Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Código Civil
Conmemoración
de los 80 años de vigencia del
Código Civil
COORDINADORES
MÉXICO, 2012
Primera edición: 2012
Conmemoración de los 80 años de vigencia del Código Civil
Copyright © 2012
JORGE ALFREDO DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ
Derechos reservados
El instrumento notarial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 17
VII
VIII CONTENIDO
Los principios registrales en la nueva Ley Registral para el Distrito Federal . . .. 175
Luis lieBpe Rodríguez Soto
El testamento público abierto, única forma de testar en el Distrito Federal. .... 189
Jesús Saldaña Pérc:l.
El contrato de renta vitalicia a 80 años del Código Civil ................. " 277
Junn Luis GOJ1zúlez ,r\le,ántara
suponer que el autor de la herencia quiso dejar sus bienes a parientes remo-
tos, que quizá ni conoció.
j) En materia de obligaciones, era conveniente no dejar fuera de la ley
formas de obligarse que el progreso hubiera creado y que los códigos civiles
modernos y connotados publicistas hubieran definitivamente aceptado. De
gran trascendencia fue la adopción de la teoría del riesgo profesional, según
la cual el patrón responde de los accidentes que sufren sus obreros, indepen-
dientemente de toda culpa o negligencia de su parte, pues se considera el
accidente como una eventualidad de la empresa, de que tienen obligación de
responder los que reciben el beneficio de la misma.
k) El contrato de arrendamiento se modificó profundamente, haciendo
desaparecer todos aquellos imtantes privilegios establecidos en favor del
propietario, que tan dura hacen la situación del arrendatario, y;
1) El contrato de aparcería se reformó con objeto de armonizar los inte-
reses del propietario y del aparcero, asociándolos al éxito del cultivo.
Para efectos de este estudio realicé una comparación de los principales
cambios que se dieron entre el proyecto original y el Código que finalmente
entró en vigor, resultando lo siguiente: casi literal se reprodujeron 2297 ar-
tículos del proyecto, para finalmente, de los 3045 artículos y los 9 transitorios
que comprendía el proyecto, en el definitivo se publicaron 3044 artículos,
porque se fusionaron algunos y se crearon otros, de los cuales cambiaron
2212 y los restantes 832 quedaron igual. En cuanto los transitorios, Única-
mente cambiaron tres y, los seis restantes quedaron sin movimiento.
VIII. INCONSTITUCIONALIDAD
~ h v e s DEL
1 ~ CÓDIGO CML DE 1928 15
Para concluir, es claro que nuestro Código requiere una revisión profun-
da, no tanto por sus omisiones o yerros, sino porque la realidad ha cambiado
demasiado en todos estos años. Hablamos de casi todo el siglo XX, el de las
grandes transformaciones. Esa tarea es un pendiente más para los legislado-
res. Esperamos que, cuando decidan acometerla con seriedad, estén a la al-
tura de los miembros de la Comisión Redactora del Código de 1932, que en
condiciones adversas, sin la tecnología y el acceso a la información que hoy
gozamos, produjeron no sólo leyes, sino Derecho vivo, eficaz, útil hasta la ac-
tualidad. Parafraseando a don Daniel Cosío Villegas, eran verdaderos gigantes.
E l Instrumento Notarial
Miguel Ángel Beltran Lara
El presente estudio tiene por objeto analizar' la razón de ser, las caracte-
rísticas fundamentales y la finalidad del instrumento notarial, también cono-
cido en términos generales como: "escritura públican.
Para ello haré referencia a la actividad notarial, a su importancia y a sus
notas fundamentales pues considero que no podemos hablar del producto
final del quehacer notarial (el Instrumento o la escritura) si no sé hace refe-
rencia a la actividad de su autor, esto es, a las características de la función
del Notario.
Una vez analizado lo anterior, estaremos en posibilidad de proponer un
concepto del instrumento notarial, para posteriormente exponer sus caracte-
rísticas, su clasificación y sus requisitos, tanto de forma como de fondo.
Será entonces cuando se hará referencia a otros aspectos fundamentales
del instrumento notarial, tales como las maneras en que el Notario, en ejer-
cicio de sus funciones autoriza la escritura.
Fundamental resulta también hablar acerca de la conservación del ins-
trumento notarial, característica sin la cual no estaríamos en posibilidad de
hablar de la seguridad jurídica que se obtiene al consignar un hecho o un
acto jurídico ante un Notario.
Se hará referencia al valor y eficacia del instrumento notarial; quizá ésta
es la razón de ser del mismo. Todas las referencias que se hacen acerca del
instrumento notarial carecerían de valor si no se logra que la escritura sea
prueba plena, sea un documento auténtico, válido y que perdure por siempre.
Por último, es necesario adentramos en aquellas circunstancias que pro-
vocan la nulidad del instrumento notarial.
Desde que los simios prehistóricos perfeccionaron sus instintos para con-
vertirlos en capacidad de razonar o bien (según las creencias de cada quien),
desde que la Divinidad, en un acto de gracia decidió que una criatura gozara
de libre albedrío, los hombres han tenido la necesidad de dejar constancia
clara, indubitable, fehaciente de sus actividades. Ahí están las pinturas m-
pestres que datan de hace miles de años. Poco a poco, así como todas las
actividades humanas fueron perfeccionándose, también evolucionó lo relati-
vo a dejar constancia de lo sucedido.
Quizá la referencia más antigua que se tienen de un funcionario pareci-
do a lo que hoy conocemos como Notario, data de 2600 años antes de Cris-
to, en Egipto, con la figura del Escriba.
En la época clásica de Roma existió un funcionario denominado scriba
que era una especie de secretario de actas, en la Monarquía romana se co-
menzó a utilizar el término notarius para identificar a una persona que ano-
taba, que dejaba constancia de los hechos; notarius viene de "nota" que
significa anotación.
En Bizancio al sujeto encargado de redactar documentos se le llamó tu-
bellio, palabra que deriva de tabellia que era una tablilla para escribir en co-
micios o tribunales.
Poco a poco la figura del notario que surgió como un amanuense se
transformó en la figura del notario jurista. A lo largo del tiempo el notario si
bien seguía siendo un redactor también fue un jurista que asesora y orienta-
ba a los particulares.
Actualmente solo los abogados pueden ser notarios, así, la Ley del Nota-
riado para el Distrito Federal en su artículo 42 define al Notario como:
[...] Es el profesional del Derecho investido de fe pública por el Estado, y que
tiene a su cargo recibir, interpretar, redactar y dar forma legal a la voluntad de
las personas que ante él acuden, y conferir autenticidad y certeza jurídicas a los
actos y hechos pasados ante su fe, mediante la consignación de los mismos en
instrumentos públicos de su autona [...]
Por su parte el artículo 26 establece:
Artículo 26.-La función autenticadora es la facultad otorgada por la Ley al
Notario para que reconozca como cierto lo que éste asiente en las actas o escri-
turas públicas que redacte, salvo prueba en contrario.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
INSTRUMENTONOTARIAL 19
INSTRUMENTO NOTARIAL 21
tiza no sólo que los Notarios sean personas preparadas sino que desempeñen
su cargo como es debido y que por lo tanto sus instrumentos sean claros y
eficaces.
INSTRUMENTO NOTARIAL 23
autorice. Cada sello será metálico, tendrá forma circular con un diámetro de
cuatro centímetros, reproducirá en el centro el escudo nacional y deberá tener
escrito alrededor de éste, la inscripción "Distrito Federal, Méxicon, el nombre y
apellido del Notario y su número dentro de los de la Entidad. El número de la
notaría deberá grabarse con guarismos y el nombre y apellidos del Notario po-
' drán abreviarse. El sello podrá incluir un signo.
El sello expresa el poder autentificador del Notario y lo público de su funa6n.
El hecho de que el sello de autorizar ostente el escudo nacional implica
que el Notario actúa y desempeña una función pública. El sello debe impri-
mirse cada vez que el Notario autorice y reproduzca un instrumento y en
caso contrario se produce la nulidad del mismo.
En caso de pérdida o alteración del sello el Notario deberá avisar al Go-
bierno del Distrito Federal y levantar acta ante el Ministerio Público a efecto
de tramitar a su costa la reposición del mismo.
Por lo que hace al protocolo este es el elemento material en donde el
Notario actúa como tal, en donde plasma sus instrumentos, la ley lo define
de la siguiente manera:
[...] Artículo 76.-Protocolo es el conjunto de libros formados por folios nu-
merados y sellados en los que el Notario, observando las formalidades que esta-
blece la presente Ley, asienta y autoriza las escrituras y actas que se otorgan
ante su fe, con sus respectivos apéndices; así como por los libros de registro de
cotejos con sus apéndices [...]
Los folios están numerados progresivamente y en ese orden deben ser
utilizados. Es importante señalar que todos los hechos y actos que autoriza
el Notario deben constar en el protocolo.
Podemos concluir que los elementos notariales, el sello y el protocolo,
resultan esenciales para la actuación del Notario, es decir, el Notario no po-
drá elaborar instrumento alguno sin que conste en el protocolo, en ese caso,
dicho documento no sería un Instrumento notarial y como, se ha menciona-
do, si no se imprime el sello de autorizar, el instrumento carecerá de validez.
Por otro lado, la Ley del Notariado para el Distrito Federal, establece
una serie de rigurosos controles y medidas que el Notario debe observar
para garantizar la seguridad del protocolo y de los instrumentos que se
asienten en el mismo, tales como: el hecho de que es el Colegio de Notarios
del Distrito Federal, Asociación Civil, quien provee a cada Notario y a co-a
de éste de los folios que se requieran; el protocolo debe permanecer siempre
en la notaría, salvo los casos expresamente permitidos por la ley o cuando el
Notario recabe firmas fuera de ella, si alguna autoridad competente ordena
la inspección del protocolo o de un instrumento, el acto sólo se podrá efec-
tuar en la misma oficina del Notario y en presencia de éste.
De acuerdo, Lon la Ley vigente en el Distrito Federal, el protocolo es
abierto, lo cual quiere decir que los folios que lo forman no son previamente
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
INSTRUMENTO NOTARIAL 25
tículo 26 de dicha ley, y toda vez que el Notario es el profesional del derecho
investido de fe pública por el Estado, y que tiene a su cargo recibir, interpre-
tar, redactar y dar forma legal a la voluntad de la personas que ante él acu-
den, y conferir autenticidad y certeza jurídicas a los actos y hechos pasados
ante su fe, mediante la consignación de los mismos en instrumentos públicos
de su auditoría.
d) Es formal, ya que su eficacia dependerá del cumplimiento de los re-
quisitos de forma establecidos en las leyes para su autorización.
e) Es autorizado por el Notario, está circunstancia identifica los instru-
mentos públicos como documentos notariales y los distingue de las otras cla-
ses de documentos públicos, los documentos notariales brindan seguridad
jurídica ya que el Notario deberá de ejercer su función mediante la fe públi-
ca que el Estado le otorga de manera imparcial, calificada, colegiada, libre,
en términos de ley y honrada, sólo podrá ejercerla en el ámbito del territorio
de la entidad a la que pertenezca, y sólo será competente, para otorgar aque-
llos actos o hechos que no corresponda en exclusiva hacerlo a algún servidor
público.
fl Tiene carácter de fehaciente, pues los documentos públicos pasados
ante el Notario gozan de fe pública, presurniéndose su contenido veraz e ín-
tegro, tal y como lo establece el artículo 26 de la citada Ley del Notariado, al
conceptualizar la función autenticadora del Notario como la facultad que
otorga la ley para que se reconozca como cierto lo que éste asiente en las
actas o escrituras públicas que redacte.
g) Son fuente o matriz en los que se hacen constar las relaciones jurídi-
cas constituidas por los interesados, bajo la fe notarial, mismos que deben
ser conservados por el Notario hasta su guarda definitiva en el Archivo Ge-
neral de Notarías.
Para que la escritura pueda surtir los efectos deseados por las partes es
necesario que en ella se observen los requisitos de forma y de fondo exigidos
tanto por la ley del Notariado como por las leyes especiales que rijan el acto
de que se trate, es decir, la ley del Notariado, establece una serie de requisi-
tos comunes a toda escritura, sin embargo el Notario no puede ni debe limi-
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
INSTRUMENTONOTARIAL 27
tarse a ello, sino que dependiendo del acto que haga constar deberá observar
y cumplir los requisitos aplicables.
La ley del Notariado es abundante y clara en cuanto a los requisitos que
se deben observar al redactar escrituras, en obvio de tiempo no se transcribi-
rán todos ellos sino que comentaremos algunas reglas generales, sin entrar
en casos concretos.
Dado que la escritura contiene la voluntad del o de los autores del acto,
deberá ser firmada por ellos, esto se hará únicamente al final de lo escrito, y
no en cada página.
Deberán ser redactadas en español y sólo se podrán asentar palabras en
otro idioma que sean generalmente usadas como términos de ciencia o ante
determinados.
Es fundamental que el instrumento pueda ser identificado, por lo que se
expresará el número del libro en que consta, el número del instrumento, la
fecha, el nombre del Notario y su número de notaría, el acto o actos conteni-
dos, el nombre de los otorgantes y el de sus representados.
Se deberán relacionar los documentos exhibidos al Notario para la satis-
facción de requisitos administrativos y fiscales.
En principio, los documentos que contengan los antecedentes le serán
exhibidos al Notario en original, sin embargo, si esto no fuere posible, a soli-
citud de los interesados, el Notario bajo su responsabilidad y criterio podrá
imponerse de la existencia de documentos o de asientos que obren en archi-
vos y registros públicos o privados y que tutelen a su entender la certidurn-
bre o apariencia jundica necesaria para elaborar el instrumento, en este
caso, el Notario hará mención en la propia escritura de esta situación.
En caso de urgencia y siempre y cuando ello no impida autorizar la es-
critura, los interesados, de manera expresa en la propia escritura, podrán li-
berar al Notario de tener a la vista alguno de los documentos antecedentes.
Líneas atrás se comentó acerca de que el instrumento, debe quedar debi-
damente identificado, de manera similar, cuando se cite un instrumento
otorgado ante otro Notario, se expresará el nombre de éste y el número de
notaría, el número y fecha del instrumento y en su caso, los datos de inscrip-
ción en el Registro Público.
El Notario enterará a los comparecientes de las penas en que incurren
quienes se conducen con falsedad y las declaraciones que se otorguen ante
él se considerarán hecha bajo protesta de decir verdad.
Conducirse con falsedad ante el fedatario, en otras palabras decirle men-
tiras a un Notario es un delito que implica prisión, al efecto el artículo 311
del Código Penal para el Distrito Federal refiere:
Am'culo 311.-Quien al declarar ante autoridad en ejercicio de sus funciones
o con motivo de ellas, faltare a la verdad en relación con los hechos que motivan
la intervención de esta, será sancionado con pena de dos a seis años de prisión y
de cien a trescientos días multa.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
INSTRUMENTO NOTARIAL 29
menta lo anterior estableciendo que las renuncias que se hagan ante Notario
deben ser válidas, explicará claramente las consecuencias del acto, subra-
yando su existencia.
En todo instrumento el Notario hará constar bajo su fe:
a) Su conocimiento, en caso de tenerlo o que se aseguró de la identidad
de los otorgantes, y que a su juicio tienen capacidad;
b) Que hizo saber a los otorgantes el derecho que tienen de leer perso-
nalmente la escritura y de que su contenido les sea explicado por el Notario;
C) Que les fue leída la escritura a los otorgantes y a los testigos e intér-
pretes, o que ellos la leyeron, manifestaron todos y cada uno su comprensión
plena;
d) Que ilustró a los otorgantes acerca del valor, las consecuencias y al-
cances legales del contenido de la escritura cuando a su juicio así proceda, o
de que fue relevado expresamente por ellos de dar esa ilustración, declara-
ción que asentará;
e) Que quien o quienes otorgaron la escritura, mediante la manifesta-
ción de su conformidad, así como mediante su firma; en defecto de ésta, por
la impresión de su huella digital al haber manifestado no saber o no poder
firmar. En sustitución del otorgante que no firme por los supuestos indica-
dos, firmará a su ruego quien aquél elija;
fl La fecha o fechas en que se firme la escritura por los otorgantes o por
la persona o personas elegidas por ellos y por los testigos e intérpretes si los
hubiere, y
g) Los hechos que el Notario presencie y que guarden relación con el
acto que autorice, como la entrega de dinero o de títulos y otros.
INSTRUMENTONOTARIAL 31
todos los requisitos, la que se tendrá por autorización definitiva. Nótese que
formalmente no se trata de una autorización aunque surte los mismos
efectos.
El Notario es depositario de la confianza del Estado, en consecuencia se
le confiere ia facultad de conservar el protocolo, sin embargo sería suma-
mente complicado que el Notario conservara el protocolo de por vida; el
protocolo se conserva en la notaría durante cinco años y posteriormente se
envía al Archivo General de Notarías para su guarda definitiva.
Gracias a la conservación del instrumento notarial es posible que el do-
cumento:
a) Permanezca para la posteridad.
b) Pueda ser consultado por quien tenga derecho a ello.
C) Permanezca inalterado.
d) Se pueda reproducir tantas veces como sea necesario.
El instrumento original es pues la escritura o el acta que obran en el pro-
tocolo. En contadas ocasiones los particulares tienen acceso al mencionado
original (al momento de firmar o cuando alguna autoridad o facultad lo au-
torice), sin embargo requieren de un tanto de dicho documento, desde luego
el original se puede reproducir y esto se hace mediante la expedición de tes-
timonios y copias certificadas, los artículos 143 y 154 de la Ley del Notaria-
do establecen:
Artículos 143.-Testimonio es la copia en la que se transcribe íntegramente
una escritura o un acta, y se transcriben, o se incluyen reproducidos, los docu-
mentos anexos que obran en el apéndice, con excepción de los que ya se hayan
insertado en el instrumento y que por la fe del Notario y la matricidad de su
protocolo tiene el valor de instrumento público.
Artículo 154.-Copia certificada es la reproducción total o parcial de una escri-
tura o acta, así como de sus respectivos documentos del apéndice, o sólo de éstos
o de alguno o algunos de estos; que el Notario expedirá sólo para lo siguiente:
1. Para acompañar declaraciones, manifestaciones o avisos de carácter admi-
nistrativo o fiscal, si las leyes o reglamentos aplicables disponen que con ellos se
exhiban copias certificadas o autorizadas; así como para obtener la inscripción
de escrituras en los Registros Públicos, o en cualquier otro caso en los que su
presentación sea obligatoria.
11. Par acompañar informes solicitados por autoridad legalmente facultada
para requerirlos, con relación a alguna escritura o acta.
111. Para remitirlas a la autoridad judicial que ordene dicha expedición.
IV. Para entregar al otorgante que la solicite, la reproducción de alguno o al-
gunos de los documentos que obren en el apéndice.
Dado que el Notario y en su caso el Archivo General de Notarías están
obligados a guardar el secreto profesional, únicamente se pueden expedir
testimonios y/o copias certificadas al autor del acto o participante en el
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
INSTRUMENTO NOTARIAL 33
declare la nulidad del acto, una vez firme, el juez enviará oficio al Notario o al
Archivo según se trate, para que en nota complementaria se tome razón de ello.
Articulo 163.-E1 testimonio, copias certificadas y certificaciones serán nulos
solamente en los siguientes casos:
1. Cuando el original correspondiente lo sea;
11. Si el Notario no se encuentra en ejercicio de sus funciones al expedir la
reproducción de que se trate o la expida fuera del Distrito Federal, y
111. Cuando dicha reproducción no tenga la firma o sello del Notario.
Se entiende por bienes jurídicamente tutelados, los valores que son pro-
tegidos por el Estado bajo su amparo, por lo que se han plasmado en el dere-
cho positivo. Éstos se han ido insertando en la letra de la norma con el
devenir histórico y cultural del hombre, con lo cual podemos decir que aún
estos bienes están sujetos al dinamismo intrínseco del derecho.
El doctor Carlos de la Torre Martínez, al analizar la inserción de los va-
lores en el derecho, manifiesta que en primer lugar debe entenderse al Dere-
cho como un producto cultural, cuyo contenido se entenderá partiendo de la
intencionalidad del hombre, basando su postura en lo que sostiene Coing
Helmut y que a continuación se transcribe:
[...] Siempre existe una determinada intencionalidad, fundada en la voluntad y
en las tendencias del hombre, lo cual implica que el Derecho sólo pueda entenderse
por su sentido teleológico, es decir buscando la específica intencionalidad que con
él persigue el hombre, la cual presenta varias capas o estratos en la conciencia
humana diferenciados principalmente por un estrato superior donde se encuen-
tra la personalidad humana o la llamada conciencia de sí mismo, estrato en que
se es capaz de proponer los fines que determinan conscientemente su conducta.
Los demás estratos se refieren a los diversos estados de conciencia del hombre
como son: el anímico o la vida del sentimiento, el instinto animal y el estrato de
los actos inconscientes.2
De lo anterior se puede deducir, que los bienes jurídicos tutelados, son
aquellos fines que el Derecho pretende lograr a través de las normas, es de-
cir, éstos encierran en sí mismos el porqué y para qué de la existencia misma
del derecho. Es evidente que los ciudadanos que nos acogemos al amparo y
protección de la ley, buscamos que ésta sea suficiente para preservar los ele-
mentos básicos de la supervivencia y desarrollo humano, es por ello que el
gobierno tiene la obligación de ser eficaz en la aplicación de dichas normas y
que éstas a su vez cumplan con los fines para las cuales fueron creadas.
En este entendido se observa que los bienes jurídicos tutelados no son el
plano meramente abstracto del Derecho, sino que al estar dentro de las fa-
cultades del Estado el cumplirlos y hacerlos cumplir, se vuelven en derechos
subjetivos que el Ciudadano bien puede hacer valer, en el momento que
sienta que se limita o se le impide el goce de dichos derechos.
De acuerdo con el constitucionalista español Lucrecio Rebollo Delgado,
tenemos que tratándose de la fecundación asistida, encontramos que tres
son las ramas del derecho que entran directamente en juego con ésta y los
bienes jurídicos que encierra. Dichas áreas son; el derecho penal, el derecho
civil-familiar y el derecho constitucional, pues tienen relación directa con el
radio de aplicación de dichas materias.3
En general, se cuentan entre los bienes jurídicos relacionados con la re-
producción humana y su consecución de manera asistida, entre otros los si-
guientes: El derecho a la vida, el derecho a la libre procreación, el derecho a
la salud reproductiva, el derecho a la intimidad o privacidad de nuestros ac-
tos, el derecho a una identidad personal, el derecho a pertenecer a una fami-
lia, los derechos derivados de la personalidad, la situación jurídica de un
embrión, la autonomía de la voluntad, el derecho a la libre disposición del
cuerpo y el derecho a la información, respecto a las obligaciones y derechos
derivados de la filiación e incluso el orden público e interés social.
A continuación se presenta un breve panorama del contenido de los bie-
nes jurídicos que en su expresión de derechos subjetivos, entran a la escena
de la aplicación y uso de la reproducción asistida, con la intención de evi-
denciar que el tratamiento jurídico que de las mismas se de en nuestro país,
encontrará serias limitaciones tomando en cuenta que diversos derechos se
contraponen o se excluyen el uno al otro, aunado a la circunstancia de la le-
gislación de la materia en México es deficiente e incompleta, no obstante las
recientes reformas al Código Penal del Distrito Federal, respecto a la mater-
nidad subrogada.
A. EL DERECHO A LA REPRODUCCIÓN
Tratando de establecer un fundamento constitucional para el llamado
"derecho a la reproducción", se encuentra el contenido del artículo cuarto de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual señala:
"Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e
informada sobre el número y espaciamiento de sus hijosn.4
La jurista Yolanda Gómez Sánchez, afirma que también se encuentra
como base constitucional del derecho a la reproducción la Uamada "garantía
de Libertad" como derecho fundamental de todo ser humano, el cual se en-
cuentra consagrado como tal por todas las Constituciones democráticas de
nuestros días.5
La Constitución Mexicana no es la excepción y contempla en sus artícu-
los del primero al veintinueve, un apartado que doctrinariamente se le ha
B. EL DERECHO A LA SALUD
La salud es un medio para la realización personal y colectiva en virtud
de que es un indicador del bienestar de la vida en comunidad.7
C. ELDERECHO A LA INTIMIDAD
La intimidad se refiere al conjunto de pensamientos, sentimientos, deci-
siones, relaciones, espacio o hábitos propios de una persona y que a la vez
son la expresión de lo más profundo e interior de un individuo. Es una nece-
sidad inherente al ser humano, porque para que el hombre se desarrolle y
geste su propia personalidad e identidad, es menester que goce de un área
que comprenda diversos aspectos de su vida individual y familiar que esté
libre de la intromisión de extraños.13
De esta manera se estima que todos los humanos tenemos una "vida pri-
vada" cuyo concepto no es fácil de determinar, porque se trata de algo rela-
tivo y por consiguiente variable conforme a ciertas condiciones dependiendo
de la sociedad de que se trate, sus circunstancias particulares y la época o el
periodo correspondiente, a decir de Yolanda Gómez Sánchez, se puede afir-
mar que en la definición del término 'tida privada" son determinantes el
factor social, cultural y aún histórico.14
Por cuanto hace al Derecho a la intimidad en su expresión personal y
familiar, éste protege las decisiones del sujeto que afectan a sus relaciones
personales con otros, a sus opciones sexuales, a su decisión de contraer o no
un vínculo matrimonial y a la procreación, a la decisión de reproducirse o
no, sobre cuándo procrear y, en su caso, determinar el número y espacia-
miento de sus hijos, lo que en un momento dado nos lleva a afirmar que la
intimidad personal ofrece una protección jurídica del derecho a la reproduc-
ción humana, puesto que ésta impide intromisiones ilegítimas en la vida pri-
'1 ABRAMOVICH, V., et al., Derechos Sociales, Doctrina Jurídica Contemporánea, México,
2003, PP. 143-157.
12 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 14a. ed., Sista, México, 2006, p. 6.
13 REBOLLO DELGADO,Lucrecio, "Constitucióny técnicas de reproducción asistida", Boletín
de la Facultad de Derecho, número 16, España, 2000, p. 120.
14 G ~ M E SÁNCHEZ,
Z Yolanda, op. cit., p. 54.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
vada del sujeto y ello alcanza a las decisiones y circunstancias que rodean a
la reproducción humana, ya se produzca ésta por medios naturales o artifi-
ciales legalmente autorizados.15
Otro aspecto de la intimidad de una persona que se relaciona directa-
mente con las técnicas de reproducción humana asistida tiene que ver con las
intervenciones e inspecciones y registros corporales, siendo pertinente seña-
lar que las intervenciones consisten en la extracción del cuerpo de determi-
nados elementos externos o internos para ser sometidos a informe pericial.16
En relación con el marco jurídico mexicano, nuestra Carta Magna tutela
la protección a la vida privada o el llamado derecho a la intimidad en el con-
tenido de los artículos €7, 7" y 16, de cuya letra resulta evidente que la pro-
tección de la vida privada frente a actos de las autoridades se encuentra
debidamente instituida en el primer párrafo del artículo 16 constitucional al
señalar que para que una injerencia de la autoridad en nuestra intimidad sea
válida, ésta deberá provenir de una orden de una autoridad facultada por la
propia ley para realizar dicha intervención plasmada por escrito, la cual de-
berá estar debidamente razonada y justificada además de estar prevista en
una ley el acto de molestia en cuestión.17
15 G ~ M ESÁNCHEZ,
Z Yolanda, op. cit., pp. 54-55.
16 REBOLLO DELGADO, Lucrecio, op. cit., pp. 121-122.
17 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ISEF, Mkxico, 2011, pp. 6-10.
18 Fox, Robin, Sistemas de parentesco y matrimonio, 4a. ed., Alianza, Madrid, 1985, pp. 13
y SS. Citado por F'ÉREZ DUARTE,Alicia, Derecho de Familia, 2a. ed., Fondo de Cultura Económica,
México, 1995, p. 12.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
F. EL DERECHO A LA PERSONALIDAD
de órganos, tejidos y células tan sólo por citar a la Ley General de Salud, así
las facultades de disposición del cuerpo constituyen la exteriorización de
una actividad lícita, con la obviedad de que esta disposición del cuerpo no
puede estar supeditado a un abuso y destrucción del cuerpo mismo, lo que
resultaría contrario a la moral y buenas costumbres.
Debe quedar claro que este derecho no implica la propiedad sobre el
cuerpo, lo que nos lleva a afirmar que nadie, ni siquiera la misma persona es
dueño del cuerpo de tal manera que se vuelve antijurídico y antiético el he-
cho de la comercialización del mismo, lo que también opera para la idea que
se tiene sobre actos como el suicidio, el suicidio asistido, la eutanasia, la
mutilación, la autoflagelación, negativas a tratamiento médico de urgencia y
el no cuidado de la salud.
Por cuanto hace al marco jurídico que consagra este derecho, tenemos
algunos instrumentos internacionales que son la base para la protección del
mismo como son: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos el
cual contempla en su séptimo artículo, la prohibición de someter a algún ser
humano a tortura, penas o tratos crueles y a no ser sometido a experimentos
médicos o científicos sin su voluntad.
En concordancia con el instrumento internacional antes señalado, nues-
tra Carta Magna consagra los artículos 16 y 22, prohiben toda molestia a la
persona en cuanto a su integridad física, así como las penas de mutilación y
tratos degradantes.
Como legislación secundaria relacionada con el tema que nos ocupa tene-
mos a La Ley General de Salud, la cual parte de un modelo de consideración
del cuerpo humano por la persona como disposición y no como propiedad
irrestricta sobre el mismo, de tal manera que al hablamos del manejo de ór-
ganos, células y tejidos del cuerpo humano con fines de donación y trasplan-
te, establece en sus artículos 320 y 321 que una persona puede donar total o
parcialmente su cuerpo al otorgar su consentimiento tácito o expreso y por
su puesto estar facultado para otorgar dicho consentimiento, pero lo que no
puede hacer es comercializar con dichas donaciones como lo dispone el ar-
tículo 327 del ordenamiento en comento.
Por otro lado, en la misma Ley General de Salud, en su artículo 100 al
hablar de la investigación científica en seres humanos, se estipula que ésta
se hará con el consentimiento expreso de la persona en la que habrá de prac-
ticarse dichas experimentaciones, reafirmando el carácter dispositivo del
cuerpo humano por lo que nunca debe entenderse que el ser humano ante la
legislación mexicana tiene un carácter de propiedad sobre el cuerpo.
Respecto de la relación existente entre el derecho a la libre disposición
del cuerpo y la atención a la salud sexual y reproductiva que hace uso de las
técnicas de reproducción humana asistida, podemos decir que éste se en-
cuentra íntimamente ligado a la autodeterminación sexual y reproductiva,
que como ya se ha mencionado en el cuerpo de este trabajo se expresa en la
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
BIENES J ~ D I C O
TUTELADOS
S EN LAS T~CNICASDE REPRODUCCI~NHUMANA ASISTIDA 49
1. EL DERECHO A LA INFORMACIÓN
IV. CONCLUSIONES
DOM~NGUEZ
2 MART~NEZ, Jorge Aifredo, Derecho Civil Famüiar, P o d a , México, p. 119.
"El contrato se define como acuerdo de voluntades para crear o trasmitir derechos y
3
obligaciones; es una especie dentro del género de los convenios". ROJINAVILLEGAS,Rafael, Com-
pendio de Derecho Civil. Contratos, P o d a , Libro iV, p. 7.
4 Artículo 2O, reformado el 25 de septiembre de 1873.
MANZUR TAWILL, Elías, El divorcio sin causa en México, Porrúa, México, pp. 229 y 230.
6 DOMÍNGUEZ MART~NEZ,Jorge Aifredo, op. cit., p. 134.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
.. CONMEMORACIÓN
" . . . DE LOS 80-ANOS DE
.. . ....
VIGENCIA DEL CÓDIGO.-....-.
CML ~
7 Aunque ello aún enfrenta seria oposición de un sector importante de la sociedad. "Prohi-
bir la celebración del matrimonio a las parejas homosexuales no resulta discriminatono, y por lo
que es más, el permitirlo genera que el Estado eluda su obligación de brindar protección debida
a las parejas heterosexuales unidas por el vínculo matrimonial, toda vez que desvincula la pro-
creación del matrimonio". VÁZQUEZGÓMEZ BISOGNO,Francisco, El Matrimonio y la Suprema Cor-
te, Pomía, México, 2012, p. 133.
8 En el resto de las entidades federativas, el matrimonio sigue siendo reglamentado de
forma heterosexual. Por ejemplo, el Código Civil del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave
determina en su artículo 75, que: "El matrimonio es la unión de un solo hombre y de una sola
mujer que conviven para realizar los fines esenciales de la familia como institución social y ci-
vil" .Sin embargo, la validez de los matrimonios entre personas del mismo sexo que se celebren
en el Distrito Federal, son legales dentro del territorio veracruzano, en virtud de que el propio
Código Civil del Estado dispone en su numeral 97 que: "El matrimonio celebrado fuera del Esta-
do, y que sea válido con arreglo a las leyes del lugar en que se contrajo, surtirá sus efectos civi-
les en la entidad.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Artículo 178.
loSugiero consultar la obra 'Tópicos sobre Regímenes Matrimoniales desde el punto de
vista Notarial" de Francisco Lozano Noriega, para constatar que existen diversas clasificaciones
en los Estados del país, que incluyen la sociedad conyugal voluntaria, la sociedad conyugal le-
gal, la sociedad legal, régimen mixto o la comunidad de bienes. Y están regulados en legislacio-
nes cuya denominación varía entre Código Civil, Código Familiar, Ley para la Familia, o bien,
Código de Familia.
l1 Artículo 179.
l2 El Estado de Colima es una excepción. Ver LOZANO NORIEGA, Francisco, op. cit.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
'3 Baja Califomia, Baja Califomia Sur, Guerrero, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Pue-
bla, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz.
14 Aguascalientes, Coahuila, Distrito Federal, Jalisco, Michoacán, Nayant, Querétaro, San
Luis Potosí, Tlaxcala y Yucatán.
15 El Código Civil de Sinaloa no ha sido reformado en materia de regímenes matrimonia-
les desde el año de 1940. Lozano Noriega. Francisco, op. cit., p. 358.
16 Campeche, Coahuila, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Quintana Roo,
Yucatán y Zacatecas, son ejemplo de ello.
17 Chiapas, Chihuahua, Morelos, Nuevo León, Puebla, Veracruz, lo establecen. La legisla-
ción de Hidalgo y Jalisco se refieren a que será aplicable la "Sociedad legal"; Querétaro remite a
la "Comunidad de bienes" y Sonora a la "Sociedad conyugal legal".
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
21 "En realidad, cada capitulación constituye el equivalente a una cláusula de algún con-
trato y la suma de capitulaciones, es decir, el conjunto de ellas es lo que termina por constituir
o configurar algún régimen matrimonial". MART~NEZ ARRIETA,Sergio T., op. cit., p. 130.
22 Artículo 182 Ter.
23 La redacción transcrita no es exclusiva del Distrito Federal. Existe de manera similar en
los Códigos de los Estados de Baja California, Baja Califomia Sur, Coahuila, Guanajuato, Gue-
rrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Ta-
maulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y también en Zacatecas.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
-
CAPiTiJLACIONES MATRIMONIALES EN LA NUEVA REALIDAD SOCIAL DE MÉXICO 61
rado un formato para cada uno de los regímenes matrimoniales que deben
suscribir los solicitantes.
En el caso de la sociedad conyugal, el formato requiere que los preten-
sos firmen y se adhieran únicamente a los aspectos siguientes:
[...] Los que suscribimos, con las generales expresadas en la solicitud de matri-
monio que oportunamente presentamos, ante usted atentamente exponemos:
Que de conformidad con lo prevenido por la fracción V del artículo 98 de
Código Civil, venimos a presentar el siguiente convenio, que atañe a bienes futu-
ros por no tener presentes, bajo las siguientes Cláusulas:
1. El matrimonio se contrae bajo régimen de Sociedad Conyugal.
11. La Sociedad Conyugal comprenderá todos los bienes muebles e inmuebles
y sus productos que los consortes adquieran durante su vida matrimonial, inclu-
yendo el producto del trabajo.
111. En los bienes y productos de la cláusula anterior, cada consorte tendrá la
participación del cincuenta por ciento.
IV. La Administración de la Sociedad Conyugal quedará a cargo de quien los
cónyuges hubiesen designado, estipulación que podrá ser libremente modificada
sin necesidad de expresión de causa. Y en caso de desacuerdo el Juez de lo Fa-
miliar resolverá lo conducente.
V. Las bases para liquidar la Sociedad serán establecidas por el mismo Código
en sus artículos relativos.
Con las protestas de rigor [...]
Como puede observarse, con este tipo de formatos se pretende sustituir
la ausencia de las capitulaciones matrimoniales; sin embargo, como es de no-
tarse, éstos son escuetos, limitados y se circunscriben a confirmar aspectos
generales que ya están en el cuerpo del propio Código Civil.24
La realidad es que en el país se celebran matrimonios, en los cuales sólo
se determinan cuál será el régimen matrimonial al que habrá de sujetarse la
unión de los cónyuges; sin la elaboración precisa de las capitulaciones matri-
moniales; lo cual deja a los contrayentes sometidos a la regulación general
de las disposiciones del Código Civil y al arbitrio de la consideración de los
jueces, en casos de conflictos.25
A pesar de que en la mayoría de las legislaciones de nuestras entidades
federativas, las capirulaciones matrimoniales son materia de atención y regla-
mentación extensa, la realidad social señala que su aplicación es rara y
excepcional.
En casi todas las legislaciones, se ordena que cuando los cónyuges pac-
ten hacerse copartícipes o transferirse la propiedad de bienes por virtud de ,
capitulaciones matrimoniales, éstos deberán hacerse mediante escritura pú-
derecho que "debe ser". DEPINA,Rafael, Derecho Civil Mexicano.Introducción, Personas, Familia,
P o d a , v. 1, p. 52.
33 "No es extraiio encontrar como opinión o creencia popular, que con motivo de la cele-
bración de la sociedad conyugal, todos los bienes de los esposos, existentes antes o después del
matrimonio se hacen comunes. De ahí la importancia de detenerse en el h a d o error del dere-
cho". MART~NEzARRIETA, Sergio T., op. cit., pp. 148 y 149.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
"Lo jurídicamente lícito está limitado por conceptos éticos, que en dere-
cho se conocen como buenas costumbres. La buena fe (que es un dato emi-
nentemente moral) constituye la base de los intereses jurídicos".36
A eso, hay que agregar que en los gobiernos de las entidades federativas,
no existe interés ni capacidad suficiente para brindar a los pretendientes una
información de calidad y una orientación adecuada.
La defensa de la institución matrimonial - c o m o célula mínima de orga-
nización social-, ha propiciado que los gobiernos prefieran complicar las
reglas para contraer un régimen matrimonial -bajo la premisa de defender
su permanencia- en lugar de establecer reglas claras y fáciles para estructu-
rarlo de forma más moderna y adecuada.
Si se observaran los requisitos que las capitulaciones matrimoniales de-
ben contener, que están integralmente expuestas en la mayoría de los Códi-
gos y leyes de las entidades federativas, el establecimiento de los regímenes
matrimoniales alcanzaría una renovación que se antoja impostergable.
No solo obligaría a que los contrayentes entendieran de manera cabal
las características legales del acto jurídico que van a celebrar -lo que permi-
tiría mayor certeza y seguridad jurídica- sino que facilitaría el manejo, li-
quidación, adopción de otro régimen, solución de controversias y litigios; y
divorcios.37
Pero, en paralelo de la transformación de la institución del matrimonio,
se produce la del divorcio. La sociedad de nuestro tiempo ha modificando de
forma importante su conducta respecto a este tópico.38
Investigamos algunos indicadores relativos a la realidad que se vive en
el Distrito Federal, respecto a este fenómeno, ya que es la entidad federativa
a la cual pertenece la ciudadanía con más altos índices de educación; y ade-
más, es la localidad en donde se han presentado las reformas legislativas más
trascendentes de la última época, en materia del matrimonio y el divorcio.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, el Distrito Federal
es la entidad, a nivel nacional, con el menor porcentaje de población casada39
o en unión libre, esto es, cinco de cada diez personas de 12 y más años de
edad, se encuentra unida (49.7%). La población soltera representa 37.5% y
sólo una de cada diez (12.5%) está separada, divorciada o viuda.
En dicha entidad, la edad promedio a la que se unen o se casan por pri-
mera vez los hombres es a los 29 años y en el caso de las mujeres, es a los 26
años.40
41 Duración legal se refiere al tiempo transcurrido entre la fecha de celebración del matri-
monio y la fecha de resolución o sentencia ejecutoria del divorcio.
42 Sin que se determine cuando y cuantos llegarán efectivamente a sentencia.
43 LOS trámites de los juicios de divorcio son - c o n mucho- los que atraen mayor aten-
ción, recursos y tiempo resolver en el D.F.
4 GÓMEZ FRODE, Carina, Derecho Procesal Familiar, Pomía, México, p. 31.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
por ei notario, como perito jurídico imparcial, a los interesados" DOM~NGUEZ MART~NEZ, Jorge
Alfredo, op. cit., p. 101.
49 "El Notariado está organizado en el Distrito Federal como una institución, la ley brinda
a favor de la colectividad la garantía institucional del notariado". Ríos HELLIG,
Jorge, La Práctica
del Derecho Notarial, McGraw Hill, Porrúa, p. 31.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
--
CAPiTüLACIONES MATRIMONIALES EN LA NUEVA REALIDAD SOCIAL DE MÉXICO
-.
-
".*
.
",
"
u
.
*
-.-,
"
.
69
Contratación electrónica
Manuel García Barragán M.
5 B A R I A ~Citado
. por MENÉNDEZMATO,Juan Carlos, op. cit.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
documentos legales que deben ser firmados por las partes. Asimismo, se reconoce
que tanto la forma escrita como la firma original, tiene cumplidos los requisitos
legales para la validez de las transacciones, tratándose de un mensaje de datos.8
Los artículos reformados del Código Civil Federal fueron los siguientes,
que quedaron con la redacción a continuación indicada:
Artículo 1803.-E1 consentimiento puede ser expreso o tácito, para ello se
estará a lo siguiente:
1. Será expreso cuando la voluntad se manifieste verbalmente, por escrito, por
medios electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología, o por signos inequívo-
cos, Y
11. El tácito resultará de hechos o de actos que lo presupongan o que autori-
cen a presumirlo, excepto en los casos en que por Ley o por convenio la voluntad
deba manifestarse expresamente.
Artículo 1805.-Cuando la oferta se haga a una persona presente, sin fijación
de plazo para aceptarla, el autor de la oferta queda desligado si la aceptación no
se hace inmediatamente. La misma regla se aplicará a la oferta hecha por teléfono
o a través de cualquier otro medio electrónico, óptico o de cualquier otra tecnología
que permita la expresión de la oferta y la aceptación de ésta en forma inmediata.
Artículo 1811.-La propuesta y aceptación hechas por telégrafo producen
efectos si los contratantes con anterioridad habían estipulado por escrito esta
manera de contratar, y si los originales de los respectivos telegramas contienen
las firmas de los contratantes y los signos convencionales establecidos entre
ellos.
Tratándose de la propuesta y aceptación hechas a través de medios electróni-
cos, ópticos o de cualquier otra tecnología no se requerirá de estipulación previa
entre los contratantes para que produzca efectos.
Artículo 1834 Bis.-Los supuestos previstos por el artículo anterior se tendrán
por cumplidos mediante la utilización de medios electrónicos, ópticos o de cual-
quier otra tecnología, siempre que la información generada o comunicada en
forma íntegra, a través de dichos medios sea atribuible a las personas obligadas
y accesible para su ulterior consulta.
En los casos en que la Ley establezca como requisito que un acto jurídico
deba otorgarse en instrumento ante fedatario público, éste y las partes obligadas
podrán generar, enviar, recibir, archivar o comunicar la información que conten-
ga los términos exactos en que las partes han decidido obligarse, mediante la
utilización de medios electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecnología, en
cuyo caso el fedatario público, deberá hacer constar en el propio instrumento los
elementos a través de los cuales se atribuye dicha información a las partes y con-
servar bajo su resguardo una versión íntegra de la misma para su ulterior consul-
ta, otorgando dicho instrumento de conformidad con la legislación aplicable que
lo rige.9
10 PÉREZ LuÑo, Antonio Enrique, Saggi di informática giundica. Citado por MENÉNDEZ
MATO,Juan Carlos, op. cit., p. 57.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
11 BORJA SORIANO, Manuel, Teoría General de las Obligaciones, 5a. ed., Pomía, México,
1966, p. 130.
12 RICO ÁLVAREZ,Fausto y GARZABANDALA, Patricio, Teoría General de las Obligaciones, Po-
mía, México, 2005, p. 70.
13 ZAMORAY VALENCLA, Miguel Ángel, Contratos Civiles, 3a. ed., Poda, México, 1989, p. 22.
14 DOM~NGUEZ MART~NEZ,Jorge Alfredo, Derecho Civil. Contratos, 3a. ed., P o d a , México,
2007, p. 16.
15 AZÚA REYES, Sergio T., Teoría General de las Obligaciones, 4a. ed., Pomía, México, 2004,
p. 48.
16 ROJNAVILLEGAS, Rafael, Compendio de Derecho Civil. TeorÍa General de las Obligaciones,
24a. ed., Pomía, México, 2002, p. 52.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
A. FORMACIÓNDEL CONTRATO.OFERTA.
ACEPTACIÓN
Debemos recordar que el consentimiento, como acuerdo de voluntades,
se forma mediante dos actos jurídicos unilaterales, la oferta o policitación y
la aceptación. El contrato surge a la vida jurídica en el momento en que el
aceptante otorga su conformidad en forma lisa y llana con la oferta que le
hace el oferente o policitante, y es en ese momento cuando existe el consen-
timiento y el contrato, asumiendo que el otro elemento esencial cumpla con
los requisitos legales.
La oferta efectuada por medios electrónicos debe cumplir con los requi-
sitos consistentes en una voluntad del deudor para obligarse, una voluntad
real, una voluntad seria y precisa una voluntad que tenga un determinado
contenido y que dicha voluntad se exteriorice.18
Como ya dijimos, el uso del Internet para la celebración de contratos
permite que dicha celebración se lleve a cabo entre partes presentes, como
es el caso del contrato que se celebra mediante la videoconferencia o bien
mediante el denominado "chut", ya que a través de ellos se da la inmediatez
entre las partes. Pero también permite la celebración del contrato a través
del correo electrónico, y la página "web" casos en los cuales no se da la in-
mediatez entre las partes y por ello las reglas aplicables para la formación
del contrato son las relativas al contrato entre ausentes. En el caso del telex
y del telefax consideramos que tampoco se da la inmediatez entre las partes.
Contrario a este criterio, el maestro Mantilla Molinal9 indica que en el caso
B. MOMENTO
Y LUGAR DEL PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO.
RELEVANCIA JUR~DICA
necesario para la ida y vuelta regular del correo público o del que se juzgue
bastante, no habiendo correo público, según las distancias y la facilidad o
dificultad de las comunicaciones. En el caso de la oferta a través del correo
electrónico, consideramos que dado que "el tiempo necesario para la ida y
vuelta del correo público o del que se juzgue bastante" no aplica, y la rapi-
dez de las comunicaciones electrónicas, el oferente quedará ligado por su
oferta solamente durante tres días.
Debemos también recordar en cuanto al plazo de aceptación, que si el
oferente hubiere fallecido al tiempo de la aceptación, sin que el aceptante
fuere sabedor de su muerte, los herederos quedarán obligados a sostener el
contrato.
Ahora bien, en el contrato a través del correo electrónico, se plantea la
duda de en qué momento el contrato surge a la vida jurídica.
Determinar el momento de perfeccionamiento del contrato tiene mucha
importancia. En efecto, si se trata de contratos traslativos de dominio, ese
momento va a determinar la ley aplicable al contrato si no hubo pacto sobre
ello, al igual que el momento en que los riesgos de la cosa se transmiten al
adquirente tratándose de contratos traslativos de dominio de cosa cierta y
determinada, de conformidad con lo establecido por el arti'culo 2014 Código
Civil Federal. En tales casos, la transmisión de propiedad se efecmará al mo-
mento del perfeccionamiento del contrato y como mero efecto de este. Si se
trata de contratos de otra naturaleza, el momento de su perfeccionamiento va
a determinar cuándo son exigibles las obligaciones que surgen del contrato.
El artículo 1807 del Código Civil Federal establece que el contrato se
forma en el momento en que el proponente reciba la aceptación estando
obligado por su oferta según los artículos 1804, 1805, 1806 y 1810 relativos
a la oferta sin fijación de plazo y con fijación de plazo.
En el contrato electrónico, cuando el oferente recibe la aceptación, es
cuando el contrato se perfecciona y surge a la vida jurídica. ¿Pero en qué
momento se considera que recibe la aceptación? El Código Civil Federal no
nos indica ninguna regla para determinar en qué momento se considera que
el oferente recibió la aceptación cuando el contrato se celebra entre ausentes
a través de medios electrónicos, ópticos u otra tecnología. En cambio, el Có-
digo de Comercio que actualmente acepta el sistema de la recepción, si lo
hace en su artículo 91, que establece:
Artículo 91.-Salvo pacto en contrario entre el Emisor y el Destinatario, el
momento de recepción de un Mensaje de Datos se determinará como sigue:
1. Si el Destinatario ha designado un Sistema de Información para la recep-
ción de Mensajes de Datos, ésta tendrá lugar en el momento en que ingrese en
dicho Sistema de Información;
11. De enviarse el Mensaje de Datos a un Sistema de Información del Destina-
tario que no sea el Sistema de Información designado, o de no haber un Sistema
de Información designado, en el momento en que el Destinatario recupere el
Mensaje de Datos; o
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Sin embargo, consulté con varios notarios públicos del Distrito Federal si
habían tenido algún caso de otorgamiento de contrato otorgado en los tér-
minos del segundo párrafo del artículo 1834 del Código Civil Federal y en
todos los casos la respuesta fue negativa.
Hemos visto que el artículo 1803 del Código Civil Federal en su fracción 1
indica que el consentimiento es expreso cuando se manifiesta por medios
electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología. A su vez el artículo
1834 Bis establece que la forma escrita se tendrá por cumplida mediante la
utilización de medios electrónicos, ópticos o en cualquier otra tecnología,
siempre que la información generada o comunicada en forma íntegra, a tra-
vés de dichos medios sea atribuible a las personas obligadas y accesible para
su ulterior consulta.
Además, el artículo 210 A del Código Federal de Procedimientos Civiles
en su primer párrafo reconoce como prueba la información generada o co-
municada que conste en medios electrónicos, ópticos o en cualquier otra tec-
nología. El segundo y tercer párrafo de dicha disposición establecen:
Para valorar la fuerza probatoria de la información a que se refiere el párrafo
anterior, se estimará primordialmente la fiabilidad del método en que haya sido
generada, comunicada, recibida o archivada y en su caso, si es posible atribuir a
las personas obligadas el contenido de la información relativa y ser accesible
para su ulterior consulta.
Cuando la ley requiera que un documento sea conservado y presentado en su
forma original, ese requisito quedará satisfecho si se acredita que la información
generada, comunicada, recibida o archivada por medios electrónicos, ópticos o
de cualquier otra tecnología, se ha mantenido íntegra e inalterada a partir del
momento en que se generó por primera vez en su forma definitiva y ésta pueda
ser accesible para su ulterior consulta.
No obstante lo que esta disposición establece, no encontramos en el Có-
digo Civil Federal ni en el Código Federal de Procedimientos Civiles, alguna
disposición que indique cómo se acredita que la información generada por
medios electrónicos es atribuible a las personas obligadas, ni como se acredi-
ta que tal información se ha mantenido íntegra e inalterada a partir del mo-
mento en que se generó por primera vez en su forma definitiva y ésta pueda
ser accesible para su ulterior consulta.
Ahora bien, el Código de Comercio sí contiene una disposición que regu-
la lo anterior. El artículo 93 Bis de dicho ordenamiento indica:
Artículo 93 Bis.-Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 49 de este Códi-
go, cuando la ley requiera que la información sea presentada y conservada en su
forma original, ese requisito quedará satisfecho respecto a un Mensaje de Datos:
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
SUMARIO:1. Nota introductoria. 11. Distinción entre la nulidad del instrumento público
notarial y la nulidad del acto jurídico que contiene.
l. NOTA INTRODUCTORIA
A. POSTURAS
DOCTRINALES
2 Ibidem, p. 141.
3 Idem.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
con el único propósito de que los mismos sólo puedan probarse por este medio o
por otros de la misma categoría, como es la confesión judicial, excluyendo las
pruebas de orden inferior, como son la testimonial y las presunciones [...] Otras
veces, sin que exista precepto legal, los particulares, sin embargo consignan sus
actos en escritura pública para proveerse de una prueba plena. En tales casos,
como la escritura no tiene relación con la validez del acto, no hay razón alguna
para que la nulidad de aquélla produzca la de éste; la nulidad sólo se traduce
entonces en la falta de la prueba plena, propia del instrumento público, y los in-
teresados tendrán que probar el acto jurídico por otros medios permitidos, pu-
diendo hacer valer aún la escritura pública nula como documento privado, si
estuviere firmada por los otorgantes [...] Al contrario, hay casos en que el acto
debe estar revestido con la forma de la escritura pública, ora porque la Ley im-
pone esta forma como requisito necesario para la validez del acto, ora porque las
partes han subordinado la formación de ésta a esa formalidad, lo cual es excep-
cional. Entonces, claro es que la nulidad de la escritura trae como consecuencia
la nulidad del acto que entraña.6
Atinada exposición que, sin embargo, no se ocupa de la interrogante
consistente en la idea de que si la nulidad del acto produce también la del
instrumento que más adelante se verá.
6 BORJA SORIANO, Manuel, Teoría General de las Obligaciones, 14a. ed., (Concordada con
la legislación vigente por Francisco e Ignacio, Borja Martínez), Porrúa, México, 1995, pp. 210
y 211.
7 ÁVILAÁLVAREZ, Pedro, Derecho Notarial, 7a. ed., Bosch, España, 1990, p. 31.
8 Ibidem, p. 32.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
e) Carlos A. Pelosi
Señala Pelosi que "El estudio de las nulidades instrumentales o formales
del documento autorizado por notario tiene un campo no claramente deli-
mitado, pero susceptible de ser marcado o separado dentro del derecho
notariaP.13
Para explicar su punto de vista, el citado autor utiliza la teoría de la re-
presentación documental; recordando el significado de los vocablos "instru-
mento" y "documento" señala:
Ibidem, p. 31.
9
10Ibidem, p. 165.
11 Ibidem, p. 166.
12 Idem.
13 PELOSI, Carlos A., El documento notarial, 1980, la. Reimpresión, 1987, Astrea de Alfre-
do y Ricardo Depalma, Buenos Aires, 1987, p. 287.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
14Ibidern, pp. 6 y 7 .
15Ibidern, p. 309.
16 Ibidern, p. 288.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
B. ANÁLISIS DE
LA DISTINCIÓN ENTRE LA NULIDAD DEL INSTRUMENTO
PÚBLICO NOTARIAL Y LA NULIDAD DEL ACTO JUF~DICOQUE CONTIENE
debe tener una forma, también lo es que el documento o las palabras tienen
un contenido, contienen una idea que expresa la voluntad de su autor; sin
que ello implique que el derecho esté incorporado al documento.
Se considera entonces que, como asevera el maestro Borja Soriano, cuan-
do el instrumento no tiene relación con la validez o existencia del acto que
en él se consigna, no hay razón por la cual la nulidad del primero produzca
la del segundo, sólo la desprovee de un medio probatorio pleno.
La anterior idea puede complementarse con la metáfora que se mencio-
nó al tocar la teoría de la reflexión, elaborada por García-Bernardo Landeta y
a cuya opinión nos adherimos.
Por su parte, Piedelievre intituló su tesis: «De los efectos producidos por los Actos
Nulos» y en ella examina primariamente aquellos casos en los que no se aplica la
regla ccquod nullum est nullum producit effectum,>.Para ello, «los ha agrupado
con mucho método y dando prueba de perspicacia. Nota desde luego que en
ciertos casos unos actos nulos producen efectos de orden secundario [...] cuan-
do un documento auténtico, nulo como tal, vale como escrito privado [...]17
Ahora bien, en las actas en que se hacen constar declaraciones, como la
intención del declarante es proveerse de un principio de prueba, invalidán-
dose el instrumento sólo queda una mera narración escrita del interesado,
que seguramente de poca ayuda le será en materia probatoria.
Además, como ya se apuntó, si bien es cierto que existe nulidad del acta
notarial, produciéndose ésta no es posible que se anule el hecho a que ella se
refiere, pues no hay ineficacia de hechos; es inaceptable, por no decir absur-
da, la idea de que se declare la invalidez de un hecho, lo cual constituye un
fundamento más para distinguir ambos tipos de ineficacia.
Ya refiriéndonos a los ordenamientos legales respectivos, además de in-
cluir numerosas disposiciones de manera casuística a lo largo de su articula-
do, el Código Civil Federal - d e forma idéntica al del Distrito Federal-, en
su libro cuarto (De las obligaciones), Primera Parte, Titulo Sexto (De la inexis-
tencia y de la nulidad), regula a estas dos formas de ineficacia de los actos
jurídicos, siendo más específicos, en los artículos del 2224 al 2242.
La inexistencia aparece a falta de los elementos que la propia ley estable-
ce como esenciales para su formación, para su nacimiento; de la misma ma-
nera, la nulidad tiene su origen cuando esos elementos se presentan, pero de
una manera defectuosa, anormal, incompleta, a las cuales se hace referencia
a continuación:
Artículo 1794.-Para la existencia del contrato se requiere:
1. Consentimiento;
11. Objeto que pueda ser materia del contrato.
Como ejemplo de actos formales que requieren ser otorgados ante nota-
rio público en nuestra legislación, podemos mencionar algunos como el caso
de los supuestos previstos en los artículos 2317 y 2320, 2917, 1777, 2344
segundo párrafo, 2345, 2555, etcétera.
Ahora bien, la omisión o la nulidad del instrumento notarial traerá como
consecuencia la falta de validez del acto jurídico cuando la ley requiera a
aquél como requisito de validez de éste, pero solamente cuando dicha falta o
vicio no sea subsanado, es decir, si bien es cierto que se establece esa san-
ción, también lo es que la misma ley faculta al interesado para solicitar a la
autoridad que ordene la satisfacción de dicho requisito. Se está haciendo re-
ferencia a lo que se conoce como acción proforma que es "el derecho de cual-
quiera de las partes para pedir judicialmente que el contrato se otorgue en la
forma establecida por la ley".ls
La acción proforma se encuentra regulada tanto en el Código Civil Fede-
ral, así como en el Código Civil para el Distrito Federal en los 1833 y 2232,
así como en el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal en
el artículo 27, en los términos siguientes:
Artículo 1 8 3 3 . 4 u a n d o la ley exija determinada forma para un contrato,
mientras que éste no revista esa forma no será válido, salvo disposición en con-
trario; pero si la voluntad de las partes para celebrarlo consta de manera feha-
ciente, cualquiera de ellas puede exigir que se dé al contrato la forma legal.
Artículo 2232.-Cuando la falta de forma produzca nulidad del acto, si la
voluntad de las partes ha quedado constante de una manera indubitable y no se
trata de un acto revocable, cualquiera de los interesados puede exigir que el acto
se otorgue en la forma prescrita por la ley.
Artículo 27.-E1 perjudicado por falta de título legal tiene acción para exigir
que el obligado le extienda el documento correspondiente.
De acuerdo a lo anterior y siguiendo el propio criterio establecido por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, esta acción proforma extingue la de
nulidad, es decir, prevalece sobre ella, facultando a los contratantes para
exigir del otro, el otorgamiento de la escritura respectiva.
En este orden de ideas, si es posible que un acto cuya validez requiere
que su otorgamiento se lleve a cabo mediante instrumento público y habién-
dose omitido ese formalismo, el acto produce provisionalmente sus efectos
como documento privado hasta en tanto no se declare su nulidad, pudiendo
inclusive convalidarse mediante la subsanación del defecto o cumplimiento
del requisito legal; con igual o mayor razón puede valer dicho acto, si el ins-
trumento notarial en que éste se celebra se invalida, quedando facultadas
también cualquiera de las partes para ejercitar la acción proforma y sirviendo
dicho instrumento notarial nulo como documento privado para acreditar que
la voluntad de las partes se exteriorizó de manera suficientemente clara o
fehaciente.
Por otra parte, así como se ha visto que a pesar de la independencia en-
tre las causales de ineficacia del acto jurídico con las que corresponden al
instrumento público notarial, existen casos en los que la nulidad de éste ge-
neral la del primero cuando se trata de la forma requerida por la ley, hay
casos en los que coinciden las casales de ineficacia de uno y otro.
Es el caso de la fracción V del artículo 162 de la Ley del Notariado para
el Distrito Federal ya transcrito, que sanciona con la nulidad de la escritura
"Si no está firmada por todos los que deben firmarla según esta ley, o no
contiene la mención a falta de firma", sabemos también que en los actos ju-
rídicos que se celebran por escrito, el consentimiento se expresa mediante la
firma y que la falta de esa expresión de voluntad produce la inexistencia; es
por ello que si esta omisión se presenta respecto de alguna de las partes o de
todas las que deben intervenir con tal carácter, se producirá la nulidad del
instrumento por una parte y la inexistencia del acto por la otra, en virtud de
una misma situación, pero que se encuentra sancionada por disposiciones
legales distintas.
Empero, a pesar de que el anterior razonamiento parece sencillo, esta
posición obviamente no es la única, será necesario ser cuidadosos para no
confundirse con relación al caso referido, no debe perderse de vista que la
causa de la ineficacia del acto jurídico no es la nulidad del instrumento nota-
rial, sino la falta de consentimiento; además de que la ineficacia que se pro-
duce es la inexistencia de dicho acto, no la nulidad, aun cuando, como se
dijo, pueden concurrir ambos tipos y especies de ineficacia en torno a una
misma situación.
Existen algunas otras interrogantes que constituyen un aspecto intere-
sante en el tema que aquí se aborda, por ejemplo: ¿son correctas las asevera-
ciones de quienes señalan que la inexistencia y la nulidad del acto jurídico
produce la nulidad del instrumento? o ¿produce otro tipo de ineficacia? ¿en
qué medida? Y so no: ¿de qué serviría un instrumento público notarial como
continente de un acto jurídico ineficaz?
Para empezar, es evidente que si el acto jurídico es declarado nulo o es
inexistente, la eficacia del instrumento notarial en cuanto a sus efectos prác-
ticos también se pierde, pues el o los otorgantes no lograrán que se produz-
can los efectos de derecho hacia los cuales apuntaba su intención, como
tampoco el notario puede dar fe de algo que jurídicamente no existe o que
se ha declarado inválido.
Sin embargo, técnicamente la ineficacia del acto, sea por inexistencia,
por nulidad o por cualquier otra especie de ella, no produce la nulidad del
instrumento como en seguida se verá.
19 PELOSI,
Carlos A., op. cit., p. 333.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
La Regla x
Aun dixeron que quien ha por firme la cofa que es fecha en f u nome, que vale
tato comofi la el ouieffe mandado fazer de primero.
Analiza el alcance del mandato y de los derechos de los terceros que
contrataron con el mandatario.
La Regla xj
De mas dixeron que aquel puede códenar a ot* que ha poder de lo quitar. Mas
aql que ha poder de lo quitar a las vezes non puede dar fentencia de condenamieto:
efto feria como fi fue1 fe acufado algun judgador ordinario de alguna villa ante el
adelantado dela tierra, o el comitre delante fu almiráte. Ca ji le fuefZe prouado al-
gund yerro q ouieffe fecho, porq merecieffe muerte, o perdimiento de algun miebro,
nó lo puede el códenar amenos de lo fazer faber al Rey primeraméte. Pero fi proua-
do nó le fuere, puede lo dar por quito, afsi como fe mueftra en las leyes defte libro,
que fablan enefta razon.
Sirve de base para la fundamentación de los Poderes Legislativo, Ejecuti-
vo y Judicial, es pues un comentario del Derecho Público dentro de la con-
cepción del Derecho Privado.
En otros términos la Doctrina de Derecho Público se enraíza con la con-
cepción feudal que distingue tres tipos de Jurisdicciones, a saber: el Abaden-
go, el Realengo y el Solariego.
El Abadengo se refiere a la jurisdicción de la Iglesia que solamente la
tiene en Materia de cosas espirituales.
El Realengo significa en la concepción moderna que la jurisdicción es
del todo el Territorio Real. De tal manera que cuando decía el Monarca, esto
es de mi realengo, no quería decir que fuese de su propiedad privada, sino
de una jurisdicción territorial universal.
Y el Solariego, lo entendemos como Jurisdicción Municipal.
Esta distinción la está formulando el que éste escribe, pero encajaría
para entender la Regla 11y los comentarios de Montiel.
La Regla xif
Aun dixeron q ningun ome nó puede dar mas derecho a otro en alguna cofa, de
aquello que le pertenefce enella.
Da base para analizar todo el capítulo de Obligaciones, no sólo en la
forma en que Pothier lo había analizado, sino acondicionándolo a la Legisla-
ción Moderna.
La Regla xiij
Troj dixeron que cofa q es nueftra non puede paffar a otri, fin nueftra palabra,
e fin nueftro fecho.
El estudioso al referirse a esta Regla, establece las Instituciones de Usu-
capión y a la luz del Derecho Constitucional, los conceptos de Expropiación
y Confiscación.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
La Regla xiiij
Aun dixeron los fabios, que non faze tuerto a otro quien vfa defu derecho.
La Regla y su comentario se hicieron antes de la elaboración del Código
Civil Alemán de 1895, que entró en vigor en el año 1900.
Se refiere al uso del Derecho y es entonces cuando define la facultad en
cuanto a que todos los demás tienen el deber de no estorbar el ejercicio legí-
timo de ella; le sirve de base para estudiar las instituciones del campo: el
pozo abierto, en terreno propio, la Estacada o Valladar.
La Regla xv
Aun effos mifmos dixero q aquellas cofas puede omefazer, que quandofieren fe-
chas feanfin mal eftanca de aquel que lasfizo.
Le sirve de base para la cesión de bienes y para fijar el alcance de la Re-
gla de que nadie puede ceder a otro más de lo que tiene.
La Regla xvj
Trofi dixero que lo que el ome faze, o dize có encendimiento de faña nó deue fer
judgado por firme, ante que fe vea fi durara enello, nó fe arrepintiédo luego, el que
fe mouio. Pero efto fe deue entender, que lo que el ome faze, o dize con faña a daño,
o a denuefio de otri, que lo nó efcufa de la pena, comoquier que le mengue dela
culpa del yerro, quádo el mouimiento de la fañafie con razon.
Fundamenta la posibilidad de que el reo se retracte y da base para estu-
diar las circunstancias elementales del Derecho Penal.
La Regla xvij
Aun dixeron queninguno non deue enrriquefcer tortizeramete con daño de otro.
Sirve estupendamente para estudiar toda la doctrina de enriquecimiento
sin causa y de base para la fundamentación de un derecho en donde todo el
mundo sea responsable de sus propios actos.
La Regla xviij
Dixeró que la culpa del vno non deue empecer a otro que non ya a parte.
Sirve de base para regular el principio fundamental y civilizado de que
las acciones penales sólo perjudican a los que las han cometido y se dan las
bases de responsabilidad del delincuente que ha fallecido.
La Regla xix
Dixeron aun que alos malhechores, a los confejadores, alos encubridores deue fer
dada ygual pena.
Establece los cómplices de los delitos de religión: Cómplices en los deli-
tos de religión (Contra la persona), Homicidio, Asesinato, Parricidio, Desa-
fío, Aborto, Fuerza, Lenocinio, Rapto, Abigeato, Hurto, Robo, Moneda falsa,
Delitos políticos, Observaciones generales, Legislación francesa sobre cóm-
plices, Legislación española sobre cómplices, Legislación inglesa sobre cómpli-
ces, Código Penal del Distrito.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
La Regla xw
Trofi dixeron que el que faze alguna cofa por mádado del judgador, quié ha de
obedefcer, non femeja q lo faze a mal entendimiéto: porque aquel f a z el daño, que
lo manda fazer.
Hace referencia a los daños causados con orden judicial y a la culpa que
tienen los hijos de familia y circunstancias exculpantes en la orden de supe-
rior legítimo.
La Regla xxj
Trofi dixeron que quien da razon porq venga daño a otro, el mijíno fe entiende
que lo faze.
Esta Regla viene a establecer la responsabilidad del autor de un hecho
como causa ocasional que ha producido un daño, esto es anterior al desarro-
llo de la responsabilidad por "Tort" del Derecho Inglés o el cuasidelito del
Código de Napoleón.
La Regla xxij
Aun dixeron que el daño que ome recibe porfu culpa, que a f i mifmo deue culpar
por ello.
Dice y sirve de base para establecer la culpa de procurador, la culpa del
comprador y la culpa del fiador.
La Regla xxiij
Aun dixeron que aql que calla non fe entié de quefiempre otorga lo ql dizé, ma-
guer non refpóda: mas efto es verdad que non niega lo que oye.
Fundamenta y establece que el silencio es forma de integrar el consenti-
miento.
La Regla xxiiif
Aun dixeron que non puede ome dar beneficio a otro contrafu voluntad.
Dice da las bases para la interpretación de los contratos, pues éstos de-
ben interpretarse en un sentido integral y para beneficio y creación de nue-
vas empresas.
La Regla soor
Aun dixeron que el que fe dexa engañar entendiendo lo, q fe non puede querellar
como ome engañado: porq non le fue fecho encubiertamente, pues que lo entendía.
Sirve de base para el estudio de los vicios del consentimiento y especial-
mente el error.
La Regla q'
Aun dixeron q las palabras fobejanas que fon pueftas enlas cartas publicas, o en
otras de feñor, por toller algzía dubda, q non tiené pro, nin valen porende menos,
porq la carta quando es cúplida, aprovecha e non nuze.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
La Regla d i f
Aun dixeron que el que es vna vez dado por malo, fiempre lo deué tener por tal
fafca q fe prueue lo cotrario.
Reglas relativas a los reincidentes.
La Regla d i i f
Dixeron otrofi q el derecho del parentefco q ha vn ome con otro por razon de
fangre, que non fe puede toller por poftura, nin por ley, comoquier que la razon que
orne ha de heredar los bienes de fus parientes, fe puede perder por pleyto, o por ley
quando jiziere porque.
Nos da la base para los derechos de sangre y; por lo tanto, para regular
la responsabilidad por alimentos.
La Regla m
Ixeró otrofi que vna cofa es véder, e otra cofa cófentir en la védida. ca el vende-
dor q recibio el precio es tenudo de fazer la cofa fana: mas aql que confiente non es
tenudo, fueras fi el recibieffe el precio de la cofa védida: ca el confentimiento no le
tiene daño, fi non tan folarnente que pierda el derecho que ha enella, porque confin-
tio que la vendieffen.
Fundamenta todos los principios relativos a las prendas.
La Regla nmj
Vn dixeró, que non fe deuen fazer las leyes, finó fobre las cofas que fuelen acae-
fcer a menudo. E porende non ouieron los antiguos cuydado de las fazer fobre las
cofas que auinieron pocas vezes, porque tuuieron que fe podria judgar por otro cafo
de ley femejante que fe fallaffe efcrito.
Censura de la regla.-La primera parte más que en el Derecho Civil, de-
bía figurar como un principio de legislación en el precioso tratado de "Legum
Leges" de Bacon.
Argumento a simile.-Y la segunda no hace más que autorizar el argu-
mento a simile que el derecho romano admitió. (4 12 Y 3 FF. DE LEGZBUS.)
Aquí es el lugar oportuno de vanas reglas dadas por Bacon a propósito de la
extensión por analogía.
La Regla m ij
Trofi dixeró q en las cofas que fe faen de nueuo, deue fer catado en cierto la pro
dellas, ante que fe parta delas otras que fueró antiguamente tenidas por buenas,
por derechas.
Porque las otras palabras que los antiguos pufieró como reglas de derecho, las
auemos, puerfcas e departidas por las leyes defce nueftro libro, afsi como de b f o
deximos: porende nó las queriendo doblar tenemos q abondan los exemplos que
aquí auemos moftrados.
Las concordancias se vinculan con la regla anterior. Por lo tanto, con-
cluimos con lo que sería, en el libro de Montiel y Duarte, el proemio.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
C A R N E L ~Francisco,
, Teoría General del Derecho, Editorial Revista de Derecho Priva-
do, Madrid 1941.
CORPUSIURIS CMUS, Institutiones y Digesta, BerolinVTurici MCMLXV. Apud Weid-
mannos. Editio Décima Octava Lucis Ope Expressa. 3 Volúmenes.
D'ORS,Alvaro, Elementos de Derecho Privado Romano, Pamplona 1960.
5 LOZANO
NORIEGA,
Francisco, Cuarto Curso de Derecho Civil. Contratos, Asociaaón Naao-
nal del Notariado Mexicano A.C. México, 1987, p. 629.
6 ROJINAVILLEGAS, Rafael, Compendio de Derecho Civil. Introduccidn, Personas y Familia,
16a. ed., Porrúa, Mkxico, 1980, p. 264.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
7 BAÑUELOS SÁNCHEZ,Froylán, Nuevo derecho de los alimentos, Sista, México, 2004, p. 80.
8 HERNÁNDEZ ROMOV., Pablo, Los delitos contra la familia, Coedición H . Cámara de Dipu-
tados,
DR © Universidad Nacional P
LK Legislatura, o r ~ aMéxico,
Autónoma , de México,
2005, p. 101.
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
fianza judicial como medio de garantía para los alimentos, tenemos que en
muchas ocasiones se comete un fraude a la ley ya que se otorga por un año y
si el fiado no tiene forma de dar una contragarantía entonces le solicita, la
misma empresa, que obtenga la firma de doce cartas por parte de la persona
que recibirá la pensión en donde se está dando por pagada de la pensión di-
menticia. Como puede observarse, si el deudor incumple con su obligación
la acreedora no podrá cobrar la fianza porque inmediatamente le exhiben la
carta que firmó con antelación; luego entonces en esos casos, no hay tal ga-
rantía como se ha pretendido establecer por la ley.
La hipoteca y la prenda como formas de garantía, tiene otras complica-
ciones ya que obligan al acreedor alimentario a iniciar otro procedimiento
para poder cobrar su pensión alimenticia que ya está decretada por un Juez
Familiar; esos procedimientos son tardados y hacen que se frustre y desani-
me el acreedor alimentario.
El depósito si es una manera más eficaz de garantizar el cumplimiento
de la obligación alimentaria, pero debemos de reconocer que en la práctica
no es la manera más común porque no todos los deudores alirnentarios
cuentan con los medios suficientes para depositar una anualidad de pensión
alimenticia.
En la práctica encontramos que un medio eficaz de garantía lo es el girar
oficio a la fuente de trabajo del deudor alimentario para descontar de su sa-
lario y demás prestaciones ordinarias y extraordinarias el porcentaje que por
concepto de pensión alimenticia ha decretado el Juez de lo Familiar para
que sea entregado a los acreedores alimentarios. Pero también hay que reco-
nocer que no todos los deudores prestan sus servicios en una empresa bien
sea del sector público o privado. Y es efectivamente en las personas que tra-
bajan por su cuenta en el ejercicio liberal de su profesión o en la economía
informal en donde más vemos la irresponsabilidad de los deudores y su con-
ducta ilícita de evadir el cumplimiento de esa obligación.
Es importante indicar que tenemos el artículo 212 del Código Civil para
el Distrito Federal cuya hipótesis regula una forma eficaz para lograr el cum-
plimiento de la obligación alimentaria, pero dicha normatividad no se en-
cuentra dentro de los artículos que regulan a los alimentos sino que está en
el artículado del régimen de separación de bienes, dicho precepto establece
lo siguiente:
Artículo 212.-En el régimen de separación de bienes los cónyuges conserva-
rán la propiedad y administración de los bienes que, respectivamente, les perte-
nezcan, y por consiguiente, todos los frutos y accesiones de dichos bienes no
serán comunes, sino del dominio exclusivo del dueño de estos.
Los bienes a que se refiere el párrafo anterior, deberán ser empleados prepon-
derantemente para la satisfacción de los alimentos, de su cónyuge y de sus hijos,
si los hubiere, en caso de que se les deje de proporcionar injustificadamente, es-
tos podrán recurrir al Juez de lo Familiar, a efecto de que les autorice la venta,
gravamen o renta, para satisfacer sus necesidades alimentadas.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
ARANDA,
9 SANROMÁN Roberto, Derecho de las obligaciones, 2a. ed., McGraw-Hill, Mkxico,
2002, p. 181.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Otro problema que se tenía muy frecuentemente es que una vez que se
decretaba el monto de la pensión alimenticia y se giraba el oficio respectivo
a la fuente de trabajo del deudor alimentario los gerentes, jefes de personal
o directores se negaban a cumplimentar dicha orden judicial; situación que
cambió en virtud de la hipótesis normativa antes indicada ya que ahora se
responsabiliza a la empresa y su personal como responsable solidario a in-
dependientemente de las responsabilidades que se señalen en otras norma-
tividades.
Efectivamente han existido reformas en materia familiar en cuestiones
importantes pero se ha dejado a un lado el problema del cumplimiento de la
obligación alimentaria, por lo que se hace necesaria una reforma integral en
relación a su aseguramiento para que el órgano jurisdiccional cuente con las
herramientas legales para hacer efectivo su cumplimiento.
En materia penal también se han realizado modificaciones tipificando la
conducta del deudor que deja de proporcionar alimentos a las personas a
quienes conforme a la ley debe de proporcionárselos y posteriormente incre-
mentando la sanción ante esta conducta delictiva
Se pensó que con la elevación de la pena privativa de la libertad se dis-
minuirían esas conductas ilícitas de incumplir con la obligación alimentaria,
sin embargo eso no es así y vemos que a pesar de lo enorme del problema
son pocos los deudores alimentarios sujetos a procedimiento penal y menos
lo que están purgando una sanción privativa de la libertad por su obrar
ilícito.
El problema de deudores alimentados morosos o incumplidos no es pri-
vativo del Distrito Federal sino que también se da en los Estados de la Repú-
blica Mexicana y desde luego en diferentes países de los diversos continentes.
Ante esa problemática, hemos visto que se han implementado en otros
sistemas jurídicos diversos medios de protección para los acreedores alimen-
tarios, como por ejemplo Francia, en donde en su Código de Seguridad So-
cial, prevé desde el año de 1985 que cuando un padre se sustrae de la cuota
alimentaria el Estado a título de adelanto la paga pero después se la cobrará
al deudor; pero además se le sanciona penalmente por su incumplimiento,
se le retira la licencia de conductor y es necesario presentar una certifica- .
ción de que no se adeuda pensión alimenticia para que se le expida el pasa-
porte.10
En Suecia, Dinamarca, Alemania, Suiza, Noruega del este y Finlandia: el
Estado adelanta las cuotas alimentarias y prevé mecanismos de sanción con-
tra el deudor.
I 10 Disponible en: h t t p : / / w w w . e m p l e o . g o b . e s / e s / m u n d o / c o n s e j e ~
I PrestacionesSS.htm. Consultado el 27 de junio de 2012.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
La Ley de los Derechos de las Niñas y los Niños del Distrito Federal regula
de manera enunciativa y no limitativa en su artículo 5, entre otros derechos
el de recibir alimentos para lograr el sano desarrollo del menor en su ámbi-
to, bio-psico-social. Y en su artículo 9, se establece como obligación de los
progenitores para con sus hijos, el proporcionarles, apoyo, cuidados, educa-
ción y protección a su salud.
Con este marco jurídico podemos señalar que el Registro de Deudores
Alimentarios Morosos se crea en el Distrito Federal por la iniciativa presenta-
da por la Asambleísta María Alejandra Barrales del Partido de la Revolución
Democrática, quien en su exposición de motivos enunció la problemática del
incumplimiento de la obligación alimentaria; en la misma señaló el número
considerable de procedimientos de alimentos que se tramitan ante los Juzga-
dos Familiares y en los cuales a pesar de existir una resolución en la que se
decreta el monto de la pensión alimenticia el deudor sigue sin cumplir.
En la iniciativa en comento se señaló que:
[...] el Registro de Deudores Alimentarios Morosos funaonaría como un ins-
trumento de apoyo en los procedimientos jurídicos de alimentos, además de
ser un mecanismo de presión social para responsabilizar a los padres que in-
cumplen con sus obligaciones y violentan los derechos de niñas, niños y adole-
centes [...]
Al respecto es de indicar que dicho Registro en realidad no es ni será un
apoyo en los procedimientos de alimentos porque no se reformó ningún pre-
cepto del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal; por otra
parte, no creemos que por presión social las personas que son irresponsables
e incumplen con el deber de proporcionar alimentos por el simple hecho de
crearse ese registro automáticamente se convertirán en responsables. La res-
ponsabilidad es un valor que se enseña, se imita, se aprende y se ejercita día
a día. Ya que desde el punto de vista ético es "[...] la obligación de respon-
der de los propios actosn.16
En la iniciativa también se indica que: "[...] la finalidad que se persigue
con este tipo de normas que sancionan el incumplimiento alimentario es
coaccionar a los deudores para que cumplan con su obligación [...]".
De tal manera consideramos que como quedó la reforma, en realidad no
se ejerce ninguna coacción sobre los deudores alimentarios incumplidos,
como se explicará con posterioridad, es un buen comienzo, pero sólo eso.
Después de presentada la iniciativa y de los debates y en su caso las mo-
dificaciones planteadas, el 18 de agosto de 2011 se publicaron en la Gaceta
Oficial del Gobierno del Distrito Federal las modificaciones al Código Civil
en donde se regula la creación del Registro de Deudores Alimentarios Moro-
sos (REDAM).
16 Diccionario Enciclopédico Espasa 1,9a. ed., Espasa Calpe, Madrid, España, 1993, p. 1448.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
a El Juez del Registro Civil hará del conocimiento de las personas que
deseen contraer matrimonio, inmediatamente después de la presenta-
ción de la solicitud, si uno de los contrayentes se encuentra o no ins-
crito en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos.
Se considerará deudor moroso cuando se deja de cumplir con la obli-
gación alimentaria por un periodo de 90 días.
Ahora bien haciendo un análisis de la reforma podemos indicar que des-
de luego es un avance pero de ninguna manera resulta un medio coercitivo y
efectivo para obligar a los deudores alimentarios morosos a su cumplimien-
to; consideramos que no se resuelve el problema tan grave que se tiene en
materia de incumplimiento, por lo que en realidad debieron de implemen-
tarse sanciones más rígidas para que se pudiese cumplir con la finalidad que
llevó a la creación de dicho Registro.
En ese mismo tenor es de indicar que no observamos sanción alguna al
inscribir el certificado que emite el Registro de Deudores Alimentarios moro-
sos en los folios reales de los inmuebles propiedad del deudor alimentario,
consideramos que se hubiese regulado con precisión que los inmuebles que-
darían gravados y por lo tanto se podría iniciar la venta en remate judicial
para el caso de que el deudor persistiera en su incumplimiento a su obliga-
ción alimentaria. Con lo cual efectivamente se garantizaría el cumplimiento
de la obligación a costa del deudor alimentario.
Lo que va a suceder es que cuando se haga esa inscripción en los folios
reales en nada se afecta el derecho real del deudor, pues aún y cuando se
quisiera vender el inmueble el único efecto que se vislumbra es que el adqui-
rente se entere que el propietario es un incumplido e irresponsable, pero no
existe norma expresa en donde se autorice a retener del precio la cantidad
que adeuda por concepto de alimentos a sus acreedores alimentarios.
Luego entonces, debió de regularse que al inscribirse en el Registro
Público de la Propiedad el certificado de deudor alimentario moroso en el
folio real respectivo el inmueble queda gravado como si fuese un embargo
por las pensiones alimentarias adeudadas y tener la posibilidad de iniciar
la venta y remate judicial del bien mediante un procedimiento especial,
pronto y expedito.
Por otra parte, la facultad que se le otorga al Registro Civil para celebrar
convenios con las asociaciones de información crediticia a fin de proporcio-
narles la información del Registro de Deudores Alimentanos Morosos cree-
mos es una normatividad muy tibia porque en realidad debió regularse que
una vez inscrito en dicho registro se debe colocar al deudor alimentario en el
buró de crédito para que de esa manera no pudiese ser sujeto de ningún cré-
dito e inclusive llegar a la cancelación de todas las tarjetas de crédito bien
sean bancarias o departamentales.
Además, como se ha indicado consideramos un equívoco el hecho de de-
jar a cargo del Registro Civil el Registro de Deudores Alimentarios Morosos
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
2 Una muestra de la inconsistencia de alguna teoría radica en el hecho de que admita ex-
cepciones a sus propios postulados generales.
3 Por ejemplo, el afán por defender una división casi inmaculada del Derecho en Público
y en Privado ha dado lugar a teorías francamente inverosímiles en las que se afirma que el Es-
tado puede tener una doble personalidad jurídica: una de Derecho Privado y otra de Derecho
Público.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
cional nos corrige la plana, lo que ocurra primero). Esa asignatura se deno-
mina Introducción al Estudio del Derecho.
Dichos principios son los siguientes:
1. Principio de jerarquía. La norma jerárquicamente superior prevalece
sobre la norma jerárquicamente inferior.
2. Principio de espec$cidad.s La norma específica prevalece sobre la nor-
ma genérica.
3. Principio de temporalidad. La norma posterior prevalece sobre la nor-
ma anterior.
4. Principio garantista. La norma que tutela garantías individuales preva-
lece sobre la norma que los conculca.
Para resolver la antinomia frente a la que nos encontramos a través del
principio de jerarquía, primero se debe determinar cuál de los códigos seña-
lados es jerárquicamente superior al otro: debido a que ambos son formal-
mente leyes, por una parte, y a que los dos fueron promulgados por la misma
autoridad legislativa -en este caso, el poder legislativo del Distrito Fede-
ral- por otra, se concluye que ninguno es superior al otro; ambos se en-
cuentran en el mismo nivel jerárquico. Por lo tanto, el principio de jerarquía
no es útil para resolver la antinomia.
Ahora bien, para resolver la contradicción mediante el principio de espe-
cificidad se debe determinar cuál de ambos códigos constituye la norma es-
pecífica y cuál la genérica. Al respecto, puede resultar útil la siguiente tesis
aislada dictada por el Poder Judicial de la Federación9
PRESCRIPCI~N, LA PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA INTERRUMPE LA.-D~~ artí~Lll0258
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, se desprende que la
simple presentación de la demanda es la que interrumpe la prescripción, mientras
que del artículo 1168, fracción 11, del Código Civil, aparece que la prescripción se
en la fracción II del artículo 1168, que exige como requisito para interrumpir la pres-
cripción que la demanda haya sido notificada.
Quinta Época, Instancia: Tercera Sala, Fuente: Semanario Judicial de la Federación, CXVII,
Página: 769, Tesis Aislada, Materia(s): Civil.
8 Pues el Código de Procedimientos Civiles estana regulando una posesión que inició antes
de que dicho código entrara en vigor.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
truye con la sola presentación de la demanda judicial, pues este acto significa el ejer-
cicio de la acciónpara no dejar suspendido su derecho frente a su contrario, mientras
que la notificación es obligación del órgano judicial, de tal suerte que la tardanza o
dilación de este acto procesal no es imputable al actor, y sería falto de equidad que
sufra las consecuencias de una inactividad que le es ajena.
Localización: Séptima Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Sema-
nario Judicial de la Federación, 205-216 Sexta Parte, Página: 367, Tesis Aislada Materia(s):
Civil.
cación y pesadumbre en los estudiosos del Derecho. Pero, sin la cual, el co-
nocimiento permanecería estancado.
Parece, por tanto, que la incertidumbre jurídica no es tan negativa. Pues
al final del día, si el Derecho fuese claro, unívoco, uniforme, consistente, ve-
rosímil y brindara una verdadera certidumbre, entonces, ¿para qué necesita-
ríamos a los abogados?
Reasignación de nombre
por cambio en el rol de género
Alberto Javier Reséndiz Palomar
1. Introducción. 11. Sexo y genero. 111. Nombre. IV. Derecho Civil. V. Derecho
SUMARIO:
Administrativo. VI. Derecho Penal y Penitenciario. VII. Otras previsiones.
VILLOROTORANZo, Miguel, Metodología del Trabajo Jurídico, Limusa Noriega, México, 2006.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
la apariencia del sexo con el que se identifican y del que pretenden seguir el
rol de vida pretendiendo ser consistentes entre su identidad interna y su
apariencia externa.
No obstante las personas travestis, que sin haberse sometido a trata-
miento alguno se viste como los individuos del sexo opuesto, transformistas
e intersexuales, estos últimos que sólo se desarrollan en ocasiones especiales
como fiestas o cuando aciden a centros sociales y los intersexuales que física-
mente presentan características de ambos sexos sin identificarse plenamente
con alguno.
Mientras que el debate entre la aceptación de un transgénero no deja de
verter tinta y causar polémica, existen en nuestro país cientos de personas
que se someten al proceso quirúrgico de cambio de genitales, personas que
pretenden llevar a cabo una vida con normalidad de acuerdo al rol del gene-
ro al cual han pretendido pertenecer con motivo de la cirugía practicada y al
proceso psicológico y sociológico que esto lleva consigo, sin embargo, esto
no se puede lograr de manera plena, si no existe una legislación completa
que permita hacer el cambio o como se ha denominado, "la rectificación del
nombre de estas personas", por lo que se enfrentan a un diario juicio social
por no poder contar con la documentación necesaria y completa que les per-
mita desarrollar su vida de manera normal y con las garantías jurídicas que
el Estado debe otorgar a sus gobernados.
En efecto la ciudad de México como toda ciudad, cosmopolita y moder-
na, se compone de una sociedad de personas con una gran diversidad de
opiniones, pensamientos y en especial para nuestro tema de análisis, de ten-
dencias sexuales, lo que se conjuga con el asombroso avance de la medicina,
que hace posible transitar de un rol sexual a otro, como ocurre con la figura
previamente analizada del transgénero o el cambio quirúrgico de genitales,
con la complejidad social, psicológica y jurídica que esto implica, fenómeno
que es latente e imposible de ignorar.
Nuestro objetivo con este breve ensayo es poner en análisis la vigente
regulación que al tema le da el Código Civil vigente para proteger a los que
se someten a estos procesos, y en su caso si esta protección ya se contempla
en las leyes vigentes a nivel nacional.
Insistimos en que la falta de atención a este fenómeno social no es una
solución recomendable, pues las personas que la han practicado, son seres
humanos, e igual que las demás personas que integran nuestra sociedad, el
Estado debe brindarles la protección necesaria para preservar sus derechos
fundamentales a la vida, al nombre, a la dignidad y al trato igual, por ende
es conveniente revisar nuestra legislación para determinar si ésta cumple
con las necesidades reales de nuestra sociedad, ya que es un hecho innega-
ble que la transición de un genero a otro es un fenómeno social que ocurre y
que sin perjuicio de opiniones moralistas o éticas, debe de atenderse por el
legislador de manera eficaz y oportuna.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
III. NOMBRE
valer sus derechos frente a los demás y que los terceros respeten los suyos,
lo asume dentro de una familia otorgándoles un estado Civil y Familiar, y de
esta forma el estado identifique al sujeto para hacer que respete la ley y que
al mismo se le aplique en caso de ser necesario.
De esa guisa el derecho al nombre se eleva al grado de un derecho fun-
damental del ser humano ya que se identifica con el derecho a pertenecer a
una familia y portar el nombre de ésta.
Como se ha dicho con antelación el nombre se compone de varios ele-
mentos como son el nombre propio o de pila que es aquel que identifica al
individuo dentro de su propia familia, que puede ser tomado de las cosas,
las profesiones, plantas, animales sin ninguna regla para su aplicación,
mientras que el elemento del nombre patronómica es el elemento principal
del nombre, y juntos los dos elementos constituyen el nombre de la persona
física.
En nuestra legislación el nombre completo se compone con el nombre
propio o de pila que eligen los padres al hacer el registro del menor ante el
Registro Civil y el patronómica de ambos padres, es decir el apellido paterno
en primer lugar y el de la madre en segundo lugar.
El nombre tiene dos características que lo regulan; una la inmutabilidad
que consiste en que el nombre de un persona no puede modificarse pues es
precisamente la forma de identidad de la persona, y la posibilidad de cambio
daría origen a múltiples situaciones que restan certeza jurídica a las relacio-
nes de los individuos, entre ellos y frente al estado.
A su vez el nombre es inalienable, es decir, que no se puede ceder o
transar con el, ni tampoco desaparece con el transcurso del tiempo ya que
como un elemento de la personalidad trasciende a la vida del sujeto y no
termina de surtir efectos para el mundo del derecho mientras existan dere-
chos u obligaciones que cumplir como en el caso de las sucesiones.
En efecto el Código Civil en su artículo 58 prevé que el nombre se
compone del nombre o nombres propios y los Apellidos paternos de padre
y madre que le correspondan sin opción a invertir el orden que señala di-
cho artículo.
En atención a lo anterior deberemos de pensar que nos enfrentamos
ante dos posturas totalmente opuestas, pues el nombre es inmutable pero
existen situaciones del diario acontecer de la vida, que obligan a considerar
una excepción a la regla de inmutabilidad del nombre. Al efecto existen di-
versas causas legítimas que originan excepción a la mutabilidad del nombre,
como la Adopción, El reconocimiento e Impugnación de paternidad debida-
mente sancionados en juicio y los programas de protección de testigos.
De lo anterior surge la posibilidad de encuadrar también como una cau-
sa de excepción el cambio de género. En efecto el anterior artículo 135 del
Código Civil sólo contempla la posibilidad de rectificar las actas del registro
civil por dos causas:
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
juzgador la solución que permita a esa persona el pleno ejercicio de sus derechos
fundamentales y, por tanto, el respeto a su dignidad humana, dicha sentencia resulta
inconstitucional.
Amparo directo 6/2008.6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hemán-
dez. Secretaria: Laura García Velasco.
El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número iXW/2009, la .
tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de dos mil nueve.
[TA]; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XXX, Diciembre de 2009; Pág. 18.
REASIGNACIÓNSEXUAL. PREEMINENCIA DEL SEXO PSICOSOCIAL FRENTE AL MORFOLÓGICO
PARA RESPETAR A PLENiTüD LOS DERECHOS DE IDENTIDAD SEXUAL Y DE GÉNERo DE UNA PER-
SONA TRANSEXUAL.-A~~~ los factores objetivos y subjetivos que definen a una perso-
na, se advierte que tratándose de su identidad sexual y de género, se presenta en la
realidad una prelación o preeminencia del factor subjetivo (sentimientos, proyeccio-
nes, ideales), sobre sus caracteres físicos o morfológicos (factor objetivo), de manera
que derivado de la compleja naturaleza humana, que lleva a cada individuo a desa-
rrollar su propia personalidad con base en la visión particular que respecto de sí
mismo tenga, debe darse un carácter preeminente al sexo psicosocial frente al morfo-
lógico, a fin de respetar plenamente los derechos de identidad sexual y de género de
una persona transexual, al ser aspectos que, en mayor medida, definen tanto la vi-
sión que la persona tiene frente a sí misma como su proyección ante la sociedad.
Amparo directo 6/2008.6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hemán-
dez. Secretaria: Laura García Velasco.
El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número LXXi/2009, la
tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de dos mil nueve.
[TA]; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XXX, Diciembre de 2009; Pág. 20.
REASIGNACIÓN SEXUAL. NO EXISTE RAZONABILiDAD PARA LIMITAR LOS DERECHOS FUNDA-
MENTALES DE UNA PERSONA TRANSEXUAL, IMPIDI~DOLELA ADECUACI~NDE SUS DOCUMEN-
TOS DE IDENTIDAD, BAJO EL PRETEXTO DE PRESERVAR DERECHOS DE TERCEROS O EL ORDEN
P~UCO.-~ratándose de la reasignación sexual de una persona transexual y, por tan-
to, de la adecuación de sus documentos de identidad, mediante la rectificación de su
nombre y sexo, evidentemente se producen diversos efectos tanto en su vida privada
como en sus relaciones con los demás, en las que innegablemente entran en juego los
derechos de terceros, así como el orden público, como ocurre en aspectos como el
matrimonio, sucesiones, relaciones laborales, servicio militar, filiación, actos contrac-
tuales, antecedentes penales, etcétera. Sin embargo, la protección a terceros y al or-
den público se garantiza a través de diversos mecanismos legales que no impliquen o
permitan la lesión o el sacrificio de los derechos fundamentales de aquella persona,
pues de lo contrario, se afectaría de manera total el núcleo esencial de sus derechos
al libre desarrollo de la personalidad, a la identidad personal y sexual, a la salud - e n
su concepción integral- a la propia imagen, vida privada e intimidad y, por consi-
guiente, a su dignidad humana y no discriminación, en tanto que la plena identifi-
cación de su persona, a partir de la rectificación de su nombre y sexo es lo que le
permitirá proyectarse, en todos los aspectos de su vida, como el ser que realmente es,
reconociéndose así, legalmente, su existencia.
Amparo directo 6/2008.6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls He&-
dez. Secretaria: Laura García Velasco.
156 - - --- -- -
CONMEMORACION DE LOS 80 AÑOS DE VIGENCIA DEL CÓDIGOC M L
- - --
El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en curso, aprobó, con el número LXXIV/2009,
la tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a diecinueve de octubre de dos mil nueve.
[TA]; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XXX, Diciembre de 2009; Pág. 19.
Del mismo modo debemos decir que no existe tampoco material biblio-
gráfico o de investigación que aborde de manera directa este tema desde le
punto de vista jurídico, ya que se ha revisado la literatura respectiva limitán-
dose a las disciplinas de la medicina y la psicología. Especulamos que lo
controversia1 del tema evita que el estudiante de Licenciatura o de nivel
Postgrado o incluso los Investigadores profesionales de carrera, dirijan su
interés a un tema como este, que es considerado no apto, no por la impor-
tancia del tema, sino por las connotaciones y consecuencias que puede traer
al propio investigador.
Se han revisado algunos artículos en revistas, que son un gran esfuerzo
del Foro tanto doctrinarios como miembros de la judicatura han manifestado
su interés en el tema, sin embargo son pocos y no muy extensos lo que justi-
fica de manera contundente el presente trabajo con el mejor de los ánimos
de reconocer el esfuerzo del legislador, al incluir en el Código Civil esta figu-
ra, a la que hacemos referencia en ocasión de sus 80 años, esta nueva legis-
lación que establece un precedente para todo el país.
El actual Código Civil prevé en su artículo 135 Bis, lo siguiente: pueden
pedir el levantamiento de una nueva acta de nacimiento por reasignación de
concordancia sexo-genérica, previa la anotación correspondiente en su acta
de nacimiento primigenia, las personas que requieran el reconocimiento de
su identidad de género.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
V. DERECHO ADMINISTRATIVO
Distrito Federal, y en especial los que ya han sido resueltos por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
Determinar que resultados se podrán obtener con la sentencia de rectifi-
cación, y modificación de los documentos públicos y privados del interesado,
así como las demás connotaciones que se mencionan en el presente trabajo y
que surgen de las experiencias que al efecto se manifiestan en el foro, me-
dios masivos de comunicación e incluso redes sociales.
Determinar con plena conciencia científica y basado en datos comproba-
b l e ~cuales son las consecuencias jurídicas que produce la rectificación del
acta de nacimiento con motivo de la reasignación del nombre, en los casos
aquí estudiados, respecto de las obligaciones contraídas con anterioridad por
el interesado, la protección de derechos de terceros y el cumplimiento de
obligaciones de este con terceros y con el Estado.
Determinar las consecuencias jurídicas que impondrá la resolución emi-
tida respecto al estado civil, posibilidad de contraer matrimonio, y relaciones
paterno filiales, después de haber sido sometido al procedimiento transgene-
rico, lo cual se transforma a cada minuto con los avances que en materias de
ciencia médica se ofrecen.
Con motivo del presente trabajo se ha comprobado que el actual Código
civil es pionero en la materia de la defensa de derechos como ene le presen-
te caso resulta la rectificación de un cata de nacimiento por reasignación de
rol ene le genero, y a su vez de manera muy humilde se pretende acreditar
la necesidad de hacer una propuesta de inclusión de disposiciones legales en
toda la República Mexicana que contemplen los cambios respectivos a la fi-
gura de rectificación del nombre por causas del cambio de sexo.
En efecto al hacer una revisión de los diversos cuerpos legales en mate-
ria civil de los estados de la República Mexicana podemos corroborar que no
existe legislaciones locales que hagan referencia y den una salida o solución
a este problema social, lo cual es lamentable ya que pone en evidencia el
rezago en dicha materia, y en consecuencia la ausencia de legislación aplica-
ble comúnmente trae aparejada la comisión de conductas ilegales, como la
falsificación de documentos por parte de los interesados, ya que en su deses-
peración pueden ser objeto de malos consejos que los llevan a conductas no
ajustadas a derecho incluso hasta por ignorancia.
A manera de conclusión consideramos un acierto el que el Código Civil
en su reforma de 2008, haya incluido la rectificación de acta de nacimiento
con motivo de la reasignación de nombre por reasignación de rol en el géne-
ro como una solución al problema social identificado que es parte de nuestra
sociedad y enfrentándola desde la visión del verdadero Jurista, que sin pre-
juicios genera la norma que regula las condiciones de derecho que surgen
con motivo del cambio de género.
No obstante al acierto mencionado, toda obra del hombres es perfecti-
ble y consideramos de suma importancia tomar en cuenta los comentarios
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Propiedad intelectual
Rita María Ríos Montufar
l. PROPIEDAD INTELECTUAL
Día con día la propiedad intelectual está ganando una mayor presencia
en el mundo, no solamente en el aspecto económico, tecnológico y cultural,
sino también jurídico, y en la medida que nos demos cuenta de ello, nos
dará una ventaja sustancial no solamente a nivel individual sino también
social con respecto a los demás, y entendamos por los demás a este mundo
cada vez más globalizado, en el que la gran mayoría de los seres humanos
tenemos acceso a una cantidad considerable de información, gracias a me-
dios como internet, en donde las fronteras han dejado de ser el límite para la
protección de derechos intelectuales.
Debido a lo anterior, debemos tomar consciencia del lugar en el que nos
encontramos situados, y a partir de ahi adoptar las medidas necesarias a
efecto de dar una protección a la creatividad humana más acorde con la rea-
lidad, ya que en muchos casos los instrumentos tanto nacionales como inter-
nacionales relativos a esta materia se han convertido en insuficientes ante la
actividad depredadora por parte de los usuarios de la red, que lo mismo
bajan música o libros de forma gratuita, obviamente sin la autorización co-
rrespondiente por parte de su autor o intérprete, provocándole además del
ya sabido menoscabo patrimonial, un desaliento a seguir produciendo más
obras, lo que se ve traducido en un retraso de la sociedad a nivel cultural.
2 RANGELNacional
DR © Universidad MEDINA, David, Derecho
Autónoma Intelectual, México, McGraw-Hill, 1998, p. 1.
de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
PROPIEDAD INTELECTUAL
-
-
-
a *--,m,.-..
165
Por si fuera poco, tal y como lo señala Mauricio Jalife,5 la autoridad com-
petente en materia antimonopolios de cada país debe poner especial aten-
ción a las transacciones de activos de empresas, ya que dicha prerrogativa
otorgada a los inventores si no se adoptan las medidas necesarias a efecto de
promover la libre competencia, puede traer aparejado el bloqueo de sectores
completos de la actividad industrial o comercial, propiciando el consecuente
control del mercado. Lo anterior, en virtud a la aparente fusión o cesión de
los derechos exclusivos de explotación que en otros esquemas como el del
sector salud o de telecomunicaciones serían improcedentes por sus evidentes
efectos monopólicos.
Por otra parte, como se ha señalado anteriormente, la Propiedad Intelec-
tual abarca dos grandes rubros: Derechos de Autor y Propiedad Industrial.
5 JALIFEDAHER,
DR © Universidad Nacional Autónomaop.
Mauricio, de cit., pp.
México, 27-30.
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
A. PROPIEDAD
INDUSTRIAL
B. PROPIEDAD
INTELECTUAL EN EL ÁMBITOINTERNACIONAL
Por último, los Tratados que establecen sistemas de clasificación, que per-
miten homologar los criterios de clasificación, facilitando así el trabajo de
los examinadores de los diversos campos de la propiedad industrial. Los tra-
tados más representativos son:
A. Arreglo de Niza relativo a la Clasificación Internacional de Productos
y Servicios para el Registro de Marcas, de 1957.
B. Arreglo de Estrasburgo relativo a la Clasificación Internacional de Pa-
tentes, del 24 de marzo de 1971.
C. Acuerdo de Viena que establece una Clasificación Internacional de los
Elementos Figurativos de las Marcas, del 12 de junio de 1973.
D. Arreglo de Locarno que establece una Clasificación Internacional para
los Dibujos y Modelos Industriales, del 8 de octubre de 1968.
El sistema encargado de regular estos instrumentos es la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI),creada en 1967 en Estocolmo,
la cual sucedió al Buró Internacional Unido para la Protección de la Propie-
dad Intelectual (BIRPI), surgido en 1893 a efecto de administrar al Convenio
de París y al de Berna.
Actualmente la OMPI encuentra su sede en Ginebra, Suiza. Es uno de los
dieciséis organismos especializados de las Naciones Unidas y dentro de sus
objetivos destacan los siguientes:
A. Promover la creatividad intelectual así como su protección a nivel
mundial.
B. L'Armonizar legislaciones y procedimientos nacionales en materia de
propiedad intelectual;
C. "Prestar servicios de tramitación para solicitudes internacionales de
derechos de propiedad industrial;
D. "Promover el intercambio de información en materia de propiedad
intelectual;
E. "Prestar asistencia técnico-jurídica a los Estados que la soliciten;
F. "Facilitar la solución de controversias en materia de propiedad inte-
lectual en el sector privado, y
G. "Fomentar el uso de las tecnologías de la información y de Internet,
como instrumentos para el almacenamiento, el acceso y la utilización de va-
liosa información en el ámbito de la propiedad intelectual.
"La OMPI tiene siempre presente la necesidad de establecer nuevas nor-
mas para mantenerse a la par de los adelantos en el ámbito de la tecnología
y de las nuevas metodologías, así como para abordar cuestiones específicas
como los conocimientos tradicionales, el folclore, la biodiversidad y la
biotecnología".l4
PROPIEDAD INTELECTUAL
-----.- 173
174 -
CONMEMORACIÓN DE LOS 80 AÑOS DE VIGENCIA DEL CÓDIGO C M L
consentimiento de por medio por parte del autor, o bien, en caso de que el
titular de la marca en cuestión la haya usado o registrado con anterioridad a
la creación de la obra.
Otro factor que tampoco debe perderse de vista a la hora de registrar
una marca o diseño industrial, es cuál de ellos se ha presentado con poste-
rioridad al otro, en caso de que fuese el diseño industrial con respecto a la
marca, el titular de la marca podría ejercer la acción de nulidad del diseño
industrial por falta de novedad. De ser a la inversa, la marca también sería
objeto de nulidad.
Para otra parte, nuestra legislación no prevé una serie de situaciones
aún y cuando el titular de las figuras objeto de protección acumulada sea el
mismo, dentro de ellas, se encuentra la siguiente:
Los efectos que conlleve que cada uno de los derechos adquiridos o
declarados vayan cayendo en el dominio público, y puedan ser utili-
zados por un tercero ajeno al ahora derecho caduco, mientras los res-
tantes aún se encuentran vigentes.
Definitivamente, existen una serie de deficiencias tanto en la Ley de la
Propiedad Industrial como de la Ley Federal del Derecho de Autor que pro-
vocan un estado de indefensión tanto de autores como de titulares de dere-
chos industriales, ante las lagunas existentes en ambas legislaciones respecto
a los supuestos de acumulación por lo que resulta urgente realizar las refor-
mas necesarias en ambas legislaciones al respecto.
Para concluir, no debemos perder de vista la importancia de la propiedad
intelectual tanto a nivel social como individual y su injerencia en nuestro
patrimonio y buscar las mejores estrategias para protegerlo.
1. La Ley Registral para el Distrito Federal del 21 de Enero de 2011. 11. Los
SUMARIO:
principios registraies.
"Los principios hipotecarios son las bases informadoras del Derecho Hipotecario de un
país que pueden inducirse por vía de generalización de las disposiciones concretas de la Ley".
CANOTELLO, Celestino, Manual de Derecho hipotecario, 2a. ed., Civitas, España, 1992, p. 102.
LASARTEÁLVAREZ,Carlos, Principios de Derecho Civil, 4a. ed., Marcial Pons, España, 2005,
t. V, PP. 295-296.
3 ROCASASTRE, Ramón y ROCA-SASTRE MUNCUNILL, Luis, Derecho hipotecario, 8a. ed., t. 1,
Bosch, España, 1995, pp. 93-101.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
4 "Los dos sistemas registrales que ha habido en México, el primero desde 1871 hasta
1979, y el segundo y actual a partir de 1979, han tratado de seguir los lineamientos generales
trazados en la legislación española, a saber, la Ley Hipotecaria de 1861, por lo que se refiere al
primero, y la vigente Ley Hipotecaria de 1946, por lo que toca al segundo [...In. Sánchez Me-
dal, Ramón, De los Contratos Civiles,20a. ed., Porrúa, México, 2004, p. 550.
5 Al estudio del Derecho registral en España suele denominársele también como Derecho
hipotecario ya que la ley que regula al Registro Público de la Propiedad en el país ibérico se
denomina "Ley Hipotecaria*.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Es la empresa española Futuver quien se encargó del desarrollo del software. http://
DRwww.futuver.com
© Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Como innovación la Ley prevé la consulta externa, que solo podrán rea-
lizar el notario utilizando la fmna electrónica notarial y otros usuarios que
así lo soliciten y cumplan con los requisitos que indica la Ley. Al momento
de la redacción de este texto, tercer bimestre de 2012, aun no se ha imple-
mentado la utilización de la firma electrónica notarial (artículo 39 de la Ley
Registral).
Los asientos registrales son públicos. El boletín registral, que es el medio
a través del cual se da a conocer al público usuario el estado de ciertos trá-
mites además de anuncios importantes tales como la creación de nuevos cri-
terios o resoluciones de recursos, se publica de manera electrónica, (artículo
80 de la Ley Registral) y es el Titular del Registro quien debe procurar dicha
publicación (am'culo 6 VI11 de la Ley Registral).
Las certificaciones que de los asientos expide el Registro Público son las
siguientes: Certificado de libertad de existencia o inexistencia de graváme-
nes, limitaciones de dominio y anotaciones preventivas Único; Certificado de
inscripción; Certificado de no inscripción; Certificado de adquisición o enaje-
nación de bienes inmuebles; Copias certificadas de antecedentes registrales
(artículo 81 LR). La Ley prevé que ante discrepancia entre el texto de la cer-
tificación y el del asiento, se estará a lo que este último contiene, dejando a
salvo la acción de responsabilidad por la negligencia del certiñcador (artícu-
lo 86).
Se ha regulado la obtención de las copias certificadas de los asientos re-
gistrales, con la finalidad de hacer constar su existencia (am'culo 87).
Por último, es necesario recalcar que la Ley al hacer mención de la pu-
blicidad lo ha querido hacer refiriéndose a esta como un servicio público, es
decir, como la característica que tiene el Registro de ser público y la posibili-
dad de que cualquier usuario pueda hacerse del conocimiento de su conteni-
do a través de los medios que se han dispuesto. La tradicional acepción de
publicidad, como característica jurídica del Registro, se reserva para los prin-
cipios de fe pública y legitimación.
G A R C ~J,O SManuel,
7 GARC~A ~ Derecho inmobiliario registra1 o hipotecario, t. 1, Civitas, Es-
paña, 1988,pp. 539-540.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
8 ÁLVAREZCAPEROCHIPI, José Antonio, Derecho Inmobiliario Registra¿, 2a. ed., Comarés S.L.,
España, 2006, p. 3.
9 GONZÁLEZY ~VIART~NEZ, Jerónimo, Estudios de Derecho Hipotecario y Derecho Civil, t . 1,
Aranzadi, España, 2009, pp. 503-504.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
E. TRACTO SUCESIVO
El tracto sucesivo en la nueva Ley: "Es la concatenación inintermmpida
de inscripciones sobre una misma unidad registral, que se da desde su pri-
mera inscripción, la cual asegura que la operación a registrar proviene de
quien es el titular registral", según indica la fracción V del artículo 12.
El tracto sucesivo es una de las seguridadesjurídicas que proporciona el
Registro Público de la Propiedad. En virtud de este, los títulos que se preten-
dan inscribir o anotar deberán ser otorgados por quien previamente aparez-
ca en el Registro Público como titular del derecho que se transmite o afecta.
Al principio de tracto sucesivo también se le conoce como principio de
previa inscripción ya que, como lo previene el Código Civil en el artículo
3019, "Para inscribir o anotar cualquier títdo deberá constar previamente
inscrito o anotado el derecho de la persona que otorgó aquel o de la que
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
G A R C ~José
10 GARC~A , Manuel, op. cit., p. 543.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
1 Cuando se haga referencia al Código, deberá entenderse que es el Código Civil para el
Distrito Federal, y cuando se haga alusión de algún artículo de la Ley, nos estamos refiriendo a
la Ley del Notariado para el Distrito Federal.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
2 Ei testamento por comisario se otorgaba por un tercero, mediante un poder que era pre-
viamente otorgado por la persona que podía disponer mortis causa de sus bienes, estuvo regula-
do en las Leyes de Toro.
3 El testamento contractual es aquel que deriva de un pacto, donde mediante el pago de
una maprestación, el autor se compromete a otorgar su disposición de ultima voluntad en
favor de determinada persona.
4 De las Sucesiones, Poda, Mdxico, 2001, p. 130.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
A. FORMA SOLEMNE
La palabra forma tiene diversas acepciones, algunas veces puede ser el
continente del acto, en tanto que el acto jurídico mismo es el contenido, en
estos casos la forma es algo secundario, como el vaso respecto al agua, el
vaso es el continente, puede ser de vidrio, de plástico, de papel, el material
es secundario, lo importante para satisfacer la sed, es el agua, no el recipien-
te; En algunos actos jurídicos considerados por la ley especialmente impor-
tantes, como el matrimonio y el testamento, la forma es algo inseparable e
inherente al acto, estos son los actos jurídicos solemnes, para este tipo de
actos no es suficiente la exteriorización de la voluntad en las formas comunes,
la ley exige que ésta se exteriorice mediante una forma especial, general-
mente presidida por personas revestidas de ciertos atributos indispensables,
en el caso del matrimonio es el juez del Registro Civil, en el testamento pú-
blico abierto es el notario, si no se cumple con la forma, la consecuencia es
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
B. FORMANOTARIAL
El testamento público abierto es un acto jurídico solemne y de forma
notarial, la declaración de voluntad del testador se emite íntegramente ante
notario, por ello, además de las disposiciones relativas del Código Civil, le es
aplicable la ley adjetiva que regula la función notarial, en virtud de que el
notario debe cumplir estrictamente con todos los requisitos que deben llenar
los instrumentos notariales, apegándose al Código Civil y a la Ley del Nota-
riado, por ello hacemos referencia de ambos cuerpos normativos.
C. IMPORTANCIA DE LA FORMA
cer cualquier día, sea hábil o inhábil, y a cualquier hora, aun cuando la ofici-
na del notario se encuentre cerrada por estar fuera del horario de labores.
H. NATURALEZA
DE LA ACTMDAD NOTARIAL
actuación siempre debe de ser imparcial, así lo dispone la misma ley, su in-
tervención nunca es de oficio, sino a rogación de parte interesada, tiene
como finalidad dar certeza jurídica, esto es, que se reconozca como cierto lo
que éste asiente en las actas o escrituras que redacte, salvo prueba en con-
trario, esto es la función autenticadora.
Señala el mismo autor "la actividad del notario consiste en escuchar, in-
terpretar, aconsejar a las partes, preparar, redactar, certificar, autorizar y
reproducir el instrumento",6 aplicando estas ideas al otorgamiento del testa-
mento público abierto, ésta actividad consiste en lo siguiente:
a) Escuchar. El notario debe atender y oír con atención a quien acude a
él para hacer su testamento, conforme al artículo 12 de la misma ley "Toda
persona tiene Derecho, en términos de ley, al servicio profesional del Nota-
rio, el notario está obligado a prestar sus servicios, [...]". El notario no pue-
de negarle sus servicios a ninguna persona, salvo cuando exista algún
impedimento legal para realizar el documento solicitado, una excusa, que el
solicitante no le aporte los elementos necesarios para preparar el instrumen-
to o no le anticipe los gastos y honorarios. Para el notario la prestación del
servicio es obligatoria por ser un servicio público, en cambio para la pobla-
ción la ley reconoce el principio de libertad de elección, ésta consiste en que
la persona es libre de acudir al notario de su elección.
b) Interpretar. Esto consiste en traducir correctamente la voluntad del
testador, pero no en cuanto a idioma se refiere, sino a efecto de identificar
con precisión el propósito del solicitante y satisfacer su disposición de última
voluntad de la manera más adecuada, siempre dentro del marco normativo,
para ello, éste debe poner a disposición del testador todos sus conocimien-
tos, habilidades y experiencia como perito en derecho.
C)Aconsejar. La intervención del notario no es pasiva, no se trata única-
mente de dar fe de lo que vio u oyó, debe de ser activa, por ello debe instruir
al solicitante como si fuera su maestro, porque no se trata de una fe de he-
chos. El notario debe asesorar jurídicamente al testador, con profesionalis-
mo, ética, imparcialidad, eficiencia y apego a derecho, haciéndole saber las
diferentes alternativas que existen para expresar su última voluntad, las ven-
tajas y desventajas que se deriven de una y otra, de orden práctico, económi-
co y hasta fiscal, adecuarlas a sus necesidades.
d) Preparar. El notario debe preparar cuidadosamente el instrumento,
para tal efecto puede solicitar al interesado toda la documentación que sea
necesaria para redactar adecuadamente la escritura, por ejemplo, si preten-
de testar para disponer de un inmueble y no determina claramente su ubica-
ción, entonces deberá solicitarle toda la documentación necesaria para su
identificación, con el objeto de evitar confusiones o ineficacias, porque su in-
tervención es para dar certeza no para generar incertidumbre.
TESTAMENTO PÚBLICOABIERTO.
ÚNIcAFORMA DE TESTAR EN EL DISTRITO FEDERAL 199
VI. PROHIBICIONES
acto y sin interrupciones; debe ser firmado por el testador, por el notario y
en su caso por los testigos, el notario debe además estampar su sello de au-
torizar. En caso de que falte alguna de estas solemnidades, el testamento
queda sin efecto y el notario será objeto de las sanciones correspondientes
previstas en la Ley del Notariado.
Una vez concluida la redacción, el notario deberá leer en voz alta el texto
para que el testador manifieste su conformidad, en ningún caso y bajo nin-
guna circunstancia puede omitirse la lectura.
11. Los menores de dieciséis años. El legislador permite testar a los menores de
dieciocho años, siempre y cuando sean mayores de dieciséis y el testamento no
sea ológrafo, ésta es una excepción a la capacidad de ejercicio, que se justifica
por el propósito del legislador de que el mayor número de personas haga su tes-
tamento, además, debe considerarse que si un menor hace testamento no se
puede causar ningún perjuicio patrimonial derivado de su inexperiencia, en vir-
tud de que el testamento solo surte efectos hasta su muerte, pero consideramos
que no hay una clara justificación para admitir que intervenga como testigo un
menor de edad.
111. Los que no estén en su sano juicio. El testigo es junto con el notario un au-
torizante, por tanto debe estar en su sano juicio para cumplir su función, para
juzgar respecto a la capacidad del testigo debe atenderse al momento del otorga-
miento, ni antes, ni después, comprende no solo a los interdictos, sino a cual-
quier incapacidad, así sea transitoria, por ejemplo, no es un interdicto el testigo,
pero acude en estado de ebriedad.
N. Esta fracción actualmente se encuentra derogada, el antiguo texto se re-
fería a los sordos o mudos. Tenía plena justificación, en virtud de que es absur-
do que un testigo sea sordo o mudo, en virtud de que en esa condición no le va
a ser posible identificar al testador, que sea la misma persona, encontrarse en
una relación tal que pueda oír y ver todo lo que dice y hace el testador; difícil-
mente podrá asegurarse de la procedencia de su disposición; tampoco podrá
certificarse de que durante todo el acto conserve cabal juicio y este libre de
toda coacción, tampoco en igual relación podrá estar respecto al notario mien-
tras lee el acta, como va a saber si han sido transcritas fielmente todas y cada
una de las disposiciones, e imponerse del resto del acto para dar o rehusar su
conformidad.
V. Los que no entiendan el idioma que habla el testador. Esta prohibición es
muy clara, no puede ser testigo alguien que no entiende el idioma del testador,
para este supuesto el artículo 1503 previene. Cuando el testador ignore el idioma
del pak un intérprete nombrado por el propio testador concurrirá al acto yjirmará
el testamento.
Consideramos que los testigos no solamente deben conocer el idioma del tes-
tador, también el español.
VI. Los herederos o legatarios, sus descendientes, cónyuge o hermanos. El con-
curso de una de estas personas sólo tiene como efecto la nulidad de la disposi-
ción testamentaria donde se beneficie a dicho testigo o a sus mencionados
parientes, pero no produce la nulidad de todo el testamento, es de señalar que
no se hace mención alguna para el caso de que el testigo sea precisamente el
concubino del testador.
VII. Los que hayan sido condenados por el delito de falsedad. Es perfectamente
lógico que alguien que ha sido previamente condenado por el delito de falsedad
no pueda ser testigo, existe un antecedente que le resta credibilidad, sin embar-
go el notario difícilmente puede tener conocimiento de dicha circunstancia, no
tiene forma de saberlo, por tanto, solo incurre en responsabilidad si a pesar de
tener conocimiento autoriza el testamento.
En este caso de nada sirve que le sea leído el instrumento, pero en nin-
gún caso puede omitirse la lectura, no se previene nada para cuando el tes-
tador solo padezca una simple debilidad auditiva, entonces solo será
necesario que se le hable más fuerte. El testador debe manifestar igualmente
en forma clara y terminante su voluntad, el fedatario siempre está obligado
a cerciorarse que el autor conoce el contenido y manifieste su conformidad,
si el testador sabe leer, el mismo es quien deberá dar lectura a su propio tes-
tamento a fin de que pueda cerciorarse del contenido y expresar su confor-
midad; lo anterior se complica aún más sí la persona no sabe leer, o no
puede hacerlo por su estado de salud o edad avanzada, en este caso designa
una persona para que lo lea en su nombre, de cualquier manera debe expre-
sar con toda claridad que conoce el contenido y está conforme, nunca debe
ser expresada la voluntad a través de monosílabos o señales como respuesta
a preguntas. Si el testador no expresa claramente que conoce y está confor-
me con el contenido, el notario no debe autorizar el testamento, la voluntad
debe ser siempre clara y terminante, la ley responsabiliza al notario en rela-
ción a la capacidad de testar.
E. CUANDO
EL TESTADOR NO SE PUEDE IDENTIFICAR
F. CUANDO
EL TESTADOR ES UN DEMENTE EN UN
INTERVALO DE LUCIDEZ
que el estado mental del testador pueda cambiar, en virtud de que para juz-
gar sobre la capacidad del testador deberá atenderse al momento de testar.
El testamento tendrá necesariamente que ser público abierto, pero ade-
más el notario tendrá que asentar al pie del mismo, una razón expresa de
que durante todo el acto el testador conservó lucidez, sin cumplirse este re-
quisito y su constancia el testamento será nulo.
Conforme al principio locus regit actum, los funcionarios del Servicio Ex-
terior Mexicano, cónsules, vicecónsules y en algunos casos los jefes de las
Oficinas Consulares, por ministerio de ley realizan funciones notariales en el
extranjero, a las que por una ficción legal se consideran como si hubieran
sido realizadas por notarios del Distrito Federal, desde luego deben sujetarse
a la Ley del Notariado, al Código Civil para el Distrito Federal y a las demás
leyes relacionadas, de tal manera que conforme a la Ley del Servicio Exterior
Mexicano, puede otorgarse testamento público abierto en el extranjero ante
dichos funcionarios, cuando vaya a surtir efectos en México, la fe pública de
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
XX. CONCLUSIONES
- -
GRACIA,Diego, Ética de los confines de la vida, El Búho, Colombia, 2004, Ética y Vida,
l
núm. 3, pp. 289-291.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
2 Dicha ley fue objeto de reforma, cuyo decreto se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito
Federal el 27 de julio de 2012.
3 Cfr. SERRANO RUIZ-CALDERÓN, José Miguel, "La Ley 41/2002 y las voluntades anticipa-
das", Cuadernos de Bioética, vol. XVII, núm. 59, enero-abril 2006, pp. 69 y SS.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
4 Cfi. S ~ C H EIsidoro
Z, Martín (Coord.), Bioética, religión y salud, Consejena de Sanidad y
Consumo, Direcci6n General de Aseguramiento y Atena6n al Paciente, Madrid, 2005, pp. 318 y SS.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
9 ELIZARI
DR © Universidad BASTERRA,
Nacional Francisco
Autónoma Javier (dir.),
de México, op. cit., pp. 265 y 266.
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
2. El paciente (S):
2.1 [TI], [TNI] y [TCI].
2.2 [TI]
2.3 [TNI]
2.4 [TCI]
2.5 [TI1 y [TNII
2.6 [Ti] y [TCI]
2.7 [TNI] y [TCI]
3. El paciente (R) :
3.1 [Ti], [TNI] y [TCI] .
3.2 [TI]
3.3 [TNI]
3.4 [TCI]
3.5 [Ti] y [m11
3.6 [TI] y [TCII
3.7 [TNI] y [TCI]
Aunque todas estas situaciones pueden ser objeto de reflexión bioética y
jurídica, por cuestiones metodológicas solamente veamos aquellas más rele-
vantes para el tema que nos ocupa:
a) Si únicamente se atendiera al derecho de autodetenninación del pa-
ciente, en el supuesto (2.6) el médico tendría la obligación de proporcionar-
le esos los tratamientos. Sin embargo, en función del principio de no
maleficencia no puede ofrecerle [TCI]. Aquí el principio de no maleficencia
es el contrapeso del de autonomía.
b) Si únicamente se atendiera al derecho de autodeterminación del pa-
ciente, en el supuesto (2.5)el médico tendría la obligación de proporcionar-
le esos los tratamientos. Sin embargo, en función del principio de justicia
sólo puede ofrecerle [TNI] cuando no se trate de recursos escasos, o bien
cuando los costos económicos sean cubiertos directamente por el paciente y
no por los s e ~ c i o públicos
s de salud. Aquí el principio de justicia es el con-
trapeso del de autonomía.
C) Si únicamente se atendiera al derecho de autodeterminación del pa-
ciente, en el supuesto (2.1)el médico tendría la obligación de proporcionar-
le esos los tratamientos. Sin embargo, en función del principio beneficencia
sólo puede ofrecerle [TI]. Aquí el principio de beneficencia complementa el
de autonomía.
En todos los casos anteriores, a pesar de que los principios aludidos son
propios de la racionalidad ética, aquél que juega la posición de contrapeso o
complemento tiene cabida gracias a la revelación que hace racionalidad mé-
dica en el caso concreto.
Incluso en el supuesto (3.2) el principio de autonomía no excluye por
completo otros criterios de moralidad. h que sucede es que la autonomía es
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
El principio ético de "no abandono del paciente", como parte del prin-
cipio de beneficencia, era el que regía el acto médico;lo pero con la apari-
ción de las medidas de soporte vital tiene cabida un espectacular intento de
reanimación que se caracteriza muchas veces por la instrumentalización
del cuerpo11 y por el abandono del ser humano cuando la medicina ha fra-
casado.12
Indudablemente la posibilidad de mantener artificialmente la vida da lu-
gar a diversos cuestionamientos bioéticos, tanto en relación al conocimiento
generado como a su aplicación en pacientes concretos. La bioética de nues-
tros días se pregunta en qué ocasiones mantener la vida beneficia o perjudi-
ca al ser humano. De hecho, no es fortuito que el auge de la bioética desde
su nacimiento haya sido paralelo al desarrollo de la medicina intensiva.
Bajo esta perspectiva, las decisiones que han de tomarse al final de la
vida dan pauta a dos posturas extremas: i) el mantenimiento a ultranza de
la vida y, ii) el respeto por la libre disposición de la propia vida cuando su
calidad desciende por debajo de unos mínimos considerados inaceptables.13
Gómez Rubí establece cinco niveles entre estas dos posiciones:
En la zona "A", más cercana a la primera postura antes citada, están
quienes defienden el uso de todas las medidas terapéuticas en todos los ca-
sos aunque existan criterios científicos de irreversibilidad. Esto corresponde
a lo que se ha llamado "ensañamiento terapéutico", "encarnizamiento tera-
péutico" (términos en desuso por considerarse poco afortunados), "obstina-
ción terapéutica" o "distanasia".
En las zonas " B y "C" se ubican quienes consideran que cuando no exis-
tan posibilidades reales de recuperación debe limitarse el tratamiento y de-
jar la evolución natural de la enfermedad. La zona "B" se caracteriza por ser
predominantemente paternalista y, la zona "C" por dar preferencia a la auto-
nomía. En estos niveles cabe lo que se denomina "limitación del esfuerzo te-
rapéutico". También podría encuadrar la "eutanasia pasiva"; sin embargo, en
la actualidad ya no es aceptado ese término por la connotación negativa que
tiene principalmente en el ámbito social.
Las zonas "D" y "E" consideran, además de la irreversibilidad de la en-
fermedad, la existencia de sufrimiento insoportable y; por tanto, aquí se ubi-
can quienes son partidarios de la aplicación de alguna medida letal, ya sea
ejercida por el propio enfermo "suicidio médicamente asistido" (zona "D"), o
por una tercera persona a petición del enfermo "eutanasia" (zona "E").
19 Idem.
20 Cfr. GRACIA,Diego, Ética de los confines de la vida, op. cit., p. 257.
21 Declaración sobre la Eutanasia, op. cit.
22 Mensajes de S.S. Juan Pablo 11 para las X y M Jornadas Mundiales del Enfermo, http://
www.vatican.va~holy~father/johnqaul~ii/me~sages/si~k~documents/hf jpiimes200108 13-
world-day-of-the-sick-2002-sp.htm1,consultada el 18 de mayo de 2012.
23 KASS,R. León, "Eutanasia y autonomia de la persona: Vivir y morir con dignidad", Cua-
demos de Bioética, vol. l , núm. 4, 1990, pp. 2429.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
24 Cfr. BARRIO, María Inés y SIMÓN,Pablo, ¿Quién decidirá por mí? Ética de las decisiones
clínicas en pacientes incapaces, Triacastela, Madrid, 2004, p. 214. HERRANZ,Gonzalo, "Volunta-
des anticipadas y testamento vital", Informaciones Psiquiátricas, núms. 179 y 180, 2005, p. 41.
ROES r Qur, Albert, "El documento de voluntades anticipadas", J ~ n 0 vol. , LXV, núm. 1495,
Extra noviembre 2003, pp. 1464-1471. Y SINGER, Peter. A. et al., "Bioethics for clinicians: 6.
Advance care planning", Canadian Medical Association Journal, vol. 155, núm. 12, Diciembre
1996, s.p.
25 Cfr. SEOANE, José Antonio, "Derecho y planificación anticipada de la atención: Panora-
ma juridico de las instrucciones previas en España", Derecho y Salud, vol. 14, núm. 2, Julio-di-
DRciembre
© Universidad
2006,Nacional
p. 286. Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
26 Cfr.W ~ E ALMAZAN,
Z E. et al., "Disposicionesprevias: Experiencia piloto en una resi-
dencia de ancianos", Revista Española de Geriatría y Gerontología, vol. 37, núm. 4, 2002, p. 206.
WT~NEZ URIONABARRENETXEA, K., "LOS documentos de voluntades antiapadas", Anales del Siste-
ma Sanitario de Navarra, vol. 30, Suplemento 3, 2007, p. 2. SANCHEZ,Isidoro Martín (Coord.),
op. cit., pp. 344 y 346. Y SIURANA, Juan Carlos, Voluntades anticipadas. Una alternativa a la
muerte solitaria, Trotta, Madrid, 2005, p. 121.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
27 TENO,J.M. y LYNN, Joanne, "Putting advance-care planning into action", The Journal of
Clinical Ethics, vol. 7 , núm. 3, 1996, pp. 206-213.
28 MART~NEZ URIONABARRENETXEA, K., "Reflexiones sobre el testamento vital (II)", Atención
primaria, vol. 31, núm. 1, Enero 2003, p. 4. Y M A R ~ N EURIONABARRENETXEA,
Z K., "Los documen-
tos de voluntades anticipadas", op. cit., pp. 96 y 97.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Para Allegra
1 Para referirse a esta obligación, la doctrina y jurisprudencia francesas utilizan las expre-
siones information o renseignement. En este trabajo será llamada, indistintamente, obligación de
información o de informar.
2 Vid. FAGES,Bertrand, Le comportement du contractant, Aix-en-Provence, Presses Universi-
taires d'Aix-Marseille, Faculté de Droit et de Science Politique, 1997, pp. 265, 293 y 301.
3 DEMOGUE, Rene, Traité des obligations en géntral, t. VI, Paris, Rousseau, 1923, No. 29.
4 FABRE-MAGNAN, Muriel, De l'obligation d'inforrnation dans les contrats. Essai d'une théorie,
Paris, Librairie Générale de Droit et de Jurisprudence. 1992, Bibliothkque de Droit Privé, Tome
221, p. 2.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
libertad y si carecen de uno u otro de estos caracteres, como cuando son he-
chos por error o por fuerza, son nulos".s
El Código Civil de los franceses, llamado de Napoleón a partir de 1807,6
inició su vigencia en el seno de una sociedad rural, artesanal y burguesa. La
realidad económica de 1804 es la del pequeño comercio, pero pronto llegan
la revolución industrial, la máquina a vapor, las grandes industrias extractivas
y las vías férreas; las sociedades por acciones se multiplican y las grandes
transacciones internacionales ya recaen sobre productos industriales. Con el
desarrollo de las empresas, la aparición de monopolios y el advenimiento de
la producción y la distribución en masa, da inicio una ruptura entre el pa-
trón y el obrero, entre el vendedor y el consumidor. Mientras los negocios se
hacen más complejos por la elaboración de montajes financieros sofisticados,
asistimos, inversamente, a una estandarización de los contratos. Ante la in-
equidad económica que se gesta, se generan nuevas corrientes de pensa-
miento y surgen gremios de trabajadores y de consumidores. Poco a poco,
los poderes públicos se movilizan y multiplican su intervención en busca del
restablecimiento de un equilibrio.7
En la época actual, la complejidad de las técnicas y de los mercados, ha-
cen necesario que las partes del contrato cuenten con información especiali-
zada que les permita conformar su voluntad y consentimiento, de manera
que al contratar alcancen sus objetivos y fines,B ya que con frecuencia uno
de los contratantes es un profesional informado, que puede estar tentado a
obtener, a través de su silencio, una ventaja derivada de la ignorancia de su
contraparte.9
Este contexto permitió a Calais-Auloy, señalar que:
[...] el Código Civil no ignora el abuso que puede ser cometido por un contra-
tante contra el otro, pero solo aporta remedios individuales y curativos: el con-
tratante tiene la posibilidad teórica de actuar buscando la nulidad o el pago de
indemnización hasta después que ha sufrido daño o pejuicio. Esta vía general-
mente no es utilizada por los consumidores, pues el costo y lentitud de la acción
5 Cfr. CHAZAL,Jean-Pascal, Les nouveaux devoirs des contractants: est-on alle trop loin?, p. 54.
Disponible en: http://master.sciences-po.fr/droit/sites/master.sciences-o.~.droit/files/users/au
de.epstein/Les%20devoirs%20contractuels.pdf
6 Vid. NIORT, Jean-Francois, Homo civilis, Contribution á l'histoire du Code Civil Francais,
t. 1, vol. XXV, Aix-en-Provence, Presses Universitaires d'Aix-Marseille. Faculté de Droit et de
Science Politique, 2004, p. 29, nota 2, p. 47, nota 96, p. 138 SS.,p. 229 SS.
7 Vid. MONTERO, Étienne et Mane Demoulin, La formation du contrat depuis le code civil de
1804: un régime en mouvement sous une lettre figée, p. 1. Disponible en: http://www.crid.be/pdf/
publid4563.pdf
8 Ibidem, p. 49, donde con acierto señalan que la aparición de nuevos modos de contrata-
ción hace necesaria la creación de reglas específicas en materia de contratos a distancia (con
consumidores) en general, y de contratos concluidos por vía electrónica, en particular.
9 Vid. GHESTIN, Jacques, Traité de Droit Civil, La formation du contrat. Pans, Librairie Gé-
nérale de Droit et de Jurisprudence, 1993, pp. 534 y SS.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
judicial están fuera de proporción con el interés individual en juego [...] El dere-
cho del consumo adiciona pues, a los remedios del Código Civil, las medidas
preventivas y colectivas, cuyo objeto es impedir, en lo posible, el abuso del po-
der económico, y así proteger al conjunto de los consumidores que habrían podi-
do ser victimas de estos abusos.10
En Francia, como en todos los países industrializados, el legislador inter-
viene para proteger al consumidor,^^ debido a la imposibilidad de aplicar al-
gunas reglas tradicionales de su código civil para solucionar los problemas
presentes en la contratación de consumo.12
Fue así que se elaboraron normas para proteger al consumidor, obligan-
do al proveedor profesional a incluir información diversa en los contratos de
adhesión o acerca de la utilización del producto o del servicio. A la obliga-
ción negativa del profesional (no engañar) se acompaña una obligación posi-
tiva (informar).
De esta manera se fue llegando al convencimiento de que cada parte es-
tará obligada a informar (a la que tenga menor información y no sea profe-
sional o experto en el objeto relativo al contrato) todo elemento susceptible
de facilitar la ejecución de su prestación.13
La obligación de informar se impondría, entonces, en razón: lodel co-
nocimiento del proveedor, y 2 O de la ignorancia del adquirente, y tiene por
objeto evitar que el primero aproveche abusivamente la incompetencia del
segundo.14
Según Jourdain, la ratio de la obligación es
[...] un desequilibrio de los conocimientos entre los contratantes generalmente
presumido a partir de una desigualdad de las competencias, tal como ellas se
encuentran típicamente en las relaciones entre profesionales15 y consumidores.
La complejidad técnica creciente de los productos y de los s e ~ c i o ys la especia-
lite delictuelle du debiteur wntractuel - effet retroactif des revirernents de jurisprudence Commen-
taire sous Cass. l e civ., 9 octobre 2001, Coindoz c/ Christophe 1, pp. 4, 8 , 9 y SS.
16 JOURDAIN, Patrice, Le devoir de "se" reinsegner. (Contribution ci i'Ptude de i'obligation de
renseignernent) Recueil Dalloz Sirey, Paris, 23 e., 1983, Cahier Chronique XXV, p. 139.
17 Cfr. PANCRAZI-RAN, Marie-Eve,La protection judiciaire du lien wntmctuel Aix-en-Provence,
Presses Universitaires d'Aix-Marseiile. Facult.6 de Droit et de Science Politique, 1996, pp. 56 y 5s.
18 Cfr. D A R I - M A ~ C IGiuseppe
, et Dirnitri HOUTCIEFF,Vices du consenternent et aléa moral
a travers la jurisprudence de la réticence dolosive. Sous la direction de Chnstophe Jamin, Droit et
economic des contrats, Paris. L.G.L.J. Lextenso editions, 2008, p. 45.
19 Cfr. CHAZAL, Jean-Pascal, De la puissance éconornique en droit des obligations, Thesis,
Université Pierre Mendes, Faculte de Droit, U.F.R. Grenoble U, France. P. DCIXWL y SS.
20 Vid. GHEsnN, Jaques, op. cit., not. 9 p. 577. Mousseron considera que existe un deber
de informar los riesgos que coniieva la celebración de un contrato, particularmente en operacio-
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
nes que implican riesgos técnicos, como los contratos que tienen por objeto el desarrollo de
instalaciones informáticas. Vid. MOUS~ERON Jean Marc. et al., L'avant-contrat. Paris, Editions
Francis Lefebvre, 2001, p. 75. Por su parte, VIGNAL sostiene que el profesional se encuentra suje-
to a un deber de sinceridad, que estaría relacionado con el de informar. Vid. VIGNAL, Nancy, La
transparence en droit pnvé des contrats (Approche critique de l'exigence), Aix-en-Provence Presses
Universitaires d'Aix-Marseille, Faculté de Droit et de Sciene Politique, 1998, p. 66. De manera
similar: CAUMES, Clémentine, L'interprétation du contrat au regard des droits fondamentaux, The-
sis, p. 17. Vid. LEVENEUR, Laurent, Droit des contrats, 1 0 ans de jurisprudence commentée, 1990-
2000, La pratique en 400 decisiones, Paris, Litec, 2002, p. 572, quien señala que el comprador
profano de productos complejos, sofisticados y especializados, tiene derecho a esperar de su
contraparte más prestaciones que la simple entrega de los bienes adquiridos.
21 FABRI-MAGNAN, Muriel, op. cit., not. 4, p. 409.
22 Ai respecto, oportunamente señala Calais-Auloy: "¿Cuantos consumidores saben utilizar
la información que les es proporcionada y el tiempo de reflexión que les es concedido? Un cier-
to número, sin duda [...] Pero, paradójicamente, este género de medidas prácticamente no tie-
ne efecto sobre los consumidores más desfavorecidos." Cms-AULOY, Jean, op. cit., not. 10, p. 244.
23 FABRE-MAGNAN, Muriel, op. cit., not. 4, pp. 102, 121, 132, 133 y SS.
24 Ibidem,Nacional
DR © Universidad pp. 186Autónoma
y ss. de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
3 O Cfr.LE TOLJRNEAU, Philippe. Les professionesl ont-ils du coeur? en Recueil Ddoz Sirey,
Chronique V, No. 5, février de 1990, Paris, pp. 21 y ss.
31 Vid. GHEST~, Jaques, op. cit., not. 9, pp. 576 y SS.
32 Cfr.Le Tourneau, Philippe, et Loic Cadiet, op. cit., not. 26, p. 76.
33 Cfr.Ghestin, Jacqueq op. cit., not. 9, pp. 545, 605 y SS.,quien cita una sentencia de la
tercera Sala Civil de la Corte de Casación, del 7 de mayo de 1974, en la que se reconoce la exis-
tencia de una obligación de informar al contratante.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
-
ACERCA DE LA OBLIGACI~NDE INFORMAR EN EL ~ B I T CONTRACTUAL
O 237
45 Flour, Jacques, et al., Les obligations 1 . L'acte juridique.Douzi&meedition par Jean Luc
Aubert y Érick Savaux, Pans, Sirey, 2006, p. 159.
46 Citada por CHAZAL,Jean-Pascal, op. cit., not. 18, p. 407.
47 Vid. MALAURIE, Philippe, et al., op. cit., not. 11, p. 390.
48 Idem. Nacional Autónoma de México,
DR © Universidad
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
l
XIV. SANCI~N POR SU INCUMPLIMIENTO
49 En relación con la carga de la prueba, se pueden consultar con provecho las anotacio-
nes al código civil francks, publicadas en la edición de Dalioz, correspondientes al art. 1147.
Vid. TISSERAND-MARTIN, Alice, et al., Code Civi, 107a. ed., Paris, Dalloz, 2008, pp. 1253 y SS.
50 Vid. CAPITANT,Henri, et aL, Les grands adts de la jurisprudence civile, Tome 1, 11 edi-
tion, Paris, Daiioz, 2000, pp. 67 y SS.
51 Vid. VIGNAL,Nancy, op. cit., not. 19, p. 7.
52 Vid. FABRE-MAGNAN, Muriel, op. cit., not. 4, pp. 225 y SS.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
53 Vid. hojet de reforme du droit des contrats, juillet 2008, p. 2. Disponible en: www.chairejb.
ca/pdf/reforme-all.pdf
54 En el proyecto de reforma al derecho de los contratos, presentado en mayo de 2009, la
obligación de informar se consagra en el art. 44. Vid. Projet de reforme du droit des contrats,
mai, 2009, p. 9. Disponible en: droit.wester.ouisse.free.fr/texts/TDDcon~ats/projet~contrats~
mai-2009.pdf
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
E l consentimiento celebrado
a distancia
aury Simental Franco1
1 Simentai-franco@yahoo.com.mx
2 Los contratos de mandato y de comisión, son dos claros ejemplos al respecto.
3 No sólo el derecho ha implementado innovaciones, sino también le ha dado validez a la
utilización de inventos que han revolucionado la vida del hombre, como lo han sido el telégra-
fo, el teléfono, y más recientemente, el fax y el internet.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas 241
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
5 Debe tenerse presente que existe la excepción en cuanto hace al contrato de donación,
ya que este contrato queda perfeccionado hasta que el donador sabe de la aceptación por parte
del donatario.
6 Cfr. Artículo 80 del Código de Comercio antes de las reformas del 29 de mayo del 2000.
7 La referencia al sistema jundico mexicano alude esencialmente al Código Civil Federal y
al Código de Comercio.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
8 ROJINAVILLEGAS,
Rafael, op. cit., pp. 212 y 213.
9 ROANA VILLEGAS,
Rafael, op. cit., p. 277.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
D.OTROSMEDIOS ELECTRÓNICOS,
ómcos o DE CUALQUIER OTRA TECNOLOG~A
Los avances en la ciencia y en la tecnología han impulsado a que hoy en
día se utilicen medios de comunicación mucho más eficientes y rápidos, que
en los hechos crean la ficción material de la presencia física, por la inmedia-
tez con que es conocida la voluntad de una persona con respecto de otra u
b) Znternet
El Intemet es una aplicación tecnológica de reciente aparición, no obs-
tante ello, debido a sus características se ha convertido en un instrumento
de comunicación usado masivamente por la población. En México a partir de
las reformas del 29 de mayo del 2000 da inicio a la regulación civil y mer-
cantil a las actividades humanas vinculadas con esta herramienta. Debe su-
brayarse que las reformas legales aludidas se realizaron en el ámbito federal,
es así que a la fecha de la elaboración del presente ensayo los códigos loca-
les, incluido el del Distrito Federal siguen sin cambios en la materia.
Existen diferentes aplicaciones (herramientas) del internet que pueden
ser usadas para la manifestación de la voluntad y en consecuencia el perfec-
cionamiento del consentimiento, sin embargo, destacan especialmente dos
de ellas:
a) El correo electrónico; y
b) La conversación en línea, usualmente denominada chut.
Las dos herramientas antes mencionadas tienen características distintas,
mientras que el primero es similar al correo ordinario (de ahí su denomina-
ción); el segundo se asemeja al teléfono. Por lo cual el intemet debería ser
regulado, al menos, desde dos puntos de vista distintos.
Los adelantos tecnológicos han permitido que las personas tengan comu-
nicación inmediata aunque se encuentren a miles de kilómetros de distancia,
por tanto el código genera la ficción legal de la presencia entre las partes, en
los contratos realizados por medio del teléfono o por cualquier otro medio
electrónico, óptico u otra tecnología que permita el perfeccionamiento del
consentimiento de manera inmediata. La adecuación del código al uso de las
nuevas tecnologías de la información y comunicación significa, sin duda, un
gran avance, superando por mucho al Código Civil para el Distrito Federal,
ordenamiento que, como antes indicamos, no ha sido revisado al respecto.
Sin embargo, en la redacción del artículo 1805 se alude a que con el
uso de las tecnologías ópticas o electrónicas necesariamente se está ante un
supuesto de inmediatez en todos los casos, lo cual es relativamente cierto
en cuanto al Internet con ciertas aplicaciones que este medio tiene, pero
no en todas, como sena el correo electrónico que tiene una gran similitud con
el correo tradicional, ya que hasta el momento no se ha logrado asegurar
que la llegada de los correos lleguen siempre de manera inmediata, lo cual
dejaría en estado de incertidumbre a las partes, dado que se parte del su-
puesto de llegada instantánea del mensaje, siendo que la realidad demuestra
que esto no es así en todos los casos.
El Legislativo federal ha intervenido en la regulación de la materia des-
de el 23 y el 29 de mayo del año 2000, cuando entraron en vigor reformas al
Código de Comercio y al Código Civil Federal y de Procedimientos Civiles
Federales, respectivamente, que contemplaron las transacciones hechas vía
16 Entre los problemas jurídicos relacionados con Intemet (y que en este caso no aborda-
mos) están: a) la extratemtorialidad; b) la propiedad de la información; c) el contenido ilegal u
ofensivo (delitos vía Internet); d) la libertad de expresión; e) la propiedad industrial; fl los de-
rechos de autor; g) el orden laboral; etcétera.
'7 ELiAs AZAR, Edgar, La contratación por medios electrónicos, Porrúa, Mkxico, 2005, p. 347.
B. IMPOSIBILIDAD
DE CONSTATAR LA CAPACIDAD DEL CONTRATANTE
23Idem.
24En el caso de Internet, ya se cuenta con la herramienta del Net-Meting, con la cual se
puede ver a la persona con la cual se esté conversando, es algo similar al teléfono con pantalla
o video-teléfono.
25 El chut, es uno de los atractivos del Internet, ya que permite la conversación instantá-
nea entre personas.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
26 HANCE,Oliver y, DIONNEBALZ, Suzan, Under The Direction Of Oliver Hance, Best of Edi-
tions and McGraw-Hill, EE. UU.,1996,p. 157.
27 RODR~GUEZ ADRADOS, Antonio, El documento negocia1 informática, en ANALES, Número
28,Madrid, 1998,p. 448.
28 DAVARARODR~GUEZ, Miguel Ángel, op. cit., p. 153.
29 Idem.
Artículo 2105 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Di-
vulgación de información:
Ninguna disposición en este Tratado se interpretará en el sentido de obligar a
ninguna de las Partes a proporcionar o dar acceso a información cuya divulga-
ción pudiera impedir el cumplimiento de las leyes de la Parte o fuera contraria a
sus leyes que protegen la privacía de las personas, los asuntos financieros y las
cuentas bancarias de clientes individuales de las instituciones financieras.
Los artículos precedentes, de distintos ordenamientos, hacen énfasis, en
proteger los datos e información que transita por Intemet, dejando de mani-
fiesto la vulnerabilidad que afecta a todo tipo de información. En este aspec-
to en particular -la vulnerabilidad de los datos- se escudan los detractores
de los documentos informáticos, alegando los problemas e inseguridad que
plantea a los usuarios de dichos elementos, por lo cual hay quienes les nie-
gan toda validez. Opinamos en consonancia con lo que nos dice Rodríguez
Adrados: "Si la voluntad puede declararse por gestos, y aun por silencios,
¿cómo no se va a poder declarar por medio de un ordenador?32
Debe tenerse presente que dada la importancia de proteger los datos
personales, fue promulgada en 2010 la Ley Federal de Protección de Datos
Personales en Posesión de Particulares y reformada la Ley Federal de Trans-
parencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en el ámbito lo-
cal el Distrito Federal tiene la Ley de Protección de Datos Personales vigente
desde el 2008.
V. A MANERA DE CONCLUSIÓN
33 Éste fue el único ordenamiento que fue modificado el 29 de agosto del 2003.
SUMARIO: 1. introducción. 11. Nombre. iii. Domidio. IV. Estado C ivil.V. Capacidad.
VI. Patrimonio.VIL Conclusiones. VIII. Bibliografía. M. Páginas de internet consultadas.
II. NOMBRE
Normalmente y hasta antes del segundo semestre de dos mil ocho, cuan-
do se presentaba la circunstancia de solicitar la rectificación de un acta de
nacimiento (reglamentada en el artículo 135 del Código Civil para el Distrito
Federal), tenía que realizarse bajo el supuesto de enmienda para variar al-
gún nombre; ya que el nombre propio otorgado por los padres o adoptantes
no coincidía con la realidad social del promovente de la rectificación, es de-
cir, el nombre o nombres de pila podrían haber sido usados de forma parcial
y arbitraría en los actos públicos y privados en donde intervino el promoven-
te de la rectificación o bien en la expedición de documentos públicos, en
consecuencia y de acuerdo con la naturaleza jurídica del nombre era otra
persona quien había intervenido en los citados actos públicos y privados. En
este sentido la rectificación del acta de nacimiento se realizaba con la finali-
dad de homologar la realidad jurídica con la realidad social para identificar
e individualizar a la persona.
Pero, la realidad en la práctica jurídica con el paso del tiempo fue otra.
La regla en el proceso de rectificación del acta de nacimiento era en razón
de modificar o suprimir el nombre de pila del promovente sin modificar lo
referente a su identidad personal o sexo; así las cosas, la primera excepción
se presento en el año de mil novecientos noventa y seis se solicito la rectifi-
cación de un acta de nacimiento promovida por una "mujer transexual",
quien demando del Director del Registro Civil la rectificación de su acta de
nacimiento en cuanto a la inscripción del nombre y el sexo. El Juez de lo
Familiar solamente otorgó el cambio de nombre, no así el cambio de sexo,
motivo por el cual la "mujer transexual" acudió ante el tribunal de alzada
para solicitar lo referente al cambio de sexo, esta autoridad concedió ambas
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
258
--M
CONMEMORACIÓN DE LOS 80 AÑOS DE VIGENCIA DEL CÓDIGOC M L
.-..."..., ,... ...... .--
"
lidad por estimar que la capacidad jurídica del hombre y la mujer son iguales
ante la ley en términos del artículo 2 del Código Civil para el Distrito Fede-
ral. El solicitante apelo la sentencia, pero la Sala la confirmo al estimar que
la expedición de una nueva acta implicaría la duplicidad del Registro Civil.'
Estos juicios fueron preparando a los Jueces de lo Familiar y a las Salas
para resolver con un mayor criterio la rectificación de actas de nacimiento,
en cuanto a la inscripción del nombre y del sexo, no obstante lo anterior, no
resolvían en cuanto a la expedición de una nueva acta de nacimiento que fuera
acorde a la reasignación sexo genérica del solicitante y del resguardo del acta
primigenia, se requirió que el Tribunal de Alzada resolviera recursos de ape-
lación como el interpuesto por el Director del Registro Civil para razonar
¿Qué era más importante para resolver las solicitudes de rectificación de acta
de nacimiento, el interés particular o el interés colectivo?; a continuación
pongo al alcance de Usted querido lector el argumento y las pruebas del El
Director del Registro Civil, así como el razonamiento del solicitante de la
rectificación de su acta de nacimiento y el criterio de la autoridad (los datos
del expediente no serán revelados en razón de lo establecido por la Ley de
Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal).
El Director del Registro Civil sostuvo "que los cambios físicos que actual-
mente tiene la parte actora son en su totalidad consecuencia de los trata-
mientos hormonales feminizantes y cirugías a los que se ha sometido por
voluntad propia, reconociendo que sólo se trata de características secunda-
rias inducidas, pero sin que afirmen que existe la plena identidad de - - - - -,
con una mujer, ni física ni hormonal y menos aún cromosómicamente, como
erróneamente lo pretende el juzgador al condenar al hoy apelante a la recti-
ficación del atestado de nacimiento, en cuanto al nombre y sexo del registrado.
También manifiesta la parte demandada que los datos asentados en la actas
del registro civil deben quedar inmutables, pues el registro de nacimiento es
un acto jurídico que como se menciona no puede ser cambiado por simple
capricho y menos aún cuando proviene de simples manifestaciones absurdas
de la actora, por lo que la prestación del enjuiciante es contraria a derecho.
Toda vez que lo que determina el sexo de una persona depende de un proce-
so biológico y natural y es por ello que resulta inmutable, ya que además el
sexo es considerado como la parte biológica del individuo que se encuentra
relacionado con la morfología propia de los órganos genitales externos e in-
ternos, de acuerdo con la información genética recibida al momento de la
concepción humana y el variar la apariencia física en relación al sexo sólo
conduce a la incertidumbre jurídica, confusión e incluso al desorden en la
información estadística de la población pues además fueron los padres del
actor quienes proporcionaron sus datos y lo que realmente se pretende es
de su vida social y jurídica." Tal y como lo prueba con las siguientes proban-
zas: a) Constancias Médicas consistentes en: i) cuatro constancias médicas
expedidas por la Secretaría de Salud, Coordinación de Salud Mental Hospi-
tal Psiquiátrico "Fray Bernardino Álavarez", en las que se señala como diag-
nóstico psiquiátrico transexualismo F64.0,2 en su resumen clínico se señaló
red compleja que puede ser estructural y funcionalmente relacionadas con identidad de género)
y otros factores genéticos.
A diferencia de otros síndromes intersexuales, las manifestaciones clínicas de este síndro-
me no resultan evidentes en el nacimiento sino más tarde durante la infancia con frecuencia a
partir de los 2 o 3 años de edad. Entender el cuadro clínico y el diagnóstico diferencial de esta
enfermedad es de vital importancia para la detección temprana y el tratamiento médico pediá-
trico, endocrinológico y quirúrgico especializado de la misma. Apuntes extraídos de la página
web http://www.shb-info.org.
3 Disforia, como término opuesto a "euforia", designa disgusto, desajuste o malestar; la.
disforia de género es por tanto el disgusto, desajuste o malestar con el sexo biológico que le ha
correspondido al sujeto. La disforia de género es el término con el que en 1973 el psicólogo
John Money, y a partir de ahí la psiquiatría, designan lo que en 1953 el médico Harry Benjamin
había llamado transexualidad. Información extraída de la página web http://vm.sexovida.
DRcom.
© Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
B. CRITERIOSPARA LA EXPEDICIÓN
DEL ACTA DE NACIMIENTO
POR REASIGNACI~N
4 Hany Benjamin distinguió diferentes tipos diagnósticos de entre los cuales sólo dos (los
Tipos V y VI) los consideró Transexuales Verdaderos, siendo una cuestión de urgencia terapéu-
tica-quirúrgica la diferencia entre ambos. Los restantes tipos diagnósticos (Tipos 1, 11, 111 y N)
constituyen una diferenciada realidad de prácticas sexuales, udesviacionesnen hábitos de vesti-
menta asociados a los tradicionales roles de género y variadas expresiones sexuales y de género,
combinadas entre sí, o no. Así por ejemplo el Tipo 11, denominado como Travesti Fetichista
(302.3, DSM-N-TR) o el Tipo N,Transexual "no-quinírgicon(302.85, DSM-N-TR) no se corres-
ponden con los criterios diagnósticos de Transexualismo mantenidos por la OMS ni tampoco se
corresponden con la definición oficial de "transexual"mantenida por la Real Academia Española.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
Harry Benjamin definió el Tipo N como un estado incierto entre la identidad travesti y la iden-
tidad transexual, concluyendo una identidad "transgénero" indefinida de género. Esta informa-
ción se encuentra en la página web: //www.shb-info.org.
5 Vid. FLORESRAMÍREZ, Víctor Hugo, La situación de la Trangeneridad y la Transexualidad
en la Legislación Mexicana a la luz de los Instrumentos Jurídicos Internacionales, Colección Estu-
dios-2008, Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, México, 2009, p. 35.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
rica con un mínimo de cinco meses, esta disposición no establece con claridad
cuales son los elementos médicos del proceso de reasignación, pero de las mani-
festaciones hechas por los actuales solicitantes de la reasignación quedará claro
lo siguiente:
Norma ya acudió a la primera audiencia para presentarse ante el juez. Al pare-
cer, el magistrado esperaba ver a una persona 'mega operada' (y dibuja con sus
manos la silueta de 'extravagante'), por lo que, cuando la tuvo frente a él, no
emitió ningún juicio de valor. 'Eso me dio la confianza de que todo procederá
bien. Está planeado que en mayo concluya todo', celebra [...].6
III. DOMICILIO
7 El artículo 100 del Código de Comercio, establece quienes podrán ser Prestadores de
Servicios de Certificación: a) los notarios públicos y corredores públicos; b) las personas morales
de carácter privado, y c) las instituciones públicas, conforme a las leyes que les son aplicables.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
del legislador para crear y reglamentar una figura jurídica que se asemeja al
concubinato, pero encauzado a la comunidad lésbico-gay. Sin otra preten-
sión que obligar a los convivientes (sean éstos dos personas físicas de dife-
rente o del mismo sexo, mayores de edad y con capacidad jurídica plena), a
establecer un hogar común, con voluntad de permanencia y de ayuda mu-
tua; surtiendo todos sus efectos como si fuera concubinato y las relaciones
jurídicas que se derivan de él, ante cualquier tercero cuando la sociedad es
registrada ante la Dirección General Jurídica y de Gobierno del Órgano Polí-
tico-Administrativo correspondiente.
En 2010 se reforma el Código Civil para el Distrito Federal, por virtud
de la cual son legales los matrimonios entre personas del mismo sexo y tie-
nen la opción de adoptar, siendo este derecho el que ubica al Distrito Fede-
ral a la vanguardia, toda vez que aún no es permitido en la mayoría de los
países en donde está permitido el matrimonio entre personas del mismo
sexo;8 pero desde el humilde punto de vista del suscrito la reforma también
otorga el derecho a contraer matrimonio a las personas transgénero o tran-
sexuales cuando determina que el matrimonio es la unión de dos personas
en su artículo 146:
"Matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comuni-
dad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua.
Debe celebrarse ante el Juez del Registro Civil y con las formalidades que
establece el presente códigoV.9
La entrada en vigor de esta reforma originó que la Procuraduría General
de la República promoviera una acción de inconstitucionalidad en tomo a la
reforma, fundada en los siguientes razonamientos:
1. La Procuraduría General de la República promovió ante la Suprema
Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad en torno
de los artículos 146 y 391 del Código Civil para el Distrito Federal, que regu-
lan las figuras del matrimonio y la adopción, atendiendo a lo que establecen
los artículos 4O, 14, 16 y 133 de la Constitución Política de los Estados Uni-
dos Mexicanos.
2. Con relación a la reforma al artículo 146 del Código Civil capitalino,
la PGR considera que se contraviene el principio de legalidad, pues la refor-
ma se aparta del fin constitucional de protección de la familia concebida ex-
presamente por el Poder Constituyente Permanente en 1974.
3. Asimismo, la reforma parte de la tesis de que no existía protección le-
gal del ejercicio de los derechos de las parejas integradas por personas del
mismo sexo y que desean fundar una familia. Ello no es exacto, pues en el
figura la institución del matrimonio, se inscribe como una medida legislativa consti-
tucionalmente razonable, toda vez que, conforme a lo resuelto por este Tribunal en
Pleno en el amparo directo 6/2008, en sesión de 6 de enero de 2009, la orientación
sexual de una persona, como parte de su identidad personal, responde a un elemento
relevante en su proyecto de vida, que incluye el deseo de tener una vida en común
con otra persona de igual o distinto sexo, por lo que tratándose de personas homo-
sexuales, de la misma forma que ocurre con las heterosexuales, el derecho al libre
desarrollo de la personalidad implica también el de decidir casarse o no. En tal senti-
do, en respeto a la dignidad humana resulta exigible el reconocimiento por parte del
Estado no sólo de la orientación sexual de un individuo hacia personas de su mismo
sexo, sino también de sus uniones, bajo las modalidades que, en un momento dado,
decida adoptar (sociedades de convivencia, pactos de solidaridad, concubinatos o
matrimonio), razón por la cual, la decisión tomada por la Asamblea Legislativa del
Distrito Federal para ampliar la institución del matrimonio y comprender a las pare-
jas del mismo sexo, lejos de contravenir los postulados fundamentales los refuerza, al
igualar las uniones de las parejas, sean heterosexuales u homosexuales.
[TA]; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XXXIV, Agosto de 2011; Pág. 877.
V. CAPACIDAD
VI. PATRIMONIO
VII. CONCLUSIONES
F ~ R ERAM~REZ,
S Víctor Hugo, La situación de la tramgeneridad y la transexualidad en
la legislación mexicana a la luz de los instrumentosjurídicos internacionales, colec-
ción Estudios 2008,Ed. Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Méxi-
co, 2009.
GUTIÉRREZY GONZÁLEZ, Ernesto, El patrimonio, el pecuniario y el moral o derechos de la
personalidad y derecho sucesorio, 3a. ed., Editorial Porrúa, México, 1990.
10 Marcelo, RIPERT,
PLANIOL, Jorge, Tratado práctico de Derecho Civil Francés, op. cit.,
p. 515.
Cfr.Ibidem, p. 516.
11
Cfi Idern.
12
13 Cfr.Ibidern, p. 518.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
l 4 Cfr. PLANIOL,Marcelo, RIPERT,Jorge, Tratado práctico de Derecho Civil Francés, op. cit.,
PP. 525-526.
l5 Cfr. Ibidem, pp. 525-526.
16 Cfr. Ibidem, p. 534.
l7 MAZEUD, Henri, MAZEUD, Jean, Lecciones de Derecho Civil Parte Tercera, vol. IV, trad. de
Luis Alcalá-Zamora y Castillo, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1974.
ls Cfr. MAZEUD, Henri, MAZEUD, Jean, Lecciones de Derecho Civil, op. cit., p. 603.
Para entender las instituciones del derecho civil mexicano tenemos que
recurrir frecuentemente a las normas de otros países, estudiar los proyectos
de leyes, investigar la doctrina e incluso, en algunos casos, observar lo que la
jurisprudencia establece. Por esta razón, y tratándose sobre todo de un tema
de derecho civil, recurrimos a las instituciones que nos han marcado.
En un cuadro comparativo tomamos como modelo la legislación france-
sa, es decir, el Código Civil de Napoleón y, recurriendo a la influencia espa-
ñola, resulta obligatorio recordar la obra de Florencio García Goyena. Tanto
los proyectos de Sierra como del Código Civil de 1870 y el de 1884 tomaban
como punto de partida lo establecido por el tratadista español, que influyó
notablemente en casi todas las legislaciones de América Latina, independien-
temente de que muchos de sus textos, referidos a la legislación española, son
traducción literal del Código Napoleónico.
En efecto, como se aprecia en la exposición de motivos de 1870, los re-
dactores de nuestro Código Civil, señalan con claridad que incluyeron la
Renta Vitalicia dentro de los contratos aleatorios, pues:
Aunque entre nosotros no se ha generalizado este contrato, la Comisión, conven-
cida de su utilidad, se propuso reglamentarlo, consultando los códigos moder-
nos; puesto que las leyes recopiladas que hablan de la materia, se refieren más
bien a la tasa a la que debiere sujetársele, considerada como censo, y a fijar el
número de vidas por el que pudiera constituirse.23
Para incorporar la institución contractual de la renta vitalicia, para
sustituir al "censo por vida", la mencionada Comisión tomó como punto
22 BATIZA, Rodolfo, Las fuentes del Código Civil de 1928, Introducción y notas de sus fuen-
tes originales no reveladas, México, Porrúa 1979, pp. 1128-1134. El doctor Batiza realizó una
magnífica investigación, que para los efectos ilustrativos de este trabajo hemos resumido en este
cuadro, indicando los pocos cambios que sufrió nuestra legislación entre los códigos de 70 y 84,
así como respecto del Código Civil cuyo aniversario celebramos ahora a iniciativa del Presidente
del Colegio de Profesores de Derecho Civil, de la Facultad de Derecho de la UNAM, Doctor Jor-
ge Alfredo Domínguez Martínez.
23 Exposición de los cuatro libros del Código Civil y del Distrito Federal y Temtono de la
Baja California, Imprenta y librería de Aguilar e Hijos, México, 1882, p. 104.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
24 Idem.
25 De ahí que en puntos anteriores solamente se haga una breve explicación de sus antece-
dentes y su íntima vinculación con el derecho civil francés, y que por razones de extensión la
descripción sea tan reducida.
26 A tal efecto Mateos Alarcón explícita "[ ...] pues según sostienen varios autores, con
justicia, ya existía desde la época de la legislación romana y fue sancionada por la anterior al
Código Civil, bajo el nombre de censo por vida, como lo demuestra la Ley 6a., tit., 15, Lib. X
Nov. Rec. que prohibía que pudiera constituirse la renta por más de dos vidas y señalaba la tasa
a que debía sujetarse". Mateos Alarcón, Manuel, Estudios sobre el Código Civil del Distrito Fede-
ral, t. V, Edición Facsimilar, TSJDF, México 1992, p. 258.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
a.1703. La ~0nstitu~iÓn de renta vita- 1822.idem P.G.G. 1 a.2911. Contrato aleatorio, por aa. 1968 Francés: La renta vitalicia a.2774. La renta vitalicia es un
licia es un contrato aleatorio, cuando el cual uno se obliga á pagar una puede constituirse a título oneroso contrato aleatorio por el cual el
el deudor queda obligado a pagar pensión 6 rédito anual durante la mediante una cantidad de dinero, o deudor se obliga a pagar periódi-
una pensión 6 rédito anual, durante vida de una 6 más personas de- por una cosa mueble estimable, o camente una pensión durante la
la vida de una 6 más personas deter- terminadas, mediante la entrega por un inmueble. vida de una o más personas de-
minadas, por un capital en bienes de una cantidad de dinero ó de a.1840 Napolitano, y 1451 de Vaud terminadas, mediante la entrega
muebles o inmuebles, cuyo dominio una cosa mueble 6 raíz estima- (Suiza). de una cantidad de dinero o de
se le transfiere desde luego con la das. una cosa mueble o raíz estima-
carga de la pensión, la cual se extin- das, cuyo dominio se le transfie-
gue con la muerte del pensionista. a.2783 del C.C. de 1984, es re desde luego.
idéntico al de 1870.
a.1704. También puede uno consti- 1.1823.ídem P.G.G. a.2912. La renta vitalicia puede a. 1969 Francés. a.2775. La renta vitalicia puede
tuir la renta vitalicia gratuitamente, también constituirse á título pu- También puede constituirse a título también constituirse a título pu-
por donación 6 testamento, sobre sus ramente gratuito, sea por dona- puramente gratuito, por donación ramente gratuito, sea por dona-
propios bienes, reteniendo su domi- ción entre vivos 6 por testamen- entre vivos o por testamento. En tal ción o por testamento.
nio para si 6 su heredero, en cuyo to. caso debe revestir la forma requerida
caso estará sujeta la renta a las re- a.2784 del C.C.de 1884, por la Ley.
glas sobre la capacidad, reducción ó disposición igual al de 1870. a. 1970 Francés.
nulidad establecidas para los casos En el caso del am'culo anterior la
respectivos en los títulos 1 y N de renta vitalicia podrá reducirse si ex-
este Libro. cede de lo que puede disponerse; y si
se hizo a favor de una persona inca-
paz de recibir, será nula.
a.a. 1841 y 1842 Napolitano.
a.1705. Puede constituirse la renta 1.1824. Puede constituir- a.2914 del C.C. de 1870. Puede a.1971. Francés. La renta vitalicia a. 2777. El contrato de renta vi-
sobre la vida del que entrega 6 pone ;e la renta sobre la vida constituirse la renta sobre la vida puede constituirse sobre la vida del talicia puede constituirse sobre
el capital, sobre la de un tercero ó le1 que entrega 6 pone el del que da el capital ó sobre la que da el capital, o sobre la de un la vida del que da el capital, so-
sobre varias personas. :apital, sobre la de un de un tercero. tercero que no tiene ningún derecho bre la del deudor o sobre la de
ercero 6 sobre la de va- a dishtarla. un tercero. También puede cons-
ias personas, con tal que a.1972. Francés. Puede constituirse tituirse a favor de aquella o de
xistan al tiempo del sobre una o varias vidas aquellas personas sobre cuya
)torgamiento. a.1973. Francés. Puede constituirse vida se otorga o a favor de otra u
También puede constituirse a favor 1.1825. También puede a.2916 del C.C. de 1870. Puede, en favor de un tercero, aunque el ca- otras personas distintas.
de aquella 6 aquellas personas sobre :onstituirse dicha renta a en ñn constituirse a favor de pital lo dé otra persona.
cuya vida se otorga, 6 a favor de otra avor de aquella 6 aque- aquella 6 aquellas personas sobre En este Último caso, aunque tenga
u otras personas distintas. las personas sobre cuya cuya vida se ótorga, 6 a favor de los caracteres de una liberalidad, no
ida se otorga, 6 a favor otra u otras personas distintas. está sometido a las exigencias de las
le otra u otras personas donaciones. exceoto vara los casos
listimas, con tal que de reduca6n y de nuiidad indicados
ean determinadas. en el artículo 1970.
1.1708. La persona d cuyo favor SI 1.1828. La persona en a.2921. Aquél a cuyo favor se ha a. 1977 francés. Aquel en cuyo bene- a.2781. fdem al a. 2921 de
üi constituido la renta en pago dc xyo favor se ha consti- constituido la renta, mediante un ficio se constituy6 la renta vitalicia 1870, y a. 2793 del C.C.de 1884.
m precio 6 capital dado al efecto uido La renta en pago de precio, puede demandar la resci- mediante un capital, puede pedir La
uede hacer que se rescinda el con in precio o capital dado sión del contrato, si el constitu- resolución del contrato si el constitu-
rato, si no se le otorgan las segun II efecto, puede hacer yente no le da o conserva las se- yente no le ofrece las garandas esti-
lades estipuladas. p e se rescinda el contra- guridades estipuladas para su puladas para su cumplimiento.
o, si no se le otorgan la. eiecución.
ieguridades estipuladas. a: 2793 del C.C. de 1884, con-
cuerda con el de 1870.
a.2923.h sola falta de pago de a.1978. La falta de pago de las pen- a.2782. fdem al C.C. de 1870 y
las pensiones no autoriza al pen- siones vencidas no autoriza al per- 1884.
sionista para demandar el reem- ceptor a exigir el reembolso del capi-
bolso del capital 6 la devolución tal ni a recuperar el fundo enajenado
de la cosa dada para constituir la por ei, s610 tendrá derecho a embar-
renta. gar y hacer vender los bienes de su
a.2795 del C.C. de 1884, ídem al deudor o se demande o se consienta
de 1870. el empleo, sobre el producto de la
venta, de una cantidad suficiente
para el pago de las rentas amadas.
a.1978 Francés.
1.1709. En el caso de que el deudo. i.1830 idem P.G.G. a.2924. El pensionista en el caso a.1819 Holandés, a.1830 Napolita- a.2783. fdem al a. 2924 de
le la renta deje de pagarla, no ten del artículo anterior, sólo tiene no, a.2012 Sardo y a.1461 de Vaud. 1870, y a. 2796 del C.C. de 1884.
Irá el acreedor otro derecho, aunquc derecho de ejecutar judiaalmen-
a haya pactado lo contrario, que e te al deudor por el pago de las
le ejecutar judicialmente al deudo! rentas vencidas, y para pedir la
)ara el pago de las rentas atrasada: aseguración de las futuras.
r para asegurar la prestación de la: Concordante con el a. 2796 del
uturas. C.C. 1884.
1.1710. La renta correspondiente a 1.1831.fdem P.G.G. a.2626.h renta correspondiente a.1980 Francks: La renta vitalida a.2784. fdern a. 2926 del C.C. de
Uio en que muere el que lo disfruta al año en que muere el que la sólo se satisface al titular en propor- 1870, y a. 2798 del C.C. de 1884.
:e pagará en proporción a los dia: disfruta,se pagará en proporaón ción a los dfas que ha vivido.
lue vivió; pero si debía pagarse po. a los días que este vivió, pero si No obstante, si se convino que se pa-
hzm anticipados, se pagar&el im debia pagarse por plazos antia- garía por adelantado, la cantidad p
mrte mtal del plazo que durante si pados, se pagará el importe total riódica que debió pagarse se abonará
tda se hubiere empezado a cumplir del plazo que durante la vida del desde el día en que debió realizarse
rentista se hubiere comenzado a el pago.
cumplir. a.1832 Napolitano, a.2014 Sardo, y
a.1463 de Vaud.
Proyecto Garda Coyena (1851: PmyeebD Sierra (18 C.C. Mexicanos 1870-1884 Otras Legisladones
1711. Solamente el que constituj a.1832.ídem a.1711 Similar al a.2927 del c.c de 1870, y a.1981 Francés. La renta vitalina a.2783. ídem al a.2927 del C.C.
título gratuito una renta sobre si P.G.G. a.2799 del C.C. de 1884. no puede pactane como inem- de 1870, y a.2799 del C.C. de
ienes, puede disponer, al tiemr bargable. salvo ruando se haya
el otorgamiento, que no estará suj' constituido a título gratuito.
i a embargo por derechos de un te a.1853 Napolitano, a. 2015
%O. Sardo, a.1466 de Vaud.
a.2928 del C.C. 1870. Lo dispuesto en el a.2786. Concuerda con el a.
artículo anterior no comprende las con- 2928 del C.C.de 1870, y a.2800
tribuciones. del C.C.de 1884.
(a. 2800 de 1884, contiene texto idénti-
co al de 1870)
a.2929. Si la renta se ha constituido vara 1 a.2787. ídem al a. 2929 de
alimentos, no podrá ser embargada sino 1870, y a.2801 del c s . de 1884.
en la parte que a juicio del juez exceda
de la cantidad que sea necesaria para cu-
brir aquellos según las circunstancias de
la persona.
(a. 2801 del C.C. de 1884, contiene texto
idéntico al de 1870).
a.2930. La renta vitalicia constituida so- a.1982. La renta vitalicia no se a.2788. Ídem al a. 2930 del c.c
bre la vida del mismo pensionista, no se extingue por la muerte civil del de 1870, y a. 2802 del C.C. de
extingue sino con la muerte de este. titular El pago debe perpe- 1884.
(a.2802 del C.C. de 1884, contiene texto tuarse durante su vida natural.
igual al de 1870).
a.2931. Si la renta se constituye sobre la a.2789. ídem al a. 2931 del C.C.
vida de un tercero, no cesará con la de 1870, y a.2803 del C.C. de
muerte del pensionista, sino que se 1884.
transmite a sus herederos, y sólo cesará
con la muerte de la persona sobre cuya
vida se constituyó.
a.2932. El pensionista sólo puede de- a.1983 Francés. El titular de a.2790. ídem al a. 2932 del C.C.
mandar las pensiones, justificando su su- una renta vitalicia no puede re- de 1870 y 2804 del C.C. de 1884
peMvencia o la de la persona sobre cuya clamar las rentas vencidas sin
vida se constituyó la renta. justificar su existencia o la de
(a.2804 del C.C. de 1884, ídem C.C. 1870). la persona sobre cuya vida fue
constituida.
a.1833 (última parte a.2933 del C.C. de 1870, y a. 2805 del a.621 Prusiano: "Si el que paga a.2791. Si el que paga la rent.
el que paga la renta v C.C. 1884, son iguales al P.J.S. la renta vitalicia ha causado la vitalicia ha causado la muerts
cia ha causado la mi muerte del acreedor, o de aquel del acreedor o la de aquel sobrm
del acreedor, ó de a en cuya cabeza había sido cons- cuya vida había sido constituida
en cuya cabeza había tituida, debe devolver el capital debe devolver el capital al que 1
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
constituida, debe devc a los herederos". constituyó o a sus herederos.
Instituto de Investigaciones Jurídicas
el capital a los herede
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
DEL CONTRATO
IV. CARACTER~STICAS
B. CLASIFICACIÓN
Según Domínguez es: bilateral, oneroso, gratuito y aleatorio;32 sin embar-
go, Sánchez Medal agrega: formal y principal. Asimismo, Zamora y Valencia,
27 DOM~NGUEZ MART~NEz, Jorge Alfredo, Derecho Civil, teoría del contrato, contratos en par-
ticular, Pomía, México, 2000, p. 713.
28 SÁNCHEZ MEDAL, Ramón, De los Contratos Civiles, 20a. ed., Pornia, México, 2004, p. 445.
29 ZAMORAY VALENCIA, Miguel Ángel, Contratos Civiles, loa. ed., P o d a , México, 2004, p. 415.
30 Código Civil para el Distrito Federal, véase el siguiente hipervínculo de la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal: http://www..aldfgob.mx/, consultado el 1 de julio de 2012.
31 Ibidem, p. 445.
32 Op. cit., DOM~NGUEZ MART~NEz, Jorge Alfredo, Derecho Civil, teoría del contrato, contratos
en particular, p. 723.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
C. ELEMENTOSDEL CONTRATO
Las partes que intervienen en su celebración conforme a Domínguez Mar-
tínez son: deudor y pensionista; el primero con la renta a su cargo pero con el
bien cuya propiedad adquiere, y el segundo beneficiado por la pensión pe-
riódica y con la transmisión que hace al deudor del bien correspondiente.34
Sánchez Medal, alude a los siguientes elementos personales:
[...] constituyente de la renta que es la persona que da el capital y que ordina-
riamente es el pensionista que recibirá la renta, y el deudor que recibe el capital
y se obliga a la vez a pagar la pensión; pero puede haber combinaciones muy
diversas y existir cuatro personas: a) el constituyente de la renta que es el que
da el capital; b) el deudor que es el que recibe el capital y se obliga a pagar la
pensión; y c) la persona sobre cuya vida se constituye la pensión, que pueden ser
varias personas; y d) el pensionista, que puede ser un tercero. [...].35
Cuando la renta vitalicia se establece a favor de un tercero, hay una do-
nación indirecta que hace que el que da el capital y constituye la renta a fa-
vor del tercero pensionista; está sujeta sólo a las reglas de la inoficiosidad de
las donaciones y de la nulidad por incapacidad del donatario, pero no a las
demás reglas de la donación.
Además, cuando la renta se constituye a favor de un tercero, se hace una
liberalidad, por lo que se requiere en beneficiario la capacidad de goce exigi-
da para ser donatario y, además, tal acto a título gratuito con relación al que
entregó el capital podría ser impugnado a través de la acción pauliana en
caso de insolvencia contemporánea de dicho constituyente de la renta. Sin
embargo, esta relación de gratuita liberalidad entre el tercero beneficiario y
el constituyente de la renta, no hace desaparecer el carácter oneroso del
contrato en las relaciones entre el constituyente de la renta y el deudor.36
Por otra parte, Sánchez Medal señala que también existen elementos rea-
les: el capital, la pensión, la vida contemplada y el alea.37 El capital se refiere
a una suma de dinero, un bien mueble o inmueble estimados, con su respec-
tivo avalúo, el cual se transmite en propiedad.
La pensión, consiste en una suma de dinero o bienes fungibles, como
productos naturales; debe ser cierta, razón por la cual no puede consistir en
lo que necesite el pensionista para vivir, pues que se haría incierto su cum-
plimiento, o quedaría a una interpretación subjetiva.
La pensión es enajenable, pues el pensionista puede cederla a favor de
otra persona. Si bien la mayoría de autores dicen que no puede pactarse que
sea inembargable, porque esto equivaldría a que un determinado bien pudie-
ra sustraerse a los acreedores del pensionista, en realidad pudiera pactarse
que sea inembargable cuando se constituye a título gratuito, máxime que
la voluntad contractual tendía prioridad para la formación del contrato
respectivo.
Cuando se trate de una pensión alimenticia constituida por disposición
de la ley (verbigracia, a causa de parentesco o por razón de matrimonio),
puede ser embargada sólo la parte que, a juicio del juez, exceda de la canti-
dad necesaria para cubrir aquellos alimentos, tomando en cuenta las cir-
cunstancias de la persona. Sólo a esta pensión por alimentos le es aplicable
el automático incremento legal que en proporción al aumento del salario
mínimo establece el artículo 311 del Código Civil para el Distrito Federal. A
nuestro parecer, nada impide que se pacte una cláusula de protección frente
a la depreciación de la moneda, para que el importe de las pensiones vitali-
cias permita adquirir lo necesario.
La vida de la o las personas, cuya duración es tomada en cuenta para fi-
jar la vigencia de la obligación de pagar la pensión.
El alea consiste en que el deudor, que pagará la pensión al beneficiario
durante la vida de una o varias personas designadas al efecto en el mismo
contrato; efectivamente es un riesgo, por no saberse el tiempo que va a du-
rar una determinada vida y, por tanto, la obligación de pagar la pensión, ya
que de no existir tal riesgo, el contrato sería nul0.38
Autores como el maestro Sánchez Medal, al analizar el contrato en co-
mento, lo asocia a diversas figuras afines cómo la pensión alimenticia a favor
de un incapacitado, la originada de un testamento o derivada de un contrato
oneroso; hace incapié en el carácter aleatorio del contrato, pues si no existe
riesgo es nulo.39
Los elementos de existencia son, en primer término, el consentimiento.
Domínguez Martínez considera que la voluntad debe ser libre y consciente,
esto es, libre de vicios del consentimiento y, además, deberán seguirse las
reglas generales de las obligaciones.40 Zamora y Valencia indica que las vo-
luntades deben ser acordes en cuanto a la suma de dinero, bienes muebles o
inmuebles,41 por lo que las reglas que deberán considerarse para el consenti-
miento son las enunciadas en los artículos 1803 al 1811 del Código Civil
para esta Ciudad.
El segundo elemento de existencia es el objeto. Es de carácter indirecto,
como una suma de dinero, el propio bien mueble o inmueble estimados, to-
mando en cuenta las reglas genéricas de las obligaciones de dar." Asimismo,
Jorge Alfredo Domínguez Martínez, distingue: 1. efecto traslativo, 2. obliga-
ciones a cargo del enajenante (pensionista) y 3. obligaciones a cargo del
deudor,43 pero no debe perderse de vista que el objeto del presente contrato,
incluye desde luego los derechos que pudiera tener una persona, referentes
a una obra literaria u otra de carácter intangible.
Los elementos de validez son, en primer momento: la capacidad, el deu-
dor debe tener la general para celebrar actos o negocios jurídicos. Mientras,
la del otro contratante debe ser especial, ya que requiere tener la posibilidad
de disposición del bien mueble o inmueble que se transmitirá en propiedad
al deudor de la pensión como consecuencia de la celebración del contrato.44
Otro de los elementos de validez es precisamente la ausencia de vicios
del consentimiento y su licitud, debiendo estarse a las reglas generales de
teoría de las obligaciones.45
Referente a la forma como elemento de validez, debe constar por escrito
si el bien inmueble que se transfiere excede de 365 días de salario mínimo
general vigente en el Distrito Federal en el momento de la celebración del
contrato, constando en escritura pública y, además, para que surta efectos
frente a terceros, deberá inscribirse en el Registro Público de la Propiedad y
del Comercio del Distrito Federal.
40 Op. cit., DOM~NGUEZ MARTÍNEz, Jorge Alfredo, Derecho Civil, teoría del contrato, contratos
en particular, p. 719.
41 Op. cit., ZAMORAY VALENCIA,Miguel Ángel, Contratos Civiles, p. 415.
42 Idem.
43 Op. cit., DOM~NGUEZ MART~NEz,Jorge Alfredo, Derecho Civil, teoría del contrato, contratos
en particular, pp. 720-721.
44 Ibidem, p. 719.
45 Op. cit.,
DR © Universidad ZAMORA
Nacional Y VALENCIA,
Autónoma Miguel Ángel, Contratos Civiles, p. 416.
de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
46 Idem.
47 Ibidem, p. 417.
48 Op. cit., SÁNCHEZMEDAL,Ramón, De los Contratos Civiles, p. 451.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
V. MODELO BASICO
49 Op. cit., ZAMORAY VALENCIA, Miguel Ángel, Contratos Civiles, pp. 418 y 419.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
VI. CONCLUSIONES
50 Una manera para fortalecer el cumplimiento de este contrato, podría ser que el propio
inmueble que fue transmitido en el contrato de renta vitalicia, fuese puesto en garantía para el
cumplimiento del pago de las pensiones.
DR © Universidad Nacional Autónoma de México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
www.juridicas.unam.mx
http://biblio.juridicas.unam.mx
51 Véase como ejemplo, la tesis con registro electrónico del IUS 342784, con el siguiente
rubro RENTA VITALICIA, EXTINCIÓNDE LAS OBLIGACIONES DERIVADAS DEL CONTRATO DE. 0 la tesis Con
registro electrónico del IUS 345321, con la voz siguiente RENTAVITALICIA, DERECHOS NACIDOS DEL
CONTRATO
DR DE. Nacional Autónoma de México,
© Universidad
Instituto de Investigaciones Jurídicas