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A continuación, esta oración va dirigida directamente para ganar esos juicios en donde se
encuentra involucrado.
Por lo general, en algún momento de nuestras vidas atravesamos por problemas difíciles y
urgentes que merecen toda nuestra atención para darle solución. En estos casos analizamos
el problema para ver cuáles son las opciones que se tienen, el tiempo que se va a llevar para
que se acabe el problema.
En este sentido nuestra mente, nuestro espíritu, nuestra conciencia piensa que uno solo
podrá solucionar el problema, pero siempre y en cada momento uno evoca a Dios, a un
santo milagroso o a la Santísima virgen para que nos ayude a solucionarlo, la fe y por
ello evoco al Señor de los Milagros para que interceda por mí.
ORACIÓN AL SEÑOR DE LOS MILAGROS PARA
RESOLVER PROBLEMAS DIFÍCILES Y URGENTES
Oh Señor de los Milagros,
escucha mi voz, mis ruegos, mis plegarias,
solucioname estos problemas difíciles y urgentes que tengo,
concédanos la petición que te estoy haciendo.
Usted, Señor de los Milagros,
que ha cargado nuestro sufrimiento
y sabe el problema en que estoy,
ayúdame.
Yo sé que tú corazón se conmueve
al verme tan afligido y desorientado,
por eso he venido a implorarte,
que te conviertas en mi fiel aliado.
Con tu ayuda milagrosa,
los problemas van a pasar,
la solución la tiene usted
y así nos va a ayudar.
Soy un hombre de fe,
humilde, devoto,
soy tu fiel creyente,
me siento fortalecido
por tu presencia en mi vida,
gracias por darle solución
a las peticiones hechas.
En estos momentos de intensa agitación
vengo a ti a decir que perdones las faltas
que he cometido,
dirige hacia mí toda tu energía,
para salir fortalecido y
desaparezca tanta preocupación.
Señor de los milagros,
no me desampares,
no me deje solo,
escucha mis suplicas,
mucho te agradezco tu valiosa intervención,
con tu ayuda y protección,
nos proteja contra la envidia,
contra toda la mala intención,
danos tu bendición.
Amén.
Oracion JUSTO JUEZ. Contra casos de corte y pleitos legales.
¡Oh! Divino y Justo Juez, nacedor del cielo y tierra. Rey de Reyes sin igual, Juez de suprema
virtud que a las almas dáis salud, con tu poder paternal. ¡Oh! Señor Redentor mío, Salvador
del Universo, por vuestro infinito amor defiéndeme del adverso, vos me guiaréis, sois mi luz,
mi protector y mi gloria, por vuestro infinito amor defiéndeme en toda hora.¡Oh! Señor
Ominipotente Clementísimo Jesús, mándame una buena muerte por la que tú padeciste y
tormentos que sufriste clavado en la santa cruz, prepárame un santo padre, igual al que
convirtió a tus amados apóstoles Santo Tomás y San Pablo, líbranos como libraste a Santa
María Magdalena y a otras vírgenes varias, haz que mi vida sea buena sin ser de obras
temerarias, favoréceme de cuestas de caminos peligrosos, de las muy crueles prisiones y de
los ríos caudalosos, de todos mis enemigos, de perturbación de demonios, de ladrones, malas
lenguas y de falsos testimonios, líbrame oh Supremo Ser de caer en pecado mortal, pues este
es el mayor mal que en el mundo puede haber, haz que en mí mis enemigos no tengan ningún
poder, sean visibles o invisibles, nunca me puedan vencer, no me hayan de ver sus ojos ni de
alcanzarme sus pies, no me toquen con sus manos y puesto que eres mi Juez, haz que no me
hablen blasfemias y si quieren herirme se hagan pedazos las lanzas, que se les rompan los
sables, que se doblen los cuchillos, armas de fuego no disparen. A vos Señor os suplico que
ningún enemigo mío tenga que dañarme a mí, solamente Tú Señor, porque tu eres mi Juez,
mi Padre, mi Redentor. Tenedme vos escondido en esa llaga sagrada de tu Divino Costado, y
en aquel velo Sagrado del Santísimo Sacramento os suplico Padre amado que sea mi cuerpo
cubierto, que no sea herido, ni muerto, ni preso, ni cautivo, ni puesto en las manos de ningún
enemigo, sean mis enemigos vencidos. El Padre me libre, el Hijo me guarde, el Espíritu Santo
me acompañe y por mi hable.
Amén Jesús.
La verdadera Oración al Justo Juez la podemos realizar a cualquier hora del día. No tiene
importancia ni la hora ni el lugar, lo que sí es verdaderamente relevante es el hecho de
ponernos espiritualmente en contacto con Dios, dejar que él nos dé su mensaje colocando
toda nuestra disposición y en fervoroso momento orar y hablar con él.
¿Qué obtenemos al rezarle al Justo Juez?
Con la oración al Justo Juez lo obtenemos todo, y cuando decimos todo, no debemos
enfocarnos en los bienes materiales o caprichos del momento. Se trata de encontrar la paz
y la tranquilidad, la fe y la constancia que necesitamos para caminar en sintonía con el
Señor y la fortaleza en los momentos más difíciles, poder aceptar los designios de Dios sin
ningún reproche de nuestra parte.
Rezar para conseguir un trabajo, por la salud de los enfermos, por nuestra familia,
colocando en las manos de Nuestro Padre los proyectos que tengamos en mente, tanto
profesionalmente, como de forma académica y familiares.
Dedicarle por lo menos unos minutos al día para hacer una Oración al Justo Juez, es algo
que poco a poco nos ayuda a ir avanzando hacia el camino de la eternidad, preparar el
terreno que sin duda en algún momento debemos pisar, un terreno santo y que nos permita
vivir en compañía de Dios.
Te pido niño compadrito por tu inmensa bondad me ayudes a cumplir mis objetivos
trazados. Tú que lo puedes todo concédeme por favor esta gracia y esta dicha [aquí se
dice el milagro que se quiere, con mucha fe] de ti estoy agradecido por lo que estoy
recibiendo de tu bendición, mi Niñito. Gracias, muchas gracias. Amén
No puedes ser un ganador pensando como
fracasado, eres un Hijo de Dios, eso ya te
convierte en ganador
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La confianza en Mí,
significa que ustedes
demuestran una gran fe.
Tengan fe en Mí, Yo morí
por sus pecados, por cada
uno de ustedes que vive
aún en esta época. ¿Por
que no confían en Mi?
Si es que necesitas el favor para una causa urgente, puedes pedirle a san
Expedito que te haga de intermediario junto a nuestra Madre la Virgen
María rezando la siguiente oración:
¡Señor Jesús, acudo a tu auxilio!
¡Virgen Santísima socórreme!
San Expedito, tú que lleno de valor abriste tu corazón a la gracia de Dios
y no te dejaste llevar por la tentación de postergar tu entrega,
ayúdame a no dejar para mañana lo que debo hacer hoy por amor a
Cristo.
Ayúdame desde el cielo a renunciar a todo vicio y tentación con el poder
que Jesús me da.
Que sea yo diligente, valiente y disciplinado al servicio del Señor,
y no me acobarde ante las pruebas.
Tú que eres el santo de las causas urgentes,
te presento mi necesidad (intención).
Sobre todo te pido que intercedas por mí para que persevere en la fe,
y así llegue al gozo del cielo con Cristo,
con la Virgen María, los ángeles y los santos. Amén