á s claro.
8. D e r e v e l a r el f u t u r o c o n las lineas d e su c a p a r a z ó n m á g i c o .
200
El nueve arriba: No decidir ni poner en marcha cosas. Afortunada la firme-
za. Ventajoso tener una meta. Se obtienen algunos sirvientes, no se
forma una familia
201
42. Yi: Evolución — S
Evolución 1
Tiempo de evolución
Se cumplen las empresas más difíciles, incluso las que otras veces hemos
intentado inútilmente, o aquellas que han fallado parcialmente. Existe la
profundidad de los sentimientos, la capacidad de hacer (Khwan-Khán), el
entusiasmo de concluir; por ello, si se puede llevar a cabo todo proyecto, las
ideas se convertirán en hechos (/Can-Sun).
1. A u m e n t a r , a c r e c e n t a r , utilidad, p r o v e c h o , b e n e f i c i o , p r o g r e s a r .
202
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
Nada puede detener la actividad del tiempo de Yi, ninguna sombra, ningún
cansancio, porque son acontecimientos preparados por muchas cosas, y
después de muchas jornadas de fatiga. La evolución no es fácil, son precisa-
mente las contrariedades las que maduran el juicio, las que fortalecen el
carácter, las que dan el verdadero conocimiento de las cosas, por ello es justo
recordar las experiencias negativas para evitar errores y gozar mejor del
momento de la victoria. Así, la evolución continúa hasta los límites extremos,
2. E l p o d e r m á g i c o , p o r q u e la t o r t u g a e r a u n a n i m a l c o n s i d e r a d o c o m o c a p a z d e
p r e d e c i r el d e s t i n o , q u e se leía en las g r i e t a s d e su c a p a r a z ó n .
203
hasta donde puede alcanzar el entusiasmo, mucho más bello aún pues
corresponde al sacrificio, a la paciencia, al hecho de haber soportado los
tiempos hostiles. Todo esto es lo que nos recuerda la tercera linea.
Una sombra incluso sobre el luminoso día de Yi, porque los días del
hombre, como los de la tierra, constan de zonas de luz que se alternan con
rincones de sombra. La línea recuerda que en todo destino existen sufrimien-
tos y desilusiones; no debemos perder la fe en nosotros mismos, sino que de-
bemos continuar construyendo equilibradamente, con fuerza y paciencia,
cuanto estamos viviendo en un tiempo fundamentalmente positivo; no
tenemos culpas, lo que ocurre era inevitable y quizá el menor de los males.
Existen cosas por hacer, pero sobre todo, por decir; es necesario que nos
abramos a los demás, que nos comuniquemos, que advirtamos, que demos y
recibamos consejos. Constituirá un trabajo muy útil.
La humanidad del oráculo se revela una vez más, en la dulce y gentil quin-
ta línea, que sugiere que seamos confiados con los demás, que creamos en la
fortuna, para estar contentos, para adormecernos en paz, para afrontar,
consolados y serenos, cualquier cosa que nos depare el futuro, próximo o
lejano, pero que será siempre una incógnita, un misterio que a menudo asusta.
Debemos ser buenos, rectos y sabios por nosotros mismos, porque, al sentir-
nos mejores, podemos tener una mayor apertura hacia nuestro prójimo, una
3. C a d a v e z q u e h a b í a q u e a n u n c i a r algún s a c r i f i c i o , u n a a u d i e n c i a d e l a c o r t e o u n a
i n v i t a c i ó n imperial, se u t i l i z a b a n u n a s p e q u e ñ a s t a b l a s h e c h a s c o n u n a p i e d r a p r e c i o s a ,
n o r m a l m e n t e j a d e , q u e l l e v a b a n los sellos d e l s o b e r a n o .
4 . L i t e r a l m e n t e : del r e i n o , es d e c i r d e la s e d e d e l E m p e r a d o r .
204
generosidad más verdadera, casi para devolver a la fortuna la alegría de
sentirnos tranquilos. Se trata de hermosas palabras válidas para todos.
Cimas en cadenas
a un dedo del cielo,
viejos pinos tumbados
suspendidos de paredes que se precipitan,
vuelan torrentes,
estruendo de olas en guerra
irrumpe en el suelo,
el agua se abate sobre las riberas,
rueda sobre las piedras,
con el tronar de mil gargantas.
5. L i t e r a l m e n t e : su c o r a z ó n n o es c o n s t a n t e .
6. Las trescientas poesías Tang.
205
43. Kwái: Decidir =
Decidir 1
Tiempo de decisiones
1. D i v i d i r , distinguir, cierto. E l i d e o g r a m a t i e n e u n a m p l i o e s p e c t r o d e s i g n i f i c a d o s
s e c u n d a r i o s q u e , en d e f i n i t i v a , p u e d e n e n g l o b a r s e en los p r i n c i p a l e s ; a l g u n o s son:
decidir, s e n t e n c i a r , j u z g a r , ratificar, d e t e r m i n a r .
2. L a fe es t a m b i é n la s i n c e r i d a d d e las i n t e n c i o n e s , la fe interior c u a n d o s a b e m o s
q u e e s t a m o s en lo j u s t o . E l i d e o g r a m a , gritar, p r o c l a m a r , es u n a e x p r e s i ó n c h i n a q u e
c o m p o r t a t a m b i é n el s e n t i d o d e m a n d a r , d a r ó r d e n e s a u n a m u l t i t u d .
3. T a m b i é n : utilizar f o r m a s v i o l e n t a s , ser v i o l e n t o .
206
saberlo, obstaculiza la realización de cuanto se desea; será inútil oponerse con
rabia a estas presencias negativas, no lograríamos eliminarlas, será mejor
resistir y mantenernos fuertes al soportarlas sin dejarnos condicionar por su
insistencia. No son más que un motivo del tiempo de Cuai, y se diluirán solas,
como las nubes arrastradas por el viento; al menos es lo que dicen la estruc-
tura y la composición del hexagrama.
Las líneas
207
El segundo nueve: Imponer respeto abiertamente.6Hay soldados día y
noche. Ninguna preocupación
El tercer nueve: Energía en los pómulos.1 Sólo quien es sabio sabe ser muy
decidido. Caminamos solos y encontramos lluvia. Estamos enlodados e
irritados. Ninguna culpa
El quinto nueve: La hierba hien-lu9 se quiebra fácilmente. Sise obra sin equi-
librio no se es culpable
Quizá haya habido una intervención demasiado precipitada; abandonada
toda cautela, nos dejamos atrapar por las circunstancias, pero en el fondo, no
208
somos culpables porque creímos que obrábamos bien, por ello, no habrá
consecuencias negativas, sólo un ligero malestar, alguna que otra reflexión,
nada más. Sin duda, no se trata de una condición de serenidad interior, y es
posible que las cosas no estén en equilibrio, pero, de todos modos, no es una
condición negativa, porque invita a la reflexión y a la actividad, mental o
física, en un tiempo de fervor y de realizaciones.
209
44. Káu: Encontrarse
Encontrarse 1
Káu es un hexagrama que indica las variadas formas que permiten que una
unión sea activa, subrayando sus ventajas y sus peligros. Su mensaje es útil en
el plano práctico, porque los consejos de Káu se refieren a los problemas
cotidianos de la vida de todos. La presencia de Khien en la estructura y en la
composición, indica un tiempo activo, tiempo de fuerzas que se encuentran
para construir, pero que pueden también destruir si no son doblegadas por la
firme voluntad de dirigirlas hacia el bien.
Tiempo de encontrarse
1. U n i r s e , e n c o n t r a r , coito.
2. N o c o n v e r t i r l a e n u n a sierva, s i n o e n e s p o s a .
210
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
El primer seis: Atar con una barra de metal. Afortunada la rectitud. Tener
algo que hacer. Ver las desgracias. Un cerdito delgado va y viene, sal-
tando confiado4
211
representan un peligro inmediato, pero mientras tanto, existen, y habrá que
conocerlos para evitar que su amenaza se cumpla de un modo inesperado, por
lo que resultaría mucho más peligrosa. Tiempo de uniones, sí, pero no con
gente demasiado extraña a nuestros problemas o a nuestra vida; ello no haría
más que confundir la situación de la que intentamos salir y que ya de por sí es
poco clara.
El quinto nueve: Envolver un melón con la corteza del árbol del ki.6 Ate-
nerse a la ley.'' Algo cae del cielo espontáneamente
6. El sauce.
7. Seguir las r e g l a s d e la p r o p i a c o n d u c t a sin r e n u n c i a r .
212
El nueve arriba: Él sale a recibirnos con los cuernos.8 Inquietud. Ninguna
culpa
Una situación delicada y difícil de afrontar con calma porque parece bas-
tante inquietante. No constituye una culpa el titubear, pero sería un error no
afrontarla con energía porque, en definitiva, el tiempo de Káu es un tiempo
positivo y de grandes realizaciones, tal como lo indica la presencia dzKh 'ien
en la estructura y en la composición.
Las inquietudes son difíciles de superar, pero si nos damos cuenta de que
no poseen raíces graves, con la voluntad, podremos lograr al menos que no nos
paralicen. Esto es lo que sugiere la última línea del hexagrama, concluyendo
el mensaje de Káu.
8 . L o s « c u e r n o s » s o n s í m b o l o d e la f u e r z a , d e la v i o l e n c i a , d e la a g r e s i v i d a d , p e r o
se t r a t a d e c a r a c t e r í s t i c a s o c u l t a s , a n i v e l i n c o n s c i e n t e , p o r q u e e n la C h i n a a r c a i c a e l
c u e r n o s o l í a s i m b o l i z a r la L u n a .
9. M A O TSE-TUNG, Tutte le poesie, N e w t o n C o m p t o n I t a l i a n a , R o m a , 1 9 7 2 .
213
45. Yhui: Cosechar
Cosechar 1
Tiempo de cosechar
1. R e o r d e n a r , m u l t i t u d , c o l e c c i ó n , a g r u p a c i ó n , r e u n i ó n .
2. G r a n d e s v í c t i m a s , es d e c i r g r a n d e s s a c r i f i c i o s .
214
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
El rosario de las lineas mutantes desgrana su tranquila sabiduría
deteniéndola en seis puntos, precisos como el toque de vísperas en un
campanario lejano, erguido en la llanura.
El primer seis: Tener una confianza ilimitada. Ora dispersión,* ora cose-
cha. Muchos llamados. Un conjunto de cosas incita al arroz. Ninguna
preocupación, interviniendo no se cometen errores
3. L i t e r a l m e n t e : e s t a r e n g u a r d i a c o n t r a . . .
4. C o n f u s i ó n , b a r u l l o , alegre d e s o r d e n d e gente.
215
El segundo seis: Presagios de fortuna. Ninguna culpa. Será premiada5 la
confianza si se hacen las ofrendas de primavera6
5. L i t e r a l m e n t e : s e r á p o s i t i v a , v e n t a j o s a .
6. L o s m e n o s i m p o r t a n t e s e n t r e los s a c r i f i c i o s d e las c u a t r o e s t a c i o n e s .
216
juicio y para prepararnos a aceptar sus más lejanas consecuencias, incluso las
que no sean confortantes. El tiempo de la «cosecha» es el tiempo de almacenar
en un rincón de nuestro espíritu, la fuerza y la alegría que nos faltarán luego de
forma inevitable.
217
46. Shang: Subir
Subir 1
Tiempo de subir
218
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
219
El segundo nueve: Confianza, que se cumplan pues los sacrificios primave-
rales. Ningún error
Es fácil que nos quedemos solos, que no nos comprendan, que interro-
guemos a un cielo súbitamente mudo. Se trata de las experiencias de los
Sabios y de los Santos, pero por las que cada uno de nosotros ha pasado al
menos una vez en la vida. Tales experiencias resultan mucho más dolorosas
porque tenemos mucho que decir. Se trata de tiempos fervientes para el espí-
ritu, desearíamos prolongar nuestra felicidad y ampliar nuestra fe hasta tocar
los límites del territorio de los demás, para que todos puedan participar de
nuestra riqueza interior. Las cumbres son siempre solitarias, pero la soledad
ayuda a la alegría, quizá más de lo que creemos. Debemos «aprender» la
soledad; no tiene una gramática fácil ni una sintaxis sencilla, pero su discurrir
está pletórico de palabras y de sonidos. Con frecuencia, es pura poesía, por ello,
la tercera línea, que tiene una apariencia desoladora, no es otra cosa que una
luminosa línea yang.
Subimos cada vez más, hacia el Monte Sagrado, donde ante el pueblo, se
reconocían los méritos y los cargos honoríficos de los altos dignatarios de la
corte. Superada la dificultad de abrirnos y comunicarnos, existe la posibili-
dad de que se nos reconozca y de discutir abiertamente los problemas que nos
interesan, los programas que deseamos plantear, las directrices a seguir. Se
trata pues, de un momento de claridad a todo nivel y en cualquier condición.
El oráculo advierte expresamente que no debemos dejarlo pasar inútilmente,
porque luego nos resultará difícil volver a encontrarlo, una vez que hayamos
evaluado su importancia, que ahora puede escapársenos.
3. S e l l a m a b a K i a u n m o n t e s a g r a d o p o r q u e e r a b i f u r c a d o , yKi q u i e r e d e c i r , preci-
samente, «bifurcación».
220
no de un vuelo —el hombre no tiene alas—, se trata de una conquista y no de
un don —la vida no regala nada—, pero todo es seguro, positivo, preciso, en
los términos y en las decisiones, es decir, «todo es creíble», porque el tiempo
de Shang es un tiempo de fe.
4. L i t e r a l m e n t e , v e n t a j a en la a c t i v i d a d sin r e p o s o .
5. Las trescientas poesías T'ang.
221
47. Khwan: Angustia
Angustia 1
Tiempo de angustias
Son tiempos en los que se radican las ideas, se revela la fuerza interior
precisamente por las desilusiones que hacen difícil que continuemos ocupán-
donos de las pequeñas necesidades cotidianas, y de las personas que están
más cerca. No nos creen cuando nos explicamos o damos un consejo, no nos
siguen, nos encontramos solos, a pesar de no ser culpables de nada en rela-
ción con los demás y con los fracasos. Hemos de superar todo esto con la tran-
quila paciencia del Sabio y la generosidad de quien sabe comprender, sopor-
tar y perdonar sin rencores.
1. M i s e r i a , p o b r e z a , a n g u s t i a , d i f i c u l t a d , a f l i c c i ó n , c o n g o j a .
222
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
Las seis líneas mutantes dibujan con seis trazos este tiempo desalentador,
revelando su discontinuidad que refleja la duda y la inquietud de quien no
logra encontrar soluciones. Y, sin embargo, existen soluciones incluso para
los problemas que proponen los acontecimientos de Khwan.
223
El segundo nueve: Estamos angustiados entre la comida y el vino, entonces
viene hacia nosotros un hombre de charreteras escarlata.2 Ventajoso
hacer ofrendas y sacrificios.* Prosiguiendo, desventura. Ninguna culpa
El tercer seis: Él está como oprimido por piedras. El se apoya sobre cardos
espinosos y sobre zarzas. Él entra en el palacio imperial. El no ve a la
esposa. Desgracia
224
después de la hora oscura, aparecerá el primer temblor blanquecino de un alba
distinta, que se abre a un horizonte olvidado.
Después de las piedras, las espinas, las zarzas, la frágil inseguridad de los
guisantes perfumados y de las lianas sueltas, móviles, tenaces, por tanto, se
trata de una situación que se aligera aunque todavía no está del todo segura,
porque la orilla de un río, arenosa como las de los ríos chinos, requiere un gran
sentido del equilibrio para poder recorrerla sin incidentes. No existe una
estabilidad completa en las cosas y en los sentimientos, nos damos cuenta de
la precariedad de nuestra situación y nos preocupamos, pero pronto llegarán
los tiempos firmes de Ying, ese «pozo» que no se mueve, que ofrece aguas
fresquísimas, que asiste sin agitarse a la mutación de los acontecimientos, y
este es, sin duda, un anuncio de esperanza, un motivo de alegría.
5. U n a c h a r r e t e r a e s c a r l a t a , c o m o se h a e x p l i c a d o a n t e r i o r m e n t e .
6. L o s d e n o m i n a d o s « G r a n d e s S a c r i f i c i o s » , los s o l e m n e s .
7. U n a l i a n a e s p e c i a l , de n o m b r e i n t r a d u c i b i e .
8. L o s d o s i d e o g r a m a s ^ J q y e x p r e s a n u n a c i r c u n s t a n c i a e n la c u a l es
p e l i g r o s o m o v e r s e , y q u e exige u n a g r a n p r u d e n c i a .
9. Las trescientas poesías T'ang.
225
48. Ying: El pozo
*
El pozo 1
Tiempo de estabilidad
1. F u e n t e , e s t a b l e , b i e n d i s p u e s t o , i n a m o v i b l e , o r d e n a d o .
226
Hablan ¡as imágenes
Resulta claro que no todos saben cómo sacar agua del pozo, como
tampoco es posible que el pozo pueda dar siempre agua fresca y limpia. Hay
que aprender a pedir, a consultar el oráculo, del cual el pozo es un emblema, y
a leer las respuestas aceptando también las negativas con confianza y recono-
cimiento.
Las imágenes dibujan un tiempo firme, preciso, generoso, pero también
secreto, un tiempo de grandes cosas y de pensamientos profundos, severo e
inflexible, que no debe ser mal interpretado como tampoco puede interpre-
tarse mal el mensaje del oráculo mismo, bajo pena de sufrir la venganza del
dios, es decir, el abandono a un implacable destino de sufrimientos y errores.
Las líneas
El segundo nueve: Desde la boca del pozo se lanzan flechas contra las
carpas. El cántaro quebrado pierde agua
227
El tercer nueve: No bebemos del pozo limpio. Nuestro corazón está
melancólico. Podemos recoger agua y servirnos. El Rey es inteligente.
Junto a él, se nos regala2 la felicidad
El cuarto seis: El pozo está revestido por dentro con barro cocido.3 Ningún
error
Finalmente, hemos logrado comprender muchas cosas, las guías son las
adecuadas, el corazón está sereno y el espíritu tranquilo. Un momento de
realizaciones, de encuentros importantes, de alegría activa y justa porque nos
es dada por haber superado inquietudes, dudas, titubeos que han resultado
inconsistentes, pero difíciles de vivir. La sugerencia del oráculo es clara:
escuchar los consejos y poner en marcha las obras, porque el tiempo es positi-
vo y la voluntad, firme; se trata, por lo tanto, de una condición rara en la teoría
de los días humanos.
228
llegar, con fe y la ayuda de presagios afortunados, por lo tanto electrizantes
para el corazón, a realizar cuanto nos proponemos. La conclusión del mensaje
de Ying constituye una máxima de sabiduría que no debemos dejar de lado. El
oráculo dice que no existe conquista sin un serio compromiso y un trabajo
constante, voluntarioso, atento, porque nada le es regalado al hombre, sino
que todo ha de obtenerlo aplicándose con seriedad y disciplina para vivir
activamente los días que le son dados.
229
49. Ko: Renovar
£
Renovar 1
Tiempo de renovar
1. M u d a r , c a m b i a r , d e s p o j a r s e de.
2. E n el c o m p l i c a d o c a l e n d a r i o c h i n o , q u e n o es s ó l o u n a r e s e ñ a s i n o a d e m á s u n
« r a z o n a m i e n t o » a c e r c a d e los d í a s d e l c i c l o a n u a l , el d í a d e Se c o r r e s p o n d e al m o m e n t o
en el c u a l el Sol se e l e v a s o b r e el h o r i z o n t e d e s p u é s d e h a b e r s u p e r a d o el p u n t o cul-
m i n a n t e d e l invierno, es d e c i r los a l b o r e s d e l d í a d e la « r e n o v a c i ó n » .
230
cree por lo que hemos demostrado con las palabras y las obras; entonces ya no
seremos mal interpretados, y con renovada esperanza reencontraremos la
fuerza de empezar desde el principio.
Las lineas
231
El segundo seis: El día termina, entonces él se cambia. Iniciar algo es un
presagio de fortuna. Ningún error
5. L i t e r a l m e n t e : t r e s v e c e s .
232
de causas inobservadas, por ello, las consideramos «misteriosas». El indagar
en ellas podría significar «conocer el destino». He aquí la enseñanza de Ko.
233
50. Ting: La caldera
La caldera 1
1. V a s i j a d e t r e s p i e s y d o s a s a s ( o r e j a s ) , m a r m i t a , r e c i p i e n t e p a r a los s a c r i f i c i o s ,
e s t a b l e c e r , firmeza, t r í p o d e , f e l i c i d a d , g r a n d e z a . E s t e t i p o d e c a l d e r a s es a n t i q u í s i m o .
E l d i c c i o n a r i o Han Erh ya d e f i n e el ting c o m o u n a v a s i j a c o n p a t a s m a c i z a s , p e g a d a s
b r u s c a m e n t e al c u e r p o , a u n q u e e x i s t a n ting d e p a t a s h u e c a s . C o m o Y i n g , t a m b i é n T i n g
r e c u e r d a o b j e t o s c o n c r e t o s d e u s o c o t i d i a n o ; o r i g i n a r i a m e n t e e r a n v a s i j a s p a r a la
c o m i d a , p e r o e x i s t e s i e m p r e u n s i g n i f i c a d o q u e v a m á s allá d e la d e f i n i c i ó n , y e n este
c a s o se r e f i e r e a la g e n e r o s i d a d ilimitada, p o r q u e c o n t e n í a a l i m e n t o p a r a m u c h o s invi-
t a d o s y u n a s a b i d u r í a s a g r a d a del t i e m p o y d e los h o m b r e s , d a d o q u e e r a o b j e t o ritual.
234
Tiempo de ser felices2
Las líneas
2. U n o d e ios s i g n i f i c a d o s d e T i n g , o m á s b i e n u n o d e sus a t r i b u t o s .
235
El primer seis: Caldera volcada con las patas hacia arriba. Ventajoso hacer
salir lo que no es bueno. Se obtiene una concubina para los propios hi-
jos. Ningún error
Se trata de una condición feliz, pero hay que defenderla porque puede
sufrir las asechanzas de personas, dudas, proyectos que no armonizan con el
tiempo y se oponen a las posibilidades ofrecidas por la llegada de las próximas
mutaciones. El oráculo nos advierte que no debemos malgastar inútilmente un
momento tan precioso a todo nivel; se mantienen las promesas; los programas
se realizan; por lo tanto, las preocupaciones son inútiles; las inquietudes —en-
fermedades de la mente y del corazón— no tienen razón de ser y amenazan
con mellar la perfección de los tiempos. Por ello, el Sabio aconseja que las
alejemos y que nos defendamos de sus insidiosas presencias.
El tercer nueve: La vasija Ting renueva las «orejas».5 Algo impide seguir
adelante. Inútil. nutrir a un faisán gordo. Cuando viene la lluvia,6
desaparecen las inquietudes. Al final está la felicidad
3. E s decir, q u i e n e s se o p o n e n a n o s o t r o s , y a se t r a t e d e p e r s o n a s o de c o s a s .
4. Literalmente: dañinos ( c o m o enfermedades).
5. P a r t e d e las a s a s , en f o r a d e o r e j a , e n q u e se e n s a r t a n los anillos p a r a s o s t e n e r la
caldera.
6 . S í m b o l o d e b e n d i c i o n e s c e l e s t e s y del f a v o r d i v i n o .
236
El cuarto nueve: Caldera con las patas rotas. Se vuelca el alimento de un
magistrado. Se rocía el exterior.'' Desventura
El quinto seis: Caldera con las orejas amarillas. Los anillos de las asas son
de oro. Ventajosa la firmeza
El nueve arriba: Caldera con las asas de piedra preciosa. Gran fortuna.
Nada que no sea ventajoso
237
51. Kan: Trueno
Jk
Trueno 1
238
El lenguaje es insólito: existen más sonidos y exclamaciones que pala-
bras, como si quisieran reproducir la agitación de los sentimientos y el tem-
blor de los miembros que experimenta quien está aterrado por el imprevisto
fragor de un trueno estival, en la soledad de los campos.
Son páginas sorprendentes de un libro siempre distinto, la fascinación de
una lectura incomparable, en la que se transfiere el alma del pueblo y la
sabiduría de los doctos.
En los tiempos de A"an es preciso que seamos fuertes para no ceder a las
pasiones, a las cóleras, a los impulsos violentos que los caracterizan, a las
emociones cuya intensidad nos deja estupefactos, y que, con frecuencia, son
peligrosamente excitantes, a acontecimientos demasiado imprevistos (deci-
siones, pensamientos, etc.) como para aceptarlos sin meditar.
Las líneas
239
interior que servirá más adelante, cuando el espíritu afligido y atemorizado,
conocerá la angustia de la duda y la melancólica desidia del abatimiento. El
vivir los comienzos con entusiasmo suele ser una forma de preparar los
consuelos para el futuro.
El segundo seis: El fragor del trueno sobreviene terrible. Cien mil veces
pierdes cosas preciosas. Subir nueve colinas. No desesperar? se llegará
después de siete días
El tercer seis: El fragor del trueno excita y hace revivir. El fragor del trueno
llega sin traer desventuras
5. O bien: n o e l i m i n a r la e s p e r a n z a .
6. L i t e r a l m e n t e : o b s t i n a d a m e n t e , p e r o c o n u n s e n t i d o r e m o t o , c o m o si f u e r a u n
q u e j i d o l e j a n o , h u n d i d o en el s i l e n c i o o p a c o d e c i e r t o s d í a s b o c h o r n o s o s d e l v e r a n o , q u e
p r e l u d i a n la t e m p e s t a d n o c t u r n a .
240
cuando da la impresión de que ha llegado ya el otoño, pero si miramos por la
ventana, veremos que el trigo apenas está amarilleando, y que la fruta no ha
madurado aún. Bastará un poco de coraje para llegar hasta el ocaso. Mañana
volverá a reinar un excitante sereno.
El seis arriba: Fragor de trueno, ansia de encontrar sus causas. Ser circuns-
pectos,'1 mirar atentamente. Interviniendo, desgracia. La violencia del
trueno no llega hasta nuestra persona ni al vecino. Ninguna culpa. Se
discute sobre una unión de amor
Ha habido orden,
Ha habido prontitud,
habéis golpeado la tierra por el Espíritu del Trigo
habéis traído las cestas de las ofrendas en orden,
habrá una cosecha plena
durante mucho tiempo.8
7. L i t e r a l m e n t e : o b s e r v a r c o n p r u d e n c i a .
8. C O N F U C I O , Ta Chuán, L i b r o 6, Canciones del Monte del Norte, V, 4.
241
52. Kan: Cimientos — ~
Cimientos 1
1. P i e d r a , c i m i e n t o , r a í c e s , d u r o , o b s t i n a d o .
242
Naturalmente con un poco de melancolía, con mucha soledad secreta, con
el temor de quien no sabe si podrá reencontrar el entusiasmo no del todo
perdido (ÁTan en la estructura), pero en peligro (Khan, siempre en la
estructura) después de una angustia tan sufrida que parece cerrar todo
horizonte. Debemos permanecer quietos, pero vigilantes y a la espera, a veces
ayuda el salir de este silencio, por lo menos con el pensamiento o poniendo en
práctica algún deseo, pero es mejor no comunicar nuestro estado de ánimo,
nos interpretarían mal y la desilusión sería aún mayor. El desapego de uno
mismo, si es que se logra, puede proporcionaruna cierta paz al corazón. Y esto
constituye ya una conquista en el tiempo de Kan.
Las líneas
El primer seis: El inmoviliza los dedos de los pies. Ningún error. Ventajoso
ser constantes y rectos en las intenciones
2. M o n t a ñ a s r e u n i d a s .
3. L i t e r a l m e n t e : salir de su p o s t u r a .
243
los entusiasmos (Khán y ATan en la estructura), pero también sin excedernos
con intervenciones intempestivas.
Esta es la firmeza del Sabio, seguro, recogido, firme, pero no rígido y frío
como un simulacro. Es también la actitud adecuada para quien ha de concluir
asuntos importantes, resolver situaciones complicadas, tomar decisiones
difíciles, una actitud completamente interior que el mensaje del oráculo
ejemplifica en forma concreta, indicando con una imagen6 la claridad de las
visiones, la fuerza interior, la firmeza del carácter.
4. E l i d e o g r a m a significa p r e c i s a m e n t e «límite e n t r e lo a l t o y lo b a j o » , p o r lo t a n t o
se r e f i e r e a las a r t i c u l a c i o n e s c o x o - f e m o r a l e s .
5. E s decir, « e n d e r e z a l a e s p a l d a » .
6 . L a l e n g u a c h i n a e v i t a e n lo p o s i b l e t é r m i n o s q u e d e s i g n e n c o n c e p t o s a b s t r a c t o s ,
p r e c i s a m e n t e p o r q u e se t r a t a d e u n a l e n g u a i d e o g r á f i c a . P o r m e d i o d e las i m á g e n e s
e x p r e s a el p e n s a m i e n t o , q u e a v e c e s r e s u l t a i n t r a d u c i b i e e n f o r m a literal, p r e c i s a m e n t e
p o r q u e e s t á fijado e n u n a « v i s i ó n » .
244
El quinto seis: Inmovilizar las propias mejillas. Las palabras son coheren-
tes.1 Las inquietudes desaparecen
Se trata del equilibrio del que ha hablado tantas veces el oráculo. Sabemos
—si lo queremos— dominar los impulsos, evitar las cóleras completamente
inoportunas en este momento; nuestras palabras pueden ser convincentes y
serenas, tal como lo exige la situación. Una sabiduría difícil, pero preciosa, y
es el momento de ponerla en práctica, de reconocer su asombrosa veracidad.
7. O r d e n a d a s e n u n a serie.
8. MAO TSE-TUNG, Liriche cinesi, Turín, 1968.
245
53. Kien: Evolución
Evolución 1
1. G r a d u a l m e n t e , d e s p a c i o , p o c o a p o c o , d e s l i z a r s e .
246
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
Las líneas mutantes repiten una imagen singular, extraña quizá para los
occidentales, pero muy expresiva para la cultura china, es decir, la de la oca
real, ave más bien común en la China y cuyas costumbres fascinaron la
sensibilidad de los antiguos, observadores de la naturaleza. La oca, llamada
«real» por la espléndida variedad de su plumaje, es en la simbología igual a
la humilde oca salvaje de nuestros campos, y siempre fue considerada una
imagen de la felicidad conyugal. En la tradición más lejana, en la cual se
arraiga la sabiduría del I Ching, fue una «señal», el mensaje que el joven
enamorado enviaba a la muchacha elegida y amada. Al recibir una oca, la
mujer comprendía que la época de las escaramuzas había concluido y que
debía demostrar libremente su amor, al igual que las ocas que agitan las alas y
gritan durante los meses del celo. En el Shi Ching, el Libro de las Odas,
antología de canciones populares e himnos religiosos, el de la oca es un tema
muy frecuente, si bien su simbolismo, al igual que el del faisán, se encuentra
también en las leyendas de otros países, no sólo los orientales.
El primer seis: El pájaro Hóng3 avanza despacio, despacio* por la orilla del
río. Peligro pequeño como un niño. Hay discusiones. Ninguna culpa
247
El segundo seis: El pájaro Hóng avanza muy despacio sobre una gran roca.
Bebe y come siempre más tranquilo. Fortuna
Habrá que rechazar con todas nuestras fuerzas las desilusiones, las
derrotas, la amarga soledad, los pensamientos desesperados, de lo contrario,
lograrán vencernos. Se pierde algo, alguien se aleja para siempre, se trata de
sufrimientos inevitables pues están ligados a los días de los hombres. El
camino que conduce a la paz distendida de los altiplanos es intransitable y
fatigoso, incluso para quien está acostumbrado a las largas marchas. No
debemos ceder a la tentación de detenernos, de no creer más, de volver atrás,
sería una derrota tremenda, pero sobre todo, definitiva.
5. De concebir.
248
nos hacen superar todos los impedimentos y así, vamos hacia las conquistas
más elevadas. El tiempo de Alen es un tiempo de fatigas y esperanzas, un
tiempo del hombre y su destino.
El nueve arriba: El pájaro Hóng se eleva muy despacio hacia las nubes. Sus
plumas pueden usarse para las ceremonias sagradas. Fortuna
249
Kwei Mei: Desposar = —
54* a la hija menor 5 5
Tiempo de adaptarse
250
surgimiento feliz de entusiasmos (Kan) o un perfeccionamiento importante
(Tui), pero debemos preparar las cosas de manera tal que no creen desorden,
subvirtiendo de un modo grave los valores ya constituidos. Por lo tanto, se
trata de saber distinguir lo esencial de las apariencias baladíes (Ii), a fin de
evitar ceder, y los errores, que, insidiosos, amenazan (Khan) todos los
acontecimientos.
Las líneas
El camino que conduce a las realizaciones que nos interesan está plagado
de momentos difíciles, a menudo nos encontramos en situaciones delicadas,
no logramos emplear todas nuestras facultades, a pesar de que es más
necesario que nunca. Se avanza con fatiga, como un cojo que logra caminar,
pero con una gran dificultad. Habrá que aceptar el tiempo que resulta más
largo de lo esperado, no debemos tener prisa por llegar. La firmeza de los
propósitos será un válido sostén y la fatiga será coronada por el éxito, y tal vez,
por satisfacciones mayores de lo que hacía suponer el esfuerzo de los
comienzos.
251
El segundo nueve: A pesar de estar ciego de un ojo, élpuede ver. En el hombre
es ventajosa la firmeza interior
252
miremos más allá de las apariencias, que no nos dejemos tentar por las
soluciones demasiado fáciles, que no escuchemos solamente las palabras,
sino que observemos la realidad y razonemos seriamente las decisiones que
debemos tomar sin dejarnos influir por consejos ni seducir por programas que,
más tarde, no resultarán tan extraordinarios como parecen.
253
55» Fang: Abundancia — —
Abundancia 1
Tiempo de abundancia
1. C o p i o s o , rico, a b u n d a n t e , fértil.
254
de un momento de gracia, de una hora que no debemos dejar transcurrir en
silencio.
Las lineas
2. L o s d u l c e s c o l o r e s d e la n i e b l a d e e s t a d e l i c a d í s i m a « p i n t u r a » r e p r o d u c e n la
a t m ó s f e r a f r e s c a y a p a c i b l e d e la a l b o r a d a , y l o s g r a c i o s o s p á j a r o s c o n t r a s t a n c o n las
a i s l a d a s c a ñ a s d e b a m b ú , q u e s u r g e n m i s t e r i o s a s del a g u a a p e n a s e s b o z a d a c o n ligeros
t r a z o s . Sólo u n c h i n o p o d r í a c o m b i n a r c o n t a n t a s e n s i b i l i d a d el n a t u r a l i s m o d e los
p á j a r o s c o n el i m p r e s i o n i s m o d e las c a ñ a s d e b a m b ú .
3. O t r a s v e c e s , al h a b l a r d e e s p e r a s , d e u n t r a b a j o p o r c u m p l i r , d e d e s i l u s i o n e s p o r
s u p e r a r , el o r á c u l o d e c í a « a ñ o s » , r e f i r i é n d o s e tal vez, n o t a n t o a u n t i e m p o efectivo, s i n o
a la c o n d i c i ó n p s i c o l ó g i c a d e q u i e n e s t a b a i n m e r s o en e s e t i e m p o .
255
El segundo seis: Muy tupido ese seto.* Se ve la Estrella Polar5 al mediodía.
Poniendo en marcha cosas, se obtienen sospechas y desgracias.6 Se tiene
fe como si todo estuviera claro. Fortuna
El cuarto nueve: Este seto es muy tupido. Ver la Estrella Polar al mediodía.
Afortunado encontrar a un cierto Señor
256
cias que hacen que el tiempo de Fang sea grande y feliz. Oscuridad al
mediodía, estrellas vivaces en un cielo que debería estar encendido, imagen de
excepcional belleza que ilustra situaciones extraordinarias. No debemos
perder el ánimo cuando se producen mutaciones tan prodigiosas.
257
56. Lü: Viajero
Viajero 1
Tiempo de caminar
1. V i a j a r , v i a n d a n t e , h u é s p e d , calle, c a m i n o , c a m i n a r .
258
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
Sólo los intereses vastos han de constituir la meta del camino, y no las ton-
terías carentes de sentido, las fantasías que no construyen, las conversacio-
nes sin fundamento. Los encuentros válidos son aquellos por los que vale la
pena perder un día, una hora, un momento de atención; y las actitudes sere-
nas, interesadas, abiertas, abren la confianza y el corazón de los demás. La
línea sugiere el comportamiento que ha de adoptarse en cada circunstancia,
no sólo la elección de las ocasiones en las cuales detenerse, dado que cada uno
tiene un patrón propio de los valores, y con un poco de sabiduría puede siem-
pre decidir su vida.
Existen etapas que valen, pausas de espíritu, encuentros que ayudan, la fi-
delidad de gente oscura que alegra y restituye la confianza.
Un momento positivo que ha de ocuparse serenamente. Cuando somos
sinceros y honestos es fácil que los mejores nos acompañen en nuestro ca-
mino y compartan nuestra soledad.
2. L i t e r a l m e n t e : f r a g m e n t o , p e q u e ñ e z , p o b r e z a .
3. L i t e r a l m e n t e : i n f o r t u n i o , d e s g r a c i a .
259
El tercer nueve: El viajero incendia su refugio. Él pierde a un jovencito y a
un joven siervo
El cuarto nueve: El viajero llega a la meta. El está tranquilo por sus perte-
nencias y sus armas. Su corazón no es feliz
4 . E s decir, p o r d e j a d e z , p o r negligencia.
260
cargar con los compromisos y las fatigas para reconquistar lo que hemos per-
dido estúpidamente, porque nos encontramos demasiado desalentados y
desilusionados, pero se trata de un estado de ánimo que debemos superar pues
resulta estéril e inútil, cuando no ruinoso. El evitar estos extremos constituye
la sabiduría del equilibrio, la fuerza del espíritu, preparado para las derrotas,
pero también atento a no desviarse cuando los tiempos son favorables. El des-
tino de todos, como el del viandante, es el de caminar por muchos senderos;
encontramos a otros viajeros, nos hacemos compañía, luego volvemos a que-
darnos solos con nuestros pensamientos, nuestra melancolía, nuestros sue-
ños, nuestros recuerdos que no le sirven a nadie, pero que al menos nos hacen
un poco de compañía y que a veces nos proporcionan el consuelo de no vi-
virlos del todo inútilmente. El saber aceptar el viento y el sol, las puertas ce-
rradas, las ventanas demasiado altas para ser alcanzadas, los senderos que se
pierden y las amplias calles demasiado rectas como para confortar el viaje,
quiere decir que hemos aprendido a vivir, quizá con pocas ilusiones, pero de
un modo activo, los días de nuestro destino. Éste es, en definitiva, el sentido de
todo el I Ching.
261
57. Sun: Viento
Viento1
Gradualmente, con paciencia, dulzura y constancia, se va devanando la
madeja de la vida, se van descontando las horas inquietas, los pensamientos
cambian, los recuerdos se alejan. E l espíritu fuerte supera los contrastes, ven-
ce sus batallas, atrae sobre sí el interés, la devoción, el respeto de todos y crece
al acoger los problemas de los demás, siempre más vivo y laborioso, realiza
sus posibilidades.
Sun es un hexagrama que habla en voz baja, hasta podría pasar inad-
vertido si no se adhiriera tanto a muchos aspectos de la vida de todos.
1. P e n e t r a r , p a s a r por, c r u z a r , d e s l i z a r s e a t r a v é s .
262
Hablan ¡as imágenes
Viento que pasa y vuelve a pasar. Sólo quien es sabio piensa y reflexiona
con equilibrio sobre las cosas por hacer.
El trabajo asiduo prueba la fuerza interior; se arraigan los afectos, se re-
velan las amistades, se prueban los valores. Pero lenta, pacientemente, sin
pausas, como el viento que agita cada hoja, y logra mover incluso las hojas
afiladas de un pino, encuentra todas las fisuras, conduce el polen a su destino.
Es el simbolo del espíritu (el soplo lo llaman los chinos) que embiste las cosas;
al igual que corroe las rocas, así modifica inexorablemente los aspectos in-
teriores y exteriores, vuelve sonoro al bosque, anima la selva, desordena y or-
dena el prado.
Una acción festiva que mueve todo aquello que, de otro modo, estaría pe-
trificado, sin contar siquiera con esa efímera vida de un instante.
Las líneas
El segundo nueve: El viento pasa sobre la cama. Nos servimos de una mu-
chedumbre2 de magos y adivinos. Presagio afortunado, ninguna culpa
263
pre aceptables. Cuando el viento se convierte en huracán, se torna peligroso,
pero si el campesino observa tempestivamente las nubes negras, éstas le ad-
vierten que ha de retirar a los animales y reparar sus campos.
264
El nueve arriba: El viento pasa sobre la cama. Se pierden pertenencias y ar-
mas. Desafortunada la firmeza
L
Recogerse 1
Tiempo de recogimiento
266
tación y de sabiduría, Tui invita a reflexionar sobre lo que se ha hecho antes de
poner en marcha nuevos asuntos, pero sin dramas y sin remordimientos, sino
con la serenidad de juicio necesaria en toda decisión de la vida.
Las líneas
Las glosas de las líneas mutantes ponen el acento en el hecho que esta sere-
nidad es una condición de la mente, una conquista larga y ardua del espíritu.
'Por ello es niás preciosa y rara.
267
El tercer seis: Llega el sereno. Desventura
2. L i t e r a l m e n t e : la e n f e r m e d a d .
3. E n el d e s g a s t e d e los s e n t i m i e n t o s , e t c é t e r a .
268
La voz del arroyo
suena hasta la última bahía.
A lo largo de la costa camino
hacia el vado del sur.
Aquí y allá, en el agua,
los patos y las gaviotas se deslizan,
siempre regresan empujadas
junto a los hombres.4.
Confusión 1
Tiempo de confusión
1. C r e c i d a de las a g u a s , e n s a n c h a r s e , d i s p e r s a r , d i s g r e g a r .
270
La visión del caos primordial vuelve por un instante, evocada por esta rá-
pida imagen de un viento furioso que corre sobre aguas oscuras. Pero ense-
guida, el mensaje del oráculo vuelve a expresarse. Son las obras que testi-
monian el valor personal, la capacidad de aplicarse seriamente, de realizar. Se
trata de un tiempo fatigoso, pero concretamente activo, de amplias ideas, de
trabajo intenso, sobre todo de novedades (/Tan) y de reflexiones que detienen
su atención (Kan) sobre lo que realmente vale la pena que concluyamos.
Las lineas
Las líneas mutantes son una reseña de momentos plagados de obras, entre
compromisos y preocupaciones, grandes acontecimientos y temerosas incer-
tidumbres. Y el sentido del hexagrama se convierte en un dibujo, se fija en un
cuadro.
271
El cuarto seis: Él dispersa a la muchedumbre. Gran fortuna. Primero,
confusión; luego se hacen grandes cosas. La gente de poco valor no tiene
estos pensamientos
Llega el momento de revisar incluso los principios que han regido nuestra
vida, y de reexaminar las convicciones que creíamos indiscutibles. Es proba-
ble que se hayan producido confusiones que, ahora, con la mutación de los
acontecimientos, hemos logrado evidenciar y, si surgen dudas, es justo que bus-
quemos sus raíces, porque si queremos dominar la situación, debemos devol-
ver el orden a los pensamientos y a las acciones. Como se ve, Hwán invita
repetidas veces a meditar sobre las posturas adoptadas en tiempos distintos y
a cambiar cuanto ha sido causa de incomprensiones o perjuicios.
Existen peligros que hay que conjurar, peligros cercanos e inmediatos, por
lo que debemos intervenir con energía para extirpar las raíces del mal. Es el
crecimiento poderoso de la autoridad que, al igual que las aguas, amplía su
influencia interviniendo cuando es necesario, ayudando a quien está en difi-
cultad, alentando en los momentos de miedo y llevando su palabra sabia allí
donde existe ignorancia y confusión. Se preparan así los tiempos precisos de
JCieh, que verán organizado el futuro de este presente intenso, preocupado y
difícil.
Sutiles nubes por todas partes se reúnen
en el cielo sin el Río de las Estrellas,
una ráfaga pura de viento está en el aire,
la luna esparce sus amplias ondas.*
3. E n la s i m b o l o g í a u n i v e r s a l , la s a n g r e r e p r e s e n t a lo negativo.
4. Las trescientas poesías T'ang.
272
60. Kieh: Moderación
Jp
Moderación 1
Al confundirse de las cosas que esperan ser organizadas para tener un sen-
tido y encontrar una dirección, sigue siempre el tiempo del equilibrio, el tiem-
po de la medida, del trabajo organizado y de la fatiga de construir poco a poco,
sin la prisa de concluir.
1. T e m p l a n z a , d i v i s i o n e s del a ñ o , r i t m o , m e d i d a , d a r leyes, p o n e r o r d e n .
273
puntual, preciso, capilar, manteniendo el control de las situaciones sin por ello
condicionar su desarrollo. El llevar a buen fin un programa cualquiera (Tui)
presenta inevitablemente ciertos riesgos (Khán); por lo tanto, hace falta un
entusiasmo siempre renovado (iCan), y una comprensión global de los hechos
(o de las personas), que sólo así logramos dominar o doblegar, aunque sea
con muchas dificultades (Kan). Al acercarse a su fin, parece como si el orácu-
lo quisiera discutir problemas siempre más vastos, realidades siempre más
completas, aunque su lenguaje nítido y preciso haya sufrido pocos cambios.
Las líneas
2. L o s r a d i c a l e s s o n c a r a c t e r e s q u e en c i e r t a f o r m a r e p r e s e n t a n el a l f a b e t o de la
l e n g u a c h i n a , p e r o se t r a t a d e u n a l f a b e t o f o r m a d o p o r i d e o g r a m a s q u e t i e n e n u n sen-
tido p r e c i s o y q u e sirven p a r a dividir los v o c a b l o s en g r a n d e s lineas, s e g ú n d e r i v a c i o n e s
de u n s i g n i f i c a d o i d é n t i c o , p r e c i s a m e n t e el d e la « r a í z » , la c u a l e n t r a a f o r m a r p a r t e d e la
c o m p o s i c i ó n del i d e o g r a m a y c o n s t i t u y e su « i d e a » f u n d a m e n t a l .
274
El tercer seis: Como sin moderación. Así tendremos que lamentarnos. Nin-
guna culpa
Dos son las direcciones del enriquecimiento dadas por el tiempo deXieh,
si se lo vive en armonía con las exigencias de las mutaciones: una, que va hacia
uno mismo, la propia personalidad, el carácter que se confirma en el equi-
librio y en el dominio de los instintos; la otra, que va hacia aquellos que se
acercan a una persona tan equilibrada en las palabras, tan sosegada en sus
juicios, tan atenta a los proyectos, que son iluminados por ella. La línea dibuja
la figura dulce, recogida y majestuosa del Maestro que enseña la calma sere-
na de las palabras, de los gestos, de las esperas; esta figura es preciosa para
quien vive en contacto diario con la muchedumbre desordenada y presurosa
de sus semejantes, o encuchando la inquieta turbulencia de sus propios pensa-
mientos, desordenados y fatigosos.
275
convencidos de la sinceridad de nuestras intenciones. Todo ha de responder a
la armonia y al orden, como las divisiones del año responden a las condi-
ciones del cielo y a las experiencias de la tierra.
No resulta fácil vivir con exactitud los días severos y organizados de Á"ieh.
276
61. Kung Fü: Fe interior _ _
W
Fe interior1
Tiempo de fe interior
Una condición de gran claridad, sin prejuicios, con ideas lúcidas, espe-
ranzas fundadas, programas concretamente realizables. El cochinillo y el pez
resbaladizo expresan simbólicamente lo afortunado y lo positivo de un tiempo
en el que se evidencian los valores, se actualizan las posibilidades, se bos-
quejan cosas precisas, largamente meditadas. La honestidad de las inten-
1. C o s a s p r o f u n d a m e n t e v e r d a d e r a s , c o n f i a n z a p r o f u n d a , v e r d a d intrínseca.
2. E l c e r d o es s í m b o l o d e a b u n d a n c i a , d e p r o s p e r i d a d , al m e n o s e n el E x t r e m o
O r i e n t e , p o r q u e e n las t r a d i c i o n e s o c c i d e n t a l e s y en las d e o t r o s p a í s e s se lo c o n s i d e r a
e x p r e s i ó n d e las t e n d e n c i a s o s c u r a s , d e la p e r v e r s i d a d y d e la b a j e z a m o r a l .
3. E n la C h i n a , el p e z es s í m b o l o d e f e l i c i d a d y d e f o r t u n a , e s p e c i a l m e n t e si se t r a t a
de u n p e z « r e s b a l a d i z o » ; p o r el brillo d e sus e s c a m a s y p o r la v i v a c i d a d d e sus m o v i -
m i e n t o s , r e p r e s e n t a la inteligencia vivaz y c l a r a , q u e s a b e c a p t a r i n c l u s o los p e n s a m i e n -
tos m á s ocultos.
277
ciones, la energía de las decisiones son importantes para vivir los días precio-
sos e interesantes de J?"ung Fü, como un bello don del destino que las muta-
ciones convierten en alterno y distinto, componiendo y descomponiendo sus
líneas de la oscuridad a la luz, a través de inquietantes penumbras.
Las líneas
4 . E s d e c i r , o t o r g a r el a p l a z a m i e n t o , s e g ú n el a n t i g u o c ó d i g o j u r í d i c o c h i n o .
5. L a grulla. A n t i g u a m e n t e , e n C h i n a se c r e í a q u e la grulla vivía mi! a ñ o s y q u e
p o s e í a u n a t é c n i c a r e s p i r a t o r i a d e l a r g a v i d a q u e el h o m b r e d e b e r í a h a b e r i m i t a d o . S u
c a n d o r e r a s i m b o l o d e p u r e z a , su c a b e z a rojiza i n d i c a b a la r e s i s t e n c i a d e s u p o t e n c i a
278
El cuarto seis: La luz es casi plena. El caballo sin pareja se pierde. No tienes
culpas
Tres líneas que hay que leer juntas porque constituyen un vuelo lírico que
él I Ching no había ofrecido hasta ahora al lector. El I Ching, que es sabidu-
ría, verdad, a menudo silencio, constituye también la magia y un vibrante
discurrir, que los milenios han podido rozar sólo para convertirlo en sonante,
embrujado, dulcísimo.
En el fondo, estas tres líneas agregan poco o nada al sentido total del hexa-
grama, incluso porque el ideograma mismo de K\mg Fü, tiene ya un signi-
ficado claro y abierto; la fórmula y la imagen están completas, el discurso
recoge en apostillas el mensaje, dejando al lector la dicha de una lectura sin
problemas (en efecto, se trata de un hexagrama sin problemas), acercándose a
él sin responder y regalando una pausa de paz, tan rara que hace callar a la
mente fatigada, para que no todo se pierda en el frenético trajín diario del
mundo y nos quede el eco, sosegado llamado de una grulla en la sombra...
279
habrán sido las felicidades simples, cotidianas, y sin sombras, las que constru-
yeron los momentos más bellos.
280
Hsiáo Kwo: Pequeñas — —
62. cosas importantes
1. P e q u e ñ e c e s q u e se i m p o n e n , c o s a s d i m i n u t a s q u e n o d e b e n d e j a r s e de lado.
2.S o b r e e s t e t e m a , c o n s ú l t e s e : E . J U D I C A CORDIGLIA, Una chiave per VI King,
Astrolabio, R o m a , 1973.
281
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
~ Las líneas mulantes constituyen una serie de alusiones con un sutilísimo
hilo conductor, pensamientos rotos, meditaciones divagantes que componen
un mensaje confuso en una primera lectura, pero que tiene su sentido remoto,
y sobre todo, crea la atmósfera del hexagrama mismo.
282
educar el carácter; el sabernos adaptar a las exigencias de los tiempos, el
conformarnos con lo poco seguro que podamos conseguir renunciando a los
sueños, quiere decir que tenemos una visión clara de los hechos y la exacta
conciencia de nuestras posibilidades.
283
Las soluciones estaban cerca, pero no las vimos a tiempo, por ello existe
desaliento, amargura, desilusión. La composición nos había advertido clara-
mente que el entusiasmo creativo (/Tan) se habría topado con un tiempo firme
(Kan); la estructura nos aconsejaba que nos ocupásemos de los detalles que
habrían plagado (Sun) de grandes entusiasmos su pequeñez, evidenciándolos
en sus valores ocultos, para que sustituyeran las raras satisfacciones que se ob-
tienen al comprometernos más ampliamente y, precisamente a través de estas
ocupaciones cotidianas (Tui), habríamos formado la experiencia a la espera
de acontecimientos distintos. Caen las ilusiones, desaparecen los sueños, los
proyectos se vuelven irrealizables. La desilusión es grave, pero se puede supe-
rar y conforta el pensamiento, la certeza de que por cada tañido yin, la
campana nos regalará un tañido yang, presagio de dicha y de victorias. Bas-
tará con que reconozcamos el sonido antes que sea engullido por el silencio.
284
63. Kí Yi: Conclusiones —
Conclusiones 1
Tiempo de concluir
Pequeñas satisfacciones. Ventajosa la rectitud. Al principio, fortuna; al
final, desorden.
1. H a b e r c r u z a d o el río, c o s a s r e u n i d a s , a g o t a d o , t o d o .
285
Sabio evalúa y examina atentamente sus acciones y las situaciones que le inte-
resan para no comprometerse con errores, para vivir exactamente sus días e
interpretar exactamente sus vicisitudes.
Si nos preparamos para las derrotas, atenuaremos su alcance; será como
un sufrimiento prolongado en el tiempo, por lo tanto, será como haberlo vivido
en parte y no resultará tan grave como el que nos ocurre de improviso. La
sabiduría muy humana del oráculo contempla también estos momentos
tremendos y sugiere la forma de salir de ellos sin dramas, a menudo despro-
porcionados con respecto a las causas que los han provocado.
Las líneas
286
ta, aunque para ello debamos emplear mucho esfuerzo y paciencia, y aunque
lo hagamos con muchos temores.
La garantía de este acierto está dada sólo por los medios empleados, por
las intenciones y por el empeño. No se trata de un compromiso sino de un
comportamiento recto y honesto, una adhesión sincera, una irreductible
fuerza del carácter. En definitiva, es la síntesis de tanto discurrir a través de los
multiformes signos sobre el comportamiento en toda la dimensión del
término.
c o m o p o s e s o s p o r s u s d e s i e r t o s h a c i a el límite o c c i d e n t a l , i n v a d i é n d o l o t o d o a su p a s o y
s e m b r a n d o el t e r r o r p o r su a s p e c t o . N o e x i s t e n d e m a s i a d o s i n d i c i o s s o b r e esta e m p r e s a ,
p e r o p r o b a b l e m e n t e se t r a t ó d e u n a d e las m u c h a s e x p e d i c i o n e s p a r a s o m e t e r a los
p u e b l o s q u e v i v í a n e n las f r o n t e r a s .
5 . E s u n a d e las m u c h a s t r a d u c c i o n e s p o s i b l e s d e u n t e x t o c o m p r e n s i b l e sólo en su
sentido, p e r o difícil d e e x p r e s a r al e s t i l o o c c i d e n t a l , q u i z á p o r q u e se h a p e r d i d o a l g u n o
de los i d e o g r a m a s q u e u n í a las f r a s e s , d e s g a s t a d o p o r el t i e m p o , c o m o o t r o s e n el texto.
6 . S e t r a t a b a d e u n gran sacrificio y m u y i m p o r t a n t e , m u c h o m á s q u e los d e n o m i -
nados «pequeños sacrificios» de primavera.
287
se emplean para construir los espacios del alma y aquellos que se abren ante
nuestra mirada.
288
64. Wei Yi: Inconcluso =r=
Inconcluso 1
1. T o d a v í a n o r e u n i d o , j u n t a d o , c u m p l i d o , e t c é t e r a .
289
Hablan ¡as imágenes
Las líneas
Puede ocurrir que cuando nos creemos al final de una larga fatiga, nos
entren ganas de ceder y desatendamos gran parte del trabajo por cansancio o
falta de dedicación. Para evitar este retroceso desafortunado de ios hechos, es
necesario que dividamos el tiempo con sagacidad para no acumular tensión o
cansancio, y que preparemos los esquemas del futuro, tratando de mantener-
nos dentro de los límites del buen sentido y de la moderación. La línea puede
también describir una situación que no concluye como hubiéramos deseado; en
este caso, lo sabio es no tener prisa y esperar, —hasta que nos sea posible
hacerlo— a que lleguen los tiempos decididamente yang indicados por Kh ien,
el espléndido hexagrama que es el «futuro» más próximo de Wei Yi, el tiempo
de la creatividad feliz en la armónica evolución de las mutaciones.
Son las aperturas *de la verdadera sabiduría las que aconsejan que
debemos detenernos en el momento justo, para rever cuanto hemos hecho y
decidir sobre las conclusiones. Tiempos fervientes de la acción, tiempos
firmes de la espera, todos tienen sus casos y siguiendo sus sugerencias,
evitaremos errores y lamentaciones. Hasta el último signo, el oráculo repite
esta verdad porque es importante, porque muchas veces, los hombres,
envueltos en el devenir de sus hechos, la olvidan o no comprenden su
importancia. La prisa jamás lleva a conclusiones felices.
290
El tercer seis: Nada ya concluido. Avanzando, desgracia. Ventajoso cruzar
un ancho curso de agua
Aún quedan cosas por hacer, revisiones que efectuar, decisiones que
discutir. Poco a poco, cada pieza se colocará en su lugar, componiendo per-
fectamente el dibujo de la situación, y revelando condiciones interiores, pero
mientras tanto, antes de proseguir con el trabajo de construcción, al nivel que
sea, es necesario resolver los problemas más urgentes que quizá, habíamos
pensado que podíamos posponer. El tiempo del cumplirse de las cosas, para
nuestros hechos, no ha llegado aún. Por lo tanto, habrá que obrar con mucha
calma, preparar el futuro indagando el presente, concluir el pasado convir-
tiéndolo en experiencia válida, precisamente para no repetir esos errores.
Y llegan los momentos yang que todo hexagrama ofrece, como los ofrece
toda situación de la vida. Existen preocupaciones, que son lógicas cuando los
hechos no están concluidos, pero que no tienen razón de ser porque el compor-
tamiento ha sido sabio, las decisiones han sido las justas. Se realizan los
deseos, pero hay que tener fe, se calman las inquietudes, se aflojan las
tensiones. La línea encierra una ocasión dichosa, tratemos de vivirla en la
forma adecuada para que no se nos escape. Pues no volveremos a encontrarla.
El seis arriba: Tener fe para beber el vino.3 Ningún error. Nos mojamos la
cabeza. Esto es perder la fe
Son tiempos de preludio durante los cuales es justo que tengamos fe y que
los vivamos con valentía, con la serenidad indispensable para superar sus ine-
vitables inquietudes, reparar los errores, soportar las contrariedades sin dra-
291
matizar. Siempre es necesaria la prudencia, los hechos no están todavía
cumplidos, el exceso de confianza en nuestra propia capacidad y en el favor
del tiempo (o en las personas y en las conversaciones de los demás), inevi-
tablemente nos llevan a cometer errores, por lo menos de valoración.
Abiertos a toda sugerencia, eso sí, dispuestos a discutir cualquier pro-
blema, listos a intervenir si fuera preciso, pero después de haber estudiado con
cautela las situaciones en las que nos hallamos para no vernos después arras-
trados por los acontecimientos difíciles de vivir.
La línea induce a reexaminar nuestra capacidad, a observar objetivamente
cuanto nos interesa, a rever, en caso de duda, las experiencias de una lectura
como la delI Ching, actual a pesar de los milenios, jamás superada por el naci-
miento y la caída de las civilizaciones, vicisitudes alternadas de la historia
como las de la vida de todos.
G . B. JUDICA-CORDIGLIA
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Indice
Introducción 7
La civilización china en la antigüedad 7
El universo del I Ching 11
La escritura china 16
La ciencia oracular en la antigua China 19
Cómo consultar el I Ching 22
Cómo leer el I Ching 24
LOS 64 HEXAGRAMAS
1. Khien: Cielo 35
2. Khwan: Tierra 39
3. Aun: Acumular 43
4. Mang: Juventud 47
5. Hsü: Esperar 51
6. Sung: Discutir 55
7. Sze: Ejército 59
8. Pi: Solidaridad 63
9. Hsiáo Khü: Animalito doméstico 67
10. l i : Caminar 71
11. Thái: Prosperidad ." 75
12. Phi: Cierre 79
13. Thung Zan: Hombres reunidos 83
14. Tá Yü: Gran dominio 87
15. ATrien: Condescendencia 91
16. Yü: Ocuparse 95
17. Sui: Conformarse 99
18. Kü: Destrucción 103
19. Lin: Acercarse 107
20. Kwán: Observar 111
21. Shih Ho: Quebrar mordiendo 115
22. Pi: Adornar 119
293
23. Po: Resquebrajar 124
24. Fü: Regresar 128
25. Wú Wang: Sinceridad 132
26. Tá Khü: Fuerza educadora 136
27. I: Nutrirse 141
28. Tá Kwo: Excesos 146
29. Khan: Peligro 150
30. O: Distinguir •• 154
31. Hsien: Unir i 158
32. Hang: Luna Creciente 162
33. Thun: Retirarse . 166
34. TáXwang: Gran fuerza 170
35. Yin: Progresar 174
36. Ming I: Luz que se apaga 178
37. Kik Zan: Gente de familia 182
38. Khv/ei: -Contraste 186
39. Aien: Dificultad : 190
40. JsTieh: Explicar 194
41. Sun: Perder 198
42. Yi: Evolución 202
43. Kwái: Decidir 206
44. Káu: Encontrarse 210
45. Yhui: Cosechar 214
46. Shang: Subir 218
47. Khwan: Ansiedad 222
48. Ying: El pozo 226
49. Ko: Renovar 230
50. Ting: La caldera 234
51. Kan: Trueno 238
52. Kan: Cimientos 242
53. Kien: Evolución 246
54. Kwei Mei: Desposar a la hija menor 250
55. Fang: Abundancia 254
56. Lü: Viajero 258
57. Sun: Viento 262
58. Tui: Recogerse • 266
59. Hwán: Confusión 270
60. Kiéh: Moderación 273
61. ATung Fü: Fe interior 277
62. Hsiáo Kwo: Pequeñas cosas importantes 281
63. Kl Yi: Conclusiones 285
64. Wei Yi: Inconcluso 289
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I CHING
Khien Khwan
Thung Zan Tá Yü
Shih Ho
1. Tome las tres monedas que acompañan a este libro. Atribuya el valor
2 a la cara en la que se encuentran los ideogramas chinos, y el valor
3 a aquella en la que están representados los ocho trigramas.
2. Lance las monedas al aire y sume sus valores. Obtendrá uno de los
siguientes resultados:
6=2+2+2
7=2+2+3
8=2+3+3
9=3+3+3