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Seguramente has escuchado durante toda tu etapa académica que el Perú es un País

centralista, que existe sobrepoblación en Lima o quizá sobre la falta de recursos básicos
en alguna provincia. Con este artículo lo que intentamos hacer es responder preguntas
como: ¿Qué es el centralismo? ¿Dónde y porqué se originó? ¿Cómo repercute en el
desarrollo? Y otras interrogantes que se nos fueron presentando durante el desarrollo del
tema.

La centralización es un mal que acompaña al Perú desde la etapa colonial, cuando los
españoles impusieron su forma de gobierno y demarcación territorial consolidando de
esta forma el virreinato. A partir de aquí, y con la fundación de Lima como capital, todo
el poder político y económico del Perú y Sudamérica se concentró en la ciudad de los
Reyes. Ante esta situación personas de diferentes partes del Perú empezaron a viajar a
Lima en busca de condiciones dignas para vivir. La migración a la capital colocó a ésta
en la cúspide de su capacidad y generó un clima de progreso para los que se atrevieron a
dejar su ciudad natal.

Este fenómeno centralista llega al Perú durante los años 30, sobre todo después de la
segunda guerra mundial. Ya que, el declive industrial que sufría América del Norte
permitió que países sudamericanos fomentaran la industrialización, lo que conllevó a que
el 70% de la industrias peruanas se ubiquen en Lima. Este fenómeno hizo irremediable
que la capital se consolide como una potencia económica indispensable. Actualmente el
centralismo económico se evidencia con las siguientes cifras:

Durante el 2014 Lima fue responsable del 47.5% del PBI anual según cifras del Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI)

Durante el 2015 el porcentaje aumentó a 49.1% de acuerdo a un estudio realizado por el


economista Efraín Gonzales de Olarte.

En consecuencia, en el marco económico el crecimiento de Lima inhibe el desarrollo de


los demás departamentos, creando una tendencia divergente y dualista que fomenta la
desigualdad.

En este escrito se intenta hacer “conciencia” sobre el despojo más grande que tuvieron
que hacer todos y cada uno de los pobladores que migraron a Lima en busca de
condiciones de vida dignas. La razón fundamental por la que los migrantes tuvieron que
asumir ese cambio súbito fue el hecho de percatarse de su precaria condición a causa de
políticas erráticas y la corrupción de las autoridades. Los pobladores permanecían en una
situación de desamparo en la que la falta de recursos básicos como medicina y educación
los iba a terminar perjudicando gravemente.

La migración no fue en busca de un lugar mejor para vivir, fue un estímulo basado en el
instinto de supervivencia.

Una tercera parte de la población peruana se concentra en Lima, las dos partes restantes
están distribuidas en diferentes provincias y son los encargados de cuidar y conservar las
tradiciones, costumbres y el mítico encanto que caracteriza a cada sector.
Lamentablemente las regiones del interior lucen desprotegidas a causa del mal enfoque
que el Estado le ha dado a la palabra “progreso” y al pésimo desempeño de las autoridades
locales.
La riqueza cultural del Perú se ve reflejada en sus monumentos, paisajes, ruinas,
festividades, biodiversidad, tradiciones y conocimientos. Estos elementos se engarzan
unos a otros haciendo que nos sintamos orgullosos de nuestra nación. Tan solo algunas
muestras de estos son el Huayna Picchu (Cuzco), las líneas de Nazca (Ica), la fiesta de
San Juan (Pucallpa), las culturas Chavín, Paracas, Nazca y Mochica. Resulta injusto
constatar que el legado cultural que cada uno de estos pobladores aún conserva, la cual
nos da una identidad colectiva como nación y que ha puesto al Perú en los ojos del mundo,
no es bien retribuida por las autoridades.

La cultura peruana es la que saca la cara hoy por el país. Al mirar el tema de un modo
optimista me percato que nos representa. Ni siquiera el centralismo, a causa de los malos
manejos, pudo quitar del todo el legado de mística y entrega que nuestros antepasados
nos dejaron. Ni la estrepitosa y brutal llegada de los españoles, que fue un acontecimiento
traumático en nuestra historia, pudo acabar con este legado. La cultura peruana puede ser
explorada como un prisma, desde diferentes ángulos y con diferentes interpretaciones,
pero haré el esfuerzo de plasmar la siguiente idea ¿Es el Perú un país que se descentraliza
a causa de la cultura?

Sin duda alguna la gran diversidad cultural del Perú es la que ha devuelto a este país el
rostro, nos ha posicionado como un país con costumbres y tradiciones ancestrales que
atraen a cualquiera. Algunas provincias han sobresalido en la última década y han sabido
explotar sus recursos culturales, como es el caso de Cusco, Arequipa e Ica. Sin embargo,
el esfuerzo que las autoridades hacen para que las demás provincias superen sus
limitaciones es ínfimo. Lo cultural se ha estado explotando con timidez y no se le ha dado
la respectiva relevancia. Precisamente por ello se requiere que desde el gobierno central
se deriven recursos para materializar las reformas que clama este sector. Los gobiernos
regionales y demás autoridades locales también están obligados a redoblar esfuerzos a fin
de proteger, promocionar y reposicionar nuestra cultura.

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