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La Clonaciónc
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26/11/2010c

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Gn oducción
La clonación constituye un tipo de reproducción asexual mediante la cual el
producto o descendencia conserva el mismo genoma que el individuo parenteral.

En este trabajo se tiene como objetivo explicar las diferentes posturas científicas,
legales, económicas y sociales sobre la clonación, se pretende explicar como la
bioética enfoca la clonación reproductiva de forma negativa o ilícita, por las
implicaciones sociales y morales que presupone. La clonación terapéutica es
considerada importante desde el punto de vista científico y ético, ya que puede
conducir a resolver varios problemas de salud.

Este proceso equivale a la fabricación de gemelos homicrogoticos, dio lugar el año


1997 a la oveja Dolly, primer mamífero clonado con éxito.
Aunque el proceso técnico de la clonación es sencillo , a los escrúpulos ético y
religiosos, sociales y políticos que pueden acudiesen su contra, se suma que los
clones parecen ser muy susceptibles de padecer graves problemas de salud entre
ellos el envejecimiento prematuro semejante a lo observado en la oveja dolly y
otros mamíferos clonados.

En el 2001 se anuncio por un laboratorio biotecnológico privado, advanced cell,


technologies, la creación del primer embrión humano clonado, este embrión
humano fue destruido varios días después de ser anunciado a la población.

Este tema a pesar de ser nuevo en la vida social a traído grandes conflictos éticos en
la sociedad, sobre todo lo relacionado con la clonación humana por las
consecuencias que provoca. De forma general en la población existe un alto grado
de desconocimiento del tema.

u u E Clonación?
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La clonación es la acción mediante la cual, a partir de una célula de un individuo, se crea
otro que es exactamente igual al anterior, puesto que los caracteres que puede mostrar un
ser humano se deben a los genes que ha heredado de los progenitores. Con la clonación, se
consigue que el individuo posea los mismos genes que el padre o la madre; la reproducción
sexual es sustituida por la artificial. Sin embargo, los genes los aporta un único individuo
cuyo descendiente poseerá los mismos genes, aunque está demostrado científicamente que
es posible que sus rasgos puedan variarc
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Ac o Cin ífico


u ué  la clonación?
cccAunque el término de clonación de una sensación de modernidad, en realidad, la
clonación en el mundo vegetal es conocida desde el siglo pasado, no siendo así en el reino
animal.
Etimológicamente la palabra "clon" proviene del término inglés clone, acuñado en
nuestro siglo, que se deriva a su vez del griego que significa "retoño" o "brote".
La clonación es un tipo de reproducción asexuada, que en su forma más rudimentaria, se
conoce desde antiguo en el ámbito vegetal, con la práctica de las denominadas "estacas",
que consiste en el plantado de un gajo del vegetal a copiar, con vistas a obtener una planta
distinta, pero genéticamente idéntica a la de origen. Es bien conocida esta práctica en
numerosas y variadas especies vegetales, desde frutillas hasta álamos. También hay
especies animales, entre las más simples, como las unicelulares, que sólo se reproducen
por división.
La clonación se fundamenta en que todas las células del cuerpo humano, salvo los
gametos, contienen la totalidad de la información genética de un individuo. Tal
información es empleada por esta técnica con los fines de engendrar un ser autónomo y
distinto, pero genéticamente idéntico al de origen.

Hi oria d la Clonación


cccLa manipulación genética no es un hecho reciente, la misma trae consigo 40 años de
exhaustiva investigación en diferentes áreas del conocimiento, tales como la genética y la
biología de la reproducción, el fortalecimiento en las técnicas de manipulación de
embriones, reproducción asistida y múltiples ensayos experimentales, hasta llegar
finalmente a la obtención de Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula
adulta ya diferenciada.
Es entonces que en 1952 se logró con éxito la clonación de ranas, pero quedaba latente la
interrogante si fuese posible dar el mismo paso con animales superiores, es decir,
mamíferos, a partir de un animal adulto. En 1970 se lograron avances y en 1981 fue
clonado un ratón. Transcurrían los años 80, pero el fracaso fue rotundo. Se continuaba
utilizando el mismo método, pero los ratones no pasaban de embriones 2, 3 (no pasaban
de las primeras fases del desarrollo de un organismo).
En 1986, Neal First, fisiólogo de la Universidad de Madison en Estados Unidos, logró
crear la primera vaca por clonación. Recogió una célula de un embrión bovino de seis días
y con una descarga eléctrica la fundió con un óvulo fecundado. El embrión resultante fue
implantado en una vaca, de la que nació un ternero normal.
En 1993, en la Universidad de George Washington, logran separar blastómeras (cada una
de las primitivas células del embrión) de embriones humanos, las cuales mantenían la
capacidad de división celular durante cierto tiempo, pero en ningún momento estos
embriones fueron transferidos al útero materno, por las consecuencias éticas que
ocasionaría dicho experimento.
En estudios anteriores, el transplante de células, tuvo un evidente fracaso debido a que
tanto en anfibios como en mamíferos el fallo se produjo en la incompatibilidad en el ciclo
celular entre la célula donante y la receptora, llevando a la aparición de alteraciones
cromosómicas que impiden el desarrollo embrionario. Fue entonces, como los padres
científicos de "Dolly" pudieron solucionar este obstáculo: utilizando una célula obtenida de
la ubre de una oveja, y la fusionaron con un óvulo al que anteriormente le habían sacado el
núcleo, el cual fue implantado en el útero de una tercera oveja. El huevo artificial creció y
después de 148 días se convirtió en Dolly. El producto obtenido es una copia genética de la
oveja donante de la célula mamaria, pero no tiene ninguna relación genética ni con la
célula receptora ni con la oveja que dio a luz a Dolly.
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uara qué la clonación d r humano?
En la reunión anual de la Asociación de EU para el Avance de la Ciencia, el científico
británico Ian Wilmut, quien dirigió la clonación de la oveja "Dolly", pidió que no se prohiba
legalmente este tipo de investigación, ya que puede ser muy útil para la medicina, y reiteró
su oposición a la clonación de seres humanos.
Señaló que con este tipo de prácticas serían de gran ayuda para tratar la infertilidad y
algunas enfermedades tales como la distrofia muscular o el Parkinson podrían beneficiarse
claramente de la investigación con tecnología de clonación pero que quede muy lejos la de
clonación de un ser humano
También se señala que con sería muy útil la técnica de la clonación para regenerar la
médula espinal en quienes sufran parálisis; lograr la producción de medicamentos,
vacunas, proteínas para combatir enfermedades como la hemofilia; además, podría
cultivarse médula ósea en tubos de ensayo, para curar la anemia. Y otras enfermedades
como el cáncer, la diabetes u otras dolencias que pasan necesariamente por la
investigación con células humanas.
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u ué  un clon?
Un clon es una copia genética idéntica de otro individuo, lo que no significa que sean
idénticos en personalidad

u ué  clonar?
Clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un
núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos o casi
idénticos al original.

io d clonación
La clonación se puede clasificar en dos tipos según su finalidad.

-Ã Ã : con el objetivo de crear personas idénticas

- Ã 
 se limita a la obtención de embriones y apartar de ellos obtener células
madre para tratar enfermedades, no se encamina a la obtención de un individuo, sino a la
manipulación de células embrionarias, apartar de la cual se pueden desarrollar
tratamientos de todo tipo. Las células embrionarias pueden generar cualquiera de los 2000
tejidos del ser humano, siendo una técnica esperanzadora para la eliminación de
trasplantes y enfermedades de degeneración como Alzheimer y Parkinson .

Mundialmente la clonación ha tomado estas dos vertientes muy distintas: la clonación para
lograr un ser idéntico al donante de la información genética, ambicionada por personas
que pierden un ser querido y desean una copia del mismo, aunque también se plantea que
se pudiera clonar personalidades e la ciencia para que su conocimiento perdure a otras
generaciones, aunque es sabido que los experimentos demuestran que solo se copian sus
características físicas y no intelectuales. La otra rama de obtención de embriones con fines
terapéuticos.

Uno de los campos que mayoritariamente utiliza la clonación es la medicina, pero sus
investigaciones deberán estar encaminadas a beneficiar la salud y el bienestar del pueblo,
mejorar el conocimiento genético y psicológico, posibilitar un mejor estudio de las
enfermedades que atacan a los seres humanos, producir proteínas, sustancias importantes
para el desarrollo y órganos o tejidos para trasplantes
Es importante destacar que la aplicación de técnicas de clonación en seres humanos,
muchas de las células madres, pasan a ser células tumorales, trayendo consigo que muchas
personas que reciben el tratamiento padezcan de tumores. Varios científicos en el mundo
se mantienen al margen de aplicar estos descubrimientos.

Con la clonación se alimenta la idea de que algunos hombres pueden tener un dominio
total sobre la existencia de los demás, hasta el punto de programar su identidad biológica
la cual se selecciona sobre la base de criterios arbitrarios.

Una aplicación positiva de la clonación seria con el fin de perpetuar animales con
características especiales, para la producción de alimentos, fármacos, órganos para
trasplantes.

Actualmente se generan gemelos, en una situación aunque no abundante muy común en la


sociedad, pero los genes de los gemelos tienen el legado de varias generaciones de
antecesores que constituyen la idiosincrasia de cada persona y cada nación. La clonación
humana violaría el patrimonio genético de la sociedad.
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c Ac o É icocc
cccDolly a primera vista, parece ser una oveja común y corriente. Sin embargo, su origen a
despertado un debate tanto en lo científico, político como en lo ético, sobre la base que está
práctica científica pone en juego la dignidad de la persona humana.
La duplicación de seres humanos es éticamente criticada debido a que no se respeta el
sentido de la sexualidad humana y de una gran característica que nos diferencia de los
demás seres: que somos únicos e irrepetibles.
En el ámbito genético, las especies evolucionan en forma constante y permanente, de
manera que las generaciones sucesivas aprovechan las variaciones pretéritas, adaptándolas
a sus nuevas necesidades, para luego trasmitirlas genéticamente a la generación siguiente y
sucesivamente. Si se permite la repetición idéntica de dos seres el material genético se
trunca, lo cual implicaría un serio riesgo para la supervivencia de la especie.
En la clonación de seres humanos se prescinde de gametos, es decir, proveniente de cada
una de las células masculinas y femeninas cuya unión durante la fecundación da origen al
huevo o a una nueva vida. Con este procedimiento, ya sea también en la fecundación en
vitro, se está substituyendo el acto de amor de los padres por una acto técnico de un
tercero, que es quien da el empujón inicial a la nueva vida. En estos casos se estaría
presente a una producción humana y no ante una procreación humana.
No es éticamente aceptado que las personas sean rebajadas a cosas, creadas por un
tercero bajo la condición de objeto fabricado en serie, como si fuera un producto. Es por
ello que este fenómeno provoca un gran rechazo en el ámbito mundial.
El ser humano debe ser protegido para salvaguardar la integridad de la especie como
valor en sí mismo y la dignidad de cada uno de sus miembros, ya que posee una identidad
genética específica y su personalidad no puede reducirse únicamente a características
genéticas y ser tratado como un objeto.
En la hipótesis de que la clonación se quisiera extender a la especie humana, de esta
réplica de la estructura corpórea no se derivaría necesariamente una perfecta identidad de
la persona, entendida tanto en su realidad ontológica como psicológica. El alma espiritual,
constitutivo esencial de cada sujeto perteneciente a la especie humana, es creada
directamente por Dios y no puede ser engendrada por los padres, ni producida por la
fecundación artificial, ni mucho menos clonada. Además, el desarrollo psicológico y
cultural conducen siempre a personalidades diversas; se trata de un hecho conocido
también entre los gemelos, cuya semejanza no significa identidad.
Con la concepción ética planteada no se le está limitando la investigación sobre la
clonación ya que se estaría violando la libertad de investigación, sino que la misma sea
estudiada de manera prudente, a beneficio de la humanidad dado que se haya en juego
valores y derechos fundamentales de la especie humana que deben ser respetados.
Frenar el proyecto de clonación humana es un compromiso moral que debe traducirse
también en términos culturales, sociales y legislativos. En efecto, el progreso de la
investigación científica es muy diferente de la aparición del depotismo ciencia, que hoy
aparece ocupar el lugar de las antiguas ideologías. En un régimen democrático y pluralista,
la primera garantía con respecto a la libertad de cada uno se realiza en el respeto
incondicional de la dignidad del hombre, en todas las fases de su vida y más allá de los
dotes intelectuales o físicas de las que goza o de las que está privado. En la clonación
humana no se da la condición que es necesaria para una verdadera convivencia: tratar al
hombre siempre y en todos los casos como fin y como valor, y nunca como un medio o
simple objeto.
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ro lma é ico rlacionado con la clonación humana


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cLa clonación humana se incluye en el proyecto del eugenismo y, por tanto, está expuesta a
todas las observaciones éticas y jurídicas que lo han condenado ampliamente. Como ha
escrito Hans Jonas, es « en el método la forma más despótica y, a la vez, en el fin, la forma
más esclavizante de manipulación genética; su objetivo no es una modificación arbitraria
de la sustancia hereditaria, sino precisamente su arbitraria fijación en oposición a la
estrategia dominante en la naturaleza » (cf. Cloniamo un uomo: dall'eugenetica
all'ingegneria genetica, en Tecnica, medicina ed etica, Einaudi, Torino 1997, pp. 122-154,
136). Es una manipulación radical de la relacionalidad y complementariedad constitutivas,
que están en la base de la procreación humana, tanto en su aspecto biológico como en el
propiamente personal. En efecto, tiende a considerar la bisexualidad como un mero
residuo funcional, puesto que se requiere un óvulo, privado de su núcleo, para dar lugar al
embrión-clon y, por ahora, es necesario un útero femenino para que su desarrollo pueda
llegar hasta el final. De este modo se aplican todas las técnicas que se han experimentado
en la zootecnia, reduciendo el significado específico de la reproducción humana.
En esta perspectiva se adopta la lógica de la producción industrial: se deberá analizar y
favorecer la búsqueda de mercados, perfeccionar la experimentación y producir siempre
modelos nuevos.
Se produce una instrumentalización radical de la mujer, reducida a algunas de sus
funciones puramente biológicas (prestadora de óvulos y de útero), a la vez que se abre la
perspectiva de una investigación sobre la posibilidad de crear úteros artificiales, último
paso para la producción « en laboratorio » del ser humano.
En el proceso de clonación se pervierten las relaciones fundamentales de la persona
humana: la filiación, la consanguinidad, el parentesco y la paternidad o maternidad. Una
mujer puede ser hermana gemela de su madre, carecer de padre biológico y ser hija de su
abuelo. Ya con la FIVET se produjo una confusión en el parentesco, pero con la clonación
se llega a la ruptura total de estos vínculos.
Como en toda actividad artificial se « emula » e « imita » lo que acontece en la naturaleza,
pero a costa de olvidar que el hombre no se reduce a su componente biológico, sobre todo
cuando éste se limita a las modalidades reproductivas que han caracterizado sólo a los
organismos más simples y menos evolucionados desde el punto de vista biológico. Se
alimenta la idea de que algunos hombres pueden tener un dominio total sobre la existencia
de los demás, hasta el punto de programar su identidad biológica ²seleccionada sobre la
base de criterios arbitrarios o puramente instrumentales², la cual, aunque no agota la
identidad personal del hombre, caracterizada por el espíritu, es parte constitutiva de la
misma. Esta concepción selectiva del hombre tendrá, entre otros efectos, un influjo
negativo en la cultura, incluso fuera de la práctica ²numéricamente reducida² de la
clonación, puesto que favorecerá la convicción de que el valor del hombre y de la mujer no
depende de su identidad personal, sino sólo de las cualidades biológicas que pueden
apreciarse y, por tanto, ser seleccionadas.
La clonación humana merece un juicio negativo también en relación a la dignidad de la
persona clonada, que vendrá al mundo como « copia » (aunque sea sólo copia biológica) de
otro ser. En efecto, esta práctica propicia un íntimo malestar en el clonado, cuya identidad
psíquica corre serio peligro por la presencia real o incluso sólo virtual de su « otro ».
Tampoco es imaginable que pueda valer un pacto de silencio, el cual ²como ya notaba
Jonas² sería imposible y también inmoral, dado que el clonado fue engendrado para que
se asemejara a alguien que « valía la pena » clonar y, por tanto, recaerán sobre él
atenciones y expectativas no menos nefastas, que constituirán un verdadero atentado
contra su subjetividad personal.
Si el proyecto de clonación humana pretende detenerse « antes » de la implantación en el
útero, tratando de evitar al menos algunas de las consecuencias que acabamos de señalar,
resulta también injusto desde un punto de vista moral.
En efecto, limitar la prohibición de la clonación al hecho de impedir el nacimiento de un
niño clonado permitiría de todos modos la clonación del embrión-feto, implicando así la
experimentación sobre embriones y fetos, y exigiendo su supresión antes del nacimiento, lo
cual manifiesta un proceso instrumental y cruel respecto al ser humano.
En todo caso, dicha experimentación es inmoral por la arbitraria concepción del cuerpo
humano (considerado definitivamente como una máquina compuesta de piezas), reducido
a simple instrumento de investigación. El cuerpo humano es elemento integrante de la
dignidad y de la identidad personal de cada uno, y no es lícito usar a la mujer para que
proporcione óvulos con los cuales realizar experimentos de clonación.
Es inmoral porque también el ser clonado es un « hombre », aunque sea en estado
embrional.
En contra de la clonación humana se pueden aducir, además, todas las razones morales
que han llevado a la condena de la fecundación in vitro en cuanto tal o al rechazo radical de
la fecundación in vitro destinada sólo a la experimentación.
El proyecto de la « clonación humana » es una terrible consecuencia a la que lleva una
ciencia sin valores y es signo del profundo malestar de nuestra civilización, que busca en la
ciencia, en la técnica y en la « calidad de vida » sucedáneos al sentido de la vida y a la
salvación de la existencia.
La proclamación de la « muerte de Dios », con la vana esperanza de un « superhombre »,
comporta un resultado claro: la « muerte del hombre ». En efecto, no debe olvidarse que el
hombre, negando su condición de criatura, más que exaltar su libertad, genera nuevas
formas de esclavitud, nuevas discriminaciones, nuevos y profundos sufrimientos. La
clonación puede llegar a ser la trágica parodia de la omnipotencia de Dios. El hombre, a
quien Dios ha confiado todo lo creado dándole libertad e inteligencia, no encuentra en su
acción solamente los límites impuestos por la imposibilidad práctica, sino que él mismo, en
su discernimiento entre el bien y el mal, debe saber trazar sus propios confines. Una vez
más, el hombre debe elegir: tiene que decidir entre transformar la tecnología en un
instrumento de liberación o convertirse en su esclavo introduciendo nuevas formas de
violencia y sufrimiento.
Es preciso subrayar, una vez más, la diferencia que existe entre la concepción de la vida
como don de amor y la visión del ser humano considerado como producto industrial.
Frenar el proyecto de la clonación humana es un compromiso moral que debe traducirse
también en términos culturales, sociales y legislativos. En efecto, el progreso de la
investigación científica es muy diferente de la aparición del despotismo cientifista, que hoy
parece ocupar el lugar de las antiguas ideologías. En un régimen democrático y pluralista,
la primera garantía con respecto a la libertad de cada uno se realiza en el respeto
incondicional de la dignidad del hombre, en todas las fases de su vida y más allá de las
dotes intelectuales o físicas de las que goza o de las que está privado. En la clonación
humana no se da la condición que es necesaria para una verdadera convivencia: tratar al
hombre siempre y en todos los casos como fin y como valor, y nunca como un medio o
simple objeto.
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La G lia y lo avanc né ico


Son bastantes las tomas de postura de la Iglesia en relación con la Genética. Las resume la
Pontificia Academia de la Vida en una publicación de 1999 en que se recoge la doctrina
expresada en varios discursos por Juan Pablo II. Monseñor Sgreccia ha afirmado que l 
  
 
  
 
   
 
   
 
 
  

   
  'sí'     

   

 
    
   

 

 
 l. Se afirma, pues, que es lícito modificar genéticamente a los
animales con el fin de mejorar la salud humana y las condiciones de vida; que el riesgo
ambiental de la modificación genética de plantas debería evaluarse caso por caso. Si salen
al mercado alimentos genéticamente modificados, debe informarse a los consumidores
sobre su carácter transgénico. Si se obtienen patentes, debería hacerse una distinción entre
lo que se encuentra en la naturaleza y lo que ha sido diseñado específicamente para el
consumo humano.
Reconoce el beneficio potencial de los trasplantes de órganos animales, pero hoy en día son
inaceptables por el riesgo de transmitir enfermedades serias desde los animales. Admite la
terapia génica, para curar enfermedades hereditarias humanas, si los beneficios superan
los riesgos. Por el contrario, si se aplica a embriones, es éticamente inaceptable ya que
incluye una técnica de alto riesgo usada en embriones y plantea riesgos a largo plazo para
las generaciones futuras. Considera lícitos los estudios genéticos, derivados del Proyecto
Genoma Humano, bajo ciertas condiciones: deben ser beneficiosos para la salud física y
emocional del individuo; no deben usarse como método discriminatorio; la persona tiene
que prestar su consentimiento y debe respetarse la privacidad y el secreto médico.
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l. Estas palabras
de Juan Pablo II, pronunciadas en el Centenario de Gregor Mendel, son muy significativas
de las interrogantes suscitadas por el espectacular desarrollo de la Genética, que nació en
1900 -ya que la comunidad científica no reconoció los trabajos del buen agustino
publicados en 1865- y que ahora anuncia en el 2000 la finalización del Proyecto Genoma
Humano. Como todo logro humano, los avances en la Genética pueden usarse bien o mal.
Por eso añade el Papa: l&  '!!      
 


 
 
 l -es decir, de su ética.
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o ura d la G lia


La religión católica, a través del Papa Juan Pablo II, se pronunció diciendo que: "Ninguna
experimentación científica, en ningún momento, y por ningún motivo, puede ser
justificada si pasa el límite determinado por el respeto a la vida desde su concepción, según
lo estableció la voluntad de Dios ".
La Iglesia acepta el avance científico siempre y cuando no pongan en peligro a la
naturaleza e identidad del hombre.
Manifiesta que la clonación deja a un lado la dignidad y el acto procreador que pertenece
a los padres; en segundo lugar olvida el valor que tiene la transmisión de la vida humana,
la unión de los esposos, el uso honesto del matrimonio, de la sexualidad como instrumento
de amor y objeto procreador, de la comunicación.
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Ac o Jurídico
Como anteriormente señalamos, ante la posibilidad teórica de la clonación humana, no
sólo las autoridades de la Iglesia Católica, sino también el mundo científico ha pedido una
legislación tendiente a evitar que se lleve a cabo la práctica de esta técnica.
Frente a esta preocupación a nivel mundial no existe una legislación apropiada para esta
clase de experimentos. Actualmente, lo vigente en varios países es la prohibición a la
manipulación de embriones, pero ninguna ley contempla el tema de la clonación. Como es
el caso de Alemania con la Ley 13 de diciembre de 1990. Por su parte la ley española de
1988 prohíbe la creación de seres humanos idénticos. Otro ejemplo es la ley británica del 1°
de noviembre de 1990 que se limita a prohibir la transferencia del núcleo de una célula a
un embrión, pero no dice nada respecto a la técnica de la clonación.
Estás legislaciones sientan un precedente para la protección del ser humano pero no son
suficientes. Por tal razón, diversos gobiernos u organismos internacionales con gran
premura deciden tomar medidas de prohibición a esta práctica científica.

Clonación V Drcho dl Hom r


La persona como ente capaz de contraer derechos y obligaciones exige ser jurídicamente
protegida, en especial sus derechos, como los siguientes:

El drcho a la roia idn idad né ica:


Es verdad que el elemento genético no lo es todo en la constitución de la personalidad, ya
que también se incluyen en ella otros elementos como: el sicológico, espiritual, cultural,
ideológico, religioso y político. Estos elementos son los que, en conjunto, perfilan el ser en
sí mismo, diferente a los demás. No obstante, el elemento biológico no deja ser menos o
más importante.
Al decirse "derecho a la propia identidad genética", no entendamos el adjetivo "propio"
como un derecho de propiedad en su sentido técnico ± jurídico. La razón es que el cuerpo
humano no pertenece a la persona sino que es la persona misma.7
Para el sujeto que a partir de su célula se obtiene un clon, pareciera a simple vista que
después de la extracción continuará desarrollando su vida normalmente, sabiendo
claramente que él es el "original".
Ante la presente situación afirmamos que sí existe un agravio o perjuicio para el sujeto
"original", puesto que la clonación afectaría su interés en no verse privado de la
exclusividad de un genotipo, es decir, de la exclusividad de las características externas que
lo identifican.
Pero, ¿qué sucede si este sujeto "original" decide renunciar a la exclusividad en su
información genética? La misma no es viable, es decir, que no sería civilmente lícita, dado
que esa información es un elemento íntimamente ligado a su propia personalidad.
El ADN (ácido desoxirribonucleico) de una persona no es un elemento externo, sino que
es constitutivo de la personalidad misma del sujeto. Por tanto, no podría autorizar algo que
es por naturaleza indisponible: su propio ser.
c

uE l Clon Conidrado rona?


cccPrimero que todo para determinar si un ente es ser humano, es menester que el mismo
cumpla con una serie de características genéricas, sin considerar cualidades, accidentes o
desviaciones.
Jurídicamente se es persona aquella que es sujeto de derechos y obligaciones y que es
capaz de autodeterminarse.
Ciertas posturas consideran que un clon no puede ser considerado persona, ya que para
ser "ser humano" es vital que posea la característica predominante de ser único e
irrepetible. Siendo así, que se niega la posibilidad de conferirle personalidad al clon por no
ser único e irrepetible y por ende ser sujeto de derechos y obligaciones.
También debe tener su origen en la concepción, es decir, la fecundación de un óvulo por
medio de un esperma, cosa que no ocurre con el ser llamado clon.
Nuestra legislación panameña establece que la existencia de la persona natural empieza
con el nacimiento pero ha querido la ley extender el concepto aún al concebido, no nacido,
para los efectos que le sean favorables, bajo la condición de que nazca vivo o sea que viva
siquiera un momento desprendido del seno materno. Esto queda establecido en los
artículos 41 y 42 del Código Civil que dicen así;
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No debemos olvidar que cualquiera que sea el origen que tenga un ser clonado es
persona, aunque tenga los mismos caracteres físicos y síquicos, con necesidades diferentes
y vivencias diferentes; éstos clones tienen la misma capacidad y facultad de obrar que el
resto de los seres que se le consideran personas por la ley.
Evidentemente estos seres no encajan en el ordenamiento jurídico vigente. Son
considerados partes de la especie, pero se le niega la calidad de personas.
Es ahí uno de los tantos problemas que trae consigo la clonación humana de determinar
si son o no personas y todos los efectos que acarrea la misma. Otra dificultad sería el
estado de las relaciones clásicas tales como la consanguinidad, el parentesco o la
paternidad. El hecho de que puedan producirse ciertas alteraciones en el orden familiar
actual implicaría algún problema a nuestro código civil. Esto quiere decir que una persona
puede ser hermana gemela de su madre, no tener padre biológico y ser hija de su abuela,
por ejemplo. Creando una situación donde maternidad y filiación se mezclan llegando
incluso a confundirse.
Es inevitable que en un futuro se presente concretamente la creación de un clon humano.
Por lo tanto no existirá otra alternativa más que aceptar su condición de integrante del
Género Humano y en virtud de ello reconocer su personalidad, dotada de atributos,
derechos y garantías concedidos al resto de los hombres.

oición dl mundo an  la clonación


cccTras la noticia de la primera oveja clónica, creada en febrero de 1997, por los científicos
escoceses; políticos y científicos de Europa y Norteamérica expresaron que se prohibiera
por ley la aplicación de la clonación a seres humanos, para evitar generar copias de sujetos
más saludables, evitando así el riesgo de las enfermedades hereditarias; obtener replicas de
personas dotadas de una particular belleza o el surgimiento de una raza perfecta.
En países como Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Dinamarca, España y Suecia se
tipifica como delito esta técnica.
En marzo de 1997, el presidente norteamericano, Bill Clinton prohibió la asignación de
fondos federales para cualquier experimento de clonación humana; en realidad en 1994 se
estableció una ley que prohibe el uso de fondos para la experimentación científica de
embriones humanos, pero la decisión de Clinton va un poco más allá, al extenderse a
cualquier experimento de clonación en el ser humano. La prohibición se fundamenta en
que "cualquier descubrimiento que guarde relación con la creación humana no es sólo un
problema científico sino también un problema moral y de creencias". Advirtió que "no
debemos jugar a ser Dios. Cada vida humana es única, surgida de un milagro que va más
allá de la investigación científica. Creo que debemos respetar ese don".
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifiesta que el uso de la
clonación para la réplica de individuos humanos es éticamente inaceptable. Su Director
General, Heroshi Nakajima señala que esta práctica científica "violaría algunas de los
principios básicos que gobiernan la procreación médicamente asistida", incluyendo el
respeto por la dignidad del género humano. Nakajima también señaló que "la oposición a
la oposición a la clonación humana no debería conducir a una prohibición indiscriminada
de todas los procedimientos e investigaciones de clonación".3
La Organización Mundial de la Salud consideró que la clonación animal y de
interespecies puede proporcionar beneficios, pero que un mal empleo traería
consecuencias negativas para la humanidad. Es por ello, que dicha organización enfatizó
en tomar todas las precauciones necesarias en todos los casos y que deben seguirse las
indicaciones técnicas y éticas para garantizar la total salud y dignidad del ser humano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), como la UNICEF (Fondo de la ONU para la
Infancia), la UNESCO (Organización de la ONU para la Ciencia y la Cultura), el presidente
Tom Gromberg del Consejo de Europa y otros representantes de varios países firmaron un
documento en la ciudad española de Oviedo que señala la prohibición de experimentos
científicos para la clonación de seres humanos. Dicho documento es el primero
jurídicamente a nivel mundial que se firma en defensa de los derechos de las personas en el
campo de la investigación biomédicas. Con la firma de este pacto se defiende el embrión
humano de operaciones que no estén justificadas por razones terapéuticas y prohíbe la
fecundación in vitro para la elección del sexo del bebé, con la excepción de que ello sirva
para evitar graves enfermedades genéticas.4
También el presidente francés Jacques Chirac expresó en torno al tema de la clonación
humana como "un ataque lesivo" a la humanidad y dijo que propondrá a las naciones
industrializadas del G-7 (Alemania, Japón, Francia, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos,
Francia y España) proscriban esa práctica. Además, exhortó al parlamento francés a
debatir una posible prohibición a la clonación humana, después que se presentó un
informe sobre el tema preparado por un comité nacional de ética.5
En Buenos Aires, Argentina por orden del Poder Ejecutivo se le encomendó al Ministro
de Salud mediante decreto redactar un proyecto de ley que prohiba expresamente las
investigaciones científicas, procedimientos, metodologías y técnicas de clonación que
tengan como finalidad la reproducción humana. El proyecto se elaboró con el
asesoramiento de la Comisión Nacional de Bioética y con al participación de la Asociación
Médica Argentina, la Academia Nacional de Medicina y la Confederación Médica de la
República Argentina. Con este proyecto de ley la Argentina queda al mismo nivel con la
decisión del presidente Bill Clinton de prohibir dicha práctica.6
En Italia, el Ministro de Salud Pública Rosi Bendi, dictó una ordenanza que impide los
experimentos de clonación tanto de animales como de seres humanos.
En 1995, la clonación humana es considerada en Brasil como ilegal. Sin embargo, su
Vicepresidente Marco A. Marciel dijo que: "El caso de la oveja Dolly podría generar
algunos cambios en las posiciones actuales".
Los gobiernos de varios países europeos intentan aplacar los temores creados por la
posibilidad de que la ciencia haya escalado un peldaño más hacia la clonación humana ya
que aluden al intento de crear una raza superior y afecta cuestiones fundamentales sobre la
creación de la vida. Además, viola la noción básica de dignidad humana, por la que el ser
humano es un fin y no un medio.

La clonación atenta contra los principios básicos de la evolución y la supervivencia de la


especie. Por tanto, somos de la idea que no existe por ahora justificación razonable para
replicar a un individuo.
c
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—i lio rafía:
http://personal5.iddeo.es/magolmo/clonacion.htm

http://www.ambiente-ecologico.com/revist55/caroli55.htm

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