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CAPíTULO PRIMBRO

CONCEPTO DE LA TECNICA CORPORAL

BlllJdio publiCMIo en el Ja"'nlll de Psychola,lte, XXXU,


nl1mel'Ol 3-4, 15 marzo-U abrJl ]936. Conferencia dada el
17 de mayo de 1934 en l. Sociedad de PlicoloPI.
Hablo de técnicas corporales porque se puede hacer la teoría de la
de los cuerpos partiendo de un estudio, de una exposición, de una
simple y pura descripción de ltU técnicas corpOlales. Con esa palabra quiero
expresar la forma en que los hombres, sociedad por sociedad, hacen Ul!IO
de su cuerpo en una forma tradicional. En cualquier caso hay que seguir
un procedimiento en que partiendo de lo concreto se llegue a 10 abstracto
y no al
Les haré ahora partícipes de una parte de mis enseñanzas que no se
Mauss, Marcel 1979. En: Sociología y antropología. Madrid: Tecnos. encuentran en ning6n otro trabajo mío (1os libros que recogerm las Ins-
trucnons sommmres y las InstructjolU cll'ulIllge des ethnografes toda-
vis por publicar), enseñam:as que he repetido en un curso de Etnología
descriptiva y en varias ocasiones en mis clases en el Instituto de Etnología
de la Universidad de París.
Cuando una ciencia natural progresa lo hace lIiempre sobre unos datos
concretos y caminando hacia 10 desconocido. Lo desconocido se encuentra
en las fronteras de las ciencias, allí donde los profesores ese devoran entre
sí», como dice Gocthe (y digo devoran aunque Goethe no es tan cuidadoso
en sus palabras). Generalmente, es precisamente en estDlil campos mal como
partidos donde se plantean los problemas más urgentes. Estas tierras sin
cultivar quedan siempre señaladas. En las ciencias naturales, tal como hoy
existen, hay siempre unos títulos incompletos. En las ciencias sobre deter-
minados hechos hay siempre unos que no se han reducido todavía a con-
ceptos, que ni siquiera se han agrupado orgánicamente, siendo su 'Ónica
característica la marcada ignorancia que Hobre éstos se tiene. Cuando esos
hechos me califican como «varios», es ahí donde hay que entrar, con la
seguridad de que hay una verdad por hallar; en primer lugar, porque se
sabe que no se sabe y adem.'s porque se tiene un sentido profundo de la
gran cantidad de hechos que han quedado ahí reunidos. Durante muchos
años, en mis cursos de Etnología descriptiva he tenido que enseñar llevando
sobre mí esa carga, ya que la rtibrica de «varioSlt es en etnografía autén-
ticamente heteróclita. Sé perfectamente que el andar, que el nadar como
las demts cosas de este tipo, son específicas de determinadas sociedades.
Sé que los polinesios no nadan como nosotros y que mi generación no
ha nadado como lo hace la generación actual. Pero ¿qué fenómenos sa-
ciales son ésos? Son fenómenos sociales «diversos» y como me horroriza
esa rúbrica, he pensado con frecuencia en ellos, sobre todo siempre que

"
338 SOClOLOGIA y AIfl'IlOPQLOGlA
CONCEJ'I'OS DB LAS TECNICAS OORPOUI.BS 119
me he viltO obllgado • hablar de elloll, &in por ello apartarla. de mi peno
lamiento entre tanta. l1a, etc. El regimiento de Worcelter, que .habla hecho grandel
durante la batalla del Ailne, junto con la iofanterfa francella, loliCltó la
Exet1senme Ji para poder elaborar eata noción de tknica corporal lea
autorizaci6n real para tener una batería COD toque de cometa y una banda
narro en ocasione. )' cdmo he podido plantearme claruncote el pro-
de tambores y trompet81 fraooeu. El resultado fue desilulionador. Durante
blema peral, a tra\Ú de una leric de actnaclotw:I c:oolCieDtel o iDconI-
tienta!. tci.. mClCfl en 181 caI1elI de Baileful, mucho detpu61 de la bataDa del AilDe,
En primer lUIM. en 1898, cootd COQ una penan. de quiea m:uerdo
Yi can el eapecUculo siguiente: el rqimicnto habla CODIervado
laa illieiolco pero no el """,bre. He tonido 1, _ do no bua<arIo. Fue la marcha ingleBa pero la rimaba a la fraDceu.; al mando de su banda
él quien redactó UD. ezcd.entc artfculo sobre ca natación». en la edid6D tenía un pcqu.e50 ayudante de caadora a pill!l. &anc6t, que la
do la Britilh do 1902 (los arUculOl are .la _ . Cll cometa '1 que llevaba l. marcha mejor 'lue SUl hcmbf'el. El deagraei.ado
he """ edkio_ alguf..... no han aicln laD buenos), cIeapertúclome el rqimicnt<l do srancJea iosI.... DO podIa deWlar. tcdo era diacmdante Cll
BU marc:ha cuando intent8ba marchar 11 palO. 1. mdslca DO la marcaba,
lnteK1 hiJt6rico y labre la cuestión. Este fue el punto de par.
tichl; • axatiBa.Ic:i6D yo miaDo be uistido al cambio de la técnica natatoria de tal mocÍa que el rqimtento de Worccster se vio oblipdo • suprimir IU
a lo largo de nuestra generación. Hay un ejemplo que les va a centrar en bancla ÚlInCClll. Do hcohc. sólo han podido pasar do un ej<!rcito , otro,
el tema: a nosotros los psicólogos. biólogos o sociólogos, se nos enseñaba los toques de c:retretu de CdClCllblOl', etc. EIta ca la forma en que he
a zambullimos después de haber aprendido a nadar y cuando nos ense- podido ccmprobar de concreta y (recuente, DO 1610 en relación con
ñaban a zambullimos lo hacían haciéndonos cerrar los ojos, abriéndolos la marcha sino tambib. con la carrera y CO:D los dc:m.ú, la diferencia. de
1Dl.. YeZ en el agua. Hoy la t6coica diferente. El aprendizaje le inicia tknicu tanto e1ementa1al como deportivu entre inglCICI y fr8DCCllelll. El
8COIItumbrando 11 nifio • mantencrlle en el aaua con 101 ojal abicrtol: profesor Curt Sachl, que vive mm DOIOtl'OI Cl1 estos momentos, ha
así, antes de nadar, se entrena al niño a dominar 101 reOejOl pcH,roaoI las miBmas obIervaciones, hablandc de ello ea1 muc:bas de IWJ conferenCIas;
pero instintivos de los ojos, Iamilíarizándose sobre todo QOQ el ague. al dioe qoe cliatingue , cIlatancia la mard1a do un 1nsI" do la de un frme;á.
inhibir el miedo se crea una cierta seguridad, seleccionando b p8IOI Y Todo erto no IOn lino aptOximaciODel al tema. Eatando en el hospital
movimientos. Existe, pues, una técnica del zambulHrse "J \mi t6:Dica da la tuve una elpeCie de revelación. &taba eafermo en York y me pr:-
educaci6u del zambul1lrao elaborada en mi tiompo. Uatedoa han podido ¡untaba dónde era donde yo había MO andar • las muJCICI como a mtI
ver que se trata de una cme:ftaaza t6::nica, que, como toda t&zica, IIeva enfetmel'8l. Por fin me di cuenta que era en el cine. Cu.ndo 'f01y{ a Fnm-
en al un ,prezJdizajc do la 1II1aci6D. N _ sonoracl6n ha aaiatido. odemb cía me di cuenta, 80bre todo en París. de 10 frecuente que era cea forma
a un cambio camp1.cto de la t6cniCl, la natación a braza COD la cabeza de andar: he ch10u eraD f,.,.,..., pero ..dabllll del mItmo modD. La
fuera del agua, se ha sustituido por los tipos de crawl. Tambi6D. moda de 'andar amerieana DOI estaba DtIplldo • tram del cine. Me encon-
se ha perdido la costumbre de tragar agua, expulúndola luego; los nada- traba puca ante una idea que 10 podía generalizar. La posición de 101
dores se consideraban en mi tiempo ccmo una especie de barco I vapor. bral:a'. ., mientras 10 anda CODItituye una idiosincrasia locial "1 00
Es una bobada, pero yo hago todavía ele gesto, DO he podido desprenderme el 8610 el resultado de no movimientos y meeamllDos puramente
de la técnica que aprendí. Esta es, puel, una técnica corporal concreta, individuales, casi enteramente flsicOl. Creo que lena capaz de recooocer
un arte gimnúico perfeccionado en nuestra época, a UDS. chica que se haya educado en un convento, ya que generalmente
Esta particularidad ea la caracteríltica de todas tu !Ecoicu. Durante andan con 101 puñol cerradol. Todavía recuerdo al profesor de tercero
la guerra he podido comprobar el carácter concreto ., específico de lal que me decía: .IEspecie de animal, vel siempre con las manos abiertas! »
técnicas. Asf, por ejemplo, la de layar. El ejército inglés, con el que yo Exilte, por tanto, una educación de la (orma de andar.
estaba, no sabía utilizar las layas francesas, lo cual obligaba a cambIar 8.000
layas por división cada vez que relevábamos una divid6n francesa y • la
Otro ejemplo: hay posiCiOMI de 'tu manoa en reposo: C;luC son apro-
piadas y otras que no lo Ion, de tal modo que le puede adiVInar con segu-
inversa, lo cual demuestra con evidencia que el gelto manual le aprende ridad que si un niño come con 101 CodOI pegados al cuerpo y pone sus
lentamente. Cada técnica propiamente dicha tiene su forma.
manos en las rodillas cuando está sentido, es un inglés; los niños franceses
Le miIImo le puede decir de todas las demás actitudes corporales. Cada no saben comportarse, pODen 101 codos en abanico, los apoyan sobre la
sociedad poleo uno costum.brea propias. En aquel tiempo pude comprobar
f'cllmente las diferencias entre una y otra annada. VellllOl UDa anécdota
a propólito de las nrIU'Ch(I!J. Todo el mundo sabe que la infantería britinica
mel., etc.
'tu
Rcs.pecto a
.
carrertll he comprobado, como también hah podido a-
cerlo todos ustedes, el cambio de
h

•. Mi profesor de gimnasia, uno de


marcha a distinto puc que el nuestro, diferente en frecueI1cia '1 en largura,
dejando de lado, por el momento, el balanceo in¡lés, su juego de rod1- lo.. mejores de Jcinville, en 1860, me ensenó a correr con los puñol pegadol
al cuerpo. postura totalmente contradictoria • 101 movimieotOll de carrera.
SDCIOLOGlA y ANnOPOLOGIA CONCEPTOS DE LAS TEailCA!I CORPQIlAU!S J41
Ha rido ncc:eurio que viera a 101 corredam profeaionales 'e 1890 para adoptan un determinado «gaillO (la palabra inglesa es deliciosa), es decir,
comprender que había que correr de otro modo. un determinado balanceo, descuidado y, sin embargo, articulado de las
Durante muchos años he repensado sobre esta idea de la naturaleza caderas que a nuestro parecer no es muy agraciado, pcro que es muy
social del tlhabitus» y observen cómo lo digo en latín, ya que la palabra admirado por los maorís. Las madres educan (el autor dice tldrilllO) a sus
traduce mucho mejor que «costumbre», el «exis», lo «adquirido» y la hijas en esa forma de moverse que se llama «onioi». He oído a madres
«Cacultad» de Aristóteles (que era un psicólogo). La palabra no recoge los que decían a sus hijas (traduzco): «No haces el onioi», cuando una hija
hábitos metaHsicos, esa misteriosa «memoria», tema de grandes volúmenes se olvidaba de hacer el balanceo (Tlle Maori, 1, págs. 408·9; cfr. pág. 135).
o de cortas y famosas tesis. Estos «hábitos» varían no sólo con los indi- Es una Corma de andar adquirida y no natural. es decir, probablemente
viduol y IUI imJtaciODCI, .ino labro todo con l•• lOCiedac1eI, la educación, no existe de «forma natural» en el adulto. Con más razón cuando intervie-
las reglas de urbanidad y la moda. Hay que hablar de técnlcal. COD la nen otros hechos, tales como, entre nosotros, el andar con zapatos que
col1liguie.nte labor de la razón práctica colectiva e mdividuai, alli donde modiCican la posición de los pies, cuando andamos sin zapatos nos damos
normalmente se habla del alma y de sus facultades de repetición. bien cuenta de ello.
Todo me lleva a la posición que algunos han tomado a ejemplo de Esta misma cuestión fundamental se me planteaba por otro lado, en
Comte y en la que estamos en nuestra Sociedad: posición como la de relación con las nociones relativas al poder mágico, a la creencia en la
Dumas que en las relaciones constantes entre el biólogo y el sociólogo eficacia no sólo física sino también oral, mágica y ritual de determinados
no deja lugar al intermcdiario psicológico. Yo he llegado a la conclusión J
actos. En este punto me encuentro más en mi campo que en el terreno
de que no se puede llegar a tener un punto de vista claro sobre estos he· aventurado de la psicofisiología de las formas de andar en que me presento
chol, la carrera, la natación, ctc•••i no le tiene en cuenta una triple con- ante ustedes.
Iideracl6n. en lugar de una 11nica oonñdcraclÓD, ya IU fíJlca o 1DC:dDica. Veamos a continuación un hecho más «primitivo», australiano en
como puede serlo UD.a teoría anatómic:a o fiJiol6gica del andar o que por esta ocasión, y una Córmula del ritual de la caza y de la carrera, al
el contrario lea sociol6gic:a o plic:ol6lica. lo que hace falta ea UD triple mismo tiempo. Es sabido que los australianos obligan a cazar a los can·
punto de ma, el del «hombro toIII•• guros, a los emus y a los gatos salvajes, y llegan a coger la zarigüeya
Se ímponen otra serie de hechol, en cualquiera de los elementOl del de la copa de los árboles. a pesar de que estos animales ofrecen una
arte de utilizar el cuerpo humano. domino los hechol de la educaddn. especial resistencia. Uno de los rituales de caza, observado hace cien años,
La noción de educación podía luperponene a la idea de imitación, puel es el de caza del gato salvaje, el dirigo, en los alrededores de Adelaida.
hay DÍÁOI que tienen apecielef facu1t&des de imUacióo ., aunque otroa El cazador no deja de cantar la siguiente canción:
J8I ticncn muy eacuu. todol reciben la miIma educaci6D. de tal manera
que el f6cil comprender 101 resultados. Lo que ocurre es que le da un. Dale I;OD el pdLIdlo de plumu de 'aula (de laidaci6a, etc.).
imitación prutiglosa. Hl nma, el adulto imita le:» actos que han retU1tado ))aJo COCl t. c:inIud,
certeros y que ha visto realizar con éxito por las personas en quien tiene Dale COl) la cinta dll la eabU&,
Dale CaD la .IDIfCI de la circunc:i.¡óa,
confianza y que tienen una autoridad sobre él. El acto se impone desde Dale coa 11 111II'e del brazo,
fuera, desde arriba, aunque sea un acto exclusivamente biológico relativo Dale lXIa el menIU\lo de 11 tnlljcr,
al cuerpo. La persona adopta la serie de movimientos de que se compone Hazle dormir. etc. t.
el acto, ejecutado ante él o con él, por los demás.
III p _ t e en Idea de prati¡io de la por""'" la que _ el En otra ceremonia, la de la caza de la zangueya, las personas llevan
acto ordenado, autorizado y probado en re1ación con. la penona imit. en la boca un trozo de cristal de roca (kawemukka), piedra mágica por
dora, donde le encuentra el elemento social. En el acto imitado 10 d. un excelencia, cantando una canción semejante a la anterior; con esto queda
elemento psicológico y un elemento biológico. asegurado que podrán cazar la zarigüeya, que treparán y podrán quedar
El conjunto, el todo. queda CXIndicionado por 101 tret!l elementos indio sujetos por la cintura a la rama, apoderándose y matando esta dificil
sodublementc mezclados. ptesa.
III evidente y unlvenal la rela<ión ...... loo proc:edimientOll mqlCOl
Todo esto se relaciona Cácilmente con un determinado tipo de hechos. Y la téalic.a de la caza, por CIO no JrWlti:remoa mi eobre ello.
El libro de Elsdon Best, llegado hasta nosotros en 1925, recoge un inte- El fen.6meDo plicológico que ahora constatamos, e.
resante documento sobre la forma de andar de la mujer maorí (Nueva desde el punto de vista habitual del 1OC!61ogo, dexnasiado f'cil de ver
Zelanda). (No acepto el que se diga que son primitivos, pues en algunos
llSpcctos son superiores a los celtas y a los germanos.) Las mujeres indígenas I "1'BH'VaM'l'CM Y Sc:8vu.wcH,. ''Ouuiaa af a Qramrnu", etc. 8th.-
ADIadla. AddaJda. 1140. por BYm¡, }um" •.• 11. P4 2'1.
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y a:mprender: lo que ahora queretDOll reaa1tar el la ronfjanu., el Mo- interior de CIte grupo de hechos. el principio fadlita )'a una c1aIificacl6n
mmtum psicol6gico que puede darse 8 UD acto que antel que nada es UD concreta. La adaptación constante a una fmalid.d flllea, I'Dl!:dnica y qtJi.
acto de lCJiJteneía bío16gica. conseguido graciaa a unal palabrol y a un mica (así por ejemplo cuando bebemos) est' seguida de una lOrie de acto.
objeto 1DÓgil:O. dc acoplamienw, acoplamiento quc se lleva 8 cabo en el individuo no por
El .Blente confunde el acto tknico, el acto fíaico ., el acto m.f¡lca. 61 1010, sino (XJIl ayuda de la educación, de la .ocledad, de 18 que forma
telJ¡¡IOIO. TocIot &too lQJl loo clemcotoo de que yo diJponla. pute y del 1_ que en ella ocupo.
El... t=nIcu Re otdclllUl f4cilmcotc dentro de un dltana gcocral que
• • • 001 ca CllDII1o, el de la noción fundamcota1 de loo pzio6Iogoz, capeclzl-

_ cIcmcmDs me dejaban _cebo. oab!a o6mo podlan _irte


mcole d. 1IlYctz Y Hcad. de la vida oImbólica del cap!rltu, el de la _
de la actividad de 1& ccmciencia COIOO UD aiatcma, IObre todo, de montajCl
ptrO DO cómo había que organizarloI••iD ..ber, adcmú qué título dar .imb61icoa.
• todo Cito. Mi dilertaci6n DO tendría fin III quimera enumerar todo. 10B hechos que
Todo eUo ha Iido mú limpIe de lo que me IUPoma, IÓSo había que demueltran la relaci6D entre el cuerpo y los IÍmbolos mor.l1ee o intelec-
referirse a la divilión de loa acto. tradlciowdcl. en y CiD rltoa:, tuales. Obaerv6mOOOl por UD momento; todo lo que hecemOl DOI v1lC1le
divtai6n que creo dcoc tu fUDd.mentn. ToeS. CItu foJmM de ICt\tar son ordenado. mi poItnra BCIrtada ., mi voz, dan lupr a que Ultcdea me e.
tknicaa, IlOD laa tbic8I corporalel. cuchc:D lentadol '! ea ldlend.o. TodOl adoptamol UDliI actitud pmnItId.
TodoI hemos caldo en el error fundamental, yo mismo durante mu- o no, natural Q DO, ya que am.ouimol valma dife:reotel .11 bccho ele mirar
dIOI aóoI. de creer que sólo existe una técnica cuando hay un instru- fijamcotc. bccho q.. ca dmbOO> de urbanidad en el ejercito Y de falta de
mento. Era aeceaario volver 8 las viejas nociones, a las consideraciones educación en la vida normal.
platÓDica lobre la tknica y ver cómo Platón hablaba de una técnica de
la mdllca. y especialmente de l. danza, y entonces hacer máa lenera! elJta
noción.
Denomino técnica al acto eficaz tradicional (ven. pues, cómo este acto
no se diferencia del acto mágico, del religioso o del simbólico). Es neceo
sario que sea tradicional y sea eficaz. No hay técnica ni transmisión
mientras no haya tradición. El hombre se distingue fundamentalmente de
los animales por estas dos cosas, por la transmisión de sus técnicas y pro-
bablemente por su transmisión oral.
Pernút:anme. pues. creer que Ultedes aceptan mi. dcfiDicione•. Ahora
bleo. ¿cu4l ca la difemlcia ""trc el ocio tradlclooal eficaz de la rclirl6n.
el _ tradielcazl. cfleaz,""'bólIco. jurIdico. loo oclOO de la .JeIa ""
común; cuál el 1& difCJCDCia eotra 101 8CtoI moraleI por un lado, y d
acto tradicional tá:Dico por otro? La dife:reDeia ea que IU autor 10 coo.Jidera
como un acto tU tipo m«d1Iico, JtsJco o ff.lic;Q.qufmico y que lo realiza ceo
esta finalidad.
Vid. la 1ituaci60 DO DDI queda mú que decir DOI b.UaDIOI ante
la tk1JjCfJ6 corporalBB. Bl cuerpo el el primer del hombre y el
nW natural, o mÍl ooa.crctameD.te. liD hablar de imtrumentoe dlremos
que el objeto y medio mI.. normal del hombre et IU cuerpo. Una
vez llegado a CIta condUlión, CI8 ¡ran categoría que 'JO d'li5caba dentro
de la sociología dcIcriptiv.. como evariou de&aparcce y PbemoI ya d6bdc
clasificarlos.
Con anterloridad a las técnicas de instrumentos, se produce UD. wojunto
de t:écDicu corpora1CI. No es exagerado dar imporumcia a este tipo de
trabajo de t"xinomia psicosociológica. ya que pone orden en 181 ideas,
cuudo no lo tenían. es algo que hay que tener en cOI1Iidcraci6n. Bn el
CLAS1FICACION DE LAS TECN1CAS CORPORALES J45

CAPíTULO n los talones, y la «flota», como ellos dedan, quedaba por encima de sus
talones. mientras que yo me veía obligado a quedarme de pie con los pies
en el agua. La posici6n en cuclillas es una posición que se debería con-
servar en el niño: todo el mundo, excepción hecha de nuestras sociedades,
PRINCIPIOS CLASIFICADORES DE LAS TECNICAS
CORPORALES la han conservado. Ocurre también que con el transcurso del tiempo. en
las razas humanas, esa postura ha ido cambiando de importancia. Ustedes
recordarán que en otras épocas se consideraba signo de degeneración el
que los miembros inferiores estuvieran arqueados. Sobre este rasgo racial
se dio una explicación fisiológica. Virchow también consideraba como un
degenerado, nada m's ni nada menos, que al llamado hombre de Nean-
dertha1. que tenía las piernas arqueadas, debido a que normalmente vivía
Hay dos cosas que quedan inmediatamente claras en relaci6n con esta agachado. Hay cosas, pues, que nosotros consideramos hereditarias y que,
noción de técnicas corporales: el que se dividen y el que varían seg1Í.n la en realidad, son de orden fisiológico, psicológico o social. Determinadas
edad y el sexo. formas de algunas tendones y huesos responden a una determinada forma
de estar de pie y de pararse. Todo esto está claro, con este procedimiento
1. Divisi6n de las tknicas corporales según los aexos (y no simple- no s6lo se pueden clasificar las técnicas, sino que además se clasüican
mente división del trabajo entre los sexOll).-El tema es bastante impor- segt1.n la edad y el sexo.
tante. Las observaciones de Yerkes y de KOhler sobre la posición de los Además de esta clasificación que abarca a todas las clases sociales,
objetos en relaci6n al cuerpo y especialmente en el rpgazo, en el mono, debemos tener en consideración una tercera.
pueden dar lugar a consideraciones generales labre 1.aa diferentes actitudes
del cuerpo en movimiento en los dos sexos, respecto a objetos que están 3. Clasificación de las tknicas corporales en relacúSn con su rendi-
también en movimiento. Sobre este punto, expondremos algunas observa- miento.-Las técnicas corporales pueden clasificarse en relación con sus
coines ya clásicll8 respecto al hombre, aunque sería necesario completarlas. rendimientos y en relación con su adiestramiento. El adiestramiento, como
Me permito llamar la atención a mili amigos paic610g0s sobre esta serie de el montaje de UDa máquina, es la bdsqueda, la adquisición de un rendi-
investigaciones; yo carezco de la competencia y del tiempo para dedi- miento, s6lo que en este caso es un rendimiento humano. Estas técnicas
carme a ellas. Tomemos, por ejemplo, la forma de cerrar el puño. El a las que ahora nos referimos son las normas humanas de adiestramiento
hombre normalmente lo ciena dejando el pulgar fuera, y la mujer, me- humano. Los procedimientos que aplicamos a los animales, los hombres
ti&dolo dentro del puño; quiz' porque no se la haya educado en ello, se los han aplicado a ellos mismos y a sus hijos. Probablemente han sido
pero creo que, aunque se la enseñara, resultaría difícil. El puñetazo es éstos los primeros en quedar sometidos a un adiestramiento, antes de
débil. Todo el mundo sabe que cuando una mujer lanza una piedra, 10 domesticar a tos animales. Puedo, pues, en una cierta medida, compararlos,
hace no 11610 con meDOS fuerza, sino de diferente manera que un hombre, tanto ellos como su tranlIDisi6n, con un adiestramiento, ordenándolos en
mú vertical que horizontal. función de IU eficacia.
Quizá todo esto es resultado de dos tipos de educación diferente. Existe Nos encontramos aquí ante la noción de habilidad. tan importante para
una sociedad de hombres y una de mujeres; pero creo también que hay la psicología como para la lociología.
que encontrar otras razones biológicas y psicológicas para todo esto. T8Dl- Bn francél sólo tenelDOl una palabra, la de ehablle» 1, que traduce
bi6n en cate caso, el psicólogo, por sí solo, daría más explicaciones insu- de forma incompleta la palabra latina 1habiliu, mucho mis adecuada
ficientes; necesita de la colaboración de estas dos ciencias, la fisiología para designar a quiCllCl tienen. un sentido de la adaptaci6n de BU movi-
y 1& 1lOOiolosfa. mientos bien coordinado. hacia un fin, para quiene. tienen unOl hábitol.
para quienes e.aben hacer». E. el sentido de las palabras inglesa .craft».
2. Varitzci6n de las técnicas corporalt1B por motivo de la edad.-m «elever» (adiestramiento, presencia de espíritu y hábito) es la habili-
niño sabe ponerse en cuclillas normalmente, pero nOllotros hemos perdido dad para hacer algo. Una vez más estamos en el campo de la técnica.
esa costumbre, 10 que considero como un absurdo y una inferioridad de
nuestras razas, de nuestra civilizaci6n y de nuestra sociedad. Veamos un 4. Transmisi6n de las formas tkrtiCQs.-Por áttimo, al ser fundamen-
ejemplo: yo estuve en el frente con los australianos (blancOll) y tenían
frente a mí una luperioridad indudable. Cuando hacíamos un alto en una I Dice. de la Le:Dsua Espadola de la Real Academia: = capacidad, il]-
zona enlodada o en el &gUa, podían sentarse descansando el cuerpo sobre tc1iScncla y disposición para una COla: aracia y dcltrcJ:a en ejecutar una cOla.
(N. del TJ
346 SOCIOLOGIA y AN'IROPOLOGIA

tal la cl1Icñanza de estlUl t6cnicas. podemos c1asüicarlu en relación con su CApíTULO III
cnlCñanza y adiestramiento. Con lo cual nos encontramOI ante un nuevo
campo de atudio. La educación física de loa dOI lexol y de todu las
edades le compone de mil detalles inobaervaclos que hay ahora que obltl'- IlNIJMERACION BIOGRAFICA DE LAS TECNICAS
var '1 analizar. La educaci6n del niño elltá llena de lo que llamamos de-
CORPORALES
talle., que SOD fundlDlental.es. TamcmDI por ejemplo. el problema
del smlndatrlano, "1 bOl daremos cu.enta de que oonocemoa mal caj}cs
son los movimlebtol de la mano derecha y ca4I los de la izquierda y cómo
se aprenden todoa. Al piado!lo le le reconoce a primera YiJta,
8nnqt1C teqa UD tmedor y un cuchillo (lo que es de atrafillr), ya que
har' todo 10 pOIiblc: por 11181' sólo la mano derecha, pue8to que DO debe
tocar 10:1 alimental con la izquierda. ni cierto parte! del cut:rpo con la Otro tipo de c1uifieaci.6n, la de una limpie enumer.::i6n. Ieria, yo no
derecha. Para aaber por qu6 DO hace UD. gesto a otro no 10ft .lJufiefeotcl dirla _ Jét¡ica, pern al "", Uci1 P'" el obaervador. Mi Idea ha llidn la
Di la fisiologla Di la paicologla de la diaimetrla motriz cid hombre, 10 que :le ofreced.. una oerIo do tohlaa comn Iaa que hacen loa prnf_ amo-
hay que aabcr 100 lu tnldicionel que se lo imponen. Robcrt Hertz ha rka!101. Lo que VBIIIOII • hacer va a aeguir tú. o lIleDOI las edadel del
pl8.D.tcado muy adecuadamente elte problema 2. Bllo rcflcnonea '1 otro hombre, III binlNfú nnnnal con el fin do orclonor laa t60nicae _lea
semejaDtes pueden aplicanc a todo lo que es e1ccci6D lOcl.a1 de 101 pdn- que le Ion propial Y1. que te le eDJefian.
apios de 101 mOYimicntol.
Bate (:1 el momento de estudiar el adiestramiento, la mut.o6n "1 pri»- 1. Tét:nic:tu del naclmúnto '1 tú la ob!telricia.-Los hccholI no IOD.
cipahnente 1u formas fundamentales que se llaman modo de vivir, el en pncral. bten cooocidol, J muchas de lu enseiíanzal cláaicu lCJIl cHIcu-
modru. el tonl#, la cmateri.., lu .r01'D18l» y modal. liblco '; de <!atoa, lOIl ccmec;taa In de Wal_ Roth poc1X> a lu tribua
Esta es, pues, una primera c1uificaci6n. o mejor. cuatro puntol de vista auatrallanu do Quoona!an<! y de 15 Guayana Bri.......
Lo formaa do obatotric:la varlan mudIo. Cuondo nació Bndc. au madre.
IObre la c1aoiflc:acl6n de laa tknicu corpouIea.
Ma,.. tIC mantuvo de pie agarrada • la rama de un 'rbol. dando a
de pie. En la India, en sonuaI. laa muj.... dan tnelavfa a lnz de ptC-
Coau que noaotrna cnooldoromoa tlOr1ll&loI como dar a luz echada aobre
la Clpalda, 00 IOD m'I oormalet que hacerlo • cuatro p.8ta1. Emten
diferente! t&nlcu del parto tlOft rapeeto • la madre. con JaPeCto a IUI
ayudantca. en la forma de recibir al niIIo. en cómo Iipr y c:u1du 01 cordón
umbi1i<:a\, y en qu6 culdacloa hay que dar al nifio y ouAlca • la madre.
Todos ellos son problemas de considerable importancia, pero, ademú.
junto a éstos hay otros tales como: la elección del niñ,?, la expoúclcSn de
los impedidos o la muerte de los gemelos, datos que 101. momento.
decisivos de la historia de una raza. Tanto en la hlstona antigua como
cn las dcm.ó civillzacione.. el reconocimiento del niño es un acantee!·
miento funclamontal.
2. Tlcnica, la infancia. Critlma '1 fl1irrmataei6n del niño.-Actitudel!
de cstal! do. semi en contaeto-1J madre '1 cl oifio--. En relación con el
niño tomemos por ejemplo 1, IUCCiÓD '1 el cómo llevarlo. cte. Son muy
importantes, las diferentes forma. de llcwl1' UD ni60. El oifio que es .lle-
vado, incluso sobre la piel dc IU medre, durante dolJ o tres afioa,
una relación diferente frente a la znadro que quien DO ha licio así .11cvado ,
ticn:
I Tambiln la dltima odic:j6n de Pl.Ou, DA' "-tib (edicionel de SaneIs. ctcJ. deja
que dcleU".
11 Comieazau. aban a publicarte cnaaYOI dIO Cite tema.

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