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Ov., Trist. 1,2,103. Cf. Syme, Tlie Rorr~aiiRevolutiori, Oxford 1939, esp. cap. D a ,pp. 307-327 y
cap. Priiiceps, pp. 327-344 de la edición alemana, Stuttgart 1957.
A pesar de los renovados intentos por eludir el estudio de las personalidades expresado ya en 1879
por Beloch: «Man konnte eine Geschichte der Kaiserzeit schreiben, die von den Personlichkeiten der ein-
zelnen Herrscher vollstandig abselie, und es würde kein einziger wesentlicher Zug in diesem Bilde feh-
lenn, Griechische Gescliichte 1 1, p. 1 SS.,y de las diferentes líneas desarrolladas que han llevado al anta-
gonismo entre Kaisergeschichte y Reichsgeschichte, desde diferentes perspectivas, intereses y métodos,
se ha renovado el estudio de la figura política de Augusto para abordar la problemática de la nueva monar-
quía. El mejor ejemplo es Fergus Millar, quien en su trabajo State arid Subject: The Iinpact of Monarclzy,
en: Caesar Augustus. Seveii Aspects, Oxford 1984, pp. 37-60, analiza en base a inscripciones y papiros
la actividad gubernamental de Augusto, lo que lleva a una revalorización de la actuación personal, p. 47:
(&heidea that there were ever two separate spheres of authority or administrative activity, that of the
Emperor and that of the Senate, in relation to the provinces is just a modern fiction)).
Cfr. A. Heuss, Theodor Mommsen und das neunzehnte Jahrhundert, Kiel 1956 y K. Christ, Von
. Gibbon zu Rostovtzeff Leben und Werk fulire>iderAltltist~ker
der Neuzeit, 2. Auflage, Darmstadt 1979,
pp. 84-118.
Th. Mommsen, Abriss des romischen Staatsrecht, 1907, 2. Auflage 1974, p. 149: «Der Principat,
wie Augustus ihn geordnet hat, ist der Anlage nach wesentlich Magistratur, und zwar nicht gleich
der constituierenden eine und ausser dem Gesetz stehende, sondern durch die Gesetze begrenzt und
begründet.)) Cfr. A. Heuss, «Theodor Mommsen und die revolutionare Struktur des romischen
Kaisertumsm, Aufstieg und Niedergang der Romischen Welt (ANRW) 11 1, Berlin 1974, pp. 77-90.
La tesis de la diarquía no resistió a la crítica, pues escondía el problema político y social funda-
mental del mundo romano. Las tensiones entre emperador y senado son objeto central de investigacio-
nes actuales. Cfr. entre otros P. Sattler, Augustus und der Senat, Gottingen 1960 y E Millar, The Emperor
in the Roman World (31 BC - AD 337), London 1977; contra la tesis de Millar véase J. Bleicken, Zum
Regierungsstiel des romischen Kaisers. Eine Antwort auf Fergus Millar, Wiesbaden 1982. Colección de
artículos sobre el tema: Opposition et résistances a l'empire d'Auguste d Trajan, Entretiens sur I'anti-
quité classique XXXIII, Gent 1986.
Cfr. E. Badian, Foreign ~lientelae,Oxford 1958.
Cfr. K. Christ, Neue Profle der Alten Gescliichte, Darmstadt 1990, pp. 188-247.
Este método encuentra por primera vez una fuerte consideración en la obra de Fr. Munzer, Ronzisclie
Adelsparíeieri irrrd Adelsfaiiiilieri. 1920. Cf. K . Christ, Roiriische Geshichte, op. cit., Struktirr urid
Etforsclirrrig der rorriischeri Firhrurigsscliiclit,p. 69 SS.Sobre el desarrollo de este método entre 1945 y
1970 véase H.-G. Pflaum, «Les progres des recherches prosopografiiques concemant I'époque du Haut-
Empire durant le dernier quart de siiclen (1945-1970), ANRW 11 1, op. cit., pp. 113-135. Uno de los
tantos ejemplos de sobrevaloración del método prosopográfico en E. Badian, Roritaiz liiiperialisni Ni tlie
Late Republic, 2. ed., 1968, p. 92: «the Study of the Roman Republic -and that of the Empire to an
considerable degree- is basically the study, not of its economic development, or of its masses, or even
of great individuals: it is chieily the study of its ruling class».
"'Crítica al método prosopográfico: H. Galsterer, Betweeri Repirblic arid Ertipire. Iriterpretatioris
of Airgirstirs arid His Prirtcipate, Ed. H.A. Raaflaub y M. Toher, Berkeley-Los Angeles-Oxford 1990,
p. 6. Una respuesta a esa crítica en G. Alfoldy, «Die senatorische Fuhmngselite des lmperium Romanum
unter Marcus Aurelius: Moglichkeiten und Probleme der prosopographischen Forschungsmethode»,
en: Prosopographie urid Sozialgeschiclite. Studieit rur Metliodik uiid Erkeriiittiisiiioglichkeiteri der
kaiserzeitliclie~iProsopograpliie, Ed. W. Eck Koln-Wien-Weimar 1993, pp. 61-70. Sobre la problemática
del método también W. Eck «Sozialstmktur des romischen Senatorstandes der hohen Prinzipatzeit und
statistische Methode*, Cliirori 3, 1973, p. 375 SS. y A.J. Graham, «The Limitations of Prosopography
in Roman Imperial History», ANRW 11 1, pp. 136-157.
" R. Heinze, Vorii Geist des Roriiertuiits, Leipzig 1938.
l 2 Cabe destacar que, así como en el caso del desarrollo de la prosopografía fueron de una impor-
tancia fundamental los corpora irtscriptioiiirr~iy la Realericyclopadie. la publicación de Tliesaurus Linguae
Latittae tuvo un gran significado para el estudio de los conceptos.
" Cfr. K. Christ, Roiiiische Gescliichte, op. cit., «Die romische Kaiserzeit. Hauptprobleme und
Foerschungsmethode», esp. p. 179 SS.
EL T~TULOIMPERIAL ROMANO Y LA PROBLEMÁTICA DEL PRINCIPADO 53
l4 F. Millar, «Style abidesn, Jourrial of Roritar~Studies (JRS) 71, 1981, p. 144-152, se refiere a la
especial valoración que Syme hace de la obra de Heinze, p. 145.
I s Cfr H. E. Stier, ~Augustusfriedeund romische Klassik», ANRW 11 2, pp. 3-54. Stier es el
historiador alemán que ha pronunciado la crítica más fuerte a la obra de Syme «The Roman
Revolution)), más de treinta años después de su publicación; él critica tanto el método como el
contenido del libro, p. 9: «als ware hier wieder einmal antike Geschichte in anachronistischer modeiner
Verfalschung zu deren Schaden verkannt dargeboten, also ein Schritt zu Mommsens 'Romische
Geschichte' zurück getan worden.» Crítica al método p. I l:El juicio de Stier contrasta fuertemente
con el de F. Millar, JRS, op. cit. p. 146.
l 6 Cfr. G. Alfoldy, Sir Roriald Syrite. «Die rornische Revolutioits urid die deutsclie Altliistorie,
Heildelberg 1983.
l 7 Cfr. G. Alfoldy, ~SozialeMobilitat im romischen Kaiserreich: eine Datenbank in Heidelbergn, en:
La rnobilité sociale dar~sle rnoride roittaiti, Actes dir colloque orgariisé a Strasbourg (itoveriibre 1988)
par l'lrtstitut et le Glaupe de Reclierclie d'Histoire Roriiairte, édites par Editorid Frézouls. Stasbourg
1992, pp. 71-79.
54 CEClLIA AMES
l8 Th. Momrnsen, Rornisclzes Staatsrecht 11 2, Leipzig 1874-5, reedición Basel-Siuitgart 1983, p. 763 SS.
A. Ayrnard, «Le protocole royal grec et son évolution,,, en: Études d'histoire ancienne, Paris 1967,
l9
pp. 73-99.
20 Cfr. R. Combes, Inzperatoc Recherches sur lénzploi et la signijication du titre d'irnperator dans la
Ronie républicaiize, Paris 1966, p. 6 1.
'' J. Deininger, <*Van der Republik zur Monarchie: die Ursprünge der Herrschertitulatur des Pnncipatw,
ANRW 1 1, 1972, p. 982-997. Algunas fuentes han sido tomadas de este artículo y corroboradas.
" Polybios 10,40,2-5; Liv. 27,19, 3-6. La aclamación es dudosa.
23 M.H. Crawford, The coinage of the Age of Sulla, 1964, pp. 148-151.
56 CECILIA AMES
Pompeyo recibe la tercera aclamación en el año 67 a.c., por lo tanto esas inscripciones son data-
bles a partir de ese año.
" F. Durrbach, Cltoix d'irlscriprioi~sde Délos avec truductioil et coriir~tei~ruireI, Paris 1921, Nr. 162.
'' CIL Y 769, Degrassi ILLRP 382.
" J. Deininger, op. cir, p. 989. Nota que no hay motivos para fundamentar una recoiitrucción según
el modelo de Oropos & U T O K ~ ~ TÜO TC~ITO[VU].
58 CECILIA AMES
34 McFayden ha considerado la mención del título imperator como un error del que realizó la inscrip
ción. Deininger, op. cit. p. 990, descarta esta posibilidad, pues se trataría de una nominación conciente.
'5 1. Delos 1587; F. Durbach, op. cit., Nr. 166.
'6 Cf. J. Deininger, op. cit., p. 991.
" Dessau ILS 70. El uso absoluto del título imperutor destaca también el carácter militar de su magis-
tratura.
- con la mención del título h p x ~ c p c ú-pontifex
~ maximus- se da
un paso adelante en el camino a la configuración del título posterior
del príncipe. La cumulación ya no es de dos títulos sino de tres; se
configura la ctriada republicana»: imp., cos., pont. max. El uso de
este título hace pensar además en una ampliación de referencias y
en un mecanismo de legitimación. La aclamación imperial, que
corresponde estrictamente al ámbito militar, es dejada de lado, el
uso absoluto de imperator lo pone a la cabeza del poder militar más
allá de victorias puntuales, su combinación con el título de consul
o dictator lo legitima en el ámbito civil y constitucional; su posi-
ción tiene ahora un marco sacro, él es también el pontifex maximus,
portador de la magistratura religiosa más alta. La ampliación del
título refuerza y destaca su situación extraordinaria. Todo hace supo-
ner un mecanismo de legitimación política en un momento clave,
después de su victoria en la guerra civil.
Si tenemos en cuenta que el senado otorgó a César en el año 45
a.c. el título parens patriae, estamos ya ante un título compuesto
de cuatro componentes, cinco, con el de dictator. Con este título
complejo se refiere a él Marco Antonio en su discurso: AL^ yhp TOU-
~ k I T ~TOUS
TO á p x i ~ p piv ~ S OEOÚS, i j í - r a ~ o 62~ I T P ~ S^i)p3s, aúro-
K P ~ T V 62 ITpbs TOUS O T P ~ T L C ; ) T ~SSi, ~ r á r u p
62 ITpbs TOUS IToXE-
pious híxO~ix0q.Kai Ti T ~ U TEEap~OpoUpa~, ~ I T Ó T E ~ a rarípa
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a h b v iv't Xóyy fis rarpiSos kIT€~aX~OaT€.'~Tenem0~ así la siguien-
te cumulación: pontifex maximus, consul, imperatol;. dictatol; parens
patriae.
Según S ~ e t o n i oy ~Dion
~ Casio,4O el título imperator habría teni-
do en César otra función más, en cuanto él lo habría usado como
praenomen, pero investigaciones especializadas han mostrado que
de acuerdo a la documentación, César nunca ha usado el título como
praenomen. Pero lo que sí puede plantearse a partir del uso absolu-
to es que lo haya llevado como ~ o g n o m e n Sin . ~ ~embargo, no se
" Dión Casio XLIV.48.3. La cita pone de manifiesto la presencia de cinco títulos cumulativos.
3"uet. I d . 76.1.
40 Dión Casio XL111,44,2-3.
41 La suposición aceptada, Th. Mommsen, op. cit., p. 767, de que en las incripciones latinas, a dife-
rencia de las griegas. aparece imperator siempre después de su nombre, no es correcta. Cf. J. Deininger,
op. cit., p. 992, nota 49, 50 y 51.
60 CECILIA AMES
CECILIAAMES
Universidad de Córdoba (Argentina)
56 Cfr. Pierre Bourdieu, Esl)acio social y géiiesis de clase, Espacios 2, Buenos Aires 1985, p. 28.
Esto nos lleva también a una reflexión sobre el «acontecimiento semántica)), cf. Pnul Veyne, Cómo se
escribe la historia (1971), Madrid 1972.
E.sr~~dio.~
Clhsicos 1 16, 1999